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ALUMNO: LUIS ANDRÉS RUEDA BARAHONA

SEMESTRE: DÉCIMO “A”

FECHA: 27/10/2019

TEMA: CENTRALES DE ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA

La energía es la base primordial para que el hombre pueda realizar todas sus actividades
cotidianas, ya que todo lo que realizamos, cualquier trabajo demanda un gasto energético.
El almacenamiento se refiere a todos los métodos existentes mediante los cuales se puede
conservar en medida de lo posible distintas cantidades, con el principal fin de poder
utilizarla cuando se requiera, esto puede ser en la misma forma en que se recolectó o en
una forma distinta [1].

Muchas de estas energías almacenadas no tienen un patrón de comportamiento definido,


como por ejemplo tenemos: las diferentes velocidades de vuelo del viento sobre las
turbinas eólicas, los distintos niveles de radiación solar incidentes en las fuentes
fotovoltaicas, las diversas alturas del oleaje marino en las fuentes mareomotrices, entre
otros.

Debido a la anteriormente mencionada disponibilidad aleatoria de la energía primaria se


genera como consecuencia la existencia de períodos con exceso y otros con deficiencia
energética y bajo este contexto generalmente se encuentra conectada para su entrega
inmediata a través de redes eléctricas que la despachan en el momento en el cual va a ser
consumida.

Por otra parte la energía eléctrica para nuestro uso cotidiano como tal es complicada de
almacenar, lo cual ha llevado a que se desarrollen distintos avances tecnológicos y formas
de almacenaje para las diversas formas de energía existentes a fin de poder utilizarla
cuando sea necesario y las condiciones de operación del sistema eléctrico así lo permitan,
mayoritariamente se la almacena en otros tipos como lo son centrales de almacenamiento:
mecánicas, eléctricas, nucleares, biológicas, químicas y térmicas [2].
A continuación tomaremos como ejemplo algunos mecanismos de almacenaje:

Centrales de almacenamiento biológico de energía: Consisten en la acumulación de


energía producida por la descomposición de materias primas de origen biológico y pueden
ser renovables y no renovables: dentro de las renovables encontramos biomasa, residuos
sólidos urbanos, residuos forestales y agrícolas. Mismos que poseen un tiempo de
almacenaje significativamente menor al de los combustibles fósiles, ya que como
sabemos es materia fácil de descomponer, lo que lo convierte en un método de
almacenamiento de corto plazo. Por otra parta el almacenamiento biológico no
renovable incluye materia prima de origen animal o vegetal que a lo largo del tiempo ha
sufrido muchísimos cambios, dando origen a los denominados combustibles fósiles que
son sumamente difíciles de degradar y que su descomposición requiere de miles de años
como lo es el caso de: el petróleo, el gas natural y el carbón. Lo cual lo convierte en
una central de almacenamiento de largo plazo que permanecerá inalterada por muchos
años esperando el momento propicio para ser utilizada [1].

Centrales de almacenamiento térmico de energía: Consiste en la acumulación de


energía en materiales que permitan concentrarla y liberarla de manera controlada.
Aunque posee ciertas desventajas como fugas caloríficas y la dificultad para encontrar las
superficies adecuadas que permitan concentra térmicamente la energía. Es un mecanismo
de acumulación muy importante y poco usado que nos permite colectar energía térmica
proveniente del sol mediante un material receptor que desvía las onda solares hacia un
receptor que puede ser lineal o puntual [2].

Celdas de Combustible: Son mecanismos de naturaleza electroquímica cuyo


funcionamiento es muy parecido que se asemeja al de una batería. Se basa en la
generación electricidad utilizando dos elementos básicos como el hidrógeno y oxígeno,
donde el hidrógeno es el combustible, y el oxígeno es obtenido del aire circundante.
Además se pueden emplear diferentes elementos combustibles, el único requisito es que
estos posean hidrógeno en su molécula principal. Pueden ser elementos como: gas
metano, metanol, etanol, gasolina o diésel. Su funcionamiento es simple y se basa en la
oxidación del hidrógeno transformándolo en agua y a su vez generando energía eléctrica
sin tener la necesidad de pasar por generadores u otros dispositivos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] J. A. Carta González, Centrales de energías renovables: generación eléctrica con


energías renovables, Madrid: Pearson Education, 2009.

[2] P. Benito, Guía del instalador de energías renovables: energía fotovoltaica, energía
térmica, energía eólica, climatización, México: Limusa, 2010.

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