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Se trata de una herramienta analítica y metodológica que contribuye a superar las brechas
sociales producidas por la desigualdad de género. Es decir, conocer y explicar las
inequidades y relaciones de poder que se producen en la sociedad para estructurar políticas
y mecanismos que ayuden a superar estas brechas.
"Busca la construcción de relaciones de género equitativas y justas, y reconoce la existencia
de otras discriminaciones y desigualdades derivadas del origen étnico, social, orientación
sexual e identidad de género, edad, entre otros", precisa el documento de Conceptos
Fundamentales para la Transversalización del Enfoque de Género publicado por el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) en octubre del 2014.
2. ¿Existe la ideología de género?
En abril del 2018, el Ministerio de Educación (Minedu) aclaró que el concepto de "ideología
de género" no existe. Por el contrario, lo que hay es "un esfuerzo multisectorial del
Estado peruano por promover la igualdad de género para asegurar las mismas
oportunidades, derechos y deberes entre hombres y mujeres. El objetivo es erradicar las
brechas, prejuicios e imaginarios basados en diferencias de género que naturalizan la
discriminación y terminan validando la violencia".
3. Educación con enfoque de género
De acuerdo con el Minedu, estos son los mitos que hay alrededor del Currículo Nacional:
• "El Currículo Nacional promueve la ideología de geénero". Sobre ello, el Minedu explica
que el Currículo Nacional tiene siete enfoques, uno de ellos es el de igualdad de género que
reconoce que hombres y mujeres son diferentes biológicamente pero iguales en derechos,
deberes y oportunidades.
• "El Currículo Nacional promueve la homosexualidad". El Minedu precisa que el Currículo
Nacional fomenta que los estudiantes se formen en valores de respeto y tolerancia,
rechazando todas las formas de discriminación dentro y fuera de la escuela.
• "El Currículo Nacional destruye el concepto de las familias": El Minedu aclara que, por el
contrario, el Currículo Nacional promueve la formación de familias como la base de un país
próspero.
• "La Educación sexual en colegios promueve las relaciones sexuales a temprana edad": El
Minedu indica que la educación sexual es un derecho de los alumnos y permite prevenir la
violencia, transmisión de enfermedades y el embarazo adolescente.
• "El Currículo Nacional ha sido elaborado por el Ministerio sin
tomar en cuenta la opinión de los padres de familia": El Minedu informó que la elaboración
del documento fue participativa y recogieron la opinión de más 50.000 personas, entre
docentes, especialistas y padres de familia durante 4 años.
ARGUMENTOS A FAVOR
Sobre el respeto a la dignidad de las personas, los jueces señalaron que esta “no solo debe
brindarse cuando los otros seres humanos tienen creencias similares a las nuestras”.
3. Sobre la sentencia de la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
en julio del 2017 falló en primera instancia a favor del colectivo PEA, explicaron que dicho
juzgado “ha sido víctima de los mismos prejuicios que el currículo de educación pretende
superar”. “La Sala Superior no comprende que afirmar que las nociones de ‘femenino’ o
‘masculino’ se van construyendo día a día, en nuestras interacciones sociales significa, desde
una perspectiva constitucional, que no podemos asignar roles a mujeres u hombres tan solo
a partir de las evidentes diferencias biológico sexuales”, precisaron.
4. Sobre la anulación de un texto del enfoque de género (“Si bien que aquello…”), los jueces
señalaron que declararlo ilegal impide la erradicación un comportamiento discriminatorio
vedado por la Constitución: “Tal vez la única forma de asegurar el cambio de la situación de
discriminación que sufre la mujer en nuestra sociedad pasa por aceptar que los roles de lo
‘femenino’ y de lo ‘masculino’ son social y culturalmente construidos”.
5. Sobre la pretensión del colectivo PEA de que los padres de familia sean consultados sobre
la elaboración del currículo escolar, dijeron que la participación de la sociedad en la
formulación de políticas públicas en educación puede poner en riesgo “en forma alguna” los
derechos de la persona humana: “La implementación de los enfoques educativos necesarios
para la formación de los niños en los valores democráticos no está sujeta a deliberación, pues
los derechos fundamentales no son derechos que la Sociedad concede, sino que solo
reconoce y debe defender y respetar”.
6. Sobre el argumento del colectivo PEA de que el currículo, al no haber sido consultado,
habría infringido la Constitución, se explicó que la potestad de los padres de participar en el
proceso educativo “no puede ser entendida como una posibilidad para educar a sus hijos en
valores contrarios a la Constitución”: “Un padre de familia, una entidad educativa de
cualquier clase, no pueden exigir, por ejemplo, continuar enseñando la existencia de roles
pre-asignados a hombres y mujeres, por razón de su sexo, por cuanto, tal postura, por todo
lo explicado resulta inconstitucional. Para ponerlo en términos simples, nadie tiene derecho
a seguir enseñando discriminación”.
7. Sobre el respeto a las comunidades LGBT desde el enfoque de género del currículo, los
magistrados sostuvieron que la guía pedagógica no puede ser acusada de inconstitucional
“por inculcar en nuestros estudiantes el respeto por las diferentes formas de expresión de la
sexualidad”.
¿Por qué es importante una educación con enfoque de género?
La educación es un medio muy importante para luchar contra la violencia, especialmente la
violencia de género que tiene sus bases en creencias y estereotipos aprendidos. Son varios
los espacios donde socializamos y nos formamos como personas, uno de los principales es la
Escuela en sus diferentes niveles. Una educación con enfoque de igualdad de género es
indispensable para combatir estereotipos como el machismo y para erradicar la violencia
contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
Aplicar el enfoque de género favorece a la interiorización de los preceptos de respeto y
empatía en niñas y niños, contribuye también a formar seres humanos respetuosos de las
diferencias, de las minorías y de las poblaciones más vulnerables. En ese entender, la
escuela, mediante su rol socializador y formador, ayuda a erradicar las prácticas sexistas y
discriminadoras que ubican a las mujeres en una posición de desventaja frente a los
hombres.
El enfoque de género en la educación, contribuye a trabajar de manera transversal otros
enfoques, entre ellos el enfoque inclusivo, que promueve el respeto a las “diferencias
culturales, sociales, étnicas, religiosas, de discapacidad o de estilos de aprendizaje”. Está
articulado también al enfoque intercultural, orientado a la convivencia basada en el
reconocimiento de la diversidad cultural y lingüística, eliminando todas las formas y
manifestaciones racistas, las cuales se presentan frecuentemente de manera conectada con
la discriminación por razones de género.
En ese entender, el Currículo Nacional de la Educación Básica del Ministerio de Educación,
contempla estos enfoques y contiene las orientaciones para la formación de las y los
estudiantes, con la finalidad de que se desenvuelvan de la mejor manera en su vida presente
y futura.
Fuente : Ministerio de Educación
Resolución de la Corte Suprema y los argumentos presentados frente a la demanda sobre el
Currículo Nacional
En el mes de enero del 2017, el Poder Judicial admitió una medida cautelar contra el
Currículo Nacional de Educación Básica Regular del Ministerio de Educación, donde los
demandantes argumentaban que este documento “trasgrede el derecho de los padres a
escoger la educación de sus hijos en función a sus propias convicciones”. El 4 de abril del
presente año, la Sala de Derecho Constitucional Permanente de la Corte Suprema resolvió
el caso referente a la demanda presentada por el colectivo Padres en Acción respecto al
enfoque de género, declarando infundada en todos sus extremos la mencionada demanda.
Los padres demandantes manifestaron su disconformidad a esta guía metodológica del
MINEDU, especialmente en lo referente al enfoque de igualdad de género, el cual señala que
“todas las personas independientemente de su identidad de género, tienen el mismo
potencial para aprender y desarrollarse plenamente […] Si bien aquello que consideramos
femenino y masculino se basa en una diferencia sexual, estas son nociones que vamos
construyendo día a día, en nuestras interacciones”.1
La Corte Suprema indica que el enfoque de género es una herramienta de análisis que
permite identificar los estereotipos, roles, espacios y atributos asignados a mujeres y
hombres, y que la aplicación de este enfoque “impacta positivamente en la vida concreta” de
las personas, en igualdad de oportunidades y sin discriminación alguna. Este enfoque
pretende una igual valoración de las capacidades de mujeres y hombres, en una sociedad
donde se ha demostrado que existen desigualdades de género.
El Estado Peruano mediante el Ministerio de Educación está dando cumplimiento a
compromisos internacionales respecto a la prevención de la violencia y la discriminación,
como la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer (CEDAW) y la Convención Belén do Pará. Entre los argumentos de la Corte Suprema
se menciona que el Currículo Nacional “no tiene como finalidad promover la enseñanza de
otros géneros, sino antes bien, desaparecer esas brechas que aún persisten entre varón y
mujer en la sociedad, para dar paso a una educación progresista basada en criterios de
igualdad, tolerancia y no discriminación”.
Asimismo, señala que, “el enfoque de igualdad de género en la educación no significa sino la
plasmación de los principios básicos del Estado Constitucional de Derecho, esto es, el
respeto por la dignidad humana y el rechazo de toda forma de discriminación. Resulta vital
que los ciudadanos del mañana sean educados bajo dichas concepciones”.
Respecto a la participación de los padres y madres, la Corte Suprema reconoce la
importancia de su participación en la educación de las hijas e hijos, sin embargo, “no pueden
reemplazar al Estado en sus funciones y competencias constitucionales, sino más bien que
aquellos coadyuven a este, desde su posición privilegiada y propia de la esfera familiar” para
alcanzar el objetivo común y lograr el desarrollo integral de los educandos y educandas,
tomando siempre en consideración el interés superior del/a niño/a.