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CONTENIDO

1. SITUACION PROBLEMÁTICA: .................................................................................. 2

2. MARCO TEORICO: .................................................................................................. 2

2.1. Aspecto Sociológico-Cultural.................................................................................. 2

2.2. Aspecto Jurídico: ................................................................................................... 3

2.2.1. EL FLAGRANTE DELITO: PRECISIONES LEGALES Y DESARROLLO JURISPRUDENCIAL ... 3

2.2.2. DESARROLLO NORMATIVO Y JURISPRUDENCIAL. ................................................... 8

2.2.3. ANÁLISIS DE LA APLICACIÓN DE LA LEY DE FLAGRANCIA EN ALGUNAS REGIONES DEL


PERÚ: 12

2.3. Datos Estadísticos: .............................................................................................. 14

2.4. Análisis del Derecho Comparado: ......................................................................... 17

2.4.1. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE CHILE................................... 17

2.4.2. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE COLOMBIA: ......................... 21

2.4.3. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE COSTA RICA ......................... 24

2.4.4. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE BOLIVIA. .............................. 26

2.4.5. LA JURISPRUDENCIA EN BOLIVIA:......................................................................... 27

2.4.6. LA FLAGRANCIA EN LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL ESPAÑOLA. ................ 28

2.4.7. LA FLAGRANCIA EN LA ORDENANZA PROCESAL PENAL ALEMANA. ........................ 30

2.4.8. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL ITALIANO. ................................ 32

2.5. Análisis de Casos Concretos en el Perú: ................................................................ 35

3. CONCLUSIONES Y/O SUGERENCIAS ...................................................................... 47

4. BIBLIOGRAFIA O WEBGRAFIA............................................................................... 48
1. SITUACIÓN PROBLEMÁTICA:

¿Considera que la extrema celeridad del proceso inmediato en casos


de flagrancia podría afectar el derecho a la defensa?

2. MARCO TEÓRICO:

2.1. ASPECTO SOCIOLÓGICO-CULTURAL

2.1.1. DEMOCRACIA Y JUSTICIA

La democracia es un modo de gobierno que funda su vigencia en el


cumplimiento de la ley y la Constitución para conceder seguridad humana a
sus habitantes. Por esto, el Estado tiene la obligación de dar respuestas
integrales a los conflictos sociales.
Para ello debe hacer cumplir políticas públicas en educación, cultura, mejoras
del espacio público, oportunidades laborales, deporte, emprendimientos;
políticas institucionales en el cumplimiento de la ley mediante abordajes
criminológicos multidisciplinarios de la delincuencia y el respeto a las
garantías judiciales en su juzgamiento.
En la base tripartita del Estado se encuentra el Poder Ejecutivo (principal
llamado a incentivar políticas públicas integrales), Poder Legislativo
(contralor del erario Público y hacedor de leyes para regir la convivencia
social) y el Poder Judicial (Administra Justicia haciendo cumplir la ley). En
ese contexto el sistema acusatorio garantista responde Coordinación Nacional
de Flagrancia

2.1.2. REALIDAD

Si bien, La justicia como servicio público que es, debe ser brindada bajo
estándares de calidad y rostro humano; mediante la respuesta pronta y
oportuna a los conflictos, modelos de resolución eficientes y eficaces; la
experiencia latinoamericana nos ha mostrado una serie de deficiencias y
malas prácticas judiciales en la aplicación de este nuevo sistema de
juzgamiento acusatorio garantista: procesos lentos, ineficientes, ineficaces,
escriturales, burocráticos, de una alta carga procesal y morosidad judicial. La
consecuencia inmediata ha sido la irracionalidad del sistema, punitivismo
exacerbado, aumento de presos sin condena y de los extremos de las penas,
impunidad; en resumen desconfianza ciudadana en el sistema de justicia
ocasionada por la percepción de inseguridad ciudadana.

2.1.3. RESPUESTAS A LA CRIMINALIDAD


Las respuestas ante la criminalidad y la inseguridad no son unidireccionales.
Deben provenir desde tres ópticas:
Política criminal una política criminal clara y determinada; mayor inversión
social, retome del espacio público, inversión en cultura, arte, así como
también dotación de nuevas fuentes de empleo, opciones de emprendimientos
a pequeñas y medianas empresas entre otros. De igual forma una política de
persecución criminal clara del Ministerio Público; dónde se distingan en el
abordaje delictivo la delincuencia tradicional o común, delincuencia
organizada y crimen organizado. Por último, un juzgamiento de forma
pronta, oportuna, cercano al evento y en estricto acatamiento a las garantías
judiciales.

2.2. ASPECTO JURÍDICO:

2.2.1. EL FLAGRANTE DELITO: PRECISIONES LEGALES Y DESARROLLO


JURISPRUDENCIAL

La Constitución de 1993 establece que una persona puede ser privada de


libertad si es encontrada en situación de flagrante delito, correspondiendo a la
legislación procesal penal definir qué se entiende como tal, y a la
jurisprudencia constitucional precisar si dicha opción es acorde con la
Constitución. Sin embargo, en el caso peruano ha ocurrido algo singular, pues
primero se construyó una línea jurisprudencial sobre la materia y luego se han
emitido las normas legales respectivas.

Una primera definición normativa sobre la flagrancia estuvo prevista en el


Código Procesal Penal de 1991 (Decreto Legislativo 638), norma que nunca
llegó a entrar en vigencia en su totalidad. Precisamente, uno de los artículos
que no entró en vigencia fue aquél que definía la flagrancia, razón por la cual
correspondía a los órganos jurisdiccionales del Estado asumir una posición
sobre la materia. En el caso específico del Tribunal Constitucional, a través de
su jurisprudencia fue construyendo una definición sobre el flagrante delito.

Así, a finales de 1998, en la sentencia 975-96-HC/TC1 fue una de las primeras


oportunidades en que el Tribunal se pronunció sobre este tema

En la misma línea, el Tribunal reiteró su posición sobre el flagrante delito con


los siguientes fundamentos:

1
“La excepción (a la libertad física) se produce cuando la propia persona se aleja de su dignidad y se
relaciona con el delito. En esta eventualidad la persona sólo puede ser detenida por orden escrita y
motivada del Juez o por la autoridad policial en caso de flagrante delito; vale decir, por evidencias en el
momento mismo de la comisión del hecho delictuoso o posterior a tal acto cuando subsisten evidencias
del delito; esta precisión jurídica se realiza en virtud que la Constitución Política prescribe “en caso de
flagrante delito”, no necesariamente in fragante, es decir, en el momento mismo de la producción del
evento. (sentencia 975-96-HC/TC).
“Se está ante un caso de (flagrante delito) cuando se interviene u observa (a
una persona) en el mismo momento de (la) perpetración (del delito) o cuando
posteriormente a ella, antes del vencimiento del plazo de prescripción, existen
hechos o pruebas evidentes, sustentados en la técnica o la ciencia, que
demuestren la producción del delito. Aspecto diferente es pronunciarse por la
culpabilidad del detenido, que solamente se expresa mediante sentencia
judicial” (sentencia 818-98-HC/TC).

En consecuencia, en un primer momento el Tribunal asumió una posición en


la cual consideraba dentro del concepto de flagrancia, no sólo los casos en que
una persona era detenida en el mismo acto de la comisión de un delito, sino
también aquellos actos en los cuales una persona era encontrada con
evidencias de haberlo cometido.

Con posterioridad, a partir del año 2001, el Tribunal restringió el concepto de


flagrante delito y llegó a señalar que “la flagrancia supone la aprehensión del
autor del hecho delictivo en el preciso momento de la comisión del mismo”2

2
Resolución 125-2001-HC/TC
Asimismo, descartó la posibilidad de interpretar la Constitución en el sentido
de permitir la privación de libertad de una persona en lo que se conoce como
la situación de cuasi flagrancia, por cuanto la Constitución no alude a este
concepto, “por lo que no puede habilitarse subrepticiamente supuestos de
detención no contemplados constitucionalmente, sencillamente, por
aplicación del principio de interpretación según el cual, las normas (que)
establecen excepciones, deben ser interpretadas restrictivamente”3
A modo de ejemplo de casos resueltos por el Tribunal en los que calificó
como incorrectas determinadas interpretaciones sobre el flagrante delito, se
puede mencionar el hábeas corpus presentado a favor de varias personas que
fueron detenidas con motivo de la denominada “Marcha de los cuatro suyos”
(realizada en julio del 2000). En la sentencia respectiva el Tribunal declaró
fundada la demanda y precisó que no puede ampliarse el concepto de
flagrante delito hasta el extremo de pretender que la simple cercanía al lugar
donde acontece un delito es por sí misma elemento objetivo que configura ese
supuesto de hecho, pues con tal criterio “todas las personas, incluyendo
autoridades distintas a la (policía), estarían inmersas en la pretendida
flagrancia”4
En este sentido, en un segundo momento, el Tribunal Constitucional optó por
una interpretación restrictiva de la flagrancia, entendiendo como tal aquella
situación en la cual una persona es detenida en el mismo momento en que
comete un delito.
Este fue de alguna manera el panorama de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional hasta que en el año 2003 fue emitida la Ley Nº 27934, Ley que
regula la intervención de la Policía y del Ministerio Público en la
Investigación Preliminar, en cuyo artículo 4º se definió la flagrancia.5
Un año después, similar definición fue incorporada en el Código Procesal
Penal del 2004, cuyo artículo 259º -sobre la detención policial- establecía en
su texto original lo siguiente:

“Existe flagrancia cuando la realización del hecho punible es actual y, en esa


circunstancia, el autor es descubierto, o cuando es perseguido y capturado
inmediatamente de haber realizado el acto punible o cuando es sorprendido
con objetos o huellas que revelen que acaba de ejecutarlo”.

En términos generales, tanto la definición de la Ley Nº 27934 como del nuevo


Código Procesal Penal coincidían con los alcances sobre el flagrante delito
precisadas en un primer momento en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional (1998-2000), mas no con la interpretación restrictiva (2001-
2002), que paulatinamente sería dejada de lado. Esta concordancia continuará

3
Sentencia 1318-2000-HC/TC

4
Sentencia 1324-2000-HC/TC

5
“A efectos de la presente ley se considera que existe flagrancia cuando la realización del hecho punible
es actual y, en esa circunstancia, el autor es descubierto, o cuando el agente es perseguido y detenido
inmediatamente después de haber realizado el acto punible o cuando es sorprendido con objetos o
huellas que revelen que acaba de ejecutarlo”.
con los fallos emitidos por el Tribunal con posterioridad a la promulgación del
nuevo Código Procesal Penal, a la vez que se fue perfeccionando. En este
sentido, la tendencia jurisprudencial del Tribunal Constitucional sobre la
definición del flagrante delito se concretó de la siguiente manera:
• “la flagrancia en la comisión de un delito requiere el cumplimiento de
cualquiera de los dos requisitos siguientes:
a) La inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo o se haya
cometido momentos antes; y,
b) La inmediatez personal, es decir, que el presunto delincuente se encuentre
en el lugar de los hechos, en el momento de la comisión del delito, y esté
relacionado con el objeto o los instrumentos del delito”.6

Sin embargo, en el año 2007 el Poder Ejecutivo expidió un conjunto de


decretos legislativos orientados a fortalecer la lucha contra el crimen
organizado, al amparo de las facultades delegadas por el Congreso de la
República mediante la Ley Nº 29009. En dos de estas normas, el Decreto
Legislativo 983 y el Decreto Legislativo 989, el flagrante delito fue definido de
una manera mucho más amplia, como se aprecia a continuación:

“(…) existe flagrancia cuando el sujeto agente es descubierto en la realización


del hecho punible, o acaba de cometerlo, o cuando:

a) Ha huido y ha sido identificado inmediatamente después de la


perpetración del hecho punible, sea por el agraviado, o por otra persona que
haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo que haya
registrado imágenes de éste y, es encontrado dentro de las 24 horas de
producido el hecho punible.

b) Es encontrado dentro de las 24 horas después de la perpetración del delito


con efectos o instrumentos procedentes de aquél o que hubieren sido
empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que
indiquen su probable autoría o participación en el hecho delictuoso”.

Esta definición de flagrante delito, como era de esperarse, generó dudas sobre
su compatibilidad con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. En su
momento, la Defensoría del Pueblo se pronunció sobre estos decretos
legislativos, señalando lo siguiente:

“La ampliación de los supuestos de flagrancia contemplados en los decretos


legislativos 983 y 989 resultan inconstitucionales, al no contemplar
adecuadamente los requisitos de percepción directa de la comisión del delito,
inmediatez temporal e inmediatez personal. Esta ampliación, asimismo,
puede generar serios problemas en la interpretación y aplicación de los
citados decretos legislativos, lo que constituye una amenaza a la libertad
física de toda persona. El supuesto de flagrancia como una causa para privar
de libertad a una persona debe ser una medida excepcional y tener un
desarrollo legislativo preciso, que no permita acudir a ella más allá de los
supuestos en los que razonablemente cabe considerar que existe flagrancia
en la comisión de un delito”.7

6
Sentencias 2617-2006-PHC/TC y otras
7
(DEFENSORÍA DEL PUEBLO. Análisis de los Decretos Legislativos promulgados al amparo de las
facultades otorgadas por la Ley Nº 29009. Lima: Defensoría del Pueblo, 2008, pp. 64 y 65).
Contra los decretos legislativos 983 y 989 fue presentada una demanda de
inconstitucionalidad, sobre la cual el Tribunal se ha pronunciado recién en el
año 2010, pero antes de que esto ocurra, se produjo una nueva reforma sobre
la definición legal del flagrante delito.

En efecto, mediante la Ley Nº 29372, publicada el 9 de junio de 2009, se


modificó nuevamente el artículo 259º del Código Procesal Penal del 2004

“Existe flagrancia cuando la realización de un hecho punible es actual y en


esa circunstancia, el autor es descubierto o cuando es perseguido y capturado
inmediatamente después de haber realizado el acto punible o cuando es
sorprendido con objetos o huellas que revelan que acaba de ejecutarlo”.

En este sentido, con la Ley Nº 29372 se volvió al texto original del artículo
259º del Código Procesal Penal de 2004, razón por la cual el Tribunal
Constitucional declaró finalmente que respecto a la demanda de
inconstitucionalidad presentada contra los decretos legislativos 983 y 989, se
había producido la sustracción de la materia.
Además, el Tribunal señaló que la definición de flagrancia prevista mediante
la Ley Nº 29372, resultaba acorde con su jurisprudencia. En este sentido, si no
hubiera sido por esta norma, quizá hubiese tenido que pronunciarse por la
inconstitucionalidad de los decretos legislativos impugnados. Ello queda claro
en la parte final del fundamento 1 de la sentencia, en la cual se señala:

“En relación al artículo 3º del Decreto Legislativo Nº 983 que modifica el


artículo 259 del Nuevo Código Procesal Penal, que regulaba la flagrancia, se
ha producido la sustracción de la materia porque la Ley Nº 29372 ha definido
la flagrancia en términos, ahora sí, acordes con la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional (sentencias Nº 1958-2008-PHC; Nº 5423-2008-PHC y
Nº 1871-2009-PHC), y no como se proponía en la legislación modificada,
extendiendo dicha situación a las 24 horas posteriores a la comisión del
delito”.

A nuestra consideración, con esta sentencia debe cerrase un ciclo de dudas e


incertidumbres sobre la definición de la flagrancia en nuestro ordenamiento
jurídico.
Se realizó un balance sobre el desarrollo de flagrante delito a nivel normativo
y en la jurisprudencia constitucional, dado que el 24 de julio de 2010 se
publicó en el diario oficial El Peruano la sentencia STC 12-2008-PI, por
medio de la cual el Tribunal Constitucional se pronunció sobre la demanda de
inconstitucionalidad presentada contra los decretos legislativos 983 y 989, que
ampliaban la definición de la flagrancia. Sobre el caso concreto el Tribunal
declaró la sustracción de la materia, por considerar que con la Ley Nº 29372
se había modificado la norma legal impugnada, siendo el texto de esta nueva
ley compatible con su jurisprudencia sobre la materia.
Sin embargo, poco después de esta sentencia y como consecuencia de diversos
hechos delictivos que impactaron en la ciudadanía –en particular el caso de la
niña Romina Cornejo Ramos-, fue aprobada por el Congreso de la República
la Ley Nº 29569, publicada el 25 de agosto de 2010, por medio del cual fue
nuevamente modificado el artículo 259º del Código Procesal Penal del 2004,
volviéndose al mismo texto de los decretos legislativos 983 y 989 sobre la
definición de flagrante delito, que fuera sometido a control ante el Tribunal
Constitucional.
Como era de esperarse, durante el debate parlamentario que concluyó con la
aprobación de la Ley Nº 29569 –que se llevó a cabo el 19 de agosto de 2010-
se hizo constante referencia a la jurisprudencia del Tribunal, quedando en
claro para los congresistas que, al margen de lo señalado por el órgano de
control constitucional, correspondía al Congreso de la República determinar
los alcances del flagrante delito, posición que fue respaldada por una amplia
mayoría, pues la mencionada ley fue aprobada por 91 votos a favor, ninguno
en contra y ninguna abstención. Sin duda, un claro ejemplo del permanente
debate sobre las competencias que corresponden al órgano legislativo y al
Tribunal Constitucional.
En este escenario es probable que el Tribunal Constitucional tenga que
pronunciarse nuevamente sobre la materia, sea en un proceso de
inconstitucionalidad o a través de los procesos de hábeas corpus. Cuando ello
ocurra, podrá optar por mantener su posición respecto al concepto de
flagrante delito, con lo cual tendría que declarar que la Ley Nº 29569 resulta
contraria a la Constitución. Pero también es probable que pueda cambiar de
opinión, a fin de salvar la constitucionalidad de la citada norma.

2.2.2. DESARROLLO NORMATIVO Y JURISPRUDENCIAL.

Los antecedentes normativos y jurisprudenciales de la flagrancia, se


desarrollaron de la siguiente manera:

1. El Código de Procedimientos Penales de 1940 no definía ningún


concepto de flagrancia. Este primer acercamiento al concepto de
flagrancia se realiza con el Decreto Legislativo 6381 que aprobó el
Código Procesal Penal de 1991 (art. 106, inc. 8) al señalar que: «Hay
flagrancia cuando la comisión del delito es actual y en esa circunstancia
su autor es descubierto». Asimismo, «si el agente es perseguido y
detenido inmediatamente después de haber cometido el delito, o es
sorprendido con objetos o huellas que revelan que viene de ejecutarlo».
Este artículo no entro en vigencia, tal como sucedió con parte de este
texto normativo. 8
2. El Tribunal Constitucional, en una de sus primeras sentencias
publicadas el 10 de setiembre de 19989, señaló en cuanto a la detención
en caso de flagrante delito: (…) la persona sólo puede ser detenida por
orden escrita y motivada del Juez o por la autoridad policial en caso de
flagrante delito; vale decir, por evidencias en el momento mismo de la

8
Publicado el 27 de abril de 1991 en el Diario Oficial El Peruano.
9
EXP. N° 975-96-HC/TC, caso JOSE LUIS REYNOSO CHIRINOS
comisión del hecho delictuoso o posterior a tal acto cuando subsisten
evidencias del delito; esta precisión jurídica se realiza en virtud que la
Constitución Política prescribe "en caso de flagrante delito", no
necesariamente in fragante, es decir, en el momento mismo de la
producción del evento. Lo contrario significaría que aun existiendo
notorias evidencias del hecho punible, después de la perpetración, el
presunto responsable goce aún de libertad; y, además, desde luego, para
la detención debe existir nexo de causalidad entre el delito y la conducta
del supuesto infractor quien jurídicamente es inocente hasta que se
pronuncie sentencia sobre su responsabilidad.
3. Posteriormente, y en ese mismo año de 1998, es el propio Tribunal
Constitucional, quien señala un primer concepto de flagrancia, la cual
recojo literalmente: “Se está ante un caso de (flagrante delito) cuando se
interviene u observa (a una persona) en el mismo momento de (la)
perpetración (del delito) o cuando posteriormente a ella, antes del
vencimiento del plazo de prescripción, existen hechos o pruebas
evidentes, sustentados en la técnica o la ciencia, que demuestren la
producción del delito. Aspecto diferente es pronunciarse por la
culpabilidad del detenido, que solamente se expresa mediante sentencia
judicial”10
4. En el año 2001, el Tribunal Constitucional restringe el concepto de
flagrante delito, al señalar que "la flagrancia supone la aprehensión del
autor del hecho delictivo en el preciso momento de la comisión del
mismo"11. (Segunda interpretación).
5. En el año 2003 se expide la Ley N.º 2793412, señalan que para configurar
la flagrancia, se requiere de inmediatez temporal, que implica que el
delito se esté cometiendo o que se haya cometido instantes antes; de
inmediatez personal, que importa que el presunto delincuente se
encuentre en dicho momento en el lugar de los hechos y con los
instrumentos del delito, y que ello suponga una prueba evidente de su
participación en el hecho delictivo
6. Un año después, se expide la Ley Nº 2937213, donde se precisa que la
detención policial y arresto ciudadano en el flagrante delito procede:

1. º Sin mandato judicial, a quien sorprenda en flagrante delito.

2.º Existe flagrancia cuando la realización de un hecho punible es actual


y en esa circunstancia, el autor es descubierto o cuando es perseguido y
capturado inmediatamente después de haber realizado el acto punible o
cuando es sorprendido con objetos o huella que revelan que acaba de
ejecutarlo. (lo subrayado es nuestro).

10
Sentencia 818-98-HC/TC
11
Sentencia 125-2001-HC/TC
12
Ley que regula la Intervención de la Policía y el Ministerio Público en la Investigación Preliminar del
Delito, en su artículo 4 y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional recaída en el Exp. 9724-2005-
PHC/TC
13
que modifica los artículos 259º y 260º del Código Procesal Penal2 , aprobado por el Decreto
Legislativo Nº 957
3º Si se tratare de una falta o de un delito sancionado con una pena no
mayor de dos años de privación de libertad, luego de los interrogatorios
de identificación y demás actos de investigación urgentes, puede
ordenarse una medida menos restrictiva o su libertad.”

7. También podemos encontrar la flagrancia en la Ley N. º 2626014,


dispone que: “En caso de flagrante delito o de muy grave peligro de su
perpetración la Policía Nacional está facultada para allanar el domicilio
del agresor. Podrá detener a este en caso de flagrante delito y realizar la
investigación en un plazo máximo de 24 horas, poniendo el atestado en
conocimiento de la fiscalía provincial penal que corresponda”15.
8. La tendencia jurisprudencial del Tribunal Constitucional sobre la
definición de la flagrancia finalmente quedó establecida de la siguiente
manera :
Para la flagrancia en la comisión de un delito, deben concurrir dos
requisitos insustituibles, siendo los siguientes:
1).- La inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo
o que se haya cometido instantes antes.
2).- La inmediatez personal, que el presunto delincuente se encuentre
en el lugar, en ese momento, en dicha situación; y, con relación al
objeto o a los instrumentos del delito, que ello ofrezca una prueba
evidente de su participación en el hecho delictivo16.
9. La Ley 29009 publicada el 28 de abril de 2007, delegó facultades
legislativas en materia penal al Poder Ejecutivo otorgándole facultades a
través de Artículo 2, parágrafo b)17
10. Los Decretos Legislativos Nº 9834 y 9895 , publicados el 22 de Julio del
año 2007, estos decretos expedidos por el Poder Ejecutivo al amparo de
lo establecido en la Ley 29009, han definido a la flagrancia en los
términos siguientes: “A los efectos de la presente Ley, se considera que
existe flagrancia cuando el sujeto agente es descubierto en la realización
del hecho punible o acaba de cometerlo o cuando:
a) Ha huido y ha sido identificado inmediatamente después de la
perpetración del hecho punible, sea por el agraviado, o por otra persona
que haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual o análogo que
haya registrado imágenes de éste y, es encontrado dentro de las
veinticuatro (24) horas de producido el hecho punible.18

14
Ley de Protección frente a la Violencia Familiar, que en el tercer acápite de su artículo 5, modificado
por el artículo único de la Ley N. º 26763
15
El nuevo Código Procesal Penal fue aprobado mediante el Decreto Legislativo 957, publicado el 29 de
julio de 2004 en el Diario Oficial El Peruano.
16
Esta redacción coincide con la definición dada en la Ley 27934 y en la Ley 29372, ambas redactadas y
señaladas en los puntos 5 y 6, las cuales coinciden con la primera interpretación del Tribunal
Constitucional señalada en el punto 3.
17
b) Definir con precisión la configuración de la flagrancia en la comisión de los delitos para permitir la
acción pronta y eficaz de la Policía Nacional del Perú”.
18
Se pueden citar al respecto la STC Exp.2096-2004-PHC/TC, Exp.4557-2005-PHC/TC, Exp.9724-2005-
PHC/TC y Exp. 1923-2006- HC/TC). 4 Publicado el 22 de Julio de 2007 en el Diario Oficial El Peruano. El
Decreto Legislativo 983 modificó el artículo 259 del Código Procesal Penal de 2004. (Primera
b) Es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas, después de la
perpetración del hecho punible con efectos o instrumentos procedentes
de aquel, o que hubieran sido empleados para cometerlo, o con señales
en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o
participación en ese hecho delictuoso." (…). Es justamente esta última
definición de flagrancia delictiva señalado en el ítem b) anterior, que se
extiende dicha situación “a las 24 horas posteriores a la comisión del
delito”, lo que genera su incompatibilidad con la línea jurisprudencial
que venía manteniendo el Tribunal Constitucional, es decir, al amparo
de la ley dada por el Poder Ejecutivo, entendiéndose que se amplía un
supuesto más de flagrancia para afrontar el problema de seguridad y
orden público, y se deja de lado la primera interpretación del TC.
11. Posteriormente se expide la Ley Nº 2937219, el cual señala: “Existe
flagrancia cuando la realización de un hecho punible es actual y en esa
circunstancia, el autor es descubierto o cuando es perseguido y
capturado inmediatamente después de haber realizado el acto punible o
cuando es sorprendido con objetos o huellas que revelan que acaba de
ejecutarlo”.
12. El Tribunal Constitucional mediante sentencia 12-2008-PI6 , expedida
en el año 2010, en un proceso de inconstitucionalidad contra los
decretos legislativos 983 y 989 expedidos por el Poder Ejecutivo señaló
que existió sustracción de la materia, es decir, habiéndose expedido la
Ley 29372 un año antes y habiéndose contemplado en dicha ley los dos
requisitos insustituibles que el mismo Tribunal Constitucional venía
desarrollando en su línea jurisprudencial, no emitió pronunciamiento
alguno en el proceso de inconstitucionalidad instaurado contra los
decretos legislativos 983 y 989, contrario 6 STC 12-2008-PI, publicada el
24 de julio de 2010 en el Diario Oficial El Peruano.20
13. Un mes después de publicada la sentencia de inconstitucionalidad del
TC, el Congreso de la República promulga la Ley Nº 2956921, y precisa
que la Policía Nacional del Perú está en la facultad de detener a una
persona cuando está en flagrante delito, entendiéndose por el mismo
cuando:

1. El agente es descubierto en la realización del hecho punible.


2. El agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto.
3. El agente ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente
después de la perpetración del hecho punible, sea por el agraviado o por
otra persona que haya presenciado el hecho, o por medio audiovisual,
dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya registrado su imagen,

oportunidad) 5 Publicado el 22 de Julio de 2007 en el Diario Oficial El Peruano. El Decreto Legislativo 989
modificó la Ley N° 27934, Ley que regula la intervención de la Policía y del Ministerio Público en la
Investigación Preliminar. 6
19
Publicada el 9 de junio de 2009, que modificó nuevamente y por segunda oportunidad el artículo 259º
del Código Procesal Penal del 2004, por lo que se volvió al texto original del artículo 259º del Código
Procesal Penal de 2004
20
Sensu, si no se hubiese expedido la Ley 29372, el TC se hubiera pronunciado por la
inconstitucionalidad de los mencionados decretos legislativos.
21
Fecha 25 de agosto del 2010, la cual modifica nuevamente el artículo 259º del Código Procesal Penal
y es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas de producido el
hecho punible.
4. El agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas después
de la perpetración del delito con efectos o instrumentos procedentes de
aquel o que hubieren sido empleados para cometerlo o con señales en sí
mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría o participación
en el hecho delictuoso. Con esta nueva Ley 29569 se volvió a modificar
por tercera oportunidad el mismo artículo 259º del Código Procesal
Penal del 2004, volviéndose al mismo texto de los decretos legislativos
983 y 989 expedidos en el año 2007, las cuales están señaladas en el
punto 10.
14. Estos supuestos que configuran la flagrancia y que están establecidos en
la Ley 29569, por un lado están en contradicción con la línea
jurisprudencial del TC, y también contradice lo señalado con el Código
de los Niños y Adolescentes – Ley 27337 - que en su artículo 200 señala:
“El adolescente sólo podrá ser detenido por mandato judicial o
aprehendido en flagrante infracción, en cuyo caso será conducido a una
sección especial de la Policía Nacional. Todas las diligencias se
realizarán con intervención del Fiscal y de su defensor. Debe tenerse en
cuenta que el mismo Código de los Niños y Adolescentes entiende que
el concepto de flagrancia va por la aprehensión en el momento de
cometer la infracción, siendo así, para un menor de edad, no se podría
aplicar el supuesto adicional de flagrancia “a las 24 horas posteriores a la
comisión del delito”, contemplado en la ley 29569, a pesar que el
concepto de flagrancia ha sido extendida tanto en su concepto y
supuestos a las 24 horas posteriores a la comisión del delito.
15. Finalmente en el Expediente Nº 01757-2011-PHC/TC, nuestro Tribunal
Constitucional nuevamente expide sentencia reafirmando su posición en
cuanto a la flagrancia en la comisión de un delito, y precisa nuevamente,
que debe presentarse para que se configure la flagrancia, dos requisitos
insustituibles que son22:
“La inmediatez temporal, es decir, que el delito se esté cometiendo o que
se haya cometido instantes antes; y la inmediatez personal, que el
presunto delincuente se encuentre ahí, en ese momento en situación y con
relación al objeto o a los instrumentos del delito, que ello ofrezca una
prueba evidente de su participación en la eventual participación en el
evento delictivo (…)”

2.2.3. ANÁLISIS DE LA APLICACIÓN DE LA LEY DE FLAGRANCIA EN ALGUNAS


REGIONES DEL PERÚ:

En el caso de Arequipa, no obstante la efectividad de la normativa, son pocos


los recursos económicos y humanos para cubrir el proceso. Solo en esa región,
por ejemplo, el 70% de audiencias son por el delito de peligro común. Entre
enero y agosto se presentaron unas 263 denuncias de este tipo, ya que los

22
Publicada en la página web del TC con fecha 11 de Julio de 2011
nuevos casos de flagrancia son derivados a nueve juzgados de investigación
distribuidos entre los distritos de Cercado, Paucarpata y Cerro Colorado. Las
carceletas y comisarías de Arequipa están habilitadas para recluir a 60
personas al día.

Asimismo, los magistrados tanto de Arequipa, Tacna, Puno, Moquegua y


Cusco coinciden en que es necesario implementar nuevos juzgados de
flagrancia con carga procesal cero. Ello permitirá agilizar los procesos y
descongestionar a los demás juzgados que provisionalmente están asumiendo
los casos flagrantes.

En tal sentido, los especialistas en este tema coincidieron en señalar que por lo
menos se necesitan tres juzgados de flagrancia por cada región. Cabe señalar
que el involucrado en alguno de estos delitos puede acogerse al principio de
oportunidad. Esto le permite la reducción o suspensión definitiva de la pena.
Es decir, el detenido saldrá libre luego de la retención de 72 horas. Lo único
que tienen que hacer los detenidos en flagrancia es reconocer ante el fiscal y el
juez su delito (peligro común) y pagar la reparación civil que impone el juez.
La confesión hace que el procesado no pase a juzgamiento.

En el caso de muerte o lesiones graves no se aplica el principio de


oportunidad; así lo establece el numeral 3 del artículo 342° del Nuevo Código
Procesal Penal, pues delitos como homicidios o tentativa de homicidio
requieren investigaciones más exhaustivas a mediano y largo plazo, que
involucran el testimonio de varios testigos e imputados. El juicio inmediato
no debe exceder de las 72 horas desde la recepción del caso y el proceso debe
estar bajo responsabilidad funcional del juez.

La audiencia única de juicio inmediato es oral, pública e inaplazable. Esta


puede darse sin la presencia del imputado, según el artículo 85° del Nuevo
Código Procesal Penal. En tal sentido, el fiscal que expone el caso debe
resumir los hechos de manera objetiva presentando las pruebas inmediatas
para el juzgamiento.

Sin embargo, hay una preocupación, pues en temas de litigación oral como
las sentencias de flagrancia, solo tres de cada 10 abogados están preparados
para sustentar verbalmente el juicio. Para lo cual, teniendo en cuenta que el
profesional en derecho debe enfrentar con nivel estos casos, el Colegio de
Abogados del Callao viene realizando cursos de capacitación en defensa oral
porque sabemos que el sistema escrito está truncando el desarrollo de la
justicia en el país. Es por ello que en los últimos cuatro años, y teniendo en
cuenta que se están implementando los procesos orales, se busca agilizar los
casos, reducir la carga procesal y emitir sentencias inmediatas.

En el sistema educativo del abogado existen nuevas técnicas de litigación oral,


las cuales no se usan por falta de práctica. Es de conocimiento que en
Arequipa el 50% de fracasos en los juicios se debe a una mala sustentación
oral del abogado defensor. Lo que se tiene que hacer es crear una escuela de
oratoria y litigación oral exclusiva para los abogados en cuestiones laborales y
penales, que es donde se presentan los casos más complicados de sustentación
verbal.

A lo señalado, la Ley de Flagrancia tiene como objetivo que los procesos no


demoren demasiado, ya que era el clamor de la sociedad. Ahora el Poder
Judicial puede realizar procesos sumarios que en media hora, o hasta en tres
días, pueden estar resueltos. En la actualidad, esta ley permite al foro judicial
tener celeridad, pero, en algunos casos, hay sentencias desbordadas o
exageradas que es importante rectificar con criterio de conciencia como
respuesta a la inseguridad ciudadana, aplicando con sentido común y en su
justo nivel la justicia y equidad en las decisiones judiciales hacia los
administrados.

Los especialistas coinciden en señalar que por lo menos se necesitan tres


juzgados por cada región.

2.3. DATOS ESTADÍSTICOS:

Un reporte del Área de Monitoreo de Flagrancia del Equipo Técnico Institucional


de Implementación del Código Procesal Penal señala que entre el 29 de
noviembre del 2015 (cuando entró en vigencia el D.L. 1194) y el viernes 11 de
diciembre del 2015, 218 casos concluyeron a través del mecanismo de la
terminación anticipada.
A 13 DÍAS DEL INICIO DE LA APLICACIÓN DEL DECRETO
LEGISLATIVO N 1194, las 33 cortes superiores de justicia del Perú tramitaron
383 procesos por flagrancia delictiva, lo cual ha significado juzgamientos
inmediatos y eficaces contra autores de delitos comunes, informó el Poder
Judicial.
Además en menos de un mes se ven los resultados: 1, 098 personas
condenadas de manera inmediata bajo la figura legal de la ley de flagrancia
.El resultado más concreto hasta el momento es que 1,098 personas fueron
condenadas de inmediato, tras ser acusadas de cometer delitos de robo, hurto,
omisión de asistencia familiar, lesiones o por conducir en estado de ebriedad.

Vemos que en los cien primeros días de aplicación del proceso inmediato, el
Poder Judicial informó que se han registrado un total 9,464 casos. 2,539 de
ellos responden a flagrancia, una cifra similar a conducción en estado de
ebriedad o drogas, y la mayoría, 4,442 por omisión a la asistencia familiar.

En consecuencia, hasta la fecha los órganos jurisdiccionales han procesado a


14 276 personas a nivel nacional, por delitos de hurto y robo, omisión a la
asistencia familiar, conducción en estado de ebriedad o drogadicción, entre
otros. De esta forma, más del 50% de los casos de los procesados ya se han
resuelto en periodos cortos de 15 días, cifra inferior comparado con los 12
meses o más que antes significaban. Asimismo, Víctor Ticona Postigo,
presidente del Poder Judicial, señala que este Decreto cumple con el objetivo
de ser una herramienta efectiva para sancionar la delincuencia común con
procesos rápidos, teniendo en cuenta las garantías procesales. Cabe recalcar
que, el número de procesados por flagrancia de robo y hurto asciende a 2 281,
el cual representa el 15.97% de 14 276 acusados registrados hasta la fecha. Al
mismo tiempo, las estadísticas indican que 6 436 personas son sentenciadas
por el delito de omisión a la asistencia familiar, lo que equivale a un
45.08%.Además, 3 799 personas, los cuales representan un 26.61%, son
procesadas por el delito de conducción en estado de ebriedad o drogadicción.
Igualmente, 389 personas son acusadas por el delito de violencia y resistencia
a la autoridad, el cual representa el 2.72% del total.

Solo en Lima Sur, los procesos que han sido de conocimiento de los órganos
jurisdiccionales de proceso inmediato en el módulo de flagrancia hasta el 26
de febrero de 2016, han sido un total de 143.
Los ámbitos de la criminalidad que se ha hecho frente en el módulo de
flagrancia, ha sido en su mayor proporción la lucha contra la inseguridad
ciudadana, donde encontramos delitos como robo, hurto, Homicidio,
Asesinato, Lesiones, etc.
RESUMEN ESTADÍSTICO

PROCESOS INGRESADOS 143 Procesos

PROCESOS CON PRONUNCIAMIENTO


142 Procesos
FINAL

TIEMPO PROMEDIO DE DURACIÓN DE 2 dias


LOS PROCESOS

CANTIDAD DE PROCESADOS 171 Procesados


MAYOR PENA IMPUESTA 12 Años PPL efectiva

REPARACIÓN CIVIL OTORGADA 207,350.00 Soles

SALIDA ALTERNATIVA MÁS UTILIZADA Terminación Anticipada

ÁMBITOS DE LA CRIMINALIDAD ATENDIDA:


LUCHA CONTRA LA INSEGURIDAD
CIUDADANA 38 (58.04%)
Robo, Hurto, Homicidio Asesinato y
Lesiones...

LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN


19 (13.29%)
Cohecho Activo Genérico...
REPRESIÓN ANTE LA VIOLENCIA Y
RESISTENCIA A LA AUTORIDAD 17 (11.89%)
Violencia y Resistencia a la Autoridad
REPRESIÓN ANTE MALOS
CONDUCTORES
14 (9.79%)
Conducción en estado de ebriedad o
drogadicción
REPRESIÓN ANTE DELITOS CONTRA
EL MEDIO AMBIENTE 2 (1.40%)
Delitos contra la ecología
LUCHA CONTRA EL FEMINICIDIO
1 (0.70%)
Feminicidio
REPRESIÓN ANTE LA OMISIÓN DE
OTORGAR ALIMENTOS 1 (0.70%)
Omisión a la Asistencia Familiar

El Decreto Legislativo 1194, el cual regula el proceso inmediato en casos de


flagrancia, entró en vigencia en noviembre del 2015. En consecuencia, hasta la
fecha los órganos jurisdiccionales han procesado a 14 276 personas a nivel
nacional, por delitos de hurto y robo, omisión a la asistencia familiar, conducción
en estado de ebriedad o drogadicción, entre otros.3
De esta forma, más del 50% de los casos de los procesados ya se han resuelto en
periodos cortos de 15 días, cifra inferior comparado con los 12 meses o más que
antes significaban. Cabe recalcar que, el número de procesados por flagrancia de
robo y hurto asciende a 2 281, el cual representa el 15.97% de 14 276 acusados
registrados hasta la fecha. Al mismo tiempo, las estadísticas indican que 6 436
personas son sentenciadas por el delito de omisión a la asistencia familiar, lo que
equivale a un 45.08%. Además, 3 799 personas, los cuales representan un 26.61%,
son procesadas por el delito de conducción en estado de ebriedad o drogadicción.
Igualmente, 389 personas son acusadas por el delito de violencia y resistencia a la
autoridad, el cual representa el 2.72% del total.3

2.4. ANÁLISIS DEL DERECHO COMPARADO:

2.4.1. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE CHILE

En el ordenamiento Chileno, el art. 130º CPP23, puede leerse lo siguiente:


“Situación de flagrancia se entenderá cuando se encuentra en la situación de
flagrancia:
Artículo 130.- Situación de flagrancia.
a) El que actualmente se encontrare cometiendo el delito;
b) El que acabare de cometerlo;
c) El que huyere del lugar de comisión del delito y fuere designado por el
ofendido u otra persona como autor o cómplice;
d) El que, en un tiempo inmediato a la perpetración de un delito, fuere
encontrado con objetos procedentes de aquél o con señales, en sí mismo o
en sus vestidos, que permitieren sospechar su participación en él, o con las
armas o instrumentos que hubieren sido empleados para cometerlo, y
e) El que las personas asaltadas, heridas o víctimas de un robo o hurto, que
reclamaren auxilio, señalaren como autor o cómplice de un delito que
acabare de cometerse”.

Se puede deducir igualmente de estas circunstancias fácticas que implican una


inmediatez temporal, que necesariamente el presunto autor debe encontrarse
al menos en los alrededores del lugar de comisión del delito y en una relación
tal con el objeto e instrumentos utilizados que permiten evidenciar su
participación en el mismo; pero a su vez, “se puede interpretar que la
detención en flagrancia no sólo sirve a la necesidad de evitar que prosiga la
lesión del bien jurídico, ya que es posible efectuarla también cuando se ha
consumado el delito”.
Pero además, en Chile, en situación de flagrancia “cualquiera”24puede
practicar una detención
En los casos de que trata este artículo, la policía podrá ingresar a un lugar
cerrado, mueble o inmueble, cuando se encontrare en actual persecución del

23
En el marco del Título V regula las medidas cautelares personales
24
Art. 129 CPP chileno: “Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito flagrante,
debiendo entregar inmediatamente al aprehendido a la policía, al ministerio público o a la autoridad
judicial más próxima…”
individuo a quien debiere detener, para el solo efecto de practicar la respectiva
detención.
Ahora bien, como la detención en los supuestos que analizamos – Arts. 129 y
130 CPP chileno– no va precedida de una imputación judicial, el legislador
exige la evidente participación de una persona en un hecho punible, que
necesariamente deberá ser apreciada por el que detiene, constituyendo el
título de imputación el sorprendimiento en flagrancia, es decir, la percepción
sensorial directa de la comisión del delito por un tercero, existiendo además
inmediatez temporal y personal.
Lo decisivo para constatar una comisión flagrante en Chile no es que una
persona “actualmente se encontrare cometiendo el delito” o que “acabare de
cometerlo” 25 ya que todos los hechos delictivos se están cometiendo o se
acaban de cometer en algún momento, pudiendo sólo ser flagrantes si un
tercero percibe tal perpetración directamente a través de los sentidos.
Sin embargo, en el apartado d) de este artículo 130, relativo al tiempo
inmediatamente posterior a la perpetración, sí se emplea la expresión “fuere
encontrado” con objetos, señales, armas o instrumentos. A su vez, en el
artículo 125 CPP, al hablar en general de la procedencia de la detención sí se
alude expresamente a la persona “que fuere sorprendida en delito flagrante”.
En el artículo 134, al tratar la citación en casos de flagrancia, también se
emplea la expresión “sorprendido por la policía in fraganti”, igual que en el
artículo 129.26 Todo ello, con la base del artículo 19 de la Constitución
Política de la República se puede leer: “podrá ser detenido el que fuere
sorprendido en delito flagrante”.
Por todo ello, y para preservar la naturaleza cautelar de la detención efectuada
por los particulares, es necesario en aplicación de la teoría general de las
medidas cautelares exigir la presencia de dicho periculum para poder proceder
a la detención.
Más allá de lo anteriormente expuesto, es preciso insistir aquí en la idea de
subsidiariedad que informa la actuación de los particulares especialmente en
estos casos de detención en flagrancia, pues al margen de los supuestos en que
su intervención impide que prosiga la lesión del bien jurídico, sólo podrán
proceder a la detención si no les es posible previamente dar parte de lo
ocurrido a las autoridades encargadas de la persecución de los delitos sin que
se ponga en peligro la necesaria presencia de la persona del imputado ante
éstas.
Por último, será importante considerar también en el caso concreto las
peculiaridades del tipo de delito119 ante el que nos encontramos, pues, por
ejemplo, en los casos de tenencia ilícita de drogas o armas, la flagrancia existe
cuando un tercero percibe que una persona tiene a su disposición el objeto
prohibido; sin embargo, normalmente no va a ser necesaria una intervención
urgente del particular. Sólo se debe permitir la detención en flagrancia en la
medida en que la lesión de un bien jurídico sea actual o inminente, de especial
gravedad y cuando se tema fundadamente que el imputado va a intentar
fugarse u ocultarse.

25
Art. 130 a) CPP–art. 130 b) CPP–
26
“Cualquier persona podrá detener a quien sorprendiere en delito flagrante”
Resumidamente, aplicado a esta actuación procesal, tal principio supone que
la medida coercitiva que se adopte ha de ser, en primer lugar, adecuada o apta
para alcanzar el objetivo constitucionalmente prefijado; en segundo lugar, la
medida debe ser necesaria, de tal forma que el fin pretendido no pueda ser
cumplido a través de un medio menos gravoso para el sujeto pasivo de la
misma; además, la carga que se impone a su destinatario ha de estar en
razonable relación con las ventajas que se derivan por la consecución del fin
deseado. Además, la pauta de proporcionalidad opera en dos momentos o
ámbitos distintos: por una parte, al determinar si procede practicar la
detención y, por otra, en lo relativo a los medios a emplear para efectuar la
misma.
También se puede apreciar que conocida la flagrancia por el Tribunal, ello da
mérito a la detención judicial. Se trata de la detención que puede decretar
todo tribunal, aunque no ejerza jurisdicción en lo criminal, contra las
personas que, dentro de la sala de su despacho, cometieren algún crimen o
simple delito27. Tiene un carácter imputativo en cuanto su objeto es poner al
detenido a disposición del juez para asegurar su comparecencia a la audiencia
en que se formalizará la investigación y, eventualmente, se adoptará alguna
medida cautelar personal de mayor intensidad en su contra.
Aunque la detención proviene, en este caso, de una orden judicial, su
naturaleza se encuentra más cercana a la detención por flagrancia, toda vez
que surge de la constatación personal y directa, por el juez, de la comisión
actual de un delito dentro de la sala de su despacho.
Es así que la detención por flagrancia constituye una excepción a la exigencia
de la orden de detención previa, y aparece reconocida como tal a nivel
constitucional. Para los particulares constituye una facultad; para los agentes
policiales, en cambio, una obligación28. La policía debe cumplir esta
obligación sin necesidad de orden judicial previa29 ni de recibir previamente
insinuaciones particulares de los fiscales (art. 83 letra b) CPP).
Siendo así, el delito flagrante autoriza la detención por los particulares o la
policía sin orden previa es, por regla general, el delito de acción penal pública
y excepcionalmente el delito de acción penal pública previa instancia
particular, cuando se tratare de los delitos de violación, estupro y otros delitos
sexuales previstos y sancionados en los artículos 361 a 366 quater del Código
Penal (art. 129 inciso 3). En los demás casos de delitos de acción penal
pública previa instancia particular y en todos los casos de delitos de acción
penal privada, la detención por flagrancia no se encuentra autorizada.
Cuando los particulares son testigos de flagrancia delictiva, hay que
considerar varias normas especiales. En primer lugar, la detención por
flagrancia es una forma de detención que, por regla general, se practicará en
lugares y recintos de libre acceso público. Nada obsta, sin embargo, a que
pueda realizarse por la policía en un determinado edificio o lugar cerrado, al
que se haya ingresado con el consentimiento de su propietario o encargado, o
en cumplimiento de una orden de entrada y registro30.

27
Art. 128 CPP
28
Art. 129 CPP
29
Art. 94 y art. 125 letra a) CPP
30
Art. 205 CPP
Adicionalmente, la ley autoriza en forma excepcional a la policía para entrar
en un lugar cerrado y registrarlo, aun sin el consentimiento expreso de su
propietario o encargado ni autorización judicial previa, cuando las llamadas
de auxilio de personas que se encontraren en el interior u otros signos
evidentes indicaren que en el recinto se está cometiendo un delito31.
El objeto general de la detención es poner al detenido a disposición del
tribunal en el más breve plazo. No obstante, en el caso de la detención
practicada por particulares, la ley los autoriza para entregarlo
alternativamente a la policía, al ministerio público o a la autoridad judicial
más próxima.
La policía, por su parte, sea que haya practicado por sí misma la detención o
que haya recibido al detenido de un particular, debe cumplir con el deber de
informar al fiscal que es previo a la conducción del detenido ante el juez. En
efecto, la ley impone al agente policial que hubiere realizado la detención y al
encargado del recinto de detención al que hubiere sido conducido el detenido,
el deber de informar de ella al ministerio público, dentro de un plazo de doce
horas.32
Si se tratare de un simple delito y no fuere posible conducir al detenido
inmediatamente ante el juez, el oficial a cargo del recinto puede otorgarle la
libertad de inmediato, cuando considerare que existen suficientes garantías de
su oportuna comparecencia33. Por su parte, el fiscal a quien se comunica la
detención por flagrancia puede dejar desde luego sin efecto la detención u
ordenar que el detenido sea conducido ante el juez dentro de un plazo
máximo de 24 horas desde la detención34.
La facultad del fiscal para dejar sin efecto la detención y ordenar la inmediata
libertad del detenido puede tener su fundamento en varias circunstancias,
tales como el hecho de tratarse de un delito que sólo hace procedente la
citación por flagrancia35, la imposibilidad de conducir al detenido
inmediatamente ante el juez, o cualquier otro motivo que lo mueva a
considerar improcedente la detención. Que el fiscal disponga de esta facultad
se explica porque, como hemos visto, el ministerio público dirige y tiene el
control de la investigación, siendo además responsable de las actuaciones de
la policía. Se trata de una derivación del principio de responsabilidad y de la
función de dirección de la investigación.
En cualquier caso, si ante la comunicación policial el ministerio público nada
manifestare en el sentido de dejar en libertad inmediata al detenido u ordenar
su conducción ante el juez, corresponde a la policía presentar al detenido ante
éste dentro de las veinticuatro horas siguientes a la detención36 .

31
(art. 206 CPP)
32
(art. 131 inc. 2CPP)
33
(art. 134 inc. final CPP)
34
(art. 131 inc. 2TpP).
35
(art. 134 CPP)
36
(art. 131 inc. 2”CPP)
2.4.2. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE COLOMBIA:

Antes de ingresar al análisis de cómo se encuentra legislada en Colombia la


flagrancia, es oportuno en primer lugar describir la concepción y requisitos
que tiene este país para considerar cómo se percibe a este instituto:
“… tanto los funcionarios de policía, como los particulares, pueden capturar a
quien sea sorprendido cometiendo un hecho punible, o posteriormente, en
posesión de objetos o instrumentos de los cuales aparezca fundadamente que
momentos antes ha cometido la infracción.
Para la Corte, “lo que justifica la excepción al principio constitucional de la
reserva judicial de la libertad en los casos de flagrancia es la inmediatez de los
hechos delictivos y la premura que hace imposible esperar la orden judicial
previa”, debiendo ésta adicionalmente cumplir cuatro requisitos:
El de actualidad, el de individualización del autor, el del ejercicio de
discrecionalidad razonable por el funcionario y el de la ponderación entre las
garantías del sujeto y los hechos realizados”.
Teniendo en cuenta ello, pasemos a ver cómo el Código de Procedimiento
Penal de Colombia, describe a la Flagrancia37:
“Artículo 2°: … En las capturas en flagrancia y en aquellas en donde la Fiscalía
General de la Nación, existiendo motivos fundados, razonablemente carezca
de la oportunidad de solicitar el mandamiento escrito, el capturado deberá
ponerse a disposición del juez de control de garantías en el menor tiempo
posible sin superar las treinta y seis (36) horas siguientes”.
Luego, en otro de sus artículos, indica lo siguiente:
Artículo 301°: Flagrancia. Se entiende que hay flagrancia cuando:
1. La persona es sorprendida y aprehendida al momento de cometer el delito.
2. La persona es sorprendida o individualizada al momento de cometer el
delito y aprehendida inmediatamente después por persecución o voces de
auxilio de quien presencie el hecho.
3. La persona es sorprendida y capturada con objetos, instrumentos o huellas,
de los cuales aparezca fundadamente que momentos antes ha cometido un
delito o participado en él.

Advirtiéndose claramente y a diferencia de nuestra normatividad, que para


cualquier tipo de delito en Colombia la detención no deberá exceder las 36
horas, siendo éste su plazo máximo para presentarlo ante el Juez de Control
de Garantías. En cambio, en nuestro país se tiene como plazo máximo 24
horas, salvo que se tratase de delitos de Tráfico Ilícito de Drogas, Terrorismo
o Espionaje, que para el caso es de 15 días como máximo, encontrándose
normado en nuestra Constitución Política, en el artículo 02°, inciso 24)
numeral f) y no mediante una Ley como se ha visto en líneas arriba en
Colombia. Lo que quiere decir, que para nosotros poder cambiar el plazo de
detención, se tendría que hacer toda una reforma constitucional, con los
procedimientos burocráticos que ya conocemos.

37
del 31 de agosto de 2004, expedido mediante Ley número 906,
Asimismo, en la legislación colombiana, encontramos las siguientes
características acerca de este instituto:
- Flagrancia Estricta: Cuando se indica que se encuentra en flagrancia cuando
la persona es sorprendida y aprehendida al momento mismo de cometer el
delito.38
- Cuasi flagrancia: Al señalarse si la persona es aprehendida inmediatamente
después por persecución o voces de auxilio de quien presencie el hecho o
capturada con objetos, instrumentos o huellas, de los cuales aparezca
fundadamente que momentos antes ha cometido un delito o participado en
él39. Estas características son reconocidas en la doctrina constitucional
colombiana: “A la población del Estado se le garantiza la inviolabilidad de
domicilio y la seguridad personal, la cual se restringe o se suspende sólo por
mandato escrito de autoridad competente, respetando las formalidades legales
y los motivos previamente determinados en la ley, salvo en los casos de
flagrancia o cuasi flagrancia en que la persecución derivada permite su
retención por parte de las autoridades, sin previa orden judicial”.
De lo que podemos apreciar que tanto en la normatividad peruana como la
colombiana, se reconoce a los requisitos de inmediatez temporal y personal.
Sin embargo, existe una característica más que se admite en nuestra actual
legislación40 que admite lo siguiente.
- Presunción de Flagrancia: Ya que se acepta como flagrancia, ya no a la
percepción directa o persecución inmediata sino al hecho que se encuentre a
un individuo dentro de las 24 horas de cometido el delito, con efectos o
instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido empleados para
cometerlo o con señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su
probable autoría o participación en el hecho delictuoso, lo que a nuestro
parecer desnaturalizaría la esencia misma de la flagrancia, al no contener
los requisitos de inmediatez temporal ni personal y lo convierte en una
nueva figura que no tiene que ver con la flagrancia en estricto, pese a existir
la Detención Judicial Preliminar, consagrado en el artículo 261° del Código
Procesal penal de 2004, con el cual se podría zanjar el hecho de no haber
podido detenerlo en flagrancia inmediata o casi inmediata, o en todo caso,
siendo esta ley la que actualmente nos rige, se podría hacer uso del control
difuso, ante su inconstitucionalidad, por encontrarse quebrantando la
presunción de inocencia.
A nivel constitucional, encontramos otra diferencia significativa que se da
entre las Constituciones de ambos países. Para ello, es pertinente exponer lo
que se indica en el siguiente artículo de la Constitución Política de 1991 de
Colombia:
Artículo 32°. El delincuente sorprendido en flagrancia podrá ser aprehendido
y llevado ante el juez por cualquier persona. Si los agentes de la autoridad lo
persiguieren y se refugiare en su propio domicilio, podrán penetrar en él, para
el acto de la aprehensión; si se acogiere a domicilio ajeno, deberá preceder
requerimiento al morador.

38
Inciso 1) del artículo 301° del Código de Procedimiento Penal acotado
39
Incisos 2 y 3 del artículo 301° del Código de Procedimiento Penal acotado
40
Ley N° 29569, que modifica al artículo 259° del Código Procesal Penal de 2004
Es decir, que se da el poder para detener, en caso de flagrancia, no solamente
a autoridad policial como es en nuestro país, sino a cualquier ciudadano,
siendo este un derecho constitucional. Claro está, que en nuestro país,
también se puede dar lo que se conoce como el arresto ciudadano, pero ello
no es normado constitucionalmente sino en el artículo 260° del Código
Procesal Penal de 2004.
Y, una diferencia más que encontramos es que en Colombia se necesita del
requerimiento del morador cuando el presunto delincuente haya ingresado a
un domicilio que no sea de él, en cambio en nuestro país, en nuestra
Constitución, en el artículo 2° inciso 9) se norma como excepción a la
inviolabilidad de domicilio, al flagrante delito, es decir no se ha colocado
expresamente que se necesite de un permiso previo del dueño del domicilio a
donde ingresó el presunto delincuente, y nos parece correcto ello en nuestra
legislación, puesto que el hecho de ingresar el presunto delincuente a un
domicilio ajeno, estaría ya cometiendo un nuevo delito que es el de violación
de domicilio, lo que daría pie a su detención por estar en flagrancia. Es decir,
ello ante el supuesto que ingresó el presunto delincuente sin el consentimiento
del dueño. Pero, si es que ingresó con el consentimiento del dueño y éste a
sabiendas que está escondiendo a un presunto delincuente, no permite que se
ingrese a su domicilio, también estaría cayendo en flagrancia por el delito de
Encubrimiento Personal, salvo que tuviese excusa absolutoria.
A modo de poder entender mejor, cómo se concibe a la flagrancia en
Colombia, resulta pertinente plasmar la siguiente resolución:
“… teniendo en cuenta que dos son los temas basilares de la impugnación
extraordinaria. Uno referido al concepto de flagrancia como instituto … En
términos generales … se refiere a aquellas situaciones en donde una persona
es sorprendida y capturada en el momento de cometer un hecho punible o
cuando es sorprendida y capturada con objetos, instrumentos o huellas, de los
cuales aparezca fundadamente que momentos antes ha cometido un hecho
punible. Este moderno concepto de flagrancia funde entonces los fenómenos
de flagrancia en sentido estricto y cuasi flagrancia. Así, a la captura en el
momento de cometer el delito se suma la posibilidad de que la persona sea
sorprendida y aprehendida con objetos, instrumentos o huellas que hagan
aparecer fundadamente no sólo la autoría sino la participación (en cualquiera
de sus formas) en la comisión del punible. “La Jurisprudencia colombiana ha
determinado los requisitos que deben presentarse para establecer si se trata de
un caso de flagrancia. Así, la Corte Suprema de Justicia -Sala de Casación
Penal-, mediante Auto de diciembre 1º de 1987, consideró que la flagrancia
debe entenderse como una “evidencia procesal”, en cuanto a los partícipes,
derivada de la oportunidad que han tenido una o varias personas de
presenciar la realización del hecho o de apreciar al delincuente con objetos,
instrumentos o huellas que indiquen fundadamente su participación en el
hecho punible. Ha dicho la Sala: “Dos son entonces los requisitos
fundamentales que concurren a la formación conceptual de la flagrancia, en
primer término la actualidad, esto es la presencia de las personas en el
momento de la realización del hecho o momentos después, percatándose de él
y en segundo término la identificación o por lo menos individualización del
autor a la Corte Constitucional, el requisito de la actualidad, requiere que
efectivamente las personas se encuentren en el sitio, que puedan precisar si
vieron, oyeron o se percataron de la situación y, del segundo, -la
identificación-, lleva a la aproximación del grado de certeza que fue esa
persona y no otra quien ha realizado el hecho. Por lo tanto, si no es posible
siquiera individualizar a la persona por sus características físicas -debido a que
el hecho punible ocurrió en un lugar concurrido-, el asunto no puede ser
considerado como cometido en flagrancia. Y tampoco puede ser considerada
flagrancia cuando la persona es reconocida al momento de cometer el delito
pero es capturada mucho tiempo después. En efecto, lo que justifica la
excepción al principio constitucional de la reserva judicial de la libertad en los
casos de flagrancia es la inmediatez de los hechos delictivos y la premura que
debe tener la respuesta que hace imposible la obtención previa de la orden
judicial…”
Por eso mismo, en este asunto resulta acertado el análisis con base en el cual
el Tribunal concluyó que no hubo flagrancia, puesto que lo probado en el
juicio no permitía afirmar que las circunstancias en que se produjo la captura
de CRISTIAN DAVID USMA FERRO y sus dos acompañantes se adecuaba
a cualquiera de las hipótesis señaladas en el artículo 301, como que “no
existió una concreta individualización del autor o autores, además que la
secuencia de tal noticia, y la captura de USMA FERRO no se da de manera
ininterrumpida, desde el disparo y el seguimiento al acusado, no hay policía
ni ciudadano que lo haya sorprendido ejecutando esta conducta, las voces de
auxilio, si así puede llamarse a la información que se dio a los policías por el
sector de la Circunvalar, no señalaron directamente a alguien, el señalamiento
no es concreto hacia una persona o personas individualizadas, es a un
vehículo donde se desplazaban varios integrantes, sin que siquiera se
comprometa o señale al conductor, o existan elementos allí para predicarle
una coparticipación con los ocupantes del citado automotor”.
De la misma manera, es cierto que la sentencia también agrega que tampoco
se sorprendió al implicado con objetos, instrumentos o huellas que
permitieran concluir fundadamente que momentos antes el acusado hubiera
cometido un delito o participado en él, pues “no se hallaron armas de fuego, o
elemento alguno” que así lo indicara y la prueba de absorción atómica
concluyó que los metales hallados en la palma derecha del incriminado no
son compatibles estadísticamente con residuos de disparo en mano, “sin que
puedan ser de recibo las elucubraciones intentadas por la fiscalía de que se
trate de un negativo falso, porque tratándose de una prueba pericial que
requiere especiales conocimientos científicos, debió entonces en el juicio
procurar esclarecer dicha situación con la ayuda de un experto” …Estos
cargos, entonces, no prosperan”.

2.4.3. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE COSTA RICA

El artículo 236 del Código Procesal Penal de Costa Rica prescribe:


“Cuando el autor del hecho punible sea sorprendido en el momento de
cometerlo o inmediatamente después, mientras sea perseguido o cuando
tenga objetos o presente rastros que hagan presumir vehementemente que
acaba de participar en un delito”.
Para la atención de los delitos en Flagrancia, de manera coincidente con el
acuerdo del Consejo Superior en Sesión 49-08, celebrada el 01 de julio de
2008, el Ministerio Público implementará tres equipos integrados por dos
fiscales auxiliares cada uno, los cuales se identificarán con las letras A, B, y C
y laborarán de la misma manera prevista para los jueces.
Los órganos jurisdiccionales de flagrancias tendrán competencia para conocer
casos de competencia del I, II y II Circuito Judicial de San José. Se
habilitarán dos salas de debate del II Circuito Judicial para las audiencias y
juicios de flagrancias, en ellas se ubicará todas las partes. En los horarios de
atención previstos se habilitará un recinto para la ubicación de testigos,
mientras esperan el momento de su llamado a declarar.
Para la atención de las flagrancias en la jornada diurna u “ordinaria”, de las
7:30 hrs. a las 16:30 hrs., uno de los fiscales de flagrancias se ubicará en la
Fiscalía Adjunta del II Circuito Judicial de San José. (Unidad Trámite
Rápido) En el horario de las 17:00 a las 23:00 horas, el fiscal se ubicará en el
espacio físico de la Fiscalía de Turno Extraordinario. Lo anterior para
aprovechar las facilidades de las instalaciones según los turnos, sobre todo,
con lo relacionado a la atención de detenidos.
Las autoridades policiales, que realicen una detención en flagrancia por un
delito, comunicarán los derechos al detenido y según el horario, lo
trasladarán, inmediatamente junto con las pruebas (materiales, víctimas y
testigos) ante la fiscalía de flagrancias cuando corresponda por competencia
territorial al II Circuito Judicial de San José 41 En el horario extraordinario42
todos los casos de detenciones en flagrancia serán presentados ante el fiscal de
flagrancias que atenderá en la Fiscalía de Turno Extraordinario.
Los particulares que practiquen detenciones en flagrancia, deberán entregar al
detenido inmediatamente a la autoridad más cercana. Los fiscales de
flagrancias recibirán a las autoridades actuantes, evidencias, víctimas, testigos
y detenidos. Verificará que al detenido se le haya informado sobre sus
derechos y de inmediato de conformidad con el artículo 93 del CPP, le
requerirá el nombramiento de un abogado, (si no está presente el defensor,
deberá aportar los datos que permitan su ubicación y se le dará aviso
inmediato para que comparezca.
Pudiendo prolongarse su detención hasta por 48 horas, debiendo hacerse
constar esa circunstancia mediante filmación o cualquier medio idóneo) si no
comparece o el imputado no lo designa, se le proveerá inmediatamente un
defensor público.
Remitirá al imputado a la sección de cárceles para la reseña respectiva,
mientras se dispone lo necesario para presentarlo ante el órgano jurisdiccional
Correspondiente. Las autoridades policiales no confeccionarán informes ni
partes por escrito, rendirán declaraciones orales ante el fiscal y el juez, según
corresponda, las que se documentarán en audio y video. El fiscal encargado,
escuchará al policía, ofendido, testigos y valorará la prueba, en todo lo cual

41
(entiéndase horario ordinario 7:30hrs hasta 16:30 hrs)
42
(17:00 hrs. hasta las 23:00 hrs.)
podrá estar presente la defensa; si determina continuar con el proceso de
flagrancia, ingresará el asunto al sistema informático, iniciando formalmente
el proceso, consultará los antecedentes del detenido en el Archivo Criminal y
Registro Judicial y realizará los actos administrativos indispensables.
Corresponderá al Ministerio Público, valorar la procedencia de presentar el
caso ante los juzgados de flagrancias, para ello tomará como parámetro lo
dispuesto en el artículo 236 del Código Procesal Penal, así como la
complejidad del asunto y los parámetros generales que se establezcan al
respecto. De cumplirse los presupuestos de un caso de flagrancia, el fiscal
solicitará al juez de la etapa preparatoria, audiencia temprana de manera
desformalizada y el juez convocará a las partes a la inmediata realización de
la audiencia.

2.4.4. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL DE BOLIVIA.

En principio nos ubicaremos en el marco constitucional del derecho


fundamental a la libertad personal en Bolivia.
El artículo 22° de la Constitución Boliviana, hace referencia a la inviolabilidad
del derecho a la libertad personal, siendo deber primordial del Estado
respetarla y protegerla.
El Artículo 23°. - refiere que puede ser restringida la libertad persona en los
límites señalados por la ley, para asegurar el descubrimiento de la verdad
histórica en la actuación de las instancias jurisdiccionales, refiriéndose además
respecto a la flagrancia de la siguiente manera:
A) “… IV. Toda persona que sea encontrada en delito flagrante podrá ser
aprehendida por cualquier otra persona, aun sin mandamiento. El único objeto
de la aprehensión será su conducción ante autoridad judicial competente, quien
deberá resolver su situación jurídica en el plazo máximo de veinticuatro horas.
B) V. En el momento en que una persona sea privada de su libertad, será
informada de los motivos por los que se procede a su detención, así como de la
denuncia o querella formulada en su contra…”
En concordancia con la Constitución, los casos en los que una persona puede ser
privada de su libertad están expresamente previstos en el Código de
Procedimiento Penal. De acuerdo al Código de procedimiento penal, en los casos
de flagrancia, la persona puede ser detenida por:
1. La policía nacional43; quien debe comunicar y poner a disposición a la
persona aprehendida a la Fiscalía en el plazo máximo de ocho horas, además de
realizar un informe al fiscal donde debe constar el lugar, la fecha y hora del
hecho y de la aprehensión 44
2. Los particulares (art. 229); en este caso, el aprehendido deberá ser entregado
inmediatamente a la policía, a la Fiscalía o a la autoridad más cercana”.
Posteriormente, el Fiscal debe conducir al aprehendido a disposición del juez
cautelar, con la finalidad que sea esa autoridad la que defina su situación

43
(art. 227.1 del CPP)
44
(art. 298 del CPP)
jurídica, sin perjuicio de ejercer el control sobre las condiciones físicas del
imputado y el respeto estricto de todos sus derechos45.
Por otro lado, el Tribunal Constitucional Boliviano, en un voto singular del
Magistrado Dr. Marco Antonio Baldivieso Jinés, hace la diferencia entre los
supuestos de aprehensión en flagrancia conforme a la Constitución y la
aprehensión conforme al proceso46, precisándonos que125:
“4. No deben confundirse los supuestos de aprehensión en flagrancia previstos
en la norma constitucional y el Código de procedimiento penal con la facultad
de aprehensión directa prevista en el art. 226 del CPP.

Artículo 226 del CPP47. - establece que:


“El fiscal podrá ordenar la aprehensión del imputado cuando sea necesaria su
presencia y existan suficientes indicios de que es autor o partícipe de un delito
de acción pública sancionado con pena privativa de libertad, cuyo mínimo
legal sea igual o superior a dos años y de que pueda ocultarse, fugarse o
ausentarse del lugar u obstaculizar la averiguación de la verdad”

2.4.5. LA JURISPRUDENCIA EN BOLIVIA:

También se ha pronunciado respecto a lo que conocemos en nuestro país,


como detención en flagrancia en la Sentencia N° 0957/2004-R48.
Asimismo, es importante resaltar que, en Bolivia, también existe un proceso
inmediato al igual que en el Perú, para los casos de flagrancia, siendo la Ley
004 Marcelo Quiroga Santa Cruz y la Ley 007 Reformas al Procedimiento
Penal, que incorporó elementos novedosos dentro de nuestra economía
jurídica, como aquella referida al Procedimiento y Juicio Directo en casos de
Flagrancia, previsto en el Título V (Art. 393) del ahora Código de
Procedimiento Penal.
El Artículo 393, señala que:
“en la resolución de imputación formal compete al fiscal de materia solicitar
al juez de instrucción la aplicación del procedimiento inmediato para delitos
flagrantes conforme a las normas del presente Título, cuando el imputado sea
sorprendido o aprehendido en la comisión de un delito en flagrancia”.
La norma está fijando a quién corresponde la facultad de pedir el
procedimiento inmediato ante quién solicitarlo y los requisitos referidos a la
comisión del delito en flagrancia. En caso de ser múltiples autores, sólo es
aplicable el procedimiento contra los que se encuentren sorprendidos en
delitos de manera flagrante. En los delitos conexos en los que estén
involucrados otros imputados no se acumularán al procedimiento inmediato
por flagrancia.

45
(art. 299 del CPP)
46
Sentencia 0214/2010-R de 31 de mayo de 2010, recaída en el Expediente: 2007- 17180-35-RHC
47
(el primer párrafo)
48
“(...)sólo en caso de flagrancia se pueden obviar las formalidades para la aprehensión (…) en
consecuencia, en los demás casos se debe cumplir, inexcusablemente, el procedimiento que para el
efecto establece la norma adjetiva penal (…) requiriéndose, en ambos supuestos, que exista al menos
una denuncia o investigación abierta contra esa persona”.
El Artículo 393 nos señala su procedencia, tratándose de delitos flagrantes,
autorizando al juez de instrucción la aplicación de un procedimiento
inmediato. El procedimiento inmediato para delitos flagrantes es a solicitud
del Ministerio Público en la resolución de imputación formal.
El Artículo 393. - el procedimiento es por audiencia, rigiendo el principio de
oralidad, es decir, es contradictorio y rige la igualdad de las partes.
El Artículo 393. - El juez instructor para resolver la aplicación del
procedimiento en audiencia oral escuchará al fiscal, al imputado y su
defensor, a la víctima o al querellante, verificará el cumplimiento de las
condiciones de procedencia.
El juez instructor es quien determina la aplicación del procedimiento
inmediato de flagrancia. Esta es una figura novedosa en Bolivia, al igual que
en Perú. Con dicha modificatoria, en los casos que una persona sea
sorprendida en flagrancia, serán sometidas a un proceso sumarísimo. Ello es
materia de comentarios y críticas por abogados, probablemente aún poco
convencidos con los nuevos mecanismos de solución de conflictos, como esta
figura jurídica, referida a la solución de un conflicto penal, de manera más
rápida sino la reparación inmediata del daño al agraviado. Así, en todos
aquellos casos en los que una persona sea sorprendida en flagrancia, ella será
procesada y enjuiciada inmediatamente, donde la actividad punitiva del
Estado (iuspunendi), se sujeta y limita a la primera intervención policial o
fiscal en su caso.

2.4.6. LA FLAGRANCIA EN LA LEY DE ENJUICIAMIENTO CRIMINAL


ESPAÑOLA.

El derecho a la libertad personal, se encuentra consagrado en la Constitución


Española126. En su artículo 17 inciso 149
Disposición constitucional que remite a la legislación para establecer las
excepciones al derecho a la libertad personal, entre ellos, tenemos la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, en cuyo TÍTULO III, sobre
EL PROCEDIMIENTO PARA EL ENJUICIAMIENTO RÁPIDO DE
DETERMINADOS DELITOS.
Norma aplicable a la instrucción y al enjuiciamiento de delitos castigados con
pena privativa de libertad que no exceda de cinco años, o con cualesquiera
otras penas, bien sean únicas, conjuntas o alternativas, cuya duración no
exceda de diez años, cualquiera que sea su cuantía, siempre que el proceso
penal se incoe en virtud de un atestado policial y que la Policía Judicial haya
detenido a una persona y la haya puesto a disposición del Juzgado de guardia
o que, aun sin detenerla, la haya citado para comparecer ante el Juzgado de
guardia por tener la calidad de denunciado en el atestado policial,
estableciéndose además, algunas circunstancias, entre ellas:
“1. Que se trate de delitos flagrantes.

49
“Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad,
sino con la observancia de lo establecido en este artículo y en los casos y en la forma previstos en la ley”
A estos efectos, se considerará delito flagrante el que se estuviese cometiendo
o se acabare de cometer cuando el delincuente sea sorprendido en el acto.
Se entenderá sorprendido en el acto no sólo al delincuente que fuere detenido
en el momento de estar cometiendo el delito, sino también al detenido o
perseguido inmediatamente después de cometerlo, si la persecución durare o
no se suspendiere mientras el delincuente no se ponga fuera del inmediato
alcance de los que le persiguen. También se considerará delincuente in
fraganti aquel a quien se sorprendiere inmediatamente después de cometido
un delito con efectos, instrumentos o vestigios que permitan presumir su
participación en él”.
Desde una perspectiva genérica, cabría una similitud en los supuestos de
flagrancia regulados en nuestro ordenamiento jurídico, como es, la flagrancia
en sentido estricto, cuando es descubierto cometiendo el delito, en ese sentido:
El Tribunal Constitucional Español en la sentencia recaída en STC 341/1993
concibió la flagrancia como:
“situación fáctica en la que el delincuente es ‘sorprendido’ -visto directamente
o percibido de otro modo- en el momento de delinquir o en circunstancias
inmediatas a la perpetración del ilícito.”

Y en otros pronunciamientos, ha declarado que resulta inexcusable


«reconocer la arraigada imagen de la flagrancia como situación fáctica en la
que el delincuente es ``sorprendido’’ ---visto directamente o percibido de otro
modo--- en el momento de delinquir o en circunstancias inmediatas a la
perpetración del ilícito», y que estas connotaciones de la flagrancia (evidencia
del delito y urgencia de la intervención policial) están presentes en el concepto
inscrito en el art. 18.2 de la norma fundamental50. En cuanto, a la cuasi
flagrancia; se advierten algunos matices, que se detallaran a continuación:
Es perseguido inmediatamente después de cometerlo, si la persecución durare
o no se suspendiere mientras el delincuente no se ponga fuera del inmediato
alcance de los que le persiguen, la importancia de reconocer que la flagrancia
es una circunstancia que permite a la autoridad detener al que comete delito y
al permitir la restricción al derecho a la libertad, se requiere que en su
ejecución se produzca la inmediatez, siendo éste una de los requisitos
exigibles de esta institución, situación que ha sido reconocida en la legislación
española, mientras que en nuestro ordenamiento jurídico no se hace alusión a
este término.
En igual sentido, resulta interesante rescatar la disposición que contiene la
interrupción de la persecución del que acaba de cometer el delito, y que no
pierda el alcance, lo que refuerza además la concepción de inmediatez
temporal y personal.
Por último, se puede advertir que en la legislación española no se encuentra
prevista la presunción de flagrancia, basado en la sindicación de la víctima,
testigo, o el delincuente haya sido identificado por medio audiovisual,
dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya registrado su imagen,
circunstancia que refuerza nuestra conclusión en el sentido que resulta

50
(SSTC 341/1993, de 18 de noviembre, FJ 8; 94/1996, de 28 de mayo, FJ 4; 171/1999, de 27 de
septiembre, FJ 9)
necesario modificar la disposición del Código procesal penal, pues
precisamente, se requiere que no medie otro mecanismo de aprehensión, ya
que la flagrancia permite detener aquel que es sorprendido in flagranti o haya
sido descubierto con algún instrumento del delito.
Circunstancia que, además, cabe reflexionar la ampliación del plazo para
aprehender a la persona una vez que se haya cometido el ilícito penal,
extendiéndose a las 24 horas, situación que el legislador alegremente ha
establecido, desnaturalizando la circunstancia de la flagrancia, lo que no
ocurre en la legislación española, por el contrario, refuerza la inmediatez,
como un requisito para producirse la flagrancia.

2.4.7. LA FLAGRANCIA EN LA ORDENANZA PROCESAL PENAL ALEMANA.

El texto que contiene las disposiciones procesales penales de Alemania es la


Ordenanza Procesal Penal, conocida como Ordenanza Procesal Alemana de
187751.
En lo que respecta a su traducción al español, se tiene el trabajo efectuado por
GÓMEZ COLOMER128, sobre el proceso penal alemán, al referirse que el
párrafo 127, parágrafo o apartado 1, ha sido redactado de nuevo, señalando
que el párrafo 127, está referida a la Detención provisional, precisando que en
su parágrafo o apartado 1 su traducción es la siguiente:
Dicho texto legal regula la flagrancia en su párrafo 127 parágrafos 127.1. Este
párrafo 127 es denominado como Arresto Provisional o en otras traducciones
como Detención Provisional, el cual en su parágrafo estableció lo siguiente:
“Si alguien fuera sorprendido in fraganti o perseguido, estarán todos
autorizados, cuando fuere sospechoso de fuga o no pudiere constatarse de
inmediato su identidad, a detenerlo provisionalmente, también sin ordenación
judicial. La constatación de la identidad de una persona por la Fiscalía o por
los funcionarios de los servicios de Policía, se realizará conforme a lo
dispuesto en el & 163b, ap.”
De la traducción antes citada al dispositivo alemán, se aprecia que en ella se
permite a cualquiera a detener al sorprendido in flagrancia o in fragante, no
restringiendo la posibilidad de detener a un sospecho sólo a la autoridad
policial, como ocurre en el caso peruano, como la única excepción de limitar
el derecho libertad a una persona sin que medie mandato judicial. Al respecto,
resulta interesando comentario a la citada disposición por parte de la
profesora chilena52, cuando señala que los juristas alemanes al momento de
interpretar el parágrafo 127 I StPO, el cual permite a cualquiera la detención
del sorprendido en flagrancia –sorprendido o perseguido en flagrancia -,
destaca la acción de sorprender o descubrir – al autor y la necesidad de que
exista una apreciación o percepción a través de los sentidos –de la comisión
del hecho delictivo.
En este contexto, se tiene que la doctrina procesal comparada resalta de la
disposición alemana, la alusión expresa de que el presunto autor o

51
[Strafprozeßordnung (StPO)]
52
DE HOYOS SANCHO129
sospechoso, sea “sorprendido”, lo cual, significa implícitamente que la
persona autorizada por el dispositivo legal antes citado (es decir, cualquier
persona), tenga que necesariamente haber apreciado a aquél en el momento
que cometía el acto o en el momento que se da a la fuga, necesariamente
mediante sus sentidos.
Es más, este alcance del dispositivo antes aludido, está vinculado a la
exigencia de la inmediatez temporal que debe haber en toda detención por
flagrancia.
En efecto, la citada autora ha señalado que en Alemania se admite la
posibilidad de efectuar la detención en flagrancia cuando se ha sorprendido al
autor poco después de la ejecución del hecho delictivo53 en flagrancia o
inmediatamente después -; precisando que para concordarse con el parágrafo
104 StPO, relativo al registro domiciliario, se suprimió la referencia al
“tiempo inmediatamente posterior” a la realización del hecho, indicando que
si bien en aquella oportunidad se dijo expresamente que esta supresión era
sólo un cambio de redacción y no un cambio en el pretendido contenido de la
disposición131.
Por otro lado, se cita que si bien el parágrafo alemán no señala expresamente
una alusión directa a la inmediación personal como requisito de detención en
flagrancia, la cual es entendida como el sorprendimiento del presunto autor en
el lugar de comisión del delito o en sus inmediaciones, también lo es que ello
puede deducirse de la exigencia necesaria de la inmediatez temporal que sí se
aprecia de la aludida disposición. Sin embargo, a diferencia de otros
ordenamiento procesales, la posibilidad de establecer un límite temporal a la
persecución en flagrancia ha sido rechazada por la doctrina mayoría alemana
al entender que una vez iniciada la persecución inmediatamente después de
descubrir la comisión del delito, esta puede durar indefinidamente hasta
lograr la detención del autor de los hechos, siempre y cuando no se
interrumpa132. Para afirmar esto último, DE HOYOS, afirma que Schubert
la persecución y detención en flagrancia serán posibles hasta que se produzca
el Zurruhekommem – apaciguamiento, mientras que para Meincke, la
facultad de detener en flagrancia ha de durar un máximo de veinticuatro
horas133.
Por otro lado, se asevera que una peculiaridad de la detención en flagrancia
de la legislación alemana y que es compartida con los dispositivos pertinentes
de Italia y Francia, es que se requiere además de la presencia de una situación
en estado de necesidad o de legítima defensa, la presencia de otras
circunstancias al lado de la flagrancia para que un particular pueda detener.
Ello debido a que el parágrafo 127 StPO exige necesariamente para poder
detener que recaiga sobre el sorprendido o perseguido en flagrancia la
sospecha de intentará la fuga54 o que su identidad no pueda ser determinada
inmediatamente55.
Esto se ha vinculado con el hecho de la detención efectuada por los
particulares (y no necesariamente por la autoridad policial), en el sentido que

53
kurznach der Tatbegehung, al señalar que en el parágrafo 116 del proyecto de StPO, actual 127,
contenía la expresión “auf frischer Tat oder unmittelbar nachher”
54
“Flucht verdächtig”
55
“seine Identität nicht sofort festgestellt werden kann”134
si bien la intervención éstos impide que prosiga la lesión al bien jurídico, sólo
podrán proceder a la detención si no les es posible previamente dar parte de lo
ocurrido a las autoridades encargadas de la persecución de los delitos sin que
se ponga en peligro la necesaria presencia de la persona del imputado antes
éstas.
Otra peculiaridad reconocida a la detención en flagrancia alemana, está
referida a que el parágrafo 127 I del StPO, recoge la posibilidad de evitar la
detención en flagrancia, una vez interrumpido o consumado el delito, si se
conoce la identidad del imputado y no hay sospechas fundadas de que
intentará fugarse u ocultarse135.
Ello quiere decir que, sobre todos los particulares, en el caso que tuvieran
acceso al nombre y domicilio del sospecho o presunto autor del ilícito penal,
debe abstenerse de proceder a la detención.

2.4.8. LA FLAGRANCIA EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL ITALIANO.

El Código Procesal Penal italiano aborda el tema de la detención y de la


definición de la flagrancia delictiva en los artículos 380°, 381° y 382°.
Como se advertirá de su lectura, el Código italiano a diferencia del peruano,
tiene una legislación más compleja y no trata el tema en forma general como
sí lo hace nuestro código, pues diferencia entre el arresto en caso de
flagrancia, en obligatorio y facultativo, entre delitos culposos y no culposos,
del mismo modo, deriva consecuencias distintas en función a la tipología del
delito y a los años de pena, como a continuación veremos:
“Artículo 380°. -
Arresto obligatorio en caso de flagrancia Los oficiales y agentes de policía
judicial procederán al arresto de quien sea sorprendido en flagrancia de un
delito no culposo, consumado o tentado, para el que la ley haya establecido
pena de prisión perpetua o de reclusión no inferior en el mínimo a cinco años
y en el máximo a veinte.
Artículo 381°. - Arresto facultativo en caso de flagrancia
1.- Los oficiales y agentes de policía judicial tienen la facultad de arrestar a
quien sea sorprendido en estado de flagrancia de un delito no culposo,
consumado o tentado para el que la ley haya establecido pena de reclusión
superior en el máximo a tres años, o de un delito culposo para el que se haya
establecido pena de reclusión no inferior en el máximo a cinco años.
2.- Cuando exista la necesidad de interrumpir la actividad criminal, los
oficiales y los agentes de policía judicial igualmente tendrán la facultad de
arrestar a quien sea sorprendido en estado de flagrancia de uno de los
siguientes delitos: Peculado, Corrupción, Violencia o amenaza a funcionario
público, Comercio y suministro de medicinas dañadas, Corrupción de
menores… En las hipótesis previstas por el presente artículo solo se procederá
al arresto en estado de flagrancia si la medida se encuentra justificada por la
gravedad del hecho o por la peligrosidad del sujeto, la que se deducirá de su
personalidad o de las circunstancias del hecho.
Artículo 382°. - Estado de flagrancia
1.- Se encuentra en estado de flagrancia quien es sorprendido en el acto de
cometer el reato, o si inmediatamente después de cometido, es perseguido por
la policía judicial, por la persona ofendida o por otras personas, o es
sorprendido con cosas o huellas de las que se deduzca que inmediatamente
antes ha cometido el reato.
2.- En el reato permanente el estado de flagrancia durará hasta cuando no cese
la permanencia.”
Como se señaló, a diferencia de nuestro Código Procesal Penal, la legislación
procesal penal italiana hace una distinción entre la detención obligatoria y la
facultativa, por lo que conviene analizar estos dos escenarios:
La Detención Obligatoria: El arresto, como denomina a la detención, el
código italiano, deberá ser obligatorio en el caso de delitos no culposos
cuando la pena impuesta para el delito perseguido no sea menor de cinco años
de prisión.
Como se advierte, no es cualquier delito el que genera una detención
obligatoria por parte de las fuerzas policiales, sino que debe tratarse
necesariamente de delitos no culposos; en el caso de la legislación peruana en
cambio, al menos en teoría, la detención en flagrancia procede cuando se trate
de cualquier tipo de delito, dolosos o culposos, con dolo directo o eventual,
no hay distinción.
Debe advertirse que en el caso peruano, había un tratamiento distinto en el
caso de faltas o de un delito no mayor a dos años de prisión, donde luego de
los interrogatorios de identificación y demás actos de investigación urgentes,
podía ordenarse una medida menos restrictiva de la libertad, sin embargo esta
parte del artículo 259° que regula la detención policial fue suprimida, por lo
que en el caso peruano a diferencia del italiano no se hace ninguna distinción
en función a la gravedad del delito .
En el caso italiano en cambio, y haciendo una interpretación contrario sensu
de su legislación, tratándose de delitos dolosos, cuya pena sea menor a los
cinco años, la Policía no está obligada a proceder a la detención de los agentes
delictivos, sino que se deja a la discrecionalidad de la policía judicial la
posibilidad de arrestar o no en flagrancia, en base a los parámetros
establecidos en el artículo 381° in fine de su código, es decir, si la medida se
encuentra justificada por la gravedad del hecho o por la peligrosidad del
sujeto.
La detención facultativa: procede en Italia en el caso de delitos no culposos
consumados o tentados, cuando la pena de reclusión sea superior a tres años,
o en el caso de delitos culposos para el que se haya establecido una pena de
prisión no menor a cinco años.
1. Siendo así, se advierte que cuando el código sustantivo italiano
prescribe penas entre los tres y cinco años para el caso de delitos dolosos, la
detención será facultativa y siempre que se configuren los supuestos ya
establecidos de justificada gravedad del hecho o peligrosidad del sujeto,
debiendo medirse estas características en función a la personalidad del
agente delictivo o de las circunstancias del hecho punible.
2. Si el delito contempla en teoría una pena menor a los tres años, sea
doloso o culposo, y así el agente sea descubierto en la realización de hecho
punible o habiendo acabo de cometerlo, no procede su detención por
ningún motivo.

3. Del mismo modo, en el caso de delitos culposos, cuya pena sea


inferior a cinco años, tampoco procede por ningún motivo la detención, así
el agente haya sido descubierto en flagrancia, advirtiéndose que la detención
en flagrancia al ser una excepción a la regla general de la detención judicial
solo procede para casos que revisten gravedad.
4. Del mismo modo, se autoriza (no se obliga) a detener en flagrancia
en el caso de delitos de peculado, corrupción, y violencia o amenaza a
funcionario público cuando exista la necesidad de interrumpir la actividad
criminal, es decir para evitar que el delito se siga cometiendo en el caso de
delitos permanentes o se cometa nuevamente en el caso de concurso real
homogéneo de delitos.
Bueno ahora les vamos a dar a conocer algunos contrastes del Código
Procesal Italiano con el Código Peruano. Respecto al concepto de la
flagrancia, tanto el Código Procesal Penal italiano como el peruano ensayan
una definición que no estaba contemplada antes, siendo más amplia la
esbozada por el código peruano.
1. En efecto, en el caso peruano, nuestra legislación contempla cuatro
supuestos específicos que configuran la flagrancia, entre la que incluye el
caso de que el agente delictivo sea identificado por medio audiovisual,
dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya registrado su imagen.

2. Dicho supuesto es consistente, con la doctrina que ha señalado que


en la actualidad el concepto de flagrancia aplicado al hecho delictivo, más
que una relación de inmediatez, quiere señalar lo notorio de la autoría, esto
es la seguridad meridiana que tal hecho concreto puede ser atribuido a una
o varias personas, siendo evidente que el registro audiovisual proporciona
tal seguridad, siendo ilógico que se permita la detención en flagrancia tan
solo por la identificación del agraviado o incluso de un tercero y no cuando
el sujeto ha sido plenamente identificado a través de un soporte tecnológico,
más aún ahora donde cada vez, es más frecuente la presencia de cámaras de
seguridad en lugares públicos y privados.

3. En el caso del código italiano, sorprendentemente, este supuesto no


está contemplado, estando los otros tres, todos regulados en un mismo
párrafo, pues se alude a quien es sorprendido en el acto de cometer el reato,
inmediatamente después, si es perseguido por la policía judicial, por la
persona ofendida o por otras personas o sí es sorprendido con cosas o
huellas de las que se deduzca que inmediatamente antes ha cometido el
reato.

4. El código italiano no determina la flagrancia en función a un tiempo


preestablecido como sí lo hace el código peruano, que después de sucesivas
modificaciones establece el término de veinticuatro horas después de la
perpetración del delito como plazo máximo para la detención en el caso de
la llamada cuasi flagrancia y de la flagrancia presunta.
5. En este aspecto, el Código italiano supera en la definición y es más
garantista que el peruano, pues la flagrancia no puede estar supeditada a un
tiempo previamente determinado en la ley, sino en función a las
circunstancias que rodean el hecho, más aún si ésta se configura y se
consuma en el caso de los delitos instantáneos en un tiempo sumamente
reducido que puede ser un instante y no en un plazo tan extenso como son
las veinticuatro horas a las que alude nuestra legislación.

El Código italiano si hace alusión específica al caso de los delitos de


naturaleza permanente, prescribiendo que, en dicho caso, el estado de
flagrancia durará hasta cuando no cese la permanencia; en el caso peruano se
ha soslayado este supuesto, pero haciendo una interpretación de la norma se
entiende que también en el caso peruano, tratándose de delitos permanentes,
la flagrancia se prolonga incluso más allá de las veinticuatro horas referidas en
nuestra legislación.

2.5. ANÁLISIS DE CASOS CONCRETOS EN EL PERÚ:

JUZGADO PENAL COLEGIADO – FLAGRANCIA

JUEZ: FLORES GALLEGOS DELIA GRACIELA / BUENO FLORES


LISDAY MAGALY / HERRERA LOPEZ DOLY
EXPEDIENTE: 1029-16-2016-0-1826-JR-PE-05
ESPECIALISTA: SAMBRANO ALIAGO SERGIO ANTONIO
MINISTERIO PÚBLICO: 41 FPP
IMPUTADO: DUEÑAS DURAND JUAN ALBERTO
DELITO: VIOLENCIA CONTRA LA AUTORIDAD PARA IMPEDIR EL
EJERCICIO DE SUS FUNCIONES. FORMAS AGRAVADAS DEL DELITO
DE VIOLENCIA Y RESISTENCIA A LA AUTORIDAD
AGRAVIADO: EL ESTADO

SENTENCIA
RESOLUCIÓN N° TRES

Lima, veinte de junio del año dos mil dieciséis

VISTOS Y OÍDOS:

Los actuados en juicio oral llevado a cabo por el Juzgado Penal Colegiado de la
Corte Superior de Justicia de Lima, integrado por las señoras magistradas
LISDAY MAGALY BUENO FLORES, DOLY HERRERA LOPEZ y DELIA
GRACIELA FLORES GALLEGOS (Directora de Debates), en el proceso
seguido contra JUAN ALBERTO DUEÑAS DURAND, como autor del delito
Contra la Administración Pública – Violencia y resistencia a la autoridad –
Violencia contra un funcionario Público agravado en agravio del Estado – Policía
Nacional del Perú, en el marco del Proceso Especial Inmediato. Se procede a
emitir la siguiente resolución:

1. PARTE INTRODUCTORIA

• IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES

1. Acreditado la señora representante del Ministerio Público: Doctora


JESICA ANDREA FLORES ROSARIO, Fiscal Provincial Adjunta del
Despacho de la Cuadragésima Primera Fiscalía Provincial Penal de Lima.

2. Acreditado la Defensa Técnica del acusado Juan Alberto Dueñas


Durand: doctor Víctor Martin Solís Maldonado, con registro del Colegio de
Abogados de Lima Norte, N° 122.

3. Acreditado el acusado JUAN ALBERTO DUEÑAS DURAND,


identificado con DNI 45754861, nacido el día 12 de julio de 1984, hijo de
Juan Clímaco e Isidora, natural de Apurímac, de estado civil soltero, sin
hijos, grado de instrucción: tercero de secundaria, trabajaba como estibador
de Gamarra y compraba y vendía naranjas, con un ingreso mensual de
novecientos soles, sin procesos policiales, penales ni judiciales, y antes de
ingresar al Establecimiento Penitenciario vivía hospedado en hoteles, no
recordando el nombre de aquellos; tiene un corte en el brazo izquierdo.

2. PARTE DESCRIPTIVA

• ACUSACIÓN FISCAL:

4. Imputación Penal:

La Representante del Ministerio Público en la Acusación Fiscal señala lo


siguiente: “Se le imputa al acusado Juan Alberto Dueñas Durand el que con
fecha 11 de abril del 2016 a las 11:00 horas aproximadamente, en
circunstancias que la efectivo policial Katherine Stephane Falen Fernández
se encontraba entre la intersección de la av. 28 de julio con la Av. Manco
Cápac, en el distrito de la Victoria, realizando labor de control de tránsito,
se percató de la presencia de dos sujetos que estaban peleando, por lo que
dicha efectivo policial les solicitó que se retiren, ello en el ejercicio legítimo
de sus funciones en resguardo del orden público, siendo que una de las
personas hizo caso omiso a lo solicitado por la efectivo policial por lo que se
le indicó que lo trasladaría a la Comisaria, y en dicha circunstancia, el
sujeto se enfrentó a la efectivo policial sacando un cuchillo de la parte de
atrás de su pantalón comenzando a tratar de hincarla, esto es, empleando
intimidación contra un funcionario público, siendo que al cabo de unos
minutos aparecen dos efectivos policiales con sus chalecos policiales, Noe
Quispe Sánchez y Augusto Bardales Pasapera, quienes brindaron apoyo y
redujeron al sujeto quien fuera identificado como Juan Alberto Dueñas
Durand”.

5. Calificación Jurídica Penal:

Los hechos se encuentran tipificados en el artículo 366° (tipo base) con la


agravante contenida en el inciso 3° del segundo párrafo del artículo 367° del
Código Penal, como delito Contra la Administración Pública – Violencia y
Resistencia a la Autoridad – Violencia contra la autoridad para impedir el
ejercicio de sus funciones; siendo el título de imputación contra el acusado
Juan Alberto Dueñas Durand, el de autor.

6. Pretensión Penal:

El Ministerio Público solicita se imponga al acusado ocho años de pena


privativa de libertad.

7. Pretensión Civil:

El Ministerio Público ha señalado que el presente caso solicita el pago por


concepto de reparación civil por daño extrapatrimonial ascendente a la
suma 400.00 soles.

8. Pretensión de la Defensa Técnica:

Señala como línea de defensa que su patrocinado es inocente de los cargos


imputados por el Ministerio Público; señala que los medios de prueba que
sustentan la imputación penal carecen de solidez y suficiencia como para
enervar el derecho a la Presunción de inocencia. Por lo que solicita la
absolución de cargos penales a su patrocinado y que se declare infundada la
pretensión civil.

3. DESARROLLO DE LA AUDIENCIA:

9. Que posteriormente a la realización del control formal y sustancial de la


Acusación Fiscal escrita, así como la evaluación de admisibilidad de medias
probatorios, el Juzgado Penal Colegiado de Lima, de conformidad a las
reglas del proceso especial Inmediato (regulado en sus artículos
modificados, mediante el Decreto Legislativo N° 1194) procedió a la
emisión de forma acumulativa del Auto de Enjuiciamiento y de Citación a
Juicio; y habiéndose instalado el juicio correspondiente, así como
presentado los cargos por parte del Ministerio Público, así como lo señalado
por la Defensa Técnica del acusado, se procedió a informar a este último
sobre los derechos que la ley procesal le reconocen durante el desarrollo del
Juicio, sobre todo el del mantenimiento de la presunción de inocencia,
durante el mismo.
10. Asimismo, ante la pregunta de la Directora de Debates al acusado, sobre
la admisión o no de los cargos expuestos por el Ministerio Público, así
como en relación a la admisión de la responsabilidad civil, el acusado Juan
Alberto Dueñas Durand, señaló no admitir los cargos penales en su contra
ni la responsabilidad civil, por lo que el Juicio prosigue conforme a los
lineamientos del Debate Contradictorio con la actuación de medios
probatorios, quedando expedita la causa para la emisión de sentencia.

Verbo Rector: INTIMIDACIÓN

4. PARTE CONSIDERATIVA:

11. De los aspectos generales:

Contexto de imputación:

Lugar: Intersección de las Av. 28 de Julio con Av. Manco Cápac, en el


distrito de la Victoria.
Día: 11 de abril del 2016
Hora aproximada: 11:00 horas
Imputado: Juan Alberto Dueñas Durand
Edad: 31 años
Agraviado: El Estado (Ministerio del Interior)

12. De la materia controversial:

El hecho materia de discusión es:

12.1. Si el acusado Juan Alberto Dueñas Durand ejerció intimidación


contra el efectivo policial Katherine Sthephane Falen Fernández, quien
intervino en la intercepción de las avenidas 28 de julio y Av. Manco Cápac
en el distrito de la Victoria, en razón de que el acusado con otra persona se
estaban peleando en plena vía pública.

12.2. Si el acusado Juan Alberto Dueñas Durand, hizo caso omiso a la


orden dictada por la efectivo policial de que se retirara del lugar.

12.3. Si el acusado realizó este hecho para impedir un acto propio del
legítimo ejercicio de las funciones policiales como lo afirma la
Representante del Ministerio Público; o

Por su parte, la defensa del acusado ha invocado que el acusado no impidió


un acto propio del legítimo ejercicio de las funciones policiales.

5. DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA

13. Durante la actuación probatoria en Juicio, se actuaron los órganos de


prueba ofrecidos y admitidos tanto del Ministerio Público como de la
Defensa Técnica, tales como las declaraciones de testigos. Debiendo
precisarse que el procesado durante el juzgamiento ejerció su derecho a ser
oído.

Declaraciones Testimoniales

• Katherine Stephane Falen Fernández


• Noé Quispe Sánchez
• Cesar Augusto Bardales Pasapera
• Marilú Bernardo Rivagüero
• Documentales

Acta de Registro Personal e Incautación de Especies.


Acta de Lacrado

Prueba material

El cuchillo que se encuentra al interior de un sobre manila color amarillo,


de 20 cms aprox. Con mango de madera marca Sakuray.

6. ANÁLISIS JURÍDICO SOBRE EL DELITO IMPUTADO

14. El Ministerio Público en su acusación en el presente juicio oral ha


invocado como medio comisivo la intimidación y como verbo rector la
acción de impedir, siendo ello así, ha de analizarse con rigor lo siguiente:

15. Medios comisivos: intimidación

Intimidación

Es la amenaza (vis compulsiva) de un mal a la persona del funcionario, a


sus derechos o intereses; debe ser idónea, con arreglo a las circunstancias
del hecho, para infundir miedo, justo temor en el funcionario y de suficiente
entidad para doblegar la voluntad del agente estatal. Este media típico
requiere para su configuración también de la concurrencia de las requisitos
de gravedad, seriedad e inminencia; par ejemplo, la amenaza con una
pistola para impedir o trabar la realización del acto de autoridad.
Es necesario que la intimidación o violencia sean de entidad suficiente para
lesionar el bien jurídico (resultado jurídico), esto es impedir o trabar la
ejecución del acto propio de sus funciones.

16. El objeto del comportamiento ilícito: impedir o trabar un acto funcional


específico
El sujeto activo del delito deberá circunscribir su comportamiento en los dos
ámbitos de acción específicos que posibilitan los verbos rectores impedir y
trabar, para que le sea imputable objetivamente la tipicidad penal.
Impedir es hacer no viable la concreción del acto funcional; en términos
prácticos es imposibilitarlo. Ello supone tres requisitos:

a) Que exista una resolución adoptada par el funcionario y que el acto de


ejecución se haya ya iniciado materialmente para que el sujeto activo trate
de impedir su cumplimiento, sobre todo en la modalidad delictiva que hace
uso de la violencia. La acción delictiva puede desarrollarse a lo largo del
acto de ejecución.

b) Que, el acto a ejecutar sea propio del cargo o de la función, es decir, que
corresponda a la competencia legal o delegada del funcionario, y que
observe las formalidades sustanciales y adjetivas que amerita ejecutar un
acto de autoridad.

c) Que, el acto sea legítimo, es decir, que no importe arbitrariedad o abuso


par parte del funcionario y su asistente.

7. VALORACIÓN FINAL DE LA CONDUCTA DEL ACUSADO

17. En el caso en concreto, está probado que el día 11 de abril del 2016,
siendo las 11 horas aproximadamente, se suscitó una pelea entre el acusado
y un sujeto no identificado en plena vía pública, lo cual origino que la
efectivo policial Katherine Stephane Falen Fernández, le ordenara a ambas
personas que se retiraran, porque de lo contrario lo conducirían a la
Comisaria, siendo el acusado quien no se retiró del lugar, y este hecho ha
sido corroborado con las declaraciones de acusado y testigo policial Falen
Fernández, respectivamente.

18. Está acreditado que el efectivo policial Katherine Stephane Falen


Fernández, se encontraba el día de los hechos realizando la función de
control de tránsito, tal como así lo ha declarado en Juicio Oral.

19. Según el Ministerio Público, la orden impuesta al acusado era que se


retirara de la vía pública donde mementos previos había suscitado una
pelea, sin embargo del desarrollo del juicio Oral los hechos descritos par la
Representante del Ministerio Público en su acusación fiscal no se ha
acreditado la comisión del delito de Violencia contra la autoridad para
impedir el ejercicio de sus funciones, en razón de que la efectivo policial
Katherine Stephane Falen Fernández, no ejecuto un acto propio del
ejercicio de sus funciones, cuál era el proceder a la intervención de ambos
sujetos que estaban alterando el orden público.

20. No se advierte que la efectivo policial Katherine Stephane Falen


Fernández, haya ejercido un acto formal de sus funciones, en tanto
únicamente le dijo al acusado que se retirara del lugar.

21. El Ministerio Público ha sostenido que el acusado Juan Alberto Dueñas


Durand, se enfrentó a la efectivo policial sacando un cuchillo de la parte de
atrás de su pantalón comenzando a tratar de hincarla, empleando
intimidación; así lo ha declarado la Katherine Stephane Falen Fernández,
en el plenario cuando el día de las hechos le dijo que acusado que se retire
porque lo iba a llevar a la comisaria, y él le dijo “llévame, que me vas hacer,
sacando un cuchillo de la espalda”; versión que ha sido negada par el
acusado, en razón de que a la efectivo policial solo le dijo “cállate” pero no
ha querido hincarla con el cuchillo; al respecto no se ha probado que el
acusado haya empleado intimidación contra la efectivo policial en razón de
que el día de los hechos la policía se encontraba uniformada y con su arma
de reglamento –así lo ha sostenido en su declaración–.

22. El Ministerio Público ha sostenido que el día de las hechos el acusado


tenía un cuchillo que momentos previos había intentado atacar a la efectivo
policial; sin embargo este hecho ha sido cuestionado por la defensa del
acusado, el acusado y con las declaraciones de la propia víctima, y el
efectivo policial Noe Quispe Sánchez, en el lugar de la intervención el
acusado tenía una caja de naranjas, y también lo dice la testigo Marilú Riva
Agüero Bernardo, quien al constituirse a la comisaría para indagar la
situación jurídica del acusado, en razón de ser defensora pública puso
observar que en el interior de la Comisaría estaba la caja de naranjas, por lo
que siendo ello así, se corrobora que el día de los hechos el acusado portaba
un cuchillo, si, en razón de que este objeto constituye parte de su
herramienta de trabajo, así también lo ha sostenido el acusado, que él se
dedica a la venta de naranjas y da de probar las naranjas a la gente para que
le compren la mencionada fruta.

23. Recordemos que conforme a la doctrina, la tipicidad, es definida como


la identificación precisa de una conducta en la norma legal y sirve de eje en
el proceso de interpretación y determinación de responsabilidades. En ese
sentido es una garantía porque nadie podrá ser sometido a juzgamiento par
acto no tipificado. La tipicidad, conjuntamente con la acción, la
antijurídicidad y la culpabilidad son considerados como elementos del
delito. Por su parte Márquez Piñeiro recoge la opinión del argentino
Sebastián Soler, en el sentido de que la tipicidad tiene como objeto limitar
objetivamente las facultades del Estado, para evitar que se sancione
cualquier conducta sin tener en cuenta los propósitos de manifestación
externa. Afirmación que parece lógica, porque en un Estado democrático
no puede dejarse al arbitrio de los operadores jurisdiccionales la facultad de
sancionar cualquier conducta que le parezca desviada o anómala conforme
a su particular punto de vista, sino que en todo caso debe ser objetivo y
cuidando en verificar que solamente debe ser objeto de represión penal
aquella persona que haya incurrido en una conducta que el legislador de
manera abstracta y general haya descrito como delito.

8. DE LO PLANTEADO POR LA DEFENSA TÉCNICA:

24. La defensa del acusado Juan Alberto Dueñas Durand, en el Juicio Oral
planteó como estrategia de defensa la inocencia de su patrocinado.
Este Colegiado, considera que no se ha destruido a lo largo del Juicio Oral
la presunción de inocencia que constitucionalmente le asiste al acusado.

25. De las consideraciones expuestas precedentemente, debemos concluir


que la conducta imputada al acusado JUAN ALBERTO DUEÑAS
DURAND no se enmarca dentro de los presupuestos establecidos para que
se configure el tipo penal de Violencia y Resistencia a la autoridad en su
modalidad agravada; por lo que, de conformidad con lo previsto en el
numeral 1) del artículo 398 del Código Proceso Penal; por lo que
corresponde una decisión absolutoria de cargos.

9. LA DETERMINACIÓN DE CONSECUENCIAS JURÍDICAS


CIVILES:

26. El Código Procesal Penal establece que “La sentencia absolutoria o el


auto de sobreseimiento no impedirá al órgano jurisdiccional pronunciarse
sobre la acción civil derivada del hecho punible válidamente ejercida,
cuando proceda”.

27. Para definir la existencia o no de responsabilidad civil en el acusado,


sobre quien recaerá una decisión absolutoria debemos tomar en
consideración los elementos de la responsabilidad extracontractual
establecida en el ámbito civil (artículos 1969° y siguientes del Código Civil),
así tenemos: la antijuridicidad, el factor atribución, la relación de causalidad
y el daño producido.

[Este paso del punto 27 al 31 viene del original. Véase más abajo el PDF de
la sentencia]

31. De la antijuridicidad:

Se verifica que el acusado no procedió conforme a su deber de ciudadano


respetuoso de la autoridad y coadyuvante de la paz social, sino que como
consecuencia de sus actos se ha generado un daño contra la institución de la
Policía Nacional del Perú al afectar la imagen de la misma.

32. De la existencia de los factores de atribución:

Que en el presente caso corresponde a conductas dolosas; al respecto el


dolo, relevante a las efectos de la responsabilidad extra contractual, se
identifica con la noción penal del dolo genérico, que prescinde de elementos
específicos de intencionalidad o fraude, resolviéndose en la voluntad de
ocasionar el daño.

33. De la relación de causalidad:


Existe la vinculación entre la acción generadora del daño y el evento
dañoso, pues conforme se ha concluido en la presente sentencia, se tiene
que el acusado JUAN ALBERTO DUEÑAS DURAND, con su conducta
reprochable afectó a la institucionalidad de la Policía Nacional del Perú.

34. No obstante la decisión absolutoria, este Colegiado considera que es


totalmente reprobable y no se puede permitir que las ciudadanos falten el
respeto y/o realicen conductas tendientes a desafiar a la autoridad policial,
o es aceptable el comportamiento inadecuado de las ciudadanos dentro de
la sociedad, donde debe primar el respeto por las buenas formas de la
convivencia pacífica en un estado social de derecho y cuyo respecto
irrestricto a las bienes jurídicos debe primar entre la autoridad y las
ciudadanos, máxime si la efectivo policial Katherine Stephanie Falen
Fernández, estuvo en el lugar de las hechos realizando labor de control de
tránsito.

35. En consecuencia hay responsabilidad civil ascendiente a la suma de


S/.300.00 (TRESCIENTOS SOLES), debiendo este último reparar el daño
ocasionado debiendo tener en consideración que se dedica al trabajo de
vendedor de naranja en forma ambulante; reparación civil que deberá
abonar en el plazo de ley, mediante depósito judicial ante el Banco de la
Nación, debiéndose presentar el certificado correspondiente al Juzgado
encargado de la ejecución de la sentencia, para el endose a la parte
agraviada.

10. EN RELACIÓN A LAS COSTAS DEL PROCESO:

36. El artículo 497°, inc. 5, establece que “No procede la imposición de


costas en los procesos par faltas, inmediatos, terminación anticipada y
colaboración eficaz. Tampoco procede en los proceso por ejercicio privado
de la acción penal si culmina por transacción o desistimiento”. El presente
caso es un Proceso Inmediato, por lo que en atención a la norma no
procede la imposición de costas.

11. PRONUNCIAMIENTO

Por las consideraciones antes expuestas, las integrantes del juzgado penal
colegiado de La Corte Superior de Justicia de Lima impartiendo justicia a
nombre de la Nación,

12. FALLAN:

1. ABSOLVIENDO a JUAN ALBERTO DUEÑAS DURAND, cuyos


datos de identificación han sido señalados en la parte introductoria de la
presente resolución, de la imputación penal en su contra en calidad de autor
del delito Contra la Administración Pública – Violencia y Resistencia a la
Autoridad – Violencia contra la autoridad para impedir el ejercicio de sus
funciones en forma agravada, tipificado en el artículo 366° (tipo base) con la
agravante contenida en el inciso 3° del segundo párrafo del artículo 367° del
Código Penal, en agravio del Estado- Policía Nacional del Perú.

2. DISPONER la anulación de los registros policiales y judiciales que se


hubieren generado contra el sentenciado absuelto, por el presente proceso.

3. DECLARAR FUNDADA EN PARTE la pretensión civil del Ministerio


Público respecto a la determinación de consecuencias jurídicas civiles,
FIJARON en TRESCIENTOS SOLES el monto que por concepto de
Reparación Civil, deberá abonar el sentenciado JUAN ALBERTO
DUEÑAS DURAND, a favor de la parte agraviada en el plazo de ley, bajo
apercibimiento que en caso de incumplimiento se proceda en la vía civil.

4. ORDENARON la inmediata libertad del absuelto JUAN ALBERTO


DUEÑAS DURAND, siempre y cuando no exista mandato de detención
emanado por autoridad competente.

5. DECLARAR que en el presente caso no corresponde imponer pago de


costas a los sujetos procesales.

6. MANDA que consentida o ejecutoriada que sea la sentencia, se proceda


al archivo definitivo del proceso.

CASO DE FLAGRANCIA: SILVANA


BUSCAGLIA ZAPLER

En menos de dos horas, el juez William Zavala Mata, a cargo del Segundo
Juzgado de Investigación Preparatoria en Procesos Inmediatos para casos de
Flagrancia del Callao, sentenció a seis años con ocho meses de prisión efectiva a
Silvana Buscaglia Zapler, por agredir física y verbalmente a un agente policial.

El fallo judicial, que sienta un precedente en casos de agresión contra autoridades


públicas, se dictó luego de que la fiscalía y el abogado de la procesada arribaran a
un acuerdo de terminación anticipada, sobre la pena y reparación civil a
imponerse, tras aceptación por parte de la acusada de los cargos imputados.

De esta forma, el juez sentenció a Buscaglia Zapler a seis años con ocho meses de
prisión y le impuso el pago de una reparación civil de 10 mil soles56.

Cabe señalar que las partes habían acordado una pena de ocho años de cárcel,
pero en la sentencia dictada se redujo un sexto de la pena por terminación
anticipada. Asimismo, el juez tuvo en cuenta el arrepentimiento de la procesada,
quien en la audiencia pidió disculpas al policía agredido el último 17 de diciembre.

Buscaglia Zapler fue condenada por el delito contra la administración pública en


las modalidades de violencia y resistencia a la autoridad y violencia contra un
funcionario público, en agravio del Estado y del suboficial agraviado.

Cabe subrayar que, bajo la aplicación del Decreto Legislativo N° 1194, los
Juzgados de Flagrancia del Poder Judicial vienen resolviendo con prontitud y
eficacia los casos de delincuencia común en juicios inmediatos, lo que en el
procedimiento ordinario hubiese tardado meses.

PRIMERA SENTENCIA CON LA NUEVA LEY DE


FLAGRANCIA (AREQUIPA) BERQUEMET MONROY
HUAYTARA

El primer proceso inmediato tramitado por el Primer Juzgado de Flagrancia de la


Corte Superior de Justicia de Arequipa, se resolvió esta mañana en 25 horas, luego
que el juez René Castro Figueroa, sentenciara al ciudadano Berquemet Monroy

56
(cinco mil soles en favor del suboficial PNP agredido, Elías Quispe Carbajal, y los otros cinco mil soles
para el Estado)
Huaytara de 31 años edad por el delito de peligro común al conducir en estado de
ebriedad.

El juez de flagrancia del Cercado de Arequipa, condenó a un año de pena


suspendida a Monroy Huaytara al haber sido encontrado ebrio conduciendo su
vehículo particular por las inmediaciones de las calles Tacna y Arica en el centro
de la ciudad, deberá pagar una reparación civil de 780 nuevos soles en favor de la
sociedad representada por el Ministerio Público y cumplir estrictas reglas de
conducta durante el tiempo que dure la sanción.

El juez René Castro, valoró la dosaje etílico presentado por la fiscal Rocío
Monroy, cuya prueba idónea sirvió para emitir la sentencia en tiempo récord,
como es el objetivo de los juzgados de flagrancia que buscan a través de procesos
inmediatos resolver casos como éste coadyuvando con el objetivo de descargar
procesal y hacer de la justicia un proceso célere y eficaz..
En este caso el ciudadano, Monroy Huaytara, no aceptó acogerse al principio
oportunidad en el Minsiterio Público; por cuanto no quiso pagar la reparación
civil; circunstancia que obligó a judicializar el caso que ahora generará para el
sentenciado antecedentes penales y la inhabilitación para conducir un vehículo
durante el tiempo que dure la condena.

El sentenciado Berquemet Monroy, fue intervenido por la Policía Nacional el


último domingo a las 09:30 horas y puesto a disposición del juez a las 17:00 horas,
fijándose la audiencia de proceso inmediato para hoy lunes a las 10:30 horas, la
misma que concluyó una hora después con la lectura de sentencia que pone fin a
este proceso judicial.
De esta manera, se está dando cumplimiento al D.L. 1194 que establece la
ejecución de procesos inmediatos, contribuyendo a reducir la delincuencia común
que agobia a la ciudadanía en general.
Ante su anunciada vigencia, la Corte Superior de Justicia de Arequipa atendió este
lunes el primer caso del delito de flagrancia, al intervenirse a un conductor
manejando en estado de ebriedad en el Cercado.

Berquemet Monroy, fue intervenido por la policía nacional el último domingo, no


aceptando acogerse al principio de oportunidad en el Ministerio Público al no
querer pagar la reparación civil.
La Corte Superior de Justicia de Lambayeque, resolvió en tan solo 30 minutos el
primer caso de flagrancia delictiva, bajo el alcalde del D.L. 1194, que entró en
vigencia el día domingo 29 de noviembre y resolvió de manera rapidísima un
proceso por el delito de lesiones dolosas.
La Presidenta de la CSJLA, Mg. Ana Elizabeth Salés del Castillo, manifestó que
se trata de un nuevo sistema de trabajo que permite resolver de manera
sumarísima los casos en flagrancia, omisión a la asistencia familiar y conducción
en estado de drogadicción.
En este primer caso que resolvió el Poder Judicial, fue el Dr, Víctor Torres
Sánchez, del Tercer Juzgado de Investigación Preparatoria, quien determino el
fallo y logró la conciliación entre el acusado, Walter Javier Torres Cajo y la parte
agraviada, Marco Antonio Eneque Rodriguez, a quien se le entregó 350 soles por
concepto de reparación civil, para proceder finalmente al archivamiento del caso.
“Esta nueva norma favorece, pues permite que tratándose de delitos en flagrancia
delictiva, pueda resolverse de manera inmediata y también repararse los daños
producidos, como la observada el día de hoy” indicó el magistrado.
Las autoridades judiciales actuaron en base a la solicitud del fiscal que pidió la
incoación de proceso inmediato, y de esta forma buscar el mecanismo de
reparación entre las partes. Esto para evitar 5 o 6 largos meses que pasan casi
siempre para resolver este tipo de casos.
A partir de la fecha se aplicará este sistema inmediato de sanción, siempre y
cuando el imputado sea sorprendido y detenido en flagrancia, así como aceptar la
comisión del delito y, que los elementos de convicción acumulados por el fiscal,
sean evidentes.

3. CONCLUSIONES Y/O SUGERENCIAS

1. La libertad de una persona es un derecho constitucional y como tal protegido


incluso por normas internacionales, por ello cualquier restricción a ella exige una
actuación acorde con la ley.

2. La detención constitucional de flagrancia faculta a la policía en función a detener a


una persona cuando se manifiesta alguno de los cuatro estados de flagrancia que prevé
la nueva ley procesal.

3. Ello exige un análisis inmediato de la autoridad policial –y fiscal si estuviere


presente- de la situación fáctica para proceder a dicha detención, bajo los principios de
inmediatez y temporalidad, principalmente; cuidando, asimismo, de los elementos de
prueba existentes y que se incauten.

4. De acuerdo a la ley procesal y en el mismo orden señalado en el artículo 259 del


Código Procesal Penal en su actual redacción, existen cuatro estados de flagrancia:
a) flagrancia propiamente dicha;
b) cuasi flagrancia;
c) presunción de flagrancia por sindicación, que puede ser por sindicación directa
del agraviado o testigo, o por medio audiovisual; y
d) presunción legal de flagrancia. De los cuales merece mayor atención, sobre todo
cuando se trata de la tercera de las mencionadas, en especial cuando se trata de
sindicación directa del agraviado o testigo.

5. El derecho comparado nos permite tener una visión más amplia sobre esta
institución procesal y reflexionar sobre las posibilidades de mejora de nuestro texto
procesal.

6. Lo antes señalado, permite establecer que nuestra actual legislación ha flexibilizado


la exigencia de la inmediación (temporal y personal) −120− Escuela de Post Grado
Doctorado en Derecho para establecer los supuestos de flagrancia, haciéndolos
extensivos a supuestos que no constituyen propiamente supuestos de flagrancia.
7. En el caso de la presunción de flagrancia por sindicación, en sus dos vertientes
(sindicación directa o medio audiovisual), así como de la presunción legal de
flagrancia, implícitamente reconoce un mínimo de actos de investigación, ya sea por la
autoridad policial, como por el representante del Ministerio Público, en caso que
conozca e intervenga de las mismas, que no puede exceder de 24 horas; los cuales,
requiere de sumo cuidado a fin de detenerse una persona injustamente. Esta
circunstancia, permite establecer que en ambos supuestos de flagrancia delictual, tiene
como propósito habilitar la detención de un ciudadano, como resultado de actos de
investigación policiaca y no necesariamente por la existencia de una flagrancia
propiamente dicha.

8. En el caso de la flagrancia por sindicación directa, se discute la fiabilidad de la


versión del testimonio del agraviado o testigo, quien únicamente se sustenta en su
memoria, la cual, puede verse afectadas, por el transcurso del tiempo y por el efecto
que produjo en él el evento delictuoso.

9. En el caso de la flagrancia por sindicación por medio audiovisual, se discute que en


la redacción actual, no haya límite en cuando al tipo de medio empleado, por lo que, el
mismo puede sustentando en imágenes montadas con la finalidad de causar perjuicio
del presunto autor

10. Los jueces deben motivar la situación jurídica del detenido que es puesto a
disposición por el Ministerio Publico cuando se incoa el proceso inmediato.

11.- Debe seguirse el trámite que el DL 1194 establece para el proceso inmediato y no
lo que el protocolo menciona, así se debate primero la medida de coerción en caso el
fiscal lo haya requerido, luego la posibilidad de una terminación anticipada o acuerdo
reparatorio y finalmente, en caso no se llegue a estas figuras antes mencionadas, se
debatirá la procedencia o no del proceso inmediato.

12.- Los jueces no deben devolver los actuados, sino declarar fundada de oficio una
excepción de naturaleza de juicio.

13.- El orden del debate deberá ser lo que el DL 1194 establece.

4. BIBLIOGRAFIA O WEBGRAFIA

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1.3. http://blog.pucp.edu.pe/blog/derechosfundamentales/2010/08/27/el-flagrante-
delito-precisiones-legales-y-desarrollo-jurisprudencial-segunda-parte/
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