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Araneae

orden de la clase Arachnida

Las arañas (Araneae) son el orden más


numeroso de la clase Arachnida,
lejanamente emparentadas con otros
grupos de artrópodos, como los insectos,
con los que no deben confundirse. El
orden Araneae es el séptimo en diversidad
total de especies respecto al resto de
diversidad de organismos. El grupo está
abundantemente representado en todos
los continentes, excepto en la Antártida.
Todas son depredadoras, generalmente
solitarias, de pequeños animales. Tienen
glándulas venenosas en los quelíceros,
con las que paralizan a sus presas.
Producen seda (véase seda de araña), con
la que tejen telas de araña o telarañas, que
usan para construir redes de caza, tapizar
refugios e incluso hacerse llevar por el
viento. Hasta la fecha se han descrito más
de 46 500 especies[1] de arañas, y 110
familias han sido recogidas por los
taxónomos; sin embargo, sigue habiendo
confusión dentro de la comunidad
científica, como demuestran las
aproximadamente 20 clasificaciones que
se han propuesto desde 1900.[2] Solo
algunos grupos son realmente peligrosos
para los seres humanos. La especialidad
que se ocupa de las arañas y el resto de
los arácnidos se llama aracnología. Hay
personas que sufren de aracnofobia, es
decir miedo a las arañas.
Arañas
Rango temporal: Carbonífero final - Reciente
PreЄ
ЄOSDCPTJ K PN
g

Varias familias de arañas.

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Subfilo: Chelicerata
Clase: Arachnida
Orden: Araneae
C , 1757
Subórdenes
Araneomorphae
Mesothelae
Mygalomorphae
Ver también Taxonomía de las arañas

Características

Anatomía externa de una araña.


c, prosoma (cefalotórax). a, opistosoma (abdomen). q,
quelícero. p, pedipalpo. l1 a l4, patas locomotoras. h,
hileras.

La anatomía de las arañas coincide a


grandes rasgos con la de otros arácnidos,
es decir, con el cuerpo dividido en dos
regiones o tagmas, prosoma (o
cefalotórax) y opistosoma (o abdomen), y
el mismo número y tipo de apéndices, es
decir, un par de quelíceros, un par de
pedipalpos y cuatro pares de patas
locomotoras.

Dimensiones
Las arañas tienen longitudes corporales
que oscilan entre los 0,5 mm y los 9,0 cm
que alcanzan algunos migalomorfos
tropicales, los cuales llegan a capturar
pequeños pájaros; con las patas
extendidas alguno de éstos puede
sobrepasar los 25 cm. Durante el
Carbonífero superior y el Pérmico
existieron arañas de más de 50 cm.[3] La
araña más grande del mundo es la
Theraphosa blondi, o tarántula goliat, que
puede llegar a medir 30 cm (incluidas las
patas), y es originaria de América.[4]

Prosoma
Artejos de la pata de una araña:
1. Coxa. 2. Trocánter. 3. Fémur. 4. Patela. 5. Tibia. 6.
Metatarso. 7. Tarso. 8. Pretarso (uñas).

Los seis pares de apéndices mencionados


anteriormente se insertan en el prosoma,
así como los ojos simples; en la cara
ventral se abre la boca.

Los quelíceros presentan una sola


articulación, entre la base, muy abultada, y
una uña distal generalmente pequeña (en
el extremo), y habitualmente portan
glándulas venenosas. Cuando no se usa,
la uña suele quedar más o menos
protegida dentro de un surco del artejo
basal.

Los pedipalpos son semejantes a las


patas, pero no se apoyan en el suelo, sino
que los llevan levantados por delante del
cuerpo. Los machos de muchas especies
emplean los pedipalpos para cortejar a las
hembras, en cuyo caso pueden ser
grandes o vistosos, y también como
aparato copulador, que introduce una
bolsa de esperma, el espermatóforo, en el
cuerpo de la hembra.

Las patas locomotoras se insertan por


debajo del prosoma y están constituidas
por siete piezas o artejos, que son, desde
el extremo proximal (base) hacia el distal
(extremo): coxa, trocánter, fémur, patela o
rodilla, tibia, metatarso y tarso.

Opistosoma

El opistosoma alberga en su extremo


posterior glándulas sericígenas
(productoras de seda) que se abren al
exterior por unos pequeños mamelones
llamados hileras. En la parte inferior y
anterior del opistosoma (o abdomen) se
abren el epigino (poro genital), los
pulmones en libro, cavidades respiratorias
con pliegues internos laminares que,
según los casos, son dos o cuatro, y/o los
estigmas del sistema traqueal.

Anatomía interna

Las arañas son animales depredadores


que paralizan a sus presas con el veneno
de sus quelíceros. La mayoría de las
arañas inyectan enzimas digestivas en la
presa, realizando una digestión externa, al
menos parcial. Muchas mastican a la
presa parcialmente con dientes que
forman parte del artejo basal de los
quelíceros. Ahí se localizan también
comúnmente "pelos" que permiten en
muchos casos filtrar eficazmente el
alimento, separando las partículas sólidas
del líquido.

Al principio del tubo digestivo se sitúa una


faringe o estómago de función suctora.
Desde la mitad del prosoma y hasta el
final del opistosoma se extiende el
intestino medio, dotado generalmente de
divertículos, que en algunos casos se
extienden incluso a las patas. La digestión
química se realiza sólo parcialmente en la
luz del intestino, siendo fagocitadas
partículas cuya digestión enzimática se
completa de manera intracelular.

El aparato circulatorio es de tipo abierto,


como en todos los artrópodos, con un
corazón dorsal tubular situado en la parte
dorsal anterior del opistosoma, en cuya
superficie se marca su presencia por un
surco cardíaco. Es posible en algunos
casos percibir sus latidos, de 30 a 100 por
minuto, más numerosos en las arañas
más pequeñas. La hemolinfa es
bombeada al corazón desde una cavidad
pericárdica y proyectada fuera de él con
energía. La elevada presión se ha
interpretado como signo de una función
hidráulica, que podría jugar un papel en el
movimiento de las patas, por lo que
cuando mueren sus patas se contraen por
la falta de circulación de sangre.
[cita requerida] La presión se duplica durante
la muda. La hemolinfa, según es normal
en los artrópodos, carece de células
pigmentarias, pero no de pigmentos
transportadores, que son en este caso
hemocianinas, de color azulado. La
extensión de los vasos es limitada, y
afecta, como es normal en sistemas
abiertos, sobre todo a los órganos
respiratorios.
Anatomía interna de una araña.

La respiración se realiza por órganos


internalizados, normal en animales de vida
aérea, que en este caso son pulmones en
libro o filotráqueas (a veces llamados
tráqueas en libro), uno o dos pares que se
abren en la parte mediana y ventral del
opistosoma anterior. Tienen una
estructura plegada, lo que multiplica la
superficie de intercambio, y a través de
ellos la hemolinfa circula canalizada por
vasos. Muchas arañas tienen también un
sistema traqueal que no es homólogo al
de los insectos.

La excreción se realiza por glándulas


coxales no muy desarrolladas y por tubos
que desembocan en el intestino análogos
a los tubos de Malpighi de los insectos.

Equipamiento sensorial
Cefalotórax de un licósido, vista frontal que muestra
la disposición de los ojos característica de la familia y
los dos quelíceros, cada uno con su uña venenosa.

Como el resto de los quelicerados,


carecen de antenas, y usan los pedipalpos
como órganos táctiles y olfativos. La vista
de las arañas es generalmente muy pobre,
a pesar de tener hasta cuatro pares de
ojos simples denominados ocelos, que en
algunas familias se reducen a tres pares o
menos. La colocación, tamaño y color de
los ojos son caracteres diagnósticos de
las familias, es decir, permiten distinguir
unas de otras. En unos pocos casos la
visión es eficaz, y en los saltícidos
(Salticidae) es la mejor de todos los
invertebrados terrestres.[cita requerida]

Seda
Todas las especies de araña producen
seda, material compuesto de proteínas
complejas, que utilizan para muy variadas
funciones: cazar presas y envolverlas en
ella; como adhesivo de otros materiales de
construcción de túneles, trampillas, etc;
como áreas de locomoción, así como
otras muchas utilidades. Ciertas especies
de arañas crean un largo hilo que les sirve
de vela para ser arrastradas por el viento.
El viento las guía o bien para cazar sus
presas o para ir en una dirección
determinada. Este fenómeno se conoce
como vuelo arácnido. En el extremo
posterior del abdomen se encuentran las
glándulas secretoras de seda
denominadas hileras, que producen un
fluido que se solidifica al contacto con el
aire (el fluido es una disolución
concentrada de proteínas, cuya estructura
se transforma justo antes de salir,
convirtiéndose en una forma insoluble que
rápidamente se deshidrata y constituye la
fibra de seda).
Alimentación

Araña viuda negra junto a dos presas capturadas en la


telaraña.

Las arañas son depredadoras. Se


alimentan de presas singulares que
capturan activamente. Algunas producen
una red (telaraña) en la cual las presas
caen por accidente, enredándose y
pegándose en ella. En ese caso la araña,
que permanece al acecho con las patas
extendidas sobre la red, capta las
vibraciones y se acerca a su presa. Otras
arañas cazan al acecho, en el suelo o
sobre la vegetación, detectando a sus
presas por las vibraciones del sustrato o
con sus ojos, como hacen los licósidos y
los saltícidos. Las arañas no despedazan y
tragan a sus presas, como hacen, por
ejemplo, sus parientes los solífugos, sino
que les inyectan veneno con sus
quelíceros mientras las sujetan con sus
patas y sus pedipalpos. Una vez
paralizadas por el veneno les inyectan
jugos digestivos, que producen una
digestión externa del animal dentro de sus
propios tegumentos, sorbiendo a
continuación la papilla resultante. Por eso
se observa a las arañas permanecer
inmóviles durante largo rato mientras
sujetan su presa inmóvil.

Depredadores y defensa

Atrax robustus en posición defensiva.

Las arañas tienen muchos depredadores


en el ecosistema como diversas especies
de aves, serpientes, sapos, lagartos,
mamíferos y otros artrópodos
depredadores como las avispas rojas,
ciempiés, escorpiones, mantodeos y
solifugos. Cuando se sienten
amenazadas, levantan sus dos patas
delanteras y sus queliceros. Cuando la
amenaza se acerca, la araña muerde a su
depredador con sus quelíceros utilizando
el veneno más potente, ya que el veneno
de la araña se compone por dos partes,
una para poder paralizar a las presas de
las cuales se alimentan, y la otra contra
sus depredadores solo como defensa.
Otros mecanismos defensivos son las
telarañas y refugios que construyen como
defensa y para poder capturar a sus
presas.[5]

Reproducción y desarrollo

Hembra de Argiope sp. devorando al macho.

Siendo cazadoras solitarias, tienden a


considerar una presa cualquier cosa que
se mueva y tenga el tamaño apropiado.
Los machos, generalmente más pequeños
que las hembras, buscan a éstas
activamente, cortejándolas con “danzas”
elaboradas en las que el movimiento
rítmico de los pedipalpos puede jugar un
importante papel, en un intento por no ser
devorados por las hembras. El ritual puede
incluir el obsequio por el macho a la
hembra de una presa envuelta en seda, lo
que en algunas especies ha evolucionado
hasta ser sólo un señuelo, la bolsa de
seda, desprovisto de contenido. Cuando
consigue la aproximación, el macho
introduce un espermatóforo en las vías
sexuales de la hembra usando sus
pedipalpos, que actúan como órganos
copuladores. A pesar de la ritualización, es
común que después de la cópula la
hembra devore al macho.

Las arañas son artrópodos con


metamorfosis simple, es decir, pasan por
ecdisis (mudas) sucesivas, y las arañas
jóvenes se distinguen de las adultas
únicamente por su menor tamaño y por
ser sexualmente inmaduras.

Ecología

Mygalomorphae.
Telaraña de Araneidae

Como depredadoras, las arañas suelen


ocupar una posición terminal en las
cadenas tróficas. Desempeñan un papel
importantísimo como depredadores: son
las mayores consumidoras de insectos del
planeta y contribuyen decisivamente a
controlar su número.
Se encuentran en todos los climas, incluso
los fríos, poco favorables para los
animales poiquilotermos, y se cuentan
entre los seres vivos registrados a mayor
altitud. Abundan por igual en ambientes
secos y húmedos y algunas llevan una
existencia acuática, como la eurasiática
Argyroneta aquatica, que llena su nido
subacuático con una burbuja de aire, o la
australiana Megadolomedes australianus.

Comportamiento
Dolomedes fimbriatus junto a sus juveniles.

La investigación del comportamiento


(Etología) de las arañas es un campo de
gran riqueza. Aunque su capacidad de
aprendizaje es modesta, según es regla en
los artrópodos, hacen gala de una gran
variedad y complejidad de
comportamientos instintivos (heredados),
sobre todo en lo referente al cortejo y
apareamiento y al cuidado parental. Es
notable también la precisión con que
algunas fabrican su red de caza.

El cuidado parental, la atención activa a la


progenie, se ha observado en distintas
arañas. Los licósidos portan los huevos,
encerrados o no en un capullo, y cuidan a
los individuos juveniles hasta que estos
alcanzan el desarrollo suficiente para
capturar presas. Se conocen algunos
casos de suicidio maternal, en los que las
jóvenes arañas obtienen del cuerpo de su
madre el primer alimento.

Algunas arañas, como el género


cosmopolita Argyrodes (familia
Theridiidae), son cleptoparásitas, que
roban a otras arañas sus presas,
manteniéndose al acecho en sus telas. El
cleptoparasitismo se ha observado en
media docena de familias.
Las especies del género Mycaria (familia
Gnaphosidae) practican el mimetismo de
las hormigas, no sólo en su aspecto, sino
también en sus actitudes, levantando las
patas anteriores hasta la posición de unas
antenas. Lo mismo hace Sunpunna picta,
que imita los movimientos de una avispa.

Al parecer, cuando las arañas pelean entre


ellas, si reciben una picadura en una
extremidad, estás se la amputan para
evitar que el veneno llegue al resto del
cuerpo.

Envenenamiento
Hembra de Latrodectus tredecimguttatus, viuda negra
europea.

Loxosceles reclusa, una "araña violinista" o "araña


parda" americana.
Hadronyche modesta, araña de embudo australiana.

Todas las arañas, salvo las de la familia


Uloboridae, son venenosas. En general son
más venenosas las arañas que cazan
activamente que las que capturan sus
presas al acecho o por medio de una red.
El producto que inyectan los quelíceros
tiende a satisfacer dos propósitos:
primero, la digestión externa de la presa,
para que la araña absorba la papilla
resultante; segundo, la inmovilización de
las presas. Además, algunas arañas
migalomorfas (tarántulas americanas)
portan haces urticantes, que producen
irritación cuando se tocan y pueden dañar
severamente áreas delicadas, como los
ojos.

Como regla general, las arañas son


demasiado pequeñas para atravesar la
piel humana con sus quelíceros. De las
que pueden hacerlo la mayoría producen
efectos someros y locales, pero unas
pocas especies pueden producir
intoxicaciones sistémicas severas o
necrosis (muerte del tejido) localizadas
pero extensas.

Las arañas más venenosas son las


australianas de los géneros Atrax y
Hadronyche,[cita requerida] unas 35 especies
localmente conocidas como arañas de
embudo, por la forma de las entradas a las
redes tubulares que fabrican. Los
primates, incluidos los seres humanos,
resultan ser excepcionalmente
susceptibles al veneno de estas arañas,
que en otros mamíferos producen efectos
leves. Se trata de migalomorfos grandes
que producen polipéptidos neurotóxicos.
La incidencia del envenenamiento, que
responde bien al antídoto, es pequeña y
llegaron a registrarse 26 muertes en
Australia antes de que se desarrollara el
suero específico en 1981.[cita requerida]
Hay dos grupos de arañas pequeñas cuyo
veneno es menos potente, pero que por
ser más comunes originan más casos de
envenenamiento. Se trata de las viudas
negras, del género Latrodectus, y de las
“arañas violinistas o pardas”, del género
Loxosceles.

El latrodectismo es la intoxicación por


viudas negras, especies del género
cosmopolita Latrodectus (familia
Theridiidae), cuyas especies más notables
son Latrodectus mactans, en
Norteamérica, L. tredecimguttatus, en el
Mediterráneo, L. hasselti, en Australia y L.
geometricus, en África meridional. Las
arañas de este género se encuentran en
rincones oscuros de todas las latitudes.
Las hembras, más grandes que los
machos y más venenosas, devoran a
éstos durante el apareamiento. No son
agresivas, sino que huyen, lo que hace la
mordedura muy circunstancial. Existen
antídotos eficaces contra esta mordedura.
El principio activo del veneno que produce
los efectos graves es un neurotóxico
llamado α-latrotoxina. Los efectos locales
aparecen al cabo de un rato en forma de
dolor y se prolongan de 3 a 7 días, pero
sólo en un tercio de los casos llega a
haber efectos sistémicos (que afecten al
conjunto del organismo) y las muertes son
muy esporádicas.

El loxoscelismo es la intoxicación por


“arañas pardas” de la familia loxosceles,
de las que existen muchas especies. Estas
arañas tejen redes desordenadas en
rincones, también dentro de las casas.
Son más activas durante la noche y nada
agresivas, mordiendo sobre todo cuando
se encuentran atrapadas entre las ropas
de cama o los vestidos. El veneno de
Loxosceles es proteolítico, y produce una
necrosis local que puede extenderse y
tarda en cicatrizar. Sólo se producen
efectos sistémicos de manera muy
excepcional y las muertes confirmadas
son rarísimas, aunque no existen
antídotos eficaces. Se han observado
efectos del mismo tipo, pero generalmente
más suaves, en caso de mordedura por
diversas arañas, como las arañas tigre del
género Argiope, las tarántulas verdaderas
del género Lycosa o las pequeñas arañas
domésticas del género Tegenaria.

Otro género implicado en


envenenamientos serios es Phoneutria,
que incluye arañas sudamericanas de
hábitos nocturnos, grandes y agresivas,
que producen un veneno neurotóxico.
Estas arañas, llamadas popularmente
"arañas del banano", suelen permanecer en
los tallos de las bananeras, con lo que
pueden alcanzar otros países viajando
como polizones en los plátanos que
algunos barcos llevan como mercancía.
Los síntomas son severos en muchos
casos, pero la muerte es un resultado
excepcional.

Mientras que la mayoría de las picaduras


de arañas son dolorosas, pero sin otras
consecuencias perjudiciales, las picaduras
por la araña parda o araña violín (especies
de Loxosceles) y otras clases de araña
pueden poner en peligro la vida. Se debe
intentar identificar qué tipo de araña ha
producido la picadura; hay antídotos
específicos para las picaduras de la araña
viuda y la araña parda solitaria
(Loxosceles reclusa).[6]

Evolución de las arañas

Fósil de araña en ámbar.

Formas primitivas

Los primeros arácnidos similares a arañas


son los del orden Trigonotarbida, que se
encuentran entre los primeros artrópodos
que poblaron la tierra firme. Al igual que
las arañas, los trigonotárbidos eran
terrestres, respiraban mediante pulmones
en libro y poseían ocho patas. Sin
embargo no eran verdaderamente arañas,
ni siquiera ancestros de ellas; representan
una línea evolutiva separada
tempranamente del resto de los arácnidos,
pero muy similar a las actuales arañas.

Arañas verdaderas

Las arañas propiamente dichas, son las


que poseen una cintura estrecha que une
el prosoma (o cefalotórax) y el
opistosoma (o abdomen); evolucionaron
hace aproximadamente 400 millones de
años. Tenían segmentación abdominal y
órganos que secretaban seda, llamados
hileras. El fósil más antiguo encontrado
con una especie de estas características
data de hace 380 millones de años, del
periodo Devónico, y es conocido como
Attercopus fimbriungus. Este espécimen es
el taxón hermano de todas las arañas
vivas ya que posee hileras y la misma
unión de rótula-tibia en las patas.

La mayoría de los primeros fósiles de


arañas pertenecen al suborden
Mesothelae. Este es un grupo de arañas
primitivas que poseen las hileras bajo la
mitad del opistosoma, a diferencia del
resto de las arañas que las poseen al final.
Eran seguramente predadores terrestres,
que habitaron a mediados del Paleozoico.
Los hilos de seda estas arañas, se usaban
seguramente solo para proteger los
huevos y forrar las madrigueras.

A medida que la vida se fue diversificando,


también lo hizo el uso del hilo de las
arañas. Las arañas con las hileras al final
del abdomen, Mygalomorphae y
Araneomorphae, aparecieron hace más de
250 millones de años, posiblemente junto
con el uso de las telas de araña para la
captura de presas, tanto en tierra como en
el follaje. El migalomorfo más antiguo,
Rosamygale, fue descrito del Triásico de
Francia y pertenece a la familia moderna
Hexathelidae. Megarachne servinei, del
periodo Pérmico-Carbonífero. Se creyó por
algún tiempo que era un migalomorfo
gigante, con 34 cm de largo y 50 cm de
envergadura de patas, lo que la convertía
por tanto en la araña más grande que haya
poblado la Tierra; pero un estudio más
detallado reveló que se trataba de un
escorpión marino (Eurypterida).[7]

Para el Jurásico, ya se habían desarrollado


las sofisticadas redes aéreas de la familia
Araneidae. Una tela de araña conservada
en ámbar en perfecto estado, de hace 110
millones de años, da cuenta de este tipo
de telarañas. La información genética
adicional sugiere, a través de un estudio
del gen que provoca este comportamiento,
que ya se encontraba este tipo de telas
hace 136 millones de años.[8]

Taxonomía
Los araneidos (arañas) se dividen en tres
subórdenes: Mesothelae, Mygalomorphae
(=Orthognatha) y Araneomorphae
(=Labidognatha), que a su vez incluyen
numerosas familias:
Agelenopsis sp..

Araña del género Argiope (Araneidae).

Suborden Mesothelae

Arthrolycosidae †
Arthromygalidae †
Liphistiidae

Suborden Mygalomorphae

Actino e e Migid
podid Cteniz Idiopi ae
ae idae dae Neme
Antrod Cyrtau Mecic siidae
iaetida chenii obothr Paratr
e dae iidae opidid
Atypid Dipluri Micro ae
ae dae stigm Thera
Baryc Hexat atidae phosi
helida helida dae

Suborden Araneomorphae

Agele nidae Amaur


obiida
obiida
Cybae Gnaph Lycosi
e
idae osidae dae
Anyph
Deino Hahnii Mimet
aenida
pidae dae idae
e
Desid Hersili Miturg
Aranei
ae idae idae
dae
Dictyn Hypoc Nestic
Capon
idae hilidae idae
iidae
Diguet Lepto Nephil
Clubio
idae netida idae
nidae
Dysde e Oecob
Corinn
ridae Linyph iidae
idae
Eresid iidae Oonop
Ctenid
ae Liocra idae
ae
Filistat nidae Oxyop
idae idae
Palpi e Spara Titano
manid Saltici ssidae ecidae
ae dae Tengel Ulobor
Philod Scyto lidae idae
romid didae Tetrag Zodari
ae Seges nathid idae
Pholci triidae ae Zorocr
dae Selen Therid atidae
Pisaur opida iidae Zorop
idae e Thomi sidae
Plectr Sicarii sidae
eurida dae
Cerámica mochica con dibujo de araña. Museo Larco
(Lima-Perú).

Referencias
1. The World Spider Catalog
2. Rainer F. Foelix 1996. Biology of
Spiders. Oxford University Press ISBN=
0-19-509593-6
3. Marínez-Delclòs, X. (1996). «El registro
fósil de los insectos». Boletín de la
Asociación Española de Entomología
20 (1-2): 9-30.
4. https://web.archive.org/web/2014050
8035055/http://es.fromquarkstoquasa
rs.com/la-arana-mas-grande-del-
mundo/
5. «Depredadores de las arañas» .
Spiderworlds. (enlace roto disponible en
Internet Archive; véase el historial y la última
versión).

6. Principios de medicina interna. Mc


Graw Hill. 2000. p. 208. ISBN 84-486-
0215-3.
7. Selden, P.A., Corronca, J.A. y Hünicken,
M.A. (2005). «The true identity of the
supposed giant fossil spider
Megarachne». Biology Letters (en
inglés) 1: 44-48.
doi:10.1098/rsbl.2004.0272 .
8. Jessica E. Garb, Teresa DiMauro,
Victoria Vo, Cheryl Y. Hayashi (2006).
«Silk Genes Support the Single Origin
of Orb Webs». Science (en inglés) 312
(5781): 1762.
doi:10.1126/science.1127946 .

Bibliografía
Díaz, J. H. 2004. The global
epidemiology, syndromic classification,
management, and prevention of spider
bites. Am. J. Trop. Med. Hyg., 71: 239-
250. (Texto completo en inglés) .
Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre araña.
Arañas peligrosas de la Región de
Magallanes (en español)
Arañas. Enciclopedia Ilustrada

Datos: Q1357
Multimedia: Araneae
Citas célebres: Araña
Especies: Araneae

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«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Araneae&oldid=121063799»

Última edición hace 1 día por Elefante123

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