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10 razones para servir a Dios

1. Glorificar a Dios sirviendo en nuestra iglesia tiene un propósito de


Salvación.
A veces, en nuestro fervor bíblico para enfatizar que la salvación no es por obras, no
somos capaces de apreciar plenamente que hemos sido salvados para hacer buenas
obras (Efesios 2:10). De hecho, Dios te ha colocado en tu iglesia con el fin de que
tú puedas ser edificado, de modo que puedas trabajar y servirle. Si nos
permitimos seguir siendo sedentarios esto significa que estamos descuidando el
mismo propósito de Dios para nuestra salvación y de otros. Al servir, sigues y te
comportas como Jesús y con eso también lo glorificamos.

2. He sido dotado para servir.


Varios pasajes bíblicos nos ayudan a entender el concepto de los dones espirituales.
Entre ellos se encuentran Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4. En estos capítulos
aprendemos cómo Dios en su gracia y sobrenaturalmente favorece cada creyente con
su propio don distinto. ¡Qué gran privilegio!

En México abrimos los regalos de Navidad en Nochebuena. El árbol se ve en la


mañana de Navidad vacío después de que todos los regalos se han
repartido. Entonces los regalos comienzan su vida de utilidad después de que lo
hayan desenvuelto.

Viéndolo de una manera peculiar, muchas iglesias son como ese árbol el día
en Nochebuena. Albergan una serie de hermosas envolturas, que son regalos
amorosamente que permanecen impasibles y todavía envuelto. Nosotros
como creyentes hemos sido maravillosamente dotados por Dios para el servicio, sin
embargo, muchos se quedan contentos anidando sus dones para ningún fin bajo el
árbol.

3. Sirviendo demostrarás la realidad de tu fe.


Uno de mis relatos favoritos para mi es en el libro de Santiago donde nos enseña que
la fe no es principalmente sobre lo que sabemos (o escuchado), y no es
principalmente acerca de lo que decimos. En pocas palabras, la fe sin obras está
muerta.

Caso Concepción de Buenos Aires.

A veces, nuestra fe es cero o tal vez mínima y esta tiene como consecuencia que es
vacía, nula, es decir no existe. La fe, que leemos y aprendemos en la Biblia es la que
nos cuenta de grandes héroes, hazañas y de toma de decisiones difíciles o
prácticamente imposibles pero salen victoriosos porque todo hicieron por la fe puesta
en Dios.

4. Los obreros son pocos.


Seguramente lo haz escuchado antes, en los evangelios esta registrado una petición
de oración de Jesús. “Oremos por obreros”. Si todavía no estás involucrado, créeme
que existe alguien en algún lugar donde está orando para que te involucres en servir.
La necesidad es mayor cada vez que pasa el tiempo. Los campos son más
amplios conforme pasa el tiempo y la tecnología. Relativamente los obreros como
siempre pocos.

Recuerdo en mi preparatorio un principio para abrir un negocio se llama el principio


80/20. Básicamente, es lo siguiente: por lo general el 20% de la gente hace el 80%
de la obra. Para la iglesia tiene una gran variedad de aplicaciones: el 20% sirve, el
80% lo recibe, el 20% de la gente hace el 80% disfruta. Es solo para dar una idea.

Pero la realidad es que no sé cómo es exactamente los porcentajes en una iglesia.


Lo que sí sé es que me gustaría estar en el 20% o el % que sirve.

5. Los niños tienden a imitar lo que ven, no lo que escuchan.


Cuando Jesús seleccionó a sus apóstoles, los eligió porque sabía que
podían ser “como Él”. El servir está más a menudo “enlazado” con el principio que me
imagino que fue lo que motivó a Lucas a escribir lo que Jesús comenzó a enseñar, es
más eficaz cuando se hace con el ejemplo.

Entonces ¿Estás dispuesto que los niños aprendan de ti sobre el servicio, a


ser positivo, estar motivados de servir y tener con corazón humilde? Te prometo que
algún día veras esos hermosos frutos tal vez no solo en tus hijos, si no en otros niños.

6. La comisión es grande.
Recuerda, lo que Jesús nos encargó hacer es lo que Él demostró a sí mismo una y
otra vez en su ministerio. Jesús siempre vio a la gente que tenía una necesidad
desesperada y una frágil fe, Él los vio y no se fijó en la condición social, el origen
étnico, la reputación, sexo, raza o edad nada le impedía para brindarles salvación.

Es decir, hay que contextualizar lo que hacemos (incluyendo los lugares que vamos)
en términos del evangelio, nos estamos perdiendo una gran parte de la razón por la
que estamos aún aquí en este planeta.

Tantas historias que hay en la Biblia. Y hoy en día ellos pueden tener diferentes
nombres y diferentes problemas, pero a fin de cuentas todos necesitan a Jesús. Y
nosotros hemos sido comisionados para decirles.

Si vamos a llegar a cada ser humano con el evangelio, entonces necesitamos


primeramente que cada cristiano abrace la gran comisión.

7. Al servir debemos tener una mejor comprensión bíblica.


La hermenéutica es la ciencia de la interpretación de la Biblia. Obviamente, la Biblia
es un libro importante, y debemos interpretarla en su contexto literal, gramatical e
histórico.

Pero la comprensión de la Biblia implica el compromiso de obedecerla. “El que quiera


hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi
propia cuenta.” (Juan 7:17). Al poner la Palabra de Dios en práctica en nuestras vidas,
el Señor trae sus propósitos y su voluntad.

En las bodas de Caná, los siervos entendieron que Jesús y su camino era el mejor
que los demás asistentes: “Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin
saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua”
(Juan 2:9b). Es decir que el servicio a Dios aumenta tu conocimiento de Él.

Hay dicho que dice: “Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo


aprendo.”

En la primaria jugué baloncesto y las palabras del entrenador fueron: Las bases del
baloncesto es “inteligencia de juego” y “buen sentido para saber cuándo pasar o tirar”,
creo que no ganamos solo teniendo los conocimientos o memorizando innumerables
esquemas de algún pizarrón. Creo que desarrollamos con el tiempo y en un
sinnúmero de situaciones de juego estando en la cancha.

Lo que quiero decir que para una mejor comprensión de Dios y Su Palabra,
ponte tus tenis y metete a la cancha para estar en la jugada. Es decir, ponte de
rodillas, ora en lo secreto y lee tu biblia.

8. Hacer las cosas anónimas o poco notadas para el Señor es como


susurrarle, “Te amo” en su oído.
No soy un gran fan del cristianismo basado en el reconocimiento publico, digo, soy
tecnoiglesiologo. Es decir que no hacemos el servicio con el fin de estar siendo
aplaudidos por lo que hicimos. Porque sabemos que somos aceptados por Él. Dios
no nos puede amar más de lo que ya lo hace. Sabemos que somos su tesoro
especial, y Sus pensamientos sobre ti y de mí son preciosos e innumerables.

Así es como es como debe funcionar. Concéntrate en Él. Ver la incondicionalidad de


El a nuestro favor. El descanso en su amor inquebrantable. Dejemos que la gracia
nos fomente en agradarle, servirle y amarle. Recuerda que todo lo que hagas es por
el Dios a quien amas.

Con esta mentalidad, los deberes triviales se convertirán en actos majestuosos de


servicio. Agradar sirviendo y obedeciendo a Dios se convierte en una
enorme recompensa.

no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los


hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo
la voluntad de Dios. Efesios 6:6
Para nosotros los creyentes, sabemos que Dios siempre está mirándonos. Pero
nuestra motivación no es por una obligación o por miedo. Lo que hacemos tiene
un valor incalculable y sabias que una de sus recompensas por ser obediente es que
podemos recibir al Espíritu Santo. Eso lo dice el libro de Hechos.

9. Te va forjar amistades duraderas y valiosas.


Uno de los principales beneficios de trabajar para el Señor es el cultivo de amistades
genuinas. Aquellos a quienes nos sentimos más cercanos en la vida suelen ser
aquellos con los que trabajamos. Adán y Eva comenzaron su matrimonio codo con
codo, trabajando juntos, el trabajaba en el jardín y ella su ayuda idónea, contadora,
consejera, etc. La estrecha relación que tenemos con los compañeros de trabajo a
menudo supera incluso lo que compartimos con nuestros propios vecinos e incluso
nuestra familia.

Algunos capítulos de la Biblia son más difíciles de leer que otros. Uno de ellos es
Romanos 16, principalmente debido a que algunos de los nombres son imposibles de
pronunciar. Pero lo que licita estos pasajes es que Pablo lleva tiempo valorando a sus
compañeros de trabajo en el ministerio. Léalo, créeme que te hará bien a tu corazón.

Pablo y Bernabé, Pablo y Silas, Aquila y Priscila, Pedro y Juan, y demás


consorcio que siguen.

Compañeros de ministerio son los mejores amigos de toda la vida y una gran fuente
de estímulo.

10. Voy a estar ante el Señor.


Él me ama. Él murió por mí. Él me ha dado propósito. Me reuniré con él cara a cara.
Algún día. Tal vez hoy. Pero sé que algún día.

Participar en servir es una vida de servicio a Jesús, como Jesús y con Jesús. De
hecho, es todo acerca de Jesús. Así de fácil y de sencillo.

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