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UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA

VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

MARCO JURÍDICO DE LOS DELITOS MILITARES EN HECHOS QUE


ATENTAN CONTRA LA INTEGRIDAD, INDEPENDENCIA Y LIBERTAD DE
LA NACIÓN, TRIBUNAL MILITAR CIRCUNSCRIPCIÓN PENAL MILITAR
ESTADO TÁCHIRA 2019

San Cristóbal, Junio del 2019


UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

MARCO JURÍDICO DE LOS DELITOS MILITARES EN HECHOS QUE


ATENTAN CONTRA LA INTEGRIDAD, INDEPENDENCIA Y LIBERTAD DE
LA NACIÓN, TRIBUNAL MILITAR CIRCUNSCRIPCIÓN PENAL MILITAR
ESTADO TÁCHIRA 2019

(Trabajo Especial de Grado presentado, como requisito parcial para optar al


Título de Abogado)

Autor: Ramón, J. Guarirapa, P.


Tutor: Abg. Arelis, B. Pérez, S.

San Cristóbal, Junio del 2019


UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

APROBACIÓN DEL TUTOR

En mi carácter de tutor del Trabajo Especial de Grado presentado por:


Ramón José Guarirapa Prieto, titular de la Cédula de Identidad: V-
10.799.437, para optar al Título de Abogado, cuyo título es: MARCO
JURÍDICO DE LOS DELITOS MILITARES EN HECHOS QUE ATENTAN
CONTRA LA INTEGRIDAD, INDEPENDENCIA Y LIBERTAD DE LA
NACIÓN, TRIBUNAL MILITAR CIRCUNSCRIPCIÓN PENAL MILITAR
ESTADO TÁCHIRA 2019. Considero que este trabajo reúne los requisitos y
méritos suficientes para ser sometido a la evaluación correspondiente.

En San Cristóbal, a los 05 días del mes de junio de 2019.

______________________________
Abg. Arelis B. Pérez S.
C.I: V-11.973.528
ÍNDICE GENERAL

Contenido Pág.

Aprobación del Tutor……………………………………............................. iii


Índice General………………………………………….….……………….... iv
Lista de Cuadros…………..…………………………………………………. v
Lista de Gráficos………..………………………………………………….... vi
Resumen………………………………………………………………….…... vii
Introducción…………………………………………………………………... 8

CAPÍTULO
I EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema………………..………..............
Objetivos de la Investigación…………….……...…………….
Justificación………………………..……………............……...

II MARCO TEÓRICO
Antecedentes………………………….………………………..
Bases Teóricas…………………….…..….……......................
Bases Legales.………………………..……….……………….
Definición de términos………………..…….……….…...........
Operacionalización de la Variable……………......................

III MARCO METODOLÓGICO


Enfoque de Investigación………………………….……….….
Tipo de Investigación……….……………………………….....
Diseño de investigación…………………………………..……
Población………………………………………………………..
Muestra.…………………………............................................
Técnica e Instrumento de Recolección de Datos…..............
Validez……………………………………………….……….....
Análisis y Tabulación de Datos…..…….………….…..….…..

IV PRESENTACIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS


Presentación y Análisis de Resultados……………..………..
Conclusiones……………………………………………………
Recomendaciones……………………….……………………..

REFERENCIAS………………………………………………………………….
ANEXOS
LISTA DE CUADROS

Cuadro Nº Pág.

1 Operacionalización de la
Variable……………………………….
2
LISTA DE GRÁFICOS

GRÁFICO Nº Pág.

3
8
2

3
3 9

4 4
0

4
1
UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL TÁCHIRA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO

MARCO JURÍDICO DE LOS DELITOS MILITARES EN HECHOS QUE


ATENTAN CONTRA LA INTEGRIDAD, INDEPENDENCIA Y LIBERTAD DE
LA NACIÓN, TRIBUNAL MILITAR CIRCUNSCRIPCIÓN PENAL MILITAR
ESTADO TÁCHIRA 2019

Autor: Ramón J. Guarirapa P.


Tutor: Abg. Arelis B. Pérez S.
Año: 2019

RESUMEN

Descriptores: Marco Jurídico, delito militar, derecho penal militar, justicia


penal militar.
INTRODUCCIÓN

La justicia militar juega un papel preponderante en la institución militar, por


cuanto se debe tener presente que la obediencia, la disciplina y la
subordinación, son sus pilares fundamentales y por tal razón también se
debe recordar la jurisdicción especial militar y la jurisdicción ordinaria, donde
los actores deben adecuarse a la tipología existente en materia penal de
acuerdo a lo preceptuado en el código orgánico de justicia militar.

Bajo este marco de ideas, la presente investigación tiene por objeto el


estudio de la Jurisdicción penal militar comenzando con su respectivo
análisis histórico, para ir conociendo como fue su inicio, su organización;
como se estableció el fuero militar desde la época independentista, hasta los
días actuales, como es la participación de sus integrantes, la función que
cumple actualmente la justicia militar, analizar el interrogante sobre si es
aplicable la justicia militar a la sociedad civil, así como la participación de
tribunales militares al momento de aplicar justicia ante hechos que atenten
contra la libertad e integridad de la nación.

Es de agregar, que esta investigación solo pretende ser un modesto


análisis ante el ordenamiento jurídico, que debe ir adecuándose a los
tiempos y cambios sociales que por naturaleza se presentan durante la
evolución de una sociedad, los cuales exigen una adecuación, en el más
breve plazo. Además tener presente, el gran avance que significó la Reforma
Procesal Penal que ya se encuentra operativa en todo el país; reconociendo
que el mundo ha evolucionado notablemente en materia jurídica, donde la
constitución ha establecido artículos que son fuente primaria para la
edificación de un proceso judicial de vanguardia, donde existe un debido
proceso, principios constitucionales, tratados internacionales adecuados a la
justicia militar, donde el principio de presunción de inocencia, principio del
juez natural, no sean observados únicamente como preceptos que
complementan la justicia ordinaria.

Tal modificación jurídica deslastraría totalmente la tan señalada justicia


militar de vicios procedimentales, y dejaría de ser utilizada como un arma
jurídica para crear juicios viciados, donde se violen principios
constitucionales, tratados internacionales, donde no se vea a la justicia militar
al servicio de una ideología política, sino que sea vista como un bastión
fundamental para cultivar la disciplina militar, y tener una institución militar al
servicio de una nación que al momento que la historia exija su participación
dejen en alto su fortaleza moral amparados en la equidad, la justicia y la
obediencia suprema.

Para ello se necesitan tribunales militares atentos a corregir actos


fraudulentos a través de la justicia, toda institución armada debe velar porque
se cultive la disciplina militar y así tener un cuerpo armado digno, obediente,
no tener una institución militar desmotivada, donde sus integrantes no sean
personas dignas, probos, razón por la cual estos tribunales militares deben
ser punta de lanza al momento de corregir fallas que atenten contra la
institución militar, la disciplina militar es la norma que debe sujetar la
conducta de todo militar que sigue la gloriosa carrera de las armas y forjado
con carácter militar amparados en la férrea disciplina militar y un alto
concepto del honor, y el fiel cumplimiento de los deberes que prescriben las
leyes y reglamentos militares.

Partiendo de los argumentos planteados, surge la inquietud del


investigador en realizar el presente estudio cuyo objetivo fue analizar el
marco jurídico de los delitos militares en hechos que atentan contra la
integridad, independencia y libertad de la nación, en el Tribunal Militar de la
Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira 2019, siendo una
investigación descriptiva, con diseño de campo y una muestra probabilística.
Es así que para una mejor comprensión del contenido, el trabajo se
estructuró de la siguiente forma: en el Capítulo I se muestra El Problema, el
cual contienen el planteamiento, los objetivos de investigación y su
justificación. Así mismo en el Capítulo II, Marco teórico se dan a conocer los
antecedentes, bases teóricas, bases legales, definición de términos y la
operacionalización de la variable.

Continuando con el Capítulo III muestra el Marco metodológico,


comprendido por el enfoque de investigación, tipo y diseño, población y
muestra, técnica e instrumento de recolección de datos, validez y el
procesamiento y análisis de datos, en el Capítulo IV se dan a conocer los
resultados de la investigación y en el Capítulo V las conclusiones y
recomendaciones, finalmente se presentan las referencias bibliográficas y los
anexos.

“La condición militar tiene su fundamento en la exigencia de defender los


bienes espirituales y materiales de la comunidad nacional de la Patria. Esta
defensa, garante del bien común de un pueblo, es el presupuesto de la paz y
de la concordia entre las naciones”

(Juan Pablo II)


CAPITULO I

EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

El término Jurídico hace directa referencia a cualquier tema relacionado


al derecho, usado generalmente como adjetivo se puede encontrar que su
uso está ligado estrechamente a la las leyes y normas; así mismo las
ciencias jurídicas son los estudios científicos en los que se le impone a la
sociedad un compendio de leyes y normas previamente estudiadas y
debatidas en congresos y salas plenas de quienes legislan. En este sentido
Carrara, F. (2006) expresa: “Ellos se encargan de evaluar el
panorama social y crearle barreras y dimensiones legales para mantener
el orden” (p.7). De tal manera, que un marco jurídico es aquel que toma
forma cuando una situación amerita al ámbito legal para su resolución, en el
no están presentes todas las leyes, pero si están las necesarias para ser
aplicadas a la resolución del problema.

Ahora bien, la materia del derecho es muy extensa lo jurídico representa


un refuerzo, no solo como palabra o como adjetivo, sino más bien como
parte fundamental de la nueva era del derecho. La sistematización del
sistema jurídico representa que la organización busca dejar claro que la
administración es la correcta, incluyendo el conjunto de normas
heterónomas, exteriores, coercibles y bilaterales que rigen las conductas de
una sociedad en un tiempo y espacio determinado.

Es así que para que un acto jurídico exista como tal, es decir que la
expresión de la voluntad de quien lo realiza se encuentre amparada por la
Ley, es necesario que reúna una serie de elementos de existencia y de
valide; pues un acto jurídico se puede llevar a cabo en situaciones de
demanda de derechos, en los que los abogados expondrán el caso y llevaran
la situación a las máximas consecuencias, en las que se dictan medidas de
seguridad para el bienestar y la justicia.

Dentro del mismo marco de ideas, la palabra Jurídico se emplea para


establecer una presencia judicial y legal en una situación, su sola estadía en
una oración simple sugiere que las leyes que sean necesarias se aplicaran
para librar a las consecuencias de los actos. Ahora, Flores, M (2010)
sostiene lo siguiente:

Por justicia militar se entiende, por un lado, al régimen jurídico que


regula a la institución de las Fuerzas Armadas de un Estado en el
marco de las relaciones internas de sus integrantes, y dentro de
aquellas cuestiones propias delegadas a la jurisdicción militar, en
virtud de las especiales características que reviste el
funcionamiento del orden castrense. Y en una segunda acepción,
al aparato jurídico de administración de justicia, por medio del cual
se ejerce la jurisdicción militar (p.14).

Como lo señala la autora, la justicia militar comprende aquellos elementos


que involucran el régimen jurídico en materia penal dentro de las fuerzas
armadas, de tal manera que para que la institución funcione adecuadamente
debe existir un sistema de justicia militar que regule las acciones del personal
militar, por lo que estos estarán sometidos a la jurisdicción penal militar al
momento de incurrir en cualquier delito de su naturaleza.

En el mismo orden y dirección, un delito es el acto u omisión que


sancionan las leyes penales, entonces, un delito militar vienen siendo
aquellos delitos que únicamente pueden ser cometidos por un militar o
miembro de las Fuerzas Armadas, por lo que en el Código Orgánico de
Justicia Militar de la República Bolivariana de Venezuela (1988) lo define en
su artículo 383 de la siguiente forma “es un delito militar toda acción u
omisión que este Código tenga declarado como tal” (p.79), es decir, que trata
de las infracciones en las que incurre el personal militar.

Por otra parte el mismo Código Orgánico de Justicia Militar venezolano en


su artículo 123 define el ámbito de competencia de la Jurisdicción Penal en
Venezuela, la cual comprende:

1.- El territorio y aguas territoriales venezolanos; los buques y


aeronaves de las Fuerzas Armadas Nacionales; y el territorio
extranjero ocupado por fuerzas nacionales; 2.- Las infracciones
militares cometidas por militares o civiles, conjunta o
separadamente; 3.- Los delitos comunes cometidos por militares
en unidades, cuarteles, guarniciones, institutos educativos,
establecimientos militares o en instalaciones de entes
descentralizados de las Fuerzas Armadas, en funciones militares,
en actos de servicio, en comisiones o con ocasión de ellas; 4.-
Los delitos conexos, cuando el delito militar tenga asignada igual
o mayor pena que el delito común, sin perjuicio de lo establecido
en el ordinal anterior (p.30).

De este artículo, se desprende que la jurisdicción penal militar además de


juzgar funcionarios militares que hayan cometido delitos de naturaleza militar,
podrán juzgar civiles que en participación con militares o de manera
autónoma haya cometido uno de los tipos penales tipificados en el Código, lo
cual es contrario al principio del juez natural y a lo plasmado en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) en su artículo
261 donde refrenda “…La comisión de delitos comunes, violaciones de
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar” (p.103). En este sentido el Código Orgánico de
Justicia Militar se convierte en una normativa que es contraria a los principios
del derecho procesal penal venezolano y lo plasmado en la Constitución.

Haciendo mención ahora a la integridad, independencia y libertad de la


nación, es necesario recordar que la integridad territorial es un principio
de derecho internacional que evoca el derecho de un Estado de preservar
intacto su territorio ante la intervención exterior, así mismo la independencia
vendría siendo la formación o la restauración de un país inmediatamente
después de la separación de otro del que solo formaba una parte, así mismo
la libertad es la capacidad de la conciencia para pensar y obrar según la
propia voluntad de la persona.

Es así, que estos tres términos son claramente establecidos como


irrenunciables en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) en su artículo 1 “…Son derechos irrenunciables de la
Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad
territorial y la autodeterminación nacional” (p.6). De tal manera, que
contrariamente también se pueden ver amenazados en algún momento y
bajo cualquier circunstancia, por lo que pueden llegar a ser denominados
como delitos, siendo los más resaltantes los establecidos en el Código
Orgánico de Justicia Militar (1988) en el Titulo III, de las diversas especies de
delitos, en el Capítulo I de los delitos contra la integridad, independencia y
libertad de la nación, “en la sección I donde refiere Traición a la Patria y en la
Sección II Del Espionaje” (p.97).

Ante las consideraciones anteriores, surge la inquietud del investigador en


analizar de manera específica el Marco Jurídico de los delitos militares en
hechos que atentan contra la integridad, independencia y libertad de la
nación, donde se ha tomado como contexto propio de estudio el Tribunal
Militar de la Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira; es así que llama
la atención que en la actualidad se vive en Venezuela una gran crisis político-
social, que ha influido de una manera directa sobre el normal desarrollo de
las actividades que como país se realizan a diario.

Vale la pena recordar que para el año 2016, se realizaron una gran
cantidad de acciones de calle representados y liderados por la oposición
venezolana, en respuesta a la inconformidad de la sociedad civil ante las
grandes desavenencias con el gobierno nacional, lo que permitió tener una
participación directa en todas las acciones de calles presuntamente
tendientes a debilitar al gobierno nacional, lo que originó que ambos factores
políticos estuvieran enfrentados al no lograr materializar una conciliación y
posterior acuerdo nacional.

En vista de esta situación, se han planteado una serie de debates en las


organizaciones civiles y la población general que se ha interesado en estos
hechos, surgiendo una serie de interrogantes sobre si es constitucional que
los civiles sean juzgados por la jurisdicción penal militar, por su relación en
hechos donde supuestamente se afecta de manera directa el orden público.
En vista de estas situaciones donde se involucra a la sociedad civil en
hechos que ameritan presuntamente ser juzgados por la jurisdicción penal
militar por el delito de traición a la patria, se hace necesario realizar un
análisis minucioso sobre el alcance jurídico del delito de traición a la patria en
el fuero militar.

Se debe tener presente, que el delito de traición a la patria no está


establecido en la constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
pero si lo prevé la normativa legal vigente, específicamente el Código Penal
venezolano y el Código Orgánico de Justicia Militar, donde se establece de
manera taxativa los supuestos fácticos que determinan los delitos militares.

En la actualidad se presenta una situación anti-jurídica con ciudadanos


que pertenecen a las instituciones públicas del estado por su relación laboral,
y son amenazados con ser procesados por el delito de traición a la patria si
incumplen órdenes verbales o escritas por utilización o manejo de
información negativa contra el gobierno constituido, o si durante el
desempeño de sus responsabilidades están cometiendo algún tipo de
irregularidad durante el manejo de su responsabilidad en la administración
pública.

Es por ello que cabe formular el problema planteado efectuando las


siguientes preguntas a la luz del ordenamiento jurídico vigente: ¿Cuál es el
Marco Jurídico de los delitos militares en hechos que atentan contra la
integridad, independencia y libertad de la nación, en el Tribunal Militar de la
Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira 2019? ¿Cuál es el
conocimiento que se posee sobre la historia de la jurisdicción militar en
Venezuela en el Tribunal Militar de la Circunscripción Penal Militar del estado
Táchira? ¿Cómo es la autonomía del Derecho Penal Militar en la Justicia
Militar en la Circunscripción Penal Militar del estado Táchira? ¿Cuál es la
aplicación y alcance del fuero militar ante los delitos que atentan contra la
integridad, independencia y libertad de la nación en la Circunscripción Penal
Militar del estado Táchira?

Objetivos de Investigación

Objetivo General

Analizar el Marco Jurídico de los delitos militares en hechos que atentan


contra la integridad, independencia y libertad de la nación, en el Tribunal
Militar de la Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira 2019.

Objetivos Específicos

Identificar el conocimiento que se posee sobre la historia de la jurisdicción


militar en Venezuela en el Tribunal Militar de la Circunscripción Penal Militar
del estado Táchira.

Determinar la autonomía del Derecho Penal Militar en la Justicia Militar en


la Circunscripción Penal Militar del estado Táchira.
Determinar aplicación y alcance del fuero militar ante los delitos que
atentan contra la integridad, independencia y libertad de la nación en la
Circunscripción Penal Militar del estado Táchira.

Justificación

El Derecho Penal Militar, hoy en día, puede considerarse como una


disciplina jurídica de suficiente autonomía, capaz de integrar por sí sola una
especialidad, y desarrollar un programa de estudio universitario con un
nutrido horario de clases de alto interés didáctico. Semejante afirmación
proviene de razonamientos fundamentados en la importancia e interés que
ha adquirido en estos últimos tiempos esta nueva materia penal; sin
embargo, siendo como es, de extracción originaria del Derecho Penal
Común, no ha podido liberarse aún de los problemas complejos que la
ciencia matriz, tradicionalmente ha presentado y los cuales le ha legado con
un fatalismo necesario.

Quizás uno de los problemas más intrincados que ha venido confrontando


esta especialidad, ha sido el de resolver con un criterio firme y definitivo, la
incidencia procesal que trae consigo el delito militar respecto a su verdadero
y preciso encuadramiento jurisdiccional. Es así que se aborda el presente
trabajo de investigación que tiene como objetivo general analizar el Marco
Jurídico de los delitos militares en hechos que atentan contra la integridad,
independencia y libertad de la nación, en el Tribunal Militar de la
Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira 2019., por tal razón trae su
justificación desde diferentes ámbitos como lo son desde lo teórico, práctico y
metodológico.

A nivel teórico, la investigación amplía información disponible sobre el


marco jurídico de los delitos militares, puesto que se identifican un conjunto
de conceptos teorías y jurisprudencia venezolana referida a la variable en
estudio, los cuales serán posteriormente confrontados con los resultados
obtenidos en el estudio. Así mismo desde lo práctico, representa un aporte
para todos los entes involucrados en el derecho tanto civil como militar,
permitiendo suministrar información valiosa sobre el ordenamiento jurídico
vigente y su posición respecto a los delitos militares.

Desde el punto de vista metodológico, se justifica dado que se ha


enmarcado bajo una serie de pasos sistematizados a través del método
científico, usándose además técnicas e instrumentos para recolectar la
información que dará respuesta a los objetivos planteados inicialmente, así
mismo servirá de antecedente para futuras investigaciones que estudien o
aborden una variable similar.
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

Antecedentes de Investigación

Medina, A. (2015), en el estado Carabobo realizó un trabajo de


investigación que tuvo como objetivo general analizar el delito continuado
ante la perspectiva de la política criminal en la legislación penal venezolana,
siendo un estudio de tipo descriptivo-documental. La naturaleza extralegal de
las normas reguladoras del delito continuado, al igual que la necesidad de
ordenamiento dogmático sobre esta institución, han conducido los propósitos
teóricos y prácticos de la presente investigación, que además de destacar
importantes consideraciones críticas sobre la doctrina en la materia, propone
para finalizar, alternativas de solución político - criminal que expresan una
profunda reflexión sobre la aplicación de esta controvertida figura en el
campo legal.

Al respecto se concluyó que la aplicación de las normas concernientes al


delito continuado, han hecho inaplazable la necesidad de ordenar
dogmáticamente la materia, desde sus precisiones conceptuales más
importantes, partiendo por su conceptualización y naturaleza jurídica,
pasando por su fundamento y requisitos, hasta llegar al esclarecimiento de
los límites de la aplicación de la teoría de la figura del delito continuado. Al
respecto se propuso unificar una serie de posiciones acerca de la
conceptualización del delito continuado, con el fin de delinear la verdadera
naturaleza jurídica de esta figura, por cuanto de ella van a depender efectos
sustantivos y procesales importantísimos.
El antecedente citado, destaca los elementos claves sobre la figura del
delito continuado, por parte de la doctrina y jurisprudencia que ha ofrecido
artificios prácticos carentes de asidero legal, para proporcionar solución a
determinadas necesidades, surgidas en el seno de la controvertida praxis
judicial penal. De tal manera que deja aportes significativos para la presente
investigación, puesto que contribuye en la sustentación teórica de las
variables planteadas.

Arrieta, Reina y Ferrer (2010) ejecutaron un estudio investigativo titulado


Análisis del Hecho Punible en el Derecho Penal Militar Venezolano, cuyo
objeto consistió en analizar el hecho punible en el Derecho Penal militar
venezolano. El tipo de investigación fue documental por cuanto la
información recabada fue extraída de textos, leyes, entre otros. La técnica e
instrumento de la recolección de datos necesaria para el desarrollo de la
presente investigación fue la observación directa documental. El tratamiento
de la información se llevó a cabo cualitativamente por medio de la
interpretación. Se concluyó que en la legislación venezolana los delitos de
carácter militares son aquellos actos que atentan contra el bien objeto
jurídico de protección de la institución armada como la obediencia,
subordinación y disciplina.

Existen de manera general dos tipos de delitos militares tales como los
delitos puramente militares y los delitos militarmente calificados, donde para
verificar su existencia se deben analizar varios elementos tales como la
acción, tipicidad, antijuricidad, culpabilidad, imputabilidad y penalidad, que al
estar en su totalidad se considera la presencia de un delito ya sea de
derecho militar u ordinario. De igual forma, evidenciaron la diferencia
existente en el sentido del objeto jurídico de protección debido a que en el
Derecho ordinario se protege la garantía del cumplimiento de las normas e
integridad de la sociedad, que acarrea un castigo o pena de índole judicial e
impuesto por la autoridad legítima, contra de la persona que cometió un
delito, en cambio, en el Derecho militar se protege la institución armada.

Bases Teóricas

Marco Jurídico de los Delitos Militares en hechos que atentan contra


la integridad, independencia y libertad de la Nación

La concepción del delito, como acción típica, antijurídica y culpable es


aceptada por la legislación latinoamericana; ésta la admite como una acción
u omisión tipificada y penada por la ley. El precisar que actos constituyen
estrictamente un delito militar en los instrumentos legales, sigue siendo la
materia pendiente en los países de la región, ésta omisión ha permito que a
la hora de juzgar exista confusión, sancionándose actos tipificados en los
Códigos Penales Comunes, como actos militares.

Un acto militar considerado como culpable debe necesariamente violentar


el bien jurídico protegido, que nace de la función destinada a cumplir los
miembros de las fuerzas armadas, como es velar por la seguridad externa de
los países. En la opinión de Mera, J. (2010):

La esencia del Derecho Penal Militar está referida a la guerra y


por lo tanto es cuestionable que los delitos cometidos en tiempos
de paz afecten esencialmente a la eficacia del bien jurídico
protegido, más cuando son de naturaleza disciplinaria y
desobediencia, las que podrían ser abordadas por los
reglamentos respectivos, así como por la propia justicia penal civil
(p.46).

En concordancia con el autor citado, el derecho militar refiere que los


delitos cometidos en tiempos que estén lejanos a la guerra se vean
afectados en lo que se refiere al ordenamiento jurídico. En el mismo tema
cabe resaltar la opinión de Rodríguez, A. (2010) quien indica que “en un
estado democrático de derecho, no se puede aceptar que la simple infracción
a un deber o la disciplina, conforman bienes jurídicos, sin hacer referencia
necesaria a la misión de proveer seguridad que tienen asignadas las fuerzas
armadas” (p.21), es de esta manera, que se debe recordar que si la única
función legítima de la fuerza armada en un Estado democrático es la de
resguardar la soberanía nacional de un estado frente a amenazas o
agresiones externas, el único bien jurídico estrictamente militar que merece
tutela jurídico penal es la defensa de la comunidad o seguridad externa del
Estado.

En el mismo orden y dirección, un Delito Militar en la normativa penal


militar tiene como característica la formalidad, esto es de un acto que la ley
tipifica y sanciona con una pena determinada, lo que no tiene posibilidad de
penetrar en el fondo mismo del hecho delictivo y de revelar su naturaleza. La
tipificación y sanción a los delitos militares en su mayoría están
comprendidos en los Códigos Penales Militares y las faltas consideradas
como disciplinarias se hayan en los reglamentos internos de las fuerzas, en
otros casos se encuentran dentro de los Códigos Militares que agrupan toda
la legislación penal militar.

Conocimiento sobre la Historia de la Jurisdicción Militar en


Venezuela

Para conocer la historia de la jurisdicción militar en Venezuela, es


necesario dar un salto a los inicios en que se divulga el Código Militar, pues
éste data del 17 de julio de (1938), el mismo que fue reformado el 06 de
noviembre de (1945) y el 04 de octubre de (1958). En esa época la
Organización Judicial Militar era totalmente desconocida, la mayor herencia
negativa era atribuida a su dependencia militar, se veía y reconocía como un
apéndice de la Dirección de Justicia Militar y así funcionaba.

A partir de (1962) en el llamado juicio de las Guerrillas, seguido por el


procedimiento extraordinario, mediante un proceso abierto al público y a la
prensa y con defensores privados; transmitido por radio y con todas las
garantías que la Constitución de (1961) otorgaba, cuando comienza la
consolidación de la Organización Judicial Militar.

El 2 de septiembre de (1998), se produce la última reforma parcial del


Código de Justicia Militar, dentro del marco de reformas del sistema procesal
penal venezolano. En dicha reforma parcial, se eleva su jerarquía a la del
Código Orgánico de Justicia Militar, se adopta el sistema oral-acusatorio y se
le da función a la Corte Marcial de Corte de Apelaciones, manteniendo
además su tradicional competencia de conocer en única instancia de las
causas que sigan a Oficiales con el grado de General o almirante.

A fines de (1998), el Congreso sanciona el Código Orgánico Procesal


Penal y el Código Orgánico de Justicia Militar el mismo que entró en vigencia
el 1 de julio de (1999). En ese momento se plantea preparar la jurisdicción
penal militar para que se inserte dentro de esta era de la justicia oral. El 19
de marzo de (1999), es juramentada la nueva Corte Marcial de la República
Bolivariana de Venezuela, proponiéndose en ese momento la
implementación del Proyecto de Modernización de la Jurisdicción Penal
Militar de la Republica; para modernizar, preparar, adaptar, formar e instruir a
la jurisdicción para el cambio procesal.

La Jurisdicción Penal Militar a través de su Corte Marcial, quedaría lista


para el mes de julio de (1999), a nivel de estructura organizativa física, para
implementación del nuevo sistema oral acusatorio en Venezuela, el cual
significó un cambio de paradigma para la justicia penal venezolana, que se
adaptaba a un sistema oral, de jurados, con la posibilidad de la suspensión
del proceso y de la rebaja de la sentencia por la admisión de los hechos.

El Código Orgánico de Justicia Militar publicado en la Gaceta Judicial No.


5.263 el 17 de septiembre de (1998), se compone de dos Libros: “El Libro
Primero regula la organización y procedimiento de los Tribunales Militares. El
Libro Segundo norma sobre los Delitos y Faltas Militares” (s/p). El
Reglamento de Castigos Disciplinarios No. 6, publicado en (1949) ha sido
señalado reiteradamente de inconstitucional, sin embargo a pesar de no
garantizar el derecho a la defensa y el debido proceso, la jurisprudencia ha
ratificado su vigencia y aplicabilidad.

Antecedentes del Fuero Militar

En el año de (1830) en el marco constituyente se produce en Venezuela


una serie de controversias en torno al fuero militar, tras la disolución de la
Gran Colombia, se originan conflictivas relaciones entre el ámbito civil y
militar durante el siglo XIX, motivo por la cual el fuero militar se convirtió en
un elemento contradictorio con el moderno republicanismo, fundamentase en
la igualdad que debían tener todos los ciudadanos ante la ley, de acuerdo a
lo establecido en las primeras cartas magnas, donde se establecía la
eliminación del sistema de castas o cualquier tipo de privilegio de clase
social.

Es necesario acotar, que esta divergencia comenzó a producirse desde


que la Corona española bajo la dinastía de los Borbones, reformó de manera
sustancial el estamento militar produciéndose un importante proceso de
movilidad social, muchos individuos originarios de diversos grupos sociales,
no sólo lograron insertarse en la estructura del cuerpo armado, sino que lo
hicieron a la propia sociedad colonial, en virtud que la posesión de los grados
militares los hacía merecedores de tal reconocimiento así como el prestigio y
el disfrute de los privilegios tanto sociales como jurídicos que les
proporcionaban tanto el fuero militar como el status de grupo social.

Siguiendo bajo la misma temática, en tiempos modernos el fuero incluía


jurisdicciones privilegiadas, entre las cuales se tenían las del ejército, las del
clero, las corporaciones de comerciantes y de la industria minera; cada una
poseía sus propios tribunales, razón por la cual operaban fuera de la
jerarquía de los tribunales ordinarios. El fuero privilegiado fue llamado fuero
de guerra, definido en forma diferente por dos estatutos reales promulgados
respectivamente en (1551) y (1587) así lo describe Fernández, J (2012):

El primero concedió jurisdicción militar tanto en las causas civiles


como en las causas criminales para los oficiales y soldados de las
compañías de guardias de los Reinos de Castilla, Navarra y
Granada. El segundo extendió el mismo privilegio para todos los
militares de mar y tierra (p.24).

Durante los dos siglos siguientes, y en virtud del desarrollo del ejército y
enmarcado en una necesidad perentoria de demarcar con mayor precisión la
relación con los otros elementos de la sociedad, se fue ampliando su alcance
original mediante disposiciones reales e interpretación de los tribunales. En
el caso venezolano, si bien es cierto que un principio nuestros militares
demostraron sumisión, lealtad y fidelidad a las leyes establecidas para
regular el nuevo orden político e institucional, con el paso de los años fueron
haciendo expresa su desavenencia frente a diversas cuestiones
contempladas en la Constitución de (1821) y en la legislación ordinaria que
se había promulgado, pero fundamentalmente, frente a buena parte de las
órdenes que desde la capital se emitían por consideraciones contrarias al
interés de los venezolanos, por no decir que al suyo propio.

Origen de la Justicia Penal Militar en Venezuela

Es necesario encontrar el origen de la historia de la Justicia Militar en


Venezuela, razón por la cual es importante remontarse en el año de (1817),
específicamente el 7 de Junio, fecha en la cual el Libertador Simón Bolívar,
desde el Cuartel General de San Feliz dictó el “Reglamento Sobre el Modo
de Conocer y Determinar en las Causas Militares”, teniendo la siguiente
exposición inicial según el aporte de Boscan, Y. (2011): “con el objeto de
establecer un parte general de juicios que se observe en todos los ejércitos y
guarniciones de la República, y que bajo un método sencillo y breve conozca
de todos los delitos que puedan conocer los militares, he tenido a bien
decretar el establecimiento y formación de un consejo de guerra
permanente, en todo ejército, división y brigada que operen separados a
cuyo juicio estaban sujetos todos los individuos militares de cualquier clase y
arma que sean, bajo las reglas”.

El primer militar enjuiciado fue el General en Jefe Manuel Carlos Piar; Piar
anhelaba la independencia y con ello el poder y todos los derechos políticos
y sociales de los mestizos, su condición de pardo, le llevo a confrontar a sus
superiores criollos, inclusive al libertador Simón Bolívar que formaba parte de
los mantuanos, razón por la cual decidió conspirar contra el libertador y todo
su ejército el cual era dirigido por blancos (criollos), y quiso promover una
guerra de castas, Piar fue capturado en la localidad de Aragua de Maturín,
por el General Manuel Cedeño, para posteriormente ser llevado a juicio de
acuerdo a lo establecido en el decreto de conspiradores de agosto de (1813),
el libertador Simón Bolívar imparte la respectiva orden escrita a los
integrantes del Consejo de Guerra , para darle apertura al Juicio Militar
contra el General en Jefe Manuel Carlos Piar.

El 16 de octubre de (1817), el General en Jefe Manuel Carlos Piar fue


enjuiciado y condenado a muerte en angostura por los delitos de
insubordinación, deserción, sedición y conspiración. El Presidente del
Consejo de Guerra fue el Almirante Luis Brión, el Fiscal el General Carlos
Soublette y el Defensor su acérrimo enemigo el Capitán Fernando Galindo,
quién logró que se desestimasen los delitos de insubordinación y deserción.
Posteriormente el 09 de octubre del año (1830) el libertador promulgó el
Reglamento de las Formalidades Procedimentales para la Celebración de los
Juicios Militares.

El primer Código de Justicia Militar y Naval fue promulgado en (1849) y


sufre una reformación el 18 de abril de 1904 siendo denominado Código de
Justicia Militar y apareció por primera vez la jurisdicción especial con la
respectiva creación de la Corte Marcial. Es necesario citar que en el año
(1933), sufrió una reforma poco significativa, para que posteriormente en el
año de (1938), sufriera una tercera modificación de suma importancia en
virtud que se establecieron los principios que rigen el proceso penal militar,
las competencias de los tribunales militares, su organización y las normas de
carácter sustantivas.

Posteriormente en el año de (1945) la junta revolucionaria de gobierno,


reformo el código de justicia militar donde se decretó la aptitud para el
ejercicio de las funciones de jueces a todos los oficiales activos del ejército y
de la armada. En el año de (1998), se da paso al sistema acusatorio,
actualmente la jurisdicción penal militar venezolana tiene su fundamento en
el artículo 261 de la CRBV: La jurisdicción penal militar es parte integrante
del Poder Judicial, y sus jueces o juezas serán seleccionados o
seleccionadas por concurso.

Su ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento


se regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el
Código Orgánico de Justicia Militar. La comisión de delitos comunes,
violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán
juzgados por los tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales
militares se limita a delitos de naturaleza militar.

Organización de la Justicia Militar en Venezuela

La organización de la Justicia Militar en Venezuela, también se remonta a


la época de la Colonia, con las ordenanzas reales y el funcionamiento de
Tribunales militares. Tras la independencia, se sancionaron varias normas
que fueron sufriendo diversas modificaciones a través de leyes y decretos,
hasta llegar al actual Código Militar que data del 17 Julio (1938), reformado el
06 Noviembre (1945) y vuelto a reformar el 04 de Octubre (1958).
Sin embargo, se destaca que para el año de (1958) la Organización
Judicial Militar era desconocida, junto al Derecho Penal y Procesal Penal
Militar. Fue a partir de (1962), en el llamado juicio de las Guerrillas, mediante
un proceso abierto cuando comienza la consolidación de la Organización
Judicial Militar en Venezuela.

Parafraseando a Prieto (1997), en Venezuela, puede hablarse de Justicia


Militar cuando en el Cuartel General de San Félix, el 7 de junio de (1817), el
Libertador Simón Bolívar, dictó el Reglamento sobre el modo de conocer y
determinar en las causas militares, ello con el objeto de establecer un orden
general de juicios en todos los ejércitos y guarniciones y que bajo un método
sencillo y breve conozca de todos los delitos que puedan conocer los
militares, de esta forma, creo el Consejo de Guerra Permanente, a cuyo juicio
estaban sujetos todos los individuos militares.

Los Tribunales Militares fueron creados por Decreto del Libertador, de


fecha 30 de Agosto de (1828), basado dicho Decreto en la Ordenanza
Española de (1768), estableciéndose de esta forma el Fuero Militar, es decir,
el privilegio de los militares a ser juzgados por los Tribunales Castrenses. Así
las cosas, hasta (1830), Venezuela fue un Distrito Judicial de la Gran
Colombia, pero al separarse Venezuela de La Gran Colombia, se promulga
la primera Constitución estableciendo el Congreso constituyente de Valencia
mediante Ley del 9 de Octubre de (1830), el orden en que debían observarse
y aplicarse las Leyes existentes y dictándose al mismo tiempo nuevas leyes
entre estas las relativas a la competencia y procedimiento que debían seguir
los Tribunales Militares.

Señala el mismo autor que, en (1849) el Congreso legisla sobre los


Tribunales Militares, no obstante; en el año (1873), durante la presidencia del
General Antonio Guzmán Blanco, se ordena la redacción y promulgación del
Primer Código Militar de Venezuela, el cual reunió en un solo cuerpo las
Normas Orgánicas del Ejercito, la Ley de Servicio Militar y el propio Código
de Justicia Militar en su parte sustantiva y procesal, posteriormente fueron
promulgados otros Códigos: (1904, 1923, 1930 y 1933(. Hoy contenidos en la
Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, en La Ley de Servicio Militar y en el
propio Código de Justicia Militar del 18 de abril de (1904(; evolucionando
este último progresivamente hasta llegar al Código de Justicia Militar de
(1938).

Perfilándose de esta manera el concepto de Justicia Militar y


destacándose la creación de La Corte Marcial por Decreto Presidencial No
9308 de fecha 18 de Abril de (1904) bajo la presidencia del General Cipriano
Castro. La Corte Marcial aparece legalmente instituida en el Código Militar el
18 de Abril de (1904), en tanto que previo a esta fecha existía la Alta Corte
Federal que se constituía con carácter de marcial y para su funcionamiento
quedaba integrada con la suma de dos (2) Jueces Militares, quienes debían
ser Oficiales del grado de General en su más alta jerarquía, de ser posible.

Se puede decir que, con precedencia a este Código de (1904), el


promulgado el 20 de febrero de 1873, denominado Código Militar de
Venezuela, cuya redacción fue ordenada por el General Antonio Guzmán
Blanco al General Felipe Estévez, reuniendo en un solo cuerpo Normas
Orgánicas del Ejército, la Ley del Servicio Militar y, la parte sustantiva y
procesal de la Justicia Militar, en ella se estableció el Tribunal Superior
Marcial, con competencia para conocer en segunda instancia de las
sentencias dictadas por los Consejos de Guerra Ordinarios.

En el siguiente Código Militar, correspondiente al año (1882) la normativa


legal no varía en cuanto a las competencias jurisdiccionales de la Alta Corte
Federal y el Tribunal Superior Marcial, hasta llegado el ya referido Código
Militar de 1904, promulgado bajo la presidencia del General Cipriano Castro,
según Decreto Presidencial N° 9.308 de fecha 18 de Abril de (1904) y cuyo
artículo 1960 estableció: Habrá en el Distrito Federal, un tribunal militar
denominado corte marcial, constituido por siete vocales, que elegirá el
ejecutivo federal en las graduaciones de oficiales generales, para conocer en
segunda instancia de las sentencias que dicten, tanto los consejos de
guerras de oficiales generales, como los ordinarios, y cuya apelación sea
interpuesta oportunamente.

Sin embargo, es de acotar, que esta Corte Marcial no era de naturaleza


permanente. Corresponde al Código Militar promulgado el 12 de julio de
(1923) establecer que la corte marcial será permanente, funcionará en la
Capital de la República y estará constituida por siete Vocales elegidos, por el
Ejecutivo Federal en la graduación de Oficial General y que gocen por
cualquier causa de alguna pensión.

Así las cosas, señala Prieto (1997), que En el artículo 470 del Código
Militar promulgado el 21 de junio de 1930, se rebaja a cinco el número de
Oficiales Generales, que no estén en servicio activo y de la más alta
graduación posible. La elección quedará en la autoridad de la Corte Federal
y de Casación y pasa al Ministro de Guerra y Marina la facultad de presentar
la lista correspondiente a esos fines. La única designación prevista es la del
Presidente y Secretario del Tribunal, quedando los demás integrantes con el
rango de Vocales. (p.22). La competencia de la Corte Marcial se remite
exclusivamente a conocer en segunda instancia y las demás que le asigne la
Ley, eliminándose las facultades señaladas anteriormente.

El primer Código de Justicia Militar es promulgado el 21 de julio de (1933),


luego se reforma en el año, (1938), y se la realizan reformas substanciales
en cuanto a la organización judicial en 1945 entran a formar parte de ella los
Profesionales del Derecho, en la categoría de Oficiales Asimilados a ejercer
determinados cargos y entre éstos, el de Relator de la Corte Marcial.

Para el año de 1958 la Organización Judicial Militar era totalmente


desconocida y en paralelo al Derecho Penal y Procesal Penal Militar. La
mayor herencia negativa era atribuida a su dependencia militar, se veía y
reconocía como un apéndice de la Dirección de Justicia Militar y así no sólo
aparecía sino funcionaba fácticamente. Corresponde al General de Brigada
(AV) Antonio Briceño Linares, Ministro de la Defensa, dar los primeros pasos
para ir deslastrando a la Organización Judicial de esa Dependencia.

En el año (1962), por procedimiento extraordinario, se presentó un


proceso abierto al público y a la prensa, y con defensores privados y con
todas las garantías que la Constitución de la República otorga. Es a partir de
ese año cuando comienza la consolidación de la Organización Judicial Militar
y tenía que ser la Corte Marcial la que iniciase realmente un proceso de auto
identificación jurisdiccional, sin marginar ni obviar la dogmática y disciplina
militar.

En este sentido, correspondió a la Corte Marcial impulsar los principios


constitucionales de soberanía, independencia y autonomía que le son
propios a todo poder judicial, estableciéndose que la función principal del
Ministerio de la Defensa, a través de la Dirección de Justicia Militar, es
netamente de apoyo y de servir de órgano de coordinación. Como se puede
observar, la Corte Marcial logró su autonomía presupuestaria para consolidar
ciertamente los valores hoy innegables de cabeza rectora del Poder Judicial
Militar en términos soberanos e independientes.

En el año (1998), se produce la última reforma parcial del Código de


Justicia Militar, dentro del marco de reformas del sistema procesal penal
venezolano. En dicha reforma parcial, se eleva su jerarquía a la de Código
Orgánico de Justicia Militar, se adopta el sistema oral-acusatorio y se le da
función a la Corte Marcial de Corte de Apelaciones.

Es de señalar que en el año (2004), el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)


en Sala Plena mediante Resolución N° 2004-0009 del 18 de agosto,
publicada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°
38.021 del 13 de septiembre de (2004), creó el Circuito Judicial Penal Militar,
conformado por una Corte de Apelaciones con competencia a nivel nacional
y los Tribunales Militares de Primera Instancia constituidos por jueces
profesionales en funciones de control, juicio y ejecución.

Autonomía del Derecho Penal Militar en la Justicia Militar

Relación del Derecho y la Justicia Militar

El derecho en un sentido amplio; es así que Osorio, M. (1981) define: “es


un conjunto de reglas de conducta cuyo cumplimiento es obligatorio y cuya
observancia puede ser impuesta coactivamente por la autoridad legítima”.
(p.26), por lo que se puede decir de acuerdo a esta definición que el derecho
es un conjunto de reglas normas y principios destinados a regular la
conducta del hombre en sociedad, y que para su correcta aplicación se
utilizarán las autoridades legítimas de acuerdo a su respectiva competencia.

Por ello, es de sumo interés conocer las situaciones especiales que se


presentan en materia de derecho, y de mayor importancia, cuando el hecho
real de la violación de una norma crea expectativas jurídicas y de
conocimiento histórico del mismo, por cuanto el derecho, como ciencia, ha
sido conocido y analizado a la luz de las realidades de la sociedad en que se
desenvuelve en un momento histórico determinado.

Por otro lado, el analizar el derecho desde el punto de vista del tratamiento
y la interpretación del derecho militar, es poner en juego la mente crítica para
llegar a comprender la ubicación de esta rama jurídica que se envuelve
dentro de la normativa especial, de donde surge la crítica hacia la institución
armada y hacia el fundamento de la legislación que da vida al concepto
administrativo de organización, que adquiere vida independiente en la
estructura del Estado con un fundamento, también especial, que da origen al
manejo del ciudadano común. Es con esta distinción que se desprende la
idea de un derecho especial, para así poder tratar las desviaciones de
conducta en el ambiente militar fundamentado en una legislación especial
que establece su propia penología, y es así como se le da vida al derecho
militar como rama especial del derecho penal ordinario.

Es así, como el derecho militar según González y Fernández (1986) citado


en Boscan, Y. (2011):

Es el conjunto de normas que describen las obligaciones y


deberes militares, que surgen de la Constitución Nacional, de las
leyes, de los reglamentos y de las órdenes superiores a que se
encuentran sujetos los miembros de la institución militar y que le
permitirá cumplir con sus fines esenciales. (p.103).

Como lo cita el autor original, el derecho militar hace referencia al conjunto


de disposiciones que regulan la organización, funciones y mantenimiento de
las Fuerzas Armadas. Este concepto está estrechamente vinculado con la
definición de disciplina, la cual implica el estricto cumplimiento de los deberes
militares. De aquí que, Martínez (1977) diga a este respecto:

El ejército, organismo social altamente evolucionado, requiere


como primera condición la obediencia, como fuente natural de su
equilibrio jerárquico, como garantía, en fin, de la eficiente
actividad de los agentes encargados del cumplimiento de sus
diversas actividades, la existencia de una disciplina enérgica y
constante, capaz de actuar a la manera de un núcleo cristalizado
de toda su compleja estructura (p.202)

Aun cuando la disciplina no es patrimonio de la institución militar, sino que


ella rige en toda organización como tal, en la Fuerza Armada Nacional
constituye su verdadero ser, y por lo tanto el mantenimiento de ésta es el
principal objetivo del Derecho Militar, conjuntamente con toda la materia
referente a la organización y funcionamiento de la institución castrense. El
Derecho Militar se puede clasificar en dos (2) ramas, a saber:

Derecho Penal Militar y Derecho Disciplinario Militar, las dos (2) primeras
expresiones, en opinión de Torre (1999) , es más exacta la segunda, porque
en primer lugar este régimen es penal, puesto que establece penas, pero de
carácter disciplinario, según sostiene la doctrina moderna, pues implica una
situación de dependencia jerárquica o subordinación, en el destinatario de la
sanción disciplinaria, y en segundo lugar, para evitar que por el uso de la
expresión Derecho Penal Militar, se incurra en la confusión de creer que
existe un derecho penal especial para los militares, dividiendo erróneamente
el Derecho Penal, en ordinario y militar.

Dentro de este marco de ideas, González y Fernández (1986) sostienen


que "mientras el derecho penal militar tiene como objeto el delito militar, el
derecho disciplinario militar, tiene como objeto la falta disciplinaria” (p.107).
La falta militar es toda acción contraria u omisión en el cumplimiento de las
obligaciones y normas del servicio, no contempladas expresamente como
delitos en el Código de Justicia Militar. La falta es una trasgresión elemental
y simple del deber, mientras que el delito es una ofensa compleja y
acentuadamente anormal.

El deslinde entre el derecho penal militar y el derecho disciplinario militar,


tiene como base que las faltas son tipificadas mediante un Reglamento, el
cual constituye un acto administrativo de efectos generales, y las sanciones
contempladas en el mismo son impuestas a través de actos administrativos
recurribles administrativamente. En cambio, los delitos militares y sus
correspondientes penas son contemplados en el Código Orgánico de Justicia
Militar.

Asimismo, en fecha 27 de marzo de (2001), la Sala Político- Administrativa


del TSJ, mediante sentencia N° 467, declaró que el Reglamento de Castigos
Disciplinarios No 6, no posee rango sublegal y dada su estructura y finalidad,
tiene rango de Ley, por lo que fue creada por un gobierno de facto, en estos
casos el poder ejecutivo tiene facultades como el Legislativo y por tanto
resulta equiparable en el rango normativo actual, con las conocidas leyes
formales. Definitivamente, es necesario acogerse al criterio de diferenciar
entre el Derecho Disciplinario Militar y el Derecho Penal Militar, que se
fundamenta según Zaffaroni (1981):

En que mientras éste tiende a la tutela de bienes jurídicos


mediante una coerción que persigue un fin fundamentalmente re-
socializador, aquél mira a la mejor organización de un servicio
público. En el orden criminal, la materia de lo prohibido se
encuentra estrechamente limitado por la tipicidad, tanto que ésta
no ocurra en el ámbito disciplinario. El Derecho Penal protege
bienes jurídicos mientras que el disciplinario mira tan sólo a la
infracción de un deber especial con relación a un servicio
determinado. (p.13).

El derecho penal militar sufrió una etapa de transformación que le hizo


incrementar sus tipos delictivos originados, en su mayoría, por la influencia
de doctrinas políticas y económicas revolucionarias y la aparición de nuevos
delitos en razón del crecimiento de la población y la gran pobreza crítica que
originó un gran estallido social en el ámbito de la delincuencia. Es por eso
que, en algunos países que la mayoría han calificado como pertenecientes a
la categoría de en vías de desarrollo, valiéndose de poderes constitucionales
o de la aprobación del poder legislativo aplicaron las leyes militares para
lograr normalizar el orden constitucional que se encontraban en vía de
subversión. Esta aplicación ocasionó que, en la práctica, los códigos penales
militares tipificaran nuevos delitos que hacen que la penalidad militar actual
sea muy particular, actualizada y diferente.

El conjunto normativo que conforma la estructura jurídica de la Fuerza


Armada Nacional es rico y variado en cuanto a normas e instrumentos,
encontrándose en la actualidad algunos de larga data desarticulados de su
vigencia. Esto ha motivado un conjunto legislativo complejo para poder
adecuar instrumentos a la nueva ley; al referirse a la materia penal militar se
haga una relación de los instrumentos normativos venezolanos más usuales,
por cuanto de ellos y su violación pueden nacer acciones vinculadas a la
autoridad penal militar y su competencia. Es necesario comenzar con una
serie de definiciones del derecho penal militar con la finalidad de entender su
significado para posteriormente abordar el tema de la autonomía:

En un sentido restringido González y Fernández (1986) sostienen que: “al


Derecho Penal Militar se le puede definir como el conjunto de leyes que
organizan la represión de los delitos militares por medio de las penas
aplicadas por los tribunales castrenses".(p. 107). Al analizar el concepto en
sentido restringido, podemos afirmar que el Derecho Penal Militar tiene como
objeto los delitos militares y la pena respectiva. En tanto a criterio de
Zaffaroni (1981) “responde a las imposiciones de una necesidad, en tanto
que la coerción penal común es resultado de la necesidad que impone
ordinariamente la mera coexistencia". (p. 107).

El Derecho Penal Militar, como cualquier otra rama del derecho, puede
definirse en varios sentidos: En un sentido amplio Torre (1999) lo define
como “el que rige las faltas y delitos militares, las sanciones
correspondientes, así como la organización de los tribunales castrenses y el
procedimiento respectivo". (p. 611). Como es evidente, en este concepto se
incluye el Derecho Penal Sustantivo y el Derecho Penal Militar adjetivo, y le
agrega el Derecho Disciplinario Militar, debidamente establecido en el Código
Orgánico de Justicia Militar.

Autonomía del Derecho Penal Militar

El derecho penal militar así como sus características, tiene un papel


importante a nivel legal material, y esto en virtud que de acuerdo a diversas
consideraciones de estudiosos de la materia vamos a desentrañar su
respectiva autonomía para su posterior análisis dentro del campo del
derecho. Siguiendo a Zaffaroni (1981), establece que el Derecho Penal
Militar es especial en tres (3) sentidos:

- Primero sin estar contenido en el Código Penal, lo integra por estar


regido por sus principios y, a la vez los modifica a su favor.

- Segundo tiene una característica principal y es que no todos los


individuos resultan destinatarios de sus normas, como en el Derecho Penal
Ordinario, sino que se dirige a un grupo delimitado de participes: Militares.

- Tercero el Derecho Penal Militar es portador de elementos


específicos con relación a las normas del Derecho Penal Común (s/p)

Otra postura como la de Serrano (2001), afirma que no se trata de un


Derecho Penal Especial, que a pesar de tener principios característicos que
lo rigen y lo diferencian con respecto a la Dogmática Penal, afirman que no
son suficientes para fundar su existencia como ciencia jurídica autónoma,
pues a ella deberá recurrirse para fundamentar sus conceptos básicos; y por
otra parte, la tesis autonómica, conduciría a la devastación del Derecho
Penal.

Es necesario acotar que de acuerdo a lo establecido en el vigente Código


de Justicia Militar de acuerdo a lo establecido en su artículo N° 20, establece
que las disposiciones sustantivas y procesales, civiles y penales de derecho
común, son supletorias del presente código en los casos no previstos por él y
en cuanto sean aplicable, derrumbando cualquier pretensión autonomista del
Derecho Penal Militar venezolano.

Otros doctrinarios, afirman que se trata de una disciplina autónoma, con


principios diferentes a los del Derecho Penal Ordinario. En este sentido,
González y Fernández (1986), manifiestan lo siguiente con respecto a esa
autonomía: “Es así como la ley punitiva castrense aprecia como los más altos
valores humanos a la vida, la libertad, el honor, la propiedad, la obediencia y
la valentía, en forma diversa e incluso antagónica a como lo aprecia el
Derecho Penal Común” (p.111). Asimismo, la ley penal represiva militar
estima delitos que comúnmente no lo son y que carecen de significados en la
vida civil: el delito de dormirse el centinela, la cobardía, la práctica de
homosexualidad, el encender luces durante la noche en un buque, la
deserción, entre otros.

Aplicación de La Justicia Penal Militar Venezolana

La justicia militar en Venezuela es un elemento indispensable para el


mantenimiento de la disciplina en la fuerza armada, ésta que tiene su
fundamento constitucional en la seguridad del Estado para lo cual ha creado
su infraestructura jurídica y organizativa en la Constitución, con el fin de
preservar y dar vigencia a los criterios de independencia, soberanías y
fronteras acompañados de una fuerza armada como institución garante de la
seguridad y defensa nacional así como de la estabilidad de las instituciones
democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes.

En este sentido, el derecho penal militar, que esencialmente se señala en


el COJM (1998), tiene como característica fundamental el ser ejemplarizante
y severo, es finalista en cuanto a garantizar la eficiencia de la Fuerza Armada
Nacional al sancionar, del modo señalado, las violaciones a la disciplina, la
obediencia y la subordinación; pilares en donde descansa la institución
armada. El orden disciplinario militar tiende más a la necesidad de la
eficiencia que al concepto generalmente aceptado de justicia, no siendo por
esto arbitrario, pues dejaría de ser parte del orden jurídico militar.

Es necesario traer a colación el criterio de Flores (2010), el cual consideró


conveniente someter a una jurisdicción penal especializada al personal de la
fuerza armada en el caso de comisión de ilícitos contenidos en el Código de
Justicia Militar. Aquí es necesario separar las faltas militares de los delitos
militares, pues se debe tener presente para ello los pilares fundamentales
sobre los cuales descansa la institución armada, ellos son obediencia,
disciplina y subordinación, el Reglamento de Castigo Disciplinario N° 6
establece en su artículo N° 42 que la institución militar exige la cooperación
espontánea y disciplinada de todos sus miembros, teniendo cada uno
responsabilidad y deberes definidos.

Ahora bien, se analiza la pertinencia del Código Orgánico de Justicia


Militar en la Justicia Militar Venezolana. En la República de Venezuela la
administran los tribunales y autoridades competentes según lo establece el
COJM, (1998) en su artículo N° 1: “la justicia militar en la república la
administran los tribunales y las autoridades competentes según este código,
en nombre de la república de Venezuela y por autoridad de la ley y de
conformidad con lo que este código y el reglamento de castigo disciplinario
dispones”. ( hoy ley de disciplina militar).

La Jurisdicción Penal Militar.

En referencia a la jurisdicción penal militar es conveniente aclarar el


concepto de procesalista, que de acuerdo al Manual de Derecho Procesal
Penal: técnicamente la jurisdicción es una función y la competencia es una
aptitud. Por otra parte analizándolo desde el punto de vista del Código
Orgánico Procesal Penal se define como jurisdicción es el poder de
administrar justicia conforme a las leyes. Ahora bien entrando en contexto, es
necesario traer a colación lo establecido en el artículo 123 del Código
orgánico de Justicia Militar (1988) que establece lo siguiente: La jurisdicción
penal militar comprende:

1. El territorio y aguas territoriales venezolanos; los buques y las


aeronaves de la fuerza armada nacional y el territorio extranjero ocupado por
la fuerza armada nacional.
2. Las infracciones militares cometidas por militares o civiles conjunta o
separadamente.

3. Los delitos comunes cometidos por militares en unidades, cuarteles,


guarniciones, institutos educativos, establecimientos militares o en
instalaciones de entes descentralizados de la fuerzas armadas, en funciones
militares, en actos de servicios, en comisiones o con ocasión de ellas.

4. Los delitos conexos, cuando el delito militar tenga asignada igual o


mayor pena que el delito común, sin perjuicio de lo establecido en el ordinal
anterior.

Es decir, la jurisdicción es el poder de administrar justicia conforme a las


leyes, lo que por analogía podemos manifestar amparados en el principio de
la legalidad que la jurisdicción militar está debidamente establecida en los 4
supuestos citados en el artículo in comento, de manera tal que su ámbito de
competencias está limitado a conocer delitos de naturaleza netamente
militar. Es evidente que se puede encuadrar bajo el criterio de la óptica de
González J. y Fernández L. (1996) en la que define que “al derecho penal
militar se le puede definir como el conjunto de leyes que organizan la
represión de los delitos militares por medio de las penas aplicadas por los
tribunales castrenses” (s/p), en este caso la jurisdicción penal militar está
identificada de manera taxativa, destinada a delitos de naturaleza militar.

Ahora bien, en cuanto a las personas a quienes arropa la jurisdicción


militar, un requisito indispensable para que se pueda tener certeza tanto de
los sujetos como los supuestos para que puedan ser considerados y tenga
supremacía la jurisdicción militar. Articulo N° 124. Están en todo tiempo
sometidos a la jurisdicción militar:

1. Los oficiales, especialistas, individuos de tropa o marinería sea cual


fuere su jerarquía, y la situación en que se encuentren.
2. Los alumnos de las escuelas militares y navales de la república, por
infracciones no previstas ni castigadas en los reglamentos de dichas
escuelas y penadas por el presente código y demás leyes y reglamentos
militares.

3. Los que forman parte de las fuerzas armadas con asimilación militar;

4. Los reos militares que cumplan condena en establecimientos sujetos a


la autoridad militar;

5. Los empleados y operarios sin asimilación militar que presten sus


servicios en los establecimientos o dependencias militares, por cualquier
delito o falta cometidos dentro de ellos.

Se puede observar, que los sujetos identificados están sometidos a la


jurisdicción militar; es decir es a ellos es a quienes se les puede imputar
algunos de los delitos debidamente tipificados en el código orgánico de
justicia militar. La justicia militar tiene como función principal mantener la
incolumidad de los pilares fundamentales sobre los cuales descansa la
Fuerza Armada Nacional, como lo son la obediencia, la disciplina, y
subordinación, todo ellos con la firme intención de preservar su orden
institucional, actuando como una institución organizada para preservar la
propia independencia y resguardar el legado que dejaron los libertadores
como lo expresa la Constitución de la República (1999).

Es evidente que temas sobre la jurisdicción militar son de extrema


delicadeza al momento de realizar un análisis ajustado a lo establecido en la
constitución y las leyes, como he venido manifestando a lo largo del
desarrollo de estos capítulos, la jurisdicción militar está debidamente
establecida ya conocemos, que corresponde, cuales son los sujetos a los
cuales individualiza razón por la cual tenemos la certeza jurídica, que la
justicia militar tiene la responsabilidad de administrar justicia en hechos
delictivos que se cometan dentro de lo que corresponde a la jurisdicción
militar y cometidos por militares, esto con la finalidad de darle a la fuerza
armada de hoy, el carácter de una institución obediente, al servicio de la
República, una institución deslastrada de delitos, faltas y conductas que
atenten contra su espíritu y así proporcionar una herramienta indispensable y
contundente al momento de administrar justicia para el fortalecimiento y
desarrollo de la institución armada.

Aplicación y alcance del Fuero Militar

Jurisdicción y Competencia

En este sentido se menciona la Jurisdicción militar en tiempo de paz, que


destaca que el poder que las leyes confieren a los tribunales militares para
juzgar determinados tipos penales y el que tienen los superiores jerárquicos
para sancionar infracciones disciplinarias de los miembros de la fuerza
armada. Como se desprende del concepto, la jurisdicción militar se divide en
dos ramas, así lo refiere Maggiore, G. (2009): “la jurisdicción judicial militar y
por otro la jurisdicción disciplinaria militar” (p.12).

La primera guarda relación con el poder de los tribunales militares para


conocer de los tipos penales que la ley le entrega a su conocimiento y la
segunda se refiere al poder que tienen los superiores jerárquicos militares
para sancionar ciertos hechos cometidos por militares, que tienen el carácter
de faltas disciplinarias. A dichas faltas se refieren los reglamentos de castigo
disciplinario N° 6. En este sentido, haciendo mención a la jurisdicción judicial
militar, la misma autora citada señala: “la jurisdicción es el poder de
administrar justicia conforme a las leyes” entonces, el concepto de
Competencia (p.14) A mayor abundamiento, el Código Orgánico de
Tribunales en su numeral 108 la define como la facultad que tiene cada Juez
o tribunal para conocer de los negocios que la ley ha colocado dentro de la
esfera de sus atribuciones
El mismo cuerpo normativo, en su Art. 5 inciso 3º contempla como “un
tribunal especial a los tribunales militares en tiempos de paz regido por las
disposiciones orgánico constitucionales contenidas en el Código de Justicia
Militar y sus leyes complementarias. Así mismo se recuerda entonces el Art.
123 y 124 del Código Orgánico de Justicia Militar, en adelante C.O.J.M.
donde resalta que la jurisdicción penal militar comprende: Articulo N° 124.
Están en todo tiempo sometidos a la jurisdicción militar:

1. Los oficiales, especialistas, individuos de tropa o marinería sea cual


fuere su jerarquía, y la situación en que se encuentren.

2. Los alumnos de las escuelas militares y navales de la república, por


infracciones no previstas ni castigadas en los reglamentos de dichas
escuelas y penadas por el presente código y demás leyes y reglamentos
militares.

3. Los que forman parte de las fuerzas armadas con asimilación militar;

4. Los reos militares que cumplan condena en establecimientos sujetos a


la autoridad militar;

5. Los empleados y operarios sin asimilación militar que presten sus


servicios en los establecimientos o dependencias militares, por cualquier
delito o falta cometidos dentro de ellos.

Se puede observar, que los sujetos identificados están sometidos a la


jurisdicción militar; es decir es a ellos es a quienes se les puede imputar
algunos de los delitos debidamente tipificados en el código orgánico de
justicia militar. En efecto, los Tribunales militares siguen conociendo de los
delitos militares, entendiéndose por tales los contemplados en el C.OJ.M,
además de esta competencia que otorga el artículo in comento, surge la
posibilidad de que civiles sean arrastrados por esta jurisdicción, de este
análisis concluimos que el campo de aplicación de esta jurisdicción genera
los siguientes problemas:

1.- El juzgamiento de civiles por tribunales militares.

2.- El juzgamiento de militares por la perpetración de delitos comunes en


ciertas circunstancias tales como en acto del servicio o con ocasión de él, en
recintos militares o en situación de guerra o campaña.

El juzgamiento de civiles, cuyo sometimiento al fuero militar es


fuertemente criticado por la doctrina y la jurisprudencia, tal juzgamiento de
civiles no es aceptado por la doctrina contemporánea, siendo abiertamente
inconstitucional , ya que violenta el derecho a ser juzgado por un tribunal
independiente e imparcial, reconocido en los diversos tratados
internacionales sobre derechos humanos, especialmente en los Art. 8 y 25
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el cual tiene plena vigencia y
aplicación en nuestro Ordenamiento Jurídico, de acuerdo a lo establecido en
el artículo N° 23 de nuestra Constitución, constituyendo así un pilar
fundamental de garantía del debido proceso.

Como se puede ver, existe un abanico de situaciones en los cuales civiles


pueden ser juzgados por tribunales militares, ya por cometer delitos
propiamente militares o delitos comunes en lugares militares, en actos de
servicio o con ocasión de él, ya como autores o coparticipes. Asimismo,
militares que cometen delitos comunes en ciertas circunstancias, también
son sometidos a la jurisdicción militar para su respectivo juzgamiento.

Es necesario acotar, que la inclusión de dichos delitos dentro de la


competencia de los tribunales militares, es propia de la época en que las
Fuerzas Armadas debieron enfrentar a grupos armados desde la época
independentista, actualmente existen dos grandes líneas doctrinarias: en
primer lugar, aquellos que dan un amplio concepto de lo que entienden por
delito militar, y otros restringen tal concepto, siendo al parecer aquella la tesis
mayoritaria en los tiempos contemporáneos en que nos ha tocado vivir.

En el mismo orden de ideas, Fernández, J. (2010) señala que “el fin


primordial de la Justicia Militar y por ende, del delito militar, que es el objeto
de aquélla, es el de asegurar la eficacia de las Fuerzas Armadas” (p.1); con
preminencia de los intereses y derechos particulares, procura la obtención de
la debida eficiencia funcional y orgánica de la institución militar, buscando en
ello, básicamente los principios de jerarquía y disciplina, de respeto y orden.

Por otro lado, la doctrina que concibe de manera más restringida el


concepto de delito militar, es exclusivamente inherente a las obligaciones
militares ( elemento objetivo); es siempre un delito contra el servicio militar
(delito exclusivamente militar), aunque diga relación con la lesión de un
interés común y coetáneamente afecte a un interés militar (delito
objetivamente militar); que además, va unido a un factor subjetivo, una
persona unida a la milicia o equiparada a ésta (elemento subjetivo) .

En esta el delito militar es la violación del deber de un oficio militar, por lo


que se debe distinguir dos elementos fundamentales, la calidad de militar del
hecho y la calidad militar del culpable. Esto es esencial, ya que el delito
militar conlleva la violación de una obligación castrense, si este deber es
común, propio de todos los ciudadanos, el delito no es militar, aun cuando
sea perpetrado por un individuo que ostente dicha condición. Los factores
que determinan el fuero militar, entre ellos las circunstancias de la naturaleza
del delito, que el propio Código someta a su naturaleza y al conocimiento de
los tribunales militares, así como los delitos comunes que sean cometidos
por militares en actos del servicio con ocasión de él o en recintos militares.

A partir, de los conceptos anteriormente expuestos, se analiza los


elementos que deben concurrir para que se materialice un delito de carácter
militar en sentido estricto, asi lo refiere Vallet, Juan (1991), citado en
Chiossone, T. (2009):

Sujeto activo: El que reúna la acción descrita en el verbo, debe reunir


determinadas condiciones de ocupación, esta es el militar o personal militar,
y por último los empleados que presten sus servicios en dependencias
militares.

Objeto jurídico: “Es el bien jurídico que el legislador se ha propuesto


proteger mediante la creación de un determinado delio, que en este caso
debe ser un interés militar.

Elemento material: “Son las acciones u omisiones que causan el daño”.

Elemento volitivo: Es decir, se necesita la concurrencia del dolo o culpa.

Solo si concurren todos y cada uno de los elementos citados, se estará


verdaderamente en presencia de un delito militar en sentido estricto.

La Jurisdicción Penal Militar en razón de las personas de acuerdo a lo


establecido en el Articulo N° 128 del C.O.J.M. que establece que si el delito
común ha sido cometido por militares y civiles, como autores principales o
cómplices, todos los complicados serán sometidos a la jurisdicción militar.
Para ello es fundamental que el delito se cometa por militar o por empleado
civil de las Fuerzas Armadas (Art. 124), ya que la jurisdicción está
establecida, en este caso en razón de las personas.

El elemento calidad militar o de empleado civil del agente que produce el


daño al bien jurídico tutelado no puede faltar. Para estos efectos son
militares los que señala el Art.124 del C.O.J.M, se considerarán sometidos a
la jurisdicción militar: Los oficiales, especialistas, individuos de tropa o
marinería sea cual fuere su jerarquía, y la situación en que se encuentren,
los alumnos de las escuelas militares y navales de la república, por
infracciones no previstas ni castigadas en los reglamentos de dichas
escuelas y penadas por el presente código y demás leyes y reglamentos
militares, los que forman parte de las fuerzas armadas con asimilación militar;
Los reos militares que cumplan condena en establecimientos sujetos a la
autoridad militar; Los empleados y operarios sin asimilación militar que
presten sus servicios en los establecimientos o dependencias militares, por
cualquier delito o falta cometidos dentro de ellos.

La doctrina está conteste que de acuerdo a lo establecido en el Art. 123 y


124 del C.O.J.M, para que la justicia militar conozca de ilícitos comunes, es
indispensable que la calidad militar del agente vaya unida con uno de los
siguientes tres elementos adicionales que debe concurrir al momento de
cometerse el ilícito:

a).- Que se cometa el delito en actos del servicio; entendiéndose por tal lo
que señala el Art. 421, C.J.M. “todo el que se refiera o tenga relación con las
funciones que a cada militar corresponden por el hecho de pertenecer a las
Instituciones Armadas,” debe existir, por tanto, una relación entre el estado
militar y la función que se ejerce.

Este principio, es fundamental para mantener la disciplina militar que debe


reinar en la institución armada, razón fundamental para lograr mantener la
disciplina dentro de las Fuerzas Armadas, y así lograr el cumplimiento de sus
fines. Por este motivo, la situación de los militares no es idéntica a la del
resto de los ciudadanos. Los militares ven limitados el goce de algunos de
sus derechos fundamentales. La razonabilidad y legitimidad de estas
limitaciones, que alcanzan exclusivamente a quienes poseen la calidad de
militares, se explica por las altas misiones que la Constitución atribuye a los
Ejércitos y para cuyo cumplimiento resulta imprescindible la disciplina.

Dado que la razonabilidad y legitimidad de este trato diferenciado surge de


la particular situación de los militares, de la misión atribuida a las fuerzas
armadas, y de la necesidad de mantener la disciplina, resulta evidente la
inexistencia de la razonabilidad y legitimidad en el caso de que se someta al
mismo trato diferenciado a civiles, pues ellos no se hallan en la misma
situación que los militares, ni cumplen la misión atribuida a las Fuerzas
Armadas, ni originan la necesidad de mantener la disciplina.

Someter a los civiles al mismo trato diferenciado de los militares, en


consecuencia, sería una medida irrazonable e ilegítima. Ello no obsta a que a
los militares se les exija cultivar virtudes, tan altas como la disciplina de forma
superior al resto de la comunidad, así mismo quien con fuerza sostiene “No
niego que en el mundo militar el derecho pueda y deba ser un elemento
importante de refuerzo de la disciplina, mas este no debe estar nunca
desligado de un sustrato básico que materialmente le es ajeno y que
finalmente es lo que conforma la disciplina.

Quien de alguna manera esté ligado al mundo castrense podrá comprobar


que el cumplimiento del deber no tiene una relación directa con el temor a la
sanción ni con el cúmulo de obligaciones plasmadas en la ley (no hay un
aprendizaje a partir de los deberes escritos.) hay más bien un hábito
psicológico que los militares adquieren con sus relaciones personales dentro
de la institución.

b).- segundo que el delito sea cometido en cuarteles militares, almacenes,


oficinas, dependencias y demás establecimientos de la Institución armada.
así lo describe el C.OJ.M , en el numeral 1 los buques y aeronaves de las
fuerzas armadas nacionales y l territorio extranjero ocupado por fuerzas
nacionales; en el numeral 3 cometidos en unidades, cuarteles, guarniciones,
institutos educativos, establecimientos militares, en actos de servicio, en
comisiones o con ocasión de ellas. Entonces podemos definir qué se
entiende por recinto militar todo espacio debidamente delimitado, vehículo,
naves o aeronaves en los cuales ejerce sus funciones específicas una
autoridad militar.

c).- tenemos un tercer supuesto y es que el delito se cometa en tiempo de


guerra. De acuerdo a lo establecido en el artículo N° 125 del C.O.J.M, en
tiempo de guerra o de suspensión de garantías la jurisdicción militar se
extiende: a los prisioneros de guerra, a todas las personas que por
cualesquiera razones o motivos acompañen a los ejércitos, por delitos o
faltas cometidos en el territorio comprendido dentro de los servicios de
seguridad, las personas extrañas al ejército que en las zonas de operaciones
cometan cualquiera de los delitos previstos en el título III del libro segundo de
este código, o cualquier acto que los comandantes en jefe prohíban y
castiguen, en órdenes dictadas con anterioridad a la comisión de tales
hechos.

Incompetencia de La Justicia Militar

Existen diversas disposiciones del Ordenamiento Jurídico que de forma


expresa le otorgan a los tribunales militares la capacidad de conocer, juzgar
y resolver delitos cuando se tenga por sujeto activo a un integrante de las
Fuerzas Armadas, el cual fue desarrollado anteriormente, pero existen unas
causas de carácter ordinario que declinan la competencia de la jurisdicción
penal militar a la jurisdicción ordinaria, entonces se cita lo establecido
anteriormente:

Artículo N° 21 del Código Orgánico de Justicia Militar: “El personal de las


fuerzas armadas nacionales quedan sometidos a la jurisdicción ordinaria por
los delitos comunes que cometan, salvo las excepciones establecidas en el
ordinal 3° del artículo N° 123, caso en el cual serán aplicables las
disposiciones del Código Penal, sobre los delitos comunes de que trate”.

La jurisprudencia patria ha sido muy reiterativa y a emanado sendas


sentencias con la finalidad de dejar por sentado la resolución de estos
conflictos de jurisdicción y competencia cuando se encuentran involucrados
militares y civiles en investigaciones que están en poder de la jurisdicción
penal militar entre ellas las citamos a continuación:

Sentencia nº 46 de Tribunal Supremo de Justicia – Sala Plena de 10 de


Octubre de 2012

“…Ahora bien, el razonamiento jurídico precedentemente esbozado,


conduce a esta Sala a considerar que la sustanciación y decisión del asunto
en torno al cual versa la presente causa, por la materia, se ubica en el campo
de la jurisdicción penal; empero, cabe la disyuntiva si le corresponde a la
ordinaria, o si la competencia le asiste a la militar, especialmente, si se
aprecia que en principio los asuntos vinculados con la seguridad de la
República, guardan estrecha vinculación con el ámbito militar.

En este orden de exposición, considera oportuno esta S., analizar lo


dispuesto en el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, habida cuenta de la regulación que efectúa sobre la jurisdicción
penal militar y ordinaria, al establecer que: La jurisdicción penal militar es
parte integrante del Poder Judicial, y sus jueces o juezas serán
seleccionados o seleccionadas por concurso. Su ámbito de competencia,
organización y modalidades de funcionamiento se regirán por el sistema
acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código Orgánico de Justicia
Militar. La comisión de los delitos comunes, violaciones de derechos
humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los tribunales
ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a delitos de
naturaleza militar.

En este sentido, ha sostenido la Sala de Casación Penal, en sentencia Nº


750 de fecha veintitrés (23) de octubre de 2001, que en atención a la
novísima preceptiva constitucional, no existe fuero castrense en razón de las
personas que cometan o sean víctimas de delito, sino que la jurisdicción
sigue a la naturaleza de la infracción, al establecer que:

“…los delitos comunes serán juzgados por los tribunales ordinarios y la


competencia de los tribunales militares se limitará a las infracciones de
naturaleza militar. En consecuencia deben entenderse por estos delitos
aquellas infracciones que atenten a los deberes militares. La Constitución
resuelve, en esta forma las viejas dudas existentes al respecto y lo hace
aplicando el principio de la igualdad: no existe fuero castrense en razón de
las personas que cometan o sean víctimas de delitos, sino que la jurisdicción
sigue a la naturaleza de la infracción…”.

Por su parte, la Sala Constitucional mediante sentencia Nº 1256, de fecha


once (11) de junio de 2002, abordó la cuestión relacionada con la
competencia de los Tribunales Militares, y en tal sentido, estableció lo
siguiente:

“…conforme al dispositivo expreso del artículo 261 de la Constitución, los


delitos comunes cometidos por militares, aun cuando sea en ejercicio de
funciones militares, en actos de servicio, en comisiones o con ocasión de
ellas o encontrándose dentro o fuera de las instalaciones militares, deben ser
juzgados por los tribunales ordinarios, sin que pueda establecerse ninguna
excepción en este sentido y la jurisdicción militar se limita al juzgamiento de
los delitos militares tipificados en las leyes especiales que regulan esta
materia, de forma tal que es la naturaleza del delito lo que determina en
todos los casos la jurisdicción que debe juzgarlo (…)

Por lo tanto, en el caso de autos, al estar previsto el delito que se imputa -


homicidio- en el Código Penal y no en una ley especial que somete las
conductas antijurídicas tipificadas en ella a una jurisdicción penal especial -
militar- como sucede con el Código Orgánico de Justicia Militar, la demanda
que da lugar a la acción interpuesta ante esta sede debe tramitarse por los
órganos de la jurisdicción penal ordinaria.
De lo anterior se desprende que debe desaplicarse al presente caso, por
contradecir la señalada norma constitucional, el artículo 123 numeral 3 del
Código Orgánico de Justicia Militar, publicado en la Gaceta Oficial Nº 5.263,
Extraordinario del 17 de septiembre de 1998. (…) En tal sentido, debe
tomarse en cuenta que, de acuerdo con el artículo 75 del mencionado
Código ‘Si alguno de los delitos conexos corresponde a la competencia del
Juez ordinario y otros a la de jueces especiales, el conocimiento de la causa
corresponderá a la jurisdicción penal ordinaria’ y aun cuando los imputados
en la causa penal resultaren acusados simultáneamente por delitos comunes
y delitos militares, será el juez penal ordinario quien deberá juzgar también
estos últimos”

Sentencia nº 496 de Tribunal Supremo de Justicia - Sala de Casación


Penal de 13 de Octubre de 2009. CONSIDERACIONES PARA DECIDIR:

“…De lo antes expuesto, se observa que el Juzgado Cuarto de Primera


Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal del estado M.,
extensión Barlovento, acordó declinar su competencia, de conformidad con el
artículo 77 del Código Orgánico Procesal Penal, ya que en su criterio el delito
de Posesión Ilícita de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, tipificado
en el artículo 34 de la Ley Orgánica Contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, no es considerado como un
delito de Lesa Humanidad, y por ello puede ser conocido por la Jurisdicción
Penal Militar.

Por su parte, el Tribunal Tercero de Primera Instancia en Función de


Control del Circuito Judicial Penal Militar del Área Metropolitana de Caracas,
planteó el conflicto de competencia, de no conocer, en razón de que uno de
los delitos que se le atribuyen al ciudadano O.V.Z., está contemplado en el
artículo 34 de la Ley Orgánica Contra el Tráfico Ilícito y el Consumo de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, siendo considerado como un
Delito Común, en tal sentido, de conformidad con el artículo 75 y 73, ambos
del Código Orgánico Procesal Penal (Fuero de Atracción y Principio de la
Unidad del Proceso), y 261 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que se refiere a la competencia de la Jurisdicción Penal Militar y
Ordinaria, consideró que el competente es el Juzgado Cuarto de Control del
Circuito Judicial Penal del estado M..

En base a lo antes expuesto, la Sala en principio procede a efectuar las


siguientes Consideraciones:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su


Exposición de Motivos, al referirse al Capítulo III, denominado “D.P.J. y del
Sistema de Justicia”, del Título V de la Constitución, expresa lo siguiente: “…
La jurisdicción penal militar será integrante del Poder Judicial y sus jueces
serán seleccionados por concurso. La competencia de los tribunales militares
se limita a la materia estrictamente militar. En todo caso, los delitos comunes,
violaciones de los derechos humanos o crímenes de lesa humanidad, serán
procesados y juzgados por los tribunales ordinarios, sin excepción alguna…”.

Por su parte, el artículo 261 de la Constitución de la República Bolivariana


de Venezuela, desarrolla el Principio de competencia Penal, estableciendo
que: “La jurisdicción penal militar es parte integrante del Poder Judicial, y sus
jueces o juezas serán seleccionados o seleccionadas por concurso. Su
ámbito de competencia, organización y modalidades de funcionamiento se
regirán por el sistema acusatorio y de acuerdo con lo previsto en el Código
Orgánico de Justicia Militar. La comisión de los delitos comunes, violaciones
de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los
tribunales ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a
delitos de naturaleza militar”.

La Sala de Casación Penal, en sentencia N° 750 del 23 de octubre de


2001, estableció que el artículo 261 del texto constitucional, regula la
competencia de la Jurisdicción Militar y no el artículo 123 del Código
Orgánico de Justicia Militar, en los términos siguientes: “… los delitos
comunes serán juzgados por los tribunales ordinarios y la competencia de los
tribunales militares se limitará a las infracciones de naturaleza militar. En
consecuencia deben entenderse por estos delitos aquellas infracciones que
atenten a los deberes militares. La Constitución resuelve, en esta forma las
viejas dudas existentes al respecto y lo hace aplicando el principio de la
igualdad: no existe fuero castrense en razón de las personas que cometan o
sean víctimas de delitos, sino que la jurisdicción sigue a la naturaleza de la
infracción…”.

Por su parte, el artículo 75 del Código Orgánico Procesal Penal, dispone


que: “Si alguno de los delitos conexos corresponde a la competencia del
Juez ordinario y otros a la de jueces especiales, el conocimiento de la causa
corresponderá a la jurisdicción penal ordinaria…”. Ahora bien, en el presente
caso, al ciudadano Alistado (GNB) O.V.Z., se le siguen dos causas, una por
el delito de Posesión Ilícita de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas
(Penal Ordinario), y la otra por el delito de Deserción Militar (Penal Militar), lo
cual de conformidad con lo establecido en el artículo 75 del Código Orgánico
Procesal Penal, estamos en presencia de delitos conexos…”

En consecuencia, de acuerdo a los artículos 261 de la Constitución de la


República Bolivariana de Venezuela y 75 del Código Orgánico Procesal
Penal, la Sala declara que la competencia para tramitar y decidir la presente
causa, corresponde al Juzgado Cuarto de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del estado M., extensión Barlovento. Así se
declara.

“Por las razones antes expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia, en


Sala de Casación Penal, administrando Justicia en nombre de la República
por autoridad de la Ley, emite los pronunciamientos siguientes:
1) Declara COMPETENTE al Juzgado Cuarto de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado M., extensión
Barlovento.

2) Ordena remitir el expediente al Presidente del Circuito Judicial Penal del


estado M. para que lo remita al Tribunal Cuarto de Primera Instancia en
Función de Control del Circuito Judicial Penal del estado M., extensión
Barlovento, para que continúe conociendo de la causa seguida al ciudadano
Alistado (GNB) OSMAR VILORIA ZAMBRANO.

3) Ordena enviar copias certificadas de la presente decisión al Juzgado


Tercero de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial
Penal Militar del Área Metropolitana de Caracas”

Bases Legales

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

Artículo 1 Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la


libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la
autodeterminación nacional

Artículo 23. Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos


humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía
constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que
contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas en esta Constitución y en las leyes de la República, y son de
aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder
Público.

Artículo 261: La comisión de delitos comunes, violaciones de derechos


humanos y crímenes de lesa humanidad, serán juzgados por los tribunales
ordinarios. La competencia de los tribunales militares se limita a delitos de
naturaleza militar.

Artículo 383 es un delito militar toda acción u omisión que este Código
tenga declarado como tal.

Código Orgánico de Justicia Militar (1988)

Artículo N° 1: la justicia militar en la república la administran los tribunales


y las autoridades competentes según este código, en nombre de la república
de Venezuela y por autoridad de la ley y de conformidad con lo que este
código y el reglamento de castigo disciplinario dispones.

Articulo N° 124. Están en todo tiempo sometidos a la jurisdicción militar:

1. Los oficiales, especialistas, individuos de tropa o marinería sea cual


fuere su jerarquía, y la situación en que se encuentren.

2. Los alumnos de las escuelas militares y navales de la república, por


infracciones no previstas ni castigadas en los reglamentos de dichas
escuelas y penadas por el presente código y demás leyes y reglamentos
militares.

3. Los que forman parte de las fuerzas armadas con asimilación militar;

4. Los reos militares que cumplan condena en establecimientos sujetos a


la autoridad militar;

5. Los empleados y operarios sin asimilación militar que presten sus


servicios en los establecimientos o dependencias militares, por cualquier
delito o falta cometidos dentro de ellos.

Reglamento de Castigo Disciplinario N° 6 (2009)

Artículo N° 42 que la institución militar exige la cooperación espontánea y


disciplinada de todos sus miembros, teniendo cada uno responsabilidad y
deberes definidos.

Cuadro 1. Operacionalización de la Variable

Variable Dimensión Indicador Ítem


Marco Jurídico Conocimiento -Antecedentes del fuero 1
de los delitos que se posee militar
militares en sobre la historia -Origen de la justicia penal 2
hechos que de la jurisdicción militar
atentan contra la militar en -Organización de la justicia 3
integridad, Venezuela militar
independencia y
libertad de la Autonomía del -Relación del derecho y la 4
nación Derecho Penal justicia militar
Militar en la -Autonomía del derecho 5
Justicia Militar penal militar
-Aplicación de la justicia 6
penal militar
-Jurisdicción penal militar 7

Aplicación y -Jurisdicción y 8
alcance del fuero competencia del fuero
militar militar
-Incompetencia de la 9
justicia militar
-Extensión y limitaciones 10
del fuero militar
Fuente: Autoría propia (2019)
CAPITULO III

MARCO METODOLÓGICO

Enfoque de Investigación

La investigación, corresponde a un estudio cuantitativo, según Arias F


(2016) manifiesta: “se dedica a recoger, procesar y analizar datos
cuantitativos o numéricos sobre variables previamente determinadas“(p. 24),
es decir, que se utilizan técnicas estadísticas para analizar la información
que se ha recolectado sobre las variables; estos datos están en total
consonancia con las variables que se declararon desde el principio y los
resultados obtenidos van a brindar una realidad específica a la que estos
están sujetos; en este caso: al Marco Jurídico de los delitos militares en
hechos que atentan contra la integridad, independencia y libertad de la
nación Tribunal Militar de la Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira.

Tipo de Investigación

De acuerdo con los objetivos de la investigación, se ubica en un estudio


descriptivo, al respecto Morán y Alvarado (2010) refieren: “señalan la
presencia de determinados hechos o fenómenos en la población o en la
naturaleza, así como su medición” (p.43).

En efecto, la presente investigación es descriptiva puesto que se pretende:


analizar el Marco Jurídico de los delitos militares en hechos que atentan
contra la integridad, independencia y libertad de la nación Tribunal Militar de
la Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira.
Diseño de la Investigación

La investigación se ubica en un estudio de campo, puesto que los datos


fueron captados directamente de la realidad donde se evidencia el
fenómeno, de acuerdo a los conceptos emitidos por la Universidad
Pedagógica Experimental “Libertador” (UPEL), (2016) se define a este diseño
como: “el análisis sistemático de problemas en la realidad con el propósito
bien sea de describirlos, interpretarlos, entender su naturaleza y factores
contribuyentes, explicar sus causas y efectos, o predecir su ocurrencia”
(p.14). De manera tal, que los datos se recopilaron directamente de los
profesionales del derecho, es decir Abogados que asisten en el Tribunal
Militar de la Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira.

Por otra parte, según el momento en que se realiza esta investigación, se


ubica en un estudio de corte transversal porque se realizó en un determinado
momento, al respecto, Hernández Fernández Y Baptista (2014) refieren: “la
investigación transversal es aquella que se realiza en un periodo
determinado, recolecta la información en un solo momento, en un tiempo
único”. (p. 186), por lo tanto, los datos se recolectaron durante el II semestre
del año 2019.

Población

La población es el conjunto de todos los elementos que presentan una


característica determinada a los que corresponden a una misma definición,
según Arias, F. (2012), la define como: “conjunto de elementos con
características comunes que son objeto de análisis y para los cuales serán
válidas las conclusiones de la investigación” (p.98), en tal sentido, la
población se refiere al conjunto para el cual serán válidas las conclusiones
que se obtengan y a las cuales se refiere la investigación, por lo tanto la
población estuvo conformada por (10) abogados del Tribunal Militar de la
Circunscripción Penal Militar del Estado Táchira.
Muestra

Una vez que se tiene ubicada la población en estudio, es necesario definir


el tamaño de la muestra, en este sentido Bavaresco (2013) enfatiza que es:
“un subconjunto de la población, con la que se está trabajando” (p.92), por
tanto, en el presente estudio la muestra estuvo conformada por los mismos
(10) abogados, denominándose entonces como una muestra probabilística,
que de acuerdo con Hurtado, J (2015) señala: “cada unidad integrante de la
población tiene una probabilidad conocida de formar parte de la muestra
seleccionada; esto hace posible que el investigador pueda hacer un estimado
del nivel de confianza de su muestra” (p.149).

Técnica e Instrumento de Recolección de Datos

La investigación no tiene significado sin las técnicas de recolección de


datos, estas técnicas conducen a la verificación del problema planteado, es
así que Carrera y Vásquez (2007) relatan: “la técnica conduce a la obtención
de información que debe ser guardada en algún medio material” (p.95), es
decir que se trata de los pasos que se deben seguir para obtener la
información necesaria, en el caso de esta investigación se aplicó como
técnica la encuesta, a lo que Arias, F (2016): define “La encuesta por
muestreo o simplemente encuesta es una estrategia (oral o escrita) cuyo
propósito es obtener información” (p.32).

En este sentido, la estrategia se aplicó de manera oral a través de un


instrumento de recolección de datos, tipo cuestionario, por lo que se diseñó
con preguntas cerradas y opciones de respuesta dicotómicas, es decir que
sus respuestas fueron (si y no), el mismo quedó estructurado por un total de
(10) ítems, que quedaron a criterio del encuestado.
Validez del Instrumento

Para determinar la validez del contenido de la presente investigación se


procede utilizando el método del juicio de expertos; para Hernández,
Fernández y Baptista (2014): “se refiere al grado en que el instrumento mide
realmente las variables que determinan el estudio” (p.69), es así que el
procedimiento consistió en la revisión del cuestionario por especialistas en el
área y metodólogo respectivamente. A quienes, se les entregó carpeta de
protocolo de validación; emitidas las opiniones y sugerencias se
consideraron los aspectos a modificar para la conformación definitiva del
instrumento y así poder aplicarlo a la muestra seleccionada.

Procesamiento y Análisis de los Datos

Con el apoyo de la estadística descriptiva se procedió al análisis e


interpretación de los datos, para lo cual se ordenarán, tabularán y se
graficaron, según Vélez, (2011) expone: Los datos se obtendrán con “la
aplicación de los instrumentos serán presentados en cuadros distributivos de
frecuencias e índices porcentuales de las respuestas que arrojará cada ítem,
con la finalidad de desarrollar los objetivos planteados. Este procesamiento
corresponde a la técnica de análisis cuantitativo.” (p. 81).

En concordancia con lo antes descrito, se realizó la sumatoria manual de


cada uno de los ítems realizando tabla de matriz de datos para obtener el
valor absoluto, para luego extraer el porcentaje, vaciando en tablas
estadísticas y representaciones gráficas para su mejor interpretación y
análisis, dando respuestas a las interrogantes formuladas en el problema y
logrando interpretar cada uno de los objetivos planteados en esta
investigación, lo cual se construye las posibles soluciones a los problemas
detectado.
CONCLUSIONES

CUESTIONARIO

Por favor revisa el cuestionario y según su criterio que cada pregunta


coincida exactamente con cada uno de los ítems que están en el cuadro
de variable…..de allí es que sale el capítulo 4 que son los
resultados….si hay algo que considere cambiar por favor lo coloca en
su respectiva pregunta….para yo arreglarlo aquí…..y me lo envía
nuevamente…..para hacer los gráficos..

Otra cosa……la muestra son 10 abogados en su caso…..dame una idea


de resultados, es decir para hacerlo por el tiempo hipotéticamente
necesito que me anotes el número de respuestas para cada pregunta y
opción de respuesta. Para poder sacar los porcentajes …..Como por
ejemplo lo estoy colocando en la primera pregunta

N Pregunta S N
° i o
1 ¿Conoce usted, los antecedentes históricos de lo 8 2
que es fuero militar?
2 ¿Está documentado acerca de lo que fue el origen
de la justicia penal militar en Venezuela?
3 ¿Conoce la organización de la justicia militar en
Venezuela?
4 ¿En su opinión considera que el derecho y la
justicia militar actualmente cumple con el castigo de las
faltas y delitos militares, las sanciones correspondientes,
así como la organización de los tribunales castrenses y el
procedimiento respectivo?
5 ¿Considera que la autonomía del derecho penal
militar actualmente se lleva como una disciplina
autónoma, con principios diferentes a los del Derecho
Penal Ordinario?
6 ¿Según su opinión, la justicia penal militar se aplica
exclusivamente al personal militar?
7 ¿Cree usted, que la jurisdicción penal militar actual
se aplica tomando en cuenta las leyes que organizan la
represión de los delitos militares por medio de las penas
aplicadas por los tribunales castrenses?
8 ¿El fuero militar imputa a civiles por algunos de los
delitos debidamente tipificados en el código orgánico de
justicia militar?
9 ¿Considera que se aplica jurisprudencia ante delitos
que no sean exclusivamente de orden militar?
1 ¿El fuero militar tiene actualmente limitaciones para
0 establecer las decisiones en materia penal militar?

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