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1-1-2019

La
Constitución
Nacional de
1992.
Derechos e Igualdad

GLORIA EVANGELISTA MEDINA AVALOS


UNIVERSIDAD HISPANO GUARANI
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad


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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

Introducción
Durante la época de la dictadura en el Paraguay se transgredieron todos los derechos y las
libertades. Con el advenimiento de la democracia los Convencionales redactaron una
Constitución acorde a los tiempos que se estaba viviendo. En ese sentido, incluyeron no solo
las declaraciones fundamentales, sino además los derechos y los deberes que regirían el actuar
todo ciudadano paraguayo.
Entre los derechos incluidos encontramos la expresión de la personalidad, el de locomoción y
el derecho consuetudinario indígena. Entre las garantías consagradas se encuentran la igualdad
jurídica que se desglosa en: igualdad de los derechos del hombre y de la mujer, igualdad para
el acceso a las funciones públicas, la igualdad de los hijos, prohibiendo cualquier tipo de
calificación en cuanto a la filiación y la igualdad sin discriminación de raza, sexo, creencia, ni
ideas políticas.
En este trabajo de investigación se analiza brevemente cada uno de los derechos y garantías
consagrados en la Constitución Nacional.
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

DERECHOS E IGUALDAD
1. La Libertad de expresión y de prensa.
Nuestra actual Constitución Nacional (1992) consagra la libertad de expresión y de prensa al
disponer en su artículo 26 cuanto sigue:

Art. 26: “De la libertad de expresión y de prensa. Se garantizan la libre expresión


y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura
alguna, sin más limitaciones que las dispuestas en esta Constitución; en consecuencia, no
se dictará ninguna ley que las imposibilite o las restrinja. No habrá delitos de prensa,
sino delitos comunes cometidos por medio de la prensa. Toda persona tiene derecho a
generar, procesar o difundir información, como igualmente a la utilización de cualquier
instrumento lícito y apto para tales fines”.

Esta disposición constitucional se aplica a la expresión en cualquiera de sus formas, incluida la que se
difunde a través de Internet.

2. Derecho de la expresión de la personalidad


Desde una perspectiva general, la Constitución garantiza la libertad expresiva en dos
modalidades:

a) La libre expresión de la personalidad (Art. 25); y


b) La libre expresión del pensamiento en sus diferentes manifestaciones (art. 26).

Artículo 25.- De la expresión de la personalidad


Toda persona tiene el derecho a la libre expresión de su personalidad, a la
creatividad y a la formación de su propia identidad.

Se garantiza el pluralismo ideológico.

El derecho al libre desarrollo de la personalidad es la capacidad, facultad o potestad que tiene


toda persona para adoptar su proyecto de vida y desarrollarse en la Sociedad por sí mismo,
decidiendo libremente cómo quiere ser y qué quiere ser, sin injerencia ajena ni coacción alguna,
menos recibir controles o impedimentos injustificados por parte de los demás menos del Estado.

El ejercicio del derecho al libre desarrollo de la persona, al igual que los demás derechos, no es
absoluto, puede ser objeto de limitaciones y restricciones para armonizar el ejercicio del
derecho con los derechos de las demás personas.
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

3. El principio de igualdad jurídica


La Igualdad ante la ley, Igualdad bajo la ley, Igualdad ante los ojos de la ley o Igualdad jurídica
es el principio que reconoce que todas las personas deben ser tratadas de la misma manera por
la ley (principio de isonomía), y que estén sujetas a las mismas leyes de justicia (debido
proceso), reconoce la equiparación igualitaria de todos los ciudadanos en derechos civiles y
políticos, por lo tanto, la ley debe garantizar que ningún individuo o grupo de individuos sea
privilegiado o discriminado por el estado sin distinción de raza, sexo, orientación sexual,
género, origen nacional, color, origen étnico, religión u otras características ya sean personales
o colectivas sin parcialidad.

Para garantizar la igualdad jurídica nuestra Constitución dispone en sus artículos 46 y 47 lo que
sigue:

Artículo 46.- De la igualdad de las personas


Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten
discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las
mantengan o las propicien.
Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas
como factores discriminatorios sino igualitarios.
Artículo 47.- De las garantías de la igualdad
El Estado garantizará a todos los habitantes de la República:
1) la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los obstáculos que la
impidiesen;
2) la igualdad ante las leyes;
3) la igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas, sin más requisitos que
la idoneidad, y
4) la igualdad de oportunidades en la participación de los beneficios de la naturaleza, de
los bienes materiales y de la cultura.
La circunstancia de que los hombres posean cualidades físicas o intelectuales distintas que les
hace afrontar la vida bajo condiciones desiguales no justifica que se le dispense un trato
diferente en lo referente a la igualdad de derechos y al a dignidad humana.

4. La igualdad de los derechos del hombre y de la mujer


Por el principio de la igualdad jurídica se debe suplir las desigualdades naturales que existen
entre el hombre y la mujer. Por este principio se determina que la Constitución debe ofrecer
igualdad de soluciones a los problemas que surjan entre estas personas, pues la discriminación
importa vulnerar e principio de la igualdad.
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

En este aspecto, la historia nos relata que en la antigüedad mujer no tenía los mismos derechos
civiles, políticos, sociales o culturales que tenía el hombre. Incluso en algunos casos estos
pertenecían en exclusividad del hombre.

Sin embargo, con el correr del tiempo la mujer de haber estado totalmente sumisa a la voluntad
del hombre llega a la lucha para lograr la equiparación casi absoluta en materia de derechos.
La Constitución Nacional dispone al respecto:

Artículo 48.- De la igualdad de derechos del hombre y de la mujer


El hombre y la mujer tienen iguales derechos civiles, políticos, sociales, económicos y
culturales. El Estado promoverá las condiciones y creará los mecanismos adecuados para
que la igualdad sea real y efectiva, allanando los obstáculos que impidan o dificulten su
ejercicio y facilitando la participación de la mujer en todos los ámbitos de la vida nacional.

5. Igualdad para el acceso a las funciones públicas no electivas sin más requisito que
la idoneidad.
Otra norma contenida en la Constitución Nacional que es consecuencia del principio de
igualdad ante la ley, es la norma referida en el artículo 47, que establece que el Estado
garantizará a todos los habitantes de la República del Paraguay la igualdad para el acceso a las
funciones públicas no electivas, sin más requisitos que la idoneidad. Como se sabe la idoneidad
significa la aptitud o la suficiencia para poder desempeñar el cargo, y en virtud de ello todos os
habitantes tienen que tener la misma posibilidad de acceder a los cargos públicos siempre que
poséanlas condiciones para el cargo.

6. Los tributos y las cargas públicas


La obligación de pagar los tributos no es de carácter contractual, sino legal y de orden público,
pues se halla regulado por el derecho público y su origen no reside en un acuerdo de voluntades,
sino en un acto legal que es consecuencia del poder público.
Esta obligación está regulada en el artículo 181 de la Constitución Nacional:

Artículo 181 - DE LA IGUALDAD DEL TRIBUTO


La igualdad es la base del tributo. Ningún impuesto tendrá carácter confiscatorio. Su
creación y su vigencia atenderán a la capacidad contributiva de los habitantes y a las
condiciones generales de la economía del país.
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

7. La igualdad de los hijos

Actualmente nuestra legislación prohíbe hacer distinción alguna sobre hijos matrimoniales o
extramatrimoniales. La ley prohíbe cualquier tipo de calificación sobre la filiación. Esto está
regulado en al artículo 53 de la Constitución Nacional, que dispone:

Artículo 53 - DE LOS HIJOS

Los padres tienen el derecho y la obligación de asistir, de alimentar, de educar y de


amparar a sus hijos menores de edad. Serán penados por la ley en caso de incumplimiento
de sus deberes de asistencia alimentaria. Los hijos mayores de edad están obligados a
prestar asistencia a sus padres en caso de necesidad. La ley reglamentará la ayuda que se
debe prestar a la familia de prole numerosa y a las mujeres cabeza de familia.

Todos los hijos son iguales ante la ley. Esta posibilitará la investigación de la paternidad.
Se prohíbe cualquier calificación sobre la filiación en los documentos personales.

8. La igualdad y las discriminaciones (raza, sexo, creencias, ideas políticas, etc.,)

Nuestra Constitución no admite las discriminaciones raciales, de acuerdo al artículo 88, que
más adelante se transcribe:

Artículo 88 - DE LA NO DISCRIMINACION

No se admitirá discriminación alguna entre los trabajadores por motivos étnicos, de


sexo, edad, religión, condición social y preferencias políticas o sindicales.

El trabajo de las personas con limitaciones o incapacidades físicas o mentales será


especialmente amparado.

9. La libertad de locomoción. El derecho a entrar, permanecer, transitar y salir del


territorio paraguayo. La admisión y expulsión de extranjeros.

La libertad de locomoción consiste en el derecho que tiene todo individuo de vivir donde desee
y de trasladarse a donde le plazca. De acuerdo a esta libertad, cada individuo puede entrar,
permanecer, transitar y salir del territorio paraguayo sin restricción por parte de las autoridades
públicas. Este derecho está regulado en el artículo 41 de nuestra Constitución, que dispone:
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

Artículo 41 - DEL DERECHO AL TRANSITO Y A LA RESIDENCIA

Todo paraguayo tiene derecho a residir en su Patria. Los habitantes pueden transitar
libremente por el territorio nacional, cambiar de domicilio o de residencia, ausentarse de
la República o volver a ella y, de acuerdo con la ley, incorporar sus bienes al país o sacarlos
de él. Las migraciones serán reglamentadas por la ley, con observancia de estos derechos.

El ingreso de los extranjeros sin radicación definitiva en el país será regulado por la ley,
considerando los convenios internacionales sobre la materia.

Los extranjeros con radicación definitiva en el país no serán obligados a abandonarlo sino
en virtud de sentencia judicial.

De acuerdo con este mismo artículo la admisión y expulsión de extranjeros debe estar regulado
por una ley especial. En atención a ese párrafo el Congreso Nacional sancionó la Ley 978/96
de Migraciones que regula la migración de extranjeros y migración y repatriación de nacionales,
a los efectos de promover la corriente poblacional y de la fuerza de trabajo que el país requiere,
estableciendo la organización encargada de ejecutar la política migratoria nacional.

10. El derecho consuetudinario indígena

Nuestra Constitución reconoce a los pueblos indígenas como fundamento de la nacionalidad


paraguaya y como parte de la cultura de nuestro país por lo que también encontramos normas
constitucionales en los que se reconoce los derechos específicos de los pueblos indígenas.

Así tenemos un capítulo entero (CAPITULO V) dedicado a regular los derechos de los pueblos
indígenas y grupos étnicos relativos a la identidad, la propiedad comunitaria, el derecho a la

participación en la vida económica, social, política y cultural del país, de acuerdo con sus usos
consuetudinarios y así como el derecho a la educación y a la asistencia en defensa a la regresión
demográfica, la depredación de su habitad, la contaminación ambiental, la explotación
económica y la alienación cultural.

Transcribimos el capítulo aquí:


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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

CAPÍTULO V
DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Artículo 62 - DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS Y GRUPOS ÉTNICOS
Esta Constitución reconoce la existencia de los pueblos indígenas, definidos como grupos
de cultura anteriores a la formación y organización del Estado paraguayo.
Artículo 63 - DE LA IDENTIDAD ÉTNICA
Queda reconocido y garantizado el derecho de los pueblos indígenas a preservar y a
desarrollar su identidad étnica en el respectivo hábitat. Tienen derecho, asimismo, a
aplicar libremente sus sistemas de organización política, social, económica, cultural y
religiosa, al igual que la voluntaria sujeción a sus normas consuetudinarias para la
regulación de la convivencia interior siempre que ellas no atenten contra los derechos
fundamentales establecidos en esta Constitución. En los conflictos jurisdiccionales se
tendrá en cuenta el derecho consuetudinario indígena.
Artículo 64 - DE LA PROPIEDAD COMUNITARIA
Los pueblos indígenas tienen derecho a la propiedad comunitaria de la tierra, en extensión
y calidad suficientes para la conservación y el desarrollo de sus formas peculiares de vida.
El Estado les proveerá gratuitamente de estas tierras, las cuales serán inembargables,
indivisibles, intransferibles, imprescriptibles, no susceptibles, no susceptibles de
garantizar obligaciones contractuales ni de ser arrendadas; asimismo, estarán exentas de
tributo.
Se prohíbe la remoción o traslado de su hábitat sin el expreso consentimiento de los
mismos.
Artículo 65 - DEL DERECHO A LA PARTICIPACIÓN
Se garantiza a los pueblos indígenas el derecho a participar en la vida económica, social,
política y cultural del país, de acuerdo con sus usos consuetudinarios, ésta Constitución y
las leyes nacionales.
Artículo 66 - DE LA EDUCACIÓN Y LA ASISTENCIA
El Estado respetará las peculiaridades culturales de los pueblos indígenas especialmente
en lo relativo a la educación formal. Se atenderá, además, a su defensa contra la regresión
demográfica, la depredación de su hábitat, la contaminación ambiental, la explotación
económica y la alienación cultural.
Artículo 67 - DE LA EXONERACIÓN
Los miembros de los pueblos indígenas están exonerados de prestar servicios sociales,
civiles o militares, así como de las cargas públicas que establezca la ley.
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La Constitución de 1992. Derechos e Igualdad

Conclusión
En 1992 los paraguayos consagran la norma jurídica fundamental que más extensamente recoge
y protege las garantías individuales, en su amplia acepción. En el largo acontecer de la historia
política paraguaya, y pese a las marchas y contramarchas que ha sufrido, puede decirse que el
Paraguay ha sido capaz de llegar a buen puerto en esta materia, por lo menos en términos de
derecho positivo, evidenciando así que la historia del derecho constitucional es también la de
la limitación del poder público. Probablemente se encuentre en esta necesidad de vincular
permanentemente la protección de las libertades clásicas con el desarrollo de la justicia social
donde más se evidencie la pobreza de nuestro constitucionalismo local, dominada por un
pensamiento conservador que no atina a enfrentar los grandes cambios que la democracia
contemporánea exige.

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