Origen y Crecimiento de la Investigación Científica y Microbiológica en Venezuela.

A mediados del siglo pasado, el crecimiento de la comunidad científica venezolana no era

muy importante desde el punto de vista del gobierno que estaba al mando en dicho momento,

pero con el transcurrir del tiempo, se ha podido evidenciar lo esencial que es la formación

científica para el desarrollo del país.

El acontecimiento con el cual comienza el progreso de la microbiología venezolana fue la

creación de la cátedra de Bacteriología y Fisiología de la Universidad Central de Venezuela, por

el doctor José Gregorio Hernández; a partir de allí simplemente se crearon varias instituciones

referentes al estudio de las ciencias pero ninguna fue de abundante interés por la comunidad

venezolana.

Una de las instituciones más importantes creadas fue el Instituto Venezolano de

Investigaciones Científicas (IVIC), el cual contaba con una gran suma de laboratorios enfocados

a estudios moleculares en procesos infecciosos, morfogenéticos, genéticos, inmunológicos, entre

otros. Se creó la primera Facultad de Ciencias del país en la UCV, con el propósito de producir a

los investigadores necesarios para poner en marcha el avance científico del país. Esto trajo como

consecuencia la apertura de dicha facultad en las diversas universidades del país y además, la

creación de otras instituciones similares a IVIC, aplicadas al trabajo científico.

Una de ellas fue el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas

(CONICIT (actualmente destinado al estudio microbiológico, principalmente)), que se regía por

los siguientes principios:

Mientras más ciencia de cualquier tipo, mejor; los beneficiarios de subvenciones o becas debían ser

elegidos por su excelencia individual más que por la pertinencia de sus proyectos; la ciencia aplicada y el
desarrollo seguirían automáticamente a partir de la ciencia básica de la más alta calidad. (San-Blas, 1998,

p.8)

En la actualidad, estos principios fueron reordenados debido a problemas económicos:

Sin desmerecer los principios antes señalados, se pretende ahora promover una investigación científica

y tecnológica de alta calidad, a la vez que más próxima a los problemas, necesidades y oportunidades del

país, con miras a mejorar la calidad de vida del venezolano; concretar la cooperación entre los

investigadores para conjugar esfuerzos y capacidades; acentuar el apoyo a las actividades regionales;

fortalecer la cooperación entre los investigadores para conjugar esfuerzos y capacidades; acentuar el

apoyo a las actividades regionales; fortalecer la cooperación internacional para aprovechar la experiencia

de otros países; crear programas estratégicos nacionales en salud, agro, industria y comercio, educación,

ambiente, etc.; formación de recursos humanos; diseño y ejecución de políticas estratégicas de desarrollo

científico y tecnológico. (San-Blas, 1998, p.8)

Y como consecuencia, se crea el Sistema de Promoción del Investigador (SPI), para

recompensar económicamente a los investigadores. Durante la dictadura en 1950, debido al

cierre de la universidad y gracias a Francisco de Venanzi y Augusto Pi Suñer, se creó la

Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (AsoVAC), destinada a representar a la

comunidad científica ante la sociedad y el gobierno, y la cual sigue ejerciendo hasta la fecha. Así

también, se realizó una Marcha de la Ciencia, se creó la Sociedad Venezolana de Microbiología,

y así sucesivamente, siguió creciendo la comunidad científica venezolana hasta la actualidad.

La ciencia, la tecnología y la innovación, se han convertido en factores importantes del

desarrollo de la sociedad humana, visto que permiten crear posibilidades para mejorar las

condiciones de vida de los pueblos y garantizar la independencia y soberanía de las naciones. Por

ser elementos significativos del desarrollo universal, estos factores exigen un tratamiento
especial y completamente articulado con las realidades económicas, sociales, culturales y

ambientales de cada colectivo.

Bajo dicha premisa y producto de la valoración política nacional sobre la importancia de

desarrollar ciencia, tecnología e innovación pertinentes y acordes con las prioridades de la

nación, desde hace mucho tiempo vienen sucediendo en el país, acontecimientos especiales y

dignos de resaltar en esta materia. Estos acontecimientos revisten una importancia vital, porque

visualizadas a futuro constituyen las bases sobre las cuales se construirá una verdadera

independencia nacional. A través de la generación del conocimiento científico y tecnológico se

logrará.

Soñar en tener un país grande, independiente y poderoso dejará de ser una utopía si se cuenta

con los instrumentos adecuados: la ciencia y tecnología.

Referencias Bibliográficas.

San-Blas, G. (1998). Un poco de historia y actualidad en la ciencia y la microbiología

venezolanas. INTERNATIONAL MICROBIOLOGY, 1(), 7-9.