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AUTORES
Xxxxxx
xxxxxxx
ASESORA
XXXXXXX
CURSO
COMPETENCIA COMUNICATIVA
PROGRAMA ALFA
TRUJILLO - PERU
2019
Contenido
Introducción ....................................................................................................................................... 2
Moxeque .................................................................................................................................... 6
Arquitectura Nazca......................................................................................................................... 9
Conclusiones .................................................................................................................................... 23
Bibliografía ....................................................................................................................................... 24
Introducción
Precentacion
Puede decirse que la arquitectura se encarga de modificar y alterar el ambiente físico para satisfacer
las necesidades del ser humano. Los arquitectos no sólo se encargan de desarrollar construcciones
en función de su forma y utilidad, sino que también siguen preceptos estéticos. Por eso, la
arquitectura suele ser considerada como una de las bellas artes (Definición.org, s.f.).
La arquitectura del Perú comprende una amplia variedad de estilos constructivos desarrollados a
partir del año 3000 a. C. hasta la actualidad en el territorio actual y alrededores del estado moderno
conocido como Perú. Su larga tradición abarca distintos periodos históricos desde el Antiguo Perú,
el Imperio inca, el Virreinato del Perú y la República hasta nuestros días.
Después de este período, la mezcla cultural alcanzó una expresión más rica en el estilo barroco.
Algunos ejemplos de este periodo barroco son el Convento de San Francisco en Lima, la Catedral
de Cajamarca , o la fachada de la Universidad de Cuzco y, sobre el conjunto, las iglesias de San
Agustín y de Santa Rosa, en Arequipa, son sus exponentes más bellos.
En la Amazonía, Iquitos tiene su centro histórico que colecciona edificios únicos construidos
durante la fiebre del caucho, destacando Ex Hotel Palace, la Iglesia Matriz de Iquitos y la Casa de
Fierro.
Las guerras de independencia dejaron un vacío creativo que el Neoclasicismo de inspiración
francesa rellenó. El siglo XX se caracteriza por el eclecticismo, al que se opone el funcionalismo
constructivo. El ejemplo más importante es la Plaza San Martín en Lima.
Capítulo 1: Arquitectura precolombina
Opinión
Imágenes en anexos
Conclusiones generales
El Horizonte Temprano es una etapa del periodo de las Altas Culturas está comprendido desde
el nacimiento de la Cultura Chavín hasta la decadencia de la misma, es decir coincide con el
desarrollo histórico de aquella cultura. La primera parte de esta etapa corresponde al periodo
SECHÍN ALTO
El edificio como los demás, tiene planta cuadrada con esquinas curvas y forma piramidal
escalonada, los desniveles se solucionaron con escalinatas, también enlucidas con barro y pintadas.
Cuenta con tres pozos circulares semi hundidos de gran diámetro. Sechín fue una aldea de
agricultores con un importante complejo arquitectónico de función político religiosa. Primero hay
preferencia por el barro, debido a su plasticidad, luego utilizan la piedra para representar lo que
era posible en el barro. Sechín, nos presenta un pueblo dividido en clases sociales, los
sacerdotes y guerreros asumiendo la dirigencia de la comunidad, mientras los artesanos, los
campesinos y quizá los prisioneros de guerra en dependientes. El desarrollo de Sechín fue durante
el formativo temprano, consolidando en Casma una sociedad sobre bases socioeconómicas y
políticas nuevas, logrando constituir una cultura del mismo nombre en toda la costa de Ancash.
Moxeque
De acuerdo con (Kauffmann, 2002) uno de los mas grandes estudiosos de la cultura peruana,
Moxeque merece ser considerada una de las urbes planificadas más antiguas y más grandes de
los Andes. Se inició su construcción en el año 1800 a.C. junto con la aparición de la cerámica y
estuvo habitada hasta el año 900 a.C. Está ubicada en una quebrada árida, plana y de suave
pendiente, lateral al fértil y extenso valle de Casma La oposición de dos pirámides principales
(Moxeque vs Huaca A) que forman el eje principal (orientación 41º NE),y entre ellas una sucesión
de plaza rectangulares. En estricta línea recta se ordenan a ambos lados de las plazas
construcciones menores de "arquitectura intermedia" (Conjunto de Residencias en el dibujo), que
sirvieron como centros administrativos de la burocracia de nivel medio. Para sus planificadores,
la orientación, simetría y oposición fueron rasgos muy importantes y se apegaron rígidamente a
sus esquemas. Para los investigadores del sitio existen sólidas evidencias que el complejo Pampa
de Las Llamas Moxeque fue una ciudad organizada y planificada (Williams, 1980)
Moxeque es una pirámide escalona (de al menos 6 plataformas) con una hendidura o corredor
central que no llega a atravesarla de lado a lado y que divide la cima en dos, según Julio C. Tello,
que la visita y describe en 1937, se asemeja a la forma de un gigantesco sillón y funcionó como el
templo principal de esta ciudad.
1.2 Arquitectura durante el Horizonte intermedio
La interacción regional durante el Periodo Intermedio (5001000 d.C) en los Andes centrosur
(correspondiente al Horizonte Medio en los Andes Centrales) es esencial para la comprensión de la
expansión territorial de estados prehispánicos en los Andes. En este periodo se ha encontrado
cambios en los patrones de asentamiento y el uso de tierras en Cochabamba en la transición del
Periodo Intermedio Temprano (200500 d.C.) al Periodo Intermedio. Se ha sugerido que, en este
último periodo, Cochabamba es colonizada por la sociedad Tiwanaku para explotar recursos
agrícolas. En efecto, el Periodo Intermedio se caracteriza por la presencia de cerámica de estilo
Tiwanaku, pero ello no se puede asumir como presencia de poblaciones altiplánicas.
Entre las edificaciones destacan los patios hundidos, las pirámides escalonadas y las
plataformas. Las pirámides famosas de la ciudad son Akapana, el Puma Punku, Kalasasaya y el
templete semisubterráneo, Kori Kala y Putuni. Además de la Puerta del Sol, los monolitos de Ponce
y Benett fueron declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000. Tres de las obras
de arquitectura y escultura más relevantes de la cultura tihuanaco: La Puerta del Sol, Kalasasaya y
Puma Punku (Davies, 1998).
Kalasasaya, También se le conoce como el patio central de las ceremonias y mide 126 metros
de largo por 117 metros de ancho. Su forma es rectangular y es semisubterráneo. Para bajar se
emplean escaleras de una sola piedra de seis escalones, rodeadas de un muro rocoso adornado por
cabezas clavas. En Kalasasaya se encuentran tres reconocidas esculturas: el monolito Ponce, con
una altura de tres metros con formas zoomorfas; el monolito El Fraile o Dios del Agua, que
representa un ser místico y tiene una altura de dos metros; y la Puerta del Sol.
Puma Punku, Se le traduce como Puerta del Puma y es reconocida por sus enormes piedras y
por sus impresionantes cortes y ubicación, que tienen un peso aproximado de 131 toneladas. Sin
embargo, muchas son más pequeñas. Como parte de los instrumentos de trabajo se encontraron
martillos de piedra por todas las canteras de andesita. Estas piedras fueron esmeriladas y pulidas.
También utilizaron herramientas de metal. Los bloques con forma de H representan un verdadero
misterio, ya que estos bloques de piedra encajan perfectamente entre sí.
Arquitectura Nazca
La arquitectura de la cultura nazca se caracteriza principalmente por la construcción de grandes
centros urbanos y ceremoniales, y por los peculiares grabados en el suelo. Esta cultura se desarrolló
en las zonas costeras al sur del Perú, especialmente entre el 100 a.C. y 800 d.C.; aunque en la región
se han encontrado restos arqueológicos mucho más antiguos y posteriores.
En esta cultura destacan los grabados en el suelo. Los crearon eliminando depósitos de manganeso
y óxido de hierro que cubrían la superficie pedregosa del desierto, exponiendo el suelo más ligero
debajo y colocando las piedras despejadas a lo largo de los bordes.
Estos dibujos son sólo visibles desde el aire. Sus motivos son animales, así como líneas rectas y
formas geométricas.
De acuerdo con las evidencias arqueológicas, existía una diferencia sustancial entre el concepto de
centro ceremonial y el de ciudad o núcleo de viviendas, tanto en términos del modelo de
construcción utilizado como en la elección de dónde erigir los edificios.
Las formaciones naturales que se extendían hasta los valles fluviales favorecían la construcción de
viviendas. Así, las aldeas surgían en forma lineal y paralelas a las líneas centrales.
Cahuachi fue construido en la margen sur del río Nazca, en el trecho en donde corre de manera
subterránea. La capa freática aquí habría sobrevivido la mayoría de las sequías. Por esa razón era
considerado un lugar sagrado. El agua fue gestionada mediante acueductos subterráneos y
cisternas con entradas en terrazas, para irrigar los alrededores y asegurar un suministro constante.
Características arquitectónicas
Estructuras principales
En este centro ceremonial resaltan dos estructuras. La primera es el Gran Templo, cuyas
dimensiones sobrepasan los 150 x 100 metros en la base, y 20 metros en la altura. Éste se encuentra
al centro de la parte sur del sitio.
La segunda estructura, la “Gran Pirámide”, se encuentra al lado del Gran Templo.
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Arquitectura mochica
Los Mochicas aprovecharon los materiales que la naturaleza les brindaba para la construcción de
sus viviendas y recintos ceremoniales.
Ya que en la costa no se pueden encontrar canteras importantes de rocas es que utilizaron como
materia prima el adobe (ladrillo de barro) y la quincha, que es el empleo de caña y barro para la
construcción de las paredes.
Para sostener la construcciones, principalmente las casas, empleaban como columnas grandes
troncos de algarrobo.
La materia prima para la construcción y la mano de obra eran conseguidos mediante el tributo del
pueblo, quien debía "dar" al Estado su contribución, tanto en materiales (adobe por ejemplo) como
en trabajo.
Esto tiene pruebas como que en los ladrillos encontramos diversas marcas que son como "el sello
de cada familia" y la prueba de que se ha cumplido con el tributo.
Las huacas o templos eran construidos como prueba de la grandeza del pueblo en agradecimiento
a los dioses. Los mochicas desarrollaron una importante arquitectura monumental (de las huacas)
en donde resalta la forma de pirámide escalonada y trunca que les dieron.
Según los estudiosos la forma de pirámide trunca era adquirida con el paso de los años, en los cuales
gobernaban distintos sacerdotes en ellas, y cada uno se responsabilizaba de la construcción de una
parte ya que la construida por su antecesor era enterrada a su muerte. Esto explica la forma de
pastel que toman estas huacas.
Las llamadas Huacas del Sol y de la Luna son los exponentes más conspicuos de la antigua capital
mochica. Visité las huacas de niño con mi padre y luego como estudiante de arquitectura, sin
embargo tuve mucho interés en visitarlas otra vez recientemente, ya que era inevitable evitar hacer
un paralelo entre estas pirámides de adobe y los Templos del Sol y de la Luna en Teotihuacan,
México. Para mi sorpresa, el nombre de Huacas del Sol y de la Luna les fue dado por Julio C. Tello,
precisamente en una referencia a los templos mexicanos, pero que no corresponden a la verdadera
función de las estructuras peruanas. Otra sorpresa más fue que en lugar de la Avenida de los
Muertos que separa ambos templos en Teotihuacán, se ha descubierto una ciudad enterrada entre
las dos huacas mochicas.
Una de las características de la sociedad Chimú es su rígida división en grupos sociales y a la vez una
de las ideas más aceptadas es que las ciudadelas fueron verdaderos palacios en los que vivía la
selecta nobleza, aislada casi por completo del mundo exterior. Su acceso era restringido, estos
palacios no solo servían como viviendas de elite sino que reunían en su interior a funcionarios
encargados de recibir los productos que el pueblo entregaba a manera de tributo.
Se cree también que había artesanos al servicio de los nobles y que ciertos sectores del palacio
albergaban a los sirvientes y se diferenciaban claramente de la zona habitada por los señores. Se
supone que cada de uno de los palacios partencia a un gobernante y que cuando fallecía, era
enterrado en el sector de las plataformas funerarias. El palacio le seguía perteneciendo y sus
parientes continuaban viviendo en él encargándose de rendirle veneración. El siguiente gobernante
tenia que construir su propio palacio en el que viviría y se enterraría al morir. Esto quiere decir que
los palacios fueron construidos uno después del otro, según morían los sucesivos gobernantes. Los
sucesores del mítico Tacaynamo habrían sido enterrados allí, cada uno en su palacio.
Lo característico de la arquitectura Chimu son sus frisos, los cuales eran elaborados en base a barro
y que servían para decorar las paredes. Estos son figuras en plano relieveque cubren totalmente
largas paredes. Uno de los lugares en donde se concentra mayor número de frisos es en la
ciudadcapital de Chanchán con patios y pasadizos profusamente decorados con figuras geométricas
de peces y aves. Se sabe que los frisos tenían vivos colores, lo que hacían que sus motivos resaltaran
aun más.
Arqutectura inca
Las investigaciones de Jhon Rowe en la capital del Imperio Inca o Tahuantinsuyo, permitieron
establecer que la unidad básica de la Arquitectura Inca era un recinto de planta rectangular,
construido con roca o adobe, con elegantes mamposterías; varios de estos recintos dispuestos
alrededor de un patio y cercados por un muro, definen la unidad arquitectónica Inca mínima: la
cancha. Los asentamientos Inca se caracterizaron además por su plan ortogonal.
Los Incas heredaron el legado arquitectónico de los Tiwanaku (Tiahuanaco), surgidos en el siglo II
a. c., en la actual Bolivia. El peculiar estilo inca de dar forma y volumen a la piedra es único, sobre
todo si observamos los interesantes patrones de composición utilizados conjugando el paisaje con
el arte arquitectónico, causando armonía en el medio ambiente. Los estudiosos han llamado
"almohadillado" al estilo protuberante de la masa pétrea que a partir de sus límites o bordes crece
hacia dentro, como si el peso del muro comprimiera a la piedra.
Ya en 1802 un notable viajero y agudo observador, como von Humboldt, al explorar la sierra del
Ecuador y la sierra norte de Perú, definió a la arquitectura Inca por tres características: solidez,
sencillez y simetría. Solidez: los muros eran costruidos con piedras debidamente talladas y
pulimentadas, las que unían con admirable precisión sin emplear ninguna argamasa que les sirviera
como mezcla o elemento de unión .Esta solidez ha hecho que los conjuntos arquitectónicos
permanezcan inalterables al paso del tiempo.
Emplearon la piedra en grandes bloques sin mucha necesidad de utilizar argamasa. Las piedras, que
eran gigantes, eran usadas de tal manera que encajaba una con otra. Un ejemplo de esta
arquitectura se encuentra en Sacsayhuaman, que es una fortaleza muy grande con varios de estos
bloques de piedra.
Simetría: Puesto que los muros y construcciones todos guardaban relación con el conjunto .Los
muros tenían forma trapezoidal (anchos en la base y delgados en la parte superior ,ello se debía a
que las piedras descansaban directamente sobre el suelo ya que no emplearon cimientos .Las
puertas también eran trapezoidales no utilizaban ventanas , pero si hornacinas o nichos que los
labraban a los lados de las entradas de los monumento.
Las partes de sus construcciones eran iguales a partir de su eje. En planta, la simetría es difícil de
apreciar ya que los espacios están superpuestos, aunque suelen converger en un ápice o en algunos
casos, en una sala principal.
1.Arquitectura civil :Representada por las construcciones de las casa en las comunidades o ayllus,
también las residencias de los gobernantes incaicos que mandaban a costruir durante su mandato
en el cusco.
El koricancha :originalmente Inti Kancha («Templo del sol») es el templo inca Fue uno de los más
venerados y respetados templos de la ciudad del Cusco, El recinto de oro, como era conocido, era
un lugar sagrado donde se rendía pleitesía al máximo dios inca: el Inti (Sol), por lo que sólo podían
entrar en ayunas, descalzos y con una carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba
el sacerdote mayor Willaq Umu.
Acllahuasis :llamada la Casa de las Escogidas, corresponde a los edificios residenciales de las acllas,
que eran los grupos de mujeres especializadas en actividades religiosas y productivas en el imperio
incaico.
Capitulo II: Arquitectura durante el Arquitectura virreinal
Los historiadores de la arquitectura virreinal peruana no han formulado hasta ahora una
clasificación orgánica que abarque en un sistema todas sus manifestaciones regionales. Es cierto
que algunos historiadores diferenciaron escuelas y que han trabajado dentro de ciertas limitaciones
para determinar la cronología de los monumentos más importantes; pero no se ha avanzado hasta
señalar la prioridad de unas escuelas con otras, y tampoco hasta involucrarlas en una correlación
de conjunto para toda la arquitectura virreinal peruana; acaso hubiera sido prematuro en cierto
modo presentar una ordenación general, porque todavía hasta fechas muy recientes se han venido
investigando nuevas zonas arquitectónicas no muy conocidas o simplemente no analizadas
anteriormente, como las de Apurímac, Chumbivilcas y el valle del Coica (San Cristobal, 2008).
Organizó Angulo Iñiguez su obra clásica en base a la división de la historia de la arquitectura virreinal
por siglos completos. Se trata de un criterio didáctico útil para fines editoriales; no de un criterio
de sistematización académica. Resulta supérfluo insistir en que no todas las arquitecturas de la
vasta región hispanoamericana marcharon al mismo ritmo cronológico; y aún dentro del Virreinato
del Perú tampoco coincidió por siglos cronológicos el desarrollo de todas las escuelas regionales:
algunas cabalgan entre el término de un siglo y el comienzo del siguienté; y todavía dentro del
mismo siglo acontecieron escuelas diferenciadas entre sí. Ni la novedad de un siglo con relación al
precedente fue síntoma de heterogeneidad estilística; ni la continuidad dentro del mismo siglo
implicaba la homogeneidad de toda la arquitectura en él realizada. La referencia de las obras
arquitectónicas virreinales a un siglo determinado denota su adscripción a grandes lineamientos
estilísticos que no coinciden con los de la arquitectura europea según un paralelismo estricto, dado
el desarrollo asincrónico de las virreinales con relación a las europeas. Esta referencia corresponde,
pues, a una delimitación macroestilística; mientras que para conocer la especificidad de la
arquitectura virreinal peruana interesa una referencia microestilística, en la que resalten las
peculiaridades de cada escuela, aún dentro de límites cronológicos homologables (San Cristobal,
Arquitectura Virreinal Peruana. Teoría sobre la historiografía de la arquitectura virreinal, 1999).
La obra también clásica de Wethey, centrada sólo en la arquitectura virreinal del Perú, representó
el primer intento de organizar los conocimientos hasta entonces acumulados en una
sistematización secuencial de toda la arquitectura peruana. Se trataba de correlacionar ciertos
monumentos en base a sus semejanzas, y de diferenciar unos grupos dotados de homogeneidad
estilística respecto de otros que muestran características heterogéneas respecto de los primeros.
Resultaba decisivo para esta tarea el precisar los criterios seguidos para la agrupación y
diferenciación de los monumentos. Aparecen entremezclados en la obra de Wethey dos criterios
interpretativos diferentes. Por un lado, cualquier observador puede constatar que los monumentos
virreinales peruanos están concentrados en algunos núcleos geográficos muy definidos: Lima,
Cuzco, Collao, Arequipa, Norte del Perú, etc., a manera de grandes regiones geográficas. También
se constata aue dentro de la proximidad geográfica interceden diferencias insoslayables entre los
monumentos homólogos de épocas antiguas y los también homólogos de otras épocas posteriores;
y esto acaece marcadamente al menos en algunas regiones geográficas, como la de Lima, Cuzco y
el Collao ( Nordenflycht, 2008).
Desde distintas perspectivas reaparece siempre la imprecisión y vaguedad genérica de los estilos
clásicos: el renacimiento y el barroco para definir con precisión las diversas modalidades de las
arquitecturas en los centros regionales del Perú.
Las diferencias se acentuaron con no menor intensidad y extensión entre los grupos regionales de
portadas durante la etapa de la larga vigencia del barroco virreinal. El estilo barroco resultó, pues,
carente de contenido expresable en lineamientos concretos para poder aplicarse a portadas del
siglo XVIII tan irreductibles entre sí como la limeñas, las ca jamarquinas, ylas del núcleo
huancavelicano de La Catedral, Santa Bárbara y Julcamarca, todas ellas diferentes en cuanto al
diseño y la forma de su expansión volumétrica.
Se denomina período barroco pleno aquel en el que algunas escuelas regionales mostraron la
plenitud creadora lograda en sus modelos de diseños de las portadas, la modalidad de expansión
volumétrica, y los componentes arquitectónicos. El primer período en conseguir su perfil específico
fue el barroco pleno cuzqueño de la segunda mitad del siglo XVII, que se concentró en las iglesias
de la propia ciudad de Cuzco. Creó un diseño peculiar de portadaretablo inaugurado en la de La
Catedral. Lo integró además con una especial forma de expansión volumétrica consistente en el
adelantamiento del bloque de toda la calle central, permaneciendo las dos calles laterales en un
plano retrasado; y finalmente modeló un tipo característico de campanarios que tuvo alguna
irradiación fuera de la ciudad a través de la torre solitaria y exenta de Lampa. Las grandes iglesias
conventuales cuzqueñas remodelaron durante este período su inicial planta góticoisabelina para
convertirla en planta basilical, siguiendo el ejemplo de las iglesias conventuales de Lima (Kauffman,
1979).
El período barroco pleno limeño perduró desde la década de 1660 hasta entrado el segundo tercio
del siglo XVIII, desbordando así su vigencia a la del barroco pleno cuzqueño. Se inició con la
construcción de las iglesias actualmente desaparecidas de Ntra. Sra. de Los Desamparados y del
Hospital de San Juan de Dios; y se expresó plenamente en las pequeñas igfesias del siglo XVIII con
su planta de cruz latina de brazos muy cortos, la especial volumetría de sus coronamientos
superiores, con el modelo de la fachada a los pies y con el diseño de las portadas noretablo con
segundo cuerpo delimitado por pilastras con modillones en lo alto y también en la base. Se trata de
un conjunto de caracteres arquitectónicos totalmente diferentes de los del barroco pleno
cuzqueño; a pesar de que ambos tienen en común el empleo de la cornisa del primer entablamento
abierta en arcos verticales por la entrecalle central (Serrera, 2001).
Se considera el período del barroco pleno arequipeño como el tercer ciclo regional de esta etapa.
Marchó a destiempo de los dos períodos anteriores: el limeño y el cuzqueño, pues perduró en
actividad desde la década de 1680 hasta 1750. La decoración planiforme de sus portadas no debe
hacernos perder de vista la especificidad del diseño en las portadas mayores y menores, tan
distintos de los diseños cuzqueño y limeños. La expansión del volumen en sus portadas por bloques
de soportes prolongados verticalmente en trozos de pilastras encerradas dentro del gran frontón
semiovalado, y la liberación de las portadas arequipe ñas respecto de cualquier esquema de
fachada a los pies, carentes de la delimitación por los cuerpos bajos de las torres, constituyen
características arquitectónicas específicas de la escuela arequipeña y diferenciadas de las de la
escuela limeña y la cuzqueña (Stastny, 1999).
El barroco pleno fue seguido por otro ciclo más disperso, de menor duración, aunque de gran
magnificencia arquitectónica. Es el amplio período barroco de difusión periférica, que engloba las
creaciones arquitectónicas realizadas en lugares fuera de las ciudades de Lima, Cuzco y Arequipa,
en centros regionales desplegados durante la primera mitad del siglo XVIII con posterioridad a los
períodos del barroco pleno. No debe entenderse este ciclo como una irradiación o prolongación del
barroco pleno en sus versiones limeña, cuzqueña o arequipeña; sino como movimientos
arquitectónicos creadores e independientes, aunque de menor duración y producción de
monumentos. Se trata de grupos muy dispersos por la geografía peruana, y además con un
desarrollo asincrónico entre ellos. La única característica que detentan en común es la autonomía
estilística que los diferencia radicalmente entre ellos mismos y con las escuelas precedentes del
barroco pleno (Castro, 1945).
Por encima de las diferencias específicas, todas aparecen como portadas virreinales peruanas. Por
más diferentes que sean unas de otras, no encajan adecuadamente en ninguna otra arquitectura
hispanoamericana distinta de la del Perú. La dificultad radica en llegar a precisar qué es lo que
permite identificar como peruanas a todas esas portadas representativas tan diferentes entre ellas.
La circunstancia de haber sido labradas durante el gobierno virreinal español, y también la de estar
localizadas en el territorio del antiguo Virreinato del Perú son connotaciones extrínsecas que no
atañen a ninguna de sus características arquitectónicas. La conformación a modo de los retablos
peruanos conviene a algunas portadas; pero no a todas ellas. Tampoco resulta relevante la
circunstancia de usar algún tipo determinado de soportes, puesto que portadas de distinto diseño
usaron los mismos, y portadas homologas usaron distintos soportes (Miro, 1949).
La división en períodos, grupos y escuelas no desarticula la unidad de la arquitectura virreinal
peruana. Siempre es factible reconocer el esquema común de la cuadrícula regular en las diversas
portadas regionales del Perú. Claro que se trata de un esquema general todavía indeterminado; y
no de un diseño específico, que es el que caracteriza las diversas escuelas y grupos regionales
peruanos. De todos modos, los alarifes virreinales encontraron en el esquema de la cuadrícula
regular un campo libre para expresar su creatividad original; lo que permitió crear escuelas sin
abandonar el sustento común de la arquitecíura virreinal peruana (Liernur, 1991).
Capítulo II: Arquitectura durante el Arquitectura de la republica
Conclusiones
Bibliografía
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