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Cuentos o relatos para reflexionar

1. El hijo, el hijo, ¿quién se lleva al hijo?


2. Dios lo sabe
3. Huellas en la arena
4. La silla
5. Los dos hermanos
6. En el andén de la vida
7. La ciudad de los pozos
8. Cura para... …La tristeza
9.La vasija agrietada
10.El amor y el tiempo
11.Las tres rejas
12. El anciano diácono
13. Te has dado cuenta que...
14. Jesús…
15. Cuento sin "U"
16. ¿Es Usted Jesús?
17. El árbol de la Cruz
18. Asamblea en la carpintería
19. “El valor de cada uno”
20. “Un helado de chocolate”
21. “El cofre del tesoro”
22. La jaula de los jilgueros
23. “El gusano y la mariposa”
24. “La pequeña orquesta”

1. EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIÉN SE LLEVA AL HIJO?

Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección, desde Picasso
hasta Rafael. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte.

Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en batalla
mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su
único hijo. Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó a la puerta. Un joven con un gran
paquete en sus manos le dijo al padre: "Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su
hijo dio la vida. El salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le
atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba muy a menudo de usted y de su amor por
el arte."

El muchacho extendió el paquete: "Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que
a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto."

El padre abrió el paquete. Era un retrato de su hijo pintado por el joven soldado. El contempló con
profunda admiración la manera en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la
pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de los ojos de su hijo que los suyos propios se
inundaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro.

" Oh no señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un regalo."
El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados
llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería.

El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta para todas las pinturas que poseía.
Mucha gente importante y de influencia acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso
cuadro de la colección.

Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta.
"Empezaremos los remates con este retrato titulado "El Hijo". ¿Quién ofrece por este retrato?" Hubo un
gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación gritó: "¡Queremos ver las pinturas famosas!
¡Olvídese de ésta!" Sin embargo el subastador persistió: ¿Alguien ofrece algo por esta pintura?,
¿$100.00 dólares?, ¿$200.00 dólares?".

Otra voz gritó con enojo: "¡No venimos por ésta pintura! Venimos a ver los Van Goghs, los Rembrants.
¡Vamos a las ofertas de verdad!" Pero aun así el subastador continuaba su labor: "¡El Hijo!, ¡El Hijo!
¡¿Quién se lleva "El Hijo"?!

Finalmente, una voz se oyó desde muy atrás del cuarto: "¡Yo doy diez dólares por la pintura!" Era el viejo
jardinero que por muchos años había servido en la casa con el padre y el hijo. Siendo muy pobre, no
podía ofrecer más.

"¡Tenemos $10 dólares!, ¡¿Quién da $20?!" gritó el subastador.

"¡Dásela por $10! ¡Muéstranos de una vez las obras maestras!", dijo otro exasperado."

"¡$10 dólares es la oferta! ¡¿Dará alguien $20?! ¿Alguien da $20?"

La multitud se estaba poniendo bien enojada. Nadie mas quería aquella pintura, "El Hijo". Querían las
que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastador golpeó por fin el
mazo: "Va una, van dos, ¡VENDIDA por $10 dólares!"

Un hombre que estaba sentado en segunda fila gritó feliz: "¡Ahora empecemos con la colección!"

El subastador soltó su mazo y dijo: "Lo siento mucho damas y caballeros, pero la subasta llegó a su
final."

"Pero, ¿qué de las pinturas?"

"Lo siento. Cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me informó de un secreto estipulado en
el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento.
Solamente la pintura de "EL HIJO" sería subastada. Aquel que la comprara heredaría absolutamente
todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. ¡El hombre que compró EL HIJO
se queda con todo!

Reflexión:

Dios nos ha entregado a su Hijo Jesús que murió para salvarnos. Así, como el subastador, su mensaje
hoy es: "¡EL HIJO, EL HIJO, ¿QUIÉN SE LLEVA EL HIJO?" Quien ama al Hijo lo tiene todo.

Mateo 6:33 "Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura."
2. Dios lo sabe

Cuando has llorado en angustia y dolor...

Dios ha contado tus lágrimas.

Cuando crees que tu vida se ha detenido y el tiempo solo pasa...

Dios espera contigo.

Cuando estás solo y tus amigos están muy ocupados, aún para una llamada telefónica...

Dios está a tu lado.

Cuando has tratado todo y no sabes hacia donde ir...

Dios te mostrará el camino.

Cuando nada tiene sentido y estás frustrado sin saber hacia dónde ir...

Dios tiene la respuesta.

Si de repente tu mirada al mundo exterior se hace más brillante y encuentras senderos de luz...

Dios te ha susurrado en el oído.

Cuando las cosas van bien, y tienes mucho que agradecer...

Dios te ha bendecido.

No importa si te sientes bien o mal. Dios siempre está contigo y te acompaña en las buenas y en las alas.

Nunca dejes de hablar con Dios y contarle tus problemas , pues muchas personas buscan a alguien con
quien hablar y desahogarse, sin embargo no hablan con el único que siempre va a escuchar con
misericordia y paciencia, sin sacar a relucir tus errores.

Busca a Dios de corazón y cuéntale tus problemas, pues

El siempre te acompaña y te cuida... lo creas o no...te guste o no... El nunca te abandona...porque te


ama.

3. HUELLAS EN LA ARENA

Una noche soñé que caminaba a lo largo de una playa acompañada por Dios.

Durante la caminata muchas escenas de mi vida fueron proyectándose en la pantalla del cielo.

Según iba pasando cada una de esas escenas, notaba que unas huellas se formaban en la arena.

A veces aparecían dos pares de huellas, otras solamente aparecía un par de ellas.
Esto me preocupó grandemente porque pude notar que durante las escenas que reflejaban etapas
tristes en mi vida, cuando me hallaba sufriendo de angustias, penas o derrotas, solamente podía ver un
par de huellas en la arena.

Entonces le dije a Dios: -“Señor, tú me prometiste que, si te seguía, tú caminarías siempre a mi lado. Sin
embargo, he notado que durante los momentos más difíciles de mi vida sólo había un par de huellas en
la arena: ¿Por qué cuando más te necesitaba no estuviste caminando a mi lado...?”

El Señor me respondió: -“Las veces que has visto sólo un par de huellas en la arena, hijo mío... ha sido
cuando te he llevado en mis brazos”.

4. La silla

La hija de un hombre le pidió al sacerdote que fuera a su casa a hacer una oración para su padre que
estaba muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en
su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas. Había una silla al lado de su cama, por lo que el
sacerdote asumió que el hombre sabía que vendría a verlo.

- "Supongo que me estaba esperando", le dijo.

- "No, ¿quién es usted?", dijo el hombre.

- "Soy el sacerdote que su hija llamó para que orase con usted. Cuando vi la silla vacía al lado de su cama
supuse que usted sabía que yo iba a venir a verlo".

- "Oh sí, la silla", dijo el hombre enfermo. "¿Le importa cerrar la puerta?".

El sacerdote, sorprendido, la cerró. "Nunca le he dicho esto a nadie, pero... toda mi vida la he pasado sin
saber cómo orar. Cuando he estado en la iglesia he escuchado siempre al respecto de la oración, que se
debe orar y los beneficios que trae, etc., pero siempre esto de las oraciones me entró por un oído y salió
por el otro, pues no tengo idea de cómo hacerlo. Por ello hace mucho tiempo abandoné por completo la
oración. Esto ha sido así en mí hasta hace unos cuatro años, cuando conversando con mi mejor amigo
me dijo: "José, esto de la oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Así es como te
sugiero que lo hagas... Te sientas en una silla y colocas otra silla vacía enfrente tuyo , luego con fe mira a
Jesús sentado delante tuyo. No es algo alocado el hacerlo, pues Él nos dijo 'Yo estaré siempre con
ustedes'. Por lo tanto, le hablas y lo escuchas, de la misma manera como lo estás haciendo conmigo
ahora mismo".

José continuó hablando: "Es así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo unas
dos horas diarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija, pues me
internaría de inmediato en la casa de los locos".

El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto y le dijo a José que era muy bueno lo que había
estado haciendo y que no cesara de hacerlo, luego hizo una oración con él, le extendió una bendición,
los santos óleos y se fue a su parroquia.

Dos días después, la hija de José llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido. El
sacerdote le preguntó: "¿Falleció en paz?". "Sí", respondió la hija. "Cuando salí de la casa a eso de las
dos de la tarde me llamó y fui a verlo a su cama. Me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso.
Cuando regresé de hacer compras una hora más tarde ya lo encontré muerto. Pero hay algo extraño al
respecto de su muerte, pues aparentemente justo antes de morir se acercó a la silla que estaba al lado
de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré. ¿Qué cree usted que pueda significar
esto?".

El sacerdote se secó las lágrimas de emoción y le respondió: "Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa
manera".

Autor desconocido.

5. LOS DOS HERMANOS

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en un conflicto. Este
fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo
maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continua . Esta larga y beneficiosa
colaboración terminó repentinamente. Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta
llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas
seguido de semanas de silencio.

Una mañana alguien llamó a la puerta de Luis. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con
herramientas de carpintero. -"Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño, "quizás usted
requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Sí", dijo el
mayor de los hermanos, "Tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí
vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera
entre nosotros y el tomó su buldózer y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros.
Bueno, el pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero le voy a hacer una mejor. ¿Ve usted aquella
pila de desechos de madera junto al granero? Quiero que construya una cerca, una cerca de dos metros
de alto, no quiero verlo nunca más."

El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala
para hacer los hoyos de los postes y le entregaré un trabajo que lo dejará satisfecho."

El hermano mayor le ayudó al carpintero a reunir todos los materiales y dejó la granja por el resto del
día para ir por provisiones al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando,
clavando. Cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero justo había terminado su trabajo.

El granjero quedó con los ojos completamente abiertos, su quijada cayó. ¡No había ninguna cerca de
dos metros! En su lugar había un puente -¡un puente que unía las dos granjas a través del arroyo!- Era
una fina pieza de arte, con todo y pasamanos.

En ese momento, su vecino, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo:
"¡Eres un gran tipo, mira que construir este hermoso puente después de lo que he hecho y dicho!".

Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus
herramientas. "¡No, espera!", le dijo el hermano mayor.

"Quédate unos cuantos días. Tengo muchos proyectos para ti”, le dijo el hermano mayor al carpintero.
"Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, "pero tengo muchos puentes por construir".
6. En el andén de la vida

Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en que ella viajaría se retrasaría
aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco fastidiada, compró una revista, un paquete de
galletas y una botella de agua para pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó
preparada para la espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un
diario.

Imprevistamente, la señora observó cómo aquel muchacho, sin decir una sola palabra, estiraba la mano,
agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a comerlas, una a una, despreocupadamente. La
mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella situación o hacer de
cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado, tomó el paquete y sacó una galleta, la
exhibió frente al joven y se la comió mirándolo fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra

galleta y mirándola la puso en su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomó una nueva galleta y, con
ostensibles señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el muchacho.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora cada vez más irritada, y el
muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se dio cuenta de que en el paquete sólo
quedaba la última galleta.

"- No podrá ser tan descarado", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de
galletas.

Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la partió exactamente
por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la última galleta a su compañera de banco.
"¡Gracias!" - dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.

"De nada" - contestó el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.

Entonces el tren anunció su partida...

La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento
vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:"¡Qué insolente, qué mal educado, qué será de
nuestro mundo!".

Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que aquella situación
le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó totalmente sorprendida
cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de galletas intacto.

Cuántas veces nuestros prejuicios, nuestras decisiones apresuradas nos hacen valorar erróneamente a
las personas y cometer las peores equivocaciones. Cuántas veces la desconfianza ya instalada en
nosotros, hace que juzguemos injustamente a personas y situaciones, y sin tener un por qué, las
encasillamos en ideas preconcebidas, muchas veces tan alejadas de la realidad que se presenta. Así por
no utilizar nuestra capacidad de autocrítica y de observación, perdemos la gracia natural de compartir y
enfrentar situaciones, haciendo crecer en nosotros la desconfianza y la preocupación. Nos inquietamos
por acontecimientos que no son reales, que quizás nunca lleguemos a contemplar, y nos atormentamos
con problemas que tal vez nunca ocurrirán.

Dice un viejo proverbio...

"Peleando, juzgando antes de tiempo y alterándose no se consigue jamás lo suficiente,

pero siendo justo, cediendo y observando a los demás con una simple cuota de serenidad,

se consigue más de lo que se espera".

7. La ciudad de los pozos


"Esa ciudad no estaba habitada por personas, como todos las demás ciudades del planeta.

Esa ciudad estaba habitada por pozos vivientes... pero pozos al fin.

Un día llego a la ciudad la "moda" que seguramente había nacido en algún pueblito humano: La nueva
idea señalaba que todo ser viviente que se aprecie debería cuidar mucho más lo interior que lo exterior.
Lo importante no es lo superficial sino el contenido. Así fue como los pozos empezaron a llenarse de
cosas. Algunos se llenaban de Joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se
llenaron de electrodomésticos y aparatos mecánicos. Algunos más, optaron por el arte y fueron
llenándose de pinturas, pianos de cola y sofisticadas pinturas modernas. Finalmente los intelectuales se
llenaron de libros, de manifiestos ideológicos y revistas especializadas. Pasó el tiempo. La mayoría de los
pozos se llenaron a tal punto que ya no pudieron incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales,
así que, si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron que debían hacer algo para seguir
metiendo cosas a su interior. Alguno de ellos fue el primero; en lugar de apretar su contenido, se le
ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No paso mucho tiempo antes de que la idea fuera
imitada, todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder hacer más
espacio en su interior.

Un pozo, pequeño y alejado de la ciudad, empezó a ver a sus camaradas ensanchándose


desmedidamente. Ël pensó que sí seguían hinchándose de tal manera, pronto se confundirían los bordes
y cada uno perdería su identidad.

Quizás a partir de esta idea se le ocurrió que otra manera de aumentar su capacidad era crecer pero no
a lo ancho sino hacia lo profundo. Hacerse más hondo en lugar de más ancho.. Pronto se dio cuenta que
todo lo que tenía dentro de él le imposibilitaba la tarea de profundizar. Sí quería ser más profundo debía
vaciarse de todo contenido. Al principio tuvo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no había otra
posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones el pozo empezó a volverse más profundo, mientras que los
demás se apoderaban de las cosas que él se había desecho

Un día , sorpresivamente el pozo que crecía hacia adentro tuvo una gran sorpresa: adentro, muy
adentro , y muy en el fondo encontró agua¡¡¡¡¡¡¡¡¡. Nunca antes otro pozo había encontrado agua.

El pozo superó la sorpresa y empezó a jugar con el agua del fondo, humedeciendo las paredes
salpicando los bordes y por último sacando el agua hacia afuera. Así que la tierra alrededor del pozo,
revitalizada por el agua empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas, brotaron en pasto, en árboles
y en flores.
Todos le preguntaban como había conseguido el milagro. Ningún milagro, hay que buscar en el interior,
hacia lo profundo. Muchos quisieron seguir el ejemplo pero desdeñaron la idea cuando se dieron cuenta
de que para ir más profundo tenían que vaciarse.

En otra punta de la ciudad otro pozo, decidió correr el riesgo del vacío. Y también empezó a profundizar.
Y también llegó al agua. y también salpicó hacia afuera creando un segundo oasis verde en el pueblo.

Un día casi por casualidad los dos pozos se dieron cuenta de que el agua que habían encontrado en el
fondo de sí mismos era la misma. Que el río subterráneo que pasaba por uno inundaba la profundidad
del otro. Se dieron cuenta de que se abría para ellos una nueva vida. La búsqueda les había deparado un
nuevo y secreto punto de contacto: "LA COMUNICACIÓN PROFUNDA QUE SOLO CONSIGUEN ENTRE SÍ,
AQUELLOS QUE TIENEN EL CORAJE DE VACIARSE DE CONTENIDOS Y BUSCAR EN LO PROFUNDO DE SU
SER LO QUE TIENEN PARA DAR". Es allí que brota la alegría profunda, esa agua cristalina que todos
anhelamos.

de la Revista LA BARCA DE SANTA URSULA

(colegio Santa Ursula LIma Perú)

8. Cura para... …La tristeza

Hay un viejo cuento que nos habla de una mujer, cuyo único hijo había muerto. En su dolor, fue a
consultar a un hombre sabio, a quien preguntó:

-¿Qué oraciones, o qué encantamiento mágico tiene usted para traer a mi hijo de nuevo a la vida y
quitar así mi tristeza?
El sabio, en vez de despedirla o razonar con ella, le dijo:

-Tráigame una semilla de mostaza de una casa donde nunca hayan conocido la tristeza. Nosotros la
utilizaremos para expulsar la tristeza de su vida.

La mujer partió de inmediato en busca de aquella semilla mágica.

Se dirigió primero a una hermosa mansión, en un barrio residencial; tocó la puerta, y dijo:

-Estoy buscando un lugar donde nunca hayan conocido la tristeza, ¿es aquí por ventura? Esto es una
cosa muy importante para mí.

Le respondieron:

-¡Qué pena, usted vino al lugar equivocado! Y comenzaron a relatarle todas las tragedias familiares que
recientemente les habían ocurrido.
La mujer se dijo a sí misma:

-¿Quién mejor que yo con toda mi desgracia para ayudar a estas pobres y desafortunadas personas? Y
se quedó para consolarlos.

Partió luego hacia otros lugares, en búsqueda de una casa donde nunca hubiera acontecido tristeza
alguna. Pero, donde ella iba, ya fuesen palacios o chozas, siempre encontraba algún caso de tristeza o
dolor.

Finalmente... quedó tan ocupada y contenta en consolar el dolor ajeno, que se olvidó de la búsqueda de
la semilla mágica, sin darse cuenta que el hecho de consolar a otros, había expulsado la tristeza de su
corazón y de su vida.

9. LA VASIJA AGRIETADA

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que
llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta
y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero
cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy
orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre
vasija agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo
podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole: -"Estoy avergonzada y me
quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas solo puedes entregar la mitad de mi carga y solo
obtienes la mitad del valor que deberías recibir."

El aguador apesadumbrado, le dijo compasivamente: -"Cuando regresemos a la casa quiero que notes
las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino." Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas
flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al final, sólo
quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces -"Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?.
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo
lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger
estas flores para decorar el altar de mi Madre. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus
defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber
que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados. Uno no deja
de reír por hacerse viejo, se hace uno viejo por dejar de reír.
10.El amor y el tiempo

Hubo un tiempo en el que en una isla muy pequeña, confundida con el paraíso, habitaban los
sentimientos como habitamos hoy en la tierra. En esta isla vivían en armonía el Amor, la tristeza, y todos
los otros sentimientos. Un día en uno de esos que la naturaleza parece estar de malas, el amor se
despertó aterrorizado sintiendo que su isla estaba siendo inundada.

Pero se olvidó rápido del miedo y cuidó de que todos los sentimientos se salvaran. Todos corrieron y
tomaron sus barcos y corrieron, y subieron a una montaña bien alta, donde podrían ver la isla siendo
inundada pero sin que corriesen peligro.

Sólo el amor no se apresuró, el amor nunca se apresura. Él quería quedarse un poquito más en su isla,
pero cuando se estaba casi ahogando el amor se acordó de que no debía morir. Entonces corrió en
dirección a los barcos que partieron y gritó en busca de auxilio.

La Riqueza, oyendo su grito, trató luego de responder que no podría llevarlo ya que con el oro y con la
plata que cargaba temía que su barco se hundiera.

Pasó entonces la Vanidad que también dijo que no podría ayudarlo, una vez que el amor se hubiese
ensuciado ayudando a los otros, ella, la Vanidad, no soportaba la suciedad.
Por detrás de la Vanidad venía la Tristeza que se sentía tan profunda que no quería estar acompañada
por nadie.

Paso también la Alegría, pero esta tan alegre estaba que no oyó la suplica del amor.

Sin esperanza el Amor se sentó sobre la última piedra que todavía se veía sobre la superficie del agua y
comenzó a menguar.

Su llanto fue tan triste que llamó la atención de un anciano que pasaba con su barco. El viejito tomó al
Amor en sus brazos y lo llevó hacia la montaña más alta, junto con los otros sentimientos.

Recuperándose, el amor le preguntó a la Sabiduría quién era el viejito que lo ayudo... a lo que ésta
respondió..... "El Tiempo"..... el Amor cuestionó: ..."¿Por qué solo el Tiempo pudo traerme aquí?".... La
Sabiduría entonces respondió:

"Por que sólo el Tiempo tiene la capacidad de ayudar al Amor a llegar a los lugares más difíciles"...
11.Las tres rejas

El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice:

-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...

-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?

-¿Las tres rejas?

-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?

-No. Lo oí comentar a unos vecinos.

-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es
bueno para alguien?

-No, en realidad no. Al contrario...

-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?

-A decir verdad, no.


-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, enterrémoslo en el
olvido.

12. El anciano diácono

Le llamaremos Juan. Está despeinado, descalzo, su camisa agujereada; su pantalón anda en las mismas.
Así vistió durante sus cuatro años de estudios universitarios. Es brillante... mas, es un tanto callado; se
convirtió a Cristo mientras estudiaba. Frente a la universidad hay una iglesia: conservadora, de gente
refinada. Tienen deseos de poder evangelizar a los jóvenes estudiantes, mas, no saben cómo hacerlo.

Un buen día, Juan decide visitar dicha iglesia. Entra, descalzo, con su vieja y rota ropa y su cabello
despeinado. La misa ha comenzado; camina por el pasillo en busca de un lugar para sentarse. Como está
llena la iglesia, no halla lugar. La gente se ve algo incómoda, mas, nadie se atreve hablar. Juan se acerca
al púlpito, mas, no hallando lugar, se sienta en el piso alfombrado (conducta aceptada en la universidad,
pero que jamás había ocurrido tal en esta iglesia).

¡Hay tensión en el medio ambiente... la gente está incómoda! Ahora el sacerdote observa cómo un bien
vestido, anciano y canoso diácono se encamina lentamente hacia Juan. Es un hombre piadoso, culto y
refinado.

Mientras camina hacia Juan, la gente piensa dentro de sí: "No podemos culparle por lo que va hacer.
Después de todo, no es de esperarse que un anciano reprenda a un joven, y mucho menos, sentado así
en el piso."

Tarda en llegar hasta el frente... su bastón va sonando según camina. El silencio es absoluto. Ni siquiera
se oye el respirar de los presentes.

Tampoco puede continuar el sacerdote ante su expectativa de lo que habrá de hacer el anciano diácono.
De momento, observan cómo éste suelta su bastón sobre el piso y con gran dificultad se sienta en el
piso junto a Juan con el fin de, junto a éste, adorar a Dios. La emoción no tarda en embargar a todos los
presentes.

Luego de que el sacerdote logra calmar sus propias emociones, le dice a los presentes: "Lo que yo voy a
predicar, tal vez ustedes nunca lo recordarán. Mas, lo que acaban de ver, jamás lo olvidarán. Tengan
sumo cuidado de la manera en que viven. "Podría ser que ustedes sean la única "Biblia" que algunas
personas alcancen a leer."

13. Te has dado cuenta que...

Cuando otro actúa de esa manera, decimos que tiene mal genio; pero cuando tú lo haces, son los
nervios.

Cuando el otro se apega a sus métodos, es obstinado; pero cuando tú lo haces, es firmeza.

Cuando el otro no le gusta tu amigo, tiene prejuicios; pero cuando a ti no te gusta su amigo,
sencillamente muestras ser un buen juez de la naturaleza humana.

Cuando el otro hace las cosas con calma, es una tortuga; pero cuando tú lo haces despacio es porque te
gusta pensar las cosas.
Cuando el otro gasta mucho, es un despilfarro; pero cuando tú lo haces, eres generoso.

Cuando el otro encuentra defectos en las cosas, es maniático; pero cuando tú lo haces, es porque sabes
discernir.

Cuando el otro tiene modales suaves, es débil; cuando tú lo haces, eres cortés.

Cuando el otro rompe algo, es torpe; cuando tú lo haces eres enérgico.

¿Por qué te fijas en las astillas que tiene tu hermano y no te fijas en la viga que tienes en el tuyo?

Veamos las virtudes de los demás, y dejemos de juzgar, que conforme a nuestro juicio seremos
juzgados.

14.Jesús…
He aquí un hombre que nació en una aldea insignificante.

Creció en una villa oscura. Trabajó hasta los 30 años en una carpintería.

Durante tres años fue predicador ambulante.

Nunca escribió un libro.

Nunca tuvo un puesto de importancia.

No formó una familia.

No fue a la universidad.

Nunca puso sus pies en lo que consideraríamos una gran ciudad.

Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su ciudad natal.

No hizo ninguna de las cosas que generalmente acompañan a los grandes.

No tuvo más credenciales que su propia persona.

La opinión popular se puso en contra suya.

Sus amigos huyeron. Uno de ellos lo traicionó.


Fue entregado a sus enemigos.

Tuvo que soportar la farsa de un proceso judicial.

Lo asesinaron clavándolo en una cruz, entre dos ladrones.

Mientras agonizaba, los encargados de su ejecución se disputaron la única cosa que fue de su
propiedad: una túnica.

Lo sepultaron en una tumba prestada por la compasión de un amigo.

Según las normas sociales, su vida fue un fracaso total.

Han pasado casi veinte siglos y hoy Él es la pieza central en el ajedrez de la historia humana.

No es exagerado decir que todos los ejércitos que han marchado, todas las armadas que se han
construido, todos los parlamentos que han sesionado y todos los reyes y autoridades que han
gobernado, puestos juntos, no han afectado tan poderosamente la existencia del ser humano sobre la
tierra como la vida sencilla de Jesús.

15. Cuento sin "U"

Jorge Bucay
Caminaba distraídamente por el camino y de pronto lo vio.

Allí estaba el imponente espejo de mano, al costado del sendero, como esperándolo.

Se acercó, lo alzó y se miró en él. Se vio bien.

No se vio tan joven, pero los años habían sido bastante bondadosos con él.

Sin embargo había algo desagradable en la imagen de sí mismo.

Cierta rigidez en los gestos lo conectaba con los aspectos más agrios de la propia historia:

La bronca,

el desprecio,

la agresión,

el abandono,

la soledad.

Sintió la tentación de llevárselo, pero rápidamente desechó esa idea.

Ya había bastantes cosas desagradables en el planeta para cargar con otra más.

Decidió irse y olvidar para siempre ese camino y ese espejo insolente.
Caminó dos horas tratando de vencer la tentación de volver atrás hacia el espejo. ese misterioso objeto
lo atraía como los imanes atraen a los metales.

Resistió y aceleró el paso.

Tarareaba canciones infantiles para no pensar en esa imagen horrible de sí mismo.

Corriendo, llegó a la casa donde había vivido desde siempre, se metió vestido en la cama y se tapó la
cabeza con las sábanas.

Ya no veía el exterior, ni el sendero, ni el espejo, ni la imagen de él mismo reflejada en el espejo; pero no


podía evitar la memoria de esa imagen:

la del resentimiento,

la del dolor,

la de la soledad,

la del desamor,

la del miedo,

la del menosprecio.

Había ciertas cosas indecibles e impensables...

...Pero él sabía dónde había empezado todo esto.

Empezó esa tarde, hace treinta y tantos años...


El niño estaba tendido, llorando frente al lago el dolor del maltrato de los otros.

Esa tarde el niño decidió borrar, para siempre, la letra del alfabeto. Esa letra. Era la U.

La letra necesaria para nombrar al otro si está presente.

La letra imprescindible para hablarle a los demás, al dirigirles la palabra.

Sin manera de nombrarlos dejarían de ser deseados... y entonces no habría motivo para sentirlos
necesarios... y sin motivo ni forma de invocarlos, se sentiría, por fin, libre.....

EPÍLOGO:

Escribiendo sin "U" puedo hablar hasta el cansancio de mí, de lo mío, del yo, de lo que tengo, de lo que
me pertenece...

Hasta puedo escribir de él, de ellos y de los otros.

Pero sin "U" no puedo hablar de vosotros, del tú, de lo vuestro.


No puedo hablar de lo suyo, de lo tuyo, ni siquiera de lo nuestro.

Así me pasa...

A veces pierdo la "U".... y dejo de poder hablarte, pensarte, amarte, decirte.

Sin "U" yo me quedo pero tú desapareces...

Y sin poder nombrarte, ¿cómo podría disfrutarte?

Como en el cuento... si tú no existes, me condeno a ver lo peor de mí mismo reflejándose eternamente,


en el mismo mismísimo tonto espejo.

16. ¿Es Usted Jesús?

Un grupo de vendedores fue a una convención de ventas. Todos le habían prometido a sus esposas que
llegarían a tiempo para cenar el viernes por la noche.
Sin embargo, la convención terminó un poco tarde, y llegaron retrasados

Al aeropuerto. Entraron todos con sus boletos y portafolios, corriendo por los pasillos.

De repente, y sin quererlo, uno de los vendedores tropezó con una mesa que tenía una canasta de
manzanas. Las manzanas salieron volando por todas partes. Sin detenerse, ni voltear para atrás, los
vendedores siguieron corriendo, y apenas alcanzaron a subirse al avión.

Todos menos uno. Éste se detuvo, respiró hondo, y experimentó un sentimiento de compasión por la
dueña del puesto de manzanas. Le dijo a sus amigos que siguieran sin él y le pidió a uno de ellos que al
llegar llamara a su esposa y le explicara que iba a llegar en un vuelo más tarde.

Luego se regresó a la terminal y se encontró con todas las manzanas tiradas por el suelo. Su sorpresa fue
enorme, al darse cuenta de que la dueña del puesto era una niña ciega. La encontró llorando, con
enormes lágrimas corriendo por sus mejillas.

Tanteaba el piso, tratando, en vano, de recoger las manzanas, mientras la multitud pasaba, vertiginosa,
sin detenerse; sin importarle su desdicha. El hombre se arrodilló con ella, juntó las manzanas, las metió
a la canasta y le ayudó a montar el puesto nuevamente.

Mientras lo hacía, se dio cuenta de que muchas se habían golpeado y estaban magulladas. Las tomó y
las puso en otra canasta. Cuando terminó, sacó su cartera y le dijo a la niña: "Toma, por favor, estos cien
pesos por el daño que hicimos. ¿Estás bien?"
Ella, llorando, asintió con la cabeza. El continuó, diciéndole, "Espero no haber arruinado tu día".

Conforme el vendedor empezó a alejarse, la niña le gritó: "Señor...".

Él se detuvo y volteó a mirar esos ojos ciegos. Ella continuó: "¿Es usted Jesús...?"

Él se paró en seco y dio varias vueltas, antes de dirigirse a abordar

otro vuelo, con esa pregunta quemándole y vibrando en su alma:

"¿Es usted Jesús?”

17. EL ÁRBOL DE LA CRUZ


Una vez una persona andaba buscando al Señor. Le habían comentado de una invitación que hacía a
todos para llegar hasta su Reino, donde dicen que tenía reservada una morada para cada uno de sus
amigos, y él también tenía ganas de ser amigo del Señor. ¿Por qué no? Si otros lo habían logrado, ¿qué
le impedía a él llegar a ser uno de ellos? Averiguando acerca del paradero, se enteró de que el Señor se
había ido monte adentro con un hacha, a fin de preparar para cada uno de sus amigos, lo que
necesitaría para el viaje y se largó a campearlo. Los golpes del hacha lo fueron guiando hasta una isleta.
Atravesó el bosque tratando de acercarse al lugar de donde provenían los golpes. Al fin llegó y se
encontró con el mismísimo Señor que estaba preparando las cruces para cada uno de sus amigos, antes
de partir hacia su casa, a fin de disponer un lugar para cada uno.

-¿Qué estás haciendo? -le preguntó el joven al Señor. -Estoy preparando a cada uno de mis amigos la
cruz con la que tendrán que cargar para seguirme y así poder entrar en mi Reino.

-¿Puedo ser yo también uno de tus amigos? -volvió a preguntar el muchacho-

-¡Claro que sí! -le dijo Jesús-. Es lo que estaba esperando que me pidieras. Si quieres serlo de verdad,
tendrás que tomar también tu cruz y seguir mis huellas. Porque yo tengo que adelantarme para ir a
prepararles un lugar.

-¿Cuál es mi cruz, Señor? -Esta que acabo de hacer. Sabiendo que venías y viendo que los obstáculos no
te detenían, me puse a preparártela especialmente y con cariño para ti.

La verdad que muy, muy preparada no estaba. Se trataba prácticamente de dos troncos cortados a
hacha, sin ningún tipo de terminación ni arreglos. Las ramas de los troncos habían sido cortadas de
abajo hacia arriba, por lo que sobresalían pedazos por todas partes. Era una cruz de madera dura,
bastante pesada, y sobre todo muy mal terminada. El joven al verla pensó que el Señor no se había
esmerado demasiado en preparársela. Pero como quería realmente entrar en el Reino, se decidió a
cargarla sobre sus hombros, comenzando el largo camino, con la mirada en las huellas del Maestro. Y
cargó la incómoda cruz. Hizo también su aparición el diablo, es su costumbre hacerse presente en estas
ocasiones, y en aquella circunstancia no fue diferente, porque donde anda Dios, acude el diablo.

Desde atrás le pegó el grito al joven que ya se había puesto en camino.

-¡Olvidaste algo! Extrañado por aquella llamada, miró hacia atrás y vio al diablo muy comedido, que se
acercaba sonriente con el hacha en la mano para entregársela.
-Pero ¿cómo? ¿También tengo que llevarme el hacha? - preguntó molesto el muchacho.

-No sé -dijo el diablo haciéndose el inocente. Pero creo es conveniente que te la lleves por lo que pueda
pasar en el camino. Por lo demás, sería una lástima dejar abandonada un hacha tan linda.

La propuesta le pareció tan razonable, que sin pensar demasiado, tomó el hacha y reanudó su camino.
Duro camino, por varias cosas. Primero, y sobre todo, por la soledad. Él creía que lo haría con la visible
compañía del Maestro. Pero resulta que se había ido, dejando sólo sus huellas.

Siempre la cruz encierra la soledad, y a veces la ausencia que más duele en este camino es la de no
sentir a Dios a nuestro lado. Algo así como si nos hubiera abandonado.

El camino también era duro por otros motivos. En realidad no había camino. Simplemente eran huellas
por el monte. Hacía frío en aquel invierno y la cruz era pesada. Sobre todo, era molesta por su falta de
terminación. Parecía como que las salientes se empeñaran en engancharse por todas partes a fin de
retenerlo. Y se le incrustaban en la piel para hacerle más doloroso el camino.

Una noche particularmente fría y llena de soledad, se detuvo a descansar en un descampado.

Depositó la cruz en el suelo, a la vez que tomó conciencia de la utilidad que podría brindarle el hacha.
Quizá el Maligno -que lo seguía a escondidas- ayudó un poco arrimándole la idea mediante el brillo del
instrumento.

Lo cierto es que el joven se puso a arreglar la cruz. Con calma y despacito le fue quitando los nudos que
más le molestaban, suprimiendo aquellos muñones de ramas mal cortadas, que tantos disgustos le
estaban proporcionando en el camino. Y consiguió dos cosas.

Primero, mejorar el madero. Y segundo, se agenció de un montoncito de leña que le vino como
mandado a pedir para prepararse una hoguera con el que calentar sus manos ateridas. Y así esa noche
durmió tranquilo.
A la mañana siguiente reanudó su camino. Y noche a noche su cruz fue mejorada, pulida por el trabajo
que en ella iba realizando.

Mientras su cruz mejoraba y se hacía más llevadera, conseguía también tener la madera necesaria para
hacer fuego cada noche.

Casi se sintió agradecido al demonio porque le había hecho traerse el hacha consigo.

Después de todo había sido una suerte contar con aquel instrumento que le permitía el trabajo sobre su
cruz.

Estaba satisfecho con la tarea, y hasta sentía un pequeño orgullo por su obra de arte. La cruz tenía ahora
un tamaño razonable y un peso mucho menor. Bien pulida, brillaba a los rayos del sol, y casi no
molestaba al cargarla sobre sus hombros. Achicándola un poco más, llegaría finalmente a poder
levantarla con una sola mano como un estandarte para así identificarse ante los demás como seguidor
del crucificado. Y si le daban tiempo, podría llegar a acondicionarla hasta tal punto que llegaría al Reino
con la cruz colgada de una cadenita al cuello como un adorno sobre su pecho, para alegría de Dios y
testimonio ante los demás.

Y de este modo consiguió su meta, es decir, sus metas. Porque para cuando llegó a las murallas del
Reino, se dio cuenta de que gracias a su trabajo, estaba descansado y además podía presentar una cruz
muy bonita, que ciertamente quedaría como recuerdo en la Casa del Padre. Pero no todo fue tan
sencillo. Resulta que la puerta de entrada al Reino estaba colocada en lo alto de la muralla. Se trataba de
una puerta estrecha, abierta casi como ventana a una altura imposible de alcanzar.

Llamó a gritos, anunciando su llegada. Y desde lo alto se le apareció el Señor invitándolo a entar.

-Pero, ¿cómo, Señor? No puedo. La puerta está demasiado alta y no la alcanzo.

-Apoya la cruz contra la muralla y luego trepa por ella utilizándola como escalera -le respondió Jesús-. Yo
te dejé a propósito los nudos para que te sirviera. Además tiene el tamaño justo para que puedas llegar
hasta la entrada.
En ese momento el joven se dio cuenta de que realmente la cruz recibida había tenido sentido y que de
verdad el Señor la había preparado bien. Sin embargo, ya era tarde. Su pequeña cruz, pulida, y
recortada, le parecía ahora un juguete inútil.

Era muy bonita pero no le servía para entrar. El diablo, astuto como siempre, había resultado mal
consejero y peor amigo.

Pero, el Señor, es bondadoso y compasivo. No podía ignorar la buena voluntad del muchacho y su
generosidad en querer seguirlo. Por eso le dio un consejo y otra oportunidad.

-Vuelve sobre tus pasos. Seguramente en el camino encontrarás a alguno que ya no puede más, y ha
quedado aplastado bajo su cruz. Ayúdale tú a traerla. De esta manera tú le posibilitarás que logre hacer
su camino y llegue. Y él te ayudará a ti, a que puedas entrar.....

18. Asamblea en la carpintería

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea.

Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias.


El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía
demasiado ruido! Y, además, se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo acepto su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle
muchas vueltas para que sirviera para algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija.

Hizo ver que era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro que siempre se la pasaba
midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.

En esto entro el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo.

Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente la tosca madera inicial se convirtió en un fino
mueble.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación.

Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho, y dijo:

-"Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras
cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y
concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos”.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era
especial para afinar y limar asperezas y observaron que el metro era preciso y exacto.

Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de su


fortaleza y de trabajar juntos.

Ocurre lo mismo con los seres humanos. Observen y lo comprobarán.

Cuando en una empresa el personal busca a menudo defectos en los demás, la situación se vuelve tensa
y negativa. En cambio al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, es cuando
florecen los mejores logros humanos.
Es fácil encontrar defectos, cualquier tonto puede hacerlo. Pero encontrar cualidades, eso es para los
espíritus superiores que son capaces de inspirar los éxitos humanos.

Este cuento es de Mamerto Menapace

19. “El valor de cada uno”

Un niño entró en una tienda de animales y preguntó el precio de unos cachorros que estaban en venta.

-Entre 30 y 50 euros, respondió el dueño.

El niño sacó unas monedas de su bolsillo y dijo:

-Sólo tengo 2 euros...¿Podría ver los perritos?

El dueño de la tienda sonrió y llamó a Fifi, la madre de los cachorritos, que vino corriendo, seguida de
cinco bolitas de pelo. Uno de los cachorritos venía el último y caminaba con dificultad.
El niño, señalando a aquel cachorrito, preguntó:

-¿Qué le ha pasado?

El dueño de la tienda le dijo que el veterinario le había examinado y descubrió que tenía un problema en
el hueso de la cadera, de manera que siempre caminaría con dificultad.

El niño se animó y dijo con los ojos llenos de alegría:

¡Ése es el perrito que quiero comprar!

El dueño de la tienda respondió:

-No, a este no lo puedes comprar. Si de veras lo quieres, te lo regalo.

El niño guardó silencio y con los ojos llenos de lágrimas, miró fijamente al dueño de la tienda y le dijo:

-Yo no quiero que usted me lo regale. Este perrito vale igual que cualquiera de los otros y yo voy a
pagarlo todo. Le doy ahora 2 euros, y le iré pagando cinco euros cada mes, hasta pagar todo.

Sorprendido, el dueño de la tienda le contestó:

-¿Cómo vas a comprar este perrito? Nunca podrá correr, saltar o jugar contigo y con los otros perritos.

El niño, muy serio, se agachó y se descubrió lentamente la pierna izquierda, dejando ver la prótesis que
usaba para andar... Y, mirando al dueño de la tienda le respondió:

-Mire...a mí me falta una pierna...Yo no corro muy bien y el perrito va a necesitar de alguien que lo
entienda.
A veces despreciamos a las personas con quienes convivimos todos los días a causa de sus defectos,
cuando en realidad todos somos iguales o peor que ellas. No nos damos cuenta de que esas mismas
personas necesitan de alguien que las comprenda y las ame, no por lo que ellas pudieran hacer, sino por
lo que realmente son. Amar a todos es difícil, pero no imposible.

20. “Un helado de chocolate”

Un día, un niño se compró un helado de chocolate. Cuando iba a destaparlo, se acordó de que a su
hermano mayor le encantaba el chocolate. Fue a casa, lo guardó en la nevera y le dijo a su hermano que
había comprado su helado preferido. Éste se puso muy contento y le dijo que ya se lo comería más
tarde. Pasó un rato y el hermano mayor fue a coger su helado. Pero cuando iba a destaparlo, su
hermana pequeña le agarró de las piernas y se lo pidió. Al final, acabó dándoselo.

La hermana pequeña se fue muy contenta con su helado. Se sentó en una silla del comedor y se puso a
mirar el helado. Estuvo pensando un momento, y después fue rápidamente a buscar a su madre. La
encontró en la terraza tendiendo la ropa. Había pensado regalarle su helado, porque sabía que le
gustaba mucho el chocolate. La madre la cogió en brazos y le dio un beso. Le dijo que ahora no podía
comérselo, que se lo guardara en la nevera.

A mediodía llegó el padre a casa cansado del trabajo. Hacía mucho calor, y la madre, al oírle llegar, le
dijo que se comiera el helado de chocolate que había en la nevera. El padre fue y lo cogió. Lo destapó y
empezó a comérselo.

Entonces recordó que a sus hijos les encantaba el chocolate. Mientras se comía el helado, fue a la tienda
de abajo y compró una tarta helada de chocolate. Cuando llegó la hora de comer, todos se llevaron una
gran sorpresa con aquella tarta. Al pensar los unos en los otros, habían salido todos ganando.
21. “El cofre del tesoro”

Un campesino estaba haciendo un pozo en su campo. Cuando llevaba horas cavando con su pala,
encontró un cofre enterrado. Lo sacó de allí y al abrirlo vio lo que nunca había visto en su vida: un
fabuloso tesoro. El cofre estaba lleno de diamantes, monedas de oro, joyas bellísimas, collares de perlas,
esmeraldas, zafiros y un sin fin de objetos preciosos que harían las delicias de cualquier rey.

Pasado el primer momento de sorpresa, el campesino se quedó mirando el cofre. Viendo las riquezas
que contenía pensó que era un regalo que Dios le había hecho. Pero aquello no podía ser para él solo,
era demasiado. Él era un simple campesino que vivía feliz trabajando la tierra. Seguramente, había
habido alguna equivocación.

Muy decidido, cargó el cofre en una carretilla. Tomó el camino que conducía a la casa donde vivía Dios
para devolvérselo. Al rato de ir por allí, encontró a una mujer llorando al borde del camino. Sus hijos no
tenían nada para comer y los iban a echar de la casa donde vivían por no poder pagar el alquiler. El
campesino se compadeció de aquella mujer y, pensando que a Dios no le importaría, abrió el cofre y le
dio un puñado de diamantes y monedas de oro. Lo suficiente para solucionar el problema.

Más adelante vio un carromato parado en el camino. El caballo que tiraba de él había muerto. El dueño
estaba desesperado. Se ganaba la vida transportando cosas de un lugar a otro. Ahora ya no podría
hacerlo. No tenía dinero para comprar otro caballo. El campesino abrió el cofre y le dio lo necesario para
un nuevo caballo.

Al anochecer, llegó a una aldea donde un incendio había arrasado todas las cosas. Los aldeanos dormían
en la calle. El campesino pasó la noche con ellos y a la mañana siguiente, les dejó lo suficiente para que
reconstruyeran toda la aldea e nuevo.

Y así iba recorriendo el camino aquel campesino. Siempre se cruzaba con alguien que tenía algún
problema. Fueron tantos que, cuando ya le faltaba poco para llegar a la casa de Dios, sólo le quedaba un
diamante. Era lo único que le había quedado para devolverle a Dios. Aunque poco le duró, porque cayó
enfermo de unas fiebres y una familia le recogió para cuidarle. En agradecimiento, les dio el diamante
que le quedaba.
Cuando llegó a la casa de Dios, éste salió a recibirle. Y, antes de que el campesino pudiera explicarle
todo lo ocurrido, Dios le dijo:

-Menos mal que has venido, amigo. Fui a tu casa para decirte una cosa, pero no te encontré. Mira, en tu
campo hay enterrado un tesoro. Por favor, encuéntralo y repártelo entre todos los que lo necesiten.

22. La jaula de los jilgueros

Había una vez una jaula muy grande que estaba llena de jilgueros. Todas las mañanas, cuando salía el
sol, todos comenzaban a cantar. En pocos lugares se escuchaban unos cantos tan bonitos como
aquellos. Pero había un jilguero que destacaba por lo bien que lo hacía. Nunca se había oído cantar a un
pájaro de esa manera.

Un hombre muy rico oyó hablar de este jilguero y quiso tenerlo en su casa. Fue al dueño y le ofreció una
fortuna a cambio del pájaro. Pero el dueño le dijo que había un pequeño problema. Como todos eran
tan parecidos, no sabía distinguir cuál de ellos era. Aunque la cosa era de fácil solución; cuando le oyera
cantar, se fijaría en él y le haría una marca. Así que, el hombre rico quedó en volver al día siguiente para
llevárselo.

El dueño se puso a buscar al que cantaba tan bien. Cuando lo descubrió, lo cogió y le arrancó una pluma
de la cola. Así lo podría reconocer con facilidad.

Por la noche, todos los jilgueros que vivían en la gran jaula estaban muy preocupados. Habían caído en
la cuenta de que el dueño quería vender al que mejor cantaba. Estaban muy unidos y no querían perder
a un buen amigo. Por eso, buscaron la manera de impedir que su amigo fuera vendido. Después de estar
un rato pensando, a uno de ellos se le ocurrió una brillante idea. Arrancarse todos la misma pluma de la
cola. Así no podrían reconocerle y no lo venderían.

A la mañana siguiente, llegó el hombre rico a por el jilguero. El dueño lo acompañó hasta la jaula
diciéndole que ya estaba todo solucionado. Pero cuando empezó a buscarlo, se dio cuenta de que a
todos les faltaba la misma pluma de la cola. Al final, no pudo encontrarlo y el jilguero no fue vendido. La
unión de sus amigos había conseguido salvarle.

23. “El gusano y la mariposa”

Había una vez un gusano que iba por el campo. Era de color blanco con puntitos verdes en la espalda.
Nadie lo quería porque decían que era muy feo y repugnante. El pobre gusano se arrastraba muy triste
por el suelo. Cuando llegaba a una planta, todos los insectos que había en ella se burlaban de él. No
encontraba a nadie que le hiciera compañía, o quisiera jugar con él.

La única distracción que tenía era subirse a lo alto de un árbol y ver volar a las mariposas. Daría
cualquier cosa por volar como ellas. Se pasaba allí horas y horas observándolas. Pero cuando bajaba al
suelo, volvía a encontrarse con las mismas burlas e insultos de siempre. Cansado de todo esto, decidió
subirse a lo más alto de un árbol para que nadie pudiera encontrarlo. Nunca más volvería a bajar al
suelo.

Un día, una mariposa se puso a descansar en la rama donde estaba él. Éste se acercó hacia ella y
comenzaron a hablar. Al final, se hicieron muy amigos. Y desde entonces, pasaban largos ratos
hablando y estando juntos. Después de un tiempo, el gusano le hizo esta pregunta:

- ¿Por qué has querido ser mi amiga si nadie me quiere por lo feo y repugnante que soy?

Y la mariposa le respondió:

- Lo que importa para ser amigos, no es cómo eres por fuera, sino lo buena persona que eres por dentro.
El gusano estaba muy contento porque había encontrado un amigo de verdad. Estaba tan feliz que, una
noche, mientras estaba durmiendo en lo alto de su árbol, su cuerpo comenzó a transformarse. A la
mañana siguiente, se había convertido en una mariposa bellísima, como nunca se había visto. Cuando su
amiga mariposa vino a verle, y vio lo que le había ocurrido, se alegró mucho y le dijo:

- Ahora has sacado hacia fuera la belleza y lo buena persona que antes eras por dentro.

Y las dos mariposas se pusieron a volar juntas. Desde ese momento, cada vez que veían a un gusano
triste en lo alto de alguna rama, bajaban y se ponían junto a él. Y se volvía a repetir la misma historia.

24. “La pequeña orquesta”

Había una vez tres instrumentos musicales que no se llevaban nada bien. La flauta, la guitarra y el
tambor siempre estaban discutiendo por ver quién era el mejor: La flauta decía que su sonido era el más
dulce de todos. La guitarra decía que ella era la que hacía mejores melodías. Y el tambor decía que él
llevaba el ritmo mejor que nadie.

Todos se creían los mejores y despreciaban a los otros. Por eso, cada uno se iba a tocar a una parte
distinta de la habitación donde vivían. Pero el sonido del tambor molestaba a la flauta, la flauta
molestaba a la guitarra y la guitarra molestaba al tambor.

Allí no había quien pudiera tocar tranquilo. En lugar de hacer música hacían ruido. Y si alguien se paraba
a escucharles, pronto sentía un fuerte dolor de cabeza. Siempre pasaba lo mismo.

Hasta que un día llegó una batuta a vivir con ellos. Al ver lo que ocurría, les dijo que ella podría
ayudarles si querían. Pero los tres instrumentos estaban convencidos de que nadie podía ayudarles. La
mejor solución era separarse y que cada uno se marchara a vivir a otra parte. Así podrían tocar a gusto,
sin tener que soportar lo mal que tocaban los demás.
La batuta les propuso intentar hacer una cosa: tocar juntos una misma canción. Ella les ayudaría a
hacerlo. Al principio no estaban muy convencidos; pero al final, aceptaron. Les dijo lo que tenía que
tocar cada uno y, después de un breve ensayo, comenzó a sonar la canción.

Los tres instrumentos miraban fijamente a la batuta, que les indicaba a cada momento cómo y cuándo
tenían que tocar. La canción iba sonando muy bien. La flauta, la guitarra y el tambor no salían de su
asombro. Estaban tocando juntos una misma canción y les estaba saliendo bien. Habían comenzado a
hacer música.

Cuando acabaron de tocar, estaban tan contentos de cómo les había salido, que se felicitaron. Era la
primera vez que se ponían de acuerdo en algo. Le pidieron a la batuta que les hiciera tocar otra vez la
misma canción. La estuvieron tocando todo el día cientos de veces. Todo el que pasaba por allí, al
escucharles, se quedaba admirado de lo bien que tocaban.

Al unirse y poner en común lo mejor de cada uno, habían conseguido formar una pequeña orquesta.
Desde entonces, se dedicaron a dar conciertos por todas partes y se hicieron famosos por lo bien que
tocaban juntos.

"Si la vida te da limones, haz limonada "

El jonrón

El 18 de Junio fui al juego de béisbol de mi hermano menor, igual que siempre. Chris tenia 12 años de
ese tiempo; ya había estado jugando béisbol durante un par de años.

Cuando vi que estaba calentando para ser el siguiente bateador, decidí dirigirme a la banca de los
jugadores para darle mi apoyo; pero, al llegar ahí, lo único que le dije fue:

“Te amo”

En respuesta, me pregunto: “¿Significa eso que quieres que anote un jonrón?”


Sonreí y conteste: “Haz tu mejor esfuerzo”

Al dirigirse al plato, se le veía tan confiado y seguro de lo que iba a hacer. Un batazo fue todo lo que
necesito y , aunque no lo crean, anoto su primer jonrón. Corrió por todas esas bases con un gran orgullo,
los ojos le brillaban y el rostro se le encendió; pero lo que mas me conmovió fue cunado regreso a la
banca. Me miro con una sonrisa de oreja a oreja y dijo:

“Yo también te amo, Paúl”

Los 1000 espejos

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un
perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras se topó con
una puerta entre abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que
dentro de ese cuarto había 1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.
El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los 1000 perritos hicieron lo
mismo. Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al
ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él! Cuando el perrito salió del
cuarto se quedó pensando para sí mismo: Qué lugar tan agradable! Voy a venir más seguido a visitarlo!

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto.
Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió
amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir; vio
como los 1000 perritos le gruñían a el. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le
ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Qué lugar tan horrible es este!
Nunca más volveré a entrar allí!"

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:

"La Casa de los 1000 Espejos".

------------------

"Todos los rostros del mundo son espejos..."


Decide cuál rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es
lo que proyectas ante los demás.

Las cosas más bellas del mundo no se ven ni se tocan, sólo se sienten... con el corazón...

Helado para el Alma

La semana pasada llevé a mis niños a un restaurante. Mi hijo de 6 años de edad preguntó si podía dar las
gracias. Cuando inclinamos nuestras cabezas el dijo: "Dios es bueno, Dios es grande. Gracias por los
alimentos, yo estaría aún más agradecido si Mamá nos diese helado para el postre. Libertad y Justicia
para todos. Amén"

Junto con las risas de los clientes que estaban cerca, escuché a una señora comentar: "Eso es lo que está
mal en este país, los niños de hoy en día no saben como orar, pedir a Dios helado... ¡Nunca había
escuchado esto antes!" Al oír esto, mi hijo empezó a llorar y me preguntó: "¿Lo hice mal? ¿Está enojado
Dios conmigo?

Sostuve a mi hijo y le dije que había hecho un estupendo trabajo y Dios seguramente no estaría enojado
con él.

Un señor de edad se aproximó a la mesa. Guiñó su ojo a mi hijo y le dijo: "Llegué a saber que Dios pensó
que aquella fue una excelente oración".

¿En serio? - Preguntó mi hijo. - ¡Por supuesto! Luego en un susurro dramático añadió, indicando a la
mujer cuyo comentario había iniciado aquel asunto: "Muy mal, ella nunca pidió helado a Dios. Un poco
de helado, a veces es muy bueno para el alma".
Como era de esperar, compré a mis niños helado al final de la comida. Mi hijo se quedó mirando
fijamente el suyo por un momento y luego hizo algo que nunca olvidaré por el resto de mi vida. Tomó su
helado y sin decir una sola palabra avanzó hasta ponerlo frente a la señora. Con una gran sonrisa le dijo:
"Tómelo, es para usted. El helado es bueno para el alma y mi alma ya está bien".

Tomate tiempo para ...

Tómate tiempo para jugar.

Es el secreto de la perpetua juventud.

Tómate tiempo para amar y ser amado.

Es el privilegio que nos da Dios.

Tómate tiempo para dar.

El día es demasiado corto para ser egoísta.

Tómate tiempo para leer.

Es la fuente de la sabiduría.

Tómate tiempo para ser amable.

Es el camino hacia la felicidad.

Tómate tiempo para trabajar.

Es el precio del éxito.

Tómate tiempo para ser caridad.


Es la llave del cielo.

reflexiones de la vida
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Reflexiones sobre la vida

No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

Acepta la responsabilidad de edificarte a tí mismo, y el valor de acusarte en el fracaso para volver a


empezar otra vez, corrigiéndote.

Nuca te quejes del ambiente ó de quienes te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron
vencer. Las circunstancias son buenas ó malas según la voluntad ó la fortaleza de tu corazón.

Aprende a convertir toda situación difícil en una arma para luchar.

No te quejes de tu pobreza, de tu soledad ó de tu suerte, enfréntate con valor y acepta que de una u otra
manera son el resultado de tus actos, y la prueba que has de ganar.

No te amargues de tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora ó seguiras justificándote


como un niño.

Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar, y que ninguno es tan terrible para claudicar.

Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

Si tu has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido tú.

No olvides nunca, que la causa de tu presencia es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

Aprende de los fuertes, de los valientes, de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a
quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo, y tus problemas sin alimento morirán.

Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que es el más grande de los obstáculos.

Mírate en el espejo de ti mismo.

Comienza a ser sincero contigo mismo, reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad
para justificarte.

Recuerda que dentro de ti hay una fuerza que todo puede hacerlo; reconociéndote a tí mismo más libre y
más fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias, porque tú mismo eres tu destino.

Levántate y mira por las mañanas, y respira la luz del amanecer.

Tú eres la parte de la fuerza de la vida.

Ahora despierta, camina, lucha.

Decídete de una vez y triunfarás en la vida.

¡NUNCA PIENSES EN LA SUERTE, PORQUE LA SUERTE ES EL PRETEXTO DE LOS


FRACASADOS!

http://www.leonismoargentino.com.ar/RefSobreVida.htm

-"Y así, después de esperar tanto, un día como cualquier otro... ¡decidí triunfar! Decidí no esperar a las
oportunidades sino yo mismo buscarlas; decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una
solución; decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis; decidí ver cada noche
como un misterio a resolver; decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día
descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas está la única y
mejor forma de superarnos; aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar. Descubrí
que no era yo el mejor y que quizá nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.... ahora me
importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás
dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien
"Amigo". Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento... el amor es una
filosofía de vida. Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi
propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los
demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas... aquel día aprendí que los sueños son solamente para
hacerse realidad... Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para
soñar."

Walt Disney

http://el-rincon-de-la-reflexion.blogtotal.es/post/723/8382

Ayer me pregunté que tanto he vivido...


como es que olvide lo importante que es vivir.

Y hoy me di cuenta de que no he vivido lo suficiente...

Que no ha bastado todo lo que he vivido...


para darme cuenta de todo lo que he sufrido.

Que me he olvidado de todo aquello que en este momento es mi prioridad...


Que aun no he sabido vivir...
que no se vivir.

Que me he ocupado tanto por cosas sin importancia, como cuando me preocupe por nada, como cuando
no supe valorar muchos momentos importantes en mi vida y que no he sabido atraparlos en mi memoria.

Que recuerdo mas la ultima vez que lloré; que cuando reí,

Y ahora solo se que en algún momento deje que mi vida se esfumara...


que estoy dejando poco a poco se vaya extinguiendo y sin yo saberlo.

Me he vuelto tan insegura acaso ?????????

Ahora no se en donde estoy o que debo hacer, tengo tantas cosas y no son tan importantes vivo y no lo
siento.

Me he dado cuenta que me he perdido de sentir; por no sufrir que me he perdido de reír; por no llorar, sin
darme cuenta de que al sonreír puedo ser feliz.

No me he sabido valorar lo suficiente, como para darme cuenta de que puedo hacer mucho por los
demás empezando por mi y tener la plena satisfacción de que soy un ser útil, que puedo si me lo
propongo y si así lo quiero puedo hacer maravillas por mi.

Tuve la oportunidad de agradecer a todos aquellos con los que he compartido momentos y no lo he
hecho... creo es el momento idóneo de hacerlo.

Reflexionando pido gracias a Dios por prestarme un cachito de vida, por regalarme a este mundo en el
cual vivo, a mi familia por estar siempre a mi lado; a mis amigos por estar aun cuando no los necesito, a
esa persona a la que quiero y amo tanto y que no lo sabe...

Gracias por existir , y por dejarme existir en sus vidas hoy me di cuenta que no es tarde, que aun puedo
cambiar y ser mejor que el tiempo de vida no ha sido suficiente como para aprender a vivir y apreciar lo
hermoso de esta vida y que hoy tengo la oportunidad de ser y sentir.

Que hoy puedo empezar nuevamente a vivir...

http://www.tubreveespacio.com/reflexiones_ayer%20me%20pregunte.htm

Recuerden lo bonita que puede ser la Vida

Enamorarse
Reírse tan fuerte que te duelan las mandíbulas
Una ducha caliente
Nadie delante de ti en la cola del supermercado
Una mirada especial
Recibir correo
Dar una vuelta en coche por una calle bonita
Encender la radio justo en el momento que están poniendo tu canción preferida.
Quedarse tumbados en la cama escuchando la lluvia
El perfume de las toallas calientes tendidas al sol
Encontrar la camisa que buscabas de rebajas a mitad de precio
Un bote de Nocilla
Una llamada a alguien lejano
Un largo baño de espuma
Una bonita charla
La playa
Encontrarse un billete de 50 en la chaqueta del invierno pasado
Reírse de uno mismo
Las llamadas a medianoche que duran horas
Correr debajo de las tormentas de verano
Reírse sin motivo alguno
Tener a alguien que te dice que eres bonita/o
Los amigos
Escuchar de manera casual a alguien decir algo bonito sobre ti
Despertarte en medio de la noche y darte cuenta de que aún te quedan algunas horas para dormir.
Conocer nuevos amigos o pasar un poco de tiempo con los viejos
Tener a alguien que juega con tu pelo
Tener un bonito sueño
Una taza de chocolate caliente
Los viajes en coche con los amigos
Subirte a un columpio
Envolver los regales debajo del árbol de Navidad comiendo galletas y bebiendo un vaso de leche
Cruzar la mirada con un guapo desconocido
Ganar un desafío
Hacer una tarta de manzana
Pasar el tiempo libre con tus mejores amigos
Ver las sonrisas y oír las risas de tus amigos
Cojerte de la mano con alguien a quien quieras
Encontrarte por la calle un viejo amigo y descubrir que algunas cosas (buenas o malas) no cambian
nunca
Hacer un regalo a un amigo y luego observar la expresión de su rostro mientras abre el paquete y
descubre que contiene el regalo que tanto deseaba
Mirar el amanecer
Levantarse de la cama por la mañana y dar gracias por eso

Facil y dificil

Fácil es ocupar un lugar en la agenda telefónica.


Difícil es ocupar el corazón de alguien...

Fácil es herir a quien nos ama.


Difícil es curar esa herida...

Fácil es dictar reglas.


Difícil es seguirlas...

Fácil es soñar todas las noches.


Difícil es luchar por un sueño...

Fácil es exhibir la victoria.


Difícil es asumir la derrota con dignidad...

Fácil es admirar una luna llena.


Difícil es ver su otra cara...
Fácil es tropezar en una piedra.
Difícil es levantarte...

Fácil es disfrutar la vida todos los días.


Difícil es darle el verdadero valor...

Fácil es orar todas las noches.


Difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas...

Fácil es prometerle algo a alguien.


Difícil es cumplirle esa promesa...

Fácil es decir que amamos.


Difícil es demostrarlo todos los días...

Fácil es criticar a los demás.


Difícil es mejorar uno mismo...

Fácil es cometer errores.


Difícil es aprender de ellos...

Fácil es llorar por el amor perdido.


Difícil es cuidarlo para no perderlo...

Fácil es pensar en mejorar.


Difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo...

Pensamiento creativo

Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada de autobús donde
se encuentran tres personas esperando:

1. Una anciana que parece a punto de morir.


2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.
3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.
¿A cuál llevarías en el coche, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?
Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo. Podrías llevar a la
anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que el te
salvó la vida una vez y estas en deuda con él. Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al amante
perfecto de tus sueños.
El aspirante que fue contratado (de entre 200 aspirantes) no dudó al dar su respuesta. Me encanta, y
espero poder utilizarlo alguna vez en alguna entrevista. ¿QUÉ DIJO? Simplemente contestó: "Le daría
las llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital, mientras yo me quedaría
esperando el autobús con la mujer
de mis sueños."

Moraleja: Debemos superar las aparentes limitaciones que nos plantean los problemas, y aprender a
pensar creativamente.
Billete de 50 euros

Pablo, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar un
café.Deprimido, descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el > dinero, que la relación con su
pareja, que su vocación!...
Todo parecía estar mal en su vida. Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 50 EUR y le
dijo: ¿Quieres este billete?
Pablo, un poco confundido al principio, le contestó: Claro, Laura... son 50 EUR, ¿quién no los querría?
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola.
Mostrando la estrujada pelotita a Pablo, volvió a preguntarle: Y ahora, ¿lo quieres también? Laura, no sé
qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 EUR. Claro que lo cogeré si me lo das.
Laura desdobló el arrugado billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie, levantándolo luego sucio y
marcado. ¿Lo sigues queriendo? Mira, Laura, sigo sin entender a donde vas, pero es un billete de 50
EUR, y mientras no lo rompas, conserva su valor...
Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o te
pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido...
Lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un momento
determinado. Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar con palabra alguna, mientras el impacto del
mensaje penetraba profundamente en su cerebro.
Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: Toma, guárdalo,
para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal... pero me debes un billete nuevo de 50 EUR para
poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite. Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.
Pablo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó y con una renovada energía llamó al camarero para
pagar la cuenta...
¿Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente merecemos
más y que podemos conseguirlo si nos lo proponemos? Claro que no basta con
el mero propósito... Se requiere acción y existen muchos caminos.

Llamada telefónica

Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un
muy buen amigo mío.

Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: ¿cómo estas? Y sin saber porqué le
contesté: "solísimo".

¿Quieres que hablemos? Le respondí que sí y me dijo:

¿quieres que vaya a tu casa? Y respondí que sí.

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mí puerta. Yo empecé y hablé
por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mí familia, de mi novia, de mis deudas, y él atento siempre,
me escuchó.

Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su
compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy
a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: bueno, pues me retiro tengo que ir a
trabajar. Yo me sorprendí y le dije: pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la
hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche. Él sonrió y me dijo: no hay problema
para eso estamos los amigos.

Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Lo acompañé a la puerta de mi
casa... y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: oye amigo, y a todo esto, ¿porqué
llamaste anoche tan tarde?.

Él regresó y me dijo en voz baja. es que te quería dar una noticia... y le pregunté: ¿qué pasó? Y me
dijo...fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar, y
solo me queda esperar... yo me quedé mudo...él me sonrió y me dijo: que tengas un buen día amigo... se
dio la vuelta y se fue... Paso un buen rato para cuando asimile la situación y me pregunté una y otra vez,
porque cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mí. Cómo tuvo la fuerza de
sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa situación?...esto es
increíble.. Desde entonces mi vida ha cambiado,

Suelo ser mas crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora
aprovecho más el tiempo con la gente que quiero.. por ejemplo él...todavía vive y procuro disfrutar más el
tiempo que convivimos y charlamos. Sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, 0 de
su sabiduría, de su temple, de mi amigo... "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos".
Cristo Jesús dijo:

"Todo aquel que se avergüence de mi, yo me avergonzaré de el delante de mi Padre"

El diario de un perro

Semana 1:

Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!

Mes 01:

Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

Mes 02:

Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que
mi nueva "familia humana" me cuidara tan bien como ella lo había hecho.

Mes 04:

He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como
"hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 05:
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice "pipí" adentro de la casa; pero nunca me habían
dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba!

Mes 06:

Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia
humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi
solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden la comida. Nunca
me educan. Ha de estar bien todo lo que hago.

Mes 12:

Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que
orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:

Qué mal me sentí hoy. "Mi hermanito" me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la
quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto,
me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que
soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.

Mes 15:

Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les
olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16:

Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos
de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos
hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos
nuestro "día de campo". No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen!" Se...
se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que
casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:

He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero
hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi
mirada y desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo
dicen "pobre perrito", se ha de haber perdido.

Mes 18:

El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis "hermanitos". Me acerqué, y un
grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas
piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.

Mes 19:

Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto
ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una
pequeña sombra.

Mes 20:

Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, no me arrolló.
Según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del
conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la
cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un
poco de hierba a ladera del camino.
Mes 21:

Llevo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me
siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente
pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques" Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me
hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado",
decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora, pero este
perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir." A la gentil dama se le salieron las lágrimas y
asintió. Como pude, moví elrabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete
de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.

La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No convierta en problema una grata compañía.

SOCIEDAD PROTECTORA DE ANIMALES. Las mascotas te lo agradecerán.

El gusano y el escarabajo

Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad
muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.
El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían
desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con
mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.

¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano? A lo que él respondió que el
gusano estaba limitado en sus movimientos. ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le
regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?
Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien
lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin
embargo calló para no discutir.

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano,
que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo
buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto
esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar
hasta su lugar de origen.
El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba. En el camino varios insectos le
contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se
exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo
sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo
acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.
El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los
suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final
entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a
quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.
El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no el los demás, si la cultivas en
tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo. También entendió que el tiempo no delimita las amistades,
tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas. Lo que más le impactó fue que el tiempo y la
distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y
cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e
ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él.

El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó,
pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua
entre los dedos. Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas
cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues
estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.

Dijo la madre Teresa: "Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o
alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo
por ahí..."

Disfrutar de un buen amigo es uno de los regalos mas hermoso que la vida nos da

¿aguila o pollo?

Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su
casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a
conducirse como estos.
Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario porqué razón un águila, el rey de
todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.

-Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a
volar- respondió el propietario-. Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un águila.

-Sin embargo- insistió el naturalista- tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar
a volar.

Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila
volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: Tú perteneces al cielo, no a la tierra.
Abre las alas y vuela.
El águila, sin embargo, estaba confusa no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió
con ellos de nuevo.

Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciéndole:
Eres un águila. Abre las alas y vuela. Pero el águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y
saltó
una vez más en busca de la comida de los pollos.

El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Una
vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: Eres un águila. Eres un águila y perteneces tanto al
cielo
como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela.

El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces, el
naturalista la levantó directamente hacia el sol el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y
finalmente,
con un grito triunfante, se voló alejándose en el cielo.

Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia hasta es posible que, de cuando en
cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin
embargo, fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo.

Esta parábola refleja muy bien la situación de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha
perdido su identidad y el sentido de la vida. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida?
¿Quién soy yo? La respuesta no es fácil ¿Soy águila o soy pollo? Mi conciencia me dice lo primero, mi
forma
de vida tal vez lo segundo.

Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida de
los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el
sentido de la actividad y de su vida.

El hombre, como el águila, es el rey de la creación. Posee un corazón grande capaz de anhelar lo
sublime. Tiene alas para perseguir lo más alto.
Sin embargo, se ha encarcelado en el corral la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces
voraces. Y es que es mucho más fácil y placentero ser pollo que águila.

El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de
su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la protección frente a las vicisitudes de la vida.

El águila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en un espacio sin límites, tiene que estar alerta
para no caer en manos del cazador que la convertiría en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que
luchar
frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes
quieren someter.

Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su
buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El águila en cambio,
es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos.

¡Que triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando
la vida de estos, cuando su corazón y su mente están hechos para cosas más grandes.

La tarea no es fácil en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cuál es
realmente nuestra identidad en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el
consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisión tendremos que luchar contra la inercia,
que una y otra vez tratará de devolvernos al corral. Únicamente el aire limpio de la montaña y la
contemplación de ideales tan nobles y altos como el sol, podrán desplegar nuestras alas y hacer cantar
el grito triunfante de la liberación.
Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentación de volver al corral. Pero
quien realmente descubre su vocación a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jamás dará
un paso
atrás en su decisión de llevar una existencia auténticamente humana.

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Pensamiento Creativo
Estás conduciendo tu coche en una noche de tormenta terrible. Pasas por una parada de autobús donde
se encuentran tres personas esperando:

1. Una anciana que parece a punto de morir.

2. Un viejo amigo que te salvó la vida una vez.

3. El hombre perfecto o la mujer de tus sueños.

¿A cuál llevarías en el coche, habida cuenta que sólo tienes sitio para un pasajero?

Este es un dilema ético-moral que una vez se utilizó en una entrevista de trabajo. Podrías llevar a la
anciana, porque va a morir y por lo tanto deberías salvarla primero; o podrías llevar al amigo, ya que el
te salvó la vida una vez y estas en deuda con él. Sin embargo, tal vez nunca vuelvas a encontrar al
amante perfecto de tus sueños.

El aspirante que fue contratado (de entre 200 aspirantes) no dudó al dar su respuesta. Me encanta, y
espero poder utilizarlo alguna vez en alguna entrevista. ¿QUÉ DIJO? Simplemente contestó: "Le daría las
llaves del coche a mi amigo, y le pediría que llevara a la anciana al hospital, mientras yo me quedaría
esperando el autobús con la mujer

de mis sueños."

Moraleja: Debemos superar las aparentes limitaciones que nos plantean los problemas, y aprender a
pensar creativamente.

Billete de 50 EUR

Pablo, con el rostro abatido de pensar, se reúne con su amiga Laura en un bar a tomar un
café.Deprimido, descargó en ella sus angustias... que el trabajo, que el > dinero, que la relación con su
pareja, que su vocación!...

Todo parecía estar mal en su vida. Laura introdujo la mano en su bolso, sacó un billete de 50 EUR y le
dijo: ¿Quieres este billete?

Pablo, un poco confundido al principio, le contestó: Claro, Laura... son 50 EUR, ¿quién no los querría?
Entonces Laura tomó el billete en uno de sus puños y lo arrugó hasta hacerlo una pequeña bola.
Mostrando la estrujada pelotita a Pablo, volvió a preguntarle: Y ahora, ¿lo quieres también? Laura, no sé
qué pretendes con esto, pero siguen siendo 50 EUR. Claro que lo cogeré si me lo das.

Laura desdobló el arrugado billete, lo tiró al suelo y lo restregó con el pie, levantándolo luego sucio y
marcado. ¿Lo sigues queriendo? Mira, Laura, sigo sin entender a donde vas, pero es un billete de 50
EUR, y mientras no lo rompas, conserva su valor...

Pablo, debes saber que aunque a veces algo no salga como quieres, aunque la vida te arrugue o te
pisotee, sigues siendo tan valioso como siempre lo has sido...

Lo que debes preguntarte es cuánto vales en realidad y no lo golpeado que puedas estar en un
momento determinado. Pablo se quedó mirando a Laura sin atinar con palabra alguna, mientras el
impacto del mensaje penetraba profundamente en su cerebro.

Laura puso el arrugado billete a su lado en la mesa y con una sonrisa cómplice agregó: Toma, guárdalo,
para que te acuerdes de esto cuando te sientas mal... pero me debes un billete nuevo de 50 EUR para
poderlo usar con el próximo amigo que lo necesite. Le dio un beso en la mejilla y se alejó hacia la puerta.

Pablo volvió a mirar el billete, sonrió, lo guardó y con una renovada energía llamó al camarero para
pagar la cuenta...

¿Cuántas veces dudamos de nuestro propio valor, de que realmente merecemos

más y que podemos conseguirlo si nos lo proponemos? Claro que no basta con

el mero propósito... Se requiere acción y existen muchos caminos.

Llamada Telefonica

Hace tiempo al estar en mi casa, siendo como las 11:00 de la noche, recibí la llamada telefónica de un
muy buen amigo mío.

Me dio mucho gusto su llamada y lo primero que me preguntó fue: ¿cómo estas? Y sin saber porqué le
contesté: "solísimo".
¿Quieres que hablemos? Le respondí que sí y me dijo:

¿quieres que vaya a tu casa? Y respondí que sí.

Colgó el teléfono y en menos de quince minutos él ya estaba tocando a mí puerta. Yo empecé y hablé
por horas y horas, de todo, de mi trabajo, de mí familia, de mi novia, de mis deudas, y él atento siempre,
me escuchó.

Se nos hizo de día, yo estaba totalmente cansado mentalmente, me había hecho mucho bien su
compañía y sobre todo que me escuchara y que me apoyara y me hiciera ver mis errores, me sentía muy
a gusto y cuando él notó que yo ya me encontraba mejor, me dijo: bueno, pues me retiro tengo que ir a
trabajar. Yo me sorprendí y le dije: pero porque no me habías dicho que tenias que ir a trabajar, mira la
hora que es, no dormiste nada, te quite tu tiempo toda la noche. Él sonrió y me dijo: no hay problema
para eso estamos los amigos.

Yo me sentía cada vez más feliz y orgulloso de tener un amigo así. Lo acompañé a la puerta de mi casa...
y cuando él caminaba hacia su automóvil le grité desde lejos: oye amigo, y a todo esto, ¿porqué llamaste
anoche tan tarde?.

Él regresó y me dijo en voz baja. es que te quería dar una noticia... y le pregunté: ¿qué pasó? Y me
dijo...fui al doctor y me dice que mis días están contados, tengo un tumor cerebral, no se puede operar,
y solo me queda esperar... yo me quedé mudo...él me sonrió y me dijo: que tengas un buen día amigo...
se dio la vuelta y se fue... Paso un buen rato para cuando asimile la situación y me pregunté una y otra
vez, porque cuando él me preguntó ¿cómo estás? me olvidé de él y sólo hablé de mí. Cómo tuvo la
fuerza de sonreírme, de darme ánimos, de decirme todo lo que me dijo, estando él en esa
situación?...esto es increíble.. Desde entonces mi vida ha cambiado,

Suelo ser mas crítico con mis problemas y suelo disfrutar más de las cosas buenas de la vida, ahora
aprovecho más el tiempo con la gente que quiero.. por ejemplo él...todavía vive y procuro disfrutar más
el tiempo que convivimos y charlamos. Sigo disfrutando de sus chistes, de su locura, de su seriedad, 0 de
su sabiduría, de su temple, de mi amigo... "No hay amor más grande que dar la vida por los amigos".
Cristo Jesús dijo:

"Todo aquel que se avergüence de mi, yo me avergonzaré de el delante de mi Padre"


El diario de un Perro

Semana 1:

Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!

Mes 01:

Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

Mes 02:

Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que
mi nueva "familia humana" me cuidara tan bien como ella lo había hecho.

Mes 04:

He crecido rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como
"hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 05:

Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice "pipí" adentro de la casa; pero nunca me habían
dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba!
Mes 06:

Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia
humana me quiere y me consiente mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi
solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden la comida. Nunca
me educan. Ha de estar bien todo lo que hago.

Mes 12:

Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que
orgullosos se deben de sentir de mí.

Mes 13:

Qué mal me sentí hoy. "Mi hermanito" me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la
quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto,
me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que
soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.

Mes 15:

Ya nada es igual... vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les
olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16:

Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos
de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso, me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos
hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos
nuestro "día de campo". No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen!" Se...
se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que
casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado.

Mes 17:
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay
gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y
desde el fondo con mi alma. Yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen
"pobre perrito", se ha de haber perdido.

Mes 18:

El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis "hermanitos". Me acerqué, y un
grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas
piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él.

Mes 19:

Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto
ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una
pequeña sombra.

Mes 20:

Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, no me arrolló.
Según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del
conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la
cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un
poco de hierba a ladera del camino.

Mes 21:

Llevo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me
siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente
pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques" Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me
hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado",
decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora, pero este
perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir." A la gentil dama se le salieron las lágrimas y
asintió. Como pude, moví elrabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete
de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.
La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No convierta en problema una grata compañía.

SOCIEDAD PROTECTORA DE ANIMALES. Las mascotas te lo agradecerán.

El Gusano y el Escarabajo

Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.

El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy limitado en movilidad, tenía una visibilidad
muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.

El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían
desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con
mucha rapidez.

Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.

¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano? A lo que él respondió que el
gusano estaba limitado en sus movimientos. ¿Por qué seguía siendo amigo de un insecto que no le
regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien
lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin
embargo calló para no discutir.

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano,
que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo
buscara.
Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto
esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar
hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba. En el camino varios insectos le
contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se
exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo
sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo
acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los
suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final
entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a
quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.

El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no el los demás, si la cultivas en
tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo. También entendió que el tiempo no delimita las amistades,
tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas. Lo que más le impactó fue que el tiempo y la
distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y
cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e
ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él.

El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó,
pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua
entre los dedos. Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas
cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues
estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.

Dijo la madre Teresa: "Voy a pasar por la vida una sola vez, cualquier cosa buena que yo pueda hacer o
alguna amabilidad que pueda hacer a algún humano, debo hacerlo ahora, porque no pasaré de nuevo
por ahí..."

Disfrutar de un buen amigo es uno de los regalos mas hermoso que la vida nos da
¿Águila o Pollo?

Érase una vez un hombre, que mientras caminaba por el bosque, encontró un aguilucho. Se lo llevó a su
casa y lo puso en un corral, donde pronto aprendió a comer la misma comida que los pollos y a
conducirse como estos.

Un día un naturalista que pasaba por allí le preguntó al propietario porqué razón un águila, el rey de
todas las aves y los pájaros, tenía que permanecer encerrada en el corral con los pollos.

-Como le he dado la misma comida que a los pollos y le he enseñado a ser pollo, nunca ha aprendido a
volar- respondió el propietario-. Se conduce como los pollos, y por tanto, ya no es un águila.

-Sin embargo- insistió el naturalista- tiene corazón de águila y, con toda seguridad, se le puede enseñar
a volar.

Después de discutir un poco más, los dos hombres convinieron en averiguar si era posible que el águila
volara. El naturalista la tomó en sus brazos suavemente y le dijo: Tú perteneces al cielo, no a la tierra.
Abre las alas y vuela.

El águila, sin embargo, estaba confusa no sabía qué era y, al ver a los pollos comiendo, saltó y se reunió
con ellos de nuevo.

Sin desanimarse, al día siguiente, el naturalista llevó al águila al tejado de la casa y le animó diciéndole:
Eres un águila. Abre las alas y vuela. Pero el águila tenía miedo de su yo y del mundo desconocido y saltó

una vez más en busca de la comida de los pollos.

El naturalista se levantó temprano al tercer día, sacó al águila del corral y la llevó a una montaña. Una
vez allí, alzó al rey de las aves y le animó diciendo: Eres un águila. Eres un águila y perteneces tanto al
cielo

como a la tierra. Ahora, abre las alas y vuela.


El águila miró alrededor, hacia el corral, y arriba, hacia el cielo. Pero siguió sin volar. Entonces, el
naturalista la levantó directamente hacia el sol el águila empezó a temblar, a abrir lentamente las alas y
finalmente,

con un grito triunfante, se voló alejándose en el cielo.

Es posible que el águila recuerde todavía a los pollos con nostalgia hasta es posible que, de cuando en
cuando, vuelva a visitar el corral. Que nadie sepa, el águila nunca ha vuelto a vivir vida de pollo. Sin
embargo, fue un águila, pese a que fue mantenida y domesticada como un pollo.

Esta parábola refleja muy bien la situación de cada uno de nosotros y del hombre de hoy. Este ha
perdido su identidad y el sentido de la vida. ¿Quién es el hombre? ¿Cuál es el sentido de su vida? ¿Quién
soy yo? La respuesta no es fácil ¿Soy águila o soy pollo? Mi conciencia me dice lo primero, mi forma

de vida tal vez lo segundo.

Como el aguilucho, el hombre ha perdido identidad. A fuerza de vivir en el corral y de comer la comida
de los pollos, ha traicionado su verdadera esencia y se ha rebajado. Ya no sabe lo que es. Ha perdido el
sentido de la actividad y de su vida.

El hombre, como el águila, es el rey de la creación. Posee un corazón grande capaz de anhelar lo
sublime. Tiene alas para perseguir lo más alto.

Sin embargo, se ha encarcelado en el corral la sociedad de consumo lo tiene atrapado en sus fauces
voraces. Y es que es mucho más fácil y placentero ser pollo que águila.

El pollo posee la seguridad del corral, la comodidad de las rejas que delimitan su espacio, el cuidado de
su amo, la tranquilidad del alimento asegurado, la protección frente a las vicisitudes de la vida.

El águila, sin embargo, debe asumir el riesgo de moverse en un espacio sin límites, tiene que estar alerta
para no caer en manos del cazador que la convertiría en trofeo de caza o en pieza de museo, tiene que
luchar

frecuentemente en la soledad y en un ambiente adverso, por proteger y defender su vida de quienes


quieren someter.
Pero el pollo ha perdido su libertad, la ha entregado a cambio de unos granos de trigo que llenen su
buche hambriento, es explotado y sometido al sucio mercado de la compra y venta. El águila en cambio,
es libre, sus alas le permiten surcar los cielos y explorar horizontes siempre nuevos.

¡Que triste es ver al hombre, como el aguilucho, en el corral comiendo la comida de los pollos y llevando
la vida de estos, cuando su corazón y su mente están hechos para cosas más grandes.

La tarea no es fácil en parte, porque estamos convencidos de ser pollos o porque no conocemos cuál es
realmente nuestra identidad en parte, porque nuestros amos, la comodidad, la dependencia y el
consumismo, no nos dejan salir. Sentiremos miedo, indecisión tendremos que luchar contra la inercia,
que una y otra vez tratará de devolvernos al corral. Únicamente el aire limpio de la montaña y la
contemplación de ideales tan nobles y altos como el sol, podrán desplegar nuestras alas y hacer cantar
el grito triunfante de la liberación.

Recordaremos con nostalgia nuestra vida de pollos y sufriremos la tentación de volver al corral. Pero
quien realmente descubre su vocación a la libertad y encuentra un claro sentido de su vida, jamás dará
un paso

atrás en su decisión de llevar una existencia auténticamente humana.

Relaciones

" Se dice por ahí que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto
día, un perrito buscando refugio del sol logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha
casa, el perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera; al terminar de subir las escaleras se
topó con una puerta semi-abierta.

Lentamente se adentró en el cuarto y para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto había
1000 perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito de nuestra
historia comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco, los 1000 perritos hicieron lo
mismo; posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos, el perrito se quedó sorprendido al
ver que los 1000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del
cuarto se quedó pensando para si mismo:

"Qué lugar tan agradable, voy a venir más seguido a visitarlo".

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto, pero a
diferencia del primero, este perrito al ver a los otros 1000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya
que, a su parecer, lo estaban viendo de una manera agresiva, éste empezó a gruñir y obviamente vio
como los 1000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1000 perritos le
ladraron también a él; cuando este perrito salió del cuarto pensó:

"Qué lugar tan horrible es este, nunca mas volveré a entrar allí".

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:

"La casa de los 1000 espejos".

***********

Varias veces he escuchado que todos los rostros del mundo son espejos. ¿Cómo te gustaría enfrentar al
mundo?

Decide cuál rostro mostrarás y decide llevarlo por dentro. Las cosas más bellas del mundo no se ven ni
se tocan, sólo se sienten con el corazón.

Antes de ver un arco iris, tienes que ver un poco de lluvia...

Suerte
Dos hombres, ambos muy enfermos, ocupaban la misma habitación de un hospital. A uno se le permitía
sentarse en su cama cada tarde, durante una hora, para ayudarle a drenar el liquido de sus pulmones.
Su cama daba a la única ventana de la habitación. El otro hombre tenia que estar todo el tiempo boca
arriba. Los dos charlaban durante horas.

Hablaban de sus mujeres y sus familias, sus hogares, sus trabajos, su estancia en el servicio militar,
donde habían estado de vacaciones.

Y cada tarde, cuando el hombre de la cama junto a la ventana podía sentarse, pasaba el tiempo
describiendo a su vecino todas las cosas podía ver desde la ventana.

El hombre de la otra cama empezó a desear que llegaran esas horas, en que su mundo se ensanchaba y
cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior. La ventana daba a un parque con
un precioso lago. Patos y cisnes jugaban en el agua, mientras los niños lo hacían con sus cometas. Los
jóvenes enamorados paseaban de la mano, entre flores de todos los colores del arco iris. Grandes
árboles adornaban el paisaje, y se podía ver en la distancia una bella vista de la línea de la ciudad.

El hombre de la ventana describía todo esto con un detalle exquisito, el del otro lado de la habitación
cerraba los ojos e imaginaba la idílica escena.

Una tarde calurosa, el hombre de la ventana describió un desfile que estaba pasando. Aunque el otro
hombre no podía oír a la banda, podía verlo, con los ojos de su mente, exactamente como lo describía el
hombre de la ventana con sus mágicas palabras.

Pasaron días y semanas. Una mañana, la enfermera de día entro con el agua para bañarles,
encontrándose el

cuerpo sin vida del hombre de la ventana, que había muerto plácidamente mientras dormía. Se lleno de
pesar y llamo a los ayudantes del hospital, para llevarse el cuerpo.

Tan pronto como lo considero apropiado, el otro hombre pidió ser trasladado a la cama al lado de la
ventana. La enfermera le cambio encantada y, tras asegurarse de que estaba cómodo, salió de la
habitación.

Lentamente, y con dificultad, el hombre se irguió sobre el codo, para lanzar su primera mirada al
mundo > exterior; por fin tendría la alegría de verlo el mismo. Se esforzó para girarse despacio y mirar
por la ventana al lado de la cama... y se encontró con una pared blanca.

El hombre pregunto a la enfermera que podría haber motivado a su compañero muerto para describir
cosas tan maravillosas a través de la ventana.

La enfermera le dijo que el hombre era ciego y que no habría podido ver ni la pared, y le indico: "Quizás
> solo quería animarle a usted".

-Epilogo:
Es una tremenda felicidad el hacer felices a los demás, sea cual sea la propia situación. El dolor
compartido es la mitad de pena, pero la felicidad, cuando se comparte, es doble. Si quieres sentirte rico,
solo cuenta todas las cosas que tienes y que el dinero no puede comprar.

"Hoy" es un regalo, por eso se le llama "el presente". El origen de este escrito es desconocido, pero trae
buena suerte a todo el que lo transmite. No guardes este escrito. Compártelo con los tuyos. Verás como
algo bueno te ocurre.

Perro Fiel

Una pareja de jóvenes tenia varios anos de casados y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos,
compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo.

El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán. El perro salvó en más de
una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus
dueños contra cualquier peligro.

Después de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy
contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió
relegado y comenzó a sentir celos del bebé y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete
años.

Un día la pareja dejó al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una
carne asada. Cual no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con
la boca ensangrentada, moviéndoles la cola.

El dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto mato al perro. Corre al cuarto
del bebé y encuentra una gran serpiente degollada.

El dueño comienza a llorar y exclama: ¡¡¡ he matado a mi perro fiel !!!

¿Cuantas veces no hemos juzgado injustamente a las personas? Lo que es peor, las juzgamos y
condenamos sin investigar a qué se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos y
sentimientos.

Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario.
La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del
perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos contra una persona hasta el punto de dañar su imagen
ante los demás.

Algo Para Pensar

John X se levantó del banco, arreglando su uniforme, y estudió la multitud de gente que se abría paso
hacia la Gran Estación Central.

Buscó la chica cuyo corazón conocía pero cuya cara nunca había visto: ....... la chica de la rosa.

El interés en ella había comenzado 13 meses antes en una Biblioteca de Florida. Tomando un libro del
estante, se encontró intrigado, no por las palabras del libro sino por las notas escritas en el margen. La
escritura suave reflejaba un alma pensativa y una mente brillante. En la parte del frente del libro
descubrió el nombre de la dueña anterior, la señorita Maynell. Con tiempo y esfuerzo localizó su
dirección. Ella vivía en Nueva York.

Le escribió una carta para presentarse y para invitarla a corresponderle.

Al día siguiente, John fue enviado por barco para servir en la II Guerra Mundial. Durante un año y un
mes, los dos se conocieron a través del correo, y un romance fue creciendo. John le pidió una fotografía,
pero ella se negó. Ella sentía que si a él de verdad le importaba, no importaría como

fuera ella.

Cuando por fin llego el día en que él regresaría de Europa, ellos arreglaron su primer encuentro: a las
7:00 de la tarde en la Gran Estación Central de Nueva York. "Tú me reconocerás", ella dijo, "por la rosa
que llevaré en la solapa. Así que a las 7:00 John estaba en la estación

buscándola.

Dejaré que el señor X les diga lo que sucedió:

"Una joven mujer vino hacia mi, su figura alta y esbelta. Su cabello rubio y rizado se encontraba detrás
de sus delicadas orejas; sus ojos eran azules como flores. Sus labios y su mentón tenían una gentil
firmeza y en su traje verde pálido era como la primavera en vida. Me acerqué
caminando hacia ella sin darme cuenta de que no llevaba la rosa. Mientras me movía, una pequeña y
provocativa sonrisa curvó sus labios:

"¿Vas por mi, marinero?" Murmuró ella. Casi incontrolablemente di un paso hacia ella y entonces vi a
Hollis Maynell. Estaba parada casi directamente detrás de la chica. Una mujer, ya pasada de sus 40, con
cabello grisáceo bajo un sombrero gastado. Era más que regordeta, sus

pies, con gruesos tobillos descansaban en zapatos de suela baja.

La chica del traje verde se iba rápidamente. Sentí como si me partiera en dos: mi deseo tan agudo de
seguirla, y a la vez tan profundo mi anhelo por la mujer cuyo espíritu me había acompañado y apoyado.
Y ahí estaba ella.

Su pálida y rolliza cara era gentil y sensible, sus ojos grises tenían un brillo cálido y amigable. No vacilé.
Mis dedos apretaron la pequeña y usada copia de cuero del libro que era para identificarme con ella.

Esto no sería amor, pero seria algo preciado, algo quizá mejor que el amor, una amistad por la que
había, debía estar siempre agradecido.

Cuadré mis hombros, saludé y le ofrecí el libro a la mujer, aunque mientras hablaba me sentí ahogado
por la amargura de mi decepción.

- "Soy el Teniente John X, y usted debe ser la Srta. Maynell. Estoy muy contento de que me pudiera
conocer; ¿la puedo llevar a cenar?

La cara de la mujer se ensanchó en una sonrisa tolerante.

- "No se de que se trata esto hijo" ella respondió, "pero la señorita del traje verde que se acaba de ir me
rogó que usara esta rosa en mi abrigo. Y ella dijo que si usted me invitaba a cenar, yo le diría que le está
esperando en el restaurante de enfrente. ¡Dijo que era una clase de prueba!"

No es difícil de entender y admirar la sabiduría de la Srta. Maynell. La verdadera naturaleza de un


corazón se ve en su respuesta a lo no-atractivo.

"Dime a quien amas" escribió Houssaye, "Y te diré quien eres".

El olor de la Lluvia
Un frío viento de marzo danzaba al final de una noche en Dallas cuando el médico entro a la pequeña
habitación donde se encontraba Diana Blessing.

Aún aturdido por la cirugía, su esposo David sostenía su m>> mientras se daban ánimo para las últimas
noticias.

Esa tarde del 10 de marzo de 1991, una serie de complicaciones obligó a Diana, con tan solo 24 semanas
de embarazo, a someterse a una cesárea de emergencia para dar a luz a la nueva hija de la pareja,
Danae Lu Blessing.

Con 12 pulgadas y pesando solo una libra y nueve onzas, ellos sabían que era una niña precariamente
prematura. Aun así, las suaves palabras del médico cayeron como bombas. "No creo que lo logre" dijo,
tan amablemente como pudo.

"Solamente hay un 10% de posibilidades de que sobreviva la noche y aun cuando, si por alguna escasa
posibilidad lo logra, el futuro para ella podría ser muy cruel". Pasmados e incrédulos, David y Diana
escuchaban a medida que el doctor describía los problemas devastadores a los que Danae se enfrentaría
si lograba sobrevivir.

Ella nunca podría caminar, nunca podría hablar, probablemente sería ciega y estaría ciertamente
propensa a otras condiciones catastróficas como parálisis cerebral, retardo mental y así y así.... "No!
No!" era todo lo que Diana podía decir. Ella y David, junto con su hijo de 5 años, Dustin, habían soñado
desde hace mucho con el día en que vendría una hija para que fueran una familia de cuatro.

Ahora, en cuestión de horas, ese sueño se desvanecía. Durante las obscuras horas de la mañana,
mientras la vida de Danae dependía del mas delgado hilo, Diana despertó sobresaltada de su sueño, con
una creciente determinación de que su pequeñísima hija viviría y viviría para convertirse en una niña
saludable y feliz.

Pero David, completamente consciente y escuchando los horrendos detalles sobre las posibilidades de
que su hija dejara con vida el hospital, mucho menos saludable, supo que debía confrontar a su esposa
para lo inevitable.

David entró y dijo que necesitaba que hablaran sobre realizar los arreglos del funeral. Diana recuerda
"Me sentí tan mal por el porqué estaba haciendo todo lo posible para tratar de incluirme en lo que
estaba ocurriendo, pero yo no escuchaba, no podía escuchar" Y dije "No, eso no va a suceder, de
ninguna manera!!! No me interesa lo que digan los doctores, Danae no va a morir!

Un día simplemente ella estará bien y vendrá a casa con nosotros!"


Como si la determinación de Diana le diera deseos de vivir, Danae se pegó a la vida, hora tras hora, con
la ayuda de cada máquina y logrando que su cuerpecito en miniatura pudiera resistir. Pero a medida que
esos primeros días pasaban, una nueva agonía llegó para David y Diana.

En vista de que el subdesarrollado sistema nervioso de Danae se encontraba esencialmente "en crudo",
el mas ligero beso o caricia únicamente intensificarían su incomodidad, de manera que ni siquiera
podían arrullar a su pequeña bebita contra sus pechos para ofrecerles la fuerza de su amor.

Todo lo que podían hacer, mientras Danae luchaba sola bajo la luz ultravioleta en su confusión de tubos
y cables, era orar para que Dios se mantuviera cerca de su preciosa niñita. Nunca hubo un momento en
que Danae súbitamente se fortaleciera.

Pero a medida que las semanas pasaban, ella milagrosamente iba ganando una onza de peso aquí y una
onza de fuerza allá. Finalmente, cuando Danae cumplió los dos meses de edad, sus padres lograron
estrecharla en sus brazos por primera vez.

Y dos meses más tarde, aún cuando los doctores continuaban con gentileza pero implacablemente
advirtiéndoles que sus oportunidades de sobrevivir, mucho menos de llevar una vida normal, estaban
próximas, Danae salió del hospital y fue a casa, justo como su madre lo predijo.

Hoy, cinco años mas tarde, Danae es una pequeña pero bulliciosa niña, con chispeantes ojos grises y un
inextinguible entusiasmo por la vida.

Ella no muestra ningún signo de discapacidad mental o física. Simplemente, ella es todo lo que una niña
puede ser y más, pero este final esta lejos de ser el final de esta historia.

Una tarde en el verano de 1996, cerca de su hogar en Irving, Texas, Danae estaba sentada en el regazo
de su madre en las gradas de un parque local, donde el equipo de baseball de su hermano Dustin se
encontraba practicando.

Como siempre, Danae estaba parloteando sin parar con su madre y algunos adultos que se encontraban
sentados en un lugar cercano cuando súbitamente guardo silencio.

Rodeando su pecho con sus brazos, Danae preguntó "Mami, hueles eso?" Olfateando el aire y
detectando la cercanía de una tormenta, Diana contesto "Si, huele como a lluvia"

Danae cerro sus ojos y nuevamente preguntó, "Hueles eso?" Una vez más, su madre contesto, "Si creo
que pronto estaremos mojados, huele a lluvia" .
Aún atrapada en el momento, Danae sacudió su cabeza, acarició sus delgados hombros con sus
pequeñas manos y en voz alta anuncio, "No, huele a EL. Huele a Dios como cuando uno recuesta la
cabeza en Su pecho"

Lágrimas arrasaron los ojos de Diana, mientras Danae felizmente brinco de su regazo para ir a jugar con
los otros niños.

Antes de que la lluvia cayera, las palabras de su hija confirmaron lo que Diana y todos los miembros del
resto de la familia Blessing siempre supieron, por lo menos dentro de sus corazones.

Durante esos largos días y noches de sus primeros dos meses de vida, cuando sus nervios eran
demasiado sensibles para que ellos pudieran tocarla, Dios sostenía a Danae en Su pecho y era Su
amoroso aroma lo que ella recordaba tan bien.

Espero que esta historia haya tocado tu corazón al igual que tocó el mío.

La Silla

La hija de un hombre le pidió al pastor que fuera a su casa a orar una oración por su padre que estaba
muy enfermo. Cuando el sacerdote llegó a la habitación del enfermo, encontró a este hombre en su
cama con la cabeza alzada por un par de almohadas Había una silla al lado de su cama, por lo que el
pastor asumió que el hombre sabía que vendría a verlo.

-Supongo que me estaba esperando, le dijo.

-No, ¿quién es usted?, dijo el hombre.

-Soy el pastor que su hija llamó para que orase con usted.

Cuando vi la silla vacía al lado de su cama, supuse que usted sabía que yo venía a verlo.

-Oh si, la silla, --dijo el hombre enfermo--, ¿le importa cerrar la puerta?
El Pastor sorprendido la cerró.

-Nunca le he dicho esto a nadie, pero... toda mi vida la he pasado sin saber cómo orar. Cuando he
estado en la iglesia he escuchado siempre sobre la oración, que se debe orar y los beneficios que trae,
etc., pero siempre esto de las oraciones me entra por un oído y sale por el otro

pues no tengo idea de cómo hacerlo. Hace mucho tiempo, abandoné por completo la oración. Y así fue
hasta hace unos cuatro años cuando, conversando con mi mejor amigo, me dijo: "José, esto de la
oración es simplemente tener una conversación con Jesús. Te sugiero que lo hagas así... te sientas en
una silla y colocas otra silla vacía frente a ti; luego, con fe, miras a Jesús sentado delante tuyo. No es
algo alocado, pues Él nos dijo:

'Yo estaré siempre con ustedes'. Por lo tanto, le hablas y le escuchas, de la misma manera como lo estás
haciendo conmigo ahora mismo. Así que lo hice una vez y me gustó tanto que lo he seguido haciendo
unas dos oras diarias desde entonces. Siempre tengo mucho cuidado que no me vaya a ver mi hija pues
me internaría de inmediato en la casa de los locos. El Pastor sintió una gran emoción al escuchar esto y
le dijo a José que era muy bueno lo que había estado haciendo y que no cesara de hacerlo; luego hizo
una oración >con él, le extendió una bendición, y se fue . Dos días después, la hija de José llamó al
Pastor para decirle que su padre había fallecido. El Pastor le preguntó:

-¿Falleció en paz?.

-Si, cuando salí de la casa, a eso de las dos de la tarde, me llamó y fui a verlo a su cama; me dijo lo
mucho que me quería y me dio un beso. Cuando>regresé de hacer compras, una hora mas tarde, ya lo
encontré muerto. Pero hay algo extraño, pues aparentemente, justo antes de morir, se acercó a la silla
que estaba al lado de su cama y recostó su cabeza en ella, pues así lo encontré ¿Qué cree usted que
pueda significar esto?

- El Pastor se secó las lágrimas de emoción y le respondió:

-Ojalá que todos nos pudiésemos ir de esa manera.

Nota: Si esta historia le ha parecido inspiradora, no la guarde sólo para usted, compártala con alguien a
quien aprecie.

¿Cielo?
Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por una calle. Después de mucho caminar, el hombre se
dio cuenta que los tres habían muerto en un accidente.

La caminata era larga y cuesta arriba, el sol era fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con
mucha sed. Precisaban agua desesperadamente.

En una curva del camino, avistaron un magnifico portón de mármol, que conducía a una plaza calzada
con bloques de oro; en el centro de ella había una fuente de donde brotaba agua cristalina. El caminante
se dirigió al hombre que cuidaba la entrada desde una garita.

Buen día.- dijo el caminante

Buen día.- respondió el hombre

- ¿Qué lugar es éste?

- Esto es el cielo.

- Qué suerte que llegamos aquí; estamos con mucha sed.

- Usted puede entra a tomar agua a voluntad - dijo el guardián, indicándole la fuente.

- Mi caballo y mi perro también están con sed. Dijo el hombre

- Lo lamento mucho; aquí no se permite la entrada de animales.

El hombre se sintió muy decepcionado porque su sed era grande, pero decidió no beber si dejaba a sus
amigos con sed; y prosiguió su camino.

Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio,
cuya entrada estaba marcada por un portón viejo semi-abierto. El portón daba a un camino de tierra,
con árboles de ambos lados que le hacían sombra. A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba
recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero, parecía que dormía.....

Buen día.- dijo el caminante.

Buen día.- respondió el hombre.

- Mi caballo, mi perro y yo tenemos sed...

- Hay una fuente en aquellas piedras; pueden beber a voluntad.

El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.

- Muchas gracias - dijo el caminante al salir.

- Vuelvan cuando quieran - respondió el hombre.

- A propósito ¿cual es el nombre de este lugar?

- Cielo.

- ¿Cielo?, pero si el guardián del otro portón de mármol me dijo que el cielo era allí!
- Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.

El caminante quedó perplejo y dijo: - Pero esta falsa información debe causar grandes confusiones.

- De ninguna manera; ellos nos hacen un gran favor, porque allí quedan aquellos que son capaces de
abandonar a sus mejores amigos....

Con una simple Accion

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su


casa. Se llamaba Kyle.

Iba cargando todos sus libros y pensé: "¿Por que se estará llevando a su casa todos los libros el viernes?
Debe ser un "traga".

Yo ya tenía planes para todo el fin de semana: fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado
por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.

Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él.

Cuando lo alcanzaron le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo.

Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él.

Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos.
Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus gafas.

Vi lagrimas en sus ojos.

Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije, "esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto".

Me miró y me dijo: "¡gracias!".

Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud.

Lo ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa.

Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela
privada.

Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada.

Caminamos hasta casa. Lo ayudé con sus libros; parecía un buen chico.

Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó.

Estuvimos juntos todo el fin de semana.

Mientras mas conocía a Kyle, mejor nos caía, tanto a mi como a mis amigos.

Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo.

Me paré y le dije: "Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días".

Se rió y me dio la mitad para que le ayudara.


Durante los siguientes cuatro años nos convertimos en los mejores amigos.

Cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Kyle decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo a


la de Duke.

Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema.

El estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol.

Llegó el gran día de la Graduación. El preparó el discurso. Yo estaba feliz de no ser el que tenía que
hablar. Kyle se veía realmente bien.

Era uno de esas personas que se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en
todos los aspectos, se veía bien con sus gafas. Tenía más citas con chicas que yo y todas lo adoraban.

¡Caramba! algunas veces hasta me sentía celoso... Hoy era uno de esos días.

Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que le di una palmadita en la espalda y le dije: "Vas a
estar genial, amigo".

(Me miró con una de esas miradas de agradecimiento) y me sonrió: "Gracias", me dijo.

Limpió su garganta y comenzó su discurso: "La Graduación es un buen momento para dar gracias a
todos aquellos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus
hermanos, quizá algún entrenador... pero principalmente a tus amigos.

Yo estoy aquí para decirles que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir y, a
este propósito, les voy a contar una historia".

Yo miraba a mi amigo incrédulo cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos.
Aquel fin de semana él tenia planeado suicidarse.

Habló de cómo limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él para que su madre no tuviera
que ir después a recogerlos a la escuela.

Me miraba fijamente y me sonreía. "Afortunadamente fui salvado.

Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable".

Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de
debilidad.

Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud.

En ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:

"Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra
persona, para bien o para mal.

Dios nos pone a cada uno frente a la vida de otros para impactarlos de alguna manera".

Teoria sobre los Sueños

Qué angustia, qué inquietud, qué desasosiego. El desvelo. Lo odio, odio su implacable acoso, odio su
persistencia, su falta de respeto hacia mi persona, su poca delicadeza... No lo sé. No sé si estoy soñando
o si estoy despierto. Multitud de ideas concurren en mi cabeza, muchas ideas. Ideas brillantes pero
desordenadas e ideas de lo más absurdo. Pequeñas historias que parece que existen pero luego son
mentira, un cúmulo de circunstancias que jamás podrían darse en la realidad pero que en ese momento
son posibles.

Todo es posible y uno se pregunta por qué al día siguiente todo es

imposible. La diferencia debe estar en que el exceso de cordura nos frena, pero no lo sé. El desvelo en el
fondo es poder hacer todo; es esa mezcla entre lo real y lo superfluo, entre lo posible y lo imposible. ¿Y
si no estoy despierto?¿y si no estoy desvelado?. No descarto estar soñando que me he desvelado.
Mañana será otro día y estaré cansado por no haber pegado ojo, pienso. Pero bien pudiera ser que esté
inmerso en el más profundo de los sueños en que todo parece tan real como la vida misma. ¿Es el
desvelo, desvelo?. Voy al colegio y veo a mis amigos pero ocurren cosas raras porque hay amigos de
antes y de ahora, amigos míos pero que entre ellos no se conocen. Pero ahí están todos juntos. Y de
pronto comienzo a volar entre el asombro de todos. Bajito y a ras del suelo, pero vuelo y siento una
sensación que nunca había experimentado. Ahora estoy soñando, sin duda alguna. Pero quizá no. Quizá
sea mi verdadera vida y cuando sueño es cuando vivo.

¿Despertaré algún día de verdad?. El "no lo sé" sigue pesando como una losa. Doy vueltas y más vueltas.
Tengo calor y sed. Me levanto y bebo. No se oye una mosca. Cada vez queda menos para el amanecer y
no he dormido. Me crispa los nervios pero no lo puedo evitar. Incluso saber a ciencia cierta que todo es
un sueño, cosa nada clara, no me tranquilizaría porque quiero dormir. Quiero dormir y no puedo. Quiero
vivir y no sé si estoy viviendo. No quiero morir y, a lo mejor, estoy muerto. ¿Es la vida un sueño de
sueños?¿son los sueños los que dan vida a la vida?. Definitivamente, me despierto, como cada día, y
vuelvo a la rutina, esa rutina que provoca la sensación de realidad ya que los sueños son historias
variopintas que nada tienen que ver con la rutina. Tengo los pies en el suelo y me zambullo en lo

que convencionalmente denomino vida, o sea, en la rutina. Y dejo de pensar porque lo que me rodea
me despista y porque prefiero no pensar, que es más cómodo. Me creo todo lo que veo y no me planteo
nada sobre su existencia porque no lo sé.

Algun Dia
"Nunca se paró a pensar que quizás ella simplemente no le quería, que la indiferencia era el único motor
de su relación, era tan grande el amor que él sentía que creía que sus sentimientos habrían de ser igual
de fuertes, y dado que ella no lo quería, necesariamente tenía que odiarlo.

No pudiendo soportar que ella lo odiara decidió quitarse de en medio. En su funeral, ella no pudo evitar
derramar una lágrima por aquel pobre hombre."

Y otro más, ya que estamos "Cien veces me prometí olvidarla y cien veces me desperté sobresaltado, me
dolía el corazón y sentía en mi pecho el recuerdo de su cuerpo contra el mío. Nada pudo hacerme ver
que la vida merecía la pena de ser vivida, además el hecho de que a ella le fuera tan sencillo
desprenderse de mi no me resultaba en absoluto sencillo."

Hay que Aprender

He aprendido... que cuando estas enamorado, se nota...

He aprendido... Que una persona diciéndome, "Me alegraste el día"...alegra mi día.

He aprendido... Que ser niño es mas importante, que estar en lo correcto.

He aprendido... Que siempre puedo orar por alguien, cuando no tengo otro modo de ayudarlo.

He aprendido... Que no importa que tan serio requiera la vida que seas, todos necesitamos un amigo
con el que podamos reír a carcajadas.

He aprendido... Que algunas veces, todo lo que una persona necesita, es una mano que sostener y un
corazón que entender.
He aprendido... Que la vida es como una espiral. Mientras mas se acerca al final, mas rápido camina.

He aprendido... Que debemos estar felices porque Dios no nos da todo lo que pedimos.

He aprendido... Que el dinero no compra la clase.

He aprendido... Que esas pequeñas cosas que pasan diariamente, son las que hacen la vida
espectacular.

He aprendido... Que debajo del duro escudo de las personas, hay alguien que quiere ser apreciado y
amado.

He aprendido... Que Dios no hizo todo en un solo día... ¿ Qué me hace pensar que yo puedo?

He aprendido... Que ignorar lo hecho... no cambia los hechos.

He aprendido... Que es el amor, no el tiempo... el que cura todas las heridas.

He aprendido... Que cada persona a la que conoces, merece ser obsequiada con una sonrisa.

He aprendido... Que nadie es perfecto... hasta que te enamoras de alguien.

He aprendido... Que las oportunidades nunca se pierden, alguien más tomará aquella que tu dejaste
pasar.

He aprendido... Que desearía haber podido decirle a mi madre cuanto la amo una vez mas, antes de
perderla para siempre.

He aprendido... Que uno debe decir palabras suaves y tiernas, porque mas adelante puedes tener que
tragártelas.
He aprendido... Que una sonrisa, es la manera mas barata, de lucir mucho mejor...

He aprendido... Que no puedo elegir como me siento, pero puedo elegir que hago con respecto a eso.

He aprendido... Que todos quieren estar en la cima de la montaña, pero que toda la felicidad y
experiencias agradables, suceden mientras se escala hacia ella.

¡¡ Sonríe !! Alegrarás el corazón de las personas a tu alrededor.

LA FELICIDAD ES UN TRAYECTO, NO UN DESTINO ¡ QUE TENGAS UN GRAN DIA !

Grandes reflexiones para cambiar.

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Hola y bienvenidos a mi nuevo post.

Grandes reflexiones para cambiar.

Todo empieza por mi

Todo empieza por mi.

Al yo amarme, me amarán.

Al yo respetarme, me respetarán.

Al yo valorarme, los demás me valorarán.

Pues nadie puede darnos aquello que nosotros mismos no nos damos.

Ámate a ti mism@ y Cambiará tu vida!

Cargame como el primer día


Un hombre le dice a su esposa, quiero que me des el divorcio y ella le responde: yo te lo daré con la
condición que por un mes me cargues como el primer día de nuestra luna de miel.

El responde ok, yo te cargare pero al mes me darás el divorcio.

El cumplía cabalmente su promesa y al pasar los días cuando la tenía en los brazos se da cuenta que
estaba más delgada y su piel estaba más arrugada y pensó que esa mujer que tenía en sus brazos le
había dedicado muchos años de su vida.

Al pasar los días, su hijo de 10 años veía como su papá cargaba a su mamá y se sentía super feliz!!!.

El último día del mes el niño le dice al papá: papi, papi parate te toca cargar a Mamí y el reflexionó y
decidió que no se divorciaria y fue a comprar un ramo de rosas y le escribió en la tarjeta “Te cargare
hasta que la muerte nos separe”.

Al llegar a casa el esposo se dirije al cuarto a darle el ramo de rosas a su esposa y a decirle que ya no
deseaba divorciarse pero al entrar en el cuarto ella estaba muerta y en la cama dejó una nota que decía
“ Amor, tenía cáncer y sólo tenía un mes de vida. No te lo dije antes por que te amaba tanto que no
quería que sufrieras y negocie tu solicitud de divorcio porque quería dejarle el mejor recuerdo a nuestro
hijo de cómo su papá amaba tanto a su mamá que la cargó todos los días hasta su muerte”...

Moraleja: “Ama lo que tienes hoy porque mañana quizas sea muy tarde”

La vida es como un rió

Nunca te justifiques a ti mismo/a con nadie.

No dejes que alguien se convierta en prioridad en tu vida, cuando tú solamente eres una opción en la
suya… Las relaciones son mejores cuando son balanceadas-equilibradas.
Cuando despertamos por la mañana, tenemos dos opciones: Volvernos a dormir y soñar, o nos
despertamos y perseguimos esos sueños. La elección es personal.

Hacemos llorar a los que se preocupan por nosotros. Lloramos por aquellos que nunca se preocupan por
nosotros. Y nos preocupamos por aquellos que nunca llorarán por nosotros. Esta es la realidad de la
vida; es extraño pero cierto. Una vez te percates de ello, nunca será tarde para cambiar.

No hagas promesas si estás contento. No respondas si estás triste. No tomes decisiones si estás enojado.
Piénsalo dos veces…, actúa sabiamente. El tiempo es como un río. No puedes tocar la misma agua dos
veces, porque el flujo que pasó nunca pasará otra vez.

Disfruta cada momento de la vida… Si vives diciendo lo ocupado/a que estás, entonces nunca serás libre.
Si vives diciendo que no tienes tiempo... Entonces, nunca tendrás tiempo. Si vives diciendo que lo harás
mañana, tu mañana nunca llegará....."

Las ratas

Una vez un piloto de avión se disponía a volar cuando de pronto escuchó un chillido en la parte trasera
de su asiento, al agacharse se dio cuenta que era una RATA.

No podía retrasar el vuelo para bajarla, entonces recordó que las ratas no resisten las alturas y
emprendió el vuelo. Conforme iba subiendo el avión disminuian los chillidos, hasta que
desaparecieron"...

MORALEJA: Cuando escuches chismes de ti... cuando te critiquen y cuando te quieran hacer daño... solo
vuela mas alto!!!...

RECUERDA: LAS RATAS NO RESISTEN LAS ALTURAS!

Haz las cosas bien


Un hombre muy rico pidió a su yerno, arquitecto, que le construyera una casa de primera clase sin
escatimar esfuerzos ni se preocupara por los gastos.

Sin embargo, el joven arquitecto aprovechó la oportunidad para buscar los materiales más baratos, pero
cobrando como si fueran materiales caros.

De esta manera se quedó con algún dinero.

Cuando el proyecto estuvo terminado, recibió una de las más desagradables sorpresas de su vida.

El suegro había tenido la idea de hacerle un buen regalo de matrimonio y ahora le entregaba las llaves
de la casa, la cual el joven había construido con materiales malos y sin mucho cuidado.

Querido amigo, piensa bien las cosas antes de hacer, no vaya ser que todo después vaya contra ti.

¿Que dice tu reflejo?

¿Qué opinión tienes sobre las personas que te rodean? Esa respuesta puede ser reveladora sobre las
cualidades o defectos que hay en ti.

Un profesor le pidió a sus estudiantes que escribieran en una hoja de papel las iniciales de aquellas
personas con las que no simpatizaban.

Hubo estudiantes que difícilmente pudieron encontrar a una persona para anotar, mientras que otros
fácilmente pasaron de 10 y más personas para anotar sus iniciales.

Luego continuaron el ejercicio revisando los “votos” que había recibido cada persona, y para sorpresa de
muchos estudiantes, aquellos que tenían más nombres anotados de personas con las que no
simpatizaban, eran los que habían sido señalados por sus compañeros como las personas con menos
simpatía.
¿Qué Dice Tu Reflejo?

Las personas son como espejos, con frecuencia los juicios que hacemos sobre los demás son reflejo de lo
que encontramos en nosotros mismos y que tratamos de ignorar. Esto es un llamado de atención a
nuestro desarrollo personal.

En tu proceso de desarrollo personal es posible que te encuentres muchas veces en una situación como
la de estos estudiantes. Si sientes que el mundo se aleja de ti, entonces es probable que haya algo en ti
que esté alejando a ese mundo que quieres tener cerca.

Conocerte es una parte muy importante de tu desarrollo personal, y bien podría decirse que nunca
termina porque eres un ser maravilloso lleno de sorpresas y cualidades por descubrir. Pero tienes a tu
disposición un planeta lleno de espejos para descubrir un poco más de ti cada día.

Hacer ejercicio

Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he
escuchado a nadie que le diga a un deportista; tienes que leer.

No busques trabajo: escribe.

A quien beneficia la violencia?

El mundo es una gran paradoja que gira en el universo. A este paso, de aquí a poco los propietarios del
planeta prohibirán el hambre y la sed, para que no falten el pan ni el agua.
Eduardo Germán María Hughes Galeano.

Periodista y escritor uruguayo, una de las personalidades más destacadas de la literatura


latinoamericana.

Ven te invito a desaparecer un ratito del mundo

A un lugar donde exista paz, puedas ser tu mismo y nadie te diga lo que debes o no debes hacer.

Un lugar donde nada importe mas que tú.

Un lugar donde la belleza sea la simpleza de las cosas, donde lo esencial sea invisible a los ojos.

Un lugar donde no existan preocupaciones, y lo único importante sea ser feliz y hacer feliz.

Un lugar donde las hadas, duendes, unicornios y todo tipo de seres mágicos puedan vivir sin tener que
esconderse, sin miedo a desaparecer por la incredulidad de la gente grande.

Un lugar donde un niño rubio, de pelo rizado, con ropa de príncipe pueda tener un millón de flores
únicas para él.

Un lugar donde cada niño tenga un zorro domesticado y no deba dejarlo porque debe seguir su viaje.

Un lugar donde no exista el miedo.

Un lugar donde no exista mas que el hoy y el ahora.

Un lugar donde no exista ni odio, ni rencor, ni dolor.


Un lugar donde los sueños se hagan verdad y las pesadillas nos hagan valorar la realidad.

Un lugar donde el “yo puedo” sean las palabras mágicas para cada acción.

Un lugar donde lloremos de tanto reír y riamos solo porque sí.

Con el paso del tiempo

Con el paso del tiempo te das cuenta que no todas las sonrisas son de verdad ni todos los te quiero son
sinceros.

Que lo que duele no son las mentiras que dicen, si no las verdades que se callan.

Que lo que mas duele no es el golpe si no quien te lo da.

Que grandes amigos pueden volverse en grandes desconocidos.

Que aquellos que te querían ahora te pueden estar odiando. Que la vida o es negra o es ... blanca, pero
nunca será de color rosa.

Que aprendemos que los cuentos no tienen siempre un final feliz, que un final feliz es una historia sin
acabar.

Aprendemos que los mejores momentos se componen de pequeñas cosas.

Que no es oro todo lo que reluce y que quien avisa no es traidor.

Que es mejor tener 4 amigos verdaderos, que a tener 50 amigos falsos.


Que el amor puede ser muy bonito pero a la vez muy traicionero.

Que quien tan poco te demuestra es porque aun menos le importas y te darás cuentas que la vida es
muy corta, ya que el tiempo corre muy deprisa.

El poder de la gratitud

Seguro ya sabes que una de las herramientas de las Leyes Universales más poderosas es agradecer, y
estar en une estado de gratitud.

Este es un post que te ayudará a encontrar ese sentimiento de gratitud dentro de ti, y te mostrará como
es que funciona.

Recuerda alguna vez que hayas echo algo importante por alguien más o cuando diste un regalo a
alguien, y esa persona se sintió realmente agradecido.Recuerda también como te sentiste tu, tal vez te
sentiste tan bien que quisiste hacer algo más por esa persona para que volvieras a experimentar ese
sentimiento de apreciación.

El Universo, que es la fuente de toda abundancia, trabaja de la misma manera.

Cuando expresas GRATITUD por las bendiciones

¡Así como tu te sientes cuando haces un regalo a alguien que lo aprecia!

Cuando expresas GRATITUD te abres al flujo de la abundancia

ilimitada, la GRATITUD funciona con la ley universal de la multiplicación.


Por lo que te sientas GRATITUD y de lo que te sientas agradecido se multiplicara en tu vida, es el mismo
amor y el mismo principio que uso Jesús cuando multiplico el pan y el pescado.

Cuando expresas GRATITUD por algo antes de que lo hayas recibido, te estás abriendo a recibirlo. Y
también grabas en tu mente

subconsciente que eso que deseas ya es tuyo, porque al expresar GRATITUD lo has reclamado como
tuyo.

Aqui todas coinciden

"Aunque haya religiones diferentes, debido a distintas culturas y tradiciones, lo importante es que todas
coinciden en su objetivo principal: ser buena persona y ayudar a los demás."

Descubre quien eres

No puedes ser todo para toda la gente.

No puedes hacer todo a la misma vez.

No puedes hacer todo igual de bien.

No puedes hacer todo mejor que los demás.

Tu humanidad se muestra como los demás.

Así que:
Debes descubrir quien eres, y serlo.

Debes decidir que hacer primero, y hacerlo.

Debes encontrar tu fortaleza y usarla.

Debes aprender a no competir con otros.

porque no hay otra persona en la competencia de ser “Tu.

El cuerpo grita... lo que la boca calle

Muy interesante reflexión de Nelson Torres, Doctor en Psiquiatría (UCV) y experto en Psico-neuro-
inmunolinguistica PNIL :

"EL CUERPO GRITA ... LO QUE LA BOCA CALLA"

"La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma".

Bach.

Muchas veces...

El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.

El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.

El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.


La diabetes invade cuando la soledad duele.

El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.

El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.

El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.

La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.

Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.

El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.

La presión sube cuando el miedo aprisiona.

Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.

La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.

Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.

El cáncer mata cuando no perdonas y/o te cansas de "vivir".

Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?

La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino.Me parece bonito compartir
este mensaje:
El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semaforos
llamados AMIGOS, luces de precaucion llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de
repuesto llamada DECISION, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abundante
combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS.

Curso ligero de felicidad

TIP 1

Practica algún ejercicio: (caminar, ir al gym, yoga, natación etc). Los expertos aseguran que hacer
ejercicio es igual de bueno ó mejor que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo, 30 minutos de
ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.

TIP 2

Desayuna: Algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren
engordar. Estudios demuestran que desayunar te ayuda a tener energía, a pensar y a desempeñar
exitosamente tus actividades.

TIP 3

Agrádece a la vida todo lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te
dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud, nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.

TIP 4

Se asertiv@: Pide lo que quieras, y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertiv@ ayuda a mejorar
tu autoestima. Ser dejad@ y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y
desesperanza.

TIP 5

Gasta tu dinero en experiencias, no en cosas: Un estudio descubrió que el 75% de personas se sentían
más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases; mientras que sólo el 34% dijo sentirse
más feliz cuando compraba cosas.
TIP 6

Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Estudios demuestran que cuanto
más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión te generas. Escribe
pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.

TIP 7

Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados. Llena tu refrigerador, tu
computadora, tu escritorio, tu cuarto…. TU VIDA de recuerdos bonitos.

TIP 8

Siempre saluda y sé amable con otras personas: Mas de cien investigaciones afirman que tan solo
sonreír cambia el estado de ánimo.

TIP 9

Usa zapatos que te queden cómodos: “Si te duelen los pies te pones de malas” asegura el Dr. Keinth
Wapner presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.

TIP 10

Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente
ayuda a mantener un buen estado de ánimo.

TIP 11

Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, èsto te va
a alegrar la vida.

TIP 12

Lo que te comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo:

a) Comer algo ligero cada 3-4 horas mantiene los niveles de glucosa estables, no te brinques comidas.

b) Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar.

c) COME DE TODO !
d) Varía tus alimentos.

TIP 13

Siéntete Guap@:

El 41% de la gente dicen que se sienten más felices cuando piensan que se ven bien. No seas ni te veas
fodongo ¡ Arréglate y ponte guap@ !

TIP 14

Disfruta lo que haces:

Está comprobado que, no es hacer lo que quieres lo que trae felicidad al ser humano, si no querer y
disfrutar lo que uno hace; de lo contrario te estarías suicidando en abonos.

TIP 15

No te distancies de Dios:

Religiosidad no es sinónimo de Espiritualidad, no te olvides de tu origen divino y manténte en contacto


con esa Energía, y descubre que solamente debes alinear tu mente y dejar que tus actos sean guiados
por ella.

Y como educas a tus hijos

Un padre envía al mundo a sus cuatro hijos, a los que ha criado por igual. Como caminan uno junto al
otro, ocupan toda la acera. Se acerca un anciano, que no puede pasar. “No es que no queramos dejarle
pasar, ¡es que nos han educado así!”, argumentan.

¿Y qué dice el anciano?

Les pregunta sus nombres. Causa, Verse, Diálogo, Cosecha”, responden. Y el viejo les enseña: “Causa, tú
camina delante; Verse detrás; luego Diálogo, y al final Cosecha”.
¿Cuál es la enseñanza?

Eduquemos a cada niño según su talento.

¿Cómo educa usted a sus hijos?

Ayudándolos a ser felices. Los niños de hoy están muy espabilados… y se aburren en la escuela:
¡fijémonos en sus talentos y ayudémoslos a vivir como personas libres y felices! Aún están educándolos
para que paguen hipotecas y sean siervos…

La soledad es fundamental

No hay otra manera de estar que solo. Uno puede olvidarlo, uno puede olvidarse de sí mismo en
muchísimas cosas, pero una y otra vez la verdad se reafirma. Por eso después de cada experiencia
profunda te sentirás solo.

Esto parecerá muy paradójico, porque ordinariamente la gente cree que el amor les hará sentirse en
compañía. Eso es una completa insensatez. Si el amor es profundo te hará consciente de la soledad, no
de la compañía. Cuando algo cala hondo, ¿qué ocurre?: dejas la periferia de tu ser y entras en tu centro,
y el centro es todo soledad. Allí estás sólo tú; o ni siquiera tú, tan sólo una consciencia sin ego, sin
identidad, sin definición, un abismo de consciencia.

Después de escuchar bella música, o después de penetrar en el significado de una gran poesía, o ver la
belleza de un atardecer, en el despertar siempre te sentirás triste. Viendo esto, millones de personas
han decidido no ver la belleza, no amar, no meditar, no rezar, evitar todo lo que sea profundo. Pero
aunque evites la verdad, la verdad te golpea algunas veces. Sin que te des cuenta, te posee.

La soledad es tremendamente bella porque es profundamente libre. Es absoluta libertad; ¿cómo puede
crear tristeza?

Sentirse solo es la soledad mal interpretada. Significa que echas de menos al otro. ¿Y quién es el otro?:
alguna excusa que te ayuda a olvidar tu consciencia, algún toxico: puede ser una mujer, un hombre, un
libro, cualquier cosa; cualquier cosa que te ayude a olvidarte de ti mismo, que se lleva el recordarte a ti
mismo, eso te quita el peso de la consciencia.
La soledad es inmensamente bella. La soledad es un momento en el que ya no se necesita al otro, tú
eres suficiente para ti mismo; tan suficiente que puedes compartir tu soledad con toda la existencia. Tu
soledad es tan inagotable que aunque inundes toda la existencia, aún te quedará más. Cuando estás
solo, eres rico, cuando te sientes solo eres pobre.

El que se siente solo es un mendigo; su corazón es una escudilla. El que está solo es un emperador;
Buda está solo.

Y lo que a ti te ha ocurrido ha sido sentirte solo, pero tu interpretación es errónea, viene de tus
experiencias pasadas, de tu mente pasada. Abandona la mente. Entra en tu soledad; obsérvala,
saboréala. Hay que mirar todos sus aspectos. Entra desde todas las puertas posibles; es el mayor templo
que existe. Y es en esta soledad donde te encontrarás a ti mismo; y encontrarse a uno mismo es
encontrar a Dios.

Nada es eterno

Nada dura por siempre.... ni siquiera tus problemas

Uno de los mayores placeres en la vida es hacer lo que la gente dijo que nunca ibas a poder hacer.

Amistad

La amistad es un espejo que refleja la gracia de Dios.

A lo largo de mi vida, tengo infinitas oportunidades de ser un amigo y de hacer nuevas amistades. Cada
relación personal me permite experimentar a Dios —mediante la bondad, la paz, la felicidad y el amor.
Una amistad también me brinda la oportunidad de compartir mis dones.
Mis amigos y yo balanceamos nuestras fortalezas y debilidades, y disfrutamos de una camaradería a
medida que transitamos por la vida. Mis amigos me conocen y aman, elevan mi espíritu con su
presencia y me ayudan a encontrar mi lugar en el mundo.

Yo retribuyo con alegría y lealtad. Cada amigo es una bendición en mi vida, ayudándome a ser la
persona que soy hoy. Doy gracias a Dios por mis amigos.

Oportunidades

Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá mañana es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero,
si prestamos atención, percibiremos que ningún día es igual a otro. Cada mañana trae una bendición
escondida; una bendición que solo sirve para este día y que no puede guardarse o desaprovecharse. Si
no usamos este milagro hoy, se perderá.

Este milagro está en los detalles de lo cotidiano; es preciso vivir cada minuto porque allí encontramos la
salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos momentos, la pista correcta para la
decisión que ha de ser tomada. No podemos dejar nunca que cada día parezca igual al anterior porque
todos los días son diferentes.

Presta atención a todos los momentos, porque la oportunidad, el “instante mágico”, está a nuestro
alcanze

El Conserje y el Presidente

Había una vez un conserje que trabajó para la misma empresa durante cuarenta años. Jamás ascendió
de puesto. Siempre fue el conserje y nunca tuvo a nadie a sus órdenes. Nunca pudo comprar un
automóvil, ni una casa para su familia.
Era un buen conserje. Se esmeraba por mantener en perfectas condiciones la entrada del edificio. Los
objetos de metal relucían, las ventanas estaban impecables, las alfombras nunca se veían sucias.
Además siempre tenía una sonrisa y palabras alentadoras para sus compañeros de trabajo. Durante
todos los años que trabajó en esa empresa, nadie lo oyó quejarse.

Las personas le preguntaban: ¿Por qué trabajas tanto? A lo que el conserje respondía: Mira mi trabajo,
no sólo lo hago para los demás, lo hago como si lo hiciera para Jesús. Él es mi mejor amigo, lo amo y
quiero hacer lo mejor para Él. Es lo menos que puedo hacer por alguien que dio su vida por mí.

Algunos se reían y seguían su camino. Otros le preguntaban, extrañados: ¿Jesús, tu amigo? ¿Cómo
puede ser Él tu amigo? Si ni siquiera se lo ve.

El conserje, sin mediar palabra, respondía con una sonrisa, todos percibían un gran amor que se
reflejaba a través de sus ojos cuando les contaba a sus compañeros como era su relación con Jesús.
Nunca estaba demasiado ocupado o cansado para hablar del amor del Señor en su vida.

En la misma empresa comenzó a trabajar al mismo tiempo que el conserje, otro hombre. Era un
prestigioso profesional que fue ascendiendo, hasta llegar a ser vendedor, llegó a ser el mejor de su
departamento. En un tiempo récord se convirtió en gerente de ventas, luego en gerente regional,
después vicepresidente y finalmente, en el más joven presidente que había tenido la compañía.

Estando a su cargo la empresa se expandió hasta llegar a ser líder internacional y bajo su dirección la
compañía adquirió otras empresas que prosperaron muy rápidamente.

En vista de sus evidentes aptitudes, talento y éxitos, con frecuencia le pedían que diera conferencias.
Incluso lo visitaban ejecutivos y directivos de otras empresas para preguntarle el motivo de su éxito.
Siempre daba la misma respuesta: En este país las oportunidades son ilimitadas, he puesto mucho
esfuerzo, empeño y sobre todo he trabajado muchísimo. Lo que yo logré, ustedes también pueden
hacerlo si lo creen posible.

Al cabo de los años lo eligieron miembro del consejo rector de su antigua universidad y era un respetado
miembro en la iglesia a la que asistía los domingos con su familia.

Pero cada lunes, cuando su actividad comenzaba, se olvidaba de los sermones, que lo inspiraban a estar
más cerca de Dios y de su familia, que del trabajo y los negocios y con el tiempo los negocios, las
conferencias y toda actividad relacionada con su profesión, llegaron a ser su prioridad.
Cuando llegó el momento, tras una larga y exitosa trayectoria y en medio de la admiración de las
personas que lo conocían y rodeaban en sus negocios, se retiró.

Curiosamente, los dos hombres, el conserje y el ejecutivo fallecieron el mismo día y cada uno
compareció ante Dios para dar cuenta de lo realizado en sus vidas.

El ejecutivo fue el primero. Dios le puso la mano en el hombro y le dijo: Has empleado bien tu vida. Te di
inteligencia y oportunidades. Has trabajado mucho y aprovechado cuanto te puse delante. Tus logros
son muchos. Sin embargo, debes dejar atrás todo lo que construiste. Tus casas y automóviles, tus
empresas y tus actividades eran algo bueno, pero no son parte de mi Reino. Aquí no hace falta tu
dinero. Has trabajado mucho, pero de forma imprudente, porque ganaste lo material, pero dejaste de
lado muchas cosas importantes.

El conserje estaba a corta distancia, observaba con humildad, temor y asombro. Si el Señor no elogiaba a
todo un prestigioso profesional, ¿qué podría esperar un simple conserje? Estaba cabizbajo y por sus
mejillas rodaban algunas lágrimas.

De pronto, Jesús le puso una mano sobre el hombro y le dijo: Levanta tu cabeza y mírame a los ojos. El
conserje obedeció y así por primera vez pudo ver el rostro de la persona que más amaba en el mundo.

Con una sonrisa Jesús le dijo: Date la vuelta y mira. No podía entender lo que veía, una multitud se le
acercaba y sus rostros reflejaban un amor y un gozo que jamás había visto. Miró a Jesús, y le dijo: Señor,
sólo reconozco a unos pocos ¿Quiénes son los otros?

Jesús le dijo: Los que reconoces son personas a las que les hablaste de mi amor. Los otros son personas
que escucharon hablar de mi amor, pero no a través de ti, sino a través de las palabras de aquellos a
quienes tú habías hablado. Todos ellos han venido a darte las gracias. Ve junto a ellos y disfruta del gozo
que he preparado para todos aquellos que obedecieron mi palabra.

A poca distancia, un coro de ángeles cantaba mientras el conserje y sus amigos, con una alegría
inexplicable, disfrutaban de las maravillas que les había preparado el Señor.

Los dos hombres tuvieron las mismas oportunidades. Uno dedicó su vida a los negocios, con el fin de ser
millonario; el otro, puso su vista en las cosas del Señor, vivió sin importarle lo material. Su amor a Dios y
al prójimo, fue su prioridad, por lo que se hizo rico y almacenó su fortuna en el banco de Dios. La
fortuna del ejecutivo fue temporal, la del conserje fue eterna.

¿A cuál de los dos hombres quieres imitar? La decisión es tuya.

Latif

Latif era el hombre más pobre de la aldea. Cada noche dormía donde podía, bajo un improvisado techo
o bien frente a la plaza del pueblo.

Cada día se recostaba debajo de un árbol, con la mano extendida y la mirada perdida esperando que
algún transeúnte le dejara una minima limosna y solo comía de lo que la gente del pueblo le traían.

Sin embargo, a pesar de su aspecto y de su forma de vida, Latif por ser anciano era considerado como el
hombre más sabio del pueblo.

Una mañana el rey rodeado por sus guardias apareció en la plaza, caminaba entre los puestos con el
deseo de hacer algunas compras y de repente tropezó con Latif, que dormía a la sombra de una encina.

Alguien le dijo al Rey que Latif era el hombre más pobre del pueblo, pero que era muy respetado por su
sabiduría.

El rey se acercó al mendigo y le dijo: -Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.

Latif lo miró, despectivamente, y le dijo: - No hace falta, puedes quedarte con tu moneda, para qué la
querría yo. Dime, ¿cuál es tu pregunta?

Había un problema que el rey no podía solucionar y hacía varios días que lo angustiaba. Un problema de
bienes y recursos que sus analistas no habían podido solucionar.

La repuesta de Latif fue justa y creativa. El rey se sorprendió dejó la moneda de oro a sus pies y se fue
meditando sobre lo sucedido.
Al día siguiente el rey volvió a ver a Lafit, este como de costumbre descansaba, debajo de un árbol.

Otra vez el rey hizo otra pregunta, a lo que Latif la respondió sabiamente.

El soberano volvió a sorprenderse de tanta sabiduría. Se sentó en el suelo frente a Latif, y le dijo:

-Querido amigo te necesito a mi lado, estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar. No
quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano. Te pido que vengas al palacio y seas mi
asesor. Te prometo que no te faltara nada, y serás respetado.

Después de pensar unos minutos, aceptó la propuesta del rey.

Esa misma tarde llegó Latif al palacio, en donde inmediatamente le fue asignado un lujoso cuarto a
escasos metros de la alcoba real. En la habitación, una tina llena de agua tibia con esencias lo esperaba.

Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.

Todos los días y a cualquier hora, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre
los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales.

Latif siempre contestaba con claridad y precisión.

El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey.

En poco tiempo ya no había decisión o asunto que el monarca no consultara con su preciado asesor.

Esto desencadenó los celos de todos los cortesanos que veían en el mendigo una amenaza para su
propia influencia y un perjuicio para sus intereses.

Un día todos los demás asesores pidieron audiencia al rey.

-Tu amigo Latif, como tú llamas, está conspirando para derrocarte, dijo uno de ellos.

-No puede ser, dijo el rey. No lo creo.

-Puedes confirmarlo tu mismo, dijeron otros. Todos los días a las cinco de la tarde, Latif se escabulle del
palacio hasta llegar a un cuarto donde se reúne a escondidas, no sabemos con quién. Le hemos
preguntado a dónde iba y ha contestado con evasivas. Esa actitud terminó de alertarnos sobre su
conspiración.

El rey se sintió defraudado y dolido. Debía confirmar esas versiones. Esa tarde en el horario previsto, lo
aguardaba oculto en el recodo de una escalera.

Desde allí vio cómo, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados, asegurándose de que nadie lo
viera, abría la puerta y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.
Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.

-¿Quién es? Dijo Latif.

-Soy yo, el rey, dijo el soberano. Ábreme la puerta.

Latif abrió la puerta. No había nadie allí. Ninguna puerta, o ventana, ninguna puerta secreta, ningún
mueble que permitiera ocultar a alguien.

Sólo había en el piso un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro
de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.

-¿Estás conspirando contra mi Latif? Pregunto el rey.

-¿Cómo se le ocurre, majestad? Contesto Latif. De ninguna manera, ¿Por qué lo haría?

-Vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que haces aquí? ¿Para qué vienes a este deplorable
cuarto en secreto?

Latif sonrió y se acercó a la túnica rotosa y mal oliente que pendía del techo. La acarició y le dijo al rey: -
Hace sólo seis meses cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de
madera. Ahora me siento tan cómodo con la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que
duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado,
que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de quién soy y de dónde vine.

“Nunca debemos olvidar quienes somos y de donde venimos, en cierto aspecto la vida se puede
transformar en un bumerang podemos regresar siempre al mismo lugar”

El Tazón del Abuelo

El abuelo se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Sus manos temblaban, su vista se
nublaba y sus pasos flaqueaban. El abuelo y su familia se reunían todos los días para comer; pero sus
manos temblorosas y la vista enferma le causaban dificultades para alimentarse. La comida caía de su
cuchara al suelo y, cuando intentaba tomar el vaso, derramaba el contenido sobre el mantel.
El hijo y su esposa se cansaron de la situación. "Tenemos que hacer algo con el abuelo", dijo el hijo. "Ya
he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo". Así que el
matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor. Ahí, el abuelo comía solo
mientras el resto de la familia disfrutaba a la hora de comer. Como el abuelo había roto varios platos, su
comida se la servían en un tazón de madera. De vez en cuando, miraban hacia donde estaba el abuelo y
podían ver algunas lágrimas sobre su rostro triste, mientras intentaba alimentarse solo. Sin embargo, las
únicas palabras que la pareja le dirigía eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el
tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio.

Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba jugando con unos trozos de madera en el
suelo. Le preguntó: "¿Qué estás haciendo, hijo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah, estoy
haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando sean como el abuelo, yo les pueda servir la
comida en ellos. Sonrió y siguió con su tarea.

Las palabras del pequeño golpearon muy fuerte a sus padres, quebrantando sus corazones de tal forma
que quedaron sin habla. Las lágrimas rodaban por sus mejillas y a pesar de que ninguna palabra se dijo
al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia. Por
el resto de sus días ocupó un lugar en la mesa junto a ellos. Y, por alguna razón, el matrimonio no se
molestaba más cada vez que el tenedor se caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.

Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre escuchan y sus mentes
procesan todos los mensajes. Si ven que proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la
familia, ellos imitarán esa actitud por el resto de sus vidas. Los padres y madres deben escucharlos, ya
que muchas veces Dios nos quiere llamar la atención o decirnos algo a través de ellos, no seamos
orgullosos pensando que sólo son niños, tengamos la suficiente sabiduría para analizar y meditar el
mensaje que un niño nos puede dar. Seamos constructores sabios y modelos a seguir.

He aprendido que la actitud y las palabras de un niño, pueden cambiar una vida. He aprendido que aún
tengo mucho que aprender.

"Cuando derramas amor, las personas que lo reciben jamás olvidarán lo que les hiciste sentir” y habrás
logrado lo más hermoso: la sonrisa y la aprobación de Dios”
La bailarina

Una joven había tomado clases de ballet durante toda su infancia, y había llegado el momento en que se
sentía lista para convertir su afición en profesión. Deseaba llegar a ser una primera bailarina y quería
comprobar si poseía las cualidades necesarias, de manera que, cuando llegó a su ciudad, una gran
compañía de danza fue al teatro y habló con el director.

-Quisiera llegar a ser una gran bailarina-, le dijo, -pero no sé si tengo el talento necesario o qué me hace
falta para conseguirlo-.

-Hazme una demostración, le dijo el director. Pero apenas había bailado unos segundos, la interrumpió,
moviendo la cabeza en señal de desaprobación-.

-No, usted no tiene las condiciones necesarias-, le dijo.

La joven llegó a su casa con el corazón desgarrado, arrojó las zapatillas de baile en lo más profundo de
un armario y no volvió a calzarlas nunca más. Se casó, tuvo hijos y cuando se hicieron un poco mayores,
empezó a trabajar como cajera en un supermercado.

Años después asistió a una función de ballet y a la salida se topó con el viejo director, ella lo saludó y le
recordó la charla que habían tenido años antes, le mostró fotografías de sus hijos y le comentó de su
trabajo en el supermercado, pero al final, antes de despedirse, le preguntó.

-¿Cómo pudo usted saber tan rápido que yo no tenía condiciones de bailarina?

-¡Ahhh! apenas la miré cuando usted bailó delante de mí, simplemente le dije lo que siempre le digo a
todas, le contestó.

-¡Pero eso es imperdonable! exclamó ella, ¡usted arruinó mi vida, pude haber llegado a ser primera
bailarina! -No lo creo, repuso el viejo maestro. Si hubieras tenido las dotes necesarias y una verdadera
vocación para bailar, no habrías prestado ninguna atención a mi comentario.
“Sin duda, si te crees perdido, estás perdido y si crees que no puedes, no podrás. Si quieres hacer algo
pero lo crees imposible, no creo que triunfes jamás. En la vida no sólo el valiente o el veloz triunfa, al
final el que vence es el que cree que es posible”

“¿Puedes confiar en Dios? Para el que confía en Él, todo es posible” Marcos 9:23

“Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones” Filipenses 4:13

Un mal día

Su esposa se lo había dicho antes de salir de casa, tenía un extraño presentimiento. Querido, hoy no va a
ser un buen día, sería mejor que te quedaras en la cama descansando. Su esposo convivía con el peligro
y la muerte, cualquier día podía ser el último que lo viera con vida.

Y a sí fue, ese día detuvieron a su esposo.

-"No debiste haberte casado con él, nunca fue un buen hombre", le dijo su madre, hoy estás pagando
las consecuencias de una mala elección.

Ella ya lo sabía, pero eso no impedía ni disminuía el amor que sentía por él. Su esposo era un ladrón y lo
acababan de apresar. No la asustaba que estuviese preso, ya había pasado por esa situación antes. Lo
dramático era que esta vez no habría misericordia del juez y la sentencia era inapelable. La condena que
solicitaba el fiscal a un tribunal con sed de justicia, era de muerte y no una muerte cualquiera, sino
muerte de cruz.

La mujer que tanto amaba a su esposo no dejaba de darle vueltas en su cabeza. Tal vez lo perdieron las
malas compañías, reflexionó mientras recorría la calle principal, porque su socio en las andadas,
también sería crucificado junto con él. De todos modos ya no importa buscar culpables, lo cierto es que
su esposo iba a terminar como ella había soñado y temido tantas veces. Iba a morir de la peor de las
muertes, la más humillante, la más cruel y atroz. La mujer no pudo despedirse de su amado, para los
ladrones no hay privilegios, ni concesiones. No hay piedad, ni un último deseo para los condenados al
madero.
En el horizonte se divisan tres cruces, la de su esposo, la de su compañero y la de un desconocido. Ella
reconoce a su marido y al otro ladrón, pero le resta importancia al tercero; quizás sea otro que deje a
otra viuda en el olvido y la desgracia.

El cuadro es estremecedor. No la culpen a ella por no llorar, ya había gastado todas sus lágrimas en una
vida miserable junto a quien le prometió amor eterno y ahora cuelga de una cruz. No quiere mirar a su
esposo, está allí, prefiere recordarlo de otra manera.

El otro de los ladrones insulta al desconocido de la cruz que estaba entre los dos. Y una voz conocida,
pero imperceptible, pronuncia algunas débiles palabras. "Acuérdate de mi, cuando vengas en tu reino"
Era la inconfundible voz de su esposo, sin duda, hablándole al desconocido. "Hoy estarás conmigo en el
paraíso", le responde, como si en su condición pudiese prometer algo.

La mujer levanta la vista por primera vez. Tal vez para mirar a los ojos de su esposo una última vez o tal
vez para entender el diálogo tan extraño que acaba de oír. El socio de su esposo acaba de morir. El
desconocido parece realmente un inocente que paga por algo que jamás cometió y su esposo sonríe. No
tendría porqué hacerlo, no hay razones. Hizo de su vida un mundo miserable y está colgando de una
cruz frente a miles de ciudadanos que claman justicia. Pero el ladrón se encuentra con la mirada de su
esposa y le sonríe. Es como un último gesto queriéndole decir que todo estará bien, a pesar de todo.

La mujer no entendió bien el diálogo de los condenados, pero presiente que algo había cambiado. Algo
debe haber ocurrido allí en lo alto de aquellas cruces, porque de pronto empieza a pensar que su esposo
finalmente encontró algo distinto.

Su esposo cuelga de un madero, pero inexplicablemente, irracionalmente, sonríe. Ella le devuelve el


gesto en silencio, ese que sólo pueden interpretar los que se han amado de verdad. Sabe que no puede
implorar justicia y mucho menos misericordia y que su esposo está pagando por robos y crímenes
cometidos durante muchos años. Pero ahora, la última sonrisa de su esposo le devuelve la calma. Por la
sonrisa que se dibuja en su rostro no parece estar sufriendo en una cruz, al contrario, parece estar lleno
de gozo y felicidad.

Por la vida que llevó durante tantos años, no merecía ningún tipo de contemplación, ni de perdón, ni
siquiera una digna sepultura. Pero alguien, tan condenado como él, le prometió el paraíso. Su esposo se
había encontrado con la gracia en el minuto final, segundos antes de la muerte.

Ese, no iba a ser un buen día y evidentemente no existía la posibilidad de que terminara bien. Su esposo
ha dejado de respirar, pero nadie se explica por qué sonríe y ella sólo puede reflexionar: Si para llegar al
paraíso tenía que pasar por la cruz, valió la pena haberse levantado.
Jesucristo a través de su gracia y misericordia, espera tu decisión hasta tu último suspiro. Es posible que
hayas tenido una vida llena de pecado, quizás has robado, asesinado, no importa. La Ley siempre te
condenará, entre otras cosas, porque eres culpable, pero Jesucristo te está esperando para que puedas
experimentar Su perdón, misericordia y amor incondicional.

NO ME CORRESPONDE

Un raton, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y a su esposa abriendo un paquete.


Penso; ¿Qué tipo de comida podia haber alli? Quedo aterrorizado cuando descubrio que era una
ratonera.
Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: ¡Hay una ratonera en la casa… una ratonera
en la casa”
La gallina, que estaba cacareando y escarbando, levanto la cabeza y dijo: “Disculpeme Sr. Raton,
yo entiendo que es una gran problema para usted, mas no me perjudica en nada, no me
incomoda”. El raton fue hasta el cordero y le dice: ¡Hay una ratonera en la casa, una
ratonera!“Disculpeme Sr. Raton, no hay nada que yo pueda hacer, a no ser, orar. Quedese
tranquilo que lo recordare en mis oraciones.”
El raton se dirigio entonces a la vaca y le dice: ¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera! ¿Una
que, Sr Raton? Una ratonera? Pero acaso, ¿Estoy en peligro? ¡Pienso que no!
Entonces el raton volvio para la casa, cabizbajo y abatido, para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella nochese oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando a su victima. La mujer
del granjero corrio para ver lo que habia atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera
atrapo la cola de una cobra venenosa. La cobra pico a la mujer. El granjero la llevo
inmediatamente al hospital. Ella volvio con fiebre. Todos saben que, para alimentar a alquien con
fiebre, nada mejor que una sopa. El granjero agarro su cuchillo y fue a buscar el ingrediente
principal: La gallina. Como la enfemedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a
visitarla. Para alimentarlos, el granjero mato al cordero. La mujer no mejoro y acabo muriendo.
Mucha gente fue al funeral. El granjero entonces sacrifico a la vaca para alimentar a todo el
pueblo.
“La proxima vez que usted oiga decir que alguien esta delante de un problema, y crea que el
problema no le merece atencion, acuerdese que, cuando hay una ratonera en la casa, toda la
hacienda corre riesgo”.
LA NARIZ

Una vez, un hombre se dio cuenta que no veía bien, no solo al querer leer, sino al caminar por la
calle; las caras de las personas las veía borrosas, a veces, incluso se sentía mareado. Por este
motivo decidió ir a un oculista. El médico le recetó un par de anteojos, que por el aumento que
tenían, eran bastante pesados. Al poco tiempo de usarlos, la nariz empezó a protestar. -"¡Eh,
estos anteojos son muy pesados, me molestan! ¿Y por qué tengo que aguantarlos yo, si funciono
bien?" Los ojos le respondieron:- "Tené paciencia, es que no vemos bien y dependemos de tí
para que sostengas los lentes"-"No estoy de acuerdo, arréglenselas como puedan, a mí esto me
molesta y no es mi culpa"- volvió a protestar la nariz. -"¡No te quejes tanto, que nosotros también
lo sostenemos y no armamos semejante lío!", gritaron las orejas, cansadas de escucharla. Sin
embargo, la nariz no hizo caso a las razones ni súplicas de los ojos, y disimuladamente comenzó
a corcovear, se movía de abajo para arriba, de un costado al otro, hasta que se movió de tal
manera que los anteojos se cayeron al piso. Claro, en ese momento el buen hombre iba
caminando y al caerse los anteojos, tropezó y cayó con todo su peso hacia adelante. ...Y, ¿saben
qué se rompió? La nariz.
PEQUEÑO CARACOL.

Aquel pequeño caracol emprendió la ascensión a un cerezo en un desapacible día de finales de


primavera. Al verlo, unos gorriones de un árbol cercano estallaron en carcajadas:
- ¿no sabes que no hay cerezas en esta época del año?.
El caracol, sin detenerse, replicó:
“no importa. Ya las habrá cuando llegue arriba”.
COMO UN BILLETE DE 100 DOLARES

Un reconocido conferencista dio inicio a su seminario sosteniendo un billete de $100 dólares.


Entonces preguntó a las 200 personas que lo escuchaban, "¿A quién le gustaría este billete de
$100 dólares?"
Las manos comenzaron a levantarse. Él dijo: "Voy a dar este billete a uno de ustedes, pero
primero, déjenme hacer esto..." y arrugó el billete. Entonces preguntó: "¿Quién aún lo quiere?"
Todavía las manos estaban en el aire. "Bien, replicó, ¿qué tal si hago esto?" Y lo arrojó al suelo y
comenzó a restregarlo contra el piso con su zapato.
Después lo levantó, ya arrugado y sucio. "Ahora, ¿quién todavía lo quiere?" Las manos
permanecían levantadas.
"Amigos míos, todos ustedes han aprendido una lección muy valiosa. No importa lo que hice con
el dinero, ustedes todavía lo querían porque su valor no disminuyó. El billete todavía vale $100
dólares.
Cuántas veces a lo largo de la vida somos tirados por los problemas, arrugados por los insultos,
pisteados por otros; en esos momentos sentimos que hemos perdido el valor, sin embargo,
valemos exactamente lo mismo pues Dios mira nuestro verdadero valor, no las cosas por las que
hayamos pasado a lo largo de nuestas vidas.
Tú vales por lo que eres, no por las cosas que hayas pasado. ¡¡¡RECUÉRDALO!!! SIEMPRE
VALES LO MISMO PARA DIOS.

LOBOS EN EL
CORAZON

un abuelo le contaba a su nieto: me siento como si tubiera dos lobos peleando en mi corazon uno
de ellos es un lobo enojado, violento y negativo; ; y el otro esta lleno de amor y compasion. El
nieto pregunto: ¿Cuál de los dos lobos crees que ganara la pelea? El respondio: El que yo
alimente… ¡ESE GANARA LA PELEA!.
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ESCALERAS EN EL HOGAR

Un hombre. No muy contento con su vida de hogar, viajaba un dia al poblado vecino . se
encontro, con una anciana, fuente de inagotables consejos sabios. El hombre narro a la anciana
todos sus problemas. Lo siento por los hijos dijo la buena mujer. ¿Por los hijos? ¡No! Respondio
el hombre, sientalo por mi. La anciana le mostro al hombre una larga escalera, firme y estable.
Esta escalera le dijo ella es una parabola del hogar. La esposa es una de las varas laterales. El
marido es la segunda. Estas varas deben estar unidas por los lazos del amor, la simpatia, la
amabilidad, etc. Cuando falta esa union, el hogar se desintegra y los hijos no llegaran a ninguna
cumbre. Ademas agrego la anciana la escalera descansa sobre un piso firme. Los santos
evangelios, son el piso firme para toda la familia bien establecida. Leelos todos los dias y
obedece sus enseñanzas.
“Dios establecio la familia, pero tambien, necesita que pongas de tu parte para lograr ser la
familia diferente y feliz que tu quisieras tener”.
VER PARA CREER

Estaban un astronauta y un neurocirujano muy reconocido, discutiendo sobre la existencia de


Dios.
El Astronauta dijo: tengo una conviccion. No creo en dios. He ida al espacio varias veces y nunca
he visto ni siquiera a un angel. El neuro cirujano se sorprendio, pero disimulo. Luego de pensar
unos instantes. Comento: bueno, he operado muchos cerebros y nunca he visto un pensamiento.
“No necesitamos ver a Dios para creer, para saber que el existe, podemos estar seguros que el
existe; con tan solo ver las flores, el aire que respiramos, la lluvia, las familia, un dia mas que
podemos vivir, mirate a ti mismo y descubiras que Dios existe; pues el te creo".
¿CÓMO?

Una vez, un hombre desenterro una estatua de marmol de gran belleza. se la llevo a un
coleccionista que amaba todas las cosas bellas y se la ofrecio en venta. el coleccinista la compro
al precio elevado. y se separaron. Cuando el hombre se fue a casa con su dinero penso y luego
se dijo a si mismo. "cuanta vida significa este dinero! ? ¿Como puede alguien dar todo esto por
una piedra muerta, esculpida, enterrada en la tierra durante mil años?”
Mientras tanto, el coleccionista que completaba la estatua se decia: “! Que hermosa!, ¡cuanta
vida!, ¡ el sueño de un gran alma! y fresca con el dulce sueño de mil años! ¿Cómo puede alguien
dar todo a cambio de dinero muerto y sordido?
En esta vida no todo es dinero, pues; hay cosas preciosas que debemos valorar.
¿COMO SE ABRE LA PUERTA?

Un hombre habia pintado un lindo cuadro. El dia de la presentacion al publico, asistieron las
autoridades locales, fotografos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor,
un reconocido artista. Llegado el momento, se tiro el paño qe revelaba el cuadro. Hubo un
caluroso aplauso. Era una impresionante figura de jesus, tocando suavemente la puerta de una
casa. Jesus parecia vivo. Con el oido junto a la puerta, parecia querer oir si junto a la puerta,
parecia querer oir si adentro de la casa alguien le respondia. Hubo discursos elogios. Todos
admiraban aquella preciosa obra de arte. U n observador muy curioso, encontro una falla en el
cuadro. La puerta no tiene cerradura. Y fue a preguntar al artista: “Su puerta no tiene cerradura,
¿Cómo se hace para abrirla? “ Asi es,” Respondio el pintor. “porque esa es la puerta del corazon
del hombre. Solo se abre por adentro”.
UN MILLON DE SAPOS

Un hacendado fue a la ciudad y le pregunto al dueño de un restaurante si podia utilizar un millon


de piernas de sapos. El dueño del restaurante quedo asustado y quiso saber donde pretendia el
hacendado conseguir tantas piernas de sapos. El hacendado respondio: cerca de mi casa hay un
pequeño lago que esta invadido e infestado de esos bichos. Son millares y hacen un barullo
infernal, croando toda la noche. ¡me estoy volviendo loco! Quedo decidido, entonces, que el
hombre le traeria quinientos sapos por semana, durante algun tiempo. En la primera semana, el
hacendado volvio al restaurante un poco avergonzado; pues traia en sus manos dos sapos. El
comerciante le pregunto: ¿Dónde esta mi pedido? Ellos son los que hacian todo el barullo.
La proxima vez que alguien te critique o se ria de ti, acuerdate de que no son miles de sapos los
que hacen todo el barullo, sino apenas dos sapitos. Mientras dos critican y rien, cientos te
apoyan y animan.
BUSCAR EN EL LUGAR EQUIVOCADO

Un sabio encontró a un muchacho cuando éste estaba buscando algo de rodillas.


"¿Que andas buscando muchacho??
"Mi llave la he perdido? "
Y arrodillados los dos, se pusieron a buscar la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el sabio:
"¿Dónde la perdiste?"
"En casa"
"¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?
"Por que aquí hay luz".
Reflexión: ¿De qué vale buscar a Dios en lugares santos si donde lo has perdido ha sido en tu
corazón?.

EL RAMO DE FLORES
Un camión iba traquetando por un camino de tierra en un pueblo del sur de Estados Unidos. En
un asiento iba un anciano delgado que sostenía un ramo de flores recién cortadas. Al otro lado
del pasillo estaba una jovencita cuyos ojos volteaban, volteaban una y otra vez hacia las flores
del hombre. Al anciano le llegó el momento de bajar. Impulsivamente puso las flores en el regazo
de la joven. - "Me di cuenta de que le encantaron las flores", explicó, y creo que a mi esposa le
gustaría que tú las tuvieras. Le voy a decir que te las di".
La joven acepto las flores, y luego observó al anciano mientras bajaba del camión y atravesaba la
puerta de un pequeño cementerio. El amor que damos a nuestros semejantes no se compara con
el valor material de las cosas.

TODO ES POSIBLE

Habían dos niños que patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero
los niños jugaban sin preocupación, Cuando de pronto, el hielo se reventó y uno de los niños
cayó al agua. El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y
empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa
piedra y sus manos tan pequeñas!!!!
En ese instante apareció un anciano y dijo: "Yo sé cómo lo hizo".
¿Cómo ?, le preguntaron.
Y el anciano contestó: "No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer"
En este mundo donde se nos limita y dice "no le perdones", "no lo merece", "no puedes hacerlo",
"ya no lo intentes", recordamos el llamado de nuestro Creador que nos hace recordar que todo lo
podemos en El que nos fortalece.
No importa si es un rencor, pues se puede perdonar. Si es un dolor, se puede sanar. Si es un
problema, se puede solucionar.
Por eso en este día recordemos que todo es posible... para el que tiene fe.

NO SE EQUIVOCA

Hace mucho tiempo, en un reino distante, un monarca no creía en la bondad de Dios. Tenía, sin
embargo, un súbdito que siempre le
recordaba acerca de esa verdad. En todas las situaciones decía:
¡Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se equivoca!
Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó. El súbdito
consiguió matar al animal, pero
no evitó que Su Majestad perdiese el dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que
había ocurrido, y sin mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida,
le preguntó a
este:
Y ahora, ¿qué me dices? ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido atacado, y no
hubiera perdido mi dedo.
El siervo respondió:
Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno, y que quizás
eso, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es perfecto. ¡El nunca se equivoca!
El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda más oscura y
más fétida del calabozo.
Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta
vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por todos, pues se
sabía que hacían sacrificios
humanos para sus dioses.

Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual
del sacrificio. Cuando ya tenían
todo listo, y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima,
observó furioso:
¡Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!
Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió
que fuera a su presencia. Al
ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo:
¡Querido siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado que escapé
justamente porque no tenía uno de mis dedos.
Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, ¿por qué permitió que
estuvieses preso, que tanto lo defendiste? El siervo sonrió, y dijo:
Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría sido sacrificado
en su lugar, ¡ya que no me
falta ningún dedo! Por lo tanto, acuérdese siempre: ¡todo lo que Dios hace es perfecto, él nunca
se equivoca!
EL PORTERO DEL PROSTÍBULO

No había peor oficio en el pueblo que ser portero del prostíbulo. ¿Pero qué otra cosa podría hacer
aquel hombre?
De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.

Un día, se hizo cargo del prostíbulo un joven con inquietudes muy creativo y emprendedor y
decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y citó al personal para dar las nuevas instrucciones.
Al portero, le dijo: -A partir de hoy, usted, además de estar en la puerta, va a preparar un reporte
semanal donde registrará la cantidad de personas que entran y además anotará sus comentarios
y recomendaciones sobre el servicio.

-Me encantaría complacerlo, señor!, pero no se leer ni escribir. -¿Cómo?... ¡cuánto lo siento, pero
tendré que prescindir de sus servicios! -Pero señor, usted no me puede despedir, ¡yo trabajé en
esto toda mi vida!. -Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted, le vamos a dar una
indemnización hasta que encuentre otra cosa.
Lo siento y que tenga buena suerte. Sin mas, se dio vuelta y se fue. El portero sintió que el
mundo se le derrumbaba. ¿Qué hacer?... y recordó que en el prostíbulo, cuando se rompía una
silla o se arruinaba una mesa, el lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta
podría ser una ocupación transitoria hasta conseguir un empleo, pero solo contaba con unos
clavos oxidados y una tenaza derruida. Entonces pensó que usaría parte del dinero de la
indemnización para comprar una caja de herramientas completa.

Como en el pueblo no había ninguna ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo
mas cercano a realizar la compra. Y emprendió la marcha. A su regreso, su vecino llamó a su
puerta: -¡Hola!, ¿vengo a ver si tiene un martillo para prestarme?. -Si, lo acabo de comprar pero lo
necesito para trabajar... ¡como me quede sin empleo!...

-Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano. -Esta bien. A la mañana siguiente, como
había prometido, el vecino tocó la puerta. -Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo
vende? -No puedo, lo necesito para trabajar y además la ferretería está a dos días de mula. -
Hagamos un trato - dijo el vecino. Yo le pagaré los días de ida y vuelta mas el precio del martillo,
total usted está sin trabajar. ¿Qué le parece?. Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días y
aceptó. Volvió a montar su mula y a su regreso, otro vecino lo esperaba en la puerta de su casa.

-¡Hola, vecino!. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?, vengo a decirle que yo necesito
unas herramientas y estoy dispuesto a pagarle sus cuatro días de viaje, mas una pequeña
ganancia... es que no dispongo de tiempo para el viaje. El ex-portero abrió su caja de
herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se
fue. Recordaba las palabras escuchadas: ¡¡No dispongo de cuatro días para comprar!!

Si esto era cierto, mucha gente podría necesitar que el viajara para traer herramientas. En el viaje
siguiente, arriesgó un poco mas de dinero trayendo mas herramientas que las que había vendido.
De paso, podría ahorrar algún tiempo en viajes. La voz empezó a correrse por el pueblo y muchos
quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y
compraba lo que necesitaban sus clientes.

Con el tiempo alquiló un galpón para almacenar las herramientas y algunas semanas después,
adaptó una vidriera y el galpón se transformó en la primera ferretería del pueblo. Todos estaban
contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos, el
era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y
ganar dos días de marcha.

Un día, se le ocurrió que su amigo el tornero, podría fabricarle las cabezas de los martillos. Y
luego, ¿por qué no?, las tenazas... las pinzas... los cinceles... y luego fueron los clavos y los
tornillos... En diez años, aquel hombre se transformó en millonario con su trabajo como
fabricante de herramientas. Un día decidió donar una escuela a su pueblo. En ella, además de leer
y escribir, se enseñarían las artes y oficios mas prácticos de la época y en el acto de
inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, lo abrazó y le dijo: -Es
con gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera
hoja del libro de actas de esta nueva escuela. -El honor sería para mi - dijo el hombre. -Nada me
gustaría mas que firmar allí, pero no se leer ni escribir; soy analfabeto. -¿Usted? - dijo el Alcalde
que no alcanzaba a creer. -¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir?
¡¡Estoy asombrado!!... me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?
-Yo se lo puedo contestar - respondió el hombre con calma. Si yo hubiera sabido leer y escribir...
sería el portero del prostíbulo...

MORALEJA: Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Las adversidades
encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar puede ser tu mejor
opción, solo agrégale la frase celebre:
"UNA PATADA EN EL TRASERO SIEMPRE IMPLICA UN PASO HACIA DELANTE".

REGALO DE 15 AÑOS
Un padre esperaba ansioso el nacimiento de su bebe, por supuesto queria que sea un varon.
Grande fue su desilusión cuando llego al mundo “ANITA”. Quedo un poco desilucionado, pero al
poco tiempo anita se gano el corazon de su papa, tanto que se hicieron muy buenos amigos. Ya
cuando anita iba creciendo, siempre manifestaba su gran deseo de cumplir los 15 años, y le decia
a su padre. Papa cuando cumpla 15.. ¿Qué me vas a regalar?, a lo cual su padre respondia, aun
no se hija, aun no se… pero seguro que sera algo hermoso. Cumplir sus quince años, era su gran
ilucion, por lo que siempre hacia la misma pregunta ¿ papi que me vas a regalar cuando cumpla
mis quince años? Sera algo hermoso hija de eso no tengas dudas. Un dia Anita y sus padres
fueron a la iglesia, a solo una semana de su tan anhelado cumpleaños de 15, al llegar al auditorio,
Anita tropezo con una silla que estaba en el salon, y antes de tomar su asiento, cayo desvanecida
en el suelo, sus padres, asustados la levantaron y la llevaron inmediatamente al hospital mas
cercano, despues de 5 largos minutos, salio el medico diciendo que tenia una extraña
enfermedad, la cual, si en 48 horas no le consiguen un nuevo corazon ella moriria. Sus padres
inmediatamente hicieron todos los tramites necesarios para conseguir el nuevo corazon, llegaron
a las entidades de beneficiencia para pedir ayuda, pero no se conseguia el corazon para la niña,
ya pasaron 24 horas y nada. Despues de un tiempo llego la GRAN NOTICIA, se habia encontrado
un corazon. La operación fue exitosa, a pocos dias ella estaba de alta y podia salir del hospital.
Una ves en casa Anita, dijo.. ¿Dónde esta Papa?, que hace rato que no lo veo, su madre con
lagrimas en los ojos entro a Anita un sobre con una carta adentro donde decia: Queria hija, tu
gran anhelo siempre fue cumplir tus 15 años, ¿verdad?, bueno ya se acerca el dia, y siempre
quisiste saber cual era el regalo que te iba hacer, hijit. Quiero decirte que te he dado el regalo mas
valioso que podia en este dia tan especial para ti, te de MI CORAZON. Si.. MI CORAZON, ese que
esta hoy latiendo dentro tuyo para que tengas vida. Y quiero que sepas que siempre estare
contigo estes donde estes, y cuando te sientas sola, simplemente siente la brisa del viendo
cuando llegue a tu rostro, que ese sere yo acariciandote. FIRMA: Tu Papá

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