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CAUSAS SOCIO-ECONÓMICAS DE LAS un rescate, entregándole el mejor ganado y la mejor ropa.

Cuando
se producía algún acontecimiento en la familia del señor (una boda,
CRUZADAS las primeras galas, etcétera), el siervo tenía que pagar una
Mijaíl Zaborov contribución de una sola vez. Aparte estaban las exacciones de todo
tipo: las judiciales, para la construcción de caminos, de mercado y
1. ¿Por qué los campesinos y los feudales de Europa Occidental otras, que el señor feudal quisiera imponerle. Además, el campesino
(y posteriormente los ciudadanos) desde fines del siglo XI debía de pagar a la Iglesia el diezmo, contribución que en muchos
marcharon sobre los países de ultramar, como Siria y Palestina? casos rebasaba la décima parte de sus frutos.
2. ¿Por qué ese movimiento enarboló la bandera de la religión? El nacimiento de las ciudades, que dio impulso al comercio,
3. ¿Qué circunstancias determinaron, por lo menos en sus empeoró la situación material del campesino, pues los apetitos de
comienzos, que la dirección elegida fuera precisamente la costa los señores feudales aumentaron; estos ya no se contentaban con las
oriental del Mediterráneo? cargas en especie (harina, manteca, carne, frutas); querían comprar
Para responder esas preguntas es preciso analizar la situación de lo que producía la ciudad (de superior calidad a lo que fabricaban
las distintas clases del Occidente feudal a fines del siglo XI, el papel sus artesanos): armas, vestimentas, calzados, armaduras y lo que de
de la Iglesia católica en la sociedad de la época, las relaciones ultramar traían los mercaderes italianos: las telas de Oriente, vinos,
económicas y políticas entre Europa Occidental, Bizancio y Oriente adornos y objetos de uso doméstico. Los señores adquirían gustos
en vísperas de las cruzadas. más variados y, en consecuencia, se hacían más exigentes,
El siglo XI es para Europa Occidental el inicio de grandes aumentando cada año a su antojo las cargas de distintas clases. Así,
cambios económicos. Los éxitos de la industria transformadora de en el siglo XI, ya se introducen en diversos lugares los gravámenes
la lana, de los metales, en la construcción, en la agricultura y en la en dinero, especialmente ruinosos para el campesino. En un códice
ganadería motivaron que el trabajo artesanal se fuera separando del monasterio de San Miguel, en Lorena (siglo XI), leemos que un
paulatinamente de la agricultura. En Europa surgieron y crecieron tal conde Reinaldo, para cobrar a los campesinos pertenecientes al
las ciudades. Entre la ciudad y su entorno rural se establecieron convento el tributo en dinero (talla), “recluía a nuestra gente (la del
relaciones comerciales más o menos regulares. También empezaron monasterio) en los calabozos y con torturas les exigía la entrega de
a establecerse sólidos vínculos comerciales a nivel internacional, sus bienes”. El propio conde confesaba, como señala el antiguo
entre los países europeos y de estos con Bizancio y el Oriente. Al documento, que sus abusos estaban “en contradicción con el
comercio con Oriente, hasta entonces insignificante, se incorporó derecho”. Muchos documentos de los siglos XI y XII revelan con
un elevado número de ciudades. claridad hasta qué punto llegaba la opresión implacable a que
Desde tiempos remotos comerciaba con los árabes Arles (en el sometían a sus campesinos los señores feudales y eclesiásticos, para
sur de Francia). En el siglo IX, de Lyon, Marsella y Aviñón partían recaudar mayores tributos.
expediciones comerciales para la Alejandría egipcia. De allí salían Pero no eran las cargas y abusos feudales los que arruinaban a
cargamentos de especies de la India, esencias aromáticas de Arabia los campesinos. A su empobrecimiento colaboraban también las
y otras mercancías orientales que por vía fluvial llegaban al interior interminables guerras en diversas partes de Occidente en el siglo
de Francia. XI. Era la época en que el fraccionamiento feudal alcanzo su apogeo.
Entre las ciudades italianas, Bari mantenía un animado comercio En Francia tanto los grandes señores como los menos poderosos se
con Oriente. De esta ciudad, en 1086, salió para Antioquia, en Siria, hallaban en permanente pugna. Las guerras feudales también
una caravana de buques, cargados con frutas y otras mercancías. Los dividían a Alemania, donde la hostilidad de las distintas
comerciantes de Amalfi frecuentaban Egipto. El sultán egipcio, que agrupaciones feudales estaba vinculada a la lucha por el poder entre
también dominaba Palestina, les cedió un barrio entero en Jerusalén. los emperadores y los papas. También en Italia y en otros países,
También los mercaderes de Venecia efectuaban con Oriente un entre los “partidos” feudales se registraban encarnizadas guerras
comercio activo; a principios del siglo XI, sus embajadores visitaron intestinas.
a casi todos los gobernantes árabes de Aleppo, Damasco y El Cairo. El campesinado era la primera víctima de esas interminables
Las jóvenes repúblicas italianas se mantenían en la cabeza del guerras feudales. Durante la guerra, los señores no respetaban los
comercio con Oriente. sembrados campesinos; el mísero patrimonio del agricultor era
Los emprendedores comerciantes del norte de Italia saqueado, su vivienda condenada a ser pasto de las llamas, los
posteriormente tuvieron una activa participación en las cruzadas, graneros destruidos.
movidos por el afán de lucro y para fortalecer su posición de Refiriéndose a las luchas entre la nobleza normanda de fines del
intermediarios en el comercio entre Oriente y Occidente y desplazar siglo XI, el cronista Orderico Vitalio dice: “La sed de guerra era tan
a Bizancio, principal rival de las ciudades italianas en el fuerte, que los campesinos y los habitantes pacíficos de las ciudades
Mediterráneo oriental. Pero el papel de las repúblicas italianas del no podían permanecer tranquilamente en sus casas.” De las
Norte como factores de las cruzadas se manifestó solo más tarde. devastaciones originadas por las guerras feudales dan cuenta los
Génova, Pisa, Venecia se incorporaron de lleno a ellas cuando el documentos conservados en los conventos. Uno de ellos, fechado
movimiento alcanzó determinados resultados prácticos; en la etapa en 1050, dice: “A consecuencia de las frecuentes guerras, esa región
inicial de las cruzadas el papel de los habitantes de Italia del Norte (la de Turena) quedó desierta, y durante casi siete años no la habitó
fue muy inferior al de los de otros grupos sociales de Europa nadie.”
Occidental. Otro, de 1062, atestigua: “Los campos (en Anjou) fueron
Las causas que motivaron las cruzadas radicaban, en primer devastados y abandonados.” A tal punto la anarquía feudal
término, en los cambios acaecidos a principios del siglo XI en la empeoraba la situación de las masas campesinas. Oprimidos por el
situación de las principales clases sociales de Occidente, yugo feudal, los campesinos y sus familias llevaban una existencia
originados por la evolución económica. mísera y el hambre era permanente.
Tengamos en cuenta que el trabajo del campesino siervo era muy
El campesino y su lucha contra la opresión feudal poco productivo. A pesar de que en el cultivo de la tierra se habían
En el siglo XI casi todos los campesinos de los países más introducido algunas mejoras, la técnica agrícola era muy primitiva;
importantes de Europa Occidental vivían bajo el régimen de la tierra se trabajaba fundamentalmente con la pala y la azada. El
servidumbre. En algunas partes un número reducido conservaba su arado de madera era arrastrado por vacas e inclusive por cabras. La
libertad personal, aunque tampoco eran totalmente libres, pues tierra apenas se abonaba. La fertilidad del suelo no restablecida se
estaban obligados a los terratenientes por medio de distintos agotaba rápidamente. No es de extrañar que durante el siglo XI el
gravámenes. El siervo de la gleba estaba obligado a la prestación hambre por las malas cosechas azotara con frecuencia a distintos
personal (hasta tres días por semana) y soportaba otras numerosas países de Europa.
cargas. Entre las cargas que el señor feudal imponía al campesino Algunos historiadores atribuían estas circunstancias a ciertas
estaban la capitación, el pago por usufructo del bosque o del prado, anomalías climáticas, achacaban las causas de las desdichas
el tributo para la manutención de las huestes del señor en campaña. campesinas a fenómenos naturales. Indudablemente las sequías, el
Existían además otras obligaciones, símbolos de la dependencia granizo, las excesivas precipitaciones en tal o cual región tenían
personal del siervo; así, para que los herederos de un campesino efectos desastrosos, no en vano los cronistas del siglo XI los
pudieran conservar los bienes que legalmente, y según derecho de mencionan con frecuencia; por otra parte, esos fenómenos
las “manos muertas”, pasaban a poder del señor, tenían que pagar
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encontraban campo muy propicio en el bajísimo nivel de la técnica También se produjeron casos de renuncia a la propiedad, hecho que
agrícola y en el atraso general del régimen social. llegó a convertirse en un principio (“la propiedad abruma el
De la magnitud del hambre en el siglo XI dan una idea los espíritu”). Muchos, al no ver la posibilidad de alivio en el futuro,
frecuentes casos de canibalismo. El cronista borgoñón Radulfo porque la vida se hacía cada día más desesperada, se entregaban a
Glaber afirma que el canibalismo en la época del hambre adquiría la vida ascética, un fenómeno muy singular de la época, que debe
una amplia difusión en muchas regiones de Francia en 1032 y que ser interpretado correctamente y tomado en cuenta para comprender
duró tres años más. algunos de los móviles de las cruzadas. Los historiadores burgueses
Este analista piadoso, que como muchos de sus contemporáneos han escrito mucho sobre el “ascetismo” de Occidente en el siglo XI,
achacaba el hambre a la cólera divina contra la humanidad pecadora, sobre el fomento del espíritu religioso, como causa de las cruzadas.
dice: “La gente devoraba carne humana. Los caminantes eran No veían que los crecientes ánimos religiosos de las masas se
atacados por los más fuertes, que los descuartizaban y comían, debieron a causas totalmente materiales. Ese sentimiento fue
después de haberlos asado... En muchos lugares sacaban los originado por las condiciones insoportables en que en aquella época
cadáveres de la tierra para calmar el hambre... Tanto se propagó el se encontraba la población trabajadora.
consumo de carne humana, que hasta se puso en venta en el mercado El siervo, aplastado por la miseria, oprimido por su dependencia
de Tournus como si fuera carne de vaca; el vendedor fue detenido; personal del terrateniente, también era víctima de su propia
no negó su crimen; le ataron y le quemaron vivo en una hoguera. ignorancia, fomentada por la Iglesia, que predicaba la sumisión, la
Pero la carne que él vendía, y que fue enterrada, alguien la sacó de resignación y el temor. Ignorante, obnubilado por fantásticas ideas
noche y se la comió.” religiosas, el campesino interpretaba sus desgracias a través de la
Lo que relata Radulfo Glaber no fue un caso aislado en el siglo óptica de su fe religiosa. “Las malas cosechas, el hambre, la peste
XI. Muchos otros cronistas describen las miserias de la población en ígnea que llevó a sus hijos a la sepultura, eran para el labriego
aquellos años de hambre, que se sucedían ininterrumpidamente. El religioso una manifestación de la “ira divina”, un castigo del cielo
historiador francés Dares de la Chavanne calculó que durante el por sus pecados ignorados”. Así tomaba cuerpo la creencia de que
siglo XI hubo veintiséis años de malas cosechas, es decir, más de un para librarse de los sufrimientos de la vida diaria había que aplacar
cuarto de siglo. Sobre todo fue frecuente el hambre en las aldeas a la ira de las fuerzas celestes. Pero, ¿como? Dominado por la
fines de dicha centuria, cuando Europa Occidental padeció influencia de la Iglesia, el campesino creía que el Dios todopoderoso
consecutivamente “siete años flacos” (1087-1095). trocaría la ira en clemencia si el hombre pecador le demostraba su
Las constantes malas cosechas, la mortandad de animales y, en fidelidad con un acto extraordinario y heroico. Las ansias de
consecuencia, el hambre, fueron el verdadero azote de la clase sacudirse el yugo feudal y de salir de la miseria, despertaban el
campesina. deseo de sacrificarse, y este vehemente afán de redención adquiría
A ellos se unían las pestes devastadoras. Las epidemias, un matiz religioso. La “devoción”, tan característica de la
generalizadas en los años de hambre, causaban millares de muertes mentalidad de determinadas capas populares del siglo XI, fue una de
en el campo y en las ciudades, entre las personas debilitadas por la las múltiples manifestaciones de protesta pasiva campesina contra
desnutrición. “Muchos pueblos quedaron sin labradores”, anota la omnipotencia señorial.
lacónico un cronista francés, refiriéndose a la peste de 1094. Según La forma más frecuente de lucha pasiva contra el creciente yugo
otro contemporáneo suyo, en tres meses esa epidemia causó en feudal era la fuga. Aldeas enteras se ponían en camino sin rumbo
Regensburgo más de 8.500 muertes. Mientras estas desgracias se fijo. Muchos, como alimañas perseguidas, se refugiaban en los
cebaban en los campesinos, aumentaba el yugo feudal, factor bosques. “Todos los habitantes de la parroquia han escapado... los
principal y decisivo de la ruina de los campesinos del siglo XI, tanto campesinos se fueron a los bosques y no querían regresar”, dice una
del siervo como del que iba camino de serlo. escueta y expresiva inscripción de 1059 en los libros del convento
La opresión feudal provocaba una legítima protesta, que se de San Maxencio, en la Vandea. La fuga de los campesinos era en
expresaba de distintas maneras. En algunas partes, los campesinos el siglo XI un fenómeno generalizado. De ello hablan las crónicas,
organizaron verdaderas rebeliones, “motines”, como las los anales, numerosos documentos históricos, las hagiografías y
denominaban los cronistas. Tales motines se registraron en Bretaña, otros testimonios literarios de aquella época. Huyen los siervos de
en Flandes, en Inglaterra. También en Francia se produjeron los señores laicos y eclesiásticos, los “que no tenían que comer”,
acciones campesinas contra el yugo feudal poco antes de iniciarse escribe un autor anónimo del siglo XI refiriéndose a los campesinos
la primera cruzada. Los cronistas cuentan que la gente empujada por del monasterio de San Jorge de Schwarzwald, en Alemania, que en
el hambre y la miseria incendiaba, saqueaba y devastaba los bienes el año 1092 decidieron abandonar el monasterio. El destacado
de los ricos, dando su merecido a quienes, explotando la eclesiástico, abad Pedro el Venerable, dice en una de sus cartas que
desesperada situación del pueblo, prestaban dinero en condiciones los siervos fueron forzados a abandonar sus tierras y a escapar a
de usura y les despojaban de su último patrimonio. “Los pobres países extraños. El normando Orderico Vitalio también hace
castigaban a los ricos con el pillaje y los incendios”, se lamenta el mención de la fuga de “muchísimos habitantes” durante las guerras
monje-cronista Sigeberto de Jeanblas. intestinas feudales en Normandía. La reclamación presentada por el
La protesta espontánea de los siervos en esa época también solía monasterio de San Miguel, en Lorena, afirma que la gente de ese
tomar formas pasivas. Al no hallar salida a su situación de miseria monasterio, que no podía soportar por más tiempo la terrible
y de carencia de derechos, muchos caían en la desesperación. Se opresión y la “perfidia” del conde Reinaldo, “deja nuestras tierras
conocen casos de suicidios colectivos en los pueblos en los años yermas”. Los campesinos abandonaban sus lugares patrios para
noventa del siglo XI. Otros buscaban la evasión de la realidad feudal escapar a las gabelas, abusos y depredaciones de los feudales, al
en lo “espiritual”: entre el pueblo se propagaban doctrinas religiosas hambre feroz y a las terribles enfermedades.
que en esencia rechazaban el régimen feudal y predicaban la Esa era la situación de los campesinos en vísperas de las
igualdad social. cruzadas.
La Iglesia combatía esas doctrinas como herejías y perseguía en La gente del campo, mísera, oprimida por el feudal, no tenía una
forma despiadada a los apóstatas, porque la herejía religiosa era una aspiración más fuerte, que la de escapar a la miseria y a la
manifestación de la protesta de las masas contra la explotación servidumbre. Luchaba a su modo, a veces de forma activa, las más
feudal. En Francia y en Italia, los herejes, campesinos y ciudadanos de forma pasiva, pero con creciente energía, contra la explotación
(precisamente del siglo XI datan las primeras noticias sobre las feudal. La Iglesia católica, al organizar las cruzadas, se valió de
herejías en esos países) consideraban el mundo terrenal como un estos ánimos de los campesinos.
engendro del diablo y llamaban a renunciar a todo lo carnal y
material. Agudización de las contradicciones en la clase dominante
Otros procuraban, de uno u otro modo, romper con el detestable Los avances económicos de Occidente en el curso del siglo XI
mundo del mal, aunque no luchando contra él de forma activa. tenían que influir también en la clase superior. Por una parte, el
Durante los “siete años flacos” aumentó la tendencia a recluirse en crecimiento de los vínculos comerciales incremento las necesidades
ermitas y conventos. Otra manifestación de ascetismo era el deseo de los señores feudales; por otra, las posibilidades de satisfacer sus
de “mortificar la carne”, para librarse de la angustia vital. Según crecientes apetitos eran pequeñas. La economía campesina,
Bernholdo, cronista de Suabia, en 1091, en Alemania, muchas extenuada por los gravámenes y las malas cosechas, con una técnica
fueron las muchachas campesinas que renunciaron al matrimonio. rudimentaria, era muy poco rentable. Con el tiempo se hizo más
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arriesgado obligar al campesino a apretarse la cuerda que llevaba a escritores y las manifestaciones de los dignatarios eclesiásticos de
guisa de cinturón: el campo comenzaba a rebelarse. Los señores se la época abundan en quejas y preocupaciones ante las muestras de
sentían amenazados por sus propios siervos. inestabilidad social. El abad francés Guiberto de Nogean escribe
Las guerras privadas (las faidas) de los feudales en aquella sobre “convulsiones en todo el reino de Francia”. El monje germano
época se hicieron particularmente frecuentes. Cualquier motivo, aun Eckehardo de Avrey habla de las muchas “circunstancias
el más insignificante, cualquier pretexto, era válido para apoderarse desfavorables” de la vida en las postrimerías del siglo XI: la
de nuevas tierras y de más siervos. Las faidas incrementaban la ira “discordia social”, el hambre y la enorme mortandad producida por
de la aldea. Para ganar en la guerra, el señor debía de mantener a las epidemias. Más tarde el Papa Urbano II en su discurso en el
numerosos vasallos bajo las armas y ese servicio lo recompensaba Concilio de Clermont constataba afligido que “ni de día ni de noche
con donación de tierras. En Francia, en Alemania y en otros países hay seguridad contra los ladrones y los bandidos”, y señala los
de Occidente ya no había tierras libres; las reservas del suelo habían desmanes de los que “hurtan los bienes ajenos” de los que
sido repartidas entre los vasallos. De tal modo, numerosos señores “conculcan los derechos ajenos”, de los que incendian y de los que
bélicos se hallaban en una situación sin salida. Se necesitaban “simpatizan con ellos”.
nuevas tierras, ¿pero de donde sacarlas? ¿De dónde obtener los Los intereses vitales de la clase dominante planteaban la
recursos financieros que los siervos ya no podían ni querían necesidad de encontrar un medio que en primer lugar satisfaciera las
proporcionar, pese a las estratagemas y abusos de los amos? crecientes demandas de los señores de tierras, de mano de obra
Complicaba la situación un hecho muy importante. Durante el sumisa, de dinero y de riquezas de toda clase, y en segundo lugar,
siglo XI, muchas tierras de pequeños y medianos propietarios que permitiera cambiar una situación que amenazaba a la propia
pasaban más y más a poder de los grandes feudales. La pequeña clase dominante. Esa solución fue sugerida por la Iglesia católica.
propiedad agrícola era «absorbida» por la grande de distintas
formas. Generalmente, las propiedades de los feudales más La Iglesia católica, baluarte del régimen feudal.
pequeños en el curso de la faidas eran ocupadas por los señores más Política papal y primera expansión feudal de Occidente
poderosos; a veces los pequeños cedían propiedades a los grandes
feudales y a los monasterios para lograr determinadas prebendas En aquella época, la Iglesia católica era el mayor latifundista
materiales y «espirituales» (la protección, un cargo, la «absolución feudal. Sus altos dignatarios: los papas, cardenales, arzobispos,
de pecados», etc.). obispos y los abades, pertenecían a la nobleza feudal. Las iglesias y
En los países de Occidente se formó así una importante capa de los conventos ampliaban continuamente sus posesiones.
caballeros sin tierras. A este hecho contribuyó grandemente la Los relatos de los peregrinos que regresaban de Jerusalén y de
implantación en aquella época del sistema del mayorazgo, de Constantinopla desataban su imaginación: veían esplendorosos
acuerdo al cual la herencia no se reparte y la recibe íntegramente el templos y magnificentes palacios de las ciudades orientales, el lujo
primogénito. A consecuencia de ello, en las familias de los de las clases ricas bizantinas y árabes. Sobre las maravillas de los
terratenientes feudales numerosos hijos eran privados de herencia; países de Oriente los juglares componían poemas que difundían por
de allí vienen los apodos de “sin tierra”, “infortunado”, “desnudo”, los castillos. ¡Dejar que esa presa tan tentadora cayera en manos de
de muchos caballeros con los que nos encontramos al comienzo de los selyucidas! Esta idea sobre todo excitaba a los normandos
las cruzadas. establecidos en Italia meridional y en las islas del Mediterráneo.
Si numerosos grandes feudales del siglo XI no podían satisfacer Vinculados estrechamente a Bizancio desde hacía décadas, ya como
sus necesidades como ellos querían, ¿qué decir de los caballeros mercaderes-piratas ya como guerreros mercenarios, nadie mejor que
pobres? Estos no podían hacer frente a sus pagos. La adquisición de ellos podía valorar las riquezas de Constantinopla. La suerte de
bienes y de siervos era su mayor afán y la forma más accesible para Bizancio “preocupaba” no solo a los normandos, sino también a
arreglar su hacienda era el bandolerismo y el pillaje. En bandas, y muchos príncipes y caballeros de Occidente, que solo esperaban el
en solitario merodeaban por Francia, Flandes, Lorena y otras tierras, momento propicio para caer sobre las riquezas del Imperio griego.
asaltando aldeas, robando a los campesinos cuanto podían: las No se podía consentir que una presa tan codiciada se hallara en
míseras provisiones de granos, la ropa, hasta el arado y la azada. manos de los “infieles” selyucidas.
Tampoco desdeñaban el asalto a los viajeros en los caminos. El papado, que a la vez que protegía sus propios intereses velaba
Muchos castillos eran auténticos nidos de bandidos. Con por los de la clase dominante, tenía bien presente la importancia de
frecuencia, las bandas de caballeros asaltaban los grandes las revueltas, de las fugas campesinas y del éxodo rural, la
latifundios; sobre todo eran tentadoras las grandes posesiones de la disposición de las masas para el sacrificio ascético y también los
Iglesia y de los monasterios. Esos caballeros, cuya piedad tanto ánimos de conquista entre los caballeros y grandes señores feudales.
ponderan algunos historiadores, no titubeaban, relata un documento Ya en la década de los setenta del siglo XI Roma había intentado
de mediados del siglo XI, en “atacar a los clérigos desarmados, a los satisfacer esos afanes orientando contra los selyúcidas, con el
frailes o a las monjas”. El Papa León IX caracterizó a esas bandas pretexto de salvar a Bizancio, a los elementos que suponían peligros
de caballeros semihambrientos de forma muy expresiva: “He visto para los intereses de los terratenientes feudales. La nueva situación
—escribía— a esa gente violenta, increíblemente feroz, que en de principios de los años noventa de ese siglo resultaba la más
impiedad supera a los paganos, que destruye por doquier los templos apropiada para poner en práctica los planes que Roma se había
del Señor, que persigue a los cristianos a los que a veces daban trazado hacía veinte años. La atmósfera de Occidente se caldeaba.
terrible muerte... No tenían compasión ni de los niños, ni de los A fines del siglo las contradicciones sociales se agudizaron. Tras los
ancianos, ni de las mujeres.” “siete años flacos”, la miseria campesina se hizo insoportable. Los
El bandolerismo de los caballeros segundones, que arruinaba a caballeros segundones se entregaban al bandolerismo sin freno. La
los campesinos, también causaba daños a las grandes propiedades, sensación de inseguridad en el futuro se apoderaba más y más de los
en primer término a las de la Iglesia, menos protegidas por la fuerza feudales eclesiásticos y laicos.
armada. Es cierto: tanto el caballero segundón como el poderoso El llamamiento de Bizancio no pudo ser más oportuno. El
señor feudal pertenecían a la misma clase social; el principal camino a Oriente lo habían marcado los peregrinos, cuya ruta
enemigo de los barones poderosos, del monasterio y del caballero habitual pasaba por el Rin y el Danubio y cruzaba Hungría hasta
(aunque este justificara el apodo de “pobre”), era el siervo, porque Constantinopla. Urbano II asumió la iniciativa de organizar una
la “belicosa” conducta del siervo impedía a los señores de todos los expedición en gran escala a Oriente; la idea se difundió en las
rangos y calaña saquearle impunemente. Con todo, la lucha dentro esferas feudales de Occidente. En 1095 el Papa avanzó un amplio
de la clase feudal también tuvo una determinada importancia. Esa programa de unificación de los caballeros de Europa occidental para
lucha era otro acicate, que forzaba a los grandes señores a buscar conquistar los países orientales bajo la consigna de “rescatar el
una salida a esta situación, provocada por los cambios sepulcro del Señor”. Así surgió y tomó cuerpo la idea de las
socioeconómicos del siglo XI. cruzadas.
Las crecientes contradicciones sociales en la sociedad feudal del
siglo XI, agravadas por las malas cosechas, el hambre, el Tomado de:
bandolerismo de la pequeña nobleza, los conflictos de los grandes Zaborov, M. (1985). Historia de las cruzadas. Madrid, Sarpe.
feudales y de las agrupaciones de feudales entre sí, crearon una
atmosfera de tensión sumamente peligrosa. Las obras de los

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