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CAPITULO I

UNA PRESENCIA MALIGNA

En este capitulo empieza la historia de una muchacha llamada Maria, la cual es una mujer
de 19 años que mide 1.70cm de estatura, es de piel blanca, nariz aguileña, ojos y cabello
negro y posee un hermoso cuerpo con caderas anchas. Ella vende tintos y aromáticas en
la plaza de mercado, pero debido a su hermosura, los hombres de la plaza solo viven
haciéndole malas proposiciones y Maria vive triste y cansada por los tratos de ellos y de su
escasez económica, ya que lo que trabaja escasamente le alcanza para pagar una pieza de
alquiler y la alimentación. Ella tiene ilusión de estudiar y de tener una mejor vida donde
pueda satisfacer todas sus necesidades y por que no, tener algunos lujos.
Un día en el que ella se siente totalmente derrotada, se le acercan dos muchachos, ella
conocía de vista a uno de ellos de nombre Pablo, y él le presenta a Alberto, los dos la
invitan a una cafetería para proponerle un negocio, que va a solucionar su escasez
económica, ya que a cambio le darían un apartamento en un sitio exclusivo totalmente
amoblado, le pagarían un sueldo de $700.000, le comprarían ropa.

El negocio consistía en vestirse muy bien, ir a los bares o discotecas y esperar que
aparezca un ejecutivo o hombre de negocios, que ellos han escogido anteriormente o sea
que ya le han estudiado sus rutinas o le han hecho inteligencia, para que ella los conquiste
o les coquetee de una manera disimulada sin ser muy evidente, con el fin de no levantar
sospechas, hable con ellos y en un momento de descuido donde el hombre vaya al baño,
ella les hecha una pastilla de escopolamina o burundanga en el trago que se este
tomando; una vez el hombre este dopado, ella solo tiene que decir que va al baño, sale
de la discoteca o del bar y se va a su casa, el resto del trabajo, que consiste sacar al
hombre del bar o de la discoteca, como si estuviera borracho, para luego hacer el paseo
millonario donde el hombre da las claves de su cuenta y ellos le roban las joyas y la plata o
elementos de valor que tenga lo realizan Pablo y Alberto.

Maria al principio le da un poco de temor la propuesta, pero finalmente se decide ya que


piensa que si ella no lo hace, otra persona puede hacerlo, y se perdería de vivir una vida
más cómoda sin tanto esfuerzo, lejos de esos hombres morbosos que tanto aborrece.

En éste mismo capitulo, se desarrolla la historia de Andrés, un joven pintor talentoso de


una posición acomodada, vive en su estudio desde el cual puede observar las montañas de
Bogotá, rodeado de sus obras y posee una Biblioteca donde consulta obras de autores
como: Giovanni Bellini (San Francisco en el Desierto), Masaccio (La Santísima Trinidad)
entre otros.

Un día lo llama su tío Manuel un hombre de baja estatura, cabello corto canoso, pasado
de peso, ojos verdes y bigotes blancos y largos; el quería que Andrés le hiciera un retrato.
El empieza a pintarlo y cuando está dibujando la parte del cuello siente cosas extrañas y
pinta torbellinos, huracanes embravecidos en esta zona sin saber ¿por que? Cuando
termina el cuadro está temblando y con fiebre, el tío nota que está como enfermo y le
aconseja que descanse, al tío le encanta la pintura y se va. Tres días después recibe una
llamada a las diez de la noche del tío, donde le da la noticia de que tiene cáncer de
garganta y le quedan pocos meses de vida.

También en éste capitulo se desarrolla la historia de un hombre que sufre de


malformaciones y va a la Iglesia a confesarse con el padre Ernesto.
El padre Ernesto es un hombre delgado de 1.75 cm. de estatura, ojos azules, cincuenta y
tres años de edad, pelo completamente blanco alrededor de las sienes y de la parte
trasera de su cabeza, tiene ideas de izquierda, le gusta trabajar con la gente menos
favorecida y es querido por la comunidad y sus compañeros.

Este hombre se encuentra desesperado debido a la difícil situación económica por la que
atraviesa, el le confiesa al padre Ernesto que se quedó sin trabajo y que por esta razón
tuvo que irse a vivir a la casa de los suegros, con su esposa y dos niñas; el le dice que
debido a todas las presiones que tenían, se la pasaban peleando día y noche, un día el
suegro se muere y empiezan a echarle la culpa a él de su muerte por los diferentes
conflictos que habían y un mes después muere la suegra de pena moral.
El le explica al padre que no tienen ni con que comer, que sus hijas sufren de hambre,
dolores de estomago debido a la desnutrición, anemia y resfriados constantes; y que el
quiere matarlas a ellas y a su esposa para liberarlas de tanto sufrimiento.
El padre Ernesto queda completamente confundido, le dice al hombre que recen, que se
arrepienta, que Dios lo puede escuchar.

Ese mismo día en las horas de la tarde lo visita el Padre Enrique, el cual es un hombre
fuerte y de baja estatura, de unos cincuenta años de edad, buen amigo del Padre Ernesto
con el cual decide sincerarse y contarle que siente temor por las cosas que le ha dicho el
individuo que lo visito en la mañana, sin embargo el padre Enrique le dice que tenga
cuidado y que trate de no involucrarse en esta clase de cosas.

Cuando el padre Ernesto regresa de acompañar al padre Enrique a tomar el bus, lo espera
una señora obesa que le informa que lo están buscando hace más de una hora; el padre
camina de prisa hacia la Iglesia, la cual se encuentra llena de gente y en el interior de la
misma divisa al hombre jorobado, con un cuchillo en la mano, lleno de sangre y llorando.

CAPITULO II

LAS LOBREGAS TINIEBLAS DEL HADES

En este capitulo describen a Maria viviendo su nueva vida, con apartamento nuevo, ropa
nueva, nuevo color de cabello (Rubio), incluso nuevo animo.
Alberto le indica su primer trabajo en el cual le dan información de un ejecutivo millonario
que han estado vigilando durante varias semanas. Ella recibe las indicaciones en las cuales
debe irse a un bar de la Zona Rosa sentarse en la barra y hacer de cuenta que esta
esperando a alguien, consultar el reloj como si la hubiesen dejado plantada, esperar a que
el le invite un trago y hablar de diferentes temas, luego que el hombre haya entrado en
confianza y se pare al baño, deberá depositar la pastilla de escopolamina teniendo
cuidado de que no se pase de las 11:30 pm. ya que a las 12 de la noche se vuelven a
reactivar los retiros diarios de dinero; y cobrarían los del día anterior y los vigentes pasada
la media noche, luego debería irse para su casa en un taxi y ellos se lo llevarían en un
Renault 12, para hacer el respectivo recorrido por los cajeros.

A Andrés lo visita una antigua novia llamada Angélica que insiste en que le haga un
retrato, él no quiere después de la experiencia que tuvo con su tío, sin embargo es tanta
su insistencia que él sede y la cita para el día siguiente en su estudio.
Al otro día cuando iba a empezar a pintarla se acuerda del cuadro de Dante Gabriel
Rossetti y decide pintarla como la reina de los infiernos, como la mujer que abandona la
tierra y permanece para siempre en las lóbregas tinieblas del Hades.

Pinta a Angélica como una Diosa leprosa llena de llagas, en éste momento empieza
acordarse cuando tenia su romance con ella, el cual era muy bonito, se sentía esplendido,
enamorado, querido; pero que por razones desconocidas no lograba inspirarse, cada vez
que se sentaba a pintar no sabia que hacer, no se le ocurría nada, entonces decidió
abandonar ésta relación ya que consideraba que estaba afectando su carrera y que debía
sacrificar una de las dos cosas que más quería y pensó que primero era su vocación de
pintor. Al terminar ésta relación notó que dio fruto su decisión ya que empezó a pintar de
día y de noche, renació la pasión por la pintura y pensó que había sido un acierto su
decisión.

Cuando termina de pintarla está temblando con fiebre; como en la experiencia anterior
con su tío Manuel, ella le dice que está enfermo que descanse y cuando va saliendo del
estudio alcanza a ver parte del cuadro y sale llorando sin que él lo note.

El padre Ernesto se reúne con su amigo el padre Enrique para contarle que el hombre que
había estado en la Iglesia había matado a toda su familia, el padre le dijo que ya era hora
de que se alejara de ese problema que no debía involucrarse más; sin embargo el padre le
dice que en estos momentos no debe abandonarlo y decide ir a visitarlo a la cárcel,
cuando llega lo dejan entrar a la celda y allí tiene una conversación con el hombre donde
le dice que sin la ayuda de él no hubiera sido capaz de matar a su familia, que al
confesarse en la Iglesia era como si ya hubiera cometido el crimen y que se había sentido
liberado de tanta carga, el padre noto una mirada diabólica en sus ojos y decidió
marcharse y nunca más volver.

CAPITULO III

ENTRE DOS DIMENSIONES


Andrés recibe una llamada de Angélica, donde lo cita para hablar con él urgentemente
sobre un asunto muy delicado en Monserrate a las 3 PM del mismo día; cuando el la ve
está muy desmejorada, enferma con manchas en la cara, en un momento Angélica le
pregunta que por que la pinto como Proserpina en los Infiernos, el le dice que se acordó
de retrato de Rossetti y quiso hacerle un homenaje, ella le dijo que no le creía, entonces el
decide confesarle lo que le pasó con su tío Manuel y que por eso era que él no quería
pintarla. Angélica le propone que entren en el Restaurante Casa San Isidro a tomar un
café y ahí empieza hablarle de lo que le está sucediendo, le dijo que tenia una enfermedad
en la piel llamada Molusco Contagioso pero ella le explica que ese realmente no es el
problema y que lo que tiene es mucho más grave ya que es Sida que se había hecho el
examen dos veces y le había dado positivo; pero que no se preocupara por que ella había
contraído el virus después de que ellos se habían separado y que se acordara que él
siempre había usado condón para tener relaciones.
Ella empieza a llorar y a contarle que cuando se habían separado, ella entro en una
profunda crisis y empezó a tomar y a drogarse y cuando hacia esto se iba a la cama con el
primero que se lo propusiera, que incluso había estado con tres hombres en un mismo día
y que debido a esto era que había contraído la enfermedad.

El padre Ernesto estaba orando en su habitación y cuando termina se dirige al despacho


de la casa cural y en el corredor se encuentra a Irene la joven encargada del aseo, que le
informa que lo está esperando la señora Esther en el despacho. Esther es una señora de
unos 40 años de edad, ella le explica al padre que tiene una hija de 15 años, muy hermosa,
pero que se encuentra poseída por el demonio y que necesita que la ayude, él le pregunta
si ya la llevo al Psiquiatra para que le diagnostique si tiene una enfermedad mental, y ella
le dice que ya la llevo, y que le hicieron varios exámenes, incluso le muestra las
tomografías y rayos X que le han hecho y que afortunadamente no tiene nada anormal,
que ha ido donde la sicóloga del colegio y no le ven nada raro, ya que las manifestaciones
de las voces solo se le presentan de noche y la niña no se acuerda de nada, durante el día.
El decide ir a la casa después de la Eucaristía de la misa de las siete. La señora lo espera
después de la misa y se dirigen a su casa que queda en la Candelaria, una casa Colonial
ubicada en el centro de una calleja mal iluminada, apenas entra lo recibe el aroma de las
flores, y cuando cruza el umbral le llega un olor como a humedad el mismo que se percibe
en los monasterios, museos y viejas fincas olvidadas, cuando va subiendo al segundo piso
donde se encuentra la habitación de la joven descubre un olor inmundo como a cañerías,
aguas negras y otras porquerías.
El percibe una presencia extraordinaria, la señora Esther lo acompaña hasta la puerta y lo
deja entrar solo y lo espera abajo con la empleada del servicio. El se sienta cerca de la
cama en una silla y la joven está boca arriba con un camisón blanco, el la mira y es una
joven rubia, ojos azules, rasgos finos, labios carnosos, un cuerpo voluptuoso, bien
formado, ella empieza hablarle con una voz delicada insinuándosele, pero el le dice que
viene hablar con ella, y entonces cambia de voz y empieza a insultarlo, diciéndole
hipócrita, empieza a masturbarse delante de él, el padre se descompone y el demonio le
dice que el es un pecador que tiene sus manos llenas de sangre, el padre se levanta como
puede y se va pero nota que tuvo una erección contra su voluntad.
Por otro lado está Maria con uno de esos altos ejecutivos realizando su trabajo de manera
monótona, con un aburrimiento total y empieza acordarse de que una mañana cuando su
mamá le hacia el desayuno en un pueblo en el sur del país cerca de la selva del amazonas
donde tenían su rancho con dos parcelas sembradas de coca, en ese momento ella tenía 5
años y su hermana Alix era un año mayor, el padre de ellas vivía con otra mujer en el otro
extremo del pueblo; de repente hay una explosión, la guerrilla quería tomarse el pueblo
y la madre las cubre con su cuerpo y las lleva al parque del pueblo y en medio del parque
se desploma y muere a causa de una herida en la cabeza por el cruce de proyectiles entre
los policías y guerrilleros. Al medio día la Plaza de Miraflores estaba llena de helicópteros
del ejercito, el cadáver de su madre había sido recogido por la Cruz Roja, su padre no
aparecía y un sargento dio la orden de que se las llevaran a Bogota y las entregaran al
Instituto de Bienestar Familiar, pero no las entregaron y en cambio las dejaron en una
guarnición del ejercito, allí las pusieron a trabajar con las señoras de la cocina donde las
tenían como esclavas, pelando papas, desgranando alverjas, sacando la basura entre otras
cosas, una noche su hermana le dijo que se iba pero que regresaría por ella, cosa que
nunca sucedió, se fugo de la guarnición cuando tenía siete años y empezó a vivir en las
calles, mendigando y en algunas ocasiones robando. Un día un sacerdote le brindó la
posibilidad de vivir y de estudiar en una institución de caridad, gracias a él termino la
secundaria con notas sobresalientes, pero tubo que dejar la institución para otros más
pequeños que en su momento también necesitaron ayuda; el sacerdote era el padre
Ernesto. Ella empezó a buscar trabajo pero no consiguió y le tocó dedicarse a vender
tintos y aguas aromáticas en la plaza del mercado.
El hombre que estaba con ella le hablaba de los viajes que había echo y del tiempo que
había vivido en Europa, de pronto le dijo que iba al baño, ella mira el reloj y nota que es
tarde que son las once y diez minutos de la noche y se apresura a dejar caer la pastilla en
el vaso, cuando el hombre regresa y se toma el trago se empieza a sentir mal, entonces
ella le dice que va un momento al baño y sale a la calle a buscar un taxi para irse a su casa,
mientras sus compinches terminan el trabajo, le sacan tres millones de pesos al tipo,
llaman por teléfono a Maria y le informan que les fue muy bien, que le van a dar una parte
del botín ropa y regalos, y Maria sueña con tener a su hermana Alix a su lado.

CAPITULO IV

LUNA LLENA

El padre Ernesto llega confundido al cuarto de Irene, una muchacha de cabellos negros
que le llegan a los hombros con un cuerpo bien formado, él le pide que lo deje estar a su
lado y ella le dice que hace mucho cuando tuvieron un romance él le pidió que no
interviniera con su vocación que era lo que más quería, entonces el le dice que no la va a
volver a dejar, que la ama y que quiere formar una familia con ella, él la abraza y tienen
relaciones. El empieza a pensar en sus años en el seminario y recuerda lo difícil que era
para él la parte de la abstinencia y la castidad, fue por esos años cuando conoció el amor
total el del espíritu y la carne con Camila feroz, implacable, demoledora cuando ya no
pudo más habló con su superior y lo trasladaron de inmediato a Bogotá, estando en
Bogotá se acordó de Camila y la falta que le hacia y entro en un bar se emborracho y
estuvo con una jovencita era como si tuviera dos personalidades por un lado se sentía
avergonzado, y por el otro gozaba del placer. El consejero del seminario le recomendó un
psicoanalista que poco a poco lo fue ayudando y se fue controlando, hasta que por fin
pudo olvidar a Camila. Por un lado estaba feliz de volver a estar con Irene y por otro la
culpa el pecado manchando su investidura de sacerdote.

Andrés coloca La Victoria de Wellington de Beethoven en el equipo de sonido y piensa en


la conversación que tuvo con Angélica, se la imaginaba drogada con sus amantes y
pensaba si el había tenido la culpa de que ella se volviera así por haberla dejado y decide
acompañarla en su enfermedad, entonces la llama por teléfono el le pregunta como le fue
con los exámenes ella le informa que debe cuidarse ya que la enfermedad se encuentra
avanzada, el le dice que no la va a dejar solo que cuente con él en todo, ella piensa que el
se siente culpable y le dice que no se preocupe, sin embargo el insiste y le dice que la va
acompañar a las dos citas medicas que tiene semanales, ella dice que la próxima cita es
pasado mañana a las nueve de la mañana y el le dice que la recoge y luego la invita a su
casa para que almuercen algo rico, ella acepta.
Después de hablar con Angélica piensa en la falta que le debe estar haciendo Antonio su
padre, el era un hombre de barba blanca, apuesto de piel delicada y amaba mucho
Angélica pero desde muy joven había padecido de psicosis maníaco-depresiva que lo
mantenía cada cierto tiempo recluido en las clínicas siquiátricas, sin embargo aun en sus
peores crisis nunca se olvidaba de Angélica y el gran amor que sentía por ella; una tarde
que el padre de Angélica se encontraba interno en una Institución siquiátrica ella invito
Andrés para que fueran a visitarlo, cuando lo vieron ella lo colmo de besos pero el
permanecía retraído y le dijo que lo dejara solo con Andrés, él se acerco al viejo y éste con
lagrimas en los ojos le dijo que se llevara a su hija que no quería que lo viera así y le dijo
que era la última vez, Andrés inmediatamente se llevo a Angélica y esa misma noche
recibió una llamada de la clínica informándole que su padre había muerto de un paro
cardiaco.

Estando Maria en una discoteca con un hombre que era dueño de una empresa de
computadores, le aplica la dosis de escopolamina y el hombre le da taquicardia y dolor de
cabeza, ella aprovecha para irse y a el lo esperan Pablo y su amigo para llevárselo.
Maria toma un taxi en la calle y le da la dirección de su apartamento Carrera 15 con Calle
setenta y seis, es un hombre de unos veinticuatro años viste jeans y camisa deportiva, ella
se da cuenta que el asiento del copiloto está inclinado hacia delante pero piensa que es
para que el pasajero estire las piernas, el taxi toma otra ruta diferente por la Autopista
Norte y Maria le hace el reclamo pero el le dice que es para llegar más rápido, el hombre
se ríe y tiene los dientes amarillos, el empieza hablarle en tono agresivo, y de repente del
asiento del copiloto sale otro hombre, la amenazan con una navaja y se detiene en un
potrero cerca de la Avenida Boyacá, echan un cara y sello a ver quien la viola primero y le
toca al conductor del taxi, Maria es virgen y este se da cuenta, ella no hace ni un esfuerzo
por defenderse es como si no fuera ella la que le esta sucediendo, luego el otro
compinche la viola por detrás dentro del carro, cuando terminan la dejan tirada en el
prado con la ropa junto a ella, se viste toda adolorida y sangrando, camina con dificultad a
la avenida para pedir ayuda.

CAPITULO V

DIARIO DE UN FUTURO ASESINO

OCTUBRE 12: Escribe sobre una señora llamada Beatriz que le pide ayuda para los
desplazados y el le dice que no le va a dar nada para esa gente, tiene una discusión con la
señora, el no entiende por que la gente que lo rodea no entienden sus ideas y terminan
odiándolo.

OCTUBRE 13: El describe que siente odio y fastidio por las personas indigentes,
limosneros, deformes, personas especiales; el dice que este es un país de pordioseros
donde todos piden ayudas, los colegios, los curas, los hospitales, hasta el presidente se la
pasa pidiendo donaciones para el problema del narcotráfico.

OCTUBRE 14: Escribe sobre la Constitución donde habla del derecho a la diferencia y al
desarrollo de la libre personalidad, pero donde la sociedad cuando alguien es diferente lo
rechazan y relata que estuvo en una tienda que está frente al edificio donde el vive
pidiendo unos producto y el dueño lo hecho por que la Sra. Beatriz le contó sobre la
discusión que habían tenido y le dijo que el tenia un hermano desplazado que le habían
matado la esposa y sus dos hijos y que no quería volver a verlo en su tienda, después se
encontró con la encargada del aseo del edificio donde vivía y no le contesto el saludo ya
que Doña Beatriz era la que le había ayudado a conseguir el trabajo.

OCTUBRE 15: Relata que está asistiendo a la Universidad y que pronto terminara la
Carrera de Lenguas Españolas, dice que es el único adulto entre los muchachos entre
dieciocho y veinticinco años. Hay una muchacha compañera que le coquetea pero
cuando se da cuenta que no tiene carro se va, luego invita a una amiga almorzar y como
no es un restaurante caro la mujer se incomoda, el le dice que si no le gusta que se vaya, y
escribe que constantemente le pasa esta situación, todo el mundo tiene un interés, si no
hay dinero la gente te mira como a un ser despreciables.

OCTUBRE 16: Nombra el sexo y dice como lo deprime la falta de éste, pero describe que
siente asco de ir a los bares por la falta de aseo, que siente una manía excesiva por la
asepsia y la pulcritud corporal que no le permite acercarse a esas mujeres. Estando en un
bar conoció a una rubia alta de piernas largas y delgadas llamada Valeria y la invito estar
con él, hablaron, bebieron whisky y estuvieron divertidos pero cuando subieron al cuarto
y prendieron la luz, le dio asco ese cuarto sucio y deprimente y dejo a la mujer allí
plantada desde ese momento prefirió comprar la revista Play Boy y masturbarse en su
habitación.
OCTUBRE 17: Describe la muerte de su padre cuando tenia catorce años y vivían en un
pueblo, una vecina fue avisarle que fuera a la plaza, cuando llegó había mucha gente
rodeando un árbol gigantesco y una mujer le dijo Campo Elías no mires pero como pudo
se abrió paso y vio a su padre colgado en el árbol con una soga al cuello, el cadáver estaba
amoratado y con los ojos abiertos, el sacerdote mando a bajarlo con un machete,
mientras una beata comentaba que los suicidas no tenían perdón de Dios.

OCTUBRE 18: Escribe sobre su madre, como si fuera una anciana decrepita, sucia,
envidiosa y tacaña cuyo cuarto apesta a sudor y a carne descompuesta, dice que le pidió
plata prestada y se la negó, por eso le dio un empujón y la lanzó contra la alacena, fue a su
cuarto y de la mesa de noche cogió unos billetes y le dijo antes de salir que ahora entendía
por que su padre se había matado.

OCTUBRE 19: Cuenta que se reunió con un tipo de unos bigotes largos, en unos billares de
la Carrera Décima con Calle Quince para que asesinara a su mamá, el hombre le pidió por
el trabajo doscientos mil pesos en efectivo y le pareció caro, dijo que tenía que darle un
tiempo para recoger el dinero.

OCTUBRE 20: Cuenta que tiene una alumna de 14 años a la cual le da clases de Ingles y le
enseña el idioma a través de la novela de Robert Louis Stevenson, El extraño caso del
Doctor Jekyll y Mister Hyde. Está sorprendido sobre la opinión que le dio la joven sobre la
novela donde le dice que todos somos Ángeles y demonios al mismo tiempo, no somos
una sola persona, sino una contradicción, una complejidad de fuerzas que luchan dentro
de nosotros, que somos cobardes y heroicos, santos y pecadores, buenos y malos, todo
depende de esa lucha de fuerzas, no existe el bien y el mal separados, y que a veces se
confunden.

OCTUBRE 21: Describe que no soporta el ruido de los autos, los pitos, los taladros, los
aviones; que a veces se despierta a media noche escuchando esos ruidos y le provoca
cargar su revolver y salir a la calle a matar a todos esos cretinos que hacen escándalos sin
pensar en los demás.

OCTUBRE 22: Cuenta que odia las luces potentes y los reflectores, que se molesta cuando
los carros le iluminan la cara y le obligan a bajarla para no encandilarse, también detesta
la gente lenta, hacer fila en el cine y en el banco.

OCTUBRE 23: Cuenta que ese día se encontró con la señora que recogía plata para los
desplazados y le preguntó si ya había recapacitado, en cambió el le dijo que no, la insulto,
le dijo que no lo indispusiera con los vecinos y la amenazó con matarla a plomo y sacarle
las tripas, después de esto bajó las escaleras sonriente y dichoso.

OCTUBRE 24: Describe como en Octubre 24 de 1970 llegó a Nueva York y algunos amigos
suyos de la CIA le recomendaron un apoyo espiritual La Organización Rosacruz con Sede
en California, el escribe que varios ex combatientes de Vietnam, agentes del FBI y de la
CIA pertenecían a esta orden internacional. Una noche un maestro de la orden lo hizo
entrar en trance, escribió que su cuerpo se quedo quieto y su mente viajo siglos atrás
donde veía soldados luchando y el sangraba por una costilla y a su lado se encontraba
Alejandro Magno y al mes de esa visión decidió regresar a Vietnam.

OCTUBRE 25: Escribe que en la oscuridad de su habitación ve helicópteros levantando


polvaredas en las pistas de aterrizaje de los campamentos, recuerda el sol inclemente
quemando los cuerpos, el olor a marihuana antes de dormir, el sabor de los frijoles
enlatados, jugos de frutas con suplementos vitamínicos. Para los soldados occidentales en
Vietnam no fue un país o una zona de guerra sino un estado psicológico, donde se incluía
el insomnio, la sed, la paranoia constante, los deseos de sobrevivir, la melancolía, la
ansiedad y sobre todo las ganas de matar a los enemigos amarillos. Escribe que una vez
se encontró con un compañero Puertorriqueño que había servido en la misma división
que él y que después de unos tragos en el bar le confiesa que no ha podido olvidar los
combates y que algunas noches se levanta, carga el revolver y revisa toda la casa por si
hay algún enemigo escondido, Campo Elías le dice que lo de el es peor, que extraña la
acción, las emboscadas, los disparos, la sangre; el amigo le cuenta que se volvió a enlistar
para ir a Nicaragua y que sería bueno que el fuera también.

OCTUBRE 26: Cuenta que en su segunda visita a Vietnam se perdió con su amigo llamado
Morris, el cual no le temía a la muerte sino a la tortura, escribe que a las tres de la mañana
sedientos y cansados vieron un bohío en medio de una explanada y entraron con sus
armas listas para disparar. En el bohío solo estaba una anciana, una joven y un niño que
tenía entre cuatro y cinco años, los amordazaron, su amigo le dijo que debían descansar
un par de horas, pero Campo Elías le dijo que podían ser del Vietcong y que para que no
quedara evidencia el los mataba a cuchillo, describe que recordaba la sangre caliente
saliendo de sus gargantas y que Morris había tenido que salir a vomitar al ver esto, luego
se habían ido y se encontraron a sus compañeros.

OCTUBRE 27: Escribe como en su segunda visita a Nueva York cuando regresaba a altas
horas de la noche a su residencia militar, lo habían atacado dos negros para robarlo, ellos
tenían un revolver y le pidieron lo que tuviera, el hizo un movimiento como para sacar la
billetera pero en realidad saco su revolver y le apunto a la cabeza al que lo amenazaba y
le dijo que bajara el revolver y como no quiso le disparo en el centro de la cara, el
muchacho lo hirió en el costado derecho, el otro salio corriendo pero le disparo en la
espalda, sabia que no volvería a caminar, estuvo una semana en el hospital y se recuperó
satisfactoriamente.

OCTUBRE 28: Escribe que ha vuelto a tener pesadillas, donde ve gente mutilada, sangre y
que se levanta ahogado y sudando; que se levanta a tomar agua y escucha a su madre
roncando y no se explica por que no se ha atrevido a darle un tiro en el cráneo.

OCTUBRE 29: Narra que oye voces que le dicen que dispare, y que muchas veces tiene
insomnio que no se le va ni que se masturbe dos o tres veces.
OCTUBRE 30: Escribe que está harto de todo, que su vida no tiene sentido, que cuando se
mira al espejo solo ve un pedazo de mierda.

OCTUBRE 31: Cuenta que recibe un mensaje de su maestro Rosacruz el día de las brujas
donde le dice que es un soldado, entrenado para combatir, que no puede eludir su
destino.

NOVIEMBRE 1: Escribe que tuvo un espasmo muscular que lo obliga andar encorvado, dice
que la bruja le preguntó si estaba enfermo y el notó una leve sonrisa en su rostro, el le dio
dos patadas y se fue corriendo a su habitación pensando que algún día se la quitaría de
encima.

NOVIEMBRE 2: Cuenta que tuvo una ocurrencia extraña, estaba en el centro de la ciudad y
al pasar por una Iglesia sintió la necesidad de entrar. Se sentó en una banca y de repente
vinieron recuerdos de su vida, una vida llena de odio, de resentimiento, vacía y se puso a
llorar como un niño. Se le acercó un hombre vestido de negro que le ofreció ayuda, el le
dijo que no era creyente y se seco las lagrimas, pero el padre le dijo que no importaba y se
quedo hablando con el como si fueran dos viejos amigos, le confesó que odiaba a su
madre, que tenia ideas raras sobre crímenes, asesinatos, el padre Ernesto le dio sus
números de teléfono y le dijo que no fuera hacer una locura que se dejara ayudar y le
contó la historia del hombre que había matado su familia y que cuando quisiera podían
conversar, Campo Elías se sintió tranquilo cuando salió de la Iglesia.

NOVIEMBRE 10: Campo Elías se cuestiona por escribir el diario que lleva, ya que en algún
tiempo le hubiese gustado ser escritor, pero que en realidad esto lo aburría y prefería la
acción.

CAPITULO VI

FUERZAS DESCOMUNALES

En una tarde de aguacero se encuentra Maria en su cuarto, recostada en su cama


hablando con Pablo que se encuentra sentado en una silla a su lado y él le explica que los
exámenes que le hicieron no muestran que le hubieran contagiado ninguna enfermedad, y
que el de embarazo también salió negativo. El le dice que seria bueno que visitara un
psicólogo, para que pudiera superar de una mejor forma la violación, sin embargo Maria le
dice que lo único que la puede hacer sentir mejor es la venganza, que quiere que le ayude
a conseguir un sicario para matar los dos hombres que tanto daño le habían hecho y que
ella quisiera estar presente en ese momento, ella le da las placas que había memorizado
del carro para que localice a los tipos. Unos días después, entran Pablo y Alberto y Maria
los está esperando; Pablo abre una carpeta que contiene fotos, y toda la información de
lo hombres que violaron a Maria, el chofer se llamaba Alfredo Cortés, el manejaba el taxi
de noche tenia veinte tres años y había estado detenido por hurto calificado, el otro tipo
se llamaba John Freddy Márquez tenía veintiocho años y era electricista, que a veces
trabajaba para una banda de apartamenteros en el barrio Quiroga, era drogadicto y
desequilibrado, Maria los reconoce y Pablo le dice que tiene todo los datos, sus
direcciones y sus familiares y que habían contratado a dos profesionales para hacer el
trabajo, y que habían aceptado que ella estuviera presente. Pablo recoge a Maria a las
seis en punto de la tarde el día señalado, ella esta vestida con unos pantalones negros de
pana y una chaqueta de cuero negra como si estuviera de luto, ellos van en el Renault
doce y se detienen en un callejón en el Barrio Germania, el le explica que todos los Viernes
a eso de las siete y treinta Alfredo Cortés recoge a su compinche y se van en busca de una
victima, cuando el par de individuos se saludan tocándose los nudillos de la mano derecha
para irse, aparece un Jeep que frena justo detrás del taxi, tres hombres con pistola se
bajan y los encañonan, uno de los hombres se lleva el taxi y los otros les colocan unas
esposas y los meten en la parte trasera del Jeep, todo sucede en cuarenta y cinco
segundos. Después pasan por varios sitios de la ciudad hasta llegar a un descampado que
limita con un basurero. Los dos hombres hacen bajar a los esposados y los arrodillan
detrás de unos matorrales, Maria se dirige a ellos y se da cuenta de que ellos piensan de
que les querían robar el carro y en ese momento decide aclarar la situación de por que los
tenían ahí, ellos la reconocen y le piden perdón, ella se acuerda de todo lo que le hicieron
y da la orden de que los maten lentamente, los hombres les dispararon en los brazos, las
piernas y los genitales, por último los alzan del cabello y les pegan un balazo en la nuca.
Maria cerró los ojos y se le vino a la mente la imagen de su hermana Alix que le decía
antes de fugarse que esperara unos días y que ella volvería por ella.

El Padre Enrique recibe al Padre Ernesto con una limonada en el estudio de su Parroquia,
el le pregunta por el tipo de la cárcel y él le dice que gracias a la confesión que tuvo con él
logró el asesinato y el Padre Enrique le dice que lo que quiere es manipularlo para hacerle
daño. El Padre Ernesto le habla también del encuentro con Campo Elías y le describe que
tenía el cabello cortado al ras , como un soldado, que tenía como cuarenta y cinco años,
de estatura mediana de uno setenta y cuatro mas o menos, delgado de rasgos comunes y
corrientes, y que tenía cosas en común al otro, ya que tenía visiones donde mataba mucha
gente, y le dice que sintió con él lo mismo que con el otro, una maldad que lo tenía
aprisionado y que no lo iba a dejar escaparse fácilmente. También le cuenta el caso de la
posesión diabólica y le cuenta que está cansado que quiere retirarse y formar una familia,
cuando sale de la parroquia tiene una experiencia muy fea, se le acercan un pordiosero a
pedirle una limosna y de repente se ve rodeado de muchos y siente que lo van atacar, sin
mirar hacia atrás empieza a correr hasta que se siente a salvo.

Andrés camina por los jardines de La Fundación para Enfermos de Sida, el empieza
acordarse de su relación con Angélica y empieza atar cabos, debido a las llamadas que le
hacían sus amigos a altas horas de la noche, los regalos que le daban y como antes no
había sospechado nada, de repente empezó a imaginarse a Angélica teniendo sexo con
otros hombres y esto lo colocaba en una situación doble, que por un lado lo desesperaba
y por el otro lo excitaba. Angélica se le acerca y ya no tenía los granos en la cara, ella
parecía totalmente normal, el le propone que estén juntos, ella al principio se niega pero
después accede sabiendo el riesgo que corren, deciden entrar en un motel llamado
Galaxia 2000. El estaciona en un pequeño garaje de una cabaña independiente, entran a
la habitación y el le pregunta si la puede besar y ella le contesta que los besos no
contagian, el la besa y de repente empiezan a llegar nuevamente las imágenes de ella
teniendo sexo con otros y cada vez su excitación es más intensa, se coloca el condón y
siente como si esos hombres lo poseyeran y de repente la voltea de espaldas, se quita el
condón sin que ella se de cuenta y la penetra, lanzándose al abismo, tiene la sensación de
no ser él, cuando se da cuenta de la locura cometida se recuesta sobre la espalda de
Angélica.

CAPITULO VII

LA VIDA ES ASI

El Padre Ernesto decide ir a visitar a la señora Esther, ella le cuenta que retiro su hija del
colegio para evitar los rumores, y le dice que casi todo el día esta en la habitación. Que
habla cosas de él, que es un pecador, que va a perder y que su hija tiene todo el tiempo la
menstruación, que a veces habla y no se le entiende que no sabe si es otro idioma, pero
que durante el día la niña es normal. El le dice que va a enviar un informe a sus superiores
pero que no le asegura si la van a exorcizar, ella le ruega que la ayude, el le sugiere que la
amarre por su seguridad pero ella dice que no es capaz. El sacerdote decide subir a ver
como esta la joven, siente el olor nauseabundo, el se dice que no va a volver a caer en el
juego, pero una fuerza poderosa superior a él lo deja inmóvil junto a la cama, le toma la
mano y le hace acariciarla descaradamente el se resiste pero la fuerza de la mano de la
joven no lo deja retirar, el siente su miembro erecto junto a la cama y lucha por alejar las
imágenes sexuales que aparecen en desorden por su mente, para protegerse de la
excitación empieza a decir el Padre Nuestro en voz baja sin embargo la joven le hace
acariciar su vagina y cuando tiene el orgasmo el padre cae al suelo llorando y se da cuenta
que eyaculo y tiene su peor humillación y vergüenza, sin embargo decide recuperar
fuerzas y no aceptar la derrota tan fácilmente y le pregunta a la muchacha quien es el que
la posee y ella le contesta con voz varonil, que es materia fértil y fecunda, manada,
cardume, bandada, rebaño, que se multiplica, que su nombre es Legión y Jauría que es el
Señor y dueño del Mundo, el padre no soporta más y decide salir de la habitación, el se
desmaya en el último escalón y la señora Esther y la empleada lo auxilian, cuando vuelve
en sí le preguntan por la mancha del pantalón y el les dice que la joven lo vomito, el les
pide el favor de que nadie se entere de lo que paso y se va.

Andrés estaba sentado en la Plaza de Bolívar contemplando la gente que pasaba a las
cinco de la tarde, y las palomas refugiándose en la Catedral, el se acordaba de lo
sucedido en el Palacio de Justicia, con la toma del M19 como fue incendiado y como los
militares atacaron a sangre y fuego tantos civiles, la carnicería de mujeres y hombres que
nunca regresaron de los interrogatorios y sus brutales torturas, de cómo el Presidente que
se las daba de poeta nunca dio la cara durante esas horas de angustia y que ese mismo
año fue la erupción del volcán de Armero como fueron enterradas miles de familias y de
Omaira la niña que murió contando sus sueños y aspiraciones. El se preguntaba por que
el país tenía que ser así, por que no avanzábamos, por que tanta corrupción, el decide
caminar por la Calle Décima y en un almacén de zapatos ve un teléfono publico y llama a
Angélica, ella le dice que no quiere saber nada de él después de lo que pasó en el motel, y
él le dice que no la va volver a llamar nunca después de una acalorada discusión. Se siente
morir, quisiera rogarle que no lo abandone, pero decide que las mujeres aborrecen a los
hombres postrados, llega hasta la calle Veinte y entra en un bar oscuro y tenebroso en la
esquina de la Carrera Once, lo atienden dos mujeres gordas, y vulgares, él pide una botella
de aguardiente con soda, una de ellas le trae lo que pidió y le cobra tres mil pesos, él le
paga tres mil quinientos con la propina, mientras empieza a tomar y a pensar en todo lo
que ha sucedido con Angélica se le acerca un hombre que le pregunta si es pintor, ya que
lo había visto en una revista cuando se gano un Premio Nacional el año anterior, el le
contesta que sí y el hombre se presenta como Campo Elías, mientras hablaban el hombre
le dijo que si tuviera que pintarlo como lo haría y en ese momento vinieron imágenes
terribles a la cabeza de Andrés, sangre, sudor, humo, muerte, disparos entrando en la
carne saludable del hombre y dejando en ella agujeros imborrables, Andrés se siente mal
y se despide.

En el Restaurante Salerno en la Carrera Séptima a las seis de la tarde, con el clima lluvioso,
Maria le agradece a Pablo todo lo que ha hecho por ella, pero decide retirarse del negocio
y comenzar una nueva vida con los ahorros que tiene, ella le dice que va a buscar al
sacerdote que la saco de las calles y que va pedirle su consejo, ya que es la única persona
que tiene, Pablo se entristece por que no la va a volver a ver y se despide con un beso en
la mejilla, ella le dice que le de sus agradecimientos a Alberto también. Maria camina por
varias calles y se dirige a la Iglesia del Padre Ernesto ya siendo de noche, ella asiste a misa
de siete, y siente que el padre Ernesto no ha cambiado nada, se acordó que cuando tenia
como ocho o nueve años el le había contado la historia de Pinocho, y ella le había
preguntado si la habían hecho en un taller, por que no tenía ni papá ni mamá, el le
recordó que los tuvo pero que ya no estaban y que él nunca la iba a dejar. Cuando la misa
terminó y la gente fue retirándose el padre Ernesto la reconoció y fue y la abrazó con
fuerza, se saludaron y estaban felices de verse nuevamente, ella le dijo que quería
confesarse, cerraron la Iglesia ella se arrodillo y empezó a contarle todo lo que había
sucedido en su vida, desde el negocio con sus amigos hasta la muerte de sus violadores,
pero lo que más le impresionó al padre fue ver que ella no sentía ninguna culpa ni
remordimiento, el le recordó que no hay perdón sin remordimiento, ella le pide perdón y
el la abraza le murmura unas oraciones, le ordena a Maria un examen de conciencia , le
indica una penitencia y la absuelve de sus pecados, el le dice que la va ayudar.

CAPITULO VIII

CIRCULOS INFERNALES

El Padre Ernesto sentado en su escritorio revisa una carpeta que contiene recortes de
prensa archivados por años en una secuencia que cubre los dos últimos lustros (10 años),
primero mira la foto de un joven de diecisiete años que tenía un revolver, cinco cajas de
municiones, un lanzador de cohetes, siete obuses de mortero en su habitación su nombre
era Cesar Padilla cursaba sexto bachillerato (Grado XI), el repetía que solo quería estar
preparado para cualquier eventualidad cuando lo interrogaron en la investigación. Por
otro lado miraba otro recorte donde Amnistía Internacional denunciaba la tortura
utilizada por las instituciones militares y la policía; que consistía en la Violación sexual,
ahogo, mutilación, disminución de las capacidades sensoriales, y técnicas audiovisuales.
Nombraba como la CIA había entrenado las fuerzas policiales de países sudamericanos
con métodos como el electroshock en los testículos, y que la CIA ofrecía miles de dólares
por el manual de tortura de los Dominicos (Comunidad religiosa que sobresalió varios
siglos por su tortura tanto física como psicológica). Seguía pasando las páginas y de
pronto se detiene en una foto de una muchacha rubia de dieciocho o diecinueve años que
es llevada esposada a una patrulla de policía y lee la redacción del periódico al lado de la
foto, cuenta como Carmen Romero así se llamaba la joven, tuvo a sus padres durante
catorce días, atados en el sótano de la casa a pan y agua torturándolos en las
extremidades superiores e inferiores y cuando escucho el sonido de las sirenas policiales
los ahorco con sus propias manos, cuando uno de los policías dijo que era una locura, ella
le respondió que los locos eran sus padres, ya que su padre la violó desde niña en
complicidad de la madre, y les dijo que ellos sufrieron solo dos semanas mientras ella
había sufrido mas de diez años. En otro recorte describía una noticia sobre una enfermera
llamada Conchita Rubio que trabajaba en un geriátrico y envenenó a más de catorce
ancianos, por que le daba pesar que sufrieran por que extrañaban a sus hijos y nietos.
Luego se dirigió a la Biblioteca y tomó dos libros llamados El Enigma de las Brujas de Fray
Leopoldo Santos y las Huestes de Satán de Ezequiel Bautista donde el primero describen
que varias de las Brujas capturadas exponían en sus declaraciones el triunfo seguro de
Satán sobre el planeta, una mujer llamada Ana Maria de Georgel era una hija verdadera
de Satanás, hacia embrujos y ella decía que Dios es el Rey de los cielos y el Diablo el Rey
de la tierra. Estas palabras hacían que el padre Ernesto se sintiera identificado con ellas,
ya que sentía El Triunfo del Mal, y como una caminata por la ciudad podía describir los
círculos infernales como eran los rostros de los mendigos, de los locos, de los solitarios, de
los prisioneros, de los suicidas, de los asesinos de los terroristas y de los hambrientos. El
segundo libro se refiere a una extraña obra perseguida por el Santo Oficio cuyo titulo era
Los Tres Impostores que hacía alusión a una hipótesis donde la humanidad había sido
engañada por Moisés, Jesús y Mahoma. El autor describe una campesina suiza detenida
por la Inquisición y donde ella reta a sus captores mientras la conducen a los sótanos de la
Iglesia para interrogarla diciendo: Cristo no es más que uno de los tres grandes impostores
que han engañado a los ingenuos e ignorantes; y des cribe que si ellos no se dan cuenta de
que el rey de las tinieblas reina en este mundo, los hijo y los nietos si lo notaran, ya que
vendrán hambrunas, pestes, guerras, cada quien buscará su propio beneficio y ahí se
sabrá quien triunfará, en ese momento el padre Ernesto piensa que se esta cumpliendo
esa profecía y decide irse hablar con el padre Darío de Brigard, lleva sus folios y camina
hacia el Centro de la Ciudad, el va pensando en todos los años que perdió en la Institución
habiéndole podido servir a Dios desde otra perspectiva, y esta seguro de su renuncia
irrevocable. El llega a una oficina amplia en una universidad donde el padre Brigard dicta
cátedra de Teología, una secretaria joven y bien maquillada lo anuncia y lo espera un
hombre de estatura media y ojos hundidos, gordiflón, calvo y con papada; hablan de cosas
que han sucedido últimamente como el hombre que mato a su familia; le pregunta por la
muchacha poseída y le dice que si la muchacha ha hablado en Arameo la lengua del
maligno y le habla de un caso de una joven que lleva siete años poseída y el mismo papa la
ha exorcizado y ha salido siempre perdedor, finalmente le dijo que hablara con la madre
de la joven ya que era mejor que la llevara al siquiatra. Entonces el padre Ernesto
aprovecha para darle los documentos de su renuncia y le pide el favor de que mande a un
sacerdote a reemplazarlo lo antes posible.

Maria estaba preparando los últimos detalles para abandonar el apartamento con dos
maletas donde tenía sus cosas personales y estaba tomando directamente de la botella
barata de un vino californiano unos sorbos, cuando llamaron a su puerta y era una
muchacha de dieciocho o diecinueve años, con el pelo largo y liso hasta la mitad de la
espalda, con ojos felinos y cejas arqueadas, que se presenta con el nombre de Sandra la
vecina del apartamento 205 y le pidió el favor de que la dejara pasar por el balcón hasta
su apartamento ya que las llaves se le habían quedado a dentro, Maria la dejó pasar y
logró abrir el apartamento, Sandra la invita a ir a su apartamento y Maria va con la botella
de vino; empiezan hablar y Maria le dice que ella era modelo, pero que se quedó sin
trabajo y que debe empezar a recortar gastos y que por eso se muda a Teusaquillo,
Sandra le dice que ella es estudiante de Comunicación Social, pero que ha perdido dos
semestres por que ella quería estudiar era Bellas Artes, y conversan como si fueran viejas
amigas sobre la vida que han tenido, después de varios tragos de vino y unas cervezas, ya
mareadas por el alcohol; Sandra besa en la boca a Maria y esta no se resiste tienen
relaciones de una manera tierna y acogedora donde no sienten ningún tipo de
remordimiento, más bien Maria siente una paz que nunca había sentido.

Estando Andrés en su estudio ojeando unas láminas de Gauguin, se detiene en un óleo de


1.896 llamado Autorretrato o en el Gólgota, donde Gauguin se pinta como un Cristo
atormentado y se dirige a su biblioteca y abre el diario de éste llamado Noa-Noa, donde el
Francés describe como se sentía, derrotado, amargado y como decide exiliarse a las Islas
de los mares del sur a vivir con indígenas lejos de los ignorantes que piensan que el arte
solo es una transacción comercial, y no lo valoran como debería. De repente se acuerda
de Angélica y decide llamarla, y vuelven a discutir pero esta vez Andrés es muy duro con
ella, y le tira el teléfono. Después más calmado decide llamar a su tío el padre Ernesto y
se citan para el otro día a las tres de la tarde en la iglesia. Luego Andrés trae un espejo y
se observa como si fuera hacer su autorretrato, se mira la línea de sus cejas, la curvatura
de la boca, su cara alargada y su piel templada y limpia, de pronto una imagen lo asustó
cuando vio su cuello manchado de sangre, los ojos llenos de pánico, y dos impactos de
bala en la frente y el espejo se estalló en el suelo.

CAPITULO IX

BUSCAR E INVENTAR DE NUEVO


El Padre Ernesto acariciando a Irene le dice que le tiene una sorpresa, le cuenta que
renunció a la Iglesia, que quiere formar a una familia y que a penas llegue el reemplazó se
van, él le dice que se van a mudar a un apartamento, que van a tener tres hijos y que van
a ser muy felices, también le cuenta que va a trabajar en un Instituto de Investigaciones
Sociales. Ella se queda muy sorprendida por la noticia pero feliz. Después Irene le cuenta
que la señora Inés una vecina de la señora Esther le dijo que la joven ha empeorado, y que
estaban pensando en vender la casa por que les da miedo vivir ahí y que la empleada le
había dicho que la joven volaba por el aire, que las mesas y las camas se movían solas, que
el cuarto huele alcantarilla y que la voz del demonio hablaba todas las noches, él le dice
que debe hacerles una visita pero que es mejor que no se meta en eso. Al día siguiente el
Padre Ernesto se toma un café negro sin azúcar, se despide de Irene y se va para donde la
señora Esther. La señora Esther lo recibe y le informa que su hija esta cada vez esta peor
que le ha salido erupciones en el cuerpo pero que lo que más le preocupa es que dice que
lo va a matar, el no presta mucha atención y le informa que la Iglesia no quiso aceptar lo
del exorcismo ella se queda muy angustiada, pero el le dice que la van a llamar para darle
asesoria espiritual y se despide.

Andrés sale a caminar por el centro de la ciudad se acuerda de Gauguin y se lo imagina


llegando a la Polinesia con sus lienzos, instalándose en su cabaña en el distrito selvático de
Mataeia en Papeete, la capital de Tahití, donde consiguió una amante de una de las tribus
del lugar llamada Tehura y logro empezar una nueva vida; el piensa que debería hacer lo
mismo escaparse algún lugar donde nadie supiera de él. Después de mucho caminar y
divagar en sus pensamientos entra en una librería y busca la sección de literatura
colombiana y extrae un libro de Álvaro Mutis lo abre al azar y encuentra un texto que esta
como si fuera escrito para él, tenia de titulo Los Viajes y hablaba de que había que conocer
nuevas ciudades, diferentes razas, que había que inventar de nuevo, que aun quedaba
tiempo. Cierra el libro y siente que eso es lo que él debería hacer. Sale de la librería y
cuando pasa por el Parque Santander, al lado del Edificio de Avianca aparece un recuerdo
frente a sus ojos, él tenía ocho o nueve años cuando lo llevaron del colegio junto con otros
niños de primaria a una excursión a la iglesia de Monserrate. En la cima de la montaña
estaba un viejo de barba gris que alquilaba un telescopio viejo y sucio por unas cuantas
monedas, él y su compañero de pupitre Álvaro Pombo reunieron y lo alquilaron por cinco
minutos cada uno, Andrés observo la Plaza de Bolívar, los carros y en un momento divisó
el edifico de Avianca envuelto en llama de la mitad de los pisos hacia arriba, veía gente
que corría con el pelo revuelto la ropa quemada, algunos desesperados se lanzaban del
edificio, el empieza a gritar que hay un incendió, y de repente, él, su amigo y el viejo, se
turnaban para ver por el telescopio sin importar el tiempo del alquiler, cuando regresó a
su casa, en la noche los noticieros daban la noticia y Andrés le decía a todos que él lo
había visto en vivo. Andrés sigue

su camino hacia la iglesia de su tío Ernesto cuando pasa cerca de la Plaza de Bolívar, ve un
tumulto cerca al Senado y escucha hablar a unos celadores que oían un noticia en la radio,
sobre un tipo que tenia un arma y estaba en el Senado y amenazaba con matar a los
Senadores, el sigue su camino y llega a la iglesia, su tío Ernesto le abre y lo recibe con
mucha alegría y le ofrece un jugo de maracuya, luego Andrés le cuenta todo sobre su vida,
lo que ve cuando pinta a la gente, su experiencia con Angélica, el temor que siente de
haber podido contraer la enfermedad, las ganas que siente de escaparse y dejar todo;
luego que termina el Padre le dice que él debe reconsiderar la decisión que piensa tomar
ya que él es un privilegiado que lo ha tenido todo, y por eso esta en la obligación de rendir
cuenta de su talento y debe ser responsable ante la sociedad por los beneficios recibidos,
Andrés se siente completamente tranquilo y le da las gracias a su tío por el apoyo y los
ánimos recibidos.

La luz de la mañana despierta a Maria, se da media vuelta y encuentra a Sandra junto a


ella que le sonríe y le pregunta como durmió, luego desayunan siguen hablando sobre sus
vidas, pero Maria no le cuenta sobre su verdadero trabajo, ni de la violación, y Sandra
reflexiona sobre las cosas que ha desperdiciado por su inmadurez, Maria le dice a Sandra
que no se arrepiente de lo que pasó la noche anterior, Sandra le pone su apartamento a la
orden para cuando ella quiera venir; se abrazan se despiden y quedan de llamarse por la
noche, para saber como le fue con el trasteo y para ir al cine al otro día. Maria deja sus
cosas en el nuevo apartamento, le avisa a Pablo que le dejo en portería un sobre con las
llaves del otro apartamento y que ya pueden disponer de él, le agradece por todo y se
despide. Enseguida marca el número del padre Ernesto el la invita para que se vean a las
cuatro de la tarde para que conozca a su sobrino Andrés, luego Maria se va de compras,
compra un colchón, dos almohadas, dos sabanas, dos sobresabanas, cuatro fundas, tres
cobijas de lana, dos cubrecamas de diseños geográficos y se los llevan del mismo almacén
al apartamento nuevo y ella ubica el colchón en el centro de la habitación, ella reflexiona y
dice en voz alta que faltan las cortinas, y un radio para no sentirse sola. Se va para donde
el Padre Ernesto, llega a las cuatro y cinco, el padre Ernesto la recibe y la abraza y la
conduce al estudio y le presenta a su sobrino Andrés, el padre le comenta que Andrés es
un gran pintor que ganó un premio nacional de pintura, ella observa la mirada de Andrés
penetrante y como aprieta su mano con fuerza, el los invita a sentar y les cuenta que
renunció al sacerdocio por que quiere formar una familia y los lleva a la cocina para
presentarles a Irene. Los invita a comer a todos esa noche en el Restaurante Pozzetto, un
restaurante italiano que quedaba en la Séptima con Setenta y dos.

CAPITULO X

SATANAS

Campo Elías un excombatiente de Vietnam y ahora profesor de Ingles se encontraba


leyendo muy nervioso la novela El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mister Hide de Robert
Louis Stevenson; el cree que es un Ángel Exterminador, el divaga entre ser un militar o un
miserable profesor de Ingles, cuando está metido en ese laberinto de confusión lo llama la
madre desde la cocina, el decide no hacerle caso, esta atrapado en las palabras del libro
que lo invitan a una transformación inmediata, la madre le toca la puerta del cuarto para
preguntarle si esta enfermo ya que lleva dos días sin salir del cuarto y sin comer nada, él la
insulta y le tira unos zapatos contra la puerta. Entra al baño se baña y se acicala, alista su
mejor traje, toma un revolver calibre 38 corto y las municiones, brilla sus zapatos de
cuero, se viste con toda la calma, pendiente de cada detalle, se coloca la funda del
revolver del lado izquierdo, cierra el cinturón ribeteado de balas y amarra en su lado
derecho la vaina del cuchillo, piensa en la película Taxi Driver con Robert de Niro en la
escena donde él se mira al espejo, abre las piernas, desenfunda su arma contra un
contrincante imaginario y hace los mismos gestos y movimientos.

Toma su libreta de ahorros y la novela y se las guarda en el bolsillo derecho del saco de
paño sin avisarle a su madre. Se dirige al Banco de Bogotá y le dice al Cajero que va a
cerrar la cuenta, el cajero le dice que tiene cuarenta y nueve mil ochocientos noventa y
seis pesos con noventa y tres centavos, el cajero le da unos billetes y unas monedas, él
cuenta el dinero dos veces y le dice que le faltan cuarenta y tres centavos, entonces el
cajero le da una moneda de cincuenta, pero el dice que no le quiere deber plata al banco,
el cajero para no armar un problema habla con el gerente del banco y le dan los cuarenta
y tres centavos.

El se va reflexionando sobre su vida, que nunca fue normal, no tuvo una familia, nunca
llevo hijos al colegio, que le hubiese gustado ser un escritor, y que en cambio le había
tocado ser un hombre de armas.

Baja del autobús en la Carrera Cuarenta camina dos cuadras hacia el norte y timbra en el
apartamento trescientos cuatro en un edificio lujoso, le contesta doña Matilde y el se
anuncia diciendo que viene hacerle una visita, ella lo deja entrar, ella le ofrece una Coca-
Cola y él le pregunta por su hija y ella le dice que esta haciendo un ensayo sobre la novela
que esta estudiando en las clases de Ingles con él, se toma la bebida y le dice que no va a
poder seguir dictando las clases por que se va para Nicaragua, ella le dice que se cuide y
no alcanza a terminar la frase cuando el le estaba golpeando el rostro con los puños
cerrados, luego la golpea en la nuca y la deja inconciente, luego la amarra de pies y manos
con un cordón que encontró en la cocina y le sella la boca con cinta aislante. Luego se va
al cuarto de Maribel que esta sentada en su mesa de trabajo con los audífonos del
walkman que no le deja oír lo que esta sucediendo. La saluda como si no hubiese
sucedido nada y empiezan hablar sobre el libro, sobre el bien y el mal, luego

le dice que viene a darle una lección practica y empieza a golpearla, luego saca el cordón
y la amarra a los cuatro extremos de la cama, saca el cuchillo y lo hunde en los brazos, en
las piernas, se masturba encima de la joven mientras ella grita de dolor, luego la acuchilla
en el esternón, en el estomago y en el corazón, hasta que la mata, luego se va al baño y se
limpia. Luego sale a la sala y se da cuenta que la señora Matilde recuperó el
conocimiento, empieza a insultarla, le destapa la boca, le cuenta como mató a su hija y le
clava dos puñaladas en el corazón y dos en el abdomen y la mata, vuelve y se asea y se
coloca una ropa del antiguo esposo de la señora, saca la ropa manchada de sangre en una
bolsa de basura y la bota en una caneca pública.
Se dirige a la universidad a pedir asesoria para la tesis que esta haciendo, pero la persona
que debe ayudarlo no le presta mucha atención y decide irse.

Llega a su apartamento y la madre está en la cocina ella le pregunta de quien es la ropa


que tiene puesta y el empieza a insultarla a decirle que ella hizo que su papá se matara
por que le había sido infiel, ella le dice que ella sufrió mucho, pero que ella lo quería que
no la tratara así, el saca su revolver y le dispara en la frente, luego la envuelve en papel
periódico le hecha gasolina y le prende fuego, tiene sentimientos encontrados, se siente
libre pero a la vez se acuerda cuando era niño, y su mamá le hacía galletas, lo abrazaba y
le daba besos el día de su primera comunión, cuidándolo cuando estaba enfermo, de
pronto ve el incendio y se acuerda de imágenes de guerra, y del ángel exterminador, baja
al apartamento trescientos uno y le abre una muchacha agraciada que lo saluda y el le da
un tiro en la cara, una muchacha que venía del fondo que vino a preguntar que pasaba le
dio un tiro en la frente. Luego se dirige al apartamento trescientos dos, y se tropieza con
la señora Beatriz la hace arrodillar y le coloca el revolver entre los ojos después de
insultarla le dispara y la mata, se va al apartamento ciento uno y toca, luego le abren la
puerta dos universitarias a las que les dice que le presten el teléfono que hay un incendio
en su apartamento, ellas lo dejan entrar, el le pide la guía telefónica y ella se la da y
cuando ella va a discar el teléfono saca el revolver y le dispara en el parietal izquierdo,
enseguida hace un ángulo recto y le apunta a la otra muchacha que esta horrorizada y el
le pega un tiro entre los ojos, desde el fondo aparece una tercera chica bostezando tiene
abundante cabellera negra y ojos azules, el le hace un disparo pero el revolver ya no tiene
balas, vuelve y lo carga, ella se esconde en el cuarto y el abre la puerta de una patada y le
dispara en el oído izquierdo, luego se va del apartamento y baja al salón de entrada del
edificio y hay algunos curiosos mirando el incendio del cuarto piso, abre la puerta y ve un
cartel que anuncia la obra Bodas de Sangre , de Federico García Lorca, lo deja como en
trance y piensa que ese es el destino de los guerreros casarse con la muerte.

Deambula por las calles sin poner atención a nada, luego va a la carrera 28 y timbra en
una modesta pintada de blanco con las ventanas y las puertas verdes, le abre una mujer
de unos 45 años y lo saluda con cariño, ella se llama Doña Carmen, ella le ofrece una Coca
Cola ya que sabe que es su bebida preferida, el le dice que viene a despedirse por que se
va para la China, le dice que la va a extrañar ya que ella ha sido muy especial, que cuide
mucho a sus hijos y que lo despida de su esposo.

Sale a la calle y se da cuenta que esta oscureciendo consulta el reloj y son las seis y
cincuenta de la tarde piensa en lo siguiente, que tiene derecho a la última cena y que
luego el ángel anunciara el Apocalipsis.

Entra en el Restaurante Pozzetto, elige una mesa cerca del baño, pide vino rojo y una
pasta bologña, pide un vaso pequeño de Coca Cola, un flan de caramelo y por último un
vodka con jugo de naranja, se da cuenta que el restaurante esta lleno y de que no hay
escoltas ni franco tiradores, se dirige al baño, prepara el revolver, guarda balas en el
bolsillo izquierdo del saco y deja la vaina del cuchillo libre, luego se mira en el espejo y
dice en voz alta Llego el fin del mundo sargento. Sale del baño y empieza a dispararle a la
gente que tiene cerca en la cabeza, todo se vuelve un caos, las personas de las veintiséis
mesas del restaurante van quedando acorraladas sin posibilidad de escapar, de repente
reconoce los rostros del padre Ernesto, Andrés el pintor y con ellos acompañándolos Irene
y Maria y les dice bienvenidos al infierno, los mata primero a ellos y luego a las dos
acompañantes, el empieza a delirar a ver nubes de insectos, peces de colores, abejas,
hatos de reses pastando en potreros, luego se acerca al padre y con el dedo índice toma
sangre que sale de su cabeza y escribe en el suelo Yo soy Legión. La policía ingresa al
establecimiento y disparan en desorden, Campo Elías se pone de pie y abre los brazos en
cruz pero ninguno de los agentes da en el blanco, entonces el se lleva el revolver a la sien
y se dispara.

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