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PANORAMA BIBLICO
DEL ANTIGUO
TESTAMENTO
Mg. Roberto C. Flores Gonzales
En la tradición judeocristiana,
el canon tiene un propósito
triple. En primer lugar, define
y conserva la revelación a fin
de evitar que se confunda
con las reflexiones
posteriores en torno a ella.
Tiene el objetivo, además, de
impedir que la revelación
escrita sufra cambios o
alteraciones. Por último,
brinda a los creyentes la
oportunidad de estudiar la
revelación y vivir de acuerdo
con sus principios y
estipulaciones.
En el siglo IV se empleó la palabra «canon» para
determinar no solamente las normas de fe, sino
también para referirse propiamente a las
Escrituras. El «canon» de la Biblia es el catálogo de
libros que se consideran normativos para los
creyentes y que, por lo tanto, pertenecen, con todo
derecho, a las colecciones incluidas en el Antiguo
Testamento y en el Nuevo.
El canon de la Biblia hebrea
De acuerdo con los diversos
relatos evangélicos, Jesús utilizó
las Escrituras hebreas para
validar su misión, sus palabras y
sus obras (véase Mc 1.14; Lc
12.32). Los primeros creyentes
continuaron esa tradición
hermenéutica y utilizaron los
textos hebreos y
particularmente sus
traducciones al griego en sus
discusiones teológicas y en el
desarrollo de sus doctrinas y
enseñanzas. De esa forma la
iglesia contó, desde su
nacimiento, con una serie de
escritos de alto valor religioso
Los libros de la TANAK , divididos en tres grandes
secciones:
La primera sección, conocida como Torah («Ley»),
contiene los llamados «cinco libros de Moisés»:
Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La segunda división, conocida como Nebiim .
(«Profetas»), se subdivide, a su vez, en dos grupos:
(a) «Los profetas anteriores»: Josué, Jueces, Reyes
y Samuel; (b) «Los profetas posteriores»: Isaías,
Jeremías, Ezequiel y el Libro de los Doce.
La tercera sección de la Biblia hebrea se conoce
como Ketubim («Escritos»), e incluye once
libros: Salmos, Proverbios y Job; un grupo de cinco
libros llamados Megilot («Rollos») Cantar de los
Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester;
y finalmente Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.
Con las iniciales de
Torah, Nebiim y
Ketubim se ha
formado la palabra
hebrea Tanak,
nombre que los
judíos usan para
referirse a la Biblia
hebrea, nuestro
Antiguo Testamento.
Proceso de «canonización»
De acuerdo con esa teoría, la Torah fue la
primera en ser reconocida como canónica,
luego del retorno de los judíos a Judá, al
concluir el exilio de Israel en Babilonia
(ca. siglo V a.C.). Posteriormente los
Nebiim fueron aceptados en el canon,
posiblemente al final del siglo III a.C. Y
finalmente, los Ketubim—que representan
la última sección de la Biblia hebrea—
fueron incorporados al canon al final del
siglo I d.C., al concluir el llamado
«Concilio» de Jamnia.
El descubrimiento de numerosos manuscritos cerca
del Mar Muerto ha arrojado gran luz en el estudio y la
comprensión de la cuestión del canon entre los judíos
de los siglos I a.C. y I d.C. Entre los manuscritos
encontrados existen copias de todos los libros de la
Biblia, con la posible excepción de Ester. Aunque la
gran mayoría de los documentos bíblicos se han
encontrado en forma fragmentaria, se han
descubierto también varios documentos bíblicos casi
completos.
Posiblemente ya para el comienzo de la era cristiana
había un acuerdo básico entre los diferentes grupos
judíos respecto a los libros que se reconocían como
autoritativos. Lo más probable es que, con relación al
canon judío, durante el siglo I d.C. se aceptaban
como sagrados los 24 libros de Tanak (Torah, Nebim
y ketubim), pero la lista no se fijó de forma
permanente hasta el final del siglo II o a comienzos
del III de la era cristiana.
Es muy difícil determinar con precisión los
criterios que se aplicaron para establecer
la canonicidad de los libros. Algunos
estudiosos han supuesto que entre los
criterios se encontraban el carácter legal
del escrito y la idea de que fueran
inspirados por Dios. Otros, sin embargo,
han indicado que cada libro debía
aceptarse de acuerdo con la forma que
celebraba o revelaba la manifestación de
Dios. Ese criterio brindaba al libro la
posibilidad de ser utilizado en el culto.
El Antiguo Testamento
en la Biblia Hebrea
LA LEY LOS PROFETAS
LA LITERATURA
1. Génesis Libros Poéticos
Anteriores
2. Éxodo 1. Salmos
1. Josué
3. Levítico 2. Proverbios
2. Jueces
4. Números 3. Job
3. Samuel
5. Deuteronomio Los cinco Rollos
4. Reyes (Megilloth)
Posteriores 1. Cantar de los
1. Isaías Cantares
2. Jeremías 2. Ruth
3. Ezequiel 3. Lamentaciones
4. Los doce 4. Ester
5. Eclesiastés
Libros Históricos
1. Daniel
2. Esdras – Nehemías
3. Crónicas
La Septuaginta: el canon
griego
Uno de los resultados del exilio de Israel
en Babilonia fue el desarrollo de
comunidades judías en diversas regiones
del mundo conocido. En Alejandría, capital
del reino de los Tolomeos, el elemento
judío de la población de habla griega era
considerable. Y como Judea formaba parte
del reino hasta el año 198 a.C., esa
presencia judía aumentó con el paso del
tiempo.
Luego de varias generaciones,
los judíos de Alejandría
adoptaron el griego como su
idioma diario, dejando el hebreo
para cuestiones cúlticas. Para
responder adecuadamente a las
necesidades religiosas de la
comunidad, pronto se vio la
necesidad de traducir las
Escrituras hebreas al idioma
griego. La Torah—o
«Pentateuco» como se conoció
en griego—fue la primera parte
de las Escrituras en ser
traducida; posteriormente se
tradujeron los Profetas y el
resto de los Escritos.
Una leyenda judía, de la
cual existen varias
versiones, indica que 70
ó 72 ancianos fueron
llevados a Alejandría
desde Jerusalén para
traducir el texto hebreo
al griego. Esa leyenda
dio origen al nombre
«Septuaginta» (LXX),
con el que generalmente
se identifica y conoce la
traducción al griego del
Antiguo Testamento.
El orden de los libros en los manuscritos
de la Septuaginta difiere del que se
presenta en las Escrituras hebreas. Al final
del capítulo se encuentra un diagrama
donde se pueden comparar ambas listas.
Posiblemente ese orden revela la
influencia cristiana sobre el canon. No
fueron los judíos de Alejandría los que
fijaron el canon griego, sino los cristianos.
Con respecto a los libros y adiciones que
se encuentran en la Septuaginta, la
nomenclatura en los diversos círculos
cristianos no es uniforme. La mayoría de
los protestantes denomina esa sección de
la Septuaginta como «Apócrifos»; la
Iglesia Católica los llama
«deuterocanónicos». «Apócrifos», para la
comunidad católica, son los libros que no
se incluyeron ni en el canon hebreo ni en
el griego. Los protestantes los conocen
como «pseudoepígrafos».
Los libros deuterocanónicos son los
siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría,
Eclesiástico (Sabiduría de Jesús ben Sira),
Baruc, 1 y 2 Macabeos, Daniel 3.24–90;
13; 14 y Ester 10.4–16.24. La mayor
parte de estos textos se conservan
únicamente en manuscritos griegos.
El Antiguo Testamento
en Griego
LA LEY LIBROS POÉTICOS LIBROS HISTÓRICOS
(Pentateuco) 1. Josué
1. Job
Génesis
Salmos 2. Jueces
Éxodo 2.
3. Ruth
Levítico 3. Proverbios
Números 4. Eclesiastés 4. 1Samuel
Deuteronomio 5. Cantar de los 5. 2Samuel
Cantares 6. 1Reyes
7. 2Reyes
8. 1Crónicas
LIBROS PROFÉTICOS LIBROS PROFÉTICOS
9. 2Crónicas
PROFETAS MAYORES PROFETAS MENORES
1. Isaías 1. Oseas 7. Nahum
2. Jeremías 2. Joel 8. Habacuc
3. Lamentaciones 3. Amós 9. Sofonías
4. Ezequiel 4. Abdías 10. Hageo
5. Daniel 5. Jonás 11. Zacarías
6. Miqueas 12. Malaquías
TRASFONDO HISTORICO CONTEXTUAL Y LITERARIO
DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Objetivo de la Geografía Bíblica.
El estudio cuidadoso de la geografía histórica
de las tierras bíblicas es importante por dos
razones:
1. Estas regiones han ejercido una inmensa
influencia sobre nuestro mundo occidental.
No solo en detalles como el alfabeto, la
metalurgia, la astronomía, medicina,
etcétera... sino más fundamentalmente en la
herencia de la religión judío cristiana.
2. El estudio de la geografía es necesario para
el entendimiento de la Biblia.
Egipto
En el sur, en el valle del
Nilo, a partir del año 3000
a. C, EGIPTO se
convierte en un pueblo
importante, gobernado
por dinastías de reyes o
faraones que residen
unas veces en el norte
(Menfis) y otras en el sur
(Tebas). La historia de
Egipto suele dividirse por
dinastías. El éxodo tuvo
lugar probablemente bajo
la XIX dinastía (hacia el
1250).
Babilonia
La civilización tuvo su
origen en las llanuras de
Sinar, que se extendía entre
los ríos Tigris y Eufrates,
desde el punto donde más
se acercan hasta las playas
del Golfo Pérsico, conocido
posteriormente como
Babilonia.
Asiria.
Se localiza al
noroeste de
Babilonia, limita al
oeste con el
desierto Sirio y al
norte y este por los
montes urartianos
(armenios) y
persas.
Palestina.
Palestina ha
ejercido una
inmensa influencia
en la historia del
mundo fuera de
proporción con su
tamaño y recursos
naturales. Su
prominente papel
en la determinación
de la vida religiosa
del mundo
moderno, es
sorprendente.
Situación
Geográfica.