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Antropología Filosófica

Universidad América Latina

Antropología Filosófica
Texto Universitario

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Antropología Filosófica

Sesión 1 • Introducción a la Filosofía


1. Definición Etimológica

La palabra filosofía deriva de las raíces griegas:

Sabiduría
• Phylos • Filosofía
• Shophya

Amor Amor a la Sabiduría

La idea surgida de esta definición ha dado lugar en distintos momentos y con diferentes filósofos a las más
diversas interpretaciones; consecuentemente, hay un gran número de definiciones para el término “Filosofía”,
algunas de las cuales se irán presentando conforme avancemos en nuestro curso. De momento nos limitaremos a
considerar la definición etimológica.
El vocablo “amor” designa un sentimiento identificado con lo que antiguamente se denominaba “apetito”; es
decir, un anhelo, un deseo, una necesidad, tanto de poseer como de entregarse al objeto apetecido (en este caso la
sabiduría).

2. Origen Filosófico de la Filosofía.

A diferencia de otras búsquedas de saber, el amor a la sabiduría es un


auténtico amor, desprovisto de interés o afán de sacar provecho al pretendido
conocimiento, en esto se distingue de las ciencias prácticas, cuya finalidad no es el
conocimiento en sí, sino los beneficios que éste puede reportar.
Como vemos, la filosofía se origina cuando el hombre se ve impulsado a saciar un
apetito puramente cognoscitivo, es decir, cuando busca saber sólo por el saber,
con un fin en sí mismo, y no como un medio para obtener alguna otra cosa. La
filosofía simplemente se plantea y trata de resolver interrogantes para satisfacer
la curiosidad despertada o los enigmas que obstaculizan una cabal comprensión
de la realidad.
Esta total comprensión de la realidad es la sabiduría, y su búsqueda ha sido la tarea de la filosofía, por ello se
concibe a ésta no como un logro, sino más bien como una actividad, un esfuerzo del intelecto humano por reunir
elementos que le permitan:
 Formular explicaciones de la realidad.
 Someter a examen riguroso sus propias explicaciones para determinar su aceptación o rechazo.
 Ocasionalmente, derivar las conclusiones obtenidas del trabajo intelectual al campo de la acción.

Ahora bien, no solamente cuando busca la sabiduría el hombre elabora explicaciones; constantemente el mundo está
ofreciéndonos problemas por resolver, y al hallar soluciones correctas la humanidad va adquiriendo gradualmente
diversas clases de conocimiento.

3. Clases de Conocimiento.

En un orden creciente de generalidad y abstracción distinguiremos tres tipos de conocimiento.

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Nivel 1 •Conocimiento de sentido común

Nivel 2 •Conocimiento científico

Nievel 3 •Conocimiento filosófico

Aunque no existe una clara división entre cada tipo de conocimiento, es posible señalar algunas
características distintivas en cada uno de ellos, tomando como base los siguientes aspectos:
a) La índole del proceso que da origen a cada clase de conocimiento.
b) El modo en que cada nivel de conocimiento refleja la realidad.
c) Los fundamentos que apoyan cada tipo de conocimiento.

a. El conocimiento de sentido común.

Este tipo de conocimiento es espontáneo en su origen; refleja a la realidad de modo disperso y está basado
en la convención, por ello puede calificarse de espontáneo, disperso y convencional.
 Espontáneo. En razón de que el conocimiento de sentido común se da sin haberlo buscado conscientemente;
o bien, es producto de la necesidad de dar solución inmediata a problemas particulares.
 Disperso. Porque el conocimiento ordinario de sentido común, se limita a explicar hechos aisladamente, sin
llegar a establecer relaciones entre ellos.
 Convencional. Debido a que este tipo de conocimiento se basa en la tradición o consenso de la mayoría; es
decir, la vigencia de este tipo de conocimiento se debe al recuerdo común de quienes lo comparten y utilizan.

b. El conocimiento científico

Se adquiere mediante la utilización de un método. Ofrece una visión que integra la realidad de manera
sistemática y se acepta sólo si ha sido previamente comprobado; consecuentemente, el conocimiento científico
habrá de caracterizarse por ser metódico, sistemático y objeto de aprobación.
 Metódico. Porque el conocimiento científico se obtiene mediante un conjunto de procedimientos ordenados,
repetibles y autocorregibles, basados en la observación de reglas, que si bien no producen automáticamente
el saber, evitan caer en el error y facilitan la investigación.
 Sistemático. El conocimiento científico es ordenado y coherente, no se limita a explicar un hecho aislado sino
que establece regularidades entre fenómenos. La ciencia busca leyes generales relacionando ciertos hechos
particulares. El conocimiento científico es un conjunto de elementos relacionados entre sí donde los nuevos
descubrimientos suelen modificar el sistema pero no lo cambian por completo.
 Sujeto a comprobación. Esto significa que el conocimiento científico debe pasar el examen de la verificación
empírica, es decir, deberá ser confirmado por la experiencia o bien habrá de mostrarse que es consecuencia
de principios cuya verdad ha sido previamente establecida.

c. El conocimiento filosófico

Es producto de una actividad reflexiva (donde el conocimiento mismo es objeto de análisis crítico) que se
propone dar una perspectiva unificada de la realidad, acreditada por el recto ejercicio de la razón; esto caracteriza el
conocimiento filosófico de reflexivo, unificado y justificado racionalmente.
 Reflexivo. Porque esta clase de conocimiento surge cuando el entendimiento no se limita a explicarse la
realidad exterior, sino que se toma en cuenta a sí mismo, es consciente de sus propias operaciones, de su

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propia comprensión. Se pregunta por las garantías quedan el sentido y la razón a nuestro conocimiento de las
cosas.
 Unificado. Porque la filosofía aspira a integrar los diferentes aspectos de la realidad en síntesis que supere las
explicaciones parciales y nos dé una visión coherente del universo concebido como un todo.
 Justificado racionalmente. Exige someter todo argumento explicativo a principios lógicos que determinen su
validez o invalidez.

Es preciso advertir que la diferencia entre las clases de conocimiento es gradual; se puede observar una
especie de continuidad en los diversos niveles del saber humano, pues éste asciende de lo más concreto a lo más
abstracto, es decir, del fenómeno aislado a la concepción universal totalitaria de la realidad; pero es la realidad,
siempre la realidad, ya sea dispersa, segmentada o unificada, el objeto de cualquier tipo de conocimiento.

d. Diferentes clases de conocimiento

Clases de Modo de Forma como refleja la Fundamentación


conocimiento adquirirlo realidad
Sentido común Espontáneo Dispersa Convención
Científico Metódico Sistematizada Comprobación
Filosófico Reflexivo Unificada Justificación racional

4. La Filosofía es Simultáneamente Totalizante y Crítica.

Por el tipo de conocimiento a que aspira, la filosofía es considerada al mismo tiempo totalizante y crítica.
Tiene una función totalizadora porque se propone una interpretación del mundo entendido como un todo, pero
aclaremos este punto, la filosofía no busca un saber enciclopédico, su propósito no es reunir conocimientos sobre
todas las cosas, su pretensión es situarse desde el punto de vista de la totalidad para contemplar al mundo entero en
su estructura más general y en esto se diferencia de la ciencia, cada vez más especializada, que hace síntesis de la
realidad pero de manera fragmentada.
La función integradora de la ciencia es parcial, la de la filosofía es global, universal, omnicomprensiva, es
decir, totalizante.
Este carácter totalizante de la filosofía le ha sido impuesto por la razón humana en su afán de construir una
representación competa de lo existente. Ahora bien, consciente de sus propias pretensiones, la razón se examina a sí
misma con el objeto de determinar sus posibilidades e imposibilidades.
Por este motivo, la filosofía es también critica(n), pues como se verá más adelante, su tarea fundamental es
señalar las condiciones y los límites del conocimiento para garantizar a la razón su uso legítimo y condenar todas
aquellas aspiraciones que carecen de fundamento.

5. Necesidad de la Filosofía.

Al hombre no le basta estar bien informado, acumular y repetir datos no es suficiente, su racionalidad le
exige comprenderlos y comprenderse a sí mismo, entender su realidad, valorarla y orientar su vida mediante el
descubrimiento y la estima de su propio yo y de mundo circundante.
Por ello, el hombre necesita de la filosofía. En primer lugar, para fomentar esa inclinación a cuestionarse, a
formular preguntas, a indagar la verdad, a buscar valores espirituales, en fin, a desarrollar esa actitud investigadora
que lo aleja del mecanicismo, la inconsciencia y el conformismo animal.
En segundo lugar, requiere el filosofar para habituar su mente a la exigencia de respuestas lógicas,
fundamentadas, que soporten la crítica, el análisis riguroso y propicien la apertura intelectual hacia nuevas y
superiores formas de pensar. Consecuentemente, la filosofía habrá de liberar al hombre de caer en dogmatismos
esclavizantes, interpretaciones subjetivas e ideologías fantasiosas.

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Por último, y tal vez la necesidad más importante que satisface la filosofía es aquella necesidad que tiene el
hombre de desarrollar las capacidades superiores de su intelecto, porque la formulación correcta de interrogantes,
así como el análisis de las respuestas ofrecidas a lo largo de las diferentes épocas y corrientes filosóficas, obliga al
estudioso de esta disciplina a incrementar actitudes reflexivas y críticas, estimula su creatividad y fomenta la
disciplina y el rigor en el pensamiento, todo ello con el fin de adquirir una visión cada vez más racional y coherente
de sí mismo y del universo entero.

6. Carácter Histórico Social de la Filosofía

El conocimiento filosófico, o mejor dicho, la búsqueda de este conocimiento, tienen una historia que —al
menos en occidente coincide con la historia de la humanidad.
Los cambios sociales han estado íntimamente ligados a las tendencias filosóficas; unos y otros se condicionan
de tal manera que a lo largo de la historia universal podemos constatar la influencia del pensamiento de algunos
filósofos en los grandes acontecimientos políticos y sociales, del mismo modo que los más relevantes sucesos
históricos ha propiciado el surgimiento de nuevas corrientes dentro de la filosofía.
En este texto se presenta, primero de manera muy general y posteriormente con mayor detalle, el desarrollo
histórico de la filosofía. Se mostrará en diferentes etapas las distintas formas de explicarse la realidad, fundamentar
el conocimiento y concebir los valores; para finalmente descubrir que “La más profunda historia de la humanidad que
puede escribirse es la historia de la filosofía”.

7. Características de los Problemas Filosóficos en Cuanto a su Resolución.

Antes de abordar de manera general los principales temas de la filosofía —el ser, el conocimiento y los
valores, hemos de considerar las características de la problemática allí planteada con respecto a su resolución, pues
para la mayoría de los enigmas filosóficos no hay una contestación cierta.
Consideremos las siguientes cuestiones: ¿Hay algún principio valido para todas las cosas? ¿Tiene alguna finalidad el
universo? ¿Es el mundo tal como lo describimos? ¿La verdad depende exclusivamente de los hechos? ¿Qué hay
además de los objetos físicos? ¿Cuál es la naturaleza del bien?, etc.
Ninguna de ellas tiene una respuesta única, contundente, precisa. Diferentes filósofos les han dado distintas
soluciones, no obstante, las cuestiones permanecen abiertas. En filosofía no debemos esperar respuestas definitivas,
pues debido a su magnitud un gran número de los problemas de mayor interés para nuestro espíritu, o resultan
insolubles al intelecto humano, o bien hasta el momento no han podido resolverse. Sin embargo, la dificultad de
hallar una respuesta no elimina el problema; el reto sigue allí acrecentando su importancia. Por ello, aunque la
filosofía no pueda proporcionar una respuesta satisfactoria a todas las dudas que origina, ofrece a cambio varias
explicaciones posibles que enriquecen nuestro pensamiento y libran de prejuicios nuestra mente.
Más que por sus respuestas, la filosofía debe ser estudiada por el valor de los problemas que suscita, pues
estos problemas—que exceden el circulo de las necesidades inmediatas— amplían nuestra imaginación intelectual,
ensanchan el ámbito de las posibilidades y, algo muy sano para el intelecto, lo hacen más cauto al eliminar el
dogmatismo que cierra el espíritu a la imaginación. Las ciencias—sostiene Russell—nos dicen lo que podemos saber,
pero lo que podemos saber es muy poco, y si olvidamos lo que es imposible saber, nos hacemos insensibles a muchas
cosas de la mayor importancia.
Por eso, mientras haya dudas, mientras el hombre vislumbre el alcance de su ignorancia y tenga plena
conciencia de lo que no sabe, mantendrá abierta la maravillosa posibilidad de conocer.

8. El Problema del Ser y las Disciplinas que lo Abordan.

Como ha sido expuesto anteriormente, la filosofía tiene como objeto de estudio la realidad, lo que existe de
una forma u otra. Pero no se trata de un estudio pormenorizado o acumulativo de los seres, sino un intento de mirar
al mundo como un todo, de penetrar mas allá de la pluralidad y diversidad que nos reporta la experiencia para

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conocer el esquema más general del sistema total del universo. A este tipo de indagación se le ha denominado
metafísica.

a. La metafísica

Desafortunadamente, el término metafísica ha sido usado con demasiada libertad, tanto dentro como fuera
del ámbito filosófico, por ello resulta difícil precisar su significado exacto.
De manera muy general diremos que la metafísica se encarga de estudiar la estructura de la realidad. Ahora
bien, esa estructura no es visible o directamente experimentable, de allí la necesidad de llevar a cabo una
especulación racional con el propósito de encontrar los principios fundamentales de todo lo que hay en el universo,
incluso del universo mismo.
La búsqueda de esos principios fundamentales del ser fue, en los primeros siglos de actividad filosófica, un
problema de tipo cosmológico.

a) La cosmología. Llamada por algunos la filosofía de la naturaleza, se ocupa del mundo físico y trata de
hallar principios naturales que le permitan dar respuesta a interrogantes como: ¿Cuál es el origen de todo
lo que existe?, ¿De qué están hechas todas las cosas? ¿Cómo surgió la diversidad de seres y tipos de la
naturaleza?
Trata de satisfacer esas preguntas haciendo referencia a transformaciones o combinaciones de uno o unos
cuantos principios originales.
Este tipo de metafísica, la más antigua, ya presenta una problemática acerca de la estructura de la materia
que posteriormente pasa a ser parte de la física y la química.
b) Filosofía primera o metafísica. La llamada por Aristóteles “filosofía primera” y bautizada como metafísica
por Andrónico de Rodas en el siglo I, a diferencia de la cosmología, no trata de encontrar principios
racionales por medio de los cuales resulte posible comprender la complejidad manifiesta en las cosas del
mundo.

La metafísica supone en todo lo existente características generales, es decir:


 Rasgos universales, compartidos por todas las cosas.
 Relaciones mutuas entre todos los seres cuyo descubrimiento permite a la razón humana elaborar los
conceptos más generales a partir de los cuales puedan ser formulados los principios del ser, del origen
y de la estructura de universo.

Estos principios, aunque aparentemente se refieren a la naturaleza, en realidad no dan información sobre
hechos particulares y en la naturaleza sólo hay hechos particulares. Consecuentemente, tales principios no pueden
ser comprobados por medio de la experiencia, son por lo tanto principios de razón. Por ello se define a la metafísica
como “el saber que pretende penetrar más allá del ser físico”, un estudio del “ser en tanto ser”; esto es, la metafísica
pretende ir más allá de las determinaciones físicas responsables de la diversidad de las cosas, y ocuparse de lo que es
común a todas ellas: el ser, pero el ser en sí: la sustancia, y esta solo puede ser aprehendida por el intelecto.

La metafísica, por tanto, tiene como objeto propio el objeto común de todas las ciencias, veamos:
 La biología estudia al ser en tanto vivo.
 La mecánica estudia al ser en tanto móvil.
 La metafísica estudia al ser, en tanto ser.

Entendiendo por ser a veces la esencia, a veces la existencia, a veces el ente, a veces la sustancia. Para
Aristóteles el ser puede interpretarse de dos formas:

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El ser es superior a todo y principio de todo

El Ser es
El ser más común de todos, valido para todo lo que existe

Con base en esa antigua distinción, la metafísica ha sido presentada en épocas más recientes bajo dos
denominaciones: teología y ontología.

a) La teología. La metafísica como teología tiene por objeto el estudio del ser infinito, superior y del que
todos dependen; el primer principio y la causa más elevada. Se le ha definido como “ciencia de la
sustancia eterna, inmóvil y separada, o sea, de Dios”. Durante la patrística y la primera época de la
escolástica no hay una distinción exacta entre teología y filosofía, incluso Santo Tomás en un primer
momento aceptó la identidad entre Teología y metafísica.
b) La ontología. En el siglo XVII, los filósofos alemanes empezaron a dar a la metafísica el nombre de
ontología, con el propósito – no alcanzado totalmente – de distinguirla de la teología. La ontología se
define como el estudio de lo existente y aspira a determinar qué tipo de entidades constituyen la
estructura de la realidad. Es tarea de la ontología descubrir en las formas de existencia sus características,
sus relaciones y la clase a que pertenecen.

Parece tener como misión precisar en qué consisten las cosas que existen en el universo. En que consiste el
ser en sí. Es, por consiguiente, una teoría formal de los objetos.

b. El panorama actual de la metafísica

La metafísica ha sido objeto de críticas principalmente por tres motivos:


a) Su excesiva generalidad y vaguedad.
b) Por formular interrogantes que sólo pueden ser contestadas por pura especulación racional.
c) La imposibilidad de verificar sus enunciados.

Puede haber mucho de verdad en los ataques mencionados; sin embargo, la razón humana no puede
abstenerse de hacer reflexiones sobre los conceptos metafísicos que han servido de guía para la sistematización del
pensamiento científico.
Nociones no verificables empíricamente como: sustancia, causalidad, espacio, tiempo, uniformidad (en la
naturaleza) y universalidad (en las leyes científicas), son ideas metafísicas fundamentales en la construcción de una
visión básica del mundo, porque entorno a ellas se ha elaborado el más amplio esquema conceptual dentro del cual
se formulan las hipótesis y teorías de la ciencia.
Algunos filósofos contemporáneos han sugerido que la metafísica está destinada a vincular todos los
conceptos para así lograr una interpretación coherente del mundo hasta donde lo permita nuestra posibilidad de
conocer la realidad. Sostienen por tanto que la metafísica no debe avocarse a explicar la estructura de la realidad,
sino la estructura general de nuestro pensamiento acerca de la realidad.

Metafísica: Estudio de la estructura.


a) Cosmología: Pretende explicar la diversidad de la naturaleza a partir de transformaciones de uno o unos
cuantos principios físicos.
b) Filosofía primera: Intenta comprender la complejidad de todas las cosas a partir de principios racionales
(conceptos generales).
c) Teología: Estudio del ser infinito, superior, del que todos los de la realidad otros seres dependen.

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d) Ontología: Estudio de lo existente, de las entidades que constituyen la estructura de la realidad.

9. El Problema del Conocimiento: Conocimiento y Epistemología.

a. Edad Antigua y medieval.

La problemática en torno al conocimiento pasa a ocupar un lugar preponderante enla historia de la filosofía
hasta el siglo XVII, cuando los filósofos piensan que antes de intentar hacer afirmaciones sobre la estructura de la
realidad, es necesario determinar si el ser humano es o no capaz de adquirir tal conocimiento, es decir, se le es
posible al hombre conocer realmente el mundo.
Muchos siglos antes, los filósofos griegos habían abordado el tema del conocimiento, aunque por lo general,
como una cuestión subordinada al problema del ser; sin embargo, no podemos olvidar, entre otras muchas cosas
heredadas de ellos, las siguientes:
a) La distinción entre conocimiento y creencia.
b) La invención de la dialéctica como método para obtener el conocimiento.
c) La tesis (platónica) según la cual el intelecto es el único medio para obtener conocimiento cierto.
d) La afirmación (aristotélica) de que todo conocimiento comienza por los sentidos.
e) La diferenciación entre los diversos grados del saber.
f) El surgimiento de la lógica como ciencia formal del razonamiento.
g) Las posturas escépticas que niegan toda posibilidad de conocer, etc.

En la Edad Media también se adoptaron varias posiciones en torno a:


a) Las limitaciones de la razón y la subordinación del conocimiento a la fe religiosa.
b) La posibilidad de conocer la esencia divina.
c) A raíz del problema metafísico de los universales, donde se planteó la cuestión sobre el tipo de realidad
correspondiente a los géneros y las especies, surge el problema de decidir hasta dónde nuestros
conocimientos se refieren o no a las cosas del mundo.

Los pensadores del periodo renacentista tienen la preocupación de proporcionar un nuevo método para
fundamentar la ciencia y propiciar los descubrimientos. Esta tarea exigió una revaloración de facultades, actitudes y
procedimientos cognoscitivos que se pone de manifiesto en:
• El destacado papel que juegan la razón, la experiencia y la imaginación en el proceso de la investigación.
• El fin del sometimiento del intelecto humano a la tradición y la fe religiosa.
• La adopción del método inductivo como medio adecuado para conocer la naturaleza.
• El apoyo de la deducción para satisfacer la exigencia de rigor lógico en el pensamiento científico.

Como es fácil advertir, la problemática relacionada con el conocimiento ha estado presente en la filosofía
prácticamente desde su inicio; sin embargo, la teoría del conocimiento, entendida como una disciplina filosófica
especial, surgió hasta la Edad Moderna. A continuación presentamos una breve exposición de la temática abordada
en esta área de la investigación filosófica.

b. La Epistemología

Llamamos epistemología a la disciplina filosófica cuyo objetivo es proporcionarnos los criterios capaces de
precisar lo que puede ser conocido; en otras palabras, el propósito de la epistemología es descubrir al hombre sus
posibilidades y limitaciones relativas al conocimiento.
De hecho, consiste en un amplio análisis del conocimiento basado principalmente en discutir su: naturaleza,
posibilidades, tipos, validez, limitaciones.

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1) Al tratar de aclarar la naturaleza del conocimiento se plantea la pregunta: ¿en qué consiste conocer? Según el
diccionario, conocer es el proceso por el cual un sujeto aprehende intelectualmente un objeto. En este proceso
intervienen tres elementos básicos:
a) El objeto de conocimiento.
b) El sujeto cognoscente.
c) El acto mismo de conocer.

Ahora bien, aquí han surgido diferentes opiniones porque al describir el fenómeno del conocimiento.
• Algunos consideran determinante al objeto.
• Otros le dan la primacía al sujeto.
• Otros más conceden la misma importancia al sujeto y al objeto.

Como es de suponer, de aquí deriva una pluralidad de enfoques epistemológicos, algunos de los cuales habrán de
presentarse en la segunda unidad.

2) La posibilidad del conocimiento es uno de los temas de mayor interés para el epistemólogo. ¿Qué cosas puede
conocer el hombre?
Como se apuntó anteriormente, dicha interrogante es crucial en esta área de la investigación filosófica.
Sobre este punto se han dado respuestas encontradas, pues mientras unos afirman que todo se puede conocer
tal y como es en realidad, para otros nada puede ser conocido; es decir, el conocimiento es imposible. Sin
embargo, estas posiciones son muy discutidas, los puntos de vista más comunes no caen en tales extremos y
suponen la posibilidad del conocimiento, aunque bajo ciertos supuestos y con ciertas limitaciones que varían de
acuerdo a sus concepciones metafísicas y teorías acerca de la naturaleza.

3) En muchos sentidos puede hablarse de tipos de conocimiento (sensible, inteligible, intuitivo, a priori, a
posteriori, científico, de sentido común, filosófico, etc.); variantes que oportunamente aparecerán en la segunda
unidad de este texto, por ahora nos limitaremos a la diferenciación más general, según la cual se puede
distinguir entre dos clase de conocimiento:
a) El conocimiento llamado proporcional se refiere a la posesión de información obviamente verídica y
considerada como tal. Este tipo de conocimiento es al que comúnmente se hace referencia en contextos
epistemológicos cuando se habla de “saber que” o “saber por qué”, por ejemplo: el conocimiento de la
redondez de la tierra o de por qué ésta se mantiene en su órbita.
b) El conocimiento operacional consiste en la adquisición de destrezas o habilidades y la correcta aplicación
de técnicas o estrategias. A este modo de conocer suele identificársele por “saber hacer” o “saber
cómo”, por ejemplo: saber cómo se conduce un automóvil o saber hacer un ensayo literario.

4) La noción de validez no se aplica al conocimiento operacional, pues tal forma de saber suele ser calificada de útil
o eficaz en función de su puesta en práctica y esto es un asunto, de hecho, completamente ajeno a la filosofía.
Por otra parte, a la filosofía sí le interesa establecer las condiciones bajo las cuales se puede hablar de
conocimiento proposicional, de hecho, éste es uno de los principales temas de la epistemología.

Comúnmente se consideran tres las condiciones básicas a saber:


• Creencia
• Verdad
• Evidencia

Por tanto, para aceptar que alguien conoce algo en sentido proposicional debe:
a) Creer en lo que dice conocer.
b) Que su creencia sea verdadera.
c) Estar en condiciones de justificar o apoyar su creencia de modo apropiado.

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Pero el asunto no es tan sencillo. Definir lo que debe entenderse por creencia, analizar el concepto de verdad en
sus diversos tipos e interpretaciones y establecer los criterios para calificar una evidencia de suficiente o
insuficiente, son todas ellas cuestiones controversiales y sumamente difíciles de precisar, así como motivo de
innumerables reflexiones o teorías casi desde el inicio de la historia de la filosofía, pero sobre todo ahora que la
epistemología se concibe como la disciplina filosófica cuya tarea es señalar las condiciones para originar y poner
a prueba los presuntos conocimientos científicos.

5) El tema de los límites del conocimiento se manifiesta con la siguiente interrogante: ¿Qué grado de certeza puede
alcanzar el hombre en su conocimiento de la realidad?

Los filósofos contemporáneos rechazan la pretensión de un conocimiento absoluto y cierto del universo (igual
que los científicos de nuestra época) porque nadie está a salvo de equivocarse. Nuestro conocimiento del
mundo cambia, puesto que la ciencia no nos proporciona verdades infalibles, y en vez de la certeza absoluta el
hombre de nuestro tiempo busca los diferentes modos en que se puede fundamentar la aspiración de poseer
conocimiento cierto, consciente de que las teorías sobre el universo de mayor aceptación en nuestros días la
teoría cuántica, por ejemplo, o la teoría de la relatividad son producto de la mente humana y, como la historia
de la ciencia nos ha enseñado, son susceptibles de ser perfeccionadas.

c. Lógica

Un gran número de los conocimientos que poseemos ha sido adquirido de manera inmediata y directa. Su
verdad nos resulta evidente, los aceptamos sin discusión, por ejemplo: Cuando uno sabe en qué parte del cuerpo se
experimenta un dolor físico, su saber es indiscutible, a nadie se le ocurre preguntar de qué medios se valió uno para
conocer la existencia de esa dolencia, o cómo la podemos demostrar.
Sin embargo, no todo se conoce de manera tan obvia, hay gran cantidad de conocimientos obtenidos de un
modo mediato e indirecto, como consecuencia de lo ya sabido, esto es, a través de un proceso de inferencia. Veamos
un ejemplo, cuando una persona posee la siguiente información:
 No es bueno hacer daño a nuestros semejantes.
 Decir la verdad, a veces daña a personas inocentes.
 Deriva de esos datos, la siguiente conclusión: A veces no es bueno decir la verdad.

Como puede advertirse, a este nuevo conocimiento se llegó por medio de un proceso mental llamado
inferencia, que consiste en alcanzar una determinada conclusión a partir de uno o una serie de datos ya conocidos; a
estos datos ya conocidos se les da el nombre de premisas.

Para lograr un nuevo conocimiento mediante un proceso de inferencia se requiere:


a) Partir de premisas verdaderas, es decir, tomar como base información verídica, y
b) Realizar con toda corrección el proceso mismo de la inferencia.

El primero de estos requisitos no se puede satisfacer dentro del campo de la lógica, pues suele ser una
cuestión de hechos la relacionada con la verdad o falsedad de los datos elegidos con premisas. Por eso se exige una
verificación de carácter empírico ajena por completo a la índole de esta disciplina.
Respecto a la segunda condición mencionada, habrá de señalarse que este asunto es precisamente el
problema central de la lógica, ciencia dedicada al análisis de las formas de inferencia correctas.
La lógica se define como el estudio de los métodos y principios usados para distinguir una inferencia correcta de una
incorrecta, en otras palabras, estudia los modos correctos de sacar conclusiones, y con ello propicia la posibilidad de
llegar, con la ayuda del razonamiento, a la obtención de nuevos conocimientos.
Por otra parte, es importante advertir que el análisis de nuestros procesos de inferencia permite determinar
si están bien articuladas las razones empleadas para justificar nuestras creencias, y una justificación racional

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adecuada puede proporcionarnos la evidencia necesaria para convertir una simple creencia en un auténtico
conocimiento de tipo proposicional.

10. Axiología

La axiología es un área de la filosofía que se ocupa de los valores en general; es la teoría de los valores, y la
podemos definir como la reflexión filosófica que tiene como objetivo principal determinar la naturaleza y el carácter
del valor y de los juicios valorativos.
Ya anteriormente se habló de las diferentes teorías de la realidad: la metafísica y la epistemología, las dos
integran el aspecto teórico de la filosofía; consisten en una serie de explicaciones y descripciones acerca del ser y del
conocer. Estas especulaciones han servido de base a las investigaciones dirigidas a la actividad práctica, o sea, han
servido a la otra área del esquema tradicional de la filosofía, que es la axiología, cuya preocupación fundamental es
orientar al hombre para fundamentar sus juicios de valor.
Ahora bien, en la época antigua se formulaban juicios valorativos, pero éstos estaban incluidos en la temática
del “ser”; era común referirse a “X es” como si fuera sinónimo de “X vale”; se utilizaba el nombre de “bien” en lugar
de “valor”; se trataban temas o teorías de la axiología en la metafísica. La axiología es relativamente reciente, surgió
con los trabajos de los filósofos alemanes Lotze y Nietzsche en el siglo XIX.

a. Ética

La ética es la filosofía de la moral, se ocupa de proporcionarnos principios o criterios que nos permitan
evaluar, decidir o juzgar tipos de comportamiento moral.
En la práctica, la posibilidad de hacer juicios estimativos tales como “X es bueno”, exige el análisis del
concepto mismo de bueno (o recto, o justo o útil, etc.), lo que ha llevado a los filósofos a formular teorías acerca de la
naturaleza de los valores éticos, entendiendo como tal es la bondad, la justicia, la felicidad, el amor, etcétera.

b. Estética

Es, al igual que la ética, una disciplina de la axiología interesada en los valores estéticos, se ocupa de la
esencia de lo bello, centrando su estudio en los problemas relacionados con la belleza y el arte.
Aporta criterios para definir lo bello, tomando en cuenta tanto elementos objetivos como subjetivos.
También analiza las manifestaciones artísticas en la creación de obras de arte. Además de reflexionar acerca de
valores estéticos, tales como: sublime, agradable, etcétera.

11. Origen de la Filosofía: Abandono del Mito y Surgimiento del Saber Racional.

La filosofía surge en Jonia, una colonia del Asia Menor. En la ciudad de Mileto nacieron quienes, en lugar de
las invenciones de los mitos de Homero y Hesíodo, buscan explicaciones basadas en la razón.
En general, por mito cabe entender el conjunto de narraciones fantásticas de los poetas que pretenden darnos una
explicación total; una explicación en la que se da respuesta a todos los problemas acerca del origen y la naturaleza
del universo, el hombre, el orden social, y otras interrogantes. En este tipo de explicaciones, tenemos que:
a) Las fuerzas naturales como el fuego, el agua, el viento, etc., son personificadas y divinizadas, son dioses
cuya influencia se siente en todos los acontecimientos de la vida.
b) Los hechos y fenómenos del universo dependen de la voluntad de los dioses.

Con base en lo anterior, es posible darse cuenta de que tanto los fenómenos de la naturaleza como las
acciones de los hombres —individual o colectivamente— dependían de la voluntad arbitraria de los dioses, eran por
lo tanto algo talmente imprevisibles.
El mito es la imagen típica de lo que no es filosofía, puesto que dentro de la naturaleza del mito está el
ofrecerse como realidad, sabiéndose invención. Las narraciones mitológicas se basan en entidades imaginarias, pues

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sus explicaciones son posibles sólo con la ayuda de las musas, que son como diosas —presentes en todas partes y
conocedoras de todo—, que hablan por boca del poeta. El mito se parece engañosamente a la verdad y por ello es su
enemigo más peligroso.
Los primeros filósofos de quienes tenemos noticias son los milesios; éstos son a quienes ya no satisfacen las
explicaciones míticas, pues lo que ellos quieren conocer es la verdad, y no sólo lo que parece serlo, y para ello
necesitarán apoyarse en el logos: la razón. Así, el pensamiento filosófico irá invadiendo, poco a poco, los terrenos del
mítico, creando nuevos modos de explicación. Los modelos mito-poéticos se transforman, en lugar de entidades
personales, con motivos mágicos de tipo antropomórficos, se buscan principios físicos, concebidos a partir de
elementos naturales —agua, tierra, fuego, etc.— Tales cuestiones son el resultado de un cambio profundo en el
modo de pensar humano que pondrá de manifiesto un intelecto crítico y reflexivo que intenta encerrar la diversidad
de fenómenos naturales bajo un principio de explicación unitaria.
Las razones de este cambio en la manera de tratar de explicar la realidad son diversas, pero sobresalen dos, a
las que llamaremos estímulos históricos y estímulos psicológicos.

a. Estímulos histórico-sociales

1) Expansión del dominio griego. Varias son las circunstancias que favorecieron el surgimiento del pensamiento
filosófico. Un acontecimiento histórico de incalculable importancia para el desarrollo del espíritu griego es la
fundación de innumerables colonias griegas en todo el mundo habitado.
2) De todas estas colonias, la más privilegiada es Mileto, la más poderosa de las ciudades de Asia menor, la
metrópoli del comercio y la navegación en la que se podía encontrar todo el saber práctico de los hombres
que llegaban de Babilonia, Iberia, del país de los escitas, Egipto y otras partes.
3) Desarraigo de las tradiciones. Todo este gran número de movimientos migratorios en los siglos VII y VI A.C.
no es sólo signo de una energía y actividad asombrosas, sino sobre todo de una liberación absoluta de los
compactos lazos étnicos; liberación que trae como consecuencia un desarraigo de las tradiciones locales,
propiciando un suelo fértil para el surgimiento de nuevas formas de pensamiento, de manera específica nos
referimos aquí al pensamiento filosófico.
4) Carácter de la religión griega. Otra circunstancia sumamente importante es la naturaleza de la religión
griega. Ésta carecía, a diferencia de otras culturas, de dogmas y de una casta sacerdotal encargada de
mantener la ortodoxia, a diferencia de otras culturas, lo que permitió que cualquier novedad en el campo del
pensamiento no chocara con alguna ideología religiosa recalcitrante que hubiera podido entorpecer o hasta
oponerse a su desarrollo.
5) La paz social. Otra circunstancia histórica importante que hay que agregar es la paz social que la ciudad
gozaba.

b. Estímulos psicológicos

Es justo señalar que tal vez todas las circunstancia histórico-culturales aquí mencionadas, por sí solas no
habrían bastado para propiciar el nacimiento del pensamiento filosófico si no hubiera sido, además, por la peculiar
predisposición intelectual del hombre griego, su sentido de la realidad y su poder de abstracción, la tendencia
continua hacia una consideración universal y una marcada inclinación racionalista, ávida de ir al fondo de las cosas
objetiva y escuetamente.

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