protagonista, y fue una oportunidad bastante buena para mostrar la arquitectura que se esta desarrollando en nuestro país y despertar el interés por lo que producimos en el ámbito de la arquitectura, tanto en los visitantes extranjeros y en nuestra gente paraguaya. En esta semana se pudo observar y apreciar que en la Arquitectura de nuestro país esta pasando por cambio en el que ya no se busca solamente de hacer bello lo que se construye y estar al nivel de otras tendencias de estilo de otros lugares del mundo que no se adaptan a nuestra realidad, sino que se está buscando dar la vuelta a lo que hay y se dispone, sin importar lo poco o pobre que sea, sin desperdiciarlo, destrozarlo o ignorarlo. En los recorridos mismo que se realizaron en la Chacarita, se pudo apreciar como nuestra sociedad paraguaya habita y construye al mismo tiempo. Y lo más característico es que los espacios son construidos por la misma persona que los habita, y lo construye con lo que hay, con lo que tiene. La XI BIAU pudo dar a la luz de como vivimos en Paraguay, en Iberoamérica. Nos mostro con naturalidad, como hablando de lo cotidiano. Y es importante tomar razón con lo que nuestra gran familia de Iberoamérica está viviendo, en estos momentos de crisis en el que el habita solo se limita a una pequeña parte de la población, y que una casa no es un lujo, sino una necesidad, y que se puede construir con muy poco algo que satisfaga las necesidades de cobijo y que también se bello a la vez, siendo un material de reciclado, del lugar o un material muy simple como el ladrillo. Solo es cuestión de darle la vuelta y mirarlo con otros ojos.