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Lección 4
EL CRITICISMO TEXTUAL
Introducción:
El alto criticismo se ocupa más bien de los factores externos que incidieron en
el libro. Trata de responder preguntas como: ¿Quién escribió el libro? ¿Dónde fue
escrito? ¿Cuándo? ¿Qué factores externos influyeron en su escritura? ¿Por qué fue
escrito?
Estas preguntas no son malas en sí mismas. De hecho, tenemos que lidiar con
ellas constantemente al estudiar los libros de la Biblia. Sin embargo, muchos de los
que han estado envueltos en el alto criticismo, se han dedicado más bien a la tarea
de atacar la autenticidad y confiabilidad de las Escrituras.
I. BAJA CRÍTICA:
Una de las primeras cosas que analiza la crítica textual son los diversos tipos de
errores que podían cometer los copistas. A continuación, algunos de los más
frecuentes, tomados en su mayor parte del rollo de Isaías procedente de
Qumran.
1. Haplografía: la escritura de una letra, sílaba o palabra una sola vez, cuando
debe escribirse más de una vez. Por ejemplo, en Jue. 20:13 el TM dice
BNYMN (Benjamín) en lugar de BNY BNYMN (los hijos de Benjamín)
como aparece en la LXX.
2. Ditografía: escribir dos veces lo que sólo se debe escribir una vez. Por
ejemplo, en Is. 30:30 dice HSMY HSMY (hará oír hará oír) en lugar de
HSMY, como aparece en el TM.
3. Metátesis: alterar el orden de las letras de un vocablo o el orden de las
palabras. Por ejemplo, en Is. 32:19 dice HY’R (los montes) en lugar de
H’YR (la ciudad) en el TM.
4. Fusión: combinar dos palabras separadas para formar una. Un ejemplo
interesante es el de Lv. 16:8, donde Jerónimo, ajustándose a la
interpretación de la LXX entendió que el término L’Z’ZL (por Azazel) era
un caso de fusión de L’Z ‘ZL (un macho cabrío para ser enviado).
5. Fisión: dividir una palabra en dos.
6. Homofonía: la sustitución de un homónimo por otro. Por ejemplo, a
menudo LW (a él) sustituye L’ (no), como en Is. 9:3 que en el TM dice:
“multiplicaste la gente; no has multiplicado la alegría”.
7. Incorrecta interpretación de letras similares. Por ejemplo, confundir la D
(dálet) por la R (resh). Así, el nombre “Dodamin” en Gn.; 10:4, aparece
como “Rodanim” en 1Cro. 1:7 (que parece ser la mejor variante, ya que
probablemente se refiere a los rodios.
8. Homoeoteleuton (del gr. “terminación similar”): la omisión de un pasaje
interpuesto, porque el copista pasó directamente de un final a otro final
semejante (Is. 4:5; 1Sam. 14:41).
“Los críticos textuales han establecido ciertos criterios Standard para ayudar a
una bien fundada elección entre dos o más variantes competitivas. Ocurre a
menudo que dos o más de estas reglas o ‘cánones’ son de aplicación en una
circunstancia dada, e inclinan la balanza de la preferencia en direcciones
opuestas… Pero este método debe ser aplicado muy discriminadamente y con
la debida consideración de todas las circunstancias especiales que puedan
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Con respecto a esto, Millar Burrows dice lo siguiente: “No debería ser
necesario, pero tal vez lo sea, repetir que una antigua variante no es
necesariamente una buena variante. Los textos de Qumran están llenos de
variantes demostrablemente inferiores al texto tradicional. Para decir la misma
cosa en otras palabras, la verdad es que, aunque parezca paradójico, una
variante pre-masorética no es necesariamente anterior a una masorética. El
texto protomasorético ya existía en Qumran y en otras copias junto con textos
divergentes; nos parece justo y razonable decir que el TM era el tronco y las
otras variantes, las ramas que brotaron de él” (cit. por GLA; nota 1; pg. 63).
Canon No. 2: Dar preferencia a la variante más difícil. Esto así porque se
supone que el escriba habría de inclinarse a simplificar o clarificar la
terminología original en vez de complicarlo y hacerlo más difícil de entender.
Canon No. 4: Dar preferencia a la variante que mejor explica todas las
variantes. Por ejemplo, el TM del Sal. 22:16 dice: “como el león mis manos y
mis pies”; mientras que la columna hebrea de la Políglota Complutense dice:
“perforaron de lado a lado…”. La segunda versión parece más apropiada; tanto
la LXX, la Peshita, la Vulgata y el Salterio Hebreo de Jerónimo dicen: “Han
perforado” u “horadado”.
Canon No. 5: Dar preferencia a la variante que cuente con el más amplio
apoyo geográfico.
Por ejemplo, “un texto favorecido por la LXX, la Itala y la Copta no contará
con la misma garantía y autenticidad de un texto en el cual coinciden la Peshita
y la Samaritana. Esto es debido a que la Itala y la Copta son traducciones hijas
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El Dr. Laird Harris nos provee la siguiente ilustración para explicar este hecho:
“Suponiendo que deseamos medir la longitud de cierto lápiz. Con una cinta
métrica medimos este en 6 ½ pulgadas. Una medida más cuidadosa con una
regla indica 6 9/16 pulgadas. Chequeando este con una escala de ingeniero,
encontramos que este mide levemente más de 6.58 pulgadas. Una medida más
cuidadosa con una escala de acero bajo condiciones de laboratorio revela que
este mide 6.577 pulgadas. No satisfecho aún, mandamos el lápiz a Washington
donde los mismos maestros calibradores (medidores) miden para verificar con
la yarda uniforme de EEUU marcada en una barra de platino preservada en
Washington.
Más adelante veremos los manuscritos que tenemos disponibles, tanto del AT
como del NT; por ahora, solo queremos señalar que, aparte de que debemos
suponer que si Dios inspiró las Escrituras, El se encargaría también de
preservarla, las evidencias a favor de la integridad del texto bíblico son
sencillamente abrumadoras.
Aunque hoy tenemos muy pocas copias disponibles del AT, sobre todo en
comparación con el NT, tenemos abundantes razones para confiar en la
excelencia de esas pocas copias.
1.1. Por las pocas variantes de los manuscritos existentes del TM. Por
ejemplo, al comparar el texto de Ezequiel del Códice de Leningrado
(escrito con puntuaciones babilónicas) con el texto estándar palestino
encontraremos solo 16 conflictos reales entre los dos textos.
1.2. Por el acuerdo casi literal de la mayor parte de la LXX con el TM. Laird
Harris dice al respecto: “El hecho es que si descartamos nuestras Biblias
Hebreas, la Septuaginta, aún sonando extraña en algunos lugares, sería
una muy satisfactoria copia del Antiguo Testamento. De hecho, en los
primeros tres siglos de la Iglesia Cristiana, cuando la mayoría de los
cristianos hablaba el griego fluidamente, la Septuaginta era usada casi
exclusivamente” (cit. por NLG; pg. 253-254).
(1) Un rollo de sinagoga debe escribirse sobre las pieles de animales limpios.
(2) Preparado por un judío para el uso particular de la sinagoga.
(3) Estos deben ser atados juntos con cuerdas tomadas de animales limpios.
(4) Cada piel debe contener cierto número de columnas, iguales a lo largo del
códice completo.
(5) El largo de cada columna no debe extenderse sobre menos de 48 o más de
60 líneas; y el ancho debe constar de 30 letras.
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(6) La tinta debe ser negra, no roja, ni verde, ni de ningún otro color, y debe
prepararse de acuerdo a una receta determinada.
(7) Una copia autentica debe ser el modelo, desde el cual el que transcribe no
deberá desviarse en lo más mínimo.
(8) Ninguna palabra o letra, ni siquiera una jota, deberán escribirse de memoria,
sin que el escriba haya mirado el códice que está delante de él…
(9) Entre cada consonante debe intervenir el espacio de un cabello o hilo;
(10) Entre cada parashah nuevo o sección nueva, el ancho de nueve
consonantes;
(11) Entre cada libro, tres líneas.
(12) El quinto libro de moisés deben terminar exactamente con una línea; pero
esto no es necesario con el resto.
(13) Además de esto, el copista debe sentarse vestido completamente con el
atuendo judío,
(14) Lavar su cuerpo completo.
(15) No empezar a escribir el nombre de Dios con una pluma recién insertada
en tinta,
(16) Y aun si un rey se dirigiera a él mientras escribe ese nombre, no debería
ponerle atención.
más de un 95 por ciento del texto. El cinco por ciento de las variantes
consisten principalmente en obvios errores del copista y diferencias de
ortografía” (GLA; pg. 27).
X
A B C
a b c d e f
a.1 b.1 c.1 d.1 e.1 f.1
a.2 b.2 c.2 d.2 e.2 f.2
Hasta la fecha más de 5,000 han sido clasificados. Aparte de las traducciones
antiguas que tenemos del latín, el siríaco y el copto, las cuales suman unas
24,000.
Aparte de eso, el NT completo puede ser reproducido de las múltiples citas que
encontramos en comentarios, sermones y cartas de los padres de la iglesia del
segundo y tercer siglo, en cuyos escritos encontramos más de 36,000 citas de
los versículos del NT.
“Los Anales del Imperio Romano” de Tácito, escrito en el 116 d. C., de los
primeros 6 libros sólo tenemos una copia que data del 850 d. C. Los libros 7 al
10 se perdieron por completo. Los libros 11 al 16 se encuentran en otro
manuscrito que data del siglo XI.
Dividió todo el libro del Génesis, más los dos primeros capítulos del Éxodo en
Jahvista y Elohista, atribuyéndole en un principio a Moisés la tarea editorial de
combinar estos materiales pre-mosaicos; aunque más adelante aceptó la opinión
de que el Pentateuco fue escrito en una época posterior a la de Moisés, a la vez
que extendió la división J-E a la mayor parte de éste.
Por ejemplo, nos dicen que “los libros históricos del AT no muestran
vestigios de la existencia de una legislación P o de un código mosaico
escrito, hasta después del exilio”; pero cuando se les muestran los
numerosos textos que hacen referencia a la ley mosaica en los libros
históricos, entonces argumentan que esos textos fueron insertados luego. En
otras palabras, las mismas evidencias en que se apoya la teoría son
rechazadas cuando entran en conflicto con la teoría.
3. “Los documentalistas dan por sentado que los autores hebreos se diferencian
de todos los demás escritores conocidos en la historia de la literatura
universal en el hecho de que solamente ellos eran incapaces de usar más de
un nombre para Dios; más de un estilo de escritura…; más de uno de varios
posibles sinónimos para expresar una idea; más de un tema tipo o círculo de
interés”.
6. “Toda vez que por ingeniosas manipulaciones del texto se descubre una
‘discrepancia’, al interpretar una palabra fuera de su contexto, no ha de
aceptarse ninguna explicación reconciliadora, sino que, por el contrario, hay
que explotar la supuesta discrepancia para ‘probar’ la diversidad de fuentes”.
1. El propio Pentateuco sostiene que fue Moisés quien lo compuso (Ex. 17:14;
24:4, 7; 34:7; Nm. 33:1-2; Deut. 31:9, 11).
2. En otros libros del AT se señala a Moisés como el autor (Jos. 1:7; 8:31-32 –
comp. Ex. 20:25; 1R. 2:3; 2R. 14:6 – cita a Deut. 24:16; 2R. 21:8; Esd. 6:18;
Neh. 13:1; Dn. 9:11-13; Mal. 4:4).
3. El NT se refiere a Moisés como el autor del Pentateuco (Mt. 19:8; Jn. 5:46-
47; 7:19; Hch. 3:22 – cita a Deut. 18:15; Rom. 10:5 – cita a Lv. 18:5).
1. En el relato del éxodo figuran detalles que sólo pudieron ser registrados por
un testigo presencial (Ex. 15:27; Nm. 11:7-8).
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5. Contó con el tiempo suficiente para escribir una obra tan monumental como
el Pentateuco, al permanecer en el desierto durante 40 años.
Conclusión:
“La Biblia ha sido ‘juzgada y hallada sin falta’. Ha sido probada tanto por
incrédulos y creyentes, y siempre ha sobrevivido ilesa. La revista Time lo
reconoció hace unos años en un artículo de portada:
“…Después de más de dos siglos de encarar los fusiles más pesados que pudieran
haber sido traídos para que los soportara, la Biblia ha sobrevivido – y está quizá
mejor preparada para el ataque. Aún en los mismos términos de los críticos –
hechos históricos – la Escritura parece más aceptable ahora que cuando los
racionalistas comenzaron el ataque”.
“Charles Haddon Spurgeon dijo la misma cosa hace más de un siglo atrás. En
su comentario del Salmo 12:6, Spurgeon escribió: ‘La Biblia ha pasado a través del
horno de la persecución, el criticismo literario, la duda filosófica y el
descubrimiento científico, y no ha perdido nada excepto aquellas interpretaciones
humanas que se adhieren a ella como aleación al precioso mineral…’