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COLOR: EL REFLEJO DE LA VIDA

El color es inseparable de la vida en todas sus formas y manifestaciones. No


siempre somos conscientes de ello, como tampoco lo somos de gran cantidad de cosas
que nos son tan propias y naturales como el respirar. Pero si nos detenemos a pensarlo
durante un instante, comprenderemos que desde el mismo momento en que nacemos,
vivimos rodeados de color. Lo primero que percibe un niño que llega al mundo es un
resplandor, un rayo de luz que ilumina aquello que lo rodea: al principio, difusamente,
pero al poco tiempo va ganando en definición; acaso por eso no es casual que
utilicemos como sinónimo de tener hijos la frase “dar a luz”.
Todas las tradiciones espirituales destacan el valor de la luz como inicio de la
creación del mundo; basta con remitirnos al Génesis bíblico, que asocia la oscuridad
con el caos y relata que la primera tarea de Dios fue que “hizo la luz”. Asimismo, las
teorías científicas acerca de la formación de los planetas que pueblan el universo,
sostienen que lo que dio origen a los mismos fue el incendio de estrellas, un fuego
cósmico, siendo esa incandescencia la generadora de luz, sin la cual el ojo humano no
podría detectar las formas o los volúmenes, ni tampoco distinguir entre los colores en
sus diversos matices.
Cualquier que sea nuestro hábitat personal así como también la naturaleza en
su conjunto son teñidos en su totalidad por los colores. Igualmente tienen su propio
color las materias que conforman los tres reinos naturales – mineral, vegetal y animal,
y todo aquello que se crea, se produce o fabrica a partir de la materia original tiene un
color que reproduce con mayor o menor fidelidad los colores naturales que la luz, como
decíamos, destaca para que el ojo humano los perciba y distinga.
Todos los seres vivos experimentan reacciones de diverso tipo ante el estímulo
de los colores, aunque no siempre sean conscientes de su impacto. Sin embargo,
indudablemente los colores ejercen muy diversas influencias y mueven una
innumerable cantidad de energías que tanto pueden determinar las conductas y los
estados de ánimo en animales y en personas, como intervenir en procesos de
desarrollo vegetal. En cuanto a lo que ocurre con los seres humanos, que es de lo que
fundamentalmente tratan las páginas que siguen, los colores son tan influyentes sobre
ellos que estudiosos y científicos de distintos campos del conocimiento han llegado a la
conclusión inequívoca de que, bien utilizados, pueden ser excelentes aliados para
mantener una buena salud.
Al margen de las experiencias y aseveraciones de la ciencia, la relación entre
los colores y el comportamiento humano también puede apreciarse cotidianamente, sin
necesidad de adentrarse en complejos estudios, ya que cualquier puede observar que
es común que en días de buen tiempo, en que la luz natural resalta los colores y sus
matices, la gente tienda a tener una actitud más activa, comunicativa o alegre. En
cambio, en días oscuros en que la nubes atenúan u ocultan la luz, y por lo tanto la
percepción del color es bastante menor, se observa un talento más introvertido y una
cierta tendencia a la melancolía en la mayoría de los seres humanos.
La luz tiene una energía que emite vibraciones de diversas frecuencias que se
transmiten al cerebro y que a través de la vista percibimos como “sensaciones de
color”. La cromoterapia o el arte de curar a través del estímulo del color se funda en
este principio.
En la actualidad, la disciplina cromoterapia está reconocida como una de las
terapias naturales más eficaces para armonizar y equilibrar, de manera no invasiva, el
organismo y el espíritu. Aunque sus principios básicos se conocieron ya en tiempos
remotos y fueron utilizados por diversas culturas y civilizaciones, durante muchos
siglos no se la consideró ni empleó como método de sanación, quedando relegada a un
segundo plano a favor de la medicina convencional aplicada en Occidente. Fue a
finales del siglo XIX, cuando a partir de los trabajos de algunos investigadores se
recuperó su poder curativo, revalorizándola y volviendo a utilizarse paulatinamente
hasta alcanzar su actual reconocimiento.
Con el fin de que el lector conozca todos los principios que confluyen en la
cromoterapia, en las páginas que siguen se ofrece una amplia gama de información
acerca de la influencia y la relación entre color y humanidad, tanto en lo que respecta a
los aspectos simbólicos que el género humano le ha conferido a lo largo de la historia,
como también respecto a la consideración que del color han tenido artistas de diversos
campos de la creación y científicos de múltiples disciplinas como la óptica y la física y,
sobre todo, la medicina. Una vez familiarizados con esta información teórica, nos
adentramos en la cromoterapia como disciplina curativa incluyendo las aplicaciones
prácticas que utiliza a favor del bienestar físico y psíquico. Asimismo, se traza un
recorrido por la relación que existe entre religión o esoterismo y color, porque también
en la esfera espiritual el color es una presencia constante de enorme peso simbólico.
La presencia de colorido en ropas, objetos de uso cotidiano y alimentos también
son temas de atención en este trabajo; de manera que a partir de todos estos
elementos, quienes así lo deseen podrán aprovechar los beneficios de la cromoterapia
para alcanzar el deseado equilibrio y armonía entre cuerpo, mente y espíritu, ya sea
recurriendo a la ayuda de profesionales expertos en esta terapia o aplicándola
personalmente, cuando sea posible.
Curar por el color y utilizarlo, adecuadamente puede modificar sustancialmente
la vida de todas las personas, enriqueciéndola y haciendo que crezca su bienestar.
Antes de introducirnos en la materia específica que motiva esta obra, hemos
querido reproducir un famoso poema como botón de muestra de la importancia que
culturalmente tienen los colores entre los artistas, que los han incluido en sus
composiciones, utilizándolos para conformar figuras y metáforas su autor, el poeta
Arthur Rimbaud, los ha asociado a las vocales, es decir, a la sonoridad del idioma,
principal vehículo y código de comunicación que nos distingue los seres humanos de
otras criaturas.
SONETO DE LAS VOCALES
A, negro; E, blanco; I, rojo; U, verde; O, azul, vocales.
Algún día descifré vuestros remotos orígenes.
A, negro corsé velludo de moscas luminosas,
que pululan en torno de horribles efluvios.

Golfos de somba; E, candor de brumas y de tiendas,


Lanzas de ventisqueros, temblor de pétalos, blancos reyes altivos.
I, púrpuras, torrentes de sangre, reír de labios bellos
en la cólera o en la embriaguez del rojo vino.

U, ciclos, vibraciones del mar divino y verde,


calma de las praderas colmadas de vacunos, pacíficas arrugas
que convoca la alquimia en la frente del sabio.

O, clarín extraño de estridencia suprema,


silencio atravesado por mundos y por ángeles,
¡O, la Omega, ese rayo violeta de sus ojos!.

CAPÍTULO I
LA SIMBOLOGÍA TONAL

Barco carbonero,
negro el marinero.

Negra, en el viento, la vela.


Negra, por el mar, la estela.

¡Que negro su navegar!


La sirena no le quiere.
El pez espada le hiere.

¡Negra su vida en la mar!


Rafael Alberti

El color, los colores, desde el principio de los tiempos son probablemente los
mayores inspiradores universales de símbolos de distinta consideración. No hay cultura
o pueblo que no los haya utilizado en las más diversas áreas de conocimiento, para
comunicar un mensaje realista o figurado. Acaso por eso, en su Diccionario de
símbolos, Juan Eduardo Cirlot dedica al color una extensísima nota, en la que traza un
recorrido histórico completo y de gran valor documental.
Este autor comienza diciendo que “el simbolismo del color es de los más
universalmente conocidos y conscientemente utilizados, en liturgia, heráldica, alquimia,
arte y literatura.
En efecto, si partimos de una base científica, disciplinas como la óptica y la
psicología experimental han establecido una división aceptada de forma universal en
dos grandes grupos. El primero de ellos está integrado por los colores cálidos y
avanzantes, que se asocian a procesos de asimilación, a la actividad y a la fuerza o
intensidad; pertenecen a esta categoría el rojo, el anaranjado, el amarillo y, por
extensión, el blanco. El segundo grupo, por contraposición, es el de los colores fríos y
retrocedentes, que equivalen a desasimilación, pasividad y debilidad; se integran en el
mismo el azul, el añil, el violeta y, por extensión, el negro. El nexo o punto de
transición entre ambos es el verde, que comunica ambos grupos. Además, es preciso
incluir la enorme variedad de matices de cada color, lo que múltiple casi infinitamente
la gama tonal que percibe el ojo humano, difícil de agotar enumerando una relación
completa.
Lo habitual es organizar la gama cromática en una serie de colores “puros”, por
así decirlo, sin distinguir matices, de modo que se cuenta con un número limitado de
colores definidos, que son los seis o siete habituales (además de los primarios y
secundarios suele incluirse el marrón, en cuya composición interviene el negro), y se
deja al margen, en principio, el blanco y el negro. La primera asociación que aparece
con claridad es la que viene dada por el número de colores que es el mismo que el que
suman las vocales de algunos alfabetos, como por ejemplo las de la lengua griega, que
tiene siete. La segunda analogía, más común todavía, es con el número de notas de la
escala musical, los siete planetas reconocidos en el antiguo pensamiento
astrobiológico o los siete días de la semana.
De estas coincidencias procede, en general, el simbolismo que se atribuye a
cada color en primera instancia y, a continuación, a la relación que existe entre éste y
algún elemento de la naturaleza, incluyendo el reino mineral y la vida vegetal o animal.
De las primitivas asociaciones de los colores con alguno de estos elementos,
infinitamente repetidas a lo largo de los tiempos y a lo ancho del mundo, se ha creado
la sólida convicción simbólica que todos los seres humanos aceptan y hacen parte de
su pensamiento; rojo es igual a sangre, por ejemplo, lo que supone una analogía casi
exacta si obviamos los muchos matices del rojo; pero otras son más propias de la
sugestión que la cultura ejerce sobre el pensamiento por razones tradicionales, como
es el caso de la asociación del verde con la paz o la serenidad porque este tono es el
predominante en campos y prados, a los que equiparamos con ritmo natural y
acompasado de vida humana y vegetal, haciéndola sinónimo de tranquilidad.
La psicología y el psicoanálisis, disciplinas que conceden una importancia
fundamental a la asociación, confirman la segunda tesis; la doctora Jolan Jacobi dice
literalmente analizando la teoría psicoanalítica junguiana: “La coordinación de los
colores con las funciones (psíquicas) respectivas cambia con las diferentes culturas y
grupos humanos; e incluso entre los diversos individuos. Pero, por regla general, el
color azul color del espacio y del cielo claro – es el color del pensamiento; el color
amarillo – el color del sol que llega de tan lejos surge de las tinieblas como mensajero
de la luz y vuelve a desaparecer en la oscuridad – es el color de la intuición, es decir,
de aquella función que, por decirlo así, ilumina instantáneamente los orígenes y las
tendencias de los acontecimientos; el rojo – el color de la sangre palpitante y del fuego
– es el color de los sentidos vivos y ardientes; en cambio, el verde – el color de las
plantas terrestres – representa la función perceptiva”.
Otras relaciones simbólicas que se hacen del color son las que se derivan de las
tradiciones escritas y también éstas son de una importancia decisiva en el pensamiento
humano: así, es común asociar rojo a sangre, herida, agonía y sublimación; anaranjado
a fuego o llamas; amarillo a luz solar, iluminación, dispersión y generalización
comprensiva; verde a vegetación, transmisión y puente; azul claro a cielo, día y mar en
calma; azul oscuro a cielo, noche y mar tempestuoso; marrón y ocre a tierra, otoño y
barro.

Aso ci acion es Esp iritu ale s


En las visiones místicas y esotéricas se incorporan y cobran gran importancia el
tono dorado que se corresponde con el metal de ese color y con el sol; el plateado se
asocia también con el metal y con la luna. En este campo, Ely Star, entre otros
autores, afirma que cada uno de los siete colores es análogo a cada una de las siete
facultades del alma, a las sietevirtudes – las tres teologales; (Fe, esperanza y caridad)
y las cuatro cardinales (prudencia, fortaleza, justicia y templanza), desde un punto de
vista positivo -, y a los siete vicios – conocidos como pecados capitales: soberbia,
avaricia, lujuria, envidia, gula, ira y pereza, desde el negativo -, a las formas
geométricas y a los ya citados días de la semana y los planetas.
No obstante, esta teoría es más de correspondencias que de simbolismo del
color propiamente dicho. En el terreno de las correspondencias, las esenciales serían
que el fuego se representa con los colores rojo y anaranjado; el aire, con el amarillo; al
agua corresponderían todos los matices que van del verde al violeta; la tierra es
generalmente representada por el negro o el ocre, mientras que el tiempo, de condición
móvil e inasible suele simbolizarse por el matiz tornasolado y cambiante.
Muchas son las tonalidades que se integran en la gama del azul, desde el que
se confunde con el negro hasta el transparente de zafiro, lo que ha llevado a
especulaciones casi infinitas. Cirlot apunta que lo más importante que se sabe sobre
esto es que “El azul, por su relación esencial (y espacial, simbolismo del nivel) con el
cielo y el mar, significa altura y profundidad, océano superior y océano inferior, y
puesto que el color simboliza una fuerza ascensional en el juego de sombras (tinieblas,
mal) y luz (iluminación, gloria, bien), el azul oscuro se asimila al negro y el azul
celeste, como también el amarillo puro, al blanco”, para concluir que el azul es la
oscuridad que finamente se hace visible y este color, entre el blanco y el negro o entre
el día y la noche, señala un equilibrio, aunque “variable según el tono”.
Diversos analistas, con el fin de simplificar el simbolismo cromático, lo formulan
desde una perspectiva de polarización u oposición extrema, separándolo en aspectos
de valor positivo (luz) o negativo (sombra). Esto incluso se refleja en teorías estéticas
contemporáneas, que, en lugar de partir de los tres colores llamados primarios (rojo,
amarillo y azul), establecen una oposición entre amarillo (blanco) y azul (negro),
considerando que el rojo es el resultado de la transición indirecta entre estos dos
atravesando las fases que van desde el amarillo hasta el anaranjado, pasando por el
rojo, para llegar al violeta y desembocar finalmente en el azul. Dichos analistas, como
hemos visto anteriormente, aceptan que el verde es un color de transición, procedente
de la suma de los tomados como polos, ya que es un color secundario que se compone
de la mezcla de amarillo y azul.

Atribu ci one s mitoló gicas y relig io sa s


Muy interesantes son las interpretaciones simbólicas del color que proceden de
la mitología grecorromana. El color azul se atribuye a Júpiter y a Juno, dioses del cielo,
y su alegoría son los sentimientos religiosos, la devoción y la inocencia. El verde
corresponde a la diosa Venus y es símbolo de la naturaleza y la fertilidad agrícola; por
extensión se asocia a la simpatía y a la capacidad de adaptación. El violeta es el tono
de la nostalgia, el recuerdo y la memoria, ya que se compone del azul o devoción,
según la analogía ya expresada y el rojo equivalente a la pasión. El amarillo es atributo
de Apolo, el dios solar, adornado con las virtudes de la generosidad, la intuición y el
certero intelecto. Por su parte se asocia el anaranjado con el orgullo y la ambición.
Volviendo específicamente al rojo, éste es el color de Marte, la pasión en su
sentimiento característico y sinónimo de principio vital. Entre el blanco y el negro, el
gris simboliza lo neutro, el egoísmo, la inercia o la indiferencia; basta recordar que es
el color de la ceniza, después que el fuego se apague.
El púrpura es el color que identifica el poder imperial de Roma, y en la Iglesia,
el cardenalicio; inversamente, el matiz violeta, aunque identificado también con el
poder, lo está en su aspecto espiritual o sublimado. El rosa, matiz atenuado del rojo por
el añadido del blanco, es el color de la carne y de la sensualidad, o de los efectos más
delicados.
Dado que por la inmensa variedad de matices, la alegoría del color no tiene fin,
como tampoco la tiene la imaginación creativa, es importante tener en cuenta que
cuanto más puro sea un color mayor correspondencia tendrá con un sentido simbólico
evidente o puro a su vez. Es por eso que los tonos primarios equivalen a fenómenos
emotivos primarios y elementales, mientras los colores secundarios y terciarios son
analogías de diversos y paralelos grados de complejidad emotiva.
Quizá es por este motivo que los niños rechazan instintivamente todos los
colores mezclados o impuros, porque no representan nada para ellos o les son caóticos
y difíciles de entender. En cambio, los artistas de vanguardia, que se identifican con
transiciones evolutivas y refinadas, insisten en tonos malvas amarillentos, rosas
violáceos, ocres verdosos, etc.
A. Beaumont, un autor inglés de comienzos del siglo XX, especialista en el
simbolismo aplicado a las artes, sobre todo orientales, explica que en la cultura china,
el simbolismo de los colores tiene un significado y un propósito muy especiales: son
representantivos de rango o autoridad. Así, el amarillo por su calidad solar – se
considera color sagrado y se reserva a los miembros de la casa real. Entre los
egipcios, dice el mismo autor, el azul era el color que representaba la verdad. El verde
es un tono dominante en el arte cristiano por su valor alianza entre los dos grupos de
colores, cálidos o dinámicos y fríos o inertes.
En la Indica, a la diosa madre se le representa de color rojo (en contradicción
aparente con el Blanco, que suele ser el matiz femenino), porque se le asimila al
principio creador, ya que el rojo es el color de la actividad y de la sangre. Por este
motivo, los chinos usan como talismán banderolas rojas y en el período protohistórico
se tenían de rojo los objetos que se querían vivificar. Ya sea por herencia o por
coincidencia, los generales romanos que volvían triunfadores del combate y que eran
recibidos con ofrendas de honor, acudían a la ceremonia montados en un carro tirado
por cuatro caballos blancos, luciendo una armadura dorada (símbolo del héroe solar) y
con el rostro pintado de color rojo.
Marcus Schneider, autor entre otras obras de El origen musical de los animales
– símbolos y La danza de las espadas, y que además de musicólogo, fue un importante
teórico del esoterismo refiriéndose al simbolismo cromátco de la alquimia, sostenía que
el color rojo está asociado al fuego y a la purificación. Por su parte, Oswald Wirth,
figura central del movimiento esotérico que se opuso al positivismo a finales del siglo
XIX y principios del XX, considerado el principal discípulo de Stanislas de Guaita y a
quien se debe la recuperación del auge del tarot, sostuvo que el tono anaranjado
contiene una condición trágica y lo asocia a la ferocidad, la crueldad y el egoísmo; su
opinión encuentra correspondencia con la del orientalista Erich Zimmer, a quien
pertenece la siguiente cita: “El futuro Buda cortó sus cabellos y cambió sus vestiduras
reales por la ropa amarillo – anaranjada del mendigo asceta, pues los que se hallan
más allá de los cuadros de la sociedad adoptan voluntariamente la ropa de ese color
que, en su origen, era el vestido de los criminales conducidos al lugar de ejecución..”.
Actualmente, este color que hoy llamamos azafranado por similitud con el color del
azafrán sigue siendo el de la túnica de grupos de convicciones hinduistas, de entre los
cuales los más conocidos en Occidente son los Hare – Krishna.
Hay algunas tradiciones que asocian el negro y el verde al abono – vegetación;
posiblemente esta simbología tiene su origen en la cultura egipcia y en la druídica
celta, ya que el símbolo predilecto de ambas era la serie ascendente de verde, blanco y
rojo.
Curiosamente, René Guénon, figura insólita por estar a mitad de camino entre la
poesía, las disciplinas espirituales, el psicoanálisis y la antropología cultural, y el más
importante especialista en ciencias esotéricas surgida en el entorno del movimiento
surrealista, verdadero puente entre éste y las teorías de Karl G. Jung, señala una
interesante coincidencia con la simbología de origen egipcio y celta en la literatura de
Dante. El autor hace aparecer a su amada Beatriz vestida precisamente de verdad,
blanco y rojo, que a la vez son expresivos respectivamente de esperanza, fe y caridad.
Los gnósticos, desarrollando la idea de que el rosa es el color de la carne, lo
consideraron símbolo de la resurrección. En su libro sobre alquimia, Abraham Juif
denomina al naranja “el color de las desesperación”, coincidiendo con el antes
nombrado Wirth en su valoración negativa del mismo. En una explicación sumamente
expresiva de unas figuras alegóricas, Juif dice. “El hombre y la mujer de color naranja
sobre campo azul celeste expresan que el ser humano no debe fijar su esperanza en
este mundo material sino en el espiritual, ya que el anaranjado representa la
desesperación, y el fondo azul celeste, la esperanza del cielo”.
Respecto del verde, color de dos tendencias como ya se ha expresado
anteriormente, por un lado es reprsentativo de la vegetación y, por lo tanto, de la vida,
pero también se asocia a los cadáveres y a la muerte; por eso, los egipcios pintanban a
Osiris de ese color, ya que era el dios de la muerte y la resurrección.
En su obra Symboles fondamentaux, René Guénon concluye que la gama de los
colores se compone de seis y con el rojo, el anaranjado, el amarillo, el verde, el azul y
el violeta. El séptimo es el blanco, que ocupa el centro cuando los seis colores
restantes se sitúan en las puntas de los dos triángulos que conforman el “sello del
Salomón”.

En lo s e xtre mos de la gama cro má tica


En cuanto al blanco y el negro, como colores representativos de los polos
positivo y negativo respectivamente, se encuentran alegorías de muchísimo interés,
como puede apreciarse en los siguientes ejemplos que ofrece el Diccionario de
símbolos:

 El séptimo arcano del tarot, el carro, tiene dos esfinges: una es blanca y la otra
negra.
 Una antigua leyenda catalana tradicional asegura que hay una cascada mágica,
en cuyas cercanías se crían unos pájaros negros con todo el pecho blanco, tal
como son los hábitos de las hermanas de la caridad.
 En muchos ritos primitivos, en que se desarrollan danzas con el objetivo de
sanar, los bailarines van vestidos de blanco y con las caras pintadas de negro.
 La oposición de los dos mundos (tema del simbolismo de los Gemelos) se
expresa, en la mitología indoaria, con un caballo blanco y otro negro.
 Las “mozas del agua” del folklore hispánico, en los dedos de la mano diestra
llevan anillos blanco y en la muñeca izquierda una argolla de oro con bandas
negras.
 Cuando en el Tíbet se verifican ciertos ritos en que un hombre es señalado
como víctima, le pintan la mitad de la cara de color blanco y la otra, de color negro.
 Karl Gustav Jung (1875 – 1961) relató un sueño en el cual el protagonista se vio
a sí mismo como discípulo de un mago blanco vestido de negro, quien le instruyó
hasta un cierto límite a partir del cual le dijo que a partir de entonces debería
aprender del mago negro vestido de blanco.
 Confrontaciones o batallas entre caballeros negros y blancos surgen con
frecuencia en leyendas y cuentos folclóricos, indudablemente como representación
del combate entre el bien y el mal.
 En un canto persa, el caballo negro defiende el castillo y el blanco lucha
denodadamente por vencer y apoderarse del tesoro.
 Grimm recogió la siguiente leyenda mítica de la zona de la Baja Sajonia, en la
que se expone el avatar del combate cósmico entre el principio negativo y el
principio positivo: “Un día nacerá un fresno, del cual todavía no se ha visto nada,
pues no es más que un pequeño retoño que asoma del suelo sin ser notado. Todas
las noches de Año Nuevo viene un jinete blanco montado en un caballo blanco a
arrancar el joven retoño. Al mismo tiempo, llega un jinete negro que lo defiende.
Tras una larga lucha, el jinete blanca logra eliminar al negro y arranca el retoño.
Pero llegará un día en que el blanco ya no podrá vencer a su contrario; entonces el
fresno crecerá y cuando sea lo bastante grande como para que bajo él pueda atarse
un caballo, aparecerá un rey poderoso que librará una gran batalla (destrucción del
tiempo y del mundo)”.
 En el relato bíblico, para comprobar si el diluvio continuaba o había cesado. Noé
puso en libertad primero a un cuerno negro y, luego, a una paloma blanca.

Escritores como Víctor Hugo y músicos como Richard Wagner, consideraron que
las tinieblas tenían una alegoría maternal: el niño en la caverna del útero y la aparición
de la luz suponía una suerte de cristalización, el nacimiento a la vida.
Otros autores coincidieron en señalar que el carbono – materia química
preponderante en el organismo humano – es negro (cargón, grafito), pero que el
diamante (cristal de carbono) es “agua clarísima”, lo que subraya que el sentido más
profundo del color negro es ocultación y germinación en la oscuridad, y el del banco es
principio vital cuando se hace evidente y realidad.
Así, la oscura diosa madre de la Tierra, simbolizada por la diana de Éfeso, fue
representada con rostro y manos negras en relación con cavernas y grutas.
Entre los pueblos primitivos, el negro es el color de las zonas interiores y
subterráneas y simboliza el tiempo, en oposición al blanco, que es la intemporalidad y
el éxtasis.
El blanco tiene una función que se deriva de la actividad del sol, de la
iluminación oriental, como amarillo purificado. Es una relación similar a la del negro
con el azul, profundidad marina, que es el color de la intuición y del más allá en su
aspecto espiritual. Los caballos sagrados de los griegos, romanos, celtas y germanos
eran blancos. Incluso en la actualidad, en Ditmarsia, al sur de Jutlandia, se mantiene el
recuerdo de la figura del Schimmelreiter, jinete sobre un caballo blanco cuya misión era
aparecer en el caso de que los diques de la costa se rompieran y se produjera una
catástrofe.
Casi todas las palabras en la que la raíz albo está presente, como en Alberico,
rey de los albos o elfos, el río Elba o los montes Alpes, se hace alusión a un resplandor
que procede de lo sobrenatural. Por otro lado, el blanco en su aspecto negativo, como
lividez (igual que el verde y el amarillo verdoso), es color de muerte y de origen lunar,
del o que derivan algunos ritos y costumbres.
Mircea Eliade, de nacionalidad rumana, el más importante historiador
contemporáneo de las religiones, cita las danzas a la luz de la luna, de mujeres con los
rostros pintados de blanco. En muchas alegorías y símbolos de dualismo de
contraposición aparece la noche como madre de todas las cosas, con un velo de
estrellas y llevando en brazos a los niños, uno blanco y otro negro.
El Ouroboros, que simboliza el movimiento cíclico con una figura similar a una
serpiente giratoria que se persigue y se muerde la cola, tiene la mitad superior de su
cuerpo negra y la otra blanca.
Asimismo, es posible establecer una dualidad del blanco y el negro como
opuestos en el símbolo binario del yang-yin chino. Y del mismo modo con todos los
sistemas de simbolismo gráfico que definen dos corrientes inversas. De manera que es
evidente que ambos colores son un símbolo generalizado de la inversión y la dialéctica
de los procesos.
En el Rigveda hindú hay un bello símbolo doble cruzado que expone esta
situación de dualismo dinámico y mutacional. El fuego, a pesar de ser claro y luminoso
en el cielo (aire), deja huellas negras en la tierra (objeto quemado); la lluvia, a pesar
de ser negra en el cielo (nubes de tempestad) se vuelve clara en la tierra. Este tejer y
destejer de todos los pares de contrarios es lo simbolizado por las formas comentadas
de positivo – negativo o blanco – negro que se relacionan con el signo zodiacal de
Géminis, que es el símbolo de la naturaleza en su necesidad de transformación binaria
y contradictoria, también representado por el blanco y el negro.
Margueritte Loeffler-Delachaux, divulgadora antropológica, famosa por su obra
El simbolismo de los cuentos de hadas (1949), a propósito de los pájaros míticos de las
leyendas, identifica a los de color negro con la inspiración intelectual, a los blancos con
la erótica y a los rojos con lo sobrenatural.
Otro simbolismo en el que actúan polarmente el blanco y el negro, y el rojo
aparece como síntesis superadora, lo hallamos en el arte cristiano medieval: negro
(penitencia), blanco (pureza), rojo (caridad, amor). Por el amor, pues, se verifica la
apertura del círculo dual, cerrado.
El español Ramiro Pinedo, crítico de arte contemporáneo de la generación del
27, cuenta que la madre de San Bernardo cuando se hallaba encinta, soñó con un perro
blanco con el dorso rojo. Otro caso similar es el de la beata Juana de Aza, madre de
Santo Domingo de Guzmán, que fue en peregrinación a la tumba de Santo Domingo de
Silos, pidiéndole la gracia de un hijo. Se le apareció el santo, prometiéndoselo. A sus
pies había un perro blanco con una tea encendida en la boca.
Las águilas bicéfalas, que representan el Rebis o ser humano con dos cabezas,
suelen ser de color blanco y rojo, contraposición que constituye la sublimación del eje
negro – blanco.
También en la alquimia, la extraña rosa blanca y roja simboliza la unión del agua
y el fuego. En el simbolismo místico, el lirio y la rosa representan los opuestos hombre
y mujer. En el Cantar de los cantares podemos leer alternativamente las voces
femenina y masculina en la loa del ser amado: “Mi amado es blanco y purpúreo”.
Cuando dos colores aparecen contrapuestos en un campo simbólico, ya sea en
heráldica, en una obra de arte o representación mítica o mística, el color situado en la
zona inferior tiene siempre carácter femenino y el que ocupa el lugar superior
corresponde al masculino. Se entiende por superior al más elevado en la jerarquía
determinada por el “círculo de colores” característico de la alquimia, cuya serie
ascendente determina la progresión negro, blanco, rojo, oro. De modo que en la
contraposición negro – blanco, el primero es inferior y femenino, y el segundo, superior
y masculino; igual ocurre en la contraposición blanco – rojo o en la rojo – oro. La serie
descendente sería entonces: amarillo, azul, verde, negro.

El sign ificado del colo r en la heráldica


Una simbología cromática peculiar es la que caracteriza a la heráldica, además
de que en esta disciplina los colores tienen nombres diferentes de los habituales que
les son propios y exclusivos.
Los metales que se utilizan en los escudos heráldicos son el oro y la plata,
representados respectivamente por el color amarillo y el blanco. Los colores que se
utilizan en la decoración se denominan gules (rojo), azur (azul), sinople (verde),
púrpura (morado) y sable (negro). Cada uno de ellos es un símbolo tradicional e
histórico de la heráldica:

 Gule s (Rojo): voz que procede del turno Guiul (rosa, en esta lengua), y así se
denomina en heráldica todo lo que es rojo. Su virtud sobresaliente es la caridad y
corresponde en el carácter humano al valor, la nobleza, la magnanimidad, la
alegría, el honor y también a la furia. Quienes se identifican con este color tienen la
misión de socorrer a los oprimidos y a los injustamente tratados.
 Azu r (Azul): De origen oriental, se lo denomina también zafírico, celeste o
turquí. Se asocia a la justicia. En su expresión humana representa la alabanza, la
belleza, la ternura, la nobleza, la constancia, la condición alerta y la lealtad. En
heráldica este color es positivo para fomentar la agricultura. Acorde con esta última
característica, es deber de los identificados en sus blasones con este color,
dedicarse al socorro de aquellos a quienes sus señores han abandonado y
desposeído injustamente.
 Sino ple (Verde): Debe su nombre al hecho de que en la ciudad de Sínope, en
Paflagonia, se halló un mineral con textura de gredosa del que se obtenía un tinte
de color verde de gran calidad. Este es el color que menos se utiliza, porque al ser
de procedencia oriental, no solía aparecer en los escudos de las familias nobles
anteriores a las Cruzadas. Su característica resaltante es la esperanza. Entre sus
cualidades está la honra, la cortesía, la amistad y la posesión. La presencia del
sinople en los escudos de armas obliga a ayudar a los campesinos y labradores y,
sobre todo, a huérfanos y pobres que están oprimidos.
 Oro (Amarillo): Se asocia a la justicia, la bondad y la clemencia. Sus cualidades
son la nobleza, la riqueza, la generosidad, el esplendor, la soberanía, el amor, la
pureza, la salud, la alegría, la prosperidad, la larga vida, el poder y la constancia
que se ha de tener al enfrentarse a los peligros. Algunos historiadores de la
heráldica afirman que los que tienen oro en sus escudos de armas deben ser los
mayores defensores de la caballería, y que su misión primordial es amparar a los
pobres y defender a los príncipes, aunque para ello deban dar su vida.
 Pla ta (Blanco): Si este color está presente en las armas de un caballero, éste
deberá empeñarse en la defensa de la honra y la vida de las doncellas, así como
también se cuenta entre su deber el ofrecer amparo a los huérfanos.

CAPÍTULO II
LA AMPLIA GAMA ESPIRITUAL Y MÁGICA

¡Linda hortelana!
Llevaré saya verde,
Monjil de grana.

A la orilla del Duero


Lindas peonzas,
Bailad, coloraditas
Como amapolas.

¡Ay, garabí!
Bailad; suene la flauta
Y el tamboril
ANTONIO MACHADO

Del ace rvo cultura l y religio so


Las diversas tradiciones han ido dotando a ciertos colores de determinadas
características expresivas de sentimientos, emociones o potencias que, comunicadas a
los usos y costumbres habituales, han terminado por imponerse como símbolos
extraordinariamente significativos e incorporados a la cultura peculiar de cada región
del mundo donde es predominante una cierta tradición espiritual o religiosa.
En líneas generales, en Occidente, donde la tradición más extendida es la
cristiana, el blanco es un color muy apreciado que expresa pureza y virginidad; blanco
es el color de los trajes de novia como también es blanco tradicionalmente el traje de
bautismo del neófito católico. Son blancas las velas que se incluyen en los adornos
navideños y los hábitos de muchas órdenes de la iglesia; asimismo con flores de este
color se engalanan las iglesias para las ceremonias correspondientes a estas
celebraciones. En cambio, es negro el color del luto y de la sobriedad, razón por la cual
los hábitos monjiles y las sotanas sacerdotales son de este tono.
Sin embargo, si lo que se desea es transmitir cariño o pasión, incluso en fechas
que se encuentren bajo la advocación de un santo, el rojo es el color indicado por su
vitalidad y su intensa energía, tal como ocurre con los corazones y otros objetos de
diverso tipo que intercambian los enamorados por San Valentín.
La tradición protestante que celebra el adviento, incluye una combinación de
blanco con rojo; acaso para vivificar con una nota de color contrastada e incluir
vitalidad y alegría en unas fechas en que la naturaleza en el hemisferio norte – está
dormida y la blancura de la nieve es una presencia constante en el entorno.
Precisamente, cuenta la historia o acaso la leyenda que el reformista Martín Lutero
(1483 – 1546) contemplaba una noche el cielo y reflexionaba acerca de la grandeza de
Dios y de todo lo por él creado; la noche era estrellada y la nívea blancura de los
astros destacaba sobre el fondo oscuro del firmamento. La emoción que lo embargaba
lo llevó a acercarse a un árbol e iluminado con velas de color blanco; y desde entonces
esta costumbre se incorporó a las fiestas navideñas protestantes, lo que más tarde se
extendió al conjunto de la cristiandad en algunas latitudes.
En el polo opuesto, las tradiciones propias y más frecuentes en el lejano oriente
consideran al blanco como un color de luto, al rojo le confieren virtudes de atraer la
buena suerte, y el amarillo es apreciado como propicio y símbolo de larga vida.
Entre los musulmanes, sobre todo del norte de África y de Oriente Medio, el
azul, sobre todo en su matiz añil, es un color considerado como muy benéfico,
protector ante la adversidad y con virtudes capaces de alejar a los espíritus malignos.
Los judíos, por su parte, dan la bienvenida semanal al descanso sabático
encendiendo dos velas de color blanco y también se visten de este color durante su
más alta celebración, el Día de la Expiación o Yom Kipur, como símbolo de la pureza de
sus intenciones y de la contrición que los embarga en esta jornada, en que realizan un
balance espiritual y solicitan el perdón por los pecados que puedan haber cometido.
La escritura Perla Miguel, relata en su libro Esoterismo gitano que en esta
tradición el color blanco en combinación con el morado son los que se utilizan cuando
se quiere sanar a un enfermo o producir un vuelco positivo en una situación
problemática. Aparece aquí una coincidencia con los fieles católicos que suelen vestir
túnicas moradas cuando salen en procesión o demandan algo a una figura en particular
del santoral cristiano, bastando, en ocasiones, con que únicamente el cordón de la
túnica sea de este tono.
Sin embargo, al blanco es al que mayor poder se le atribuye. Según dice la
autora de etnia gitana citada, en su cultura, a todos los animales de este color –
caballos, conejos, perros, etc.- se le considera portadores de buena salud y resistencia
física. Si, además, se trata de un gato, nada mejor que acercarse al animal y dándole
tres golpecitos en la cabeza, pedirle salud; si el gato ronronea será señal de que ha
recibido el mensaje. La energía del gato blanco para conceder buena salud procedería,
siempre según opinión de esta escritura, del hecho de que “es un animal que tiene
siete vidas”.
Otros códigos propios del mundo occidental, más allá de la pertenencia a una u
otra religión y que están generalizadamente incorporados a la cultura y a la vida
cotidiana, son la identificación del sexo de las personas desde el mismo momento en
que nacen con un color definido: si son varones, con tonos celestes y, si son niñas, con
tonos rosados.
Los ejemplos de asimilación de los distintos colores a características positivas y
negativas son innumerables e imposibles de abordar en unos pocos párrafos, pero por
citar sólo algunos códigos que todos aceptamos y tenemos absolutamente
internalizados, basta con recordar un semáforo; el verde nos da paso, al amarillo nos
previene para que seamos cautos y el rojo es una seria advertencia de peligro. Lo
mismo ocurre cuando algún sector de la administración pública emite un “libro blanco”,
entonces sabemos que de antemano que nos rendirá cuentas del dinero público,
mientras que un “libro rojo” probablemente contenga advertencias o prohibiciones y uno
verde tratará acerca del medio ambiente y el cuidado de la naturaleza.
Las convenciones sobre color también se utilizan en sentido paliativo o corrector
de características intrínsecas de ciertos productos o servicios. Un buen ejemplo de
ello, del que no es consciente una gran mayoría de público, es la convención que se
utiliza con el tabaco. El tabaco negro tiene un sabor más intenso mientras que el rubio,
en cambio, es más suave. Sin embargo, los colores de las cajetillas en las que se
envasa invierten, por así decirlo, con el ánimo de neutralizar estas características, el
color de los respectivos códigos que les corresponderían. El tabaco negro suele
presentarse en paquetes de color azul, que transmite una idea refrescante y, el rubio,
en envases con tonalidades de la gama del rojo, que comunica idea de mayor fuerza.

De o tra s fue ntes


Prácticamente no hay ninguna interpretación filosófica o mántica que no incluya
el color negro de su iconografía y su simbología. Desde la astrología de origen caldeo
tan extendida en Occidente como método de predicción del futuro hasta el Feng Shui,
pasando por el tarot y muchas otras, encontramos que el color es una constante en las
valoraciones, a veces coincidentes y otras, dispares. A continuación, se ofrece un
panorama general de las mismas, con el fin de que el lector conozca los principios que
en cada una de ellas se asocian a los colores.

Astr olog ía
En los extremos de la escala cromática se sitúan el blanco y el negro que
representan la contraposición positivo – negativo, así como también la polaridad
simultánea o la mutación sucesiva y alterna. Este símbolo, es de enorme importancia,
por tratarse de una fórmula dual, y la astrología lo relaciona con el gran mito de
Géminis, el signo zodiacal representado por los gemelos.
Pero cada uno de los signos zodiacales, según esta disciplina, influye en el
carácter y las actitudes de las personas o sobre aspectos parciales de su personalidad,
lo que viene determinado por la posición que signos y planetas adquieren en las cartas
astrales de cada nativo y que están a su vez asociados a un color en particular.
En la tabla que se reproduce a continuación podemos observar las vinculaciones
de los signos zodiacales, sus planetas regentes y los colores con que la astrología lo
identifica:

S IGNO PLANETA CO LOR


ARIES Marte Rojo
TAURO Venus Rojo – naranja
GÉMINIS Mercurio Naranja
CÁNCER Luna Amarillo – naranja
LEO Sol Amarillo
VIRGO Mercurio Amarillo – verde
LIBRA Venus Verde
ESCORPIO Plutón Azul – verde
SAGITARIO Júpiter Azul
CAPRICORNIO Saturno Azul – violeta
ACUARIO Urano Violeta
PISCIS Neptuno Violeta – rojo.

Asimismo, los días de la semana se rigen astrológicamente por un planeta, tal como se
observa en la tabla siguiente y, por lo tanto, cada día es del color del plantea en
cuestión:

DÍA PLANETA CO LOR


Domingo Sol Amarillo
Lunes Luna Blanco.
Martes Marte Rojo
Miércoles Mercurio Violeta
Jueves Júpiter Azul
Viernes Venus Verde
Sábado Saturno Negro.

Aún se podría abundar más en esta información, ya que los estudios más
minuciosos aportan una división de los días en períodos de dos en dos horas que están
regidos a su vez por determinado planeta y su color específico.

Nu mero log ía
La numerología es una disciplina esotérica que atribuye a cada individuo un
número entre el cero y el nueve, que se obtiene realizando una operación de suma de
los diversos números correspondientes al día, mes y año de nacimiento, reduciendo
luego la cifra resultante a un solo dígito. Cada número tiene unas características que
se confieren a la personalidad y según la especialista en magia, esoterismo y rituales
Cassandra Eason también cada número se corresponde con un color. La siguiente es la
asociación que ofrece una autora con la aclaración de que en algunos sistemas de
color rosa reemplaza al plata como equivalente del número 8.

Rojo = 1
Naranja = 2
Amarillo = 3
Verde = 4
Azul = 5
Añil = 6
Violeta = 7
Plata (o rosa = 8
Oro = 9

Ri tua le s má gicos con vela s


Además de su uso decorativo y su función primordial de iluminar un ambiente,
las velas, que al encenderse transmiten luz, alcanzan un significado simbólico completo
al ser su resplandor vehículo de color y, puesto que los colores tienen un valor
significativo de emociones y se les atribuye poderes, es habitual que según el ritual
que se desee celebrar se utilicen velas de los más diversos tonos combinados entre sí
o con uno que prevalezca en especial. De manera que el color de cada vela reflejado
en la luz que ésta emita, simbolizará y propiciará una u otra cuestión, de acuerdo con
un código previamente aceptado en la cultura de la magia ritual.
A continuación se enumeran los significados de los colores en este campo:

 El color blanco representa la conjunción que habita en el interior de cada


persona con el universo y la fuerza divina hacia la que tiende el espíritu. Es
también significativo de unidad totalizadora, ya que la luz blanca es la suma de
todos los colores. Las velas se emplean en rituales en los que se invoca fuerza
y protección.
 El ama rillo es sinónimo de talante alegre y emisor de empatía. Su frecuencia
energética es propicia para la búsqueda de ayuda material, ya que apoya la
fuerza realizadora. En ocasiones, es de color amarillo el ubicuo y movilizante
mercurio alquímico, por lo que simboliza la agilidad mental, la sabiduría y, por
las características del alado dios del Olimpo griego del mismo nombre –
protector de comerciantes, poetas y ladrones, está asociado a la comunicación y
al intercambio económico. En los rituales en que se necesitan soluciones para
problemas de dinero o de trabajo, se utilizan velas de este color.
 El na ranja es un color positivo y considerado el más realizador de los de todo
el espectro. Es un color que otorga confianza en las propias fuerzas y
potencialidades, así como también, por la intensa energía que emite, se lo
considera capaz de acelerar las situaciones en proceso o revitalizar la
aletargadas, llevándolas a su consolidación definitiva, generalmente de signo
feliz. Es frecuente que se lo utilice para culminar negocios o concretar
relaciones y, en muchos casos, para acabar una convalecencia y recuperar la
salud.
 El ro sa es un color asociado a la naturaleza del amor en su vertiente tierna y
amistosa, vehículo de armonía y de sentimientos serenos y equilibrados, que no
exaltan ni dramatizan la realidad. En los rituales con velas se suele utilizar para
calmar pasiones desmesuradas y emociones hostiles.
 El ro jo es el color de la vitalidad, quizá porque es el tono de la sangre que
circula por el organismo. Representa también la violencia, la pasión y las
pulsiones primitivas o instintivas, tales como el apetito sexual. Estimula todo
tipo de energías, ya sean de signo positivo o negativo. Es el color activo por
excelente.
 Al color ve rde se le atribuye una gran cantidad de valores positivos:
tranquilidad de espíritu, frescura, fertilidad creativa o feracidad agrícola; en
suma, parece ser el color más acorde con la abundancia. En los rituales con
velas, los oficiantes diferencian entre el tono claro para propiciar los buenos
negocios y el oscuro para dotarse de resistencia hasta alcanzar las metas
trazadas.
 El azul representa el equilibrio, es un buen vehículo para la comprensión de
situaciones complicadas y la confluencia entre puntos de vida opuestos o
encontrados entre sí. Suele comunicar frescura, paz y serenidad. Por su
condición de color frío, es útil para alcanzar la concentración intelectual y la
objetividad. En los rituales, las velas azules son apropiadas para afrontar
situaciones de gran dificultad, ya que suelen aportar claridad de juicio.
 La gama del violeta , en la que se incluyen la lila y el malva como matices
tonales de un mismo origen, tiene connotaciones místicas, ayuda a la
concentración en estudios o trabajos intelectuales que requieran de una visión
científica y desapasionada, y cuya resolución dependa de un análisis y una
metodología ordenada. La energía que aporta es la de la ponderación matizada,
así como la delicadeza en las relaciones difíciles; se lo asocia también a la
cautela aunque con un matiz afectuoso.
 El marró n es un tono contradictorio; normalmente se combina con otros colore
de mayor energía realizadora. Puesto que es el color de la tierra, para que
propicie fertilidad encuentra buena compañía en los verdes. Sin embargo, por su
escasa brillantez, no goza de gran protagonismo en los rituales como tono
solitario para pedir o resolver ningún asunto en particular.
 Los diversos tonos de gris, según sea mayor la proporción de blanco o de negro
en su composición, son sinónimos del camino o la vía intermedia; es apropiado
para la visión neutral de los conflictos y sirve de freno al impulso que pueda
llevar a una implicación peligrosa en los mismos.
 El negr o se utiliza en los rituales con velas para ahuyentar lo negativo, las
bajas pasiones, lo que esclaviza por medio de la energía maligna, como por
ejemplo las adicciones. Sirve para convocar la muerte o el fin de aquello que
aqueja al oficiante para iniciar un nuevo comienzo en que renazca la luz, que en
este tono está ausente por completo.

Estos son algunos ejemplos de rituales con velas, de cuyo color depende
fundamentalmente el logro de los objetivos, según indican varios expertos. Se han
escogido aquellos que están relacionados con la conservación de la buena salud o la
superación de la enfermedad, por ser afines con la temática de este libro:

Para Recobr arse de la Enfer meda d o Ma ntener se san o:


Se debe elegir una vela con el color del signo zodiacal de la persona a la que se
desee favorecer (puede ser uno mismo o alguien a quien se conoce). Supongamos que
se trata de un nativo de Sagitario, por lo que se escogerá una vela azul, color que
representa a este signo. Alrededor de ésta se colocarán en círculo seis velas de color
naranja. Se encenderá primero la vela azul, se fijará la vista en el resplandor que
irradia y, paulatinamente, se irán cerrando los ojos y visualizando un triángulo de este
color, dentro del cual aparecerá la persona para que la se realizan el ritual plena de
actividad y con una salud excelente. Obtenida esa imagen, se abrirán los ojos y se
encenderán las velas anaranjadas con la llama de la azul, para fortalecer el pedido; el
naranja es el color de la realización, de la concreción. En este caso, conviene que la
ceremonia se realice en jueves, día de la semana regido po Júpiter, a su vez regente
de Sagitario.

Para Atrae r el dinero :


Este ritual debe celebrarse en el lugar de trabajo, despacho, tienda, etc. Sobre
una superficie plana de color blanco, como un plato por ejemplo, se colocará encima y
en el centro un objeto de plata o una moneda corriente. A ambos lados se pondrá una
vela de color dorado y otra del color del signo zodiacal de quien realiza el pedido.
Tomando como referencia el centro del plato se colocarán cuatro velas de color verde,
representativas de la abundancia, comenzando por el este (punto cardinal desde el que
nace la luz) y continuando en el sentido de las agujas del reloj. Se irán encendiendo en
sentido inverso y con la vela verde colocada en el punto este se dará fuego primero a
la vela zodiacal y luego a la de color dorado. Se dedicarán unos minutos a la
meditación, tratando de visualizarnos con dinero en las manos, trabajando o en una
escena similar, y en el marco de color verde luminoso. El día de la semana más
propicio para realizar este ritual es el miércoles, regidor por el ubicuo mercurio,
portador de dinero y de bienestar material.

Para que reina la dulzur a entre los enamorad os


Si una pareja ha reñido o si las relaciones están tensas, puede realizarse este
ritual que atraerá la paz y propiciará la dulzura y la comprensión en el trato.
Se eligen dos velas correspondientes a los signos zodiacales de los integrantes
de la pareja que se quiere conciliar, sea la propia u otra; se colocan una junto a la otra
y se enciende una vela de miel (se encuentran con facilidad en las tiendas dedicadas a
la astrología, objetos mágicos, etc.). Con la llama de ésta se encenderá la vela
correspondiente a cada signo zodiacal tratando de visualizar, en el resplandor colorido
que emiten, los rostros de las personas sonriendo y en actitud tierna y amorosa,
mientras mentalmente se envía con fuerza un mensaje de paz y felicidad. Este ritual se
realizará en viernes, el día de Venus, la diosa del amor.
En todos los rituales con velas de color se deben proteger la llamas para que
ardan hasta el final y no se apaguen fortuitamente.

Med itación y colo r


Las técnicas de meditación, que actualmente cuentan con muchos seguidores
entre personas que aquejadas de males de tipo espiritual y psicológico, suelen
utilizarse en combinación con la visualización de imágenes positivas, que generalmente
incluyen el color como elemento curativo y realizador.
Aunque son diversas las escuelas de meditación, en líneas generales el método
para practicarla es el siguiente:
Escoger un sitio confortable, de temperatura grata y a resguardo de ruidos y
otros estímulos externos; una vez en él sentarse en una posición cómoda sin adoptar
ninguna postura en especial o, según las preferencias, hacerlo en la llamada postura
del loto, sobre el suelo. Si se escoge una silla, debe tener un respaldo rígido para que
la espalda se mantenga recta y la cabeza erguida.
Una vez que se haya alcanzado una situación de adecuada relajación, se
cierran los ojos y se comienza a respirar, inhalando y exhalando el aire, primero varias
veces profundamente y luego tratando de alcanzar un ritmo constante y regular
concentrando la mente exclusivamente en el control de la respiración. Se trata de que
cada uno de los miembros del cuerpo, de la cabeza a los pies se relaje para que no
estemos pendientes de ninguno de ellos, y que, aparte de la atención sobre el ritmo
respiratorio, la mente permanezca en blanco. Cuando esto ocurra, se comienza a
visualizar una situación positiva o de bienestar en general, imaginando un entorno
gratificante que, para algunos será una playa, para otros un jardín o un bosque, etc.
Cuando la meditación se realiza para conseguir un deseo concreto o una aspiración, es
cuando interviene el color como elemento que le da el marco adecuado a la
visualización para que lo que se desea tenga pronto visos de concreción. Los
siguientes ejercicios dan idea de cómo es la meditación con visualización de imágenes
y de color:
Protección de sere s que rido s:
Si se tiene un familiar que está de viaje, los hijos en una acampada o cualquier
otra situación que pueda suponer un riesgo, se recorre paso a paso todo el proceso
para inducir a la meditación y, una vez en ese estado, se visualiza a la/s persona/s a
las que se desea enviar protección envueltas en un halo dorado y luminoso formando
un círculo a su alrededor. Al círculo o al haz de luz dorada se le atribuyen intensos
poderes de protección.

Toma r de cisione s a cer ta da s:


Cuando se presenta una disyuntiva en la vida, y no se tiene clara la opción más
correcta, debemos visualizarnos a nosotros mismos en una imagen representativa de la
situación; en la escena estaremos hablando con la persona a la que debemos
comunicar nuestra decisión, ya sea ésta del área profesional o de la esfera íntima y
familiar y, encima de nuestra cabeza, sombreando la frente, trataremos de ver un cono
formado por luz violeta, el color de la concentración y el juicio desapasionado y
objetivo.

De spu és de la tor men ta :


Después de haber atravesado un período de especial dificultad en la vida, por
enfermedad o cualquier otra situación desagradable o conflictiva, puede atraerse la paz
mental y conseguir un descanso psicológico con el ejercicio de visualización que se
describe: una vez relajado y dispuestos a la meditación, trataremos de visualizarnos al
aire libre bajo un cielo intensamente nublado y en un momento de tormenta eléctrica; a
continuación, poco a poco trataremos de ver cómo el cielo se va despejando y de
vernos a nosotros mismos con los brazos abiertos y de cara al firmamento donde luce
un arco iris que baña nuestra frente con el resplandor benéfico de todos los colores
que lo integran, nutriéndonos de energía positiva y atrayendo la calma.

Gemo log ía y Ge motera pia }


Entre las terapias alternativas, la que trata de curar por la energía de gemas y
cristales tiene una relación muy cercana con la cromoterapia, ya que cuenta con el
factor de la luz y utiliza los cristales o las piedras preciosas y semipreciosas como
prisma que refleja el color y lo emite en forma de rayo que propicia la sanación física o
psíquica, a través de determinada carga energética en la que se combinan tonalidades
y la propia materia mineral de la se componen las gemas.
Al igual que la cromoterapia, el interés por la gemología y la gemoterapia es un
antiguo patrimonio de todas las civilizaciones que, desde los orígenes de la humanidad,
buscaron extraer de la tierra los cristales o piedras que ocultaba, confiriéndoles
poderes benéficos para dotar a los seres humanos de armonía y bienestar. Algunos
pueblos aborígenes de América Central usaban ciertas piedras en sus rituales de
adivinación, y en el antiguo Egipto o en la China arcaica, el jade o la obsidiana se
consideraban portadores de buena suerte y protectores, utilizándose en la fabricación
de joyas y objetos que se utilizaban como talismanes y amuletos.
Recuperando estas tradiciones, en la actualidad y con el aporte del
conocimiento científico, las gemas y los cristales se utilizan teniendo en cuenta sus
frecuencias energéticas, sin que hayan perdido otros valores simbólicos de tipo
espiritual.
Por poner un ejemplo de cada tipo, basta con citar que los relojes,
tradicionalmente, basaban su funcionamiento en rubíes y que, los más modernos, son
de cuarzo activado por pilas; es el trozo pequeño de cristal de cuarzo el que, por
comprensión, emite energía suficiente para hacer que el reloj funcione. El rubí es
también el símbolo del poder divino en la tierra, por lo que muchos de los miembros de
la jerarquía eclesiástica católica, levan anillos con esta piedra engarzada.
La gemoterapia considera que las gemas y los cristales son capaces de
magnetizar las diversas partes del organismo por afinidad de composición fisicoquímica
con éstas, y que esto es lo que hace que es genera una sensación de relajación y
vitalidad al contacto con las piedras adecuadas. Además y puesto que cristales y
gemas proceden del reino mineral, los gemoterapeutas consideran que las energías
que contienen están en consonancia con la que emite la tierra, de modo que la persona
que atraviesa una crisis de falta de equilibrio o armonía con la consiguiente pérdida de
la salud, recupera con la gemoterapia el ritmo vibratorio natural que le es propio en
estado saludable.
En los Vedas, los libros sagrados de la India, los cristales se asimilan a los
devas (las divinidades) y son los vehículos de las fuerzas cósmicas que pueden
convocarse para que actúen de forma curativa, cada una según su función específica
para cada parte del cuerpo y de la mente, un principio que toman en cuenta y por el
que se rigen algunas escuelas de gemoterapia. En el arte de curar a través de las
propiedades de cristales y gemas se tiene en cuenta su estructura cristalina y su forma,
la composición química y también, de manera destacada, su color. La herencia de la
medicina ayurvédica indica se utiliza hoy en la gemoterapia occidental aplicando las
piedras preciosas y semipreciosas en los chakras o centros de energía para que las
vibraciones equilibren el sistema energético.
Dejaremos de lado los sistemas de cristalización de las gemas, que son
determinantes de sus variadas formas, y nos centraremos en el color. En la gemología,
cuanto más tenue o débil sea la vibración de la onda energética de una piedra, más
cercanía tendrá con el color blanco y será expresiva y simbólica de aspectos
espirituales; en cambio, cuanto más densa sea, más se acercará al negro y por lo tanto
a la esfera material. La clave de graduación cromática se basa en el arco iris. Las
terapias con gemas y cristales se realizan por exposición directa de las personas a las
vibraciones de los mismos y también a través de la ingestión de elixires que se
preparan con piedras y se recetan en determinadas dosis.
Estos elixires se elaboran dejando en un recipiente con agua las gemas y
cristales escogidos y exponiéndolos a la luz del sol o de la luna durante un cierto
período que indicará el experto quien luego tomará una cantidad de líquido que
mezclará con agua mineral o algún licor como brandy u otro compuesto; más tarde
prescribirá en cada caso cuánto y qué cantidad de veces debe tomarse el preparado
para curar la dolencia que se intenta paliar. Esta terapia carece de efectos secundarios
contraproducentes; tal como suele ocurrir con las medicinas naturales alternativas a la
convencional.

Varie dad de Elixir es:


Se ofrecen a continuación una relación de piedras y cristales más conocidos, y
las virtudes que atribuye la gemoterapia a cada uno de ellos cuando intervienen en la
composición de elixires, aunque, por supuesto, la relación no es en modo alguna
exhaustiva.
 Aguamarina: Purifica y hace que la persona se adapte a diversas situaciones
 Amatista: Transforma cualquier tipo de energía en protección.
 Cuarzo: Sirve para concretar ideas; en su versión ahumada equilibra la energía
suprrarenal.
 Diamante: Cataliza la voluntad y acelera los procesos.
 Esmeralda: Aumenta el buen juicio y transmite amor.
 Lapislázuli: Aporta objetividad y juicio desapasionado.
 Rubí: Confiere fuerza y coraje en cualquier situación.
 Topacio: Impulsa la creatividad realizadora; atrae la alegría y el amor.
 Turquesa: Refuerza la vitalidad.

En ciertos casos se preparan elixires de varias gemas para potenciar sus


poderes curativos en un combinado sinérgico que armoniza todos los aspectos. Lo más
importante es que la capacidad de estas esencias para sintonizar con el sistema
energético humano se debe al color, sobre todo al de las gemas, aunque también a su
composición química y a la estructura cristalina que tienen.
La vibración que emiten gemas y cristales según su color es lo que se conoce
como “rayo”. Lo que se describe a continuación es la acción que ejercen los rayos de
los colores primarios y secundarios al pasar la luz a través de las gemas, lo que se
expresa en rayos de diversas tonalidades. También se incluyen el rayo blanco, todo luz,
y el negro, ausencia total de la misma.
Rayo blanco: esta emisión energética hace vibrar al conjunto de los aspectos de
la persona; hace referencia a la totalidad del individuo y del universo, por eso
contribuye a su completa integración y al equilibrio físico y psicológico.

 Ónice blanco
Las virtudes de este mineral han sido apreciadas desde la antigüedad, sobre
todo por su capacidad de proteger contra los influjos negativos y convocar la
serenidad. La gemoterapia actual lo recomienda como paliativo cuando se viven
momentos de gran dificultad. Si al tomar un baño de inmersión, se sumerge en el agua
un ónice blanco, se obtendrá una sensación relajante.
Desde el punto de vista de la salud física, está recomendado en casos de
espasmos o convulsiones nerviosas. Es un buen tonificante muscular y estimula la
energía, de modo que las personas con tendencia a la melancolía tienen en el ónice
blanco un buen aliado para superar este estado anímico.
Aporta el valor para enfrentar circunstancias problemáticas, y también útil para
aquellas personas tímidas a las que les es difícil expresar sus deseos o sentimientos.
Rayo rojo: Su extraordinario poder estimulante, beneficia el sistema nervioso y
circulatorio, renueva la fuerza vital y canaliza positivamente la adrenalina.

 Rub í
El uso de esta prestigiosa gema con fines curativos data de muy antiguo. Entre
los dioses griegos del Olimpo se la asoció a Apolo por su capacidad de restañar y
sanar heridas. Probablemente de esta tradición, lo tomaron los médicos medievales del
Islam, que también consideraban que ahuyentaba las situaciones perjudiciales.
En la actual gemoterapia es la piedra por excelencia para atraer la energía
positiva y fortalecer la autoestima. Su fama de convocar la pasión la hace
recomendable para potenciar y vivificar los sentimientos de personas con bajo tono
vital; asimismo es buena para ahuyentar el insomnio. En el área de la salud física el
rubí es potenciador de la memoria, refuerza el sistema inmunológico, abre el apetito de
la gente desganada o débil y ayuda en caso de problemas cardíacos, además de
regular la tensión arterial.
Rayo amarillo: Es un poderoso antidepresivo, acelera las funciones motrices, agiliza los
músculos, favorece el flujo biliar y embellece la epidermis.

 Opalo
Se relaciona con la pureza y la capacidad de regenerar procesos que
languidecen, ya sean físicos o mentales.
Su uso es muy positivo en meditación para clarificar ideas o bucear en el
autoconocimiento. Cuando existe confusión íntima, disyuntivas, falta de decisión y en
general cuando una situación está bloqueada y no fluye, el ópalo es la piedra más
adecuada.
Se dice que es la gema de la felicidad y de la autorrealización personal cuando
hay que eliminar lastres y caminos fatigosos. Sus propiedades terapéuticas en el
aspecto físico están indicadas cuando se necesita protección ante trastornos cardíacos
y para favorecer la eliminación de flujos corporales: flemas, circulación sanguínea,
drenaje de heridas infectadas, etc.
Rayo azul: Aporta frescura, es desinfectante y antiséptico, colabora para atenuar
estados febriles, desinflama tejidos y alivia golpes y torceduras.

 Za firo a zul
En el antiguo Egipto era conocido como la “piedra de las estrellas” porque se
consideraba que tenía el poder de ordenar los astros en beneficio de los seres
humanos. Es el símbolo de la honestidad y de la verdad expresada con valentía, sin
medir las consecuencias negativas que puede acarrear, por lo que está también
asociada a la sinceridad sin tapujos y a la justicia. También representa la generosidad y
la entrega abnegada a una causa social o a otra persona, con amor incondicional. Es
propicio para obtener paz interior y, por lo tanto, muy apreciado para meditar.
Para las terapias orgánicas se recomienda como paliativo de la fiebre alta y
para controlar las hemorragias. Es también útil en casos de irritación ocular.
El rayo azul más tenue, como el que emite la aguamarina, es asimismo calmante
de dolencias de boca y garganta. La tradición, además, considera a esta gema un buen
amuleto para proteger al viajero de las acechanzas del camino. Acaso por extensión, se
recomienda a las personas que temen volar en avión o embarcarse.
En ciertas culturas, era habitual que el novio regalara a la novia alguna joya
adornada con una aguamarina, como símbolo de amor duradero y sereno; también se le
atribuyen grandes virtudes para resolver situaciones amistosamente y se considera
propicia para la buena comunicación.
Rayo verde: Es armonizador y reequilibrnte, bueno para reducir los niveles de presión
sanguínea; ayuda a la reestructuración muscular.

 Esmera lda
Símbolo del amor y de la hermosura, su color es representativo de la naturaleza
y de la fertilidad. Utilizada como adorno en joyas y abalorios atrae felicidad a sus
portadores, que sienten bajo su influjo cómo se potencia el buen ánimo y la alegría de
vivir. Las personas que realizan prácticas de meditación la aprecian porque ayuda a la
concentración, despeja la mente y calma los estados de ansiedad. Su aplicación tópica
en la piel o su ingestión en forma de elixir calma o cura el acné, la urticaria y otros
trastornos cutáneos. Se recomienda a las parturientas para aliviar los dolores de la
contracciones o en caso de depresiones posparto.
Rayo naranja: Cálido y realizador, su área son los pulmones, y en el aparato digestivo,
el páncreas y el bazo; intensifica los sentimientos y calma los procesos espasmódicos.

 Topa cio
Las propiedades curativas de este cristal se han aprovechado desde antiguo
para revitalizar y tonificar a las personas que se sienten físicamente cansadas o que
presentan síntomas de depresión y se muestran apáticas, desilusionadas y tristes. El
topacio, además de aportarles ganas de vivir y estimularlas para que modifiquen su
situación, promueve un efecto relajante sobre el sistema nervioso que puede mitigar la
ansiedad, ligada generalmente a los estados depresivos.
Actualmente, los gemoterapeutas también recomiendan su uso para potenciar la
creatividad y la inspiración, dos virtudes imprescindibles para todos aquellos que se
dedican al mundo del arte y también para los investigadores científicos y los
comunicadores.
En relación con sus virtudes terapéuticas físicas, el topacio puede ser de gran
ayuda cuando existen enfermedades hepáticas, gripes o afecciones dermatológicas y
oculares como la conjuntivitis, etc.
Rayo violeta: Cercano al azul, comparte sus propiedades refrescantes, es dinámico y
actúa sobre la glándula paratiroides y tiroides, por lo que es regulador de peso. Influye
positivamente en la agilidad mental y en las materias que atañen a los asuntos
religiosos y espirituales.

 Flu orita
Aumenta la capacidad de análisis y de síntesis de todos los elementos que
confluyen en una situación. Su principal virtud es la de neutralizar las emociones
desbocadas y ajenas a la realidad, como la violencia o la ira injustificadas o
desmedidas. También combate el miedo y la parálisis que éste puede provocar. Ayuda a
tomar decisiones importantes en las que sentimientos y razón entran en conflicto. En la
actualidad, los gemoterapeutas la utilizan para calmar jaquecas, trastornos del sueño y
estados de ansiedad. En sus matices más oscuros se la considera eficaz para tratar
problemas del corazón o inflamaciones del sistema linfático; también es positiva su
acción en caso de desórdenes de la tensión arterial, porque equilibra los niveles de
sodio y potasio.
Rayo negro : aporta valor, ahuyentando temores y obsesiones; aumenta la capacidad de
reflexionar objetivamente; es calmante de las vías respiratorias altas, en procesos que
cursan catarro y tos seca.
 Ónice ne gro
Se recomienda en procesos mentales que impiden el avance del desarrollo personal
y profesional, cuando las situaciones se estancan y no se ve una salida clara. Ayuda a
saber aceptar circunstancias adversas sin caer en la depresión o en una frustración
paralizante.
Sus propiedades en la gemoterapia moderna son, sobre todo, de tipo
anticonvulsivo y antitusivo. Es bueno para favorecer y acelerar los procesos de
cicatrización de heridas por cortes o postoperatorias, y también para ayudar a la
recuperación de problemas de la vista.

Con si dera cione s de l Fe ng Shu i acerca de l co lor

El Feng Shui es una teoría oriental con una historia milenaria. Esta filosofía establece
como principio fundamental la unidad del universo y la interrelación de cuantos
elementos lo componen, de modo que su intención es conseguir la armonía absoluta
entre los seres humanos y el entorno como único modo de alcanzar y disfrutar de
salud y bienestar, tanto en cuestiones de índole espiritual como física o material.
Las civilizaciones ancestrales, desde tiempos remotos, daban por sentado que
todo tenía vida propia, desde el sol y las estrellas del firmamento hasta el más mínimo
elemento presente en la naturaleza, incluyendo los tres reinos: animal, vegetal y
mineral, estando todos ellos dotados de una energía que se transmite a las personas.
Dicha energía emite ondas en frecuencia particulares según el color de los emisores
individuales.
Según el Feng Shui, si usamos una ropa confeccionada con determinados
tejidos y de cierto color particular, ésta ejercerá una interacción sobre nuestro cuerpo y
estado anímico y, a su vez, entrará en interacción con todo aquello y aquellos que nos
rodean.
Igualmente ocurre, según esta filosofía, con los objetos y muebles de los que
nos rodeamos en el hogar, en el ambiente de trabajo y en el jardín.
Para profundizar en el conjunto de las líneas de pensamiento de Feng Shui
puede consultarse alguna obra especializada sobre el tema; aquí sólo nos ocuparemos
de la consideración que esta disciplina hace sobre el color, que es el tema que nos
interesa en este caso.
Una obra clave para comprender el Feng Shui, es el I Ching o Libro de los
Cambios , considerado el libro más antiguo del mundo, que establece las bases de una
visión teórica asentada en la armonía de los opuestos – yin y yang- , y que plantea un
peculiar sistema de ordenación del universo.
La fuerza yin , que representa el polo negativo y tiene una cualidad receptiva,
empática y pasiva, está asociada a la sombra, la noche, la luna y genéricamente a “lo
femenino”. Su energía procede de la tierra y se desplaza hacia arriba y hacia fuera.
Todo aquello que crece y se mueve hacia arriba es yin . Los colores con que se
identifica esta energía son el verde, el azul y el gris.
Su opuesta, la energía yang , es el polo positivo, impulsor y activo. Se
corresponde con la luz, el día, el sol y “lo masculino”. De manera que, a diferencia del
yin , su fuerza viene desde el cielo y se desplaza empujando hacia abajo. Se la
identifica con los colores rojo, amarillo, púrpura y naranja.
Aunque el Feng Shui trata en sus aplicaciones prácticas, sobre todo, el entorno
que rodea a un individuo buscando armonizar éste con el bienestar humano, concede
mucha más importancia a los colores que se utilicen en la decoración interior, ya que
habrá que contemplarlos y convivir con los objetos y muebles durante un lapso de
tiempo prolongado. Además, les atribuye la capacidad de atraer o rechazar las diversas
energías que fluyen en el ambiente y sostiene que su influencia sobre los estados
anímicos es muy intensa.
Por eso se recomienda elegir siempre un fondo general de tonos neutros que
resulten relajantes y se puedan combinar adecuadamente con muebles relajantes y se
puedan combinar adecuadamente con muebles y objetos de decoración de diversas
tonalidades. Incluso propone, de ser posible, probar durante un corto lapso de tiempo
ciertos colores escogidos, antes de decidir definitivamente cuáles se utilizarán a largo
plazo.
Entre los parámetros fundamentales acerca del color y su simbología particular
destaca el papel que esta filosofía concede al amarillo y a los ocres, que según el Feng
Shui representan la energía unificadora del elemento tierra. Por ello lo recomienda
especialmente en interiores como vehículo de equilibrio de la diversidad de elementos
decorativos. A estos colores se les atribuye también un papel activo, por lo que deben
ser utilizados en zonas relacionadas con la cultura, el estudio y el conocimiento.
Asimismo, según las tesis del Feng Shui el color es un agente decisivo para
armonizar todo tipo de relaciones. Por ejemplo, se considera al naranja el tono más
estimulante para la vida sexual. Los expertos sostienen que este color, si se intensifica
su presencia durante largo tiempo- por ejemplo poniendo sobre la cama una colcha de
este tono-, puede incidir en un aumento de la capacidad orgásmica. Se considera un
color caprichoso, revitalizante y un activador positivo de las zonas erógenas de los
integrantes de una pareja.
Los tonos salmón, así como la entera gama de los rojos, asociados
tradicionalmente a la pasión y a la sensualidad, se consideran estimulantes de la
circulación sanguínea y de la vida amorosa. En sus matices más tenues, como el rosa,
se afirma en el Feng Shui que la naturaleza de la carga energética que emite es capaz
de convertir las intenciones erótico- sexuales primarias, procedentes de los instintos
puramente físicos, en amor incondicional, poblado de sentimientos duraderos y
conexiones espirituales profundas.
Para los ambientes profesionales, una recomendación generalizada en esta
disciplina es que en las superficies de los muebles, sobre todo en las mesas, es
fundamental evitar tonos demasiado brillantes o de colores muy contrastados como el
negro o el blanco, ya que deben transmitir a quienes sobre ellas trabajen sensaciones
de serenidad y de equilibrio.

Col orid o en el ta rot

El prestigioso sistema de predicción de la baraja del tarot se compone de 78 naipes,


láminas verdaderamente artísticas representativas de arquetipos, llamados arcanos. En
su conjunto, los arcanos componen todo el espectro de la simbología del universo
entero y de la psicología humana, estableciendo una relación de coherencia y analogía
entre el microcosmos de la mente de cada individuo y el macrocosmos universal.
En la interpretación y lectura de dichos arcanos aparece el total de las
posibilidades que pueden presentar las diversas situaciones vitales que un individuo
atraviesa en el momento de la consulta, y el oficiante lo utiliza como método de
adivinación o previsión de futuro, ofreciendo también esta baraja los caminos a seguir
para que éstos sean lo más beneficiosos posibles al consultante o le ayuden a sortear
dificultades o escollos que eventualmente puedan presentársele en al consecución de
deseos u objetivos.
Los arcanos del tarot se dividen en dos categorías o conjuntos: los arcanos
mayores, que totalizan 22 cartas, y los arcanos menores, que suman 56; los segundos
complementan el significado de los arcanos mayores. A éstos se los denomina la senda
del conocimiento o de la sabiduría, porque desde la primera carta sin numerar o cero
hasta la que se identifica con el números 22, transcurren y describen las diversas
etapas de la vida de una persona, en su aspecto interior y psicológico, y las múltiples
circunstancias que se le pueden presentar en su ciclo vital.
Muchos autores sostienen que el misterioso origen del tarot se remonta a
remotas culturas como la del antiguo Egipto u otras civilizaciones asiáticas
contemporáneas o anteriores incluso a éstas. Pero, de lo que sí existe noticia cierta, es
que en Europa se utilizaron primero como juego de entretenimiento de la nobleza,
sobre todo en Italia y Francia y, a partir del siglo XVI, como método adivinatorio. El más
célebre interpretador de los signos de esta baraja y sus principal difusor fue Oswald
Wirth, ya citado anteriormente.
En la actualidad, el tarot no sólo continúa teniendo un gran prestigio sino que
cada vez se difunde más su uso para prever situaciones o buscar consejo acerca de
cómo actuar, en primer lugar por su insólita capacidad de acierto, innumerables veces
comprobada, pero también por la belleza y riqueza de las imágenes que ilustran los
naipes que, en gran medida, dependen d la simbología de su colorido.
Hay diversos modelos de juegos de esta baraja; el tradicional y uno de los más
ricos en imágenes y colorido es el conocido y reputado tarot de Marsella. Haremos un
breve recorrido de los colores más frecuentes y de la interpretación que de ellos hacen
los expertos:
Los estudiosos consideran que el rojo en esta baraja representa la posibilidad
de transformación, tanto del consultante como de la circunstancia en la que está
inmerso.
El color azul simboliza la actitud del hombre en su búsqueda alquímica; es
decir, la persecución de la materia áurea, por lo que se asocia a la esfera espiritual, a
la paciencia y a los sentimientos serenos tal como deben manifestarse.
El a marillo es el color de la energía y el poder, y cuando se trata de los arcanos
menores que reproducen las figuras de los palos de la baraja española, se reemplaza
por el dorado de los oros o pentáculos.
El ve rde es equivalente a la piedra filosofal; de ese tono es el sombrero de la
figura del mago que ilustra el arcano mayor del mismo nombre. Se asocia a la
fertilidad, a la vida vegetal y, por analogía, a toda forma de vida útil y productiva.
EL color blanco, como suma y síntesis de todos los colores, suele indicar
pureza, vida espiritual y, a veces, un ministerio que se desvelará en el futuro. Merece
hacerse mención de que el personaje citado con el color anterior, el mago, calza
zapatillas bancas, lo que hace suponer que es una suerte de iniciado, sacerdote u
oficiante espiritual que actúa como noble intermediario.

El pro ce so cro má tico en la a lquimia

En su Diccionario de ciencias ocultas , M. Maestri afirma que la palabra alquimia


procede de las voces árabes Ul- Khemi , cuyo significado es “química de la naturaleza”,
pero lo cierto es que se trata de una palabra griega (chemia) que quiere decir
literalmente jugo, y que posteriormente se arabizó. El mismo autor sostiene que la
mejor definición que se puede dar de alquimia o verdadera alquimia, ya que es preciso
diferenciarla de la falsa, propia de charlatanes, es la siguiente: “Ciencia o arte de hacer
un polvo fermentativo que transmute lo metales imperfectos en oro, el cual sirve como
remedio universal para todos los males naturales de los hombres, animales y plantas.”
Los alquimistas querían fabricar el llamado oro espargírico, la panacea universal
y el elixir de la vida, a partir del estudio de las energías sutiles de la naturaleza y de
las condiciones diversas en que la materia aparece y actúa sobre las mismas. Los
iniciados utilizaban un lenguaje críptico y velado porque temían que lo que
consideraban valiosos e importantes conocimientos cayeran en manos de seres sin
escrúpulos que los usaran con fines egoístas o maléficos, con el único propósito de
enriquecerse ellos mismos.
En la alquimia se distinguen tres esferas: la cósmica, la humana y la terrenal.
Las propiedades alquímicas también son tres: azufre, mercurio y sal, como también son
tres sus métodos. No obstante, diversos autores simplifican esta concepción y postulan
que el único objetivo de esta ciencia es el de transmutar los metales vulgares en oro.
Dicha transmutación, que en la naturaleza ocurre sin necesidad de intervención alguna,
sería el aspecto material o terrenal de la alquimia, aunque la misma contiene un
aspecto más trascendente- de orden psíquico o espiritual-, siendo su aspecto material
despreciado por el alquimista oculista, que dirige su atención y esfuerzo principales a
la transmutación del cuaternario inferior en el ternario divino del hombre, que al unirse
se convierten en uno.
Juan – Eduardo Cirlot, en su Diccionario de símbolos , dice de la alquimia que
“sustancialmente era un proceso simbólico enel que se buscaba la producción de oro,
como emblema de la iluminación y la salvación”.
Los planos espiritual, mental, psíquico y físico de la conciencia y existencia
humanas, volviendo a la descripción del ya citado M. Maestri, se corresponden en la
alquimia con los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra, que comparten la triple
condición de ser fijos, inestables y volátiles.
En lo que se refiere a la materia de este libro, cabe señalar que en la alquimia
también hay una presencia importante del color. En primer lugar, las fases esenciales
del proceso alquímico se identifican como cuatro colores tomados de la materia prima
alquímica: el negro, el blanco, el rojo y el oro, producto final de la operación, lo que en
lenguaje simbólico se expresaría de la siguiente forma:

Ma ter ia pr ima El alma en su esta do or iginal


Fase de color negro
Culpa, origen, fuerza en potencia o latencia
Primera transformación o mercurio
Fase de color blanco
Pasión o azufre
Fase de color rojo
Última fase o iluminación/ salvación
Oro

Uno de los más destacados discípulos del padre del psicoanálisis, Sigmund Freud
(1856- 1939), fue Karl Gustav Jung. Además de ser una figura relevante de la
psicología, se interesó por conocer la simbología de las más diversas ciencias ocultas
y esotéricas tales como la astrología, las diversas mitologías occidentales, las antiguas
filosofías orientales, y también la alquimia.
Creador de la teoría de los arquetipos humanos y del psicoanálisis fundado en
la simbología onírica, una de sus últimas y más interesantes líneas de investigación
estuvo dirigida precisamente al conocimiento de la alquimia.
Más tarde volcó el producto de su investigación en la obra Psicología y alquimia .
En ella, Jung asocia el proceso de individuación que realiza cada ser humano con el
procedimiento alquímico. Mediante la tarea de solve et coagula – disgrega y reúne- y
después de atravesar varias fases, se llega a la etapa de Unus Mundus (mundo único,
también llamado mundo eterno). Cada una de las fases también se corresponde con un
color.
La primera es “Nigredo”, que en la teoría junguiana consiste en la confrontación
del individuo con sus zonas oscuras o de sombra, que deben ser aceptadas e
incorporadas a la conciencia. Esta etapa equivaldría al elemento alquímico del plomo o
de Saturno, cuyo color es el negro, también llamada proceso de putrefacción, mediante
el cual se reconocen fallos o imperfecciones.
A ésta le sigue la que se conoce como “Albedo” y su color es el blanco, que
simboliza la pureza; en esta fase, el individuo integra a su opuesto, une polos
contrarios.
Por último, se halla la fase “Rubedo”, de color rojo, en la que se arriba al Yo
Integrado o Yo Total y en la que se produce la vivencia de la “chispa divina” que cada
ser humano contiene en su interior, lo que permite alcanzar la unidad con el cosmos
según esta teoría, que se corresponde con la Coniunctio del proceso alquímico.
De modo que, en sentido figurado o metafórico, el propósito de los alquimistas
de transformar el plomo en oro se homologa en el alma humana al proceso que desde
el inconsciente (plomo) y a través de un trabajo de autoconocimiento por fases o
etapas, lleva a la verdadera sabiduría identificada con el oro.

Eso te ri smo, ciencia ocu lta y cro mo ter apia.

Desde el punto de vista esotérico, la cromoterapia está considerada como un método


de curación de trastornos o desórdenes de los cuerpos mental, emocional y físico, ya
que los colores son capaces de aportar la vibración necesaria para ello, siendo su
ausencia lo que provoca la enfermedad. Esta potencialidad es propia de los colores
porque reciben la energía de la luz que el ojo humano percibe y registra como
coloreada.
El sol, además de ser foco principal de luz natural, es también dador de energía
benéfica que dota permanentemente de vida a todo el universo y a las criaturas que lo
pueblan. Este mismo principio que mantiene la vida en el sistema macrocósmico se
comunica al ser humano en la esfera microcósmica.
Para el ocultismo la vida es una esencia que actúa sobre y a través de toda las
formas físicas, etéreas, astrales y mentales, en todos los planos de existencia. Y se
considera que su proceso se puede acelerar o retardar por la acción del medio
ambiente y de diversas circunstancias, así como por los esfuerzos del propio individuo.
De acuerdo con esta filosofía, cualquier sensación, impacto o fuerza que actúe
sobre el cuerpo físico tiene su causa original en el cuerpo mental o en el emocional, y
en ocasiones pueden estar ambos implicados. De modo que la idea de salud o
enfermedad se basa en pensamientos positivos o negativos; emociones destructivas o
generosas y actitudes correctas o reprobables que trascienden sus propios planos y
pueden generar dolencias físicas, por la nocividad que emiten sus vibraciones.
Para restituir la salud, es precio modificar el signo de las energías negativas y
reemplazarlas por ideas constructivas, estados de amor y contento, y actitudes
solidarias y compasivas con el prójimo, todo lo cual es fuente de salud física, mental y
emocional. Asimismo y puesto que esta concepción entiende que los pensamientos y
las emociones tienen una frecuencia energética que se expresa en color, se puede
afirmar que cada persona tiene un talante y unos rasgos de carácter en los que hay
unos colores predominantes y otros más atenuados, de los que dependen sus
reacciones emocionales y actitudes habituales.
El estudioso Jacob Bonggren, en su libro Cromoterapia esotérica, da algunos
ejemplos de la relación que existe, según su teoría, entre los sentimientos, el color que
éstos emiten y las enfermedades que se pueden producir en los individuos; el conjunto
de estos colores, que rodea el cuerpo físico de las personas, es lo que se llama el
aura, que tiene un color principal en cada persona y que va cambiando en función de
las emociones, las acciones que se realizan o los estados de salud y enfermedad.
Según este autor:
 La ira y la cólera, indicadas en el aura por el color rojo oscuro, causan apoplejía
(afección cerebral con privación de los sentidos y del movimiento);
 La ambición desenfrenada da al aura un color anaranjado sin brillo y provoca
reumatismo;
 El orgullo, que cobra en el aura un color anaranjado – pardo; origina la artritis;
 La codicia y la envidia confieren al aura una tonalidad verde oscura con puntos
negros y ocasionan el exceso de ácido úrico;
 La falta de entusiasmo y de interés se manifiesta en el aura por un color gris
oscuro y engendra depresiones y enfermedades de la piel;
 La falta de ideales se representa por un tono rojo violeta, sin brillo, que se
manifiesta en forma de melancolía y tristeza, causando problemas respiratorios.

Después de este recorrido por las ideas que acerca del color sostienen diversas
concepciones de tipo espiritual o esotérico habiéndose escogido las más extendidas
nos adentraremos en aquellas más centradas en el universo del arte, la ciencia y la
cultura, que también confieren al color sus propias valoraciones. Algunas son teorías
generalizadas y otras sólo sustentadas por determinados movimientos; incluso se
reproducen aquéllas que sólo han sido defendidas por individuos aislados, pero que,
sin embargo, por su interés o condición peculiar, consideramos merecedoras de
atención.
CAPÍTULO III
COLOR EN LA CIENCIA, EL ARTE Y LA CULTURA

Submarino amarillo

En la ciudad donde nací, vivía un navegante


que contaba su vida en la tierra de los submarinos.
Así que navegamos hacia el sol, hasta que hallamos el verde mar
y vivimos entre las olas, en nuestro submarino amarillo.

Todos vivimos en un submarino amarillo.

Y todos nuestros amigos van a bordo


y muchos otros viven al lado.
Y la banda comienza a tocar.

Todos vivimos en un submarino amarillo.

Así nuestra vida es fácil,


cada uno tiene lo que quiere
cielo azul, y mar verde
en nuestro submarino amarillo.

Todos vivimos en un submarino amarillo.

JOHN LENNON Y PAUL McCARTNEY

Entre los científicos mas relevantes de la historia que estudiaron el color y


expusieron teorías acerca del mismo hay que destacara al físico Isaac Newton (1643 –
1727), cuyos trabajos en materia de óptica fueron el punto de partida y sentaron las
bases de las actuales ideas sobre la materia.
Newton planteaba que la luz que emite el sol se compone de una mezcla diversa
de rayos, cada uno de ellos de distinto color, y que las reflexiones y refracciones de la
luz son las que hacen que los colores aparezcan, cuando se descompone la mezcla de
cada uno de sus componentes. Para demostrar esta teoría realizó su famoso
experimento de hacer pasar un rayo de luz solar a través de un prisma y, en efecto,
pudo verificarse que el rayo se descomponía en los diversos colores.
A este científico se le debe la teoría llamada “cromática”, en la que expresa que
la luz solar es compleja y está constituida por longitudes de onda diferentes. Newton
distinguía siete colores: violeta, añil, azul, verde, amarillo, anaranjado y rojo.
En el año 1672, intentó exponer por primera vez sus ideas sobre el color. A
continuación se reproduce la carta que Isaac Newton, que enseñaba matemáticas en la
universidad de Cambridge, envió al editor de una prestigiosa revista científica de la
época dando a conocer su “Nueva Teoría sobre la Luz y los Colores”, para que se
difundiera entre los miembros de la Royal Society de Londres:
Señor:
Para cumplir la última promesa que le hice, le haré saber sin más trámite que
durante el comienzo del año 1666 (cuando me dedicaba al pulido de vidrios ópticos no
esféricos), me procuré un prisma de vidrio triangular, para probar con él los famosos
fenómenos de los colores. Y habiendo para eso oscurecido mi cuarto y efectuado un
pequeño orificio en el postigo de la ventana para dejar pasar una cantidad conveniente
de luz solar, coloqué mi prisma en la entrada de tal modo que la luz pudiera ser
refractada hacia la pared opuesta. Al comienzo, era un entretenimiento muy placentero
ver los vividos e intensos colores producidos de tal modo; pero después de un rato de
haberlos considerado más seriamente me sorprendió ver que tenían una forma
oblonga, la cual, según las conocidas leyes de la refracción, hubiera debido ser
circular.
Los colores refractados estaban limitados en los costados por líneas rectas,
pero en los extremos la disminución de la luz era tan gradual que era difícil determinar
exactamente cuál era su figura, aunque parecía semicircular.
Comparando la longitud de este espectro de colores con su ancho, encontré que
era cinco veces mayor; una desproporción tan extravagante que despertó en mí una
extraordinaria curiosidad de examinar de dónde podría proceder. Apenas podía pensar
que los variados espesores del vidrio, o que el hecho de que éste estuviese envuelto
en sombra u oscuridad, pudieran ejercer alguna influencia sobre la luz para producir tal
efecto. Sin embargo, consideré que no estaría de más examinar todas estas
circunstancias en primer lugar, y así probé lo que pasaría al transmitir luz a través de
trozos de cristal de distintos espesores, o a través de orificios en la ventana de
distintos tamaños, o colocando el prisma de tal manera que la luz pasase primero a
través de él y fuera refractada antes de atravesar el orificio. Pero no encontré que
ninguna de estas circunstancias fuera pertinente. La forma de los colores fue en todos
los casos la misma.
Luego sospeché si acaso los colores se dilatarían de tal modo debido a alguna
desigualdad en el vidrio u otra irregularidad contingente que pudiera causar tal cosa. Y
para probar esto tomé otro prisma igual que el primero y lo coloqué de tal modo que la
luz, pasando a través de ambos, pudiera ser refractada en sentidos contrarios, de tal
modo que por acción del segundo prisma retomará el curso del cual había sido
desviada por el primero. Pues pensé que de esta manera los efectos regulares del
primer prisma serían destruidos por el segundo prisma, pero los irregulares serían
aumentados debido a la multiplicidad de refracciones. Lo que sucedió fue que la luz,
que había sido difundida por el primer prisma en una forma oblonga, fue reducida por
el segundo a una forma orbicular, tan regular como si no hubiera atravesado ninguno
de los prismas. De modo que, cualquiera que fuese la causa de tal alargamiento, éste
no era debido a ninguna irregularidad contingente.

Las conclusiones de Newton fueron tan discutidas y criticadas por sus pares que
decidió refugiarse en su trabajo docente aunque más tarde explicó detalladamente su
teoría cuando publicó su obra Óptica ( 1704).

Teor ía s y ap lica cio nes del color en la a ctualidad


Hoy en día, y en términos generales, la manera de expresar la totalidad de los colores
es realizando una combinación de los tres llamados primarios: rojo, amarillo y azul.
Cualquiera que sean los colores que se escojan, su interacción será diferente si se
trabaja con un método de emisión o un sistema reflector, ya que no sólo debemos
considerar al color primario o a determinada frecuencia, tal como se percibe en el arco
iris, sino también todas las mezclas y sensaciones que es capaz de apreciar la vista
humana. El problema que se presenta inmediatamente es el modo de alcanzar una
definición exacta del color, por ejemplo, por su longitud de onda; sin embargo no
siempre es posible hacerlo así ya que sólo los colores puros- los que componen el arco
iris – pueden diferenciarse de esta manera, pero la gran mayoría de los colores que
vemos son mezclas. Por ejemplo, dos objetos de igual color pueden percibirse como
distintos según la intensidad del color que emitan y esto depende de los materiales de
los que se componen: un mantel de hilo puede ser amarillo opaco y la superficie de una
mesa de formica de un amarillo brillante, aunque ambos sean del mismo tono.
Los sistemas cromáticos que se utilizan en imprenta o en emisión de pantalla
electrónica monitores, televisión, ordenadores- utilizan los colores primarios y buscan
especificar al máximo la tonalidad exacta que se desea obtener y emitir. La forma
habitual de hacerlo es aclarar la cantidad exacta de cada color que interviene en la
mezcla. Esto es lo que se conoce como sistema RGB, siglas de los colores rojo, verde
y azul e lengua inglesa: Red, Green, Blue . Otra manera de representar el color es el
llamado sistema HSL, que es el siguiente:
La percepción del color se basa en tres características básicas: matiz,
saturación y brillo, en inglés: Hue, Saturation and luminance, de donde toma su nombre
este sistema.
 Cuando se habla de matiz, se refiere a la tonalidad exacta del color en su
versión pura: rojo, verde, violeta, etcétera.
 El brillo es una apreciación individual y subjetiva de la claridad o la oscuridad.
Por ejemplo, un azul claro tiene más brillo que uno oscuro; el blanco es el color
más brillante y el negro, el más oscuro.
 En cuanto a la saturación, ésta depende de las longitudes que se suman a la
frecuencia fundamental de un color. Cuando menos saturado es un color, más
proporción de blanco tiene, acercándose a lo que llamamos tonos pastel; y
cuanto más saturado es un color más nos adentramos a la esfera de lo que
definimos como colores chillones o eléctricos.

El e fecto de la luz en la va ria ció n tonal.

Lo que se percibe como color en los objetos o en la naturaleza es el espacio que no


absorbe luz blanca. Si la luz siempre fuera pura y blanca, en todos los casos veríamos
el mismo color sin variaciones. Pero como esto no ocurre en la realidad, la luz no
siempre es blanca ni pura, ni hay una sola fuente de luz, se producen mezclas y
combinaciones de distintos tonos y colores, que dan lugar a la existencia de
tonalidades e intensidades diferentes. De manera que la iluminación es un elemento
decisivo y de igual rango que el color en el universo. El segundo depende
absolutamente de la primera.
Una casa en una calle de la ciudad donde vivimos no se ve igual a la horas del
medio día estival intensamente soleado, que a la hora del crepúsculo o por la noche
cuando está iluminada por farolas de neón. La fuente luminosa, el color propio que
aporta a la escena, su intensidad y la posible combinación con otras fuentes de luz que
actúen al mismo tiempo son elementos que modifican la percepción que tendremos del
color de la casa a que nos referimos.
Asimismo, también percibimos, aunque en un plano secundario o menos
consciente, la relación entre el color de la fuente luminosa, la fuente en sí y el nivel de
iluminación que aporta. Si ésta última es brillante solemos asociarla a un cielo
despejado y a colores fríos, mientras que si la iluminación es más tenue o hay mayor
oscuridad, nuestra imaginación nos remite a la luz de un candelabro, al fuego de una
chimenea y a colores cálidos

Tipos de luz
Aún cuando la medida de intensidad sea la misma, no es igual la percepción del color
con luz natural que si ésta procede de una fuente artificial, lo dos grandes grupos en
que se divide la luz.
La luz natural, como su nombre indica, es producto de fuentes naturales y del
efecto que producen éstas sobre distintos aspectos de la naturaleza. Dentro de este
bloque hay que considerar también las diversas procedencias y los distintos aspectos
que adquiere la luz y los matices cambiantes que vemos a través de las fuentes
naturales:
 Luz so lar : brillantes, cálida, muy reveladora de detalles.
 Luz atmo sfér ica (incluyendo el efecto solar): como la anterior, algo más
matizada y fresca.
 Luz de tor men ta e léctr ica : a medio camino entre la del sol y la fuente
artificial; puede ser más cálida o más fría; cambiante.
 Luz luna r : según la fase del astro, más o menos brillante; fría.

La luz artificial, que es la que nos alumbra la mayor parte del tiempo, no tiene el mismo
efecto que la natural. Sus características y tipo de acción son diversas, algunas
influyen en el color y otras no, aunque todas aportan matices a la percepción.
 Tiene temperaturas diversas que suelen comunicarse al color de los objetos.
 Puede ser de tipo incandescente (es parejamente luminosa y aporta más
blanco a los colores) o fluorescente (su rayo es intermitente y variable por lo
que hay variaciones de percepción de color aunque en tiempos de
frecuencia ínfima).
 Es posible dirigirla a voluntad: luz directa o indirecta, combinación entre los
focos direccionales de los que irradia, lo que aporta matices de color.
 También se le puede dar voluntariamente mayor o menor intensidad, lo que
influye en el brillo y la tonalidad de los colores.
A modo de conclusión resumida podemos decir que además de influir sobre diversos
aspectos de un objeto o de la naturaleza, tales como la apariencia o la forma, entre
otros, la luz es decisiva para la percepción del color, pudiendo modificarla en muy
diverso e importante grado.

Arte y co lor
Así como resulta imposible agotar todas las teorías científicas acerca del color, tema
tratado en el apartado anterior, igual ocurre en el terreno artístico, ya que son muchos
los artistas del campo de la plástica, de la música y de la literatura que formularon
diversas teorías parciales o totalizadoras acerca del tema.
En el caso de la pintura, en la que el color es una herramienta decisiva para
expresar la creatividad, cabe destacar la obra del pintor Vasili Kandinsky (1866- 1944),
inscrito en la tendencia del expresionismo abstracto, que publicó en el año 1910, un
trabajo titulado De lo espiritual en el arte . Reproducimos a continuación algunos
párrafos en los que el autor da ejemplos basándose con intensidad en el color rojo, que
tanta significación tiene desde el punto de vista emotivo y movilizador.
“Nuestra pintura se halla actualmente en un estadio diferente: su emancipación
de la naturaleza está en los comienzos. Hasta ahora, la utilización del color y la forma
como agentes internos ha sido más bien inconsciente. La subordinación de la
composición a una forma geométrica ya aparece en el arte antiguo (por ejemplo, en los
persas). La construcción, sobre una base puramente espiritual, requiere un largo
trabajo, que se inicia casi a ciegas y a tientas. Es necesario que el pintor cultive no
sólo sus ojos sino también su alma para que ésta aprenda a sopesar el color con su
propia balanza y que no actúe sólo como receptor de impresiones exteriores (a veces
también interiores) sino también como fuerza determinante en el nacimiento de sus
obras. (..)
“Si destruyéramos hoy los lazos que nos unen a la naturaleza y nos dirigiéramos por la
fuerza hacia la libertad, contentándonos exclusivamente con la combinación de color
puro y forma independiente, crearíamos obras que parecerían una ornamentación
geométrica, o, dicho de otra manera, parecerían una corbata o una alfombra. La belleza
del color y de la forma no es (a pesar de lo que afirman los estetas y los naturalistas,
que buscan principalmente la belleza ) un objetivo suficiente para el arte. Debido al
desarrollo elemental de nuestra pintura, tenemos poca capacidad para obtener una
vivencia interior a través de una composición cromática y formal totalmente
emancipada. La vibración nerviosa existe indudablemente (como frente a obras de
artesanía), pero se reduce al ámbito nervioso porque no despierta más que débiles
vibraciones emocionales, vibraciones del alma.(..)
“Todavía estamos estrechamente ligados a la naturaleza externa y tomamos de
ella nuestras formas. Toda la cuestión está en cómo debemos hacerlo. Es decir, hasta
dónde puede llegar nuestra libertad en la transformación de estas formas y con qué
colores pueden combinarse. La libertad puede llegar hasta donde alcance la intuición
del artista. Desde este punto de vista se comprende cuán necesario es el cultivo y el
cuidado de esa intuición. (..)
“Algunos ejemplos darán respuesta suficiente al segundo elemento de la
cuestión: el color rojo, siempre excitante y cálido, considerado aisladamente, altera
esencialmente su valor interior cuando deja de estar aislado en forma de sonido
abstracto y se utiliza como elemento de una entidad, combinándolo con una forma
natural. La suma del rojo con diferentes formas naturales, provoca también diferentes
efectos internos, que parecen familiares gracias al efecto constante y generalmente
aislado del rojo. Combinemos este rojo con cielo, flor, vestido, rostro, caballo, árbol. Un
cielo rojo nos hace asociar con crepúsculo, fuego etcétera. El efecto es natural del
cielo se acentuará. Si, por el contrario, los demás objetos se alejan de la naturaleza,
diluirán la impresión de la naturalidad del cielo, incluso la destruirán. Lo mismo
sucederá al combinar el rojo con un rostro, en el que el rojo pueda actuar como
emoción de la figura pintada o como iluminación especial. (..)
“ El rojo de un vestido es un caso diferente, ya que un vestido puede tener
cualquier color. Un rojo de este tipo funcionará con preferencia como necesidad
pictórica, porque podrá se utilizado aisladamente sin asociación con objetivos
materiales. No obstante, hay un intercambio de efecto entre el rojo del vestido y la
figura que lo lleva y viceversa. Si, por ejemplo, el cuadro tiene un tono triste, que se
concentra en la figura vestida de rojo (por su situación dentro de la composición, por su
propio movimiento, por la expresión del rostro, la posición de la cabeza, el color del
rostro, etc.), el rojo del vestido acentuará como disonancia emocional la tristeza del
cuadro y, especialmente, la de la figura central. Un color distinto, de efecto triste,
debilitaría el efecto al reducir el elemento dramático. Estamos de nuevo ante el ya
citado principio de contraste. El elemento dramático surge aquí al integrarse el rojo en
la totalidad de la composición triste, ya que el rojo cuando está aislado por completo (y
por lo tanto se refleja en la superficie quieta del alma) no infunde tristeza en
circunstancias normales.
“ El efecto será diferente si utilizamos el mismo rojo para un árbol. E tono básico
permanece, como en todos los casos ya citados , pero se añadirá el valor anímico del
otoño (ya que la palabra otoño es en sí misma una unidad, como lo es todo concepto
real, abstracto, espiritual y corpóreo); el color se funde por completo con el objeto y
crea un elemento de efecto aislado sin el subtono dramático, que notamos antes en el
empleo del rojo sobre un vestido.
“Otro caso bien distinto es el de un caballo rojo. Ya el sonido de estas palabras
nos sitúa en una atmósfera diferente. La imposibilidad natural de un caballo rojo exige
un entorno igualmente artificial donde situarlo. En caso contrario, el efecto es el de una
cosa curiosa (es decir, un efecto superficial y no artístico) o el de un cuento mal
contado (es decir, el de una cosa curiosa con fundamento, pero no artística). (.)
“Con el tiempo será posible hablar a través de medios puramente artísticos, será
innecesario tomar prestadas formas del mundo externo para el hablar interno; estas
formas nos permiten hoy reducir o acentuar el valor interno del color y la forma que
empleamos. La oposición (como el traje rojo en la composición triste) puede ser
infinitamente fuerte, pero debe mantenerse sobre un mismo plano moral.
“Aun cuando exista este plano, no se resuelve por completo el problema
cromático de nuestro ejemplo. Los objetos no naturales y los colores que les
corresponda pueden tener fácilmente el tono literario que hace de la composición un
cuento. Este resultado sitúa al espectador en una atmósfera que, por fantástica, acepta
sin objeción y en la que busca la anécdota en primer lugar y luego se insensibiliza
frente al efecto puramente cromático. En este caso, el efecto interior directo y puro del
color es imposible: lo externo domina sobre lo interno.(..)
“En todo caso, el espectador, cuando se cree en el país del cuanto, se inmuniza
contra las vibraciones fuertes del alma. Y así el cuadro pierde su objetivo. Por lo tanto,
hay que encontrar una forma que excluya ese efecto de cuento y no frene en absoluto
el efecto puro del color. Para ello, la forma, el movimiento, el color y los objetos
tomados de la naturaleza (real o irreal) no deben producir un efecto de relato
externamente coherente. Cuando, por ejemplo, menos motivación externa tenga el
movimiento, más puro, profundo e interior será su efecto.”
Avanzando hacia otros campos del arte, Kandinsky incursiona también en la
relación entre color y escena teatral y musical, citando el trabajo de creadores de estos
campos y lo expresa de la siguiente manera:
“Del mismo modo que los dos elementos principales de la pintura (las formas
gráfica y pictórica) tienen una vida independiente y hablan a través de medios propios y
exclusivos, y del mismo modo que la composición pictórica surge de la combinación de
estos elementos y de todas sus cualidades y posibilidades, así surgirá la composición
en la escena con la colaboración de los tres movimientos citados.
“Skriabin ha potenciado el efecto del tono musical con el efecto cromático
correspondiente tal como también ha hecho Arnold Schöenberg en sus cuartetos”.
Por su parte, uno de los máximos exponentes de teorías del color en la
literatura, el escritor y poeta alemán Johan Wolfang Goethe (1749- 1832) también
sostiene que “hay realmente afinidad entre sonido y color. Tono y color son como un
torrente que baja de una montaña y luego se divide en dos arroyos que fluyen por
distintos paisajes; tono y color son equivalentes. A un color claro le corresponde un
también claro, a un color brillante le corresponde un sonido agudo, y a un color
pardusco u oscuro le corresponde un sonido grave”
Goethe también dividía los colores en positivo y negativos y realizaba las
siguientes asociaciones: violeta era su idea de la alegría; sostenía que el rojo
expresaba poder; el azul oscuro le inspiraba calma y frío; el verde era- según este
autor-, el color de la atracción; al amarillo claro lo relacionaba con el ridículo y al
oscuro con la idea de la nobleza.
Guillermo Díaz- Plaja, en un análisis sobre el color en la poesía de algunos
autores españoles, apunta que el verde es un tono profusamente mencionado en
metáforas y símbolos. Entre otros ejemplos cita la rima XII del romántico Gustavo
Adolfo Becquer o el poema ”Pajarillo verde” de Juan Ramón Jiménez. Asimismo apunta
que este color es el con más frecuencia aparece en la poesía de Federico García Lorca
(novena y ocho veces). Continuando con la obra del poeta granadino señala que éste
hace setenta y ocho menciones del blanco en sus versos y el azul aparece en setenta
ocasiones.
La especialista en poética lorquiana Alilce M. Pollin, en A Concordance to the
Plays and Poems of Federico García Lorca, también se detiene en este rasgo, del que
comenta: “Verde significa- igual que la luna con la que está íntimamente compenetrado-
vida, amor y muerte, y todo ello visto con la peculiar sensibilidad poética de García
Lorca. Verde, pues, contribuye fuertemente a la agitanización de este poema”.
Por ultimo, volviendo a la pintura, nos detendremos por su especial interés y
singularidad en algunos pintores universalmente reconocidos, que durante
determinados períodos han creado su obra, trabajando con un solo color. Tal es el caso
del malagueño Pablo Ruiz Picasso (1881- 1973), que comenzó en 1901 lo que luego se
denominó su “período azul”, que se prolongó hasta 1904. En esta línea de color, una de
sus obras más relevantes es La vida . Poco tiempo después, inició la “época rosa”
(1905 y 1906), época que coincide con el momento en que sus cuadros comienzan a
valorarse y venderse. En 1907, trabajando ya con la paleta cromática completa, pinta
Les demoiselles d’Avignon, y junto a Georges Braque (1882- 1963) funda la corriente
que se denominó la “revolución cubista”.
Precisamente en la obra de este último, una de cuyas composiciones más
famosas es el cuadro titulado Marrón y azul, los colores se reducen progresivamente a
ocres, verdes y grises y todo ello se transforma en volúmenes geométricos.
Para terminar esta breve relación de la presencia de un color preponderante en
la obra de algunos pintores especialmente escogidos citaremos al aragonés Francisco
de Goya y Lucientes (1746-1828), cuya opinión y perspectiva ideológica acerca de
determinados sucesos ocurridos en su país y época, tales como la invasión francesa,
se reflejarán en su pintura, que se volverá progresivamente más oscura y con mayor
presencia del color negro. Más tarde, cuando Vicente López lo reemplaza como pintor
de cámara, Goya inicia un período de aislamiento en el que se suceden sinsabores y
problemas, enfermedades y acusaciones de la Inquisición por haber pintado ciertos
cuadros considerados moralmente reprobables como L a maja desnuda , lo que lo llevará
a una reclusión completa en una finca en las afueras de Madrid. Es allí donde creará su
obra suprema, las Pinturas Negras , en las que el artista expresará sus miedos y
fantasías más macabras que lo llevarán al borde de la locura.
Se podría seguir abundando en los ejemplos de cómo el color fue y es
inspiración, motivo creativo o metáfora en las diversas artes, pero resultaría
prácticamente imposible tratar el tema exhaustivamente, incluso en una obra
enciclopédica sobre el tema

CAPÍTULO IV
EL ORGANISMO, TOMO POR TONO

Rosas de cada día

¡He abierto mi balcón y me he encontrado azul


la tarde y el jardín!... ¿Qué azul, Dios mío, es éste?
Parece una penumbra velada por un tul
que todo lo hace sueño con su vagar celeste.

La estrella está en la en la torre; y tú, alma mía, ahora


Irás - ¿por qué camino?- buscándote un consuelo...,
¡Oh tibia, oh melancólica, florida y dulce hora
en que el dolor clava los ojos en el cielo!

Jardín, tú estas celeste, celeste, tú balcón,


Celeste el agua, el árbol, el corazón celeste;
Está todo celeste: la pena, la ilusión ...
¿Qué azul, Dios mío, es éste? ¡Qué azul, Dios mío, es éste!

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ

Uno de los códigos con los que se trabaja en cromoterapia es el de la correspondencia


entre órganos o partes del organismo, así como de los sistemas (digestivo, locomotor,
etc.) con los diversos colores. Algunos expertos afirman que una persona que se
encuentra bien desde el punto de vista físico y emocional, con niveles óptimos de
energías, se sentirá indistintamente atraído por cualquiera de los colores de la gama
tonal. Y que, en cambio, hay una tendencia natural a preferir determinado color cuando
se produce un desequilibrio y escasea la energía de un color determinado a causa de
una dolencia orgánica o psicológica; en este caso hay una tendencia natural a buscar
ese color en el ambiente, usando ropas del tono en cuestión e incluso eligiendo
alimentos en los que éste predomine.
Los colores en la naturaleza o los objetos, como ya se ha visto, son opacos,
brillantes o pastel; estas condiciones dependen de la luz, y la máxima intensidad de luz
que atraviesa una superficie de color es lo que se denomina resplandor.
La escritora Lilian Verner- Bonds, en su libro sobre cromoterapia, llama al
resplandor “el rayo de los rayos”, subrayando que para los seres humanos la fuente
principal de resplandor es el sol y lo recomienda como agente transformador en
cualquier situación adversa de la vida o cuando hay bloqueos que impiden avanzar.
Ciertos elementos naturales son buenos conductores del resplandor. Cuando
brilla el sol, por ejemplo, lo es el agua de los ríos, de los lagos y del mar. También las
gemas o los cristales, expuestos a la luz solar o a un potente foco de luz artificial,
emiten un rayo peculiar, que es su propia manera de resplandecer, tomando la
tonalidad que es propia de cada piedra.
Es especialmente relajante adentrarse en el mar a las horas de máxima luz y
flotar boca arriba recibiendo los beneficiosos rayos del resplandor solar, o realiza un
ejercicio como el que se describe a continuación, recomendado por Alicia Gallotti en el
fascículo dedicado al cuarzo hialino de la colección La energía de las piedras . Según
esta autora, ayuda a purificar cuerpo y espíritu de las cargas negativas que se van
acumulando por diversas razones, porque el poderoso resplandor que emite la luz a
través de este cristal transparente es un excepcional agente de limpieza:
Se escoge un lugar tranquilo y se enciende incienso para perfumar el ambiente,
si se desea. Después, hay que acostarse sobre una alfombra, con los brazos
extendidos a lo largo del cuerpo, manteniendo las palmas hacia arriba, y las piernas
algo separadas, de manera que los pies caigan relajados hacia los lados. A
continuación, se coloca un cristal de roca por encima de la coronilla con el vértice
apuntando hacia fuera, otro se sitúa entre las cejas, en el llamado tercer ojo, y por
último se pone otro cristal de roca entre las piernas, cerca de la base de la columna,
con el vértice también hacia fuera.
Después de realizar unas cuantas respiraciones abdominales, hay que
concentrarse en el recorrido que hace el aire por el interior del organismo, y una vez
que se sienta un estado de calma y laxitud, se deja que fluyan imágenes placenteras a
través de la mente, insistiendo en las relacionadas con agua en movimiento, como si
olas tranquilas o cascadas de salto suave bañaran cuerpo y espíritu, barriendo la
negatividad acumulada.
Además de reequilibrar y atraer la paz de espíritu y la claridad de juicio, el
resplandor que baña el cuerpo cuando se realiza la práctica anterior una vez a la
semana, es especialmente útil para eliminar desechos e impurezas de todos los tejidos
orgánicos, así como para reforzar el sistema linfático.

Colores asociados a las diversas partes y sistemas del organismo

En primer lugar, dos palabras acerca del blanco y el negro, los opuestos que en la
escala cromática representan toda la luz o su total ausencia. El bla nco sólo se asocia
al globo del ojo, y en las terapias naturales es una de las principales herramientas de
diagnóstico para detectar problemas de salud, ya que según los expertos es un
verdadero mapa del organismo. En cambio, el ne gro no está relacionado con ninguna
parte del cuerpo, aunque aparece en el aura cuando hay enfermedad. Por su parte, el
gri s, combinación de ambos, tampoco se asocia a ninguna zona orgánica, pero se lo
considera paradigmático de la falta de salud.
 Rojo
Este color está relacionado con el sistema reproductor y, por lo tanto, con los
órganos genitales y las glándulas de las que dependen su funcionamiento: en las
mujeres, con los ovarios, y en los hombres, con los testículos. Asimismo, es el color del
aparato circulatorio y de la sangre; se considera también un buen activador de la
descarga de adrenalina.

Virtudes curativas que se le atribuyen:


El rojo se utiliza en cromoterapia para despejar el sistema circulatorio cuando está
obstruido, hay mala circulación periférica o profunda o endurecimiento del sistema
arterial. (Es importante no utilizar este color cuando hay problemas cardíacos graves
en el pecho y en la zona por encima de la cintura).
Se considera también que es beneficioso en casos de infertilidad tanto masculina
como femenina. En otro orden de cosas, puede aliviar calambres y problemas
musculares relacionados con la mala circulación como en las pantorrillas y en los pies.
Algunos terapeutas lo recomiendan para acelerar la evolución y la curación en
procesos de resfriados o catarros.

 Amar illo
Se asocia fundamentalmente a la zona del plexo solar y el abdomen; en cuanto a
los sistemas orgánicos, está relacionados con el aparato digestivo, con especial
incidencia sobre el estómago; también el páncreas, el hígado, la vesícula biliar y el
bazo. La piel y el sistema nervioso son otras de sus atribuciones.
Virtudes curativas que se le atribuyen:
Ejercen un efecto positivo sobre la agilidad de los reflejos y es un buen calmante
de los dolores reumáticos. Elimina toxinas y es estimulante de las secreciones
gástricas que facilitan la digestión, así como el apetito se e padece de anorexia de
origen nervioso.
Ha demostrado ser un buen paliativo en trastornos propios de la menopausia,
como los sofocos, y alivia problemas debidos a la menstruación y disfunciones
hormonales femeninas, en general. Actúa beneficiosamente sobre los síntomas que
provoca la diabetes.

 Azu l
Las partes del cuerpo regidas por este color son la nuca, la garganta, las vías
respiratorias inferiores (los pulmones) y los músculos de la parte alta de los brazos.
De los sistemas glandulares, controla la tiroides y la paratiroides.

Virtudes curativas que se le atribuyen.


Es un buen agente para la recuperación de infecciones de garganta. Se usa para
aliviar los dolores que genera la tensión en el cuello, la base craneal, los hombros y los
brazos. En pediatría calma los dolores e inflamación de la dentición. Reduce los
estados febriles de diversas enfermedades, ya que ejerce un efecto calmante en
general en el estado de cualquier convaleciente, por lo que se recomienda utilizar
bombillas de este color en la habitación de los enfermos.
En relación con este color, cuya gama es inmensa en matices y tonalidades, cabe
destacar el prestigioso añ il, cuyo valor simbólico como protector y amuleto se ha
mencionado en el capítulo correspondiente.
La zona del cuerpo que representa es el esqueleto, sobre todo la columna
vertebral; su glándula es la pituitaria, y se asocia también a la vista y a los pechos
femeninos
Como agente terapéutico se considera un excelente calmante y bactericida; en
trastornos femeninos es beneficioso su efecto en las inflamaciones mamarias y dolores
en los senos, propios del período premenstrual y menstrual en algunas mujeres.
También regula la tensión sanguínea, porque ayuda a bajarla.

 Ver de
Esta relacionado con el corazón, los hombros, la zona pectoral y la parte inferior
de los pulmones,.La glándula que rige es el timo.
Virtudes curativas que se le atribuyen.
Es un buen revitalizante en estados de estrés y de ansiedad; se considera un
paliativo para los problemas de hígado, sobre todo si van acompañados de náuseas y
dolores de cabeza. Es un calmante eficaz para el acné juvenil y otros trastornos
cutáneos como urticarias. En algunos casos, se recomienda para ayudar a mantener la
calma durante los dolores que provocan las contracciones del parto y como alivio de la
depresión posparto que sufren algunas madres.
 Nar anja
Este color se relaciona con la región lumbar y el sistema digestivo (en particular,
la parte inferior de los intestinos y los riñones). Asimismo, el aparato respiratorio es
una de sus zonas de influencia, y va asociado también a las glándulas suprarrenales.

Virtudes curativas que se le atribuyen:


Alivia trastornos respiratorios de origen psicológico como, por ejemplo, el asma, o
de raíz orgánica como la bronquitis y la insuficiencia respiratoria asociada a vías
tapadas transitoriamente. Se aconseja como paliativo en todo tipo de espasmos de tipo
gástrico e incluso en convulsiones epilépticas o tos nerviosa, tics, etcétera. Puede
aplicarse como tratamiento calmante del en caso de calambres, rotura de ligamentos,
fracturas o reuma.

 Vio leta
Es el color que se asocia al cerebro y en general, a toda la cabeza, sobre todo la
parte superior (cuero cabelludo, etc.). Rige la glándula pineal.
Virtudes curativas que se le atribuyen:
Resulta muy beneficioso para aliviar las inflamaciones y se recomienda como
regulador del músculo cardíaco y del pulso acelerado. Alivia migrañas y jaquecas, y
refuerza el sistema inmunológico y nervioso cabelludo.
En sus matices más fuertes como el púrpura, este color no debe utilizarse durante
mucho tiempo ni con demasiada frecuencia, así como tampoco conviene exponer a los
niños a su rayo, porque puede provocar reacciones de desasosiego o depresión.

Colora ció n en la co mid a.


La cromoterapia atribuye a los alimentos, según el color que tengan, ciertas
características que puedan beneficiar a la salud. Si se ingieren los alimentos
adecuados se ayuda al organismo a restablecer el equilibrio perdido en casos de
enfermedades o carencias. Estas son las valoraciones generales por grupos de color
de los productos comestibles más habituales:
 Los productos alimenticios de color rojo: pimientos, fresas, carne, tomates,
guindillas, etcétera. Son estimulantes, producen energía y dinamismo, y restablecen el
entusiasmo y el apetito.
 Los de color amarillo: plátanos, pimientos de ese color, limones, maíz; son
muy buenos para eliminar grasas, por su rapidez circulatoria.
 La comida de color azul, violeta, o púrpura, escasa en general, aunque las
berenjenas y algunas bayas tienen este color, aportan sosiego y liberan de las
sensaciones de cansancio o del aburrimiento que genera la rutina.
 Los alimentos de color naranja potencian la asimilación de otros que se
ingieren: naranjas, zanahorias, calabaza, albaricoques, melocotones, son algunos de
ellos.
 En cuanto a los verdes: pimientos, calabacines, lechuga, kiwis, judías
tiernas, guisantes; tienen poder desintoxicante y aportan vigor y energía física y
mental.

LOS FUNDA ME NTOS DE LA CROMO TE RAP IA EN OP INIÓ N DE LOS EXPE RTOS

Todos los teóricos y practicantes de esta terapia están de acuerdo en afirmar


que con el sistema espectro – cromático del doctor Agrapart se consiguen resultados
terapéuticos sorprendentemente positivos; él mismo explica el origen de la curación por
la luz a través de un proceso que denomina “Entonación” (Tonation en lengua inglesa),
derivado del aura luminosa que rodea el cuerpo humano. Es decir, que en este método,
que utiliza seis colores, se define el origen de la curación por la luz como una medicina
energética que utiliza los principios de la acupuntura china para su metodología, una
aplicación terapéutica que resulta de gran sencillez y eficacia.
Aquellos lectores interesados que deseen abundar más en los fundamentos
científicos de la cromoterapia pueden consultar trabajos académicos sobre el tema, en
los que se describen experiencias realizadas con pacientes afectados por el sida en la
Universidad de Monterrey, o con enfermos con problemas de circulación periférica o
afectados por úlcera varicosas en el Hospital Juárez, entre otros textos.
Pero en términos de divulgación sólo comentaremos que, aunque pueda parecer
que la polarización que induce la estimulación de la luz coloreada sobre la superficie
de la piel, no penetra y, por lo tanto, no alcanza a ejercer su acción sobre los órganos
internos, este proceso sí ocurre gracias a la existencia de ciertas partículas que tienen
la capacidad de ingresar de manera no visible en el cuerpo humano. Y es importante
recordar que está probado científicamente que las células vivas transforman la energía
lumínica en energía bioquímica; precisamente los premios Nobel de química y física
concedidos en el año 1988 fueron para los investigaciones relacionadas con este tema.
La polarización inducida por el estímulo de la luz sobre la superficie de la piel
alcanza los órganos internos sin dañar ninguno de ellos, ya que el organismo está
naturalmente preparado para recibir la luz, al estar expuesto normalmente a la luz
solar. Explicado a través de un sencillo ejemplo sería de la siguiente manera: si alguien
va andando por la calle de una ciudad durante un día soleado y viste ropa de
determinado color, la luz del sol atraviesa la tela y penetra en el organismo con la
coloración de la misma; aunque no se pretende en un caso como éste que haya un
efecto terapéutico ni de ningún otro tipo, tampoco se produce efecto nocivo alguno.
Las relaciones del organismo a la cromoterapia producen efectos beneficiosos
probados sobre el sistema inmunológico y según los colores que se utilicen se generan
reacciones positivas para combatir virus en incluso para destruir las células dañinas del
cáncer. En este último caso, ciertas células destructivas que el sistema inmunológico
orgánico no percibe porque se enmascaran, son detectadas por la luz y
automáticamente aparece una respuesta natural del cuerpo que las ataca y elimina.
Por lo tanto, a partir de la primera exposición a la luz se inicia inmediatamente
el proceso curativo, al permitir el trabajo pleno del sistema inmunológico en el combate
contra las células y cuerpos extraños que habían pasado desapercibidos antes del
tratamiento cromoterapéutico; estos efectos comienzan a percibirse en diferentes
períodos de tiempo después de la exposición a la luz coloreadas, siendo el lapso
máximo que transcurre para ello de 36 horas.
Hay que recordar que el cuerpo humano está naturalmente dotado de una
especie de programación automática, por la que el organismo utiliza todas las
reacciones químicas que lo nutren o fortalecen y desecha todo aquello que lo perjudica.
Cabe señalar que esta reacciones se producen por trillones a cada instante. La
cromoterapia consigue provocarlas y aumentarlas cuando las defensas están bajas.
Asimismo la exposición a la luz coloreada consigue estimular la producción de
ciertas secreciones del hipotálamo, para así lograr la normalización de todas las
funciones hormonales orgánicas. De este modo se pueden curar dolencias graves y
crónicas como la diabetes, la cirrosis hepática y muchas otras.
Las explicaciones de los doctores Michele y Christian Agrapart resultan
sumamente útiles para aplicar correctamente el tratamiento cromoterapéutico, y así
evitar errores que pudieran generar efectos negativos o sencillamente no producir
ninguna mejora sobre determinada dolencia. Puesto que la suya es una teoría que
parte de una visión energética similar a la que utiliza la milenaria acupuntura china,
óptica muy diferente de la que tiene la medicina occidental, la cromoterapia moderna
conjuga estos conocimientos con otros que proceden de la química orgánica.
El método de seis colores creado por los doctores Agrapart, se basa en los
siguientes efectos que genera el color sobre los seres vivos.
Rojo: proporciona energía cálida; quita frío.
Naranja: aporta energía fría; retira calor.
Verde: da energía seca; elimina la energía húmeda.
Azul: aporta calor y humedad; quita frío y sequedad.
Amarillo: da frío y sequedad; retira calor y humedad.

Los conceptos frío, caliente, húmedo y seco así como sus combinaciones, hacen
referencia a la concepción energética de la teoría médica china tradicional. Por lo
tanto, no debe entenderse literalmente que le color de la luz roja aumenta la
temperatura en términos de grados centígrados, o que la luz anaranjada los hace
descender, sino que se refiere a cualidades energéticas atribuidas por esta medicina a
las dolencias que puedan padecerse. La determinación del tipo y del color de luz que
se requiere en cada caso la decide el terapeuta una vez realizado el diagnóstico que le
permite distinguir con qué variedad de estas energías se pueden combatir la dolencia.
El doctor Manuel Zurita López, que desarrolla su trabajo en México, ofrece un curso
completo sobre cromoterapia que se difunde a través de la red de Internet. De sus
explicaciones extraemos algunas informaciones útiles para el lector ya que, según sus
propias palabras, ofrece “este conocimiento de forma gratuita para su beneficio
personal, de su familia, de su país y de la humanidad”. En primer lugar, describe el
método cromoterapéutico del llamado “sistema francés”.
Cualquier persona pueda construir una lámpara para cromoterapia, con los siguientes
elementos:

 Una fuente luminosa, que puede ser una bombilla de halógeno (en México se
utilizan de 100 y 300 vatios).
 Una caja que permita la salida de la luz por un solo orificio.
 Micas de colores o vidrios para emplomados con los respectivos colores.
 Un ventilador para eliminar el color.
 Un reloj para medir los tiempos de exposición, que se desconecte
automáticamente.
 Un modulador de intensidad de la corriente eléctrica, para aumentar o disminuir la
intensidad lumínica.
 Un interruptor de corriente.

Según el mismo cromoterapeuta, las sesiones pueden tener diversa duración según el
método que se emplee. En el caso del sistema ya mencionado del matrimonio Agrapart,
las sesiones son de ocho minutos y tienen el siguiente desarrollo:
Se aplica una iluminación (denominada “prolongada”) sobre la zona enferma
durante cuatro minutos. Luego, un tiempo de iluminación (denominado “breve”), que
consiste en aplicar el color complementario durante diez segundos, cuatro veces
seguidas, en secuencias separadas por sesenta segundos de oscuridad. Una vez
terminada la sesión, es conveniente mantener la zona donde se aplicó la estimulación
lumínica en la oscuridad durante algunos minutos.
Siempre se sigue este esquema, de modo que invariablemente aparece en
primer lugar el color prolongado y luego, el breve. Por lo tanto, si un terapeuta
prescribe aplicar rojo + verde, querrá decir que se aplicará cuatro minutos de color rojo
y, posteriormente, el verde se aplicará cuatro veces, diez segundos cada vez.
Es importante señalar que las sesiones de cromoterapia deben realizarse en un
medio oscurecido para que la iluminación coloreada llegue sin distorsiones hasta la
piel, de tal manera que la intensidad de la lámpara que se utilice sea más potente que
la luz ambiental. Si no se tiene esa precaución puede llegar a fallar la efectividad del
tratamiento.
Se llama también en cromoterapia “sesión de aplicación ocular breve” a la
aplicación que se realiza utilizando una lámpara de mano, que no sea muy potente,
para usarla con el filtro del color correspondiente, dirigida hacia los ojos abiertos,
durante siete segundos en cuatro ocasiones, con un minuto de espera entre cada
aplicación. En los casos de aplicación ocular, sea breve o no, se coloca la fuente
luminosa a 45 grados, de tal manera que quede de lado. La luz utilizada ocularmente
debe ser tenue para no lesionar los órganos de visión y para que no resulte
desagradable para quien la recibe. Al final de las aplicaciones deberá colocarse un
antifaz sobre los ojos para mantenerlos aislados de la luz ambiental durante un período
que varía entre cinco y veinte minutos. Las aplicaciones oculares normalmente buscan
regular las reacciones psíquicas.
Otr os aspecto s de la s cura s con colo res.
El origen delas enfermedades se clasifica en cualquier tipo de medicina y se divide en
dos grandes áreas:
a) Aquéllas que tienen un origen físico: infecciones, virus, traumatismo,
órganos con disfunciones, etcétera.
b) Trastornos de carácter o problemas orgánicos que proceden de problemas
de tipo psíquico, mental o espiritual.

Las terapias con colores pueden aliviar ambos tipos de enfermedades, no como
sustituto de los medicamentos, sino contando con la potencia curativa original de la luz
que incide en todos los aspectos del ser humano, ya que tiene una fuerza energética
muy potente que procede de la energía cósmica. Así lo verifican día tras día los
cromoterapeutas que, al aplicar radiaciones de color adecuadas en cada caso
patológico, comprueban que resulta eficaz para restituir la salud de los pacientes.
Los métodos de diagnóstico pueden ser los habituales que utiliza cualquier
medicina tradicional (análisis, radiografías, etc.), o los más frecuentes en las terapias
naturales (diagnóstico por el iris del ojo, observación del aura, control del pulso...). Una
vez se conocen los síntomas y las causas de la enfermedad del individuo, se procura
descubrir los colores que faltan en el organismo y se intenta devolver el equilibrio al
cuerpo y eliminar el trastorno. Para ello, se averiguan los hábitos, el humor y las
reacciones del paciente.
El hindú Jwala P. Munsiff descubrió, después de innumerables experiencias, que
el diagnóstico del color que le falta a un individuo se puede hacer por medio del
examen de los colores del globo ocular, de las uñas, la orina y las heces. Cabe señalar
que en ocasiones el diagnóstico por el color de los ojos puede inducir a error o no ser
demasiado fiable; sin embargo, los colores de los otros tres elementos proporcionan la
información correcta y desvanecen las dudas que puedan aparecer. Detectada la
enfermedad o la deficiencia en la cantidad correcta de brillo solar en el organismo, ésta
será restituida mediante la inhalación, introducción o proyección de los tonos
necesarios. Como métodos físicos se pueden mencionar los siguientes:
1) Una habitación donde la luz del sol esté presente todo el día, de
manera giratoria, según el tránsito del astro, en la que se coloquen velos del color
necesario en las ventanas y que permita que el paciente reciba la irradiación correcta a
diversas horas del día situándolo en el ángulo adecuado.
2) También puede envolverse el cuerpo del paciente o parte del mismo-
donde radique el trastorno- con velos de color para recibir los rayos solares.
3) Para ciertos tipos de enfermedad como la parálisis, se utilizan unas
bolsas hecha con dos medias de algodón y una de sal. Antes de ser usadas, las bolsas
de sal se cargan de color durante una hora exponiéndolas a la radiación de la luz del
sol o de una bombilla.
4) Las lámparas terapéuticas de color o de luz solar artificial, como las
que se han descrito antes o de otro tipo, son muy utilizadas en clínicas, en lugares
donde no hay luz del sol y durante la noche. Es el tratamiento más común en la
cromoterapia.
CAP ÍTULO VII

APL ICACIO NES


CRO MOTERA PÉUTICAS PRÁ CTICAS

¿Quién me compra una naranja?

¿Quién me compra una naranja


para mi consolación?
Una naranja madura
en forma de corazón. ( )

La sal del mar en los labios,


¡ay de mí!
la sal del mar en las venas
y en los labios recogí.

Como se pierden las barcas,


¡ay de mí!
Como se pierden las nubes
y las barcas, me perdí.

Y pues nadie me lo pide,


Ya no tengo corazón.
¿Quién me compra una naranja
para mi consolación?

JOSÉ GOROSTIZA

Aunque la forma más habitual de las aplicaciones terapéuticas del color es utilizar
directamente luz coloreada sobre el paciente sobre la zona a tratar, tal como se
explicaba en el capítulo anterior, ésta no es la única, ya que el fundamento de la
cromoterapia es la curación por transmisión de energía y más exactamente de la
energía que emiten los colores, cada uno de acuerdo con su longitud de onda, de modo
que diversas materias pueden ser conductores de la carga benéfica del color
exponiéndolas a éste y a la luz solar.
Entre los vehículos más utilizadas por la cromoterapia hay que mencionar el
agua, el azúcar, el aceite, el vino y el aire, y los alimentos, como ya se ha comentado
anteriormente.
Para dar una carga de color a determinada sustancia, lo habitual es colocarla en
un recipiente de cristal coloreado y exponerlo directamente a la luz del sol. Cuanto más
tiempo se mantenga la exposición, más intensa será la energía y más duraderos sus
efectos. Los líquidos poco densos como el agua o el vino deben exponerse, como
mínimo, durante un lapso de cuatro horas; el aceite, en cambio, necesita por lo menos
cuarenta días de irradiación solar constante, mientras que el azúcar requiere uno s
quince días, aproximadamente.
La carga energética de color no se mantiene indefinidamente y es preciso
renovarla a menudo, dependiendo de la tonalidad de que se trate. Por ejemplo, el agua
contenida en una botella azul, que es un color antiséptico, mantendrá su actividad
durante muchos meses, pero si es de color rojo o amarillo habrá que recargarla cada
tres semanas en invierno y una vez por semana en verano, debido a que la irradiación
solar es mucho mayor e intensa en esta estación.
En cuanto al aire, puede cargarse en unos pocos minutos y, al respirarse
directamente de la botella, se consigue recibir a través de los conductos respiratorios
la acción estimulante o sedante correspondiente al color utilizado. La respiración del
color consiste en que el paciente inspire visualizando el color, lo proyecte hacia su
cuerpo e interiorice sus beneficios mientras el terapeuta proyecta ondas mentales del
mismo color sobre la zona afectada.

Util ización dire cta de l co lo r.

Se emite proyectando luz con una linterna o un foco a través de telas u otros
materiales transparentes de los colores puros requeridos o en combinaciones. Se van
poniendo y quitando las distintas trasparencias para conseguir secuencias y cambios
rápidos del color de la luz emitida, según requiera el tratamiento.

 Rojo
Es un color cálido que transmite vitalidad a todos los sistemas y órganos. Para
el aparato circulatorio el rojo es beneficioso en casos de tensión baja. Cuando los
hombres padecen impotencia de origen vascular es el tono más indicado, así como en
otros problemas vasculares en los que no haya hipertensión; también se prescribe en
casos de anemia, ya que favorece la multiplicación de los glóbulos rojos. En cuanto al
sistema nervioso, este color ayuda a superar los estados de abatimiento y las
enfermedades crónicas como el reumatismo o la bronquitis. Es eficaz en el alivio de las
menstruaciones dolorosas o de flujo muy abundante. Su utilización sobre el aparato
digestivo ayuda en procesos de digestión lenta o pesada, estreñimiento, vesícula
perezosa y gastritis. La piel se beneficia del estímulo del rojo, que también resulta útil
para aumentar la fuerza de voluntad y la paciencia.

 Nar anja
Se obtiene mezclando rojo y amarillo; es un color caliente y alegre, muy
indicado para estimular, pero no tiene tanta fuerza como el rojo. Se receta
especialmente para el reumatismo crónico, el asma, la bronquitis (sobre todo la de los
fumadores), los cólicos biliares, la epilepsia y los problemas femeninos que aparecen
durante la menopausia, como los sofocos.

 Amar illo
Pertenece también al grupo de colores cálidos; es inspirador, comunica vigor y
resulta estimulante. Es muy eficaz en trastornos digestivos como estreñimiento,
indigestión y flatulencia. Las enfermedades crónicas de la piel responden muy bien a
este color: eczemas, psoriasis, urticarias y otras similares. También ayuda a aliviar las
hemorroides y facilita el flujo urinario, por lo que puede usarse en el tratamiento de la
hipertensión como diurético moderado. En otros aspectos, el amarillo fortalece la
capacidad intelectual y favorece el aprendizaje.
 Ver de
Es un color sedante tanto en el aspecto físico como psicológico. Es muy positivo
para los problemas de la vista; se prescribe en casos de hipertensión arterial,
neuralgias de todo tipo, enfermedades del corazón, dolores de cabeza y gripes. Ayuda
a calmar los dolores de cualquier enfermedad o postoperatorios. Calma los nervios, los
estados de histeria y la agitación.

 Azu l
Por sus virtudes sedantes, antiinflamatorias, refrescantes y antisépticas es muy
utilizado en tratamientos cromoterapéuticos. Es extraordinariamente efectivo para bajar
la fiebre, calmar jaquecas y dolor de muelas; también es un buen antiespasmódico que
se recomienda cuando hay vómitos, diarrea, cólicos y, en general, en todas las
enfermedades que causan espasmos dolorosos. Combate las infecciones de cualquier
tipo como conjuntivitis, anginas, infecciones urinarias o bronquitis agudas. Es un eficaz
cicatrizante de heridas y paliativo en caso de quemaduras.
También se usan asiduamente en cromoterapia los colores que se indican a
continuación:
 Ín digo : para tratar neumonías, asma, indigestión, catarros y trastornos de la
menstruación.
 Vio leta: c ombate el insomnio; estimula el aumento de los glóbulos
 Púrpu ra: sirve para fortalecer los pulmones y los riñones. Si se ingiere agua o
azúcar cargados con este tono aumenta el apetito, favorece el buen funcionamiento
hepático y mejora la digestión.

Algu nas recetas comp roba damente e fica ce s

El doctor Zurita proporciona en su curso una larga relación de recetas


cromoterapéuticas de las que extraemos algunos ejemplos.

 Rojo + ve rde se recomienda para tratar, entre otras dolencias:


Artrosis
Cefalea por frío
Cicatriz retráctil
Contractura muscular
Edema de piernas por clima caluroso
Estrías cutáneas
Hematomas
Jaqueca por frío
Resfriados (aplicado en la espalda)
Traumatismos

 Nar anja + azu l son los colores eficaces para:


Acelerar la cicatrización postoperatoria y quitar el dolor
Artritis, inflamación de articulaciones
Bronquitis por calor húmedo
Ciática
Conjuntivitis
Eczema con comezón o pus
Hemorragias
Orzuelo con comezón o pus
Hemorragias
Orzuelo, o “perillas”
Otitis (alivia el dolor aplicado al interior del oído)
Quemaduras

 Azu l + nara nja sirven para curar:


Bronquitis por clima frío
Espasmo nefrítico
Calambres de estómago
Cistitis
Colitis con espasmo

 Ver de + rojo son los colores que se aplican para:


Aftas
Ardor de estómago
Cicatriz edematosa
Diarrea por calor
Encías hinchadas
Gastritis
Hemorragias nasal (aplicación externa)
Herpes (en tratamiento precoz)
Pérdida de memoria por fatiga mental
Picaduras de insectos (hinchadas)

 Nar anja + ver de , son los indicados para:


Cicatriz inflamatoria
Psoriasis

 Rojo (prolongado a nivel ocular) es eficaz en caso de:


Angustia posterior a un intenso choque efectivo

 Nar anja (aplicación ocular breve de baja intensidad), para aliviar:


Fiebre posterior a insolación y cefaleas por calor
Hipertensión arterial de origen psíquico
Insomnio (si el paciente se despierta a intervalos durante la noche)
Nerviosismo- irritabilidad
Sudoración de manos y pies de origen nervioso

 Ver de (aplicación ocular breve de baja intensidad), útil en los tratamientos de:
Cefalea por humedad
Insomnio, cuando hay dificultad para conciliar el sueño

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