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Cuando cultivas tu propio huerto es porque te preocupas por tu alimentación y por lo tanto no
quieres añadir productos químicos a las verduras y hortalizas que te vas a comer. Además en tu
propia cocina generas suficientes desechos que puedes aprovechar para ayudar a tus plantas.
Desde el clásico y conocido compost a los simples recortes de césped.
Básicamente las plantas necesitan tres nutrientes principales para prosperar, nitrógeno (N), fósforo
(P) y potasio (K). El nitrógeno es necesario para el desarrollo de la planta, en especial el follaje, las
plantas precisan fósforo para las flores y la fruta y el potasio es necesario para la salud en general
de la planta. Las plantas también necesitan pequeñísimas cantidades de otros nutrientes a los que
solemos llamar micronutrientes y se trata básicamente de minerales y enzimas.
En casa generamos algunos desechos que podemos usar para fertilizar nuestras plantas y mejorar
el suelo. Es el caso de los posos del café que podemos añadir hasta en una proporción del 25% al
sustrato de nuestras plantas. No sólo aporta nitrógeno sino que también aumenta levemente la
acidez del suelo. Va muy bien para los cultivos de rosas, hortensias y magnolias.
El alto contenido de potasio, fósforo y calcio que contienen las pieles de plátano es una gran ayuda
para cualquier cultivo. Se entierran en la base de las plantas y se descomponen rápidamente.
Las cáscaras de huevo se componen básicamente de calcio, este mineral es imprescindible para
la formación de las células vegetales. Se pueden triturar finamente y enterrarlas en la base de las
plantas o preparar una solución. En este último caso pondremos las cáscaras de unos 20 huevos
en unos 3.5 litros de agua y la llevaremos a ebullición durante unos minutos y posteriormente
dejaremos toda la noche en reposo. Después podemos regar la planta con esta solución o
pulverizar las hojas de la planta con ella.
Los recortes de césped pueden aportar mucho nitrógeno a nuestras plantas. Prepararemos un té
con la hierba cortada y dejaremos reposar 5 días. Diluiremos el té con agua en una proporción de
1:10 y regaremos las plantas con esta agua.
Las sales de Epson o sulfato de magnesio se usan para el baño pero también nos pueden servir
en el jardín. Nos aportarán magnesio y azufre y están especialmente indicadas para los tomates y
las rosas. Va muy bien también para los planteles y cuando trasplantamos una planta. Sólo
necesitamos una cucharada de sal de Epson por 3-4 litros de agua. Con esta solución regamos las
plantas a tratar.