Cada uno de nosotros somos dueños de nuestra vida, de nuestro destino y es por ello que

creemos que somos libres de poder hacer lo que queramos. Pero, en realidad: ¿Eso
significa Libertad?, ¿eso significa que somos totalmente libres?

Podríamos decir que la libertad es no ser esclavo, también que es el resultado de la

búsqueda de la verdad y felicidad; y además podríamos basar su concepto en una de sus
acepciones: El libre albedrío, que es la capacidad de poder elegir y diferenciar entre lo
malo y lo bueno. Sin embargo, y a pesar de que estos conceptos vayan por separado y
que al parecer se basen en diferentes aspectos, están en estrecha relación.

Todos anhelamos ser felices y para ello es que buscamos constantemente la verdad, que
implica, como seres racionales que somos, el actuar de forma correcta y justa ante
cualquier situación que se nos presente en la vida. Es decir, antes de hacer o ejecutar
alguna acción, debemos pensar primero en las consecuencias que esta podría conllevar y
de esta manera al momento de hacerlo, ya estamos tomando una decisión.

Es aquí que distinguimos a la libertad de libre albedrío: La primera, que se refiere a la

capacidad que tenemos de tomar una decisión correcta; y la segunda, en la cual nos
encontramos en la disyuntiva de si realizar o no dicha acción, meditando antes si esta
fuese buena o mala.

Al tomar una decisión errada, sufrimos y somos esclavos de las consecuencias de esta,
que, en algunos casos, podrían ser irremediables. Pero, por el contrario, si optamos por la
decisión correcta, seremos libres y merecedores de los buenos resultados que esta traiga
consigo. La libertad es ser independientes, es ser quien somos y no lo que los demás
quieren que seamos, no es el poder para hacer lo que queramos, sino el de hacer lo que
debemos.

Todos somos capaces de decidir, pero al momento de hacerlo, debemos ser conscientes
del daño que a veces podemos ocasionar a los demás y a nosotros mismos. Nos
encontramos en constante aprendizaje y es por este motivo que como seres humanos
tenemos la tendencia a errar en algunas circunstancias, pero eso no significa que
después podamos actuar por convicción y regidos por nuestros valores, moral y ética.

¿Nueva época? ¿Otros tiempos? Excusas de las cuales nos hemos vuelto esclavos.
¡¡¡Actuemos sin egoísmo, con amor y buena voluntad… Seamos libres!!!

“No tengo nada que explicarle a nadie y nada que rendir, porque soy libre, escapé de la
cárcel de la mentira y puedo respirar tranquilo cuando se termine el día”.