Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
El movimiento de la
carne santa
Si permanecieran algunas dudas sobre la
posición de los pioneros adventistas sobre el asunto
de la Cristología, su reacción al “Movimiento de la
Carne Santa” las disipa totalmente.
1
y que Él, por lo tanto, poseía “carne santa”.
Basados en esa premisa, reivindicaban ser posible
la obtención de esa misma “carne santa” al seguir a
Jesús en Su experiencia en el Jardín del Getsemaní.
De ese modo, aquellos que seguían al Salvador
podrían alcanzar un correspondiente estado físico
de impecabilidad, y obtener una fe “trasladativa”
semejante a la de Enoque y Elías.[2]
2
convicciones de Ellen White con respecto a la
naturaleza humana de Jesús. Él mismo se
encontraba en armonía con la enseñanza de ella. El
propósito de su carta no fue probar si él o los
abogados de la carne santa estaban correctos. Él
simplemente creyó ser necesario mantener
informada a Ellen White.[3]
3
bajo, para encontrar al hombre donde él estaba,
debilitado por el pecado, contaminado por su
propia iniquidad”.[5] En otro artículo él escribió:
“Cristo... no Se revistió de la naturaleza de los
ángeles, o aun del hombre en el estado en que fue
creado, sino de nuestra naturaleza caída”.[6] “De
esa forma, Cristo, desde la eternidad, es el helo de
ligación entre el Cielo y la raza caída”.[7] “Él trajo
la divinidad desde las cortes de la gloria hasta la
humanidad degenerada”.[8]
4
Ellen G. White Responde a Haskell
5
pasado habría de repetirse. Me sentí grandemente
afligida. Fui instruída a decir que en esas
demostraciones, demonios en forma humana están
presentes, operando con toda la ingeniosidad que
Satanás puede emplear para hacer la verdad
repugnante a las personas sensibles; el enemigo
está tratando de colocar asuntos para las reuniones,
a fin de que las campales, quehan sido los medios
de llevar el mensaje del tercer ángel ante las
multitudes, pierdan su fuerza e influencia”.[11]
6
defender la verdad.
7
pruebas, Él vivió una vida pura, santa e
inmaculada. Consecuentemente, atendió a los
reclamos de la ley quebrantada, y se hizo ‘el fin de
la ley para justicia de todo aquel que cree’”.[14]
8
estaba incluso en la agenda de la sesión de 1901.
Ellen G. White fue convidada a asistir. Como
destacó en su presentación, si no hubiese sido por
ese movimiento y sus erradas enseñanzas, ella no
habría respondido positivamente a la invitación.
Estaba entonces con 73 años de edad. Había vuelto
recientemente de Australia, y viajar a través de los
Estados Unidos hasta Battle Creek no era poca
cosa para alguien de su edad y fragil salud.
9
Antes de presentar su réplica a la cuestión,
Waggoner quizo ayudar a su auditorio a
comprender el concepto subyacente y tan bien
oculto en la cuestión: la doctrina católica de la
inmaculada concepción. En su pensamiento, el
concepto de “carne santa” era nada más nada
menos que “la deificación del demonio”.[17]
10
enseñan para la iglesia, es la perfecta manifestación
de la vida de Dios en su inmaculada pureza en la
carne pecaminosa. (Congregación: ¡amén!) Oh, ¿no
es sino una maravilla?”[19]
11
estaba Manasés, que cubrió Jerusalén con sangre
inocente, de un lado al otro. En ese linaje estaba
Judá, el adúltero, y el hijo nacido de un incesto, y
también la prostituta Raab. Todos de este linaje que
fueron puestos como ancestrales de Cristo,
muestran que Él no Se avergüenza de llamar
hombres pecaminosos como Sus hermanos”.[21]
12
Ellen White Rechaza la Doctrina de la
Carne Santa
13
denominado ‘carne santa’, es un error”[24], estaba
basado en dos puntos esenciales. Primero, ella
rechazó la reivindicación de que seres humanos
pecaminosos precisan obtener santidad de carne.
Ella escribió: “Todos pueden ahora mismo obtener
corazones santos, mas no está correcto reivindicar
en esta vida la carne santa... Aquellos que han
procurado obtener por la fe la así llamada carne
santa, me gustaría decirles: Ustedes no la pueden
conseguir. Ningiuno de ustedes posee carne santa
presentemente. Ningún ser humano sobre la Tierra
tiene carne santa. Esa es una imposibilidad”.[25]
14
sacrifício hecho a nuestro favor, los pecados
pueden ser totalmente perdonados. Nuestra
dependencia no está en lo que el hombre puede
hacer, sino en lo que Dios puede hacer por el
hombre a través de Cristo... Por medio de la fe en
Su sangre, todos pueden ser perfectos en Cristo
Jesús”.[26]
15
defensores de la carne santa. “El modo como han
sido realizadas las reuniones en Indiana, con ruido
y confusión, no las recomienda a las mentes
pensantes e inteligentes. No hay nada en esas
demostraciones que convenza al mundo de que
tenemos la verdad. Mero alarido y gritería no son
evidencias de santificación o de la descida del
Espíritu Santo. Sus exhibiciones bulliciosas crean
tan solamente aversión en la mente de los no
creyentes”.[28]
16
razones porque ella dejó Australia y volvió a los
Estados Unidos. La situación que ahora estaba
enfrentando le fue revelada en Australia, en Enero
de 1900, ‘antes que dejara Cooranbong’”.[29]
17
consejos sobre como lidiar con ese tipo de
situación: “El fanatismo, una vez iniciado y no
reprimido, es tan difícil de extinguir como el fuego
que toma cuenta de un edifício. Aquellos que
abrazaron y mantienen ese fanatismo, harían mejor
si se empeñasen en un trabajo secular, ya que por
su inconsistente comportamiento están
deshonrando al Señor y poniendo en peligro al
pueblo”.[30]
18
humana de Cristo. No sabemos si la misma
pregunta le fue hecha también a Donnell. Pero, en
1905, Donnell fue readmitido al ministerio,
mientras que Davis fue excluído definitivamente.
Él dejó finalmente la iglesia adventista para unirse
a los bautistas, donde fue ordenado ministro.
Conclusión
19
como lo hizo con la “extraña doctrina” de la carne
santa.
Notas y referencias
20
presidente de varias asociaciones. Sus obras
escritas incluyen The Story of Daniel the
Prophet (La Historia de Daniel, el Profeta),
The Story of the Seer of Patmos (La Historia
del Vidente de Patmos), y The Cross and Its
Shadow (La Cruz y Su Sombra)
4. Stephen-Nelson Haskell, a Ellen G. White, 25
de Septiembre de 1900.
5. Stephen-Nelson Haskell, en Signs of the Times,
2 de Abril de 1896.
6. Ídem, 9 de Abril de 1896.
7. Ídem, 28 de Mayo de 1896.
8. Ídem, 17 de Enero de 1900.
9. Stephen-Nelson Haskell a Ellen G. White, 25
de Septiembre de1900 (itálicos suplidos).
10. Ver también E. G. White, Mensajes Selectos,
vol. 2, pág. 37.
11. Ellen G. White, carta 132, 1900 (Mensajes
Selectos, vol. 2, pág. 37). Citado por A. L.
White, pág. 103 (itálicos suplidos).
12. E. G. White, Mensajes Selectos, vol. 2, pág. 37.
13. Ídem, pág. 38.
14. S. G. Huntington, La Herida del Hombre, pág.
16. Citado por William H. Grotheer, Historia
21
Interpretativa de la Doctrina de la
Encarnación, pág. 51.
15. IbÍdem.
16. Ellet J. Waggoner, en el Boletín de la
Conferencia General, 1901, pág. 403.
17. Ídem, pág. 405.
18. Ídem, pág. 404.
19. IbÍdem.
20. Ídem, pág. 406.
21. Ídem, pág. 408.
22. IbÍdem.
23. E. G. White, en el Boletín de la Conferencia
General, 1901, págs. 419-422. Lo citamos de
Mensajes Selectos, vol. 2, págs. 31-32.
24. _______, Mensajes Selectos, vol. 2, pág. 32.
25. IbÍdem.
26. IbÍdem.
27. Ídem, pág. 33 (itálicos suplidos).
28. Ídem, pág. 35.
29. A. L. White, pág. 100.
30. E. G. White, Mensajes Selectos, vol. 2, pág. 35.
31. Ver S. S. Davis para I. J. Hankins, 15 de Marzo
de 1903. Citado por Grotheer, págs. 54-55.
32. Ellen G. White, manuscrito 39, 1907.
22