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Ley de Faraday

Para demostrar la llamada Ley de Faraday o Ley de la inducción


electromagnética, Michael Faraday tomó un cartón en forma de tubo al cual le
enrolló alrededor alambre aislado; de esta manera formó una bobina.
Posteriormente, tomó la bobina y la conectó con un voltímetro para medir la
fuerza electromotriz inducida mientras hacía que un imán pasara por la bobina.
Como consecuencia de este experimento Faraday determinó que un imán en
reposo no es capaz de generar fuerza electromotriz, aunque estando en reposo
sí que genera un campo magnético elevado. Esto se refleja en el hecho de que,
a través de la bobina, el flujo no varía.
En la medida en la que el imán se acerca a la bobina, el flujo magnético
aumenta de forma rápida hasta que el imán se encuentra efectivamente dentro
de la bobina. Una vez el imán ha atravesado la bobina, este flujo desciende.
Jaula de Faraday
La jaula de Faraday fue la estructura a través de la cual este científico logró
proteger elementos de las descargas eléctricas.
Faraday llevó a cabo este experimento en 1836, al percatarse de que el exceso
de carga de un conductor afectaba a lo que estaba por fuera de este y no a lo
que estaba encerrado por dicho conductor.
Con la intención de demostrar esto, Faraday forró las paredes de una
habitación con papel aluminio y generó descargas de alta tensión a través de
un generador electrostático fuera de la habitación.
Gracias a la comprobación con un electroscopio, Faraday pudo comprobar que,
efectivamente, no existían cargas eléctricas de ningún tipo dentro de la
habitación.
Este principio puede observarse actualmente en cables y escáneres, y hay
otros objetos que, en sí mismos, actúan como jaulas de Faraday, como los
automóviles, los ascensores o incluso los aviones.
El Motor Homopolar
Los motores homopolares son pequeños motores de corriente continua (c.c.).
El funcionamiento del motor homopolar se basa en la fuerza que aparece sobre
una carga en movimiento (corriente eléctrica) al atravesar un campo magnético
(ver figura y video de la parte de abajo). Son muy sencillos de construir, tan
solo hace falta una pila, un imán y un trozo de cable conductor.

La fuerza de Lorentz es la fuerza que experimenta una carga a su paso por un


campo electromagnético.
En el motor homopolar el imán produce un campo magnético perpendicular a la
mesa. La corriente circula de forma radial desde el centro del imán hacia la
superficie cilíndrica de la pila (los contactos del cable). La fuerza producida
sobre la corriente (carga) que circula por el cable, será perpendicular al cable,
lo que hace que se mueva la parte móvil del motor haciendo girar la espira del
conductor. La Fuerza tendrá dirección hacia fuera de la página.
El motor homopolar se caracteriza porque el campo magnético del imán
mantiene siempre la misma polaridad (de ahí su nombre, del griego homos,
igual). Es uno de los muchos motores magnéticos, el más sencillo de todos.

Si cortamos una de las ramas del cable, por ella no circulará corriente, pero sí
por la otra, de manera que seguiremos teniendo giro del cable respecto del
imán y nuestro motor también funcionará.

Cambiando la pila o el imán, o variando las características del cable de cobre,


por ejemplo el grosor, podemos modificar la velocidad de giro.

Las aplicaciones prácticas de nuestro motor están limitadas por la potencia que
puede suministrar la pila pero, además de la evidente utilidad didáctica, se
podría pensar en usarlo, por ejemplo, como dispositivo para mover un expositor
giratorio donde no haya posibilidad de enchufar un motor convencional y no
dispongamos de células solares.

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