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PRESUNCIONES POSESORIAS
Bachilleres:
Rhona Morgado V-19221590
Moreno Yurimar A. V-18043139
Michael Castro V-19221935
Yommer Navas V-17062215
Junior Bolívar V-22610581
Jonnifer Avilez V-19473216
Norelbys Morales 19724941
Cesar Berra V-
Octubre 2019
LAS PRESUNCIONES POSESORIAS
De conformidad con el artículo 1.394 del Código Civil, “las presunciones son
las consecuencias que la Ley o el Juez sacan de un hecho conocido para establecer
uno desconocido” y el artículo 1.397 ejusdem, establece que “la presunción legal
dispensa de toda prueba a quien la tiene en su favor.
PRESUNCIÓN DE NO PRECARIEDAD
La posesión no se verifica con un hecho aislado, sino por una serie de actos
continuados en el tiempo, por tanto, quien pretende tener la posesión, debe demostrar
que la misma se ha ejercitado durante todos los instantes que, reunidos en conjunto,
constituyen el tiempo requerido por la ley para atribuir a la posesión un efecto jurídico.
Como quiera que esta es una prueba difícil, el legislador ha previsto esta presunción.
Para que sea aplicable esta presunción, el poseedor actual que demuestre haber
poseído en tiempo anterior, se presume que ha poseído durante el tiempo intermedio,
salvo prueba de lo contrario. De manera que el poseedor tendrá la carga de probar la
posesión actual y la posesión anterior (la posesión inicial, cuando comenzó a poseer)
para que se presuma que ha poseído en el intermedio.
Quien quiera destruir esta presunción establecida a favor del poseedor, tendrá
la carga de la prueba, y demostrará que durante ese tiempo intermedio hubo
discontinuidad o interrupción de la posesión. Esta presunción que ampara al poseedor
legítimo se encuentra en el artículo 779 del Código Civil: El poseedor actual que
pruebe haber poseído en un tiempo anterior, se presume haber poseído durante el
tiempo intermedio, salvo prueba en contrario.
Sin embargo, surge la excepción y esta tiene lugar cuando el poseedor actual
puede justificar su posesión con un título. En este caso, la presunción por la cual la
posesión actual debe remontarse a la época en que tuvo origen el título, se funda en que
la posesión se ejercita animo domini y el título es hábil para transferir el dominio, es
preciso considerar que desde el momento en que surgió el derecho, ha debido
ejercitarse la posesión.
PRESUNCIÓN DE BUENA FE
Dirigida obviamente a esta clase de poseedor, basta que pruebe la existencia del
título para que de inmediato lo ampare la presunción prevista en el artículo 789 del
Código Civil. La buena fe se presume siempre; y quien alegue la mala, deberá
probarla. Bastará que la buena fe haya existido en el momento de la adquisición.