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Universidad Peruana Unión

Facultad de Teología

“El Obelisco Negro de Salmanasar III”

Articulo

Presentado en Cumplimiento Parcial

de los requisitos de la asignatura Trasfondo Bíblico

por

Willan Henrry Castrejon Cueva

Villa Union, Lima

Noviembre, 2019
RESUMEN

La veracidad de la Biblia ha sido cuestionada muchas veces, aunque la Biblia tiene


autoridad y veracidad por si sola, la arqueología Bíblica a resultado de gran importancia
para ella. A través de una investigación, en el presente artículo se da evidencia de la exis-
tencia de uno de los reyes de Israel, Jehú y su tributo al rey asirio Salmanasar III, tal como
se puede ver en uno de los hallazgos más relevantes “El Obelisco Negro de Salmanasar
III”. Analizando el hallazgo arqueológico podemos concluir que en el obelisco se encuen-
tran las victorias militares y tributos que recibió Salmanasar III durante su gobierno, entre
ellos el tributo de Jehú en el año 841 a.C.

Palabras clave: Salmanasar III; obelisco negro; reyes asirios, dinastía Omri.

ABSTRACT

The truth of the Bible has sometimes been questioned, while the Bible has self-righteous-
ness and truth in itself, biblical archeology is the result of great importance to it. Through
an investigation in this article it is evident from the existence of one of the kings of Israel,
Jehu and his homage to the Assyrian Shalmaneser III, as can be seen in one of the most
relevant findings "The Black Obelisk of Shalmaneser III". Analyzing the archaeological
room we can conclude that in the obelisk are the military victories and tributes received by
Shalmenser III during his rule, among the tributes of Jehu in the year 841 BC.

Keywords: Shalmaneser III; black obelisk; Assyrian Kings, Omri Dynasty.

2
EL OBELISCO NEGRO DE SALMANASAR III

El descubrimiento

En el invierno de 1845, El arqueólogo inglés Henry La-

yard junto a su equipo de trabajadores excavaban en Kalhu

(Nimrud), la antigua capital Asiria. Debido al clima frio y la du-

reza del suelo, los trabajadores habían sugerido al arqueólogo

que abandonara la excavación porque no había resultados, seguir

les resultaba inútil. Layard no quería desistir y les pidió que tra-

bajaran solo un día más1. Apenas retomaron el trabajo se encon-

traron con una gran piedra negra, que forman parte de los más

grandes hallazgos arqueológicos que corroboran la veracidad del

Antiguo Testamento, un documento Asirio conocido como El Obelisco Negro de Salma-

nasar III, que data de 841 a.C y tiene su origen más cercano en otro obelisco pertene-

ciente a su padre, Asurnasirpal II.

Material y forma del Obelisco

Se denomina Obelisco Negro debido al color del mármol en que este está traba-

jado. Es una piedra de tipo conmemorativo, en la que se da cuenta de los hechos más sig-

nificativos, acontecidos durante el reinado de Salmanasar III2.

El obelisco, actualmente se encuentra en el Museo Británico, como se puede ver

en el siguiente cuadro de los datos generales acerca de este hallazgo arqueológico.

1
Randall Price, Las piedras claman (Miani, FL:Unilit, 2000), 63.
2
Joaquín M. Peñuela, “Las inscripciones de Salmanasar III,” Sefarad: Revista de estudios
hebraicos y sefardíes 2 (1943): 251–287, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3289001.

3
DATOS GENERALES
Idioma Acadio (Neo- Asirio)

Tamaño 2.02 metros de alto – 4 paneles

Material Marmol Negro

Fecha aproximada 827 a.C

Fecha Aprox. De Tribute de Jehú 841 a.C

Fecha de descubrimiento 1846 d.C

Fecha del Reinado de Salmanasar III 858 – 824 a.C

Lugar de descubrimiento Antigua Kahlú/Calah (Actual Nimrud- Iraq)

Arqueólogo Austen Henry Layard (1817- 1849)

Localización Actual Museo Británico

Numero de Inventario BM WAA 118885


BM = Museo Britanico
WWA=Western Asiastic Antiquities
(Antigüedades Asiáticas Occidentales)

Hablando de la forma del obelisco es interesante porque, la parte superior está ter-

minada como escalinata de cuatro escalones, de longitud decreciente hacia arriba.

Tiene una altura aproximada de (2,02 metros), con una anchura de 40 cm en la

parte superior de 60 cm en la zona inferior y un total de 20 imágenes talladas en relieve

por los 4 lados del obelisco. Las esculturas en relieve glorifican los logros del rey Salma-

nasar III (reinó entre 858 y 824 a. C.) y su primer ministro. Enumera sus campañas mili-

tares de treinta y un años y el tributo que exigió y recibió sus vecinos: camellos, monos,

un elefante y un rinoceronte3.

3
Jean Georges Heintz, “Osée Xii 2b À la lumière d’un vase d’albâtre de l’époque de Salmanasar
III (Djézirêh) et le rituel d’alliance assyrien: Une hypothèse de lecture,” Vetus testamentum 5 (2001): 466–
480.

4
Esto porque los reyes asirios a menudo recolectaban animales y plantas exóticas

como expresión de su poder.

De acuerdo con varias fuentes y autores se puede afirmar que el obelisco fue eri-

gido como monumento público de las victorias de Salmanasar III en 827 a. C. en un mo-

mento de guerra civil que tuvo durante su reinado4.

El texto de Obelisco

Dentro del primer apartado, el texto del Obelisco Negro se divide en: una breve

introducción en la que se nos va dando cuenta de la ofrenda hecha por Salmanasar III a su

dios nacional Assur y a todos los dioses que configuraron el panteón asirio a lo largo del

siglo IX a.C. En el renglón seguido, se relatan las campañas militares, victorias y tributos,

contabilizándose un total de treinta y uno, en la última cifra indica los años de gobierno

del Rey Asirio Salmanasar III, coincidiendo con el año 827 a.C. En todos estos se va re-

flejando la glorificación de las victorias del monarca asirio5.

También en una de las imágenes se puede ver al Rey Jehú, décimo Rey del reino

del norte en Israel ofreciendo tributo a Salmanasar III.

Según el Obelisco Negro de Salmanasar III, este monarca asirio recibió homenaje

del rey Jehú de Samaria, tal como se muestra en el texto escrito en acadio, dice clara-

mente: “madatu sha yaúa mar humri”6 lo que significa “el tributo de Jehú, el hijo de

Omri”, que fue ungido rey por encargo del profeta Eliseo en Ramot de Galaad (2 R 9:1,2)

4
Pedro Cabello Morales, Arqueología Bíblica:Los textos bíblicos a la luz de hallazgos
arqueológicos, 1. ed. (Córdoba: Editorial Almuzara, 2019), 380.
5
Juan Antonio Pino Cano, “El panteon asirio del obelisco negro de Salmanasar III,” Revista sobre
oriente próximo y Egipto en la antigüedad 2 (1999): 201–213,
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3016680&orden=236957&info=link.
6
Marcos L. Howard, Arqueología bíblica:La exactitud de la Biblia (Xulon, 2011), 39.

5
El texto completo traduce así :

En el decimoctavo año de mi reinado crucé el Éufrates por decimosexta vez. Ha-


zael, del país de Damasco, había confiado en la gran cantidad de sus tropas y las
puso en movimiento en gran número[...]Trabé combate con él y le derroté [...];
ciudades sin número destruí,demolí, incendié; me llevé su botín innumerable [...].
En aquellos días recibí los tributos del país de Tiro, del país de Sidón y de Jehú,
hijo de Omri7.

En la imagen del obelisco se pude ver al rey Jehú inclinado ante Salmanasar, los

siervos del rey israelita entregando “Plata y oro, un vaso de oro, copas de oro, jarras de

oro y jabalinas” estos presentes fueron llevados como agradecimiento al rey asirio ya que

se había encargado del rey de Damasco Hazael y este se fuera de control, restaurando la

paz en Israel por algunos años8.

En este fragmento de Calah también se proporciona la fecha como el año 18 del

reinado de Salmanasar III; ahora, dado que la batalla de Qarqar (Karkar) tuvo lugar doce

años antes durante el sexto año de Salmanasar; entonces determinar el momento del pago

del tributo de Jehú es una simple cuestión de sustracción.

7
Joaquín Gonzalez Echegaray, La Biblia desde la arqueología (España: Verbo Divino, 2010), 55.
8
John A. Thompson, The Bible and archaeology, 3rd.ed.rev. (Grand Rapids (Michigan): William
B. Eerdmans Publishing Company, 1982), 135.

6
Los reconocidos eruditos estadounidenses aceptaron 854 como la fecha para la ba-

talla de Qarqar y consideraron que 842 era la fecha del pago del tributo por parte de Jehú.

Sin embargo, Según la cronología de Edwin R. Thiele9, la fecha de la batalla de

Qarqar seria en 853, por ello Thiele también corrigió la fecha del pago del tributo de Jehu

a 841.Este fue el año en que Jehú llegó al trono, un momento especialmente apropiado

para que Salmanasar III exigiera tributo de su nuevo vasallo10.

Alfred Hoerth en su libro Bible Archaeology tambien confirma que en el 841 a,C

Salmanasar III marcho hacia el oeste y Jehú acababa de comenzar su reinado en Israel

841 y que se extendió hasta 81411, por lo visto Jehú apenas subió al trono, en ese mismo

año ofreció tributo a Salmanasar III.

LOS REYES DEL OBELISCO

Jehú rey de Israel

Fue el décimo reino del norte de Israel, coetáneo de los reyes Joram, Ocozías y

Joás, y de la reina Atalía. Luego de eliminar a la dinastía de Omrí, procedió a la reforma

religiosa: destruyó el templo y los santuarios de Baal y asesinó a sus sacerdotes. Pero con

9
Edwin R. Thiele (1895–1986) fue un misionero , historiador bíblico, editor de publicaciones pe-
riódicas de la iglesia, educador y profesor de estudios del Antiguo Testamento . Es mejor conocido por su
libro The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings, en el que muestra cómo determinó los métodos bási-
cos de los historiadores bíblicos del norte y el sur hebreos. El Dr. Thiele nació en 1885 en Chicago. Recibió
una licenciatura de Emmanuel Missionary College en 1918, con especialización en lenguas antiguas. En
1920, él y su esposa partieron para una gira misionera de doce años en China, durante la cual murieron dos
de sus hijos. Después de regresar a los Estados Unidos, siguió una carrera académica, recibiendo su docto-
rado en arqueología bíblica en 1943. Su tesis doctoral fue posteriormente modificada y publicada como el
libro por el cual es mejor conocido, The Mysterious Numbers of the Hebrew Kings , que pasó por tres edi-
ciones. Fue profesor de Antigüedad en la Universidad Andrews de 1963 a 1965. Murió en St. Helena, Cali-
fornia en 1986 y está enterrado en el cementerio Rose Hill en Berrien Springs , Michigan .

Kenneth A. Strand, “Thieles biblical chronology as a corrective for extrabiblical dates,”


10

Andrews University Seminary Studie 34 (1996): 295–317.


11
Alfred Hoerth, John McRay; Bible archaeology:An exploration of the history and culture of
early civilizations (Grand Rapids MI: Baker Books, 2005), 49.

7
el fin de vencer al rey de Damasco, Jehú no dudó en pagar tributo al rey Asirio, y entregó

metales, objetos preciosos y armas, según indica el Obelisco negro. A pesar de ello, no

obtuvo ningún éxito contra Damasco. Jehú tuvo entonces que abandonar la Transjordania

y fue sucedido por su hijo Joacáz12.

Jehú provenía de la Dinastía Omri, no necesariamente este era el padre de Jehú, al

menos la biblia nos dice hijo de Josafat hijo de Nimsi (2 rs 9:2); ésta era una forma en

que los asirios llamaban a los reyes importantes. Omri era un rey tan importante en sus

día que los asirios habían cogido la costumbre de llamar a los israelitas “hijos de Omri”,

así que significaba para ellos, “Jehú, el israelita”13

Salmanasar III rey de Asiria

Fue un rey asirio hijo de Asurnasirpal II, reino 858 – 824 a.C. Durante su reinado

dirigió aprox. 20 campañas militares que datan desde el año 859 al 448 a.C empezando

de norte hacia el Oeste tal como se muestran en los relieves de Imgur-Enlil 448.C14 y fue

en una de estas campañas militares al occidente en el 841 a.C que dirigió para castigar al

rey arameo de Damasco llegando hasta los Israelitas.Al final de su reinado pudo contabi-

lizar campañas personales durante veintisiete años, atravesando el Éufrates veinticinco

veces, invadiendo Cilicia cuatro veces, y sometiendo pueblos del norte y del este, de los

que sus antecesores habían ignorado hasta el nombre15

12
James Karl Hoffmeier, The archaeology of the Bible (Oxford: Lion, 2015), 62.
13
Howard, Arqueología bíblica:La exactitud de la Biblia, 38.
14
Jordi Vidal Palomino, “Campamentos militares asirios durante el reinado de Salmanasar III,”
Gladius: Estudios sobre armas antiguas, armamento, arte militar y vida cultural en Oriente y Occidente 32
(2012): 7–24, http://gladius.revistas.csic.es/index.php/gladius/article/view/245/251.
15
Elena Cassin, Jean Bottéro, Jean Vercotter, Los imperios del antiguo oriente. La primera mitad
del primer milenio, p. 21

8
IMPORTANCIA DEL HALLAZGO

Este hallazgo es de gran importancia en la arqueología bíblica ya que confirma la

existencia de Jehú, la dinastía de reyes en Israel que muchas veces han sido cuestionados

con respecto a su existencia.

La arqueología es una manera científica de “resucitar” la historia, por lo que su

cada descubrimiento es muy relevante para el contenido bíblico. Sin embargo, no debe

considerarse como una autoridad final con respecto a la veracidad de la Biblia. El arqueó-

logo adventista y especialista en Antiguo Testamento Lloyd Willis, comentó al respecto

“debido a que la arqueología es de carácter interpretativo [es decir, subjetivo] las aparen-

tes contradicciones son inevitables, y el cristiano se puede encontrar en un dilema. La fe

debe estar en Dios y las Escrituras”16.

En las últimas décadas, se han encontrado una cantidad de sellos, impresiones de

sellos, anillos, cajas de huesos y otros artefactos en museos, colecciones privadas. Estas

verdaderas joyas en la arqueología, joyas han arrojado luz adicional sobre varios persona-

jes y acontecimientos mencionados en la Biblia17. Sin embargo, no hemos llegado al fi-

nal, deben seguirse llevando a cabo descubrimientos que continúen enriqueciendo nuestra

comprensión de la Biblia y de fortaleza a nuestra confianza en su contenido como un do-

cumento histórico confiable.

16
Younker Randall W., “¿Hasta qué punto los descubrimientos arqueológicos confirman la
veracidad de la Biblia?,” Dialogo Universitario 27 (2015): 5–8,
https://dialogue.adventist.org/es/busqueda#laquis%0Ahttps://dialogue.adventist.org/es/2216/hasta-que-
punto-los-descubrimientos-arqueologicos-confirman-la-veracidad-de-la-biblia.
17
Zeljko Gregor, “La arqueología y la Biblia,” Dialogo Universitario 9, no. 3 (1997): 13–15,
https://dialogue.adventist.org/es/382/la-arqueologia-y-la-biblia.

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