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Aditivos de lubricantes

Los aditivos son sustancias químicas activas que se añaden a los aceites para formar el lubricante
final y así mejorar las propiedades existentes o añadirle nuevas. No son las únicas funciones. La
acción de los aditivos para lubricantes son las siguientes:

o Proteger al lubricante de cambios químicos, tal como la oxidación del aceite.

o Proteger la maquinaria del ataque de los productos de la combustión y/o de las posibles
fallas del combustible o lubricante.

o Mejorar o añadir más propiedades físicas al lubricante, tal como mejorar la fluidez del
aceite.

En función del ámbito de aplicación y del rendimiento necesario, se añaden a los aceites aditivos
de los tipos más variados y en diferentes cantidades. La proporción de aditivos de los aceites
para motor modernos se sitúa en el 15-30 %.

A continuación, los aditivos más usados por los lubricantes:

Aditivos antioxidantes: Retrasan el envejecimiento prematuro del lubricante, dado que este
tiene tendencia a reaccionar con el oxígeno formando barnices, lodos, resinas y ácidos que
actúan incrementando la viscosidad. La disminución de fluidez hace que el aceite pierda su
capacidad circulante y refrigerante, ocasionando de esa forma el desgaste del motor. Los
aditivos antioxidantes retardan la degradación del aceite y son en su mayoría aminas, fenoles,
ditiofosfatos, sulfuros, etc.

Aditivos anticorrosivos: La corrosión es el resultado del ataque químico a las superficies


metálicas. Este tipo de aceites para motor evitan la formación de óxido en las paredes metálicas
internas del motor y la condensación de vapor de agua.
Aceites antiespumantes: La formación de espuma en un lubricante es motivo de serios
problemas, debido a que la capacidad lubricante del aceite disminuye y favorece su oxidación.
Con un aceite con aditivos antiespumante evitamos la oxigenación del lubricante reduciendo la
tensión superficial y evitando la formación de burbujas que llevarían aire al circuito de
lubricación.

Aditivos detergentes: Son sustancias que actúan como el jabón común dispersando las
partículas de suciedad. En los lubricantes, los detergentes mantienen en suspensión las
partículas contaminantes, evitando la formación de depósitos fruto de la combustión.

Aditivos antidispersantes: Estos aditivos, conocidos como “dispersantes sin cenizas”, tienen una
función similar a los detergentes ya que controlan principalmente la formación de lodos. Son,
por tanto, los encargados de transportar la suciedad arrancada por los aditivos detergentes
hasta el filtro o cárter del motor.

Aditivos antidesgaste: Forman una fina película protectora en las paredes a lubricar, evitando
así el contacto metal-metal.

Aditivos espesantes: Son agentes solidificadores que proporcionan una red tridimensional,
similar a la estructura de una esponja, que retiene el lubricante entre sus poros. La función de
dicho espesante es actuar de manera permeable a modo de depósito de aceite.

Aceite diluyente: Este aditivo reduce los microcristales de cera para que fluya el lubricante a
bajas temperaturas. Sirven para diluir el color del óleo: dividen el color, obrando como una
aplicación pastosa.

Modificador de fricción. Es un inhibidor que interactúa con la superficie metálica, se ajusta a las
propiedades de fricción del lubricante y disminuye el desgaste. Es mayormente utilizado en los
aceites lubricantes de baja viscosidad como el SAE 10W-30.

Modificador de viscosidad. También conocido como mejorador de índice de viscosidad. Logra


que el aceite mantenga una adecuada viscosidad a altas y bajas temperaturas. Estos
modificadores permiten la formulación de aceite multigrado.

Depresor del punto de fluidez. Permiten que el aceite fluya adecuadamente aún en
temperaturas bajo cero.

¿QUÉ ES EL TBN?
Históricamente, debido al elevado contenido en azufre en el combustible diésel, era habitual la
formación de cantidades apreciables de ácido sulfúrico en el seno de los motores. El motivo
principal es que los aceites debían poseer reservas alcalinas elevadas para neutralizarlo, es decir,
lo que denominamos como TBN. De esta manera, se controla la corrosión al motor y la acidez
interna que tiende a descomponer el lubricante.
Actualmente, las normativas medioambientales regulan y limitan extraordinariamente el
contenido en azufre de los diversos tipos de combustibles diésel, y por lo tanto, este tiene una
presencia cada vez menor. Por ello, la misión de los aditivos detergentes tradicionales de
neutralización del posible ácido sulfúrico, procedente de dicho azufre, con los nuevos
desarrollos va siendo cada vez menos relevante. De hecho, se ha desarrollado una nueva
tecnología de aditivos detergentes de bajo contenido metálico y baja alcalinidad, que cumplen
a la perfección su misión de mantener limpio el motor por dentro, arrastrando las partículas
contaminantes en suspensión y depositándolas en los filtros correspondientes.
Estos aditivos dejan menos residuos y crean menos cenizas. Por su baja alcalinidad, estos
aditivos confieren al aceite más bajos TBN (que mide exclusivamente la alcalinidad del aceite),
lo cual no es para nada indicativo de su capacidad de mantener limpio el motor, tarea que
desempeñan perfectamente, como ya hemos mencionado anteriormente. Lo único que indica
un TBN bajo es una menor capacidad de neutralización de los ácidos dentro del motor,
agravando la situación la dilución del combustible en el aceite cuando éste tiene mucho
contenido de azufre.
El nivel de azufre en el diésel Grado 2 medido en ppm (partes por millón) es de alrededor de
500, lo cual resulta relativamente alto, con lo que el TBN o BN continúa teniendo aún cierta
relevancia en el lubricante para controlar este nivel de acidez en el combustible.
Al momento de elegir un lubricante para su motor, es recomendable hacerlo con aquellos que
apliquen en viscosidad (SAE 15W40, 25w60, etc.) y especificaciones (API CI4, API Ci4 plus, APIC
CI4, etc.) a los requerimientos del diseño kilometraje (desgaste, depósitos y quema de aceite
implícito) y estado del motor, así como a los diferentes diseños de motor, post-tratamiento de
gases implementados, para controlar la contaminación ambiental, los cuales afectan las
condiciones internas de operación y con ello los requerimientos de los lubricantes, y por
consiguiente el nivel de TBN o BN requerido.
.

Por ejemplo, si su motor es uno con alto kilometraje, cuyas características principales son
pérdida de compresión y potencia, quema de aceite, humo por el escape, etc. Eso requiere
agregar constantemente lubricante. Probablemente en camiones de los años 80’s, 90’s o
principios de 2000, debería elegir un lubricante de alta viscosidad, preferentemente multigrado
para reducir desgaste en arranque y sellar mejor cámara de combustión, renovando potencia y
reduciendo quema de aceite consecuentemente la necesidad de recarga de aceite, un 25W60,
por ejemplo sería una buena opción. En esta aplicación, probablemente requerirá un TBN
relativamente alto y las especificaciones más recientes del aceite pasan a un segundo plano.

En cambio, si su motor es un diésel moderno, probablemente requiera un lubricante SAE 15W40


y tendrá que fijarse en especificaciones de aceite para motor diésel más modernas, API CI4 o API
CI4, dado que el nivel de azufre en diésel, al ser relativamente alto, no permite que un aceite
API CI4 (diseñado para combustibles de mejor calidad de Europa o Estados Unidos, con niveles
de azufre más bajo y por lo tanto con TBN’s más bajos) brinde toda la protección necesaria
contra la corrosión y la acidez, y no optimiza las posibilidades de ampliar intervalos de cambio
con un AP CI4, que con un diésel con niveles de 15 ppm sí permite intervalos de cambio de aceite
de 40,000 o más kilómetros. Esta última afirmación no es categórica, por lo que es vital siempre
consultar el manual de su motor o a su proveedor de aceite.

Cojinete de bancada de motor con deterioro prematuro por corrosión ácida. El TBN encontrado
en el análisis de aceite fue de 1,5. Junto a este, otro cojinete sin uso donde se observan
claramente las diferencias.
Más allá de la verificación de viscosidad, específicamente de aceite y niveles de TBN (entre 8 a
12 en nuestro medio) del lubricante, la elección dependerá también del tipo de mantenimiento
a su motor, repuestos, filtros de aceite y aire, pero también de las condiciones de operación. Es
elegir una propuesta de negocio con alguna marca de lubricante en particular, precio (y no ver
únicamente el costo inmediato, sino a mediano y largo plazo) y el servicio brindado. Recuerde
que los costos de operación de un vehículo comercial dependen de una buena elección del
lubricante para su motor.

Bibliografía:

https://compralubricantes.com/blog/aditivos-de-lubricantes-que-tipos-hay/

http://www.stp.eu/es-es/productos/aditivos-para-aceite

http://www.roshfrans.com/conoce-los-principales-aditivos-del-aceite-lubricante/

http://www.planetacamion.com.ar/que-es-el-tbn/

http://www.filtrofluido.com/2015/12/25/el-tbn-y-que-indica-en-el-analisis-de-aceite/

http://grupos.emagister.com/debate/porque_podria_incrementarse_el_tbn/1506-709239

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