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La presión arterial varía durante el ciclo cardíaco de forma semejante a una función
sinusoidal lo cual permite distinguir una presión sistólica que es definida como el máximo
de la curva de presión en las arterias y que ocurre cerca del principio del ciclo cardíaco
durante la sístole o contracción ventricular; la presión arterial diastólica es el valor mínimo
de la curva de presión (en la fase de diástole o relajación ventricular del ciclo cardíaco). La
presión media a través del ciclo cardíaco se indica como presión sanguínea media; la
presión de pulso refleja la diferencia entre las presiones máxima y mínima medidas.
Los valores típicos para un ser humano adulto, sano, en descanso, son aproximadamente
120 mmHg (16 kPa) para la sístólica y 80 mmHg (11 kPa) para la diastólica (escrito como
120
/80 mmHg, y expresado oralmente como "ciento veinte sobre ochenta"). Estas medidas
tienen grandes variaciones de un individuo a otro. Estas medidas de presión sanguínea no
son estáticas, experimentan variaciones naturales entre un latido del corazón a otro y a
través del día (en un ritmo circadiano); también cambian en respuesta al stress, factores
alimenticios, medicamentos, o enfermedades. La hipertensión se refiere a la presión
sanguínea que es anormalmente alta, al contrario de la hipotensión, cuando la presión es
anormalmente baja. Junto con la temperatura del cuerpo, la presión sanguínea es el
parámetro fisiológico más comúnmente medido.
Presión venosa
Presión arterial: Tiene dos componentes o medidas de presión arterial que son:
Valores normales
Los rangos normales de la presión arterial en humanos adultos son:
Presión
El corazón está bombeando constantemente sangre hacia el interior de la aorta, la presión
en el interior de la aorta es extremadamente alta; alcanzando en promedio 100mm de Hg.
Además, como el bombeo del corazón es pulsátil, la presión arterial fluctúa entre la presión
sistólica, de 120mm de Hg. y la presión diastólica, de 80mm de Hg.
A medida que la sangre fluye a través del sistema circulatorio, la presión disminuye
progresivamente hasta casi 0mm de Hg al final de la vena cava, en la aurícula derecha. La
presión sanguínea se refiere a la fuerza por unidad de superficie ejercida por la sangre en un
vaso sanguíneo
Fisiología
La presión arterial media (MAP) es la presión promedio medida sobre un ciclo cardíaco
completo.
Las arterias más grandes, incluyendo las suficientemente grandes para verse sin ampliación,
son conductos de baja resistencia con altos índices de flujos, que generan solamente
pequeñas caídas en la presión (asumiendo que no hay un cambio aterosclerótico avanzado).
Por ejemplo, con un sujeto en posición supina (acostado boca arriba), la sangre típicamente
experimenta solo una caída de 5 mmHg (0.67 kPa) en la presión media, cuando viaja desde
el corazón a los dedos del pie.
La fisiología moderna desarrolló el concepto de onda vascular de presión (VPW). Esta onda
es creada por el corazón durante la sístole y se origina en la aorta ascendente, entonces
viaja a través de las paredes de los vasos a las arterias periféricas mucho más rápidamente
que la corriente sanguínea en sí misma. Allí, en las arterias periféricas, la onda de presión
puede ser palpada como el pulso periférico. A medida que la onda es reflejada en las venas
periféricas corre hacia atrás en una forma centrípeta. Donde se cruzan las crestas de la onda
original y la reflejada, la presión dentro del vaso es más alta que la presión verdadera en la
aorta. Este concepto explica la razón por la cual la presión arterial dentro de las arterias
periféricas de las piernas y de los brazos es más alta que la presión arterial en la aorta,1 2 3 y
alternativamente las presiones más altas vistas en el tobillo comparado al brazo con los
valores normales del índice de presión braquial del tobillo.
Regulación
Estos diferentes mecanismos no son necesariamente independiente uno del otro, como se
indica por la relación entre el RAS y la liberación de la aldosterona. Actualmente, el
sistema RAS es apuntado farmacológicamente por los Inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina y los antagonistas del receptor de angiotensina II. El sistema
de aldosterona es apuntado directamente por la espironolactona, un antagonista de la
aldosterona. La retención de fluido puede ser apuntada por diuréticos; el efecto
antihipertensivo de los diuréticos es debido a su efecto sobre volumen sanguíneo.
Generalmente, el reflejo baroreceptor no es apuntado en la hipertensión porque si se
bloquea, los individuos pueden sufrir de hipotensión ortostática y desfallecimiento.
Patofisiología
Alta presión arterial
Aparte del efecto de la bata blanca, las lecturas de la presión arterial fuera de una
instalación clínica generalmente son levemente más bajas en la mayoría de la gente. Los
estudios que observaban los riesgos de la hipertensión y las ventajas de bajar la presión
arterial en pacientes afectados estaban basados en lecturas en un ambiente clínico.
La presión arterial que excede los valores normales es llamada hipertensión arterial. En sí
misma es solamente un problema agudo (ver emergencia hipertensiva). Pero debido a sus
efectos indirectos a largo plazo (y también como indicador de otros problemas) es una
preocupación seria para los médicos que la diagnostican.
Todos los niveles de presión arterial ponen stress mecánico en las paredes arteriales.
Presiones más altas aumentan la carga de trabajo del corazón y la progresión del
crecimiento malsano de tejido (ateroma) que se desarrolla dentro de las paredes de las
arterias. Cuanto más alta es la presión, se presenta más stress y tiende a progresar más el
ateroma, y el músculo de corazón tiende a engrosar, agrandar y llegar a ser más débil en el
tiempo.
En el pasado, la mayor parte de la atención era prestada a la presión diastólica, pero hoy en
día es reconocido que son también factores de riesgo la alta presión sistólica y la alta
presión de pulso (la diferencia numérica entre las presiones sistólicas y diastólicas). En
algunos casos, parece que una excesiva disminución de la presión diastólica puede
realmente aumentar el riesgo, debido probablemente a la diferencia creciente entre las
presiones sistólicas y diastólicas (ver el artículo sobre la presión de pulso).
La presión sanguínea baja puede ser un signo de enfermedad severa y requiere la atención
médica urgente.
Cuando la presión arterial y el flujo de sangre disminuyen más allá de cierto punto, la
perfusión del cerebro disminuye críticamente (es decir, la fuente de sangre no es
suficiente), causando mareos, vértigos, debilidad y el desfallecimiento.
Sin embargo, gente que funciona bien mientras mantienen presiones arteriales bajas, tienen
índices más bajos de eventos de enfermedad cardiovascular, que gente con presiones
arteriales normales.
Medición
La presión arterial puede ser medida no invasiva o invasivamente (penetrando la piel y
midiendo dentro de los vasos sanguíneos). La segunda, generalmente está restringida a las
instalaciones de un hospital.
Medición no invasiva
La mediciones no invasivas por auscultación (del latín escuchar) y oscilométrica, son más
simples y más rápidas que las mediciones invasivas, requieren menos experticia para estar
preparado, virtualmente no tienen complicaciones, y son menos desagradables y dolorosas
para el paciente. Sin embargo, las mediciones no invasivas pueden tener una exactitud algo
más baja y pequeñas diferencias sistemáticas en los resultados numéricos. Los métodos de
medición no invasivos son más comúnmente usados para exámenes y monitoreos
rutinarios.
Métodos de palpación
Un valor sistólico mínimo puede ser estimado aproximadamente por palpación, sin ningún
equipo, un método usado más frecuentemente en situaciones de emergencia. La palpación
de un pulso radial indica una presión sanguínea mínima de 80 mmHg (11 kPa), un pulso
femoral indica por lo menos 70 mmHg (9.3 kPa), y un pulso en la arteria carótida un
mínimo de 60 mmHg (8.0 kPa). Sin embargo, un estudio indicó que este método no era lo
suficientemente exacto y con frecuencia sobrestimaba la presión sanguínea sistólica del
paciente.5 Un valor más exacto de la presión sanguínea sistólica puede ser obtenido con un
Esfigmomanómetro y palpando para cuando retorna un pulso radial.6 Debido a que una
presión diastólica no puede ser obtenida con este método, las presiones arteriales obtenidas
por la palpación se anotan como "<systolic>/P".7
Métodos de auscultación
Método auscultatorio anaeroide con esfigmomanómetro y estetoscopio
Manómetro de mercurio
Métodos oscilométricos
Los métodos de oscillométricos a veces son usados en mediciones de largo plazo y a veces
en la práctica general. El equipo es funcionalmente similar al del método auscultatorio,
pero, en vez de usar el estetoscopio y el oído del experto, tiene en el interior un sensor de
presión electrónico (transductor) para detectar el flujo de sangre. En la práctica, el sensor de
presión es un dispositivo electrónico calibrado con una lectura numérica de la presión
sanguínea. A diferencia del intrínsecamente exacto manómetro del mercurio, para mantener
la exactitud, la calibración debe ser chequeada periódicamente. En la mayoría de los casos
el brazalete es inflado y desinflado por una bomba y una válvula operadas eléctricamente,
que se pueden ajustar en la muñeca (elevada a la altura del corazón), aunque se prefiera la
parte superior del brazo. Estos instrumentos Varían ámpliamente en exactitud, y deben ser
chequeados en intervalos específicos y recalibrar si fuera necesario.
La cánula se debe conectar con un sistema lleno de fluido estéril, que está conectado con un
transductor de presión electrónico. La ventaja de este sistema es que la presión está
constantemente supervisada latido por latido, y puede ser exhibida una forma de onda (un
gráfico de presión versus tiempo). Esta técnica invasiva es regularmente empleada en la
medicina humana y veterinaria de cuidados intensivos, anestesiología, y para propósitos de
investigación.
Monitorización en el hogar
Hay hasta un 25% de los pacientes diagnosticados con hipertensión que no sufren de ello,
sino más bien de hipertensión de bata blanca (presión arterial elevada específicamente
durante los exámenes médicos, probablemente como resultado de la ansiedad).[cita requerida]
así que, un monitoreo en el hogar de la presión arterial bien realizado, puede prevenir la
ansiedad innecesaria, así como una costosa y potencialmente peligrosa terapia, en muchos
millones de personas por todo el mundo. El monitoreo de la presión arterial en el hogar
proporciona a través del día, una medición en diferentes horas y en diferentes ambientes,
tales como en el hogar y en el trabajo. El monitoreo de la presión arterial puede ayudar en
el diagnóstico de la alta o baja presión arterial. También puede ser usado para monitorear
los efectos de la medicación o los cambios en el estilo de vida tomados para bajar o regular
los niveles de la presión arterial.
Un estudio clínico publicado en la edición del mayo de 2007 del American Journal of
Hypertension11 comparó la exactitud de tres diferentes métodos de tomar la presión arterial
en la indicación de la salud cardiovascular. El objetivo del estudio era determinar la
exactitud del monitoreo de la presión sanguínea en el hogar (HBP), el monitoreo
ambulatorio de 24 horas de la presión sanguínea (ABP), y de las lecturas de la presión
arterial tomadas en el consultorio del doctor (OBP). Las pruebas de presión sanguíneaes
fueron comparadas al índice de masa del ventrículo izquierdo (LVMI). El LVMI fue
calculado desde un ecocardiograma del corazón e indica el daño cardiovascular del órgano,
un indicador de la presión arterial. Los investigadores en The Columbia University Medical
Center, New York encontraron que el monitoreo de la presión arterial en el hogar, durante
un período de diez semanas fue un predictor independiente significativo de LVMI incluso
después el ajuste según la edad, el sexo y el índice de masa corporal (BMI). Encontraron
que el monitoreo en el hogar en un cierto tiempo es un mejor indicador de la salud
cardiovascular que las lecturas ambulativas o las lecturas tomadas en el consultorio de los
doctores. El valor del monitoreo en el hogar aumenta en el tiempo con un número de
mediciones tomadas.
El sitio Web de la American Heart Association13 afirma "usted puede tener lo que es
llamado como 'hipertensión de bata blanca'; eso significa que su presión sanguínea va hacia
arriba cuando usted está en el consultorio del doctor. El monitoreo en el hogar le ayudará a
medir su verdadera presión sanguínea y puede proveer a su doctor con un registro de
medicamentos para la presión sanguínea sobre un cierto tiempo. Esto es provechoso en el
diagnóstico y la prevención potenciales problemas de salud".
Los que usan dispositivos de monitoreo de presión arterial hogareños cada vez más también
están haciendo uso del software graficador de la presión arterial.14 Estos métodos de
trazado proporcionan salidas de impresión para el médico del paciente y recordatorios de
cuan frecuentemente comprobar la presión arterial.15 16
El National Heart, Lung, and Blood Institute ha publicado pautas para tomar la presión
sanguínea usando los dispositivos hogareños de monitorización.17 La obtención de una
lectura exacta requiere que el paciente no beba café, fume cigarrillos, o se comprometa en
ejercicios vigorosos por 30 minutos antes de tomar la lectura. Por 5 minutos antes de la
prueba, el paciente debe sentarse derecho en una silla con sus pies en el piso en posición
plana y sin ningún miembro cruzado. Durante la lectura, el brazo debe estar relajado y
mantenido al nivel del corazón. El brazalete de la presión sanguínea debe estar siempre
directo en contacto con la piel, pues las lecturas tomadas sobre la manga de la camisa son
menos exactas. Una vejiga llena puede tener un pequeño efecto sobre lecturas de presión
sanguínea, así que si existe el impulso de orinar, el paciente debe ser animado a vaciar la
vejiga antes de la lectura.18
Método Auscultatorio :
Identifique y palpe el latido del “pulso braquial” producido por la arteria del
brazo (se localiza a dos centímetros por encima del pliegue del codo, en la
cara interna del brazo).
Sobre este latido, apoye la campana del estetoscopio.
Identifique y palpe el latido del pulso radial (pulso localizado a la altura de la
muñeca cercano al borde correspondiente al dedo pulgar) en el mismo brazo
que realizará la medición.
Cuando se expresa la tensión arterial, se escriben dos números separados por un guión
(Figura 1), donde el primero es la presión sistólica y el segundo la presión diastólica.
Los valores normales de presión arterial varían entre 90/60 y 120/80 mmHg. Valores por
encima de 130/90 mm de mercurio son indicativos de hipertensión o presión arterial alta y
por debajo de 90/60 son indicativos de hipotensión o presión arterial baja. Estos valores
dependen de la edad (se incrementan con el envejecimiento1 ) y del sexo (son menores en
las mujeres2 ). También hay que señalar que estos valores no son constantes a lo largo del
día (véase la Figura 2), sino que presenta una gran variabilidad. Los valores más bajos se
registran durante el sueño.3
La Hipertensión Arterial que puede ocurrir sin una causa previa conocida (y
posibles factores de riesgo) es llamada Hipertensión Arterial Esencial y aquella
que es resultado de alguna otra enfermedad se conoce como Hipertensión Arterial
Secundaria.
Los factores de riesgo de la Hipertensión Arterial Esencial son:
Facultas Odontológica
___________________
Presión Sistólica
Hipertension
Límites normales
(Límite inferior)
Edad
Hipertension
Límites normales
(Límite inferior)
Edad
19 60-88 60-85 95 90
De acuerdo con las cifras tensionales la hipertensión arterial se puede clasificar en:
PAS PAD
(mmHg) (mmHg)
140 90
ETAPA II: El paciente muestra uno de los siguientes signos, aún cuando se encuentre
asintomático.
DIAGNOSTICO
Retinopatía Hipertensiva
El estudio del fondo de ojo nos sirve para saber si hay daño hipertensivo en los vasos
sanguíneos informándonos el grado de daño causado por el proceso hipertensivo. Según la
clasificación de Keith y Wagener podemos encontrar 4 grados de retinopatía:
Cardiopatía Hipertensiva
Al examinar un paciente hipertenso por la palpación del ápex en posición de Pachon, el
encontrar un levantamiento sistólico sosteni do, puede demostrar hipertrofia ventricular
izquierda. Si además se palpa o se ausculta un 4 ruido en el ápex, se refuerza el
diagnóstico.
Nefropatía
Hipertensiva
Usualmente el daño hipertensivo a la vasculatura y al parénquima renal es paula tino,
crónico, evolutivo y silencioso; permanece asintomático hasta que se hace aparente la
insuficiencia renal. El paciente comienza a retener urea, ácido úrico y creatinina en el
plasma. En la fase avanzada de la insuficiencia renal aparece el síndrome urémico con
importante retención de urea, creatinina, hiperkalemia, anemia, hipocalcemia,
hiperfosfatemia, proteinuria y edema que puede llegar a la anasarca.
Aterosclerosis
La hipertensión arterial es uno de los más importantes factores que contribuyen a la
aterosclerosis, y de ahí que los pacientes con hipertensión arterial frecuentemente se
complican de infarto del miocardio (aterosclerosis coronaria), infarto cerebral (aterosclerosis
de las arterias carótidas o intracerebrales), claudicación intermitente (aterosclerosis
obliterante de miembros inferiores), trombosis mesentéricas o aneurisma aórtico, ya sean
abdominales o de la aórtica torácica descendente.
1. Antecedentes familiares de hipertensión arterial, ya que se sabe que existe una franca
tendencia hereditaria.
2. La hipertensión arterial esencial generalmente aparece por arriba de los 35 años de
edad, por lo que en un paciente menor de 30 años deberá investigarse una forma
secundaria del padecimiento.
2. Tratamiento farmacológico
c) El paciente con hipertensión arterial de grado IV, constituye una emergencia o urgencia
hipertensiva, por lo que su tratamiento requiere hospitalización y terapia inmediata.
3. Crisis hipertensiva
a) El paciente asintomático pero con cifras de presión arterial diastólica de 140 mmHg o
mayor deberá ser hospitalizado para su observación y reposo absoluto, debiendo
administrársele nifedipina por vía sublingual a razón de 10 mg.
b) El paciente con crisis hipertensiva, con presión arterial mayor de 180/140 y edema
agudo pulmonar, deberá ser tratado con posición de Fowler, sentado en el borde la cama,
torniquetes rotatorios, furosemida por vía IV a razón entre 20 y 60 mg por vía IV y
nitroprusiato de sodio diluído en solución glucosada a razón de 0.3 a 8 µg/ kg/min; en
ocasiones con estas medidas se logra yugular el cuadro, pero en otras es conveniente
además digitalizar al paciente en forma rápida (lanatósido C o ouabaína). Cuando el
paciente ya se encuentra en condiciones clínicas aceptables se deberá iniciar el
tratamiento antihipertensivo por vía oral.
d) La crisis hipertensiva que es complicada con una disección aórtica se presentará como
un cuadro agudo en donde el paciente puede presentar intenso dolor precordial o en la
espalda acompañado de sensación de muerte, palidez, diaforesis y cifras exagerada mente
elevadas (> 180/140 mmHg). Este cuadro debe tratarse con nitroprusiato de sodio; otro
fármaco alternativo es alfametildopa a razón de 250 a 500 mg por vía IV c/4 a 6 horas y en
cuanto se haya controlado iniciar terapéutica antihipertensiva por vía oral.
El paciente con
Hipertensión Arterial Secundaria hipertensión
esencial grado III,
Cuando se reconoce la causa de la hipertensión arterial, se requiere
intentará suprimirla con el objeto de dar tratamiento a la necesariamente de
enfermedad. En ocasiones aún cuando se reconoce la causa, varios fármacos
no es posible dar tratamiento y el médico s ólo se conformará para lograr el
con reducir las cifras de presión arterial con fármacos, tal y control deseado. En
como acontece en el paciente que padece lupus eritematoso o resumen: el
diabetes mellitus y nefropatía, pielonefritis crónica, tratamiento deberá
hiperparatiroidismo con nefrocalcinosis, arteritis de Takayasu individualizarse
con graves lesiones arteriales renales bilaterales y en otros según edad, cuadro
territorios, insuficiencia renal que puede con trolarse con clínico, condiciones
tratamiento médico y/o métodos dialíticos. En otras ocasiones hemodinámicas y
el reconocimiento de alteraciones mecánicas como la sensibilidad a los
coartación aórtica o la estenosis de arterias renales puede ser fármacos.
aliviado con tratamiento quirúrgico o con angioplastía
percutánea; en este último caso puede tener indicación la
nefrectomía unilateral cuando el riñón isquémico se encuentra atrófico y con función
insuficiente o sin función. El diagnóstico de tumores productores de hormonas (Síndrome
de Cushing, aldosteronismo primario, feocromocitoma, etc.) deben ser extirpados
quirúrgicamente y ello será suficiente para normalizar las cifras de presión arterial.
Por último, en pacientes con insuficiencia renal crónica en fase terminal quienes serán
sometidos a trasplante renal y cuya hipertensión arterial no es posible controlar
farmacológicamente, debe considerarse la nefrectomía bilateral como opción para el
tratamiento de la hipertensión arterial refractaria.
Breve introducción
Es bien conocido de todos el hecho de que las enfermedades cardiovasculares son
la principal causa de muerte en sujetos mayores de 65 años. De la misma forma y
a partir de esta realidad se comprende que la población citada sea gran
consumidora de medicación con efectos cardiovasculares. De hecho en Suecia,
con una población algo superior a los ocho millones de habitantes, se calcula que
un 25 % de las todas las personas mayores de 65 años son tratados con
medicación antihipertensiva y que hasta un 50% de su población de edad superior
a los 75 años recibe algún tipo de medicación cardiovascular. Analizando estos
datos desde un punto de vista exclusivamente demográfico,
Este descenso tensional en las personas más ancianas se explica entre otras cosas
por los cambios en la composición corporal del individuo, el empeoramiento del
balance fluidosalino, ciertos cambios hormonales asi como una disminución de la
función ventricular izquierda. Junto a todo ésto se une el riesgo de reacciones
ortostáticas en estos pacientes de elevada edad debido a la pérdida de
sensibilidad de sus baroreceptores, empeoramiento del tono venoso y a la
disminución de su volumen plasmático.
Definición y clasificación de la
hipertensión:
Durante este decenio, un gran número de estudios y de grandes ensayos clínicos
relacionados con la hipertensión arterial han hecho cambiar gradualmente tanto
la definición de hipertensión como la clasificación de la misma, en relación a su
pronóstico de gravedad. Muy recientemente la Organización Mundial de la Salud
en colaboración con la International Society of Hypertension Guidelines for the
Management of Hypertension (1) ha propuesto unos criterios actuales para su
definición y clasificación complementados por una estratificación de sus riesgos
en función no solo de los valores absolutos tensionales sino también de su
asociación con otros factores de riesgo conocidos tal como se muestran en las
tablas siguientes:
TA Sistólica TA Diastólica
(mm Hg) (mm Hg)
Hipertensión
Grado 1 140-159 90-99
Hipertensión Sistólica
> 140 < 90
Aislada
Ausencia de
riesgo
otros factores de poco riesgo alto riesgo
moderado
riesgo :
>2 factores,
muy alto muy alto
lesión orgánica o alto riesgo
riesgo riesgo
diabetes:
Otras
muy alto muy alto muy alto
enfermedades
riesgo riesgo riesgo
cardiovasculares:
Diagnóstico:
Si bien el diagnóstico de una hipertensión puede ser considerado como un
procedimiento simple y sencillo, que lo es, es precisamente su simplicidad la que
posibilita diagnósticos en algunos casos erróneos si no se sigue un procedimiento
bien standardizado. Es bien conocido por todos los investigadores que han
intervenido en estudios y ensayos clínicos el alto porcentaje de pacientes que a
pesar de llevar consigo un diagnóstico de hipertensión no pueden ser
randomizados por no cumplir los criterios mínimos de inclusión en el estudio.
Unos conceptos mínimos indispensables para un correcto diagnóstico incluyen la
toma de tensión repetida en varias ocasiones con un intervalo de al menos varios
días entre las tomas y siempre bajo condiciones standard de tranquilidad,
ambiente aislado y relajación. La posición del brazo en relación al corazón en el
momento de la toma, el tamano del esfigmomanómetro en función de la
circunferencia del miembro en el que se realiza el examen son detalles
importantes para obtener una lectura correcta y real. La tensión arterial debe de
ser también medida tanto en posición supina como erecta ya que en caso de
marcado ortostatismo disminuye la indicación de tratamiento farmacológico
mientras que la coexistencia de hipertrofia ventricular izquierda, enfermedad
coronaria isquémica, insuficiencia cardíaca, stroke, enfermedad vascular
periférica, diabetes o nefropatía refuerzan la indicación de tratamiento. Y no
menos importante es el documentar detalladamente en la historia clínica del
paciente los pasos en los que se ha basado un eventual diagnóstico de
hipertensión. Es altamente frustrante para un médico que se plantea la duda de si
el paciente es verdaderamente hipertenso o no, a pesar de tener ese diagnóstico,
el no encontrar los datos o métodos que en su momento avalaron dicho
diagnóstico.
Alternativas terapeuticas:
Tras los consejos dietéticos y de corrección y mejoría del estilo de vida que
constituyen la base primaria de todo tratamiento en todo paciente hipertenso
incluso en los más ancianos (si bien en éstos, el efecto de medidas tales como la
corrección del peso corporal, el hábito fumador, el consumo de sal y la actividad
física son más limitados) puede ser necesaria a pesar de todo la instauración de
tratamiento farmacológico. El arsenal actualmente existente es amplio, variado y
generalmente efectivo si bien las características propias de cada grupo
farmacológico difieren entre si y deben por tanto de ser valoradas en cada caso
individual.
1.- Beta-bloqueadores:
Disminuyen el gasto cardíaco produciendo un subgrupo de ellos un cierto efecto
vasodilatador a la vez que aumentan también el tono vagal. Su indicación
preferente es en hipertensos jóvenes con elevado gasto cardíaco y en hipertensos
con hipertrofia ventricular izquierda y angor pectoris.
2.- Diuréticos:
Bajan la tensión arterial via una disminución del volumen plasmático y
disminuyen la resistencia arterial periférica. Indicados especialmente en
hipertensos con bajo gasto cardíaco (la gran mayoría de ancianos) y con
hipertensión de elasticidad.
Tolerancia: En dosis relativamente bajas, estos preparados se toleran bien por los
pacientes de edad. Sin embargo, los preparados con potente efecto diurético y
corta duración de acción pueden ser desfavorables en pacientes con incontinencia
urinaria. Los conocidos efectos secundarios metabólicos son dependientes de la
dosificación y fácilmente reconocibles. Dosis recomendables de inicio son 12,5 –
25 mg de hidroclorotiazida, 2,5 – 5 mg de bendroflumetiazida, 20 – 40 mg de
furosemida ó bien 25-50 mg de espironolactona.
Tolerancia: son en general bien tolerados. Sus efectos secundarios tales como tos
irritativa son similares a los encontrados en pacientes más jóvenes.
Dado que no es infrecuente que los pacientes de edad tengan unos niveles
plasmáticos de sodio algo más bajos, existe riesgo de caida tensional grave por la
estimulación del sistema renina-angiotensina. Especialmente indicados en
hipertensos con insuficiencia cardíaca (prevalencia 15-20 % en mayores de 70
anos) y diabéticos (prevalencia del 10% en esas edades). Las doses iniciales
deben ser bajas, por ejemplo 12,5 mg X 2 de captopril, 2,5 – 5 mg de enalapril ó
lisoprinil, etc. La dosificación se va aumentando progresivamente hasta llegar a la
dosis óptima que en general viene a ser 2-4 veces superior a la inicial. Importante
es tener en cuenta que cuando un paciente está ya siendo tratado con diuréticos y
precisa la combinación con inhibidores de la ECA, es conveniente suspender el
primero durante el inicio del tratamiento combinado.
4-Calcioantagonistas:
Producen dilatación vascular inhibiendo el paso del calcio a las células musculares
lisas. Su efecto hipotensor es equiparable a los diuréticos y a los inhibidores de la
ECA. Buen elección en los casos de asociación hipertensión-angor y en
hipertensión-diabetes.
La presión arterial representa la presión ejercida por la sangre contra la pared de las arterias. Depende de
los siguientes factores:
Se distingue una presión sistólica y otra diastólica. La presión sistólica es la presión máxima que se
alcanza en el sístole. Esta depende fundamentalmente del débito sistólico, la volemia y la distensibilidad
de la aorta y las grandes arterias. La presión diastólica es la mínima presión de la sangre contra las
arterias y ocurre durante el diástole. Depende fundamentalmente de la resistencia vascular periférica.
La presión arterial varía en las personas a lo largo de las 24 horas. Los factores que influyen son las
emociones, la actividad física, la presencia de dolor, estimulantes como el café, tabaco, algunas drogas,
etc.
Medición de la presión arterial. Habitualmente se efectúa con un esfigmomanómetro. Los más usados
con los de mercurio y los de tipo aneroide. Constan de un sistema para ejercer presión alrededor del brazo
y una escala que permite conocer la presión.
Los esfigmomanómetros de mercurio son más confiables en su calibración. Los aneroides, que registran la
presión mediante un reloj, son más livianos y fáciles de transportar, pero con el tiempo se pueden
descalibrar.
La presión arterial conviene medirla en el brazo, estando el paciente sentado o acostado, cómodo y
relajado. Debe haber descansado unos 5 minutos y no haber consumido café o haber fumado en los 30
minutos anteriores. Habitualmente la medición se efectúa al final del examen físico, momento en que el
paciente debiera estar más relajado. Si se sospecha que puede existir una diferencia en la medición de uno
y otro lado, conviene efectuar la medición en ambos brazos (ej.: en vasculitis o ateromatosis de grandes
arterias). Frente a la posibilidad de ortostatismo (cuando la presión baja al ponerse la persona de pie), la
medición se debe efectuar estando el paciente acostado y luego de pie (o sentado, con los pies colgando).
En algunos casos, es útil medir la presión tanto en las extremidades superiores como en las inferiores.
Normalmente la presión en las piernas es un poco mayor que en los brazos, pero en cuadros de coartación
de la aorta o en ateromatosis muy avanzadas, la presión es menor en las piernas. El manguito se aplica en
la mitad del brazo (el borde inferior queda unos 2 a 3 cm sobre el pliegue cubital). Debe quedar bien
aplicado y no suelto (ya que esto último favorecería lecturas falsamente elevadas). El brazo debe estar
desnudo, sin ropas que interfieran la colocación del manguito. Conviene que el brazo esté apoyado sobre
una mesa o que cuelgue relajado al lado del cuerpo. La bolsa de goma debe quedar ubicada de tal forma
que justo la mitad de ella esté sobre la arteria braquial. Además, el manguito debe quedar a la altura del
corazón. Si se ubica más abajo, se registran presiones falsamente elevadas (estos errores ocurren con más
frecuencia cuando se usan manómetros digitales que comprimen la muñeca y no se tiene el cuidado que el
manguito esté a la altura del corazón durante la medición).
Presión sistólica (mediante el método palpatorio): Se infla el manguito mientras se palpa el pulso
radial. Al desaparecer el pulso, se infla un poco más y luego de desinfla el manguito lentamente. La
presión en que nuevamente se vuelve a palpar el pulso, corresponde a la presión sistólica (por método
palpatorio).
Este es un buen método para ubicar a qué nivel está la presión sistólica, sin tener que inflar el manguito
más de los necesario.
Presión sistólica (mediante el método auscultatorio): Se infla nuevamente el manguito, pero en esta
ocasión se ubica la cápsula del estetoscopio en el pliegue del antebrazo, sobre el lugar donde se palpa el
pulso braquial. Se infla el manguito hasta un poco más arriba de la presión sistólica obtenida por el
método palpatorio y luego se desinfla lentamente. La presión en que se comienza es escuchar un ruido
relacionado con los latidos del corazón corresponde a la presión sistólica obtenida por el método
auscultatorio.
Tanto el registro obtenido por el método palpatorio como por el auscultatorio deben ser parecidos. De no
ser así, se registra como presión sistólica, el valor más elevado.
La presión arterial se expresa con la presión sistólica y la diastólica. Por ejemplo, una presión de 120/80
mm de Hg, significa que la sistólica es de 120 mm Hg y la diastólica de 80 mm Hg. Además del registro
numérico, se debe especificar en qué parte del cuerpo se tomó la presión y en qué posición estaba el
paciente. Un registro de 120/80/70 mm Hg significaría que a los 80 mm Hg los ruidos se atenuaron y que
a los 70 mm Hg se dejaron de escuchar, siendo este último valor la presión diastólica.
Cuando se toma la presión con el método auscultatorio puede ocurrir que después de haber escuchado el
primer ruido pulsátil (presión sistólica), se presenta una fase de silencio y luego los ruidos reaparecen para
finalmente disminuir y desaparecer definitivamente (presión diastólica). Ese período de silencio se llama
el agujero auscultatorio de Korotkoff. La existencia de este fenómeno hace aconsejable haber
determinado primero la presión sistólica con el método palpatorio, ya que podría ocurrir que si sólo se usa
el método auscultatorio y no se sube suficientemente la presión del manguito, se puede tomar como la
presión sistólica el momento que viene a continuación del agujero auscultatorio de Korotkoff y haber
errado la verdadera presión sistólica.
Si se mide la presión directamente con el método auscultatorio, sin efectuar primero el procedimiento
palpatorio, podría ocurrir:
que el manguito se infle más que lo necesario con la consecuente molestia para el paciente
que se registre mal la presión sistólica en el caso que no se hubiera inflado suficientemente el
Relación entre el tamaño del manguito y el brazo. Debe haber una adecuada relación entre el tamaño
del manguito y el brazo (o el segmento de la extremidad en dónde se está efectuando el registro). Por lo
tanto, en las personas obesas se debe usar un manguito de mayor tamaño (de no ser así, se van a registrar
presiones falsamente elevadas). Del mismo modo, en niños se debe disponer de manguitos más pequeños.
Presión sistólica: entre 100 y 140 mm de Hg (lo ideal sería tener una presión sistólica que no superara los
120 mm Hg, o, a los más, los 130 mm Hg). Presión diastólica: entre 60 y 90 mm de Hg (lo ideal sería
tener una presión diastólica por debajo de los 90 mm Hg).
Se considera que un paciente está comenzando a ser hipertenso cuando su registro es igual o mayor de
140/90 mm de Hg. Algunas personas, especialmente mujeres jóvenes, tienen presiones que normalmente
son bajas (100/60 mm Hg o incluso menos). En otras situaciones, la presión baja es una manifestación de
shock o colapso circulatorio, pero en estos casos, se presentan signos de mala perfusión tisular
(compromiso de conciencia, extremidades frías, diuresis escasa).
Cuando existe una arritmia acentuada, como en la fibrilación auricular, la determinación de la presión
arterial es un poco más difícil. En estos casos, conviene desinflar el manguito lentamente y, si es
necesario, repetir la medición para ver cuán consistentes son los valores obtenidos. En una fibrilación
auricular, los manómetros digitales automáticos pueden registrar valores errados.
Glosario: presión de pulso, presión sistólica palpatoria, presión sistólica auscultatoria, agujero
auscultatorio de Korotkoff.
Las Enfermedades Cardiovasculares
La Tensión arterial:
Es la resultante de la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias
cada vez que el corazón se contrae. La tensión arterial es un índice de diagnóstico
importante, en especial de la función circulatoria.
Debido a que cada vez que el corazón late, bombea hacia las arterias un volumen de
sangre mayor que el que pueden absorber las arterias pequeñas, arteriolas y
capilares, la presión resultante hacia atrás, se ejerce contra las arterias mayores.
Por lo tanto, la presión de la sangre es más alta cuando el corazón se contrae
(Sístole) y mas baja cuando está relajado (Diástole).
El médico ausculta con un estetoscopio aplicado sobre una arteria en el pliegue del
codo.
A medida que el manguito se expande, se comprime la arteria de forma gradual, y el
punto en el que el manguito interrumpe la circulación y las pulsaciones no son
audibles determina la presión sistólica o presión máxima.
Su lectura habitual se realiza cuando al desinflarlo lentamente, la circulación se
restablece. Entonces, es posible escuchar un sonido enérgico a medida que la
contracción cardiaca impulsa la sangre a través de las arterias. El primer sonido
audible, se corresponde con la presión máxima.
Después, se permite que el manguito se desinfle lentamente, hasta que el sonido del
flujo sanguíneo desaparece. La lectura en este último sonido, determina la presión
diastólica o presión mínima, que se produce durante la relajación del corazón.
Durante un ciclo cardiaco o latido, la tensión arterial varía desde un máximo durante
la sístole a un mínimo durante la diástole.
Por lo general, ambas determinaciones se describen como una expresión proporcional
del superior sobre el inferior, por ejemplo, 125/80.
CATEGORÍA
Máxima (mmHg) Mínima (mmHg)
PRESIÓN ARTERIAL
Óptima <120 < 80
Normal <130 < 85
Normal-Elevada 130-139 85-89
Pulso:
Cuando la sangre es impulsada hacia las arterias por la contracción ventricular, su
pared se distiende. Durante la diástole, las arterias recuperan su diámetro normal,
debido a la elasticidad del tejido conjuntivo y de las fibras musculares de las paredes
de las arterias.
Esta recuperación del tamaño normal es importante para mantener el flujo continuo
de sangre a través de los capilares durante el periodo de reposo del corazón. La
dilatación y contracción de las paredes arteriales que se puede percibir a través de la
superficie cutánea en todas las arterias recibe el nombre de pulso.