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“AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD”

INSTITUTO SUPERIOR

FRANKLIN ROOSEVELT

CARRERA PROFESIONAL

TÉCNICA EN FARMACIA

TEMA:

FISIOLOGÍA DE LA TEMPERATURA

CURSO : CULTURA FÍSICA Y DEPORTE

DOCENTE : OSORIO HERBERT ESTEBAN DARWIN

INTEGRANTES : CHAGUA VALDIVIA MARILUZ

LEYVA TORREZ ROSSI MERI

PANDAL ESPINOZA LIDIA

CICLO :I

PICHANAQUI – PERÚ
2019

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El presente trabajo realizado con mucho aprecio y cariño
a nuestros padres que nos apoyan invalorablemente nos
apoyan día a día en nuestra formación profesional, al
catedrático por brindarnos sus experiencias y compañeros
que con sus ideas ayudan a mejorar el aprendizaje.

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I. INTRODUCCIÓN

El control de la temperatura corporal en los seres humanos tiene lugar en el hipotálamo.


Este centro mantiene la temperatura corporal de los órganos internos o temperatura
corporal central entre 37°C y 38 ºC, principalmente por su capacidad para equilibrar la
pérdida de calor en la periferia con la producción de calor en los tejidos, en particular el
hígado y los músculos
La temperatura corporal central sigue un ritmo circadiano, con un pico máximo
vespertino entre las 16.00-20.00 horas y un mínimo entre las 2.00 y las 4.00 de la
madrugada, siendo la amplitud de esta variación nictameral de unos 0,6 - 1 ºC. En las
mujeres la temperatura aumenta medio grado en la segunda parte del ciclo menstrual,
después de la ovulación.

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ÍNDICE

I. INTRODUCCION……………………………………………………………………….…...3
II. MARCO TEÓRICO…………………………………………………………..……….……5
2.1. FISIOLOGÍA DE LA TEMPERATURA……………………….…………………….5
2.2. HOMEOSTASIS DE LA TEMPERATURA CORPORAL………………………...5
2.2.1. Temperatura normal del cuerpo……………………………..…………..5
2.2.2. Temperatura central……………………………………………..……..….5
2.2.3. Temperatura periférica…………………………………………..….…….6
2.3. MECANISMOS DE TRANSFERENCIA O PERDIDA DE CALOR…………..…6
2.3.1. Radiación.………………………...……………………………….….……..6
2.3.2. Convección. …………………………………………….……………..……6
2.3.3. Conducción. ………………………………………………………….…..…7
2.3.4. Evaporación. …………………………………………………………..…...7
2.4. REGULACION CENTRAL DE LA TEMPERATURA. EL "TERMOSTATO
HIPOTALAMICO"………………………………………………………………………….8
2.5. LA TERMOREGULACIÓN ……………………………………….…………………9
2.6. LA HIPOTERMIA………………………………………………….…………………10
2.7. LA FIEBRE ……………………………………………………………….........……11
2.8. LA HIPERTERMIA ……………………………………………………..……………12
III. CONCLUSIÓN…………………..……………………………………………….15
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………….……………………….16
V. ANEXO……………………………….…………………………………………..17

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II. MARCO TEÓRICO

2.1. FISIOLOGÍA DE LA TEMPERATURA


El cuerpo produce más o menos calor según la velocidad de su reacción metabólica el
calor es la forma de energía que se mide como temperatura y expresa en unidades
llamadas calorías. Una caloría (cal) se define como a la cantidad de calor requerido para
elevar la temperatura de 1 gramos de agua en 1°c.
Es el equilibrio entre la producción de calor por el cuerpo y su pérdida. El centro
termorregulador está situado en el hipotálamo. Cuando la temperatura sobrepasa el
nivel normal se activan mecanismos como vasodilatación, hiperventilación y sudoración
que promueven la pérdida de calor. Si, por el contrario, la temperatura cae por debajo
del nivel normal se activan mecanismos como aumento del metabolismo y contracciones
espasmódicas que producen los escalofríos.

2.2. HOMEOSTASIS DE LA TEMPERATURA CORPORAL

2.2.1. Temperatura normal del cuerpo


La mayoría de las personas piensan que una temperatura corporal normal es una
temperatura oral (por boca) de 98.6°F (37°C). Esto es un promedio de mediciones
normales de la temperatura corporal. Su temperatura normal podría ser en realidad 1 °F
(0.6 °C) o más por encima o por debajo de esa cifra. Asimismo, su temperatura normal
puede variar hasta 1 °F (0.6 °C) durante el día según lo activo que esté y la hora del día.
La temperatura corporal es muy sensible a los niveles hormonales. De modo que la
temperatura de una mujer puede ser más alta o más baja cuando está ovulando o
teniendo su período menstrual.
Una medición de la temperatura rectal o del oído (timpánica) será un poco más alta que
una medición oral. Una temperatura que se toma en la axila será un poco más baja que
cuando se toma en la boca. La manera más precisa de medir la temperatura es tomarla
en el recto.

2.2.2. Temperatura central


La temperatura central es la de las estructuras del cuerpo que se encuentran a mayor
profundidad de la piel y el Tejido subcutáneo.
Los mecanismos homeostáticos pueden mantener el rango normal de la temperatura
central.

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Si la velocidad de producción y perdida de calor se equilibra la temperatura central es
de 37°C (98,6°F).

 La T° de los tejidos profundos del organismo. (+ profundas piel y tejido


subcutáneo). Permanece constante con un margen de más o menos 0,6°C de
un día a otro.
 La T° central normal suele variar por término medio, entre 36,5°C y 37°C.
 Si se mide en la boca, resulta 0,6° C más alta, que si se mide en el recto.

2.2.3. Temperatura periférica

 T° de la superficie de la piel (piel y tejido subcutáneo), la cual aumenta y


desciende con la temperatura del entorno.
 La T° corporal aumenta con el ejercicio y varia con los extremos de T° ambiental
y otros. Si el ejercicio es agotador su elevación es de T ° 38,3°C a 40°C
 Si el cuerpo se expone al frio desciende la T° por debajo de 35,5°C.

2.3. MECANISMOS DE TRANSFERENCIA O PERDIDA DE CALOR

El calor del cuerpo se pierde por radiación, convección, conducción y evaporación y


pueden explicarse de la manera siguiente.
2.3.1. Radiación.
La pérdida de calor por radiación significa pérdida de calor en forma de rayos infrarrojos,
que son ondas electromagnéticas. Es decir, existe un intercambio de energía
electromagnética entre el cuerpo y el medio ambiente u objetos más fríos y situados a
distancia. La cantidad de radiación emitida varía en relación al gradiente que se
establece entre el cuerpo y el medio ambiente. Hasta el 60% de la pérdida de calor
corporal puede tener lugar por este mecanismo.
2.3.2. Convección.
Es la transferencia de calor desde el cuerpo hasta las partículas de aire o agua que
entran en contacto con él. Estas partículas se calientan al entrar en contacto con la
superficie corporal y posteriormente, cuando la abandonan, su lugar es ocupado por
otras más frías que a su vez son calentadas y así sucesivamente. La pérdida de calor
es proporcional a la superficie expuesta y puede llegar a suponer una pérdida de hasta
el 12%.

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2.3.3. Conducción.
Es la perdida de pequeñas cantidades de calor corporal al entrar en contacto directo la
superficie del cuerpo con otros objetos más fríos como una silla, el suelo, una cama, etc.
Cuando una persona desnuda se sienta por primera vez en una silla se produce
inmediatamente una rápida conducción de calor desde el cuerpo a la silla, pero a los
pocos minutos la temperatura de la silla se ha elevado hasta ser casi igual a la
temperatura del cuerpo, con lo cual deja de absorber calor y se convierte a su vez en un
aislante que evita la pérdida ulterior de calor. Habitualmente, por este mecanismo, se
puede llegar a una pérdida de calor corporal del 3%. Sin embargo, este mecanismo
adquiere gran importancia cuando se produce una inmersión en agua fría, dado que la
pérdida de calor por conductividad en este medio es 32 veces superior a la del aire.
2.3.4. Evaporación.
Es la pérdida de calor por evaporación de agua. En lo dicho anteriormente sobre la
radiación, convección y conducción observamos que mientras la temperatura del cuerpo
es mayor que la que tiene el medio vecino, se produce pérdida de calor por estos
mecanismos. Pero cuando la temperatura del medio es mayor que la de la superficie
corporal, en lugar de perder calor el cuerpo lo gana por radiación, convección y
conducción procedente del medio vecino. En tales circunstancias, el único medio por el
cual el cuerpo puede perder calor es la evaporación, llegando entonces a perderse más
del 20% del calor corporal por este mecanismo. Cuando el agua se evapora de la
superficie corporal, se pierden 0,58 calorías por cada gramo de agua evaporada. En
condiciones basales de no sudoración, el agua se evapora insensiblemente de la piel y
los pulmones con una intensidad de 600 ml al día, provocando una pérdida continua de
calor del orden de 12 a 16 calorías por hora. Sin embrago, cuando existe una sudoración
profusa puede llegar a perderse más de un litro de agua cada hora. El grado de humedad
del aire influye en la pérdida de calor por sudoración y cuanto mayor sea la humedad
del medio ambiente menor cantidad de calor podrá ser eliminada por este mecanismo.
Con la edad aparece una mayor dificultad para la sudoración, con la consiguiente
inadaptación a las situaciones de calor, hecho similar que se reproduce en algunas
personas con alteración de las glándulas sudoríparas. Por contra, existen determinadas
enfermedades de la piel que favorecen la pérdida de agua a través de la misma.

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2.4. REGULACION CENTRAL DE LA TEMPERATURA. EL "TERMOSTATO
HIPOTALAMICO"
El control de la temperatura corporal, que integra los diferentes mecanismos de
producción y pérdida de calor con sus correspondientes procesos físicos y químicos, es
una función del hipotálamo. En concreto, en la región preóptica del hipotálamo anterior
se ha situado al centro que regula el exceso de calor y en el hipotálamo posterior al
centro de mantenimiento del calor que regula el exceso de frío y la pérdida de calor.
Esta teoría dualista es bastante simplista para ser plenamente aceptada y, al parecer,
existen complejos y múltiples circuitos entre estos dos centros hipotalámicos que
todavía no se han descubierto. No obstante, el sistema regulador de la temperatura es
un sistema de control por retroalimentación negativa y posee tres elementos esenciales:
1) Receptores que perciben las temperaturas existentes en el núcleo central;
2) Mecanismos efectores que consisten en los efectos metabólicos, sudomotores y
vasomotores;
3) Estructuras integradoras que determinan si la temperatura existente es demasiado
alta o demasiado baja y que activan la respuesta motora apropiada.

Gran parte de las señales para la detección del frío surgen en receptores térmicos
periféricos distribuídos por la piel y en la parte superior del tracto gastrointestinal. Estos
receptores dan origen a estímulos aferentes que llegan hasta el hipotálamo posterior y
desde allí se activa el mecanismo necesario para conservar el calor: vasoconstricción
de la piel por aumento de la actividad simpática y piloerección (de escasa importancia).
Cuando el hipotálamo posterior no recibe estímulos de frío cesa la vasoconstricción
simpática y los vasos superficiales se relajan. Si la temperatura es muy baja y es
necesario aumentar la producción de calor, las señales procedentes de los receptores
cutáneos y medulares estimulan el "centro motor primario para el escalofrío", situado en
la porción dorsomedial del hipotálamo posterior, cerca de la pared del tercer ventrículo,
y de allí parten toda una serie de estímulos que aumentan progresivamente el tono de
los músculos estriados de todo el organismo y que cuando alcanza un nivel crítico dan
origen el escalofrío. Además, el enfriamiento del área preóptica del hipotálamo hace que
el hipotálamo aumente la secreción de la hormona liberadora de la tirotropina (TRH),
ésta provoca en la adenohipófisis una liberación de la hormona estimuladora del tiroides
o tirotropina (TSH), que a su vez aumenta la producción de tiroxina por la glándula
tiroides, lo que estimula el metabolismo celular de todo el organismo y aumenta la
producción de calor.

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Cuando se calienta el área preóptica, el organismo comienza de inmediato a sudar
profusamente y al mismo tiempo se produce una vasodilatación en la piel de todo el
cuerpo. En consecuencia, hay una reacción inmediata que causa pérdida de calor y
ayuda al organismo a recuperar su temperatura normal.

En definitiva, el centro de regulación de la temperatura está situado en el hipotálamo


que parece ser el integrador común de la información aferente y eferente. El hipotálamo
no sólo es sensible a los impulsos neuronales eferentes, sino también directamente a
las alteraciones térmicas. Incluso en temperaturas ambientales normales, si se coloca
una sonda en el hipotálamo de un animal de experimentación y se enfría, el animal
responderá con vasoconstricción periférica y escalofrío.

También se ha descrito, que las monoaminas pueden convertirse en moduladores del


termostato hipotalámico. Feldberg y Myers, describieron en 1963 la importancia que las
aminas pueden llegar a tener en la regulación hipotalámica. Experimentos en animales
han demostrado cambios de temperatura cuando se inyectan aminas como la levodopa
o la dopamina en el tercer ventrículo, adyacente al hipotálamo. En las ratas, por ejemplo,
inyecciones de 5-hidroxitriptófano, dopamina, levodopa o apomorfina producen
hipotermia, mientras inyecciones de noradrenalina, adrenalina o isoproterenol producen
hipertermia. Sin embargo, las respuestas pueden variar según la especie animal de que
se trate. En los humanos, descensos de los niveles dopaminérgicos pueden producir
hipotermia. Los papeles que puedan desarrollar agentes como el 5-hidroxitriptófano, la
histamina o la adrenalina está todavía por dilucidar.

2.5. LA TERMOREGULACIÓN

Es la capacidad que tiene el organismo para regular su temperatura. La temperatura


normal del cuerpo de una persona varía dependiendo de su sexo, su actividad reciente,
el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y, en las mujeres, de la fase del ciclo
menstrual en la que se encuentren. La temperatura corporal normal, de acuerdo con
la American Medical Association, puede oscilar entre 36.5 y 37.2ºC.
En el caso de los humanos, el control de la temperatura en condiciones normales es
asombroso, ya que éste no cambia más allá de los 0.6ºC, aun sometidos a temperaturas
altas (60ºC) o relativamente bajas (12ºC). Todo lo relacionado con la temperatura animal

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ha sido medido cada vez con más precisión desde 1592, con la creación del primer
termómetro.

2.6. LA HIPOTERMIA

La hipotermia es una afección médica. Ocurre cuando estás expuesto al frío por un largo
tiempo. La temperatura normal del cuerpo es 98.6 °F (37 °C). La hipotermia ocurre
cuando la temperatura corporal cae por debajo de los 95 °F (35 °C). La hipotermia
también puede ocurrir en temperaturas superiores a 40 °F (4.5 °C). Esto generalmente
se debe a que una persona está mojada, sudorosa o atrapada en agua fría. La
hipotermia es peligrosa y potencialmente mortal. La mayoría de las personas se dan
cuenta de que la están padeciendo cuando es demasiado tarde. Si no se trata, la
hipotermia puede provocar un ataque al corazón, daño al hígado, insuficiencia renal o
la muerte.
La hipotermia es diferente de la congelación. Usted puede sufrir congelación por sí sola
o tener también hipotermia. Depende del tipo. Es una lesión que se sufre cuando una
parte del cuerpo se congela. Los lugares comunes de congelación son la nariz, las
orejas y los dedos de las manos y los pies. Con la congelación, las partes del cuerpo
pueden entumecerse, volverse rígidas y/o de color blanco o amarillo grisáceo. Los
efectos pueden ser a largo plazo en el caso de lesiones graves. Puede requerir
amputación.

Se clasifica:
 Leve (32,2 – 35°C),
 Moderada (32,2 – 28°C)
 Severa (-28°C).

Síntomas de la hipotermia

Los síntomas son difíciles de detectar en bebés y personas mayores. Las señales de
advertencia incluyen:
 Manos temblorosas, torpes y/o disminución del movimiento;
 Dificultad para hablar;
 Agotamiento repentino o poca energía;
 Confusión repentina, incapacidad para pensar claramente;

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 Piel fría, roja y/o en carne viva; la piel puede volverse azul en una etapa posterior.
 Disminución de la respiración o del ritmo cardíaco.

2.7. LA FIEBRE

La fiebre es una elevación de la temperatura corporal que supera la variación diaria


normal, mediada por una elevación del punto de ajuste del centro termorregulador, pero
permaneciendo intactos los mecanismos que regulan la temperatura.
Patogénesis de la fiebre:

En la génesis de la fiebre destaca el papel de los pirógenos exógenos, que actúan sobre
determinados tipos celulares induciendo la producción de pirógenos endógenos, que
son los verdaderos responsables de la elevación térmica al iniciar cambios metabólicos
en el centro termorregulador (2) (figura 1). En los ancianos hay una menor producción
de pirógenos endógenos, así como una menor respuesta febril a su liberación. Norman
y Yosikawa (1996) proponen una definición de fiebre para esta población:
 Elevación de la temperatura corporal de al menos 1,2 ºC sobre su temperatura
habitual
 Temperatura oral mayor o igual a 37,2 ºC.
 Temperatura rectal mayor o igual a 37,5 ºC.
El término de fiebre en la práctica clínica se reserva para temperatura mayor de 38 ºC,
denominándose febrícula si está por debajo de esta cifra. A la fiebre superior a 41,5 ºC

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se le denomina hiperpirexia. Puede presentarse en pacientes con infecciones graves,
pero es más frecuente en aquellos con hemorragias del sistema nervioso central.
Temperaturas superiores a los 43 ºC se consideran letales.

Las lesiones cerebrales que afectan al hipotálamo (hemorragias, isquemia,


traumatismos, tumores, enfermedades degenerativas, encefalitis), aunque con mayor
frecuencia producen hipotermia, pueden originar una fiebre central o hipotalámica,
caracterizada por la ausencia de variación circadiana, anhidrosis, respuesta excesiva a
las medidas de enfriamiento externo, resistencia a antipiréticos y disminución del nivel
de conciencia.
2.8. LA HIPERTERMIA
Síndrome caracterizado por una elevación de la temperatura corporal originado por un
aumento en la producción de calor endógeno o una disminución de la pérdida de calor,
sin cambio del punto de ajuste del centro termorregulador. Es importante distinguir entre
fiebre e hipertermia, pues esta última puede ser rápidamente mortal. De forma
característica la hipertermia no responde a los fármacos antipiréticos y debe ser tratada
con medios físicos de enfriamiento. Otras claves que pueden alertar sobre la presencia
de hipertermia son la falta de sudoración en un paciente febril y la ausencia de variación
circadiana de la temperatura.
Factores predisponentes
Factores exógenos:
Temperatura ambiente elevada (mayor riesgo en edades extremas, enfermedades
preexistentes y etilismo).
Aumento de la producción de calor:
 Ejercicio intenso.
 Síndromes febriles.
 Agitación, delírium tremens.
 Hipertiroidismo.
 Feocromocitoma.
 Tétanos generalizado.
 Estatus epiléptico.
 Abuso de drogas (anfetaminas, cocaína, alucinógenos).
 Hipertermia maligna (anestésicos por inhalación, succinilcolina).
 Síndrome neuroléptico maligno (butirofenonas, haloperidol, fenotiazinas,
tioxantenos, risperidona, clozapina).

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Disminución de la pérdida de calor:
 Temperatura ambiente elevada.
 Falta de aclimatación.
 Humedad ambiental excesiva.
 Exceso de ropa, vendajes oclusivos.
 Deshidratación.
 Obesidad.
 Edad avanzada.
 Enfermedades neurológicas (demencia, parkinsonismo, ictus, lesiones
espinales).
 Enfermedades sistémicas que dificultan la sudoración (renales,
cardiovasculares, pulmonares, diabetes).
 Dermopatías (esclerodermia).
 Fármacos (anticolinérgicos, diuréticos, beta bloque antes, laxantes).
 Síndrome neuroléptico maligno.

Síndromes por calor


Se reconocen tres formas clínicas, que por orden creciente de gravedad son: calambres
musculares por calor, agotamiento por calor y golpe de calor.
 Calambres musculares por calor: tras la realización de ejercicio intenso a
temperaturas elevadas. Producen deshidratación hiponatrémica. El tratamiento
consiste en reposo en un ambiente fresco y reposición hidroelectrolítica por vía
oral. Se puede prevenir mediante una comida rica en sal e ingesta abundante de
agua previa al ejercicio.
 Agotamiento o colapso por calor: es el síndrome por calor más frecuente. Afecta
a individuos expuestos a temperaturas elevadas (especialmente a ancianos con
tratamiento diurético, hipotensor o con escasa ingesta hídrica) y a deportistas no
aclimatados. Se debe al fracaso de las respuestas cardiovasculares adaptativas
al calor y a la pérdida hidroelectrolítica secundaria a la sudoración. Los síntomas
iniciales son debilidad, cefalea, náuseas, vómitos e hiperventilación, pudiendo
progresar a confusión, estupor y síncope. En la exploración física destacan
palidez, sudoración, hipotensión ortostática y taquicardia. La temperatura
corporal es normal o discretamente elevada. La recuperación suele ser rápida
tras reposo en ambiente refrigerado y reposición hidroelectrolítica por vía oral o
intravenosa.

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 Golpe de calor: se produce cuando el organismo es incapaz de disipar
cantidades adecuadas de calor. En Estados Unidos se producen unas 5.000
muertes anuales por golpe de calor y las dos terceras partes son ancianos.
Podemos diferenciar dos cuadros:
 Activo o por ejercicio: típico de los jóvenes que hacen ejercicio en ambientes
calurosos y húmedos con escasa hidratación y ropa excesiva.
 Pasivo o clásico: más frecuente en personas sedentarias y ancianas con
enfermedades.

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III. CONCLUSIÓN

 La temperatura es una magnitud que refleja la cantidad de calor del cuerpo. Dicha
temperatura varía según el momento del día, aunque suele aceptarse que la
temperatura considerada normal ronda los 37º C.
 Cuando la temperatura se ubica en 38º C o más, la persona tiene fiebre y suele ser
el síntoma de una enfermedad o de un proceso infeccioso.
 Si la temperatura, desciende de los 36º C o menos el ser humano sufre hipotermia.
Puede producirse por la ingesta de fármacos, desnutrición o la permanencia en un
entorno con frío excesivo, entre otros motivos.
 Cabe destacar que el cuerpo dispone de mecanismos para regular su temperatura
de acuerdo a la temperatura del ambiente. Mediante la termorregulación, por lo
tanto, el cuerpo pierde o gana calor para conservar un equilibrio.

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IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Mackowiak P.A. Regulación de la temperatura y patogenia de la fiebre. En:


Mandell, Douglas y Bennett, enfermedades infecciosas principios y Práctica, 5ª
ed. Editorial Panamericana, Buenos Aires; 2002. p . 732-753.
 "Tratado de Fisiopatología médica" Guyton. 9ª edición, año 1997
 V Curso de Urgencias Médicas para Residentes "Fiebre en urgencias". Dra. Gil.
 Principios de urgencias, Emergencias y Cuidados Intensivos. Capítulo 8. 6.
"Síndrome febril. Aproximación diagnóstica" Martínez Marcos F. J.,García
Garmendia J. L.
 Gutiérrez A, Ugalde F, Martínez M. Síndrome febril en urgencias. En:
Cisterna Cancer R, editor. Manejo de la infección en urgencias. GlaxoWellcome;
1999. p. 3-11.
 Lozano De León F; Léon EM; Gómez-Mateos JM et al. Fiebre de origen
desconocido. Actitudes diagnósticas EN: Medicine 7ª ed. 1998:3558-3566.
Casasbuenas J, Síndrome febril. En: Manual de Urgencias de Medicina Interna.
Asociación Colombiana de Medicina Interna. Ediciones Acta Médica
Colombiana. Bogotá, 1994.
 Villa LF, Muñoz B. Fiebre: actitud diagnóstica y manejo iniciales. En: Muñoz B,
Villa LF, Díez JL, Escamilla C, Sarriá C. Manual de Medicina Clínica de Puerta
de Hierro. 2ª edición. Madrid: Díaz de Santos, 1993; pag 447.

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V. ANEXO

TEMPERATURA CORPORAL

MECANISMO DE TRANSFERENCIA DE CALOR

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MECANISMO DEL TERMOSTATO HIPOTALÁMICO

HIPOTERMIA

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