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el concepto de sujeto en
Enrique Dussel 1990-2012
Tutor
Víctor Manuel Avila Pacheco
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Bogotá D.C. Agosto de 2013
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Dedicatoria
4
Agradecimientos
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6
Introducción --------------------------------------------------------------------------------9
I CONTEXTO -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 12
CAPÍTULO 1 -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 13
PARA ENTENDER LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN. TEMAS CENTRALES EN SU CONFIGURACIÓN-- 13
7
De la liberación a la prosperidad ------------------------------------------------ 57
Crisis demográfica, ecológica y económica -------------------------------- 60
El papel de la democracia, ¿sí o no? ------------------------------------------ 63
Algunas consideraciones finales ------------------------------------------------- 65
2 HALLAZGOS ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 67
CAPITULO 4 -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 68
EL LUGAR DE ENUNCIACIÓN DEL SUJETO ----------------------------------------------------------------------------- 68
8
Introducción
9
el autor para aproximarse a su concepción teórica. Se hace una
descripción de sus principales concepciones.
10
Los capítulos cuarto, quinto y sexto obedecen a responder el primer
objetivo el cual pretende Identificar la conceptualización del sujeto
político en el pensamiento de Enrique Dussel. Estos capítulos
argumentan sobre la necesidad de abordar un problema como es, la
identificación de categorías que aporten a la construcción de sujeto
que hace Enrique Dussel: corporalidad viviente, libertad, razón
práctica, comunidad de vida, etc.
11
I Contexto
12
Capítulo 1
Para entender la Teología de la
liberación. Temas centrales en
su configuración
Aproximación histórica
13
estructuras imperiales, sociales, culturales, lingüísticas, sexuales, como
momentos esenciales del cristianismo (Dussel E. , 1995, pág. 44).
En efecto, estas razones son las que permiten que emerja un precursor
de la teología latinoamericana como Felipe Guamán Poma de Ayala,
quien tenía una interpretación mesiánica del cristianismo, una TL
explícita y anticipada: Murió Jesucristo por el mundo y los hombres.
Pasó tormentos y mártir.... En esta vida anduvo pobre, perseguido. Y
después del día del juicio vendrá... para pagar a los pobres
menospreciados¨1…
1
Citado por Dussel, ¨Meditaciones anti-cartesianas: sobre el origen del anti-discurso
filosófico de la Modernidad´, p. 191.
2
El ejemplo del paradigma de evangelización liberadora en la época de la conquista
lo constituye el también dominico español Antonio Valdivieso, tercer obispo de
Managua, quien, en los informes periódicos dirigidos al rey, le describe la situación
de servidumbre y de falta de libertad en que vivían los indios: «En lo que toca a los
indios -escribe-, cada día son más oprimidos». Blanco de sus críticas proféticas fue
el gobernador de aquellas tierras, por tener la posesión de la tercera parte de la
provincia. El final de una vida dedicada por entero a devolver la dignidad a los indios,
como la de Valdivieso, resultó trágico: murió asesinado a manos de un matón
contratado por el gobernador, (Juan José Tamayo 1989).
14
era que se estaba haciendo la evangelización y la conquista en América
latina: la del dios liberador o la del dios del poder y la dominación 3.
Por otro lado el indígena Felipe Guamán Poma de Ayala autor, narrador
y protagonista del manuscrito de la Nueva Corónica y Buen gobierno
(no consiste en un mero pleito, como el caso de las Casas), cuyo
contenido se funda en un evangelio bien asumido, viene suscitada por
el escándalo de la postración del pueblo bajo el poder extranjero. Felipe
Guamán Poma de Ayala quiere que el rey, lejano en Castilla, sepa que
su pueblo peruano es víctima de crueles abusos por parte de
funcionarios, clérigos y colonos; que los españoles déspotas los
someten a crueles vejámenes y que sólo al monarca hispano toca el
título de propiedad de la tierra, pues a él se acogieron los naturales
como nuevo Inca. Dice también Guamán, que en aquellas
circunstancias, el pueblo precisa un valedor, a lo que él mismo se
brinda. Para hacer la lectura llevadera a su Majestad. El autor ilustra
con más de 400 dibujos propios, complementarios de la denuncia
textual. En general, puede decirse que se trata de un clamor
genuinamente indio, traducido grosso modo a la altura, a la religión e
incluso al arte de los colonizadores ilustrados (Castellón, 1992, pág.
55).
3
Sobre los precursores de la Teología de la Liberación ver a: Leopoldo A Vasquez
Cabal 2011; J. Lorenzatti 2006; Gustavo Gutiérrez 2000; Juan José Tamayo 1989;
Manuel García Castellón 1992.
15
Pocos como Gustavo Gutiérrez (Dussel E. , 1995, pág. 66) hacen un
estudio y una reflexión rigurosa en los aspectos que anteceden a la
teología de la liberación. Para Dussel al comienzo, y por el ahora tan
celebrado "descubrimiento"-que en realidad fue conquista, violencia y
muerte de los amerindios- (Dussel E. , 2003c, pág. 49), los pobres
fueron los indígenas o primitivos habitantes americanos; después lo
fueron los criollos ante los colonialismo europeo; y en nuestros días
son las masas populares de obreros, campesinos, etnias, marginales,
bloque social de los explotados por el capitalismo nacional y
trasnacional. Ante estas tres opresiones históricas -que se suceden en
el tiempo y que tienen el mismo sujeto histórico: el pueblo
latinoamericano-, y cuando se produce objetivamente una praxis de
liberación de dicho pueblo, surgieron ya en tres ocasiones teologías de
la liberación. Liberación de una dominación que comenzó con la
conquista, con la invasión del continente Americano hace 500 años y
de la cual no se vislumbra una próxima resolución.
4
¨Entendido como un proceso de dominación del capital a nivel planetario. Este proceso, sobre todo en el
inicio del siglo XXI, ha penetrado incluso en las economías protegidas de países socialistas como Cuba y
China desde hace algunos años, sobre todo desde la desaparición de la URSS y el bloque soviético, con una
furtiva mercantilización al principió y luego con una pequeña oferta de inversiones formales para apuntalar
las plantas productivas y el intercambio comercial. De hecho las diferencias culturales nunca han sido un
obstáculo a esa dominación¨. Miguel González Madrid. 2003. La persistente crítica al capitalismo y la
actualidad de la Teología de la Liberación y el marxismo más allá del juicio y la denuncia. Debate actual
sobre la Teología de la Liberación, ed. por Joseph Ferrara, 65 98 México: Editorial Universidad Autónoma
Metropolitana, 2003.
16
latinoamericanos nos lleva a evocar dos cuestiones contradictorias,
representaciones contrapuestas, lugares contradictorios: el de la
siempre amenaza de dominio y el de la reacción y defensa. El
pensamiento crítico teológico en el nuevo mundo inicia como un
pensamiento y una praxis heridos por la conquista, el dominio y la
colonización. Es este un pensamiento que surge en nuestra América,
el de los precursores y el de los teólogos del siglo pasado, el de la
liberación, en tanto que aparece en el lugar de la amenaza y el dolor,
pero también de la resistencia y el sueño de la liberación, es una
reflexión que busca reaccionar en vistas de la emancipación. Es este el
lugar de enunciación de la TL.
17
no fue recogido en la totalidad de documentos finales del Vaticano II
con la fuerza con que había sido expresado en las discusiones.
Frente a esto, surge una contradicción hecha por André Corten (Corten,
El establecimiento de una red de la Teología de la Liberación, 2004)
quien argumenta que, al contrario la noción de pobre fue retomada
por la teología de la liberación como término que circuló en los medios
conciliares del Vaticano II (1962- 1965) (Corten, 2004, pág. 300),
resaltando que una de sus figuras más importantes, el cardenal Helder
Camara, la utilizó mucho y que por otro lado en las encíclicas que
sintetizan las resoluciones del concilio aparece 38 veces el término
pobreza.
18
introdujo la expresión Iglesia de los pobres, todo se quedó en la
discusiones y debates informales, sin dejar el rastro más relevante en
los textos oficiales del Concilio vaticano II, exceptuando el documento
Gaudio et Spets.
Gaudium et Spes
19
Concilio Vaticano II para América Latina. Para cristianos comprometi-
dos y para los mismos teólogos de la liberación, el Concilio, en su do-
cumento Gaudium et Spes, pareció abrirse al mundo de los pobres y a
la justicia social (Concilio Vaticano II, 1967).
20
Tamayo (1989), hizo posible Medellín, y éste, a su vez, potenció a
aquél, lo enriqueció e incluso lo transformó (Tamayo, 1989).
21
pobreza creciente e irresistible, el pueblo comenzaba a organizarse
para salir de esa situación. A la Iglesia se le ofrecía una oportunidad
histórica de introducirse en los movimientos de liberación, de influirlos
positivamente, de potenciar la fe de los creyentes, esto es lo más
relevante para el parecer de Juan José Tamayo (1989).
22
momento el episcopado latinoamericano jugara un papel importante.
Pero, precisamente, si la mayor parte del episcopado latinoamericano
"se había pasado del lado de los conservadores, el concilio en su
totalidad había optado por otra orientación" (Corten, 2004, pág. 317).
Al parecer André Corten (2004) el CELAM fue el que provocó que el
concilio tomara la orientación que tomó "Era el más numeroso"
(Corten, 2004, pág. 319). Dos terceras partes del episcopado
latinoamericano apoyaran las posturas progresistas, cuando todo
mundo esperaba que fuera al revés; asimiló así a los episcopados
latinoamericanos con el español y el portugués. En buena medida, fue
el trabajo del CELAM el que preparó esta situación.
23
Vaticano e ideología capitalista
Tiene razón José Ferraro cuando al respecto sostiene que, "puesto que
la Iglesia existe en una sociedad capitalista, no puede escapar o ignorar
los antagonismos que dividen a los hombres que acoge en su seno. …el
grueso de la Iglesia sigue ligado, de muy diversas maneras, al orden
establecido' (Ferraro, 2003). Ni duda cabe que la jerarquía vaticana
está ligada a ese orden, y por eso no puede oponer una estrategia de
transformación radical, sino, acaso, un programa de ayudas sociales
asistencialistas de caridad.
24
comunistas durante una época en la que aparentemente todo el mundo
marchaba hacia el socialismo.
En resumen, los que hemos leído los documentos del concilio podemos
evidenciar que entre líneas la Iglesia institucional, por tanto, está en
contra de los abusos del capitalismo liberal pero no en contra del
capital. Evidentemente el concilio explícitamente se preocupó por la
injusticia social creciente, pero su espíritu se colocó en una perspectiva
reformista que consideró posible modificar al capitalismo para de ese
modo evitar el ascenso socialista. De este modo podemos concluir que
el Vaticano II fue la respuesta católica eurocéntrica al peligro
marxista.
5
Para las CEB articular la opción preferencial por los pobres a su discurso, se entienden esta categoría
como la lucha contra los opresores de los pobres.
6
Gaudium et Spets
25
Del mismo modo es difícil establecer una fecha exacta de gestación,
son tantas y tan únicas en cada lugar de Latinoamérica como
parroquias podríamos encontrar. Los casos más conocidos, o por lo
menos donde más acogida tuvo fueron de Brasil y México a los cuales
nos referiremos a continuación.
26
las CEB y el Partido de los Trabajadores evidenciado en su discurso
político liberador.
Las Comunidades Eclesiales de Base han nacido entre los más pobres
de los pobres y están formadas por aquellos sectores creyentes de la
población que carecen de poder religioso, económico y social (Cabal
Vázquez, 2011). Las comunidades eclesiales de base son primero que
todo eso, verdaderas comunidades barriales que tienen en común una
creencia y que pertenecen a sectores marginales, sus protagonistas
son los pobres, los indígenas, los negros, los excluidos, reunidos en
Comunidades.
27
Son locales, se reúnen en algún lugar común de la comunidad, para
compartir la palabra, reflexionar respecto a lo que dios les dice a ellos,
debaten la importancia de las escrituras en sus vidas. Gran parte de
esta reflexión teológica no trasciende más allá de lo local, pero no es
por ello menos real como TL. En este sentido para (Fitzgerald, 2000)7
es una hermenéutica popular inspirada en gran medida en el hecho de
que el lenguaje y las circunstancias socioeconómicas del Antiguo y del
Nuevo Testamento están directamente relacionados con las vidas de
los pobres, para nuestro caso, de los pobres latinoamericanos. Por
otro lado, para compartir las soluciones respecto a las problemáticas
que los aquejan como comunidad, luego, puede derivarse una reacción
que lleve a determinada acción individual y colectiva. Identificar una
problemática específica es el principio de la toma de conciencia sobre
una necesidad que reclama una respuesta de actitudes y acciones
colectivas específicas.
7
Valpy Fitzgerald es director del Finance and Trade Policy Research Centre de la Queen Elizabeth House,
Universidad de Oxford, y profesor titular del St. Antony's College, Oxford. Enseña Economía
Internacional y Economía del Desarrollo y tiene una amplia experiencia de trabajo con grupos cristianos
en América Latina en temas relacionados con la pobreza y el cambio social.
28
capacidades prácticas de las personas para un buen ejercicio de
animación grupal. Este nivel ilustrado de los animadores es el que les
permite su carácter de TL.
29
Respecto a la composición de las CEB Otero señala que en México la
mayoría de estas comunidades que pertenecen a las grandes urbes
está compuesta por campesinos desplazados, iletrados, con un arraigo
muy fuerte asía la iglesia católica (Otero, 2003, pág. 99). Sus líderes
o sebistas militantes son medianamente ilustrados, es decir con
secundaria o algunos tienen una carrera universitaria, pero que no se
les podría considerar literalmente pobres sino de clase media, en esta
orden de ideas encontramos las características que señalan (Fitzgerald,
2000) y (Teixeira, Brasil: pueblo e iglesia, 2002). Retomando a Luis
(Otero, 2003) en su estudio, el señala que una de las características
encontradas en la mayoritaria dirigencia masculina en las CEB. Siendo
mayoritaria entre el grueso de las CEB. Otra característica encontrada
por nuestro autor es la nula presencia de jóvenes al interior de las CEB,
lo que pone en peligro el posible relevo generacional y la sobrevivencia
de las mismas CEB. Esto genera una interrogante para el presente y
para el futuro. ¿Por qué el mensaje dado en las CEB no atrae a los
jóvenes? ¿Qué sucederá en pocos años cuando las actuales generacio-
nes principales vayan perdiendo su ímpetu o desaparezcan? Parecería
que el sentido de las CEB no apunta bien para este nuevo siglo, al
menos en su estrategia de atracción a las nuevas generaciones.
30
en ellas su función de teólogos orgánicos. TL y CEB jugaron un papel
decisivo en la profundización y concreción de una Iglesia de los pobres
y su liberación como al respecto indican otros estudiosos del tema
como (Madrid, 2003) y (Corten, 2004).
Por otro lado vemos que frente a una Iglesia altamente clericalizada y
jerarquizada, y de hecho basada en un clero preocupado por la
administración de sacramentos en templos con asistencia masiva, las
CEB enfatizan la concepción de Iglesia como pueblo de Dios en
comunidades solidarias y participativas; frente a una Iglesia en la que
los ministerios sacerdotales son exclusivos de los sacerdotes, se
propone una Iglesia con ministerios distribuidos entre los laicos; frente
a una Iglesia en la que predomina la preocupación por la prédica de
una moral individualizada, se contrapone una Iglesia que lleva la ética
social a la defensa de los pobres y al cambio de las condiciones
inequitativas establecidas por el sistema social vigente; frente a una
Iglesia que se encierra en el templo, se construye una Iglesia que sale
a la comunidad local y nacional y genera una nueva sociedad.
31
episcopado latinoamericano, aunque también fue atacada por otro
amplio sector episcopal no menos influyente. De ahí que los militantes
de esa Iglesia que centra su doctrina en la Teología de la Liberación se
sientan, por un lado, disidentes de la iglesia tradicional; pero por el
otro, quieran seguir siendo católicos pertenecientes a la Iglesia católica
universal. Presentan su experiencia eclesial como el testimonio de una
Iglesia auténtica. Se consideran iluminados por una misión, al mismo
tiempo que se reconocen un tanto incomprendidos y rechazados por
muchos obispos, sacerdotes y laicos acostumbrados a la pasividad de
la obediencia explicita de los fieles.
32
eclesial conciliar, pero aportando la originalidad propia de la
experiencia religiosa y política del subcontinente. Las comunidades de
base latinoamericanas se encuentran en el origen de la TL y consti-
tuyen uno de los espacios privilegiados y posibilitadores de la misma.
La TL, a su vez, aparece como teología orgánica de esas comunidades.
Sin ellas, la TL difícilmente hubiera tomado tierra y se movería en un
horizonte eclesiológico abstracto.
33
Ratzinger, se recibieron y recopilaron quejas sobre las principales obras
y teólogos, centradas en particular en Gustavo Gutiérrez y Leonardo
Boff. Se intentó entonces que el episcopado del Perú pusiese en
entredicho a Gustavo Gutiérrez. Es más, se intentó que, durante su
visita ad limina, los obispos peruanos le condenaran; pero esto no se
logró y el caso fue remitido a un estudio posterior (Oliveros, 1990).
Leonardo Boff fue sujeto de varios llamados al orden durante la década
de los 80 hasta que finalmente renuncio a la OHM.
34
(Tahar Chaouch, 2007, pág. 50). Cuestiona primero la realidad popular
y el carácter contra hegemónico liberador, la autonomía de las CEB,
sometidas al control eclesiástico de la Iglesia católica. Cuestiona
también la relación entre estas comunidades y la TL, como discurso
intelectual de elites católicas transnacionalizadas. Por ejemplo, el
imaginario basista de la izquierda brasileña, del cual participaba este
discurso, fue claramente distinguido de un imaginario popular. De
hecho, para el autor, un importante analista de la Iglesia popular
subrayó la distancia existente entre el ideal radical de transformación
social de la teología de la liberación y la realidad a menudo más
tradicional de las prácticas religiosas en las CEB.
35
Capítulo 2
Enrique Dussel: aproximación
Biográfica y periodización
intelectual
36
Mi padre, médico, que había estudiado en Córdoba desde 1920, dos
años después de la «Reforma de Córdoba», el más importante
movimiento estudiantil- político de América Latina, era un positivista,
agnóstico, venerado por el pueblo. Era un médico a la antigua. A todas
las horas del día y aun durante toda la noche llegaban sus enfermos.
Recuerdo siempre como llegaba la gente para consultarlo en la noche, a
la madrugada, no tenía hora para sí. Cuando terminaba el camino o la
huella de tierra para el auto seguía a caballo; entraba en los ranchos más
perdidos del desierto, los más pobres, aunque no pudieran pagarle nada;
con sus manos dio a luz a todos los niños de la región durante quince
años; fundó la clínica social del pueblo; en ella ejercía la cirugía; tenía un
«ojo clínico» natural. Era un honor ser su hijo8. (Dussel E. , 1998, pág.
15)
8
El subrayado es mío
37
Como el mismo lo afirma en este párrafo, de su madre heredo el
espíritu comprometido con la causa del pueblo característica de Enrique
Dussel y no sería exagerado pensar que de ella también heredo su
orientación religiosa temprana. También agrega que:
La Paz era un pueblo pobre. Fuera de unas pocas cuadras, con calles de
tierra, las chozas de los campesinos, paupérrimos, me dieron desde
siempre la experiencia del sufrimiento, de la miseria, de la dificultad del
pueblo. Más, cuando la sequía, en el calor sofocante del verano, con el
polvo que levantaba el viento, lo transformaba en un pueblo fantasma,
como el de Pedro Páramo. Soy entonces provinciano, de «tierra adentro»
(en Brasil: «sertanejo»), de andar descalzo o a caballo; alguien que ama
la tierra, el polvo, el agua de los canales, la sombra de los árboles, la
gente, los campesinos... Nunca me he sentido extraño en mi pueblo; me
alegro con él, lo observo, lo escucho, lo respeto... lo aprendí de mi padre,
de mi madre en mis años de infancia. (Dussel E. , 1998, pág. 14)
38
Es claro que la influencia de la infancia empieza a tener sus primeros
frutos en la adolescencia. Esa sensibilidad por el otro toma un matiz
comprometido socialmente y en compañía de sus pares, ya que en la
descripción de Dussel, la afirmación esta en plural y no de manera
individual y aislada. También se evidencia, en la experiencia temprana
de Dussel, este compromiso con la alteridad también viene alimentada
por una influencia religiosa particularmente católica, no solo ya en la
figura de sus padres, sino de otros personajes, fuera del ámbito e
influencia familiar. Se nutre del ejemplo de los personajes modelos
que militaron en la iglesia católica.
39
neoescolastica. Desde esta época hasta ahora profundizó en el tema
de la ética, siendo esta la columna vertebral de sus investigaciones.
En 1958 hace un corto viaje por Italia, Líbano, Siria, Jordania e Israel,
viaje en el cual conoce al sacerdote y obrero Paul Gauthier quien lo
anima a vivir una larga experiencia en Jerusalén. Una vez doctorado
después de defender una tesis sobre el bien común en Jacques
Maritain, el autor católico del Humanismo integral, y que lo había
inspirado en las luchas universitarias del movimiento llamado
Humanista en Argentina. Su posición es muy clara la persona -no el
individuo-9 sobrepasaba al bien común, y éste debía subordinarse a
aquella (Dussel E. , 1998, pág. 16)
9
El entre guiones es mío
40
Por un lado considera que para comprender la historia de América
Latina hay que hacerlo desde el paradigma que proporciona Jerusalén,
que, a diferencia de Atenas, habla de la dignidad del trabajo y de la
posibilidad de la liberación de los pobres. El humanismo semita, obra
en la que se puede ver que el compromiso ético tiene que ver con la
entrega del profeta semita comprometido con el Otro –la mujer, la
viuda, el extranjero, el pobre– para que pueda vivir y desarrollar su
carnalidad (Miranda Alonso, 2009, pág. 118).
1961
41
la Sorbona, su tesis doctoral en Historia titulada: "L'episcopat
hispanoamericain defenseur de l'indien (1505-1620) (Moreno Villa,
1998, pág. 37).
42
destrucción de una cultura por la conquista de otra en nombre del
cristianismo (Miranda Alonso, 2009, pág. 109). Enfrentamiento -en su
nombre se origina la conquista desde 1492- que se produce entre una
cultura dominada y otra dominante y que cuestiona modelos europeos
como el ricoeuriano, válido para la hermenéutica de la cultura europea,
pero insuficiente para explicar el enfrentamiento desigual entre
culturas diferenciadas, dominantes y dominadas. Es importante
señalar que al día del hoy Dussel no ha cambiado (ni se ha arrepentido)
sus hipótesis investigativas (otros teóricos de la liberación como los de
la teología, si lo han hecho) las ha ampliado demostrando que no son
mera teoría coyuntural.
43
Como alternativa a estas circunstancias, Dussel propone un modelo
basado en el diálogo y la escucha de otro excluido, es decir, del sujeto
que ha sido convertido en objeto por la dominación occidental
(Restrepo & Rojas, 2010, pág. 64). Esta práctica reflexiva organizaría
lo que él va a llamar analéptica de la liberación, esto es un modelo
alternativo a la dialéctica de la dominación hegemónico.
45
evolución de las categorías de Marx (véase Dussel, 1985, 1988, 1990)
(Dussel E. , 2001).
10
Para Dussel la afirmación analéctica (mas allá del horizonte del mundo y de la comunidad de
comunicación hegemónicos) es fruto de la «razón ético- preoriginaria», cuyo primer sujeto es el Otro
dominado 0 excluido, que se reconoce comunitariamente como el Otro afectado: Rigoberta, el pueblo
indio americano ... No se trata de un mero ejemplo empírico: se t r a t a de una narrativa de donde
podemos analizar situaciones «formales», universales a todo sistema, mundo o comunidad de
comunicación posible (Dussel E. , 1998b, pág. 421). Para una mayor aclaración de esta categoría ver los
trabajos sobre Dussel de Aguia Agudelo (2005) Díaz Novoa (2001) Montero (2002) Bautista (2005)
González (2007) Garcia Ruiz (2006) Miranda Alonxo (2009) Martínez Andrade (2009) Lukac de Stier (2009)
Beorlegui (2006) Álvarez Gomez (2007)
46
vivo (la fuente de valor), no solo la categoría central en el trabajo de
Marx, sino una categoría de tipo teórico y epistemológico.
47
Consideraciones y aproximaciones finales
A) Concepción de modernidad
11
Para Dussel la razón es una dimensión de la vida humana, así como la corporalidad viviente. Solo que
la racionalidad moderna – capitalista se basa en el aumento de la tasa de ganancia. Para Dussel la razón
es la astucia de la vida, está hecha para la vida. Solo que la podemos usar bien o mal.
49
que Dussel. Si bien tienen coincidencias también tienen diferencias a
la hora de concebir la modernidad. Lo tilda de maniqueo patológico y
pretencioso, considerando que Dussel se atribuye una posición
equivalente a la del Hegel latinoamericano. Si bien la discusión y los
argumentos de cornejo son interesantes, no considero que para criticar
un concepto en un autor sea suficiente leer un solo texto del autor,
eso se llamar generalizar y cuando generalizamos somos tan atrevidos
como la propia ignorancia.
50
Parménides, La odisea etc. Estos son textos que pertenecen a la
literatura clásica, a la poesía, igual que los textos religiosos como La
biblia, y los textos de los indígenas latinoamericanos, los amautas y
los tlamatinime, pero de ellos también se puede hacer filosofía. Como
decía algún filósofo, existen narrativas racionales en base a símbolos.
51
Capítulo 3
1989, un cambio de época o
una época de cambios
52
Como vemos en la cita, para Dussel el socialismo que callo es el
europeo pero sigue vigente en el resto del mundo. Sin embargo esto
no le quita importancia el evento de la caída del socialismo real como
una experiencia que le dio un giro al acontecer de la geopolítica del
mundo. Contradictoriamente considera que desde la crítica no se le ha
dado la importancia que merece pasando desapercibida por muchos
intelectuales y académicos que si bien lo consideran en su perspectiva
histórica, no así en su perspectiva epistemológica.
Después el caos
53
se fueran incrementando. No eran estos los días de los grandes
imperios de inicios de siglo o del final de la segunda guerra mundial
donde los bandos vencedores se repartían las fronteras y determinaban
la geografía de la posguerra.
54
Más adelante en la invasión a Afganistán estados unidos operó solo.
No hubo necesidad de coalición con nadie, aparte del ejército
estadounidense (la intervención de Blair, con los soldados ingleses, o
de los alemanes, etc., es puramente simbólica (Dussel E. , 2002).
Ideología y religión
55
La ideología que competía con el socialismo a la soviética también
estaba siendo cuestionada. El liberalismo (Sampedro, 2002, pág. 5),
se consideraba como la fe en una economía que asignaba totalmente
los recursos a través de un mercado sin restricciones, en una situación
de competencia ilimitada; un estado de cosas que se creía que no sólo
producía el máximo de bienes y servicios, sino también el máximo de
felicidad y el único tipo de sociedad que merecía el calificativo de libre
(Hobsbawm, 1999, pág. 557). La versión extrema de este modelo
también había sido puesta en cuestión como lo demostraba el declive
del modelo adoptado por la primera ministra del Reino Unido Margaret
Thatcher, más conocido como el Thatcherismo.
56
ideologías nacidas en el siglo XIX, época en que la cristiandad las había
enfrentado como su más acérrima enemiga, comenzaron a debilitarse
gradualmente al final del siglo XX. Pero para sorpresa de muchos, las
más antiguas guías, las cristiandades o religiones tradicionales
históricas, no ofrecían una alternativa plausible (Hobsbawm, 1999,
pág. 558) por lo menos para el centro del sistema mundo.
De la liberación a la prosperidad
12
A decir de André Corten Roger Vekemans organizó la escuela de sociología de la Universidad Católica
de Chile, estaba comprometido en la realización de las investigaciones sobre la marginalidad en América
Latina y estableció una red de centros (el Desarrollo Económico y Social en América Latina, DESAL)
(Vekemans y Venega, 1963). Citado por Andre Corten. 2004.
58
marcha el plan de seguridad nacional ante el avance de los grupos
revolucionarios latinoamericanos y se intenta promover una política
exterior marcada por un fuerte acento neoliberal y anticomunista.
Según refiere Codina, citado por Joel J. Lorenzatti (2006), en el año
1981 se crea en USA el Instituto para la religión y la Democracia, cuya
misión es favorecer y enviar sectas (pentecostales) a toda América
Latina, para frenar los avances de la Teología de la Liberación
(Lorenzatti, Teologia de la liberacion ¿el rostro eclesiastico del
socialismo?, 2006) (ver también el texto de André Corten (Corten, El
establecimiento de una red de La Teología De La Liberación, 2004).
Una de las pistas más relevantes consiste en que estas sectas anuncia
una creencia basada en la existencia de un mesías resucitado que lidera
directamente su pueblo, descartando eliminando la institucionalidad
jerárquica de sacerdotes y obispos y demás figuras poderosas que
mediaban entre el pueblo y dios. Así, el reino de Dios implica una
59
transformación socioeconómica que empieza en el ya y en ahora y
desde la realidad de los pobres evidenciada en la fraternidad, los
milagros como curaciones, profecías y prosperidad económica.
60
de vida de Latinoamérica o África. De esta manera tendrían que
enfrentarse a la disyuntiva: permitir una inmigración en masiva con las
consecuencias políticas internas que esto acarrea a cualquier nación.
El problema es que para esta época la brecha entre países pobres y
ricos se hace más grande, la población pobre no solo se multiplica sino
que está subempleada y quieren más y no menos desarrollo. Esto se
traduce en que cada ciudadano del mundo desea tener el nivel de vida
del ciudadano estadounidense promedio lo cual nos permite inferir que
el planeta colapsaría, porque es evidente que no habría recursos para
lograr este objetivo.
61
para emplearlos. Otro problema es que la economía globalizada generó
que la industria se trasladara del centro del sistema a países cuya
principal era que disponían de mano de obra con menores costos. De
esta manera se evidencia lo incontrolable del sistema capitalista y no
era claro quién la podría controlar.
62
conservación de la ley y el orden públicos. El hecho de centralizar
tantas responsabilidades en materia de control y orden público, hacía
doblemente dolorosa su incapacidad para sostenerlas y a su vez le
planteaba nuevos retos en materia de las políticas para el nuevo
milenio en materia de crecimiento económico y distribución social.
63
identidad colectiva con su país a través de otros aspectos como los
deportes, sus equipos deportivos nacionales y otras identidades no
políticos, abandonando la preocupación por la política, y dejando los
asuntos de estado en manos de los miembros de la clase política, un
grupo de interés particular compuesto por políticos profesionales,
periodistas, miembros de grupos de presión y otros, cuyas actividades
ocupaban el último lugar de fiabilidad en las encuestas sociológicas
(Hobsbawm, 1999, pág. 573).
64
decisiones públicas, no podrían seguir gobernando contra el
pueblo o sin el pueblo, de la misma manera que «el pueblo»
no podría vivir contra el gobierno o sin él (Hobsbawm, 1999,
pág. 574).
65
lo sugiere Dussel: desde el «Derrumbe de la Unión Soviética» la
humanidad, como un todo, vive una experiencia geopolítica de la que
los filósofos parecieran no haber comprendido su importancia
estratégica, teórica, ética (Dussel E. , 2007, pág. 275).
66
2 Hallazgos
67
Capítulo 4
El lugar de enunciación del
sujeto
68
Entender la construcción del concepto que Dussel hace del sujeto de
su pensamiento, primero debemos plantearnos la pregunta por su
lugar de enunciación. Cuál es el lugar de enunciación del sujeto en
Dussel? Que es lo mismo que lugar de enunciación del sujeto
latinoamericano, de la filosofía latinoamericana, de la teología de la
liberación, etc. Para este acercamiento Dussel parte de la categoría
elaborada inicialmente por Lévinas: la Totalidad.
69
abstracta, filosófica y política, en general más amplia en la medida que
es abstracta y aplica a todas las formas de totalidad:
Como filósofo, efectuando una hermenéutica política de un texto
simbólico, tomaré ese midrash como un ejemplo de una narrativa o relato
ético racional construido por aquel maestro semita ante la pregunta: «-
¿Quién es mi prójimo?», que podría traducirse mejor por un: «-¿Quién es
el que enfrenta al Otro en el cara-a-cara?», o todavía: «-¿Quién establece
la relación sujeto sujeto como proximidad?» Ante esta pregunta, aquel
sutil conocedor metódico de categorías críticas ético-racionales, le
contesta, estructurando una narración con intención pedagógica, en la
que consiste la «historia» (story) de un relato socio-político (Dussel E. ,
2003a, pág. 208).
70
«responsabilidad» por la víctima, por el Otro. El horizonte legítimo del
sistema vigente les obnubilaba o les impedía dar un paso «fuera» de él,
fuera de la Ley (ya que podía estar impuro y les impediría cumplir con el
culto debido). El despreciado para la tabla de valores del sistema positivo,
el que estaba fuera de la Ley, un samaritano (un meteco para un griego,
un galo para un romano, un infiel para un cristiano medieval o
mahometano, un esclavo o un indio en la primera modernidad, un lumpen
en el capitalismo, un sunnita en Irak para el mariner, etc.) -de nuevo la
ironía, la crítica mordaz, la intención subversiva de valores: «al verlo, tuvo
solidaridad, se acercó a él y le vendó las heridas [...]». Estos textos no
han sido asumidos por la filosofía política contemporánea, tampoco en
Estados Unidos o Europa. Sin embargo, son lo más revolucionario que
hayamos podido observar en la historia de la política occidental, imposible
de ser pensados por todas las políticas griegas o romanas (Dussel E. ,
2003a, págs. 207-208).
13
Para Parménides solo se podía pensar el ser, el no ser era impensable, es decir para el
también, el ser era la totalidad.
72
realidad latinoamericana, se verá alimentada, y por lo tanto, se podrá
desarrollar de manera más clara una comprensión verdadera de la
exclusión, el desamparo y la explotación sufrida por nuestra región.
Por el contrario Lévinas propone una ética, donde el otro está más allá
del ser, que trasciende el ser y se revela ante mí por su rostro y su voz
(Dussel E. , 2007a, pág. 12). El otro no es una cosa que se presenta
de manera inmanente al mundo, ni tampoco una cosa que es
constituida por mi subjetividad. El otro es otro frente a mí. Esta
comprensión de la otredad es la que permite hablar de justicia. La
justicia se realiza en la medida que el “yo” reconoce la otredad del
“otro”, no como un sujeto idéntico, sino, precisamente, en su alteridad
total, no limitada. Para Lévinas, el hecho ético total es el
reconocimiento del Otro, ya que el otro es lo exterior al sistema (Dussel
E. , 2007, pág. 20). Posibilita una ética donde ese otro es otro hombre,
el hombre de otra cultura, de otro mundo, de otro sistema, de otro ser.
Desde este punto de vista, la noción del otro se refiere a la existencia
de un sujeto distinto de mi yo o a la existencia de un sí mismo que no
soy yo.
73
El análisis de Lévinas sobre la totalidad y la alteridad es un referente
para la elaboración teórica de Dussel. Por eso el marco referencial del
lugar del sujeto en Dussel es fundamentalmente el de Lévinas. Pero
trasciende a este en su aplicación de la categoría básica de la alteridad
a la realidad latinoamericana. Lo trasciende en la medida que Lévinas
nunca ha pensado que el Otro pudiera ser un indígena, un africano, un
asiático (Dussel E. , 2007, pág. 96). Para Dussel el Otro es Latino
América con relación a la totalidad europea, es el pueblo oprimido y
pobre latinoamericano con respecto a las oligarquías dominadoras
locales y también a la vez dependientes. Es la víctima (Dussel E. ,
2006, pág. 61). Categoría más amplia que la que puede ofrecernos
Quijano (Quijano A. , 2005, pág. 38), ya que victima abarca no solo lo
racial sino también lo cultural y lo socioeconómico.
74
bar. Estas sillas están dispuestas para los alumnos, los alumnos tienen
uniforme. La posición del profesor frente a los alumnos, el tablero, las
ventanas, las puertas, todo en la totalidad esta para permitir su ser: el
acto pedagógico. El acto pedagógico es lo que determina la silla o el
uniforme, es lo que le da el sentido.
Pero la totalidad deja víctimas (Dussel E. , 2006, pág. 61), las cuales
se ubican en la exterioridad, los reproductores de música, el chicle, el
celular y el mismo alumno que no quiere estar allí en esta totalidad por
que el modelo pedagógico no lo reconoce como subjetividad, lo
reconoce en la totalidad del acto pedagógico como sujeto educable. En
la totalidad la diversidad es subsumida por la unidad. Esta unidad es
impuesta por medio de la negación de la exterioridad del Otro. La
totalidad conduce a la separación y a la dominación.
75
pueblo. También se puede decir que la corporalidad sufriente es el
lugar donde se manifiestan todos los adjetivos de la exterioridad:
victima, pobre, excluido y desigual. Es un no sujeto.
Para Marx, el ser humano es ser natural opuesto a las ideas (Dussel E.
, 2008, págs. 39-40). Este aspecto tomado de Marx, considerando
aspectos como la corporalidad sufriente, yendo más allá de la
corporalidad viviente, para anteponer la corporalidad sufriente frente
al capitalismo, concibiendo la corporalidad sufriente como una
consecuencia del capitalismo, ya que el capitalismo influye, no solo en
el mercado, sino en el hambre del pobre. La corporalidad sufriente se
hace corporalidad política y por definición está ubicada en la
exterioridad del sistema, convirtiéndolo en un sujeto vulnerable.
76
puede reforzarse a partir de ciertas consideraciones que el mismo
Dussel desarrolla en torno a la fe. La apreciación del pobre como
exterioridad tendría íntima relación con la fe, y no con la razón
explicativa o instrumental.
77
Capítulo 5
La corporalidad: una nueva
perspectiva de sujeto
78
Corporalidad vs Dualismo
Dussel tiene una seria preocupación por recuperar con fuerza y sentido
la noción de corporalidad viviente. Desde esta posición es un acérrimo
crítico del subjetivismo de la modernidad que se fundamentó
solamente en el yo pienso cartesiano (Dussel E. , 2008). El argumento
radica en que se trata de un modelo de pensamiento que no considera
la corporalidad, concibiendo así un ser racional que se olvida de lo más
humano que es la subjetividad materialidad. Este aspecto es clave a la
hora de concebir una ética de liberación, ya que su primera exigencia
es la recuperación de la subjetividad corporal y carnal. En esta
subjetividad es donde se manifiestan aspectos como el pertenecer a la
burguesía nacional o a la clase obrera y al pueblo; ser hombre o
mujer; el ser blanco o no blanco; joven o adulto; si se es de una cultura
imperial, o por el contrario de una cultura periférica, popular, sano o
enfermo; pobre o rico etc.
79
En efecto, en El humanismo semita (escrito hasta 1964 en París, y
publicado en la Editorial de la Universidad de Buenos Aires, en 1969),
intentaba mostrar, en cambio, que la experiencia existencial de los
pueblos semitas (desde los arcadios, babilónicos, fenicios, israelitas,
cristianos o musulmanes) por partir desde más allá del ser, desde la Nada
como Realidad creadora, permitía afirmar el monismo de carnalidad
antropológica (la «carne», la basar hebrea, como la persona son «una»,
sin dualismo de cuerpo ni alma), de donde la ética supone como
perfección la entrega ético-política del profeta en favor del pueblo hasta
la muerte, para servir a los pobres, en justicia. Es una ética política de
unidad antropológica, donde se afirma la corporalidad sexual, y por ello
la mujer encuentra un lugar más adecuado (Dussel E. , 1998a, pág. 18).
Esta primacía del cuerpo sobre el alma, donde el cuerpo tiene carácter
80
de inmortalidad, es un aspecto es de gran relevancia por dos motivos:
a) a diferencia del dualismo helénico donde el que es inmortal es el
alma, es el cuerpo el que resucita, la primacía es del cuerpo. b) por
otro lado cuando el muerto está en el juicio frente a Osiris con, su lista
de obras buenas para ganar la resurrección, vemos que existen unas
necesidades para promover la vida como es el alimento, el vestido y el
techo (Dussel E. , 2000, pág. 203) y (Dussel E. , 2001, pág. 414). Por
un lado Dussel relaciona el libro de los muertos con textos del antiguo
testamento como el libro de Isaías en donde se aluden estas
consideraciones éticas alusivas a la corporalidad, casi en el mismo
orden:
Una de las tantas influencias históricas de este texto se deja ver, veintitrés
siglos después del origen de la escuela menfita, en un texto hebreo de
Isaías 58, don de componentes del grupo del tercer Isaías escriben: “EI
ayuno que Yo quiero es este: [...} dejar libres a los oprimidos, romper
to-dos los cepos; [1] partir tu pan con el hambriento, [4] hospedar a los
pobres sin tech022, [3] vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu
propia carne” (Dussel E. , 1998b, pág. 634).
81
En el anterior párrafo se destaca los lugares comunes que detecta
Dussel entre Marx, Engels y el evangelio de Mateo, aunque es extraño
que no cite el libro de los muertos en esta Coincidencia. Lo esencial,
para este trabajo, es que la comida, el vestido y el techo o la vivienda
son los elementos para preservar la vida buena de las personas. Y la
vida buena es el contenido de toda acción, y el contenido significa, y
es, la materia (Dussel E. , 1998, pág. 460) – en el sentido materialista
de la historia-.
82
maneja la categoría del trabajo vivo, esta categoría corresponde al
sujeto humano en cuanto corporalidad viviente. En esta primera
aproximación encontramos unas pistas sobre la concreción del sujeto
en Dussel y es que el sufrimiento y el dolor del otro, son elementos
categoriales para esta definición.
83
sujeto, en toda su unidad, en toda su existencia, es decir, Dussel
considera el hecho de que un ser vivo pensante y hablante existe de
manera concreta y efectiva, luego, existe también como corporalidad,
como cuerpo. En resumen la materialidad es imprescindible para
posibilitar todas las actividades ejercidas (relaciones humanas,
sociales, ambientales, históricas etc.) y, en definitiva en el ser humano
la materialidad es su corporalidad, es su realidad concreta y es el sujeto
concreto. Podemos decir finalmente que para Dussel la dignidad del
sujeto es la vida ya que un sujeto muerto no tiene tal carácter de digno.
84
Dussel, en numerosos escritos, afirma que la corporalidad es una
realidad que contiene la vida, pero no cualquier vida. Se refiere a la
vida humana, y la vida humana a su vez es la raíz de las otras
dimensiones de la unidad del sujeto, definiendo así la vida como una
forma de realidad humana.
85
instinto de los animales, la cual le permite enfrentar la naturaleza y
sobre todo producir, reproducir y desarrollar la vida humana14.
14
Este término es un lugar común en los escritos más políticos de Dussel con la limitación de
que no explica o define cual es el concepto, o por lo menos, en qué consiste ese producir,
reproducir y desarrollar la vida. Como no es clara la articulación de algunos elementos
introducidos por Dussel. Lo que sí es indiscutible es que su categoría fundamental es la de
“corporalidad viviente”, luego como no concreta qué quiere decir “desarrollo” de la vida humana,
ese desarrollo se podría limitar a garantizar lo la corporalidad viviente.
15A este respecto ver principalmente: (Dussel E. , Materiales para una politica de la liberacion,
2007) (Dussel E. , Etica de la liberacion, 1998b)
86
animales también tendría una astucia instintiva que también les
permite desarrollar su vida animal. Creo, en la línea de Luis María
Fernández M.J., que más allá de ser la astucia de la vida, la inteligencia
busca la verdad, porque si yo hago un ejercicio de raciocinio entre dos
argumentos, pues lo que quiero es encontrar el verdadero.
Independiente de que sea verdadero, lo verdadero me debe llevar a
desarrollar la vida. Es importante anotar que esta dimensión de la
razón es un primer momento de lo que Dussel denomina la razón
crítica material, que es una razón de tipo político, ya que obedece a la
razón de las víctimas de la totalidad.
88
racionalidad ética originaria (Dussel E. , 1998b, pág. 211). Por medio
de esta yo reconozco al Otro en su exterioridad (al pobre, al
hambriento, a la víctima, al excluido del sistema), que se me presenta
como un rostro y que en su inmediatez me interpela cara a cara y me
pide que responda de su situación. Algún diálogo que yo pueda
establecer con el Otro supone como condición previa y necesaria que
le reconozca como otro igual, que lo reconozca en su dignidad
inmanente como persona. El rostro del Otro que no puede vivir
cuestiona mi responsabilidad (Dussel E. , 1998b, pág. 634), que tengo
tanto por acción como por omisión, en la permanencia de un sistema
mundo moderno y colonial que lo victimiza, es decir la exterioridad del
sistema. Es de esta manera que puede surgir así una racionalidad-
ético-crítica.
Voluntad
89
en su raíz misma (p.67)”. (Dussel E. , 2008a, pág. 213) Lo cual implica
que se aleja de los dualistas, y del mismo Quijano, quienes afirman la
supremacía de la razón sobre el cuerpo para constituir el sujeto. Dussel
no solo equipara el cuerpo a la razón sino también la voluntad como
una unidad para poder constituir la vida humana en su integridad. Pero
la voluntad también involucran dos aspectos para poder constituirse
como tal: la libertad y el amor.
Libertad
Pero los dos están lejos de lo que podría ser una definición de la libertad
más amplia intrincaba a cualquier sujeto independientemente de su
lugar de enunciación. Clásicamente la libertad podría ser entendida
como el poder decidir entre dos bienes el mejor16. Esta es la libertad
que tiene que ver con la posibilidad, no solo de conocer y de acceder a
la realidad sino de decidir sobre ella. Por ejemplo: volviendo al caso
del veneno y la comida, la libertad me permite optar entre los dos.
Habrá quien piense, como Dussel (Dussel E. , 2007a), que sí sé que
16
Carpeta antropología pastoral, instituto latinoamericano de pastoral juvenil. CEDEJ
90
uno es veneno y el otro es comida pues escojo este último porque
siempre se decido por la vida, pero para el caso del suicida, con el que
Dussel no está de acuerdo17 (Dussel E. , 2008a, pág. 216), que para él
será mejor escoger el veneno porque no es posible la vida, pues de
esta manera está optando por lo libremente evalúa y considera mejor
para él.
El Amor
17
En el libro Materiales para una política de la liberación existe un capitulo en contra del suicidio. Dussel
solo considera posible éticamente el suicidio cuando se da la vida por la comunidad, pero no considera
los suicidas que tienen una vida indigna a causa de los problemas económicos, una enfermedad terminal
o degenerativa la que a mi juicio podría ser discutible su desaprobación.
91
liberación. Para el corte temporal propuesto en este trabajo, es
evidente que tiene una connotación similar.
92
en el sistema). Descubrir al otro como otro y ponerse-junto-a (con-) su
miseria, vivir como propia la desproporción de ser libre y sufrir su
esclavitud; ser distinto y alguien, y al mismo tiempo ser sólo una parte
diferente interna; dolerse con el dolor de dicha escisión es la posición
primera del êthos liberador. No es la amistad, ni la fraternidad (de los
iguales), sino el amor a los oprimidos en razón de su real dignidad como
exterioridad (Dussel E. , 1996, pág. 83).
93
Como vemos el amor es un concepto y una cualidad del que muchos
autores, en este caso un revolucionario, hachan mano para justificar
sus luchas, tanto filosóficas como políticas. Me llama particularmente
la atención sobre su apreciación del amor como sentimiento hacia la
humanidad viviente que un verdadero revolucionario debe tener.
Efectivamente la voluntad de los sujetos, revolucionarios, va motivada
por un sentimiento que es la búsqueda de la concreción de su proyecto
político. Esa concreción es el mejor estado en que puede estar dicho
proyecto. Esta alusión al Ché, como otras alusiones que hace Dussel
y que hemos referenciado, nos ayuda a aproximarnos a una definición
plausible.
94
experiencia ética, nos compromete a asumir la experiencia y la realidad
del otro18 en su mismidad, en su realidad y en su devenir. Esa manera
de asumir al otro en una relación intersubjetiva es lo que constituye la
comunidad, y la comunidad es otro aspecto esencial en el camino de lo
que concibe Dussel como sujeto, esto lo abordaremos más adelante.
18
Recordemos que Dussel, dentro de su formación filosófica fue primero influenciado por Heidegger
quien los sumergió en la experiencia del ser ahí pero que era un ser solipsista. Pero luego despertó del
sueño ontológico con la lectura de Lévinas para quien el ser ahí consideraba a el otro diferente a ser ahí,
solo que para el otro de Lévinas era el judío de los campos de concentración.
95
comunitario. Es en el nivel de la voluntad donde se da el amor entre
los miembros de una comunidad, llámese familia, clan, parche o banda
de ladrones.
19
La voluntad de vivir del hombre desde sus orígenes es el tema central del primer tomo de la
Política de la liberación (Dussel E. , 2007b) y el del segundo tomo es la voluntad de poder que
es la defensa política del querer vivir (Dussel E. , 2009).
96
de la vida que quiere e intenta permanecer en la vida inscrita en la
presencia y la esencia de la corporalidad humana es la voluntad.
97
Capítulo 6
Del individuo moderno a la
comunidad de la liberación
99
Desde la perspectiva de Dussel, los campos son totalidades de la
realidad que se cortan abstractamente para entender una asociación
de ideas. Como cuando digo está dominado (campo político) es bello
(campo estético). Dussel ve en el sujeto un indeterminado que actúa
en diversos campos. Indeterminado pero que es una unidad que se
relaciona y cumple funciones diferentes en el campo de la familia la
educación la iglesia y aquellos campos en que se desempeñe (Dussel
E. , 2002, pág. 12).
100
aumento de salarios del magisterio público, congelados por más de una
década (Quijano A. , 2005, pág. 157).
101
, vendían sus posesiones y bienes y lo repartían entre todos según la
necesidad (kbretan) de cada uno (Dussel E. , 2007, pág. 113).
102
pensando es la que tiene como determinante de todas sus acciones la
producción, reproducción y desarrollo de la vida en comunidad.
Características de la comunidad
103
ética, la cual consiste en la responsabilidad por el otro. Somos
responsables de los otros sin los cuales no hubiéramos sido reales, no
hubiéramos recibido la vida, y no lo seremos en el futuro de la
comunidad y de la especie humana como totalidad (Dussel E. , 2008a,
pág. 216). Para Dussel la vida es un don gratuito y lo que gratuito es
con gratuidad se paga. Queriendo decir con esto que existe una
responsabilidad, como deber, en la vida por haberla recibido gratis.
Este deber es con la vida en comunidad, pues es de la comunidad que
recibimos la vida. Y por esto la relación con los demás no es teórica,
es práctica.
Corporalidad y Koinonia
Vemos que Dussel concibe el ser humano como una unidad (única e
indivisible). Pero no quiere decir que sea un sujeto aislado como el
Dasein de Heidegger. La corporalidad humana es natural, y semejante
a los demás seres humanos. Para Dussel la persona humana existe
esencialmente y estrechamente relacionada con el resto de la
humanidad, ósea que el sujeto no se da de una forma exclusivamente
individual, sino siendo y participando de la experiencia de otras
corporalidades.
105
para entender una asociación de ideas. Como cuando digo está
dominado (campo político) es bello (campo estético).
Movimiento social
106
se convierte clamor colectivo del pueblo, que de privado pasa a ser
público y de singular pasa a ser plural o colectivo en comunidad. Ese
clamor colectivo es lo que conocemos como movimiento social que se
formar como respuesta a las demandas no cumplidas por el sistema
vigente. Si el sistema cumpliera las demandas de los diferentes sujetos
no existiría la protesta junto con la formación de los de movimientos
populares reclamen el cumplimiento de reivindicaciones o demandas
que permitan la producción reproducción y desarrollo de su vida en
comunidad - negatividad-. Es a partir de la negatividad de las
necesidades de alguna dimensión de la vida del sujeto que surge la
lucha por el cumplimiento de las demandas exigidas. Esta lucha se
transforma en movilizaciones reivindicativas o movimientos sociales.
Estos movimientos sociales surgen como expresión de la negación de
la subjetividad corporal humana concreta en los sistemas históricos de
opresión. Y habrá tantos movimientos como reivindicaciones
diferenciales (Dussel E. , 2006, pág. 62).
107
El sujeto político para Dussel es la comunidad política, algo muy
diferente de lo que en las sociedades modernas se conoce como la
sociedad civil.
108
Capítulo 7
Sujeto en Dussel y la teología
de la liberación hoy
109
ejercicio que nos permite revaluar y, reinterpretar si se quiere, nuevas
categorías para la TL a la luz de Dussel.
110
no tienen dinero, porque no tienen trabajo y el mismo capital los expulsa
fuera, hasta en los países desarrollados. Paradójicamente, hay
globalización del capital y producción de excluidos. ¿Cómo se llaman los
excluidos? Se llaman pobres (Dussel E. , 2008, pág. 36).
112
De la opción por los pobres a una comunidad de la liberación
Tabla 1 Sujeto en la TL
Teología de la liberación
Sujeto abstracto Pobre
Sujeto concreto Comunidades Eclesiales de Base
113
ofrecer el paradigma político del éxodo.
114
En esta misma línea, el desarrollo teórico de Dussel en la posguerra
fría, da como resultado la consolidación de la perspectiva liberacionista,
no su eliminación. Esto se puede evidenciar, para el caso de Dussel, en
los últimos volúmenes de la trilogía editorial sobre la política de la
liberación.
115
Capítulo 8
Consideraciones finales
En relación al marco teórico es claro que existen, más que diferencias
con Aníbal Quijano, claras similitudes que se convierten en lugares
comunes. Entre los que podemos mencionar su clara critica a la
modernidad, al capitalismo y al colonialismo. Podemos establecer que
por un lado, para Aníbal Quijano el lugar donde primero se siente la
colonialidad es en el cuerpo pero porque es allí donde se nota el color
o la raza, más bien las diferencias fenotípicas. Por otro lado, para
Dussel donde primero se siente la dominación en el cuerpo pero porque
es allí donde descansa la vida. La amenaza de la muerte es la primera
señal de dominación para Dussel.
116
Efectivamente Dussel hizo un giro hermenéutico, de la teología paso a
la filosofía pero con los mismos argumentos y los mismos autores. A
Jesús lo bajó de su postura divina para equipararlo al nivel de Marx y
Bartolomé de las Casas, es decir lo convirtió en filósofo.
117
Vemos también que tanto la teología de la liberación como el
pensamiento decolonial beben en la corriente de la teoría de la
dependencia. Lo que también nos permite pensar que estas corrientes
se van alimentando una de otra, es decir primero la teoría de la
dependencia surgió respondiendo a unas necesidades de una época,
pero su contenido era propiamente económico. Luego la teología de la
liberación genero una teoría y fue un movimiento con unas
características pero donde incluía lo económico y lo religioso. Hoy las
posturas de Dussel y Quijano, mas el segundo genera una teoría la
cual incluye lo económico lo religioso lo cultural y todas las dimensiones
del sujeto.
118
aún entonces quedará realmente mucho de carácter fundamental por
hacer. Lo cual no significa de ningún modo desvalorar la enorme tarea
y compromiso ético de liberarnos de todo eso. En esto tiene razón
Dussel. Mi punto es que en el concepto “liberación” debe estar
explicitado de modo mucho más concreto el momento más positivo de
la realización de todos esos momentos como realización de la razón
humana, y por ende el de la realización efectiva de la subjetividad
autónoma como culminación de ese desarrollo.
119
Trabajos citados
Aguia Agudelo, A. (2005). La provocazione storica dell’Altro. Un
approccio al pensiero di Enrique Dussel. Universita Degli Studi Roma
Tre, Master Internazionale di Secondo livello in Scienze della Cultura e
della Religione. Roma: Facoltà di Scienze della Formazione.
120
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ed.). Madrid,: Biblioteca de Autores Cristianos.
121
Dussel, E. (2008a). ¿Fundamentacion de la etica? La vida humana: de
Porfirio Miranda a Ingacio Ellacuria. Realidad (116), 199 - 239.
122
Dussel, E. (1998a). En busqueda del sentido (origen y desarrollo de
una filosofia de la liberacion. Anthropos (180), 13 - 36.
123
Dussel, E. (2008b). Marx y la modernidad. La Paz, Estado Plurinacional
de Bolivia: Rincon Editores.
124
Dussel, E. (Noviembre de 2007). Un dialogo con Gianni Vattimo. De la
posmodernidad a la transmodernidad. A Parte Rei , 1- 32.
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González, Á. M. (2003). Teología De La Liberación Un Bello Sueño Del
Que Hay Que Despertar. En Debate Actual Sobre La Teología De La
Liberación. México. D.F.: Universidad Autónoma Metropolitana.
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cristianismo basado en la Teología de la Liberación. En J. Ferraro,
Debate Actual Sobre La Teología De La Liberación. Mexico D.F.:
Universidad Autonoma Metropolitana.
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teología de la liberación en América Latina. (E. c. Mexico, Ed.) Estudios
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131