EL ESPIRITU SANTO EN EL A.T.

El E.S en el A.T se revela en tres formas:

1) Espíritu Creador:
Gen. 1:2 Se movía sobre la fas de las aguas. (Job. 33:4, Sal. 33:6)
El Hombre debe su ser a las dos manos de Dios, o sea al verbo Juan 1:1-3 y al E.S porque
fueron a ellos que les fueron dichas las palabras “hagamos al hombre”.
2) Espíritu Dinámico en:
a. Selección Obreros de Dios, ejemplo: Gén. 41:38-40 (José) Bezaleel
Exo.35:30-31. Moisés, Núm 11:16-17, Josué Núm. 27:8-21.
b. Portavoces de Dios:
El profeta de Israel era conocido como un porta vos de Dios al pueblo,
estaba consciente del poder de Dios que descendía sobre él de tiempo en
tiempo. Ez. 13:2.
-Hacia la diferencia de los profetas falsos.
-Las expresiones: “ vino a mi palabra de Jehová!”.
-El Espíritu vino sobre mí.
-Ahora así dice Jehová.
Todo indica que era una revelación sobre natural.
3) El Espíritu Regenerador.
Su presencia se registra en el A.T. pero no se recalca como una acción regeneradora
ejemplo: Is. 63:10-11, Neh. 9:20, Sal. 51:11.
- En el A.T. actuaba solo el profeta más no en el pueblo.

Derramamiento General.

Esta acción era una promesa de futuro Joel. 2:32 Hch. 2:15-17. Para Israel era
intermitente, o sea para el momento de la unción y para ciertos dirigentes determinados más
no para el pueblo.

-El E.S en relación con el Mesías.

Esta gran profecía de futuro comenzaría con el Mesías en plenitud como el profeta
perfecto, Juan el Bautista dice: “el que viene tras de mí, él bautizará con el Espíritu Santo y
fuego”.

ESPÍRITU SANTO EN CRISTO.

Desde el comienzo hasta el fin de su vida terrenal el señor Jesús estuvo íntimamente
relacionado con el Espíritu Santo.
 1) En el Nacimiento.

Actúa como el agente en la concepción milagrosa de Jesús, Mat. 1:18, Luc. 1:35 su
relación con él es desde el mismo momento de su existencia humana.

2) Bautismo.

Al igual que en la concepción descendió sobre María, en el bautismo descendió

sobre el hijo, ungiéndolo para Profeta, Sacerdote y Rey. Mat. 3:17.

3) En el Ministerio.

Lleva a cabo su ministerio con plena conciencia de que moraba en el poder divino. Luc.
4:18, Luc. 11:2.

4) En la Crucifixión.
El mismo Espíritu que lo llevó al desierto y lo sostuvo, allí le dio también las
fuerzas para consumar su ministerio sobre la cruz. Heb. 9:14, 12:2.

En la Resurrección.

El Espíritu Santo fue el agente vivificante en la resurrección de Cristo. Rom. 1:4, 8:11.

1) Ascensión.
Los discípulos reciben la misma unción que Jesús recibió, así como el buen oleo
desciende sobre la barba y que baja hasta el borde de sus vestiduras, todos los
miembros del cuerpo de Cristo, como reino de sacerdotes participan de la unción del
Espíritu Santo que desciende desde Cristo, cabeza de su cuerpo y nuestro gran sumo
sacerdote que ha ascendido al cielo. Hechos. 1:4,5.

Atte. Su servidor