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PARA: Párrocos, Secretarios de Educación, Jefes de Núcleo, Rectores, Coordinadores, Maestros Y

Maestras de Educación Religiosa Escolar (ERE), Docentes, y Laicos Comprometidos con la


Pastoral Educativa (Comités Parroquiales de Pastoral Educativa).

Reciban mi fraternal saludo en el Señor

Con el fin favorecer la MISIÓN con el sector humano de los MAESTROS, la Pastoral Educativa
diocesana, presenta la siguiente propuesta de acciones significativas para este año 2015,
enmarcado en las 4 dimensiones de todo equipo de vida y misión (Oración, Formación, Relaciones
y Proyección) para aplicarlo, de acuerdo con la realidad propia de cada parroquia, con todo el
colectivo de los maestros, durante la fecha señalada en el programador pastoral (11-15 de mayo
2015).

Este año de manera especial, cuando celebramos el año de las Instituciones educativas, buscamos
hacer énfasis en lema: “Fe vivida y comunidad” y desde la aplicación de este lema reconocer la
labor del maestro, en nuestra Diócesis.

META
Al terminar la celebración del reconocimiento a la labor docente en el año 2015, los MAESTROS de
la Diócesis de Santa Rosa de Osos,
 Han celebrado la fe vivida en comunidad meditado la Palabra de Dios y sintiéndose parte activa
de la Iglesia de Jesucristo,
 Han participado de estos espacios para la oración, formación, de relaciones y proyección.
 Han fortalecido en sí mismos, como maestros, su dimensión como apóstoles de la vida en
comunidad y formadores de valores humanos y cristianos.
Por medio del encuentro y acciones significativas para la celebración del día clásico del MAESTRO
en ambiente de comunión y participación como comunidad de fe y de servicio.

INDICACIONES GENERALES Y SUGERENCIAS:

El Comité Parroquial de Pastoral Educativa y los sacerdotes, en articulación con las directivas
educativas, preparan, organizan y motivan con anterioridad la participación del personal docente en
las actividades.

Sensibilizar a todos los participantes, maestros, para que se sientan sector especial de la Pastoral
de la Iglesia. (Ver Niveles de la Pastoral – Pastoral Sectorial).

Los lugares para la o las actividades son concertadas entre los organizadores.

Prever una alianza con la Administración municipal, la casa de la cultura o grupos de estudiantes de
la institución educativa acciones conjuntas como reconocimiento a la labor docente.

Se proponen a continuación cuatro actividades para desarrollar con los maestros, quedando a libre
decisión de los comités parroquiales de Pastoral Educativa si las realizan todas o dan predilección a
una específicamente.

ORACIÓN:
(Esquema de Celebración Eucarística).

 Esta celebración se puede hacer en el templo o en las instalaciones de la Institución educativa u


otro lugar de encuentro, si se prefiere.

 Si es una celebración de la Palabra, todos los elementos se pueden adaptar según se crea
conveniente.
 Si está el párroco, preside él. Si no estuviera, alguno de los laicos del Comité Parroquial de
Pastoral educativa o directivo docente puede conducir la celebración, teniendo en cuenta qué
partes solo dice el sacerdote.

 Si se celebrara la Santa Misa por los maestros, se recomienda tomar la misa de la memoria de
San Juan Bautista de la Salle, patrono de los educadores (7 abril).

Canto de entrada.
Alto escúchame.

P. (presidente) En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén

(Si preside un sacerdote)


P. (presidente) Hermanos, que la gracia de Jesús, el Enviado del Padre para anunciarnos la Buena
noticia de la Salvación, esté con todos ustedes.

Y con tu espíritu.

Comentario Inicial:

Hermanos y hermanas: Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy. Así
se expresó Jesús después de lavar los pies a sus discípulos. Desde el momento en que el Hijo de
Dios quiso llamarse "Maestro" colocó ese título entre los más sublimes de la tierra.

Con esta celebración (eucarística) queremos dar gracias a Dios por el trabajo, el amor y la
dedicación de nuestros maestros; y pedir por ellos, que dan su vida a sus alumnos, y dan vida
también a nuestra comunidad, para que renueven su corazón, y puedan dar de nuevo las gracias a
la vocación que Él les regaló… Con alegría, vamos a rezar por ellos, implorándoles la bendición del
Señor.

ACTO PENITENCIAL

P. (presidente) Pidamos perdón a Dios de todo corazón por nuestros pecados.


(Se podría hacer más "vivencial". Los maestros/profesores redactarían tres motivos de
arrepentimiento, y uno de ellos los enuncia. Todos piden: Señor, ten piedad).

Oración Colecta (Sólo en caso de celebración eucarística).


P. (presidente) Oremos:
Oh, Dios que elegiste a San Juan Bautista de la Salle para educar cristianamente a la juventud,
suscita en tu Iglesia educadores que se consagren por entero a la formación humana y cristiana de
los jóvenes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA
Comentario a las Lecturas: Vamos a escuchar la Palabra, Ella nos hará comprender y valorar el
motivo que hoy nos reúne fraternalmente. Abramos la mente y el corazón a su mensaje.

 Primera lectura (Flp. 4,4-9)


 Salmo (40, 2. 4ab. 7-10): En respuesta a este mensaje, el salmo expresa la alegre disposición
de quien desea seguir al Señor. Participamos de esta oración, aclamando: Aquí estoy, Señor,
para hacer tu voluntad.
 Evangelio (Mc. 6, 30-34).

(Se puede hacer una breve reflexión, en la que se invite a ver a Jesús como Maestro, como un
Maestro al que se le reconoce autoridad, y cuya enseñanza y poder asombraban.
Él es nuestro modelo de Maestro, atento a las necesidades de las personas a su alrededor, sean
niños, adultos, ancianos, enfermos, amigos, capaz de escuchar a las personas, darles una
respuesta, corregirlas, hablar con fuerza, y con la verdad.
Servidor, y fiel a las exigencias del Padre: esos son los rasgos de Jesús Maestro. Y sigue siendo
nuestro Maestro.
Jesús enseñaba y muchos acudían, y no quedaban igual tras escucharlo. ¡Qué hermoso sería, si la
enseñanza y el testimonio de cada maestro de hoy en día, moviera el interior de sus alumnos, de
manera tal que también transforme sus vidas! Sólo Cristo tiene palabras de Vida Eterna.
Si lo seguimos, y “acudimos a sus enseñanzas”, podremos transmitir Sus palabras, enseñar con
autoridad, y viviendo su Evangelio, manifestar Su presencia entre los hombres: nos llenará de
gracia para nuestra misión, la de cada uno).

Oración de los fieles


A cada intención, pedimos: Danos un corazón grande para amar.
1. Te pedimos por la Iglesia, para que nunca deje de proclamar con fidelidad el mensaje de la
salvación, oremos,
2. Por los Obispos, sacerdotes y diáconos, para que se preocupen constantemente en acrecentar
la fe en el pueblo a ellos confiados, oremos,
3. Por los Maestros, para que perseveren con confianza y alegría en la tarea de acompañar y
educar a los niños y los jóvenes mientras crecen, oremos,
4. Por los niños y jóvenes de nuestra comunidad, para que gracias al ejemplo y la palabra de sus
maestros, puedan descubrir también la belleza del rostro de Cristo, y se entusiasmen en su
seguimiento, oremos,
5. Para que en nuestra comunidad educativa el Evangelio sea el principio inspirador de todas
nuestras actividades, y así hagamos brillar tu Luz en nuestro tiempo.

Presentación de las ofrendas


El Señor, nuestro Dios, nos ha enriquecido con toda clase de bienes materiales y espirituales. Por
eso, presentemos al Señor nuestro propósito de ponerlos al servicio de los demás. (Pan y Vino;
Una Luz, Libros, tizas y tablero, etc.)

Comunión
Hermanos: Jesucristo es el Pan que se nos parte y reparte para unirnos como hermanos. Con
alegría, marchemos a la mesa del Señor.

Bendición de los Maestros


(Se puede hacer pasar a todos los maestros adelante, para que reciban la bendición (para rezar
sobre ellos)

Comentario para la bendición: Ahora vamos a pedir al Señor que colme a estos hermanos
nuestros de Su Espíritu Santo, para que los fortalezca en su tarea, los ilumine, los ayude a servir
más, y mejor…

P (presidente) Oremos:
Dios y Padre Nuestro, que de muchas maneras y en todo tiempo hablas a los hombres para
llevarlos hacia Ti, pero que sobre todo nos has hablado enviando al mundo a tu Hijo, la Palabra
hecha carne; te damos gracias porque, en tu bondad, quieres que los hombres colaboren en tu obra
salvadora, y eliges a algunos para que se dediquen, de manera especial, a la educación de los
niños y de los jóvenes y a la transmisión de la Verdad; te pedimos que hoy bendigas (+) a estos
hermanos nuestros, a quienes has llamado al servicio de la educación; ilumina sus inteligencias y
enciende sus corazones, para que comprendan y amen cada día más la Verdad; dales la valentía
de anunciarla y testimoniarla con sus palabras y acciones; dales la gracia de educar la personalidad
de los niños y de los jóvenes que les son confiados con el atractivo fascinante de una personalidad
madura y cristiana; dales paciencia en las dificultades, consuélalos en sus tristezas y desalientos,
recompensa con tu gracia sus trabajos y sacrificios ocultos; Te lo pedimos por el mismo Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.

(Si preside un sacerdote, rocía con agua bendita a los maestros)


 Se puede entregar en este momento una cruz o una oración alusiva a la misión del maestro.
 Si se hace la entrega se puede cantar: Pescador de hombres; o Qué detalle, Señor…
 Finalizada la entrega de la cruz o algún recordatorio, los maestros pasan adelante, y rezan
juntos la siguiente oración:
Todos los Maestros:
 Señor, tú que eres el único y verdadero Maestro, concédeme la gracia de ser, a ejemplo Tuyo
maestro para mis alumnos...
 Haz que yo sepa, con mi vida educarlos, exigirles y apoyarlos, y con Tu ayuda, con lo que soy y
con lo que se, pueda animarlos a asumir un auténtico compromiso hacia su vida, y la de los
demás…
 Haz que yo sea capaz de compartirles conocimientos y virtudes, que les sirvan en sus vidas,
que los ayuden a formarlos integralmente, y que en cada ciencia pueda hablarles de Ti también.
 Haz que nuestros estudiantes se den cuenta de que son amados, ayúdame a buscar su
verdadero bien.
 Haz que mi amistad contigo crezca, y que esa sea la Fuente de mi amor hacia ellos…
 JESUS, MAESTRO, gracias por haberme llamado a tu misión... Amén.

(Si preside un sacerdote)


El Señor esté con ustedes…
Y con tu espíritu
Que descienda sobre ustedes la bendición de Dios todopoderoso…

Si preside un laico
Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna…

Canto final
Queridos amigos: Con alegría por haber renovado al Señor el entusiasmo por nuestra vocación, nos
retiramos cantando el avemaría.

FORMACIÓN
(Proponemos dos temas para desarrollar con los educadores).

TEMA 1:
EL MAESTRO EDUCADOR DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA - FE VIVIDA EN COMUNIDAD

OBJETIVO

Dar conciencia a los educadores que el maestro de verdad no se preocupa solo de sus alumnos,
sino que se inserta en la comunidad, para hacer de ésta el medio educativo de los valores humanos
y cristianos, y para promover su desarrollo integral, como meta de su misión educadora.

TEXTO BÍBLICO

“Que nadie te desprecie por ser joven. Más bien trata de ser el modelo de los creyentes por tu
manera de hablar, tu conducta, tu caridad, tu fe, y la pureza de tu vida. Mientras llego, dedícate a la
lectura, a la predicación y a la enseñanza…”

“Medita estas cosas y fíjate en ellas. Así progresarás de tal manera que todos podrán darse cuenta.
Cuídate de ti y de cómo enseñas; persevera en ello. Si así obras te salvarás tú y los que te
escuchan…”

“No reprendas con dureza al anciano; por el contrario, aconséjalo como si fuera tu padre; a los
jóvenes trátalos como hermanos, a las mujeres mayores como a madres, y a las jóvenes como
hermanas, con pureza” (1 Timoteo 4, 16; - 5, 1-2).

COMENTARIO BÍBLICO

En el texto aludido el apóstol Pablo da una lección admirable de pedagogía, comunitaria a su


discípulo Timoteo, porque en ella le aconseja ser modelo de lo que anuncia, y vivencia de lo que
predica. La fuerza del maestro de la comunidad está en la vida.

La autoridad del maestro no está en el contenido de la enseñanza misma, sino en los lazos de amor
y caridad que los unen a los miembros de la comunidad a la que enseña.

El amor, la comprensión, la caridad, han de regir la función del maestro, ya que de otra manera el
mensaje no llega al corazón de los discípulos. Por esto el apóstol San Pablo, le exige a Timoteo
tanta comprensión y aceptación para las personas de la comunidad.
Así, el maestro, ha de ser el amigo sincero, el hombre ligado a los miembros de la comunidad y el
solidario de sus problemas y angustias de la vida, para influir desde dentro en el cambio de la
comunidad y de las personas.

EXPLICACIÓN DEL TEMA

La escuela necesariamente tiene una dimensión comunitaria en cuanto está enmarcada en un


marco socio geográfico en el que tiene necesariamente qué influir y crear nuevos criterios que
llevan al desarrollo integral de la comunidad total.

El maestro creyente que realiza y hace de su magisterio un verdadero apostolado de la Iglesia, se


siente enviado de la Iglesia misma para llevar el mensaje de la verdad, la justicia y el amor, y los
miembros todos de la comunidad en la que ejerce su digna misión magisterial.

La acción educadora de la Iglesia, a través del maestro cristiano, rebasando la mera


institucionalidad de los centros docentes, debe proyectar su dinámica apostólica a otros sectores
que reclaman urgentemente su presencia y utilizar nuevos métodos de educación extraescolar y no
formal, tales como movimientos juveniles, grupos deportivos, los medios de comunicación social,
centros de cultura, etc.

Además es importante que la sociedad toda tome conciencia de su responsabilidad educadora, en


vez de delegar esta misión totalmente en la escuela. Todos los componentes de la sociedad deben
asumir esta responsabilidad educativa.

Educar lleva consigo necesariamente crear comunidad o integrar una comunidad.

La comunidad familiar, como primera y principal responsable de la educación de los hijos, jugará un
papel muy importante en todo el proceso educativo, especialmente en la educación de la fe.

La escuela misma, si quiere cumplir la misión educadora, deberá ser una autentica comunidad local,
sin perder nunca de vista que la verdadera comunidad educativa desborda los límites de la
comunidad escolar.

El educador no podrá contentarse con buscar paliativos a los hechos concretos, sino que tratará de
combatir las causas de la situación de injusticia que están en la raíz del problema. Su compromiso
con todos los miembros de la comunidad educativa lo llevará, en su acción y en su estilo de
educación, a sentar las bases de estructuras educacionales y sociales más justas, más fraternas y
participativas en las que el hombre puede realizarse personal y comunitariamente con la libertad de
hijo de Dios.

DIMENSIONES DE LA ESCUELA CON RELACIÓN A LA COMUNIDAD.

La escuela será siempre para que sea verdaderamente educativa, pero se pueden dar tres
dimensiones de la misma:

- Comunidad Escolar.
- Comunidad Comunitaria.
- Comunidad Educativa.

LA COMUNIDAD ESCOLAR

Es el primer paso de toda escuela que quiere abrirse a la comunidad, puesto que el esfuerzo se
hace por hacer de la escuela misma una comunidad de vida, de valores, de relaciones de valores.

La forma de presentación del mensaje debe hacerse en la conformación de comunidades por


edades ya que los símbolos y signos se perciben de distinta forma según los grupos.

ESCUELA COMUNITARIA
La acción de la escuela está orientada al servicio de la comunidad en donde se ubica, aunque su
población de estudiantes no sea de esa comunidad necesariamente.

La escuela hace entonces un diagnóstico de la comunidad y trata de incorporarse dinámicamente


en la solución de los problemas de la comunidad, comprometiendo a los estudiantes y a los padres
de familia en la búsqueda de las soluciones adecuadas.

COMUNIDAD EDUCATIVA

La comunidad educativa es un estado más complejo y escaso de la escuela.

Al ser una opción de la comunidad la escuela ya no es el centro de la tarea y misión educativa, la


cual pasa a la comunidad misma, dentro de la cual, la escuela es uno de los centros a través de los
cuales educa la comunidad, pero no el único.

En esta tercera dimensión, la que educa o deseduca es la comunidad misma.

Por eso la acción educativa se realiza en y por medio de la comunidad misma y a través de sus
grupos e instituciones.

CONCLUSIÓN

En perspectiva, cualquiera que sea su forma, la función de la escuela, como expresión eclesial,
debe iluminar todo el contexto cultural, social, religioso del hombre y de la comunidad, y por tanto
irradiarse sobre la totalidad del saber, del poder y del creer, que se dan en los intereses y valores
del grupo.

La escuela se especifica en la mentalidad e intencionalidad de llegar a ser una comunidad que


conduzca a sus miembros a optar constante y libremente dentro de los acontecimientos en el plan
salvífico de Dios vivo.

Esto se traduce en el compromiso con el hombre, compromiso que se realiza en una respuesta
personal y comunitaria, dinámica y prospectiva de la acción de Dios impulsada por su palabra.

DINÁMICA DE GRUPOS

Oído el comentario anterior los educadores se reúnen en grupos para reflexionar en común estos
puntos de vista:

1. Hacer un análisis de las actitudes de los educadores, como impulsadores de la comunidad.


Aspectos positivos, aspectos negativos.
2. Analizar: Cómo y en qué medida, la escuela está inserta en la comunidad.
3. ¿Cómo y de qué manera los maestros participan de las actividades de la comunidad?
4. ¿Cuáles son los problemas principales de la comunidad?
5. ¿En qué medida la escuela está dando conciencia de estos problemas de la comunidad y
está induciendo a los padres y estudiantes a buscarles una solución adecuada?
6. ¿Cómo participan los maestros en las actividades y campañas de la comunidad?

TEMA 2:
PROPONEMOS UN MENSAJE DEL CARDENAL JORGE MARIO BERGOGLIO, PARA LA
REFLEXIÓN…

• No es ninguna novedad decir que vivimos tiempos difíciles. Ustedes lo saben, lo palpan día a día
en el aula. Muchas veces habrán sentido que sus fuerzas son pocas para enfrentar las angustias
que las familias cargan sobre sus espaldas y las expectativas que sobre ustedes se concentran. El
mensaje de este año quiere ubicarse en ese lugar y quiere invitarlos a descubrir una vez más la
grandeza de la vocación que han recibido. Si miramos a Jesús, sabiduría de Dios encarnada,
podremos darnos cuenta de que las dificultades se tornan desafíos, los desafíos apelan a la
esperanza y generan la alegría de saberse artífices de algo nuevo. Todo ello, sin duda, nos impulsa
a seguir dando lo mejor de nosotros mismos.
• Los cristianos tenemos un aporte específico que hacer en nuestra patria y ustedes, educadoras y
educadores, deben ser protagonistas de un cambio que no puede tardar. A ello los invito y para ello
pongo en ustedes mi confianza y les ofrezco mi servicio de pastor.

• A nadie se le escapa que la educación es uno de los pilares principales para esta reconstrucción
del sentido de comunidad, aunque ella no pueda disociarse de otras dimensiones igualmente
fundamentales como son la económica y la política. Si es certero el diagnóstico que ubica la crisis
no solo en los yerros de una macroeconomía carente de visión (o con una visión distorsionada de
su lugar y función en una comunidad nacional), sino también en un nivel político, cultural y —más
hondamente todavía— moral, la tarea será larga y consistirá más en una “siembra” que en una serie
de rápidas modificaciones. Por ello, no creo exagerar si afirmo que cualquier proyecto que no ponga
la educación en un lugar prioritario será solo “más de lo mismo”.

• Ahora bien, como educadores cristianos ante el desafío de hacer nuestro aporte a la
reconstrucción de la comunidad nacional, necesitamos operar una serie de discernimientos relativos
a aquello que, al menos a nuestro juicio, debe ser priorizado. La fecundidad de nuestros esfuerzos
no depende solamente de las condiciones subjetivas, del grado de entrega, generosidad y
compromiso que podamos alcanzar.

También depende del acierto “objetivo” de nuestras decisiones y acciones.

• La Iglesia ha visto desde siempre la importancia, en la educación, de la actividad intelectual


además de la educación estrictamente religiosa.

El saber no solo “no ocupa lugar”, como decían nuestras abuelas, sino que “abre espacio”,
“multiplica lugar” para el desarrollo humano.

• Nuestra tarea educativa tiene que despertar el sentimiento del mundo y la sociedad como hogar.
Educación “para el habitar”: imprescindible camino para ser humanos y para reconocernos hijos de
Dios.

• Queremos una escuela de sabiduría... como una especie de laboratorio existencial, ético y social,
donde los chicos y jóvenes puedan experimentar qué cosas les permiten desarrollarse en plenitud y
construyan las habilidades necesarias para llevar adelante sus proyectos de vida.

Un lugar donde maestros “sabios”, es decir, personas cuya cotidianeidad y proyección encarnan un
modelo de vida “deseable”, ofrezcan elementos y recursos que puedan ahorrarle, a los que
empiezan el camino, algo del sufrimiento de hacerlo “desde cero” experimentando en la propia
carne elecciones erróneas o destructivas.

• Promover una sabiduría que implique (Mt 7, 21), o de hacer lo que Jesús, el Maestro,
conocimiento, valoración y práctica es un ideal digno de presidir cualquier empeño educativo. Quien
pueda aportar algo así a su comunidad habrá contribuido a la felicidad colectiva de un modo
incalculable. Y, como decíamos, los cristianos poseemos en Jesucristo un principio y una plenitud
de sabiduría que no tenemos derecho a retener dentro de nuestros espacios confesionales.

No de otra cosa se trata la evangelización a que nos urge el Señor: compartir una sabiduría que
desde el principio fue destinada a todos los hombres y mujeres de todos los tiempos. Renovemos
con audacia el ardor del anuncio, de la propuesta que sabemos colma las búsquedas hondas,
silenciadas por tanta vorágine, hagámoslo cada día e intentando llegar a todos.

• Para eso no está de más volver a hacerse la pregunta fundamental: ¿para qué educamos? ¿Por
qué la Iglesia, las comunidades cristianas, invierten tiempo, bienes y energías en una tarea que no
es directamente “religiosa”? ¿Por qué tenemos escuelas y no peluquerías, veterinarias o agencias
de turismo? ¿Acaso por negocio? Habrá quienes así lo piensen, pero la realidad de muchas de
nuestras escuelas desmiente esa afirmación. ¿Será por ejercer una influencia en la sociedad,
influencia de la cual luego esperamos algún provecho? Es posible que algunas escuelas ofrezcan
ese “producto” a sus “clientes”: contactos, ambiente, “excelencia”. Pero tampoco es ese el sentido
por el cual el imperativo ético y evangélico nos lleva a prestar este servicio. El único motivo por el
cual tenemos algo que hacer en el campo de la educación es la esperanza en una humanidad
nueva, en otro mundo posible. Es la esperanza que brota de la sabiduría cristiana, que en el
Resucitado nos revela la estatura divina a la cual estamos llamados.
• La escuela puede ser simplemente la transmisora de esos “valores” o la cuna de otros nuevos;
pero eso supone una comunidad que cree y espera, una comunidad que ama, una comunidad que
realmente está reunida en el nombre del Resucitado. Antes que las planificaciones y currículas,
antes que la modalidad específica que los códigos y reglamentos puedan tomar, es preciso saber
qué es lo que queremos generar.

Sé también que para esto debe implicarse el conjunto de la comunidad docente, comulgar con
fuerza en un mismo sentir, apasionándose por el proyecto de Jesús y tirando todos para el mismo
lado.

• Muchas instituciones promueven la formación de lobos, más que de hermanos; educan para la
competencia y el éxito a costa de los otros, con apenas unas débiles normas de “ética”, sostenidas
por paupérrimos comités que pretenden paliar la destructividad corrosiva de ciertas prácticas que
“necesariamente” habrá que realizar. En muchas aulas se premia al fuerte y rápido y se desprecia al
débil y lento. En muchas se alienta a ser el “número uno” en resultados, y no en compasión. Pues
bien, nuestro aporte específicamente cristiano es una educación que testimonie y realice otra forma
de ser humanos. Pero eso no será posible si nos limitamos simplemente a “aguantar” las “lluvias”,
“torrentes” y “vientos”, si nos quedamos en la mera crítica y nos regodeamos en estar “afuera” de
aquellos criterios que denunciamos. Otra humanidad posible... exige una acción positiva; si no,
siempre va a ser “otra” meramente invocada, mientras “esta” sigue vigente y cada vez más
instalada.

• Prefiramos educandos libres y responsables, capaces de interrogarse, decidirse, acertar o


equivocarse y seguir en camino, y no meras réplicas de nuestros propios aciertos..., o de nuestros
errores. Y justamente para ello, seamos capaces de hacerles ganar la confianza y seguridad que
brota de la experiencia de la propia creatividad, de la propia capacidad, de la propia habilidad para
llevar a la práctica hasta el final y exitosamente sus propias orientaciones.

• No quedarnos en palabras sino construir sobre roca, significará tomarnos en serio el sentido de
nuestra misión: si en nuestras escuelas no se gesta otra forma de ser humanos, otra cultura y otra
sociedad, estamos perdiendo el tiempo.

• Proponernos provocar en nuestros chicos y jóvenes una transformación que dé frutos de libertad,
autodeterminación y creatividad y —al mismo tiempo— se visualice en resultados en términos de
habilidades y conocimientos realmente operativos. Nuestro objetivo no es formar islas de paz en
medio de una sociedad desintegrada sino educar personas con capacidad de transformar esa
sociedad. Entonces, “frutos” y “resultados”.

• Para eso, optar sin vacilación por la lógica del Evangelio: lógica de la gratuidad, del don
incondicional, pero procurando administrar nuestros recursos con la mayor responsabilidad y
seriedad. Solo así podremos distinguir lo gratuito de lo indiferente y descuidado. Gratuidad con
eficiencia.

• Y finalmente, superando la destructiva ética de la competencia “todos contra todos”, llevar


adelante una práctica de la solidaridad que apunte a las raíces del egoísmo de un modo eficaz, no
quedándonos en meras declamaciones y quejas, sino poniendo nuestras mejores capacidades al
servicio de este ideal. Fines elevados y medios adecuados: excelencia de la solidaridad.

DINÁMICA DE GRUPOS
Oído el comentario anterior los educadores se reúnen en grupos para reflexionar en común estos
puntos de vista:

1. ¿Qué enseñanzas podemos sacar de la lectura?


2. ¿Qué aplicación tiene esta lectura en el campo pedagógico?
3. ¿El medio social ayuda a formar en los jóvenes y en nosotros esas características de
comunidad? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?
RELACIONES
(Proponemos en la medida de las posibilidades, organizar una convivencia o encuentro
lúdico con los educadores).

TÍTULO: Maestro en tu ambiente, “vive tu fe, amando al hermano”.

GUÍA PARA EL TRABAJO LÚDICO CON EL PROPÓSITO DE FOMENTAR LAS RELACIONES


HUMANAS ENTRE ELLOS.

1. Previamente se les ha entregado a los participantes una escarapela que con un color
determinado para la organización por grupos.
2. Para el desarrollo de las actividades se les orienta que deben encontrarse con los
compañeros que tienen la escarapela del mismo color.
3. Cuando estén reunidos los equipos, organizados por colores se le pide ubicarse en una
estación de la siguiente forma:
Equipo con escarapela de color Amarillo…. Estación # 1.
Equipo con escarapela de color Azul…………Estación # 2.
Equipo con escarapela de color Rojo…………Estación # 3.
Equipo con escarapela de color Verde…….. Estación # 4.

ESTACIÓN # 1. - SOMOS COMUNIDAD

Materiales: Papel Higiénico, Cinta de papel, fotocopias del texto.


Actividad:
 Organizar el sub grupos en 3 equipos.
 Entregarle a los tres (3) equipos conformados, 2 rollos de papel higiénico y un rollo de
cinta de papel, para cada equipo.
 Solicitarles que elijan un compañero del equipo y que con los materiales, figuren/armen
una momia y que la adornen con elementos de los demás integrantes del equipo, todos
deben aportarle algo (Ej. Aretes, anillos, prendas de vestir, gorras, etc.).
 Después de 10 minutos de trabajo, socializar el texto y relacionarlo con la actividad.

Texto para la reflexión – Estación # 1.

Reflexionemos juntos acerca de la escuela como lugar de acogida cordial, como casa y mano
abierta para los hombres, mujeres, jóvenes, niños y niñas de esta ciudad.

• La dimensión de hospitalidad, ternura y afecto de la escuela no significa, de ningún modo, dejar de


lado su otra dimensión: la de un lugar que tiene un objetivo, una función específica, que debe ser
llevada a cabo con seriedad, eficacia, me atrevería a decir con profesionalismo.

• La escuela, como comunidad eclesial, está llamada a encarnar el amor de Cristo, que dignifica al
hombre desde el centro de su ser. La orfandad contemporánea, en términos de discontinuidad,
desarraigo y caída de las certezas principales que dan forma a la vida, nos desafía a hacer de
nuestras escuelas una “casa”, un “hogar” donde las mujeres y los hombres, los niños y las niñas,
puedan desarrollar su capacidad de vincular sus experiencias y de arraigarse en su suelo y en su
historia personal y colectiva, y a su vez encuentren las herramientas y recursos que les permitan
desarrollar su inteligencia, su voluntad y todas su capacidades, a fin de poder alcanzar la estatura
humana que están llamados a vivir.

• La escuela puede ser un “lugar” (geográfico, en medio del barrio, pero también existencial,
humano, interpersonal) en el cual se anuden raíces que permitan el desarrollo de las personas.
Puede ser cobijo y hogar, suelo firme, ventana y horizonte a lo trascendente. Pero sabemos que la
escuela no son las paredes, los pizarrones y los libros de registro: son las personas, principalmente
los maestros. Son los maestros y educadores quienes tendrán que desarrollar su capacidad de
afecto y entrega para crear estos espacios humanos.

¿Cómo recrear las relaciones humanas cuando todos esperan del otro lo peor?
ESTACIÓN # 2. –SOMOS VOCACIÓN –
Materiales: Pingpong o balón, tapa ojos, vara puntiaguda, piola, bombas con agua, harina y con
preguntas dentro, fotocopias del texto.
Actividad: Organizado el grupo de trabajo en círculo, se hace lectura del texto de la reflexión y se
procede a la reflexión del texto respondiendo a las preguntas que están dentro de las bombas que
penden de la piola; para alcanzar las preguntas se pasa el balón o pingpong por todo el círculo de
participantes con la tradicional cantata: “tingo, tingo, tango” y quien quede seleccionado, se le
cubren los ojos con el tapa ojos y se le entrega la vara puntiaguda, con esta vara debe romper un
globo que contenga dentro una pregunta (advertir que no todos los globos tienen dentro pregunta,
sino que los otros globos tienen dentro agua o harina) elegida la pregunta se lee y se pone en
consideración de la reflexión de todo el grupo. El ejercicio se repite tres o cuatro veces, de acuerdo
con el tiempo estimado de trabajo con cada grupo.

Texto para la reflexión – Estación # 2.

Educar es una de las artes más apasionantes de la existencia y requiere permanentemente ampliar
horizontes, recomenzar y ponerse en camino de modo renovado. Además nos cuestionan todos los
días las necesidades de un mundo cambiante y acelerado. Hay que vencer el cansancio, superar
malestares, medir las fuerzas ante el desgaste del trabajo. Necesitamos el bálsamo de la esperanza
para continuar, y la unción de la sabiduría, para restaurarnos en una novedad que asuma lo mejor
de nuestra tradición, y para saber reconocer aquello que hay que cambiar, que merece ser criticado
o abandonado.

El educador, al acompañar en la búsqueda, ofrece un marco de contención que, sin quitar la


libertad, despeja el miedo y alienta en el camino. Él también, como Jesús, debe unir la verdad que
enseña, cualquiera sea el ámbito en que se mueva, con el testimonio de su vida, en íntima relación
al saber que enseña. Solo así el discípulo puede aprender a escuchar, ponderar, valorar,
responder…

Estas son las preguntas que van dentro de las bombas o globos:

1. ¿Quiénes fueron esos buenos maestros que dejaron sus huellas en nosotros y en nuestras
vidas?
2. ¿Cuáles fueron los alumnos que más trabajo nos dieron y nos exigieron en nuestro
crecimiento personal y profesional?
3. ¿Dónde están los falsos maestros que enseñan la mentira y conducen al encierro y a la
muerte?
4. ¿Qué cosas cambiaron en este tiempo desde que ejerzo como maestro, en cada uno de
nosotros, en nuestros sentimientos, en nuestra inteligencia y corazón?
5. Si hoy pudiese volver a elegir nuevamente, ¿sería docente y educador de niños y
adolescentes?
6. Si hoy fuese docente de mis propios hijos, ¿sería un padre que me quejaría de sus
docentes?
7. Si hoy cerrasen todas las escuelas, ¿dónde irían y que harían nuestros niños y
adolescentes?
8. Si hoy nosotros estuviéramos sentados en el lugar de nuestros alumnos, ¿qué esperaríamos
de nuestros docentes?

ESTACIÓN # 3. - SOMOS SERVICIO –


 Materiales: Imagen recortada en trozos, en forma de rompecabezas, hojas para escribir,
lápiz o lapiceros y fotocopias del texto.
 Actividad: Se organiza el subgrupo en tres equipos se les entrega el rompecabezas para
armar y las hojas con su lapicero para copiar el texto de una trova en torno al tema: Como
maestros: “Somos servicio”, luego se hace reflexión de general de lo trabajado y del mensaje
del Papa a los Maestros.

Texto para la reflexión – Estación # 3.


Los invito a reflexionar juntos y hacernos uno en la idea de que solo quien enseña con pasión puede
esperar que sus alumnos aprendan con placer. Solo quien se muestra deslumbrado ante la belleza
puede iniciar a sus alumnos en el contemplar. Solo quien cree en la verdad que enseña puede pedir
interpretaciones veraces. Solo quien vive en el bien —que es justicia, paciencia, respeto por la
diferencia en el quehacer docente— puede aspirar a modelar el corazón de las personas que le han
sido confiadas.

ESTACIÓN # 4. – SOMOS COMUNIDAD LLAMADOS A LA RECONCILIACIÓN –


 Materiales: Hojas para escribir, lápiz o lapiceros y fotocopias del texto.
 Actividad: Se hace lectura del texto de la reflexión y luego de leída se entrega una hoja en
blanco a cada participante y se les pide que marquen la hoja con el nombre; después de
esto se inicia pasar la hoja a cada uno de los compañeros con la intención que en esta hoja
escriban algo bueno de la persona a la que pertenece la hoja y cuando se termine la
actividad se le pide a algunos que den su aporte de lo realizado.

Texto para la reflexión – Estación # 3.


Dice la leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto cuando en un determinado punto del
viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
- HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y
lastimado comenzó a ahogarse, y su mejor amigo no dudo en salvarlo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
- ¿Por qué cuando te lastimé, escribiste en la arena y hoy escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
- Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el
perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo, pero cuando nos pase algo grandioso, debemos
grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde jamás viento alguno pueda borrarlo.

PROYECCIÓN
(Proponemos la entrega de la segunda carta del Señor Obispo a los maestros).

La carta está impresa y llegará a cada parroquia para ser entregada a cada educador.

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