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TEMA DEL DÍA

CUANDO LA ENFERMEDAD NOS VISITA

Cuando estamos enfermos lo primero que pensamos es en ir al médico para que nos ayude a
sanar. Sin embargo, pocas veces nos preguntamos ¿Qué situación me está diciendo esta
enfermedad necesito trabajar en mí?

Hoy quiero regalarte tres claves para sacarle provecho a la enfermedad desde el abordaje
psicoespiritual.

1- Toda enfermedad es una visita del Señor

El P. Teodoro Ratisbona, fundador de una Congregación llamada Nuestra Señora de Sion, decía “la
enfermedad era una visita del Señor”. Muchos años no entendí por qué era así hasta que tuve al
llamado el Sindrome de Bourn out, que me obligó a tener reposo absoluto en un tramo de mi
vida… Los primeros meses estaba muy molesta porque según yo tenía mucho que hacer, pero
cuando finalmente me callé y dejé al Señor ser y actuar en mu vida, su visita fue muy patente día
tras día, comencé a escucharle con oídos nuevos, me relación con él creció mucho porque me di
cuenta que aun cuando yo no era “eficiente” y “productiva”, él estaba cuidando de mí en el amor
y los cuidados que tuve en aquella época.

Cuando no podemos valernos por nosotros mismos debido a una enfermedad es tan bello dejar a
Dios cuidarnos. Su visita es como la de muchas personas que nos quieren llena de cuidados y de
amor en medio de nuestra vulnerabilidad.

2- La enfermedad es una oportunidad

Uno cuando está enfermo tiene dos opciones, o se queja porque es injusto lo que está viviendo o
toma esa enfermedad como una escuela y oportunidad de crecimiento. En particular, yo creo que
a la segunda opción es la mejor. Las emociones negativas y las enfermedades no son otra cosa que
el anuncio de que hay algo que trabajar dentro. Si nos decidimos a trabajar nuestra vida, la
sanación es el siguiente paso.

En enfermedades grandes como el cáncer, los especialistas han hablado de la sanación de algunos
pacientes gracias a su actitud proactiva en relación a la enfermedad. Yo acompañando personas
he visto cuando alguien se avoca a descubrir por qué profundo de esa enfermedad y lo trabaja la
sanación es el paso, pues la enfermedad ya cumplió su misión.

3- Estamos hechos por el Señor para la salud

A nadie le gusta estar enfermo, y esto me hace pensar en que no estamos hechos para la
enfermedad. Poner una tienda de campaña y quedarnos a vivir en la enfermedad es un acto
contra la vida misma. En el apocalipsis, se dice “El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá
muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.” (Ap 21,4).
Cuando estemos enfermos, lo que toma es tomar acción para estar mejor.

¡No te desanimes, el Señor está cerca y te quiere sanar!

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