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Aüúmoúecae8oúértoa

Saemfuaiaaúiertc
atpafccüo cerrnüo
Defrct¡
fueneo $i[c[eteo
XXI De [¿ combustión de las flores y de como LA INTROITUS
eviterla - 1i3
XXII Del régimen de Saturno. Que es y Por que AS opiniones de los estudiosos no coincid.en
se le llama asi 179
XXIII De los divetsos regímenes de esta obr¿ . . . 183 L, en decidir curl fue la edición princeps de ia
tntrottus. Junto con la. Nooum Lumen Cbymi
XXMeI primer régimen de la obra que es el
de Mercurio ta7 curn, del Cosmopolita, la Introitus Apertas ai Oc-
xxv Del segundo régimen de [a ob¡a que es el clussum Regis Palatium es quizás el irarado alquí-
de Satu¡no t95 mico más conocido en el Occidente moderno Es
XXVI Del régimen de Júpiter 201
también. uno de los más enigmáticos tanro para los
XXVII Del régimen de l¡ Luna 205
XXVIII Del régimen de Venus 209 historiadores como para los aficionados a e;te tipo
xxlX Del régimen de Marte ,11 de literatura. Si se considera generalmente que lá
XXX Del régimen del Sol . . . ,1 'l
edición original fue la inglesa-de William Co'oper.
XXXI D€ la fermentación de la piedra 22r in-8" London 16ó9, Ia primera fue la de ,rn médico
xxXU La imbibición de la piedra 225
dc Heidelberg, John Langius, que apareció en Ams-
XXXlll La muttiplicación de la piedra 229
XXXIV De la manera de realizar la proyección . . . 2r3 terdam en 1662, también in-8d. Langius declara ha-
XxxV De los múltiples usos de esre ane , . 237 berla traducido de un m¿nuscrito iriglés que F-ilale-
Diccionario 243 teo le confió en 7666. No se ha podido cámprobar
Bibliografía 263
la veracidad de t¿l afirmación, y ianto Ia edición de
Cooper como la de Langius son famosas por sus
enores y erratas, utilizándose con más confianza la
magnífica edición latina de Lenglet du Fresnoy, de
1742. du Fresnoy afirmat que siendó tan
-Leng|er
rmperlecta !a edición de Lengius y estando Filale-
teo vivo, le-rogó. que publicara su obra en mejor
estado.que-la edición que acabab¿ de aparecer." Si
la versión francesa del mismo Lengiet du Fresnov
nos ha parecido incluso infiel y deLtadora de uná
¿bsoluta ignorancia acerca del Gran Arte, su ver_
sión latina nos ha resultado mucho más co;vincen_
te que el resto de las versiones que hemos tenido
ocasión de consultar, y hemos optado por usarla
como base para esta ¡raducción éspañoÍa. Hemr:s
observado, por otra parre, que erud-itos de la talla

(1) Ver Pág. XIV del prefacio al romo II de l^,,Histoire


de Id Pbilosol, hie Hetm étiq ue' , , Op . Cif .
lr.nco tilal¿t o Ia entdü ¿bbru al pabcio cetado del e3t

de Louis Figuier o Eugéne Canseliet uriliz¿n nor- Otro p-asaje consider¿blemente enriquecido
malmente esta edición en sus citas, lo cual nos ha por este úaductor tan discreto aparece en él Capí_
llevado a confiar más aún en ella- De todos modos, tulo XX de la Introitus:
por medio de notas, hemos ofrecido al lector las
v¿riantes más sobresalientes que hemos observado "Entonces se hace nuestro Caos, a partir del
cual, por mand¿to de Dios. nacerán todos los milal
entre el texto de Lenglet du Fresnoy y otras dos gros.del mundo, en el orde¡ que les es propio,,
versiones. La primera de ellas, quizás una de las convierte en:
se
más utilizad¿s en Franci¿ durante el siglo XVIII, es
la d: la Bibliotbéque des Pbilosopbes ebimiques de ."llgpio, pues es el laberinto de las siete puer-
tas, la hidra de las siete cabezas, la fuente de'siete
Guillaume Salmon (Paris 1754), que hemoi abre- metales, el éter de los siere dones de sabiduría y
viado con las siglas "B.Ph.Ch.". áe
luz, el Globo de siete espíritu, qu. inOuy", J;a",
La otra es una traducción española que apare- el hogar de las siete iluminacionei o subliáacionei,
ció en Madrid en 1727 , rcalizadz por TeéfiIo, seu- Ie linte¡n¿ mágica de las siere operacion.. n",ur"]
dónimo de F.A. de Texeda. Maxime Préaud, en su Ies, la Caja de los siete auríficos perfumes olorosos
edición de la In*oitusz señala las variantes enrre la y saludables, y el habitáculo de'todos fo, i.ro.á,
versión de Lenglet du Fresnoy y l¿s ediciones de celestes en nuestro microcosmos.,,
Langius y de Cooper, y nos ha parecido que era
inutil repetir aqui estas varianres, pudiendo el lec- . ..Notemos que todo este añadido no está ni en
la edlcrón de Teófilo ni en las de Langius y
tor dirigirse a "L'Entrée ouaerte au Palais Fermá Cooper.
Por su parre Teófilo, temeroso- qriiás aJ tas
da Roy" trad. M. Préaud. En lo que se refiere ¿ las ,hogueras inquisitoriales, pasa por alto algunos pas¿-
que nosotros señalamos, las diferencias son bastan-
Jes o los dtstra,za" a fin de no llamar la itención de
te abundentes y muchas veces los traductores aña- r"rgr¿9. censores. Cuando Filalete" ilbil;;
den palabras o incluso líneas de cosecha propia. l_qr,
Elías3 o de Israel., nuestro traductor,. lar
Notablemente el traductor de la Bibliotbéque-des par¿ que estas palabras tan sospechosas de
r-.ni"
Pbilosophes Cbhtiques, que es presumiblemente iudáj_
zanre no aparczcln en Ia traducción. De todoi
J.M. de Richebourg (utiliza las siglas de J.M.D.R.),
traduce al mismo tiempo que explica e interpreta 1o.;
.l :l cap.ítulo XIII puede darse el gustazomo_ de
traducir la
el texto de Filaleteo. .palabra Israelitas, ya que en"el párrafo
.\^,r se utrllza de un modo despectivo. Tampoco
. . 'l9"yl corazón o cenrro es un cuerpo puro,' pierde ninguna oportunidad pár" ofr."..no'r - r,
del original se conüerte en "Cuyo corazón o óentro propia ciencia cuando en lugaide Sol y Luna
es u-n cuerpo puro, es nuestro Mércurio, Oro solar, tra_
duce. oro y Plzta, o cuando en el Capítúlo
ll en lu_
lzyfre y tintura del sol, Oro filosófico y germen gy.je| c.aos,.a secas, nos ofrece un i,Chaos, o con_
del oro vulgar" (l{I). rusron de dryersas cosas". En el mismo capítulo

(2) L'Entie ouoerte au Palais Fermé du Roy d'Eyténee (3) V,er ,lzrroizs
Pbilal¿tbe. Ed. RETZ Paris, 197ó. XIII-XXVII y XXXIIT y Cap. XIX_XVI.
(4) X I-X)üt, XXrl y XXXV.
L4 efttedd abi¿rt* al p4lacio cerrddo del rqt

caduceus se convierte par¿ el lector castellano en buscaban los famosos "Hermanos de la Rosa{ruz,,
"c¿,luceo o la Vara del Embajador de Paz". Pese a del siglo XVII. No podemos aventurarnos diciendo
estos alardes de Teófilo, sin embargo humilde y que Fiialeteo perteneció a esta cofradía secretau,
sincero al declararse "no adepto, sino apto escruta- pero los paralelismos observables entre las enseñan-
dor del Arte", hemos creído que una nueva traduc- zas de los verdaderos Rosacruces y la Introitus son
ción, más literal, más pobre en aportaciones perso- muchos. Paracelso, el gran Alquimista alemán del
nales por parte del traductor, pero más conforme a s¡glo XVI, en su Libri duo. llnus de Mercuriis
la latin¿, era necesaria en nuestro idioma. Si en al- Metallorum, alter de Quintis E Essentiis, Colonia
gún momento hemos co¡siderado oportuno poner 1582, escrlbía en el capírulo VIII:
algo de nuestra parte, alguna aclaración, nota de
traducción o paralelismo con otros textos, lo he- . "Quod utilis Deus putefieri sinet, quod autem
malorts momenti est, aulgo adbuc usque ad Eliae
mos hecho mediante las notas al margen, señalando Artistae adoentum, quando is aenit...','
las v¿riantes en la traducción al final de cada capí-
"A propósito de eso Dios permitirá que se ha-
tulo. Tales notas podrían multiplicarse, pero nos ga un descubrimiento beneficioso de la mayoi im-
hemos limitado a poner las que hemos considerado portancia, escondido todavía del vulgo, hasía el ad-
necesarias, casi imprescindibles para el lector, mu- venimienro de Elías Artista, cuando él vendrá...,'
ch¿s veces poco familiarizado con este tipo de tex-
tos. En cuanto a nuestra traducción, hemos respe-
t¿do al máximo la literalid¿d del texto, algunas ve-
ces incluso en detrimento a 1¿ fluidez del c¿stellano. (6) Otro personaje contemporáneo dc Filaleteo con el
La Introitas ocupa un lugar especial entre l¿s que lg gree quc nuestro autor estuvo en cofi¡acto,
obras atribuídas a Ireneo Filaleteo. Es donde pue- Go¡tfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), miembro
t¿mbién de la Royal Society, se afilió en't.Oó6 a ta
den entreverse más datos acerca del autor y es en [a
secta alquímica de los Rosa{ruces de Niiremberg.
única donde se nos desvela el hombre al mismo Leibniz se entrevistó en 1673 en Londres con Bovíe
tiempo que el Adepto. Siendo la mayoría del resto y otros miembros de la Royal Soci«y, y rnrnturo.o_
de sus obras apreciaciones y comentarios sobre rrespondencia con Clarke, el amigo ie-Newton. Una
otros autores, podemos considerar gue la Introitus de las obras más importantes de ieibniz, los..Nuevos
ensayos sobre el entendimiento humanoi', que no lle_
es la obr¿ de lreneo Filaleteo por excelencia. El gó a edit¿rse hasta 50 años después de l" ;ü;.;;" ;;
medio para f¿l¡ricar el Gran Secreto de la Filosofía autor, se presenta curios¿mente como un diáloeo ima_
Hermética, el fin último de la Alquimia que es la ginario entre- un tal Teófilo y un tal nilaleteo qle,
fa_
Piedra Filosofal, susceptible de ser utilizada como ra Ios estudiosos modernos, no son sino el 'miimo
Medicina Universal tanto para el hombre como Liebniz y Lacke (1632-1704), el autor det ,,Ensayo
sobre la inteligencia humana',. En su obra Leibniz cíta
para los animales, vegetales y mineraless, es Ia gran
a_ Boyle, a Newton, a R¿imundo Lulio, a Virgilio, a
enseñanza de la Introitus. Esta era la medicina que Van Helmont y a Robert Fludd. El protagonist"a Fiia_
leteo dcclar. haber esrado en Lond'res
/en emsier_
d¿m antes de haber atravesado el mar, lo'que coi.rciae
10 (r) IIrlll y XI-XIV.
a¡ el attaot dela Introitus. 11
Irérreo Filal¿uo La cn*ado obi¿tta at palacio cettado
del *y

Algunos autores Rosacruces, Juan Valentín mos que nuestro autor conoce a Hermes IVIII_¡l
Andreae?, por ejemplo, se refieren también a este XI-II, XVIII-VfiI), a Morien (VIII_t¡t), , B.;;;;á;
misterioso Elías Artista, del que Filaleteo desea el Trevisano (VI-rII, XXIV-I y V, ÍxVr r1ii, J
que su libro sea el precursor8 , áunque en el mismo
.(llI-t, VI- ), que'algúna ,.,
Cosmopo.lita
capítulo declara que Elías Artisra yá ha nacido. S¿- (xIll-IV)' a Artefius (xtx-tx),
"it"'.Jla
bemos, por el Sepber ba Zobare , que Elías es el án- T9,b'nglY9glYl
Rrpley. (XIX-IX y XVII, XXXIr-t), a Flamel (itX_
gel que desciende de cielo del qúe los kabbalistas
reciben l¿s revelaciones. En el Judaísmo rabínico, ILyyX,a . indirectamente U-t¡l), a Augurelle iViii
III) Je¿n d,Espagnet (VlIr-Ix /X_lr¡,."ii.
Elías es el guardián de la traición sagrada. Hasta otros.
ahora nadie ha señalado la posibilidad-de que Fila-
leteo conociera el Zohar o los libros k¿b-balist¿s, .... li lrra concepciones
lntrottus,
y teorías que expone la
parte de Ias citas que ,""br.oa da u..,
pero el final del párrafo XV del Capítulo XIX de se enfl¡entran también en otros autores, no pode_
la, Introitus, Filaleteo escribe que',Dios no estaba mos hablar de influencias exrernas propiámenie
en el fuego ni en el viento, pero su voz llamó a di-
chas, como podría ocurrir en otrá ti¡io a.
Elías" probablemente tom¿dó del libro de los Re- oú.r..
Esta conformidad de teorías y símbolls
yes, del que existe un curioso comentario en el Zo- ,.*i¿ or_
ra hacern_os ver que los verd¿deros pilósofos esián
har. Si nuestro ¿utor conocía la literatura kabbalís- srempre de acuerdo. Hemos señalado las corresoon-
tica como podían conocerla otros alquimistas co- dencias más notables por medio ¡;
mo, por ejemplo Eugenio Filaleteo o Blaise de Vi ";;r;;i;iü;
pagrna. de mod:, q:]e. el lector interesado
gen¿re-, tenemos al menos que admitir que sus co- en pro_
tundtzarlas pueda dirigirse a otros textos.
Alsünas
nocimientos de la Bibli¿ son notables, réfiriéndore de, Ias referencias más claras a la Biblia están"tam-
a ella con frecuencia. Dlen sena_tadas, y el lector que se tome Ia
molestia
Filaleteo, que declara ser un Adepto (prol-I, de consulrar el contexto bíblico de estas citas ob-
I-I, XIII-XXXII), podría citar en su libro a ,,todos tendrá una mayor compren.¡¿n ¿. i"-,;e,it..'J
los
-Filó-sofos",
lo que prueba un conocimiento y ¿brerra al Palacio Cerrado del Rey,,
profundo y extenso de los demás autores, aunqué,
como él mismo escribe, no tiene necesidad de iesl
tigos. A pesar de ello, ya en este primer capítulo,
cita a Geber (I-III), y las referencias ¿ otros h'ilóso- Juli Peradejordi
fos son abundantes a lo largo del libro, donde ve-

(7) Juan Valentín Andreae es el autor dc "Lds Bodqs


Químicas de Cbistian Rosenkreutz", verdadera Bibtia
de los Rosacruccs, que aparecerá en brevc cn esta mis-
m¿ colección.
(8) V er In tr o it a s Xlll-]{xxlll.
12 (e) iet Sepber Hd. Zobar ll-197 2..
13
IRENEO FILALETEO

A vida y la obra de Ireneo Filaleteo constitu-


ycn una paradoja poco mcnos que indescifra_
ble. Esre personaje, que aparece en la hisroria
de,la Alquimia como-el digno sucesor del Cosmo_
pollta, a quren clta a menudo en sus obras. nació en
Inglaierra a comienzos del siglo XVII. En el prefa_
crc de La Entrada Abierta al palacio Cerrado del
Ray, nuestro autor se declara Adepto, lnglés de ;a_
cimienro, deseando ocultar su ;á..iia"? úri.".l
seudónimo de Filalereo. afirma umbién iaf¡cr
escrito este tratado a los 33 años (23 en aluunas
varian_tes). Su nacionalidad qr"da corfir-rdi
ooi
et ultrmo capitulo de la lntroitus: ,.Firmo con el
nombre de Irenco Filalereo, inglés de nu.i.i.n¡o.
hat¡lrant€ del Universo" (XXXV-V). para l_enslet
du
Fresnoyr nació en l6l 2 ; esla afirmación, .o?roUol
r¿da más. tarde por Louis Figuierr, ," br., .n
protogo de la Introitus quc, srgún é1, fue comoues-
.l
ta en 'ló45. trigésimo tercer año de su edad. Sin
embargo según F'ergusonr y según
J. Sraoutt, en ia
primera edrclón inglesa se puecie leer veintitres en
,_,.rCl,t d. treinra y tres. Esro se debería,
según Sa_
douf. o a ur error de imprenta. o a una corrección
rrtencionada del editor al considerar la cdad
de
veintitres años excesivamente tcmprana como para

(1) Le¡gler ju^F'resnoy. "Histoire de pbilosopbia


la Her-
paris t742 (Re¿d. t7s4)
::!,5,:
tomo I, ^9h,-,-9"usretier.
pág. 4OJ,
(2') Louis Figuier. "L'Alcbimie
et le Alcbimistes,' peg.
276. Pa¡is llacherre er Cie. 1856_
(3) John l.erguson.,.Bibliotheca Cbemica,,
Oxfo.i 1905,
Pí9. 194.
(4) J^i:1¡:s.Sa9ou1. "E_l tpsoro de tos Alquimistos,. Ed.
ytaza y Janés,Cap. VIll, Barcelona 197i.
15
Ir¿reo F;laleteo L:::notu !::- d potacio ceftado det rert

que el público creyera que Filaleteo era un Adepto. 1712 apareció una edición alemana en
Francfurt
Por otra parte, es presumible que la edad de treina eorg STA R KE y. E tleuterte eyrot""t
y tres años no sea sino una cifra puramente simbó-
(-G
. pbilosopbiscbe
Kunst das
oli-'i)ii
Feoer zi t otteo, in1z.\
lica, refiriéndose al tiempo que Filaleteo necesitó EI nombre de Staikey prra t, ñrili,
para consum¿r la obra, coincidiendo, por ejemplo "
descubridor d.el ja-bón d'e trementina. Jl
padeció
i.ir*
con la edad de Cristo al morir o con el número de sran_
ues orncultades tinancieras, Io que
grados de ciertas ramas de la Masonería.
hizo quá sus
acreedores Io llevaran , Io. tiibunil.i
celado. Murió en septiembre d. 166í
y-i.;;;;.".
Si la Introitus no fue publicada hasta I ó67, su .; i;;;i;_
reputación así como la de Filaleteo eran ya grandes mra oe peste que asoló a Londres-
entre los aficionados al Gran Ane. Ya en 1654 apa- Se sabe que ya desde ló51 circulaban
cooi¡s
reció en Londres un tratado en versos en ingles ti- manuscntas de la Introitus entre los
mi.mbroi a.
truJad,o Medulla Alcbemine (La Médula de la Alqui un.pequeño círculo alquímico que
se autotitulaba
mia) cuyo autor pasaba por ser Ireneo Filoponos Cg$;o Int:isibte",' al que pertenecía Srarkev.
ltLranret
Filaleteo. Declar¿ba haber recibido de Filaleteo rtzewrr, en su edición del tata.do Ex¡erieln_
una proüsión de polvo transmutatorio, instruccio- ctds
nes de como debía utilizarlo, así como varios trata-
7ob:! la prepardción del Mercurio Filásóico
Para li.liedr!, atribuído a Filateteo, L p;;;;;;;;:
dos manuscritos entre los que se encontraba la 1z- mo "Filósofo Americano, lnglés de
troitus. Apzrecía en esta obra un prefacio firmado naoltante del Universo',. Este tratado"iii.i.rl- "
apareció ei
por Egregius Christo, que se presenta como el edi- Amsterdam en l ó6g, cu¿n¿o piiriet.o
tor de las obras de Filoponos. Se supo pronto que dedor de 56 años.
;;;;'il:
el personaje que se ocultaba bajo el seudónimo de .Se ha lanzado la hipótesis dc que el
Egregius Christo era un t¿l Georges Starkey, naci- nombre de lreneo FilalÉteo era Thomas verdadero
d" ü;;-
do en las Bermudas hacÁ 1627 y que había vivido hans.. Un alquimista de nrestt
;;l;:;L;iÍ:
en Boston hacia 1650. Gracias a Starkey sabemos qu1 cita ampliamente a Filaleteo.
nos confirma es_
que Filaleteo vivió en América y que acostumbra- !a nrpotesrs en sus ,,Moradas Filosotales,,o. para
ba, a trabajar en su laboratorio, donde produjo Lenglet du. Fresnoyr, por.otra parte,
no cabría du-
gtandes cantidades de oro y de plata. Varias veces u.
obsequió a Starkey y a su hijo con el producto de
:o _qu.. Vaughan y Filaleteo son una misma oer_
en et país de Gates una famitia Vául-
sus transmutaciones- Starkey fue el autor de un li- i::r..:l,rl1,
xan,-uno de cuyos miembros era Lord y par
hac?a
bro titulado Pytotecnia, editado en Londres en ó2.0, es
]r¡sclcraV muy posible que Ireneo Filalereo perte-
1ó58, del que Robert Boyle emitió grandes elogios a esta noble familia, si hemos de cieer
a
en sus Consideraciones sobre la utilidad de Ia Filo- Jacques Sadoul que afirma Ia existencia a.
sofía natural experimental (Oxford 1663). Esta u" *"]
(5) Ver L. Figuier Op. Cit. pás..217 .
obra fue traducida en 77OG por Jean le Peletier y
Ver L. du Fresnoy Op. Cit-. pás.4Oj.
editada en Rouen con el nombre de La Pyrotecb- (6) Fulcanelli "Las Moridas
nie de Starkey ou lArt de oolatiliser les Alcalis. En f;Uñfrf".,,. pág. 218. Ed.
16 (7) Lenglet du Fresnoy. Op. Cir. pág.403
del Tomo l-
t7
la e t¡adc obi¿rta al pahcio ceftado d¿l ¡erl

nuscrito de puño y leúa de Thomas de Vaughan, muy joven_ Filaleteo es un personaje errante que lle-
firmado por Filaleteo8 . De todos modos, hemos va un¿ vida agitada y llena de aventuras. St sabe
averiguado por otras fuentes que el manuscrito al con bastanre certeza, ya lo hemos visto, que estuvo
que se refiere Sadoul no es de Ireneo Filaleteo, sino en América, donde se hacía llamar Dr. Zheil, y que
de Eugenio Filaleteo, lo que no hace sino compli- en 163ó estuvo en Holanda utilizando el nombre de
car aún más, si cabe, la incognita sobre la personali- Carnobio. Como él mismo nos dice en su Introitus,
dad de nucstro Adepto. Fste manuscrito parece ser se vió obligado a oculrar su verdadera identidad
el de una obr¿ titulada "Long lioers uitb tbe rare cambiando numerosas veces de nombre, para evi-
Secret of rejuz;nescensi of Arttold Villanooa", *ri- tar envidias y persecuciones. Vivió durante algún
buído a Fil¿leteo y colocado por Lenglet du Fres- tiempo en Francia y, aunque s€ ignoran las fec-has
noy en la lista de sus obrase, y que fue publicado exactas de su- permanencia en este país, vemos que
in-8o en Londres (1727), pero que apareció como la Introitus demuestra un profundó conocimie;to
original de Eugenio Filaleteo. Thom¿s de Vaughan de las obras de algunos autores franceses como Ni-
con¡ció una ciert¿ celebrid¿d como poeta, y al de- colás Flamel o Jean d'Espagner¡o. Vivió en Francia
clar¿r el ocultista Arthur E. Waite que Vaughan era apartado del mundo "de una manera ún escondida
Filaieteo, un Iector del Saturday Review le recordó que sólo se dejaba ver a los amigos de confianza,, y
que este poeta iro había estado nunce en América. es curioso constatar que la mayoría de obras que s'e
Otro posible personaje que también habría le atribuyen fueron escrims en francés o se eniuen-
poditlo ser Filaleteo fue uno de los miembros de la tran en manuscritos franceses. Como muchos Adep-
Royal Socicty, llamado John Winthrop. Se sabe tos, especialmente el Cosmopolita, si Filaleteo tuvo
que este gobernador de Connecticut desde 1659 que esconderse fue debido ala avidez y la codicia
hasta, 1662, práctico en las artes químicas, mantu- de sus contemporáneos- Anduvo errante de nación
vo correspondencia con los principales s¿bios de en nación sin poder instalarse definitivamente en
Europa, entre los que se contaban Newton y Jean ningún lugar, por r¿zones de seguridad; él mismo
d'Espagnet. El lector podrá ver a lo largo de su lec- nos lo relate con las siguientes palabras:
tura de la Introitus los numerosos paralelismos en- "FIe encontrado al mundo en un esEdo tan
tre esta obra y la Arcanurn Opus de Jean d'Espag- corrompido que no se encuentra practicamente na-
net. Se sabe también que Newton poseía un ejem- die entre los que se dan una imagen de hombre ho-
plar profusamente anotado de la edición inglesa de nesto o que anuncian su amor al bien común, en
la Introitus. Con todo ello vemos que no sólo es un quien la finalidad personal últim¿ no sea un interés
misterio la identid¿d de nuestro autor, sino tam- sordido e indigno. Y ningún mortal puede hacer na-
bién sus obras y su vida. Su vida, si hemos de creer da en la soledad ni siquiera obras de misericordia,
a Louis Figuier, no es menos inquietante: Ya desde sin poner en peligro su vid¿. Lo he experimentado

(8) Jacgues Sadoul. óp. Cir. Pág. 169. (10) Ve¡ especialmente
(e) Lenglet du Freshoy. Op, Cir. Tomo III, pág.278.
nuesrras notas a los capítulos II y
l¿l vtI. 19
la entrada dbi¿rta at patacio cerailo del ny
hace poco tiempo en el extranjero... He sufrido los
peores disgustos, oblig¿do a disfrazarme, ¿ afeitar_
me la cabeza y llevar una peluca, a utilizar otro , . En.Li Haya, corriendo el año l666,Helvetius
dect¿ro haber recibido una caja con polvo de pro_
1omlrre y a huir de noche, pues de otro modo y^ección " capaz de hacer veinté toneladas
habría caído en manos de los malvados oue me de oio,,.
.trata, como por casualidad, ae t, misma .rntil
Se
acechaban" (XIlt-lv) y más adelante:
dad que cltó uno de los desconocidos que enúecr_
"Tanta es la maldad de los hombres, que he
conocido a ciertas personas que fueron estrangula-
ron a Van Helmont el polvo de p.ny...ión .ori.l
que transmutó mercurio en oro. Se
das o ¿horcadas y que, sin embargo, eran ajeñas a fodría deducii
nuestro arte." (XIII-VIII). de ello, si tales afirmacion.. s,r, Éi..tar, qu. .n
166ó Filaleteo estaba en Europa, lo qr. or.d',
"Me ¿trevo incluso a asegurár que poseo más firmado por el testimonio d. j"Á" il;il:;;;;; ".r;_
riquezas de las que posee et Universo conocido, pe-
sus traductores, que declara t iU.. ,..i¡'Ao
ro las acechanzas de los m¿lvado. no *. p..rnii.r, rn .r.r-;_
utilizarlas" (XIII-XXVIII). to de manos del Adepto este mismo año.

.., Como el Cosmopolita, firmó sus obras y se - Michel


attrma
Fasrius, que editó también la lntróitus.
haber conocido a varios ingleses qra arr,a.-
dió a conocer con un seudónimo; éste, Iraeneus nían correspondencia con FilaletEo. ú#;;';il*
Philaletha, merece que nos detengamos a obsery¿r-
sería- Roben Boyle, el famoso químico,
lo. Iraeneus significa en griego ,.el oacífico,, v firi- l'ii_
sosolo dlscipulo de Bacon¡2 que, al parecer, nd
Philaletha_."amigo de la veráadr' o ,,aqrlel qr. rrná só-
lo estuvo correspondencia con é1, sino o;;;;
la verdad"; ambos son buenos adjetivos para un -en
tambren de su amistad personal. Es interesantiob_
Adepto.
servar que Boyle nació en 1,691, es decir
veinticua_
- Se ha dicho que fue Filaleteo, en el transcurso
d_e una. rransmutación pública, quien conuirtió a
tro años después de la primera edición de f" lri-i
tus cua¡do, según los cálculos de Lenglet
Van Helmont a la Filosofía Herméticarl . Esta con- . noy, Filaleteo conraría con
du Fres_
jetura fue tpoyada por Starkey. Much¿s fueron las 79 ¿ños.'Si p;;";i;;-
mente existió una relación de amistad .i.rtr.
proyecciones públicas ..ei^iizadas por nuestro Adeo-
dos _¡rersonajes,. tendríamos que admitir
.rto,
to a lo largo de su vida v. según consta en docir- qre ;;;.:
mentos de la época, fueron las más espectaculares, tro.autor constituye un caso extráordinarit de
lon-
geudad. Jacques Sadoulr3, por su pane,
pues.su polvo de proyección superaba en potencia afirma oue
al del resto de los Alquimistas. ilos de las iransmu_ Sl
,T,go de Robert Boyle no era sino Thomas de
Vaughan..que también penenecía al pequeño
taciones que han pasado a la historia, la, realiz¿da. eru_
por el propio Van Helmont y la de Helvetius pare_ po.dc sabros que consriruirÍ¿n el núcléo áe
la fítu_
ra ''Koyal Academy" de fnglatera, insinuando
cen haber sido efectuadas con polvo de proyeición sin
emDargo que Vaugiran y Filaleteo no eran
entregado a estos dos sabios por discípuios ie Fila_ sino una
leteo.
20 (11) Louis Figuier - Op. Cir. pá8.278.
(12) Lenglet du Frcsnoy. Op.
(13) Jacques sadoul. o¡. cjr. Cir. Tomo t,pág.4O4.
pág. ló9.
2t
Ireneo Filalsvo

sola persona, como ya hemos apuntado anterior-


mente.
El lector podrá apreciar la enorme confusión
que, a nivel histórico, rodea a este personaje y [a
opinión que se habrá formado coincidirá segura- TA ENTRADA ABIERTA
mente con las primeras palabras de esta introduc- AL PALACIO CERRADO
DELREY
ción, donde decíamos que la vida y la obra de lre-
neo Filaleteo constituyen una paradoja poco me-
nos que indescifrable. Lo que es sin embargo inne-
gable, la lectura de lt Introitus bastará para confir-
marló, es que Filaleteo es un espíritu muy religio-
so, del que se ha llegado a ¿firmar que era católi-
cora . Manifiesta en lz Introitus un gran interés por
Ireneo Fil¡leteo
los Israelitas (XIII-XXX), característica que com-
parte con Nicolás Flamel. En la opinión de los au-
tores que le siguieron, especialmente Fulcanellil5,
lz Introitus no es solamente la obra más importante
de Filaleteo, sino también Ia más sistemática, com-
pleta y sabia de las obras que la Alquimia ha produ-
cido, y Filaleteo el ejemplo del verdadero Adepto.
Observemos, para concluir, que est¿ obr¿ está
dedicad¿ especialmente a los lectores de la últim¿
edad del mundo. (Pref-II,XIII-XXXIII)

(14) Ver la presenre obra, especialmente el Capítulo


xtII-xxx.
22 (15) Fulcanelli. Op. Cit. Pá9. rO3.
PREFACIO
PREFACIO DEL AUTOR

L[ABIENDO alctnzad.o yor , Filaleteo Fitósofo


lAnónimo, Ios arcanos de la Medicjna, de la
^I -Química y de la Física, he decido componer
este pequeño üar¿do en el año 1645 de t¿ riden-
ció,n del mundo y el trigésimo tercero de mi edad,
a fin dc pagar lo que debo a los hijos del y p":
".c.
tender la mano a aquellos que se han extravia'do
ra.
en el laberinto del error, para que los Adeptos me
vean como su-par y su hermano; en cuanto a aque-
llos que han sido seducidos por los vanos discuisos
de los-sofistas, reconozcan y sigan la luz, gracias a
la cual regresarán sin peligro. presagio, en verdad,
que no pocos serin álumbr¿dos por mis trabajos.

II
No son en modo alguno fábulas, sino expe-
riencias reales que he visto, hecho y conocidoi el
Adepto lo inferirá facilmente ley€ndo estas pági-
nas, por
_ello, escribiéndolas para el bien del ¡jróJi-
mo, me basta con declarar que nadie h¿ hablaáo
nunca de este arte tan claramente como yo; cierta-
mente , mi pluma ha dudado a menudo en escribirlo
todo, deseoso que estaba por esconder la verdad
bajo la máscara2 de la envidia. pero Dios, sólo él
(1) Adepto flre de .adipiscor: alcanzar, obtener, podría
t¡aducirse también; como de hecho hace Lengler du
Frcsnoy, por "Yo que rcy un Adepto',.
<2', lnvidiae laroq: máscar¿ de l¿ envidi¿ o espíritu de la
envidia. 27
conoce los corazones, me obligaba y no he podido
resistirle; sólo a él sea la glorii en los siglos. por lo
que concluyo que, indudablemente, muchos en
esta última edad del mundo tendrán la dicha de
poseer este secreto; pues he escrito lealmente, no
dejando al estudioso principiante ninguna duda por
satisfacer plenamente.

III
Y se ya que muchos, como yo, poseen este se-
creto. y estoy persuadido de que hay muchos orros
más. con los qu-e proximamenie entiaré. por así de-
cirlo, en una familiar y cotidiana comunicación.
Que la santa voluntad de Dios haga lo que le plaz_
ca, me reconozco indigno de operar estas cos¿s tan
admirables(a): sin embargo adoro en ello alasanta
voluntad de DIOS, a Ia que deben estar somctidrs
todas las criaruras, pues es en función de él sola-
mente que las creó y las mantiene creadas.

(¿) "Au1que m¿ re.onozco indigno de ser yo por quien


se ejecutan estas prouidencias,'. (Teófiloi
'.'Confieso que soy indigno de que se siroan de mi para
28 hacer tales cosas"- (B.ph.Ch.)
DE LA NECESIDAD DEL MERCURIO DE
LOS SABIOS PARA LA OBRA DEL ELIX1R

/a'\UIENQUIERA que desee poseer este toisón


Vl; :,'; ;.' i,[',*:: xff.:Tfi ff ::.1H::
sólo que digerido2 hasta el más aito grado de pui
reza y de fijación sutil a que pueda serllevado, ran_
to por la_naturaleza como por la sagacidad del arte.
Convertido en esencia, esle oro ya no es el del vul_
go, Io Jlamamos nuestro oro; es el grado supremo
de perfección de la naturaleza y deiarte. poáría, ¿
este respecto, citar a todos los Filósofos, pero no
tengo necesidad de testigos, pues yo mismo sov
un Adepto y escribo con más ólaridad que ninguná
hasta ahora. Que me crea aquél que qui'.ra, qr"erne
o€saprufr,e aquel que pueda. que se me censure in_
cluso, si alguien lo,lesea, sólo-se irá a parar a una
profunda ignorancia. Los espíritus dem'asiado suti
les..dec¡aro, suenan quimeras, pero el diligente ha_
llará la verdad siguieñdo la vía simple de 1", nrtr.r_
leza-

(1) Para los Filósofos Hermé¡icos, el roisón de oro es el


simb<¡lo de l¿ materia de la Cran Obra así como ei de
su ¡esultado, que es el polvo de proyección ia Me-
d¡crna Universal. Notemos que Medea utilizó ¡,
este
torson para rcjurenecer a Esón. padre de
Jasón, su
amante.
(2) Digestum dc digero, dividir, separar. digerir. Según
I)om Pernery, casi rodas las opéraciones"de la C?an
Obra se reducen a la digestión, que tos Filósofos han
tlamado con dttrrentes nombres segrin lo que han ob_
servado que sucede en el vaso dr.¡ranj e el tránscurso de
la Obra. 31
Ia .ntrada dbietta al ?alacio cefiddo ¿lel tuy

II otro por un lazo indisoluble(¡l en el que se forma


nuestro Hermafrodita, que tiene el poder de ambos
sexos. Así el oro corporal está mu¿rto antes de ser
El oro es pues el único y verdadero principio a
partir del cual puede producirse oro. Sin embargo, unido a su novia, con-la que el azufre coagulante,
que en et oro es exterior (extraaersum) se inüerte.
nuestro oro, que es necesario para nuestra obra, es
Entonces se esconde Ia grandeza (altitudo) y se ma-
de dos clases3. Uno, fijo,llevado a la madurez, es el
nifiesta Ia profundidad. Así, el fijo se hacé volatil
Latón rojoa, cuyo corazón o centro es un fuego por un tiempo a fin de poseer un estado más noble
puro(a). Por ello su cuerpo se deficnde en el fuego,
por su h€rencia, gracias al que obtendrá una fijeza
en el que recibe su purificación, sin ceder nad,a a,lt
muy poderosa.
violencia de áquel o sin sufrir por ello. Este oro, en
nuestra obra, hace el papel de m¿cho. Se le une
nuestro oro blanco, más crudo (que es nuestro se-
gundo oro, más crudot ) en cierto modo como III
simiente femenina, con el que se une y en el que
Así pues, se ve que todo el secreto consiste en
deposita su esperma. Se unen (co¿) el uno con el
el Mercurio, del cual el Filósofo dice: .,En el Mer-
curio se encuenrra todo lo que buscan los Sabios,,.
Respecto a ello, Geber declara: ..Alabado se¿ el
(l ) A tu»t l1ostrun1 duplex, Nuestro oro es doble. Los Altísimo., que ha creado a nuestro Mercurio y que
Alquimistas decían que su mate¡ia era doble y la lla-
maban Rebis, recibiendo este nombre, según Pernety, le. ha dado un¿ naturaleza que lo sobrepasa toáo¿,,.
por est¿r compuesta de dos cosas, un macho y una Ciertamente, en efecto, si éste no exisiiera, los Al-
hembra, o sea, un disolvente y un cuerpo soluble, quimistas no podríah glorificarse, y la obra Alquí-
aunque no sean en el fondo más que una misma cosa mlca-sería vana. Está claro, por consiguiente, que
y una misma materia.
este Mercurio no es el vulgar, sino el de los Sabios.
(4) llaoum, amatlllo, dorado, rojizo, es raducido por Pues todo.
Lenglet du Fresnoy por rojo. Hemos rcspetado su tra- vulgar es macho, o sea corpo-
-Mercurio
reo, especific¿do
ducción porque en los tcxtos de Alquimia es corrientc y muerto, mientras que el nuesiro
la expresión "Latón Rojo", mientras que "Latón es espiritual, femenino, vivo y vivificantel"¡.
Ama¡illo" no aparece en ningún tratado. Otro de los
nombres dados ¿l Latón rojo es e[ de Salamandra, ani (61 cuncta superdntem de supeto, sobrepasar. superar,
mal mitológico y fanrástico que vivía en el fuego y se pero tamblen esra¡ más alto y ser más abundante, de_
alimentab¿ de é1.
nota [a n¿tu¡aleza espiritual de este Mercurio.
(s) nostrum altemm, nuestro segundo, nuestro opuesto,
nuestro otro (oro). To.l¿ esta fr¿se no ¿parece en
algunas ediciones latinas.* (l¡) indisoluble, y
este oro blanco es el oro oulgar indiges-
* to y que quierc
set cocido, madurudo y perfbccionado
(a) puto; es nuestro Mercurio, Oro sola\ azufte y tintura coa naestro Oro, su principio 1t fuego de natutaleza,
del sol, Oto filosófico y germex del oro oulgar. (B.Ph. (B.Ph.Ch.)
32 ch.) (c) oioificante, que es como andró§no, bace la función
IV

Prestad pues atención a todo lo que diré del


Mercurio, poique, según el Filósofo, "nuestro Mer-
curio es lalal áe los Sabios, sin la que, quienquiera
que deseara operar, :ería uomo un arquero que dis-
oarase llechai sin cuerda". Y sin embargo, no se le
puede encontrar en ningún lugar sobre la tierra No
obstanlc, el hijo es formado por nosotros, no
II
creándolo, sino' extrayéndolo de las cosas que lo
encierran, con la cooperación de Ia naturaleza, de
un modo admirable, Por un arte muy sagaz.

de macho sobre el Oro en su lugar conyugal, como el


alma sobre el espíti¿z (B.Ph.Ch.)
DE LOS PRINCIPIOS QUE COMPONEN AL
MERCURIO DE LOS SABIOS.

A intención de aquellos que se aplican en este


ane es de purgar el Mercurio de diferentes
maneras: unos [o subliman añadiéndole sales y
- .purgan de diyersas impurezas, otros lo vivificaí
lo
unicamente por si mismo y afirman, con Ia repeti
cron de eslas operaciones, haber fabricadó el
Mercurio de los Filósofos: pero se equivocan, pues
no operan. en Ia naturaleza, que sólo es mejoradi en
su naturaleza. eue sepan qre nu.stm agua, com-
puesta de numerosas sustancias, es sin embargo una
cos¿ única, hecha de diversas sustanci"u .org"ulrdm
a partir de una única esenci¿. Esto es lo qui se re_
quiere para la preparación de nuestra agua
1en
nuestra agua, en efecto, se encuentra nuesiro dra_
gón ígneo); en primer lugar, el fr.go qu. ,. ln_
cuentra en rodor ; en segundo lugar-el iicor de la
Saturnia vegetali en tercer lugar el vínculo del Mer_
cuno.

II
EI fuego es de un azufre mineral, sin embargo
no,es propiamente mineral y menos aún metálió,
está entre el mineral y el metal sin panicipar en
ninguna de estas dos sustancias(a). Caás o espíritu,

(1) omnium, todo, podría referirse a todas las cosas e in_


cluso a ¡odos los metales.
(¿) "Ni u,to tui otro, y p)rii"ilo o*tos" ql,"6tito¡
",
La enthda abicrtd al pdlacio cerrado del re!

en efecto, nuestro dragón ígnco que lo vence todo, t;ue venció al león cautivándoloa; este león verde
es sin embargo penetrado por el olor de la Saturnia que es realmcnte el dragón Babilonio que totlo lo
vegetal, y su sangre se coagula con el jugo de la Sa- mat¿ con su veneno. Sabed finalmente lo que es el
turnia en un sólo cuerpo admirable; y no es sin em- Ceduceo de Mercurio, con el que opera maiavillas,
bargo un cuerpo, pues es totalmente volatil;ni un ¡.' quienes son estas ninfas ¿ l¿s qué instruye, en_
espíritu, porque en el fuego parece metal fundido. c¿ntá¡dolas, si quereis alcanzar ei objeto á. ur.r_
Es pues un caos que hace de madre al restrr de los tros deseos.
metales, pues sé extraer de él tod¿s las cosas, inclu-
so el sol y la luna, sin emplear el Elixir Transmuta-
torio, lo que puede ser atestiguado por aquel que
como yo Io ha visto. Llamamos a estc Caos nuestro
arsénico, nuestro aire, nuestra luna, nuestro imán,
nuestro acero, pero siempre bajo aspectos diferen-
tes, porque nuestra materia p¿sa por varios estados
antes de que del menstruo.'le nuestra meretriz sea
extraida la Diadema Real.

III
Aprended pues quienes son los compañeros de
Cadmo?, cual es la serpiente que los devoró y cual
es esta encina hueca donde Cadmo traspasó3 a esta
serpiente. Sabed quienes son Ias palomas de Diana,

(2) Un párrafo parecido a este se encuentra en el "Libro


dc las figuras jeroglíficas de Nicolás Fl¿mel", al final
del capítulo IIl. (En "Tro;s tr¿ictcz de Ia Philosophie
n¿turelle" A PARIS MDCXtl, pag.68 y 69).
(3) Trans{ixit Je transfEo, traspasar, atravesari contiene
en latín la noción de fijar al mismo tiempo que la de
atr¿vesar. Teófilo tr¿duce esra frase por "... Cadmo
volvió fija la serpiente".
(4) mulcendo de mulceo, caurivar, pero rambién dulcifi
car, aplacar, apaciguar.
"No es el uno ni el otro, per¿, participa en las dos" (5'¡ inJicete de inficio, instruir, pero rambién teñir, im-
38 (B.Ph.Ch) pregnar e lniectar. 39
DEL ACERO DE T.OS SABIOS

OS sabios i\lagos han transmitido a sus suceso_


res numerosas enseñanzas a propósito de su
Acero. y le arribuyeron un vaior i.onsirlerable.
l'or eilo, entre los Alquimistas, han habido numero-
.,rrs disputas para saber que
tenía que entenderse
¡ror el nombre de Acero. Cada uno dé ellos lo ha in_
r( rpret¿do a su manera. El Autor de la Nueaa
Luzl
l¡a escrito ¿cerca de él de una maner¿ sencilla ¿un_
(li¡r oscura_

II

. . fo, para no ocultar nada por envidia a los in_


,¡uisidores del arte, lo desciribiré sinceramente.
Nuestro Acero es la verdadera llave de nuestra
,,lrra. sin Ia cual no puede ser encendido
el fueeo de
l:r lárnpara por ningún artificio: en la mina tleioro;
cl espíritu muy puro entre rodos, es el fuego infer-
nll, secreto, extremadamente volatil en su*género,
cl milagro del mundo, el fundamento de l¿i virtul
,lcs superiores en las inferiores, por lo cual el Todo_
¡xrderoso lo ha señalado con elte signo notable(a)

) Ver El Cosmopolita "Nooum Lumen Cbemicum"


Tructdt s Naturae Cap IX y Epilogus.

(,) 'hotabl.e, cuyo nacimiento se aauncia por el Otiente


Filosófico en el boúzontes de su esfera'microc ósmic a.
Los sabios lo ban oisro en su tieyta de vida y de sa-
piencia, lo cual es el Oriente de todo ser aniínado, y 43
v
por el cu¿l la natividad fue anunciada por Oriente
(per Orientem annunciatur). Los Sabiós lo vieron
en.Oriente y se quedaron estupefactos; y, sin retro-
ceder, reconocleron que un rey purísimo habla na_
cido en el mu ndo

III
Tú, cuando divises su estrella, síguela hasta su
Cuna: ¿llí verás a un bello niño. Sepárando las in-
mundicias, honra a este retoño Real, abre el tesoró,
ofrécele dones de oro y, Jespués de la muerte, re
dará su carne y su sangre(h). mcdicina suprenta para
los tres reinos de la rierra.

se quedaron maraoi.llados; rcconocieron al instante


que arl rcy se¡en{simo babía nacido en el uundo,'
(B.Pb.Cb.).
"una seial muy de notar: cuyo nacimiento se anuncia
por el Oiente Filosófico en el botizonte de su media
Esfera. Los Sabios Filósofos vieron en ella a la Auro.
ra, y se admiraron: y al;nstante coúocieron quc babtla
xacido en el mundo un Rey serenisimo., '(T¿ófilo)
(b) "te.datd su esencia exaha-da, que es lo suma Medicina
44 en los tres Reinos"_
Í

DEL IMAN DE LOS SABIOS

I SI como
el
e] Acero es arraírlo hacia el Imán, y
Imán
Aq.r:el Acero. se vuelve espontaneamente hacia
asi el Imán de los Sabios arrae a su
Acero. Por ello, siendo el Acero Ia Mina del oá
del mismo modo. nuesrro Imán es I" u..a.J..-j
mina de nuestro Acero.

II

. Notifico, por otra parte, que nuestro Imán


trene un centro oculto, donde abunda la sal. oue es
un menstruo en la esfera de Ia lunar,), que r.iu.v,
al Oro al calcinarlo. Este centro ,. ur.lu. esponta_
neamente hacia. el polo. en el que Ia vinud
del
Acero es_exaltada por grados. En il polo esrá el co_
razon del mercurio, que es un verdadero [uego en
que
:lmar(b), reposa ,su
Señor. Navegando por este gran
para alcanzar una y otra Indiasr, gobiérna

(1) A propósiro de las dos Indias, el lector se dirigirá con


provecho al canon LVI del .,Arcanum Op", ü.r-.ii_
cae" de Jean d,Espagnet.
(a) que puede calcinat al Oro. Este cettro, por una
incli_
nación q_ue lc ¡lieu del Arqueo, se ouelie bacia el po_
lo, dondc la uirtud del acirt, se eleoa en gados. (8.
Ph.Ch.)
"que puede rqlmar al oto. lisle centro
se uueh.,e. con
el apetitio arquettpica (o del metat de iu ,;r;;;i";;;:
dt Polo (o.eje del Cielo) en el que esLá coo mucbos
grados exaluda la obtud del ecerb,, (Teófiloi
(b) "El que irá por este grqa rnar, debe abordar
a una y
su curso por la presencia (per aspectum) de la estre-
lla del norte, que te h¿rá aparecer a nuestro Imán.

III
El Sabio se alegrará, pero el necio hará poco
y no se instruirá en la sabiduría aunque
caso de ello
haya visto al polo central vuelto h¿cia el exterior
(extrawrsum) y rnarcado con un signo notable del
Tr:dopoderoso. Son tan obstinados? que aunque
vieran estas maravillas, no abandonarían sus sofis-
mas ni entr¿rían en el c¿mino recto.

(2\ Literalmente: "Sus cabezas son tan duras". Se refiere


a los necios.

otrq Indias )/ gobcrtar su curso por,.." (B.Ph.Ch.\


"Seiior, xatsegando por este mar; y para llgar a ambas
48 Indias, dirige o encamira su carreta por... " (Teófilo)
EL CAOS DE LOS SABIOS

Qi?i:I.:fi
.verso,
:m"üiif l:r"..:r':i{f*t':ir,
p.ucs. en
priniipio, n., .*á-.i.i.ü
el
u.i"
trerra, y !a tierra estiba disocupatla
nrebtas esteban sobre la faz v *.ir'"'ái,i
de Dios era llevado sobre la
a.tLu;rirvliJrriiill
f¿
Dros: ..euc sea Ia ruz,,y r, agras, y drjo
rur'r'uli.l"

II
jj,1_O_{rOras será n suficienres para los
,., - etecro, es preciso que .,.to
hilos
::l 1l* :, con Ia tierr¿
tcynlungt) "i l".ho;;;;;l
,., uni,ai_,
encima,lel
\tbronum amiticiae ac amoris). eri,.i*ri
nor sobre Ia yida universalr. .ií'lrál
La tierra .. ,;;;;;;;
pesado, matriz de los mineralcs.;
secietrmente en si misma. tunquc
l;;;;;;.;.;i;
lieva;do ha;; l;
,1, lgr árbolcs y a I<¡s animales.
1 el .;.1. .r'rli?
j,::::1.: .C*rdes
c;ecutan sus
ruminares. junto con to,
,r,-r,
-revoluciones y aomrn,aan a través de
t05 arres sus [uerzas a t", ,ér., ¡nf.iir..r;;.;:;
(1) V^ercl,extraordinario para lelismo
con el C¿no¡ LXXIII
o,e ta arcanum hermeti(ae opus,.de
leun d,E.pann.i,
de r¿. piedra s< hr.. :t-;j;,,,;
^".-i -ry:y:ió,
creaclon del mundo....,
ff "dl;
(2) Ve¡ Gen. I1a4.
lÍ -! "r:r,u,de*.la vida
G) r it a m : puede rraducrrse
z.t
rambién,.por
li Jff::' universai. reófito ü;;;1.,#;
principio todos los cuerpos confundidos formaban
el caos.

IiI
He aqui que de maner¿ clara os descubro san-
tamente la vcrdad: en efccto, nuestro caos es como
ulr¿ tierra mineral, respecto a su coagulación, v es,
VI
no obstante, un aire volatil en ei in¡erior del cual se
encuentra el Cielo de los Filósofos, en su centro'
que es verdaderamente astral. irr¿diendo su esplen-
áor Gubate) hrsta la superficie .lc Ia tierra. Y,
iQuién es el Mago 1o suficientemente sahio como
para inferir que ha nacido un nuevo Rey, más-po-
áeroso que tódos los otros, que redimirá a sus her-
rnanos de la impureza original, qte debe morir y
ser ex¿ltado a fin rle que dé su carne v su sangre p¿-
ra Ia vida del mundo?

IV

iOh Dios lleno de b<.¡ndad ! iQué ¿dmirables


son tus obras! Han sido hechas por ti y es un mila-
gro que aparece ante nucstros ojos. Tc dov gracias,
Padré, Señor del Cielo y tie Ia rierra, por haber es-
condido estas nar¿villas a los sabios y a los pruden-
tes para revelarlas a los niños pcqueñosa {.1.

(4) Ver Mt xI,25 , t*:,:_1.


(a) ... pequeños, limpios dt co'azón, tus t¡etdadetos Sa'
,irs. (B.Ph.Ch.)
EL AIRE DE LOS SABIOS

A Extensión o el Firmamento son llamados


AIRE en las Sagradas Escrituras. Nuestro
Caos es también llamado Aire, y en esto hay
un notable secreto ya que, del mismo modo que el
aire Firmamental es el separador de las aguas, el
nuestro lo es igualmente.
Nuestra obra es pues, verdaderamente, un sis-
tema armónico del mundo mayorl . En efecto, las
aguas que están debajo del lirmamen¡o nos son visi-
bles a nosotros que vivimos encima de la tierra; pe-
ro las aguas superiores escapan a nuestra vista a
c¿us¿ de su alejamiento. Del mismo modo, en nues-
tro Microcosmos, hay aguas minerales salid¿s del
centro que se manifiestan, pero aquellas que están
encerradas en el interior, esc¿pan a nuestra vista y,
sin embargo, exisren en realidad.

II

Son las aguas de las que habla el Autor de la


Nueua Luz2: existen. pero no aparecen mientras no
Ie place al Artista. Así, del mismo modo que el aire
hace una separación entre las aguas, así nuestro

(1) Cr¡ando hablan def mundo mayor lmajoris mu ndi),


los Filósofos sc refiercn al Macrocosmos, por ello Fi-
laleteo, pocas líneas después, nos habla, poi oposición,
del Microcosmos.
(2) Ver El Cosmopolira.: "Tyaicté d.e Ld Ndture, Parubole
ou. Enigrne Pbilosopbiq-"te" erl la. Nooum Lumen Cb)t-
La etttfada obisrta al ?ilocio cenado det
"e!.

aire impide la entraCa de las aguas excentrales hásta lru;, e. Y aunque el agua centrzl sea su noür, no
aquellas que están en el centro. Pues si entraran allí osa,
srn embargo, manifestrr el amor tan ardienre que
y' se mezclaran, quedarían unidas por una unión in- siente por ella a causa de las acechanzas del ladrón,
disoluble. cuyas astucias son casi inevitables. eue Diana te sea
propicia aquí, ella que sabe domar a las fieras salva_
Jcs ) cuy¿s Dos Palomas (que fueron encontradas
III volando.sln alas en los bosques de Ia Ninfe Venus)
ternplarán.con sus p)umas la malignidad del aire;
Os diré, pues, que el azufre externoj vaporoso, porque el joven entra facilmente-a través de los
se adhiere con tenacidad cuando está calente a poros(a), sacude inmediat¿mente las aguas polares
nuestro caos, que no puede resistir su tiraní¿ a.un- ruperiores, que.no han sido paralizadis (stipefac_
que, puro, huye volancio del fuego bajo la aparien- ,as) por los malos olorcs v suscita una nubÉ stm_
cia de un polvo seco. Si sabes regar esta rierr; árida trría' agitarás las aguas haíta qre aparezca la blan-
con un agua de su misma natural.eza., ensancharás curr dc ia luna, y de el. rnodo lás tinicblas. oue
sus poros y este ladrón externo será arrojado fuera estaban sobre la faz del abismo, serán disipadas
junto con los operadores de ia corrupción; el ¿gua el espíritu que se mueve en las aguas.
ior
será purgada por la adición de un veráadero azufre,
de sus_ leprosas inmundicias y del humor hidrópico
supérfluo y poseerás la fuente del Conde Trevise-
no3, cuyas aguas están p¿rticularmente dedicadas a
la Virgen Diana. Así, por orden de Dios. aparecerá la luz. Scna_
rl slete veces la luz de las tinreblas y esta Creación
Filosófica del Mercurio estará acabada; y el sépti-
IV mo día será para ri el Sabbat de ,.poro; á.rd. .'rt.
momento hasta el finai de la revojución del año,
Este ladrón está ¿rmado de una malignidad ar- podrás esperar la_generación del hrjo del Sol sobrel
senial inutil a la que el joven aladoa ,borr... y natural, que vendrá ai mundo cercá del final de los
siglos, para liberar a sus hermanos de toda ilmpure-
(3) Ver Bernard l.e Trevisan ..L¡ Liore dt la pbil¡.tsoobie 7l!"
Na¡urcll¿ dc¡ ll¡¡rr¡' Cuaná parle,.Ou,r¡ -;'r" lo
p.tac!\l.lc e,t paroles panbolrquc:, enla Bibliotbéque
des Pbilosopbcs Cbimiques de- Salmon.
(4) Ss rraca de.r,lcrcurio, la B.ph.Ch. traduce Mercurio en (5) Vet lntrcitas V-3 y el Mensaje de nuevo fncontrado
vez del joven alacio; hemos preferido ser literales en Libro,XVl Vers. ó8. pág. i8ó. ,.Nu..r." Virgen ha
nucslra rraducción aunque somos conscientes de que concebido bajo las miradas del Altísimo, y nosia da_
para
_el
lector Je la épocá ,.joven alado., ), ..Mercuril'i do un.hijo que ha vencido a la muerre y'que perfe"_
srgnrttcaban e¡ realidad lo mismo cio¡ará a todos sus he¡manos lisiados',. '
VII

(a) potos, dbrc etsegu.dü lds catardtas y depósitos que es'


ttin en el aire... (B.Ph.Ch.)
poros, sacude sas alas una con otro y leoanta una nu'
58 be negra (Teófilo)
DE LA PRIMERA OPERACION DE LA
PREPARACION DEL MERCURIO DE LOS
FILOSOFOS POR LAS AGUILAS VOLADORAS

L_[49 d. saber. Hermano mío, que la prepara-


exacra de las. Aguilas dc los Filosofos es
I- l.l"n
-e1 primer grado de la perfección, para cu).o
conocinriento se requiere un temperamento apro-
prado_. No creas que, en efecto, esta ciencia haya
llegado a ninguno de nosotros por casualidad o por
una imaginación fortuita, como lo cree estúpida-
mente el vulgo ignorante; tlcanzar la, verdad nós ha
costado un trabajo largo y pesado, hemos pasado
muchas noches sin dormir, muchos sudores y penas.
Por eso tú, estudioso principiante, has de sabór con
certeza que, sin esfuerzo y sin trabajo, no llevarás a
c¿bo nada ni podrás operar al principio. Aunque
luegor es la naturaleza quien hace sola el trabajo,
sin que tengas que poner Ia mano, si no es para
aplicar exteriormente, un fuego moderado.

II
Comprende pues, Hermano, Io que dicen los
Sabios cuando escriben que deben conducir ¿ sus

(1) Al principio (prino) y htego (segundo) podrían refe-


rirse_ala primera y a la segunda operación, La mayo-
na de Filósofos coinciden en que si la primera es un
"trabajo de Hércules", la segunda es como.,un rraba-
jo de mujeres y un juego de niños". Ver cl párrafo VII
de este misrno capítulo. Teófilo, que acosrümb¡a a in- 61
1

La ent¡dda obizrta al pabcio cerado del nlr

Aguilas a devorar al León; cuantas menos Asuilas


hay, más ruda es la batall¿ e igualmente tr.áí, l,
IV
victoria. Pero la operación r. -presta a ejecutarse Así, para des¿tar esta dificultad, lee con ¿ren-
pertectamente con un número de siete -o nueve ción lo que sigue: Toma cuatro partes de nuestro
Aguilas. El Mercurio Filosófico es el pájaro de Her- Dragón ígneoa que esconde en su üentre al Acero
mes, ora llamado Ansar2, ora faisáni ora esto, ora mágico y nueve p¿rtes de nuestro Imán; mézclalas
lo otro- con la ayuda del tórrido Vulcano, en forma de agua
mineral donde flotará una espuma que debe ser
apart¿da. Rechaza la cáscara y escoge el Núcleo,
III púrgalo tres veces por el fuego y la sal, lo que se ha-
rá facilmente si S¿rurno ha reconocido su imágen
Donde los Magos hablan sinceramente de sus en el Espejo de Marte.
Aguilas. hablan en plural y cuentan entre tres v
.liez de ellas. No quieren sin embargo entender
coí
ello gue tenga que unirsc a un p.só dado de tierra V
ta¡tas medidas como Aguilas dicenlar, pero sus pa-
labras deben interpretarie como hablanho del péso De ello nacerá el Camaleón, o sea nuestro
lnterno o de la fuerza del fuego; o sea que hay que Caos, donde están ocultos todos los secretos no en
tomar ¿gua tantas veces como Aguilas cuentan v acto, sino en potencia. Este es el niño Hermafrodi-
esta Aguación3 se hace por subliñación. por coí- ta, que h¿ sido envenenado desde la cuna por la
slguiente, una sublimación del Mercurio de los Filó_ mordedura del rabioso Perro del Jorasán, por [o
sofos, corresponde a un Aguila y la séptima subli- cual una Hidrofobia perpetua o miedo al agua lo ha
maclon exaltará a tu Mercurio hasta hacértelo muy vuelto necio e insano. Aunque el agua es el elemen-
coñveniente para el Baño del Rey. to natural que está más cerca de é1, le tiene horror
y huye de ella. iOh Destinos!
terpretar cuando traduce, escribe ,,pdmera y segunda
operación".
(2) El Ansar es, según Plinio, un pájaro de l¿ familia de
los atatdac alyas plumas se empleaban para escribir. VI
(3) Acu_atio,
.opetac-i6n de verter agua, corresponde a una
purificación de la materia que Iá hace más'sublime. Con todo eso, se encuentran en el bosque de
Diana dos palomass que suavizanó su rabia iniensa-
(a) "M.e.didas de qguq, porque oetdader,tfientc tarr¡bién
4et tntrtnse.o pelo es menester hterpretar sus dichos: (4) Comparar con los c.ánones CIX y CXX del "Arcatum
a sabe4 que se ba de tomar su a4ua tontt$ oeces aou_ bermeticae opus" de Je¿n d'Espagner Op. cit.
zada (o afiladada) cu¿nt¿s ellos ñombran eguil¡s
62 cual bdce por sublimación,'. (.te6filo)
io (5) Fil¿leteo cita probabtemente aquí a. Yirgílio lEneida
VI-I9O), aunquc Jean d'Espagnet en su canon XV dc 6'
r

te (si son ¿plicadas con el arte de la Ninfa Venus).

uI
Enlonces para impcdir que vuelva a padecer csta hi-
drofobia, slmérgelo cn las aguas jondc pcreccrá.
[ntonces.el Perro Negruzco F.nrabiado. incapaz dc
soportar.las aguas, subirá sofocado hasta la supcr,
ficie; apártalo lejos, provocando su fuga me,liante
iluvia y golpes, así desaparecerán las tin'ieblas.

VII
Brillando Ia luna en su plenilunio, drlc ¿las rl
Aguila. que volará dejendo mucrtils tras elja a las
palomas rJe Dia na qut., si no son muert as cn el pri-
mer cncucntro(b¡, no sirven para nada. Reitera esto
siete veces y, finalmcnte, hallarás el rcposo no tc-
niendo...simplemente más que cocer, lá que es la
tranqlilidad más sosegada o un juego de niños y un
traDaJo de muje res.

l¿ ".lrcanun ber»tcu¡.t, u¡zt habla tamb¡tin de cs-


ta5 palomas.
(ó) l4ulccnt de mulcco, suavitar, aplacar. apacrguar, pcro
tamb,e n cauttvar v eDcantrr

(b) "Quc si muercn cn el pimer encuentro", en el lugar


64 de "si ¡o »tueren '. (Teótilo y B.ph.Ch.)
DEL TRABAJ O Y DEL FASTIDIO DE LA
PRIMERA OPERACION

A LCUNOS Químicos ignorantes se imaginan


nuetra obra, desde el principio has-
A:r. ta eItoda
llnal, no es mas que pura recreaclón,
donde sólo hay placer, y que las dificultades resi-
den verdaderamente fuera de este trabajo; pues
bien, que disfruten impunemente con su opinión.
En la obra, que tan fácil estiman, gracias a sus ocio-
sas operaciones, cosech¿rán frutos absolutamente
vacíos. En cuanto á mí, sé que después de la bendi-
ción Divina y un buen principio, Ias primeras cosas
no pueden obtenerse más que con trabajo, ingenio-
sidad y asiduidad.

II
Y ciertamente no hay trabajo tan fácil que
pueda considerarse como un juego o una recrea-
ción y que conduzca al fin tan buscado. Al con-
trario, como dice Hermesl ninguna inspiración ni
trabajo deben ahorrarse. De otro modo lo que el
S¿bio ha predicho en parábolas se verificará: a sa-
ber, que los deseos del perezoso lo harán perecer2.

(1) Filaleteo cita probablemen¡e a los "Siete Capítulos de


Hermes" donde éste decla¡a (cap.I) habe¡ conocido
esta cienci¿ "sólo por mi traba¡o y la insp aciót de
Dir.¡s ".
(2) Ver los Proverbios de Salomón, Cap. XXI, vcrs.25:
"Los deseos m¿t¿rán al haragán porque sus manos no
quieren trabajar". 67
La e trada abi¿rta al palacio cetrado det rey

No es sorprendente que tanta gente que trabája en


Alquimia sean reducidos a, la pobrezz, ya que hu- mir esta impureza que estri sobre la masa pesada y
yen del trabajo aunque no temen el gasto. bruta.
Esto es lo que ha hecho decir al célebre Autor
del,Slcrlto_ Herryéticos que el primer trabajo es un
III trabalo de I lércules.

Pero nosotros que conocemos ésto y que he-


mos trabajado, sabemos con certeza que ningún IV
trabajo es más fastidioso que nuestra primera pre-
paración. Por esto, Morien3 advierte seriamente al Se encuentran efectivamente en nuestros prin-
Rey Calid diciendo, muchos sabios se han lamenta- cipios, muchas. superfluid ades t.t..ogén.a, imiáii_
do del fastidio que causa esta operación. No quiero bles rle reducir a Ia. pureza fla coñveniente
que se entienda ésto en sentido figurado, puesto iara
nuestra obra) y que hay que purgar hasta el fondo,
que no considero las cosas tal como aparecen en el to que es tmposrble de hacer si se ignora I¿ Teoría
comienzo de la obra sobrenatural, sino tal como las de nuestros Secretos, mediante la crial .nse¡a.nár-a
encontramos desde el principio . Disponer con habi- extraer la Diadema Real del menstruo de la mere_
lidad la materit, dice el Poet¿4, be aqu'i el trabajo, triz. lJna vez conocido este medio, ,. ..quii..
la obra. Y añade(¿): Ilno (Jasón), desde una cima un.gran, rrabajo, ra "i,n
o que, como dice el'Filósofo,
conocida te muestra el Toisón d.e oro. El otro (Hér' vanos abandonaron la obra inacabada a causa de las
cules) cuanto trabajo bas de padecer pard consu' terribles dificultades.

(3) Et el "Coloquio d.el Rey Calid y del Filósofo Morien


sobre el Magisterio de Ller¡nes". En Ia B. Ph- Ch. To- V
mo Il, pá9. 5 6 a 111.
Filaleteo cita, desde luego, una versión mái antigua. No, r'reas sin. embargo que una mujer no pueda
(4) Se trata de Jcan Aurelle Augurel. Ve¡ "Les trcis liores emprender esta obra. si Ia considera como un
rraba-
de la Cbrysopée" A PARIS Chez Charles Hulpeau jo serio y no como un juego. pero una ur. prrpii_
MDCXXVI Livre ll, pág. 68.

(5) Para René Alieau, uno de los grandes especialisus ac_


(a) Y añade¡ tu¿les en el tema, se trat¿ delean d,Espagnet, autor
"Hércules te enseñd por sas grundes trabajos lo difícil de la '.'Arcanum hermeticae opus,' a la qrre", como he_
que es hacer lo que pretendes. Que rud.os trabajos y mos vlsro, se retlere a menudo Filaleteo. No habien_
que pena conlleoa e¡ prcpdrut la nrqsd y la impata ma- do podido encontrar en esta obra el pasaje citado en
teña". (B.Ph.Ch.) la._",lntruitu' hemos pensado qr" poaríJ rratarse de
Es curioso observar que Teófilo pasa por alto este pá- _'
Michaelis Maieris autor dc un ri¿taáo llamado ,.A¡ca-
68 ¡¡afo, no traduciéndolo. na arc¡ntsima" donde se habla de los trabaios de
Hércules desde el punto de visra hermético.
69
Iftteo Filabteo

do el Mercurio(¡¡ al que Bernardo Trevisano llama

x
su fuente. se penetra al fin en el descanso que es
mucho mis déseable que todos los trabajos, según
dice el Filósofo.

(b) "... preparado el Mercutio pot la prímera operación


laryÁ, enojosay dificil, aunque naturcl y qte Bentar
70 d o Treoisq n o... " (B.Ph -Ch -)
DE LA VIRTTID DE NUESTRO MERCURIO
SOBRE TODOS LOS METALES

UESTRO Mercurio es aquella serpiente que


devoró a los compañeros de Cadmo, 1o que no
debe extr¿ñarnos, pues había devorado ¿nte-
riormente al mismo Cadmo que era más robusto
que los otros. Sin embargo, al final, Cadmo la ¡ras-
pasarár cuando gtacizs L la virtud de su azufre la
haya coagulado.

II
Has de saber que nuestro Mercurio domina a
todos los cuerpos Metálicos y puede resolverlos en
su primera materia Mercurial separando sus azufres.
Has de saber también que el Mercurio de una, dos o
tres Aguilas impera sobre Saturno, Júpiter y Venus.
De tres a siete Aguilas, impera sobre la Luna; final-
mente, impera sobre e[ Sol de siete ¿ diez Aguilas.

III
Así os notifico que nuestro Mercurio está más
próximo del primer ser de los metales que ningún
otro Mercurio, por Io que penetra radicalmente en
los Cuerpos Metálicos y manifiesta las profundida-
des escondidas de éstos.
(1) Ver nota (2) del Capitulo ll. Teófilo traduce aquí,
"La volverá fija congelándola con la virtud de su ¿zu-
fre". 73
DEL AZUFRE QUE SE ENCUENTRA EN EL
MERCURIO FILOSOFICO

O más ¿dmirable de todo es que en nuestro


Mercurio se encuentr¿ un azufre no sólo ac-
tual, sino también activo y verdadero que con-
serva sin embsrgo todas las proporciones y la forma
del Mercurio. Es necesario que esta forma haya si-
do intloducida en él por nuestrá preparación, est¿
forma es un azufre Metálico y este azufre es un fue-
go que corrompet t.) al sol compuesto o dispuesto.

II
Este fuego sulfuroso es la simiente espiritual
que nuestra Virgen (permaneciendo no obstante in-
maculada) recoge, pues la Virginidad puede sopor-
tar un amor espiritual sin ser corrompida, como [a
experiencia y el Autor del Secreto Hermético lo de-
muestran. Es gracias a este Azufre que nuestro Mer-
curio es Hermafrodita o sea que contiene al mismo
tiempo, ¿ partir del mismo grado visible de diges-

(1) Punefacit de putrefacio corromper, hacer pudrir, pa-


rece ¡efe¡irse ¿ una de las operaciones de la G¡an Ob¡a
llamada Put¡efacción. Esta consiste, segú¡ pernety, en
la corrupción de la sust¿[cia húmedide los cuérpos
que se realiza por el calor de un fuego extrínseco que
pone en acción al fuego interno de lá materia.

(a) "Pudre al oro, compuesto o dispuesto pdra unirse a é1,


como siendo el alma general del mufldo" (B.ph,Ch.) 77
l,s enttuda abierta al palacio cenado del rcy

tlon, un prrnclplo actrvo y un pnnclplo paslvo(b). curio es verdaderamente(c ) un oro volatil, que no
Si es unido al Sol, lo abland¿ y lo disuelve por el cstá suficientemente digerido, pero bastante puro,
calor templado que exige el compuesto; por el mis- por cllo, por una simple digestión, se rransforma en
mo fuego, se coagula a sí mismo produciendo por Sol. Pero si se une a un sol ya perfecto, no se coa-
su coagulación al Sol y la Luna según el deseo del gula; pero disuelve al oro corporal, con el que que-
Artista(c). da, después dc la disolución, bajo la misrná forma;
sin embargo, ia muerte debe preceder necesari¿-
mente a la unión pcrfecta para qur, después de la
III muerte: sean unidos simplemente no cn una perfec-
ción. sino en mil pcrfecciones.
Esto te parecerá quizás increible, pero es cier-
to que el Mercurio Homogéneo, puro y limpio lle-
nado con un azufre interno por nuestro artificio, se
coagula a sí mismo por la acción de un calor exte-
rior conveniente. Esta coagulación se hace en for-
ma de una flor de leche2 que nada encima de ell¿
como una tierra sutil sobre las aguas. Pero cuando
se le une al Sol, no sólo no se coalgulatal sino que el
compuesto m¿nifiesta todos los días un aspecto
más blando hasta que, estando bien disueltos los
cuerpos, los espíritus comienzan a coagul¿rse to-
mando un color muy negro y un olor muy fétido.
Así pues es evidente que este azufre espiritual de
los Metales es verd¿deramente el primer motor que
hace dar vueltas a la rueda y girar al eje. Este Mer-

(2) Floris lactis parece referirse a la nata que se forma en


la leche al hervirla y nada encima de ella.

(b) "..- un pincipio a la oez actioo y pasioo, que se tueloe


tvtde te y _dpdrece pot el mismo grado de digestión.
Pues estando unido al oro..." (B.Ph.Ch-) '
(c) ".., produce el oro y la plata filosóficos, segnn el gra-
do de la segunda operación y el deseo del artistá,."
(B.Ph.ch.)
7a (d) "No sólo se congela... " (Teófilo). (e) "Este Azufte es oerdaderamente... ', (Teófilo)
79
XI
DE LA INVENCION TJEL MAGISTERIO
PERF ECTO

N otro tiempo, los Sabios penetraron en este


arte sin el socorro de los libros, de la siguiente
m¿nera: fueron llevados a comprenderlo por
l:L voluntad de Dios. No creo, en efecto, que ningu-
no lo haya poseído por una revelación inmediata,
salvo t¿l vez Salomón, cuestión que prefiero no re-
solver. Pero aún cuando lo hubiera adquirido de es-
r¿ manera, nada impide que lo haya obtenido por
la búsqueda, ya que había pedido unicamente la
S¿biduríal , que Dios le dió para que con ella pose-
yera la riqueza y Ia paz. N¿die sano de espíritu po-
dría negar que aquel que ha sondeado la natttrzleza.
rJe las plantas y de los árboles, desde el Cedro del
Ll'bano hasta el hisopo y la parietaria, no haya co-
nocido paralel4mente la naturaleza de los minera-
les, cuyo conocimiento no es menos agradable.

II
Pero volviendo a nuestro asunto, afirmo que
es verosímil creer que los primeros Adeptos que se
adueñaron de este Magisterio, entre los que coloco
(1) Ver Prov. II, 6. Para los K¿bbalis¡as, la Sabiduría
(Hokm¿h, de Ilakam, saber, ocultar, esconder) era lo
mismo que "Hylé" pata.los gnósticos griegos. Se tra-
ta, según N¿hmanide y su maest¡o Jucla ben yaquar,
de una "Matcria primodial doble, fundamento de la
creación"- Vemos claramente que no sc rrata de algo
meramente intelectual, sino del "Dox de Dios" d,el
que nos hablan todos los Alqumistas. gj
La ei ruü ab¡erto al ?olacio cefta¿o del fty

a Hermes, estando desprovistos de libros, no busca-


les, que disuelve a todos los metales y de la misma
ron al principio la máxima perfección, sino que se
manera coagula al Mercurio; pero ésio no se hace
content¿ron simplemente con ex¿ltar los metales
más que por una vía violenta. Por lo cual un agente
imperfectos a la dignidad Real. Y como se dieron
de esta clase se separa de nuevo de los cuerpoi que
cuenta de que todos los cuerpos l{etálicos tenían
ha disuelto, sin perder nada de su peso ni de ius
un origen Mercurial, y que el Mercurio era en cuan-
cu¿lidades. Por lo que los Sabios recánocieron al fi-
to al peso y a la Homogeneidad simil¿r al más per- nal que en el Mercurio había crudez¡s3 acuosas e
fecto de loi Metales, el Oro, se.propusieron llevar- lmpurezas terrosas que, profundamente incrusta_
lo2 a la madurez del Oro, pero nó puCieron llevarlo das, impedían que fuera digerido. y que no podían
¿ cabo con ningún fuego.
ser ellmlnadas más que por la inversión de todo el
compuesto. Aprendieron, digo, que si podían libe-
III rxrlo d.e sus escorias, conseguirían volver fijo al
Mercurio. En verdad, éste contiene en sí mismb un
Por lo que consideraron que para tener éxito, azufre ferment¿tivo-.del que la más mínima porción
el calor exte¡ior del fuego tenía que ser acompaña- \granum ) sena sullcrente para coagular todo el
do por un fuego interior. H¿n busc¡do por ionsi- cuerpo mercurial, si se pudieran separar todas sus
guiente este calor en varias cosas. Primeramente ex- impurezas y crudezas. Por este motivo, intentaron
trayeron por destilación (extillarunt) agu¿s exrre- v¿nas pürgaclones, pero en vano, puesto que esta
mad¿mente ardientes de los minerales menores, operación requiere una monificación y una regene-
con las que corroyeron el Mercurio, pero no pudie- ración para las que es necesario un age;re inter]or.
ron por esta vía, cualquiera que füese el artificio
empleado, hacer que el Mercurio cambiara sus cua-
lidades intrínsecas, ya que todas.estas aguas Co- V
rrosivas no eran sino agentes exteriores, del mismo
modo que el fuego, aunque de un modo diferente; Y finalmente aprendieron que el Mercurio ha-
-los
y estos menstruos, como ellos los llamaron no per- bí¿ sido destinado para formar metr.les en las
manecí¿n con el cuerpo disuelto. entrañas de la tierra, para lo que conservaba un
movimiento contínuo ranto tiempo como el lugar
y los otros carácteres exteriores permanecían bien
IV dispuestos. Pero si se pro<.lucía poi casualidad algún
rranstorno, este joven inmaduroo caía por su
fro-
Pr¡r esta firme razónrechaztron todas las sales,
excepto una, que es el primer ser de tod¿s las sa- (3) C.rudttate,. crudeza. indigestión, indica algo que no ha
§loo drg€rtdo §utrcrentemente.
(4) Inmatüra ptoles: Joven inma,luro o fruto inm¿duro.
(2) ügercre de digero: llevar por diferentes lados, com
La noción de joven conviene perfcctamente al Mercu-
a4 porta también la noción de separar, fundir y digerir.
rro, m,entr¿s que la de fruto parece estar más de 85
La entfida obiefid al palacio ceñ.d,Co del rca/

pio impulso, de tal modo que aparecía privado de de que, más o menos, tendría la mism¿ acción so-
movimiento yde vida, siendo verdaderamente im- bre el Mercurio. Fero comprobaron experimental-
posible el regreso de la privación a la salud. mente que retenía sus mismas escori¿s y se acorda-
ron del Proverbio que dice' Sé puro, tír que quie-
res purificar a los demds. Comprendieron qué era
VI imposible, a pesar de sus esfuerzos, purgarlo éntera-
mente, ya que en su azufre no había nada metálico,
Hay un azufre pasivo en el Mercurio qu€ ten- aunque en él abundaha la sal más pura de la natura-
dría que ser activo; hay que. introducirle, por Io lezz.
tanto, otra vida, de su misma naturaleza, que susci-
te la vida latente del Mercurio. De este modo la v!
da recíbe a la vida; entonces, finalmente, (el Mercu- VIII
rio) es cambiado r¿dicalmente y rechaza espontá-
neamente de su Centro a las impurezas y escorias, Así pues, vieron que en el Mercurio había
como ya lo escribimos suficientemente en los capí- muy poco azufre y que éste era unic¿mente pasivo,
tulos precedentes. Esta vida se encuentra solamente por lo que no encontraron azufre activo en esta
en el azufre metálico; los sabios lo buscaron en Ve- descendencia de Saturno, sino sólo (azufre) en po-
nus y en sustancias semejantes, ¿unque en vano. tencia. Por lo que la unieron a un azufre arsenical
ardiente, sin el que se vuelve ioca y no puede
subsistir en forma coagulada. y es rdn estúpida que
VII prelrere convlvir con esle enemigo que Ia tiene
fuertcmente encarcelada, cometiendo libertinaje,
Finalmente, se interes¿ron en Ia estirpe de Sa- antes que renunciar a él y apar.ecer bajo una forma
turno(a) y probaron su acción sobre el oro. Y como &lercurial.
¡eníz h¡erza, para desembarazar al oro maduro de
sus impurezas{t¡, se dejaron Llevar por el argumento
IX
¿cuerdo con el texto, tratándose segurunente de un
juego de palabras. Por lo que, l¡uscando más lejos este azutie ac-
tivo, los Magos lo pidieron y lo encontraron ence-
(a) "Hiio de Saturno, es decir la Saturnid 1)egetdL y reco- rrado en lo más interior de la casa del carneros . El
nocieron experimentalmente que eya ld ral'z generati-
aa del Oro". (B-Ph.Ch.)
"Hija de Saturno, 3t La ptobaron, que erd purijicadord (5) Aries, el carnerc, es el primer signo zodiacal, el co-
del oro". (Te6fllo) mienzo de la primavera. Varios Fiiósofos escribiero¡r
(D.) "Tenía nmbién impurezas que conseruaba sieupte". que su materia se extraía dei "vientre de Aries"¡ cl
86 (B.Ph.ch.) carncro, en la Mitología, es cl animal del que provenra
la eü¡ada abíüta al ?alacio cerado del rey

hijo de Saturno 1o ha acogido con avidez, siendo XI


purísim¿, muy tiern¿ y muy próxima al Primer ser
de los met¿les su materia metálica, comPletamente De allí salió el Mercurio Hermatrodita. Lo pu-.
privada de azufre activo pero capacitadá Para reci- sieron sobre el fuego y en un tiempo de ningún mo-
bir azufre. Por lo que atrae hacia sí como un Imán, do largo, lo coagularon, encontrando en su co¿gu-
absorbiéndolo y escondiéndolo en su vientre. Y el lación al sol y a la luna.
Todopoderoso lc imprime su sello re¿l. l']ntonces,
Ios Magos se alegraron, no sólo por haber encontra-
do el azufre, sino también por verlo totalmente XII
Prep¿r¿do.
Finalmente, vueltos en si mismos, (estos Sa-
bios) notaron que el Mercurio así purificado, no
x coagulado aún, no era todavía un metal, pero sí lo
suficientemente volatil como para no dejar ningún
Finalmente, intent¿ron purgar el Mercurio depósito en el fondo del vaso durante su destila-
con é1, pero su trabajo fue inutil, )'a que en este hi- ción. Por lo que los llamaron su sol inmaduro y su
jo de Saturno h¿bía una malignidad arsenical mez- luna viva.
clada de ¿zufre(") absorvida en é), v a Pes¿r de ser
muy poca respecto a la gran cantidad que el azr'rfre
posee en su naturleza, impedía sin embargo la XIII
unión de este azufre con el l\'[ercutio. Por ello in-
tentaron templar esta malignidad del aire por las Consideraron del mismo modo que ya que era
Palomas de Diana y les respondió el éxito. Mezcla- verdader¿mente el primer ser del oro, sin embargo
ron entonc€s la vida con la vida, humedecieron la volatil, podía convertirse en el campo donde, una
seca mediante Ia liquida, animaron la pasiva por la vez sembrado, el So[ aumentaría en virtud. Por lo
activa y vivific¿ron Ia muerta por la vi\'¿. Así, el tanto, colocaron allí al sol y, ante su estupor, lo
Cielo esluvo nuhlado por un tiempo pcro. tras que era fijo se volvió volatil, lo duro se ablandó y
abundantes lluvias, ha ¡ecobrado la serenidad. lo que estaba coagulado se disolvió para la sorpresa
de l¿ naturaleza mismr.

el Toisón dc Oro. Ver nota (1) del Cap. l, Yer Intoi'


t¡¿s VIII-3. \ la Arcanltt ltermeticde Oprls de Jean
d'Espagnet Cánon XLIL XIV
**
Por lo que casaron a estos dos cuerpos, los en-
(c) "Pues babía toda¡tía rna maligtidad. arsenical nezcla' cerraron en (un vaso) de vidrio y los colocaron so-
da a este azufre, que habr.la sido deglutido por la raza bre el fuego y dirigieron el resto de la obra durante_
88 de Saturno ". (B.Ph.Ch.) 89
un iargo periodo, como Io exige la naturaleza. Así
fue vivificado el muerto y murió el vivo, se pudrió
el cuerpo y el espíritu resucitó con gloria y el alma
fue exaltada en una Quintaesencia, medicina supre-
ma para los animales, vegetales y minerales6.

XII

(ó) Vet l ÜoiÍus lfl-3.


DE LA MANERA DE REALIZAR EL PERFECTO
MAGISTERIO I]N GENERAI,

TIB EMOS dar a Dios eterna acción de gracias


habernos mostrado esros arcanos dé la na-
Lrlpo,
ruralsza.
, qyg ha escondido a los ojos de la ma_
yoria. Descubriré, pues, fiel y gratuitámente a los
d€mas buscadores lo que me ha si,.io dado gratuita_

il1l: P.l este supremo dador_


consrgurente, que en nuestra
Has de saber, por
operación no
"*irt.
mayor secreto que la colaboración de las naturale_
zas,.una sobre la otr¿, hast¿ que gracias a un
cuerDo
crudo se extraiga una virtud muy digerida de Ln
cuerpo digerido.

II
Para primero la provisión
, .ello. se requiere:
(co mp.ara.tio), la preparación y Ia adapración exac_
ta de los ingredientes que entran en labbra.
Segundo, una buena disposición exrerior.
. Terce.ro, preparadas así las cosas, se requiere
un buen régimen.
Cuarto, hiry que conocer de an¡emano los
colores que aparecen en el transcurso de la obra,
para no proceder a ciegas.
_ Quinto, paciencia. para que la obra no se¿ lle_
vada apresuradamenre y con precipitación.
. D.g lo que vamos a hal,lar en orden, con una
sinceridad fraternal

93
XilI
DEL USO DE UN AZUF'RE MADURO EN LA
OBRA DEL EXILIR

\ r/Ahemos hablado de la necesidad del Mercurio


), hemos transmititlo, a propósito de é1, nume-
f- rosos secretós que antes de mí estaban
sin co-
nocer en el mundo, porque casi todos los libros de
química están llenos de oscuros enigmas, de opera-
ciones Sofísticas o incluso de montones de pala-
bras escabrosas.
Verdaderamente, yo no he hecho Io mismo,
sometiendo así mi volunrad al beneplácito divino,
que en este último período del mundo me parece
querer revelarr estos tesoros. Por lo que nó creo
que el arte se envilezca y desaparezéa. Esto no
puede. ocurrir, pues la verdadera sabiduría se guar-
da a sí misma en honr¿ eternamenre.

II
Fin¿lmente, ojalá que el Oro y la plata, estos
grandes ídolos que el mundo entero ha adorado
hasta ahora, fueran de tan poco valor como el es-
tiércol iEntonces. nosotros; quc somos duchos en
esie (¿rte), no esraríamos obligados a escondernos;
nosotros, que nos creemos ya cargados de la misma
maidición que Caín ( illorando y suspirando!) casi
parcce_ que estemos apartados de la faz del Señor y
tle la dulce sociedad de nuesrros amigos, de la qui

(l) ResetatuÍus, de rcsedo, 'abrir'. Como Lenslet du Fres-


noy, consideramos más adecuado el rérminó ,.revel¿r,'.
97
La eit"dda abierta al pdldcio cefiddo d¿t ftrt

disfrutábamos sin temor ant¿ño. Ahora vivimos die entre los que se dan una imagen de hombre ho-
verd¿deramente agitados como si estuviér¿mos ase- nesto o que anuncian su amor al bien común, en
diados por las furias y no podemos creernos segu- quien la finalidad personal última no sea un interés
ros por algún tiempo en ninguna parte, gimiendo y sordido e indigno. Y ningún morral puede hacer na-
repitiendo a menudo la lamentación de Caín a da en la soledad, ni siquiera obras áe misericordia,
Dios: "Cualquiera que me hallare me matará"2 . srn poner en peligro su üda. Lo he experimentado
hace poco tiempo en el extranjeror h¿bía d¿do un
remedio a unos enfermos afligidos de miserias cor-
III porales y abandonados por t-odos, y por miiagro
recobraron la salud, enséguida empezaron a mur-
N¡ habiendo osado tomar el cuidado de nues- murar que era por el Elixir de los Sabios, h¿sta tal
tra faniilia, erramos vagabundos de nación en n¿- punto _que he sufrido a veces los peores disgustos;
ción sin obtener ninguna morada segura. Y aunque obligado a-disfrazarme, a afeitarmi la cabezá y lle-
lo poseemos todo, debemos contentarnos con po- var una peluca, a utilizar otro nombre y a huii por
co; ¿en qué somos pues felices, si no es en la con- la noche, pues de oúo modo habríi caído'en
templación3, donde el alma experimenta una gran manos de los malvados que me acechaban (a causa
s¿tisfacción? Muchos creen, siendo extraños a este de una simple sospecha y de su detestable sed de
arte, que si lo poseyeran harían esto o esto otro. es oro). Podría narrar muchos incidentes de este ti
lo que nosotros creímos antaño, pero vueltos pru- po, que parecerían graciosos a rnuchas personas.
dentes por los peligros, hemos escogido un método
más secreto. Cualquiera que ha escapado a un pel!
gro de muerte inminente se volverá, ciertamente, Y
creedme, más sabro para el restr: de sus días. Las
mujeres de los célibes y los hijos de las vírgenes, di- En efecto, algunos dicen: ,,Si yo poseyera es-
ce el proverbio, están siempre bien vestidos y bien tos secretos, me comportarÍa de otro modo,,. eue
¿limentados. sepan, embargo., lo penoso que es para las per-
.sin
sonas de espíritu el convivir con imbéciles; puei las
personas de- espíritu son astutas, sutiles, pirspica-
IV ces, denen los ojos de Argosa, algunos són curio-
sos, otros maquiavélic<ls, intentan comprender la
He encontrado al mundo en un estado tan vida, Ias costumbres y los actos de Ios hómbres; en
corrompido que no se encuentra prácticamente na-
@) Argos Pa¡optes ('l'odo ojos), fue el guardián que He-
(z, Vcr Génesis IV-14. ra escogió para ügilar a Io, conwnida en vica por
(3) spe culatione, de sp ecular :'observar','contemplar', Zeus. Tení¿ gran número de ojos, Ios cuales Her¿-re-
'vigilar'. Tiene la misma raíz qu.e specalum: 'espdlo', cogió y puso en la cola del pavo real, después de quc
98 símbolo muy corriente en la literatura hermética. Argos fucra degollado por Hcrme§. 99
La errúadq abi¿rtd al pdlacio cetmdo del tey

todo caso son personas con las que, cuando se ha


contraído con ellas una especie de f¿miliaridad, es No te será fácil darte cuenta de que se sospe-
muy difícil disimular (lo que se hace). cha de tí, y es un grave inconveniente, pues la me-
nor conjetura será suficiente para que se te aceche.

VI
VIII
Si hablara con alguno de los que creen esto de
sí mismos (que harían tal o cual cosa si poseyeran Tanta es la maldad de los hombres, que he
la Piedra) le di¡ía, "Eres el amigo de un Adepto',, conocido a ciertas personas que fueron estrangula-
enseguida se pondría a reflexion¿r y me responde- d¿s o ahorcadas y que, sin embargo, eran ajenas a
ría, "Esto es imposible, me habría dado áuenta; nuestro arte. Era suficiente con que gentes desespe-
vivo tan familiarmente con él que lo habría nota- radas hubieran oído murmurar que alguien tenía la
do". Tú que piensas esto de tí mismo, ino crees reputación de ser hábil en esta ciencia. Serí¿ fasti
que los demás tienen una perspicacia igual a la tu- dioso contar lo que nosotros mismos experimenta-
ya para darse cuenta de quién eres? mos, vivimos y oímos, a este respecto, y más ¿ún
en esta edad del mundo que en las precedentes. La
Alquimia es un pret€xto, de modo que si haces algo
VII en secreto, no puedes dar tres pasos sin traicionar-
te(e).
En verdad es necesario convivir con la gente,
de otro modo te ven como a un Cínico o á o::.o
Diógeness. Si convives con la plebe, en yerdad es IX
indigno. Si frecuentas la sociedad de las gentes pru-
dentes, has de ser muy cauteloso, llo sea que otro Esta cautel¿ tuya excitará el celo de algunos a
te reconoz.ca con l¿ misma f'acilidad con la que tú examinar más de cerca tu conducta y se te impor-
crees que puedes reconocet en otra persona a un tunará, acusándote de hacer moneda falsa. iY qué
Adepto (ignorando tú un secreto conocido por ro- no dirán?. Si eres un poco más ábierto, se encon-
dos) valiéndote del hecho de que tienes con él una tr¿rá que haces cosas insólitas, ya se¿ en Medicina o
ciera famili¿rided. en Alquimia. Si posees un gran peso de oro o de
plata y quieres vender de é1, fácilmente se pregun-
(5) Diógenes de Sínope fue un filósofo griego det siglo IV
¿.d,C, de la escuela cínica. Despreciab¿ las convenien-
(a) de ningún rnodo te atreoieras a mooet un pie, aunque
ci¿s sociales y dormía bajo los pórticos refugiándose con secreto trates, si no quieres descubritte, porque
con f¡ecuenci¿ en un tonel. En el texto podem<ls con- tu misma cautela dará a mucbos que pensor, paro que
sidcrar a Cí¡ico o a Diógenes como sinónimos de "se¡ muy intn'nsecamerte y con muibo cuidadó te 6us-
100 asocial". quen la rida y digan que eres un monedero falso y
mucbo más (Teófilo). 10r
La entrdda abiertu al palacio cetado del rey

tarán de donde proviene esta gran canfidad de oro XI


fino y plata, puesto que no se encuentra en ningu-
na p¿rte, si no es en Barbaria o en Guinea, y bajo la Nosotros lo comprobamos cuando, fuera de
forma de un polvo extremadamente ténue, mien- nuestra patri¿, intentamos vender cerc¿ de 6OO li-
tras que el tuyo, verdaderamente de condición más bras(.1 de plara mu)' fina, disfraz¿do de mercader,
noble, estará en forma de fragmenros. no osanrlo adulterarla pol tencr casi tada nación su
propra le)' para los metales preciosos, que los or_
febres conocen bien. hasta tai punto.¡ue, sr yo hu-
x biera pretendido haberla obtenido <le iuera, io hu_
I¡ieran reconocido por la prueba de la balanza y hu-
Los merc¿deres no son tan estúpidos, incluso bierrn.hecho prender al vendedor. Aquellos a quie.
si jugando como niños te dijeran, "los ojos están nes la. llevé. me dijeron enseguidr qué era plata fa-
cerrados, ven, no vemos." Con todo eso, si vas a brica.la por cl arrc. Les pregunré cómo podian afir-
ellos, en un abrir y cerrar de ojos, descubren lo márlo y me respondieron simpiemente que no te-
suficiente como para ocasionarte la mayor miseria. nra quc enseñerles a distinguir la pleta piocedcnre
La plara que es producida mediante nuestro arte, es tle España e Inglatcrra, I qire ,qrilla ná era .le ese
tan fina que no puede venir de ningún lugar. La trpo. Oyendo esro. huímos a escondidas abando_
mejor, que viene de España, no sobrepasa en nando la plata y su valor, sin volver nunca a recla-
bondad a la esterlina Inglesa, y se presenta además marlc.¡.
en forma de rudas monedas que, a pesar de las
prohibiciones legales de los países, se transportan
furtivamente, Por lo tanto, si vendieras una gran
cantidad de plata pura, ya te has traicionado, XII
mientras que si quieres adulterarla (sin ser Orfe- Si después de esto finges que este gran peso de
bre)6, mereces la pena capital, según las leyes de oro, o sobre todo plata, ha sido traídJ de átro lu_
Holanda, Inglaterra y de casi todos los países, que gar,_no podrás hacerlo sin ruido. El capitán de bar-
prevén que toda adulteración del oro y de la plata, co Jirá que él no ha rransporra(lo rai cantidad de
aunque sea para (pesarlo) en la balanza, es suscep- plata 1' quc no h¿bria podiio enrrar en el barcota)
tible de la pena capital si no es realizado por un
orfebre profesional y autorizado{r). (7) bonitdtis sdterdm. 'balanz¡ de bondad'. indica el ni_
rel rlr calid¿d. kilaraje o ley requrrida para que un
(6) Metallutgus. metalúrgico'¡ el que rrabaja los merales. metal prc'cioso se¡ legal.
En el rexro crecmos más correira la accpción de orfe-
bre, aunque se
"". ,.. slu fiot rtro or[ihtt ¡t t,to rJct,,, artnque baya
1..:,.".,r- "s
el pesu justo... (B.ph.Ch)
(b) aunque sed becba segin las leyes, si no se bace en la (c) 12O0 marcos (B.Ph.Ch)
Casa de la Moneda y p or el ensayqdor legal... (Teófilo)
(d) en el oasc., (B.Ph.Ch)
to2 rol
I?eneo Filahteo
La eltrdü abi¿rta al patacio ceftado del reJl

ignorándolo todos. Y los que oirán esto, que vienen


das.el Oro, que ellos llaman asít.).
a este lugar a comerciar, reirán, diciendo que no es El famoso Sendi-
posible reunir ral canridad de oro o de pláta en un hi dicho a esre respecro: ,.tt si¡i
rirlr)ir'"
::.qilr
r:t:e-s tm
barco, siendo tan estricms l¿s leyes que lb prohiben .predra incluso. entre el estiercol, *rriiro,
y tan estrictos los registros preventivos. Esie asunto 1::,:r ni siquiera cree que exista en el
se hará público inmediatamente, no sólo en el país
oro Ls -,q"*r!r:
en el Oro,el Oro de los Éilósofos, aonae
se encuentra l¿ tintura auríficalr¡;
en cuesdón, sino también en los países vecinos.lns- Érta ,a,
truido. por los peligros corridos, he decidido seguir Yl :l.rqo "rnqr.
muy digesto, nuesto MercuriJ ,. ..in.-l
tla no oDsrante en un solo cuerpo.
escondido y comunicártelo a tí, que sueñas ¿on recibiendo de
Mercurio Ia multiplicación de su iimiente,
este_.arte, curioso por ver qué harás por el bien
en peso como en virtud.
r;,;";;
público cuando seas un Adepto.

XIII XV

.. A:í pués,
.habiendo como dijimos en lo que antecede y , Ytodo
garlo,
aunque varios Sahios Sofistas parezcan
es verdaderamente como i; ;;t;;;i;.
ne_
enseñado Ia necesidad dél Mercurio en
Pretenden,. por ejemplo, que
nuestra obra, he decidido recalcar a propósito del el oro ,rl"J';;
Mercurio algunas particularidades, lo cual ninguno muerto, que el suyo
mente, el,mlentr¿s
está uir". Fr.d.trl
de los antiguos hizo antes de mí. Así, por otrip"r- grano de trigo está r
te, digo lo mismo del azufre, sin el cual, el Meicu- ll-?.,119 r.,* *r ñ",ia,,XJ..lli?á;'yi::lf#
rio no podrá sufrir la congelación necesaria para la (€rrá asr 1!
eternamente si fuera conservado
medio en un
ambiente seco, pero si es echado
obra sobrenatural ;1, *;;;
su vida fermentariva, ,. hir.h;;
L.:l,i:_1:.Tt1*de
sc aDlanda y germlna.

XIV
quimistas dicen que debe lavarse el
¡ostro de Laton¿
con su. sangre, lo que significa _
. .Este azufre desempeña en nuestra obra e[ pa-
pel de macho, y cualquiera que aborda sin él el aite
sesún pe..,.,r_-'ii";
mediante el agua eítraída a"irr"
transmutatorio no tendrá éxito nunca, afirmando Í;::lij?,,,"r" i*
todos.los Sabios-que no se puede hacer ninguna tin-
(e) ... sin su me¿1.¡6 54
tura sin LatonaE, siendo este bronce sin lugar a du- ¡uede hacer tinrura, y este metal
es el oro... (Teófilo)
tllm.an asi,.y que es ta hembra.. (B.ph.Ch.)
(0 ;..9_ue 1ll_os
(8) L¿tone, hije de Sarumo, según Homero, y madre de :t-.1 :] 9.: de los Filósofos, qu. p,ori"n. á"t
errii.
Diana y.Apolo, a los que dio a luz en Ia isia de Delos, ¡vrcrcunat de Ios Sabios, y del oro vulgar,,
cocidosjun_
donde llegó huyendo de la serpiente python. Los al- tos en u¡.sólo cucrpo exaltado, que esta
LO4 encerrada la
trntura del oro (B.ph.Ch.)
105
La enúadd abíetta al palacío cerado del rzy

xvt
XVIII
Lo mismo ocurre con nuestro oro. Está muer-
to, o sea que su fuerza vivific¿nte está sellada bajo -Con -razón, pues, Ios Filósofos dicen que el
oro tltosotrco
la corteza corporal, como ocurre con el grano, aun- es tan diferente del vulgarr v i; dite_
rcncia consisre en la composició" grj, ,'.¿¡al'.^
que de un modo diferente, en cuanto a la diferen-
que se dtce que un hombre cstá muerto cuando ha
cia que separa el grano vcgcml del oro metálico. Y
oído su scnrencia tle mueñe, así se dici q;;.1;;;
del mismo modo quc este grano que permancce in-
está vivo cuancio está mezclado, unr rrt.ao-n.,.i
mut¿ble mientras está en el aire seco es destruido
por el tuego ), vivificado solamente en el aggra, pa-
ción.y sometido a un fuego en el que ;.;;;;ii;;
raprdamenre debe recibir a la virla'qerminativa
ralelamente. el oro., que es incorruptible y dura í
mos¡rar, al cabo de pocos días, Ia acc"ón ¿.,,
eternamentc, es unic¿nlentc rcductibletgl cn nucs- ,iaá
naclente.
tra ag1¡4. y cntonc( s ('s nuc\lro oro r ir o.

XIX
XVII
Por es¡o los mismos Filósofos que dicen
Del mismo modo que el trigo sen:brado en el oue
su oro está vivo te orJenan , ti, inu.rtigraá, á; Jst.
campo por el agricultor, cambia de nombre y toma arte. quc vivifiques al muerro. Si Io co"noces. prel
el de semilla cn lugar del cle grano que tenía mien- v
paras el agente realizando Ia mezcla
,.gr.ir'fár'r"_
tras se guardaba en el granero para hacer pan y gtas. tu oro no tardará en volverse vivo, y"en
esta vi_
otros ¿limentos de estc tipo, así como para la siem- vificrción, ru mens¡ruo vivo, morirá..pli.ri;;;;;;
bra, paralelamente el oro cuarrdo está en forma dc ros Magos ordenan.que se vivifique al
muerto y que
anillo, de vajilla o de moncda, es vulgar, pero cuan- se monrtrque ál vrvoi y sin embargo, al principio
do se Ie mezcla con nues¡r¿ agua es Filosófico. Ln xaman v¡\a su agua, y dicen que la mueni,.lel
el pimer estado se dicc que está mucrto, y¿ que I pri_
Tlr qt]n.'p,o y la vida del segundo tienen Ia misma
permanece inmuteblc hast¿ el fin del mundo;en el ou racron -
estado posterior(h) se dice que está vivo, porque lo
está en potencia. Potencia qr.re pucde, en pocos
días, ser convertida cn ¿ctoi entonces el oro ya no
es oro, sino el Caos dc los Sabios.
xx
que es evidenre que hay que
^"^ ^l::l: está muerto y su agua cuanclo romar su
oro-cuando
está ver_
G) ... reductible a su stmílla. (B.Ph.Ch.) y en este compuesro. después <Je
(h) ... es decír, cuando está junto al Mercurio de los Fi- ::,].11T::.:.- ",ra,
106 1ósr&s (B.Ph.Ch.) .¡l].1¿
vrva y 'rre:/: .decoc.crón, la simiente del oro se vuelve
el Mcrcurio vivo, muere; es decir,
q;.;-;;_ 107
La entrad!, abi¿rta al palacio cerrado
det rert

Este,-.es el orden de nuestra Obra.


píritu se coagula por el cuerpo disuelto y que uno Esta es.toda nues-
y otro se pudren en forma de limo hasta que todos tra l'ilosofía.
los miembros del compuesto son dispersados en
átomos. Esta es, pues, la naturaleza de nuestro Ma-
gisterio. XXIII
Por ello dccimos que no hay nada
secrero en
xxI a excepción solamente del Mercurio.
,-,r* lvraglsreno
Luyo "n.r, consrste en prepararlo
según las re-
El misterio que ocultamos con tanto empeño ,*:.^.-^:1r.^::, S_ot que está .*.raiJ""., ?ii .r."r_
es la preparación del Mercurio propiamente dicho, ro con el oro en una proporción justa. y
regir el
que no puede encontrarse sobre la tierra preparado fuego según las exigencias'del M;.'.;;i;,
;r';""; :i
para nuestras manos (nuestro uso), y esto Pof Í2"2o- :^1 l" .r:..,al rJ.fuego. por sí mismo, y cuanlo más
Mercurio, más capaz es de resistir a
nes particulares conocidas por los Adeptos. En este ::1i :"1d"
Mercurio, purgado al grado supremo de pureza, li' este fuego. por eso Ia dificultad' ¿. ..t,
siste en acomodar el régimen a.
,Uá-.onl
mado y reducido a láminas, amalgamamos perfecta-
cil del l{ercurio_
.rl.i , f riJü,

mente al oro puro, Io encerramos en un vaso de vi-


drio y lo cocemos a fuego continuo: el oro se di-
suelve por la virtud de nuestra agua, reduciéndose a
XXIV
su m¿teria más próxima, en la que es liberada la vi-
da prisionera en el oro, y recibe la vida del Mercu- qr.re no ha preparado su Mercurio
rio disolvente, que es respecto a é1 lo que la buena ,rxs.regias.
tquillncluso sesún
lo ha unido ai oro, este oro íerá
si
tierra respecto al grano de trigo.
que. *,,.e u"iao ,',"',"g*,.
139:"li:_:::
exrravagante.":lg1r {aen
(fdtuo) el que permanece inñurá-
sr lo hubiéramos dejado en un cofre,
XXII ,?i1,::T"
naclendo desaparecer ningún fuego no
corporal. al no baber o, igrrtr
,, nrturui.r,
Disuelto pues en este Mercurio, el oro se pu- ríoo qo, b ,;r;;:
pañe.6)
dre, y esto es preciso por una necesidad de la natu-
raleza, pues después de la putrefacción de la muer-
te renace un cuerpo nuevoe de la misma esencia xxv
que el primero y de una sustancla más noble que al-
canza proporcionalmente diferentes grados de vir- Nuestro Mercu:"io es un alm¿ viva
v vivifican_
te, por ello nuestro oro es espermático,'d.i
tud según las cuatro modalid¿des de los elementos. _i;;
(9) (i) la frase en cutsioa ho aptarece.en
108 Ver I Corintios, XV-3ó. la oersión de Teóftlo, l09
tn e¡trada dbiefla al patd.ío ceftddo ¿el rryt

modo que el trigo sembrado es una simiente y el X\VIII


trigo almacenado en el granero es un simple grano
muerto. Incluso si es enterrado bajo tierra en una
caja (como suélen hacer los habitantes de las In- .No hal porqui acusarmc dc envidra, puesro
quc hc escrito con pluma audaz y con ,n.i,ilo
n,.r-
dias Occidentales, que esconden sus cosechas en ro habirual, en honor de DIOS, para la urilidad de
una fosa, en el interior de la tierra, al abrigo de to- nri prójinro v para contlcnar al mun.lo u , i;.;;;
do vapor de agua), sin embargo si no recibe el va- /.as. pu.es yu natido Elns Artista
por húmedo de la tierra, está mueno, es decir, per-
lLa
ttttrquill/ts de l¿ Ciud¿d de Dius¡t. rut.
i se predilcan
manece sin fruto y le¡os de germinar.
rtr.uo ir.t,,_
\() a ascgurar qu( posr.o más riquezas quc
las quc
lruscc cl Univcrso conocido, p.,o lrr r...hrrrrr'J"
io\ matvJdos no nrc pcrmircn urilizarlastt).
XXVI

Sé que hay muchos que condenarán esta doc-


trina y dirán, "Este hombre afirma que el oro vul- xxrx
gar es el soporte material de la Piedra con e[ Mercu-
rio corriente, pero riosotros sabemos que en reali- , Con r¿zón desJeño y tJesprecio esra idolatría
dcl oro y tlc la plrta. con los que rodo se lprccia y
dad es [o contrario". iVamos, l'ilósofbs, examinad
qut no sirven más que para la'pompa y la vanidaí
vuestras bolsas!, vosotros que sabéis semejantes co-
ticJ mundo. ieuc. rorpc iniquijad y gré ,rrn p.n_
sas, ¿por ventura tenéis la Piedra? Yo la poseo \dmt§nto os impulsan a cre(,r quc si yó cscondo'mis
sin haberla recibido de nadie (si no es de mi Dios),
sccretos es por envidia? De ningún modo, confieso
no [a he robado, la tengo, la he hecho, la tengo en
mi poder cad¿ día, la he trabaja,lo a menudo eon ,r¡e me duele protundamentc ser un vagabundo
mis propias manos. [scribo Io que sé, pero no es errando por la tierra, como si el Señor meir.ojara
p¿ra vosotros. ric su vista.

XXVII xxx
iTrat¿d vuestras aguas pluviales, vuestros ro-
cíos de mayo, vuestras sales, parlotead a propósito
, y P:.9
J,)
cs ;núr il hablar, Io quc hemos visro. roca_
elJbora(lo, io qrre tenemos \ conoc(mo(, lo
de vuestro espeÍna, más poderoso que el mismo ,i( e Iarrmos solrmen¡e mor idos pbr
la compasión
demonio, agraviadme con oprobios! iCreed que que senrimos bacia los buscadorei y la indigiación
vuestro vergonzoso lenguaje me entristece! Lo repi- hacia el oro, h plara r. las piedras p...lor"il
no
to, sólo el oro y el Mercurio son nuestras materias, "á_
sé lo que escribo, y DIOS que escruta los corazones (j) ,,: ,-..: n,o ap.arccc tn la aersión ,tc
110 sabe que escribo la verdad. (k) rt'rtl
"l:r:" ,r,r:,*utiltzorlas.
no f\ ltctto (Í cifilo¡
Teó.lito
trl
Ia errtrada abi¿ta al poldcio cefiado dcl rc!

mo criaturas de Dios, pues en cu¿nto a esto son ho- nuestras puertas, no lo escribo bajo el influjo de
norables, y las honramos, sino porque los Israelitas, una vana ilusión sino que [o veo en espíritu, en que
y también el resto del mundo, las idolatran. por nosotros los Adeptos volveremos desde los cu¿tro
ello deseamos que, como el becerro de orolt¡, sean ríngulos de la tierra, en que ya no temeremos más
reducidas a polvolo . las acechanzas dirigidas contra nuesúas üdas y da-
remos gracias a Dios, nuestro Señ.or. Mi corazón me
susurra maraoillas inauditas y mi alma se esfiemece
xxxl en mi pecbo ante la idea de la felicidad de todo Is-
rael de Diost^ ¡.
Creo y espero que dentro de pocos años el di-
nerr¡ será como las escorias y que este sustento de
la Bestia del Anticristo se desmoronará en ruinas. XXXIII
El pueblo delira, y las naciones insensatas roman
por Dios a este peso iní:,til. éEn qué es compatible Anuncio todo esto al mundo como un prego-
esto con nuestra próxima redención, tanto tiempo nero, a fin de no morir habiéndole sido ínínil. Que
espcrada?l¡ 2Cudndo se cubrirdn de oro las plaiat este libro mío sea el precursor de Elías, a fin de
de la nue¡sa Jerusalén? écuándo sus puertas de per- que prepare la Vía Real del Señor$,. iOjalá las
las finas?tt 2y cucindo el Arbol de Vida que esai en gentes de espíritu de todo el mundo conozcan este
medio del Paraíso dard sus hojas para la salaación arte! Entonces, la extrema abundancia del oro, de
del género bumano? la plata y de las piedras preciosas, los volverán poco
estim¿bles, apreciándose únicamente [a ciencia que
los producirá. Entonces, por fin, será honrada la
XXXII verdad desnud¿, ya que es estimable en sí misma.

Lo sé, lo sé, mis escritos serán para muchos


como el oro fino; y el oro y la plata. gracias a estos
escritos míos, serán despreciados. Creédme, jóvenes XXXIV
aprendices, y vosotros sus padres, el tiempo'está en
Conozco ¿ varios que poseen el arte y conocen
(10) Ver Exodo XXXII-2o. sus verdaderas llaves; todos ellos desean el más es-
(11) Ver Apocaliprt. **,Í_r;_ tricto silencio. Por mi parte, la esperanza que tengo
_ en Dios me hace pensar de otro modo. Por ello he
escrito este libro, del que ninguno de mis hermanos
(l) serpiente de cobrc ('te6filo)
(ll) serpiente de bronce (B.Ph.Ch.)
(m\ En la B.Pb.Cb., cstas fras.s no dparceen en for¡na iu-
tenogalioq, y en la oersión de Teófi|o, este p'ánafo no (m) y (n) Los fragmentos en cutsioa no Lqarucen etlaoer-
112 se ttaduce. sión de Teófilo. r 13
¡

los Adeptos (con los que estoy diariamente en co-


munic¿ción) saben nada

xxxv
Dios dio reposo a mi corazón dándome una fe
firmísima, y no dudo que haciendo uso de mi ta-
lento serviré de este modo al Señor, de quien soy
acreedor, y al mundo. mi prójimo, y priniipalmen_
XIV
te ¿ Israel(ñ) r y sé quc nadic pued. hri.. fructificar
a su trlento apane dc mí, y preveo que (.entenares
scrán, proL;blemcnte. elum'biatlos poi mis escriros.

xxxvt
. Por lo que sin consultar la carne ni la sangre,
no he busc¿do la aprobación de mis hermanos afes-
cribir esra obra. DtOS haga, para gloria de su nom-
bre. que yo Ilegue al final que espero, enronces ro-
dos.los Adeptos que me conocen se alegrarán rie la
publicación de estos escritos.

G) . l,eofilo traduce ,,y sobrc rodo a los Jrstos,,, en lugat


1r4 1¿ " ls¡ael"
7
DE LAS.CIRCU-NSTANCIAS
QUE SE PRODUCEN
Y QUE.SE REQUIEREÑ PARA
LA
OBRA EN GENERAL

MO,S separado elAne euímico de todos los


y
.erutaai-ros s"ri,-;,; i;;
F:,:::::",*g::: #,;;;;á;:
:l1y: a:iTer;s.de los
Ane debe.tener por principios at
ffiil,,9l^:::.::te
;t;i,L,1',*':l';r:!'r'rú;:;iffi :i;'"''"r"Jfj
"i a,a J, y q,"-.,,o-;'d;:#,JI#X1
lTl1e::"011
*:^lTilu,i:t.,*, iiü ."".i "..ü""..i':Jiill;
-,v,hemos'dectara;.;;ü"ii1,""i"i',i,Ti
Illl':,fi que el Mercurio
güedad ., u, .
"rogr.,

II
. Hemos demostrado que el primero
es perfec-
cronado por la naturaleza
sSSgdo debe ser fabricado por
i,. puld..o.p;J;;;;;
1t et y Ane es una
de l¿sllaves (del Arte). H.ror'r¡ra;¿o rr)¿;;;;
que, a menos
i.iÍl
:"..ij
Llr:,:ll1:nres
.':r oJos para no ver el sol, essue,e
quieran
imposible no
percrbrrlas. Hemos declaraao,
haber afirmado todo esto por
y i"
.;pJ,i._;; ;;
la te que podamos te_
ner,en los escritos de otrás,
hemos, visi"
,9 ,r. sinceramenre contamosi
¡.-ol/;;;l-
1?
do, vrsro y poserdo Ia piedra, frü;i-."
el Con Aii*i..'-"',--

A) diu- azogue , Es, literalmente, pl¿ta


ro q.ue hos-oi*-,
da a entender la naturaleza üv¿.
te Merc,.rrio y su cualid¿d dc estar f._!;ir";;;::
üra.
117
La erltrado abicrta al palacio ceftado
del rqt

III V
Verdaderamente no estamos celosos de este Poseyendo de este morlo el
y. el, Oro. falta la purgación
Mercurio animado
saber pues anhelamos que, a través de estos escri- accidental, ,;;;;;;
tos, dispong¿s de é1. Por otra parte, dímos a cono- Mercu rio como del bro"-
cer 1o dificil que es [a preparación del Mercurio Fi- Después los esponsales,
losófico, cuya principal dificultad resid.c en las Pa- Y en tercer Iugar, el régimen.lut
lomas de Diana, que están enoueltas en los eternos
abrazos de Venus y sólo son oistas por el aerdadero
Filósofo. Este único conocimiento (scientit) es la
perfección de la Teoría, ennoblece al Filósofo, des-
cubri.éndole todos los arcanos de nuestra ciencit;
tal es el nudo gordinno que aquel que comienza en
el arte no sabrá desbacer jamás si el dedo de Dí.os
no está dllí para guiarlot"t. Y es tan dificil que si
quieres llegar a su conocimiento e\acto. necesitas
para este trab¿jo una gracia peculiar de DIOS.

fV

He dado, lo que nadie ha hecho antes de mí,


tantos detalles sobre la fabricación de esta agua que
no sabría decir más si no es dando la receta, lo que
he hecho ya, sólo que sin nombrar los elementos
con sus propios nombres. Sólo me rest¿ describirte
el uso y la práctica que te enseñarán fácilmente a
distinguir las cu¿lidades y defectos del Mercurio y,
gracias a este conocimiento, podrás modificarlo y
corregirlo ¿ tu gusto.

(Ot mism,.t.disposit ió n rtet ptinafo que


1."::::,"i^:t.la
ta uersto,t latina_ Teó[ilo en
g"bi",no;;i
wr
''¿ ¡tudt
"uudce: Y en tcrcerluqor'el
118 (a) Teófilo no truduce-lo que esta en c rstaa, ¡;;s;.'
I 19
VX
DE LA PURGACION ACCIDENTAL DEL
MERCURIO Y DEL ORO

L oro perfecro se extrac de las vísceras de la


fl tlerra,
L; donde se le encuentra en trozos o en
de arena. Si
^ .Dastante
es l:r., puro.si _lo puedes tener intacto,
no, púrgalo, ya sea con antimo:
nio, ya po_r él Cemento'ReíI, ya haciéndolo hervir
con agua tuerter reduce el oro en granoso limadu-
ras, luego fúndelo y ya está dispuesto.(¿)

II
NY.t,t? oro es producido por la naturaleza,
_--.
pertecclonado en nuestras manos por nuesrro uso,
h. encontrado y del que me he serviaoloi
:l: I. apenas por un artista
nocrdo entre cien mil, a me-
nos que tenga un conocimiento muy profundo
del
reino mineral. por otra parte, se encuentra
en un
sujero accesible z todos (omnibus obaio\.
o.ro.rir"
esta mezclado con muchas superfluidades;
Io ha're_
mos pasar por muchos exámenes y combinaciones,
hasta que sean eliminadas todas lás .."-;;t;¿ü
quede. de él lo puro, aunque con alqunas
heÉrose_
Sin embargo no lo fundimos, pr", "ru
::l-ord.:.
trerna alma perecería y estaría tan muerto
como el

(a) ...pasdndolo por antimonio, o pot la copela o, tras ba.


berlo red-ucido a granos, baciétdolo bertit.y disoloet
en agua fuefte o regia,; después de ello debeiá
por.u ¡uitdirse
fuego de Íusión, disponetlo en lima,luías, y es-
taru prcsto y bien prepaudo (B.ph.Ch) 12t
F,
Ir¿nco Filaleaeo
Ld entrada dbieftd al pal¿cio cefiodo ¡lel re!

oro vulgar. Peró lávalo en el agua que lo consume


todo (excepto nuestra materiaf y entonces nuestro V
cuerpo se conviefte en algo parecido ¿ un rostro de
cuervo.(b) .. Pq.o aparte de esta purgación esencial del
Mercurro, (este) exige una limpiezar accidental
que
haga desaparecer2 las heces externas que
la ooe'ra_
cron de nuestro verdadero azufre ha eipulsado
del
III centro e la superficie(cl. Este trabajo ná .r
rbroiul
tamente necesario, pero acelera Ia óbray es, por
El Mercurio tiene verdader¿mente una lo
gran tanto, conveniente.
necesidad de una purgación interna y esencial, que
consiste en la adición gradual de un izufre verdaáe-
ro, conforme al número de Aguilas: entonces está VI
purgado radicalmente. Este Azufre no es otra cosa
que nuestro Oro, si sabes separarlos sin violencia, fuí. pues, toma tu Mercurio, que preparaste
exalt¿r ¿ uno y a oüo separadamente, y reunirlos con el número convenienre ae eguitis y sudtírnato
luego, obtendrás de ellos una concepción que te da- u:.:r con Sal Común y Escoiias dé Marte, tri
rá un hijo más noble que ninguna .sustanóia sublu- ll.r.
turándolo al, mismo tiempo en vinagre .y un po.o
nar, us sar amonr¿co, h¿sta que el Mercurio desaoirez_
ca. Desecalo entonces y destílalo en una retorta
de
!,lorro con. un- fuego aumentado gradualmente,
has-
ta que todo el Mercurio asciendr] n"it.r" t..,
IV o mást¿) en esta operación, luego haz f,.rrir'"f
,.Á
M.._
curro en, eJ espíritu del ünagre áurante una l:ore
Diana sabe completar esta obra, si está envuel- en
una cucurbrt¿ o en un vaso de vidrio de
ta en los inviolables ¿brazos de Venus: Ora ¿l To- fondo an_
dop,oderoso. para qrr te revele este misterio que he (1) mundatione-m, de mundo: Indic¿ la
acción de limpiar
explicado.al pie de la letra en mis capítulos prece- separando lo
dentes y donde este secreto ha sido ti¿tado de ma_ -exterior impuro. El ;;r,Ji;;
""rb. de
mono¿r, relerido casi siempre ¿ l¿ acción
sep¿rar
nera llana._ No.hay una palabra o un punto supér_ ra plel de un¿ lruta, procede de la misma
raíz
fluos, ni falta ninguno.
' (2) ,^I!!íYt: de abtuo: quitar lavando, hacer dcsapare-
ccr, Dorrar, purd¡c¿r por el bautismo.

(c) e¡;s1^u1a
-qtygació,'o'"iii"rr,, de tasimputezas exte-
:?r::,.1 ,Su1 bdga pasot y recbqzar det ienro a la ii_
?-?rftc_re,las irueiorcs, para laoa as y purgorlo, poi'L
(bl Ex la aersión espoñolq de Teófilo no aparece el aoct_ de ,ruestro oerdadeto azufte intínseco. (8.
124 tado II, asi como la cdsi totaliddd. del lil y todo ei IV. íl6tr.r;"
(d) cvatto oeees (Teéfilo) .
ns
/" .t

y -nú:y* d ?olacio cetado clel rey

cho y cuello estrecho, agitándolo fuertemente de como mancha la lámina de una negrura oscura. pa-
vez en cuando. Decanta entonces el vinagre y lava Iiarás esta impureza por la destilac-ó,
la ¿ceitosidad con ¿gua de fuente vertida repetida- a" l, o".-t.
por ebullición. y agitación. Esta pripara_
mente(e). Entonces haz secar el Mercurio y admira- l.r.ul"S.,
cron hace avenz¿r cons jderablemente la oúra,'ace_
rás su brillo. lerándola.

VII
Puedes lava o con orín, o vinagre o sal para
ahorrarte la sublimación, y destilarlo después por
lo menos cuatro veces, tras haber agotado todas las
Aguilas, sin ¿dición, lav¿ndo la retorta de Acero
con ceniza y agua. Finalmente hazlo hervir en vina-
gre destilado durante medio día, agitando vivamen-
te de vez en cuando, y Lparfa el vinagre que se en-
negrece y añádele (otro) nuevo. Fin¿lmente lava
con agu¿ caliente y podrás, redestilando el espíritu
del vinagre, liberarlo de su negrura y conservará la
misma virtud.

VIII
Todo esto es par¿ apartar la inmundici¿ exte-
rior que no se adhiere al centro si no que es un po-
co más obstinada en la superficie, como verf.s, Ío-
ma este Mercurio preparado con siete o nueve
Aguilas, amalgám¿lo con oro muy purgado; haz el
amalgama sobre una lámina3 muy limpia y verás

(3) cbartsm: láminz para escribh, Lenglet du Fresnoy


traduce por "papel". Creemos que en este caso se re-
fie¡e al oro en láminas.
t*1r*
126 (e) oeúida et pmias oec¿s (Teófilo)
127
XVI
DEL AMALGAMA DEL MERCURIO
Y DEL ORO Y DEL PESO CONVENIENTE
DE UNO Y DE OTRO

REPARADO rodo ésto según las reglas, toma


una parte de oro purgado, en láminis, o pasa-
do por la lima ingeniosamente, dos partés de
Mert urio, pónlos en un mortero de mármol calen-
tado preüamente, por ejemplo en agua hirviendo
(se seca desde que lo sacas, pero retie;e el calor du-
rante largo tiempo), tritura tu composición con una
mano de mortero de marfil, de vidrio, de piedra o
de. hierro_ (lo. que no es tan bueno) o de bój; los de
vidrio o de piedra son los mejores. yo suelo"urilizar
uno de coral blanco.

II
Tritura pues fuertemente el compuesto hasta
que sea impalpable; tritúralo con tanto cuidado co-
nro suelen hacer Ios pintores al preparar sus coio-
rcs, sr es ran maleable como mantequi)la. ni dema-
siadr: caliente, ni demasiado frío, de manera que,
inclinándolo, no deje correrr al Mercurio corno
agua hidrópica intercutánea, siendo buena la con-
slstencla; sl es muy seco, añade agua, t¿nt¿ como
hzga. fzlta, para que de este modt adquiera esta
conslstencta

(l) decurere: correr, pero también precipitarse. 13r


f,i
Ld entrada abielta d¡ pdlacio cenado ilel rcy

III
mantequilla, que permite que se hagan bolas con
_ La Ley de esta mezcla es que esté blanda y ella y que colocadas con precaución en un papel
suelta y que sin embargo se puedin formar con ella limpio, estas pequeñas bolas se endurecen enil re-
pequeñas bolas redondas a semejanza de la mante- poso, sin ser más líquida! en el fondo que en la par-
-quilla,
que es muy blanda y cede a Ia presión de los te superior, entonces la proporción es buena.
dedo-s pero que las mujeres, cuando ia lavan, pue-
den formar bolas con ella. Observa qué a propósito
es este ejemplo, y¿ que si se inclin¿ la mante-
quilla, no deja escapar nada más líquido que la VI
masa entera; lo mismo ocurre con nuéstra mezcla.
Hecho ésto, toma espíritu de ünagre y disuel-
ve en él el. tercio de su propio peso de sal de amo-
IV níaco y pon al sol y a Mercurio, antes de su amalga-
ma_,.en este licor; pónlos en un vaso de cuello largo
Ia naturaleza intrínseca del Mercurio debe y déjalo hervir durante un cuarto de hora, con ebu-
darse en esta proporción, o dos o tres partes de llición fuerte; retira entonces la, mezcla del vaso y
Mercurio (por una) de cuerpo, o también tres par- separa el licor, calienta un mortero y tritura, com-o
tes de cuerpo por cuatro de espíritu, o dos por hemos visto, fuerte y cuidadosamente la composi-
tres; y según la proporción de Mércurio, el amaiga- ción. luego, con agua caliente, quítale toda li ne-
m¿ será más o menos duro; pero recuerda siemfrre grura. Pónla en el mismo licor. hazla hervir de nue-
que es preciso poder coagularlo en pequeñas boias, vo en el mismo vaso, tritura aún fuertemente y la-
y que esras pequeñas bolas, separadas, se coagulan V¿.
(conüescant) de ral modo que el Mercurio no-apa_
rece más vivo2 en el fondo que en la p^.aa ,rp.-
rior. Nota también, que si permites que el ama(a-
ma repose, se endurece espontáne¿mente VII
Reitera en ésto (en esta operación), hasta que
no_ puedas sacar con ningún trabajo ningún coior
V
del amalgama, enronces éste será tán claró como Ia
Así pues, hay que juzgar la consistencia de la plata más pura y de la blancura más estupenda de
composición agitándola, y si es tan maleable como la plata mejor pulida. Observa bien la temperatura
y cuida de que esté conforme a las reglas;-si no es
así, llév¿la h¿sta allí y procede como-se ha dicho.
(2) uhtarior' más vivo, podría tomarse también en el sen- Este trabajo es laborioso, sin embargo verás tu ta-
132 tido de "más brillante" rea compensada por los signos que aparecerán en la
obra. 133
t
V]II
Por último hierve (tu compuesto) en ¿gua pu_
ra, repitiendo decant¿ciones, hisra que tod-, sá1"_

XVII
zon y acrtmon¡a se desvanezcan; entonces saca el
agua y deja el amalgama se seque, lo que se ha_
.que
ra muy depnsa. Para que estés totalmente seguro,
(ya que mucha agua echa a perder la obra, píes ei
vapor puede romper el vaso, incluso si éste ei gran-
{e), agítalo encima de un papel limpio con Ia p-unta
de un cuchillo, moviéndolo, hasta que esté toral_
mente seco, entonces procede como te indicaré.

134
DE LAS PROPORCIONES DEL VASO,
DE SU FORMA, DE SU MATERIA
Y DEL MODO DE CERRARLO

plvfA! un vaso de vidrio oval y redondeado,


lo suficienteme-nte grande como para que
quepa en su esfera una onza de agrla destila_
dar") al mayor grado, y no menos si .s pásiUte, pues
nay que rntentar acercarse mucho a esta medida. El
y¿so de vidrio ha de tener un
cuello de un palmo o
de diez dedos de altura; cuanro
-á, t "rr.ol..ni. r,
espeso sea, mejor, siempre que puedas disiinguir la's
accrones que tienen lugar dentro. No ha de ier más
espeso en un sitio que en otro.

II
Pon en este vaso de vidrio media onza de oro
con una onz¿G) de Mercurio, y si añades el riple
de Mercurio, todo el compuesio no debe exceáer
las dos onzas.
la.l 9s 11 proporción reguerida. Ade-
mas de esro, si el vidrio no es espeso Áo será capaz
de aguantar,en el fuego, pr.. Ío, ,i.nto* qrÉ..
lorman en el vaso por nuestro Embrión, Ios rom_

(l) Los Filósofos químicos dan este nombre a


su Me¡cu_
d. que,sea cxuaído de l¿ mina, y ,u
:i1, "*T
rre cuando todavía no se ha manifestado. " Maie¡
"ru-
Michel
en sus Emblemas químicos representa a un
niño en el
**t¡it
(a) dos oxzas (B .ph .Ch \
(b) dos onzds (B.ph.Ch.i
137
la errttada dbierta al palacio cenado det fty

perán. Es Preciso que el vaso esté cerrado Por arri- nuestra obra? iAcaso hacer la piedra?. Verdadera-
ba con mucha cautela v diligencia, para que no h¿- mente es la obra final. pero Ia verdaderu obrr.on_
ya ninguna fisura ni el menor agujero, de lo contra- siste en descubrir la humedad en la que el oro
se li-
rio,la obra perecerá. cúa como el hielo en agua ribia; ¿rio .,
nuestra obra. ""Éon,o.
III
V
Así ves que la obra en sus principios no exce-
de el precio de tres ducados o tres florines de oro. Por ello muchos sudan obteniendo el Mercu-
Del mismo modo, la fabricación de una libra de .
rio del Sol, otros el Mercurio d. la t_una, -pe.á á
nuestr¿ agua no excede las dos coronas("). cierta- vano. Pues en esta obra es engañoso ¡odo'lo or.
mante, lo confieso, hacen falta determin¿dos ins- cuesta caro. Afirmo que con un florín es
trumentos, pero no son muy caros, y si tuvieras mi oositl.
comprar t¿nto principio material de nuesr; agua
aparato de destil¿ción, no tendrías necesidad de es- como haria tala para animar dos libras enteras-de
tos vaso§ que se rompen fácilmente. Mercuno, a fín de hacer el verdadero Mercurio de
los Sabios(e). Buscado con el mayor cuidado, con-
feccionamos con é12 un sol que,'cuando es ierfec_
IV to(ü ttene más oalor para el anista que si lo iuiiera
,-oypr:dg al prec.io del Oro más piro, pues resiste
También hay gentes que se imaginan que todo prueba y es, en mucbo, el'mejor para
el gasto excede apenas un ducadola¡; puede respon- :--l:.:rSut?,
nuestra obraÍü -
dérseles que esto prueba que nunca han realizado
experimentalmente la obra hasta el final, pues hay
otras cosas necesarias ¿ la obra, que cuestan dinero. VI
Pero apoyándose en los Filósofos, estas gentes pre-
tenden que todo Io que cuesta caro es, en nuestra En definitiva, los vasos de vidrio, los carbones,
obra, engañoso. A Io que responderemos, iQué es .los vasos de tierra, el horno, los casos e Instrumen_
ombligo de un hoñbre cuyos dedos y c¿bellos arden (2) ex boc, literalmente, de él
y exh;lan un humo espeso, con los siguientes Iérmi-
nos debajor "el viento Io ha llev¿do en su seno", cc'
rrespondientes a la T..Ol: tt**rd, Oe Hermes- (e)
Pl ?41*ft en cursit¡a xo existe e¡ la *aducción de
_O: Teófilo
(o Es de.,esta agua 1r de este Oro que bacemos la coxs-
(c) dos escudos (B.Ph.Ch.) truccto soldr y qurrJica que tiene.., (B.ph.Ch.)
dos pesos ('lebfíIo) (g) ... p ues oivo, dt ifia te, espiritualizatte,
138 (d) un rcal de a ocbo (-feófilo) .entofices
genera troo, pto I q ^está
tc o y mult iplicat it)o. (B.ph.Ch.)
139
tos de hierro, no pueden reunirse sin nada. Que los
torpes Sofistas callen pues sus habladurías, sus im-
púdicas mentiras que seducen a lanta gcnte. Siz
nuestro cuerpo perfectoln¡, nuestra descendencia
de Venus y de Diana, que es el oro puro, no se pue'
de obtener ninguna tintura perrnanente. Nluesfra"
piedra es, por una parte, respecto a su nacimiento,
ü1, inmadura y volátil, y por otra parte es perfecta,
preciosa y fija, Ias especies del cuerpo y del espíri-
XVII
tu son el Sol y la Luna, el oro y el zzoguel¡3 .

(3) argentum 1)it)umt izogtJe, aunque literalmente es


"plata üva"

(h) sin nuestro cuerpo perf¿cto que es ?zuestro btonce, o


sea el oro. (B.Ph.Ch.) El frugmcn¡o en cursioa no exis.
te en Teófilo.
(i) Estas dos especies son el cuerpo, que es el oro, y el es-
píritu, que es el azogue o Mercurio Filosófico. (Te6fi-
140 lo).
't

DEL TIORNO O ATANOR FILOSOFICO

I
E ha hablado del Mercurio, de su preparación,
proporción y virrud; también del azuire, de su
necesid¿d y uso en nuestra obr¿. He enseñado
como había que prepararlos y de que manera se te_
nran que mezclar. También hablé mucho del vaso
donde tenían sellarse!. pero te oduie.to que
-que
hay que entender todo esto con un grano de sal,'no
sea que, procediendo al pie de la lcir¿. te suceáa a
menudo errar.

II

. Sin embargo, hemos explicado con una clari_


d¿d desacostumbrada csras su¡ilidades Filosóficas,
pcro si no has vislumbratlo las numerosas metáforai
contcnidas en Ios capítulos anteriores, no r.-na.á,
o¡ra cosecha que la pérdida de tiempo, el
srrto-v i,
e3e mplo, dije sin ningu-na aábi_
l1üS,r.,rot _cuando
guedad que uno de los principios era el -Mercurio
v
ct orro el Sol, que uno se vendía vulgarmente
y quL
el otro era,fabricado por nr.rt.o ,it., si no
s¿ües
(uat es et utrrmo. lgnoras el sujeto
de nuestros se_
(retos; pero puedes, en su Iugar,
trabajar sobre el
so, vulgari.ten cuidado, sin embargo, dé compren-
der el sentido de lo que digo, porque nuestro
iol es
un oro de buena calidad, que resiste a rodo
exa-

(D-iirI"ñ.n,., encerrarse co¡¡ sello" 143


La enúada abi¿ru al palacio cetrddo det rey

men. io que puede venderse (una vez reducido


P0"
IV
a met¿l)sin escrúpulo(a).

Yo mismo lo he buscado y encontrado en el


sol y"la.,luna vulgares.
III _Pero es-un trabajo mucho
mas tácil hacer la piedra de nuestra m;teria oue
extraer nuestra verdadera materia de cualquier Áe_
Sil nuestro oro no podría comprar-
embargo, tal vulgar. Nuestro oro es, en efecto, un Cri,oa arv,
se a ningun precio, aún cuando quisieras dar por él alma n-o huye a causa del fuegor, rn;.nt.r. qr.'J
una cofona o un reino, pues es un don de Dios. oro vulgar es verdaderamente un cuerpo cuy¿ alma
Efectivanente, nuestro oro no puede llegar a nues- debe, para proregerse de la tiranía a.i fr.á ..i"_
tras mal]os perfecto (al menos comunmente), por- giarse en un lugar bien fortificado. erto á ío i*
que Plla sff nuestro ha de ser el fruto de nuestro bace. decir a los Filósofos que el
arte. Pue(s5 también, si buscas bien, buscar y en- fuego de Vrlcoiii
es la mu erte anificial de los metales. ooraue
contral en nüestro sol al sol y la luna vulgarestt). todos los que ban pasado por ta
Pues rues1¡6 oro es la -materia más próxima de fusión, ttri pe'rA¡-
do,.en estd su aidat.¡; por lo tdnto, si'sabes
nuestl¿piedra, el sol y la luna lrrlgares, la cercana, .mrsma
dpltcarlq con ingenio, ya sea a tu cuerpo imberfec-
y los demás metales la remota. En cuanto a los ele- to,.)/a dl dragón ígneo, no necesitas oira aie
mentos n0 metálicos, (son una materia) muy alcja- todos nuestros Arcanos, iara
d¿ e incluso totalmente extranjera.

(a) -jtbri¡¡d,, ptr


rttp\tto ¡trt?, debes saber que nueslro V
tl-,¡r¡n ¡o Oro de sí mismo, y si no sabes que es
"¡ secretos, no tienes más que oen-
elnjeto de nuestros Pero si buscas nuestro sol en una sustancia
Jt la por oro uulgar, siendo oerdadero Oto antc toda
media entre lo perfecto y lo irnperfecto, pr.aá.*
,L,eie prueba¡. Pur lo tdnto. se puede vetdet públi-
etl?nte una Dc¿ r¿ducido a metol por la oia, al obje-
conrrarlo; después de esto, disuelve el iuerpo del
todr 5¿ p¡¿y¿¡¡ión sohre los metales imperfectos. pe'
ra tanútnpRtp no sr le encuentra para comprobatlo, (2) cujus anima.per ignem non fugata est, Lengtet du
alfiecio quc
fuese
(B.Ph.Ch.). Fresnoy rraduce que-,.el fuego nó hace au"pori ,u
' .t puede 1)cadcr 0l »ulgo, pero no comprar al oulgo, ma", aunque su traducción peca dc demaiiado Iibre. "l-
Pltqt¿e púa que sea nuPsttt), necesita de ueslro drte creemos que €n este caso, cjtándola, se puede matizar
{Teófitr_r). el sentido de [¿ frase-
(b) Pttedes tmbiér, sil¿ embargo, buscarlo y encontfiirlo (l) Vulcano era. enrre los griegos, cl dios de los herreros
nedinúe fiaestro dfie e y
el Oro la Plata oulgares. y de ¿quellos que trabajaban los mer¿lcs. p¿ra los Al_
Si quierss ¡ubajarlos metod.icamente con nuestrat qurmrstas era sínrbolo del fuego filosofico.
a$0. sL ptiitipio (B.Pb.Ch.). P edes, cn el Sol la y *ai*
l|!a !ülga\ hallar nu$tro Sol, Pctu nu es obra fkiL (c) Si tienes el ilt;"orre a col4ocer to aue te
ll4r¡ tdcil es hacet la piedra que ballar la primera ma' "rp;r;,,otta llaoe más que
digo, no necesitas el oro óulgar,
teti¡ ¡le la piedta ex el oro que se compra (Te6filo). que cs tu cuerpo imperkcto, y el Dngón ígneo, "que
145
,1,,
La entrado abi¿"u ol palacio cetado dcl rcy.

sol vulgarla¡, lo cual es un trabajo de Hércules{


perfecta dos o tres meses antes de que nuestra pri-
y que se llama nuestra primera preparación, por la
que se disuelve el encantamiento que vencía a este mera materia haya sido extraída dél sol o la luna
lulg.are¡, y que el_ Elixir de uno estará en su primer
cuerpo y le impedía desarroliar su papel de m¿cho.
grado de perfección y con mayor virtud que il otro
Si sigues la primera vía, necesitas emplear un fuego
en la tercera rotación de la ruedal¡5.
muy suave del principio al final; si sigues la segun-
da, has de implorar lz ay'tda del tórrido Vulcano,
es_ decir que necesitas emplear el mismo fuego que
administr¿mos en la multiplicación, cuando el sol VII
corporal y la luna vulgar sirven de fermento al eli-
xir para perfeccionarlo. Será un verdadero laberin- Además, si trabajas con nuestro sol te será
preciso. hacer la. cebación, la imbibkión y la fer-
to para ti, del que no saldrás si no eres prudente.
mentación, que harán crecer su fuerza hasia el infi
nito; en la otra obra necesitas primero iluminarlo e
incerarlo, como lo explica abund¿ntemente el Gran
VI
Rosario6 .

Cualquier proceso que sigas, ya sea con el sol


vulgar, ya sea con el nuestro. re será necesario ope-
rar con un calor igual y continuo. Has de saber VIII
también que tu Mercurio en ambas obras, aunque
Finalmente, si operas sobre nuestro oro, pue-
sea radicalmente uno, es diferente en cuanto a su .
des calcinar, putrificar y purificar con un fuegó in-
fepdración,k) 1z tu piedra, con nuestro oro, es
(4) (s) La rucda sr refiere a l¿ serie dc operaciones qüe com-
Muchos Alquimistas coinciden en que la preparacióo
ponen la Obra Hermética. Cada roración coirespon-
de la m¿teria es un rrabajo rle Hércules, dcbido a su
dificultad (ver no¡a (l), cap. Vt I). tin general, los rra- de a un paso o a una oper¿ción. Según pernety, iirar
bajos de Hércules ¡cpresenaao las difcrentes operacio-
l¿ rued¿ es observar el regimen delluego, y hacir la
nes de la Gran Obra. Ver, x (5re rcspecro el trarado de
circulación de la rueda e{ volvcr a comtnzar la serie
de operaciones.
Pierre-Jean Fab¡c, Herculcs piucbymicus, y cl libro (ó) Se t¡ata del Rosariuw de Arn¿ldo de Vilanova, que
5.- de las Fablp, Egyprien $ et Grccques Jéouilées
nucstro autor llama Gran Rosaio para no confundiilo
de Dom Pernety.
con el Rosarias minor, de autor incierro, que aparece
en el Volum?r, tractatuutn Sciptotum ri¡io¡lm de
es nuestta agua acuosa, con la cual este oro se debe Alcbemia in 4." Worimbe rgal I 541. Les ediciones del
casar paru espiritualizat se y astrulizarse (B.Ph.Ch). Gfan Rosatio son muy numerosas,
Teófilo no tr¿duce el párrafo en cursiva.
(d) desata o disaeloe los irnpedimentos del Oro oulgar
(Teófilo). (f) l¡ tercera circulacidz (B.ph.Ch.).
.,. que el del otlo e¡
t46 (e) Teófilo no traduce este fragmento. .,. mientras que et el otro aún no será ce¡terario
(Teófilo).
r47
7,
La efit"ada abierta at palacio ceraa¿lo del r4t

trínseco muy suave de la naturaleza, con la ayuda


exterior de un baño vaporoso como el del estiér- niendo el fuego, hecha con tierra de alfarero, será
col.{g). Pero si trabajas sobre el sbl vulgar, necesitas,
mas espesa que Ia parte superior, disminuvendo
por sublimación y ebullición, adaptar ciertas mate- srempre de una manera insensibje hasta )a paite
su-
perior.
rias, luego unirlas con la leche de la Virgen?. pe-
ro sea cual sea el camino que sigas, no podrás llegar
a nada sin fuego. No es pues en v¿no que el veridi-
co Hermes establece, al l¿do del sol padre y de la
luna madre, al fuego, como el tercero y próximo x
gobernador de todo. Pero todo esto se refiere ¿l
horno secreto que ningún ojo vulgar ha visto jamás. , , Tn:i." del suelo, o fundamento del horno,
debe haber una pequeña puerta para sacar las ce_
nlzas, de tres o cuatro pulgadas de alrura,
IX co mas; allí se colocará una pequeña oparril'lae
un po_
,"i,piedra que^ se Ie adaptárá, un pá.o rn7,
::1, del enrejado¡o.
arnba
Existe, sin embargo, otro horno, al que llama- a la altura de una pulsada-
mos común, que es nuestro Enrique ei Lentos, h1?ral' dos agujeros para permitir el acceso'al
iido,
hecho de ladrillos o de tierra de alfarero, o de la- completamente cerrado junro al Iado de la
torrc.
minillas de hierro y de bronce bien revestidas con Los aguJeros tendrán un diámetro aproximado
de
tierra de alfarero. Llam¿mos Atanor a este horno, una pulgada, y el nido, una capacidari'de
tres o cua_
cuya forma, una torre con un nido, m€ glrsta mu- tro huevos de vidrio. pero no más. La torre v el
cho. Esta torre ha de tener aproximadamentc dos nrdo no han de tener la menor fisura. El nido
ná ha
pies, o un poco más, de alrura. y de diámetro inte- de descender más abajo del disco, p.ro .i iu.nJ
rior rrurve pulgaJas o un palmo común; entrc las puede átcanzar direcramenre al disco, y
salir pár
dos. tres, o cuarro agujert_rs. El nido há
láminas, aproximadamenre dos pulgadas de espe. d. t.'n..
sor(r), abajo, de cada lado. La parte baja, conie- :,iT:,_.:
venfana en :. su cima una. [apadera con una pequeña
la que pueda aguantárse ,n uidrio d.
(7) La "leche de la Virgcn" es para la mayoria de los Fi-
lósofos un sinónimo del Me¡curio de lr¡s S¿bios.
(8) P¿ra Dom Petnety, Ewique el Perezoso cs otro nom- (o) crat icula, pequcña parrilla en forma de reja.
trre para designar el Atanor. f lttl, crate- Se rcfiere a la parrillaanres cilada.

(e) .,. sálamente tyudando el J-uego befiígno e inlrtnseco


con un fuego lento co¡no d¿ rocío, administrddo de be de set de d.os dea", p)i,"a", uarr. de modo aue
a,.medida que se eleoa, tnya disminuyendo, basti
la parte de afuera (-feófilo).
ct,tametto d.e abe ura en la superficii de siite u ocbo
ui
(h) Esta torrr debe me¡li dos pies de altuta y nueoc de-
148 dos de ancbo o ut, palmo'il espesor de lás mutos de- dedos (B.Ph !:h .\ .
Teófil<.¡ no describe las proporciones del Atanor.
149
lft¡éo Fitaletao
La entra¿a abierra at
?alacio ceúado del ?e,t,

más o menos un pie de alto, o bien, de otro modo, trabajo luego. Et tonces se te abre la primera
ha de estar perforado{D . puer_
tt(k).

XI
XIfI
Dispuesto de este modo, colocar el horno en
un lugar clareado e introducirle c¿rbones por arri- , 1a... cuando estés verdaderamente en
s¡on de ta pledra, te será útii hacer este
pose-
ba; primero carbones ardientes, luego otros, y final- horno oor-
tátil (com_o yo misrno n. lecr,ol
mente, para que no se forme ninguna entrada de zarlo facilmente, )'a.que las otrásf".a iáJ;;a"efi-
aire, tapar la cima, que se protegerá con cenizas ta- operaciones'no
son nr tan drticiles ni tan Iaboriosas,iino
mizadas. En un horno como este podrás llevar a ca- muy bre_
ves, no requiriendo un gran horno, que
bo la obra desde el principio hasta el final. sería áifícil
ce transportar incluso si, con la cosiumbre,
vas un
poco más deprisa en prepararlo y poner
los carbo_
nes con mcnos humo, durante el eipacio
XII de una se-
l1lr.1-?,
*á.Ii." dos o rres, duranrc'et ,i.*po J. f ,
mult¡ pllcacron(D.
Sin embargo, si fueras curioso, podrías() en-
contrar otros caminos para administrar el fuego
conveniente. Dispón pues el Atanor de manera que,
sin mover el vidrio, puedas aplicar a voluntad cual-
quier grado de calor, desde el calor de Ia fiebre has-
ta el de un pequeño reverbero, o el de un fuego
rojo oscuro, de manera que, incluso en este grado
tan elevado, el fuego pueda durar por sí mismo ¿l
menos ocho o diez hor¿s sin que tengas que sumi-
nistrar carbón; trabajar menos tiempo exigiría mds
(k) Teófilo no rraduce ei fragmenro en cursiva.
0) olros opeuciones.no :eún mn diftlci-
,: P-?r.q:::,,it
tcs ,1t ta
(0 será en este tido que se colocará etguido el ltaso fi- .lúhoylosas, pttcs ton más cortas, y nu cxiaen
losófico, de cerca de un pie de ahwa. Es necesmio oorr:,. que seia dilicil de troríporror.
!:-.qror,r*.1 Ln-
que baya un espscio aacío entre la parril z y h base ::::Ít lattq u.'kos tiempo )/ ut, fuigt_, narurat
del recipiente ( B.Ph.Ch.). ?::::.!.: ,,rr,". paru huttipticar td piid,i, to que s"
c:nstgt:?
U,) ... el luego conoexiente, sin carbotes; debe de set .¡a{ y:"^lr.!ro
aos o en trcs (B.ph.Ch.).
semana o, ro*o
-urio, "o
búruedo, digerette, suaoe, sutil, encerado, aéreo, Potquc con menos tiempo y con n,is
circulante, enooloente, dberante, sin llama, lineal, benigno fuego
de la.Natu.raleza. una oel bírba la piear",,F
150 igual y continao (B.Ph.Ch.). card (T e6filo).
.iifí
l5l
XX
DEL PROGRESO DE LA OBRA DURANTE
LOS CUARENTA PRIMEROS DIAS

REPARADOS nuestro Mercurio y nuestro sol,


enciérralos en nue$ro vaso y rígélos con nues-
tro tuego, y a los cuarenta dras verás a toda la
materia convertida en una sombra, o en átomos, sin
n.ingún motor ni movimiento visible, ni calor apre-
ciable al tacto, a menos que la materia esté c¿lie;te.

II
Verdaderamente, si el misterio de nuestro Sol
y de nuestro Mercurio permanece hasta este mo-
mento oculto para ti, no trabajes por más tiempo
pues sería para ti un gasto inúiil.'Sin embargo,'si
aun no conoces en toda su extensión el proceso de
invención de nuestro sol, pero has alcan2ado el co-
nocimiento de nuestro Mercurio, sabiendo después
de qué modo la preparación debe de ser uniáa ¿l
cuerpo perfectola), lo que es un gran misterio, coge
una parte del sol vulgar bien purificada y tr., pi.-
les.de nuestro Mercurio previamente iluminado,
unelas, como se ha dicho más arriba. e impónles un
fuego, dándole calor, en el que hierva y iua.. qr.
este sudor circule sin interrupción día y noche ju-
rante noventa días y verás a este Mercurio disgreear
y reunir a todos los elementos del sol vulgar;iuágo
h¿zlo hervir otros cincuenta días y verá"s que En

(a) como el oto, ei su prepdrución, debe de ser unido al


cuetpo petfecto (B.Ph.Ch.) 155
La entrada abbttd al palacio cenado ¿lel re!

esta operación tu sol vulgar se convierte en nuestro conmovido por Ia caridad, tenderé la mano, e in_
sol, que es un¿ medicina de primer ordenl . terpelo a todos los Adeptos y les acuso de envidia.
jen esraba decidido a seguir el
.Yo tamb camino de
la. enüdia, pero DIOS me ha <les"viado a"
sión: ique sea santificado eternamen¡e! -i- J..i_
III
Entonces ya es nuestro azufre, pero aún no ti-
ñe, y créeme que tal es la vía que nümerosos Filó- V
sofos han seguido y han alcanzado [a verd¿d. Es
una- vía muy fastidiosa, hecha para los Magnates Digo, pues, que las dos vías son ciertas. Dues
que.una sola vía al final, y no ,t
de la tierra porque, una vez obtenido este a-zufre, !! ,es más
pto'. irln.;.
Pues todo nuestro secreto se encuentra en
no creas poseer la piedra, sino solamente su verdá-
dera- materia que es una cosa imperfecta, que pue-
nuestro Mercurio y en nuestro sol. Nuestro Mercu_
des blsc¿r y encontrar en una scmana por nuestra
no es nuestra vía, y sin él no se hará nada. Del mis-
vía, fá,.cll y rara que Dios ha reserv¿do para sus po-
mo modo, nuestro sol no es el oro vulgar y sin em-
bargo en, el oro vulgar.se encuentra nuestio
bres despreciados y sus santos humildesi¡¡. sol, de
otro modo, icómo serían homogéneos to,
-.tuüri
IV
VI
He decidido hablar ampliamente de esta cosa,
aunque al principio del libro haya creído rener que
Si conocieras el método para iluminar a nues_
sepultarla en un profundo misterio. Este es el tro Mercur.io como se debe, podrías unirlo al oro
vulgar en el Iugar de nuesrro iol (nota sin embargo
mayor sofisma de todos los Adeptos: algunos ha-
blan del oro y de Ia plata vulgai y dice-n verdad;
otros niegan la misma cosa y dicen verdad. yo, (2) Muchos t¡ilósofos nos habl¿n de dos vías posibles para
realizar el Magisterio, aunque no acostumbran a ser
claros cuando se refieren a ellas. Filalereo nos dice
(1) Los AlquimisBs distingueñ rres órdenes de Medicinas, g\3 "no es mas que una sola tia al final,,. La ..RefuLa_
siendo l¿ de primer orden la adecuada para acruar so- (ton d?l attó imo pantaleó»'., curioso trarado
dcl si_
b¡e el Reino Mine¡al. También dan el nomb¡e de Me- glo XVII, dice qte ,,todo el Magisterio se ,eolira de
dicina -según Pernery- a las distintas operaciones de una sola cosa, por una sola ¡tia. ina sola dísoosición
la Obra, correspondiendo esta a ta preparación de la y un sólo acto". En ',El M?nsaj¿ da nueoo incontral
piedra, do". (XXXI-4I, p¿g. j\g, Ed. Roncl¿s. Sarcelo,l;-
1979) leemos, .,La luz de Ia vjd¿, ¿no ha salido de la
(b) unión del cielo y de la tier¡¿? y L, ¿"r ri", J. »L.,
...cosa ;mperfecta con la que sin embargo puedes, en ino se encuentran unidas milagrosamente en ella soi
menos de .una setnana, buscar y encontrar estq piedfi la?
15ó por una oía fácil y rara que nos es propia. (B.ph.Ch.) 157
La entrada ab¡c?aa al palacio cefiado ¡lel reJ¡

tes, porque los Filósofos hablan en sus libros de


que la preparación del Mercurio debe ser diferente dos vías que en verdad no son más que fundamen-
él sol útilizado). Con el régimen debido, en el espa- talmente una, gue es más directa quai" ot."
cio de ciento cincuenta días tendrá nueitro sol.
Nuestro sol, en efecto, proüene naturalmente de
nuestro Mercurio(") .
IX

VII Así pues, aquellos qqe hablan del sol vulgar,


como lo hacemos alguna vez en este tratadillo, y
Si el oro vulgar fuera disgregado en sus ele- como lo h¿n hecho Anefio, Flamel, Ripley y
mentos por nuestro Mercurio, y fueran luego urli muchos otros, no [o entendemos de otro modo que
dos de nuevo, toda la mixtura, gracias a la acción este: que el sol Filosófico debe h¿cerse del sol vul-
del fuego, se convertiría en nuestro oro; unido lue- gar y de nuestro Mercurio, y que este sol, por una
go al Mtrcurio que hemos preparado y que llamare- reiterada licuef¿cción, dará un azufre y un azogue
iro, ,ru..tt, lecle de virgen, este oro cocido te da- (argentúm oiaum) fi1o, incombustible, y una tintu-
rá ciertamente todos los signos descritos por los ra3 a toda prueba.
Filósofos, a condición de que el fuego sea como
ellos escribieron.
.X
VIII
. Igualmeme , y según esta manera de compren_
der,.nuestra piedra está en todos los metales y mi-
Pero si a nuestra decocción de oro vulgar (por
puro que sea) le pusieras el mismo lVlercurio que nerales ya que se puede, por ejemplo, extra¿r de
iuele ünirse a nuestro sol, aunque para hablar gene- éstos al sol vulgar, del que se saca f¿cilmente nues-
ralmente los dos provienen de la misma raí2, y si tro sol próximo. Nuestro sol se encuentra en todos
les aplicas el mismo régimen de calor que los Sa- los metales vulgares, pero está más cerca en el
bios dicen haber aplicado a nuestra piedra en sus oro y en la plara..Por ello, Fl¿mel dice que algunos
libros, estás ciertamente en la vía del error, es el hen trabajado en Júpiter, orros en Sáturnó; vo
rligo, en verdad, que trabajé en el sol y lo encontié.
gran laberinto donde caen casi todos los principian-

(c) Y si trubaias eñ nuestro Mercurio co?' el oto oulgdr, y


ioi i ah¡¿o gobiemo del luego, de estos tendrás
iuestro oto, d.eltto de cierto cincuenta días, porqu-e
nuestro sol es, o se saca, de naestto Mercurio. ('Íebfi' (3) tingeus, que riñe. Se refie¡e ¿l azogue. r59
158 lo)
La errúada abiefia al palacio cetado ilel rcy

XI XIII
Hay sin embargo en el reino metálico Una Co- Has de saber, pues, que esta es la única difi_
s¿a de admirable origen en la que nuestro sol está cultad que existe en los libros de los hombres más
más cercano que en el sol y la luna vulgares; si la sinceros: que todos dan variantes a propósito de un
buscas en Ia hora de su nacimientola¡, ésta funde sólo y cuando hablan de uni operación,
en nu€stro Mercurio como el hielo en el agua tibia _régimenlr¡,
enseñan el régimen de otra, lo que me ha'envuelto
y es, sin embargo, en cierto modo semejante al oro. durante l¿rgo tiempo en una réd, antes de poder
Esto no aparece en la manifestación del sol vulgar desembarazarme de sus mallas. por ello declart oue
sino por Ia revelación de lo que está escondido en ei. calor ha de ser, en nuestra obra, lo más suave
nuestro Mercurio; esta cosa puede ser encontrada io-
sible para la naturaleza, si has comprendido correc-
después de una digestión de ciento cincuenta días tamente nuestra manera de operar.
en nuestro Mercurio;éste es nuestro oro, buscado
por el camino más largo, pero no tan potente toda-
vía como el que ia naturaleza nos ha dejado. XIV
Y si trabajas con el sol vulgar, esta obra no es
XII propiamente nuestra obra, sin embargo conduce a
nuestra obra en el tiempo requerido. Hace falra, sin
Sin emtrargr:, en la tercera rotación de la rue- embargo, una decocción b¿stante fuerte y un fue_
da, hallarás lo mismo en los dos; ésto, sin embar- go proporcionado, luego debe procederse con
go, con la diferencia de que en e[ primero lo encon- un ruego mas suave, con nurstro Atanor de torre,
trarás en siete meses, mientras que te hará falta un que es para mí digno de grandes elogios.
año y medio, si no dos, par¿ encontrarlo en el se-
gundo. Conozco las dos vías, pero te aconsejo la
primera como la más. fácil para Ia gente ingeniosa. XV
y he descrito la más difícil para no atraer sobre mi
cabeza el Anarema de todos los Sabios(.1. Por ello., si.hubier¿s operado con el sol lulgar,
(+) procura en el principio de las nupcias de tu Meicu-
Una Cosa, aparece en el texto como UNUM. Notemos
que se treta de cuatro letras mayúsculas y que evoca rio realizar el matrimonio de Diana con Venus, lue-
Ia idea dc unidad. go pónlas en_un nido, y con el debido fuego verás
el emblema de la gran obra, a saber: el negó, la co-
(d) ...4acim¡e¡'to: es u az lrc solar que se licua. se re. la del pavo real, el blanco, el citrino y el'rojo. En_
sueloe y st lunde en nuestro Merculio, su búmedo ra- tonces reitera en esta obra con Mercuiio, qué es lla_
dical, camo el hielo en el agua tibia... (B.Ph.Ch.)
(e) Sin embargo, estas dos opcrociones se siguet y ron ne-
160 cesartas. as¡ como la terrera_ (B.Ph.Ch.) (f) todos dan el caabio sólo en el régimen (B.ph.Ch.)
lót
La entrado abierta al palacio cetrado del ry

mado Ieche de virgen, dándole el fuego del baño de


XVI
roclo, o como máximo el de arena templada con
cenizas, y enronces, no sólo el negro, sinó el negro Por este motiyo, si conoces el arte, exfiae
más_ negro que el negro y toda la riegrura, así coíro nuestro sol de nuestro Mercu¡io V entonces todos
el blanco y el rojo perfectos, y esto a través de un los.secretos emergerán de una única imagen, lo
proceso suave. Dios, en efefto. no estaba en cl fue- cual. créeme, es más perfecto qur toda la "ocrfec-
go ni en el aiento, pero si aoz itrmó a Elías<srt'. ción rlel mundo, como dice el Fiiósofo, ,,Si a'partir
del Mercurio únicamente, puedes llevar haira el
(g) cemente a él el búmero radical de la Natutaleza (8. fin Ia obra, serás un excelente investigador dc Ia
Ph.ch.) o.bra'.. esta obra nada hay supérfluá; rodo, gra-
Teófilo no rr¿duce el fragmento en cursir,a.
cras al ^EJ'
Dtos vlvo, es co vertido cn puro, porque la
I ¿cción se hace en un soto (sujeto)1r,i.
(s) Ver IReyes XtX 1l a lJ. I-lemos creído que no esta-
t
ría de más el cira¡ aquí u¡ cu¡ioso pasaje'del Sepher
1
IlaZohar que comenta esta misteri,rs¿ cit¡,
'_'Al misno ¡ier po Jebood s.tpló un oiento oiolento e I XVII
h
tmpetuoso, capaz de tumbar a ias montanas y de rom-
II
pet las rocas. Jehocá no estaba en este oiento. Este
tienru designa al espititu ant¿s de la Crcaeió». .Des- , Pero si comicnzas el proceso por la obra dei
sol vutgar, tu acclón y tu pasión se harán en dos co_
lues del úL,nto se bizo un tenúlot. Jel)ooá no estaba sas, de las que sólo debe tomarse la sustancia me_
en este temblor". Este teublor designa al espíritu del
demonio después de la Creación, o ionfundido con la
dia, desechando las_ impurezas. Si meditas profun-
materia. La hizo t¿mblay bajo su domitio. El mu do oámente esro que brevemcnte te digo. tendrás la
e¡taba e»tonces tn ¿l estado de "tobu-bobu" (Gen t-2). llave que abre todas las contradicciJnes aparentcs
Después del temblor se encendió un fuego. Jebooá no que hay entre los FiJósofos. por ello Ripley enseña
estaba en este fucgo. El fuego designa it a hacer girar la rueda tres veces en el Capítíto ae h
fuegc, sagra-
dú qunque nebtloso, que sepata el cspiitu del ,Jemc-
nto de la matcr¡a pen' que aún no la ha purificado de
y.,1!.J91-! completd. Este /i"go sagrudo, llamado
"tinieblas" transJonaa al mundó del-estalo d¿,,to- Jicie de las aguas" es decir, tan pronto coTno la ooz
dulce y armoniosa se bace oir, il F:sptritu Santo da
bu" en el Je "bobt". Después de este fuego, se oyó Elohim planea sobrc la supe{ic;c de las aguas y Jeja
una uoz dulcc y a¡moniosa. "Elías. babiénáula oíáo, las roras en la imposibilidad de salir dct abls»to tlouie
se cubrió el ,ostro col su manto,'. Esta ooz d lce las ba rclegado (...). por las ¡alabns ..El Espiritu Je
armoniosa desigu al Espíñtu Santo de Elobim plá.
i
Elobim ptaneaba sobre la superlicit, de las ipuas,, la
neando sobtc ia faz de las aguas. ipot qué sobre la'faz
Escritura designa esta,roz dulc? y atmoniosa ilda pur
Je las aguas? Porque ¿uandá ¡l mundo'estaba en el'es- Elias. couo istti escrito, "L,t ioz de Jebooá se iizo
t.ado de "bohu", el esptittt d.el demonio se parcce a
las foL'as a Ílor de agua que. pscondidas bajo las olas
oir sohre las qguas (Sdluos XXIX-3), este toz es cl
Esprlritu de Elobim," (Zohar F16-A)
cuando el mar está agitado, teapatet.en en'la supe{i-
cte cua alo esta .et c6lma. Fs pot lo que la Escritura
162 dice: "Y el Espiritu tle Etobim planeá sobre la super- (h) que es el Oro Filosófico Solar. (B.ph.Ch.)
lól
I-a ent"ada abi¿tta al pahcio cettailo ilel
rey

Calcinacióni, donde habla expresamente del sol de ambos salga. que es el jugo de la luna. Se reco-
vulgar; su triple doctrina de las relaciones concuer-
g^.: impurezas, que sin embargo no
dan con sus proporciones, donde es muy misterio- son ::l:r,rby:.las
aun la ptedra, sino nuestro verdadero a'zufre
so, porque estas tres proporciones sirven para las que se cuece con nuestro Mercurio, que es
su
tres operaciones{0. pia sangre, hasta que es una piedrá á. fr.g, Dro_
penetrante y tingente.
iry
XVIII
Hay una operación muy secreta y puramente xx
natural que se hace en nuestro Mercurio con nues- Finalmente, hay una tercera operación,
tro sol, y es ¿ esta operación que deben ser ¿tribui- -ta, mezclándose mix_
dos todos los signos descritos por los Sabios. Esta
oro vulgar con nuestro Mercurio.
con er debrdo peso, y añadiéndole el fermento
operación no se realiz¿ ni con el fuego ni con las dá
nuesro azufre en c¿ntidad suficiente. frto.r"",
rnanos, sino solamente con un c¿lor interior: el ca-
todos los milagros del mundo? y ;-;;.;;l
i.
lor exterior no hace más que expulsar el frío y ven- llalizan
EIrxtr capaz de dar a su ooseedor Ias riquezas
Cer lor slntomas y la
salud.

xIx xxl
Hay una segunda operación en el sol lr:lgar y Busca, pues, con todas tus fuerzas nuestro
e-n nuestroMercurio que se hace con un fuego ai- ..
azutre qu€ encontrarás, créeme, en nueslro
diente durante largo tiempo, en el que amboi cue- Mercu_
no, st et destrno te llama a ello6. Si no, con el
cen, mediante Venuso), hasta que lipura sustancia tiem_
po y el calor debidos, prepara nuesrro sol y
nuestra
runa en el sol-vulgar. pero este camino
(ó) Se rrara de "Las doce puertas" de Georges Ripley, cu-
esplnas, e hlcimos yoto ante Dios y
está lleno de
ya versión inglesa original se encucnt¡a e¡ il ,.Íbea- ante la eouidad
de que nunca declararíamos
trurt Cbimicum Btitannicum". La primera puerta co-
rresponde rl Cdpítulo de la Calcinación, dotde se ".,
los dos regímenes distinguiéndofu;-¡;.ñü;, úlrurrri.l"ri.l
aprecia la correspondencia enue las ¡otaciones de la
rueda y las diferenres operaciones de circulación de
los elementos-
(7) de Esmeratda" de Hermes Trimegisro.
(8) :_:l-"ll9h
5t tc Jdla,uoaant. Este lema aparece en uno de
(i) pues las tres proporrij)'"i ,¡roro pata tres obras dife- los
rentes y metódicas (B.ph.Ch.) :lr_i:-*.r,hermelicos del Casril¡o de Dampierre. Ful-
sus Murdd.as Filasofales,'1Ed.
(j) "cot fuego suate'' en lugar de .,mediante Ve us,'(8. :r.1",:,,
nrs.,6arc€lonas-19ó9)
i,taza
& Ja_
ró4 Ph.Ch.)
ofrece un intcrcsanre comenta_
r¡o oel mrcmo en la página 35g.
ló5
juro de buena fe que en las otras cos¿s he declarado
toda Ia verdad

XX
XXII

Toma pues este Mercurio que he descrito y


mr.lzclalo con el sol que es muy emigo suyo, y cn
siete, nueve o diez meses como mucho de nuestro
régimen de calor, verás ciertamenre lo que deseirs.
Ya en eJ espacio dc cinco meses verás nucstra Iuna
llena. Y estos son los verdaderos términose necesa-
rios para completar este azufre, cuya cocción repe-
tida te dará nuestra piedra y las tinturas, por la gra-
cia de Dios, a quien toda gloria y todo honor sean
dados eternamente (r).

(e) te rmini, té(ñinos, límites, pero también períodos.

166 (k) y todo ello en un añc.t y medio filosáli.os (B.Ph.Ch.)


DE LA LLEGADA DE LA NEGRURA EN LA
OBRA DEI, SOL Y DE LA LUNA

I hubier¿s trabajado sobre el Sol y sobre la


Luna para encontrar nuestro azufre(") en ellos,
examina si tu materia está hinchada como una
pasta, hirviendo como el agua o más bien como pez
fundida. Porque nuestro soI y nuestro Mercurio iie-
nen un tipo emblemático en la obra del sol vulgar
con nuestro Mercurio. Espera durante veinte días
con el horno encendido(¡), tiempo durante el que
observarás diversos colores; hacia el final de- la
cuarta semana, y si el calor ha sido contínuo, verás
un amable verde que no desaparecerá antes de diez
días, aproximadamente.

II

_ Alégrate entonces, porque ciertamente pronto


lo verástodo negro como carbón. y todos Ios miem-
bros de tu compuesto serán reducidos a átomos.
En efecto, esta operación no es otra cosa que la re-
solución dcl fijo en el no fijo, a fin de que uno y
otro. Juntos a. partir de ahor:, no formen más que
un¿ materi¿ única, en parte espiritual y en parre
corporal. Por lo que ha dicho el Filósofo: ,,foma
un perro del Jorasán y una pequeña perra de Ar-
menia, acóplalos y engendrarán un hijo del color

(a) .-para buscar nuestro azufre, coa la ayuda d,e nuestro


Mercurio... (B-Ph.Ch.).
(b) ...en un cdlor birüente (B.Ph.Ch.t y (Teófito). ló9
l-d entrqd¡z abi¿rtd al palacio cenarlo ilel rey
t

del cielo"r. Porque sus naturalezas, trás üna breve IV


decocción se convierten en un bodrio parecido a la
espuma del má.r o a una bruma sucia teñida de un Por ello, cuando hayas visto en tu vaso de vi-
color lívido.k) drio mezclarse las naturatezas como sangre coagula-
da y quemada, ten por seguro que la hembra ha su-
frido los abrazos del macho. Espera diecisiete días
III después de la desecación de la primera materia a
que las dos naturalezas se conviertan en un bodrio
Y te juro de buena fe que nada he ocultado grasiento; circularán junlas como una bruma sucia
excepto el régimen,t.rl pero si eres prudente, lo de- o espuma de mar, como se ha dicho, de un color
ducirás fácilmente de mis palabras. Así pues, si muy oscuro. Entonces cree firmemente que la proge-
quieres conocerlo (al régimen), toma [a piedra de nitura real h¿ sido concebida, porque a partir de es-
la que hemos hablado más arriba y llévala como te momento no¡arás en el fuego y en las paredes
sabes, y seguirán estas cosas admirables. Primera- del vaso unos vapores verdosos, amarillos, negros y
mente, cuando la piedra excitada haya sentido su azulados. Estos son los vientos, que son fiecuentes
fuego, el azufre y el Mercurio fluirán juntos sobre cuando se forma nuestro embrión2 y que hay que
el fuego como cera, el azufre se quemará y cam- retener cautelosamente para que no huyan y la
biará su color día a día, y el Mercurio permanece- crbra quede reducida a la ¡ada.
rá incombustible, aunque estará algún tiempo teñi-
do por los colores del azufre, pero no estará im-
pregnado, y lavtá hasta el fondo al latón de todas
V
sus impurezas. Llev¿ el cielo sobre la tierra tantas
veces como sea necesario hasta que la tierra conci-
Fíjate también en e[ olor, teniendo cuidado
ba un¿ naturaleza celeste. ioh, santa naturalezz, de que no se escape por ninguna fisura, pues la frrer-
que sola re¿lizas lo que es en el fondo imposible a
za de la piedra sufriría por ello una merma conside-
todos los hombresl
rable. Por ello el Filósofo manda conservar cuida-
d<¡samente el v¿so con su ligadura, y te prevengo
(1) Se tr¿ta probablemente de una cita algo modificada que no es preciso cesar la obra, ni mover el vaso, ni
de l^ Cotuoersación del rey Calid con el Filósofo Mo- ¿brirlo, ni detener en ningún momento la cocción,
rien sobre el magisteño de Hermes (Tomo Il de la
si no socer hast¿ ver extinguirse el humor, lo que
B.Ph.Ch., lé72, reed., 1741). P¿ra los Filósofos her-
méticos, el Perro de Armenia es el azufre, y el Perro ocurrrrá ¿l cabo de treint¿ días. Entonces alégrate y
del Jorasán el Mercurio. ten por seguro de que estás en la buena vía.

(c) líoido y negruzco (B.Ph.Ch.).


líoido o de plomo (Teófilo).
170 (d) ...ré§men o gobierno del fuego (Teófilo).
(2) Ver not¿ (1) cap. XXXI. t7t
VI

Vigila pues la obra porque es posible que dos


semanas después veas t(,da la tierra seca y cxtraor-

XXI
dinariamente negra. Entonces se da l¿ muerte del
compuesto, los vientos cesarán, y todas las cosas se
abandonarán al reposo. Este es el gran eclipse del
sol y de la luna(e) en el que ninguno de los lumina-
res resplandecerá sobre la tierra, y el mar desapare-
cerá. Entonces se hace nuestro Caos, a partir del
cu¿I, por mandato de Dios, nacerán todos los mila-
gos del mundo, en el orden que les es propio.{o

(e) ...del Sol, y de ld Lana juntos, es decir, del Orc y la


I'latd qae son engendrados por ellos y que tiexen la
naturaleza de sus predecesotes (B.Ph.Ch,).
(0 ...pues este es el labetinto de las si.ete puertas,la bidra
de las siete cabezas, el cqndelabro de siete brazos, el
cielo Je sietc planetas. la Jucnte dc siet( mctales, el
étet de los siete dones de sabiduría y de luz. el Globo
de sie.te espíritus que influyen oi.dá, el Hogar de las
siete iluminaciones o sublimaciones, la lintitna mági-
ea de las siete opcraciones naturales,la Ca¡a de los sle-
tc, aur¡licos perfames olorosos y saludables, y el habí
ta(ulo de todos los lesoros relestes en nuestto micro-
172 cosn os (B.Ph.Ch.).
il
DE LA COT\T_BUSTIoN DE
LAS FLORES
Y DE COMO EVITARLA

9 t: leve error. aunque se comerc fácil-


menre,'l Ia combustión de las flores¡
que sus tiernas naturalezas ;;,;;:i.
,, hayen ,i;.;;;; ;;:
traídas cn.sus profundidad., g","
tarse, particularmente .r-. alU.'."i
en la tercera semana. lln
.rl principio hay tat copiosiclrd J.;;;."
:1..,9,
que si riges.la ohra c<_¡n un fuego
necesario, el vaso no soportari
*á, fu"r,. ¿. io
vientos y se.romperá, á *eno,
ü ,»rrar".l, ü-fál
que por casrralidad
]_lr:: ::, demasiado grande . pÉro ;rr";;;;l';;:
tanro que no po,lrá ,olu.. .olri.
lof .r-e-_d,rp..srrá n)e nos, no
r",,r;..;.n,.'.onr Ji,_
iX,llij¡i.;Xii,"

II
Pero cuando la tierra haya
empezado a rete-
p,r-.," de su agua, (.omo
ii:i-:ll^
,,r¡!¡,!ra ue vapores, el ft,coo enroDCcs habrá de_
podrá scr llera.io por
encrma de sus limirrs sin inlo,

1l
vaso; pero r,';b*
causa
;;; ;:;;ü l'§.111X
y producirá un color ¿. ua".Á;¡.ra ::ü
y al final todo el compuesto fies.t'r:,,
se convcrtirá en un

atr ,tilósofos.hcr¡néticos ct¿n esre m¡mbre


*-rr-r-:.r,,::
¡os (sprnrus e nccrrarlos en a
Ia matcri¿. R""";;;;;
oar srempre un fuego suave
tan vivoi que ,".;;ri;;;'r ,r;'q'e esr.s espíritus rcn
oo
rr.r", o ,. !r..".i!; ó; ;;:'' por ruene que este
'rrrety). 17 s
la cntradd abi¿rta ¿l palacio cetado del ftrl

polvo seco inútilmente rubific¿do- Juzgarás por transmutador del agua. pero con un calor más vio-
esre signo que el fuego ha sido dem¿siado fuerte, lento del que ha de ser, esta naturaleza espiritual,
tanto como para haber sido enemigo de la verdade- habiendo sido como golpeada mortalmente por un
ra conjunción. mazo, de.activ¿ se hace pasiva y de espiritual cor-
po.ral, rs decir, un precipitado rojo inútii qrle con el
c¿lor debido su color se convertiiá en la négrura del
III cuervo que, aunque es negro, es un color sumamen_
te desgable.
Has de saber que nuestra obra requiere una
verdadera mutación de las naturalezas, que no Pue-
de hacerse si no se hace la unión de la una con la V
otra, y no pueden unirse más que en forma de
agua. Pues no hay unión de los cuerpos, sino un Se ve a veces al principio de Ia verdadera obra
choque sin que pueda haber(") unión de un cuerpo un.color rojo insigne que procede de una copiosi_
y un espíritu en la menor parte; pero los espíritus dad conveniente de humor y muestra oue el cielo v
podrán unirse bien entre ellos. Por ello se requiere la tierra se han unido y hañ concebidá el fuego dt
un agua me(álica homogénea, cuyo camino se pre- natura3 1"¡, por ello todo el interior del vaso seieñi-
para mediante una calcinación previa. rá de un color áureo, y este color no durará, y
pronto será engendrado el verde; arton"a, aro"rá
durante un poco de tiempo el negro y, si eres'pa-
IV crente verás realizarse tus deseos; avanza lentamin_
te y continúa sin embargo aplicando.un fuego váli-
Sin embargo, esta desecación no es un¿ verda- do, y entre Escila y Caribdisa como un expe;ime n_
dera desecación(¡), sino la reducción2 en átomos
muy sutiles, gracias al tamiz de la naturaleza, del
agua mezclada con la tierra, agua quc exige cierta (3) Fuego de Natura: Piaíz o principal ingre<Jiente del
reducción para que la tiema reciba el fermento compuesto filosófico. Ripley lo flama padrc del ter_
c?t.menctnto. Es propiamenrc el azufre maduro y di_
gerido del oro de los Sabios (Dom pernety).
(4) Esci,l¿ es un escollo próximo a Caibdis e¡ el mar de
(2') redacti.o en el original. Creemos que debe de ser ze-
dz¿ctio. Sicilia. Ca¡ibdis es un torbellino en este mismo mar,
en el estrecho de Mesina.

(a) Pot lo que de dos cuerpos no puede baber unión, ni


¿ lo menos contusión. cu¿nto más, que pueda baber (c) Por ello dice Hermes que auestro
fuego \uUutoso fli_
unió» del cuerpo con pl psPfi¡u porPdñpsPeqaeñds... do a nuesno búmt:do tad.ical, es eite Rey aue deseiez-
(Teófilo). de del Cielo, el alma que es preciso deoólo,'et a su cvet-
t76 (b) exse caci ón (B.Ph.Ch.). Po, y qae lo debe de rcsuci¡ar, pot ello (B.ph.Ch.). 177
tado Nauta, dirige tu navío. si deseas recoger la
riqueza de una y otra Indiass.

gas
VI

Algunas veces verás como pequeñas islas, espi-


yramilletes de diversos coiores aparecer sobre
las olas v sobre los lados, que se disolverán rápida-
mente y surgirán otros. La tierra, en efecto, ávida
XX[
de germinación, produce siempre alguna cosa, v al-
gunas veces te imaginarás que ves en el vaso aves,
bestias o reptiles y colores agradables a [a vista
que pronto desaparecerán.

VII
Todo consiste en que continúes constante-
nlente con el fuego debido y todos estos (fenóme-
nos) acabarán en un polvo de un cc.rlor muy negrota¡
antcs de cincuenta días. Si no, la culpa será?e tu
Mercurio o de tu régimen, o de la dlsposición de la
materu, a menos que por azar hayas movido o agi-
tádo el vaso(e) lo que te ltarí zlargar la obra o inclu-
so perderla finalmente .

(5) Ver nota (1) del capírulo IV de esta misma ob¡a.

(d) en ut coh¡r negto y e Jor/ d de ut poLoo, cuyas pdr"


tes no tendrál ninguna tnión entrc ellqs (B.Ph.Ch.).
(e) y t uestra Piedru se sublitta, disueloe, bincba, coagula
y füa pot st' rrrisma, sin iuterponer hs manos parq na.
t7a dd (B.Ph.Ch.).
DEL REGIMEN DE SATURNO.
QUE ES Y POR QUE SE LE LLAMA ASI

ODOS los magos que escribieron sobre este


trabajo filosófico han hablado de la obra y dei
régimen_ de Saturno, lo que muchos .nt.ídi._
ron equivocándose y cayero; .n ,liu...o, .r-i.i,
atgunos a, causa de sus prejuicios, otros a
causa d;
demasiado grande en esros escriros,
ll_, -."lfi3na sobre el plomo prro con poco prove_
nan trabaJado
cho. Has de saber que nr.rtro plo.o ..
so.que cuaiquier plomo. Es el limo donde él alma
rn¿, ,i...io-
del oro- se JUnta con el Mercurio para producir
lue_
go a Adán y a Eva. su esposa(a).

II
ello é1, el más grande, se ha humillado
.Por has_
ta tal punto de tomar el últjmo lugar,
esperando la
redención de todos sus hermanos en su
sangre. Así.
la tumb¿ donde nuestro *y *tá ;p;;;;;
ma.S¿turno en nuestra obra, y es la ilave de la
,. ii;:
obra
de Ia transmuración. Feliz aquel que puede
saludar
a este ptaneta de Ienta marcha. Ruegi Dios,
a her_
mano, que te haga digno de esta benjición.
Dt¡es no
depende
!e- lquel que la busca o la desea, si'no úni_
camente del Padre de las luces

(a) Es la tiera en la que se junta el alma del Oro con el


Merc.urio para producir al Sol y a su mujer la Luna
(B.Ph.ch.).
l8l
XXM
I
DE LOS DIVERSOS REGIMENES
DE ESTA OBRA

por seguro, estudioso aprendiz, que de to-


fN,
ql.t, 9b.l rie la piedra sólo permanece escon_
or<to el regrmen, del que el F-ilósofo ha
dicho
esta vrrdad:
_aquél que tlndrá su .ono.l*[n,J
crentttrco será honrado por los príncipes y
los Mas_
o. la t¡erra.. de buena fe te júro que si esie
:l]:: .y
ruera expuesto ¿biertamente, los miimos'necios
se
Dun¿rtan def arte.

II
De hecho, una vez conocido, todo
se reduce a
un trabajo de mujeres y un juego de niños,
basta
con cocer. por ello los Sabios oiulraron
.on grrn
arte y cree firmemente que yo he"he_
,este.secreto
cno,lo mlsmo, aunque parezca que hé hatlado del
grado de calor; sin embargo como me
he Dropuesro
e rnctuso prometido hablar con f.rnqr.r"
Én
atgo debo h.acer para no aé".pAonr."rt.
:ii:1,]I..,
esperanza y el trabajo de mis estudiosos
i,
láctores.

III
d¡ que nuesrro régimen es uno y Ii_
s.abe1
neal en toda Ia obra, esto es, cocér y digerirr ;sin
embargo este régimen único contiéne -, .u"ho.
otros en sí mismo, que los envidioso, f,"n o"ulüao
t¡a1o drversos nombres y descrito bajo
varias opera-
1g5
ciones. Nosotros m¿nifestaremos más clar¿mente el
candor que hemos prometido, lo que es, en este te-
ma, manifestar un candor insólito.

XXM
F&E¿
'*w

18ó
DEL PITIMER REGIMEN DE LA OBRA
QUE ES EL DE MERCURIO

ffnnUneiuOs primeramenre del régimen rJe


I que rs un secrero
lMercurio, a prop?sito del
cual ninguno de los s¿bios se ha exores¿do
nuncar. Estos han comenzado, p"..¡arnptlr, t,
segunda operación o régimen de Satuino, y no"n han
mosrrado al principiante ninguna luz rntiá d.l ,in.
no capital de la negrura. En esto ha callado el bueln
Conde Bernardo Treüsano que enseña en su Dará_
bota que el Rey, cuando viene a la fuente, dejindo
atras a todos los extranjeros2, entra solo en il br_
no, revestido de un vestido de oro, del que se de_
sembaraza.y lo cnrrega a Saturno, del cial recibe
uno de seda negra. pero no enseña cuanto tiemDo
pasa antes de que se desembarace de este
vesfido'de
oro, y pasa por alto todo un régimen de quizás cua_
r.enta o cincuenra días,.tiempo durrnt. il qr.,
,in
guia,. los pobre_s principiantes caen en experi_
ln
mentos tnclertos. Desde la llegada de la necrura
hasta el final de la obra, sin dudí el ,";"r1,
.á."n]
por nuevos signos qxe apareccn, pero reco-
l:lado
nozco que,stn un guía es fastidioso errár durante
crncucnta dras, sin indicaciones ni garantías.
(,) ii1":-Tl:::r.s, comenzarrdo por Berna¡do Treüsano,
poco dc.la primera parre de la obra, toi
lll ii9hq?
oos cornciden e¡ afirmar que es muy importante,
"peto como el fundamento 'a¿ u*"ri'"i'i'{*:i ii)
Pimeru parte,los Fi!ósoJos, ,t" queriendo ,li,tulyii
esc?ito poco acerca de esta ñimera
il-
: lu,l!o,han
parte. Betnaido el Trevisano, La palabra Oluidqda_
'(2) extraneis, literalme¡te ,.t", á" f"".r;l'-.á. 'iJilr..
de fuera",.,externos',.
189
l,a entrads abi¿ru ol palrcio cetado del rcr,

II de.un año,. recuperarás al sol intacto y en plena po-


sesión de su virtud primitiva, si no lo has óocido'en
Por ello digo que desde la primera ignición el grado de calor que Ie es conveniente. Aquel que
hasta la negrura, todo el intervalo de tiempo es el afirme lo contrario, no ei un Filósofo.
régimen de Mercurio; del Mercurio Filosófico, que
op'era sólo durante todo este tiempo, perm¿necien-
do muerto su compañero hasta el momento conve- V
niente, y esto nadie lo ha declarado antes que yo.
Se imaginan, aquellos que están en la vía del
error, que disolver los cuerpos es operación tan fá-
III cil que creen que el oro inmerso en el Mercurio de
J los Sabios, debe ser devorado en un abrir y cerrar
Por lo cual, un¿ vez unidos (coniunctis) los de ojos, entendiendo mal el pasaje del Conde Ber-
materiales, que son el sol y nuestro Mercurio, no nardo Trevisano, donde habla de su libro de oro
creas con loi Alquimistas vulgares que la puesta de irrecuperablemente inmerso en la fuente. Aquellos
sol llega pront<.x¿). Ciertamente no. Mucho espera- que sudaron en la disolución de los cuerpos pueden
mos antes de que se hiciera la tolerancia (pdtientia) atestiguar sobre l¿ verdadera dificultad de esta ope-
entre el agua y el fuego, y esto lo han enseñado ración. Yo mismo, que a menudo he sido testigo
brevemente los envidiosos cuando en la primera ocular, atestiguo que es necesaria una gran sutili-
operación han llamado ¿ su materia Rebis, esto es, dad para regir el fuego después de la pieparación
confeccionada con dos cosas, como dice el poeta{t) , de la materia, a fin de disolver debidamente los
Rebis es uÍrd cosa cotnpuesta de dos cosas, pero sin cuerpos sin quemar sus tinturas.
embargo una. Se di.sueloe para que los primeros es-
permas sean o Sol o Luna.
VI
IV Atiende pues a mi doctrina, toma el cuerpo
que te he mostrado y ponlo en el agua de nuestio
Ciertamente, has de saber que aunque nuestro mar(c) y cuécelo con el fuego continuo que le con-
Mercurio devore al Sol, no es de la forma que creen viene hasta que asciendan el rocío y las nubes, y
los Filosofastros Químicos. Porque aunque juntaras caigan en forma de gotas, noche y día sin interrup-
el sol con nuestro Mercurio, después de uná esperá ción. H¿s de saber que el Mercurio asciende por ei-

(¿) que el Occidette o disoluciót del oto llega ptonto


(c) y qae no pierda,el cdlor que ba adqairido preoiamex-
(B.Ph.Ch.).
te durunte el grun número de meses qae ba sido *aba-
190 (lr) En l¿ versión de Teófito no se incluyen los versos. iado y dispuesto (B.Ph.Ch). 19t
I-a ¿ntrüra tb¡eru dl palacio ceta¿lo ¿lal rett

ta circulación a su naturaleza primitiva, hasta que pués los colores se refuerz¿n y se multiplican y va-
después de largo tiempo, el cuerpo empieza a rete- rían hasta la perfección en el negro muy negro que
ner un poco dé agua, y así participan uno y otro de te será dado en el cincuentavo día, si los astroi te
sus cualidades(¿1. llamana .

VII
Pero como toda el agua no asciende por subli
mación y perm¿nece aún una parte de ella con el
cuerpo en il
fondo del vaso, Por esto el cuerpo es
continuamente hervido y filrado en esta agua,
mientras que las gotas, al caer, perforan3 la masa
residu¿I, y el agua es hecha más sutil por esta circu-
lación continua, y finalmente exuae delicada y §ua-
vemente el alma del sol.

VIII
Así, mediante el alma, el espíritu se reconcilia
con e[ cuerpo y la reunión de ambos se realiza en el
color negro, y esto, como mucho, a[ c¿bo de cin-
cuenta días. Se dice que esta operación es el régi-
men de Mercurio, ya que el Mercürio circula ele-
vántlose, mientras que en él hierve el cuerpo del
sol, abajo; y este cuerPo en esta operación es pasivo
hasta el momento de la aparición de los colores,
que aparecen parcamentc después de más o menos
veinte días de una ebullición firme y continua. Des-

(3) ctibatut: liferu:lrnerte es "cribado" o '¡¡¿¡¡i2¿a19".

(d) es deci4 que el cuerpo comunica su fijeza al agaa, y


esta bace pattícipe de su oolatilidad al cuerpo
t92 (B.Ph.Ch.). (d) si t.e fau oocarrf ver nota (h) capítulo XlX. t9t
XXV
ia
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