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L a élite Inca del Cuzco era una minoría que dominaba, desde esta
capital, un gran espacio geográfico con una gran cantidad de culturas y
lenguas diferentes. Una de las herramientas que utilizaron para lograr el control
administrativo de este espacio fue la lengua quechua, una de las dos “lenguas
generales” y lingua franca del imperio en toda su área.
A pesar de su extensa utilización, hasta el presente no sabemos de ningún tipo
de registro gráfico o escritura oficial de esta. Lo que sí sabemos es, en cambio,
que los Incas tenían, en el Cuzco, varios tipos de registros gráficos de alguna
lengua, o lenguas, llamados khipu-s, t’uqapu-s y qillqa-s.
Lo sorprendente es que, por un lado, hasta el presente, las investigaciones no
han definido si el quechua tuvo alguna vez un registro gráfico, o una escritura, y
que por el otro lado tampoco sabemos a qué idioma o idiomas correspondían los
khipu-s, los t’uqapu-s y las qillqa-s. Tenemos una disociación evidente entre los dos
medios de comunicación — el gráfico y el oral — en las investigaciones académicas
hasta el momento.
Las razones para tal dicotomía provienen de la época del encuentro entre
españoles e Incas. Respecto a las lenguas habladas, según las fuentes escritas de
los siglos XVI-XVIII, el quechua y el aymara eran las “lenguas generales”, utilizadas
en regiones diferentes del imperio. El quechua era utilizado por la administración
imperial y regional como una especia de “lingua franca” del imperio. Esta lengua
fue, en tiempos de la Colonia, diseminada aún más por todo el territorio de lo que
fuera el Tawantinsuyu a principios del siglo XVI.
Otra lengua hablada, llamada la “lengua del Inca”, que Jan Szemiñski (1998)
y Cerrón-Palomino (2013) identificaron como una especie de puquina, era
enseñada en la escuela imperial en Cuzco. En estas escuelas estudiaban dos
tipos de personas: por un lado los Incas de pura sangre (“orejones”), y por el
otro los hijos de los reyes y señores conquistados, llamados apu-s y qhapaq apu-s
respectivamente.
Martín de Murúa y el Inca Garcilaso de la Vega, entre otros, nos hablan
de estas escuelas. Martín de Murúa explica en detalle, en su capítulo sobre la
escuela que creó el Inca en el Cuzco, como aprendían los futuros khipu kamayuq-s
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 289
como una especie de código familiar, con el que el rey Inca se comunicaba con las
personas más cercanas a él, personas que también pertenecían a la más alta élite
cuzqueña Inca.
En este sentido, las lenguas habladas se dividían al parecer en dos categorías,
las sagradas y las no sagradas, las de la élite Inca y las de los otros. Los “principales”
conquistados, aunque estudiaran junto a los orejones, no podían acceder a esta
información.
Parece entonces difícil creer que los sabios, maestros, filósofos, o como son
llamados en las crónicas: “amawta-s”, hubiesen enseñado a los nobles de origen no
Inca, los llamados “principales” (apu y qhapaq apu), la lengua del rey Inca, durante
todo un año, en las escuelas del Cuzco.
Pero esto no es tan simple, dado que —como señala Murúa, en el capítulo
XXVI de su Historia general— el que sucedía al señor local, bajo el gobierno del
Inca, era en primera instancia el hijo mayor que este había tenido con “Mama
Huarmi, que era la que el inga le había dado por mujer principal” ( [1613] 1987: 95),
o sea que por medio de esta mujer el Inca crea un lazo de parentesco de sangre
con los qhapaq apu-s locales. No es extraño entonces que los herederos y otros
hijos de estas parejas sean llevados al Cuzco y estudien junto con orejones Incas.
Esto significa que los apu-s se volvían khipu kamayuq-s —oficiales imperiales—
que trabajaban para el Imperio desde sus propios señoríos. Estos heredaban el
trono local, y se volvían qhapaq apu-s, a los que el Inca daba nuevamente una
mujer del Cuzco, siendo llamados al Cuzco junto con sus hijos ya crecidos luego
para recibir la educación adecuada. De este modo, gracias a estos casamientos
impuestos y la educación conjunta de las élites en las escuelas del Cuzco, se
lograría en algunas generaciones la unificación del imperio bajo una sola
ideología religiosa y administrativa. Esto significa que, por los visto, los apu-s
y qhapaq apu-s estudiaban junto a los Incas de pura sangre. ¿Podrán haber sido
estos los “Incacuna” (Inqakuna) mencionados por Guamán Poma de Ayala en su
crónica: “Yngaconas, señores caualleros Hanan Cuzco, Lurin Cuzco Yngas, tartarnietos y
sobrinos y sobrinas, nustas, prensesas: Casta rreal deste rreyno” (1615: 740/754)?.
Esto significa que, al estudiar la “lengua del Inca” (las pocas frases que nos
quedan) debemos preguntarnos también si el puquina, aymarizado o no, era un
idioma que podría haber sido sacralizado por los Incas, y de ser así, de dónde
proviene tal sacralización. Esto pondría al puquina y al aymara por encima del
quechua, lengua general administrativa que cualquiera podía hablar. Si fuera así,
los contenidos relatados en aymara y en puquina podrían incluir un porcentaje
más alto de cantos u oraciones sagradas, seguramente pertenecientes a la élite
Inca que residía en Cuzco.
En cuanto a los registros gráficos, estos son de diferentes índoles, y aunque se
piensa que eran utilizados de forma coetánea por diferentes grupos, veremos que el
panorama que se nos presenta es otro y tampoco tan sencillo.
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 291
El Khipu
Este instrumento de registro de datos, sean estos datos del presente o del pasado,
era utilizado por los khipu kamayuq-s, los administradores oficiales del Imperio Inca,
nombrados por la administración inca del Cuzco central. Es muy probable que los
khipu-s, que registraban las órdenes del Inca y de su administración imperial en el
Cuzco, como también resultados e informaciones varias provenientes de todo el
territorio del imperio, llegaban desde los ayllus al Cuzco y viceversa. Esto supone
que los khipu-s no reflejaban solamente el quechua, sino también lenguas locales.
En base a investigaciones anteriores de los datos en las crónicas (Moscovich, 2016a,
b), los khipu kamayuq-s eran los futuros apu-s (herederos de reyes locales conquistados
por los Incas) e Incas que habían estudiado en la escuela del Cuzco. Aprendían
cómo crear y manejar estos instrumentos durante dos de los cuatro años que según
las descripciones duraban los estudios. Al finalizar este aprendizaje, trabajaban
primero en el Cuzco para el rey Inca y su administración. Después de ello, algunos
apu-s regresaban a su lugar de origen pero ya como oficiales del Imperio Inca,
mientras que otros se quedaban en el Cuzco, llegando a ser parte del Consejo del
Inca o administrador de Suyu.
Sin embargo, los khipu-s no servían solamente como instrumentos
administrativos. Estos también podían servir como calendario y había khipu
kamayuq-s especializados en estos khipu-s, como al que Guamán Poma de Ayala
(1615: 359, 361) llama killa wata khipuq: “el que anota en el khipu los meses
lunares, o eventos según los meses lunares”.
Si estos khipu kamayuq-s, descritos por cronistas como Las Casas ([1474–1566]
1892), Montesinos (ver Szemiñski, [1644] 2008); Guamán Poma de Ayala,
([1615] 2001); Garcilaso de la Vega, ([1609] 1995) y otros en los siglos XVI y
XVII, efectivamente anotaban informaciones según meses lunares para el Inca y
el Inqap rantin (lugarteniente del Inca), entonces también podían llegar a anotar
informaciones como fiestas y datos de ceremonias como la “Capacocha” (Qhapaq
Ucha), que se realizaba en Cuzco y en la que se contaban la cantidad de niños
sacrificados.
Estas informaciones son del área de lo sagrado, no de la administración. Por
ende, este tipo de khipu-s no podían ser administrativos sino sagrados, registraban
un rito Inca, hecho por y para Incas. Estos khipu-s eran probablemente conservados
en los famosos “archivos” de los que hablan las crónicas, y lo más probable, en base
a lo descrito en estas, es que estuviesen en los archivos (como los archivos de qillqa-s)
de los templos del Sol, por su afinidad con lo sagrado. No sabemos qué lengua
transcribían estos tipos de khipu-s, y si estos correspondían a una lengua general o a
la “lengua del Inca”. Pero es importante tener presente que los dos tipos de khipu-s,
el sagrado y el administrativo, podían haber reflejado dos o más lenguas y códigos
diferentes: Inca cuzqueño (los de orden sagrado) e Inca cuzqueño o lengua general
(los administrativos).
292 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
Los T’uqapu-s
Los símbolos llamados por este nombre están considerados por los estudiosos
del tema como símbolos abstractos o de animales, con algún significado, que se ven
en los unku-s Incas (túnicas) y luego en los qiru-s (vasos ceremoniales) Incas del siglo
XVI en adelante. Estos están considerados como algún tipo de registro gráfico Inca.
Sin embargo, el mismo nombre de estos símbolos es problemático, simplemente
por el hecho que el significado del término “t’uqapu” en quechua de los Andes
centrales no es el de “símbolos abstractos”, “escritura”, “texto” ni nada que se le
asemeje, sino algo completamente diferente.
Diego Gonçalez Holguín ([1608]1952: 16, 344, 463, 582) define t’uqapu en su
vocabulario como sigue:
Tucapu. Los vestidos de lauores preciosos, o paños de lauor texidos.
Mantellina pintada.
Tocapu, o acno puñañaca. Cosa de varias labores. Tocapuy acnopuyrikchak, o
ñaurayqquellcascca.
Acnopucta tocapucta ppachallicuk. El que se engalana, y viste galanamente.
Acnopoy ttocapuy. Es cosa muy galana, o qualquier gala, o buen vestido, que estos lo
eran del Inca.
1 Agregado entre paréntesis por Jan Szemiñski en su base de datos. Gran parte de las traducciones de términos
en los vocabularios provienen de la “Base de datos del quechua colonial temprano, sin publicar”, de Jan Szemiñski.
2 Acortamos aquí la lista de definiciones, dado que están traídas anteriormente en el texto.
294 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
3 ([1608] 1952:15, 18, 19, 21, 24, 28, 30, 34, 50, 52, 100, 130, 148, 154, 170, 174, 191, 227, 243, 311, 322, 358, 361).
4 Acortamos aquí la lista de términos con sus significados.
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 295
Acno-poy Es cosa muy galana, o cualquier gala, o buen vestido, que estos
ttocapuy lo eran del Inqa, (Gonçalez Holguin, 1952: 16).
Acnopuy El que tiene muy galanos vestidos o los trae, (Gonçalez Holguin,
ttocapuy 1952:16).
ppachayok
Las grafías de Gonçalez Holguin indican que debe leerse tuqapu o t’uqapu y
aqnupu. Tal constatación deja en la lista solamente:
Para entender el significado de los términos tuqapu y aqnupu hay que analizarlos
dentro del contexto en el cual aparecen. La oración se abre con invocación a Wira
Quchan provisto de ciertos atributos: Tikzi Wira Quchan, Qaylla Wira Quchan,
Tuqapu Aqnupu Wira Quchan. En la enumeración los atributos de Quchan se
dividen en tres grupos:
1. Wira que acompaña a Quchan en todos los casos de ocurrencia,
2. Tikzi y Qaylla que comparten el rasgo de aparecer una vez cada uno precediendo
a la frase Wira Quchan.
3. Tuqapu Aqnupu que aparecen juntos delante de la frase Wira Quchan y
comparten la repetición del sufijo -pu.
Las relaciones entre los atributos de Quchan presenta el siguiente esquema:
Estas vestimentas del Inca, como también las de la Coya (Quya), descritas
y dibujadas por Guamán Poma y otros, estaban confeccionadas por las acllas
(aklla-s) en los aclla huasis (aklla wasi-s). De acuerdo al análisis y las conclusiones
de Szemiñski sobre el término t’uqapu y su relación con Wira Quchan, las que
adoptamos aquí, si estas prendas llevaban t’uqapu-s esto significa que a través de
estas el que las viste se relaciona con un mito fundador, con Wira Quchan, y con
la transformación de lo existente. Estas vestimentas eran sagradas y simbólicas, y
así también el Inca que las vestía.
Es más, si t’uqapu es el que esconde todo, viniendo después de qaylla, el que
establece límites, tenemos aquí la definición más adecuada para estos símbolos,
tal como pueden verse en los unku-s, y en los qiru-s. Estos símbolos abstractos, que
esconden un significado, están separados unos de otros y se remiten a un acto
de fundación personificado, en este mundo, por el rey Inca. El rey Inca encarna
así al fundador en esta dimensión (en el kay pacha, este mundo), transformando
lo existente.
De estos dos contextos, podemos deducir que cualquier dibujo o símbolo
que figurara en estas prendas tendría que ver con lo sagrado, pero sobre todo
con el rey Inca como símbolo fundador, símbolo del culto y de la creación de su
imperio.
Estos símbolos de color, en franjas, reaparecen en los qiru-s de madera del siglo
XVI, pero junto con escenas. Volveremos a estos t’uqapu-s luego, dentro de nuestra
discusión sobre las qillqa-s.
Las Qillqa-s
Molina (el cuzqueño, [1575?] 1989) relata unas de las anécdotas que según su
testimonio estaban inscritas en lo que llamamos comúnmente qillqa-s, y especifica
que estas se hallaban en el Puqin Kancha, o Casa del Sol. Acosta escribe que
existían dibujos para remplazar la “falta de escritura y letras” [sic] ([1590] 1986:
402).
La sección que contiene los significados del término qillqa en los vocabularios
de los siglos XVI–XVII es bastante extenso e incluye frases completas con esta
palabra, aunque algunas de ellas parecen hispanismos o traducciones inversas,
inventando así nuevos términos en quechua.
298 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
Santo Thomas traduce del Quechua al castellano ([1560] 1951: f. 170 r):
Quillca ------------- libro, o papel generalmente
Quillcana ---------- escriuania
Quillcani.gui. O quillcacuni.gui ---------- pintar, o escreuir generalmente
Quillcani.gui ------------ labrar alguna obra con colores generalmente
Quillca camayoc ------ escribano, o debuxador
Quillcassca ------------- debuxada cosa
Quillcasca --------------- esculpida cosa
Quillcactaricuni.gui. --- leer letras. O cartas
Quillcacta yachac ------ leydo, que lee mucho
Quillca quippo ----------- libro de quentas 5
Bertonio da las siguientes definiciones en aymara ([1612] 1984: 1ra parte: 224, 226):
Escriuano: quellca camana
Escriuir: quellcatha
Escriuir empadronando: quellcantacha
5 Según Jan Szemiñski, en su “Base de datos del quechua colonial temprano, sin publicar”, bajo Quillqa, “Quillca
quippo” es un hispanismo. En quechua estaría en orden inverso: khipu qillqa.
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 299
Escrito: quellca
Escriuiente: quellqueri
Escrito: quellca
Historiador: nayra, vel hicha aro quellqueri
Historia escrita: nayra aro, vel hicha aro quellca, vel libro
6 Aceitar.
300 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
hízolo todo pintar por su orden en tablones grandes, y deputó en las Casas del Sol una
gran sala, adonde las tales tablas, que guarnecidas de oro estaban, estuviesen como
nuestras librerías. Y no podían entrar, donde estas tablas estaban, sino el Inca o los
historiadores, sin expresa licencia del Inca.
7 Este tema ha sido tratado anteriormente por Jan Szemiñski en su artículo de 2005 y en su libro sobre
Montesinos. Aquí traeré material ya analizado en esas fuentes pero con la finalidad de llegar a mis propias
conclusiones.
8 Según Jan Szemiñski (2005: 587) Montesinos usó un texto redactado en Quito entre 1592 y 1615(?) por un
español anónimo, y este texto de 1592–1615 sería a su vez una re-elaboración de un texto escrito entre 1560–1570,
quizás en Cuzco.
302 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
[63–64]
A los nueue años del Reynado de Topa cauri Pachacuti 7º se cumplieron 3500 años
despues del dilubio este Rey començo a alçar caueça y cobrar algunas Ciudades y
Prouinçias pero | obedeçianle Los naturales con muchos conques y estauan tan
estragados en materia de ReliJion Y costumbres que alço mano de conquistallos por
que deçia que si aquella gente comunicaua con la suya La infiçionaria en grandes
Vizios en espeçial dela ydolatria Y sodomia que como Vestias desenfrenadas se hauian
dado con todo suauemente Ymbio mensaxeros por todas parttes pidiendo alas caueças
quitassen La adoraçion o superistiçion [sic] de tantos dioses y animales como adorauan
y no vsasen vnos honbres de otros contrael d[erech]o natural y lo que rresulto desto fue
poca enmienda en Lo vno y otro y matarlos embaxadores.
Disimulo Por entonçes el Rey y hiço grandes sacrifiçios i consultas al Illatiçi
Huiracocha vna rrespuesta fue que la caussa dela pestilenzia hauian sido las letras
que nadie los Vsase ni rresultasse porque de su Vsso les hauia de Venir el mayor daño
conesto Topacauri mando por ley So pena dela vida ninguno tratase de Quilca que
heran pergaminos y çiertas oxas de arboles en que esCriuian ni vsasen de ninguna
manera de letras este oraculo Lo guardaron con tanta puntualidad. que despues desta
perdida xamas los Peruanos vsaron de letras porque tiempos depues Vn sauio Amauta
imbento vnos [64] Carateres Lo quemaron Viuo y assi desde este tiempo Vssaron de
Ylo y quipos conla distinçion y Quipos con la distinçion q[ue] Veremos.
Si nos fijamos bien, Santo Thomas escribe “leer letras” o cartas. Gonçalez
Holguín dice “Escritos o cualquier carta o papel”. Esto es interesante, dado
que en esta época, en los siglos XVI–XVII, los términos “letras” y “escrituras”
significan “texto” o algún tipo de corpus escrito, con o sin pinturas. No se trata
de un sistema de “escritura” puesto al plural.
Montesinos habla, por ejemplo, en su crónica, de los chaski-s (mensajeros), que
en los tiempos antiguos llevaban cartas hasta que las qillqa-s fueron prohibidas.
Y curiosamente uno de los dibujos más controversiales de Guamán Poma es el
del mensajero joven con un khipu cerrado en sus manos, al que le pone el letrero
“carta”. Parece ser que esta noción de “carta”, “letras” o “texto”, el envío de algún
corpus de registro gráfico, en forma de khipu en la época de Pacha Kuti y en forma
de qillqa en la antigüedad, podría entonces provenir de tiempos antiguos, y en
este sentido no serían un completo invento de los españoles ni un hispanismo de
Guamán Poma.
Frases o términos como “yupana qquellca” = “las quentas por escrito” podrían
también ser el reflejo en el quechua del siglo XVI y XVII de una memoria colectiva
antigua que quedó grabada en el quechua.
Otro caso que se vuelve más claro es el doble título que da Guamán Poma
(1615: 359/361) al secretario del Inqap rantin: “killa wata khipuq” o “qillqa
kamayuq”.
Se piensa en general que aquí hay un error. Debería ser killa kamayuq y no
qillqa kamayuq. ¿Qué relación podría haber entre un qillqa kamayuq (alguien que
tiene la sabiduría de las qillqa-s, o que es responsable de las qillqa-s) con alguien
que anota los meses lunares o eventos en meses lunares en un khipu?
Si las qillqa-s existían antiguamente en todos los Andes, y no eran
exclusivamente Incas, si eran de conocimiento general y la prohibición de
hacerlas y de leerlas fue hecha para ser acatada solamente por los súbditos de
los Incas, entonces es lógico que estas qillqa-s y el saber de cómo hacerlas hayan
quedado, en forma secreta a lo mejor, en los territorios no-Incas.
Guamán Poma dice explícitamente que estos killa wata khipuq o qillqa kamayuq
eran hijos de apu-s, no Incas de pura sangre. Si las “letras” se sabían por todo
el área de los Andes antes de ser prohibidas por el rey Inca antiguo, entonces
este término utilizado por Guamán Poma podría reflejar un cargo que existía
en la antigüedad, cuando sí había letras. Estos qillqa kamayuq-s de la antigüedad
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 305
anotaban sus calendarios en qillqa-s, pero a principios del siglo XVI anotaban
todo en khipu. Es importante entender que en el quechua del siglo XVI hay un
término que denomina un cargo que no existe en los Andes del Imperio Inca de
esa época, pero que sí es descrito como una función dentro de la administración
del mismo. El título “qillqa kamayuq” pertenece a un pasado Inca, donde había
personas encargadas de anotar cosas en qillqa-s, mientras que el título “killa wata
khipuq” pertenece a la realidad Inca Imperial de los siglos XV–XVI que Guamán
Poma y otros cronistas describen.
Estos dos títulos: qillqa kamayuq y killa wata khipuq reflejan el cambio que se
realizó en los medios de comunicación gráficos en la historia Inca: en la antigüedad
la qillqa, y desde la antigüedad hasta el siglo XVI el khipu.
Esto significa que el quechua conserva una memoria del pasado andino, y
Guamán Poma la repite. Esto significa también que tenemos dos fases distintivas
en la historia Inca — una antigua con qillqa y una nueva con khipu.
Si hubiera existido un qillqa kamayuq en los Andes del Imperio Inca de los siglos
XV–XVI, éste seguramente habría sido Inca puro, cuzqueño, y no tendría un cargo
administrativo sino religioso, dado que las nuevas qillqa-s, las ordenadas por Pacha
Kuti y descritas por Molina, estaban guardadas en el Puqin Kancha. Un hijo de apu,
como el que Guamán Poma describe, no podría haberse acercado a este templo, ni
por supuesto haber entrado para ver las qillqa-s.
Resumiendo lo expuesto, parecería ser que esta dicotomía entre los sistemas
orales y los sistemas gráficos en el Tawantinsuyu también simboliza la dicotomía
entre lo sagrado y lo no sagrado, lo Inca y no-Inca (en una misma época), o lo Inca
Imperial e Inca no-Imperial (en épocas diferentes).
Cada uno de estos sistemas estaba relacionado no solamente con una finalidad
específica sino también con poblaciones diferentes: Inca ≠ no-Inca.
Los Incas, en los siglos XV–XVI, una élite diminuta, por así decirlo, comparados
al resto de la población del Tawantinsuyu, tenían diversos tipos de registros de
datos. Estos registros representan, según las informaciones que podemos obtener
de las crónicas, un complejo de registros, donde un tipo de registro no solamente
complementa al otro sino que puede a su vez remplazarlo, como el khipu remplazó
a la qillqa antigua, por lo menos en público.
En la tabla de la siguiente página pueden verse las diferentes jerarquías de
sacralidad y de utilización de los diferentes medios de comunicación —orales y
gráficos— organizados alrededor de un eje cronológico que va de lo antiguo (Inca
no imperial) a lo más moderno (Inca imperial).
El khipu se presenta aquí como un instrumento versátil que puede a la vez ser
sagrado o no. Está entre las lenguas y los medios gráficos de registro antiguamente
utilizados en la zona y los medios de registro gráfico y las lenguas sagradas,
utilizadas solamente por los Incas, esta vez la élite del Cuzco, que gobierna el
Tawantinsuyu.
306 Estudios de Antropología y Arqueología - Volumen 1
En Enseñado
Templos en la
Eje
Fase Incas No del Sol escuela
Cronológico Medio de Comunicación Sagrado
Incas y aklla Inca
wasi-s (aclla Imperial
huasis) del Cuzco
QUECHUA Y AYMARA,
1 Inca Antiguo X X X
puquina aymarizado
QUECHUA Y AYMARA,
2 Inca Medio X X ?
puquina aymarizado (?)
Parcialmente
(fiestas y
3 Inca Imperial KHIPU X X X
ritos incas
cuzqueños)
QILLQA NUEVA
3 Inca Imperial (de Pacha Kuti) X X X ?
(Con, o = t’uqapu (?))
Conclusiones
De las informaciones que podemos obtener de las fuentes de los siglos XVI–
XVII, en el Imperio Inca el saber pertenecía a la élite del Cuzco – a los Incas de
sangre, u “orejones”, como los llaman en las crónicas. Este saber, restringido,
incluía la lengua hablada y los registros de datos. Si había una forma de escritura
Khipu, T’uqapu y Qillqa y la Historia de los Incas - Viviana Ruth Moscovich 307
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