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Dialogo Entre Masones

Artículos Masonicos Seleccionados


Año 6 - N° 71

Noviembre 2019
L

Dialogo Entre Masones


Artículos Masonicos Seleccionados
Año 6 - N° 71

Director General
Herbert Oré Belsuzarri
Directores
Mario López Rico
Vicente Alcoseri
Julio Villarreal III
Artículos Publicados
- La palabra Huzzé: Origen y significado...............3
- La serpiente y los orígenes reales de la masonería
...................................................................10
- La imperfección y los viejos cargos....................26
- La leyenda de Hiram en la masonería especulati-
va................................................................38
- A la sombra de los mitos: signos de reconocimiento, se-
creto, hermandad................................………..52
- Imperialismo, masones, y masonería en China (1842-
1911)............................................................66
- ¿Abraham fue en realidad Akenaton?...............77
- La escalera de Jacob y la misteriosa lucha bíblica de
Jacob con un ángel..........................................82

La revista agradece la difusión de los artículos pu-


blicados, mencionando la fuente y la autoría.
Valle de Lima Noviembre 2019

2
LA PALABRA HUZZÉ: ORIGEN Y SIGNIFICADO
Fabio Pedro-Cyrino
3
LA PALABRA HUZZÉ:
ORIGEN Y SIGNIFICADO
Fabio Pedro-Cyrino (*)

La palabra Huzzé se usa como una exclamación o aclamación,


dentro de los rituales del rito escocés antiguo y aceptado. Su
origen en el marco del rito escocés antiguo y aceptado es
incierto; En los primeros rituales de los grados simbólicos,
editados por el Gran Este de Francia en 1804, no hay interjección
ni aclamación al abrir y cerrar las obras masónicas.
 
La primera mención que se produce de esta exclamación apa-
rece en el ritual del Rito Escocés Antiguo y Aceptado publicado
por el Gran Este de Bélgica en 1820 y aparece con la ortogra-
fía Houzzai, que no es más que la transcripción fonética francesa
de la palabra inglesa Huzzah.
 
En los rituales editados por el Consejo Supremo del Rito Es-
cocés Antiguo y Aceptado para la Jurisdicción del Sur de los Es-
tados Unidos en 1872 revisado por Albert Pike, la palabra Huz-
za aparece sin la “H”, y Albert Mackey en su Enciclopedia de la
masonería, publicada en 1873, solo aparece en la entrada Huz-
za, como saludo del antiguo y aceptado rito escocés, sin más
explicaciones.
 
Según el Oxford English Dictionary, la definición de la pala-
bra Huzzah es la siguiente:
 
HUZ - ZAH o también HUZ - ZA
Interjección
Expresión de alegría o aliento;
Expresión de triunfo o aprobación.
Sustantivo
Un grito de huzzah; o un grito de huracán
Un saludo.
Etimología
4
Variación del inglés arcaico medieval derivado de la palabra
francés-normando, hisser : hastear
 
El diccionario no menciona ninguna forma específica de deri-
vación. Se consideran dos orígenes para la expresión, uno lite-
rario y otro militar.
 
Los primeros registros literarios aparecen en 1573 y consisten
en algunas obras de William Shakespeare, entre ellas “La trage-
dia de Macbeth” y “Othelo, el páramo de Venecia”. Según una
gran cantidad de escritores de los siglos XVII y XVIII, Huzzah
se usó originalmente como un saludo a los marineros ingleses
como un saludo y cuando hacía un brindis por alguna victoria, o
incluso cuando grandes oficiales abordaban o desembarcaban
de buques insignia.
 
El escritor y cronista inglés John Dunton (1659-1733), en su
trabajo “Cartas desde Nueva Inglaterra”, publicado en 1686,
registra la costumbre militar de saludar a las autoridades con
gritos de Huzzah:
 
“Nuestro Capitán ha ordenado una ronda de fuego completa
con todas las armas en nuestra nave; con cada disparo, los cielos
se llenaron de gritos de alegría y saludo, y escuchamos a Huz-
zahs y Hurray por todas partes”.
 
El poeta Alexandre Pope, en su obra “Un ensayo sobre el
hombre”, publicado en 1734, también presenta a Huzzah como
una interjección de saludo. La última mención de Huzzah en la
literatura inglesa aparece en el siglo XIX.
 
Charles Dickens, en el trabajo “Oliver Twist”, publicado entre
1837-39, muestra:
 
“Fuertes golpes, gruesos y pesados, sacudieron las puertas
y ventanas inferiores, así como las persianas de todo el edifi-
5
cio; y tan pronto como dejó de hablar, se produjo una explosión
de huzzahs de la multitud. Y Mark Twain lo introdujo en el traba-
jo “Tom Sawyer”, publicado en 1876: “... ¡La gente se reunió a su
alrededor... y barrió magníficamente las calles principales con
gritos de huzzahs tras huzzahs!”
 
Huzzah se puede clasificar en el mismo nivel que otras
interjecciones en inglés, como hoorah o hooray. Según los Dic-
cionarios en inglés, especialmente el Oxford English Dictio-
nary, Huzzah sería una forma más literaria y digna, mientras
que Horray sería una aclamación más popular, que se encuentra
en los dialectos de las afueras de Londres. Se puede encontrar
evidencia de esto en los gritos de saludo de los equipos de
remo en el Magdalene College de la Universidad de Cambrid-
ge celebrando sus victorias con tres saludos “Huzzah”.
 
En cualquier caso, el origen de la palabra no está del todo
claro, pero puede estar asociado con los escuadrones de batalla
de los pelotones militares, que se encuentran entre las tropas
inglesas, escocesas, suecas, danesas, alemanas, rusas y prusia-
nas. Incluso hay una palabra muy similar de origen mongol que
se remonta a los primeros años del siglo XIII, con el mismo sig-
nificado de saludo y júbilo.
 
El hecho es que a lo largo de los siglos XVII y XVIII, Huzzah fue
identificado como un grito de guerra de las tropas avanzadas de
la armada inglesa, así como del Ejército Británico y el Cuerpo
de Granaderos. Durante el siglo 18, tres “huzzahs” fueron da-
dos por la infantería británica antes del ataque , como un medio
para elevar la moral de las tropas e intimidar a los enemigos. El
libro “Abrigos rojos: soldados británicos en la era de la caba-
llería y el mosquete” del general de brigada Edward Richard
Holmes (1946), un historiador militar inglés, indica que dos cor-
tos gritos de huzzah fueron seguidos por un tercero más tiempo,
antes de la llamada del clarín. La misma palabra se incorporó
a la “Canción de Granaderos” de 1745, cuya traducción sigue:
6
“Y cuando se levanta el asedio,
A la ciudad que manejamos,
Unirse a la ciudad
Con gritos de ‘Huzzah, mis buenos muchachos,
¡Los granaderos están aquí!
Cada ciudad los recibe.
‘Huzzah, mis buenos muchachos,
¡Los granaderos están aquí!
Quien los conoce sin duda su coraje
Canta, canta y regocíjate
¡Huzzah a los granaderos!

Federico II de Prusia (24 de enero de 1712 -


17 de agosto de 1786)

7
Iniciación del gran Duque Federico de Brande
rey Federico

En cualquier caso, el vínculo de la palabra con la masonería


es evidente: el supuesto origen del rito heredom, del que más
tarde deriva el rito escocés antiguo y aceptado, vinculado a las
tropas escocesas que acompañaron al exilio de la familia Stuart
en Francia podría ser una indicación de su adopción como un
grito de alegría o alegría al principio y al final del trabajo. Otro
factor es el vínculo entre el Rito de Heredom y el Rito Escocés
Antiguo y Aceptado con las tropas prusianas de Federico II, se-
gún la leyenda, el organizador del Rito en Europa.
 
Argumentos tales como que esta exclamación prepararía el
ambiente espiritual al comienzo de la obra, eliminando los res-
tos de vibraciones negativas traídas al templo por los Herma-
nos, y que al final de ellos aliviaría las tensiones que surgen,
teniendo en cuenta los aspectos místicos, físicos y espiritua-
les-psíquico, no encaja en ningún trabajo más serio que busque
investigar la Masonería histórica y fundamentalmente.
8
enburg-Bayreuth en 1741bajo la dirección del
o de Prusia

Lo importante es la conciencia de que la palabra Huzzah y sus


corruptelas francesas y portuguesas, Huzzai y Huzzé, respecti-
vamente, solo significan un grito de saludo, o como literalmente
en nuestros rituales, un grito de aclamación, sin otro significado
importante o esotérico Es solo un grito de exaltación como los
contenidos en los otros Ritos, como “Vivat, vivat, vivat” por el
Rito Adonhiramite y “Libertad, Igualdad y Fraternidad” por el
Rito Moderno.
 
*Fabio Pedro-Cyrino, MI, 33REAA, 9RM
Secretario de Estado de Orientación Ritualista
Gran Este de Brasil / Gran Este de São Paulo

Tomado de:
https://bibliot3ca.com/a-palavra-huzze-origem-e-significado/

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LA SERPIENTE Y LOS ORÍGENE
Philip Gar
Traducción: Dialo

10
ES REALES DE LA MASONERÍA
rdiner (*)
ogo Entre Masones
Abraham, el padre israelita de la humanidad e Hiram de los
masones, son uno y lo mismo, y ambos se basan en adoradores
de serpientes con antecedentes indios cobra o deidad de ser-
piente. Una gran declaración, pero algo en lo que no estoy solo
haciéndolo.

Flavio Josefo dijo en su Historia de los judíos:

“Estos judíos provienen de filósofos hindúes, su nombre Cala-


ni fue dado por los indios”.

Megastenes, enviado a la India por Seleucus Nicator, también


dijo que los judíos fueron llamados “Kalani” y que eran una tri-
bu india.

Clearcus de Soli dijo: “Los judíos descienden de filósofos in-


dios. Los filósofos se llaman calanios en la India y Siria como
judíos. El nombre de su capital es muy difícil de pronunciar. Ella
se llama Jerusalén.

Si Abraham, como padre de la raza judía, es una figura legen-


daria en la India, ¿quién es él? ¿Y realmente existía? Ha llegado
el momento de molestar a los tradicionalistas.

El personaje obvio para un indio Abraham es Brahma (A-Bra-


hma) que tiene una consorte y una hermana llamada Saraisvati
[1] que es sorprendentemente similar al nombre de la espo-
sa bíblica de Abraham: Sarai. De hecho, se dice que Abraham
aprendió su oficio en Ur (el ‘Ur de los caldeos’ en la Biblia se
dice que está en el antiguo Sumer), que está muy cerca de la
frontera persa, en la ruta hacia la India.
11
También es un hecho que el nombre de Brahma se extendió
por toda esta área, tanto que los persas incluso lo adoptaron con
una de sus deidades. Por lo tanto, exactamente en el área donde
se dice que Abraham aprendió su oficio sacerdotal es exacta-
mente el área en la que el indio Brahma se estaba extendien-
do y siendo venerado. ¿Qué más podemos encontrar dentro de
esta área de los caldeos?

Los caldeos se llamaban Kaul-Deva y eran una casta sacerdotal


que vivía, entre otros lugares, en Afganistán, Cachemira y Pakis-
tán. (Kaul-deva significa Calani Brillante, de ahí que estos fueran
los Brillantes Iluminados, un grupo que se remonta a la antigua
Sumeria, y que se describe en mi libro The Illuminated).

Así, Abraham / Brahma aprendió su oficio de los caldeos, que


eran una casta sacerdotal relacionada con el subcontinente in-
dio y eran los sacerdotes brillantes o las almas iluminadas. En
este sentido, Abraham era simplemente un título dado al sumo
sacerdote o Señor de la secta Brahma. Pero si, como en el anti-
guo Egipto, necesitaba reflejar la vida de los dioses, entonces
también necesitaba una esposa / hermana. El hecho de que Sa-
raivaty fuera a la vez consorte y hermana de Brhama también
está relacionado con la narración bíblica de Abraham.

“Pero en realidad es mi hermana. Ella es la hija de mi padre,


pero no la hija de mi madre; y ella se convirtió en mi esposa”
(Génesis 20:12).

El mismo patrón de Gnosis oculta se convertiría más tarde en


parte del mito de María / Jesús. Los giros complejos que los es-
critores modernos como Dan Brown en el Código Da Vinci pa-
recen haber creado para explicar la naturaleza aparentemente
peculiar de la relación de Jesús con María, la madre y María
Magdalena, son realmente sorprendentes. En realidad es muy
simple.

12
Como Sarai es Saraisvati, también es Isis, la mayor de las dio-
sas egipcias. Maria también es un duplicado de Isis. Ya ves que
Isis era la consorte de Osisiris, de ahí el papel de esposa. Por lo
tanto, ella era la madre de Horus el Salvador, de ahí la madre de
Dios. Pero Horus era Osiris reencarnado, por lo que Isis también
era su hermana. ¡María, la Madre, María Magdalena, la amante /
consorte, y María Bethany, la hermana, eran los aspectos ocultos
de una tradición gnóstica mucho más antigua que no tiene abso-
lutamente ningún elemento literal! Las tres Marías son realmen-
te tres aspectos de un principio femenino: la trinidad femenina.

Por supuesto, podemos encontrarnos en problemas aquí, por-


que en ninguna parte se declara que María de Betania era la
hermana de Jesús. Pero se dice que María de Betania era la her-
mana de Lázaro, a quien Jesús resucitó de los muertos, o más
pertinente, Jesús, que resucitó de los muertos.

Como puede ver en la mitología egipcia, el papel del hijo de


Dios y Salvador, Horus, era resucitar a su padre, Osiris, de la
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muerte y, en cierto sentido, resucitar, tal como Horus resucitó a
Osiris.

Sin embargo, Lázaro y Osiris son nombres claramente dife-


rentes y, por lo tanto, no pueden relacionarse. Sin embargo, qué
equivocado es esto, aunque hay mucho debate sobre la etimo-
logía exacta, muchos creen que existe un vínculo comproba-
do. ¿Como?

La antigua designación egipcia para Osiris era Asar o


Azar. Ahora, cuando los egipcios hablaban de sus dioses, los
indicaban con “o” y, por lo tanto, habría sido “desafortuna-
do”. Este término “o” también significa Señor o Dios, como la
palabra griega para dios The-os o Theos. Una de las formas he-
breas para dios era El y se aplicaba a sus muchos dioses, por
ejemplo, El-shaddai o El-hoim. Entonces, cuando los escritores
hebreos incluyeron a Osiris en sus mitos, lo pusieron como El-
Azar. El señor Osiris. Esto en la traducción latina fue cambiado a
El-Azar-us. Este uso de “nosotros” era la forma en que los nom-
bres masculinos terminaban en lengua romana. En realidad, en
árabe, Lázaro todavía se escribe con El-Azir, por lo tanto, falta el
“nosotros”. Por lo tanto, ahora tenemos El-Azar-us, que se ha re-
ducido a Lázaro. De esa forma, Horus, por lo tanto, levantó a “El-
Asar-us” o “El-Osiris” de la muerte, así como Cristo resucitaría a
“Lázaro”. La historia en sí es una alegoría de que el dios del sol
Osiris renació, pero nos da el sorprendente hecho de que María
de Betania, como hermana de Lázaro, era literaria y esotérica, la
hermana de Jesús.

Y así, dado que pensamos que Jesús y María estaban, de he-


cho, basados ​​en una mitología egipcia mucho más antigua que
se remonta incluso a la antigua Sumeria, también encontramos
que la historia de Abraham y Sarai no es diferente. En el Corán
(6:75) encontramos que el padre de Abraham se llamaba Azar
(Osiris) y, por lo tanto, Abraham era Horus, así como Jesús era
Horus. Luego también descubrimos (Lucas 16: 22-25) que Lá-
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zaro mismo descansaba en el seno de Abraham, al igual que
Osiris como un dios cojo descansaba en los brazos de su hijo
resucitado.

Y fue este Abraham, este Brahma u Osiris, quien se dice que


engendró a los Hijos de Israel. Echemos un vistazo a los hijos de
Abraham y veamos si podemos revelar el linaje de la serpiente
oculta o los secretos de la serpiente que encontramos en otras
partes del Grial de la Serpiente.

El hijo de Abraham, Ismael con Agar, su siervo, también tuvo


hijos que vivían en la India, o Havilah (tierra de serpientes),
como lo es en Génesis. Los dos hijos famosos de Abraham, Is-
mael e Isaac tienen nombres que se refieren a la adoración de
esa deidad de la serpiente hindú, Siva. [2]

Ismael es Ish-Maal en hebreo, y en sánscrito, Ish-Mahal signifi-


ca ‘Gran Siva’. Isaac es Ishaak en hebreo e Ishakhu en sánscrito,
que significa ‘Amigo de Siva’. Lo más sorprendente de todo es
el nombre de Abraham, que podría significar que Abraham no
era más que un Rey Naga Ab Ram, que realmente significa ‘ser-
piente adorada’.

Hiram, el famoso constructor masónico y bíblico de templos


fue Ahi-Ram, y ha llegado el momento de echar un vistazo a este
personaje mítico.

Hiram y el templo

A Hiram de Tiro, hijo de una madre judía y un padre fenicio, se


le atribuye la decoración del fabuloso Templo de Salomón. Se
dice que fue “el hijo de una viuda de la tribu de Neftalí... fusionó
dos pilares de bronce” (1 Reyes 7: 13-15).

El patrón de la tribu de Neftalí según la tradición judía es una


serpiente o basilisco, y esto podría provenir de la estancia judía
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en Egipto, ya que la tradición judía establece que Neftalí fue el
hermano de José elegido para representar a la familia ante el
faraón. También se dice que Hiram es un hijo de la tribu Dan
(Crónicas, 11) e incluso la tribu de Dan tiene un emblema que
era la serpiente y el caballo. Barbara Walker en la Enciclopedia
de los mitos y el secreto de las mujeres señala:

Daniel

“A los escritores del Antiguo Testamento no les gustan los da-


nitas a quienes llamaban serpientes (Génesis 49:17). Sin em-
bargo, adoptaron a Dani-el, o Daniel, un dios fenicio de la adi-
vinación, y lo convirtieron en un profeta hebreo. Sus poderes
mágicos eran como los de los danitas que emanan de la diosa
Dana y sus serpientes sagradas... Daniel no era un nombre per-
sonal, sino un título, como el celta”.
16
Aquí tenemos una conclusión clara, que el Daniel de la Bi-
blia está relacionado exactamente con la misma diosa Danu o
Dana de la Europa celta y que esta diosa está relacionada de
manera concluyente con las serpientes, en este caso, el signo
astrológico es tan venerado por los danitas. También tenemos
confirmación de que el pueblo judío ha recopilado sus sistemas
de creencias de quienes los rodean. Hasta ahora, a medida que
nos reunimos, han fusionado las creencias de la India, Egipto y
ahora los fenicios en su propio sistema en evolución.

Según el libro de Crónicas, este hijo de Dan, Hiram, era un


hombre inteligente, dotado de comprensión y hábil para traba-
jar con oro, plata, latón, piedra y madera. También se le atribu-
yen ciertas herramientas que podrían romper piedras. Según el
Libro de los Reyes, el templo fue preparado en piedra antes de
ser llevado al sitio, algo así como un edificio terminado o prefa-
bricado. Se dijo que ni el martillo ni el hacha ni ninguna herra-
mienta de hierro se utilizaron en el edificio. Entonces, ¿cómo fue
construido? ¿Al menos simbólicamente?

Bueno, en Éxodo, Moisés recibe instrucciones de construir un


altar al Señor sin herramientas, o él lo contaminaría, y parece
ser el mismo simbolismo utilizado aquí en la construcción del
tiempo. Según las enseñanzas rabínicas, la prefabricación fue
realizada por el Shamir, un gusano gigante o serpiente que po-
día cortar piedras. No muy diferente de las creencias nórdicas y
celtas, donde Valhalla y Camelot se construyeron con fuego de
dragón. Según los informes islámicos de Rashi y Maimónides, el
Shamir era una criatura viviente. Esto es poco probable a menos
que entendamos a esta criatura como a nosotros mismos. De he-
cho, lo más probable es que la idea de la sabiduría del “gusano”
(que evolucionó de la palabra “orma” a serpiente) o serpiente,
Shamir, se usó para construir el Templo simbólico del hombre,
una creencia gnóstica. [3]

Se fantaseó con que Naga, unida a una serpiente, escapó de su


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tierra y alcanzó esta profunda sabiduría aparentemente arqui-
tectónica. Esta vinculación de los principios esotéricos y subya-
centes de auto-iluminación manifestados aquí en el simbolismo
arquitectónico eventualmente dio lugar a la masonería moder-
na.

Los ‘dioses arquitectos’ como Thoth o Hermes están estrecha-


mente vinculados a la sabiduría de la serpiente, como descu-
brimos en el Grial de la Serpiente. Otras referencias también
vinculan a Shamir con la serpiente, como el Testamento de Salo-
món, que lo llama una “piedra verde” como La Tabla Esmeralda
[4], que obviamente ofrece más evidencia de que Shamir era la
sabiduría de la serpiente.

Volviendo a Hiram, encontramos que el nombre Hir-Am real-


mente significa ‘cabeza exaltada de la gente’: (hir = cabeza,
exaltado, Am = gente) y está estrechamente relacionado con
Abraham (Ab Hir Am).
18
Pero, también tiene otro significado más revelador. Ahi-Ram en
realidad significa ‘serpiente exaltada’. Por lo tanto, en cualquie-
ra de los dos sentidos, Hiram era la ‘cabeza exaltada’ o la ‘ser-
piente’, siendo ambos significados primordiales para descubrir
la evolución del culto a la serpiente y las creencias religiosas
subyacentes: la mezcla de opuestos dentro de la cabeza misma,
como se muestra en Serpiente del Grial.

También se creía que Hiram (según David Wood en su libro,


Génesis) descendía de Caín a través de Tubalcaim, de quien se
decía que era el único sobreviviente de la “raza superior” des-
pués del diluvio.

Se supone que la raza se llama Elhim (gente de la ‘serpiente


feroz’) o la ‘iluminada’, también conocida como ‘gente serpien-
te’. Esta historia deriva de un texto conocido como E o Elohim
de alrededor del 750 a. C. y también dio lugar a las historias de
los arquitectos dionisíacos, también vinculados a los masones.

No es de extrañar que los pilares de Hiram estuvieran estre-


chamente relacionados con el culto a las serpientes. Rosslyn, y
especialmente uno de sus falsos pilares del templo, como sabe-
mos ahora, está involucrado con el simbolismo de la serpien-
te, no solo como una relación directa con los mitos nórdicos de
Yggdrassil, con su serpiente llamativa, sino, en el límite, como
símbolos de la serpiente, poder religioso de la serpiente gnós-
tica.

En los Rollos secretos descubiertos por Andrew Sinclair, una


de las imágenes más importantes es la vista de una gran ser-
piente enrollada debajo de los escalones del templo, con una
corona, un pico y una pala, como si señalara la excavación del
templo mismo.

Hay una leyenda que puede apoyar los hallazgos de Andrew


Sinclair que no menciona.
19
Esta leyenda oriental nos cuenta cómo la reina de Saba se
sintió atraída por Hiram y que el rey Salomón estaba celoso, tan
celoso, de hecho, que planeó la muerte de Hiram. El metal fundi-
do usado para fusionar un “mar de fuego” se usaría para matar
a Hiram, pero fue salvado por el “espíritu” de su antepasado
Tubalcaim, quien está obligado a adorar a las serpientes; por lo
tanto, la serpiente lo salvó de la muerte. Hiram arrojó su “joya”
en un pozo profundo, pero fue asesinado por los asesinos de So-
lomon con un golpe en la cabeza. Se dice que tres maestros más
tarde encontraron su cuerpo venerado. La joya fue encontrada
y colocada en un altar triangular, que Salomón había erigido en
una bóveda secreta con el tiempo. (Josefo, Antigüedades V111,
3: 4) ¿Cuál fue la joya de este constructor que causó tanta vene-
ración? Sea lo que sea, caballeros cruzados, Más tarde disfra-
20
zado como los Caballeros Templarios supuestamente cavaron
furiosamente debajo del templo para averiguarlo. Por supuesto,
se cree que los Templarios desenterraron otros artículos, ellos
y otros, como San Bernardo, que habría localizado el Arca del
Pacto allí. Puede ser, por supuesto, que incluso este sea un len-
guaje simbólico y gnóstico: la búsqueda eterna de nuestra pro-
pia divinidad.

Después de estas dudosas excavaciones, tanto los templarios


como los cistercienses bajo San Bernardo crecieron en inmensa
fortuna. Se construyeron grandes edificios en toda Europa que
ocultaban el simbolismo secreto de la serpiente, y todos utili-
zaban las habilidades arquitectónicas descubiertas durante sus
viajes por el Medio Oriente. Sin embargo, lo mejor de todo es
el simbolismo que se ha traído de vuelta con ellos, y que ha in-
vadido la cultura europea como un virus contagioso, filtrándose
en nuestros edificios y obras de arte, y manteniendo viva una
antigua tradición para que lo descubramos un día.

Los pilares huecos y no literales de Hiram se convirtieron en


pilares gemelos de los masones que, como Moisés y la serpien-
te emergente, emergieron de los templarios. Estos pilares, que
se dice que son huecos y contienen manuscritos secretos que
nos recuerdan los supuestos descubrimientos de los manuscri-
tos de Rennes Le Chateau, que también se consideran encontra-
dos dentro de un pilar. De hecho, contienen un secreto, pero no
uno que se pueda tocar con la mano.

Ahora es el momento de mirar otra fuente externa sobre los


masones modernos para ver si hay alguna influencia paralela:
los arquitectos dionisíacos que mencionamos anteriormente.

Los historiadores masónicos dicen que estos dieron origen a


sus gremios. Un grupo secreto o sociedad secreta con doctrinas
fue considerado por Manly P. Hall (en Filosofía Simbólica Masó-
nica, Hermética, Cabalística y Rosacruces) similar a los maso-
21
nes. Se cree que fueron grandes constructores, recordando la
idea de los grandes Nagas arquitectónicos que escaparon de la
India.

Supuestamente, esta sociedad secreta, bajo Hiram Abiff, que


construyó el Templo de Salomón y erigió los grandes pilares
de bronce que ahora se ven como Booz y Jakin en la masone-
ría. También eran conocidos como los Roman Collegia y se dice
que deambularon como los Packs Medievales, construyendo lu-
gares fantásticos como el Templo de Diana en Éfeso (John Weis-
se, El Obelisco y la Masonería).

Weisse también enfatizó que la Collegia influyó en los esfuer-


zos de construcción islámica que luego se convertirían en un
punto crucial en la arquitectura de Europa occidental después
de los cruzados, y posiblemente a través de la influencia de la
Collegia en los templarios, entre otros.

También se creía que estos Collegia se conocían antes que


los romanos en Grecia, y se decía que habían adorado a la ser-
piente de Baco. Dada la fascinación masónica con los druidas,
no sorprende que el infame historiador y arqueólogo Willian
Stukley creyera que habían sido los constructores de Stonehen-
ge y otros monumentos antiguos. Muchos escritores masónicos
adoran asociarse con los druidas, y descubrimos que “tenían
una gran veneración por la Serpiente”. Su gran dios Hu fue tipi-
ficado por ese reptil “(George Oliver, Signs and Symbols, Ma-
coy Publishing New York).

Si es cierto que los arquitectos dionisíacos y los adoradores


griegos de Baco / Dionisio y la Colegiata romana se encuentran
entre los creadores de la masonería, entonces es muy probable
que también estuvieran vinculados a la serpiente que adora-
ba a los druidas, también conocidos como Víbores o Serpien-
tes. Eran, de hecho, una muestra tardía del culto a las serpientes
mundiales, al igual que el de la India, Egipto y otros lugares,
22
que tenían habilidades fantásticas de construcción y guardaban
secretos de tradiciones gnósticas verdaderas y ocultas. Hoy to-
davía podemos ver un remanente de este gran culto arquitec-
tónico, adorador de serpientes y secreto en los masones. Como
señala George Oliver, “La Serpiente es considerada universal-
mente como un símbolo legítimo de la masonería” y ahora ve-
mos que su historia es mundial,

*Philip Gardiner es el autor de The Serpent Grail, Gnosis: The


Secret of Solomon’s Temple Revealed y The Shining Ones. http://
www.world-mysteries.com/PhilipGardiner/serpent_sword_
pg.htm#Articles

Notas:

1 Brahma es la fuerza vital sutil o el espíritu mismo y Saraisvati era el


río de la vida. Vea The Wonder that was India por AL Basham, Fontana
Ancient History, 1967.
2 Mahadeva, uno de los nombres de Siva, a menudo se representa con
una serpiente envuelta alrededor de su cuello, brazos y cabello. Su
consorte, Parvati, está representado de la misma manera. Bhairava, el
Avatar de Siva, se sienta en una serpiente enrollada cuya “cabeza se
eleva por encima de la de los dioses”. Según Hyde Clarke y C. Stani-
land Wake en Serpent and Siva Worship, Siva es lo mismo que Rudra,
el sanador, y Se llama Rey de las Serpientes. Está representado con
una guirnalda de calaveras, que simboliza el tiempo medido en años,
las edades cambiantes. A veces se le llama Nagabhushana Vyalakalpa
o “tener serpientes alrededor de su cuello” y Nagaharadhrik o “usar
collares de serpiente”, y también Nagaendra, Nagesha o “Rey de Na-
jas” también se conoce como Nakula, la “mangosta”. lo que significa
que alguien es inmune al veneno de serpiente.
3 Ver Gnosis: El secreto del templo de Salomón revelado por Philip
Gardiner que se lanzará el 6 de marzo por Radikal Books.
4 La palabra esmeralda proviene del griego smaragdos, que simple-
mente significa ‘piedra verde’, aunque las verdaderas esmeraldas
han sido populares durante más de 4.000 años. A Cleopatra, la famosa
Reina de Egipto que murió mordida por un asp, le gustaban más que
cualquier otra gema. Tenía minas de esmeraldas cerca de Asuán. La

23
esmeralda se encuentra en protectores de cofres judíos y se usa como
talismanes indios. Los españoles lo robaron durante la conquista de
América del Sur y los incas lo veneraron mucho. Se dice que cura
fiebres, epilepsia, lepra, disentería, oftalmia, hemorragia, problemas
hepáticos y mordeduras venenosas de animales. También se decía
que las serpientes “ciegas”.
La Tableta Esmeralda es un resumen del pensamiento alquímico, exis-
tente en árabe y griego, y principalmente arraigado en la alquimia
romana y griega, especialmente Hermes, lo que recuerda que debe
haberse originado en una fuente como los arquitectos dionisíacos o
La colegiata romana.
Uno de los primeros registros de su existencia es del siglo VIII, obra
árabe. Algunos relacionan la esmeralda con el Sagrado Catino de Gé-
nova, el supuesto Santo Grial, que se dice que fue retenido por la Rei-
na de Saba, que estaba hecha de vidrio verde o esmeralda.
Se cree que un médico llamado Galienus, que la llama la Mesa Za-
radi, recuperó la tableta de Hermes Trimegisto. Muchos creen que
Galienus es el cirujano Galen, pero otros creen que es una traduc-
ción equivocada de Balinas (Apolonio de Tiana). Si este es el caso,
entonces la Tabla Esmeralda de la gran deidad serpiente, Hermes,
vendría directamente del sabio que visité a los reyes Naga (serpien-
te) de India y Cachemira, de quienes se dice que vivieron durante
mucho tiempo.
El término Zaradi deriva de la palabra ‘cueva subterránea’ o ‘cámara’
y se refiere a un dominio ‘de otro mundo’, posiblemente el Inframun-
do chamánico.
Otros pueblos que se dice que descubrieron la tableta se incorpo-
ran igualmente a la historia de la serpiente. Alejandro Magno y Zara
(Sarah), la esposa de Abraham, quien se dice que la tomó de Hermes
justo después del diluvio.

Tomado de:
https://bibliot3ca.com/a-serpente-e-reais-origens-da-macona-
ria/

24
25
La imperfección y
Paul
26
los viejos cargos
lo M.
27
La imperfección y los viejos cargos
Paulo M.

En el Libro de Constituciones de Andersen de 1723, aprobado


por distinguidos masones como Desaguliers, Cowper y Payne,
reputados y reconocidos por su sabiduría masónica, se pueden
encontrar estas palabras: y de edad madura, y de buen informe,
sano y sano, no deformado o desmembrado en el momento de
su creación ”(Los hombres hechos masones deben haber naci-
do libres, no bastardos, de edad madura, buena fama, sanos y
saludables, no deformado o amputado en el momento de la ad-
misión). Esto plantea la pregunta: ¿se mantendrá este requisito
hoy? No hay mejor manera de entender una ley que descubrir
y comprender el propósito de la legislatura cuando se tomó la
molestia de redactarla.

En junio de 1718, haciendo de la Gran Logia de Inglaterra un


año, el Gran Maestro expresó el deseo de que los Hermanos
que tenían acceso a registros y escritos antiguos sobre la ma-
sonería y la masonería los llevaran a la Gran Logia para que
los antiguos Usos y costumbres de la masonería operativa. Era
importante, en el contexto de la época, darle a la Orden recién
creada una cierta patina, algo de ese aura de autoridad que solo
la edad proporciona. Así es como, este año, aparecieron varias
copias de documentos que se refieren a la masonería operativa:
las “Constituciones góticas”. Frente a estos, y al no encontrarlos
apropiados, el Gran Maestro y la Gran Logia ordenaron al her-
mano James Andersen que los recogiera y diseñara un Método
nuevo y mejor.

James Anderson, en 1973, con la aprobación de su Gran Logia,


publicó el resultado de su arduo trabajo, en lo que se convir-
tió en una de las obras más influyentes de la masonería hasta
la fecha: el primer libro de “Las Constituciones de la Libertad”
Masones Incluía una sección llamada “Los cargos de un masón
libre”, los llamados “Old Duties”, tomados de los registros de
28
tiendas “en el extranjero”, así como de Inglaterra, Escocia e Ir-
landa para su uso en las tiendas de Londres. Así es como Ja-
mes Anderson hizo uso de los manuscritos antiguos que llamó
“Las viejas constituciones góticas”, que citó y parafraseó am-
pliamente en su trabajo. Es por eso que, en un libro destinado
a masones especulativos, encontramos reglas que solo tienen
sentido cuando se aplican a masones operativos.

29
Los “viejos deberes” son los documentos históricos que consti-
tuyen las “constituciones góticas”. De un total de 119 documen-
tos, aproximadamente dos tercios son anteriores a la primera
Gran Logia de 1717, quizás 75, y unos 55 son anteriores a 1700.
Cuatro se escribieron alrededor de 1600, uno está fechado en
1583 y el otro en 1583. 1400 o 1410, y otro será alrededor de
1390.

Casi todos comienzan con una invocación: “Que la voluntad


del Padre que está en los cielos, con la sabiduría de su glorioso
Hijo, a través de la gracia y la bondad del Espíritu Santo, que son
tres personas en un solo Dios, esté con nosotros al principio y
nos dé la gracia de que gobiernemos nuestras vidas aquí para
que podamos llegar a su infinita felicidad. Amén.

El anuncio de propósito y contenido se puede leer, seguido de


una breve descripción de las Siete Artes o Ciencias Liberales,
una de las cuales es la Geometría. Esto fue seguido por una ex-
tensa Historia Tradicional de Geometría, Masonería y Arquitec-
tura, que ocupó más de la mitad del texto, comenzando en los
tiempos bíblicos de Noé, terminando en el año 930, cuando el
Príncipe Edwin reunió una asamblea de masones en la ciudad.
York, y estableció la normativa utilizada “desde ese día hasta la
actualidad”.

Luego vino la forma de hacer un juramento: “Uno de los ancia-


nos sostuvo el Libro para que él o ellos pudieran poner sus ma-
nos sobre el Libro, y luego se leyeron las reglas”. Seguido por
la advertencia: “Eso cada masón toma nota de estos juramentos,
ya que si alguna vez se encuentra culpable de haber violado
uno, que se reconcilie con Dios. Y especialmente ustedes que
van a prestar juramento, presten atención al cumplimiento de
estos juramentos, ya que es un gran peligro para un hombre
romper un juramento hecho sobre un Libro”.

A continuación figuraba la lista de reglas a seguir, algunas de


30
naturaleza comercial, otras de naturaleza conductual. Sin duda,
eran esenciales para una comunidad de artesanos que trabaja-
ban muy cerca las veinticuatro horas del día. Finalmente llegó
el juramento: “Estas órdenes que hemos ensayado, y otras que
pertenecen a la masonería, las guardaremos, para que Dios nos
ayude, y para este Libro y para su poder. Amén.

A mediados del siglo XIX, hubo varios intentos de hacer que


la norma contra la admisión de personas discapacitadas a la
masonería fuera menos estricta, alegando ser un legado de los
días de la masonería operativa. Algunas Grandes Logias inclu-
so han dejado de cumplir este requisito, y solo requieren que
el candidato tenga la capacidad física estrictamente necesaria
para iniciarse y recibir las enseñanzas de la Orden. Pero pronto
se alzaron voces, recordando que lo que estaba en juego era
uno de los puntos de referencia de la masonería, que por de-
finición no cambian, por lo que el tema ni siquiera necesitaría
más discusión. Independientemente del origen del precepto
que reside en la masonería operativa y, sin embargo, ya no tie-
ne sentido, debe cumplirse, bajo pena de retiro del reconoci-
miento a las Obediencias que no lo cumplieron y lo hicieron
cumplir. Pero no se piense que sin un debate adicional el tema
terminaría aquí, o que los supuestos argumentos carecían de
fundamento; por lo contrario.

Se alegó, por ejemplo, que la Biblia describe repetidamen-


te que solo un animal perfecto e inmaculado podría ofrecerse
en sacrificio. Si el animal tuviera la menor imperfección, ya no
se ofrecería en un holocausto: a lo Divino se le ofrecía solo lo
mejor. Todavía en esta perspectiva, dado que en la Masonería
Regular se trabaja “Para la Gloria del Gran Arquitecto del Uni-
verso”, de donde se deduce que el trabajo que se realiza se
hace en Su intención, cada Masón es su propia ofrenda, para
aplicar a literalmente, el antiguo principio de perfección de la
víctima sacrificial, se podría argumentar que un discapacitado
físico no sería “lo suficientemente bueno” para ser ofrecido al
31
Gran Arquitecto del Universo.

Otro argumento tendría que ver con la capacidad de traba-


jar. La masonería, incluso especulativa, depende del trabajo
como forma y método de aprendizaje, por lo que la incapaci-
dad para realizar tareas útiles socavaría todo el método masó-
nico. Por otro lado, es esencial que un masón sea autosuficiente,

32
de lo contrario no tendría la disposición mental para perfeccio-
narse como persona. Es una cuestión de prioridades: primero el
sustento del cuerpo, luego el refinamiento del espíritu.

La simbología masónica misma se utilizó como argumento. Se


debatió seriamente si, dado que la Masonería tenía como obje-
to la “construcción del Templo” a partir de las piedras que cada

33
uno intentaba pulir, ¿no sería contrario a la misma Masonería
aceptar piedras “torcidas”? ¿Qué Templo Perfecto podría aspi-
rar la Masonería a la Gloria del Gran Arquitecto si las piedras no
fueran todas perfectas?

Sorprendentemente, este debate aún persiste; Todavía hay


Obediencias - Grandes Tiendas - cuyas regulaciones prohíben
la admisión de discapacitados físicos. Sin embargo, incluso la
mayoría de estos admiten que si un Hermano se limita (amputa,
paraliza ...) al momento de la admisión, tendrá todo el apoyo de
la tienda.

En la Gran Tienda Legal de Portugal / GLRP, la pregunta, has-


ta donde yo sé, no surge. Las condiciones de admisión son, de
acuerdo con la Constitución y el Reglamento General del GLLP,
solo que los candidatos son “hombres libres y hombres que se
comprometen a la búsqueda de un ideal de paz”, que tienen
“respeto por las opiniones y las creencias de cada uno “y son”
hombres de honor, de buena reputación, de buena reputación,
leales y discretos, dignos de ser buenos hermanos y capaces de
reconocer los límites del dominio del hombre y el poder infinito
del Eterno “.
Se puede argumentar que una persona discapacitada no es
completamente libre. Si eso fuera un requisito, para ser comple-
tamente libre, no habría nadie que pudiera ser admitido en la
masonería. Todos nosotros estamos solo hasta ahora. En cuanto
a la iniciación, ¿se pierde algo si se hace con una silla de rue-
das? Claro que sí. Pero uno no se pierde más en una iniciación
que en un paseo por la ciudad; Los que están limitados saben
quiénes son y en qué medida.

¿Y un sordo? O un hombre ciego? ¿Se pueden iniciar los masones? No


veo por qué no. Mientras pueda comunicarme, estoy seguro de que se
proporcionará lo razonable para acomodarlos. Una persona sorda puede,
por ejemplo, leer los labios; y podría “hablar” por escrito para mejor. Un
ciego puede escuchar y hablar, aunque puede ser curioso escuchar de su
34
boca algunas fórmulas rituales que se refieren a la Luz y la Oscuridad,
por ejemplo, pero es suficiente que internalicemos que la Luz y la
Oscuridad en la masonería son simbólicas, no necesitan nuestros ojos
para entenderlos, para que sus palabras ya no suenen extrañas.

¿Puede un amputado practicar natación? ¿O un parapléjico jugando


baloncesto? Sabemos que puedes. ¿Y pueden competir en igualdad de
condiciones con una persona sin discapacidad? Tengo mis dudas Pero,
¿pueden los deportes hacer sus vidas más completas, mejorar su salud,
hacerlos más felices? De eso ya lo sé con certeza. Del mismo modo,
¿puede una persona discapacitada beneficiarse de la masonería tanto
como alguien que no lo es? Bueno ... en muchos casos puedes, pero
admitamos que no pudiste. ¿Era esta brecha, este obstáculo in-
superable, por lo que se le impedía alcanzar todo lo demás?

Más allá del tema de la discapacidad física está el de la dis-


capacidad mental. ¿Puede un discapacitado mental ser iniciado
masón? En este caso, la puerta ya no se abre tanto como ante la
discapacidad física, pero tampoco se cierra en absoluto. Todo
se trata de la naturaleza y las consecuencias de la discapaci-
dad. Un profano, para ser masón iniciado, debe ser “libre y de
buenos modales”. La piedra angular del problema de la disca-
pacidad mental radica precisamente en la libertad. Hay tres as-
pectos en los que se requiere que una persona sea libre para
ser admitida:

- Libertad de la lucha por la autosuficiencia. Para ser admiti-


do en la masonería, uno tiene que tener los medios económicos
para ser suficiente para que el sustento diario no sea una preo-
cupación tal que anule todo lo demás. No se trata de la cantidad
de ingresos, sino de que es suficiente y adecuado para garan-
tizar el apoyo de la persona misma y de los responsables: des-
cendientes o ascendentes. También debe permitir que los cos-
tos derivados de pertenecer a la masonería (cuotas, material,
etc.) no causen ningún inconveniente. Una persona que está
constantemente abrumada por lo que pondrá sobre la mesa
35
mañana para sus hijos, o incluso pierde sus deberes familiares,
no tiene la voluntad mental de ser un masón, ya sea debido a
una deficiencia económica o no.
- Libertad de pensamiento. Una persona que no es libre de
poder alterar voluntariamente su pensamiento no tiene lugar
en la masonería, porque la masonería tiene como objetivo el
mejoramiento del hombre, y perfeccionarse es necesariamen-
te cambiar. Sin embargo, buscar perfeccionarse es una señal
de que la propia imperfección ya ha sido admitida, y esto solo
puede haber sido el resultado de un autoanálisis, que, a su vez,
solo pudo haber tenido lugar en una mente lo suficientemente
ordenada como para hacerlo. Por esta razón, aquellos que no
tienen la capacidad de ver y aceptar como válido un punto de
vista diferente al suyo, como es el caso, por ejemplo, con algu-
nos fundamentalistas cuyas creencias pueden ser rígidas hasta
el punto de evitar que piensen por sí mismos. - Tampoco es ade-
cuado, independientemente de su cordura, para comenzar.
- Libertad para actuar en conciencia. Una persona incapaz de
poner en práctica sus propios diseños y de actuar de acuerdo
con los dictados de su conciencia, apenas podría beneficiarse
de la masonería. Si la masonería no tiene repercusiones en el
curso de acción de la masonería, entonces este es un caso de
fracaso. Es esencial que el masón no solo tenga una conciencia
bien formada, un buen sentido del bien y el mal, sino también
su forma de actuar según esos mismos principios. Una perso-
na que, debido a una dependencia (en el juego, una droga ...)
que condiciona su voluntad, no puede actuar en conciencia, no
porque no exista, sino porque su realización está fuertemente
condicionada, no debe iniciarse.

Finalmente, no olvidemos que el concepto de normalidad es


puramente arbitrario y estrictamente debido a las característi-
cas de la población a la que pertenece: un individuo “normal”
en una población puede ser “anormal” si se inserta en otra. El
límite tiene que dibujarse en alguna parte, pero eso significa
¿qué? ¿Que si una persona está en un buen día puede ser ini-
36
ciada y luego en un mal día queda excluida? Pero, ¿no tenemos
todos mejores y peores momentos más o menos lúcidos, algu-
nos más felices que otros?

Una persona que es adicta al alcohol hasta el punto de que


perturba su vida diaria está tan privada de libertad de acción
como una persona que tiene un espíritu igualmente embotado
pero no bebe. O un fanático religioso puede ser tan inquebran-
table e impermeable al cambio como un obsesivo compulsi-
vo. No es la discapacidad mental en sí mismo el obstáculo, sino
las limitaciones, que pueden tener orígenes variados más allá
de la discapacidad mental, a las cuales está sujeta la libertad.
Pretender que solo los seres perfectos y perfectamente libres
se convertirían en masones sería una tontería. Debido a que no
hay hombres perfectos, esta sería una excelente receta para
terminar con la masonería. Pero, sobre todo, la masonería es un
método de mejora, y solo aquellos que no son perfectos se me-
joran a sí mismos. Las piedras pulidas no necesitan desbaste, y
la libertad absoluta no existe. Como en tantas otras cosas, aquí
solo podemos dibujar el esquema y, para cada caso particular,
aplicar una de las reglas más importantes: la del sentido común.

Tomado de:
A partir pedra
https://a-partir-pedra.blogspot.com/2010/12/imperfei-
cao-e-as-old-charges-i.html
https://a-partir-pedra.blogspot.com/2010/12/imperfeicao-e-
as-old-charges-ii.html
https://a-partir-pedra.blogspot.com/2010/12/imperfeicao-e-
as-old-charges-iii.html

37
LA LEYENDA DE HIRAM EN LA
João Anatalin
38
A MASONERÍA ESPECULATIVA
no Rodrigues
39
LA LEYENDA DE HIRAM EN LA MASONERÍA
ESPECULATIVA
João Anatalino Rodrigues

Como todos los masones saben, la leyenda de Hiram Abiff es


la principal alegoría iniciática de la masonería. Los creadores
de esta alegoría se inspiraron excepcionalmente al introducirla
en los ritos de paso de compañero a maestro, ya que este perso-
naje, visto aquí como el constructor del Templo de Salomón, es
un arquetipo de gran atractivo místico cuya tradición se cultiva
en Prácticamente todas las culturas antiguas en la forma del hé-
roe sacrificado.

Simbólicamente, su sacrificio representa la transición de lo


profano a lo sagrado, de lo técnico a lo científico, del reino bruto
de la materia al reino sutil del espíritu. En este rito de paso, por
el fenómeno de la simbiosis, el compañero rebelde, que vivía
en el reino inferior de la conciencia, se reconcilia con el sustrato
superior y ahora, de la manera correcta (y no por la violencia),
adquiere su grado de aprobación.

El Templo de Salomón, en la tradición masónica, es visto como


una reproducción de la estructura cósmica concebida por el
Gran Arquitecto del Universo. Como se ve en la doctrina de la
Cabalá, donde hay órdenes angélicas cada vez más altas que
ordenan a los hombres, sus aprendices, en la construcción del
edificio cósmico, Hiram también dividió a los trabajadores del
Templo de Jerusalén en tres niveles: aprendices, compañeros y
maestros. Esta organización permitió que cada tarea fuera rea-
lizada por el profesional apropiado. Como había muchos, más
de ciento cincuenta mil en total, aparte de los treinta mil que
trabajaban en el Líbano cortando y cortando leña, como dice
la Biblia, cada categoría de trabajadores usó una contraseña: B
para los aprendices, J para los Compañeros, y la Palabra Sagra-
da para los Maestros, porque consistía en el Nombre Verdadero
de Dios, que no podía ser pronunciado excepto por aquellos
40
que ya habían alcanzado un cierto grado de conocimiento ini-
ciático. Esta organización reprodujo así la disposición arquitec-
tónica del Gran Arquitecto para construir el Universo él mismo,
y Hiram, junto con Salomón, al adoptarlo para construir el Tem-
plo de Jerusalén, simplemente estaba copiando los planes del
Creador.

LA LEYENDA DE HIRAM EN LA MASONERÍA OPERA-


TIVA

Este fue el contenido de la leyenda desarrollada para el cate-


cismo masónico de los Viejos Cargos según Samuel Pritchard
en sus Primeros Catecismos Masónicos de 1793. En estos Vie-
jos Cargos, el nombre de Hiram se cita como el hijo del rey de
Tiro, cuyo nombre también era Hiram. Tanto en Cooke como
en Downland Manuscripts, se consigna esta información. Hor-
ne cree que esta transposición fue el resultado de una mala in-
terpretación de la palabra Hiram Abi, que significa “Hiram, mi
padre”. Sin embargo, las referencias al arquitecto Hiram apare-
cen en varios otros cargos antiguos, y en algunos de ellos se lo
cita como “Príncipe Mason”. [1]. Sin embargo, las referencias
a Hiram en las “Reglas antiguas” son muy contradictorias. En
algunos de estos manuscritos antiguos, el maestro arquitecto
del templo de Salomón incluso se confunde con el rey Nenrode,
constructor de la Torre de Babel. Es por eso que la información
más confiable sobre la identidad del Maestro Hiram todavía es
transmitida por la Biblia y por historiadores como Flavio Josefo,
por ejemplo.

Excepto por el hecho de que en los textos sagrados no aparece


como arquitecto sino como fundidor de obras de bronce, el con-
tenido completo de la leyenda se puede encontrar en las cróni-
cas bíblicas: en Reyes 13: 7 leemos que Salomón “Eligió trabaja-
dores en todo Israel, y ordenó ser treinta mil hombres. Y los envió
al Líbano diez mil cada mes, para que permanecieran dos me-
ses en sus casas, y Adonhiram estaba a cargo de la ejecución de
41
esa orden. Y Salomón
tenía setenta mil que
llevaban las cargas, y
ochenta mil hackers
en las montañas; Fue-
ron los aparadores
de cada obra, tres mil
trescientos, quienes
dieron las órdenes a
los que trabajaban. Y
el rey ordenó tomar
grandes piedras, pie-
dras de precio para
los cimientos del
Templo, y enfrentar-
las. Y los parterres de
Salomón y los parte-
rres de Hiram hasta
ellos; y los Gíblios
Pero aparejaban la
madera y las piedras
para edificar la casa
“ [2].

Los giblitas, sin


embargo, eran con-
siderados extranje-
ros. Como extran-
jeros, no podían
compartir los secre-
tos de los maestros
hasta que recibieran
la elevación adecua-
da. Fue una eleva-
ción que no se logró
simplemente cum-
42
pliendo un tiempo intersticial como compañero, o simplemen-
te aprendiendo el secreto de los planes de construcción, que
eran arte especulativo. En esto estuvo involucrado, principal-
mente un problema religioso, y este problema fue la prohibición
de revelar un secreto de naturaleza sagrada a las personas que
aún no se habían ganado su merecido. Se tuvo que encontrar
una fórmula para superar este punto muerto, permitiendo que
el compañero albañil, un extranjero de las tradiciones hebreas,
rompiera esta barrera para ser admitido en el selecto círculo de
maestros.

Al no ser la llamada Escuela de Arquitectura de Salomón, a la


que Anderson se refiere en sus Constituciones, eventualmente
se convertiría en una alegoría sin sentido. La solución fue el sa-
crificio ritual del Maestro Hiram, que como ya hemos dicho, es
la puerta de entrada al Misterios masónico grado de Maestro. El
propósito de este sacrificio es francamente iniciático, como ve-
remos [3].

JUBELOS Y LA REBELIÓN DE LUCIFER

Como saben, en la tradición masónica, el grado de compa-


ñero es el grado de traición. Fueron tres compañeros quie-
nes asesinaron al Maestro Hiram. Por qué este crimen nunca
fue bien explicado por los exégetas de las tradiciones masó-
nicas. Sin embargo, en la tradición cabalística, Tubalcain es el
representante de todos los que trabajan con las manos, e Hiram
es el representante de los que trabajan con el intelecto. Hiram
también simboliza el comando. Uno representa la técnica, el otro
la ciencia. La disputa entre el Maestro de Comando y el Maestro
de Ejecución, que eventualmente se convirtió en tragedia, con
el asesinato del primero por el segundo, refleja el conflicto en
el cielo entre el Creador y sus arcángeles, es decir, entre los
Maestros Arcángeles que hacen los planos de construcción
(arquitectos) y aquellos que lo ejecutan (los albañiles), que lo
transmitieron a los aprendices (hombres), generando lo que se
43
conoció como el pecado de Adán, es decir, la desobediencia de
la pareja humana, lo que llevó a su expulsión del paraíso.

En la tradición gnóstica, Dios “piensa” en el universo, sus De-


miurgos exponen los planos y los hombres hacen el trabajo ma-
nual de construcción. En un momento, estos Demiurgos se vuel-
ven rebeldes y reclaman una posición similar del Creador. Esta
es la rebelión de Lucifer, a la que se refiere la Biblia.

Este conflicto está presente en prácticamente todas las tra-


diciones religiosas de los pueblos antiguos, y fue el contenido
trabajado en la alegoría del Maestro Hiram y su asesinato por
los Jubelos [4].

En este contenido está el verdadero secreto del grado de


Compañero. Según la recopilación de Ambelain, este es el ver-
dadero significado de la Leyenda de Hiram, el fundador de las
columnas del Templo del Rey Salomón, una leyenda construi-
da a partir de una interpretación cabalística de los textos bíbli-
cos. Creemos que fue esta alegoría que los “masones acepta-
dos” de origen judío y orientación rosacruciana se adaptaron a
los rituales masónicos del tercer grado simbólico. Es el desplie-
gue de esta leyenda que subyace en el simbolismo que hace
Hiram, el Maestro asesinados y se regenera en cada Mason que
es exaltado a la maestría, el punto central de la simbología de
regeneración de la doctrina masónica [5].

En este sentido, el nombre de Hiram está vinculado con la


ciencia, con el conocimiento de los secretos de la naturaleza,
con la energía que transforma los metales. Él sabe, gobierna el
fuego, transmuta los elementos. Es una leyenda que sirve tanto
a las tradiciones alquímicas, cuyo trabajo consiste en obtener
la piedra filosofal, sintetizando el proceso por el cual la natura-
leza produce los elementos químicos, así como la Cabalá, una
práctica esotérica que busca el secreto del universo a través de
la síntesis del número, (que corresponde al Verdadero Nombre
44
de Dios}, también sirve a las antiguas tradiciones iniciáticas, que
buscan integrar esta energía en una unión final con Dios, el Prin-
cipio del Creador del universo; Finalmente, también atiende los
mismos deseos de los filósofos de la Ilustración, religiosos o no,
que creían en la construcción de una sociedad justa y perfecta a
través de una educación orientada a la práctica de las virtudes
éticas y morales, ya que para este propósito había que crear un
espíritu nuevo, libre de prejuicios, dogmas y vicios que defor-
man el carácter humano.

Todo esto equivalía a una “purificación” del alma por los


mismos procesos utilizados por las sociedades iniciáticas. Los
“nuevos hombres” resultantes erigirían “templos a la virtud y
cavarían mazmorras al vicio”, construyendo una sociedad ideal,
similar a las utopías soñadas por los filósofos rosacruces.
La leyenda, tal como está desarrollada en la masonería, dice que
surgieron tres compañeros envidiosos y ambiciosos que desea-
ban forzarle a Hiram la misteriosa palabra que solo los Maestros
sabían. Tenían la intención de lograr la maestría en arquitectura
sin haber completado el trabajo y las pruebas requeridas para
esta elevación. Querían conquistar con violencia lo que solo el
mérito podía conferirles. Emboscando al Maestro Hiram, ro-
deando las tres puertas del Templo, los Jubelos exigieron que
el Maestro les diera la Santa Palabra. Hiram se negó e intentó
escapar. Con los instrumentos de trabajo, la regla de hierro, el
cuadrado y el mazo, el Jubelos hirió al Maestro en sucesión en
la garganta (silenciando su voz), en el cofre (ofrendando su co-
razón) y en la cabeza. (destruyendo su razón).

Después del crimen intentaron hacer desaparecer el cadá-


ver. Lo llevaron al Monte Líbano y lo enterraron, luego huyeron,
temerosos de las consecuencias de su acto. Salomón, al notar la
falta de su principal arquitecto, envió a tres Maestros a buscar-
lo. Al no encontrar nada, envió a otros nueve, que se encontra-
ron con un lugar donde la tierra había sido removida reciente-
mente. Sospechosos, comenzaron a remover la tierra y pronto
45
encontraron allí enterrado el cuerpo del Maestro Hiram. Marcó
el sitio con una ramita de acacia y vuelto a advertir al Rey Salo-
món [6]. Al llevar el cuerpo al sitio de construcción del Templo,
Salomón y sus Maestros le respetaron al arquitecto Maestro y lo
enterraron con las ceremonias rituales apropiadas.

HIRAM Y EL MITO SOLAR

La alegoría de la muerte de Hiram es una clara alusión al mito


de los sacrificados. Está conectado, por un lado, al simbolismo
de la resurrección y, por otro, al mito solar. Porque en las an-
tiguas religiones solares, el sol, el comienzo de la vida, moría
todos los días para volver a salir al día siguiente, después de
pasar una noche en la oscuridad.

Como toda la teatralización de los Antiguos Misterios, en lugar


de un simple homenaje a la diosa Ceres o Isis, deidades que
simbolizan el renacimiento de la vida en la tierra, estos rituales
reproducen el viaje del espíritu humano en busca de la Luz que
le daría la resurrección. Es en este sentido que la marcha de
los Hermanos alrededor del ataúd de Hiram, siempre de oeste
a este, no es más que una imitación de este antiguo ritual, que
refleja la ansiedad de nuestro inconsciente por encontrar a su
“héroe” sacrificado (el Sol), para darse cuenta de su resurrec-
ción en él.

En la masonería, esta marcha ritual hacia el Sol está vinculada


con otro simbolismo arquetípico conocido como el “sacrificio
de terminación”. [7 ] Este tema se remonta a las antiguas leyen-
das cultivadas por la gente del Levante, según las cuales ningún
gran esfuerzo podría lograr buenos resultados si no fuera ben-
decido por los dioses. Por lo tanto, cuando se llevaban a cabo
todos los grandes esfuerzos (una guerra o un edificio), los reyes
sacerdotes generalmente agradecían a sus dioses con abundan-
tes sacrificios de sangre. En Egipto, en ocasiones, el arquitecto
mismo y los constructores del edificio fueron sacrificados, no
46
solo por estos fines escatológicos, sino para no revelar el secre-
to de sus estructuras. Salomón también observó esta costumbre,
ya que al terminar la construcción del Templo de Jerusalén no
fue por menos. Según la Biblia, “sacrificó rebaño y ganado, que
no podían contarse ni contarse” (8).

LA FUERZA DEL MITO

Hiram Abiff es, por lo tanto, el héroe sacrificado de la tradi-


ción masónica. Es un arquetipo que simboliza una tradición mi-
lenaria, que ha estado presente en la psique de la humanidad
desde la antigüedad. Refleja la creencia desarrollada por los
pueblos antiguos de que toda regeneración, ya sea de la tierra o
del hombre mismo, se sometió a un rito de iniciación, en el que
la muerte era necesaria para alcanzar una nueva vida. Y en la
vida de las sociedades, su héroe, o la persona más importante,
era generalmente el “sacrificado”, que era asesinado para que
la gente obtuviera el placer de los dioses. Fue este héroe quien,
como una semilla que se deposita en la tierra, germinó y aban-
donó la tierra en busca de luz solar y se la llevó a su pueblo. Esta
concepción informó la realización de todos los llamados Mis-
terios Antiguos. Este contenido altamente significativo También
refleja la creencia cristiana. Jesucristo también muere para que
sus seguidores puedan comenzar en una nueva vida. Así como
el iniciado en los Misterios egipcios, o los Misterios eleusinos,
regenerados por la iniciación en esas disciplinas, el cristiano
bautizado y convertido al cristianismo es un “hombre nuevo”,
renacido en la sangre de Jesucristo. Fue en este proceso de
muerte y renacimiento que la doctrina cristiana encontró su
fuerza espiritual.

Cómo y cuándo se introdujo la Leyenda de Hiram en los ritua-


les masónicos se desconoce. No se encuentra en los documen-
tos antiguos de los masones operativos, aunque Anderson en sus
constituciones, se refiere a un desafortunado incidente que ocu-
rrió durante la construcción del Templo de Jerusalén, un evento
47
que se refería a la muerte de su maestro de obras [9]. Muchos
autores creen que esta leyenda habría sido adaptada por Elias
Ashmole (1617-1692), un conocido intelectual inglés que co-
menzó en la masonería en 1646. Fue introducido en los rituales
masónicos por razones políticas e ideológicas, relacionado con
eventos de la historia inglesa en ese momento [10].

Por supuesto, esto es solo especulación. La verdad, como di-


jimos anteriormente, es que el mito de Hiram se basa en un ar-
48
quetipo de origen muy antiguo, que es el mito de los sacrifica-
dos, cuya conexión con el mito solar es evidente. Siendo una
leyenda arquetípica, obviamente se presta a múltiples interpre-
taciones. Se puede asociar con varios otros mitos, como el de
Isis y Osiris, de la diosa Proserpina, de los tres descendientes
de Caín (Jubal, Jabel y Tubal-Caín), Noé y sus hijos, quienes se-
gún una antigua leyenda intentaron resucitar a sus padre usan-
do fórmulas cabalísticas [11]. Y especialmente con la leyenda
de Tammuz, dios fenicio que resucitó por su amado Astarte,
49
este mito que también tiene su variante griega en la leyenda de
Adonis, el dios solar resucitado por Afrodita. Algunos también
ven paralelismos entre la Leyenda de Hiram y la historia de la
muerte del filósofo Sócrates, acusado por tres individuos envi-
diosos de su sabiduría. Y aquellos que, como ya se mencionó,
ven en la alegoría del pasaje de Compañero a Maestro una clara
alusión a la Pasión y Muerte de Jesucristo, traicionado por un
discípulo (Judas), negado por otro (Pedro) y desacreditado por
otro (Tomas). ) [12].

Todo esto nos muestra el poder del mito y su influencia en la


psique humana.

NOTAS

[1] En Melrose Manuscript No. 2 de 1674 y Harris Manuscript de


1789 - Alex Horne: The Temple of Solomon in the Initiatic Tradi-
tion - Ed. Thought, 1986.
[2] Los reyes, Giblios o Giblitas, de 13-170 años, eran los traba-
jadores de la cantera de Biblos, una ciudad fenicia a unos 120
kilómetros al norte de Tiro. Esta ciudad se conoce hoy como
Gebal. En los primeros catecismos masónicos, los giblitas eran
considerados los verdaderos albañiles, razón por la cual el ma-
nuscrito Wilkinson, una antigua carga utilizada por algunas lo-
gias inglesas de principios del siglo XVIII, contenía el siguiente
camino para el comienzo:
- “ ¿Cuál es el nombre del albañil?”
- “ Giblita “.
Según Horne, esta palabra todavía se usa hoy en las ceremonias
de iniciación en logias inglesas y americanas.
[3] James Anderson, Las Constituciones, Ed. Fraternidad, 1982
[4] Alex Home - Templo de Salomón en la tradición masónica -
Ed. Thought, 1986.
[5] Robert Ambelain- La masonería. São Paulo, Ed. Ibrasa, 1999.
[6] La acacia es un símbolo utilizado por la mayoría de los pue-
blos antiguos. Simboliza la regeneración de la naturaleza des-
50
pués del paso del ciclo estéril, que es el invierno. En la tradición
egipcia, el Tuat facilitó su paso al hombre que exhaló su último
aliento bajo una acacia. Se dice que el faraón Ramsés II había
previsto la llegada de la muerte y pidió ser colocado debajo de
un árbol de acacia.
[7] Para una interpretación más amplia de la Leyenda de Hiram
en la masonería, vea nuestro trabajo “Conociendo el arte real”,
publicado por Madras, citado. Sobre el Templo de Salomón y
su relación con el mito solar, vea también Alex Home, el Tem-
plo del Rey Salomón en la Tradición Masónica. Ed. Pensamiento,
1998.
[8] Reyes 1-8: 5- En la imagen, grabado que muestra a los ma-
sones alrededor del féretro del maestro Hiram. Fuente: “Moral y
Dogma” de Albert Pike - Kessinger Publishing Co. 1992.
[9] Véase a este respecto Jean Palou - Masonería simbólica e
iniciática, citado.
[10] Específicamente la llamada Revolución Puritana, dirigida
por Oliver Crommwel, quien derrocó al Rey Carlos I de Ingla-
terra y promovió su decapitación. En este caso, el propósito del
drama de Hiram era reconstruir el episodio de la deposición y
muerte de este soberano, ya que Ashmole y sus compañeros
masones estaban a favor de la causa de la familia real. El rey
Carlos I sería el propio Hiram, y los miembros del Parlamen-
to, con Oliver Crommwel como su líder, serían los “compañe-
ros traidores”. Más tarde sería “vengado” por sus herederos, al
igual que Hiram, en el ritual masónico sería vengado por los
Doce Maestros de Salomón.
[11] Las expresiones utilizadas en el ritual de elevación del
Maestro Masón, que se refieren a la “carne que está separada
de los huesos”, las exclamaciones “¡Ah! Dios mío “, la marca
del lugar donde Hiram fue enterrado con una rama de acacia,
etc. provienen de la leyenda cabalista que se refiere a la resu-
rrección de Noé.
[12] Thomas, el golpe en la garganta: el descrédito de la pala-
bra. Peter, el golpe en el pecho, el corazón, la deslealtad; Judas,
el golpe final en la cabeza, la muerte.
51
A LA SOMBRA DE LOS MITOS: SIGNOS DE R
52
 François C
RECONOCIMIENTO, SECRETO, HERMANDAD...
Cavaignac 53
A LA SOMBRA DE LOS MITOS: SIGNOS
DE RECONOCIMIENTO, SECRETO,
HERMANDAD...
 François Cavaignac
Traducción Dialogo Entre Masones

La masonería, cuya originalidad consiste en mezclar ritual y


reflexión, tradición y modernidad, simbolismo y solidaridad, no
ha escapado al mito. Ella tiene una docena de historias o refe-
rencias míticas que tomó prestada de los antecedentes cultu-
rales judeocristianos que le permitieron desarrollar una visión
particular del mundo.

En cuanto a la mitología clásica, ha seleccionado sus temas


favoritos: no destaca a Edipo, Sísifo o Eros, Zeus o los Titanes,
Orfeo y el Inframundo, bellas e impredecibles diosas y ninfas,
héroes metamorfoseados, monstruos fabulosos o historias de
amor e incesto. Pero encontramos el crimen (asesinato de Hi-
ram) tan a menudo presente en las relaciones entre los dioses
paganos; encontramos la cuestión de la transmisión del cono-
cimiento (las dos columnas) planteada por Prometeo o Her-
mes; encontramos la culpa del hombre que involucra la vengan-
za de Dios (el Diluvio y la Torre de Babel).

Baste decir que la mitología masónica, a pesar de sus di-


mensiones limitadas, pertenece no menos a la mitología uni-
versal. Se puede articular alrededor de tres ejes: primero, la
construcción del Templo, la imagen de fantasía del templo de
Salomón. Este edificio es tanto el templo interior de cada franc-
masón que debe dominar su naturaleza como el templo exterior
representado por la ciudad ideal; en todos los casos se supone
que queda sin terminar. En segundo lugar, la leyenda de Hiram,
la transposición de múltiples arquetipos, la reanudación parcial
del mito de Isis y Osiris, símbolo de la trascendencia frente a la
finitud humana, el cumplimiento de un destino y la esperanza
de una resurrección. Finalmente, el mito de la caballería que
54
no solo ha penetrado el ritual desde el grado de aprendiz (ce-
remonia de iniciación), sino que también promueve los valores
tradicionales atribuidos a esta institución: honor, coraje, lealtad,
generosidad, altruismo. Al igual que la sociedad en su conjunto,
la fascinación caballeresca también impregna la masonería.

Estos mitos, con la excepción de la caballería, aparecen en


las Obligaciones antiguas que, entre 1390 y 1720, son los tex-
tos de referencia de los masones operativos que sirvieron como
corpus para el desarrollo de la masonería moderna. Estos ma-
nuscritos (alrededor de ciento treinta copias) generalmente in-
cluyen una historia legendaria de la profesión del constructor
y una lista de los deberes morales y profesionales de los alba-
ñiles. También hay muchos eventos religiosos allí: invocaciones
a Dios o los santos, la Virgen María o la iglesia, la búsqueda de
la salvación del alma, referencias bíblicas e historias, oracio-
nes. Allí se dedujo una interpretación espiritualista, instalada
en el corpus masónico a principios del siglo XVIII: entre 1710 y
1750 se tomaron decisiones ideológicas decisivas relacionadas
con los mitos: el borrado de Euclides y la eliminación de Noé
a favor de Hiram y Salomón, Uso sistemático de elementos bí-
blicos, la promoción del único Dios. Esta concepción es ahora
dominante en el espacio reflexivo masónico.

Era necesaria una relectura secular y racional de los mitos


masónicos; desafía muchas concepciones tradicionales, pero
esta nueva visión alternativa no es destructiva: no pretende des-
hacerse de Dios u otros atributos del modelo dominante, pero
prefiere la geometría, la fuente de otra ciencia y el lugar del
razonamiento deductivo. Para ella, el mito tiene imaginación y
razón: por supuesto, la razón produce mitos, y los mitos más irra-
cionales tienen una razón.

Pero el masón, en la búsqueda incesante de significado que


sugiere la presencia de sus mitos, debe rehabilitar a quienes le
atribuyen un propósito de comprensión lógica de la razón del
55
mundo. Mediante esta inteligibilidad adogmática muy alejada
de los abusos espirituales del discurso suave, y sin descuidar
una cierta conciencia mítica, cumplirá plenamente su misión:
comprender, aprender, construir y transmitir.

DOS PERSONAJES MITICOS ELIMINADOS: ¿CULPA


DE HIRAM?

Euclides, la fuente racionalista olviddada.

El Manuscrito Regius (1390), el texto más antiguo de las Obli-


gaciones Antiguas, comienza con una fórmula claramente signi-
ficativa: “Aquí comienzan los estatutos del arte de la geometría
según Euclides”. No solo es Euclides el padrino Regio, sino que
se le atribuye ser el creador de las siete ciencias; En todas las
acciones que se le atribuyen, Euclides siempre actúa de acuer-
do con los principios de la razón geométrica, convirtiéndose en
un hombre providencial. También es, aunque este punto es omi-
tido por completo por los espiritistas e historiadores masóni-
cos, el que por primera vez formaliza las reglas de organización
y funcionamiento de la oficina.

Es, por lo tanto, el autor de cuatro “obligaciones” decisivas:

1) La obligación de la transmisión recíproca: el que está más


avanzado en el arte de la geometría debe instruir a los menos
dotados para perfeccionar y esta instrucción debe ser recípro-
ca;
2) El deber de la hermandad: los hombres que practican el arte
deben “amar a todos como hermanos y hermanas”;
3) La designación de un maestro: el más avanzado en el arte
debe llamarse “maestro” para honrarlo particularmente;
4) Respeto mutuo: los masones, por el bien de la unidad, deben
llamarse compañeros, sea cual sea su nivel profesional.

Otro texto de las antiguas obligaciones, el manuscrito de


56
Dumfries no. 4 (C 1710)
presenta a Euclides como
el que crea cuatro nuevas
medidas verdaderamente
constitutivas de la maso-
nería especulativa: la crea-
ción en forma de orden, el
signo de reconocimiento,
el secreto y la regularidad
del trabajo en la tienda.

A pesar de este papel


esencial, Euclides no se
mantuvo como un mito
de la masonería moder-
na: Anderson lo cita poco,
y los rituales desarrolla-
dos durante el siglo XVIII
le atribuyen solo algunas
evocaciones del antiguo y
aceptado rito escocés.
 
Noé un destino ma-
sónico contradicho.

Noé, un mito universal y


uno de los más antiguos de
la humanidad, como resul-
tado del diluvio y el arca,
representa en la Biblia al
fundador del nuevo or-
den mundial. Dios, al ver-
lo como el único hombre
justo y el único hombre
íntegro, concluye con él su
primer pacto después del
57
diluvio. Sus términos son simples: Dios le dice a Noé que nun-
ca lo volverá a maldecir y, por lo tanto, no destruirá a los seres
vivos como acaba de hacerlo. Luego le asigna a Noé y a sus hi-
jos una misión de cuatro puntos: deben ser fructíferos y prolífi-
cos; ellos dominarán la naturaleza; pueden alimentarse de todo
lo que hay en la tierra excepto la sangre; y velarán por la vida
de sus hermanos, no matarán. El arco iris será el signo de esta
alianza. Es una nueva filosofía que equilibra derechos y debe-
res: posibilidad de que el hombre domine la naturaleza,

En los textos masónicos del siglo XVIII, Noah es valorado:


Anderson lo presenta en 1738 como el padre de la masonería,
cada masón es un “verdadero hijo de Noé” y Ramsay como el
restaurador de la raza humana y el primer Gran Maestro de la
Orden. El noachismo es, por lo tanto, la religión primitiva ante-
rior a todo dogma, una especie de religión natural global en la
que todos los hombres pueden reconocerse a sí mismos. Noah
debería haber sido el fundador mítico de la masonería especu-
lativa. Sin embargo, desaparece muy rápidamente de las refe-
rencias masónicas: ya no se menciona en la edición de 1756 de
las Constituciones y ya no vuelve a aparecer en el nuevo texto
de la Constitución Masónica inglesa de 1813. Ya no se encuentra
en la actualidad, sino en el Grado 21 de REAA llamado Noaqui-
ta. o Prussian Knight y Royal Ark Mariner Degree, nuevamente
practicado en Francia durante varios años. Como Euclides
 
Una nueva cara para Hiram: una presentación sacrificial a la
lucha de clases.

El mito de Hiram es la narrativa fundamental de la masone-


ría especulativa; Apareciendo en la década de 1730, expone
a Hiram, Maestro Masón del sitio de construcción del Templo
de Salomón en la escena, quien fue asesinado por tres malva-
dos compañeros a los que se negó a revelar el secreto de los
maestros. Hay alrededor de cincuenta versiones del mito hira-
mico. Pero Hiram sigue siendo el maestro perfecto, dotado de
58
todas las virtudes humanas y todas las habilidades técnicas po-
sibles; En lugar de revelar un secreto, se sacrificó y murió: sen-
tido del deber, negándose a ceder ante el fraude, representa en
la imaginación de los masones un modelo de coraje y vida, al
mismo tiempo un héroe y un santo, el mito masónico absoluto.

Esta leyenda está incompleta porque los escritores masónicos


del siglo XVIII omitieron un episodio crítico.

El documento sobre el cual descansa el mito, el Graham Ma-


nuscript (1726), informa que estalló un conflicto profesional
en el sitio de construcción: es una disputa entre trabajadores
y albañiles sobre los salarios. Hiram es el vigilante de todo el
sitio de construcción, pero es el mismo Rey Salomón quien in-
terviene para llegar a un acuerdo: explica para calmar las recri-
minaciones de que todos los trabajadores recibirán el mismo
pago, pero les da a los albañiles un señal de que los trabajado-
res no sabían: “Y el que podía hacer la señal donde se paga-
ban los salarios era pagado como albañiles; los trabajadores no
lo conocían y se les pagaba como antes “. Aunque la calma ha
regresado, Hiram se convierte en cómplice de la travesura, la
manipulación y las mentiras de Salomón, borradas del texto ma-
sónico, aparentemente para darle a Hiram un papel idealizado.

Hiram es, por lo tanto, el tipo de ejecutivo dividido entre los


objetivos del cliente y las quejas de los trabajadores, defen-
diendo a muerte los intereses de la clase dominante.
 
Las dos columnas antediluvianas, un mito des-
cuidado

Este mito es ampliamente destacado por varios textos de


Obligaciones Antiguas y tomado por Anderson. Encuentra su
origen en las antigüedades judías del historiador Flavio Josefo
(37-100). Señala que los hombres que tenían la previsión de un
cataclismo universal deseado por Dios que se arriesgaba a des-
59
truir a la humanidad con agua y fuego decidieron construir dos
pilares sobre los cuales se inscribiría todo el conocimiento, con
el objetivo explícito de preservarlo y transmitirlo a las genera-
ciones futuras.

Por el efecto de un cambio de significado, una confusión con


las dos columnas del Templo de Salomón, fue gradualmente ins-
talado en la mitología masónica; Hoy, solo en el grado 13 del
Rito Escocés, el tema permanece intacto.

Varios aspectos son dignos de mención:

1) Según las versiones, pasamos de cuatro constructores (los hi-


jos de Set, el tercer hijo de Adán y Eva) a un constructor: Enoc,
el patriarca antediluviano que fue llevado vivo al cielo. Del mis-
mo modo, los materiales de construcción varían desde piedra
hasta mármol, desde ladrillo hasta latón.
2) La intención inicial está motivada por el miedo a perder los
inventos humanos; Estos se refieren principalmente a la astrolo-
gía, luego a la geometría y la masonería. Finalmente, es Hermes
quien redescubrirá una sola columna, permitiendo que la ope-
ración tenga éxito.

Muchos historiadores masónicos integran este mito en el noa-


chismo; Esta asimilación es injustificada. Noé y las dos colum-
nas no tienen conexión entre sí. Noé es un personaje bíblico,
mientras que el episodio de las dos columnas, invención pro-
fana, está ausente del texto bíblico; Noah es un personaje que
hace la conexión con Dios, mientras que la decisión de cons-
truir los dos pilares es puramente humana, sin una relación pre-
via con Dios. Incluso se podría argumentar que esta decisión es
la marca de un desafío a Dios, los hombres suponen que corren
el riesgo de perder permanentemente lo que han ganado.

Necesitamos recordar la naturaleza Promesa de un proyecto


perfectamente racional.
60
El doble mito salomónico, ambigüedad de la na-
turaleza humana

La masonería está impregnada por el mito salomónico en dos


aspectos: primero, la construcción del Templo como el maci-
zo de flores ideal y, en segundo lugar, la persona del propio
Rey Salomón, cuyo papel es importante, especialmente en los
grados escoceses. Cualesquiera que sean los textos, el Templo
es la expresión de la perfección; Representa el cosmos y para
muchos masones es la expresión simbólica del Templo Masó-
nico. Salomón se presenta en todos los atributos de soberanía:
constructor, castigador, otorgando recompensas, presidiendo
todas las asambleas; En la plenitud de su gloria, él es, especial-
mente en la REAA, el garante simbólico del dominio perfecto.

Según el punto de vista bíblico, Salomón es un hombre sabio,


que posee el don del discernimiento en la fuente de su equidad
y su proverbial tolerancia, conocimiento científico y un enfoque
filosófico.

Esta visión está en gran medida distorsionada y sin ambigüe-


dades. El templo no es solo un santuario religioso sino también
un lugar político al mismo tiempo. Su construcción interrumpe
el nomadismo de la religión judía y al mismo tiempo funda la
identidad nacional del pueblo judío. Los caprichos de la histo-
ria lo han convertido en un lugar de rivalidad y crimen, tanto
religioso como político. Salomón, a su vez, asesinó a su hermano
y a varios dignatarios o rivales para consolidar su poder; des-
pués de una primera parte del glorioso reino, se volvió infiel
a su Dios, se entregó al politeísmo y la poligamia, aumentó los
impuestos de sus súbditos, usó esclavos y no respetó sus com-
promisos comerciales con sus vecinos. Con su muerte, las tribus
del norte se rebelaron y el país se dividió en dos reinos.

¿Por qué los masones valoran un lugar tan simbólicamente


cuestionable y una figura criminal? Olvidando el lado oscuro
61
de los hombres y su
historia, ¿la Masonería
quiere mostrar la
imperfección de la
naturaleza humana?
 
La Torre de Babel,
un mito maldito
que se ha vuelto
beneficioso.

La masonería propo-
ne tres interpretaciones
principales del mito de
la Torre de Babel:

1) La visión tradiciona-
lista: al construir la Torre,
los hombres han mostra-
do un orgullo y vanidad
insoportables a Dios; La
ira divina es así natural,
la confusión de lenguas
es un castigo merecido,
como lo es la maldición
del hombre sobre la tie-
rra. Esta concepción de
la moralización y la cul-
pa basada en la Biblia
está especialmente pre-
sente en el Manuscrito
Regius (1390), el Manus-
crito Graham (1726), y
casi por completo en el
grado 21 de REAA.

62
2) Interpretación cons-
tructivista: tiene su origen
en el Manuscrito Cooke
(c. 1400) que presenta
este mito como la capita-
lización de la experiencia
adquirida por la “ciencia
de la geometría”, que
condujo a un dominio
del arte de la construc-
ción. Nada se dice sobre
la intención original del
hombre o la venganza
divina. La torre ya no es
el símbolo de la vani-
dad humana, sino que se
convierte en el lugar de
transmisión del conoci-
miento técnico. Estamos
aquí en el origen de una
visión ampliamente posi-
tiva del mito.

3) La Síntesis Anderso-
niana: Las Constituciones
Anderson (1723 y 1738)
van más allá de las dos
corrientes anteriores,
dándoles varios elemen-
tos. La construcción de la
torre no tiene la intención
de desafiar a Dios, sien-
do este punto una conse-
cuencia; la sanción es la
misma para los hombres,
la confusión de lenguas y
63
la dispersión; pero los hombres han adquirido a través de él
una competencia excepcional que servirá para el desarrollo
del arte de construir.

Hemos sido testigos de una inversión axiológica durante cua-


renta años: siguiendo la evolución general de la opinión, la di-
versidad es ahora una bendición y lo múltiple es el orden na-
tural del mundo. Babel sigue siendo la metáfora del desorden
extremo y el exceso, pero la mayoría de los masones de nues-
tros días comparten la idea de que la diversidad es una riqueza
en nombre del principio de que uno debe “reunir lo que está
disperso”. La reinterpretación regular de este mito muestra que
no está fosilizado, ya que Babel se ha convertido con el tiempo
en el paradigma de la unidad y la diversidad humana.
 
El mito en el corazón del hombre.

Todas las culturas lo usan. Es una historia que tiene una o más
historias; representan dioses o seres sobrenaturales o héroes
deificados que han adquirido el estatus divino; Estos dioses tie-
nen relaciones entre ellos y con los hombres. A menudo se com-
portan inmoralmente, pero esto es para mostrar a los hombres
en contra de los valores morales que deben respetar. Para mu-
chos, expertos o simples seguidores, la naturaleza religiosa del
mito es evidente, porque la intriga se refiere con mayor frecuen-
cia al origen de los dioses, el mundo, el mal, la muerte. Todas
las religiones han establecido vínculos con mitos, porque tienen
una visión sagrada. Entonces, la cuestión de los mitos fundacio-
nales es esencial porque participa en la creencia colectiva en
una creación antigua, si no arcaica.

Tomado de:
https://bibliot3ca.com/a-sombra-dos-mitos-sinais-de-reconhe-
cimento-segredo-fraternidade/

64
65
Imperialismo, masones y maso
Ricardo Mart
Universidad d
En el idioma chino: hanyu漢語, la masonería se conoce como
la sociedad gongjihui共 濟 會.

En 1767, miembros de la East India Company organizaron


oficialmente la primera logia masónica en China, en la ciu-
dad portuaria sureña de Guangzhou o Cantón.

66
onería en China (1842 - 1911)
tinez Esquivel
de Costa Rica
La Logia fue patrocinada por la United Grand Lodge of
England. A partir de este momento, a medida que el imperialis-
mo se intensificó, se establecieron nuevas tiendas, involucrando
a un número significativo de extranjeros, principalmente euro-
peos, y chinos de la última década del siglo XIX.

La llegada de la modernidad a China coincidió con la apa-


67
rición del Imperio Británico como potencia mundial hegemó-
nica. La Ilustración y especialmente la revolución industrial lo
llevaron a reconstruir un nuevo orden global a su alrededor. Los
primeros acercamientos británicos a China durante la segunda
mitad del siglo XVIII fracasaron, por lo que su influencia se limi-
tó a Cantón. Sin embargo, entre 1799 y 1815, las Guerras Napo-
leónicas detuvieron el avance del imperialismo británico, pero
con el restablecimiento del orden político y después del Con-
greso de Viena (1815), la inclusión de China en la estructura de
las relaciones internacionales del Imperio Británico fue una vez
más urgente.

En este contexto, China se alimentó primero de la moder-


nidad imperialista y luego lo hizo con un tinte de los ideales
de progreso, civilización y liberalismo, en un momento en
que la dinastía Qing declinó 大清帝国.

Por lo tanto, el siguiente análisis contempla la construcción de


un orden mundial británico y sus relaciones con la historia de
China, ya que la masonería fue de carácter internacional duran-
te un proceso a largo plazo de inserción de la modernidad en
Asia a través del imperialismo.

Durante este período, las ciudades portuarias chinas adquirie-


ron gradualmente una nueva dinámica a medida que los espa-
cios de sociabilidad e ideas o filosofías de Europa comenzaron
a interactuar con los de China. Esto condujo a un proceso de
apropiación, construcción y representación de identidades, cul-
tura y clases sociales a lo largo del siglo XIX que se intensificó
después de la revolución de 1911.

Estos años fueron parte de una situación mundial de progreso


significativo en el proceso de creación de estado-nación, globa-
lización del mercado internacional y secularización de patrones
culturales. De hecho, la masonería representaba una expresión
más moderna, por lo que analizarla actúa como una ventana
68
para comprender esta China.

La delimitación temporal corresponde al período 1842-


1911, cuando la masonería en China fue parte de proyectos
promovidos por imperialismos europeos.

Esta delimitación corresponde a dos eventos. El primero co-


mienza con la firma del Tratado de Nanjing 南京 條約, que in-
tensificó el imperialismo en el país, lo que a su vez indujo la
organización de logias masónicas. El segundo, en el año de la
revolución, cuando la dinámica de las prácticas propias de la
modernidad, como la masonería, cambió por completo.

Este orden global vino de la mano con el advenimiento de la


modernidad, una serie de fenómenos históricos intraeuropeos
que proponían nuevos paradigmas en la vida cotidiana, de com-
prensión de la historia, la ciencia y la religión.

69
Durante el siglo XIX, Gran Bretaña se estableció como una
especie de “estado nacional imperial” compuesto por ingleses,
escoceses, galeses e irlandeses del norte. Con el éxito de la re-
volución industrial y la posterior expansión en el extranjero, el
(varón) Británico fue visto como “el elegido” por la providencia
para mejorar el mundo.

Este tipo de conciencia protestante mesiánica ha llevado al


desarrollo de representaciones de superioridad étnica y feno-
típica sobre todas las demás, “necesitadas” de su disciplina, ci-
vilización y la liberación de sus supersticiones religiosas. Por lo
tanto, el modus operandi de Gran Bretaña para el resto del mundo se
definió por su misión civilizadora. Esto, si bien la creciente comuni-
dad anglosajona en todo el mundo, se ha caracterizado por una
consistencia cultural, homogeneizada por el idioma, la religión
y los estilos de vida (vestimenta, arquitectura, hábitos, ocio, aso-
ciaciones, sociabilidad, etc.).

En este sentido, la masonería ofrece una clara posibili-


dad de comprender el orden global establecido durante Paz
Británica , ya que al promover la sociabilidad, permite diferentes
manifestaciones de clases sociales, refiriéndose a un nivel intermedio
de análisis entre capacidades materiales, ideas e instituciones.

Por ejemplo, si consideramos el concepto de hegemonía, se


hará hincapié en la gestión de las relaciones de poder entre gru-
pos e ideas sociales al crear una identidad o unidad de propó-
sito que garantice la existencia de la situación hegemónica. En
él, instituciones como la masonería desempeñaban un papel de
servicio al Imperio, ya que formaban parte de la administración
de su orden, adoptando estándares considerados universales y
parte del sentido común (sus ideologías). Del mismo modo, en
el orden global británico, la masonería en China funcionó como
una manifestación imperialista, ya que integraba a aquellos que
representaban capacidades materiales, ya sean económicas o
militares.
70
La modernidad es importante para comprender la masone-
ría debido a su papel, ya sea directo o indirecto, censal o de
otro tipo, en la expansión de la sociedad civil y la expansión de
la esfera pública. No debe olvidarse que la construcción ideo-
lógica de la masonería fue contemporánea con otros procesos
coyunturales como la Ilustración y el capitalismo industrial. En
consecuencia, la masonería promovió ideas clave durante el ad-
venimiento de la modernidad e integró a la naciente burguesía.

Un segundo concepto que debe definirse es el de la sociabi-


lidad.

Esto surgió como una reflexión teórica sobre la naturaleza del


ser humano durante la Ilustración. En este contexto, la maso-
nería representaba los valores de este movimiento cultural in-
ternacional, que exigía secularidad y modernidad. Por ejemplo,
las logias británicas en China tenían funciones de sociabilidad
e integración social, asociando a masones iniciados en Europa
(que inicialmente solo aceptaban europeos) y personas que
participaban en intereses imperialistas, particularmente co-
merciantes y militares.

Además, la masonería era muy estricta en el perfil de sus ini-


ciados, “hombres buenos y verdaderos”, nacidos libres, madu-
ros, discretos y de sentido común, no mujeres, no inmorales o
escandalosos, y bien presentados. A la luz de lo anterior, se ha
demostrado que durante el surgimiento y la consolidación del
orden global británico, la masonería desempeñó un papel im-
portante en la educación de la élite, funcionando como un ve-
hículo ideológico de la modernidad y siendo protagonista en
la promoción del establecimiento, el mantenimiento y el control
imperial.

Entonces, esta organización colaboró ​​con la creciente he-


gemonía británica en todo el mundo.

71
Para promover una identidad imperialista entre sus miembros,
la masonería se ha establecido como una fuerza institucional
discreta dentro del marco del imperialismo británico. Tanto en
términos prácticos como ideológicos, su gran red fomentó co-
nexiones interculturales que permanecieron cerca del Impe-
rio. La red masónica conectó a los imperialistas a ambos lados
del Atlántico, “De Kohat a Singapur”, en palabras de Rudyard Ki-
pling. Con sus discursos procosmopolitas, la masonería se ha
convertido en un espacio aparentemente ideal para los contac-
tos internacionales y la formación de redes interculturales, ayu-
dando a reafirmar la hegemonía británica.

Y cuarto, el concepto de globalización.

Esto se entiende como el proceso histórico por el cual el mun-


do se conecta e interdepende cada vez más a escala global y
afecta todos los aspectos de la vida social. La globalización ha
aumentado su velocidad desde la Ilustración, contribuyendo a
la modernización de las estructuras económicas, políticas y cul-
turales en todo el mundo. Por lo tanto, la globalización no es
nueva, se puede rastrear durante siglos. Esta no es una condi-
ción estática, sino más bien un proceso dinámico que permite
observar períodos de intensificación y reversión o límites de
desigualdad y expansión.

En resumen, el estudio de la masonería funciona como un la-


boratorio de dimensiones globales de la modernidad manifes-
tada en prácticas culturales, sociabilidad y espacios asociativos.

La masonería en su discurso civilizador refleja muchos as-


pectos del imperialismo en China, sus redes, sus itinera-
rios políticos, económicos y culturales.

La masonería como sociabilidad desde su inicio se construyó


a nivel mundial, ya que sus redes superaron las fronteras impe-
riales, regionales, estatales y nacionales, ya sea por intereses
72
económicos, militares, políticos, culturales, religiosos o frater-
nos. Con el desarrollo del imperialismo, al menos durante los
siglos XVIII y XIX, la masonería se convirtió en un agente de
globalización.

La masonería tenía funciones de sociabilidad internacional y


mecanismo hegemónico del imperialismo británico, actuando
en el engranaje de instituciones como empresas comerciales y
el sistema de tratados, que reconstruyeron espacios portuarios
en todo el mundo. En consecuencia, el desarrollo de la masone-
ría estuvo estrechamente relacionado con la construcción del
orden global, siendo su producto, incorporando y legitimando
ideológicamente sus normas, cooptando a las élites de los es-
tados periféricos y absorbiendo sus ideas hegemónicas. Así, la
expansión del orden global británico a lo largo del siglo XIX
tuvo como primer plano un imperialismo dirigido hacia Asia.

El hecho de que surgió la masonería en el siglo XVIII fa-


cilitó su adaptación al sistema de relaciones en construc-
ción alrededor del Imperio Británico y sus características
industriales y de iluminación.

En consecuencia, donde llegó el imperio, también lo hicieron


la masonería y los masones. Lo mismo sucedió con los otros im-
perialismos. Las actividades y relaciones masónicas se constitu-
yeron como un producto del orden global británico. En el caso
de China, como veremos más adelante, en la segunda mitad del
siglo XIX, prácticamente todas las potencias extranjeras con in-
tereses en el país organizaron sus logias masónicas.

Las cartas chárter fueron el mecanismo administrativo más im-


portante para la expansión de las actividades y relaciones ma-
sónicas. Esto permitió que la masonería se extendiera a través
de logias itinerantes como las fuerzas armadas, ya que se eli-
minaron los límites políticos para la reunión de los masones. En
China, se identifican varios casos. Por ejemplo, el barco sueco
73
Prince Carl a principios de la década de 1750 obtuvo una de
estas Cartas Patentes de Suecia y Alemania, incluso celebrando
en 1759 en el puerto de Macao, que todavía se considera el pri-
mer puerto masónico en territorio chino.

Con respecto al desarrollo de las redes sociales, la masone-


ría, por su carácter social, funcionó como una red de intere-
ses asociativos y particulares.

La base de esta red eran las pequeñas unidades asociativas


locales: la Logia. En la primera mitad del siglo XVIII, algunas
logias comenzaron a unirse, dando lugar a obediencias o fede-
raciones de logias o Grandes Logias. Este fue el comienzo de la
legitimidad masónica, ya que solo la nueva Gran Logia tendría
la autoridad para organizar nuevas logias. Las Grandes Logias
se constituyeron como ejes centrales que, al aumentar su esfera
de influencia, organizaron Grandes Logias provinciales, actuan-
do como nodos regionales y creando una estructura de interac-
ción y cooperación. Esto sucedió en China durante la segunda
mitad del siglo XIX.

Con el avance del orden global británico, las actividades ma-


sónicas y los intercambios sociales se intensificaron. Esto está
totalmente de acuerdo con la inserción de imperialismos. En
cada territorio donde llegó la influencia de algún imperialis-
mo, la red masónica se expandió. En la segunda mitad del siglo
XVIII, el imperialismo promovió agresivamente la expansión
del comercio.

La masonería fortaleció los lazos imperiales y facilitó las co-


nexiones interculturales entre el Atlántico y el Pacífico, al apro-
piarse de los ideales hegemónicos legitimados en su dinámica
de sociabilidad. Las tiendas prosperaron donde comerciaban,
los buques de guerra y los regimientos militares, ofreciendo un
espacio de hermandad e identidad a muchos hombres distantes
de sus países de origen. Lo anterior se debió al hecho de que
74
la masonería integró en su sistema de valores las regulaciones
de los proyectos imperialistas, facilitando su expansión en el
extranjero de pasada.

El contexto de la segunda mitad del siglo XVIII también se


caracterizó por la expansión de las redes masónicas a me-
dida que avanzaba el imperialismo.

Las Grandes Logias de Inglaterra, Irlanda y Escocia han orga-


nizado Logias de Ultramar en Gibraltar, el Caribe, en diez co-
lonias de América del Norte, en la Costa de los Mosquitos en
América Central, Argentina, Chile, las Indias Orientales, Cabo
Senegambia, Egipto, África. Calcuta, Madrás, Bombay, Reunión
y Mauricio, y Nueva Gales del Sur.

Una última situación sobre la masonería en el siglo XVIII, que


merece ser comentada, aunque no en el territorio chino, tuvo
que ver con la construcción de una conciencia global intere-
sada en otras culturas. El principio de esto se encuentra en las
iluminaciones europeas. Pensando en China, Voltaire ensalzó la
racionalidad del sistema moral confuciano; Quesnay elogió el
sistema de producción agrícola chino; Leibniz, inspirado por
el neoconfucianismo, argumentó que la idea de la civilización
europea solo era comparable a la ofrecida por China; hubo
identificación con el taoísmo en la formación del liberalismo; y
filósofos como Malebranche y Montesquieu se apropiaron de
conceptos confucianos para articular su pensamiento.

En este contexto, la masonería participó en la Ilustración Teo-


sófica, un movimiento caracterizado por una fascinación por el
pasado grecorromano, la religión egipcia, los celtas y las reli-
giones orientales. Por lo tanto, durante el siglo XVIII prolifera-
ron en los círculos masónicos: la investigación sobre los anti-
guos, una tolerancia relativa para las religiones no cristianas
que llevó a explicar los orígenes tempranos de la masonería
por un supuesto origen común de todas las religiones, incluidos
75
los chinos como el desarrollo de prácticas rituales masónicas
inspiradas en la filosofía china.

Tomado de:
https://www.freemason.pt/secmaconaria/historia/imperialismo-ma-
cons-e-maconaria-na-china-1842-1911/

76
¿ABRAHAM FUE EN REALIDAD AKENATON?
JOSÉ MANUEL VIDAL
77
¿ABRAHAM FUE EN REALIDAD AKENATON?
JOSÉ MANUEL VIDAL

Abraham, el padre de los creyentes y la piedra angular de las


tres grandes religiones monoteístas, no era el patriarca bíblico,
sino el faraón Akenaton. Y Moisés no era, como cuenta la Biblia,
hijo de «un hombre y una mujer de la tribu de Leví», sino un
general egipcio, seguidor de la religión de Abraham. Esta es
al menos la tesis que sostienen dos investigadores franceses,
judíos, llamados Roger y Messod Sabbah, autores de Los secre-
tos del Éxodo. Hace más de 20 años, los dos hermanos se plan-
tearon la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que Abraham y
Moisés en particular, y el pueblo hebreo en general, no dejaran
rastro alguno en el antiguo Egipto, pese a ser éste el escenario
de gran parte del Antiguo Testamento? Y la respuesta la encon-
traron después de más de dos décadas de exhaustivos estudios
filológicos, lingüísticos y arqueológicos.

Lo primero que hicieron los dos hermanos judíos fue compa-


rar los textos de la Biblia hebrea y aramea a partir de la exé-
gesis de Rachi (1040-1105), autor de un comentario del Anti-
guo Testamento basado en el Pentateuco hebreo y en la Biblia
aramea. Después, realizaron excavaciones en Egipto y estudia-
ron a fondo las pinturas murales que ornan las tumbas del Valle
de los Reyes, donde descubrieron, escondidos entre los jero-
glíficos, diversos símbolos de la lengua hebrea. Y poco a poco
fueron uniendo los cabos del rompecabezas que les condujo a
este excepcional hallazgo: que los judíos son de origen egipcio.

EL ÉXODO

Según Roger y Messod, el famoso Éxodo bíblico fue la ex-


pulsión de Egipto de los habitantes monoteístas de Aket-Aton.
Ésta era la ciudad de Akenaton y de su mujer Nefertiti. Akena-
ton adoraba a un solo Dios y era, por lo tanto, monoteísta. Le
sucedió Tutankamon y, a éste, el faraón Aï, que reinó del 1331 al
78
1326 antes de Cristo. Fue pre-
cisamente este último faraón,
furibundo politeísta, el que dio
la orden de expulsar del país a
los habitantes monoteístas de
la ciudad de Aket-Aton.

Más aún, los egipcios expul-


sados hacia Canaán, provincia
situada a 10 días de marcha
desde el valle del Nilo, no se
llamaban hebreos, sino yahuds
(adoradores del faraón) y, años
después, fundaron el reino de
Yahuda (Judea).

A partir de este descubri-


miento, ambos investigadores
descifran el libro del Génesis
y comprueban que reproduce
punto por punto la cosmogo-
nía egipcia.

Y es que la Biblia, al hablar


de Abraham, respeta el orden
cronológico de la vida del fa-
raón monoteísta y refleja su
biografía en perfecta sintonía
con la egiptología: desde el
sacrificio de su hijo a la rup-
tura con el politeísmo, pasan-
do por la destrucción de los
ídolos o las intrigas entre sus
esposas. Sólo así se explicaría
el hecho de que no se hayan
descubierto en los jeroglíficos
79
egipcios testimonios
de un pueblo que vivió
430 años en Egipto (210
como esclavo) bajo dis-
tintos faraones. Y sólo
así se explicaría que los
expulsados pudieran
instalarse en Canaán,
administrada por Egip-
to durante gran parte
de su historia, sin que la
autoridad faraónica re-
accionara. Y sólo así se
explicaría cómo un pue-
blo tan impregnado por
la sabiduría de Egipto
pudo desaparecer de la
manera más misteriosa,
sin dejar rastro o huella
alguna ni en las tumbas
ni en los templos.

Sigmund Freud llegó,


por intuición, a la mis-
ma conclusión. «Si Moi-
sés fue egipcio, si trans-
mitió su propia religión
a los judíos, fue la de
Akenaton, la religión de
Aton». Y así fue.

LOS OTROS DIS-


FRACES BIBLICOS.

Los investigadores
franceses sostienen que
80
Abraham, Moisés, Sara, Isaac, Rebeca, Jacob o Israel ocultan
nombres y títulos de la realeza egipcia. Por ejemplo, Aaron, el
hermano de Moisés, era el faraón Hormed. El propio Moisés era,
en realidad, el general egipcio Mose (Ramesu), que después
se convertirá en Ramsés I. Y Josué, el servidor de Moisés, es su
primogénito. De hecho, ambos comparten los mismos símbolos
(la serpiente y el bastón, los cuernos y los rayos) y un mismo
destino: servir de acompañantes a los disidentes a través del
desierto.

Y es que la Biblia, amén de ser el libro sagrado del judaísmo y


del cristianismo, es una joya de la Literatura, en la que se mezcla
la Historia con la leyenda y el mito con el rito.

Son muchos los personajes bíblicos, hasta ahora tenidos por


históricos, que pertenecen al ámbito de los relatos legendarios.
Está claro que Adán y Eva, por ejemplo, no existieron. Y lo mis-
mo cabe decir de sus hijos Caín, Abel y Set. Tampoco es históri-
co el personaje de Noé y sus hijos.

Al reino del mito pertenecen igualmente los relatos sobre


Lot, el sobrino de Abraham, o la destrucción de las depravadas
ciudades de Sodoma y Gomorra. Como dicen muchos biblis-
tas católicos, «los patriarcas son apenas asibles como figuras
históricas». O sea, la penumbra casi absoluta cubre toda una
época de la existencia de Israel, desde el siglo XVIII al XIV a.C.

Incluso algunos exegetas extienden este periodo de brumas


históricas hasta la época mosaica, el siglo XII a.C. Dos épocas
que «los historiadores de Israel plasmaron con un puñado de
recuerdos legendarios».

Tomado de:
CRONICA EL MUNDO
https://www.elmundo.es/cronica/2000/CR271/CR271-15a.html?fb-
clid=IwAR1OBOZTfWs8jER85awYYZ9LHCP5cPan_CbxE7ZCOYvg2r-
K7Z21PT3mO9o8
81
LA ESCALERA DE JACOB Y LA MISTERIOSA
82 Herbert Oré B
A LUCHA BÍBLICA DE JACOB CON UN ÁNGEL
Belsuzarri 33° 83
LA ESCALERA DE JACOB Y LA MISTERIOSA
LUCHA BÍBLICA DE JACOB CON UN ÁNGEL
Herbert Oré Belsuzarri 33°

Todo iniciado en la masonería, en algún momento escucho


el nombre del Jacob bíblico y una explicación sobre una esca-
lera, por otra parte los cristianos también oyeron este nombre
asociado a diferentes pasajes bíblicos, así nos dijeron que Esaú
y Jacob, los dos hermanos, estando aún en el seno materno, co-
menzaron a pelearse: el primero en nacer fue Esaú, y el segun-
do, Jacob; pero Jacob, nació agarrando con fuerza el talón de
su hermano Esaú (Génesis 25,19-26). Que Esaú vendió su pri-
mogenitura a Jacob, a cambio de un plato de lentejas (Génesis
25,27-34). Que Rebeca, madre de Esaú y Jacob, disfrazó a Jacob
y urdió la intriga para que Jacob el hijo menor recibiera la ben-
dición paterna y, con ello, heredara el patrimonio familiar (Gé-
nesis 27).  Esaú, indignado, quiso matar a Jacob; y Jacob, para
salvar la vida tuvo que huir a casa de su tío Labán. De camino
hacia casa de Labán, Jacob pernoctó en Betel. Allí tuvo un sueño:
vio una escalera por la que subían y bajaban ángeles (Génesis
28). Llegado a casa de Labán se casó con sus dos hijas: Lía y
Raquel. Y siguiendo las costumbres antiguas también se unió a
las criadas de sus esposas: Zilpá y Balá. Con esas cuatro mujeres
tuvo doce hijos y una hija. Cada uno de los hijos es el ancestro
de cada una de las tribus de Israel (Génesis 29-30). Cuando se
fue de casa de Labán, utilizando un procedimiento ingenioso
pero fraudulento, Jacob se llevó gran parte de los rebaños de su
tío, en restitución de la opresión que había sufrido por parte de
Labán (Génesis 31). Jacob emprendió el regreso hacia Palesti-
na, pero, durante la noche, después de atravesar el río Yarboc,
se quedó solo. Junto a los vados del Yarboc, luchó toda la noche
con un ángel. El ángel le hirió en el muslo y, acto seguido le
cambió el nombre. Le dijo “en lugar de llamarte Jacob, te llama-
rás Israel” (Génesis 32).  Antes de llegar a casa, Jacob se recon-
cilió con su hermano Esaú, y para obtener el perdón, colmó a su
hermano de riquezas (Génesis 33). Uno de los hijos de Jacob,
84
José, fue vendido por sus hermanos y se estableció en Egipto,
donde llegó a ser primer ministro. Más tarde, el hambre azo-
tó Palestina y, después de muchas peripecias, Jacob y sus hijos
fueron a vivir a Egipto, acogidos por José. Jacob vivió en Egipto,
y ordenó a sus hijos que cuando hubiera muerto le enterraran
en Palestina (Génesis 35-50).

Nos dieron diferentes explicaciones sobre el comportamiento


y vida de Jacob. “La vida de Jacob refleja una contradicción: Por
un lado el hombre que supo encontrarse con Dios; y por otro
su vida estuvo teñida por la trampa, usurpó la primogenitura
de Esaú, y se apropió de los rebaños de Labán. Pero fue capaz
de pedir perdón al hermano que había ofendido; y, que trabajo
mucho a favor de su tío Labán”. Las contradicciones de la vida
de Jacob se reflejan en el significado de su nombre.  El nombre
del patriarca tiene un significado doble. Por una parte, la pala-
bra “Jacob” significa, “Dios siempre protege”, y, ciertamente el
patriarca gozó de la protección divina durante toda su vida. Por
85
otra parte, la palabra Jacob oculta una raíz hebrea que signifi-
ca “el tramposo”; evidentemente algunos pasajes de la vida de
Jacob le presentan como un tramposo. Sin embargo los panegi-
ristas bíblicos dicen que “la vida de Jacob es el reflejo de toda
vida humana, una mezcla de pecado y gracia”; “la grandeza de
Jacob estriba en su capacidad de pedir perdón al hermano que
había ofendido”. 

“La Escalera de Jacob” es el nombre con el que conocen a


la misteriosa escalera que aparece en un sueño del patriarca
bíblico Jacob, por los masones. Pero esta escalera ha acabado
también por simbolizar el vínculo entre la Tierra y el Cielo (o el
Cosmos), así como la historia de la humanidad, en la cual los di-
ferentes escalones representarían los muchos reinos e imperios
que han dominado el mundo a lo largo de los siglos.

EL SUEÑO DE JACOB

El sueño de Jacob se produjo cuando éste huía de su herma-


no mellizo Esaú, que pretendía matarle. En su sueño, Jacob ve
una escalera que conecta la tierra con los cielos. Según parece,
Jacob ve a Dios al final de la escalera, además de ángeles su-
biendo y bajando por ella. El relato de la Escalera de Jacob se
encuentra en el Libro del Génesis.

Según el Génesis, Jacob había robado a su hermano Esaú la


primogenitura, es decir, el derecho a la herencia y la bendición
de su padre Isaac. A consecuencia de este hecho, Esaú se en-
fureció con Jacob y decidió matarle. Jacob fue advertido de las
malas intenciones de su hermano por Rebeca, madre de ambos.
Ella le aconsejó que huyera y acudiera a la casa de su tío Labán,
en Paddán Aram, hasta que se calmara la furia de Esaú. Jacob
obedeció a su madre y partió en dirección a la casa de su tío.

‘En su huida, Jacob llega a ‘cierto lugar’ cuando el sol ya se


ha puesto, y decide quedarse ahí para pasar la noche. Según
86
algunas fuentes escritas, este lugar se convertiría en el empla-
zamiento del ‘futuro Monte del Templo de Jerusalén, donde ocu-
rrió el fallido sacrificio de su padre, Isaac a manos de Abra-
ham”. Jacob tomó una piedra en este lugar para utilizarla como
almohada y se quedó dormido. Fue entonces cuando Jacob soñó
con la escalera que conectaba cielo y tierra. Así lo describe el
relato bíblico:
87
“Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y
cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios
subían y bajaban por ella.” (Génesis 28,12)

Dios habla entonces a Jacob desde la cima de la escalera: Yo soy


Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac. La tierra
en que estás acostado te la doy para ti y tu descendencia. Tu des-
cendencia será como el polvo de la tierra y te extenderás al po-
niente y al oriente, al norte y al mediodía; y por ti se bendecirán
todos los linajes de la tierra; y por tu descendencia. Mira que yo
estoy contigo; te guardaré por doquiera que vayas y te devolveré
a este solar. No, no te abandonaré hasta haber cumplido lo que te
he dicho. (Génesis 28,13-15)

88
Cuando Jacob se despertó a la mañana siguiente, tomó la roca
que había utilizado como almohada y la erigió como estela. De-
rramó aceite sobre ella y llamó al lugar Betel, aunque su nom-
bre primitivo era Luz. Jacob realizó entonces un voto a Yahvé y
continuó su camino.

Este pasaje ha sido interpretado de muy diversas maneras.


Una de las más habituales es que la escalera representa la co-
nexión existente entre la Tierra y el Cielo.

SIMBOLOGÍA DE LA ESCALERA

Otra interpretación bastante conocida es que la escalera re-


presenta la historia de la humanidad. En este caso, los escalones
que la forman simbolizarían la sucesión de reinos e imperios
que han dominado el mundo desde el principio de los tiempos.

Existe aún otra interpretación diferente según la cual la es-


calera se encontraba sobre la frontera de la nación de Israel
y el resto del mundo. Los ángeles que habían acompañado a
Jacob en el transcurso de su viaje por Israel se habrían visto
obligados entonces a regresar a los cielos ascendiendo por la
escalera. Para acompañar a Jacob en su travesía por el extran-
jero, aquellos ángeles cuyos dominios se encontraban fuera de
Israel descendían entonces por la escalera. Existe además una
interpretación algo más mística de la Escalera de Jacob en la
que se propone que su significado podría simbolizar el ascenso
interior destinado a alcanzar la elevación espiritual.

LA ESCALERA DE JACOB EN MASONERIA.

En masonería la escalera de Jacob, es el emblema de las virtu-


des y de las cualidades espirituales del alma, tiene siete escalo-
nes que corresponden a los siete planetas, indicando el progre-
so -o elevación progresiva- del hombre en sucesivos estados de
conciencia, desde lo material a lo divino.
89
Los siete peldaños de la escalera se consideran, respectiva-
mente, formados de plomo, cobre, hierro, estaño, amalgamas,
plata y oro correspondiendo a los siete planetas que dominan
sobre estos metales y a las virtudes de la Prudencia, Templanza,
Fortaleza, Justicia, Fe, Esperanza y Caridad.

LA ESCALERA MASÓNICA: (Origen y Significado)

En sus dos modalidades básicas, la espiral y la recta, se uni-


fica con el concepto fundamental de Jerarquía o de la armonía
entre el Orden Jerárquico del Universo, como la sustancial y ló-
gica expresión o representación de esa manifestación fluida de
la cadena infinita del Ser. Maimónides, el filósofo judío, (Moses
ben Maimon, 1113-1204 d. C.) alude a la escalera como el digno
ejemplo de una firme y estable relación, entre hombre y cos-
mos: “Se creía que la historia de la escalera de Jacob era un inten-
to para explicar la relación entre la existencia del Hombre en la
tierra y el mundo de las esferas celestes”. Los antiguos Maestros
Constructores, la dejaron plasmada en sus Catedrales Góticas
y, a la par, los viejos sabios alquimistas encuentran en ella la ri-
queza expresiva de toda una profunda simbología y un valioso
catálogo de atributos sublimes. Atributos misteriosos que rea-
firman y puntualizan las etapas o estados escalonados de la ela-
boración y transformación del Opus alquímico.

El autor masón A.G. Mackey logra enriquecer el asunto al


comentarnos: “La escala de los Kabbalistas constaba de diez
Sephirotes o emanaciones de la Deidad… Esta escala formaba la
excepción al número acostumbrado de SIETE gradas o peldaños”
(Enciclopedia de la Francmasonería, Tomo II, pág.521).

En las escuelas Mistéricas, como en las de Mitra, la escala y sus


peldaños simbólicos o escalones, lograban representar los siete
planetas y los siete metales -al igual en la alquimia- como todo
un conjunto cósmico-astrológico alquímico y hermético (A.G.
Mackey, Enciclopedia de la Francmasonería, Tomo II, pág.522).
90
Esos peldaños, contienen formas expresivas de sabiduría y de
jerarquía celeste. Asimilan valiosos componentes prácticos de
la configuración espiritual del hombre en su relación con una
facultad superior de comprensión espiritual.

91
LOS SIETE ESCALONES Y EL OCULTISMO EN LA
ESCALERA MASÓNICA.

La Logia, como una representación del mundo, naturalmente


se supone que no tiene otro techo que los cielos; y está sugerido
por el símbolo de la escalera de Jacob. Ahora bien, esta Esca-
lera Mística, que conecta el piso de la logia, con su techo, es
otro eslabón importante e interesante, que ata con una cadena
común, el simbolismo del mito de la escalera y los ritos de la
Iniciación Antiguos.

En la concepción judío-cristiana, el hombre desde su caída


del cielo -estado de pureza-, es terrestre, de la tierra. El comien-
zo de su carrera hacia el cielo (hacia arriba, hacia el espíritu)
debe comenzar naturalmente en o con la tierra (lo físico), en
consecuencia, cuando él entra a los Misterios, primero debe es-
tar solo consigo mismo descender hasta lo más profundo, des-
pojarse de todo, desaprender, liberarse y emprender una larga
travesía en busca de conocimientos.

Es el momento de tomar la piedra y hacerla almohada. En


mullidas almohadas se logran mullidos sueños para una mullida
vida sin sentido. Hay que salirse del confort de lo establecido,
de la comodidad de la rutina, de las prisiones apaciguadoras.
Se acuesta en el suelo, apoya la cabeza en la piedra. Nada es. No
hay almohadas. Es uno el que decide que es almohada en cada
circunstancia.

Sus deseos deben ser siempre superadores al momento debe


levantar una escalera (esperanzas y deseos). Si él es sincero,
entonces, gradual y laboriosamente, con muchos, sacrificios,
promesas y tropiezos, pasando tragos amargos y dulces, él es-
cala (construye) paso a paso, hasta que por fin alcanza el tramo
final, y logra, a través de la escalera (alma) la conexión con el
espíritu.

92
Llega a la luz, que desde abajo se la ve oculta por las nubes de
la ignorancia, y ha recorrido el camino iniciático, de todas las
religiones antiguas.

El Libro de la Ley, que en la mayoría de los Templos Masóni-


cos es La Biblia, está abierto hacia el pueblo masónico para que
todos puedan acceder a la sabiduría en él expresada. Si somos
capaces de adquirirla, podemos ubicarnos acertadamente en-
tre la Escuadra y el Compás, que abiertos sobre él representa la
forma en que se entrelaza en el hombre lo material y lo espiri-
tual, a través del alma. Allí se inicia la escalera, que reproduce
la visión de Jacob, símbolo de la posibilidad de progreso que
le asignamos a la condición humana, siempre que decida as-
cenderla utilizando las virtudes que forman sus escalones. Su
extremo se abre a la Estrella de Siete puntas o siete pequeñas
estrellas, la Luz perfecta a que aspiramos, ubicada en un firma-
mento que reproduce en sus extremos al Sol y la Luna.

La Masonería adoptó el símbolo de la escalera como ascen-


so al mundo de la luz Masónica. Allí le esperan los tesoros del
conocimiento, una vez vencida la escarpada y penosa pendien-
te por medio de un mejoramiento personal que le permita el
“cambio” de una vida inferior a otra superior.

Para el ocultismo la escalera es símbolo de la elevación o el


descenso. Expresa el cambio de un mundo a otro.

Los siete mundos materiales están expresados en una escalera


de siete peldaños.

De una manera o de otra, a través de las distintas creencias, la


escalera siempre fue representativa de los deseos del ser hu-
mano de ver más allá, de ascender, ya sea espiritualmente o fí-
sicamente a otro nivel, aunque a veces, también para retroceder
o descender a las profundidades del inframundo.

93
El descenso de Inanna al Inframundo

Para los egipcios, la escalera en sí era un símbolo de buena


suerte. Fue una escalera la que permitió al dios Osiris escapar
del cautiverio al que le tenía sometido el espíritu de la Oscuri-
dad.
94
Las escaleras siempre representan el símbolo del ascenso o
del descenso y ellos lo demostraban visiblemente en la cons-
trucción de las pirámides, (especialmente en las escalonadas)
como el de Saqqara, la llamada pirámide de Dyeser en Egipto
o las más antiguas pirámides de Sumeria como el zigurat de Ur,
cuya tradición iniciática se ve plasmada en el célebre poema
“El descenso de Inanna al Inframundo”, donde Inanna descien-
de al inframundo cruzando siete puertas, allí ocurre su muerte,
del cual es rescatado para emerger tras cruzar las siete puertas
de nuevo, pero esta vez ascendiendo para llegar de nuevo a la
tierra con más sabiduría, luego de vencer a la muerte.

El Simbolismo, de la escala de Jacob, es posterior a los de-


más símbolos masónicos, su uso data de fines del siglo XVIII
o comienzos del XIX, cuando la masonería quiere reedificar el
Templo de Salomón sobre las bases de la jerarquía inteligente y
de la iniciación progresiva. Toma entonces como base la Mística
Judía que induce en primer lugar a una comunión directa con la
divinidad trascendente, de igual modo la cosmología simbólica
vinculada al templo entra en el campo del esoterismo. El sim-
bolismo del Templo corresponde al cosmos y está dividido en
tres partes que corresponden al cielo, al mar y a la tierra. Telas
y ornamentos interiores evocan los cuatro elementos, las siete
ramas del candelabro remiten a los siete planetas, las doce co-
lumnas interiores a los doce signos de zodiaco. La orden iniciá-
tica y esotérica de la masonería se inspirará en este simbolismo
cósmico para la disposición y el orden, para la orientación y
forma de la logia.

Como se puede apreciar los Misterios Judíos influenciaron a la


moderna masonería aportando entre otras: los tres grados, las
palabras sagradas de los mismos, la estructura jerárquica, el ca-
lendario, el simbolismo de los rituales y la simbología iniciática
de la Escalera de Jacob. Esta escalera es parte del “Cuadro del
Primer Grado” (aprendiz) de la masonería.

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Cuadro del Primer Grado de la masonería.

LUCHA BÍBLICA DE JACOB CON UN ÁNGEL.



En el Génesis se cuenta que Jacob luchó durante una noche
entera con un enviado angélico del Señor, aspecto que no es
novedoso dado que desde la más remota antigüedad existe la
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idea de considerar a Dios, benévolo y justo creador del hombre,
pero a la vez enemigo del ser humano, debido a que el Altí-
simo con sus estrictas reglas morales limitaría, según algunos,
la libertad y las posibilidades de realización de la criatura que
creó a su imagen y semejanza. En las tradiciones sumerias el
dios Enki era el benévolo y justo creador del hombre, mientras
que Enlil era el enemigo del ser humano, el dios que utilizo el
diluvio para eliminarlo. Por ello, no es raro que entre los mis-
mos creyentes se experimente en determinadas circunstancias
una especie de resistencia sorda a Dios, tanto consciente como
inconsciente, un cierto miedo a sus planes divinos y a los sacri-
ficios que pueda pedirnos.

En la Biblia, en el libro del Génesis se refiere el misterioso


relato de Jacob, el hombre que luchó con un ángel de Dios (Gé-
nesis 32,23-32). A la luz de este pasaje bíblico, Jacob se nos re-
vela como un testigo singular y privilegiado de uno de los más
singulares combates que recuerde la humanidad, pues según
este texto, por primera vez un ser humano libró una lucha física
con un enviado angélico del Creador y Padre Celestial.

El Libro del Génesis cuenta que Isaac, el hijo del patriarca


Abraham, tuvo dos hijos, Esaú y Jacob, quienes nacieron al mis-
mo tiempo, aunque fue Esaú, más grande, rubio y rollizo, quien
salió primero del seno de su madre, mientras que el segundo
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nació con una de sus manos sujeta a uno de los talones de su
hermano. Curiosamente, en una suerte de profecía, Dios le ha-
bía vaticinado a Rebeca, la madre de las dos criaturas, que “el
mayor servirá al menor”.

Esaú y Jacob.

Al crecer, los dos hermanos se revelarían como totalmente


diferentes. Mientras Esaú era un rudo, fornido y hábil cazador
y era el preferido de su padre, Jacob era un dedicado pastor y
el preferido de su madre, Rebeca. De todos modos, como había
nacido primero, según la tradición a Esaú le correspondería la
primogenitura y recibir la sagrada bendición paterna de su pa-
dre.

Jacob, con mucha astucia, lograría que su hermano mayor le


cediera su primogenitura a cambio de un plato de lentejas, una
vez que Esaú se encontraba muy hambriento. También, instado
por su madre, lograría engañar a su padre moribundo para que
le diera la bendición (una costumbre sagrada de los judíos) a él
y no a Esaú antes de morir.

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Para engañar a su padre Isaac, que debido a su avanzada edad
se encontraba casi ciego, Jacob se puso unos cueros de piel de
cabrito en sus brazos para emular los brazos velludos de su her-
mano mayor, además de prepararle un estofado hecho con ani-
males que supuestamente él había cazado. Cuando Isaac le tocó
los brazos y probó el plato de comida, le otorgó la bendición a
Jacob pensando erróneamente que se trataba de su hijo favori-
to, Esaú.

Esaú, al enterarse que su hermano Jacob había engañado a


su padre y que no sólo se había quedado con la primogenitura,
sino que también con la sagrada bendición paterna, amenazó
con matarlo, por lo que Jacob partió al exilio a un lugar llamado
Harán, para huir de la furia de su hermano. Allí, gracias a la ayu-
da de Dios, se casó, tuvo muchos hijos y se hizo muy rico.

Veinte años más tarde, Dios le dijo a Jacob: “Vuelve a la tie-


rra de tus padres”. De ese modo, Jacob y su familia comenzaron
un largo viaje, pero en el camino unos sirvientes suyos vinieron
a decirle: “Tu hermano Esaú viene hacia nosotros con 400 hom-
bres”. Jacob, temeroso de que Esaú quisiera hacerles daño a él y
a su familia por los agravios cometidos en el pasado, le oró a Je-
hová: “Por favor, sálvame de mi hermano”. Al día siguiente, para
aplacar la supuesta furia de su hermano, Jacob le envió varios
regalos a Esaú: muchas ovejas, cabras, vacas, camellos y burros.

Esa noche, cuando Jacob estaba sentado solo junto al Jaboc, un


río de Jordania que corría cerca de Amán, recibió la visita de un
hombre desconocido que era un ángel de dios y ambos comen-
zaron a luchar, en una pelea que duraría toda la noche, hasta el
alba del día siguiente.

La Biblia relata que cuando amaneció y el enviado angélico


“vio que no había prevalecido contra Jacob, lo golpeó en la arti-
culación del muslo, y se dislocó la coyuntura del muslo de Jacob
mientras luchaba con él. Entonces el hombre (el ángel) dijo: ‘Suél-
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tame, porque raya ya el alba’. Y Jacob respondió: ‘No te soltaré
si no me bendices’. Y él le preguntó: ‘¿Cómo te llamas?’. ‘Jacob’,
respondió éste. Y añadió el hombre: ‘Ya no será tu nombre Jacob,
sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
prevalecido’. Entonces Jacob, a su vez, le preguntó: ‘Dime, te rue-
go, tu nombre’. Pero él respondió: ‘¿Para qué quieres saber cómo
me llamo?’ Y allí mismo lo bendijo. Y Jacob le puso a aquel lugar
el nombre de Panuel, porque dijo: ‘He visto a Dios cara a cara, y
ha sido preservada mi vida’. Y le salió el sol al cruzar Panuel, y
cojeaba de su muslo. Este es el motivo de por qué los israelitas,
aún hoy, no comen el nervio ciático, que está en la juntura de la
cadera, pues el ángel golpeó a Jacob en la juntura de la cadera en
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el nervio ciático”.

Si bien suena algo desconcertante que un hombre luche toda


la noche con un ángel y logre prevalecer, los teólogos afirman
que lo crucial de este episodio bíblico es el empecinamiento
de Jacob para conseguir la bendición del enviado angélico, es
decir, el otorgamiento del perdón divino por todos los engaños
y errores pasados. Más simbólico aún es que el ángel, después
de pelear con Jacob y descoyuntarle un muslo para que no siga
luchando, lo bendiga y le cambie su nombre, pues en la anti-
güedad los nombres servían de característica de identificación
para una persona determinada, es decir, así como era el nom-
bre, así tenía que ser la persona.

El antiguo nombre, Jacob, aludía a intriga, engaño y comporta-


miento erróneo, mientras que el nuevo nombre, Israel, en cam-
bio, significaba “el que lucha con Dios”, un luchador de Dios,
un nombre que aludía a una identidad renovada y que se haría
extensivo posteriormente a todo el pueblo judío. Por otra parte,
Jacob lucha cara a cara con el ángel de noche, en la más com-
pleta soledad y cuando se encuentra despojado de todo. Pelea
con un ángel de Dios, pero no ve el rostro del Creador. Y cuando
Jacob le pide que le diga su Nombre, que le manifieste quién es,
Dios se niega, porque su misterio nos sobrepasa y es inviolable.

Jacob, cuando pelea con el ángel, se resiste y no se entrega, por


lo que el ángel se ve obligado a recurrir a una estratagema, dis-
locándole la coyuntura del muslo. Y cuando el enviado de Dios
le pregunta a Jacob su nombre, lo obliga a reconocer su nombre,
es decir, su identidad, pues Jacob quiere decir “el suplantador”
(Gen 25,26; 27,36). Con ello, Dios provoca la confesión de Jacob
de sus pecados pasados y así lo pone en evidencia. Sólo cuando
Jacob ha reconocido su pecado, el ángel de Dios le dice: “Ya no
te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado contra Dios y
contra los hombres, y has vencido”. Nace, de ese modo, un hom-
bre nuevo marcado por el signo del poder de Dios.
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Pero ¿venció realmente Jacob al ángel de Dios? El texto es
paradójico, pues aparentemente se sugiere que Jacob vence a
Dios, pero en realidad ello ocurre cuando queda cojeando y se
ha puesto al desnudo su pecado. En realidad, Jacob sólo vence
cuando se deja vencer por Dios, es decir, cuando reconoce y se
arrepiente de sus pecados, se rinde libremente al amor divino y
experimenta por primera vez la libertad y la plenitud.

Con respecto al desenlace de la historia de Jacob y su herma-


no Esaú, después de luchar toda una noche con el ángel y lograr
su bendición, Jacob se sintió más aliviado pues ahora sabía que
Dios no permitiría que su hermano Esaú, a quien no veía desde
hace 20 años, le hiciera daño. Esa misma mañana, Jacob vio a lo
lejos a Esaú y a sus 400 hombres. Salió antes que su familia para
encontrarse con Esaú y, al llegar, se postró humildemente en
tierra siete veces antes de abordar a su hermano mayor. La Bi-
blia cuenta que “…más Esaú, corriendo a su encuentro, lo abrazó,
se echó a su cuello, lo besó y los dos lloraron”.
102
Después de ese emocionante reencuentro, en el que Jacob le
regaló a su hermano mayor muchos presentes que había obteni-
do gracias al favor divino, Esaú volvió a su casa en Seir, mientras
que Jacob prosiguió con su viaje en la dirección opuesta, donde
se estableció y crio a sus 12 hijos: Rubén, Simeón, Leví, Judá,
Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José y Benjamín. Más
tarde, Dios salvaría a su pueblo por medio de José, quien sería
vendido por sus hermanos a un mercader y terminaría como es-
clavo en Egipto, convirtiéndose por la gracia divina en el hom-
bre de confianza del mismo faraón, pero esa, es otra historia.

El personaje bíblico “Jacob” no es solo para los masones un


símbolo asociado a la escalera, es sobre todo un ejemplo de
superación. Pasa de ser un “suplantador” mentiroso, a ser un
hombre que se arrepiente de sus limitaciones de humano, que
reconoce y se arrepiente de sus defectos y, se rinde libremente
al amor divino y experimenta por primera vez la libertad y la
plenitud. “Eso es lo que ocurre con el iniciado cuando con di-
ligencia aplica el método masónico a su vida”.

Fuentes:

-The Bible: Standard King James Version, 2014. [Online] Dis-


ponible en: http://www.kingjamesbibleonline.org/
-Charlap, J., 1997. The Meaning of Jacob’s Dream. [Online] Di-
sponible en: http://www.biu.ac.il/JH/Parasha/eng/vayetze/har-
lap.html
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www.chabad.org/library/article_cdo/aid/361883/jewish/
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-Zavada, J., 2016. Jacob’s Ladder – Story Summary. [Online] Dis-
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