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Tema 1 – La tierra en el

universo. Geología de los


planetas. Origen de la tierra
y del sistema solar
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1. INTRODUCCIÓN.

El sistema solar es un sistema formado, fundamentalmente, por el sol,


ocho planetas, interiores y exteriores, planetas enanos, satélites, aste­
roides y cometas. Las dimensiones de este sistema se especifican en
términos de distancia media de la tierra al sol, denominada unidad
astronómica. Una Ua corresponde a unos 150 millones de kilómetros.
La frontera entre el sistema solar y el espacio interestelar, llamada
helipausa, se supone que se encuentra a 100 unidades astronómicas.
Los cometas, sin embargo, son los cuerpos más alejados del sol, con
órbitas muy excéntricas, que se extienden hasta 50000 UA o más.

El sol es una estrella de tamaño y luminosidad intermedios muy


característicos. A pesar de sus diferencias, los miembros que confor­
man el sistema solar forman probablemente una familia común y
parece ser que se originaron al mismo tiempo.

Las teorías actuales conectan la formación del SS con la formación del


sol, ocurrida hace 4700 m.a. la fragmentación y el colapso gravitacio­
nal de una nube interestelar de gas y polvo, provocada quizá por las
explosiones de una supernova cercana, puede haber conducido a la
formación de una nebulosa solar primordial.

2. LA TIERRA EN EL UNIVERSO.

Nuestro planeta fue el primero de los observados desde el espacio.


Presenta tonos azules, con los continentes de color pardo rojizos y con
zonas envueltas en blancos vapores de nubes, todo ella destacando
con el fondo negro del cielo. Desde el punto de vista planetario, la tie­
rra es un planeta rocoso. Tiene corteza, manto y núcleo, por ello se
diferencia de los planetas exteriores gaseosos.

La tierra se formó hace unos 4600 m.a., por aglomeración de materia


sometida a la atracción gravitatorio. Este origen es compartido por el
resto de los astros del SS.

Su masa es de 5,98×1024 Kg, su valor se calcula a partir de las fórmu­


las de gravitación universal y la aceleración gravitatoria

La densidad es de 5,52 gr/cm3, la mayor del SS. Es tan elevada como


consecuencia de la composición química, Fe, Si, O, Mg, Ni, Ca y Al.

La temperatura de la tierra media es de 15 ºC. Esta tª permite que el


agua se mantenga en sus tres estados.

El magnetismo es muy intenso y de carácter bipolar, se interpreta que


el campo magnético terrestre es inducido por el movimiento de cargas
electrizadas en el interior del planeta.

2.1.Los movimientos de la tierra

La tierra gira sobre sí misma alrededor de su eje polar a una veloci­


dad media en el ecuador de 1670 Km/h en un movimiento denomi­
nado rotación terrestre, con un sentido de giro del planeta de Oeste a
Este y en el que invierte 23h, 56m, 4s.

La velocidad de rotación es máxima en el ecuador y disminuye hasta


hacerse nula en los polos. El eje de rotación de la tierra es una línea
imaginaria que resulta de unir los polos norte y sur. Este eje está
inclinado formando un ángulo de 66,33º respecto al plano del movi­
miento del planeta alrededor del sol.

La tierra se desplaza en una órbita ligeramente elíptica, en torno al


sol, en sentido contrario a las agujas del reloj, en un movimiento
denominado traslación, a una velocidad media de unos 107000Km/h.
la tierra invierte en cada ciclo de traslación 365 días. 5h, 48m, 46s e
incluso este valor sufre pequeñas variaciones de un año a otro. El
plano que pasa por la órbita de la tierra y por el sol se denomina
eclíptica. También se sitúan sobre esta superficie las órbitas de la
mayor parte de los planetas y satélites de nuestro SS. Por eso es el
plano en el que se producen los eclipses.

2.2.La magnetosfera.

Es una región alrededor de la tierra en la que el campo magnético


terrestre desvía la mayor parte del viento solar, formando un escudo
protector contra las partículas cargas de alta energía procedentes del
sol.

La magnetosfera terrestre fue descubierta por el Explorer I. antes de


ello se conocían algunos efectos magnéticos en el espacio ya que las
erupciones solares producían en ocasiones tormentas magnéticas en
la tierra. Las partículas del viento solar que son detenidas forman los
llamados cinturones de Van Allen.

Forma parte de la exosfera, la zona más externa y amplia de la atmós­


fera terrestre. Comienza a 500 Km de altura, por encima de la ionos­
fera, donde las partículas ionizadas de la atmósfera interaccionan con
mayor intensidad con el campo magnético terrestre. La magnetosfera
interacciona con el viento solar en una región denominada magneto­
pausa que se encuentra a unos 60000 Km de la tierra en la dirección
tierra sol y a mucha más distancia en la dirección opuesta. Por
delante de la magnetopausa se encuentra la superficie de choque
entre el viento solar y el campo magnético. Las partículas cargadas de
viento solar son arrastradas por el campo magnético sobre los polos
magnéticos dando lugar a la formación de auroras polares, boreales
en el HN y australes en el HS. En el lado no iluminado las líneas de
campo se deforman y alargan arrastradas por el viento solar alcan­
zando el tamaño de 300000 Km.

Algunos científicos piensan que sin la magnetosfera la tierra hubiera


perdido la mayoría del agua de la atmosfera y los océanos en el espa­
cio, debido al impacto de partículas energéticas que disociarían los
átomos de H y O permitiendo escapar los ligeros átomos de H, por lo
que el planeta se parecería mucho a Marte.

2.3.La luna
La luna es el único satélite natural de la Tierra. El diámetro de la
Luna es de unos 3.480 km (aproximadamente una cuarta parte del de
la Tierra) y su volumen es como una quincuagésima parte del de la
Tierra. La masa de la Tierra es 81 veces mayor que la de la Luna. Por
tanto, la densidad media de la Luna es de sólo las tres quintas partes
de la densidad de la Tierra, y la gravedad en la superficie lunar es un
sexto de la de la Tierra.

Completa su vuelta alrededor de la Tierra en una órbita elíptica en 27


días, 7 horas, 43 minutos y 11,5 segundos. Para cambiar de una fase a
otra similar, o mes lunar, la Luna necesita 29 días, 12 horas, 44 minu­
tos y 2,8 segundos. Como la Luna tarda en dar una vuelta sobre su eje
el mismo tiempo que en dar una vuelta alrededor de la Tierra, en
realidad, siempre es la misma cara de la Luna la que se ve desde la
Tierra.

La superficie de la Luna está dividida en tierras altas (80%) y tierras


bajas llamadas “maria de contornos circulares, relacionados con el
impacto de grandes meteoritos.

Se desconoce su origen, aunque existen diversas hipótesis. Una de


ellas propone que está formada por materia desprendida de la Tierra
a consecuencia de la fuerza centrífuga, dejando su huella en el Pací­
fico. Esto es improbable, pues habría caído de nuevo arrastrada por la
gravedad; además, las densidades de la Tierra y la Luna son distintas.

La otra hipótesis es que la Luna pudo ser un antiguo planeta atraído y


atrapado por la gravedad terrestre.

3. GEOLOGÍA DE LOS PLANETAS.

3.1. Mercurio

Es el planeta del SS más próximo al sol, el más pequeño con un diá­


metro de 4879 Km en su ecuador. Planeta interior.

Traslación 88 días y rotación 58,7 días

La superficie de mercurio como la de la luna presenta impactos de


meteoritos. Algunos cráteres son recientes y tienen un pico central.
Los cráteres más antiguos han tenido una erosión muy fuerte por lo
grandes cambios de tª que oscilan entre 350ºC y ­170ºC. El cráter más
grande es el Cuenca Caloris, con un diámetro de 1300 km.

Densidad 5.430 Kg/m3. Este dato nos sirve para conjeturar la estruc­
tura interna. La densidad de la tierra es debido a su núcleo compri­
mido, pero mercurio no es tan grande y su núcleo no esta tan compri­
mido, por lo tanto se puede deber a que su núcleo ocupe casi todo el
planeta y además tener altas proporciones de Fe. Se estima que ocupa
un 42% del total. Rodeando el núcleo esta el manto con 600 Km. La
última capa es una fina corteza. Mercurio está formado aproximada­
mente por 70% metales y 30% silicatos.

La sonda Mariner 10 demostró una atmósfera muy tenue, constituida


por He, Ar y Ne. La presión es muy escasa. También posee magnetos­
fera en torno al planeta. No hay evidencias de satélites.

3.2.Venus.

Planeta interior, similar a la tierra, porque son semejantes en cuanto


a tamaño, masa y composición. La órbita es casi circular, con una
excentricidad de menos del 1%.

Rotación 243 días, en sentido contrario a la rotación terrestre, y tras­


lación 224,7 días.

Tiene dos mesetas, la Norte se llama Ishtar Terra y el contiene la


mayor montaña de Venus, Monte Maxwell. En el HS se encuentra
Afrodita Terra, mayor que la anterior y equivalente a Sudamérica.
Existen entre estas mesetas depresiones que incluyen Atlanta Planitia,
Ginebra Planitia y Lavinia Planitia

Interior probablemente similar a la tierra. Núcleo de hierro de 3000


km de radio, con manto rocoso. La corteza puede ser más dura y
gruesa. Otros descubrimientos dicen que está todavía volcánicamente
activo.

El 90% de la superficie es basalto, con pocos cráteres de meteoritos.


Las formaciones más antiguas tienen 800 m.a. con lo que sugiere que
Venus tuvo gran actividad interna que modificó toda la superficie.
Densa atmósfera, constituida por CO2, con fuerte efecto invernadero
que eleva la tª a 460ºC, cerca del ecuador. No varía por la noche. La
densa capa de nubes refleja la mayoría de la luz del sol y la que logra
atravesarla es absorbida por la atmosfera, esto impide el calenta­
miento.

Campo magnético débil. Su lenta rotación impide formar el sistema


dinamo interna mediante la rotación interna del fe líquido del núcleo.
Como resultado, el viento solar golpea en la atmosfera de Venus sin
ser filtrado con anterioridad.

Se le conoce como lucero del alba o estrella de la tarde, es el objeto


más brillante del firmamento, aparte de la luna. No tiene satélites.

3.3.Marte.

Planeta interior. El planeta más parecido a la tierra. Forma ligera­


mente elipsoidal, con diámetro ecuatorial de 6794 Km y otro polar de
6750.

Rotación 24h, 37m, 22,7s. Traslación es de 686,98 días.

Orbita muy excéntrica, entre su afelio y perihelio, la distancia del pla­


neta al sol difiere en unos 42,4 millones de Km. Este efecto tiene gran
influencia en el clima, causando una variación de unos 30º entre afe­
lio y perihelio.

La superficie de Marte presenta características morfológicas de la tie­


rra como de la luna, con cráteres de impacto, campos de lava, volca­
nes, cauces secos de ríos, dunas de arena. Composición basáltica con
alto contenido en óxidos de Fe que le da el color rojo. Sílice, Fe, Al, y
Ca en su superficie.

Dos regiones, la norte llana joven y profunda y una sur alta antigua y
escarpada, con cráteres similares a la luna.

Enorme abultamiento en el HN que contiene el complejo volcánico de


Tharsis, en el se encuentra el Olympus Mons, el mayor volcán del SS.
Altura de 25 Km y base de 600 Km. Grane estructura colapsada deno­
minada Alba Patera.
Cercano al ecuador se encuentra el Vallis Marineris que se formó por
hundimiento del terreno a causa de la formación del abultamiento de
Tharsis.

Casquetes polares con estructura alternante de capas de hielo con


polvo oscuro. No presenta tectónica de placas activas. Núcleo de 1700
km de radio, manto similar al terrestre y corteza de 35­70 km de
espesor.

Atmosfera muy tenue, 95,3% de CO2 y 2,7% de N. es muy densa y


puede albergar vientos fuertes y grandes tormentas de polvo que pue­
den abarcar el planeta entero. Nubes presentan varias coloraciones
dependiendo de su composición. Periodos estacionales similares a los
de la tierra.

2 satélites Fobos y Deimos

3.4.Júpiter.

Planeta exterior o gaseoso. Es el mayor planeta del SS, con masa 310
veces superior a la tierra y diámetro 11 veces más grande­ radio de
71492 km, con traslación de 11,8 años y rotación de 0,41 días. Veloci­
dad de rotación más rápida gira sobre su eje en 10 horas.

Cuerpo gaseoso, formado por H y he, carente de superficie interior


solida y con un núcleo rocoso de materiales densos y helados.
Rodeado por cada de H metálico liquido, porque el H molecular se
comprime de tal manera que se transforma en un liquido metálico a
profundidades de 10000 km. Gruesa capa de H liquido. Atmosfera de
90% h y 10% He

Magnetosfera extensa formada por un campo magnético de gran


intensidad. El campo magnético podría verse desde la tierra ocupando
un espacio equivalente al de la luna llena, a pesar de estar mucho más
lejos. Es el de estructura mayor del SS.

Posee anillos que fue descubierto por la sonda Voyager. El anillo prin­
cipal tiene 6500 km de anchura. Anillos compuestos de polvo oscuro.

Tiene más de 60 satélites, muy distintos entre sí.


– Io: el mas interior, cuerpo volcánico, calentado por efectos de marea
de Júpiter y Europa

– Europa: masa helada que puede tener océanos líquidos e incluso


vida

– Ganimedes. Mas grande de SS compuesto por núcleo de Fe y manto


rocoso y hielo

– Calisto: mayor cantidad de cráteres

3.5.Saturno.

Planeta exterior o gaseoso. Segundo planeta más grande, único con


anillos visibles desde nuestro planeta. Masa 95x la terrestre, y radio
de 60268 km.

Traslación de 29 años y 167 días y rotación de 10 horas y 14 m, con


algunas variaciones entre ecuador y polos.

El interior es semejante a Júpiter, con núcleo sólido en el interior for­


mado por materiales helados. Capa de H líquido y metálico sobre él.
Atmosfera compuesta por 75% H y 25% He Las nubes dibujan patro­
nes de bandeado

Campo magnético asimétrico que le dota de una marcada magnetos­


fera. El campo magnético se origina en el interior del planeta, en las
regiones en las que el H adquiere carácter metálico. La intensidad es
menor y es más pequeña que la de Júpiter.

La característica más notable es la presencia de anillos compuestos


por partículas con abundante agua helada. El tamaño varía desde las
partículas microscópicas hasta rocas. Tienen zonas claras existiendo
divisiones entre regiones. Los principales son los anillos A y B, sepa­
rados entre sí por la división Cassini. En la región interior del B se
distingue otro anillo más tenue, el C y otro llamado D. en el exterior
un anillo delgado y débil denominado F.

Saturno gran numero de satélites. El mayor de ellos es Titán, con


atmosfera importante. Los otros son mimas, encelado, Tetis, dione,
rhea, hiperion, iapeto… en encelado se ha encontrado agua líquida y
en titán atmosfera de metano similar a la atmosfera primitiva de la
tierra.

3.6.Urano

Planeta exterior o gaseoso. Radio de 25559 km.

Rotación de Urano al igual que la de Venus es retrograda y su eje de


rotación está inclinado casi 90º sobre el plano de su órbita. Periodo
de traslación 84 años y rotación 0,72 días.

Núcleo compuesto de rocas y hielo de diferentes tipo. Gruesa atmos­


fera formada por H y He que puede representar 15% de la masa pla­
netaria.

Campo magnético anómala, ya que el eje magnético no está centrado


en el planeta sino desplazado e inclinado 60º con respecto al eje de
rotación. El campo magnético se origina en zonas poco profundas.

Posee anillos, en este caso muy tenues y compuestos por partículas


oscuras. Tiene un anillo de color azul y otro rojo, similar a los de
Saturno. Los anillos azules son raros.

27 satélites. Los más grandes son Titania y Oberón con radio similar.
Ninguno tiene atmosfera

3.7.Neptuno

Ultimo planeta del SS. Planeta gaseoso. Radio de 24764 Km, un


periodo de traslación de 164,8 años y de rotación de 0,67 días.

La estructura interna es parecida a la de Urano, con núcleo rocoso


cubierto por costra helada, oculto bajo atmosfera gruesa y espesa. El
interior es roca fundida, agua, amoniaco líquido y metano. El tercio
exterior es gas caliente compuesto de H, He, agua y metano. Hay ban­
das de nubes de color azul, y algunas formaciones como la gran man­
cha negra del HS.

El campo magnético está fuertemente inclinado en relación con su eje


de giro, unos 47º, generados por los movimientos en el interior del
planeta y no tanto por la inclinación de su eje.
13 satélites, tritón es el mayor. De los otros el más importante es el
proteo y nereida.

3.8.Planetas enanos

Plutón

Es un planeta enano. Orbita excéntrica y altamente inclinada con res­


pecto a la eclíptica, acercándose en ocasiones más al sol que Neptuno.
Radio de 1160 km, un periodo de rotación de ­6,39 días y de traslación
de 248 años.

Pequeño mundo helado, compuesto por hielo y rocas, atmosfera muy


tenue, compuesta por N y metano y monóxido de C, que se congela y
colapsa sobre sus superficie a medida que el planeta se aleja del sol.

Caronte es el único satélite. Radio de 586 km y está muy alejado del


planeta. Tras la asamblea general de la UAI de 2006, el estatus de
Caronte es aún incierto. Se le considera candidato a planeta enano,
pero la definición no deja clara como realizar la distinción entre saté­
lite o sistema binario aun no definido. Por ello sigue siendo un satélite
de Plutón

Ceres

Planeta enano, aunque hasta la reunión de la UAI de 2006 fue consi­


derado el primer asteroide descubierto por el hombre. Masa de
8,7×1020 kg, Ceres comprende casi un tercio de la masa total esti­
mada del cinturón de asteroides. Diámetro de 900 km.

Posee masa esférica, de forma similar a un planeta. Su superficie


puede ser cálida y de que podría tener una débil atmosfera y escarcha.
Presenta un punto oscuro en su superficie, probablemente un cráter.

Eris

Planeta enano, además de ser el mayor objeto transneptuniano. Radio


de 2400 km, algo mayor que Plutón. Gira alrededor del sol en una
orbita inclinada y excéntrica cada 557 años. Cuerpo arrastrado a una
órbita lejana, más de lo habitual, debido a interacciones gravitatorias
con Neptuno en las etapas iniciales de la formación del SS:
Cuerpos que mas radiación refleja en todo el sistema solar, lo que
podría explicarse por el metano helado de su superficie.

Cuenta con un satélite denominado Disnomia.

4. ULTIMAS APORTACIONES DE LA CIENCIA EN ESTE CAMPO

En agosto de 2006, la unión astronomía internacional propuso que el


termino planeta se redefiniera para aclarar el estatus planetario de
Plutón. Según sus características y avanzando del interior al exterior,
los cuerpos que forman el SS se clasifican en:

– Sol: una estrella de tipo espectral G2 que contiene más del 99% de
la masa del sistema

– Planetas: mercurio, Venus, tierra, Marte Júpiter, Saturno, Urano, y


Neptuno. Divididos en planetas interiores y exteriores.

– Planetas enanos: esta nueva categoría inferior a planeta la creo la


UAI en agosto del 2006. Se trata de cuerpos cuya masa les permite
tener forma esférica, pero no es la suficiente para haber atraído o
expulsado a todos los cuerpos a su alrededor. Cuerpos como el antiguo
planeta Plutón, Ceres o Eris, están dentro de esta categoría.

– Satélites: cuerpos mayores orbitando los planetas, algunos de gran


tamaño, como Ganimedes en Júpiter o titán en Saturno

– Asteroides: cuerpos menores concentrados mayoritariamente en el


cinturón de asteroide entre las orbitas de Marte y Júpiter. Su escasa
masa no le permite tener forma regular

– Objeto del cinturón de Kuiper: objetos helados exteriores en orbitas


estables, los mayores de los cuales serian sedan y Quaoar

– Cometas: objetos helados pequeños provenientes de la nube de Oort

Todas estas modificaciones vienen establecidas como consecuencia de


los avances en los estudios tanto del SS como de las galaxias y plane­
tas extrapolares

Las songas galileo y Cassini, han sido las ultimas en asombrar con las
imágenes enviadas de los grandes planetas gaseosos. Las últimas imá­
genes enviadas por Cassini muestran impresionantes vistas del pla­
neta Saturno y de sus satélites. En el 2005, la agencia espacial euro­
pea inició la exploración del planeta Venus, con el lanzamiento de la
misión Venus exprés.

5. ORIGEN DE LA TIERRA Y EL SISTEMA SOLAR.

El hablar del origen de la Tierra es lo mismo que hablar del origen del
Sistema Solar, ya que hemos de partir de la idea que todos los plane­
tas tienen una relación directa o indirecta con el Sol y se han formado
de la misma manera, las únicas diferencias radican en sus caracterís­
ticas y evolución, por lo tanto, las teorías son comunes tanto al refe­
rirse a nuestro planeta como al conjunto del sistema.

Desde siempre, y en general, las teorías acerca del origen de nuestro


planeta se han dividido en dos grandes grupos:

– unas las que propugna que la Tierra es una masa desprendida del
Sol

– las que dicen que nuestro planeta es totalmente ajena a la estrella


alrededor del cual gira.

La primera teoría supondría que la Tierra se habría ido enfriando des­


de su formación y, por lo tanto, estaría en una continua contracción
cuyos resultados se dejarían sentir en la superficie terrestre al predo­
minar las estructuras tectónicas que estuvieran ligadas con estos pro­
cesos: pliegues y fallas inversas.

Por el contrario, el aceptar la segunda teoría supondría que nuestro


planeta se ha ido calentando, con la consiguiente dilatación de su cor­
teza, lo que se traduciría en estructuras de dilatación como fallas
directas, de desgarre, fosas tectónicas. En la superficie terrestre exis­
ten estructuras de todos los tipos y es difícil sacar conclusiones acerca
de las relaciones entre las tectónicas y el origen de la Tierra.

5.1.Origen del sistema solar

Los primeros intentos científicos para explicar el origen del SS invo­


caban colisiones o condensaciones de una nube de gas. El descubri­
miento de los universos islas que ahora sabes que son galaxias se
pensó que confirmaba esta ultima teoría.
En este siglo, Jeans, propuso la idea de que el paso de una estrella
había arrastrado material fuera del sol, y que este material se había
condensado para formar los planetas. Hay serios problemas en esta
explicación y cualquier teoría tiene que explicar algunos hechos bas­
tante problemáticos sobre el SS, adicionalmente al hecho obvio de que
el sol está en el centro con los planetas orbitando a su alrededor,
como:

– Que el sol gira lentamente y solo tiene 1% del momento angular del
SS, pero tiene el 99,9% de su masa. Los planetas tienen el resto del
momento angular

– La formación de los planetas terrestres con núcleos sólidos

– La formación de los planetas gaseoso gigantes

– La formación de los satélites planetario.

Una explicación para la ley de Bode, que dice que las distancias de los
planetas al sol sigue una sencilla progresión aritmética. Esta ley de
bode, o ley de titiusbode, relaciona la distancia de un planeta al sol
con el número de orden del planeta mediante una regla simple

Hay cinco teorías que todavía son consideradas validas para explicar
el origen del SS:

– Teoría de acreción: esta teoría asume que el sol pasó a través de una
densa nube interestelar y emergió rodeado de un envoltorio de polvo
y gas. Separa entonces la formación del sol de los planetas, obviando
el problema 1. no obstante, subsiste el problema de que la nube pueda
formar los planetas. Los planetas terrestres pueden formarse en un
tiempo razonable, pero los planetas gaseosos tardan demasiado en
formarse. La teoría no explica, además, la formación de los satélites,
o la ley de bode, y debe considerarse como la más débil de las aquí
descritas.

– Teoría de los planetesimales: esto asume, que inicialmente, hay una


densa nube interestelar que eventualmente producirá un cúmulo este­
lar. Las regiones más densas de la nube se unen y coalescenden, como
las pequeñas gotas tienen velocidad de giro aleatorias, las estrellas
resultantes tienen bajos porcentajes de rotación. En esta teoría, los
planetas son gotas más pequeñas capturadas por la estrella, las
pequeñas gotas tendrían velocidades de rotación mayor que las obser­
vadas en los planetas actuales, pero la teoría explica que estas gotas,
se dividen lo cual provoca la formación de un planeta y sus satélites,
reduciendo su velocidad de rotación. De esta forma se cubre muchas
de las aéreas problemáticas, pero no queda claro como los planetas
fueron confinados a un plano, o porque sus rotaciones tienen el
mismo sentido, en la mayoría de los casos.

– Teoría de captura: esta teoría es una versión de la de Jeans, en la


que el sol interactúa con una protoestrella cercana, expulsando un
filamento de materia de la de ella. La baja velocidad de rotación del
sol explica como resultado de su formación anterior a la de los plane­
tas. La formación de los planetas interiores o terrestres se explica por
medio de las colisiones entre los protoplanetas más cercanos al sol. Y
la formación de los planetas gigantes y sus satélites se explica cómo
condensaciones del filamento extraído

– Teoría laplaciana moderna: Laplace sugirió que el sol y los planetas


se formaron en una nebulosa en rotación que se enfrió y colapso. Los
anillos de esa nebulosa se condensaron y formaron los planetas, por el
contrario la masa central de esta nebulosa se transformo en el sol. Sin
embargo, la baja velocidad de rotación del sol no podía explicarse con
esta teoría. La versión moderna de esta teoría, asume que la conden­
sación central está condicionada por la presencia de granos de polvo
solido, que crean un roce en el gas durante su condensación en su
parte central. Posteriormente, y luego de que el núcleo se hubiese
condensado, su tª aumenta y el polvo es evaporado. El centro, que
rota más lentamente, se convierte en el sol. Los planetas se forman a
partir de la nube exterior, que rota más rápidamente.

– Teoría de la nebulosa moderna: las observaciones de estrellas muy


jóvenes, indican que están rodeadas de densos discos de polco. Aun­
que todavía hay dificultades para explicar algunas de las áreas proble­
máticas esbozadas más arriba, y en concreto la lenta rotación del sol,
se piensa que los planetas se originaron a partir de un denso disco
formado a partir del material de la nube de polvo y gas, que se
colapso para formar el sol. La densidad de este disco debe ser sufi­
cientemente baja, como para que la materia residual sea expulsada
hacia afuera por el sol, al incrementarse su producción de energía.

En 1944 el astrónomo alemán Weizsacker llevo a cabo un detenido


análisis de la teoría de Laplace. Calculo que en los remolinos mayores
había la materia suficiente como para formar las galaxias. Durante la
turbulenta contracción de cada remolino se generarían remolinos
menores, cada uno de ellos lo bastante grande como para originar un
SS, con uno o más soles. En los límites de nuestro remolino solar, esos
remolinos menores podrían generar los planetas. Así, en las uniones
en las que se encontraban estos remolinos, moviéndose unos contra
otros como engranajes de un cambio de marchas, se formarían partí­
culas de polvo que colisionarían y se fundirían, primero los planetesi­
males y luego los planetas.

Esta teoría no resolvió por si sola la interrogante sobre el momento


angular de los planetas, ni aporto más aclaraciones que la versión
mucho más simple de Laplace. El astrofísico Alfven incluyo en sus
cálculos el campo magnético del sol. Cuando el joven sol giraba rápi­
damente, su campo magnético actuaba como un freno moderador de
ese movimiento, y entonces se transmitiría a los planetas el momento
angular.

Tomando como base dicho concepto, Hoyle reelaboro la teoría de


Weizsacker de tal forma que esta, una vez modificada para incluir las
fuerzas magnéticas gravitatorias, sigue siendo una de las mejores teo­
rías sobre el origen del SS.

En años reciente, los astrónomos han propuesto que la fuerza inicia­


dora en la formación del SS debería ser una explosión supernova.
Cabe imaginar que una vasta nube de polvo y gas que ya existiría,
relativamente invariable, durante miles de millones de años, habría
avanzado hacia las vecindades de una estrella que acababa de explo­
tar como una supernova. La onda de choque de esta explosión, y la
vasta ráfaga de polvo y gas que se formaría a su paso a través de la
nube casi inactiva, comprimirían esta nube, intensificando así su
campo gravitatorio e iniciando la condensación que conlleva la forma­
ción de una estrella.

5.2.Origen de la tierra
Según los científicos, hace unos 15000 m.a. se produjo una gran
explosión, denominada Big Bang. La fuerza desencadenada impulso la
materia extraordinariamente densa, en todas direcciones, a una velo­
cidad próxima a la de la luz. Con el tiempo, y a medida que se aleja­
ban del centro y reducía su velocidad, masas de esta materia se que­
daron más próximas para formar más tarde las galaxias.

No sabemos que ocurrió en el lugar que ahora ocupamos durante los


primeros 10000 m.a. si hubo otros soles, otros planetas, espacio vacío
o simplemente nada. Hacia la mitad de este periodo o quizás antes
debió formarse una galaxia. Cerca del límite de esta galaxia que hoy
conocemos como vía láctea, una porción de materia se condenso en
una nube más densa hace unos 5000 millones de años. Las fuerzas
gravitatorias hicieron que la mayor parte de esta masa formase una
esfera central y a su alrededor quedasen girando masas mucho más
pequeñas.

La masa central se convirtió en una esfera incandescente, una estre­


lla, el sol. Las pequeñas también se condensaron mientras describían
orbitas alrededor del sol formando los planetas y algunos satélites.
Entre ellos, uno pudo generar agua en estado líquido y retener una
importante envoltura gaseosa. Naturalmente, este planeta es la tierra.

Después de un periodo inicial en que la tierra era una masa incandes­


cente, las capas exteriores empezaron a solidificarse, pero el calor
procedente del interior las fundía de nuevo. Finalmente la tª bajo lo
suficiente como para permitir la formación de una corteza terrestre
estable. Al principio no tenía atmosfera, y recibía muchos impactos de
meteoritos. La actividad volcánica era intensa, lo que motivaba que
grandes masa de lava saliesen al exterior y aumentase el espesor de la
corteza, al enfriarse y solidificarse

Esta actividad de volcanes generó una gran cantidad de gases que aca­
baron formando una capa sobre la corteza. Su composición era muy
distinta de la actual, pero fue la primera capa protectora y permitió la
aparición del agua líquida. Algunos autores la llaman atmosfera I.

En las erupciones, a partir del oxigeno y del H se generaba vapor de


agua, que al ascender por la atmosfera se condensaba, dando origen a
las primeras lluvias. Al cabo del tiempo, con la corteza fría, el agua de
las precipitaciones se pudo mantener liquida en las zonas más profun­
das de la corteza, formando mares y océanos, es decir, la hidrosfera.

6. BIBLIOGRAFÍA

– ÁGUEDA, J.; ANGUITA, F.: Geología. Ed. Rueda. Madrid, 1983.

– Águeda y Anguita. Geología planetaria. Mare nostrum ediciones


didácticas S.A. Madrid 1993

– Sobel D. los planetas. Ed. Anagrama S.A. 2006

– Tarbuck. Ciencias de la tierra una introducción a la geología física.


Prentice Hall 1999

– Trigo. J.M. el origen del sistema solar ed. Complutense. S.A. Madrid
2001

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