El experimento.

Erving y Miriam Polster

Los riesgos de tomar decisiones desde la razón. Las emociones son una brújula importante para
saber lo que necesitamos, el cuerpo es el mapa que traza la ruta a seguir.
la Gestalt saca al paciente de su embotamiento mental para movilizar su necesidad hacia una acción
que movilice sus propios recursos. Crea un espacio de seguridad donde el paciente puede ir más allá
de sus patrones y arriesgarse a conocer formas novedosas de relacionarse con su mundo.
El terapeuta funciona como un apoyo desde el cual el paciente puede sentirse confiado para
expresar las partes alienadas de sí mismo.

Un experimento no pretende ser un sustituto de la realidad del paciente. Genera más bien, un
espacio alterno donde el paciente ensayar con ser lo que no está siendo, Experimenta en el aquí y
ahora en lugar de centrarse en el allá y entonces. Edifica nuevos recursos que luego puede usar en su
vida fuera de la terapia. Sin embargo, el objetivo no es preparar al paciente para que reproduzca la
experiencia posteriormente. Uno de los objetivos del experimento es que el paciente tome
conciencia de las formas en las que se interrumpe a sí mismo y se abandona junto con sus
necesidades.

TEATRALIZACIÓN. El aprendizaje ocurre única y exclusivamente a través de la experiencia, de la

acción en el mundo. La Gestalt promueve el crecimiento a través de la acción, buscando que se
ajuste a la vida del paciente.

Cuatro niveles de expresión: bloqueada, inhibida, exhibicionista y espontánea.

No se expresan:
Bloqueada: la persona no está conciente de sus sensaciones y emociones.
Inhibida: la persona es conciente de lo que le ocurre, pero se interrumpe en la expresión.
Se expresan:
Exhibicionista: aun no se asimilan como parte de la persona pero se expresan como una fuerza que
busca emerger. Espontánea: emerge con fluidez y en congruencia con la persona.
En la teatralización la persona está en la etapa exhibicionista. Es un riesgo pues la persona puede
quedarse ahí contendiendo con espontaneidad, la persona aquí mantiene activa su necesidad de
explorar cosas nuevas. El terapeuta ha de reconocer la diferencia entre el exhibicionismo y la
espontaneidad.
Moviliza a partir de un gesto, un ademán, una declaración que la persona represente este aspecto en
sí mismo, entonces descubre una nueva faceta de si mismo. 4 formas de teatralización sirven de
ejemplo.

1. Teatralización de una situación inconclusa del pasado. El terapeuta puede pedir que el
paciente actué un evento irresuelto del pasado, moviliza los recursos a su disposición para
que la persona contacte con las emociones bloqueadas y descubra que posee nuevas
alternativas para concluir su gestalt.

2. Teatralización de una situación contemporánea inconclusa. Las necesidades irresueltas del

presente pueden requerir ser abordadas ya que pueden estar drenando energía. En terapia
pueden dramatizarse del mismo modo, conectando al paciente can nuevas alterativas para
percibirse a sí mismo y a los demás.
 3. Teatralización de una característica personal. El terapeuta puede promover que el paciente
elabore una dramatización donde asuma el rol de una característica propia o de los demás.
Se busca que el paciente salga de sus estereotipos y, a través del contacto y la acción, se
encuentre a sí mismo.
También es posible utilizar las propias metáforas que el paciente usa para describirse, "hacer
como si le permite relacionar el sentido de sus palabras con acciones en las que puede
recuperar aspectos perdidos de sí mismo.

4. Teatralización de una polaridad. Dos fuerzas opuestas pueden confrontarse con la finalidad
de integrarlas como parte del paciente, puesto que ambos han sido fragmentadas, causando
en el paciente una satisfacción de necesidades incompleta. El objetivo es que el paciente
encuentre a punto de equilibrio entre estas dos fuerzas, mismo que es dinámico y no
estático. A través de un diálogo entre las dos polaridades.

EL COMPORTAMIENTO DIRIGIDO. Tiene el objetivo de promover en el paciente la conciencia de las

formas en que se interrumpe a sí mismo. No es una dramatización, sino una instrucción que se
convierte en una acción para desbloquear el acceso a zonas del self alienadas por el paciente. Otro
objetivo es movilizar el auto apoyo, pedirle al paciente que movilice sus recursos, que se apropie de
ellos y los ponga en marcha, libera su potencial durante la sesión.

FANTASÍA
las fantasías son experiencias que trascienden el aquí y ahora. Brindan la posibilidad de crear
realidades que no están atadas a los principios de realidad a los que puede estarse sometiendo el
paciente.
Utilizar la fantasía en terapia puede servir como una herramienta poderosa para movilizar la energía
del paciente.

Contacto con un acontecimiento, sentimiento o característica personal resistidos. la fantasía puede

parecer opuesta a la acción, sin embargo, se encuentra siempre vinculada a un ajuste en el aquí y
ahora. Pudiendo posteriormente servir de base para un nuevo comportamiento. Se pueden
experimentar emociones y sensaciones a partir de una escena en la fantasía, mismas que pueden ser
más fácilmente asimiladas por la naturaleza de seguridad y control en la fantasía conciente. Es
fundamental la sensibilidad del terapeuta para que pueda elegir y graduar la aplicación de la fantasía.

Contacto con una persona que no está disponible o con una situación inconclusa. Funciona como una
posibilidad de concluir una situación que no se encuentran accesible o es demasiado amenazante de
enfrentar. A partir de un encuentro imaginario se pueden expresar los sentimientos escondidos en la
persona y llegar a concluir la situación.

Exploración de lo desconocido. Aunque la espontaneidad es una cualidad de una persona sana, la

preparación para el porvenir puede ser fundamental para algunas experiencias de vida. La fantasía
puede proveer un fondo sobre el cual el paciente se apoye para identificar los recursos y límites que
posee.

Exploración de elementos nuevos o desacostumbrados del individuo. A través de la fantasía el

paciente puede explorarse haciendo uso de alguna característica alienada de sí mismo, al ir y venir a
la situación es posible traer consigo parte de la experiencia para apropiársela en el presente.
SUEÑOS. Son una experiencia mediante la cual se proyectan aspectos fragmentados del paciente, al
trabajarse el paciente puede representar estos elementos y a través de la acción reasimilarlos.

I. Narrar el sueño en primera persona, en tiempo presente.

2. Elegir algún elemento significativo en el sueño.

3. Representar este elemento a través de la dramatización.
4. Recuperar las características propias proyectadas en este elemento particular en el sueño.

Cuando el paciente comprende su identificación con su sueño puede comprender la riqueza de su

ser, su dinamismo y su relación intrínseca con el mundo. Aparte de la proyección, los sueños pueden
trabajarse también como un medio para la toma de contacto. En el sueño el paciente puede
interactuar de distintas maneras con su medio, explorar y hacer contacto con los elementos
presentes en la historia del sueño. Puede ademas usarse para el contacto con el medio presente en
la sesión o personas que se encuentran en relación con el paciente y lo que trabaja en su sueño.

Los sueños pueden usarse también para explorar la relación presente con el terapeuta o con el
grupo.
Los sueños pueden tomarse como un punto de partida para elaborar una figura de trabajo sin ser
necesario regresar a ellos, permaneciendo como un fondo de la experiencia.

Zinker incluso propone ma teatralización del sueño con ayuda del grupo, asignándoles roles para
representar los elementos y personajes presentes en el sueño.
Los objetos inanimados pueden también ser representados con el fin de integrar las características
que poseen, esto por parte del paciente o el grupo.

TAREAS ASIGNADAS. Tienen el objetivo de dar continuidad fuera de las sesiones terapéuticas.
Mostrar al paciente la importancia de transformar su conciencia en elecciones y sus errores en
comprensión y crecimiento.
La atención se centra sobre la toma de conciencia y el auto monitoreo, donde se extiende el trabajo
ya realizado en terapia. la tarea asignada surge a partir de la elección y necesidades identificadas por
el propio paciente. Implica convertir las intenciones y pensamientos en acciones tangibles, salir de la
"masturbación mental".

Se busca enfrentar al paciente con sus propias interrupciones y evasiones.

También requiere que el terapeuta sea sensible y atinado en sus asignaciones.