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Ética y Ciudadanía 2019-2

Ensayo - Ética: Derechos humanos y Teoría de la justicia

Integrantes:

Bresciani Llerena, Sasha Caprice


Villaseca Cruz, Juana Lucía

Introducción

A lo largo de la historia humana han habido diferentes situaciones que han marcado
la historia, sin embargo uno de los acontecimientos más importantes datan en la
creación de los derechos humanos, los cuales han surgido después de afrontar
múltiples situaciones en las que la vida de una persona no era respeta y que incluso
no se veía al ser humano como tal, tratando a los de razas “débiles” como objetos que
podían venderse sin restricción alguna. Por ellos, el presente texto tiene como objetivo
principal describir 2 factores importantes: los derechos humanos y la teoría de la
justicia con la ayuda de las lecturas de J. Coen “John Rawls” y S. Lener “Capítulo 4:
Ética y Derechos humanos: Introducción” y J. Muguerza "La alternativa del disenso",
respecto con la primera lectura mencionaremos los principios de justicia que propuso
John Rawls, con la segunda lectura cómo se vincula el concepto de derechos humanos
con la ética y finalmente daremos nuestra postura sobre la relación entre justicia y
derechos humanos, con esto podremos reflexionar y analizar sobre el tema que
abordaremos.

Desarrollo

Durante el siglo XX, muchas personas que eran igualitarios y liberales les
parecía incoherente un pensamiento político centrado en ambas partes, la igualdad y
libertad, es cuando Rawls publica un libro que modificó este horizonte, se propuso
"reconciliar la libertad y la igualdad"

Esta reconciliación entre la libertad y igualdad se manifestó en 2 principios de


justicia que son el de libertades básica iguales y que la justicia límite al alcance de las
desigualdades sociales y económicas. El primer principio de Rawls se basa en que todo
habitante tiene derecho al sistema de libertades individuales y políticos. Como
mencionan en la lectura “los ciudadanos motivados y capaces de participar
activamente en la política no deben estar limitados por la falta de fortuna personal”
entonces para hacer posible este principio debe haber una estricta protección de la
libertad de pensamiento, conciencia y sindicación.

El segundo principio de Rawls básicamente requiere de que los empleos y


puestos de responsabilidad, que habitualmente son remunerados desigualmente,
estén disponibles para cualquier persona, esta exigencia de una igualdad justa se
fundamenta en que personas con las mismas capacidades deben tener iguales
oportunidades de alcanzar los puestos que deseen, sin que pese el hecho de su origen
social, si es que se lograra conseguir una sociedad con igualdad de oportunidades aún
podría seguir existiendo desigualdades económicas y a esta problemática J. Rawls
propone el “principio de la diferencia” que incrementa las posibilidades económicas
de los menos favorecidos, este principio “exige limitar la medida en la que unas
personas son más ricas que otras sólo porque sucede han nacido dotadas de una
aptitud difícil de encontrar” un ejemplo de ellos es la coordinación de los músicos,
deportistas o una persona con conocimientos matemáticos más elevados a otros.

Salomón Lerner, escritor de la introducción del texto, da una entrada bastante


general y desde un punto de vista de la actualidad de los derechos humanos. Él
plantea que estos derechos se practican como cultura en algunas sociedades más en
aquellas en las que la democracia tiene mayor peso en la política. A estas alturas de la
historia, una sociedad sin derechos humanos puede llegar a ser una civilización
bárbara, es por ello que los ciudadanos luchan por una vida digna, siendo el Estado
quien debe garantizar que esta esté al alcance de todos los miembros de la comunidad.
Pero tanto como obligación tiene el estado, en cuanto a no transgredir los derechos,
también tiene la obligación de promover y prestar servicios que sea materia de disfrute
general. Cabe mencionar que a pesar de que antes a las comunidad de Naciones no
tenía forma de intervenir en cómo un Estado ejercía o no violencia en su sociedad.
Hoy en día esa violencia es vista como ilegítima o expuesta al repudio moral y siempre
está sometida a la vigilancia y el a sanciones de una frondosa legislación aceptada por
la comunidad de las naciones. Hoy en día se ha generalizado el convencimiento de
que la protección y la promoción de los derechos humanos constituye una obligación
ineludible de todo estado o gobierno y de toda formación acción política y respeto de
los mismos ha pasado en convertirse en la última instancia.

Por su parte, Javier Muguerza (Alternativa del disenso) hace un análisis mucho
más complejo acerca los derechos humanos, básicamente se centra en un punto de
vista “negativo” de la fundamentación de estos. El autor contrasta su opinión
partiendo de fundamentos diferentes que postulan diversos autores. El primero de
ellos es Tugendhat, quien propone al hombre como un fin, sino como un medio- esto
es, el hombre no debe ser visto como un instrumento, sino como lo que es, una
persona- además postula la moral recíproca, la cual se puede entender como la
relación de estimación y desestimación entre dos personas. Kant, quien propone que
el hombre no tiene precio, sino dignidad, la cual está compuesta por autoconciencia y
autodeterminación, se apoya en que el hombre es un fín en sí mismo y que tiene un
valor intrínseco. Por último se toma lo propuesto por John Rawls, con la Teoría de la
justicia, la cual es la situación democrática política actual, conllevando un compromiso
parcial entre la moral y la sociedad. Sin embargo el autor difiere de ello, pues
considera que las personas no se pueden reducir a manifestaciones éticas sino como
sujeto moral, capaza de tomar consciencia de que es humano y que los demás también
lo son; para luego ser un sujeto de derecho, quien es consciente de que es un ser
humano y por ende debe recibir estos y respetar los derechos de los demás.
Desde mi punto de vista la ética está impregnada en el texto desde la narración
de la historia de los derechos humanos, pues la historiografía de los derechos humanas
están acompañados de luchas reivindicativas que buscaban “algo” por parte de los
pobladores a los jefes de la nación. La desobediencia de la civilización , el
“melodrama” vivido, la sangre derramada, todo ha sumado para que surjan los
derechos humanos tal como los conocemos ahora. Por ello, el autor no lo ve
necesariamente como algo positivo, pues él considera como falaces los fundamentos
de estos y trata de probar que las personas no nos deberíamos guiar por lo que está en
líneas, si no por lo que no se debería hacer, hay una gran diferencia entre derecho a la
salud y garantizar que las personas con peligro de muerte sean atendidas en los
hospitales, pues hecho de que exista el derecho a la salud no necesariamente
garantizará que no ocurran este tipo de situaciones. Lo mismo con la igualdad y con
la dignidad. Para el autor, es imperante que se centren en la desigualdad, no libertad
y desigualdad, pues aquellos son los casos en los que se debería trabajar.

Cabe mencionar que así como se se han ido constituyendo los derechos
humanos, por falta de algo o el disenso de las personas, en la actualidad hay conflictos
sociales que desembocarán en nuevos derechos en un futuro. El autor considera los
fundamentos de los derechos humanos como falaces y promueve reservar las ideas
que es que defiende los valores de igualdad libertad y dignidad que ya se tiene.

Por último, la relación entre justicia y los derechos humanos es evidente, o


desde nuestro punto de vista lo fue. Han debido de surgir a lo largo de nuestra historia
una gran cantidad de injusticias para que los derechos humanos salgan a la luz, como
el mejor invento del ser humano, ya que nos garantiza una convivencia adecuado y
una vida digna.

En el ámbito de la ética moral, el derecho se dirige directamente de la justicia,


debido que si estos ambos conceptos fueran de la mano se facilitaria los objetivos para
obtener una sociedad con un superior orden y moralidad.

A pesar de esto, debemos tener en cuenta que no siempre lo justo es aceptable


en el ámbito jurídico, ya que el derecho es objetivo, es decir que es tratado como
objetivos, y la justicia es frecuentemente subjetiva, es decir que contiene el punto de
vista de la persona que expone y está influida por sus intereses, sería muy conveniente
conseguir una sociedad en donde la justicia fuera objetiva y el derecho solo el medio,
pero esto no corresponde en la actualidad.

Conclusión

Los principios de justicia que propone John Rawls son el producto de la


preocupación con la sociedad de su tiempo y para la actualidad, y el que podría pasar
si es que llegara a ocurrir un cambio con la ayuda de estos principios

Es por eso que lo que principalmente propone Rawls es alejar toda idea de que
el sistema económico sea un recorrido basado en la competencia o carrera, concebido
para recompensar y honrar a personas que cuentan con un buen recurso familiar,
personas ágiles y con talentos únicos.

En cuanto a la alternativa de disenso refiere que los derechos humanos surgen


tanto de un consenso de un grupo de personas como de las diferencias. El autor hace
mucho énfasis en que estos no deben ser vistos desde como el derecho a, si no como
ver la necesidad de, la falta de estos valores básicos como son la dignidad, libertad e
igualdad. Además de la indivudualidad ética y no como algo universal.

Mapas conceptuales

Primera lectura - John Rawls (Joshua Coen)

Segunda lectura - Capítulo 4: Ética y Derechos humanos: Introducción (S. Lerner), "La
alternativa del disenso" (J. Muguerza)
Bibliografía

Coen, J. (2003). John Rawls. Recuperado de:


https://www.letraslibres.com/mexico-espana/john-rawls

Giusti, M., & Tubino, F. (2007). Debates de la ética contemporánea. Pontificia


Universidad Católica del Perú. Estudios Generales Letras. Recuperado de
http://textos.pucp.edu.pe/pdf/1705.pdf

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