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Aunque puede parecer obvio, no está de más partir de la base de que una casa
debe ser construida sobre una superficie plana, por este motivo, si no
encontramos ante un terreno inclinado, será necesario aterrazarlo.
Un muro de contención es un elemento constructivo destinado a soportar el
empuje horizontal de las tierras que contiene para evitar su desprendimiento.
Es decir, que al desplazar una parte de las tierras de un terreno inclinado para
generar una superficie plana donde colocar nuestra casa, deberemos soportar
estas tierras con una pared más resistente de lo habitual, ya que de otro modo,
tenderían a desprenderse.
Las personas necesitamos estar sobre planos horizontales para nuestro confort.
Por ello, en terrenos inclinados la tendencia es a aterrazarlo de acuerdo con el
desnivel para conseguir superficies planas.
Mover las tierras que conforman el terreno puede ser un elemento clave en los
proyectos y hacerlo con el tipo de muro de contención adecuado puede suponer
un ahorro considerable en el presupuesto total.
Hablar de los tipos de muros de contención para una casa implica un gran
despliegue de opciones que van desde los muros de piedra tradicionales hasta las
pantallas hechas con micropilotaje.
En este caso hemos decidido organizar este post distinguiendo cada tipo de muro
según su forma de trabajar, es decir, la forma en que la estructura trabaja para
resistir el empuje de las tierras.
Esta clasificación convierte a algunos tipos de muros de contención para una casa
en más convenientes para situaciones al aire libre y otros para espacios interiores
o con estructuras encima.
Muros que trabajan por gravedad
Dentro de los tipos de muros de contención para una casa, los que trabajan por
gravedad son sobretodo indicados para zonas exteriores.
Muchas veces no requieren cimientos para soportarse sino que simplemente se
apoyan sobre el terreno.
Esto supone que se requiera poco trabajo en obra, con la consecuente reducción
de costes. No obstante, también pueden suponer una mano de obra más
especializada según en qué casos.
Por último, la utilización del hormigón en masa como muro de contención es una
técnica que, aunque en determinados casos merece la pena, su uso no está muy
extendido.
Eso se debe a que el hormigón sin armar, sin una malla de acero, puede ceder
ante una elevada presión de las tierras.
Para que el hormigón trabaje de forma correcta hay que construir los muros con
un grosor considerable. Como trabaja por peso propio, implica que como más
tierras tenga que contener el muro, más peso deberá tener.
Muros estructurales
Los muros estructurales son los tipos de muros de contención que se usan
siempre que hay que colocar una estructura encima.
Se trata de muros de hormigón fuertemente armados para soportar las tierras y
por ello, su grosor aumenta rápidamente en cuanto aumenta la altura.
Es seguramente el tipo de contención más utilizado hoy en día debido sencillo
proceso constructivo y precio económico.
Los muros de contención estructurales se distinguen según su forma y colocación
en el terreno:
Muro en ménsula
Los muros de contención en ménsula son aquellos muros a los que se les añade
una base horizontal a modo de cimientos. El peligro de las contenciones de
hormigón armado es que, al ser muy esbeltos podrían lleguen a volcar por eso es
importante, el cálculo de la base horizontal que queda enterrada e impide
justamente el vuelco.
Los cimientos de estos muros se prevén en función del tipo de subsuelo que haya
y de su resistencia, pues la estabilidad del muro dependerá de la estabilidad del
terreno.
Muros pantalla
El más reciente de los tipos de muros de contención para una casa es el muro
pantalla, una técnica relativamente reciente. Se trata de un muro de hormigón
armado que se encasta en el terreno sin ningún tipo de base horizontal.
Se suele usar en grandes profundidades a la vez como cimientos y muro de
contención. Aquí no existe la base que impida el vuelco del muro, por este motivo
es necesario anclar al propio muro unos cables que se clavan en el terreno.
Entre toda esta variedad de sistemas de contención de tierras hay que saber
escoger.
No solo el tema económico va a determinar la elección, también hay que tener en
cuenta factores como el tipo de terreno y sus características, el tipo de espacio
que habrá delante y seguramente la disponibilidad y proximidad de los materiales.
No se puede responder a la pregunta de qué tipo de muro de contención usar para
una casa sin conocer en detalle el subsuelo del terreno, la cantidad de tierras que
va a tener que soportar y el tipo y peso de la estructura y casa que habrá encima.
Como siempre os recomendamos, al tomar una decisión en relación a las
estructuras o sistema constructivo que conformaran nuestra casa será importante
conocer los requerimientos del proyecto y del terreno, de esta forma, el equipo de
arquitectura podrá diseñar a medida una solución que sea funcional, económica y
por supuesto integrada en el entorno y ecológica. Podéis contactar con nosotros
sin ningún compromisa para cualquier duda que tengáis.
MUROS DE CONTENCION: TIPOS, DISEÑO, CARG AS Y CALCULO.
Muros de contención
Cuando nos encontramos ante la necesidad de realizar una obra, ya sea estructural o
de instalaciones de forma tal que la cota de trabajo quede bajo la del terreno
circundante necesitamos, según la tipología de terreno que encontremos, que las
tierras sean contenidas para que no se precipiten cayendo sobre lo ejecutado. Esto lo
conseguimos con los muros de contención y, ahora, voy a mostrarte los principales
tipos, condiciones de carga, cuantía de las tensiones y comprobaciones a realizar.
La solución más económica suele ser el muro de hormigón que podríamos diferenciar
en función de la forma de su sección recta en:
1.- Muro en L sin talón, que resulta imprescindible si atacamos frentes medianeros
donde la propiedad colinda con otro propietario cuyo terreno no podemos invadir
2.- Muro en L sin puntera que no suele encontrarse en edificación porque requiere
de un gran volumen de tierra excavada y produce un bulbo de altas presiones sobre el
terreno
4.- Muro en T con talón pequeño cuyo momento de vuelco puede provocar crear una
puntera de considerable longitud según su altura y el empuje de las tierras a
controlar.
La forma en que trabajan estos muros los engloba en los denominados muros de
ménsula por ser esta suerte de empotramiento en la base con carga distribuida sobre
su altura la forma en que mejor se puede identificar su comportamiento estructural.
Es solución no suele emplearse en alturas que excedan la decena de metros por
requerir de medidas especiales que suelen resultar más costosas en preparación de
suelos, materiales empleados y ejecución.
Para familiarizarnos con las partes del muro ilustraré cada una con una sección recta
de un muro ménsula tipo.
Debido al empuje de las tierras, el trasdós del muro experimenta una serie de
deformaciones y provoca una serie de reacciones del terreno de cimentación que se
agudizan en la puntera y se hacen mínimas en el talón. Debido a esto, la puntera se
deforma. Al mismo tiempo el rozamiento entre estructura y terreno y la reacción en
puntera de la reacción del terreno colabora para impedir que el muro sufra
desplazamiento horizontal.
Las tierras que se acopian sobre el talón presentan un mayor peso que la sumatoria de
reacciones del terreno sobre él.
Entre los posibles fallos que puede presentar un muro de contención encontramos:
5.-) Cuando se supera el estado límite último de trabajo propios del hormigón armado
en cualquier zona del muro se producirá la rotura del mismo, correspondiente este
caso a un fallo estructural inhabilitante para la función pretendida.
La correcta caracterización del terreno es un factor clave para el diseño del muro. Así,
la situación a la que se encuentra el nivel freático, el peso específico de las tierras, el
ángulo de rozamiento interno, el porcentaje de huecos, la tensión máxima admisible
o el coeficiente de rozamiento al deslizamiento son factores que deben ser tenidos en
cuenta aunque, la cohesión y el ángulo de rozamiento entre relleno y muro suelen
considerarse nulos. En los casos en que la capa freática queda dentro de la altura del
muro la presión hidrostática aumenta el valor de los empujes.
Veamos cómo cambian las acciones a evaluar según sea un relleno seco o sumergido
en todo o en parte.
Donde es la presión activa en T/m2 por metro lineal de muro a una profundidad
“x” y es la presión pasiva en idénticas condiciones a partir de un material de
relleno de peso específico T/m3 que tiene un ángulo de rozamiento interno .
La distribución unitaria de presiones vemos que sigue una ley triangular donde su
empuje se puede suponer concentrado en un punto ubicado a la tercera parte de la
altura desde la base, resultando:
A partir de este punto habrá que definir el valor de la cuantía mecánica de las
armaduras conforme al artículo 42.3. de la EHE 2008 estableciendo un recubrimiento
no inferior a 3 cm, diseñar juntas de hormigonado en la base del muro donde
encuentra a la zapata (donde el cortante es máximo) dejando las longitudes de solape
por aplicación del artículo 66.6 de la EHE 2008 (aunque lo normal es empalmar a la
vez el 100% de la armadura) y juntas verticales de dilatación cada 25 ó 50 metros (o
cada vez que la geometría varíe bruscamente en altura, profundidad de la cimentación
o dirección recta). Los quiebros bruscos provocan unas concentraciones de tensión
(axiles y flectores horizontales) que deben limitarse con estas juntas.
Muros con Talón y Puntera: para construir este muro es necesario sobrepasar la
línea de edificación, a nivel de los cimientos.
Muros sin Talón: por lo general al construirlo resulta con un aumento de dimensión
en la puntera de la zapata.
Muros con Talón: ídem el primer caso, necesitan sobrepasar la linea de edificación. El
resultado es similar al muro sin talón, pero trabaja de otra manera; esta es la mejor
solución ante inestabilidades por posible vuelco.
De acuerdo a su Función
Muros de contención por gravedad: soportan los empujes con su peso propio. Los
muros construidos con hormigón en masa u hormigón ciclópeo, por ser más pesados,
se utilizan habitualmente como muro de gravedad ya que contrarrestan los empujes
con su propia masa. Las acciones que reciben, se aplican sobre su centro de gravedad.
Este tipo de muro de contención de gran volumen, se realiza de poca altura y con una
sección constante; aunque también existen los de tipo ataluzados o escalonados.