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Protocolos de inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) en Bos Taurus

Conference Paper · April 2014

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Marcos G Colazo
Government of Alberta, Agriculture and Rural Development
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Assessment of in-line milk progesterone profiles to evaluate characteristics of luteal activity and their associations with reproductive performance in Holstein cows. View
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Protocolos de inseminación artificial a tiempo fijo (IATF)
en Bos Taurus

Marcos G. Colazo
Livestock Research Branch, Alberta Agriculture and Rural Development,
Edmonton, Alberta, Canada
E-mail: marcos.colazo@gov.ab.ca; mgcolazo@yahoo.com
Introducción
La inseminación artificial (IA) se ha utilizado ampliamente en el ganado lechero,
y se ha convertido en una de las técnicas más importantes para el mejoramiento
genético del ganado. Casi el 80% de los productores lecheros de Norteamérica
utilizan la IA como un método para propagar el ganado, en comparación con
sólo el 4% de los productores de carne (NAHMS, 1997). Una de las principales
razones de la baja tasa de adopción en los rodeos de carne es la detección de
celo, que requiere mucho tiempo, mano de obra especializada y está sujeta a
errores, especialmente en grandes rebaños. En hatos lecheros de EE.UU. y
Canadá, la eficiencia de detección de celo es  50%, sobre todo porque está
sujeta a las influencias animales, humanas y ambientales. Una pobre o
inadecuada detección de celos es la principal causa de un bajo porcentaje de
inseminación y de una pobre eficiencia reproductiva en los hatos lecheros.
Protocolos que sincronizan el crecimiento folicular y la ovulación, y optimizan la
regresión del cuerpo lúteo permitiendo la IA a tiempo fijo (IATF), resultan en un
mejor desempeño reproductivo del hato, ya que todos los animales son
inseminados sin la necesidad de detectar celos. Como resultado, el uso de
programas de IATF se ha convertido en una parte integral del manejo
reproductivo en muchos hatos lecheros y la aplicación de estos programas
ofrece a los productores de carne la oportunidad de incorporar la IA en sus
rodeos. Por lo tanto el objetivo de este manuscrito es proporcionar una revisión
general de los protocolos actuales de IATF en el ganado Bos Taurus.

Tratamientos que sincronizan el crecimiento folicular y la ovulación del

folículo dominante
Los tratamientos que sincronizan el crecimiento folicular y la ovulacion se dividen
generalmente en los que son a base de estradiol y los que son a base de GnRH.

Protocolos de sincronización basados en estradiol y progesterona

Los tratamientos con estradiol para sincronizar la emergencia de la onda folicular
y la ovulación se usan más comúnmente en el ganado de carne en América del
Sur y México. En Canadá ninguna preparación de estradiol se encuentra
disponible en el mercado veterinario por lo tanto el productor necesita una receta
prescripta por su médico veterinario para adquirir la preparación de estradiol en
la farmacia.
La combinación de estradiol y progesterona suprime la FSH y la liberación de LH
y el crecimiento de folículos antrales. En cambio estradiol solo (en un momento
de baja de progesterona circulante) estimula la liberación de LH e induce la
ovulación y/o la luteinización de folículos ováricos. Una vez que el estradiol es
metabolizado (estradiol-17β muy rápidamente, aunque los ésteres tardan más
tiempo), la FSH en circulación aumenta y una nueva onda folicular emerge en
promedio cuatro días después del tratamiento. El protocolo de IATF más
comúnmente usado consiste en la inserción de un dispositivo liberador de
progesterona en el Día 0 y administración de 5 mg de estradiol-17β o 2 mg de
benzoato de estradiol (para sincronizar emergencia de la onda folicular), y una
dosis de prostaglandina F2α (PGF; para asegurar la luteólisis) en el momento de
retirar el dispositivo de progesterona (generalmente Día 7 u 8). Una dosis más
baja de estradiol (por lo general 1 mg de benzoato de estradiol) se administra a
las 24 horas de haber retirado el dispositivo para inducir y sincronizar un pico de
LH (aproximadamente 16 a 18 horas después del tratamiento) y la ovulación
(aproximadamente 24 a 32 horas más tarde; Martínez et al., 2005). La IATF se
realiza normalmente 30 a 34 horas después del segundo tratamiento con
estradiol. Alternativamente, 0.5 mg de cipionato de estradiol se puede dar al
momento del retiro del dispositivo de progesterona (Colazo et al., 2003), por lo
tanto los animales se encierran y pasan por la manga sólo 3 veces, e IATF se
realiza entre 48 y 56 horas más tarde. Sin embargo, en muchos países
incluyendo los EE.UU. y Europa, el estradiol ya no está disponible para su uso
en el ganado bovino, por lo que la mayor parte de la discusión restante se
concentrará en los protocolos alternativos.
Protocolos de sincronización basados en la combinación de
prostaglandina F2α (PGF) y GnRH Ovsynch y Cosynch
Los protocolos basados en GnRH se han utilizado extensivamente para la IATF
en rebaños lecheros (Pursley et al., 1995) y de carne (Geary et al., 2001) en los
EE.UU. y Canadá. El tratamiento con GnRH induce la liberación de LH y la
ovulación (en animales con un folículo dominante > 10 mm de diámetro), con la
emergencia de una nueva onda folicular aproximadamente 2 días más tarde
(Twagiramungu et al., 1995; Martínez et al., 1999). El tratamiento con PGF 6 ó 7
días después de la primera GnRH y la aplicación de una segunda inyección de
GnRH entre las 36 y 48 horas después de la PGF facilita la IATF (Thatcher et al.,
1993; Twagiramungu et al., 1995; Pursley et al., 1995). La IATF se recomienda
entre las 16 y 20 horas después de la segunda GnRH (Pursley et al., 1998). El
protocolo de tratamiento que utiliza la GnRH y PGF para IATF en el ganado
lechero se ha denominado “Ovsynch” (Figura 1). Cosynch es una modificación
del protocolo Ovsynch en el que se da el segundo tratamiento con GnRH
simultáneamente con la IATF (Figura 2). Los protocolos Cosynch se utilizan con
mayor frecuencia en el ganado de carne, ya que requiere el manejo de los
animales solamente 3 veces (en vez de cuatro). La mayoría de los protocolos de
IATF, utilizados en el Canadá y EE.UU. hoy en día, son variaciones del protocolo
Ovsynch.
Figura 1. Esquema de tratamientos del protocolo Ovsynch. Adaptado de Pursley
et al. (1995).

Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado

AM- GnRH

AM-PGF PM-GnRH AM-IA

Figura 2. Esquema de tratamientos del protocolo Cosynch. Adaptado de Geary

et al. (2001).

Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado

AM- GnRH

AM-PGF PM-GnRH
+ IA

Los protocolos Ovynch en el ganado lechero han resultado en tasas de preñez

(definida como el número de vacas gestantes sobre el número de vacas tratadas
o elegibles) similares a los obtenidos con la IA a celo detectado (Pursley et al.,
1997; de la Sota et al., 1998). Sin embargo, la tasa de concepción (definida
como el número de vacas preñadas sobre el número de vacas inseminadas) es
generalmente menor en las vacas tratadas con Ovsynch porque la ovulación no
se sincroniza adecuadamente en aproximadamente un tercio de los animales.
Se reportó que en vacas Holstein en lactación tratadas con el Ovsynch el 11%
ovuló antes de la IATF, el 12% no respondió al tratamiento con PGF y un 9% no
ovularon después del segundo tratamiento con GnRH (Colazo et al., 2009b), lo
que indica que la tasa de sincronización (definida como el porcentaje de vacas
cuyo CL sufrió regresión y ovularon dentro de las 24 horas después de IATF) fue
sólo del 68%. Se ha demostrado que la etapa del ciclo estral en el momento en
que se inicia un protocolo Ovsynch afecta las tasas de sincronización y preñez
(Vasconcelos et al., 1999; Moreira et al., 2000). Vacas en que la GnRH se
administró entre los días 1 y 4 o días 14 y 21 del ciclo estral tuvieron tasas de
preñez más bajas que aquellas vacas tratadas en otros momentos del ciclo (32
vs. 42%, respectivamente; Vasconcelos et al., 1999) . Cuando se administra
GnRH durante el metaestro (días 1-3), el folículo dominante no ovula, y
comienza a sufrir atresia aproximadamente en el momento en que se inyecta la
PGF, por lo tanto no responderá a la segunda GnRH. El folículo dominante de la
segunda onda folicular (días 13-17) tampoco puede ovular en respuesta al
primer tratamiento de GnRH, y en ausencia de la ovulación, la PGF endógena
puede causar regresión y la ovulación antes de la IATF, lo que resulta en bajas
tasas de embarazo. Por lo tanto, para mejorar las tasas de preñez, se debería
hacer detección de estro e IA en aquellos animales que muestran estro
temprano.
Presynch-Ovsynch

La presincronización con PGF (“Presynch”) se utiliza comúnmente en los

rebaños lecheros para asegurar que las vacas estén en la etapa más apropiada
del ciclo estral en el momento de la primera GnRH. El objetivo es que la mayoría
de los animales se encuentren entre los días 5 y 12 del ciclo estral. La
presincronización con dos dosis de PGF separadas 14 días, y la administración
de la primera GnRH del Ovsynch a los 12 días después de la segunda PGF
aumenta la probabilidad de que un folículo sensible a la liberación de LH estará
presente en el momento de la primera GnRH (Figura 3). En dos estudios
iniciales (Moreira et al., 2001; El- Zarkouny et al., 2004), la tasa de preñez
después de la IATF fue mayor en vacas tratadas con "Presynch - Ovsynch" que
en las tratadas sólo con Ovsynch (49 vs. 37 %; 47 vs. 38 %, P < 0.01).

Figura 3. Esquema de tratamientos del protocolo Presynch-Ovsynch. Adaptado

de Moreira et al. (2001).

Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado

PM-PGF

PM-PGF

AM- GnRH

AM-PGF PM-GnRH AM-IA

El efecto de variar el intervalo entre la segunda PGF del Presynch y la iniciación

de Ovsynch sobre la tasa de preñez en vacas lecheras en lactación ha sido
recientemente investigado. Aunque un intervalo de 12 días entre la segunda
PGF y la primera GnRH resultó en un mejoramiento de la preñez del 10 al 12%
(Moreira et al., 2001; El-Zarkouny et al., 2004). Los productores lecheros han
adoptado un intervalo de 14 días, así todos los tratamientos se llevan a cabo en
los mismos días de la semana. Recientemente, Galvão et al. (2007) demostró
que una reducción en el intervalo entre Presynch y la primera GnRH de 14 a 11
días, incrementó el porcentaje de animales ovulando a la primera GnRH (61 vs.
45%, P< 0.01) y en consecuencia aumentó la tasa de preñez (41 vs. 34%,
P<0.05). En otro estudio (Stevenson, 2011), un intervalo de 12 días desde la
última PGF de Presynch y la primera GnRH resulto numéricamente en una
mayor tasa de preñez a los 32 días (37%) después de la IATF que un intervalo
de 14 ( 32%) ó 10 (35%) días, o sin presincronización (solamente Ovsynch;
34%). Recientemente hemos comparado la respuesta ovulatoria a la primera
GnRH, la tasa de sincronización y la tasa de preñez en 241 vacas lecheras
sometidas al protocolo Ovsynch iniciado ya sea 9 o 12 días después de la
segunda PGF del protocolo Presynch (Colazo et al., 2013b). Las respuestas a
los tratamientos fueron determinadas por las concentraciones de progesterona
plasmática y ultrasonografía transrectal. Se consideraron como “sincronizadas” a
las vacas que habían respondido a la PGF (progesterona plasmática < 0.5 ng/ml
a la IATF) y ovularon dentro de las 24 horas después de la segunda GnRH. El
porcentaje de vacas que ovularon después de la primera GnRH (62%) fue
similar entre los dos grupos. Sin embargo, una reducción del intervalo de 12 a 9
días redujo la tasa de sincronización (73 vs. 61%) y la tasa de preñez a los 32
(44 vs. 34%) y 60 (43 vs. 32%) días después de la IATF.
Hemos también investigado los efectos de la presincronización con PGF antes
de un protocolo Cosynch en la sincronía del estro, y la tasa de preñez después
de la IATF en novillas de carne (Small et al., 2010). La presincronización redujo
la proporción de novillas en estro antes de la IATF (3 vs. 24%), lo que sugeriría
que la presincronizacion podria ser útil en la aplicación exitosa de los protocolos
basados en GnRH en novillas de carne. Sin embargo, la tasa de preñez a la
IATF no se vio estadísticamente afectada en este estudio (38 vs. 30%). En otro
estudio, se investigó si la presincronización con PGF aumentaría la tasa de
preñez en novillas Aberdeen Angus (n = 462) sincronizadas con un dispositivo
intravaginal que contiene progesterona y 12.5 mg de LH porcina (pLH) o 100 mg
de GnRH para sincronizar la emergencia de la onda folicular y la ovulación
(Colazo et al., 2007). La presincronización con PGF tendió a aumentar la tasa de
ovulación al primer tratamiento (64 vs. 47%, P< 0.09), pero no afectó la tasa de
preñez (60 vs. 54%).
Aunque la presincronización con PGF parece ser eficaz en vacas lecheras en
lactación, los beneficios en novillas de carne fueron mucho menos evidentes. Sin
embargo, se supone que el ganado que no está ciclando no se beneficia de una
presincronización con PGF, ya que no tienen un CL, aunque en un estudio
reciente se ha reportado que el tratamiento con PGF adelantó la primera
ovulación en novillas de carne prepúberes (Pfeifer et al., 2009). Otros protocolos
de presincronización que incluyen GnRH o un dispositivo conteniendo
progesterona se han propuesto en rodeos de leche y carne con una alta
incidencia de vacas acíclicas.
G6G: un nuevo protocolo que combina PGF y GnRH en la
presincronización
Bello et al. (2006) desarrollaron un nuevo protocolo de presincronización que
combina PGF y GnRH. El objetivo de este protocolo es aumentar el porcentaje
de animales que responden a la primera inyección de GnRH del protocolo
Ovsynch incrementando la probabilidad de que un folículo de tamaño ovulatorio
se encuentre presente al inicio del Ovsynch. Un total de 137 vacas lecheras en
lactación se asignaron a uno de cuatro grupos; un grupo no recibió ningún
tratamiento de presincronización antes del Ovsynch (Control), mientras que los
otros tres grupos fueron tratados con PGF, seguido 2 días más tarde con la
GnRH administrada a 4, 5 o 6 días antes de la primera GnRH del Ovsynch. Los
porcentajes de animales que ovularon después de la primera GnRH del Ovsynch
fueron 54, 56, 67 y 85%, respectivamente. La preñez a la IATF tendió a ser
mayor en aquellos animales en los que se inició el Ovsynch a los 6 días después
de la presincronización con PGF y GnRH (“G6G”; Figura 4) que en los animales
control (50 vs. 27%, P < 0.08). Más recientemente, el protocolo de
presincronización G6G se ha evaluado en un mayor número de animales
(Ribeiro et al., 2011), resultando en tasas de preñez similares a los reportados
por Bello et al. (2006). Sin embargo, la tasa de preñez con el protocolo G6G no
difirió de la tasa de preñez con el protocolo “Presynch-Ovsynch” (50 vs. 49%,
respectivamente; Ribeiro et al., 2011).
Figura 4. Esquema de tratamientos del protocolo denominado G6G. Adaptado
de Bello et al. (2006).

Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado

AM-PGF AM-GnRH

AM-GnRH

AM-PGF PM-GnRH AM-IA

Doble Ovsynch

Doble Ovsynch es otro protocolo que incluye una presincronización de PGF y

GnRH (Souza et al., 2008; Figura 5). Básicamente, el protocolo doble Ovsynch
implica dos protocolos Ovsynch seguidos uno del otro, con el tercer tratamiento
de GnRH administrado 7 días después del segundo. En un primer estudio, el
protocolo Doble Ovsynch resultó en una tasa de preñez más alta que el
protocolo Presynch - Ovsynch en vacas primíparas (65 vs. 45%, P < 0.05), pero
no en multíparas (38 vs. 40%; Souza et al., 2008). Con el doble Ovsynch, la tasa
de preñez, se mejora por dos motivos, una mayor probabilidad de tener un
folículo dominante que ovule después de la tercera GnRH, y una más elevada
concentración de progesterona circulante antes de la administración de la PGF
del segundo Ovsynch (Wiltbank et al., 2012). Astiz y Fargas, (2013) no
reportaron diferencias en el porcentaje de preñez entre Doble Ovsynch (36%) y
G6G (35%), después de evaluar 7805 primo IA provenientes de 27 hatos
lecheros del este de España. Sin embargo, el protocolo Doble Ovsynch resultó
en mejores porcentajes de preñez en vacas primíparas (44%) que multíparas
(31%).
Figura 5. Esquema de tratamientos del protocolo denominado Doble Ovsynch.
Adaptado de Souza et al. (2008).

Domingo Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado

AM-GnRH

AM-PGF

AM-GnRH

AM-GnRH

AM-PGF PM-GnRH AM-IA

Efecto del reemplazo de la segunda GnRH por LH porcina (pLH) o de la

adicción de gonadotrofina coriónica equina (eCG) en un protocolo
Ovsynch.

Aunque la ovulación se produce en aproximadamente el 90% de los animales

tratados después de la segunda GnRH, esas ovulaciones podrían resultar en la
formación de un CL menos funcional en comparación con CL después de
ovulaciones espontáneas. Varios autores han reportado una alta proporción de
re-inseminaciones, dentro de dos semanas después de IATF, en animales que
habían sido tratados con el Ovsynch. La administración de 100 µg de GnRH
(dosis recomendada) induce una liberación de LH con una duración de 4 a 5
horas, que es mucho más corta que la duración de la LH endógena durante el
estro natural (Chenault et al., 1975; Colazo et al., 2008). Por lo tanto, muchos
investigadores han estudiado diferentes alternativas para reemplazar el segundo
tratamiento GnRH en un protocolo Ovsynch.

Con la idea de la evaluación de tratamientos que aumentan la concentración de

LH en plasma antes de la ovulación, nuestro grupo de trabajo investigó el uso de
LH porcina (pLH; Lutropin-V) en reemplazo de la primera y/o segunda inyección
de GnRH en vacas lecheras sometidas a un Ovsynch (Colazo et al., 2009a). Se
utilizaron un total de 605 vacas provenientes de tres rodeos lecheros diferentes.
Las vacas recibieron 100 µg de GnRH o 25 mg de pLH al principio o al final de
un Ovsynch estándar de 7 días (en un diseño experimental 2 X 2). Un mayor
porcentaje de vacas ovularon después del primer tratamiento con pLH (61 vs.
44%), pero esto no tuvo ningún efecto sobre el porcentaje de preñez. Pero las
vacas que recibieron GnRH al inicio del Ovsynch y pLH en lugar de la segunda
inyección de GnRH tuvieron un mayor porcentaje de preñez que las vacas
tratadas con un Ovsynch estándar utilizando dos inyecciones de GnRH (42 vs.
28%). Contrariamente a nuestras expectativas, las vacas tratadas con pLH
tuvieron concentraciones de progesterona plasmáticas post IATF similares a las
de las vacas tratadas con GnRH, lo que indica que un mecanismo distinto a la
función lútea después de la ovulación fue responsable de la mayor fertilidad en
vacas que recibieron pLH.

Otra alternativa para mejorar la madurez del folículo y aumentar las

concentraciones periovulatoria de estradiol es el uso de gonadotrofina coriónica
equina (eCG). La eCG es una glicoproteína de larga vida media, que en la vaca
tiene un efecto similar a la FSH y LH y podría ser utilizada para estimular el
crecimiento de los folículos en los protocolos de sincronización.

En Sudamérica, múltiples estudios han demostrado que el tratamiento con eCG

incrementa el porcentaje de preñez en vacas con cría con alta incidencia de
anestros (Bo et al., 2013). En un estudio en vacas lecheras en anestro, la
adicción de 400 UI de eCG en el momento de la inyección de PGF, en un
protocolo tipo Ovsynch, aumentó el porcentaje de animales preñados a los 7 y
28 días de la época de cubriciones (Bryan et al., 2010).

Hemos examinado los efectos de eCG en el momento de la inyección de PGF

sobre el tamaño del folículo preovulatorio y la fertilidad en vacas de carne con
cría al pie tratadas con un protocolo Cosynch (Small et al., 2009). El tratamiento
con 400 UI de eCG aumentó la fertilidad de vacas primíparas que no fueron
presincronizadas, confirmando que el tratamiento con eCG puede ser
beneficioso en vacas que están en postparto temprano o bajo estrés nutricional.

Protocolos Ovsynch y Presync-Ovsynch más un dispositivo intravaginal

conteniendo progesterona

El-Zarkouny et al. (2004) utilizaron 91 vacas en lactación en cada grupo que

fueron tratadas con el protocolo Ovsynch con o sin la adición de un CIDR.
Solamente el 44% de las vacas estaban ciclando al inicio del estudio. Los
porcentajes de preñez a los 29 (59 vs 36%) y 57 (45 vs 20%) días después de la
IATF fueron mayores en las vacas tratadas con Ovsynch + CIDR que en
aquellas tratadas con el Ovsynch solo. La fertilidad fue particularmente mejorada
en aquellos animales que estaban en anestro al inicio del tratamiento. Vacas en
anestro tratadas con Ovsynch + CIDR tuvieron porcentajes de preñez del 64%
comparados con el 27% en vacas en anestro tratadas solamente con Ovsynch
solamente. En un segundo experimento realizado por los mismos autores, la
inclusión de un CIDR no mejoró la tasa de preñez (43 vs 32% en Ovsynch y
Ovsynch + CIDR, respectivamente) en un rebaño lechero con el 80% de las
vacas ciclando al inicio del Ovsynch.

El beneficio de suplementar progesterona en vacas en anestro sujetas a un

protocolo Ovsynch fue también demostrado en un estudio con 609 vacas
Holando (27% en anestro) de tres rebaños lecheros en Uruguay (Cavestany et
al., 2003). Vacas en anestro tratadas con un Ovsynch tuvieron un porcentaje de
preñez del 4%, pero éste fue incrementado al 17% con la adición de una esponja
conteniendo 300 mg de acetato de medroxiprogesterona (MAP). En el mismo
estudio, en vacas cíclicas, la suplementación con MAP tuvo un efecto negativo
sobre la fertilidad (28 vs 19 %, en Ovsynch y Ovsynch + MAP, respectivamente).

Por el contrario, Moreira et al. (2004a) reportaron que el uso de un CIDR en un

protocolo Ovsynch no mejoró los porcentajes de preñez en vacas en anestro (19
vs 18% en Ovsynch y Ovsynch + CIDR, respectivamente). En este estudio que
utilizó 466 vacas lecheras (27% en anestro) en México durante los meses de
verano, el porcentaje de preñez fue afectado por una interacción entre el número
de partos y el tratamiento. Vacas primíparas que recibieron un Ovsynch + CIDR
tuvieron porcentajes de preñez más altos que las vacas primíparas tratadas con
Ovsynch (38% vs 20%) pero no hubo diferencia significativa en vacas multíparas
(22 vs 28%).

En otro estudio en México (Melendez et al., 2006), vacas en lactación recibieron

dos tratamientos con PGF separados 14 días y fueron inseminadas si mostraron
celo después del segundo tratamiento con PGF. Aquéllas no detectadas en celo
(n=1175) fueron divididas en dos grupos; un grupo fue tratado con el protocolo
Ovsynch solamente y el otro recibió además un CIDR. El porcentaje de preñez
fue superior en las vacas del grupo Ovsynch + CIDR (31 vs 23%). La proporción
de animales en anestro no fue determinada, pero se podría especular que la
mayoría de las vacas utilizadas en este estudio no estaban ciclando porque no
fueron detectadas en celo después de dos tratamientos con PGF. Sin embargo,
ambos tratamientos tuvieron una similar proporción de animales (89 y 95%) con
progesterona plasmática > 1 ng/ml 14 días después de la IATF, sugiriendo que
ambos tratamientos resultaron en similar sincronía e inducción de la ciclicidad.

En un experimento más completo, que agrupó rebaños lecheros de 6

Universidades en EE.UU. (Stevenson et al., 2006), el uso de un CIDR en vacas
tratadas con Ovsynch aumentó la preñez a la IATF en un 10% (40 vs 50%). La
ciclicidad del rebaño al inicio del estudio ni tampoco su interacción con la
aplicación de un CIDR afectaron el porcentaje de preñez. Sin embargo, el CIDR
aumentó la preñez en animales que tenían niveles de progesterona bajos a la
administración de PGF (del 17 al 33% y del 19 al 38% en vacas en anestro y
cíclicas, respectivamente). Resultados de este estudio, sugeriría que la adición
de un CIDR solo aumentaría la fertilidad de vacas en anestro que no responden
al primer tratamiento con GnRH. La repuesta ovulatoria a la primera inyección de
GnRH es generalmente alta en vacas en anestro, por lo tanto la decisión o no
del uso de un dispositivo con progesterona dependerá de cuan profundo es el
anestro y de su incidencia en cada rebaño lechero. Este último estudio también
indicaría que algunos animales cíclicos se benefician con la suplementación de
progesterona. Los mecanismos por los cuales la fertilidad es mejorada en
animales cíclicos tratados con Ovsynch + CIDR podría incluir muchas
posibilidades. En animales que se inicia el Ovsynch en un diestro tardío, la
aplicación de un dispositivo con progesterona prevendría una ovulación
temprana y mejoraría la sincronía de la ovulación. El priming con progesterona
podría también alterar el ambiente folicular incrementando la liberación de
estrógeno, mejorarando la fertilización y consecuentemente la función luteal.
Esta posibilidad es de suma importancia sobre todo en vacas en anestro que no
responden a la primera inyección de GnRH. Además, de ejercer un efecto
positivo sobre el ambiente uterino que mejoraría el establecimiento de la
gestación. Sin embargo, los factores que determinan porqué el uso de
dispositivos con progesterona son benéficos en algunos casos y en otros no,
necesitan ser identificados.

Tabla 2. Porcentaje de preñez y número de animales en diferentes estudios

publicados en la literatura en el cual un tratamiento Ovsynch fue comparado con
Ovsynch más la suplementación de progesterona a través de un dispositivo
intravaginal en vacas lecheras.

Diagnostico de Preñez Ovsynch Ovsynch + Referencia

%(No. de Progesterona
vacas) %(No. de
vacas)
Ultrasonografía a los 29 días 36% (91) 59% (91) El-Zarkouny et al.,
2004
Ultrasonografía a los 29 días 43% (154) 32% (150) El-Zarkouny et al.,
2004
Palpación rectal a los 45 18% (312) 22% (297) Cavestani et al.,
2003
días
Palpación rectal a los 40-45 29% (232) 27% (234) Moreira et al.,
2004a
días
Palpación rectal a los 42-48 23% (589) 31% (586) Melendez et al.,
2006
días
Ultrasonografía a los 28 días 40% (312) 50% (313) Stevenson et al.,
2006
Ultrasonografia a los 32 dias 25% (207) 41%(184) Colazo et al.,
2013a
28.3% (1897) 34.7%(1855) TOTAL

Muchos rodeos comerciales en EE.UU. han adoptado el Presync-Ovsynch con

buenos resultados. Si los animales se encuentran ciclando, como se explicó
previamente, la mayoría estarán en diestro al momento del inicio del Ovsynch
con un adecuado nivel de progesterona plasmática. Uno de los objetivos de la
presincronización es también incrementar el número de animales que ovulan
después de la primera inyección de GnRH, lo cual resultaría en un CL adicional
y aún más progesterona en circulación. Aunque, Folman et al. (1990)
demostraron que el uso de un dispositivo con progesterona antes de la IA en
vacas lecheras aumenta la fertilidad, el efecto fue cuadrático. En otras palabras,
el tratamiento con progesterona aumentó la fertilidad solo en vacas que previo al
tratamiento tenían baja progesterona plasmática pero redujo la fertilidad en
vacas con altas concentraciones plasmáticas de progesterona. Por lo tanto,
surgiría la duda de si sería o no beneficioso usar dispositivos liberadores de
progesterona en vacas lecheras presincronizadas que estuvieran en diestro al
momento de iniciar el Ovsynch. Resultados de cuatro estudios resumidos en la
Tabla 3 indicarían que el uso de un dispositivo de progesterona no aumentaría
significativamente la fertilidad en vacas lactantes que fueron presincronizadas
antes del inicio del Ovsynch.

En el trabajo de El-Zarkouny et al. (2004), la mitad de las vacas fueron

presincronizadas con dos dosis de PGF y el tratamiento Ovsynch se inició 12
días después del segundo tratamiento con PGF. Antes del Ovsynch, 80% de los
animales estaban ciclando. El tratamiento con CIDR no mejoró los porcentajes
de preñez a los 29 después de la IATF (45 vs 48%). Similares resultados fueron
reportados por Galvão et al. (2004) en vacas lecheras (más del 80% ciclando)
presincronizadas con PGF y tratadas con un Ovsynch modificado (1 mg de
cipionato de estradiol en reemplazo del segundo tratamiento con GnRH). La
inclusión de un CIDR no mejoró los porcentajes de preñez a la IATF (36 vs
39%), aunque eliminó el número de vacas en celo antes del tratamiento de PGF
del Ovsynch (0 vs 2%). Cabe destacar que en estos dos estudios, el tratamiento
con un CIDR disminuyo los porcentajes de preñez un 3%.

Moreira et al. (2004b) reportaron que el uso de un CIDR en un protocolo

Presynch/Ovsynch mejoró el porcentaje de preñez. En este estudio, 829 vacas
lecheras fueron presincronizadas con dos dosis de PGF y tratadas con el
protocolo Ovsynch iniciado a los 14 días después de la segunda PGF. Un total
de 414 vacas también recibieron un dispositivo CIDR por 7 días durante el
tratamiento Ovsynch. Las vacas que recibieron un CIDR tuvieron más alto
porcentaje de preñez (43 vs 37%). Una especulación es que la suplementación
con progesterona mejoró la fertilidad debido al porcentaje de vacas en anestro
en este estudio. Pero desafortunadamente esta información no fue suministrada.
Tabla 3. Porcentaje de preñez y número de animales en diferentes estudios
publicados en la literatura en el cual un tratamiento Presynch-Ovsynch fue
comparado con Presynch-Ovsynch más la suplementación de progesterona a
través de un dispositivo intravaginal en vacas lecheras.

Diagnostico de Preñez Presynch- Presynch- Referencia

Ovsynch Ovsynch +
%(No. de Progesterona
vacas) %(No. de vacas)
Ultrasonografía a los 29 días 48% (153) 45% (153) El-Zarkouny et
al., 2004
Palpación rectal a los 40-45 37% (415) 43% (414) Moreira et al.,
2004b
días
Ultrasonografía a los 27-28 39% (338) 36% (335) Galvão et al.,
2004
días
Ultrasonografía a los 32 días 40% (107) 42% (110) Colazo et
al.,2013a
40%(1013) 41%(1012) TOTAL

Más recientemente, investigamos el efecto de la administración de un PRID

sobre la respuesta ovárica, las concentraciones de progesterona plasmática, y la
preñez en 608 vacas Holstein en lactación (Colazo et al., 2013a). Las vacas
fueron sometidas a un Ovsynch de 7 días con o sin presincronización. Las vacas
que recibieron un PRID durante el protocolo Ovsynch tuvieron una tasa de
sincronización superior (78 frente a 71%) debido a que un menor número de
vacas tuvieron ovulación prematura (6 frente a 11%) comparado con aquéllas
que no recibieron el PRID. La administración de un PRID tendió a aumentar las
concentraciones de progesterona plasmática (4.4  0.2 vs. 3.9  0.2 ng/ml) y
aumentó la preñez en vacas sometidas a un Ovsynch sin presincronización (41
vs. 25%). Sin embargo, la adición de un PRID no aumentó significativamente la
fertilidad en vacas presincronizadas (40 vs. 42%). Aunque la administración de
un PRID en vacas sometidas a un Ovsynch sin presincronización mejoró la tasa
general de la sincronización y la preñez. También observamos un aumento en la
tasa de preñez cuando sólo las vacas sincronizadas fueron consideradas en el
análisis estadístico (52 vs. 38%).

Las vacas cíclicas que son presincronizadas con PGF tendrían un nivel
adecuado de progesterona en plasma a la iniciación de Ovsynch. La
presincronización también aumenta la probabilidad de ovulación a la primera
inyección de GnRH (46 frente a 28% en nuestro estudio), lo que daría lugar a un
CL adicional y aún más progesterona circulante. Por lo tanto, la suplementación
con progesterona antes de la IATF no beneficiaría a las vacas sometidas a un
protocolo Presynch-Ovsynch.

En cuanto a las vacas acíclicas, la inclusión de un PRID aumentó la preñez de

22 a 35%. Sin embargo, la fertilidad dependió de la respuesta ovulatoria a la
primera GnRH, siendo muy baja en vacas que no ovularon a la primera GnRH y
no difirió significativamente si (9%) o no (4%) recibieron PRID. Por lo tanto, la
recomendación común de proporcionar a las vacas acíclicas un suplemento de
progesterona a través de un solo dispositivo intravaginal antes de la cría no es
totalmente soportada por nuestros resultados.

Protocolo Cosynch de 5 días más un dispositivo intravaginal con

progesterona

Bridges et al. (2008) planteó que un protocolo Cosynch de 5 días con IATF a las
72 horas aumentaría la fertilidad del ganado debido a que el folículo ovulatorio
se beneficiaria del soporte adicional de gonadotrofinas y el tiempo extra para
crecer y desarrollarse. La desventaja de este protocolo es que dos inyecciones
de PGF separadas 6 a 8 horas son necesarias para inducir la regresión
completa del CL inducido por la GnRH inicial, debido a un intervalo más corto
entre la primera GnRH y la inducción de la luteólisis que en el Ovsynch estándar
de 7 días. Sin embargo, Rabaglino et al. (2010) examinaron el Cosynch de 5
días más un CIDR con uno o dos tratamientos de PGF en novillas lecheras y
alcanzaron 53 y 59% de preñez a la IATF, respectivamente. Estos autores
concluyeron que un solo tratamiento PGF es suficiente para inducir luteólisis en
novillas sometidas a un Cosynch de 5 días con la adicción de un dispositivo de
progesterona.

Recientemente comparamos un protocolo Cosynch de 5 días vs uno de 7 días

en novillas lecheras que recibieron un PRID y una sola dosis de PGF a la
retirada del dispositivo (Colazo y Ambrose, 2011). La preñez a la IATF no difirió
entre ambos protocolos (59 y 58% para el de 5 y 7 días, respectivamente). Por lo
tanto, nuestro estudio no sugiere ningún beneficio de un protocolo sobre el otro
en novillas lecheras. Curiosamente, la respuesta ovulatoria a la primera GnRH
fue sólo del 25 % en las novillas sometidas al protocolo Cosynch de 5 días más
un PRID, y una mayor proporción de novillas que no ovulan a la GnRH inicial
quedaron preñadas en comparación con aquéllos que ovularon (65 vs. 45%,
respectivamente).

Dado que la GnRH indujo la ovulación en un porcentaje muy pequeño de las

novillas, nos hemos preguntado si se requiere la administración de GnRH en el
comienzo de un Cosynch de 5 días. Se diseñó un segundo experimento para
examinar esta hipótesis (Colazo y Ambrose, 2011). Todas las novillas recibieron
una única inyección de PGF en el momento de la remoción del PRID. El
porcentaje de preñez no fue diferente entre las novillas que recibieron o no la
primera GnRH del Cosynch (68 vs. 71%). Sobre la base de nuestro hallazgo,
llegamos a la conclusión de que la inyección inicial de GnRH en un protocolo
Cosynch de 5 días más un dispositivo de progesterona no es esencial para
lograr tasas de preñez aceptables en novillas y por lo tanto una segunda
administración de PGF no sería tampoco necesaria.

En un siguiente estudio, se investigó si el Cosynch modificado de 5 días (es

decir sin la GnRH inicial; Figura 4) es adecuado para el uso de semen sexado en
novillas lecheras (Colazo y Ambrose, 2013). En un diseño experimental dos por
dos, novillas cíclicas fueron divididas para recibir dos tratamientos de PGF
separadas 14 días con la IA aproximadamente 12 horas después de la detección
de celos, o un protocolo Cosynch modificado de 5 días con IATF 72 horas
después del retiro del PRID y la administración de PGF. Las novillas fueron
inseminadas con semen sexado o semen convencional de uno de los cuatro
toros utilizados en el estudio. La tasa global de preñez fue mayor en novillas
inseminadas después de la detección del estro que en aquellas sometidas a la
IATF (70 vs. 63%, respectivamente). Más importante aún, las novillas que fueron
IATF con semen sexado tuvieron una tasa de preñez del 61%, que no fue
estadísticamente diferente de la tasa de preñez de las novillas inseminadas con
semen convencional (64%).

PRID durante 5 días 3 días

PGF GnRH+ IA
Figura 4.Esquema de tratamientos del protocolo Cosynch modificado de 5 días
con la adición de un dispositivo conteniendo 1.55 gramos de progesterona
(PRID). Adaptado de Colazo y Ambrose, 2013.

Conclusiones

Existen numerosos protocolos de sincronización del celo y la ovulación para el

ganado Bos Taurus, los protocolos basados en GnRH son los más utilizados en
América del Norte. El protocolo Ovsynch es utilizado como una herramienta del
manejo reproductivo de los hatos lecheros. En cambio, el Cosynch se utiliza con
mayor frecuencia en el ganado de carne, ya que requiere el manejo de los
animales solamente 3 veces. Presincronización con dos inyecciones de PGF ha
demostrado que aumenta la tasa de preñez en vacas lecheras, y la utilización de
un protocolo de sincronización que incluya GnRH (G6G o Doble Ovsynch) es
recomendado en explotaciones lecheras con alto índice de animales
anovulatorios. Un intervalo más largo entre PGF y la segunda GnRH mejoraría la
fertilidad en algunas situaciones, como así también el reemplazo de la segunda
GnRH por pLH or la adición de eCG. El protocolo Cosynch u Ovsynch de 5 días
esta siéndose utilizado cada vez mas frecuentemente para la IATF del ganado
tanto de carne como lechero.
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