EL CONTEXTO GEOPOLÍTICO DE LA INVESTIGACIÓN

ESPÍN, M. y PROAÑO, C.

La investigación desemboca en la ciencia y ésta en la tecnología, analizar su

crecimiento exige responder el qué y para qué esta actividad intelectual. Complejas
respuestas que demandan alcance económico, político, social, cultura, ético-moral, etc.

El acelerado desarrollo del sistema capitalista santifica las bondades de la

ciencia y la tecnología, convertidas hoy en simples mercancías.

1. Lo global inversiones buscan negocios fáciles con flujos

La Universidad, en el país y en América
Latina, no puede dejar de considerar el
contexto socioeconómico que incide en las
políticas y prioridades de investigación. Se
evidencia el predominio del modelo de
desarrollo neoliberal o globalizante.
Las políticas implementadas por esta
corriente, afecta al desarrollo empresarial,
industrial, agroindustrial y productivo de los
países en vías de desarrollo(1), desestimular la
inversión en investigación científica y
tecnológica orientada a resolver problemas
nacionales.
comerciales o financieros por cortos tiempos,
donde no se fomenta la producción en el agro,
en la industria o agroindustria nacionales, peor
destinarse a la investigación, por ello, los
capitales iniciales que ingresan a la región,
retornan ya engordados a sus lugares de
origen dejado como herencia una grave
dependencia económica.
Frente a esta concepción econométrica, de
baja incidencia social selectiva, hallase en pie
nuevos paradigma alternativos que armonizan
la naturaleza la sociedad, la ciencia y la
tecnología en el “buen vivir” con alcance
popular.

Estos nuevos paradigmas cuestionan el

El ingreso de capitales externos
supuestamente para el fomento de la
producción en la región no pasa de ser un
"enunciado", pues la mayoría de las
(1) GUARGA, R. (1.999) La investigación científica en
la universidad de América Latina. p 22.
empleo comercial del genoma humano, la
clonación, la difusión masiva e indiscriminada
de los transgénicos, las biotecnologías
degradantes, progresos científicos al que
tienen acceso los las transnacionales
propietarias de las patentes se olvidaron que el
conocimiento es patrimonio de la humanidad.

2. Lo regional
América Latina y el Caribe viven el mismo
drama social, la aguda crisis económica-
financiera, el tutelaje científico-tecnológico,
desempleo masivo con sus trágicas secuelas,
pobreza masificada, riqueza elitizada(2),
conflictos armados que pugnan por el control
geopolítico, comercial y la resistencia para
viabilizar un nuevo modelo económico y una
nueva democracia.
En este escenario despuntan los organismos
sectoriales y regionales, los bloques
económicos, impelidos por la nueva división
internacional del trabajo, aquí se concretan y
las políticas económicas-productivas,
industriales, investigativas y por tanto
educativas (curriculares).
En este ámbito, el sistema económico mundial
vigente le ha asignado, históricamente, a
América Latina y el Caribe un rol(3), de
simples exportadores de productos primarios,
abastecedores de componentes de poca
importancia para la gran industria, operadores
de maquila donde las corporaciones
internacionales controlan la producción y
explotan la mano de obra.
3. Lo nacional-local
Como se ve, la estructura económica nacional
responde a un sistema predominante El acople
no es de interdependencia mutua sino de
dependencia, apreciándose que los estados
(2)VELA, J. (1.999). Educación superior: inversión
para el futuro. p 6.
(3) SCHULDT, J. (1.998) Hacia una estrategia
autocentrada de desarrollo para los países andinos. p.
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nacionales pequeños del tercer mundo
sustentan, vitalizan y alimentan a las
metrópolis, generando serias diferencias en
todos los órdenes sean político, económico,
cultural o tecnológico.
En el período 1930-50 se acentuó la
dependencia tecnológica y científica y arruinó
un despegue industrial y agroindustrial. Ahora
los gobiernos se han sumado a las propuestas
globalizantes que insisten en achicar las
funciones del Estado y con ello la merma de
recursos para educación, formación técnica-
científica y humanista de amplios sectores.
Menos fondos para hacer ciencia, generar
tecnología para producir mejor, entre otros.
Año tras año se hacen significativos recortes
económicos para estos fines.
Por ejemplo en Ecuador, en el 2.000 se
restringió en un 60% el presupuesto de
investigación del INIAP y corre el riesgo de
reducirse(4).
De ahí que los movimientos sociales pugnen
por la aplicación de nuevos modelos de
desarrollo que fomente la producción con
apoyo de la investigación científica y técnica,
generando tecnologías apropiadas que
demande mano de obra mejorar el empleo y
por lo tanto las condiciones de vida de la
población.
Esto hay que considerar para fijar las políticas
de investigación en las universidades y sus
centros de investigación.
Las soluciones a estos problemas exigen una
reconceptualización de la lógica de vida y del
pensamiento occidental para generar una
visión más holística que conduzca al cambio,
(4) El COMERCIO. (2.001) Investigación, su
presupuesto corre peligro: El INIAP con poca ayuda.
Agromar. p. B2.
2
al encuentro de la justicia y la equidad tan
ansiado por la humanidad. En esta dura
jornada la investigación, la ciencia y la
tecnología deben dar su aporte.
4. El qué investigar
La agenda de investigación deberá integrar los
problemas locales que solucione las
necesidades básicas de la población, estas son
alimentación, salud, vivienda, trabajo,
educación producción de alimentos. También
se corresponde indagarse los saberes y la
tecnología ancestral en todos los campos y en
particular lo que tiene que ver con labores
agrícolas, salud humana sanidad animal,
producción alimenticia natural, etc.
Nuevos campos de investigación deben
abrirse, como la producción agrícola asociada
a nuevas formas de distribución solidaria e
igualitaria; la transacción de productos para
garantizar el bienestar colectivo, contrarios a
los criterios de rentabilidad y competitividad
que beneficia a pocos.
Es normal el destino de las mejores tierras
para productos de exportación (camarones,
palma africana, flores, palmito, banano, etc.),
la deforestación de bosques naturales, la
eliminación de manglares y en cuyas
transacciones salen ganando las compañías
agro-exportadoras que imponen precios y
evaden impuestos.
Con la nueva visión, la investigación aplicada
penetrará en asociaciones, empresariales o
financiera (cooperativas, cajas agrarias,
crédito, comercio, marketing); la química,
bioquímica en los procesos industriales; los
sistemas computarizados en la creación o
prestación de servicios, etc.
De igual manera la producción animal y
vegetal encadenándose con procesos
agroindustriales, por igual la salud pública y la
acción estatal; los procesos agro productivos,
medioambientales, forestales, el complejo
agro-eco-turístico, la industria pesada y su
mantenimiento, el problema de la
comunicación, local y exterior, la cultura, etc.,
etc.
Aquí justifica cubrir una faceta que rescate, la
experiencia ancestral, los saberes tecno-
productivos cotidianos para potenciarlos con
la ciencia hacia la categoría de adaptación
tecnológica.
Es decir, la investigación aplicada que aborde
y absuelva problemas de la producción que se
hallan muchas veces alejadas del Campus
Universitario garantizará que el esfuerzo de la
investigación se concrete en auténtica
alternativa nacional para promover el progreso
técnico-científico autosuficiente y romper el
síndrome de dependencia científico
tecnológico.
5. El cómo llegar a los problemas
de investigación.
Muchas veces el objetivo de investigar se
orienta a recuperar recursos económicos para
equipar su unidad operativa, en el mejor de
los casos.
Esa estrategia de trabajo en la indagación
científica, sin principios institucionales y
sociales está en seria objeción. Hoy está en
auge el planeamiento participativo que implica
la participación colectiva y directa de los
afectados por un problema, constituyéndose
en valiosa herramienta de trabajo y gestión
que garantiza logros significativos en las
metas propuestas.
Es decir, una fuente informativa
imprescindible para saber qué indagar desde
los centros de investigación, provendrá de
fuentes vivas y directas como son el entorno
3
natural y social(5). Así, productores, pequeños, demanda de iniciativas y creatividad en la
medianos o grandes; empresarios, industriales, aplicación de las técnicas de investigación:
comerciantes, artesanos, intelectuales, reuniones, visitas, entrevistas, encuestas,
administradores, representantes de talleres de discusión, seminarios, debates, etc.
asociaciones, cooperativas, cámaras,
asociaciones campesinas e indígenas, grupos Abordando así el objeto de investigación, se
de mujeres, usuarios y consumidores de bienes estará abriendo un camino nuevo para
o servicios en general. enfrentar el problema de la a ciencia y la
tecnología para llegar a la cooperación y las
Significativo aporte institucional público y alianzas estratégicas que cofinancien la
privado lo constituyen la prefectura, alcaldía, investigación, sin descartar por supuesto el
juntas parroquiales, entidades financieras aporte desinteresado de países extranjeros
como BNF, bancos privados, cooperativas, como parte de la solidaridad internacional.
centros agrícolas colegios de educación
media, institutos tecnológicos, superiores,
magisterio, ONGs, etc.

Valiosos datos para el efecto provendrían de

los profesionales graduados en la propia
institución, quienes captan la realidad de los
sectores a quienes sirven y trasladan a su
Universidad las nuevas exigencias de
formación profesional e investigativa.

Este planteamiento debería ser seriamente

considerado a lo interno de las universidades y
concretar sus políticas administrativas,
interiorizando los conflictos socio productivos
y humanos reales y tratándolos de manera
metódica, sistemática, continua, hasta abordar
a soluciones concretas.

De ahí que, la dirección participativa o

colectiva es una fortaleza administrativa de la
investigación reflejada en un nuevo estilo de
gestión para establecer las prioridades de
indagación y así cumplir con la misión
universitaria.

Esta metodología participativa implica un

flujo de información de ida y vuelta y

(5) VELA, J. Educación superior: Inversión para el

futuro. Universidades 18. UDUAL, México, Año
XLVIII/Nueva Época. Julio-Diciembre 1.999, p. 6.

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