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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

Facultad: De Ciencias Jurídicas y Políticas.

Carrera: Derecho.

FACILITADOR(A): DRA. Liz Patricia Frías. MA.

TEMA: Tarea 3 de Deontología Jurídica.

PARTICIPANTE (S): Luis Daniel Reyes Cordero.

MATRICULA(A): 16-11391.

FECHA: 23-07-2019.
INTRUCCION:

Durante el desarrollo de este trabajo, estaremos realizando un informe reflexivo


concerniente a la dignidad, el honor y la buena fe del abogado y de esta forma
dejar claro cada uno de estos conceptos que rigen la vida profesional de los
abogados.

Que la dignidad es una norma que establece un deber del abogado, es decir una
obligación moral. Atendiendo que el honor, es el sentimiento de
la dignidad personal por el cual el hombre se propone merecer la satisfacción de
su propia conciencia y hacerse acreedor a la estimación y al respeto de los
demás.

Saber porque la buena fe es un principio general del derecho, y que consiste en


el estado mental de honradez, de la convicción en cuanto a la verdad o exactitud
de un asunto, hecho u opinión, título de propiedad, o la rectitud de una conducta.
OBJETIVO ESPECIFICOS:

 Determinar que es la dignidad en los abogados.


 Analizar que es el honor en cuanto a los que practican la abogacía.
 Saber que es la buena fe en el ejercicio del abogado.
Realice un análisis reflexivo de no más de tres páginas acerca
de la importancia de:
La dignidad:
La dignidad es una norma que establece un deber del abogado, es decir una
obligación moral. Es una excelencia, realce y decoro en la manera de actuar y
de comportarse, tanto en su vida personal como en el ejercicio de su profesión.
Corresponde al abogado que ha mantenido una conducta intachable el mérito de
una persona que merece algo en sentido favorable digno de alabanza.

El abogado que quiere tener la calidad de digno, su conducta no puede ser


censurable, hay que evitar aptitudes pasivas, que lo haga sospechoso de
complicidad. Tiene que evitar los escándalos y las acusaciones de índoles
personal y profesional.

La moderación en el comportamiento de tu vida es norma sine qua non para el


mérito y la dignidad.
Conforme a la importancia se asemejan a su vez lo que son los Deberes sociales
del abogado ya que con el paso del tiempo se comienza a observar que el
resultado del proceso judicial no es extraño al interés, pues en todo proceso se
encuentra la aplicación de la ley, o sea, el respeto de la voluntad colectiva.

La sociedad espera que el abogado sea el sostén de sus instituciones jurídicas.

La dignidad de un abogado es lo primordial de esta profesión ya que de esta


misma se deriva lo que es la moral ósea que un abogado sin dignidad es un
animal salvaje capaz de actuar de manera ilícita ya así violentando el reglamento
de ética del abogado ya que por tal razón el honor del abogado se asemeja a su
lealtad al actuar ante las parte que confiaron en él para tal proceso. También
cabe resaltar que para un abogado son de vital importancia estos tres conceptos
antes mencionados.
El honor: De las virtudes humanas, es indiscutible que el primer lugar lo
debería ocupar precisamente el. HONOR es el sentimiento de
la dignidad personal por el cual el hombre se propone merecer la satisfacción de
su propia conciencia y hacerse acreedor a la estimación y al respeto de los
demás.

La actuación del abogado debe ser en línea recta, con cara al sol, es decir,
mantener su honor en alto y el de la profesión. En su vida profesional como en
su vida privada, debe abstenerse de toda conducta impropia, el como hombre
primero y luego como profesional.

El abogado tiene que ser un hombre de honor, por encima de todas las
adversidades y contrariedades, en ningún momento puede ni debe desacreditar
la profesión. El honor se basa en la rectitud moral. Muchas veces actuamos con
irresponsabilidad, porque juzgamos los actos de otro, los del amigo o lo de la
parte contraria. Esto es una falta de moral, que no puede desempeñarse con
autoridad. Primero tiene que presentarse a sí mismo, mirase en el espejo de la
vida o lanzar la primera piedra, antes que juzgar a los demás. Quien no tenga
honestidades en el manejo de las cosas públicas y privadas no puede ser probo
con las cosas propias. Sólon, aquel famoso orador griego, impuso a los demás
oradores que definieran causas ajenas, el requisito o condición de ser digno. Y
Bruyere, llego a escribir que nada menos que: ¨la vida del abogado debe ser, en
su género, un apostolado¨.

La vida del abogado no puede ser separada del ejercicio del profesional porque
esta es parte de la sociedad, vive en ella y trabaja por ella, no puede ser
compactible una depravación moral y un ejercicio honorable de la profesión. El
abogado de honor no debe aconsejar ni cometer actos dolosos, afirmar o negar
con falsedad, hacer citas inexactas, mutiladas o maliciosas, no engañar a sus
clientes, ni hacer componendas con los alguaciles o magistrados, ni nada que
estorbe el buen funcionamiento de la administración de justicia, ni engañar la
confianza pública y privada.

Tenemos y es nuestro deber moralizar la vida y el ejercicio del abogado.


La buena fe del abogado:

La buena fe (del latín, bona fides) es un principio general del derecho,


consistente en el estado mental de honradez, de convicción en cuanto a la
verdad o exactitud de un asunto, hecho u opinión, título de propiedad, o la
rectitud de una conducta.

El abogado debe sentirse seguro de que la labor que esta ejercido es de su


propio agrado, que le llevará su propio ego y le brindará los ingresos necesarios
para poder vivir como tal: es decir, debe tener fe en sí mismo de lo contrario será
siempre un fracasado.
El abogado que no es etico ni moral como hombre, mucho menos lo sera como
profesional, por esta razon se debe insistir sobre la enseñanza de la etica
profesional en todas y cada unas de las carreras universitarias.

La lealtad, veracidad y buena fe: El profesional del derecho debe ser leal y veraz
y debe actuar de buena Fe, por tanto no aconsejará ningún acto fraudulento ni
hará en sus escritos citas Contrarias a la verdad. Para el profesional del derecho
estará siempre antes que su propio interés, la justicia de la tesis que defiende.

En su vida el profesional del derecho debe cuidar con todo esmero de su honor,
eludiendo cuanto pueda afectar su independencia económica, comprometer su
decoro o disminuir, aunque sea en mínima medida, la consideración general que
debe siempre merecer. Debe por tanto conducirse con el máximo de rigor moral.

La conducta privada del profesional del derecho se ajustará a las reglas de la


observando la cortesía y consideración que imponen los deberes de respeto
mutuo entre los profesionales del derecho.
La moralidad del abogado no se limita al buen ejemplo sino a la acción, al cambio
conforme a las condiciones de un ideal más humano, para lo que deberá
despojarse de su egoísmo.
CONCLUSION:

Después de haber analizado este tema he podido observar, que la dignidad, la


buena fe y el honor, es el respeto a la ley. La moderación en sus alegatos. Los
deberes esenciales que la profesión de abogado impone a todo Profesional del
derecho, la independencia, la moderación y la confraternidad.

El profesional del derecho debe actuar con irreprochable dignidad, no sólo en el


ejercicio de la profesión, sino en su vida privada. Su conducta. Jamás debe
infringir las normas del honor y la delicadeza que caracteriza a todo hombre de
bien.
El HONOR por lo tanto, es el juez severo que, nos vigila constantemente
nuestros actos sin tolerar debilidades de ninguna especie y que sujeta nuestra
vida a una norma invariable de conducta privada como pública.

Que la buena fe en el abogado, es cuando este se siente seguro de que la labor


que esta ejercido es de su propio agrado, que le llevará su propio ego y le
brindará los ingresos necesarios para poder vivir como tal: es decir, debe tener
fe en sí mismo de lo contrario será siempre un fracasado.
BIBLIOGRAFIA:
DEL ORBE BAEZ A S. DEONTOLOGIA JURIDICA Y ETICA PARA
ABOGADOS Y MAGISTRADOS.

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