La deriva génica es un mecanismo de la evolución en el que las frecuencias
alélicas de una población cambian a lo largo de varias generaciones debido al azar (error de muestreo).
La deriva génica sucede en todas las poblaciones cuyo tamaño no es
infinito, pero sus efectos son más fuertes en las poblaciones pequeñas.
La deriva génica puede resultar en la pérdida de algunos alelos (incluso
aquellos que son beneficiosos) y en la fijación, el aumento de frecuencia al 100\%100%100, percent, de otros alelos.
La deriva génica tiene efectos importantes cuando una población reduce
dramáticamente su tamaño debido a un desastre natural (efecto de cuello de botella) o cuando un grupo pequeño se separa de la población principal para formar una colonia (efecto fundador). EL EFECTO DE CUELLO
El efecto de cuello de botella es un ejemplo extremo de deriva génica
que sucede cuando el tamaño de una población se reduce drásticamente. Sucesos como los desastres naturales (terremotos, inundaciones, incendios) pueden diezmar una población, matando a la mayoría de los individuos y dejando atrás solo a un puñado aleatorio de sobrevivientes.
Las frecuencias alélicas en este grupo pueden ser muy diferentes a
las de la población anterior al desastre, y algunos alelos podrían haber desaparecido por completo. La población más pequeña también será más susceptible a los efectos de la deriva génica durante generaciones (hasta que sus números vuelvan a la normalidad), lo que potencialmente puede provocar la pérdida de más alelos.
¿Cómo puede un cuello de botella reducir la diversidad genética?
Imagina una botella llena de canicas, las cuales representan a los individuos de una población. Si ocurre un evento de cuello de botella, una pequeña variedad aleatoria de individuos sobrevivirá al acontecimiento y pasará a través del cuello de la botella (y hacia el vaso), mientras que la gran mayoría de la población es eliminada (se queda dentro de la botella). La composición genética de los sobrevivientes es ahora la composición genética de toda la población. Un ejemplo de cuello de botella
Los elefantes marinos del norte tienen poca variabilidad genética,
probablemente, por un cuello de botella por el que les hicieron pasar los hombres en la década de 1890. La caza hizo disminuir el censo poblacional hasta tan sólo 20 individuos a finales del siglo XIX. Desde entonces, su población ha «rebotado» hasta más de 30 000, pero sus genes todavía llevan las señales de ese cuello de botella: su variabilidad genética es mucho menor que la de una población de elefantes marinos del sur que no sufrió una caza tan intensa.
La genética de poblaciones es el campo de la biología que
estudia las frecuencias alélicas en las poblaciones y cómo cambian con el tiempo.
La frecuencia alélica se refiere a qué tan común es un alelo en
una población. Esto se determina contando cuántas veces aparece un alelo en la población y dividiendo esta cifra entre el número total de copias del gen.
DIEZMAR: Causar gran cantidad de muertos, heridos o enfermos en un
conjunto de personas o animales, especialmente en una población. Efecto fundador
El efecto fundador es otro ejemplo extremo de deriva, que ocurre
cuando un pequeño grupo de individuos se separa de una población más grande para establecer una colonia. La nueva colonia queda aislada de la población original y es posible que los individuos fundadores no representen toda la diversidad genética de la población original. Esto quiere decir que los alelos en la población fundadora pueden tener frecuencias distintas de las de la población original, y que algunos alelos pueden haberse perdido por completo. El efecto fundador es parecido al efecto del cuello de botella, pero ocurre mediante un mecanismo diferente (la colonización en lugar de la catástrofe). Ilustración simplificada del efecto fundador. La población original que consistía de la misma cantidad de individuos circulares y cuadrados, se divide en varias colonias. Cada colonia tiene una variedad aleatoria de individuos que no reflejan la diversidad genética de la población original, más grande. Estas pequeñas colonias serán susceptibles a los efectos de la deriva génica por varias generaciones.
En la ilustración de arriba puedes ver una población compuesta
de igual número de círculos y cuadrados. (Supongamos que la forma de un individuo está determinada por sus alelos de un gen en particular).
Los grupos aleatorios que se separan para establecer nuevas
colonias tienden a tener frecuencias de cuadrados y círculos distintas a las de la población original. Por lo que las frecuencias alélicas en las colonias (círculos pequeños) pueden ser diferentes en relación con la población original. Así mismo, el tamaño pequeño de las nuevas colonias implica que experimentarán una deriva génica fuerte durante varias generaciones.