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http://ehsqgroup.com/noticias/2014/02/26/after-swimming-drink-this-wine-feel-better/
Basándonos en cifras actuales, tenemos a las medianas y pequeñas empresas que son los
segmentos que representan el 99.5% del total de empresas formales y que va en crecimiento. Las
PyMES tienen algo en común, gran parte de este sector tiene una visión funcional del negocio, es
decir una gestión tradicional, la cual divide la compañía en departamentos sin lograr la cohesión
necesaria para un mejor beneficio, además que usan como filosofía la administración empírica, la
intuición, el olfato y el desorden.
El enfoque de procesos en una PyME es un factor muy crítico para conseguir un desarrollo
cimentado en eficiencia y competitividad. No es necesario realizar inmediatos cambios radicales,
ni inversiones escandalosas. Lo que es necesario, es una visión a largo plazo de cómo queremos
empujar y comandar la PyME, y por ende el compromiso de los responsables a seguir una
metodología para su implantación y seguimiento.
Un director, gerente o responsable de una PyME tiene que optimizar sus tiempos y procesos.
Reemplazar las herramientas individuales es un buen inicio, cambiar los mails personales, archivos
en PC’s, chats en teléfonos personales; todo ello, cambiarlo por un sistema único para toda la
empresa que permita el conocimiento y favorecer a las distintas fases del proceso. Implantar
indicadores de rendimiento, para detectar cuellos de botella como también, oportunidades de
mejora.
La norma ISO 9001, si bien establece los requisitos para los Sistemas de Gestión de Calidad,
también, entre sus principios anima a que se gestione con un enfoque en procesos, sin embargo
sólo el 1% de empresas en el Perú cuentan con esta certificación.
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