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CONTRATO DE FRANQUICIA
Específicamente, “Los contratos atípicos o innominados son los que no tienen una
disciplina jurídica propia”, y la razón jurídica para no reglamentarlos dentro de la
jurisprudencia colombiana, según explica la Corte Suprema de Justicia:
“bajo nuestro régimen jurídico, la ley reglamenta ciertos tipos de contrato, lo cual no
impide al trafico moverse dentro de especies de convenciones distintas que
satisfagan necesidades no previstas por el legislador, debido a que el obtiene sus
materiales y se halla a menudo en retardo respecto a los hechos económicos”.
Todo lo anterior con las ventajas y desventajas que conllevan los modelos de
negocio, pero encontrando que la razón que la hace atractiva es que ella representa
una mitigación del riesgo a la pérdida o fracaso pues los negocios franquiciados
suelen ser los más efectivos en comparación con otros; pues se puede decir que se
esta adquiriendo un negocio que ya funciona, con capacitación incluida, con una
asesoria constante acerca de procesos estandarizados, con una marca reconocida
por algunas personas, y con un acompañamiento de lo que se debe y de lo que no
se debe hacer.
Pues a veces son muchas las circunstancias que evitan que la franquicia adquirida
prospere, que puede ser un mal estudio de mercado en cuanto al consumo en la
región del producto, lo que debería generar en el franquiciado el impulso para
cambiar de estrategia comercial, y en nuestro país las personas suelen escoger los
productos más asequibles frente a la calidad. Es ahí donde por costumbre no se
realiza una gestión de estudio sobre formas de generar más atracción a los clientes,
sino que muchas veces se opta por incluir dentro del servicio productos diferentes
por los que la gente quiera pagar; ¿y si esta situación se realiza sin la autorización
del franquiciador? Quien en ultimas es quien genera confianza frente a sus
productos.
No obstante, dicha obligación no puede tener una duración superior a cinco años,
excepto en determinados casos: Cuando el local en el que se desarrolle la actividad
del centro franquiciado sea propiedad del franquiciador; Cuando el franquiciador lo
arrienda a un tercero y éste lo subarrienda al franquiciado. En este caso, regular el
aprovisionamiento en el propio contrato de franquicia como un elemento esencial
del mismo, nos ayuda a proteger nuestro modelo de negocio y a que el franquiciado
siga con la cadena de forma pacífica hasta el cumplimiento del contrato o más allá.