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LA EVOLUCIÓN DE LA BANCA DOMINICANA DE LOS

AÑOS 2002 HASTA 2006

La banca de República Dominicana ha tenido un crecimiento excepcional en


los últimos años, tras haber perdido casi la mitad de su patrimonio en el año
2003, a consecuencia de la crisis financiera que produjo la quiebra
de Banínter, y otros dos bancos.

En efecto, el índice de Solvencia de la banca local pasó de 8.91% en el 2003


a 14.33% en marzo pasado, mientras que el del Sistema Financiero subió de
un 8.8% en 2004 a 17.37%, en el mismo período; superando en más de siete
puntos el mínimo de 10% establecido por la Ley Monetaria y Financiera.

Ambos indicadores reflejan la capacidad financiera con que cuentan los


bancos para hacer frente a las pérdidas no esperadas en el desarrollo de sus
actividades y un adecuado respaldo de los activos y contingentes ponderados
de riesgo.

Medina (2003), se refirió a que la crisis bancaria se inició desde principios del
2002 desde que el Banco Central de la República Dominicana anunció que
pasaría a un esquema de tipo de cambio que implicaba la flotación libre de la
divisa: “Desde agosto de 2002, el Banco Central comenzó a recibir
requerimientos de fondos en adelantos de parte de los bancos comerciales.
Este recurso, que estaba anteriormente desierto, creció hasta alcanzar
RD$8,610 millones en marzo de 2003. En abril de 2003, el banco de mayor
tamaño (Banco Intercontinental o BANINTER) agotó su capacidad para
ofrecer las garantías correspondientes, que ascienden a 1.5 veces el monto del
adelanto solicitado. Esto resultó en el reconocimiento de la quiebra de
BANINTER”. Asimismo, las autoridades monetarias daban cuenta de que
habían identificado deficiencias financieras en el Banco Nacional del Crédito,
BANCREDITO, y en el Banco Mercantil que también se disolvieron.

Es así como a finales del primer trimestre del 2003, estalló la crisis financiera
que involucró la quiebra de tres de los más grandes bancos del país. Estas
dificultades del sistema financiero se encuentran en el centro de la crisis
económica general que afectó al país durante el 2003.

La medida inmediata adoptada por el gobierno fue la de rescatar estas tres


instituciones bancarias y compensar completamente a todos los depositantes
(incluyendo los Off-shore). Según el informe del estado de economía del
2003: “El recate financiero de las tres entidades fue equivalente a finales del
2003 a un 20.3% del PIB, es decir: $101686.3 millones”. Para compensar esta
demanda de dinero el Banco Central profundizó sus medidas en restricción
monetaria. Incrementó la emisión monetaria en un 101.6%, sin embargo un
66% no constituyó la emisión de billetes ni monedas, si no la emisión de
certificados de inversión a elevadas tasas de interés. Además el encaje legal
aumentó en encaje a un 20% en moneda local y un 5% adicional para los
depósitos en moneda extranjera. Esta política reflejó una serie de resultados
negativos (Breve análisis tomando como base el informe del Banco Nacional
de República Dominicana):

 El Producto Interno bruto: En el 2003 fue del -0.4%.


 Los precios internos: Tal y como lo muestra el gráfico 2, la tasa de
interés anualizada fue del 43%, esto a raíz de la depreciación de la
moneda.
Debilidad en supervisión alentó crisis

Las malas prácticas bancarias, la debilidad técnica de la autoridad supervisora


y reguladora de la banca (Superintendencia de Bancos), y la falta de
coordinación de la política fiscal y monetaria permitió que se cultivara la crisis
bancaria del 2003, que llevó a la pobreza a casi un millón y medio de
dominicanos.

Así lo explicó el intendente de la Superintendencia de Bancos, Daris Javier


Cuevas, quién tiene un doctorado y varias especialidades en manejo de crisis
bancarias.

Apuntó que cuando explotó la crisis financiera del 2003, la Ley Monetaria y
Financiera de República Dominicana apenas tenía seis meses de promulgada
y no se habían aprobado sus reglamentos.

Pero sí contemplaba un pago de 500 mil pesos para los depositantes de las
entidades quebradas, monto que fue violentado y se pagó una cantidad
mayor. “ Así se pasó de un problema privado a uno público” . Para el
salvataje, el Banco Central realizó una emisión monetaria de RD$ 110,000
millones, creando un nuevo problema al país: el déficit cuasifiscal.

El 2006 fue un año histórico para el sistema financiero dominicano. Fue, sin
duda, el año en el que la banca resurgió. A menos de tres años de una de las
crisis financieras más duras registradas en toda América Latina, que acarreó
profundas transformaciones de cuatro importantes bancos múltiples (y la
disolución de uno de ellos) y de todo el marco prudencial y supervisor que
regulaba el sistema, podemos concluir, en retrospectiva eso sí, que no hay mal
que por bien no venga.

A pesar de que la rentabilidad para los accionistas del sistema disminuyó de


16.6% en 2005 a 14.4% en 2006, los tres principales bancos (Reservas,
Popular y BHD) lograron un retorno promedio mucho mayor del 21%. La
tríada de colosos, que ahora concentra más del 59% de los activos del sistema
(56% en 2005) presenta cada uno características particulares. El Reservas se
mantiene como el banco múltiple más grande, rentable y eficiente, no obstante
su naturaleza pública. Popular Dominicano, que ya en 2005 tenía más de
RD$43 mil millones en su cartera de créditos, logró aumentar sus préstamos
en RD$13 mil millones, para un colosal 30%. de utilidad.

Comportamiento de su cartera de cliente


El sistema bancario de República Dominicana “es altamente concentrado”.
Los tres bancos más grandes muestran una participación de mercado de 63%
en términos de activos a marzo de 2014, afirma Fitch Ratings, en una informe
especial de junio de 2014.

La entidad recuerda que en mayo afirmó todas las calificaciones y


perspectivas de los cuatros bancos comerciales más grande de República
Dominicana, los que incluye al Banco de Reservas (BR), al Banco Popular
Dominicano (BPD), al BHD y al Banco Múltiple León (BML).

Para ese entonces, Fitch opinaba que las calificaciones de incumplimientos del
emisor de largo plazo de esos bancos se mantenían en perspectiva estable (B) .

Para ese mes, aún el BHD y el León no habían completado su proceso de


fusión. Datos a septiembre de este año, publicados por la Superintendencia de
Bancos, revelan que esos cuatros bancos, una vez que han sido convertidos en
tres, concentran el 78% de los activos de la banca múltiple.

La agencia calificadora estima en su reporte que los indicadores de calidad de


los activos de esos bancos “son estables o mejoraron en 2013”, impulsado por
un crecimiento crediticio moderado, y un fortalecimiento de la economía del
país. Sin embargo, concluye que, comparados con sus pares internacionales,
“los indicadores de calidad de los activos de los bancos dominicanos fueron
más débiles”.
Cartera de crédito

Las corporaciones de crédito, muy activas hasta 2003, han ido desapareciendo
del mercado financiero dominicano. Su actividad y ponderación en el total de
las operaciones y activos ha venido disminuyéndose durante los últimos 15
años.
En los registros de la Superintendencia de Bancos (SIB) hay asentadas al
menos 108 corporaciones de ahorro y crédito, pero la fecha permanecen 14 en
operación, la mayoría por cese o liquidación voluntaria, otras porque pasaron
a otra categoría o simplemente fueron absorbidas. Según los datos disponibles,
en este segmento del sector financiero no se han vuelto a abrir nuevas
entidades.
Las que están en funcionamiento tienen más de 15 o 20 años en el mercado.
Los cierres se han dado todos los años, algunas veces más de una por mes.
Entre los últimos cierre de corporaciones de ahorro y crédito están Rona,
Palosa, Oriental, Finatal, Finanzar, El Efectivo, Toinsa, América y
Providencial, entre otras.

Cartera de inversión y préstamo a los MIPYME (micro,


pequeñas y medianas empresas)
El sector de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme), ha ido
creando las bases para obtener préstamos que le permitan avanzar más en su
desarrollo.
De acuerdo con datos de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), los
créditos a las mipyme tuvieron un crecimiento acumulado de 96.7%, al
comparar el monto desembolsado a noviembre de 2017, equivalente a
RD$221,679.88 millones, con lo desembolsado en 2012, cuando el monto
alcanzó los RD$112,702.6 millones. De acuerdo con los estadísticas de la
ABA, en el Boletín trimestral Año 9, número 37, año 2018, se trata de un
ritmo superior al crecimiento acumulado de la cartera total de préstamos al
sector privado (82.9%). Con relación a la cantidad de préstamos otorgados a
las mipymes, estos pasaron de 96,339 en 2012 a 460,652 en 2017, registrando
un crecimiento acumulado de 378.2%.

El Banco Múltiples Banesco, entidad financiera que arribó a sus ocho años en
República Dominicana, está enfocado en crecer “con calidad” en su cartera de
créditos, y en apoyar al sector de las pequeñas y medianas empresas (Pymes),
por considerarlas el motor del crecimiento de la economía.

El Banco de Reservas otorgó durante los primeros tres meses del año 471
millones de pesos a pequeños y medianos empresarios de todo el país, con lo
que se eleva a más de RD$911.35 millones los recursos puestos por la entidad
en manos de las Pymes en los últimos seis meses.

El administrador general de Banreservas, comenta que según las proyecciones,


al cierre de 2013 se alcanzará una cifra superior a los RD$2,000 millones en
colocaciones en ese sector productivo, considerado prioritario por el gobierno
dominicano.

En total las empresas beneficiadas con los préstamos otorgados en el período


comprendido entre octubre de 2012 y marzo de 2013 cuentan con una nómina
de 10,943 empleados, número que podría incrementarse gracias al impulso
que los recursos frescos aportados por Banreservas les ha brindado.

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