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que de procesos de subjetivación habría que hablar de un

nuevo tipo de acontecimientos: acontecimientos que no se


pueden explicar por los estados de cosas que los suscitan
o en los t|ue desembocan. Se alzan por un instante, y este
momento es el importante, esta es la oportunidad que hay
que aprovechar. También podría hablarse simplemente
del cerebro: el cerebro es exactamente el límite de un mo-
vimiento continuo y reversible entre un Afuera y un Aden-
tro, la membrana entre ambos. La aparición de nuevas
vías cerebrales, de nuevas maneras de pensar no puede
explicarse recurriendo a la microcirugía sino al contrario:
la ciencia ha de esforzarse por descubrir qué tuvo que
haber en el cerebro para que se pudiera pensar de tal o
cual manera. Subjetivación, acontecimiento o cerebro, 17. POST-SCRIPTUM SOBRE LAS SOCIEDADES D E CONTROL
creo que se trata casi de lo mismo. Lo que más falta nos
hace es creer en el mundo, así como suscitar aconteci-
mientos, aunque sean mínimos, que escapen al control, I. HISTORIA
hacer nacer nuevos espaciotiempos, aunque su superficie
o su volumen sean reducidos. Esto es lo que usted llama Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos
pietas. La capacidad de resistencia o, al contrarío, la sumi- XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a princi-
sión a un control, se deciden en el curso de cada tentati- pios del siglo X X . Operan mediante la organización de
va. Necesitamos al mismo tiempo creación y pueblo. grandes centros de encierro. E l individuo pasa sucesiva-
mente de un círculo cerrado a otro, cada uno con sus leyes:
Futur antérieur, n . - l , primavera primero la familia, después la escuela ("ya no estás en tu
de 1990, entrevista con Toni Negri casa"), después el cuartel ("ya no estás en la escuela"), a
contínuaciétn la fábrica, cada cierto tiempo el hospital y
a veces la cárcel, el centro de encierro por excelencia. La
cárcel sirve como modelo analógico: la heroína de Europa
51 exclama, cuando ve a los obreros: "creí ver a unos con-
denados". Foucault ha analizado a la perfección el proyecto
ideal de los centros de encierro, especialmente visible en
las fábricas: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el
tiempo, componer en el espaciotiempo una fuerza protlm

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tiva cuyo efecto debe superar la suma de las fuerzas com- manipulaciones genéticas, aunque tales cosas estén destina-
ponentes. Pero Foucault conocía también la escasa dura- das a intervenir en el nuevo proceso. No cabe comparar
ción de este modelo: fue el sucesor de las sociedades de para decidir cuál de los dos regímenes es más duro o más
soberanía, cuyos fines y funciones eran completamente dis- tolerable, ya que tanto las liberacicmes como las sumisiones
tintos (gravar la producciérn más que organizaría, decidir la han de ser afrontadas en cada uno de ellos a su modo. Asi,
muerte más que administrar la vida); la transición fue pro- por ejemplo, en la crisis del hospital como medio de encie-
gresiva. Napoleón parece ser quien obra la conversión de rro, es posible que la sectorialización, los hospitales de día
una sociedad en otra. Pero también las disciplinas entraron o la asistencia domiciliaria hayan supuesto en un principio
en crisis en provechcí de nuevas fuerzas que se iban produ- nuevas libertades; ello no obstante, participan igualmente
ciendo lentamente, y que se precipitaron después de la de mecanismos de control que no tienen nada que envidiar
segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias son a los más terribles encierros. No hay lugar para el temor ni
nuestro pasado inmediato, lo que estamos dejando de ser. para la esperanza, sólo cabe buscar nuevas armas.

Todos los centros de encierro atraviesan una crisis


generalizada: cárcel, hospital, fábrica, escuela, familia. La II.LÓGICA
familia es un "interior" en crisis, cc^mo lo son los demás
interiores (el escolar, el profesional, etc.). Los ministros Los diferentes internados o centros de encierro por los
competentes anuncian constantemente las supuestamente que va pasando el individuo son variables independientes:
necesarias reformas. Reformar la escuela, reformar la indu.s- se sobreentiende en cada ocasión un comienzo desde
tria, reformar el hospital, el ejército, la cárcel; pero todos cero y, aunque existe un lenguaje común a tcjdos los cen-
saben que, a un plazo más o menos largo, estas institucio- tros de encierro, es un lenguaje analógico. E n cambio, los
nes están acabadas. Solamente se pretende gestionar su diferentes "controlatorios" son variantes inseparables que
agonía y mantener a la gente ocupada mientras se instalan constituyen un sistema de geometría variable cuyo lengua-
esas nuevas fuerzas que ya están llamando a nuestras puer- je es numérico (lo que no siempre significa que sea bina-
tas. Se trata de las sociedades de control, que están sustitu- rio). Los encierros son moldes o moldeados diferentes,
yendo a las disciplinarias. "Control" es el nombre propuesto mientras que los controles constituyen una modulación.
por Burroughs para designar al nuevo mon.struo que Fou- como una suerte de moldeado autodeformante que cam-
cault reconoció como nuestro futuro inmediato. También bia constantemente y a cada instante, como un tamiz cuya
Paul Virilio ha analizado continuamente las formas ultra- malla varia en cada punto. Se puede apreciar sin dificultatl
rápidas que adopta el control "al aire libre" y que reempla- en los problemas de los salarios: la fábrica era un cuerpo
zan a las antiguas disciplinas que actuaban en el periodo cuyas fuerzas interiores debían alcanzar un punto de e(|Lii-
de los sistemas cerrados. No cabe responsabilizar de ello a librio, lo más alto posible para la producción, lo más b:ijo
la producción farmacéutica, a los enclaves nucleares o a las posible para los salarios; en una .sociedad de coniiol, l.i

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fábrica es sustituida por la empresa, y la empresa es un
S U S formas jurídicas más temibles: la absolución aparente
alma, es etérea. Es cierto que ya la fábrica utilizaba el sis-
(entre dos encierros), típica de las .sociedades disciplina-
tema de las primas y los incentivos, pero la empresa se
rias, y el aplazamiento ilimitado (en continua variación)
esfuerza con mayor profundidad para imponer una modu-
de las sociedades de control son dos formas de vida jurí-
lación de cada salario, en estados siempre metaestables
dicamente muy distintas, y si el derecho actual es un
que admiten confrontaciones, concursos y premios extre-
derecho en crisis, vacilante, ello sucede porque estamos
madamente cómicos. E l éxito de los concursos televisivos
abandonando unas formas y transitando hacia las otras.
más estúpidos se debe a que expresan adecuadamente la
Las sociedades disciplinarias presentan dos polos: la
situación de las empresas. La fábrica hacia de los indivi-
marca que identifica al individuo y el número o la matri-
duos un cuerpo, con la doble ventaja de que, de este
cula que indica su posición en la masa. Para las discipli-
modo, el patrono podia vigilar cada uno de los elementos
nas, nunca hubo incompatibilidad entre ambos, el poder
que formaban la masa y los sindicatos podian movilizar
es al mismo tiempo masificador e individuante, es decir,
a toda una ma.sa de resistentes. La empresa, en cambio,
forma un cuerpo con aquellos sobre quienes se ejerce al
instituye entre los individuos una rivalidad interminable a
mismo tiempo que moldea la individualidad de cada uno
modo de sana competición, como una motivación ex-
de los miembros (Foucault encontraba el origen de este
celente que contrapone unos individuos a otros y atravie-
doble objetivo en el poder pastoral del sacerdote - e l
sa a cada uno de ellos, dividiéndole interiormente. E l
rebaño y cada una de las oveja.s-, si bien el poder civil ,se
principio modulador de que los salarios deben correspon-
habría convertido, por su parte y con otros medios, en un
derse con los méritos tienta incluso a la enseñanza pú-
"pa.stor" laico). En cambio, en las .sociedades de control,
blica: de hecho, igual que la empresa toma el relevo de
lo esencial ya no es una marca ni un número, sino una
la fábrica, la formación permanente tiende a sustituir la
cifra: la cifra es una contraseña [mot de passe], en tanto
escuela, y el control continuo tiende a sustituir al examen.
que las .sociedades disciplinarias e.stán reguladas mediante
Lo que es el medio más seguro para poner la escuela en
consignas [mots d'ordre] (tanto desde el punto de vista de
manos de la empresa.
la integración como de.sde el punto de vista de la resis-
tencia a la integración). E l lenguaje numérico de control
En las sociedades disciplinarias siempre habia que se compone de cifras que marcan o prohiben el acceso a
volver a empezar (terminada la escuela, empieza el cuar- la información. Y a no estamos ante el par "individuo-
tel, después de éste viene la fábrica), mientras que en las masa". Los individuos han devenido "dividuales" y las
.sociedades de control nunca .se termina nada: la empresa, masas se han convertido en indicadores, datos, mercados
la formación o el servicio son los estados metaestables y o "bancos". Quizá es el dinero lo que mejor expresa
coexistentes de una misma modulación, una especie de la distinción entre estos dos tipos de sociedad, ya c|ue la
deformador universal. Kafka, que se hallaba a caballo disciplina se ha remitido siempre a monedas acuñad;is
entre estos dos tipos de sociedad, describió en El proceso que contenían una cantidad del patrón oro, mientras (|IK-

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el control remite a intercambios fluctuantes, modulacio- medios de producción sino también, en algunos casos, el
nes en las que interviene una cifra: un porcentaje de dife- propietario de otros centros concebidos analógicamente
rentes monedas tomadas como muestra. Fd viejo topo (las casas donde viven los obreros, las escuelas). E n cuan-
monetario es el animal de los centros de encierro, mien- to al mercado, su conquista procede tanto por especiali-
tras que la serpiente monetaria es el de las sociedades de zación como por colonización, o bien mediante el abara-
control. Hemos pasado de un animal a otro, del topo a la tamiento de los costes de producción. Pero, en la actual
serpiente, tanto en el régimen en el que vivimos como en situación, el capitalismo ya no se concentra en la produc-
nuestra manera de vivir y en nuestras relaciones con los ción, a menudo relegada a la periferia tercermundista,
demás. E l hombre de la disciplina era un productor dis- incluso en la compleja forma de la producción textil,
continuo de energía, pero el hombre del control es más metalúrgica o petrolífera. Es un capitalismo de super-
bien ondulatorio, permanece en órbita, suspendido sobre producción. Y a no compra materias primas ni vende pro-
una onda continua. E l .s7/r/'desplaza en todo lugar a los ductos t e r m i n a d o s o procede a l montaje de p i e z a s
antiguos deportes. sueltas. Lo que intenta vender son servicios, \o que quiere
comprar son acciones. No es un capitalismo de produc-
ción sino de productos, es decir, de ventas o de merca-
Es sencillo buscar correspondencias entre tipos de
dos. Por eso es especialmente disperso, por eso la em-
sociedad y tipos de máquinas, no porque las máquinas
presa ha ocupado el lugar de la fábrica. La familia, la
sean determinantes, sino porque expresan las formacio-
escuela, el ejército, la fábrica ya no son medios analógi-
nes sociales que las han originado y que las utilizan. Las
cos distintos que convergen en un mismo propietario, ya
antiguas sociedades de .soberanía operaban con máquinas
sea el Estado o la iniciativa privada, sino que se han con-
simples, palancas, poleas, relojes; las sociedades discipli-
vertido en figuras cifradas, deformables y tran.sformables,
narias posteriores se equiparon con másquinas energéti-
de una misma empresa que ya sólo tiene gestores. Incluso
cas, con el riesgo pasivo de la entropía y el riesgo activo
el arte ha abandonado los circuios cerrados para introdu-
del sabotaje; las sociedades de control actúan mediante
cirse en los circuitos abiertos de la banca. Un mercado se
máquinas de un tercer tipo, máquinas informáticas y or-
concjuista cuando .se adquiere su control, no mediante la
denadores cuyo riesgo pasivo son las interferencias y
formación de una disciplina; se conquista cuando se pue-
cuyo riesgo activo son la piratería y la inoculación de
den fijar los precios, no cuando se abaratan los costes de
virus. No es solamente una evolución tecnológica, es una
producción; se conquista mediante la transformación de
profunda mutación del capitalismo. Una mutación ya bien
los productos, no mediante la especialización de la pro-
conocida y que puede resumirse de este modtt: el capita-
ducción. La corrupción se eleva entonces a una nueva
lismo del siglo X I X es un capitalismo de concentración,
potencia. E l departamento de ventas se ha convertido en
tanto en cuanto a la producción como en cuanto a la
el centro, en el "alma", lo que supone una de las noticias
propiedad. Erige, pues, la fábrica como centro de en-
más terribles del mundo. Ahora, el instrumento de control
cierro, ya que el capitalista no es sólo el propietario de los

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social es el marketing, y en él se forma la raza descarada
cuya crisis está en boca de todos. Es posible que, tras las
de nuestros dueños. E l control se ejerce a corto plazo y
adaptaciones correspondientes, reaparezcan algunos
mediante una rotación rápida, aunque también de forma
mecanfsmos tomados de las antiguas sociedades de sobe-
continua e ilimitada, mientras que la disciplina tenía una
ranía. L(5 importante es que nos hallamos en el inicio de
larga duración, infinita y discontinua. E l hombre ya no
algo. E n el régimen carcelario, la búsqueda de "penas sus-
está encerrado sino endeudado. Sin duda, una constante
titutorias", al menos para los delitos menores, y la utiliza-
del capitalismo sigue siendo la extrema miseria de las tres
ción de collarines electrónicos que imponen al condenado
cuartas partes de la humanidad, demasiado pobres para
la permanencia en su domicilio durante ciertas horas. E n
endeudarlas, demasiado numerosas para encerrarlas: el
el régimen escolar, las formas de control continuo y la ac-
control no tendrá que afrontar únicamente la cuestión de
ción de la formación permanente sobre la escuela, el co-
la difuminación de las fronteras, sino también la de los
rrespondiente abandono de toda investigación en el seno
disturbios en los suburbios y guetos.
de la Universidad, la introducción de la empresa en todos
los niveles de escolaridad. E n el régimen hospitalario, la
nueva medicina "sin médicos ni enfermos" que localiza
I I I . PROGRAMA enfermos potenciales y grupos de riesgo, y que en absolu-
to indica un progreso de la individuación como a menudo
No es preciso apelar a la ficción científica para conce- se dice, sino que sustituye el cuerpo individual o numéri-
bir un mecanismo de control capaz de proporcionar a co por una materia "dividual" cifrada que es preciso con-
cada instante la posición de un elemento en un medio trolar. E n el régimen empresarial, los nuevos modos de
abierto, ya sea un animal dentro de una reserva o un tratar el dinero, de tratar los productos y de tratar a los
hombre en una empresa (collarín electrónico). Félix Gua- hombres que ya no pasan por la antigua forma de la fábri-
ttari imaginaba una ciudad en la que cada uno podía .salir ca. Son ejemplos mínimos, pero que nos permiten com-
de su apartamento, de su ca.sa o de su barrio gracias a su prender mejor lo que hay que entender por "crisis de las
tarjeta electrónica (dividual) medíante la que iba levantan- instituciones", es decir, la ín.stalacíón progresiva y dispersa
do barreras; pero podría haber días u horas en los que la de un nuevo régimen de dominación. Una de las cuestio-
tarjeta fuera rechazada; lo que importa no es la barrera, nes más importantes es la inadaptación de los sindicatos a
sino el ordenador que señala la posición, lícita o ilícita, y esta situación: ligados históricamente a la lucha contra las
produce una modulación universal. disciplinas y a los centros de encierro, ¿cómo podrían
adaptarse o dejar paso a nuevas formas de resi.stencia con-
El estudio socio-técnico de los mecanismos de control tra las sociedades de control? ¿Puede hallarse ya un esbo-
que ahora están en sus comienzos debería ser un estudio zo de estas formas futuras, capaces de contrarresi:ir l;is
categoríal capaz de describir eso que ahora se está insta- delicias del marketing? ¿No es extraño que tantos jówncs
lando en el lugar de los centros de encierro disciplinario. reclamen una "motivación", que exijan cursillos y lorm:i

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ción permanente? Son ellos quienes tienen que descubrir
para qué les servirán tales cosas, como sus antepasados
descubrieron, penosamente, la finalidad de las disciplinas.
Los anillos de las serpientes son aún más complicados que
los orificios de una topera.

L'AutreJournal, n." 1,
Mayo de 1990

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