Sei sulla pagina 1di 2

Igualdad de derechos (Mujer-Hombre)

Diseñar una política estatal integral y coordinada y ponerla en práctica es esencial la


protección de los derechos de la mujer.

Por: Marta Altolaguirre

La protección de los derechos humanos, tanto el Sistema Universal de Naciones Unidas,


como en el Sistema regional Interamericano, sustentan sus actividades en instrumentos
contenidos en Declaraciones, Tratados, Convenciones y recomendaciones destinadas a la
protección de los derechos fundamentales de las personas, entre ellos, el derecho a no ser
discriminado por razón de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra condición social.

Esos Tratados y Convenciones son obligaciones solemnes que los Estados contraen de
forma voluntaria y en ejercicio de su soberanía los cuales deben ser respetadas de
acuerdo a los principios del derecho internacional, a menos que se quieran denunciar esos
instrumentos y aislarse de otros Estados en momentos en los que las relaciones
internacionales son tan determinantes para el desarrollo progresivo de toda nación.

En el Sistema Interamericano, la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, en su


Artículo primero establece como obligación de los Estados, precisamente el de respetar los
derechos y libertades reconocidas para toda persona y en su Artículo segundo, la
obligación de adecuar o modificar la legislación interna de los Estados Parte para que sea
compatible con ese instrumento.

Por su parte, el Artículo 24 de la Convención Americana DH establece específicamente


que todas las personas son iguales ante la ley y en consecuencia tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley, lo que incluye la discriminación por razón de
género; de manera que para los Estados que han ratificado y depositado los instrumentos
respectivos, existen compromisos concretos que deben atender.

En esa línea de pensamiento cabe mencionar que un instrumento concreto relativo a la


protección de los derechos de la mujer y que sustenta la activación de acciones destinadas
a prevenir y sancionar conductas que impliquen violencia contra la mujer; me refiero a la
Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las
Mujeres, (Convención de Belém do Pará) que de manera amplia establece las conductas y
obligaciones consecuentes con el respeto a la dignidad de la mujer.

Porque la realidad es que con todo y la aprobación de leyes especiales sobre la materia,
que tanta esperanza despiertan en la población, la costumbre discriminatoria se refleja a lo
largo y ancho del planeta y debido a su generalización mostrando de manera clara que
para que se produzca un cambio de conciencias generalizado, además de leyes, deberán
impulsarse políticas públicas de mediano y largo plazo, destinadas a re-educar a toda la
población.

La violencia contra la mujer sigue siendo una lacra nacional que refleja el interés por
mantener un estereotipo dominante de género condenado por la Convención de Belém do
Pará.

Revertir ese pensamiento un tanto visceral y despótico, es una obligación de los Estados
que han ratificado los distintos instrumentos Internacionales de protección a los Derechos
Humanos, y para ellos deben adecuar la legislación a las normas contenidas en los
diversos instrumentos ratificados por cada país.

En Guatemala, todavía hay “mucha tela de cortar”. La violencia doméstica sigue su curso y
es poca la respuesta del sistema nacional para revertir esa costumbre que tanto daño
psíquico y físico ocasiona en miles de mujeres que por temor y falta de independencia,
soportan niveles de humillación y daño que les impone su pareja. Hay pocas opciones
para optar a un albergue donde se les proteja en tanto la justicia actúa contra el agresor.
Hay pocos recursos para la enorme incidencia de estos casos en el país y ese es otro gran
paso que debe dar nuestra nación. La igualdad de derechos debe ser una realidad y no
solo una aspiración.

Potrebbero piacerti anche