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Historia Contemporanea

martes, 23 de noviembre de 2010


La Sociedad De La Edad Contemporánea
En esta época existían tres clases sociales muy diferentes unos de
los otros, las cuales eran:

 Clase social alta: Esta clase es la más privilegiada, las


que podían optar a cargos políticos muy importantes, ya que eran las
personas que poseían más riquezas y poder.
 Clase media : Es aquella que tiene un ingreso económico ni tan
alto ni tan bajo que comienza a surgir mediante el paso del tiempo
gracias a su trabajo y esfuerzo.
 Clase social baja: Esta clase es la que menos goza de privilegios,
entre los que se encuentra tener una educación y salud digna, y tienen
un ingreso económico muy bajo.

Política en la Edad Contemporánea

El ascenso de la burguesía: liberalismo, nacionalismo y socialismo

La Revolución francesa

El proceso iniciado por la Revolución francesa tuvo repercusiones trascendentales en la


historia política de Europa. Se trató de una ruptura con un orden político que venía desde la
Edad Media, el cual, a pesar de los cambios propiciados por el humanismo y la Reforma, no
había logrado desligarse por completo de aquel antiguo orden en el que lo político estaba
íntimamente ligado a la monarquía y a la religión.

Los antecedentes inmediatos a la Revolución francesa se encuentran en las ideas de


progreso que difundió la Ilustración y en el crecimiento de una burguesía económicamente
poderosa y descontenta debido a su marginamiento en las decisiones políticas. Esta
situación llevó a que se levantara en contra de los regímenes absolutistas europeos. El
proceso estalló en 1789 y se dio en tres etapas: una primera que fue hasta el Imperio
napoleónico, la segunda hasta la Revolución de 1830, y la tercera hasta la Revolución
de 1848.
“La Libertad guiando al Pueblo”. Eugéne Delacroix, Óleo sobre tela, 1830.

El ideario político que desató el proceso revolucionario francés, además de la Ilustración,


fue aportado por el impacto de la independencia de las colonias inglesas en
Norteamérica, en 1776. El fundamento se basaba en tres palabras: libertad,
representatividad y democracia, las cuales eran los nuevos ideales que recorrían el
continente. El impacto de estas tres palabras se entiende desde la necesidad que tenían los
burgueses de oponerse a lo que se conocía como Antiguo Régimen, es decir, el conjunto
de las condiciones políticas, económicas y sociales generadas por las monarquías
absolutistas.

Las ideas de los filósofos ilustrados sirvieron para cuestionar las bases del orden social y el
papel de la Iglesia, pues afirmaban que esta se debía ocupar de las cuestiones espirituales
y no intervenir en la política.

Paradójicamente, fue una de las épocas en que menos se firmaron tratados políticos. El
impacto de la revolución se debe más a los hechos que produjo, pues era totalmente nove-
doso el ascenso de la burguesía al poder, el fin del Antiguo Régimen, y su consecuencia, la
formación de democracias representativas. Para que este último aspecto fuera posible y
tras el fracaso de las negociaciones en los Estados generales, reunión de diputados que
representaban los tres estamentos que conformaban la sociedad francesa, se convocó
una Asamblea Constituyente, lo que aportaba un elemento también novedoso porque
convertía a la monarquía en constitucional. Es decir, el rey ya no podía actuar solo, sino
que estaba limitado por el poder de una cámara de representantes elegidos por el pueblo.

El rey Luis XVI intentó disolver la Asamblea Constituyente, lo cual dio lugar, en julio de 1789,
a la culminación de la revolución. La Asamblea continuó sus trabajos y adoptó cuatro
medidas de gran importancia política: proclamó la igualdad de todos los ciudadanos; aprobó
la declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano; aprobó la Constitución Civil
del Clero, por medio de la cual los cargos eclesiásticos estaban sujetos a las autoridades
civiles, y aprobó la Constitución de 1791, en la que se proclamaba la soberanía nacional, la
división de poderes y el derecho al voto. Con estas medidas nació una nueva forma de
concebir el poder, la políticay el Estado.
"Napoleón arengando a sus tropas en el puente del Lech en Augsburgo, 1805", Claude Gautherot, 1820.

Los siguientes años fueron difíciles, las dificultades económicas afectaron las decisiones del
gobierno, cuya tarea principal era la reorganización del Estado bajo nuevos presupuestos.
Esta situación fue aprovechada por el ejército, que se convirtió en el principal actor del
escenario político francés, lo cual favoreció el ascenso de Napoleón Bonaparte. Su política
creó un modelo de Estado que centralizaba la administración, controlaba la educación y
legislaba por decreto.

El liberalismo, el nacionalismo y el Estado nacional

La última etapa de la Revolución francesa se desarrolló con el movimiento de 1848, en el


cual los liberales y nacionalistas, acompañados en esta ocasión de los obreros surgidos
de la industrialización, se levantaron contra la monarquía. Este movimiento iniciado en
Francia se extendió por los países de la Europa mediterránea y central, principalmente Italia,
los Estados alemanes, Austria y Suiza.

Una de las ideologías políticas que más se favoreció con estos acontecimientos fue
el liberalismo, puesto que era la ideología que definía a la clase burguesa que se fortalecía
a grandes pasos en la medida que se llevaba a cabo la Revolución industrial. Inicialmente,
durante el siglo XVIII, el liberalismo se entendió como una filosofía del progreso, pero en el
siglo XIX se fragmentó en varias ideologías distintas, entre las cuales se distinguieron:

 El liberalismo económico. Este planteamiento descansaba sobre dos principios


considerados fundamentales: riqueza y propiedad.
 El liberalismo político. Se oponía al despotismo. Era el fundamento doctrinal del gobierno
representativo y de la democracia parlamentaria.
 El liberalismo intelectual. Se caracterizó por un espíritu de tolerancia y de conciliación,
aunque esto no era exclusividad de los liberales.
Una primera forma de este liberalismo fue el romanticismo político, el cual estaba
alimentado por los recuerdos de la Revolución y el Imperio. Se caracterizó por la atención a
los problemas sociales más que por las cuestiones puramente políticas. La política clásica
consistía en plantear los problemas para intentar resolverlos, los románticos, por su parte,
no trataban tanto de resolverlos como de plantearlos en toda su amplitud. Sus repre-
sentantes más importantes fueron Víctor Hugo, Chateaubriand, Lamennais y Michelet.

Después de la revolución de 1848, el liberalismo se convirtió en la doctrina de la libertad.


Entre sus principios básicos defendía la propiedad privada, la libertad de empresa y de
comercio, la libertad personal y de determinación política. En este sentido adquirió diversas
perspectivas, de acuerdo con las necesidades y las condiciones políticas de cada región.

En Francia, por ejemplo, el liberalismo permaneció vinculado a la defensa de los intereses


comerciales. En otros lugares fue económicamente conservador y proteccionista. En
Alemania e Italia, el movimiento liberal promovió el nacionalismo, lo que permitió conformar
el Estado nacional. En los países de Oriente, permitió su apertura al comercio occidental;
las nuevas repúblicas latinoamericanas se inspiraron en esta ideología para crear sus cons-
tituciones liberales.
Estallidos revolucionarios en 1848 en Europa.

Sin embargo, uno de los efectos más importantes de la revolución del 48 y del creciente
liberalismo, fue la necesidad de la burguesía de fundar Estados sobre una base nacional,
es decir, con un pasado histórico, una lengua y una cultura común. Esto motivó los
movimientos nacionalistas en contra de los sectores dominantes, como ocurrió en Austria
contra su rígida monarquía, en Italia donde se concretó el movimiento de la Joven Italia
promovido por Giuseppe Mazzini, en Hungría donde los nacionalistas adoptaron una
constitución que los proclamó independientes y, más tarde, en Alemania. Así nacían los
Estados nacionales.

Uno de los pensadores más sobresalientes sobre el tema del Estado en esta etapa
fue Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), quien opinaba que el Estado debía ordenar a la
sociedad civil y procurar la seguridad, la estabilidad y la justicia social. Debía propiciar un
verdadero sentido de justicia, permitiendo la participación de los hombres en el patrimonio
social acumulado. Según Hegel, como cada individuo busca su propio interés, era necesario
que este fuera miembro del Estado, al cual se debía subordinar como a Dios. Esta
concepción mística del Estado implicaba una subordinación total del hombre y de la
sociedad, por lo que fue retomada por varios pensadores y políticos de regímenes
totalitarios.
Georg Wilhelm Friedrich Hegel

El nacimiento del socialismo

Frente a la difícil situación social que creó la Revolución industrial, se generaron


organizaciones que buscaban aliviar los conflictos entre trabajo y capital, y acabar con la
explotación de la cual eran víctimas los obreros por parte de los capitalistas. Estos fueron
los movimientos obreros, que tuvieron su origen en Inglaterra y de donde se expandieron
por la mayor parte de Europa. Sin embargo, los lentos progresos de estos movimientos,
promovieron un conjunto de ideas que buscaban la igualdad de condiciones para todos los
hombres, las cuales recibieron el nombre de socialistas. Las primeras doctrinas
socialistas eran románticas e idealistas, por lo que recibieron el nombre de socialismo
utópico.
Los socialismos utópicos se caracterizaron por su concepción ideal de la sociedad y de los
medios para llegar a ella. Las bases sobre las cuales se creó la idealización de una sociedad
más justa fueron, en primer lugar, el ideario de la Ilustración y principalmente la idea de
progreso. Junto a ella, se pensó en la necesidad del régimen natural: la necesidad de iden-
tificar los acontecimientos humanos con el equilibrio y armonía de la naturaleza. Todo esto
dirigido hacia la creación del "reino de la felicidad", en el cual debían participar todos los
hombres sin excepción, para lo cual propusieron sustituir la propiedad privada por la
propiedad colectiva; y en vez de empresas individuales, la cooperación fraterna para que el
hombre volviera a la felicidad. Estos socialismos utópicos tuvieron un marcado carácter
moralista y ético.

Sus pensadores se ocuparon de las consecuencias sociales de la Revolución industrial,


especialmente del problema de la producción y de la injusta distribución de la riqueza. En
Inglaterra su principal representante fue Robert Owen, importante empresario, quien llevó
adelante los primeros experimentos de seguridad social. En Francia se destacó Claude de
Saint-Simon, quien sostuvo que la política tenía por objeto el orden de cosas más favorables
a todos los tipos de producción y, por lo tanto, el gobierno tenía como principal misión
organizar la economía para lograr la reforma social. Otros fueron Charles Fourier y Pierre
Proudhon. Estos pensadores se centraron en la reforma de la economía y prescindieron de
la democracia política para llevarla a cabo. En cambio, otros socialistas como Etienne Cabet
y Louis Blanc no separaron la reforma social de la democracia política.

De igual forma, en el ambiente de la Revolución de 1848, apareció un tipo de socialismo


completamente distinto, el socialismo científico, cuyos ideólogos fueron Karl Marx (1818-
1883) y Friedrich Engels (1820-1895). Estos se inspiraron en la filosofía de Hegel, en los
economistas liberales y en los socialistas utópicos.
Marx y Engels.

Con estas bases, desarrollaron una teoría que afirmaba que el socialismo era el resultado
necesario de la lucha entre dos clases formadas históricamente: el proletariado y la
burguesía. Partían de una crítica de la sociedad capitalista y de la interpretación materialista
de la historia, según la cual todos los hechos históricos estaban determinados por lo
económico. Luego, la tarea consistió en investigar el proceso económico
del capitalismo sobre el cual brotaron estas clases sociales y el conflicto que sostenían.
En seguida, propusieron soluciones a la situación. El descubrimiento del secreto de la
producción capitalista, la plusvalía y la dialéctica materialista de la historia, le dio al
marxismo el cáracter de ciencia.

Marx se pronunció contra el trabajo que los obreros realizaban en las nacientes fábricas
porque atentaba contra su dignidad. Los medios de producción ya no pertenecían a los
trabajadores y sólo unos pocos eran sus propietarios. Esto producía una lucha entre las
clases sociales, que debía llevar a que los trabajadores se organizaran en una clase y luego
en un partido. Cuando triunfara la revolución socialista, se instauraría la dictadura del
proletariado que debía eliminar al Estado vigente, paso previo para lograr la sociedad
comunista, sin clases. A partir de las tesis marxistas surgieron los socialismos reformistas,
que no aceptaron la necesidad de la revolución y propusieron llegar al socialismo a través
de un proceso gradual. Algunas de sus propuestas fueron subordinar el mercado a las
necesidades sociales, controlar e intervenir en la economía, restringir la propiedad privada
y distribuir el poder político fortaleciendo el Estado democrático.
Caratula de la primera impresión del
Manifiesto del partido comunista.

Marx y Engels tomaron contacto con los movimientos obreros y su resultado fue
el Manifiesto del partido comunista, que se convirtió en la base de las organizaciones
obreras. Este libro permitió incrementar tanto la expansión del movimiento obrero como sus
actividades para convertirse en una gran fuerza social. Por este motivo, desde mediados del
siglo XIX se aceleró el proceso de concientización obrera frente a su situación y a su propio
reconocimiento como clase social, lo que permitió la organización de los movimientos
obreros sindicales y políticos en toda Europa.

El imperialismo

Dentro del ambiente político nacionalista aparecieron nuevas ideas políticas, siendo
el imperialismo la más representativa. La acumulación de riquezas como consecuencia
del capital financiero a lo largo del siglo XIX, abrió la brecha entre el mundo europeo que
quería modernizar al resto del mundo. La expansión del mercado, el ansia del progreso y la
necesidad de proteger su producción, motivaron la expansión europea. El hecho se inició
con la Conferencia de Berlín, convocada por Francia y Alemania, que tuvo lugar entre el
15 de noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885, con el objeto de dirimir los conflictos
surgidos entre las potencias coloniales europeas a raíz de la exploración, ocupación y
reparto del continente africano. Se sentaron las reglas del procedimiento internacional para
la "ocupación efectiva" de los territorios de África y Asia.

A partir del nacionalismo, en Europa se creó la idea de la superioridad racial de los europeos.
Por tanto, sus derechos y deberes se plasmaban en una misión: civilizar a quienes ellos
consideraban bárbaros, especialmente a los africanos y asiáticos. Por aquel entonces
estaban de moda las teorías de Darwin, quien afirmaba la sobrevivencia de las especies. Se
tomó el darwinismo y con él se justificó que la raza más fuerte era la blanca y, por tanto,
estaba llamada a triunfar sobre las otras. Para los europeos esta justificación implicaba un
derecho humanitario: el derecho de la conquista para establecer el "buen gobierno", de ma-
nera especial el inglés.

Una segunda justificación fue la defensa de los intereses económicos, políticos y sociales
estrechamente vinculados al nacionalismo europeo. Para esto, consideraron superiores sus
virtudes nacionales, lo demás era inferior.

El imperialismo también se justificó afirmando que este aportaba beneficios económicos y


culturales a las naciones conquistadas. En Europa se creía que la expansión del sistema
económico capitalista era necesaria para el desarrollo del mundo.

Globalizacion contemporanea
Páginas: 12 (2961 palabras) Publicado: 5 de diciembre de
2010
Introducción:
La globalización contemporánea debe comprenderse como un
proceso complejo, en el que interactúan diversos componentes,
estructuras, países y tipos de estado, pero es importante
recalcar que hay un fuerte núcleo económico que se ha
convertido en el motor de este proceso. Desde la perspectiva
del capitalismo, las sociedades buscaron el crecimiento
económico, es decir, el incrementode la producción de trabajo,
bienes, servicios, tecnología y capacidad empresarial en un
país, lo cual creo una nueva economía internacional, un nuevo
sistema económico internacional cuyos ejes centrales fueron: el
industrialismo, el productivismo y la sociedad de consumo. Sí
bien todos sabemos existen diferencias entre países ricos y
pobres pero el reto esta en superar el eurocentrismo. Si
nosacercamos a la realidad de la globalización nos damos
cuenta que hemos perdido muchísimas costumbres o las
hemos cambiado por otras que no son propias, y esto se debe
a un rasgo típico del capitalismo y se debe a que vivimos en un
mundo interconectado. Este mundo crece cada vez más y de
manera desigual, el hambre y la pobreza son dos de los
principales problemas que enfrentamos, mientras lasregiones
más prosperas acumulan riqueza hay gente muriendo de
hambre en cada rincón de nuestras calles.
Explicaremos las transformaciones de la denominada
revolución industrial hasta la actualidad, para que de esa
manera sepamos interpretar el estado actual en la economía
internacional.
Desarrollo:
Nuestro mundo actual no existiría sin los procesos y cambios
que trajo la revolución industrial y elcapitalismo. ¿Pero como
vivía la gente en los tiempos de antes sin electricidad ni
utensilios que hoy en día son fundamentales en nuestros que
haceres? Pues pienso que de una manera normal, sobrevivían
de su propia mano de obra y adaptándose fácilmente a los
cambios que fueron surgiendo a lo largo del mundo y el tiempo,
pero, ¿seriamos capaces de devolvernos en el tiempo y
adaptarnos a lo que anteséramos?
La revolución industrial hace referencia a las transformaciones
socioeconómicas que vivió Inglaterra en la segunda mitad del
siglo XVIII y la industrialización para referirnos a la adaptación
de aquella revolución en los entornos del mundo. Las
principales transformaciones que caracterizan al proceso de la
revolución industrial y la industrialización son (Matilla, 1993), el
proceso detrabajo se sustituye personas por maquinas, se
transforma la organización productiva, las relaciones laborales,
la distribución de la población, se crean nuevos centros
industriales, lo cual provoca el surgimiento de una sociedad
dividida en clases: la burguesía y la clase obrera.En términos
energéticos se paso de la leña a los combustibles fósiles y que
posibilito la introducción de motores queconvirtieron el calor en
trabajo.En materias primas, se posibilitó el uso de sustancias
minerales.
Este proceso se dio en tres etapas: La primera revolución
industrial que se dio en la segunda mitad del siglo XVIII y la
primera mitad del siglo XIX donde se generalizo la utilización
del hierro y el carbón fue la principal fuente de energía también
se dio la innovación de productos gracias alferrocarril y la
productividad aumento por el uso de la maquina del vapor. La
segunda revolución industrial se dio entre 1820-1916 y se
incorporaron dos nuevas fuentes energéticas: el petróleo y la
electricidad, se crean los medios de transporte donde el
automóvil se convierte en el producto estrella. Y la tercera
revolución industrial se dio después de la segunda guerra
mundial y es aquí donde a partirde la energía nuclear y de los
procesos de la investigación y desarrollo se crean nuevos
campos de conocimiento y producción de la informática.

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