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Iconos, Revista de Ciencias Sociales No.

20
Flacso-Ecuador
Septiembre 2004
p.118-125

Econometría,
teoría y política
económica:
el Nóbel de Economía 2003
Salvador Marconi R.1 das”, poniendo en serios aprietos a la acade-
mia y en incómoda posición a los econome-
tristas, quienes salieron al paso relativizando
Una introducción necesaria la capacidad de su disciplina para alcanzar ese
ambicioso objetivo. Por el contrario, también
No es intención del presente ensayo reiterar es verdad que muchas veces los economistas
las motivaciones de la Real Academia Sueca al encuentran serias dificultades en rechazar una
haber concedido -en octubre de 2003- el pre- teoría; al menos, las críticas que se formulan
mio Nóbel de Economía a dos ilustres econo- hacia ciertas hipótesis teóricas no se basan ex-
metristas: Robert F. Engle y Clive Granger. clusivamente en la evidencia econométrica.
Para el recuerdo, ese galardón fue otorgado Podría afirmarse que la econometría tiene
“...por haber desarrollado métodos de análisis mayor popularidad entre los economistas pa-
de series temporales con tendencias comunes ra confirmar (mas no para desvirtuar) ciertos
(cointegración)”. supuestos de la teoría económica.
Si bien se analizarán varios aspectos de sus Un axioma ampliamente aceptado es aquel
aportes académicos, el propósito de estas lí- según el cual la teoría económica no es objeto
neas es el de recordar algunos elementos del de verificación directa a partir de datos obser-
debate -afortunadamente todavía presente- vados, pues entre la primera y los segundos se
sobre la relación entre teoría y política econó- interponen esquemas o “modelos descripti-
mica y el avance que han registrado los méto- vos” cristalizados por lo general en series esta-
dos matemáticos y econométricos durante las dísticas de base (comercio exterior, volúmenes
últimas décadas, desarrollo al que han contri- de producción industrial, etc.) o de síntesis
buido de manera decisiva las investigaciones (cuentas nacionales; balanza de pagos, etc.).
de ambos galardonados. Si esa es la situación, lo que se puede
Cuando fue concedida análoga distinción comprobar empíricamente es la validez o
a Trygve Haavelmo (1989), algunos periódi- pertinencia de los modelos descriptivos mas
cos y revistas reportaban la noticia que el pre- no la de una teoría económica, por lo que el
mio Nóbel había sido otorgado a ese econo- problema puede formularse de manera dis-
mista noruego “....por haber demostrado có- tinta: ¿es posible interpretar los test que resul-
mo las teorías económicas podrían ser proba- tan de esos esquemas descriptivos como
pruebas indirectas para validar o rechazar
Marconi R., Salvador, 2004, “Econometría, teoría y una hipótesis teórica? La mayor dificultad
política económica: el nóbel de economía 2003”, en
para “transferir” los test sobre los parámetros
ICONOS No.20, Flacso-Ecuador, Quito, pp.118-125.
de los modelos empíricos a los correspon-
1 Doctor en Ciencia Políticas (Universitá degli Studi dientes parámetros de los modelos teóricos
Sociali, Roma) y Economista (PUCE-Quito. Profesor radica en el hecho de que no siempre es evi-
universitario. dente el vínculo entre ambos grupos de pará-
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metros; además, los supuestos ceteris paribus
son distintos en esos modelos. Ejemplo de
esas situaciones son los mecanismos ad hoc
utilizados para medir las expectativas, los su-
puestos simplificadores que permiten “agre-
gar” el comportamiento de un grupo de in-
dividuos, la reducción lineal de las relaciones
funcionales, etc.
Estas dificultades, difícilmente supera-
bles, hacen que la utilización de los modelos
descriptivos se oriente hacia la búsqueda de
una representación empírica satisfactoria de
la teoría, sin pretensiones sobre la posibilidad
de rechazar sus proposiciones. Este es el caso
de los modelos macroeconométricos de gran-
des dimensiones utilizados principalmente
para realizar previsiones o simular políticas
económicas.
Como se recordará, en el caso de Haavel-
mo el premio Nóbel le fue concedido por la
“elaboración de los fundamentos probabilís-
ticos de la metodología econométrica y por
el análisis de estructuras económicas simultá-
neas”. Precisamente, la naturaleza estocástica
de los modelos y las implicaciones de la si-
multaneidad de las relaciones económicas
son los temas que con mayor intensidad ha

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abordado la investigación econométrica y el
campo en el que han contribuido los dos
economistas galardonados por la Academia Robert Engle al recibir el nóbel de economía
Sueca en 2003.
Antes de abordar los temas relacionados a Hipótesis teóricas y
la vinculación entre modelos teóricos y mo- modelos empíricos
delos empíricos, cabe recordar que los funda-
dores de la Sociedad Econométrica Interna- El objetivo de los siguientes acápites es abor-
cional fueron grandes economistas de la épo- dar los problemas que presenta la utilización
ca: I. Fisher, J. Schumpeter, J.M. Keynes, en- de los modelos empíricos para rechazar (o
tre otros. En su formación jugaron un papel menos) una hipótesis teórica. En esa perspec-
importante las matemáticas y la estadística, tiva, cabrían dos precisiones: a) el procedi-
al igual que en la de los miembros de la Cow- miento de comprobación de una hipótesis
les Commission de los años cuarenta y cin- teórica difícilmente puede reconducirse a la
cuenta del siglo XX; tal es el caso de T.C. verificación mecánica de una hipótesis esta-
Koompmans, J. Marschak y R. L. Klein. En dística (el valor de los parámetros de la ecua-
estos últimos treinta años se ha profundizado ción de un modelo); b) el modelo especifica-
la preparación matemática con respecto a do debe tener una determinada relación con
aquella estadística, despertándose mayor in- los datos y satisfacer una serie de requisitos
terés por la modelística teórica respecto a estadísticos antes de ser utilizados en el proce-
aquella aplicada. so de verificación teórica.

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temas
Entre los principales aportes de Granger y del método de máxima verosimilitud. Si bien
Engle destaca su esfuerzo por recomponer esos problemas fueron conocidos, el análisis
esos dos componentes fundamentales del ins- de sus consecuencias fue abordado en profun-
trumental econométrico. En el caso de los didad a partir de los años ochenta por parte
modelos empíricos, junto a los parámetros re- de tres corrientes metodológicas de la moder-
levantes para la verificación de las hipótesis na econometría, cuyas diferencias de enfoque
teóricas, existen parámetros “libres” (o de dis- reflejan las distintas posiciones frente a los
turbo) que pueden tres aspectos mencionados (Gambetta, G. –
diferir en función Orsi, R., 1991).
La teoría económica no es de los objetivos del La primera corriente es liderada por Sims,
objeto de verificación directa a modelo. Su presen- quien señala que la ausencia de una solución
partir de datos observados. cia refleja la exis- satisfactoria al primer problema es la causa por
tencia de una plu- la que la mayoría de modelos estructurales son
Lo que se puede comprobar ralidad de modelos inadecuados: muy pocas variables podrían ser
empíricamente es la validez o que poseen similar genuinamente clasificadas como exógenas,
pertinencia de los modelos estructura formal por lo que los modelos estructurales basados
descriptivos mas no la de una con propiedades es-
tadísticas diferen-
en sistemas de ecuaciones simultáneas resultan
aparentemente identificados. La alternativa pa-
teoría económica. ¿Es posible tes. ra este enfoque consistiría en la construcción
interpretar los test que resultan Varias “corrien- de modelos en los que todas las variables par-
de esos modelos como pruebas tes econométricas” ticipan de manera simétrica y en los que todas
cuestionan precisa- son tratadas como endógenas. Los modelos
para validar o rechazar una mente la idoneidad propuestos por Sims (conocidos como Vecto-
hipótesis teórica? de los modelos de- res Auto Regresivos, VAR) son sustancialmen-
nominados estruc- te formas reducidas en las cuales cada variable
turales, construidos endógena depende de sus propios valores reza-
sobre sistemas de gados (lags) y de todas las demás variables en-
ecuaciones simultá- dógenas. El surgimiento de los modelos VAR
neas. Como se co- implicó -como puede intuirse- un serio cues-
noce, esos modelos tionamiento a la práctica econométrica gene-
-cuyas primeras ralmente utilizada en la construcción de los
elaboraciones remontan a los trabajos de la modelos estructurales que consistía en especi-
Cowles Commission- se caracterizan, entre ficar y estimar -uno a la vez- los parámetros de
otros, por la presencia de los siguientes ele- las ecuaciones de comportamiento.
mentos: a) están constituidos por sistemas de Utilizando los modelos VAR, la compro-
ecuaciones simultáneas; b) la estimación de bación de las hipótesis teóricas sería posible,
los parámetros se basa en el método de máxi- en general, únicamente si se prueba previa-
ma verosimilitud; c) la identificación y distin- mente la existencia de una “causalidad a la
ción entre variables endógenas y exógenas del Granger” y su dirección; es decir, si se com-
modelo se establece a priori así como las rela- prueba la existencia de una relación de causa-
ciones de causalidad. efecto entre las variables, identificada como
El propio Koopmans advertía las dificulta- una precedencia temporal de una variable so-
des que enfrenta ese tipo de modelos y que bre la otra. Esa relación es definida como un
tienen relación con: a) la distinción artificial - nexo entre una variable al tiempo t y otra va-
y, en cualquier caso, establecida a priori- en- riable al tiempo t+1, de modo que la previ-
tre variables endógenas y exógenas; b) el tra- sión de la segunda es más robusta si se tiene
tamiento del modelo en presencia de rupturas en cuenta la primera.
estructurales; y, c) la validez -sólo asintótica-

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La mayoría de las series temporales ma- Un tercer grupo de investigadores lidera-
croeconómicas siguen una tendencia estocás- dos por Hendry (entre los cuales puede citar-
tica de forma que una distorsión temporal tie- se también a Engle) tienen una actitud más
ne un efecto duradero. Estas series temporales bien constructiva frente a los tres problemas
son denominadas no estacionarias y difieren señalados: se trataría de superar el enfoque
de las estacionarias pues estas últimas no cre- tradicional de la Cowles Commission introdu-
cen en el tiempo y más bien fluctúan alrede- ciendo nuevos elementos generados en la mo-
dor de un valor dado. Granger demostró que derna econometría aplicada e integrar los re-
los métodos estadísticos utilizados para las se- sultados originales con las nuevas contribu-
ries estacionarias podían conducir a resultados ciones teóricas que tienen en cuenta los plan-
erróneos cuando se aplican a series no estacio- teamientos de las dos corrientes metodológi-
narias. Su aporte consiste en haber puesto en cas recién citadas.
evidencia que combinaciones específicas de Desde el punto de vista práctico, se reco-
series temporales no estacionarias podían ex- noce que la especificación de una ecuación
hibir estacionariedad, permitiendo por tanto (sobre todo en el caso de los modelos macroe-
la correcta inferencia estadística. Granger lla- conómicos) no es simultánea a las demás
mó a este fenómeno cointegración. A partir de ecuaciones del modelo, aun si entre las varia-
ese concepto, desarrolló métodos econométri- bles explicativas se encuentran variables en-
cos ahora imprescindibles en el análisis de los dógenas. En el enfoque de Sims, basado en la
sistemas en que la dinámica a corto plazo es estimación de formas reducidas, la presenta-
afectada por grandes distorsiones aleatorias y ción de los resultados debe estar acompañada
la dinámica a largo plazo está restringida por por gráficos o cuadros que ilustren la respues-
relaciones económicas de equilibrio. ta de cada variable endógena frente a las con-
La segunda corriente (Leamer) acepta en diciones iniciales de las demás y a las eventua-
principio el enfoque estructural en el diseño les “innovaciones” o shocks. Esos resultados
de los modelos y la especificación y estima- permiten evaluar la existencia de una relación
ción de los parámetros de las ecuaciones una causal (“a la Granger”) que se deduce del va-
por una, mientras rechaza la utilización de lor de los parámetros, su dimensión cuantita-
métodos de estimación basados en la máxima tiva y su timing.
verosimilitud. La validez de los test obtenidos En particular, cuando se adoptan pruebas
mediante ese método estaría subordinada a estadísticas con la t y la F, es necesario asegu-
un conjunto de resultados extremadamente rarse que no existan relaciones “contamina-
sensibles a los errores de especificación y, por das”, es decir, que las variables asociadas a los
consiguiente, serían poco confiables. Recha- parámetros que interesan sean estacionarias, o
zar una hipótesis estadística en base al valor en el caso de variables no estacionarias, que
estimado de los parámetros supone, de acuer- entre esas variables exista una relación que las
do a Leamer, disponer de una medida de la conduzca a ser conjuntamente estacionarias
variabilidad de los parámetros generada en los (cointegración).
eventuales errores de especificación del mo- En el enfoque de Leamer es necesario esta-
delo. El conocimiento de esa variabilidad per- blecer una medida de lo que se denomina
mite verificar si el rechazo de una hipótesis se “fragilidad” de las estimaciones obtenidas con
debe a la variabilidad de los datos o a la pre- el propósito de depurar la variabilidad de las
sencia de errores de especificación. estimaciones la parte originada en eventuales
Los planteamientos de esta corriente son errores de especificación. Finalmente,
atractivos aunque poco practicables; en efec- Hendry sugiere evaluar la evidencia empírica
to, el análisis se torna complejo al aumentar mediante el cálculo de numerosos test que po-
el número de parámetros y modificar las espe- sibilitarían establecer y aislar los errores de es-
cificaciones del modelo. pecificación.

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INTERNET

nes entre econometría y política económica,


su espectro es extremadamente amplio, por lo
que en estas líneas se hará referencia exclusi-
vamente a los aspectos estabilizadores de la
política económica orientados a reducir la
amplitud de las fluctuaciones cíclicas, reducir
las presiones inflacionarias y garantizar el ple-
no empleo. Es hacia ese tipo de medidas esta-
bilizadoras, por lo general, que suelen dirigir-
se las críticas más vehementes por parte de
quienes pregonan las bondades del mercado y
que tienen relación con su oportunidad y efi-
ciencia, por un lado, y con la utilización de
instrumentos cuantitativos capaces de orien-
tar la acción de quienes deben adoptar esas
decisiones.
Bajo el supuesto de que el país posea sobe-
ranía y autonomía en la gestión de la política
económica -supuesto claramente cuestionable
en el caso ecuatoriano- los argumentos que se
presentan en esta nota pretenden justificar la
existencia y la utilidad de los modelos (ma-
cro) económicos, aún en contextos caracteri-
zados por la destrucción del instrumental dis-
ponible. La adopción del esquema de dolari-
zación significó la eliminación de todos los
mecanismos de gestión cambiaria y moneta-
ria, con la excepción del encaje bancario cuyo
porcentaje es actualmente de apenas 4%.
Clive Granger al recibir el nóbel de economía En cuanto a los “grandes objetivos” de la
política económica, se sigue persiguiendo -
En síntesis, y bajo determinadas condicio- con distintos matices e intensidades- el creci-
nes, parecería factible someter a verificación miento, la eficiente asignación de recursos
econométrica algunas hipótesis teóricas, aun- (en particular, el empleo de la fuerza de traba-
que evitando el mecanicismo consistente en la jo) y la estabilidad económica. Obviamente,
pretensión de medir una hipótesis teórica con tanto entre los economistas como entre cier-
los parámetros de una ecuación estadística. tos responsables de la política económica,
existe cada vez mayor conciencia sobre el sig-
nificado, las interacciones y las limitaciones
Política económica y econometría de esas metas así como la convicción de que
esos objetivos no constituyen necesariamente
En la conducción de la política económica (el argumentos de una “gran función de utilidad
“gobierno de la economía”), el elemento social objeto de optimización” por parte de
cuantitativo debería estar siempre presente, policy makers desinteresados y preocupados
tanto en la fase descriptiva en la que se eva- por las necesidades de la colectividad. Aún si
lúan las condiciones de partida como en la esa visión ingenua de la acción de la política
etapa de cuantificación de los efectos de cier- económica -presente sobre todo en los libros
tas medidas. En lo que se refiere a las relacio- de texto- ha sido sustituida por interpretacio-

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nes “micro” -basadas principalmente en la visionales y de simulación de política econó-
teoría de juegos- la persecución de esos obje- mica siguen siendo útiles, pues agregan y or-
tivos debe inexorablemente “hacer las cuen- ganizan gran cantidad de información y cons-
tas” con variables “macro”. tituyen instrumentos flexibles (cuando no
En lo que se refiere a los instrumentos, és- son utilizados mecánicamente) para realizar
tos no son “datos” pues dependen de la orga- evaluaciones cuantitativas. No se debería y no
nización institucional en cada país; lógica- se podría esperar que esos modelos ofrezcan -
mente, si esta institucionalidad varía frecuen- por las razones señaladas- toda la evidencia
temente -como en el caso ecuatoriano- los empírica de las hipótesis teóricas que están en
instrumentos utilizados deberían adecuarse la base del modelo; lo que no se puede negar,
rápidamente para lograr esos grandes objeti- en cambio, es su valor organizativo y de sín-
vos de la política económica. En particular, tesis de los postulados teóricos y de las obser-
contextos de liberalización o apertura comer- vaciones estadísticas que pueden orientar la
cial y financiera, así como el propio esquema adopción de medidas de política económica.
de dolarización, imponen la necesidad de Cabe insistir en ese aspecto: un modelo es
crear un nuevo instrumental de política eco- sólo una aproximación (quizá “heroica”) a
nómica. Independientemente del debate so- una realidad compleja. Su validez radica pre-
bre la utilidad, la eficacia y las modalidades cisamente en presentarse como una suerte de
que puedan asumir las políticas macroeconó- “maqueta” que posibilita dimensionar cuan-
micas, éstas nunca han dejado de existir. La titativamente las acciones y los efectos de la
insurgencia de dificultades para enfrentar los política económica. Y aunque siguen siendo
shocks de oferta más bien ha generado en los herramientas ad hoc (es decir, construidas pa-
responsables de la política económica una ra propósitos particulares), en su defensa es
mayor preocupación para reaccionar a las se- posible afirmar que, en última instancia, to-
ñales provenientes del sistema económico. da hipótesis teórica así como los esquemas
Esa información -ciertamente limitada, frag- analíticos utilizados para describir, interpre-
mentaria e imperfecta- debe ser obviamente tar y orientar el comportamiento micro y
filtrada e interpretada. De ahí la creciente ne- macroeconómico son construcciones ad hoc.
cesidad de análisis cuantitativos sobre el esta- Sin embargo, ad hoc no quiere decir “arbi-
do de la economía, sobre sus tendencias, so- trario”. En el caso de los grandes modelos ela-
bre su reacción a estímulos externos, sobre las borados a partir de los aportes de Klein y Tin-
restricciones e interrelaciones, etc. bergen, generalmente basados en el esquema
En muchos países, ese requerimiento ha analítico de derivación keynesiana y construi-
sido satisfecho con el instrumental ofrecido dos a partir de ciertas simplificaciones esen-
por los modelos econométricos, cuya adapta- ciales que permiten comprender algunos pro-
ción y utilización debió tener en cuenta los cesos macroeconómicos (crecimiento, infla-
cambios ocurridos en los sistemas económi- ción, desocupación, ciclo, etc.), el conjunto
cos, el desarrollo de la teoría económica y las de supuestos ad hoc permite concentrar la
innovaciones en los métodos econométricos. atención sobre los grandes objetivos y los ins-
En este último caso, esos modelos han ido in- trumentos clave para lograrlos.
corporando técnicas de especificación diná- Muchos modelos econométricos han sido
mica, procedimientos de diagnóstico y com- objeto de críticas por la arbitrariedad de las
probación estadística tales como los “filtros” especificaciones o su incoherencia interna.
empleados para el análisis de las series tempo- No obstante, esas críticas pueden extenderse a
rales, etc. todos los instrumentos de análisis cuantitati-
En otros términos, y a pesar de sus limita- vo. Lo que quizá es más relevante es la posibi-
ciones, los grandes modelos econométricos (o lidad de reencontrar las hipótesis teóricas en
estructurales) construidos con propósitos pre- las que se fundamenta.

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temas
Al respecto, existen dos estrategias de in- “las buenas previsiones tienen dos requisitos
vestigación: la primera, asociada a la deno- generalmente difíciles de satisfacer. En pri-
mer lugar, demandan o una comprensión
minada “nueva economía clásica” de Lucas
teórica del fenómeno objeto de previsión co-
y Sargent, quienes afirman que en los mo- mo fundamento del propio modelo de previ-
delos estructurales muchos “parámetros” no sión o alternativamente fenómenos que sean
son explicados sino simplemente objeto de suficientemente regulares como para poder-
una estimación econométrica. Sugieren la los extrapolar. Puesto que la segunda condi-
necesidad de re- ción es raramente satisfecha por los datos que
representan el comportamiento humano, las
Surge la inquietud de conocer gresar a los “prin- previsiones serán buenas -en términos gene-
cipios básicos” re- rales- sólo cuando sean buenas las teorías
si los fracasos de la gestión presentados por la
económicas. El segundo requisito para la
macroeconómica en Ecuador existencia de agen- previsión consiste en disponer de datos con-
se deben a errores de especifi- tes racionales que fiables sobre la situación inicial, punto de
partida para efectuar la extrapolación”.
cación de los modelos optimizan sus de-
cisiones en un
econométricos estructurales, mercado perma- Esa condición de regularidad se encuentra a la
a la dificultad para modelar la nentemente en base de la estrategia de investigación propues-
ta por Sims quien -como se anotó- rechaza la
racionalidad de los agentes equilibrio. El ele- utilización de los modelos estructurales y se
mento estocástico
económicos o a la "destreza" constituye un ele- pronuncia a favor de modelos reducidos en
de ciertos policy maker mento natural, los que no exista una distinción a priori entre
variables endógenas y exógenas, de manera
para utilizar una sencilla aunque distribui-
que cada una de ellas pueda expresarse en fun-
hoja de cálculo. do de manera
“normal” y cono- ción de una combinación lineal de los valores
cido a priori por rezagados y de sus “innovaciones” (modelos
todos individuos. VAR). Ese tipo de estrategia de investigación
Los parámetros, propuesta por Sims -y en general, de los in-
objeto de la esti- tentos de measurement without theory- traduce
mación economé- una profunda desconfianza en la capacidad de
trica, representan la teoría económica para identificar los pará-
las preferencias individuales y las condicio- metros de los modelos estructurales.
nes tecnológicas de la producción de bienes Esa propuesta, basada sobre la hipótesis se-
y servicios. gún la cual las variables pueden ser descritas por
Como se podrá notar, se trata de un enfo- un sistema de procesos estocásticos estaciona-
que con un considerable a priori ideológico rios, no permite conocer las condiciones inicia-
(mercados en permanente equilibrio, asigna- les o de partida de un sistema económico. Los
ción óptima de los recursos, información per- vectores autoregresivos, si bien posibilitan ge-
fecta, etc.) cuya mayor simplificación consis- nerar previsiones de corto plazo en ausencia de
te en la presencia de un agente representativo, rupturas estructurales, no podrían ser utilizados
lo que implica a su vez la existencia de funcio- como guías de acción de la política económica
nes de utilidad idénticas para todos los consu- precisamente por no ofrecer “una comprensión
midores y técnicas de producción idénticas teórica del fenómeno objeto de previsión”.
para todas las empresas.
Al respecto, otro economista galardonado
con el Premio Nóbel en 1978, el estadouni- Otra introducción
dense Herbert Simon, señalaba que
El debate académico “modelos estructurales
versus modelos reducidos” no está concluido.

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No obstante, a pesar de las críticas y de los gris” donde interviene tanto en la política co-
nuevos paradigmas de investigación, el papel mo en los modelos el factor humano.
de los modelos macroeconométricos estruc- Como se observa, el modelo (cualquiera
turales sigue siendo preponderante entre los que sea su orientación teórica) no es una al-
instrumentos cuantitativos para orientar las ternativa ni un obstáculo para la adopción de
medidas de política económica tal vez porque medidas de política económica; es sólo un
poseen elementos cruciales que no pueden instrumento, a veces complejo pero siempre
prescindirse en el “gobierno de la economía” objetivo, en las manos de un economista ca-
como es el caso de: paz (Okun, 1975). Surge entonces la inquie-
tud de conocer si los fracasos de la gestión
a) los parámetros “libres” que reflejan las res- macroeconómica en Ecuador se deben a los
tricciones, los procesos de ajuste, las im- errores de especificación de los modelos eco-
perfecciones, la información imperfecta, nométricos estructurales, a la dificultad para
etc., existentes en la realidad económica modelar la racionalidad de los agentes econó-
de un país; micos ecuatorianos mediante vectores autore-
b) las instituciones, los estabilizadores auto- gresivos o, finalmente, a la “destreza” de cier-
máticos, los regímenes históricos de las tos policy maker para utilizar una sencilla ho-
políticas, los canales a través de los cuales ja de cálculo.
fluyen los impulsos de política económica;
c) las no linealidades derivadas tanto de las
condiciones de identificación del modelo Bibliografía
como de la organización institucional, de
la presencia de ecuaciones contables y re- Artus, P., Deleau, M., Malgrange, P., 1986,
laciones técnicas, etc. que constituyen in- Modelisation macroeconomique, Economi-
formación esencial para la toma de deci- ca, París.
siones en materia económica; y, Gambetta G., Orsi, R. 1991, “Formulazione
d) los cambios estructurales y shocks que se empírica di ipotesi teoriche e loro valuta-
registran en las economías. zione econometrita”, en Faliva, Mario, Il
ruolo dell’econometria nell’ambito delle
Por su parte, la econometría de las expectati- scienze economiche, Il Mulino, Bologna,
vas racionales y las autoregresiones vectoriales pp.9-38.
evidenciarían su limitación principal al no León, P., Falconi, J., Marconi, S., 1989, Eco-
permitir que se intervenga sobre “el modelo” nomía y premios nobel, Edipuce, Quito.
con el juicio, el conocimiento y la experiencia Medio, Alfredo, 1993, Analisi dinamica in
de los economistas. No se trata tampoco de economia: modelli non-lineri e lineari sto-
dar rienda suelta a la imaginación: los mode- castici, Bologna.
los estructurales, entre otras virtudes, permi- Okun, A. M., 1975, “Uses of Models for Po-
ten bosquejar esa necesaria línea limítrofe - licy Formulation”, en The Brookings Mo-
frecuentemente violentada- entre reglas y dis- del: Perspective and Recent Developments,
crecionalidad. Y es precisamente en esa “zona North Holland, New York.

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