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ALEJANDRO RUIZ VELASCO N.

Andrómeda # 3732 La Calma


C.P. 45070 Tel. 631 50 90
Guadalajara Jalisco México

" EL DIA QUE EL DIABLO PERDIO LA COLA "

Pastorela

NARRADOR.- Gentil y paciente público -sobre todo paciente-, bienvenido al mágico mundo del
teatro. Esta noche, la Real Compañía de Teatro de
, presentará ante sus mercedes la más grande historia jamás contada, que lleva
por título: " EL DIA QUE EL DIABLO PERDIO LA COLA ".
Esta historia, respetable público, es una de tantas que deambulan por las calles
en época de navidad y que tienen por nombre "pastorelas". Pero no crean que
les vamos a contar una historia común,ni ustedes van a presenciar una
pastorela tradicional; nuestra obra es diferente a todas, tan diferente que
jamás se ha visto algo igual; ni siquiera parecido.
Después de hacer una extensa gira que abarcó Alemania,Francia, España,
Bélgica y demás calles de la colonia Moderna, sometemos a su amable
consideración e inapelable juicio, este que es el peor espectáculo de todos los
tiempos.
¡Que se alegre la noche, ya viene Navidad! (SALE).

(ENTRAN PISTILO Y PANFILO).


PISTILO. Oye Pánfilo.
PANFILO. ¿Qué quieres?
PISTILO. ¿No notas algo raro?
PANFILO. Pos ora que lo dices, sí: está haciendo más flojera que otros días.
PISTILO.- En ti no es raro, siempre tienes flojera. Pero además de tu flojera, siento que va
a suceder algo diferente.
PANFILO.- ¿Como qué tú?
PISTILO.- Pues no sé, algo raro, diferente. ¿No notas que el viento trae un olor distinto.
PANFILO.- Huele igual que todos los días.
PISTILO.- No, hoy trae un aroma distinto, dulce y suave;huele a frescura.
PANFILO.- Hay Pístilo, se me hace que se te está derramando la maceta y eso te pasa por
trabajar tanto.Y acuérdate que es ritiarto perjuicioso.
PISTILO.- De verdad, ¿No notas nada?
PANFILO.- Bueno, así como notar notar, la mera verdá que sí.
PISTILO.- (ENTUSIASMADO) ¿Qué cosa?
PANFILO.- Que ya el sola se está poniendo alto y no hemos almorzado.
PISTILO.- Hay Pánfilo, tú sólo piensas en llenar la barriga.
PANFILO.- Ora tú, pos ya hasta el hambre es mala.
PISTILO.- No seas tarugo, aparte del hambre hay algo más.
PANFILO.- Así tendrás la concencia.
PISTILO.- Pos si no me quieres hacer caso allá tú.

(ENTRAN EUFEMIO Y PANCRACIO)


EUFEMIO.- Buenos días casi tardes.
PANFILO.- ¿Traen de almorzar?
PANCRACIO Traemos unos taquitos. ¿Por qué Panfilo?
PISTILO.- No le hagan caso. Como siempre, se está muriendo de hambre.
PANFILO.- Con esos taquitos me conformo.
PISTILO.- ¿Cómo que te conformas?
EUFEMIO.- Andenles pues, pa´ luego es tarde. Entrenle.
PISTILO.- Gracias Eufemio, que Dios te lo pague.

LIC. ALEJANDRO RUIZ VELASCO N. 2

PANFILO.- Si no como ahorita me muero.Me imagino que ha de ser horrible ver morir a un
hombre que apenas comienza a vivir.
PANCRACIO Nos aguantamos.
PANFILO.- ¿Qué pasó Pancracio, ya nos llevamos así?
PISTILO.- (ESCUCHANDO MUSICA CELESTIAL) Cállense, ¿Oyeron?
EUFEMIO.- ¿Qué cosa?
PISTILO.- Una música rara.
PANFILO.- Son mis tripas, Pístilo.
PISTILO.- Qué tripas ni que nada. Es una música que parece venida del cielo.
PANCRACIO Sí, es cierto. (ENTRA SAN GABRIEL).
PANFILO.- Ay, del hambre ya hasta estoy viendo visiones.
EUFEMIO.- Atrás de ustedes está un extraterrestre.
PISTILO.- No es extraterrestre ni está tan feo.
GABRIEL.- Les traemos la buena nueva pastores.
PISTILO.- ¿Quién es uste?
GABRIEL.- Soy Gabriel, el ángel mensajero.
PANCRACIO Mucho gusto, yo soy Pancracio.
EUFEMIO.- Y yo eufemio.
PANFILO.- Pánfilo, para servir a su mercé.
PISTILO.- Yo soy Pístilo, el pastor de la sección 23.
GABRIEL.- Me dá mucho gusto conocerlos. Como les dije antes, vine a traerles la mejor
noticia que hayan recibido: Anoche ha nacido en Belén el Hijo de Dios vivo, el
Salvador de los hombres, Hijo de Dios y nacido de María.
PISTILO.- ¿María, la de Nazareth?
GABRIEL.- Así es Pístilo, María, la madre de Dios.
PANCRACIO ¿Podemos ir a verlo?
GABRIEL.- Precisamente por eso estoy aquí. Vengo a invitarlos a conocer al Hijo de Dios.
PANFILO.- ¿Y nos dejarán entrar al Palacio?
GABRIEL.- Ningún palacio; el Hijo de Dios nació en un humilde portal.
EUFEMIO.- ¿Pos qué esperamos? Vamos a verlo, así, ya podemos vivir tranquilos.
PANFILO.- O morir.
EUFEMIO.- Ay Pánfilo, qué cosas dices.
GABRIEL.- Vayan amigos, vayan. Esa estrella que empieza a brillar, será la señal que los
guíe. Vayan al portal de Belén. Ahí encontrarán al Hijo de Dios.
PISTILO.- ¿Qué esperamos para ir?
PANFILO.- Nada más hago un itacate y nos vamos. (SALE).
GABRIEL.- Que tengan buen viaje. (SALE).
PANCRACIO Yo le llevaré un sarape que acabo de tejer.
EUFEMIO.- Yo un corderito recién nacido.
PISTILO.- Yo a ver qué encuentro en el camino. Sigamos la estrella.
PANFILO.- (ENTRANDO) Ya estoy listo.
EUFEMIO.- Vámonos antes de que se nos pierda la estrella, que ni mapa
traemos (SALEN TODOS).

NARRADOR.- Los pastores se encaminan al portal guiados por la estrella ¡Qué bonita estrella!
¿No creen? Pero no todo tiene porqué salir bien. Siempre hay dificultades e
imprevistos de última hora. Los pastores van confiados a conocer al Hijo de
Dios, ¡Qué inocentes! Ni idea tienen de lo que les va a suceder en el camino.
¿Qué va a suceder? No pregunten, véanlo.
SATAN.- Ya cállate viejo sangrón, desaparece de mi vista antes de que te convierta en
piojo con mis malas e infernales artes. (AL PUBLICO). Odiado público: tengan
ustedes la más negra de las noches. Soy Satán, el demonio más malvado de la
comarca y de sus alrededores. Soy terriblemente desalmado, aparte de
mugroso, le tengo horror al agua y a esos ángeles estropajosos.
SATON.- Yo soy Satón. Malo las 24 horas. No hay maldad que no haya practicado porque
antes fui abogado.

LIC. ALEJANDRO RUIZ VELASCO N. 3

SATIN.- Satín me llamo yo. Soy demonio de los buenos y he matado a mucha gente,
como lo hacen los galenos.
SATAN.- Ya cállense mentecatos, que me molesta hablar en verso; si a duras penas
terminé la primaria, esto para mi es un gran esfuerzo.
SATON.- Estoy de acuerdo contigo Satán. Hablemos como el diablo manda.
SATIN.- ¿Qué hacemos aquí?
SATAN.- Estamos aquí por órdenes inferiores.
SATON.- ¿Para qué?
SATAN.- No lo sé. El telegrama que me llegó en la mañana no decía qué misión tenemos
en este espantoso lugar.
SATIN.- ¿Y qué decía el telegrama?
SATAN.- (SACA EL TELEGRAMA) Dice: "Al ciudadano Satán, Satín y Satón, al planeta
tierra. Ahí recibirán instrucciones, en el camino que va a Belén. Misión secreta.
De fracasar, perderán orejas, rabo y lo que es peor, asistirán a la función de una
pastorela. El mal debe triunfar. Ayude un poco volviéndose loco. "Firma
Belcebú, director de relaciones públicas del infierno.
SATON.- ¿Belcebú?
SATAN.- El mismo.
SATIN.- Caray, es uno de los diablos tapados para el próximo milenio.
SATON.- Después del dueño del circo este es el que le sigue.
SATIN.- ¿Después de Salinas?
SATON.- Pues sí. ¡No ves que el gobierno de Fox ha sido calificada nacional e
internacionalmente como una administración atinada?
SATIN.- ¿Cómo está eso de atinada?
SATON.- Pues sí, la administración de "a ti nada", "a ti nada". (VA SEÑALANDO A LOS
ASISTENTES CON LA PUNTA DEL DEDO).
SATAN.- Esperen, esto es para que vean lo importante de nuestra misión.
SATON.- Así ni hablar.
SATIN.- ¿Y cuál es la misión?

VOZ.- Arriba las manos. (LOS DIABLOS SE ESPANTAN Y SUBEN LAS MANOS)
Nadie se mueve que están rodeados. (PAUSA) ¡Ah verdad! Bola de tarugos,
qué fácil se dejan apantallar.
SATAN.- Maldito diablo, qué susto nos pegaste.
VOZ.- Para que dejen de estar tonteando. Un buen diablo siempre está alerta.
SATIN.- ¿Quién eres, por qué no apareces?
VOZ.- Sólo vine a traerles un mensaje y no me puedo aparecer, porque como me
estaba bañando cuando me avisaron que tenía que venirles a avisar, ni siquiera
me dio tiempo de secarme.
Además, ¿Qué les importa?! Escuchen con atención, y al que no le parezca o le
convenga lo que diga, los amarro de la cola y me los llevo al antirrábico.
SATAN.- No se enoje mi mensajero. ¿Cómo dijo que se llama?
VOZ.- No he dicho tarugo.
SATAN.- Pues de todos modos, nos ponemos a sus canijas órdenes.
VOZ.- Así me gusta, bola de ineptos. ¡Firmes! Suman las panzas y saquen el pecho.
Cara de malvados. Cola derecha y cuernos para arriba.
SATON.- Oye Satán, este cuate se siente Napoleón.
VOZ.- ¡Demonios! El infierno está en crisis, estamos viviendo horas terribles.
SATAN.- ¿Volvieron a aumentar la gasolina?
SATON.- ¿Nos van a cortar el gas?
VOZ.- Peor que eso.
SATIN.- ¿Subió la tortilla?
SATON.- ¿Ya no nos van a dar subsidios.
VOZ.- Todavía peor.
SATAN.- ¿Peor?
SATON.- ¿Van a subir el pan?
SATIN.- ¿Y si no ganan las elecciones?
VOZ.- ¡A callar tontos! Esta es la noticia: acaba de nacer en Belén el redentor del
mundo.
SATAN.- ¡Maldición!
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SATON.- ¡Qué tragedia! Me imagino que el jefe debe de estar muy preocupado.
VOZ.- Preocupadísimo. Cuando se enteró, casi le da un infarto.
SATIN.- Ya me imagino.
VOZ.- Pero para eso están ustedes aquí: para evitar que se salgan con la suya.
SATAN.- Cuente con nosotros, pero, ¿Qué tenemos que hacer?
VOZ.- Espero que no fallen, sabandijas.
SATAN.- Favor que nos hace.
VOZ.- Ratas.
SATON.- Le estamos muy agradecidos.
VOZ.- Alacranes.
SATIN.- Muchas gracias.
VOZ.- Cucarachas.
SATAN.- Tanto elogio nos apena mi mensajero.
VOZ.- Bueno, bueno. Escuchen: la misión consiste en evitar que los pastores lleguen a
Belén.
SATAN.- No hay problema. En cuanto pasen por aquí, los decapitamos, los desollamos y
nos los comemos crudos.
VOZ.- Momento, momento. El jefe quiere esta vez utilizar una táctica diferente. Ahora
nuestros métodos deben de ser distintos; deben ser sutiles, malsanos y
corruptos, utilizando el engaño y la mentira que siempre coronan a la maldad.
SATON.- Me encantan las mentiras.
VOZ.- En fin, enterados están. Parto y éxito, porque si fracasan... (MUSICA DE TA TA
TA TAN).
SATAN.- No se preocupe, no fallaremos. (A LOS OTROS) Escuchen, tengo un plan
perfecto. Escondámonos. (SALEN).

PISTILO.- (ENTRANDO CON LOS DEMAS) Vamos, adelante.


PANFILO.- Del hambre, ya hasta se me perdió la estrella.
PANCRACIO Los que nos perdimos fuimos nosotros.
PANFILO.- Tiempo, tiempo. Ya me estoy desarmando.
EUFEMIO.- Pánfilo, debería darte pena; yo tengo más edad que tú y no me quejo tanto.
PANFILO.- Pero tú pareces burro, yo en cambio, soy un "intelectual".
SATAN.- (DISFRAZADOS DE PASTORES). Buenas noches queridos colegas.
PANFILO.- ¿Y este?
PISTILO.- Buenas noches amigos.
SATON.- Somos los pastores del Valle de Luci... de las luciérnagas.
EUFEMIO.- ¿Y dónde tá eso?
SATIN.- Muy lejos de aquí.
SATAN.- Pues de allá venimos ¿Y ustedes a dónde van?
PISTILO.- Al portal de Belén, a conocer al Redentor de la humanidad.
SATON.- ¡Qué casualidad! Nosotros íbamos también allá y a lo mismo. Pero ya no
podemos ir.
PANCRACIO ¿Por qué?
SATIN.- Porque no nos dejaron pasar. No dejan entrar a nadie, así que ni vayan a perder
el tiempo.
PISTILO.- Pero ¿Quién no deja pasar?
SATON.- Los guardias. Como hay tanta gente, ya acordonaron la zona y sólo pueden
pasar los ricos o influyentes.
SATAN.- Hay mucha gente.
SATON.- Parece 15 de septiembre en la plaza.
PANFILO. Ya me latía. Tanto caminar para nada.
EUFEMIO.- No puedo creerlo.
SATIN.- Ya hasta hay muertos, desaparecidos y apachurrados.
SATAN.- Por eso ya no dejan pasar a nadie. Son medidas de seguridad
EUFEMIO.- Yo quiero ver al Niño, ni modo de regresarnos.
SATAN.- Colegas y compañeros de infortunio, ya que no podemos ir, les propongo una
cosa.
PISTILO.- ¿Qué cosa?
SATAN.- ¿Por qué no acampamos aquí y celebramos la Navidad con una buena cena?
PANFILO.- ¡¿Cena?! ¿Dijeron cena?
SATON.- Así es.
PANCRACIO Pero nosotros no traemos nada.
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SATAN.- Eso no es problema. Nosotros nos surtimos en el super antes de emprender esta
aventura.
SATON.- Traemos bacalao, romeritos, pavo, dulces, fruta seca, vino y pan.
PANFILO.- ¡Al ataque!
PISTILO.- Pérate Pánfilo.
SATAN.- Qué, ¡Nos van a despreciar?
PANCRACIO Nada de eso.
SATIN.- ¿Entonces?
SATON.- ¿Quieren humillarnos?
EUFEMIO.- De ningún modo.
SATAN.- ¿No les gusta nuestra modesta comida?
PISTILO.- No diga eso.
SATAN.- ¡Anímense pues! Y arrímense.
PISTILO.- Es que prefiero ir a ver al Hijo de Dios.
SATON.- Ah qué viejo tan necio.
PANFILO.- Pos con comer algo no pasa nada. Llenamos la barriga y nos vamos.
SATAN.- Bien dicho. Siéntense y empecemos.
SATON.- (AL PUBLICO) Si como actores somos malos, como diablos somos pésimos.
(EMPIEZAN A COMER).
SATIN.- (AL PUBLICO). El mal ha triunfado. ¡Viva el chamuco!
SATAN.- Con este ejemplo, las futuras Navidades terminarán en un bacanal romano.
¡Qué belleza!

NARRADOR.- Vean nomás, a donde hemos llegado: el mal derrotando al bien. Los pastores
engañados por tres diablos tontos. Ya no queda nada. Se ha perdido la moral.
Pero presiento que va a ocurrir algo extraordinario, sobrenatural que cambie
este horrible panorama. ¿Un milagro? Es probable. Veamos. (SALE).

PISTILO.- (EN EL FESTIN) Ya párenle, están abusando.


PANFILO. ¿Está loco? Apenas estoy agarrando la onda.
SATAN.- Muy bien Pánfilo. No le hagas caso al veterano, es un aguafiestas. ¡Salucita
compañero!
EUFEMIO. Propongo un brindis por el Sindicato Nacional de Pastores, similares y conexos.
SATON.- ¿Qué pasó colega? Si necesita feria yo le presto.
SATIN.- ¿Qué te abandonaron?
SATAN.- Tómate otra y verás cómo se te olvida.
PANFILO.- Eres rete aguado Pístilo. Ahora que es de gorra deberías aprovechar.
SATAN.- Querido Pánfilo, en poco tiempo has demostrado ser uno de los nuestros. Así
que de hoy en adelante, considérame no sólo un colega, sino casi un hermano.
PANFILO.- Favor que me haces.
PISTILO.- ¿Qué va a pensar el arcángel?
PANFILO.- ¿Cuál arcángel?
PISTILO.- Gabriel, el mensajero.
PANCRACIO Ni lo vimos.
SATON.- Tiene razón Pancracio, sólo fue una ilusión óptica.
SATIN.- Sólo existen en las pastorelas.
EUFEMIO.- Igual que los demonios.
PANFILO.- Y si existen deben ser bien tarados.
SATAN.- ¿Qué pasó, cómo está eso colega?
EUFEMIO.- Si fueran listos estarían cerca de Belén impidiendo que la gente se acercara al
niño Jesús.
PISTILO.- Tienes razón Eufemio, deben de ser unos tarugos.
SATAN.- ¡Taruga su abuela!
PISTILO.- La de los diablos.
SATAN.- No, la suya.
SATON.- Contrólate Satán, si no vas a echar todo a perder.
SATIN.- (A LOS PASTORES) No le hagan caso, lo que sucede es que se le subió el
alcohol a la maceta.
PANCRACIO Ya apláquense todos o los aplaco. (INICIAN LA TRIFULCA).
PISTILO.- Orden, orden.

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GABRIEL.- (APARECIENDO) Apártense Satán, Satín y Satón. Un paso adelante y los


fulmino.
SATAN.- En la torre, es Gabriel. Satón y Satín, formación de combate
GABRIEL.- No habrá combate.
SATAN.- ¿Te rindes entonces?
GABRIEL.- Tengo la orden de acabar con todos los demonios que quieran echar a perder la
Navidad.
PASTORES ¿¡Demonios!?
GABRIEL.- Sí, estos tres son demonios.
PANFILO.- (SE DESMAYA) ¡Diablos!
SATIN.- También, llámanos como quieras.
PANCRACIO Con razón desde el principio me cayeron re´gordos.
EUFEMIO.- Son rete sangrones.
GABRIEL.- En nombre de Dios, ¡Desaparezcan demonios!
SATAN.- Ahora sí hasta el rabo vamos a perder.
PISTILO.- ¿Perder? (LE ARRANCA LA COLA A SATAN).
SATAN.- Perdí. (SALIENDO LOS DIABLOS).
PANFILO.- ¡No se lleven la comida! (SALEN LOS DIABLOS).
GABRIEL.- ¿Por qué no están en el portal?
PISTILO.- Es que...
EUFEMIO.- Los demonios nos engañaron. Nos dijeron que no dejaban pasar a nadie.
PANCRACIO Si no es por ustedes nos...
PISTILO.- Pero orita mismo vamos pa´llá.
GABRIEL.- Momentito, ¿No les falta una cosa?
PANFILO.- ¿Qué cosa?
GABRIEL.- ¿Acaso no están arrepentidos?
PANFILO.- Pos la mera verdá que sí.
EUFEMIO.- Yo también.
PISTILO.- Pos claro.
PANCRACIO Yo ritiharto.
GABRIEL.- Adelante pues. Vamos a Belén.

NARRADOR.- Bien estimado público, aquí concluye nuestra historia. Los pastores acuden al
portal de Belén a conocer al Hijo de Dios. Ustedes también hagan lo mismo. Si
saben buscar en el fondo de su alma, también encontrarán un regalo para el
niño Jesús una sonrisa, una estrella, la paz...quizá el corazón, o una canción. (SE
CANTA UN VILLANCICO). F I N

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