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Núm.

7
Revista de Historia de la FIM Núm. 7, 1er semestre de 2019

Los combates por la Historia

Los combates por la Historia de Josep Fontana


de Josep Fontana

www.fim.org.es

ISSN: 2529-9808
Nuestra Historia
Revista de Historia de la FIM

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Nuestra Historia: Revista de Historia de la FIM

ISSN: 2529-9808 • Edita: Fundación de Investigaciones Marxistas • Equipo coordinador: Ma-


nuel Bueno Lluch, Francisco Erice Sebares, José Gómez Alén y Julián Sanz Hoya • Consejo de
Redacción: Irene Abad Buil, Eduardo Abad García, Juan Andrade Blanco, Manuel Bueno Lluch,
Claudia Cabrero Blanco, Álvaro Castaños Montesinos, Francisco Erice Sebares, Cristian Ferrer
González, Juan Carlos García-Funes, Luz García Heras, José Luis Gasch Tomás, David Ginard i
Féron, José Gómez Alén, Fernando Hernández Sánchez, Gustavo Hernández Sánchez, José Hi-
nojosa Durán, Mirta Núñez Díaz-Balart, José Emilio Pérez Martínez, Victoria Ramos Bello, Ju-
lián Sanz Hoya, Víctor Santidrián Arias, Javier Tébar Hurtado, Juan Trías Vejarano, Julián Vadillo
Muñoz, Santiago Vega Sombría • Diseño de portada: Francisco Gálvez • Diseño del interior y
maquetación: Manuel Bueno Lluch • Imagen de portada: Josep Fontana interviniendo en el V
Congreso de CCOO de Cataluña, diciembre de 1981 (Fuente: Arxiu Històric de CCOO Catalun-
ya)• Envío de colaboraciones: nuestrahistoriafim@gmail.com • Administración: c/ Olimpo
35, 28043, Madrid. Tfno: 913004969. Correo-e: administracion@fim.org.es • DL: M-3046-2017.
Nuestra Historia
Revista de Historia de la FIM

Número

Primer semestre de 2019


ÍNDICE
EDITORIAL
Número 7
Consejo de Redacción de Nuestra Historia 7

DOSSIER: LOS COMBATES POR LA HISTORIA DE JOSEP FONTANA


Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia
José Gómez Alén 11

Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia


de la historiografía
Carlos Forcadell Álvarez 23

Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep


Fontana, historiador marxista y maestro de historiadores
Rosa Congost 35

El maestro en su biblioteca
Gonzalo Pontón 47

Josep Fontana como analista del presente:


«El futuro es un país extraño»
Carlos Martínez Shaw 53

Josep Fontana. La Historia ante el espejo


Juan Andrade 69

ENTREVISTA
Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad
Rosa María Cid López 89

NUESTROS DOCUMENTOS
Presentación
Alberto Carrillo Linares 111

Responsabilidad y tareas de los estudiantes comunistas


Federico Sánchez [Jorge Semprún] 114

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808


Índice

LECTURAS
Sobre la història i els seus usos públics, de Josep Fontana
Enric Chulio Pérez 117

Atlantic Africa and the Spanish Caribbean, 1570-1640,


de David Wheat
Alejandro García Montón 121

Tejer identidades. Socialización, cultura y política en


época contemporánea, de Marta García Carrión y
Sergio Valero (eds.)
Álvaro Álvarez 125

Lo nacional y lo internacional: De la mano en la


definición de la relación entre género y comunismo
Irene Abad Buil 129

Crónicas Obreras de Ramiro Reig, de Pere J. Beneyto (ed.)


Alberto Gómez Roda 133

La frontera salvaje. Un frente sombrío del combate contra


Franco, de Fernando Hernández Sánchez
Julián Vadillo Muñoz 138

Melancolía de izquierda, de Enzo Traverso


Fernando Mendiola 141

ENCUENTROS
«100 años del asesinato de Rosa Luxemburgo»
Virginia Gutiérrez Barbarusa 144

«100 años del Trienio Bolchevique en Córdoba:


El legado del siglo XX hoy»
José Manuel Gómez Jurado 149

MEMORIA
Hacia la memoria democrática valenciana: cuatro
años de políticas públicas de memoria
Jorge Ramos Tolosa 153

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808


Índice

Una deuda con nuestro pasado. El Memorial Democrático


de la Cárcel de Segovia
Fernando Jiménez Herrera 160

14 años rescatando historia y memoria de las víctimas


de la dictadura franquista en Madrid
Tomás Montero 163

Cuando un pueblo olvida un nombre: La invisibilidad


de Encarnación Fuyola en la memoria colectiva local
de Huesca
Irene Abad Buil 171

AUTORES (DOSSIER) 178

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EDITORIAL

Número 7
Consejo de Redacción de Nuestra Historia

El compromiso del historiador con la


realidad social, con las condiciones de
las clases subalternas, con la transfor-
mación de las estructuras sociales y de
la cultura, fue como se sabe una de las
constantes en el quehacer intelectual y
profesional de Josep Fontana. Su mirada
se encuadraba en un marxismo abierto,
atento a las herramientas que permitie-
ran desvelar los mecanismos de funcio-
namiento de las sociedades, entre ellos
los mecanismos a través de los cuales se
construyó y perpetuó el capitalismo. Al-
gunos de sus últimos trabajos, por ello,
se centraron en el avance de las posi-
ciones neoliberales, que impulsaron el
recorte de derechos laborales de la cla-
se trabajadora, el empeoramiento de las
condiciones de vida de la mayor parte de
la humanidad, y el obsceno acrecenta-
miento de las enormes diferencias entre
los ingresos de una minoría de capitalis-
tas y las clases populares. Muchas de las ve. Un presente que asiste al continuado
personas que nos reconocemos en esa auge de la extrema derecha, en formas na-
forma de entender el compromiso con la cionalpopulistas o neofascistas, asociadas
historia vemos con alarma el panorama a un nacionalismo xenófobo y excluyente,
presente, tanto español, como europeo que plantean una seria amenaza a la ya de-
e internacional. Un panorama donde las valuada democracia liberal. En el caso es-
llamadas a reformar o refundar el siste- pañol, contemplamos el debilitamiento de
ma económico han dado paso a una re- la movilización social y el retroceso de las
novada aceptación, sin apenas retoques, propuestas defensoras de avanzar en polí-
del capitalismo depredador neoliberal ticas democráticas y sociales -con la excep-
que nos abocó a la crisis de 2007-2008 y ción del pujante movimiento feminista. Ve-
que, según se anuncia, podría llevarnos mos asimismo el relanzamiento político de
a una nueva depresión en un plazo bre- las posiciones de un nacionalismo español

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Editorial

radicalizado, fundado en planteamientos tualiza en su presentación Alberto Carrillo.


neofranquistas, que viene demostrando su Nuestro apartado de Lecturas se abre con
enraizamiento en el poder judicial y otras la reseña, a cargo de Enric Chulio, de una
instituciones del Estado, en grupos mediá- recopilación de textos de Fontana, Sobre
ticos y eclesiásticos, así como en los secto- la història i els seus usos pùblics, publicada
res más reaccionarios de la burguesía. a raíz de su doctorado honoris causa por
Por ello resulta imprescindible el com- la Universitat de València. Siguen las lec-
promiso de historiadores e intelectuales turas dedicadas a diferentes aportaciones
como Josep Fontana, que con tanta gene- recientes de gran interés relacionadas con
rosidad colaboró con Nuestra Historia y a una pluralidad de temas y objetos de estu-
quien dedicamos el dossier de este número dio: el tráfico de esclavos africanos hacia el
7. Bajo la coordinación de José Gómez Alén, Caribe (por Alejandro García Montón), las
tratamos con ello de mostrar a nuestros identidades políticas y la socialización en
lectores algunas de las claves más rele- época contemporánea (Álvaro Álvarez), las
vantes del trabajo del historiador catalán, mujeres comunistas iberoamericanas (Ire-
contando con las colaboraciones de Carlos ne Abad), el combate entre los organismos
Forcadell, Rosa Congost, Gonzalo Pontón, represivos de la dictadura y la resistencia
Carlos Martínez Shaw y Juan Andrade. Sin comunista en la frontera hispanofrancesa
duda, la relevancia de la obra y de la in- (Julián Vadillo), o la reflexión sobre la iz-
fluencia historiográfica de Fontana mere- quierda en el reciente ensayo de Enzo Tra-
cerá en el futuro análisis más detenidos y verso (Fernando Mendiola). Nos unimos
sistemáticos, pero pensamos que este dos- asimismo modestamente al recuerdo al
sier puede ofrecer una primera aportación gran historiador valenciano Ramiro Reig,
significativa. que nos abandonó el pasado año y cuya lar-
La reflexión sobre el trabajo y el com- ga trayectoria de luchador antifranquista,
promiso del historiador está también siem- sindicalista e investigador se explicita en
pre presente en nuestra Entrevista, en este la recopilación de textos suyos sobre cues-
caso dedicada a un autor clásico en la His- tiones obreras que reseña Alberto Gómez
toria Antigua como es Domingo Plácido. A Roda. A continuación, Encuentros nos infor-
lo largo de su diálogo con la profesora Rosa ma sobre los recientes congresos dedicados
María Cid encontramos tanto una vívida a Rosa Luxemburgo (Virginia Gutiérrez), el
aproximación a aspectos de historia de la trienio bolchevique (José Manuel Gómez).
historiografía española, sino también una En el mismo momento de cerrar este nú-
interesante reflexión sobre el trabajo del mero hemos conocido el vergonzoso auto
historiador del mundo antiguo, en línea con del Tribunal Supremo que, además de pa-
el propósito de la revista de ampliar nues- ralizar la exhumación del dictador Franco
tra atención a otros problemas y periodos de Cuelgamuros, demuestra una inacepta-
que hasta ahora apenas hemos tratado. ble combinación de ignorancia histórica y
La sección de Nuestros Documentos reco- del enraizamiento y la naturalización del
ge en este número un relevante texto de Fe- relato legitimador de la dictadura en sec-
derico Sánchez (Jorge Semprún), dedicado a tores de la magistratura. Queremos por ello
las tareas que debían llevar a cabo los estu- mostrar nuestro firme rechazo, desde lue-
diantes comunistas y que fue originalmen- go como historiadores, pero también como
te publicado en Mundo Obrero en un año ciudadanas y ciudadanos partícipes de los
tan emblemático como 1956, que contex- valores de la democracia y del antifascis-

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Editorial

mo. Creemos, asimismo, que la emergencia co de la Cárcel de Segovia y Tomás Monte-


de los postulados neofranquistas hace im- ro repasa la recuperación de la memoria de
prescindible la exigencia y el desarrollo de las víctimas en Madrid. Por su parte, Irene
políticas e iniciativas como las que recoge- Abad rescata la memoria de la destacada
mos en nuestra sección de Memoria. En este militante y cuadro comunista oscense En-
número, Jorge Ramos nos ofrece un análi- carnación Fuyola, cuya trayectoria muestra
sis de las políticas de memoria democrática ejemplarmente un tiempo y una cultura de
impulsadas en el País Valenciano, Fernando compromiso con la lucha por el progreso de
Jiménez se ocupa del Memorial Democráti- la humanidad y contra el fascismo.

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Editorial

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DOSSIER

Presentación: Josep Fontana


en Nuestra Historia
José Gómez Alén
Sección de Historia de la FIM
El fallecimiento de Josep Fontana des-
encadenó un aluvión de obituarios y ar-
tículos en numerosos medios de comuni-
cación escritos y digitales. Historiadores y
amigos, discípulos o colegas, con mayor o
menor nivel de proximidad al profesor ca-
talán, se refirieron a su obra desde una mi-
rada historiográfica o personal. La canti-
dad de textos publicados, algo totalmente
inusual en el ámbito intelectual español,
refleja el impacto profesional e historio-
gráfico de Fontana.
Desde aquel 28 de agosto, textos de ex-
tensión y calado diverso, condicionados
por el espacio disponible y la inmediatez,
destacaron facetas generales de su traba-
jo como historiador, editor y maestro de
historiadores, su compromiso social y su
fidelidad al marxismo. Unos como Juan
Andrade (Sinpermiso, 8/09/2018) centra-
ban su atención analítica en algunas obras Josep Fontana interviniendo en el V Congreso
concretas, o como Marc Baldó (CTXT, de Comissions Obreres de Catalunya,
5/09/2018) trazaban un recorrido general diciembre de 1991 (Fuente: Arxiu Històric de
por los libros más significativos de Fonta- CCOO Catalunya).
na, desde el siglo XIX al XX pasando por la
historia de Cataluña o por las reflexiones cencias que despertaba en algunos secto-
sobre la historia y el oficio del historiador. res académicos.
Algo en lo que también insistía José Babia- Otros historiadores, que coincidieron
no (Sinpermiso, 30/08/2018) para incidir con Fontana en diferentes etapas de su
en el marxismo de Fontana y en las reti- vida, lo reconocían como maestro. Ese es

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

el caso de Carlos Martínez Shaw (El Es- bre 2018), además de referirse a otros ava-
pañol 28/08/2018) que mostraba su agra- tares historiográficos, al tiempo que des-
decimiento por su magisterio en los años tacaba el compromiso social de Fontana y
sesenta cuando compartían militancia po- la atención que prestaba a la Historia en la
lítica, además de recordarnos la labor edi- Enseñanza Media.
torial y el compromiso del profesor de la En otros textos se entremezclaba el re-
Pompeu Fabra, que siempre había enten- cuerdo de la relación personal con la valo-
dido el conocimiento histórico como una ración de diferentes aspectos historiográ-
herramienta para transformar el mundo ficos y sus autores optaban por destacar
y convertirlo en un «hogar habitable para algunos rasgos de su personalidad además
todos los hombres y las mujeres». Algo de su labor editorial o historiográfica. Es
similar hizo Javier Paniagua (El Mundo, el caso de Miguel Ángel Jiménez (Rebelión,
2/09/2018) que partía de reconocer la deu- 4/09/2018) que nos acercaba a la vida co-
da personal hacia el director de su tesis y tidiana de Fontana centrada en el traba-
por la orientación de sus investigaciones, jo diario, su casa, su barrio o las comidas
para destacar también los recursos didác- con los amigos. El autor aprovecha esta
ticos que Fontana utilizaba en sus clases, o referencia para recordar que, entre esos
Xavier Domènech (El diario.es, 28/08/2018) amigos, estuvo en otro tiempo Manuel
que lo consideraba un referente personal Vázquez Montalbán. Esa cercanía al histo-
y un maestro historiográfico mientras re- riador también estaba presente en el tex-
cordaba el impacto que le había causado el to de Andreu Mayayo (Catalunya plural,
libro Historia. Análisis del pasado y proyec- 30/08/2018) al rememorar su última con-
to social y mostraba su agradecimiento por ferencia sobre la revolución rusa, cuando
las clases de doctorado recibidas. ya apenas le quedaban fuerzas para cami-
En el plano de la amistad mantenida nar. Mayayo nos recordaba su militancia
desde los años sesenta, el editor Gonza- comunista y se refería también a los in-
lo Pontón dedicaba un artículo (El País, tentos de manipulación política de algu-
29/09/2018) a clarificar la polémica surgi- nos dirigentes actuales del nacionalismo
da unos años atrás por la intervención de catalán.
Fontana en el congreso «Catalunya con- En una dirección similar iba el obitua-
tra Espanya» y por su posterior libro La rio de José Luis Martín Ramos (Ara.Cat,
formació d´una identitat. Una Història de 28/08/2018) que lo definía como «un hom-
Catalunya; Pontón puntualizaba los tér- bre bueno», comprometido con las perso-
minos de aquella intervención y desde las nas y la Historia. Lo recordaba como un
referencias al libro evidenciaba cómo al- trabajador incansable, de sólidas raíces
gunos historiadores y medios de comuni- marxistas y se detenía en un libro, La His-
cación habían manipulado y tergiversado toria, que a comienzos de los años setenta
su contenido para descalificar la posición convulsionó la visión de la disciplina que
política e historiográfica de Fontana ante entonces teníamos los jóvenes historia-
la actual cuestión catalana [1]. En una línea dores y profesores que nos iniciábamos
similar se refería a esa polémica Ricardo en la profesión. O el artículo del autor de
Robledo (De Re Historiographica, septiem- estas líneas (Mundo Obrero, 29/08/2018)
que, desde una relación de muchos años
1.– El propio Fontana aclaraba la polémica surgida en
José Gómez Alén, «Entrevista a Josep Fontana i Lázaro», en la distancia, aportaba ejemplos de la
en Nuestra Historia, 3 (2º semestre de 2017), pp. 181-182. disciplina de un trabajo cotidiano que, in-

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Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia José Gómez Alén

cluso en el último año de vida, se iniciaba dedicados a glosar la figura historiográfi-


con la lectura de los medios anglosajones ca de Josep Fontana, tal como muestra el
o con las frecuentes visitas a los National reciente dossier que le dedicó la revista
Security Archives para sugerir o enviar los Perspectiva, e Historia Social incluye tam-
documentos que consideraba de interés y bién un artículo de José Antonio Piqueras
que la administración norteamericana iba en su último número [2].
desclasificando. Al igual que apuntaban Por otra parte, algunas instituciones
todos los autores, destacaba el sentido de despidieron al historiador con diversas
la amistad y la generosidad de Fontana iniciativas. La Universidad Pompeu Fabra
con su tiempo o el compromiso político recordó a su profesor emérito en un acto
y social de quien en las últimas décadas de homenaje el pasado 19 de noviembre,
era solo un «militante sin partido», como en el que 40 historiadores, amigos de dife-
acostumbraba a decir. rentes disciplinas y discípulos, participa-
Por otra parte Julián Casanova (El País, ron en dos amplias mesas redondas para
28/08/2018) ponía el acento en la impor- abordar diversos aspectos del trabajo in-
tancia de las propuestas de Fontana para telectual de Fontana, al mismo tiempo que
los que «buscaban caminos de renovación se inauguraba una exposición bibliográfi-
en la enseñanza y escritura de la historia» ca en la Biblioteca de la Universidad. Unos
en la universidad española de los años días antes, el Ayuntamiento de Barcelona
setenta. Unas ideas que trasladadas a los le entregaba la Medalla de Oro de la Ciu-
centros de Enseñanza Media «sonaban a dad a título póstumo y en otro plano, la
música subversiva». Más recientemente Fundación de Investigaciones Marxistas
Raimundo Cuesta y Gustavo Hernández también dedicaría su atención al historia-
(Con-Ciencia Social, nº2, enero, 2019) se dor que durante tantos años formó parte
centraban en las aportaciones del historia- de la nómina de generosos colaboradores
dor catalán y su influencia en los profeso- de nuestras actividades.
res y en los grupos de renovación didáctica Josep Fontana, convicto y confeso mar-
formados en el último tercio del siglo XX. xista, forma parte de la historia de la Fun-
También Francisco Erice (Mundo Obre- dación de Investigaciones Marxistas desde
ro, septiembre 2018) hacía un recorrido los primeros momentos de su creación,
sintético por la biografía y las influen- hace más de cuarenta años. Durante este
cias recibidas de sus maestros para dete- tiempo Fontana acudió siempre a la llama-
nerse en analizar algunos aspectos de los da de los responsables de los diferentes ci-
libros más conocidos de Fontana o en su clos de conferencias, jornadas de debate o
labor como editor para dejar finalmente congresos. Su relación con la FIM, discon-
constancia de la permanente relación de tinua pero permanente en el tiempo, es
trabajo historiográfico con la Sección de
Historia de la FIM, especialmente intensa 2.– Véase Marc Andreu (Critic, 29/08/2018); Carles Geli (El
País 28/08/2018); Sergio Gálvez (El Salto, 30/08/2018);
en los últimos años por sus colaboraciones
Víctor Ríos (Cuarto poder, agosto 2018); Xaquín Pas-
en las páginas de esta revista. Otros auto- toriza (Viento Sur, 28/08/2018); Enric Llopis (Rebelión,
res, de diferentes generaciones, contribu- 14/09/2018); Perspectiva, 15 (2019) con artículos de Car-
yeron con diferentes obituarios a mostrar me Molinero, José Luis Martín Ramos; Andreu Mayayo y
Artal; Paola Lo Cascio; José Gómez Alén; Angelina Puig i
su respeto intelectual en el mismo sentido
Valls y José Babiano. Y José Antonio Piqueras, «Josep Fon-
que los anteriormente citados y seis meses tana: historia develada y conciencia social», en Historia
después continúan publicándose artículos Social, 94, 2019, pp. 147-177.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

una evidencia de su fidelidad al marxismo de Liverpool durante el curso 1956-1957 [4].


historiográfico conformado desde la tem- La colaboración de Fontana con la Sec-
prana relación con su reconocido maestro ción de Historia de la FIM se intensificaría
Pierre Vilar, la lectura de Gramsci y el con- a partir del 2012 cuando nos planteamos
tacto directo con los marxistas británicos, diseñar unas jornadas para profundizar
como tantos autores han señalado. De su en el análisis de su obra. Rechazó rotun-
compromiso con una institución abierta a damente la propuesta, pues entendía que
la crítica y a la diversidad de la tradición tratábamos de homenajearlo, algo a lo
del pensamiento marxiano como la FIM, que era alérgico; como bien suponía, la
habla ya su participación en las primeras idea sobrevolaba nuestros objetivos. Ar-
jornadas sobre la historia del Partido Co- gumentó su negativa desviando además
munista de España que tendría continui- nuestra atención hacia otros temas y mos-
dad en posteriores ciclos de conferencias tró su disponibilidad a participar en algo
o congresos en algunos de los cuales tam- diferente, «ya encontraremos una fórmula
bién participaría [3]. para hacer viable vuestro proyecto, tal vez
Igualmente estuvo presente en eventos la de hacer un homenaje a la historiogra-
variados como el homenaje a Manuel Sa- fía del antifranquismo. Hay tiempo para
cristán (2005), con el que había compar- ello». (e-mail, 15 octubre 2012) Finalmen-
tido militancia clandestina en el comité te la iniciativa derivó hacia lo que en parte
de intelectuales del PSUC; en el ciclo de él proponía y aceptó así clausurar las jor-
conferencias «100 años después de Marx. nadas «Historia, marxismo y compromiso
Ciencia y marxismo» en conmemoración político en España» [5].
del centenario del fallecimiento de Karl A partir de ese momento mostró una
Marx y un año más tarde en las jornadas gran atención hacia nuestras actividades y
sobre «Los marxistas británicos de los se avino a colaborar en ellas con una gene-
años treinta y la crítica de la cultura», don- rosidad ilimitada, a pesar de sus problemas
de nos acercaba a los primeros marxistas de salud que bien conocíamos. Saludó con
británicos que conocía desde su estancia gran interés la idea de convertir el Boletín
como assistant lecturer en la Universidad de Historia en la revista Nuestra Historia
y veía con especial agrado que tras la sec-
ción «Nuestros clásicos», estaba la idea de
3.–Nos referimos al ciclo de conferencias «Introducción a recuperar antiguos textos, entre otros los
la historia del PCE» en 1980; al «II Congreso de Historia de los marxistas británicos que tan liga-
del PCE. De la resistencia a la creación de IU» en la dos estaban a la formación historiográfica
Universidad Complutense de Madrid, 2007, véase, Josep
de su juventud. A Fontana le parecía una
Fontana, «Los comunistas en el final de la dictadura», en
Manuel Bueno Lluch y Sergio Gálvez Biesca (eds.) Nosotros revista necesaria y valoraba su contenido
los comunistas. Memoria, identidad e historia social, Madrid,
FIM, 2009. Participó también en las jornadas «70 años de 4.–Josep Fontana, Marx visto por un historiador en VVAA.,
socialismo comunista en Cataluña. El PSUC 1936-2000» Marx en España, FIM, Madrid, 1984; Josep Fontana,
(2006), véase Josep Fontana, «Conferencia inaugural» en «Historia: El grupo de ‘Past and Present’, Christopher Hill,
Giaime Pala (ed.), El PSU de Catalunya. 70 anys de lluita pel V Gordon Childe, etc», en VVAA, Los marxistas ingleses de
socialismo. Materials per a la historia, Barcelona, Ediciones los años 30, Madrid, FIM, 1988, o en el seminario «Història,
de intervención cultural, 2008 y fue el editor de las historiadors, marxisme al segle XX» (Barcelona, 2009).
ponencias presentadas en un coloquio de la Universidad 5.– Josep Fontana, «Para una historia de la Historia Mar-
de Valencia en cuya organización participó la FIM junto xista» en José Gómez Alén (Ed.), Historiografía, marxismo y
a otras instituciones, Josep Fontana (ed.), España bajo el compromiso político en España. Del franquismo a la actuali-
franquismo, Barcelona, Crítica, 1986. dad, Madrid, Siglo XXI, 2018.

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Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia José Gómez Alén

Josep Fontana durante la confrencia de clausura de las jornadas «Historiografía, marxismo y com-
promiso político en España» organizadas por la FIM en Madrid en noviembre de 2014 (Foto: FIM).

con su presencia en todos los números, especie de testamento historiográfico [6].


bien con artículos o con puntuales suge- Josep Fontana fue pues uno de los
rencias. nuestros, como bien recordaba Francisco
La organización del congreso «Pensar Erice en uno de los artículos mencionados
con Marx hoy» con el que la FIM conmemo- y la noticia de su fallecimiento nos llegó
raba el 200 aniversario del nacimiento de con el número de Nuestra Historia casi ce-
Marx llegó en el último año de su vida y, rrado, por lo que solo tuvimos tiempo de
si bien aceptó que su nombre formara par- dedicar la sección de «Nuestros Clásicos»
te del Comité científico, ya no pudo com- a «nuestro clásico» más cercano. Repro-
prometerse a impartir la conferencia que dujimos en aquel número un artículo que
le propusimos porque era consciente de su había publicado en 1967 en Nous Horitzons
debilidad física: «mi salud no se mantiene y que introdujo José Luis Martin Ramos [7].
estable, sino que empeora de modo que, en Además de los obituarios que salieron,
mi caso, parece poco sensato hacer previ- desde la FIM, decidimos añadir un grano
siones para octubre» (e-mail 8/03/2018).
Sin embargo, aún tuvo la voluntad de dejar- 6.–Cuando se estaba cerrando la edición de este número
nos una última colaboración para la revista, de Nuestra Historia, la editorial Crítica anuncia la aparei-
que es a día de hoy su último texto publica- ción del libro póstumo de J. Fontana, Capitalismo y demo-
cracia, 1756-1948. Cómo empezó este engaño.
do. Escrito ya con gran esfuerzo, La forma-
7.–José Luis Martín Ramos, «La aportación gramsciana de
ción de un historiador marxista supone, en
Fontana en Nous Horitzons» y Josep Fontana, «Gramsci y
estos tiempos de confusión y apatía ideo- la ciencia histórica», en Nuestra Historia, 6 (2º semestre
lógica, una declaración de principios y una de 2018).

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

de arena más a nuestra muestra de afecto general sobre los diferentes ámbitos de su
y respeto intelectual por el amigo fallecido trabajo. Esta es la orientación del texto de
y, aunque ya estaba cerrado el contenido Carlos Forcadell, que señala las vertientes
del congreso mencionado, logramos or- fundamentales en la actividad del profesor
ganizar una mesa de homenaje a nuestro catalán: el historiador, el maestro docente
colaborador. A pesar de la espontaneidad y el editor. Así realiza un recorrido sintéti-
de la iniciativa, la idea tuvo una excelen- co por libros como De en medio del tiempo y,
te acogida entre los ponentes contactados sobre todo por La quiebra de la monarquía
que, en este dossier, nos ofrecen sus inter- absoluta y lo que significó su aparición
venciones, enriquecidas y anotadas y a las para la historia socioeconómica. No deja
que añadimos la colaboración de Gonzalo pasar la oportunidad de referirse también
Pontón para completar, con este número, a Historia. Análisis del pasado y proyecto
el particular homenaje del consejo de re- social, un libro que en su tiempo fue con-
dacción de la revista a Josep Fontana por siderado peligroso por el Index del Opus
su generosidad de estos años. Dei y que, a pesar de la crítica de algunos
Los autores de los artículos, a los que colegas, alcanzaría una indudable proyec-
una vez más agradecemos su disponibili- ción entre el profesorado de los diferentes
dad y esfuerzo para atender nuestras de- niveles educativos y no solo entre los pro-
mandas, pertenecen a tres generaciones di- fesionales de la Historia. Algo similar a lo
ferentes de historiadores. Carlos Forcadell, que había ocurrido en los años setenta con
Carlos Martínez Shaw y Gonzalo Pontón, La Historia, libro al que también se refie-
estudiantes universitarios en la década de re Forcadell para adelantarnos la próxima
1960, comenzaron su actividad profesional edición de un par de nuevos libros que sa-
en los años setenta y forman parte de la bemos que Fontana dejó escritos.
primera generación de historiadores y pro- Otro de los aspectos que destaca el
fesores influidos por los primeros trabajos historiador aragonés es la labor editorial
de Fontana durante la dictadura; Rosa de Fontana, siempre al lado de Gonzalo
Congost, que estudió en la universidad de Pontón. Primero en Ariel y sobre todo en
la transición a la democracia pertenece a Crítica, fundada por Pontón en 1976. Esa
la tercera generación que se formó bajo colaboración editorial, que llega hasta la
la influencia de Fontana y Juan Andrade, actual Pasado & Presente fue determi-
formado en la universidad de entre siglos, nante para la difusión de las diferentes
es un historiador del siglo XXI en el que tendencias de la historiografía europea,
también se percibe su legado historiográfi- dejándonos un sinfín de autores y libros
co. Todos reconocen el magisterio de Josep que todos los que pertenecemos a aquellas
Fontana, conocen en profundidad su obra generaciones mantenemos en los estantes
y mantuvieron también una mayor o me- de nuestras bibliotecas. Tampoco se olvida
nor relación personal con él. Forcadell de otras aventuras editoriales,
En su conjunto los artículos apuntan como la dirección de la Historia Universal
líneas analíticas de gran interés histo- Planeta o la última Historia de España en
riográfico sobre la obra y la personalidad Crítica/Marcial Pons. Valora también su
multifacética del profesor Fontana. En preocupación por difundir, con reconocida
unos casos se profundiza en algunos de generosidad, el trabajo de los jóvenes his-
sus libros, otros destacan su forma de en- toriadores, como el mismo Forcadell testi-
tender el magisterio o esbozan una visión monia con su propia experiencia.

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Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia José Gómez Alén

No se olvida del docente / maestro, el na y Pierre Vilar y lo hace desde la posi-


profesor que preparaba concienzudamen- ción de privilegio que le ofrece la relación
te sus clases y sus intervenciones en cual- que mantuvo durante años con ambos his-
quier actividad académica que intervinie- toriadores. Construye su artículo sobre la
ra. Fontana tenía una «visión artesanal del base de las cartas intercambiadas entre los
oficio de historiador» basada en la lectura, dos historiadores que maneja la autora y
el estudio y la preocupación por la escritu- a partir de su propia experiencia de rela-
ra para construir su práctica docente y una ción discipular y los encuentros con am-
forma de escribir sobre historia. Forcadell bos historiadores. Una larga experiencia
también se refiere a una anécdota historio- que le permite mostrarnos algunos aspec-
gráfica que presenció personalmente y que tos de la relación del maestro Vilar con el
nos muestra un Fontana autocrítico, capaz discípulo Fontana. Ese contacto inicial, se
de reconocer insuficiencias historiográfi- consolidaría con el tiempo en una relación
cas y que, como sabemos y veremos más entre iguales sobre la base del trabajo his-
adelante, no fue un hecho puntual sino toriográfico, la fidelidad al marxismo y un
que formaba parte de su personalidad. sentido de la amistad que se mantuvo des-
Forcadell entiende que la obra del edi- de el segundo lustro de los años cincuen-
tor, el maestro y el historiador, vista des- ta. Congost se refiere también a algunas
de una perspectiva actual, resistirá bien el diferencias puntuales que ilustra con un
paso del tiempo y que el futuro lo colocara intercambio de cartas para mostrar el ma-
en el lugar que le corresponde. De su va- lestar de Vilar a propósito de la crítica que
loración posterior desaparecerán otros Fontana hacia de la Escuela de Annales y
aspectos más polémicos como los enco- L. Febvre, maestro siempre reconocido por
nados debates políticos o historiográficos, Vilar, que no aceptaba la valoración del
porque el legado de su obra eliminará todo historiador catalán. La forma en que fina-
el ruido que, en ocasiones, se ha vertido liza el episodio muestra la relación sincera
sobre el historiador catalán y que no debe y abierta que mantuvieron y que influiría
distraernos de lo realmente importante de también en la manera con que Fontana
su trabajo. ejercería su magisterio.
En un sentido muy diferente, los artí- La historiadora, que se reconoce como
culos de Rosa Congost y Gonzalo Pontón discípula de Fontana en el marxismo, nos
nos colocan delante de algunos rasgos de ofrece una visión personal de un maestro
la personalidad de Josep Fontana, vistos que sabía encajar la crítica y de evolucio-
desde la estrecha relación que mantuvie- nar en sus posiciones. Congost que, en sus
ron con el historiador catalán. Mientras la estudios sobre la propiedad de la tierra,
primera lo hace desde la mirada de la dis- mantenía una línea argumental crítica so-
cípula para destacar el magisterio de Fon- bre determinadas posiciones de Fontana,
tana y la relación de este con su maestro nunca recibió ninguna desaprobación de
Pierre Vilar, el segundo, después de más su parte, y valora la capacidad de su maes-
de cinco décadas de amistad, nos introdu- tro para entender los argumentos historio-
ce en la conocida pasión de Fontana por la gráficos que no coincidían con los suyos,
lectura desde el trasfondo de su biblioteca dejándonos una imagen de Fontana aleja-
personal. da de la del historiador dogmatico que al-
Rosa Congost nos aproxima a la rela- gunos colegas de la academia han colgado
ción intelectual y de amistad entre Fonta- siempre sobre él, al confundir la vehemen-

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 11-22 17


Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Josep Fontana y Eric Hobsbawm, Barcelona, 2007 (Foto cedida por Josep Fontana a Nuestra
Historia en 2016).

cia y el convencimiento con que defendía nos introduce en una biblioteca que ocupa
sus ideas con dogmatismo estalinista. toda la casa y trata de guiarnos a través de
Por otro lado es conocida la pasión de una organización muy personal y particu-
Fontana por los libros y la lectura desde su lar. Entendió que los libros estaban agru-
infancia, y quién mejor que el editor Gon- pados en bloques y que respondían a la
zalo Pontón, amigo y colaborador de Fon- exclusiva lógica de Fontana y únicamente
tana desde los años sesenta cuando este después de cincuenta años de visitas, logró
dirigía la voz Historia en la Enciclopedia encontrarle un sentido; solo su propietario
Larousse, para invitarnos a un viaje por las era capaz de encontrar lo que su trabajo le
estanterías de una biblioteca que ocupaba demandaba en cada momento. Así va enu-
tres viviendas y sobrepasaba los 50.000 li- merando la disposición de los bloques y
bros y miles de folletos que hoy custodia la los libros y autores. Transita desde los que
Universidad Pompeu Fabra. agrupaban a los historiadores de Annales y
El mismo Fontana siempre reconoció a los estructuralistas, con Althusser, Pou-
que esa pasión tenía un origen infantil que lantzas o Harnecker y con ellos colocaba a
situaba en el momento en que su padre, Fukuyama y todos rodeando el 18 Brumario
propietario de una librería de viejo, le re- de Carlos Marx. Otro bloque lo ocupaban
galó los cinco primeros volúmenes, entre clásicos de la literatura y la ciencia, des-
los que estaba la Historia de Catalunya de de Goethe a Pardo Bazán, Darwin, Salga-
Ferrán Soldevila, lectura que explicaría su ri… La bibliografía de los que consideraba
temprano interés en esa historia. Pontón sus maestros ocupaba un sector específico

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Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia José Gómez Alén

de las estanterías y allí se daban cita Fe- En una orientación diferente los artí-
rrán Soldevila, Jaume Vicens Vives, Pierre culos de Carlos Martínez Shaw y Juan An-
Vilar; en otro bloque se concentraban los drade se centran en obras concretas del
trabajos de Hobsbawm o Thompson y mas historiador. Martínez Shaw destaca la co-
allá los de colegas que admiraba y por los herencia global del trabajo historiográfico
que sentía un reconocido afecto como Mo- de Fontana a pesar de la diversidad de te-
reno Fraginals o Ramón Carande. mas y épocas que investigó para centrar-
Los libros se apoderaban de todas las se en uno de sus últimos libros, El futuro
estancias de las viviendas que había alqui- es un país extraño (2013). El historiador
lado como contenedores y que, en ocasio- andaluz nos ofrece una profunda lectura
nes, se convertían en espacios de sociabi- de un trabajo muy alejado de la temáti-
lidad para las reuniones con sus amigos. ca habitual de Fontana, pero que conecta
En su vivienda de la calle Vila i Vila tenía con sus preocupaciones de siempre y con
su lugar habitual de trabajo y la estancia la idea de su compromiso social. Fonta-
presentaba un orden similar, con murallas na nos situaba ante la crisis de 2008 y sus
de libros que ascendían desde el suelo y consecuencias con su tradicional rigor y
crecían sin parar dejando solo el espacio con la profusión de lecturas y fuentes que
justo para el trabajo con dos ordenadores el historiador, lector diario de todo lo que
y algún póster en las paredes. Pontón enu- se cocía en el análisis político y económi-
mera los autores considerados esencia- co de los Estados Unidos, utilizaba habi-
les en la formación de Fontana y también tualmente como columna vertebral de su
sus tesoros bibliográficos. Se detiene con análisis de la realidad. Por las páginas del
atención en un último bloque de libros, el libro transitan las referencias a Paul Krug-
formado por aquellos que ambos, editor e man, Noam Chomsky, Jonathan Nitzan,
historiador consideraban sus fracasos edi- Joseph Stiglitz, David Garland o Yanis Va-
toriales, aquellos que no habían logrado roufakis y de otro lado, los defensores del
difundir en la medida del valor historio- nuevo orden como Michell Bachman, Rick
gráfico que, en su opinión, merecían: tra- Santorum o el congresista estadounidense
bajos de Lublinskaya, R. Guha o Ste. Croix, Paul Broun. Junto a esas fuentes bibliográ-
unos fracasos que Fontana lamentó hasta ficas Fontana manejaba todo tipo de datos
el final [8]. procedentes de instituciones muy diversas
Pontón también nos recuerda que Fon- con las que sostenía su estudio, para dejar-
tana nunca dejó de buscar libros que tenía nos, a la altura del 2013, el sombrío futuro
in mente, pendiente de adquirir novedades que ponía ante nuestra mirada y ante su
en las librerías de viejo de Barcelona o en propio espejo que se alejaba de la idea del
sus viajes a París, Londres, Nueva York o progreso de la humanidad, que él mismo y
Buenos Aires. Este sintético recorrido por la generación de Martínez Shaw comparti-
el interior de la biblioteca de Josep Fon- mos hace ya algunas décadas.
tana finaliza con una anécdota que es la Para Fontana los orígenes de la derrota y
evidencia del afecto y la amistad que unió de la ruptura del pacto social posterior a la
a los dos amigos durante más de cincuenta II Guerra Mundial hay que buscarlos en el
años. neoliberalismo que comienza a fraguarse
ya a finales de los años setenta y comien-
8.– Véase José Gómez Alén, «Entrevista a Josep Fontana i zos de los ochenta del pasado siglo con los
Lázaro», 2017. primeros ataques al Estado del bienestar

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 11-22 19


Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

de la mano de Thatcher y Reagan [9]. Pos- de esperanza para la humanidad». Solo en


teriormente los cambios de la última dé- los dos últimos años de su vida recuperaría
cada del siglo dejaban las manos libres a una cierta esperanza en la capacidad de la
los vencedores de la Guerra Fría que, ya gente de abajo y en los nuevos movimien-
sin el contrapeso del pretendido modelo tos sociales para levantarse [12].
alternativo, comenzaron a mostrar la ver- Por su parte Juan Andrade, sitúa al Josep
dadera cara del triunfante neoliberalismo Fontana que aportó una visión renovadora
capitalista. La crisis del 2008 permitió al de la Historia «ante su propio espejo» de
capital descargar la responsabilidad sobre historiador. Un Fontana que conjuga la in-
los excesos del Estado del bienestar para vestigación con la teoría y que no es ajeno
imponer una fase de capitalismo salvaje al contexto político en el que realiza sus
y depredador que imposibilita cualquier investigaciones. Esa dimensión política
alternativa política o económica a la que del trabajo de Fontana, definida por el pro-
imponen el Fondo Monetario Internacio- yecto social al que el mismo aspiraba, se
nal, el Banco Mundial y en Europa el Euro- sustentaba en las investigaciones concre-
grupo y su instrumento más conocido, la tas del historiador y no en una reflexión
Troika [10]. Las consecuencias de la crisis no exclusivamente teórica. Para sostener esa
han hecho sino profundizar en el proceso idea motriz Andrade centra su atención
de desmantelamiento de la sanidad y la en cuatro libros [13], después de conducir-
educación pública, los recortes sociales y nos por las referencias historiográficas de
las libertades, la conculcación de los dere- Fontana, por el trabajo de sus maestros,
chos humanos, el crecimiento económico su ambivalencia antes los historiadores de
ilimitado con sus consecuencias sobre el Annales o la influencia de marxistas anglo-
medio ambiente y la desigualdad social o sajones como Gordon Childe, Hobsbawm o
la focalización de los conflictos bélicos sin Thompson de los que siempre alabó sus
fin pero controlados por los Estados Uni- investigaciones empíricas y la sencillez de
dos [11]. De esa forma, los vencedores de la una prosa escasamente ornamental. Nos
lucha de clases consiguen instalar el miedo muestra al Fontana que se identificaba con
en la sociedad como un factor de domina- la tradición marxiana que partía del mismo
ción y de disuasión de cualquier atisbo de Marx y llegaba a K. Korsch, Lukacs, Gram-
resistencia política o social y se disponen a sci y W. Benjamin, para mostrarse crítico
asaltar definitivamente el Estado del bien- con el estructuralismo althusseriano y la
estar. El escenario nos muestra también a rigidez escolástica de la historiografía so-
un Fontana que parecía haber perdido el viética, si bien siempre destacaba las ex-
optimismo y la confianza en la transforma- cepciones de Lublinskaya, Kossok, Moreno
ción social y no vislumbraba «un horizonte Fraginals o Vilar. También encontraremos
las referencias a su rechazo de Spengler y
9.– Josep Fontana «En los inicios de la «gran divergencia»,
en Nuestra Historia, 4 (2017), p. 143. Toynbee o hacia las diversas tendencias
10.– Véase Yanis Varoufakis, Comportarse como adultos, historiográficas del posmodernismo.
Barcelona, Ediciones Deusto, 2017. La lectura de este
libro nos permite entender hasta que punto resulta 12.– José Gómez Alén, «Entrevista a Josep Fontana i
casi imposible salir airoso de la confrontación con esas Lázaro», 2017.
instituciones. 13.– Juan Andrade se refiere a Historia. Análisis del pasado
11.– Esas consecuencias ya fueron señaladas por Eric y proyecto social (1982; La historia después del fin de la
Hobsbawm en 1991, ver «Out of the ashes» en Marxism historia (1992); Europa ante el espejo (1994) y La historia
Today, abril de 1991. de los hombres (2000).

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Presentación: Josep Fontana en Nuestra Historia José Gómez Alén

Un segundo apartado lo dedica al Fon-


tana que cuestionaba la idea de progreso
histórico y que proyectaba su mirada al
pasado desde el presente para definir un
proyecto económico y social de futuro. La
crítica a la idea del progreso forma parte
de las reflexiones teóricas de Fontana des-
de su Historia. Análisis del pasado y proyec-
to social, al igual que sus planteamientos
sobre las narraciones del pasado como
instrumentos legitimadores del presen-
te y en ese sentido iba su crítica sobre el
funcionamiento de la ideología del poder
que se proyectaba desde programas, dis-
ciplinas académicas y hábitos sociales co-
tidianos como una concepción interesada
del mundo que se difunde desde la intelec-
tualidad. El mismo sentido crítico aplicaba
al socialismo real y a la vulgarización del
marxismo y con la misma contundencia se
enfrentaría al nuevo revisionismo que, en
parte, se derivaba de las ideas de Francis
Fukyuyama, coartada, tras la que, amplios Libro publicado por la FIM en 1988 producto
de las jornadas de 1984.
sectores de la intelectualidad se lanzaron
a desacreditar toda la tradición marxiana y permitan la superación del eurocentrismo.
la misma obra de Marx. Fontana aboga por una visión renovadora
«En la galería de los espejos» Andrade del pasado para reorientar el camino ha-
nos sitúa ante el Fontana que se enfrenta cia el futuro y encuentra referencias ar-
de manera desmitificadora a las teorías so- gumentales en Antonio Machado y Walter
bre las que se construyó la idea de Europa Benjamín con las que retomar la mirada
y la imagen de una historia auto-narrada sobre las clases subalternas para alejarse
por los mismos europeos. Fontana recorre del eurocentrismo. Se trataría de construir
la historia de ese relato desde el rechazo a un relato poliédrico y diverso que aban-
los otros, al diferente, que en la Antigüe- donase las abstracciones analíticas sobre
dad fueron los barbaros; más tarde los in- el pasado para ir más allá de la Historia.
fieles árabes o el inculto campesino de la En ese camino defendía la función social
Edad Media, la época en la tiene su origen del historiador y la capacidad emancipa-
esa idea de Europa. De ahí al fracaso de los dora del conocimiento histórico. Proponía
proyectos imperiales y unificadores y las recuperar la capacidad transformadora de
ideas sobre la pretendida superioridad eu- los grupos subalternos, la diversidad de la
ropea que aún hoy se mantiene en nuestras historia de las mujeres, recuperar la histo-
sociedades y que Fontana cuestionaba. ria desde abajo y volver la mirada al pasa-
El último apartado lo dedica a rastrear do con los ojos renovadores de una nueva
las propuestas de Fontana en la búsque- forma de escribir la historia.
da de alternativas y nuevos caminos que De Josep Fontana se seguirá hablan-

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Josep Fontana, en una intervención junto a Eric Hobsbawm, José María Bricall, Carlos Martínez
Shaw y otra colega, en la década de 1970 (Fuente: blog La retina del sabio).

do en el futuro, de una manera similar y tual, será necesario emprender un trabajo


salvando las distancias a lo que ocurre que pueda abarcar los diferentes territo-
hoy con E. Hobsbawm, E.P. Thompson o rios explorados por nuestro historiador,
P. Vilar. Fontana es de los nuestros y for- para poder valorar el verdadero alcance
ma parte de Nuestra Historia, una revista historiográfico de la totalidad de esa obra.
que debe también su nombre al respeto A la espera de ese trabajo global, los artí-
intelectual que nos merecen aquellos his- culos de este dossier son un buen punto de
toriadores que forman la amplia y diversa partida para situarnos ante algunos rasgos
tradición historiográfica marxiana. Fon- generales que caracterizaron las tres ver-
tana está ya entre ellos y es autor de una tientes de su trabajo y que, como apun-
obra tan diversa y amplia que bien merece ta en su texto Carlos Forcadell, nosotros,
un estudio crítico en profundidad que aún también pensamos que, el historiador,
tiene pendiente la historiografía española. el maestro profesor y el editor, resistirán
En el futuro, alejados del ruido político ac- bien el paso del tiempo.

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Josep Fontana hoy y mañana:
su lugar en la historia de la
historiografía

Josep Fontana today and tomorrow: his place


in the history of historiography

Carlos Forcadell Álvarez


Universidad de Zaragoza

Resumen

El lugar de Josep Fontana y de su obra en la historia de la historiografía vendrá deter-


minado principalmente por su dimensión, presencia, e influencia profesional a lo largo
de más de medio siglo; con el tiempo ocupará en ella un espacio tan consistente como
significativo. Esta intervención recuerda y analiza sus tres principales dedicaciones profe-
sionales, docente y maestro, historiador e investigador de gran altura, editor de enorme
influencia y repercusión, que desempeñó con rigor, esfuerzo y pasión, y por las que será
recordado y resistirá muy bien el filtro del paso del tiempo, y sostiene que sus compromi-
sos ciudadanos y políticos con su presente, como en el caso de otros grandes historiado-
res, irán teniendo una importancia progresivamente menor a la hora de valorar su obra.

Palabras clave: Josep Fontana, Historia de la Historiografía, enseñanza e investigación


de la historia, edición y recepción, historiografía europea, compromiso cívico y político.

Abstract

The place of Josep Fontana and his work in the history of historiography shall be determined
mainly by its dimension, presence and professional influence for over more than half a century; it
will eventually fill a space of its own which will be as consistent as it is significant. This interven-
tion recalls and analyzes the three main professional occupations that he carried out with rigor,
effort and passion and for which he will be remembered and will stand the test of time perfectly:
a teacher and a master, a highly prestigious historian and a researcher of recognized international
standing and an editor of enormous influence and impact. It also maintains that his civic and
political commitment to his present, as it is the case with other great historians, will gradually
become less important when evaluating his work.

Keywords: history of historiography, historical research, teaching of history, editor, European


historiography, civic and political commitment.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Conviene situar esta evocación aten- En todo caso, nuestra perspectiva procura
diendo preferentemente a la dimensión ajustarse más a su dimensión profesional
más profesional de Josep Fontana, como como historiador que enseña, investiga, es-
profesor y maestro, un auténtico maître à cribe y difunde.
penser, en expresión prestada de nuestros En las primeras clases de Historia eco-
vecinos del norte, como extraordinario e nómica que impartíamos desde finales de
irrepetible investigador de nuestro pasado los años setenta en la recién creada Facul-
contemporáneo, especialmente del siglo tad de Empresariales de la Universidad de
XIX, como editor y difusor de la historiogra- Zaragoza, yo recurría a un recurso didácti-
fía europea, más de la británica pero no solo co muy simple para explicar la genealogía
de ella, y editor también, no hay que olvi- de la Historia Económica entre nosotros:
darlo, de numerosas investigaciones histó- era la llamada «regla de las tres V», Val-
ricas, iniciáticas en muchos casos, como en deavellano, Vicens y Vilar. Luis García de
los de historiadores e historiadoras de mi Valdeavellano (1904), medievalista desde
generación y de las siguientes. Desempe- sus contactos con Claudio Sánchez Albor-
ñó esas tres principales dedicaciones pro- noz en los años treinta, historiador de las
fesionales, docente y maestro, historiador instituciones, catedrático de la Facultad de
de mucha altura, editor de gran influencia Ciencias Políticas de la Universidad Com-
y repercusión, con rigor, esfuerzo y pasión, plutense desde 1954, había dirigido la tesis
y por ellas será recordado y resistirá muy de Gonzalo Anes [1], primer catedrático de
bien el filtro del paso del tiempo. Se trata Historia Económica de la Universidad espa-
de comenzar a situar su obra, lamentable y ñola, con quien se formó el primer núcleo
dolorosamente hoy ya finalizada, clausura- de historiadores de la economía en Ma-
da, en la Historia de la historiografía, en la drid (Gabriel Tortellá, Leandro Prados...);
que ocupará un lugar tan consistente como Pierre Vilar (1906) y Jaume Vicens Vives
significativo. El paso y el poso del tiempo lo (1910) alumbraban por su parte la primera
harán en el futuro mejor que nosotros, que historiografía económica elaborada desde
estamos más contaminados por la memoria las universidades de Barcelona, desde un
próxima, por nuestra condición de testi- cruce de influencias en cuya primera gene-
gos, por las urgencias del presente, incluso ración se encuentran Jordi Nadal (1929) y
por los afectos que nos merecía un maestro Josep Fontana (1931), y a partir de aquí una
que trató a tantas personas con exquisito potente comunidad de historiadores y do-
respeto, generosidad y afectuosa atención centes de Historia Económica en Cataluña,
y disposición. No es necesario rehuir otros que se dio en llamar en tiempos Escuela de
temas más polémicos, intervenciones pú- Barcelona.
blicas en debates recientes, algunos, antaño Quienes no tuvimos la oportunidad de
y hogaño, a cara de perro, con otros compa- conocer a Fontana como profesor ni de
ñeros de profesión, militancias o presen- asistir a sus clases sí que percibíamos en
cias públicas ciudadanas de diverso signo sus numerosas y variadas intervenciones
entre el pasado y el presente, pero acabarán públicas su vocación por la enseñanza y
siendo asuntos más vanos, secundarios y sus capacidades docentes, con sus dosis de
banales, y lo serán más, a no dudarlo, cuan-
1.– La defendió en 1966 sobre el tema de «Problemas de
do el tiempo por venir vaya construyendo
la agricultura española en el tránsito del Antiguo al Nuevo
su lugar en la historia de la historiografía Régimen» y la publicó posteriormente como Las crisis
española de la segunda mitad del siglo XX. agrarias en la España Moderna, Madrid, Ed. Taurus, 1970.

24 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 23-34


Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia de la historiografía Carlos Forcadell Alvarez

Josep Fontana en su despacho en el año 2017 (Foto: Enric Catalá, fuente: eldiario.es).

recursos y cálculos retóricos; por otra par- rememora que «las clases de Vicens Vives
te nadie, que yo sepa, nos ha transmitido eran formidables, solo por ellas merecía la
cómo era el profesor en sus clases, lo cual pena haber pasado por la Universidad. To-
forma parte de un hecho más general como das las noches leía un libro entero, y a veces
es el de que las biografías de los grandes lo comentaba al llegar. A mí me encantaban
historiadores atienden a cualquier dato o sobre todo sus sorpresas, sus salidas ines-
información del biografiado, desde su in- peradas, que te tenían todo el tiempo en
fancia y formación hasta el despliegue de vilo. Después de haber estudiado a fondo
sus investigaciones, ilustrado, en el mejor la figura de Napoleón [...] entrabas en clase
de los casos, por correspondencia postal con la cabeza atiborrada de fechas y datos
cuando se conserva, relegando del conjun- y Vicens Vives te hacía la primera pregun-
to del paisaje biográfico profesional de un ta: ¿en qué momento empezó a engordar
profesor algo tan elemental, previo y sig- Napoleón? Te descolocaba y te obligaba a
nificativo como las características de la la- rebobinar y empezar de nuevo desde una
bor docente, las materias que explicaba y la perspectiva distinta. O después de pasar
manera de hacerlo, aspectos que son clave un rato intentando descubrir por qué había
a la hora de establecer redes discipulares, y cambiado la actitud de los industriales y de
que suelen estar en el origen de vocaciones, la alta burguesía catalana, tras un encuen-
investigaciones, publicaciones, interven- tro con la Regente, y pasar revista a todos
ciones públicas... los motivos políticos, y sobre todo econó-
Podríamos mencionar alguna excepción, micos, Vicens Vives se reía de nosotros:
con el ánimo de suscitar recuerdos de la do- pero, acaso no habéis visto retratos, ¿nadie
cencia de Josep Fontana en muchas genera- se ha fijado en que María Cristina era muy
ciones de alumnos todavía activos, referida guapa?» [2].
en este caso a su maestro Vicens Vives, una
fuente literaria en la que Esther Tusquets 2.– Esther Tusquets, Confesiones de una vieja dama indigna,

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 23-34 25


Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Sí que nos consta, por numerosos testi- po, han de recurrir a materiales de archivo,
monios personales de alumnos y discípu- guías docentes, expedientes académicos,
los, el rigor con que se las preparaba, así archivos y correspondencias personales,
como el hábito y la deferencia, trasladada a si los hay, lamentando en muchos casos la
otras extensiones de la docencia, en forma desaparición de testimonios personales de
de conferencias, tribunales de tesis, pre- los que hubiera sido muy oportuno y útil
sentaciones de libros, etc. a las que nunca disponer en su momento.
o muy difícilmente se negaba, de llevar sus Como historiador profesional su partida
intervenciones escritas, independiente- de nacimiento se encuentra en La quiebra
mente de la magnitud de la convocatoria, de la monarquía absoluta (1814-1820). La
desde un congreso académico a centros de crisis del Antiguo Régimen en España, cuya
estudios locales o institutos de enseñanza primera edición es de 1971, producto de
media desperdigados por la geografía ca- una tesis doctoral presentada el año an-
talana y española. Tampoco repetía siste- terior bajo la tutela y dirección de Fabián
máticamente cursos, materias, programas y Estapé, catedrático de Política Económica
temas, en la mejor tradición de los grandes en la Facultad de Ciencias políticas y Cien-
maestros, un habitus pedagógico que se va cias económicas de la Universidad de Bar-
perdiendo entre las exigencias de planes de celona, de la que fue Rector entre 1969 y
estudios rígidos, las invitaciones a la como- 1971, a la hora de dirigir y presentar la tesis
didad, y el relegamiento de cualquier mérito de un historiador ya maduro y acreditado,
docente en la construcción de curriculums que había sido expulsado de la misma, jun-
académicos; Fontana tenía, en cierto modo, to con otros compañeros, en 1966. El libro
una concepción y una práctica artesanal de desarrollaba un modelo ambicioso de ex-
su oficio de historiador, en el que su docen- plicación de la crisis del Antiguo Régimen
cia, como su investigación, eran producto y que va mucho más allá de la historia polí-
resultado de un trabajo de lectura, estudio tica, pues «la excelente síntesis de Artola
y escritura cuya dimensión a muchos pare- lo hace innecesario», e integra con eficacia
cía abrumadora, dedicaba mucho tiempo a fuentes y métodos de historia económica
preparar nuevos programas y asignaturas, y social.Es un producto estricta y cuidada-
de modo que, a título de ejemplo, a su Eu- mente académico, en el que no se escon-
ropa ante el espejo (1994), publicada simul- den presupuestos teóricos de raíz marxista,
táneamente por cinco grandes editoriales aun sin hacer en ningún momento un alar-
europeas en cinco idiomas, le dedicó una de específico de los mismos desde los que
practica docente específica previa en cur- buscan los complejos nexos que enlazan la
sos de doctorado durante los primeros años evolución económica y los hechos políti-
noventa, como será el caso de otras muchas cos: «El proceso económico ha influido en
publicaciones, elaboradas desde la práctica los hechos políticos a través de la media-
y el filtro de la docencia [3]. Hay que subra- ción de los enfrentamientos de clase y de
yar que los estudios de historia de la histo- la formación de unas concepciones ideo-
riografía, estimulados por el paso del tiem- lógicas articuladas sobre ellos» (p.13). Ese
es el marxismo abierto, aprendido y elabo-
Barcelona, Ed. Bruguera, pp. 343-344
rado desde su estancia juvenil (1956-1957)
3.– Josep Fontana, Europa ante el espejo Barcelona, Ed. Crítica,
en la Universidad de Liverpool al lado del
1994, en la colección «La construcción de Europa», que se
publicaba simultáneamente en Editions du Seuil, Laterza, historiador modernista John Lynch (1923-
C.H. Beck y Basil Blackwell (Paris, Roma, Munich, Oxford).

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Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia de la historiografía Carlos Forcadell Alvarez

2018) [4], necesariamente tácito hacia 1970, en el Institut Universitari d´ Historia Jaume
sobre todo si se pretendía hacer carrera Vicens Vives, de la Universidad Pompeu y
académica, una inserción universitaria que Fabra, unas jornadas de debate en torno a
debía pasar casi obligadamente en aquel su obra que se centraron en el análisis de
tiempo por el nuevo territorio disciplinar sus principales centros de atención y re-
de la historia económica, pues las faculta- percusión historiográfica que, a la sazón,
des de historia, también la de Barcelona, eran la revolución liberal española (Ramón
eran reductos de otro régimen que todavía Villares), los temas e historiografía en tor-
no había quebrado, de tal modo que Josep no a la historia y la cuestión agraria (Pedro
Fontana pudo obtener en 1974 la cátedra Ruiz), la metamorfosis y características de
de historia económica de la Universidad de la Hacienda nacional (Francisco Comín), la
Valencia. A la altura de 1971, los agrade- crisis y situación del comercio ultramarino
cimientos que expresa en el prólogo al li- con América (Antonio Miguel Bernal)..., es
bro adquieren la significación de eslabones decir, los cimientos del programa de inves-
historiográficos tan significativos como in- tigación presentes en La quiebra..., por los
discutidos: a quienes le enseñaron el oficio que circuló posteriormente buena parte de
de historiador, Vicens Vives, Pierre Vilar y su presencia e influencia historiográficas
Ferrán Soldevila..., a compañeros genera- y de su actividad académica en las últimas
cionales como Jordi Nadal, a sus primeros décadas del pasado siglo. O así se veía ha-
alumnos, Ramón Garrabou, Jaume Torras, cia el año 2002, incluso desde la universi-
Nuria Sales..., y «más que nadie me ha ayu- dad catalana, que recabó la colaboración,
dado, de todas formas posibles y especial- como relatores de sesiones para el home-
mente con su estimulo Gonzalo Anes», que naje jubilar, de reconocidos profesionales
había formado parte de su tribunal y fue del conjunto de la geografía universitaria
el primer catedrático en el escalafón de la española, y no consideró necesario, enton-
Historia económica. ces, abrir un apartado específico sobre his-
Ricardo Robledo afirma que La Quiebra toria de Cataluña o de la «identidad» cata-
de la Monarquía absoluta fue uno de los tres lana. Jaume Torras, en la presentación del
libros que «armaron la historia socioeco- volumen que recogió estas sesiones, ponía
nómica española durante decenios» [5]. A la al homenajeado y a su obra como «ejemplo
hora de su jubilación (2002) se celebraron de compromiso con la proyección civil del
conocimiento históricos» y alertaba, tem-
4.– Vid. una pequeña autobiografía intelectual en la pranamente y con buen tino, del riesgo de
entrevista que le hace José Gómez Alén en la revista
que el necesario cambio en la producción
Nuestra Historia, FIM, 2017, nº 3, pp. 163-188: «Fue
entonces cuando descubrí, trabajando en la Universidad y en el conocimiento histórico «consista
de Liverpool, la historiografía marxista británica, que en pasteurizarlo y reducirlo a materia pri-
vivía en los años cincuenta y sesenta unos momentos ma de amables e inocuos entretenimientos
de vitalidad creativa, que culminaron con la aparición
para el tiempo libre» [6].
en 1963 de The Making of the English Working Class de
E.P.Thompson y con la publicación por Eric Hobsbawm en La persona y la obra de Josep Fontana,
1964 del fragmento de los Grundrisse de Marx dedicado a así como su monumental trabajo como edi-
las formaciones económicas precapitalistas». tor, a la luz o en la sombra, son capitales
5.– Ricardo Robledo, «Evocación de José Fontana», Blog De para el proceso de recepción del marxismo
Re historiográfica, 2018. Los otros dos libros habrían sido
El fracaso de la revolución industrial de J. Nadal (1974) y
Reforma agraria y revolución burguesa de Malefakis (1971), 6.– José Fontana, Historia y proyecto social, Barcelona, 2004,
los tres publicados por la editorial Ariel. Crítica y Universita Pompeu y Fabra, 298 pp.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 23-34 27


Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

historiográfico en España a partir de los como aquella «Ariel Quincenal», de la que


años sesenta y para la notoria influencia el joven Fontana ya era asesor editorial,
del mismo en la historiografía de las dé- que sustituyó, en cuanto a educar en civili-
cadas siguientes. El redescubrimiento del zación se refiere, a las precarias enseñanzas
marxismo teórico en España está, en gran de las universidades franquistas [8].
parte, vinculado al trabajo de Manuel Sa- Son unos años con perfil propio en este
cristán como traductor y ensayista. A él proceso de oposición intelectual y acadé-
se debió la iniciativa de traducir y editar mica al franquismo, y de conocimiento y
el primer libro de Karl Marx publicado le- penetración de Marx, de todo lo cual Josep
galmente en España bajo el franquismo, el Fontana formó parte de forma destacada.
volumen que, con el título de «Revolución En 1968 Alianza Editorial publicó los Ma-
en España», recoge las colaboraciones de nuscritos. Filosofía y Economía, de Karl Marx,
Marx y de Engels sobre nuestro país en New escritos en 1844 y desconocidos hasta 1932,
York Daily Tribune. De 1966 es su segunda con traducción y prólogo de Francisco Ru-
edición, con traducción, notas y prólogo re- bio Llorente, desde el Instituto de Estudios
visado del mismo, que mientras trabajaba Políticos, pero de Caracas entonces, presi-
en ello fue expulsado de la docencia uni- dente de nuestro consejo de Estado entre
versitaria en 1965, unos meses antes que el 2004 y 2012. En octubre de 1969 se permi-
propio Fontana. Por entonces Sacristán tra- tió reabrir a la editorial Ciencia Nueva, pla-
bajaba, precisamente, en la editorial Ariel. taforma temprana de aportaciones y teoría
Como recuerda Gonzalo Pontón, «a princi- marxista entre nosotros; fue una victoria
pios de aquella década sorprendente» Ma- efímera pues la editorial fue cerrada a fi-
nuel Sacristán había empezado a colabo- nales de 1969. Aquella «década prodigiosa»
rar con Ariel y en 1965 nos propuso iniciar acabo con un duro estado de excepción en
«Ariel quincenal», una colección de libros 1969.Y conviene retener y subrayar que los
de ensayo, a muy bajo precio, 50 pesetas, nombres mencionados, Manuel Sacristán,
en la que se fueron publicando los grandes Gonzalo Pontón, Javier Pradera, eran mar-
nombres que se editaban en el mundo ex- xistas y militantes comunistas que fueron
terior: Marx, Keynes, Russell, Adorno, Lan- claves y fundamentales para la recepción
ge... «La lista de autores que tradujo bajo del marxismo en la juventud española anti-
su propio nombre es impresionante: Marx, franquista, que ni necesitaban ni podían en
Engels, Lukácks, Gramsci, Adorno, Hull, aquel momento presentarse como marxis-
Quine, Galbraith, Bunge, Copleston, Have- tas. En abril de 1976 Gonzalo Pontón, tras
mann, Dutschke, Dubcek, Korsch, Marcuse, aprender el oficio de editor en Ariel, fundó
Schumpeter, Frege, Piaget, Pigou, Marcuse, la editorial Crítica, que publicó sus prime-
Dubcek, Althusser, Chomsky, Galbraith… ros libros en septiembre de aquel mismo
Tratábamos de remedar con el ensayo la año, a la que incorporó sus conocimientos y
tarea que Javier Pradera estaba llevando a entusiasmos Josep Fontana, ya catedrático
cabo con el «Libro de bolsillo», de Alianza en Valencia, y en plena puesta en marcha de
editorial» [7]. Pocas colecciones tuvieron un una transición política en la que era urgen-
papel tan importante en la formación de te compensar muchas carencias, así cultu-
varias generaciones de jóvenes estudiantes
8.– Fontana, militante del PSUC desde 1957, y Sacristán
7.– Gonzalo Pontón, «Tiempo de aprendizaje», en Artes del formaban parte del consejo de redacción de Nous
ensayo. Revista Internacional sobre el ensayo hispánico, 1 Horizons, la revista cultural del PSUC, en la que publicó,
(2017) p. 247 y ss. con seudónimo, sus primeros trabajos.

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Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia de la historiografía Carlos Forcadell Alvarez

rales como historiográficas y políticas; en en una sala de espera acompañado de una


ello tuvo un papel determinante la Editorial dama que resultó ser la medievalista Reyna
Crítica y las publicaciones y traducciones Pastor, recién exiliada de Argentina (1976).
de historia que Pontón y Fontana orien- Y son estos los principales legados del
taron durante más de tres décadas, entre trabajo de Fontana quien, en los años se-
1976 y 2009, una tarea aun continuada por tenta y siguientes, en la madurez de su ac-
la editorial Pasado & Presente hasta hoy [9]. tividad docente, desde la Universidad Au-
La influencia de la editorial Crítica en tónoma de Barcelona entre 1979 y 1991, y
la enseñanza e investigación de la historia entre las intensas solicitudes de su oficio
moderna y contemporánea en España y en de editor y empresario, continuó publican-
Latinoamérica en el último cuarto del siglo do estudios académicos sobre temas espe-
pasado y en la primera década del nuevo cíficos de historia económica en torno a la
milenio es tan enorme como difícil de eva- situación de la Hacienda pública española y
luar. Constituye una dimensión fundamen- su relación con la revolución liberal y la po-
tal de la actividad y del legado intelectual y lítica, de modo que llegó a ser el mejor co-
cultural de Fontana, una larga y coherente nocedor del estado español, especialmente
tarea que cambió, modernizó y europeizó en la primera mitad del siglo XIX [10]. Con
las reglas de juego de la recepción en Es- los años llegaría la hora de la síntesis, que,
paña de la historiografía europea y mun- por lo que se refiere a esta dimensión de su
dial recuperándola de sus atrasos y mar- investigación histórica, desembocó en un
ginalización: eran los marxistas británicos libro imprescindible sobre el periodo 1823-
(Thompson, Rudé, Hobsbawm, Hilton...), 1834, que «forma parte de un proyecto que
pero también los debates centrales de la inicié hace unos treinta y cinco años con la
historiografía europea (Dobb, Brenner), e intención de investigar la crisis del antiguo
historiadores franceses como Pierre Vilar, régimen español» y al que se proponía en
de cuya síntesis de historia de España se el futuro dotar de una dimensión europea
llegaron a vender medio millón de ejem- sobre los procesos de transformación de las
plares, o Labrousse,Vovelle o Marc Bloch, sociedades europeas entre los años 1814 y
alemanes (Kossok), cubanos (Moreno Fra- 1848 «si me quedan tiempo y fuerzas para
ginals), polacos (Kula), italianos (Cipolla)... hacerlo» [11].
etc., pero también la acogida a jóvenes his- Si la investigación preferente de Fonta-
toriadores que presentaban sus primeras na se centró, desde los orígenes, en la pri-
investigaciones, doctorales en muchos ca- mera mitad del XIX, cuando llegó el tiempo
sos, a finales de los setenta y principios de de las síntesis los horizontes fueron más
los ochenta: Maluquer de Motes, Termes, amplios. El volumen V de la Historia de
López Garrido, Paniagua, Ángel Viñas..., Cataluña dirigida por Pierre Vilar (1988)
incluyendo al firmante de estas líneas, un constituyó un correlato espléndido y bási-
desconocido a quien recibieron Pontón y
Fontana en la sede de la editorial después 10.– Hacienda y Estado en la crisis del antiguo régimen
de haberles hecho llegar por correo postal 1823-1830, Madrid, 1973, Instituto de Estudios Fiscales; La
el índice de su tesis, quien recuerda estar revolución liberal. Política y Hacienda en 1833-1845, Madrid,
1977, Instituto de Estudios Fiscales; La Hacienda en la
9.– Lo cuenta Fontana en el prólogo al extraordinario historia de España, 1700-1931, Madrid, 1980, Ministerio de
libro de Gonzalo Pontón, La lucha por la desigualdad. Una Hacienda.
historia del mundo occidental en el siglo XVIII, Barcelona, 11.– De en medio del tiempo. La segunda restauración espa-
Pasado & Presente, 2016, p. 11. ñola 1823-1834, Barcelona, Crítica, 2006.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Libros de Josep Fontana (Foto. José Gómez Alén).

co para sentar las bases de la historiografía del pasado escrito a la altura historiográfica
sobre la sociedad catalana en este periodo; de nuestro tiempo, pensado desde un lar-
la dirección de la Historia Universal Planeta go horizonte de experiencia para la mejor
y su autoría del tomo 10 sobre La época de comprensión del presente. Todos los auto-
las revoluciones (1991) fue una buena sínte- res se proponen «establecer una visión de
sis de manual para el escenario europeo; en conjunto del pasado histórico español ins-
2007 comenzó el ambicioso proyecto edi- pirada en la renovación historiográfica que
torial coeditado por Marcial Pons y Crítica ha tenido lugar en España desde los años
y codirigido con Ramón Villares, en el que setenta, que sea digna heredera de la tra-
fue autor del volumen 6 sobre «La época del dición democrática y progresista que ins-
liberalismo», una empresa colectiva, carac- piraba obras como las de Altamira, Artola,
terizada por la pretensión común de «ofre- Tuñón, Vilar o Vicens» [12].
cer una obra que represente lo que un gru- Los territorios del historiador Fontana
po de historiadores de comienzos del siglo fueron indistinta y cruzadamente Cata-
XXI piensa de la sociedad en la que viven»,
12.– La fi de l´antic règim i la industrialització 1787-1868,
como se escribe en la introducción general Vol. 5 de Historia de Cataluña dirigida por Pierre Vilar, Bar-
que reproduce cada volumen; la obra parte celona, Ed. 62,1988; La era de las revoluciones, Vol.10 de
de una concepción de la escritura de la his- la Historia Universal Planeta, Barcelona, 1991; Historia de
España, Barcelona, Crítica y Marcial Pons, 12 volúmenes,
toria de España que, si no unitaria, sí es lo
2007-2013. Sobre esta empresa editorial vid. C. Forcadell,
suficientemente común y compartida como «Una nueva historia general de España para nuestro tiem-
para intentar abordar un relato coherente po», en Revista de Libros, 148 (2009), pp. 24-26.

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Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia de la historiografía Carlos Forcadell Alvarez

luña, España y Europa, y para trabajarlos había iniciado su incursión en el territorio


hubo de dotarse de una extraordinaria dis- de la historia de la historiografía: La Histo-
ciplina de trabajo, una gigantesca erudición ria, publicado en 1974 por la editorial Sal-
y un dominio bibliográfico abrumador. Na- vat y que es un claro precedente del comba-
turalmente que este compromiso profesio- tivo libro de 1982, en cuya introducción el
nal iba unido desde el principio a un paten- propio autor ya advertía sobre «la dureza de
te y explícito compromiso social y político, algunos de los juicios que aquí se formulan
que podía acoplar a lo largo del tiempo a y que contrastan con las buenas maneras
diversas formas y manifestaciones, desde habituales en el mundo académico» (p.12).
las primeras raíces de su militancia en el Esa patente dimensión de historia mi-
PSUC entre 1956 y finales de los años se- litante ya mereció tempranas críticas, en
tenta hasta su presencia cerrando la lista caliente, de las que casi cuarenta años más
de Ada Colau de Catalunya en Comú en las tarde hoy encontramos continuidades y
elecciones municipales de 2015, pero siem- ecos, incrementados por la mayor debilidad
pre fue predominante y radicalmente prio- del marxismo hoy, del marxismo historio-
ritario lo que quedará y prevalecerá como gráfico en particular. Santos Juliá compa-
la clave más central y auténtica de su obra: reció puntualmente a comentar la novedad
el cultivo y proyección del oficio de histo- en una reseña bibliográfica criticando que
riador, la pasión por la historia, el pensar «un historiador de primera fila que a tan-
históricamente, la capacidad de investigar tos enseñó a transitar por nuestro reciente
la historia, de escribirla y difundirla. pasado» relegara la historia y la historio-
En los años ochenta la madurez personal grafía a una mera función legitimadora y de
y profesional de Fontana, ya firmemente apoyo del orden social gestionada por los
asentado tanto en la universidad como en historiadores en cada momento y periodo,
el mundo editorial, coincide con un nuevo entendiendo el discurso histórico y la ta-
escenario en el que la transición política, rea de los historiadores como herramientas
cultural e historiográfica va avanzando, para construir un nuevo proyecto y orden
entre visibles resistencias, con más inten- social, un renovado proyecto socialista [13].
sidad y rapidez en una Barcelona que está La demanda de que la Historia, «dejara
al frente de la renovación universitaria y es de ser conocimiento libresco para recu-
la capital editorial española sin discusión, perar su legítima función de herramienta
también en la escritura de la historia. Es el para la construcción del futuro» era muy
momento de la publicación, 1982, de su li- ambiciosa y la militancia teórica marxista
bro Historia. Análisis del pasado y proyecto muy directa y evidente, de modo que el li-
social, un gran éxito de ventas de la editorial bro fue criticado desde el momento de su
Crítica, de enorme resonancia y, sobre todo, aparición, más privada y discretamente por
de uso habitual y masivo entre profesores algunos historiadores, con más alardes y
y estudiantes durante los años ochenta. publicidad en otros casos. Ricardo Roble-
Supone, de algún modo, el tránsito y la su- do nos informa que en el «Index» de libros
perposición de la Historia académica a una prohibidos por el Opus Dei de 2003 alcanzó
paralela historia de combate, manifiesta- el nivel 6 («lectura prohibida. Para leerlo se
mente militante, posibles ya por el contex- necesita permiso del padre prelado»); otras
to de una naciente democratización políti-
ca y cultural; el libro de 1982 contrasta muy 13.– Santos Juliá, «Un viaje en el Oriente Express de la
visiblemente con el más aséptico con el que historia», en El País (18 de julio de 1982).

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 23-34 31


Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

publicaciones de Fontana de estos años ha- y en otros casos. Leído hoy, el libro adole-
bían merecido el nivel 5: «No se pueden ce de esa condición militante y combativa,
leer, salvo con un permiso especial de la que del mismo modo que le proporcionó un
delegación» [14]. En el campo de batalla de la impacto indudable en una coyuntura histó-
Historia no faltaban combatientes. rico cultural determinada, le ha hecho des-
Fontana ponía su enorme erudición y aparecer de los estudios más acreditados de
saber histórico al servicio de cierta urgen- historia de la historiografía, aunque fue im-
cia militante que consideraba necesaria a portante para la generación de estudiantes
principios de los años ochenta, cayendo en e historiadores de los años ochenta, para
ocasiones en juicios demasiado sumarios los profesores universitarios y docentes de
y poco documentados. De los historiado- enseñanza media que lo usábamos y reco-
res alemanes, escribe, por ejemplo, que «lo mendábamos. Fontana no oculta su convic-
que en Alemania recibe el pomposo nom- ción y objetivo: «el último capítulo de este
bre de Historische Sozialwissenschaft no es libro se dedicará, precisamente, a la necesi-
mas que el viejo historicismo rejuvenecido dad de repensar nuestros análisis del pasa-
con trasplantes de sociología conservado- do para que podamos construir sobre ellos
ra norteamericana, controlado por el rígido un nuevo proyecto socialista» (p. 246), y en
sistemade de vigilancias y censuras ideo- su párrafo final llamaba a «rehacer la histo-
lógicas heredadas del nazismo, que siguen ria del capitalismo, no como una fase en el
en plena vigencia hoy» (p. 173); en el índi- desarrollo de las fuerzas productivas, sino
ce onomástico del libro se buscará en vano como una etapa en el de las formas de ex-
nombres como Koselleck, Wehler, Kocka, plotación, para entenderlo mejor y comba-
Pühle, y ni siquiera aparecen los jóvenes tirlo más eficazmente» (p.263), una historia
historiadores de la vida cotidiana, izquier- militante que con el tiempo ha envejecido
distas críticos con la Sozialgeschichte de irremediablemente.
sus mayores más enraizada en tradiciones Pero Fontana nunca renegó de su mar-
demócratas y socialdemócratas (Kriedte). xismo historiográfico, como puede apre-
Yo mismo pude ser testigo de cómo Juan ciarse en una de sus últimas intervencio-
José Carreras le comentó con posteriori- nes orales y escritas, en la que reconoce
dad, privadamente y con discreción, estas las influencias del marxismo británico, de
ausencias y estas descalificaciones sim- Gramsci, o de Walter Benjamin, «que volvió
plistas, y de cómo Josep Fontana asumía su a poner en circulación la exigencia de una
desconocimiento y apresuramiento en este historia no lineal» [15], algo bien evidente
también en las dos notables síntesis divul-
14.– Ricardo Robledo, «Josep Fontana 1931-2018. Historia
gativas a las que dedicó sus últimos esfuer-
y compromiso social» Blog De re historiográfica, septiembre
2018. Se refiere a La crisis del Antiguo Régimen (1808- zos, en las que no ocultaba su compromiso
1833), Barcelona, Crítica, 1979, donde critica con dureza con una determinada forma de interpretar
a la escuela de Pamplona de los historiadores del Opus el pasado unida a la necesidad y propuestas
Dei (Federico Suárez). Ricardo Robledo ha contribuido
de su transformación, dos gruesos volúme-
destacadamente, por encima de las retóricas necrológicas,
a fijar el lugar de Fontana en territorios propios de la nes en los que desplegaba una no menos
historia de la historiografía económica: «Josep Fontana combativa historia de la guerra fría y una
y la Historia Económica» en Investigaciones de Historia historia del mundo desde 1914, dos balan-
Económica, vol. 14 (octubre de 2018) y «El infatigable
zapador: la historia agraria de Josep Fontana» en
Historia Agraria, 76 (2018), constituyen dos volúmenes 15.– «La formación de un historiador marxista» en Nuestra
imprescindibles. Historia, 5 (2018), pp. 11-14.

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Josep Fontana hoy y mañana: su lugar en la historia de la historiografía Carlos Forcadell Alvarez

ces finales que lo convierten en una especie mismo tiempo que perdemos de vista al co-
de Hobsbawm español [16]. munismo, la caída de la URSS ha librado a
Parece que entre los materiales inédi- Marx de sus herederos y nos ha liberado a
tos que deja Josep Fontana se encuentra un nosotros, y probablemente crecerá el atrac-
libro que, con el inequívoco título de «La tivo moral de alguna versión renovada del
crisi com a triomf del capitalisme», editará marxismo» [17].
próximamente Tres i Quatre y que presu- Un historiador alemán de la historio-
miblemente reflejará la coherencia de sus grafía, de común reconocimiento entre la
análisis históricos y de su compromiso po- profesión, Lutz Raphael, resume y sinteti-
lítico casi cuatro décadas después del alda- za en su síntesis de historia de la historio-
bonazo que dio con su Historia en 1982. grafía en el siglo XX que «la investigación
Por otra parte, conviene señalar que en histórica marxista constituye, sin duda, la
los últimos años asistimos a un cierto re- mayor corriente en el seno de la ecume-
torno a Marx, pues los riesgos sistémicos ne de historiadores [...], la investigación
que han acompañado a la crisis de 2008 han histórica marxista se convirtió en el siglo
recuperado algunos elementos de la crítica XX en el competidor mas importante del
económica y política de Marx a la sociedad modelo liberal de progreso, y, a su vez, en
de su tiempo, aunque esto es menos visible heredera» [18]. Se puede constatar un cierto
en el terreno historiográfico: hoy, desacti- y visible retorno a Marx en el despliegue
vada la dimensión política del marxismo, es de un nuevo pensamiento crítico, así como
más habitual un reconocimiento generali- que determinadas críticas académicas y po-
zado sobre el hecho de que las aportacio- líticas al capitalismo actual recuperan no
nes del marxismo al método histórico y a pocos elementos de la crítica económica y
la práctica historiográfica contemporánea política de Marx a la sociedad de su tiem-
han sido innegables y de gran envergadu- po; no se esconden ni necesitan ocultarse,
ra, incluso para quienes han escrito historia algo que parece más difícil encontrar entre
alejados de una identidad «marxista». Al- los historiadores en general, como atemo-
guien tan poco «marxista» como Toni Judt, rizados por reconocer hoy el papel y la in-
y con anterioridad a la crisis de 2008, a la fluencia de Marx en la concepción y en la
vez que echaba en cara a Hobsbawm la per- práctica de los fundamentos del método
sistencia de sus convicciones o militancias histórico hasta hoy, temerosos de que solo
comunistas, escribía: «Sin embargo hoy las su nombre, o el de marxismo, los pueda
cosas están volviendo a cambiar. Vuelve la asociar con cementerios y cadáveres polí-
cuestión social de tiempos de Marx, cómo ticos. De modo que, en la actualidad, el re-
abordar y superar las enormes disparidades legamiento del marxismo en la historiogra-
de riqueza y pobreza, las vergonzosas des- fía -una especie de terra incógnita para los
igualdades en salud, educación y oportuni- jóvenes historiadores o para seniores más
dades... [...]. No hace falta ser marxista para olvidadizos que disidentes- puede ser con-
reconocer que lo que Marx y otros denomi- siderado una desaparición debida a una de-
naban ejercito de reserva de mano de obra rrota política e intelectual, aunque los más
esta resurgiendo en todo el mundo... Así, al optimistas (Hobsbawm) interpretaron que

16.– Por el bien del imperio. Una historia del mundo desde 17.– T. Judt, Sobre el olvidado siglo XX, Madrid, Taurus, 2008,
1945, Barcelona, Pasado & Presente, 2011, y En el siglo p. 143.
de la Revolución. Una historia del mundo desde 1914, 18.– L. Raphael, La ciencia histórica en la era de los extre-
Barcelona, Pasado & Presente, 2017. mos, Zaragoza, IFC, 2003, p. 133.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Josep Fontana y Carlos Forcadell en una conferencia en 2009 (Foto cedida por C. Forcadell).

buena parte del método histórico marxiano El legado de Josep Fontana a la historia
y de sus aportaciones se han integrado de de la historiografía se compone de esas di-
modo natural y acumulativo en la práctica mensiones señaladas de docente y maestro,
historiográfica hasta tal punto que ya no es historiador y editor, es y será tan abultado
necesario reclamarse del mismo, converti- como indiscutible, echará al olvido opinio-
do en una referencia callada, una tradition nes o pronunciamientos recientes, suscita-
cachée (Enzo Traverso) [19]. Tampoco hay dos por presentes más o menos efímeros,
que olvidar que hoy, cuando en la histo- que han sido objeto de manipulaciones
riografía y en la crítica cultural actuales se simplistas a uno y otro lado de la barrera del
hace cada vez más visible la conexión entre «Procés» en el barullo de la actualidad [21]; el
las nociones de clase, raza y género: «los paso y el poso del tiempo irá borrando el
marxistas y sus organizaciones estuvieron recuerdo de sus compromisos ciudadanos y
en vanguardia de las tres mas importantes políticos, como ha sucedido para los casos
luchas de la modernidad contemporánea: de otros historiadores eminentes del ayer
la resistencia al colonialismo, la emancipa- próximo o lejano, quedando sus aportacio-
ción de las mujeres y el combate contra el nes al conocimiento del pasado y su ejem-
fascismo» [20]. plo de pasión por el oficio de historiador.

19.– C. Forcadell, «Cultura obrera, historiadores y Península, 2015, p. 205.


marxismo: de la clase a la identidad», en J. Gómez Alén 21.– El libro que fue objeto de más críticas por parte de
(ed.), Historiografía, marxismo y compromiso político en la profesión historiográfica fue La formació d’una identitat.
España. Del franquismo a la actualidad, Madrid, Siglo XXI, Una història de Catalunya (2014). Su autor nunca cruzó, en
2018, pp. 155-173. sus últimas entrevistas, la barrera del soberanismo y más
20.– T. Eagleton, Por qué Marx tenía razón, Barcelona, Ed. bien se opuso a los proyectos e ilusiones independentistas.

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Los objetivos compartidos. Nota de
homenaje a Josep Fontana, historiador
marxista y maestro de historiadores

Shared objectives. Some words of tribute to Josep Fontana,


a Marxist and master historian

Rosa Congost
Universitat de Girona

Resumen

Josep Fontana definió el magisterio recibido de Pierre Vilar como un magisterio vivo y
presente, «que se define por los objetivos compartidos», en una clara alusión a su mar-
xismo. Partiendo de esta definición, la autora, a partir de unas cartas cruzadas en 1974
en torno a Febvre, destaca la sinceridad y la complicidad intelectual como elementos
articuladores de la larga y sólida relación entablada entre ambos historiadores y valora y
agradece, a partir de su testimonio personal, la presencia de ambas facetas en la forma
de ejercer el magisterio de Josep Fontana.

Palabras clave: Josep Fontana, Pierre Vilar, historiografía, marxismo.

Abstract

Josep Fontana defined the teaching received from Pierre Vilar as alive and present, a teaching «which
is defined by the shared objectives», in a clear allusion to his Marxism. Based on this definition, the author,
from some letters exchanged in 1974 around Febvre, highlights the sincerity and the intellectual complic-
ity as pivotal elements of the long and solid relationship forged between both historians and acknowl-
edges and appreciates, from her personal testimony, the presence of both aspects in the way Josep Fontana
used to teach.

Keywords: Josep Fontana, Pierre Vilar, historiography, Marxism

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Participar en un homenaje a Fontana hoy Vilar, lo que facilitará el enlace de mis pala-
y aquí, hace que me sienta un poco extraña bras finales con esta introducción.
y a la vez bastante cómoda. Me explicaré. Fontana no se cansaba de repetir que ha-
Extraña, porque hace demasiado poco tiem- bía tenido la suerte de contar con tres maes-
po que él era mi confidente en este tipo de tros: Ferran Soldevila, Jaume Vicens Vives
actos. En los últimos tiempos, en los que, a y Pierre Vilar [2]. De los tres, tan solo uno —
causa de su salud, ya no podía visitarle a su Pierre Vilar— era y se consideraba, como él,
despacho, me había acostumbrado a enviar- marxista. Este hecho ya nos da una idea de
le todos los textos que escribía. «Será una cómo él entendía el rol de un maestro. Es
manera de mantener el contacto», le dije. evidente que se trataba de algo distinto a
Todo eso es demasiado reciente. No obs- la transmisión de un método o de una de-
tante, mi estimación por Fontana era y es terminada manera de pensar. Estos días he
demasiado grande para no aceptar la invi- estado releyendo las cartas que Vicens Vi-
tación a participar en esta mesa redonda, ves le había enviado durante la década de
cuando los organizadores de este Congreso 1950 y he entendido porque Josep Fontana
me lo pidieron, aprovechando mi presencia siempre lo reconoció como maestro, a pesar
ayer aquí para hablar sobre Pierre Vilar [1]. de sus profundas diferencias ideológicas [3].
En seguida, además, percibí con claridad Un maestro es sobre todo una persona que
algunas circunstancias que facilitaban mi anima a sus discípulos a sacar lo mejor de
intervención. La primera: el hecho de que uno mismo. Las cartas de Vicens Vives a
Josep Fontana, como Pierre Vilar, no hu- Fontana demuestran sus desacuerdos aca-
biera renegado nunca de su marxismo. Esto démicos, pero también que Vicens Vives
hacía especialmente cómoda mi participa- apreciaba la sinceridad del joven discípulo
ción aquí; la segunda: el hecho de que Josep y estaba interesado en que siguiera su pro-
Fontana, en muchas ocasiones, reconociera pio camino del modo más brillante posible.
y hablara de sus maestros. Esta circunstan- Es por esa misma razón, pienso, que mu-
cia también hace que me resulte más fácil a chos historiadores no marxistas se auto-
mí, en calidad de discípula suya, hablar de él proclaman discípulos de Josep Fontana.
como maestro. La tercera: el hecho de que Como él lo hacía respecto de Vicens Vives.
con mi maestro Josep Fontana compartiéra- Pero aquí, en un congreso sobre Marx, esta-
mos el magisterio de Pierre Vilar. No sólo de mos invitados a hablar del historiador mar-
lejos. Tuve el privilegio de seguir de cerca xista y tal vez sea más interesante señalar
esta relación. que algunos historiadores que se conside-
Dividiré mi intervención en dos partes. ran marxistas piensen que Fontana no lo
Las dos tendrán un marcado carácter perso- era, o que había dejado de serlo a partir de
nal, pero no he sabido hacerlo de otra ma- un momento determinado. No es mi punto
nera. En la primera, hablaré de la relación de vista. Por eso he querido empezar recor-
de Josep Fontana y Pierre Vilar. En la segun- dando aquí y hoy que él no renegó nunca de
da, hablaré de mi relación intelectual con su marxismo. Y sabía, como todo marxista,
Josep Fontana. Como veréis, terminaré esta
segunda parte volviendo a hablar de Pierre 2.–Por ejemplo, en una de sus últimas publicaciones, Jo-
sep Fontana, L’ofici d’historiador, Girona, Publicacions de la
1.–Me refiero a mi intervención «Pensar históricamente. Càtedra Ferrater Mora, 2018.
Reflexiones sobre el marxismo de Pierre Vilar» en la Mesa 3.–Clara, Jose; Cornellà, Pere; Marina, Francesc y Simon,
redonda sobre Historiografía marxista que tuvo lugar el Antoni (cur.), Epistolari de Jaume Vicens Vives, Girona, Cercle
día 4 de octubre de 2019, en el mismo congreso. d’ Estudis Històrics i Socials, 1998.

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Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep Fontana... Rosa Congost

Josep Fontana junto a Rosa Congost, Pierre Vilar y el nieto de este, París 1996 (Foto: Jean Vilar).

que la compatibilidad entre serlo y recibir nuestro currículum académico.


honores académicos solo acontece en raras Partiendo pues de la consideración y la
ocasiones. Si Fontana, en algún momento reivindicación de Josep Fontana y Pierre
de su vida, tuvo que elegir entre seguir sus Vilar como historiadores marxistas, puedo
propios principios y recibir honores acadé- decir que tuve la oportunidad —el privile-
micos, eligió la coherencia consigo mismo, gio— de conocer de primera mano la mane-
es decir, continuar siendo marxista. Por- ra como Fontana ejercía dos roles: el rol de
que era sobre todo esta coherencia lo que discípulo respecto del maestro Pierre Vilar
él valoraba de cada uno de sus maestros, y —que será, como he dicho, el tema de la pri-
lo que le habían inculcado. Por suerte, esta mera parte— y el rol de maestro, esta vez a
opción, que en su caso implicaba ir siempre través de mi propio ejemplo, que constitui-
contra los poderes establecidos, no le impi- rá el tema de la segunda parte.
dió trabajar ni condicionó la publicación de Empecemos por la primera faceta. El
ninguna de sus obras. Esta es la gran suerte 2004, en un homenaje a Pierre Vilar, un año
que hemos tenido sus discípulos y especial- después de su muerte, en París, Josep Fon-
mente, ahora sí, aquellos discípulos que nos tana, en un texto significativamente titula-
consideramos marxistas. Porque a diferen- do «Actualidad de Pierre Vilar, actualidad
cia de él, que reconocía haber hecho todo del marxismo», afirmó seguir considerán-
su aprendizaje de historiador al margen de dolo su maestro «no en el sentido de una
la Universidad, los de nuestra generación, influencia recibida en el pasado en mi for-
los que estudiamos Historia en los inicios mación —dijo— sino en el de un magiste-
del postfranquismo, pudimos aprender de rio aún vivo y presente, que se define sobre
él y de otros referentes marxistas haciendo

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

todo por unos objetivos compartidos» [4]. lla carta, y también señaló que, repasando
Intervine, me parece que de manera deci- el conjunto de su correspondencia con el
siva, y en todo caso efectiva, en el manteni- historiador francés, había podido compro-
miento de unas relaciones fluidas entre Jo- bar y recordar que no siempre habían esta-
sep Fontana y Pierre Vilar en su última fase, do de acuerdo en las cuestiones referidas a
cuando existía el peligro de que, debido a la la historia y a la historiografía. En concre-
avanzada edad de Pierre Vilar, el contacto to, explicó, había constatado «un rechazo
se interrumpiera. A través de llamadas por indignado a la manera como yo trataba la
teléfono, primero, hechas conjuntamente figura de Febvre, a quien siempre reconoció
aprovechando mis visitas al Institut Vicens como maestro».
Vives de la Universitat Pompeu Fabra, don- El acceso a la correspondencia de Vilar,
de Fontana tenía su despacho y, después, de facilitado por la familia, me permitió cono-
visitas conjuntas al domicilio de Pierre Vi- cer otra carta, que permite comprobar que la
lar, en París. Fontana ha dicho en diversas sinceridad presidió sus relaciones también
ocasiones, con razón, que en las conversa- en la etapa de madurez, cuando Fontana ya
ciones mantenidas con Pierre Vilar solían había publicado su tesis doctoral y acaba-
hablar mucho más del presente que no del ba de publicar el artículo titulado «Ascens
pasado. Yo puedo dar testimonio de que i decadència del’escola dels Annales» [5]. La
también hablaban sobre Diderot y sobre carta de Fontana, escrita el 1974, es la res-
Victor Hugo. En aquellas visitas comparti- puesta a la carta recordada por Fontana
das, pude comprobar la admiración viva en- treinta años después, cuando Vilar le había
tre los dos historiadores. También es cierto hecho notar su desacuerdo con la manera
que cada uno de ellos seguía con gran inte- de referirse a Febvre en aquel artículo. Jo-
rés lo que escribía el otro y quería conocer sep Fontana, a sus 42 años, le decía a Vilar,
su opinión que, al menos en los casos que que ya había cumplido los sesenta y ocho:
viví de cerca, desde 1988, siempre fue favo- «Me temo que usted se deja guiar más por
rable. el afecto que por la razón cuando quiere ver
Hacía muchos años que se había iniciado un Febvre libre de toda tara». Y un poco más
la relación entre ellos, a fines de la década allá: «Entiendo que he tocado puntos que le
de 1950. De aquel primer contacto, Fonta- afectan personalmente y que usted reaccio-
na siempre conservaría y recordaría la larga na ante el ataque a un maestro. Yo también
carta de Vilar donde le decía, en forma de lo haría si alguien atacara a los míos, entre
consejo y advertimiento ante una propuesta los cuales usted ocupa un lugar relevante».
de investigación hecha por aquel joven re- La incómoda situación en la que se halla-
comendado por Vicens: «no es una ciencia ba, condujo a Fontana a hacer un alegato en
fría lo que queremos, pero es una ciencia». defensa de la sinceridad en las relaciones
En aquel homenaje a Vilar de 2004, Fontana discípulo-maestro, como vía necesaria para
reprodujo éste y otros fragmentos de aque- garantizar su perdurabilidad: «A pesar de su
irritación conmigo, sé que las discrepancias
4.–Josep Fontana, «Actualidad de Pierre Vilar, actualidad de fondo son mucho menores de lo que tal
del marxismo», en Aron Cohen, Rosa Congost y Pablo F. vez haya creído usted ahora. Pero he tra-
Luna (coord.), Pierre Vilar: una historia total, una historia tado siempre de ser sincero, hasta con mis
en construcción, Granada, Universidad de Granada, 2006. El
libro recoge los trabajos presentados en la jornada del
Atelier Pierre Vilar, celebrado en Nanterre el 1 de octubre 5.–Josep Fontana, «Ascens i decadència de l’Escola dels
de 2004. Annales», Recerques, 4, 1974, pp.283-298.

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Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep Fontana... Rosa Congost

maestros, a costa de enfadarlos. A Vicens Porque personalmente, no estoy segura


cuando defendía Vilar. O a Vilar cuando me que la estimación personal fuera el único
ha tocado atacar a Febvre». motivo de la defensa de Febvre por parte
Pero si hoy, en este acto, me limitara a de Vilar. Cuando Fontana hablaba de la in-
destacar los aspectos personales —y, en fluencia negativa que podía ejercer el estilo
cierta manera, anecdóticos— del que segu- brillante de Febvre en los jóvenes inquietos
ramente fue el máximo punto de fricción era porque él, siendo joven, había sucum-
vivido entre mis dos maestros, sentiría que bido a esta influencia [7]. Además, en 1970
estoy faltando a su magisterio. Por esta ra- Ariel Quincenal había publicado en caste-
zón, el último fragmento de aquella carta llano, seguramente a propuesta del mismo
que he elegido hace referencia a una face- Fontana, una primera edición, parcial, de
ta más universal, porque atañe a todos los una selección —llevada a cabo por el mismo
que nos dedicamos profesionalmente a la Fontana— de textos del libro Combats pour
historia y, en especial, a la educación uni- la Història y en agosto de 1974 ya había sa-
versitaria. Decía Fontana, en 1974: «Febvre, lido al mercado la tercera. Pero en aquellos
el Febvre de los últimos años sobre todo, si- momentos, en Francia, Febvre se hallaba le-
gue haciendo las funciones de maestro en jos de ejercer una posición de faro intelec-
teoría, y el suyo es un magisterio peligroso tual y, en el momento de la carta, Vilar ya
en un mundo de confusión ideológica como había publicado en los Annales su «ensayo
el de los historiadores. Hablando con los de diálogo» con Althusser, donde contrapo-
estudiantes, con los jóvenes, me creo en la nía Febvre a Foucault, y al mismo Althusser,
obligación de decirles que tienen que leer porque intuía que en aquellos momentos el
los escritos teóricos de Febvre con mucha impacto de estos dos autores entre los jóve-
precaución, porque bajo un estilo brillante, nes podía ser especialmente —y preocupan-
bajo las invocaciones a la vida y al hombre, temente— adormecedor [8]. Exactamente, en
se hallan las simientes de la cosecha que el fondo, por la misma razón por la que Fon-
hoy siguen los Le Roy Ladurie, Chaunuy tana atacaba a Febvre y, a partir de él, la de-
Levy Leboyer». riva que, en su opinión, habían iniciado los
Si hubiera conocido esta carta mientras Annales. El artículo que no había gustado a
Vilar aún vivía, se la hubiera recordado, a Vilar era, como el mismo Fontana le expli-
los dos, en uno de los encuentros en París [6]. ca, el primer borrador del capítulo sobre los
Annales que aparecería años más tarde en el
6.– Cuando mostré esta carta a Fontana, él reconoció que
habían sido unos momentos de tensión, pero que más tar-
de todo se había aclarado entre ellos. Imagino su sonri- 7.– En 2001 Josep Fontana lo explica así: «Quan vaig co-
sa el día que escuchó a Pierre Vilar pronunciar, unas dos nèixer Vicens era jo qui jurava pel nom de Lucien Febvre
décadas después, en una conferencia en la Universitat —errors de joventut, dels quals m’he penedit, almenys
Autònoma de Barcelona, estas palabras: «Freqüentment en part, a temps— un home, Febvre, per qui em va sem-
lamento no tenir el temperament —i el talent— de Josep blar endevinar que Vicens no acabava de tenir simpatia»,
Fontana quan denuncia tals errors al si de tal escola his- «L’epistolari de Jaume Vicens Vives: notes de lectura», Ma-
tòrica. El to dels seus mals humors em recorda sovint el nuscrits, 19, pp.157-162.
de Febvre i el de Marx», «Records i reflexions sobre l’ofici 8.– Pierre Vilar, «Histoire marxiste, histoire en construc-
d’un historiador», Reflexions d’un Historiador, València, tion, Essai de dialogue avec Althusser», Annales E.S.C.,
Publicacions de la Universitat de València, 1992, pp. 69- 1973, 28-1, pp.165-198. «Historia marxista, historia en
90. Vilar, por su parte, también hubiera sonreído si yo le construcción. Ensayo de diálogo con Althusser». Puede
hubiera mostrado y le hubiera leído el breve prólogo de verse la edición castellana de este artículo en Pierre Vilar,
Josep Fontana de la recién reedición de Lucien Febvre, Economía, Derecho, Historia, Barcelona, Ariel, 1983, pp.174-
Combates por la historia, Barcelona, Ariel, 2017. 228.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

libro Historia [9]. Es significativo que en este flexionar sobre la necesidad de enfocar esta
libro no aparezca aún ninguna referencia a temática desde una perspectiva que yo con-
Foucault ni a Althusser. Sin duda, Fontana sidero marxista pero que no era la manera
no los consideraba aún dignos de tener en habitual de enfocar el problema, ni entre los
cuenta, como sí hará en La historia de los no marxistas, ni entre los marxistas. Me pa-
hombres [10]. Sin duda, hay un importante recía, cuando empecé a extraer los prime-
desfase entre lo que estaba ocurriendo en ros resultados de mis investigaciones, que
la historiografía francesa y la española en esta era la principal función —crítica— de
aquellos años. Pero aun así podemos com- un historiador marxista. Pero muy pronto
probar que, en los momentos de máxima me vi rodeada por algunos colegas que se
tensión, los dos historiadores compartían decían discípulos de Fontana y de Vilar que
un mismo objetivo: ambos pensaban en su me advertían de lo disgustados que esta-
magisterio, en sus estudiantes. Sería injus- rían estos historiadores cuando me leyeran.
to y un poco mezquino por mi parte si no Afortunadamente, no les hice ningún caso.
hiciera notar, teniendo en cuenta la fecha De hecho, ni tan solo llegué a plantearme
—1974— que estaban pensando en noso- si debía hacerles caso. ¿Por qué Fontana y
tros, es decir, en la generación de historia- Vilar iban a molestarse con los razonamien-
dores, entonces estudiantes de historia, a la tos que yo hacía, si yo me sentía discípula
cual yo pertenezco. suya haciéndolos y me parecía, además, que
Hemos visto que en aquella carta, Josep compartía con ellos la manera plantear y
Fontana, a sus 42 años, afirmaba que una de analizar los problemas y la voluntad de re-
las cosas que caracterizaban las relaciones solverlos?
discípulo-maestro era la sinceridad entre Josep Fontana fue conociendo, desde el
ellos. La sinceridad constituirá también el primer momento, desde finales de la década
eje de la segunda faceta que ya he avanzado de los años 80, cuando presidió mi tribunal
que me proponía tratar en mi intervención, de tesis, de forma puntual, pero continua-
esta vez a partir de mi humilde persona: la da, mis trabajos y mis argumentaciones. En
manera de ejercer como maestro, y ahora sí, ningún momento yo dejé de decir lo que
específicamente como maestro que se recla- pensaba, aunque no coincidiera con lo que
ma del marxismo, de Josep Fontana. Lo que hasta aquellos momentos había dicho Josep
pide este maestro a su discípulo no es solo Fontana y aunque lo volviese a tener ante
que trabaje, sino que lo haga con espíritu mí presidiendo otros tribunales, como su-
crítico y que sea capaz de plantear proble- cedió en mi titularidad y en mi tribunal de
mas históricos que ayuden a combatir las cátedra, en 1995. Entre nosotros no hubo
maneras dogmáticas que a menudo se es- ningún conflicto. Al contrario. Él respondió
conden detrás de los discursos académicos. y reaccionó en todas las ocasiones mostrán-
Voy a ejemplificarlo en el que ha cons- dose interesado por lo que yo decía y que-
tituido y aún constituye el tema central de riendo conocer los trabajos que iba desarro-
mis investigaciones históricas, la propiedad llando. Hasta este año, hasta su muerte.
de la tierra. He dedicado mis esfuerzos a re- De hecho, si se va siguiendo lo que Fonta-
na ha ido publicando en relación a muchos
9.– Josep Fontana, Historia. Análisis del pasado y proyecto
temas, es fácil comprobar como el mismo
social, Barcelona, Crítica, 1982.
iba evolucionando y no decía las mismas
10.– Josep Fontana, La història dels homes, Barcelona, Críi-
ca, 2000. La versión en castellano, La historia de los hom- cosas que había dicho unos años antes. Para
bres, Barcelona, Crítica 2005. mí, en eso también ha sido el modelo a se-

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Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep Fontana... Rosa Congost

Final de la carta de Josep Fontana a Pierre Vilar, agosto de 1974 (Imagen cedida por R. Congost).

guir. Pienso que podría aplicarse a muchos ban de que alguien como yo se atreviese a
de los temas tratados por Fontana, pero criticar aquellos escritos. Conservo algunas
entenderéis que continúe con mi ejemplo. cartas que dan testimonio de ello. Al mismo
En las últimas décadas, la extrema especia- tiempo, algunos de los detractores incon-
lización y sectorialización de los estudios dicionales de Fontana, no necesariamente
históricos ha dificultado la tarea de seguir anti-marxistas porque, como Pierre Vilar,
la evolución de los trabajos de un historia- Fontana también tenía detractores entre los
dor tan prolífico como Fontana en todos que se consideraban marxistas, aplaudieron
sus campos. También en los estudios sobre algunos de mis escritos precisamente por-
la propiedad de la tierra. Muchos años des- que les parecía que desmentían a un Fonta-
pués, algunos admiradores incondicionales na demasiado influyente. Fontana conocía
de Fontana, que habían canonizado sus es- estas críticas, tanto las que iban dirigidas a
critos de los años setenta, se escandaliza- mí como las que iban dirigidas a él, pero ello

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

no le impidió ser uno de mis principales va- ginas, donde abundaban las referencias al
ledores, como editor, de mis trabajos. Nun- marxismo de Vilar. El mismo día que ya ha-
ca dejé de citarlo críticamente si me parecía bía enviado aquel texto a París, dos colegas
que haciéndolo podían entenderse mejor que acababan de leerlo me dijeron no sólo
mis argumentos. Nunca, ni en público ni en que a ellos no les había gustado nada, sino
privado, me lo recriminó. que estaban seguros de que «no gustaría»y
Explico esto porque estos días he leído a de que probablemente «disgustaría» a Pie-
historiadores que aseguran que Fontana era rre Vilar. Como lo que menos quería yo era
un historiador dogmático y contrario al es- disgustar a mi querido maestro, que tan
píritu crítico. Y, sobre todo, porque le estoy bien se había portado conmigo y que ya
muy agradecida. Yo no descarto que a Josep había superado los ochenta y cinco años,
Fontana no le complaciera alguna de aque- le envié una postal donde le suplicaba que
llas citas, pero en este caso tuvo el tacto de no leyera el texto y le anunciaba una nue-
no hacérmelo notar, ni en público ni en pri- va versión para mi próximo viaje a París, en
vado, tal vez porque conocía mi estimación el que le explicaría el porqué de mi extraño
por él y sabía que una crítica suya podía in- comportamiento. Cuando lo visité, él me
fluir en mi producción académica e intelec- esperaba en la puerta de su casa con el tex-
tual, que él, como hacen los buenos maestros to en la mano. No lo había leído, pero me
con sus discípulos, siempre estimuló. pidió que se lo leyera de viva voz. A cambio
Esta última reflexión me permite termi- de este esfuerzo, que intuía que no era pe-
nar esta intervención reivindicando esta queño, me prometió toda la sinceridad del
otra faceta del maestro Josep Fontana, que mundo. Siempre recordaré aquellos minu-
tantos otros han elogiado: me refiero a su tos. Desde sus inicios, iba asintiendo con la
generosidad y a su disposición a dedicar ho- cabeza a medida en que yo iba desgranando
ras al trabajo de sus discípulos. Como me el texto, creándose momentos de gran com-
parece que ha quedado claro, no fue en mis plicidad intelectual. Después, quiso cono-
estudios sobre la propiedad de la tierra, es- cer algunos detalles de los dos colegas que
critos en total libertad, donde conocí esta lo habían considerado impublicable, tales
faceta, pero la viví plenamente en mis escri- como su edad o su posición ante el marxis-
tos sobre Pierre Vilar. El relato de esta expe- mo. El texto no llegó a publicarse, ni en su
riencia personal me permitirá enlazar con la primera ni en su segunda versión, pero esta
primera parte de mi exposición, dedicada a experiencia estrechó mis lazos con Pierre
las relaciones entre Vilar y Fontana. Vilar. También es verdad que me hizo dudar
Desde su visita a Girona para participar de mis capacidades para escribir «académi-
en un curso de verano de 1988, pocos me- camente» sobre él.
ses después de leer mi tesis que, tras la in- Josep Fontana no sabía nada de esto,
sistencia de la historiadora Núria Sales, se cuando unos años después, durante el curso
llevó consigo a París, establecí una relación 1993-94, en una visita a Girona, en ocasión
estrecha con Pierre Vilar. Ello explica que de un curso de Doctorado, quiso ser el pri-
cuando, en 1990, desde la revista Anthro- mero en transmitirme un encargo del editor
posse me pusieron en contacto con él para valenciano Eliseu Climent, que unos días
dedicarle un número monográfico, él pro- antes se había puesto en contacto con él
pusiera mi nombre para ofrecer un esbozo para localizarme. Supe así que, en una visi-
de biografía intelectual. Dediqué bastantes ta a París del editor, que estaba interesado
horas a escribir un texto de unas treinta pá- en publicar un libro de memorias de Vilar,

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Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep Fontana... Rosa Congost

éste, que en aquellos momentos ya tenía dominante era avanzar en el conocimiento


graves problemas de visión, había aceptado de realidades empíricas. Sostenía también
emprender la tarea de confeccionar un libro que era esta necesidad de contrastar la rea-
si contaba con mi ayuda, y la editorial es- lidad histórica con la teoría lo que lo alejaba
taba dispuesta a pagarme por este trabajo. más de Althusser y Foucault y, en cambio, lo
Al comprobar que la noticia no me llena- acercaba a los Annales de los primeros años
ba de alegría, Fontana quiso saber por qué. y también al marxismo de Past & Present.
Me sinceré con él y le expliqué lo que ha- En aquel texto de los años noventa, lo que
bía ocurrido unos años antes con aquellas definía «nuestro» —porque ya estaba cla-
treinta páginas. Fue entonces cuando cono- ro que era el de los tres— marxismo no era
cí al Fontana más tenaz y persuasivo. Insis- ningún dogma ni ninguna teoría sino una
tió e insistió hasta que yo acepté entregarle insatisfacción y una sospecha constantes
el texto. Como había hecho antes Pierre Vi- respecto de todos los dogmas —también de
lar, me dijo: «lo leeré y seré del todo sincero los que disimulaban serlo— y nuestra dis-
contigo», y concertamos una entrevista en posición a dedicar nuestros esfuerzos teó-
Barcelona. Cuando fui a su despacho, él me ricos —porque era importante no renunciar
estaba esperando con un aspecto especial- a hacer teoría— a denunciar los tópicos
mente grave. Me temí lo peor, pero pronto simplistas que a menudo se esconden tras
entendí que el tono solemne con el que iba las narraciones históricas lineales, e inten-
desgranando los argumentos por los que tar así poner las bases de un relato históri-
le había gustado el texto respondía a una co nuevo. Antes de escribir aquel texto, yo
estrategia clara: conseguir que aceptara el ya sabía que no se trataba de una empresa
encargo de trabajar con Pierre Vilar. Así na- fácil. Pero el contraste entre la reacción de
ció el proyecto de libro de Pierre Vilar que aquellos colegas y la de mis dos maestros,
acabaría titulándose Pensar históricamente, hizo que yo tomara mayor conciencia de las
que Edicions 3 i 4 publicó en 1995 y Crítica dificultades, pero también de la importan-
en 1997 [11], y así mi relación con Fontana, cia, del combate en el que estábamos com-
nuestra relación de maestro-discípula, dio prometidos. Entenderéis ahora porque he
un salto importante. querido enlazar esta parte con la primera.
En aquellas páginas, yo defendía que las Fueron sobre todo aquellas conversaciones
propuestas de Vilar solo podían ser acepta- con y sobre Pierre Vilar, que continuaron
das como válidas si se entendía la tarea de después de la muerte del historiador fran-
«hacer historia» como una manera de «inte- cés, con la preparación de mi último libro
rrogarse sobre la historia». Destacaba tam- sobre el joven Vilar [12], las que fueron te-
bién que el marxismo de Vilar se hallaba jiendo entre Fontana y yo la complicidad
lejos de algunos trabajos «pseudomarxis- intelectual, basada en insatisfacciones y en
tas» que utilizaban determinadas nociones esfuerzos compartidos, y en la sinceridad,
abstractas para simplificar la realidad por- que hace que hoy me sienta especialmente
que, decía, Vilar sabía que el único camino cómoda en este homenaje, en un congres-
para avanzar en el análisis histórico y para que se titula «Pensar con Marx hoy».
desenmascarar las trampas de la ideología
12.– Rosa Congost, Les lliçonsd’història. El jove Pierre Vilar,
11.– Pierre Vilar, Pensar històricament. Reflexions i records, 1924-1939, Barcelona, L’Avenç, 1916; traducido al castella-
València, Edicions 3 i 4, 1995; Pensar históricamente. Refle- no con el título El joven Pierre Vilar. Las lecciones de histo-
xiones y recuerdos, Barcelona, Crítica, 1997. ria. 1924-1939, Valencia, Publicacions de la Universitat de
València, 2018.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Apéndice: Carta de Pierre Vilar a Josep Fontana, 1957

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Los objetivos compartidos. Nota de homenaje a Josep Fontana... Rosa Congost

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Carta de Pierre Vilar a Josep Fontana en 1957 (Fuente: L´Atelier Pierre Vilar).

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El maestro en su biblioteca

The master in his library

Gonzalo Pontón
Fundador de las editoriales Crítica y Pasado & Presente

Resumen

Tras un relato aparentemente intimista, lo que realmente nos ofrece Gonzalo Pontón
en este artículo es una guía de los autores y libros que alimentaron la formación inte-
lectual de Josep Fontana y que le ayudaron en la construcción de su concepción de la
historia, desde la influencia que ejercieron sobre él las obras de sus maestros y amigos
hasta las que causaron su repulsa por la deriva que tomó la escuela de Annales tras la se-
gunda guerra mundial o los que concitaron su profundo desacuerdo con el estructuralismo
francés y los «catecismos» marxistas de todos los tiempos que le producían un profundo
disgusto.

Palabras clave: biblioteca personal, formación intelectual y marxismo.

Abstract

Behind an apparently intimate story, what Gonzalo Pontón actually offers us in this article is a guide to
the authors and books that fed the intellectual formation of Josep Fontana and helped in the construction
of his conception of history, from the influence the works of his teachers and friends exerted over him to
those that caused his rejection of the course taken by the Annales school after the Second World War, or
those that led to his profound disagreement with French structuralism and the Marxist «catechisms» of all
times that displeased him so deeply.

Keywords: personal library, intellectual formation and Marxism.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Josep Fontana i Lázaro (1931-2018) na- contrar, en cualquiera de los tres pisos,
ció, literalmente, entre libros. Su padre era el libro que le pedían discípulos y amigos
un librero «de viejo» que tenía el almacén en desesperados porque no podían hallarlo en
el mismo piso familiar, primero en la calle biblioteca alguna. Él lo tenía y sabía perfec-
Boters y más tarde en la llamada entonces tamente dónde estaba.
Conde del Asalto, en la ciudad de Barcelo- A lo largo de casi cincuenta años de
na. En aquella época, «de viejo» significaba amistad y colaboración, yo llegué a familia-
que se podían encontrar en la librería desde rizarme algo con su biblioteca y a descubrir
novelas policiacas —por ejemplo las de la ciertos atisbos de disposición de los libros:
«Biblioteca Oro»— hasta un libro gótico o algunos me parecían de orden topográfico,
un incunable. Fontana recordará, muchos como la orientación de determinados títu-
años después, que en aquella vivienda-al- los respecto al sol (para que no se dañaran
macén «podía pasar largas horas disfrutan- o, al revés, para que se «quemaran», en los
do de todos los tesoros que había en los es- casos que él quería); otros de disposición
tantes, en la que fue tal vez la mejor escuela «atómica», como sucedía con algún libro
que nunca haya tenido». Cuando el futuro que él consideraba fundamental (el núcleo)
maestro de historiadores tenía siete años, rodeado de otros de sus parciales o de sus
su padre le regaló cinco libros (entre ellos detractores (los electrones). Así, por ejem-
Història de Catalunya: primeres lectures, de plo, a la Historial rural francesa, de Marc
Ferran Soldevila) diciéndole: «Toma. Ahora Bloch, no la escoltaban La tierra y el campe-
empieza a formar tu propia biblioteca», un sino, La extraña derrota o la Introducción a
consejo que se tomó tan en serio que, con la historia, sino los Combates por la historia,
los años, los cinco libros se multiplicaron de Lucien Febvre. El Mediterráneo, de Brau-
por 10.000 y ocuparon tres viviendas en el del, o el Esbozo, de Labrousse, pero también
popular barrio del Poble Sec. El gran histo- el Montaillou, de Le Roy Ladurie, Sevilla y el
riador catalán ha legado esos 50.000 libros Atlántico, de Pierre Chaunu o El pasado de
y miles de folletos (tenía 700 solo de la gue- una ilusión, de François Furet. Otro ejemplo
rra de Independencia) al Institut d’Història «atómico» era la disposición de las obras de
Jaume Vicens Vives de la Universitat Pom- Althusser, Poulantzas, Foucault, Harnec-
peu Fabra de Barcelona, donde ahora se en- ker, Huntington y Fukuyama rodeando el
cuentran. 18 Brumario, de Marx. Otros clusters, en fin,
¿Cómo era la biblioteca del maestro? tenían explicaciones exógenas: ¿qué era lo
Descomunal, sí, pero caótica. No estaba que vinculaba a Azorín con Merimée, a Par-
pensada, obviamente, para un uso público, do Bazán con Lafontaine o Goethe, o a Es-
de modo que su disposición obedecía a la pronceda con Blake, Darwin o Salgari? Que
lógica personal de su creador, una lógica ya en 1939 los había prohibido la censura
aparentemente paradójica, parecida a la ló- franquista. Fontana sostenía que las obras
gica fuzzy que se utiliza, por ejemplo, para literarias más importantes de todos los
que funcione una lavadora. No sé si Fon- tiempos, las que jamás pueden dejarse de
tana los había llegado a leer todos y en su leer, había que buscarlas en los índices de
integridad (lo que es muy probable), pero libros prohibidos por cualquier autoridad.
sí puedo garantizar que los conocía todos, Pero nada era seguro en aquella biblio-
sabía perfectamente para qué los quería y teca de Babel. De pronto se advertía que
qué esperaba de cada uno de ellos. Nunca un panel entero estaba organizado según
tardaba más allá de cinco minutos en en- un criterio de lógica elemental: los libros

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El maestro en su biblioteca Gonzalo Pontón

Josep Fontana en su casa en el año 2004 (Fotografía de Andrés Bertrán, fuente: politicaprosa.com).

de sus maestros, por ejemplo. Allí moraba Catalunya en la Espanya moderna, junto a la
Ferran Soldevila, con su obra inacabada mítica Historia de España (en no sé cuántas
Pere el Gran, la Història de Catalunya y la ediciones) y un ejemplar mimeografiado
primera edición, lujosamente encuaderna- de La vie industrielle dans la région de Bar-
da, de la Historia de España en ocho volú- celone (tesis de Pierre Vilar de 1929), más
menes. Fontana había asistido a las clases ejemplares de todos los libros de Vilar que
clandestinas de Soldevila en los Estudis publicamos en Crítica se alineaban a con-
Universitaris Catalans, que en realidad te- tinuación. Vilar enseñó a Fontana que su
nían lugar en el comedor de su casa, en la trabajo de historiador solo valdría la pena
calle Lamadrid (la «calle de los historiado- si servía para explicar los problemas reales
res», por los varios que vivieron en ella) y de la gente, si representaba un compromiso
a las que muchas veces solo asistía él y el con el mundo en que vivía y si ayudaba a
geógrafo Enric Lluch. Jaume Vicens Vives colaborar en la creación de una conciencia
—«una isla de modernidad en un mar de colectiva.
carcundia retrógrada [en la Universidad]», No sucedía lo mismo con los libros pre-
según Fontana— estaba representado ente- feridos de sus amigos: junto a El Ingenio (en
ramente con todas sus obras, incluidos los los tres volúmenes originales) de Manuel
dos malhadados volúmenes de la Obra dis- Moreno Fraginals («me dio una lección de
persa, que custodiaban a Ferran II i la ciutat insobornable independencia», J.F.) se po-
de Barcelona y a Industrials i polítics, en una día encontrar la primera edición de Carlos
rara concesión a los extremos cronológicos, V y sus banqueros, de Ramón Carande (fue
pero también con sus manuscritos inéditos Fontana quien acuñó la frase, tan repetida
que Fontana rescató de la muerte en la edi- luego, de que «el precio del Imperio fue la
torial Gallach y que él calculaba supondrían ruina de Castilla»), o la obra entera de Eric
3.800 folios. De su maestro Vicens apren- Hobsbawm, de quien valoraba por encima
dió, sobre todo, que el oficio de historiador de todo las cuatro «Eras» («Eric Hobsbawm
solo tenía sentido si se desempeñaba con descifró la evolución de su tiempo con el
plena consciencia de su dimensión cívica. fin de rearmarnos para los combates del

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

futuro», J.F.). Admiraba sin reservas a E. necesitaba tener más a mano para trabajar,
P. Thompson, cuyo magnum opus La for- pero no era así: junto a libros de todas las
mación de la clase obrera en Inglaterra hizo procedencias, en diversas lenguas, que eran
traducir de nuevo para corregir los errores los últimos que había adquirido, convivían
de la primera edición en castellano, pero libros publicados en catalán o castellano,
sentía una devoción especial por un libro libros superados, tesis doctorales e incluso,
de artículos de Thompson titulado Tradi- algunos viejísimos ejemplares procedentes
ción, revuelta y consciencia de clase («una todavía de la librería de su padre. Lo único
aportación excepcionalmente renovadora que quedaba libre en aquella habitación era
que devuelve su papel a la concepción de la ventana y su lienzo de pared en el que
la historia como resultado de las luchas de colgaba un enorme poster del famoso «Los
clases», J.F.). nacionales», con las caricaturas de Franco,
Todos estos libros, y muchos otros, claro, Gil Robles y otros «nacionales» en su bar-
reposaban en las estanterías que cubrían quito de filfa.
las paredes de unos bajos que Fontana ha- De haber dispuesto de una lámpara poli-
bía adquirido para esta función (aunque ciaca de rayos ultravioleta —o de la lámpara
muchas veces nos reuníamos allí con él sus de Aladino—, tal vez yo habría podido dis-
discípulos y amigos), en la calle Cabana, cernir dónde se ocultaba una línea de au-
al final, casi en la falda de la montaña de tores y textos que Fontana reconocía como
Montjuïc. No sucedía así en los dos pisos de formativos: Polibio (el de las Historias), Ra-
la calle Vila Vilà, muy cerca de allí y del tea- belais (el de La tiers libre), Maquiavelo (el
tro Apolo. Solo recuerdo que hubiera dos de las Historias florentinas), Bayle (el del
habitaciones con estanterías tradicionales, Diccionario histórico y crítico), Spinoza (el
repletas de libros. El resto de ejemplares del Tratado político), Hume (el de Una in-
habitaban en todos y cada uno de los mue- vestigación sobre el entendimiento humano,
bles de las viviendas, sin excluir la cocina por su ateísmo), Diderot (el que se escon-
ni el baño de una de ellas: en los aparado- de tras la Historia de las dos Indias, de Ray-
res, en los anaqueles, en los vasares, en un nal), Marx (OME y parte de MEGA), Engels
enorme chiffonnier, en ménsulas, burós, en- (lo mismo), Gramsci (Los cuadernos de la
tredoses, mesillas de noche, pero también cárcel), Benjamin (el del Einbahnstrasse)….
derramados sobre sofás y sillones. En la pe- pero estaban disueltos en el ancho mar del
queña habitación donde trabajaba, en dos Tuttilibri de Fontana.
mesas con dos ordenadores, había un enor- En una rinconera de cierta calidad, en
me mueble de madera basta, cuyo destino el cuarto de estar, Fontana guardaba te-
original me es completamente desconoci- soros materiales además de intelectuales:
do, que, literalmente, iba derramando so- ediciones príncipe de Diderot o Gibbon, de
bre el suelo los libros que rebosaban de él. los Cuatro cuartetos de T. S. Eliot, del teatro
Al punto que se constituyó en el centro del, completo de Ángel Guimerà (en ediciones
llamémosle, estudio un considerable mon- de lujo encuadernadas en piel de becerro,
tículo compuesto por varias pilas de libros algunas por los hermanos Bueno), pero que
que cabalgaban en un equilibrio precario también contenía joyas bibliográficas sin-
solo mantenido porque varias de esas pilas gulares como, por ejemplo, el único ejem-
se apoyaban en el extraño mueble que, a su plar completo que se conserva de las actas
vez, las alimentaba sin cesar. Podría creerse del Segundo Congreso Obrero de la Sección
que allí estarían los libros que el maestro Española de la Internacional, celebrado en

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El maestro en su biblioteca Gonzalo Pontón

Zaragoza en 1872 (ni siquiera se halla com- de Fontana eran los libros de los que nunca
pleto en la Biblioteca Arús, de Barcelona, había tenido noticia y que tal vez atesora-
ni tampoco en el Instituto Internacional de ban un valor especial para él porque le ha-
Historia Social, de Ámsterdam). blaban de las mismas cosas que él pensaba
Aunque, quizá, los libros que siempre me y sentía: «el libro que te está esperando y
fueron más familiares eran los que yo no que, probablemente, te cambiará la vida»
podía dejar de ver cada vez que trabajaba (J.F.). Los buscaba en las librerías «de vie-
con Fontana sobre la mesa de su comedor, jo» con las que tenía una conexión emocio-
los que quedaban a la altura de mi vista, en nal, como la de los Creus, en la calle de la
una especie de vasarillo alto: solo con alzar Palla, o en las antiguas «paradas» del vie-
la cabeza, me encontraba ineludiblemente jo mercado de Sant Antoni, que visitó to-
con los «fracasos», como él los llamaba; es dos los domingos de su vida hasta que su
decir, libros que habíamos publicado en Crí- estado físico se lo impidió. En sus viajes
tica pero que no habían logrado interesar al a París recorría siempre los tenderetes de
público. Allí estaban, como mudos pero in- los bouquinistes de la rive gauche del Sena,
solentes testigos de cargo, La crisis del siglo pero también la Boutique du Livre d’Histoire
XVII y la sociedad del absolutismo, de A.D. o la Shakespeare and Co; en Londres iba a
Lublinskaya («ni los franceses se habían Foyles; en Nueva York, a la del Strand en
atrevido a editarlo», J.F.); La lucha de cla- Broadway. Y otro tanto hacía en Sao Paulo,
ses en el mundo griego antiguo, de G.E.M. de Buenos Aires, Valparaíso, Quito y México.
Ste. Croix («un monumento» J.F.); José de Reunió, así, un tesorillo de libros raros de
Espronceda y su tiempo, de Robert Marrast las más diversas procedencias. Yo recuerdo
(«una contribución fundamental para el muy bien tres, los tres franceses: Dicciona-
estudio del romanticismo», J.F.); Las voces rio de los ateos antiguos y modernos, de Syl-
de la historia y otros estudios subalternos, de vain Maréchal, un divertido disparate en el
Ranahit Guja; El asesinato de Lumumba, de que se incluyen como ateos a Alfonso X y
Ludo de Witte; Lejos del frente, de Carlos Gil a Jesucristo; Diccionario de locos literarios,
Andrés («un joven historiador que escribe de André Blavier, lleno de profetas, visio-
magníficamente», J.F.) y algunos más. Sin narios y mesías o de gentes que se dedican
embargo, también tenía allí libros «desco- a la cuadratura del círculo: y la Enciclopedia
nocidos» de autores famosos, como el co- de la utopía, de los viajes extraordinarios y
rrosivo El hombre que corrompió a toda una de la ciencia ficción, de Pierre Versins, donde
ciudad, de Mark Twain, tenido siempre por se descubren las infinitas maneras en que
autor de relatos infantiles; o el Testament puede tener lugar el fin del mundo y los in-
politique de l’empereur Joseph Second, roi des numerables viajes imposibles.
romains, publicado en 1791 y que había sido La última vez que vi a mi maestro y ami-
perseguido ceñudamente por la Inquisición go con vida biológica, estaba sentado ante
española. Y con ellos, Mi primer libro de his- su ordenador en el cuarto de trabajo de la
toria, de Daniel G. Linacero, publicado en famosa pirámide de libros. Ya estaba muy
Palencia en 1933 y que le costó al autor ser enfermo y a duras penas podía ponerse en
asesinado por los falangistas (en la parti- pie. Lo intentó para despedirse de mí, pero
da de defunción se dice que Linacero murió le fallaron las piernas y yo me levanté de
«a consecuencia del Movimiento Nacional un salto para sostenerlo, pero con tan mala
existente»). fortuna que derrumbé una pila de libros.
Pero la verdadera pasión bibliográfica Intenté recogerlos pero Fontana me lo im-

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Josep Fontana con Eric Hobsbawm y Gonzalo Pontón en Barcelona en el año 2007 (Foto cedida
por G. Pontón).

pidió. Me levanté del suelo todavía con un qué cree en Dios la burguesía?, y su autor es
librito en la mano sin saber qué hacer con Pablo (sic) Lafargue. En una de sus páginas
él: «Te lo regalo», me dijo, mientras insistía iníciales en blanco, encontré la siguiente
en acompañarme hasta la puerta. anotación manuscrita, probablemente de
Se trata de un viejo folleto decimonóni- su primer propietario: «Pedro y Pablo como
co de 16 x 11 cm, encuadernado en papel apóstoles son dos perfectos atracadores».
basto, con el lomo carcomido por el que Ese librito está ahora en mi biblioteca, no
asoman las tripas del cosido. Publicado con otros libros marxistas, sino junto a las
en la colección «Los pequeños grandes li- obras de Fontana. Algo, quizás, se me habrá
bros», de la editorial Atlante, se titula ¿Por pegado de la lógica fuzzy del maestro.

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Josep Fontana como analista del
presente: El futuro es un país extraño
Josep Fontana as an analyst of the present:
«The future is a strange country»
Carlos Marínez Shaw
UNED

Resumen

El futuro es un país extraño (publicado en febrero de 2013 y objeto de una reimpresión


en julio de 2018) es un ensayo sobre el estado económico y político del mundo a la altura
de la segunda década del presente siglo, para lo cual el historiador Josep Fontana se ha
vestido con el traje del analista del presente redactando el libro a partir de las aportacio-
nes de otros analistas coetáneos y de sus propias reflexiones inspiradas en la información
suministrada por los estudiosos del presente y la aparecida en los medios de comunica-
ción de masas. Al final de su agudo y documentado ensayo, el futuro del mundo se nos
aparece como inquietante en muchos sentidos.

Palabras clave: Economía y política del siglo XXI. Involución e incertidumbre.

Abstract

«The future is a strange country» (published in February 2013 and reprinted in July 2018) is an essay on
the economic and political state of the world in the second decade of this century, for which the historian
Josep Fontana donned on the suit of the analyst of the present and wrote the book from the contributions
of other contemporary analysts and his own reflections, inspired by the information supplied by scholars of
the present and mass media reports. At the end of his acute and documented essay, the future of the world
we live in seems worrying in many ways

Keywords: Economics and politics in the 21st century. Involution and uncertainty.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

La producción historiográfica de Josep


Fontana ha seguido una línea de gran co-
herencia. Por un lado, sus trabajos de teo-
ría histórica e historiografía, desde el pri-
mer y deslumbrante esbozo de La Historia
(1973) hasta su culminación en La historia
de los hombres (2000 en catalán y 2001 en
castellano) con varios jalones intermedios,
como el fundamental de Historia. Análisis
del pasado y proyecto social (1982) y como
aquel en que se encara con las últimas ten-
dencias historiográficas, La historia después
del fin de la historia (1992). Por otro lado, su
vertiente más académica, más de acuerdo
con las tradiciones universitarias, a la cual
pertenecen sus trabajos sobre La quiebra de
la monarquía absoluta (1971) o Cambio eco-
nómico y actitudes políticas en la España del
siglo XIX (1975). Finalmente, sus grandes
frescos históricos sobre el siglo XX, desde
Por el bien del imperio. Una historia del mun-
do desde 1945 (2011) hasta El siglo de la re-
volución. Una historia del mundo desde 1914
(2017). Sin embargo, uno de sus últimos los objetivos: ahora no se trata de investi-
libros, aunque naturalmente mantenga sus gar el pasado para conocer mejor nuestro
conexiones con todos los demás, como fru- presente, sino de analizar el presente para
tos de un pensamiento homogéneo, destaca ver si tenemos futuro, es decir si tendremos
como una aportación singular, en razón de un lugar en ese país extraño. Finalmente,
algunas características que le son propias y Josep Fontana cambia su estado de ánimo,
que le otorgan una cierta independencia en que pasa de su optimismo en la capacidad
el conjunto de su obra. de transformación de las fuerzas progre-
El futuro es un país extraño (publicado en sistas que se hallan empeñadas en hacer
febrero de 2013 y objeto de una reimpre- avanzar la historia a un pesimismo que,
sión en julio de 2018) es un ensayo sobre el pese a sus esporádicos intentos de orien-
estado económico y político del mundo a la tarse hacia los rayos de luz que vislumbra
altura de la segunda década del presente si- aquí y allá, no encuentra un horizonte de
glo, para lo cual el historiador se ha vestido esperanza para la humanidad, sino todo lo
con el traje del analista del presente redac- contrario, una involución en la vida de la
tando el libro a partir de las aportaciones de mayoría de esos hombres cuya marcha ha-
otros analistas coetáneos y de sus propias cia un mundo mejor había tratado de histo-
reflexiones inspiradas en la información riar y a los que deja en la misma perplejidad
suministrada por los estudiosos del presen- en la que se halla sumergido su espíritu,
te y la aparecida en los medios de comuni- precisamente en razón de una lucidez sin
cación de masas. Sin embargo, no son sólo declinación. Aquí vemos a un Fontana con
las fuentes las que cambian, sino también toda su capacidad de análisis pero que ha

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

perdido confianza en la evolución positi- sombrío del libro a pesar de todos los es-
va de la humanidad, por lo que su estado fuerzos de su autor por sostener nuestra
de ánimo se ha oscurecido no por razones esperanza.
emotivas, sino por la fuerza de los hechos
que observa con el mismo rigor de siempre. *****
El libro tiene una introducción impeca-
ble, cartesiana, que no es más que un retra- Josep Fontana es el maestro de toda una
to del capitalismo a la altura de la primera generación de intelectuales que creyeron
edición del texto, después de su regresión en la idea del progreso de la humanidad.
a partir de, digamos, 1975, hasta la segun- Una idea que, como ya nos indicara el libro
da década del siglo XXI, con la traumática clásico de John Bury que todos leímos en
fecha de 2008 en medio. El largo capítulo su día, se forjó en el seno de la Ilustración,
siguiente, sin duda el más sustancioso, de- en el Siglo de las Luces. Así aparece en va-
sarrolla el subtítulo del libro para ofrecer- rios autores reverenciados, como Edward
nos una reflexión del autor (muy bien fun- Gibbon (1781) o el marqués de Condorcet
damentada en un océano de información (1795), que teorizaron sobre el constante
cuya mera enumeración abarca desde la perfeccionamiento material y espiritual de
página 158 a la página 218) sobre la crisis la humanidad. La manifestación práctica de
social (que es también económica, política esta convicción se produjo en el transcurso
y ética o de valores) de comienzos del si- de la Revolución Francesa, con su impul-
glo XXI. Los capítulos segundo y tercero so hacia la consecución de la libertad, la
abarcan la trayectoria política del mundo igualdad y la fraternidad. Tras numerosos
en los dos últimos decenios siguiendo sus enfrentamientos en Europa y en América,
episodios más significativos, con los cuales la ideología revolucionaria acabó impo-
estamos más familiarizados a través de los niéndose, para dejar paso a la vertiente rei-
medios de comunicación, lo cual no quiere vindicativa de los derechos sociales que fue
decir que no se nos escapen claves secre- asumida por diversas asociaciones hasta la
tas que los interesados tratan de ocultar o constitución de la I Internacional (1864),
tergiversar. Y finalmente, el cuarto y último que avanzó gracias al empuje de miles de
capítulo trata de ofrecernos un repertorio trabajadores organizados, que fueron ca-
de posibles vías de salida a la gravísima cri- paces de imponer un pacto no escrito que
sis estructural que se ha descrito; una crisis mejoraba su situación material y reconocía
que, por otra parte, se ha agravado aún más una parte de sus aspiraciones en materia
entre la primera edición y la primera reim- de libertades, derechos laborales e instru-
presión del libro (es decir, en sólo cinco mentos de negociación con los propietarios
años de intervalo) y para la que el autor no y los empresarios. Este es el marco en que
tiene ninguna solución realmente operati- se produjo el avance de los desheredados,
va, por lo que el futuro no sólo es un país sin que sea necesario seguir los avatares de
extraño, sino que aparece como un mundo sus conquistas (ni el precio pagado por las
asediado por terribles amenazas, escondi- mismas) a lo largo de los años siguientes.
das entre la alharaca de la propaganda ofi- Y este es el contexto en que nos movimos
cial de los beneficiarios de la crisis (que son toda una generación de la que Josep Fonta-
además los dueños de la información falsa, na podría representar la guía y el paradig-
interesada y sesgada que se vende como si ma.
fuese la verdad). De ahí por tanto, el tono Según nuestro autor, la consolidación

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

de la vía democrática al final de la segunda (pocos) ricos que se hacen cada vez más ri-
guerra mundial (con algunas excepciones cos y unos (muchos) pobres que se hacen
de permanencia de los regímenes fascistas cada vez más pobres [1]. Y así, integrados en
que nos cogen muy de cerca) prepararon el potentes corporaciones empresariales, au-
terreno para el afianzamiento de un pacto pados por agresivos lobbies (que dominan
entre las clases dominantes (financieros, la información, controlan la informática y
empresarios, grandes propietarios, etc.) sobornan a políticos y jueces, cada vez más
y las clases más desfavorecidas (la clase fundidos en una sola instancia de poder, en
obrera y las clases medias), que permitió claro repudio del legado de Montesquieu,
mantener durante treinta años el creci- como podemos ver en el ejemplo español
miento económico, la disminución de la actual) y amparados por extensas organi-
desigualdad y la conciliación social, procu- zaciones internacionales para garantizar
rando una prolongada estabilidad a los paí- su cohesión y evitar conflictos internos, el
ses europeos y occidentales en general. Sin 1% de los más ricos se han adueñado de la
embargo, ese pacto se quebró cuando aque- economía mundial e imponen su ley de hie-
llas mismas clases dominantes se sintieron rro. Su inmenso poderío les lleva ya al des-
libres de la amenaza de los movimientos precio de contrario: han conseguido el so-
comunistas y revolucionarios en general metimiento de los poderes del Estado a sus
y de la presión de la Unión Soviética, que dictados y el sometimiento de los pobres a
había perdido su capacidad operativa. Fue unas normas inventadas por ellos contra
el momento en que la alianza de las fuer- las clases menesterosas, que aumentan sin
zas económicas decidió romper el pacto y cesar. Para terminar, ya no tienen que simu-
encontró a los partidos políticos capaces de lar que el «orden establecido» beneficiaba
prestarse a ello, con las figuras preeminen- a la totalidad de la comunidad (la divisoria
tes de Thatcher en Europa y de Reagan en feudal de bellatores, oratores y laboratores,
los Estados Unidos. Pervirtiendo el lengua- donde los dos primeros grupos protegían
je, llamaron «revolución conservadora» (re- supuestamente a los últimos, o contrato so-
cordemos otra perversión reciente del mis- cial del absolutismo, donde supuestamente
mo orden: la «reforma laboral» del Partido se buscaba el progreso de todos, aunque el
Popular en España) a un colosal proyecto reparto de ese crecimiento fuera desigual
de involución económica, social y política, para conseguir la adhesión de la mayoría,
que en realidad significaba «una política sino que ahora pueden proclamar con abso-
de lucha contra los sindicatos, de desguace luto cinismo que el progreso deja «víctimas
del estado del bienestar y de limitación del colaterales», que el paraguas construido
papel de los gobiernos en el control de la deja sin proteger de la lluvia ácida a un nu-
economía», con sus corolarios del declive meroso grupo de excluidos. En resumen, el
de la calidad de la democracia y de la des- capitalismo ya puede declarar que el siste-
regulación de la economía para servir a los ma no busca el bien público y general, sino
intereses de los poderosos. el beneficio privado de un reducido número
Así se quebró el pacto de la posguerra de privilegiados, cuyo escandaloso enrique-
y se inició el proceso que Paul Krugman cimiento se sostiene sobre el trabajo (mal
(como recoge Josep Fontana, que encuentra retribuido) de todos los demás. Ya no sólo
en el economista estadounidense su princi-
1.– Paul Krugman (1953) es un célebre economista es-
pal fuente de inspiración), llama de «la gran tadounidense vinculado a la Universidad de Princeton y
divergencia», la gran separación entre unos Premio Nobel de Economía (2008).

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

se neutraliza la reacción de los trabajado- un «recorte» del gasto público (cuya con-
res (cuyos derechos han sido literalmente secuencia inmediata es el deterioro de los
hecho jirones), sino que se puede llegar a servicios sociales que otorgaban un col-
argumentar que el sistema no se interesa chón protector a amplias capas de la clase
por resolver problemas que afectan a todos, obrera y de las clases medias). Una políti-
ya que ocuparse de ellos significaría reducir ca que nadie podía dejar de saber (a menos
la tasa del beneficio inmediato de ese 1% que no hubieran leído a los clásicos de la
de privilegiados. Josep Fontana señala los economía política desde Adam Smith has-
más acuciantes: el control de la polución y ta nuestros días) que no crearía puestos de
el «cambio climático» (otro eufemismo este trabajo (sino los destruiría), que no produ-
último para evitar la identificación justa: el ciría ninguna reactivación de la vida eco-
deterioro del clima provocado por el mode- nómica (sino una contracción de la misma),
lo de crecimiento programado por los po- que incrementaría la desigualdad económi-
derosos), pero podríamos seguir añadiendo ca y potenciaría el control social, marcando
otros más, como la desforestación masiva, el camino hacia una «tercera» servidumbre
la restricción del acceso al agua, la mani- de la gleba. Que es lo que ha pasado y, para
pulación de los recursos agrarios a favor nuestra desgracia, sigue pasando.
de la especulación y a costa del hambre de De esa forma, concluye Josep Fontana,
una parte muy considerable de la población llevamos ya cuatro décadas de funciona-
mundial, etcétera. miento de este proyecto social puesto en
Siguiendo ahora la trayectoria cronoló- marcha por los poderosos de la tierra para
gica del proceso (nuestro autor no renuncia su propio, exclusivo y bulímico beneficio.
a su vocación y a sus métodos de historia- Un proyecto social que para marcar clara-
dor), se pasa revista a la crisis de 2008. Una mente su condición involutiva, regresiva,
crisis de matriz financiera, que se solventó podríamos caracterizar como un «nuevo
gracias a la recapitalización de la banca con feudalismo». Utilizando las propias pala-
el dinero público y que permitió a los culpa- bras de Josep Fontana: «Todo apunta, si
bles de la crisis no ya sólo subsistir sino sa- esta evolución se mantiene en los mismos
lir fortalecidos, enjugando sus deudas pero términos, a un futuro de retorno hacia una
no exonerando a los particulares afectados privatización global semejante a la de los
de sus hipotecas y de sus pérdidas induci- tiempos feudales, en que tal vez dejaremos
das justamente por el capital financiero, lo de pagar impuestos al gobierno, reemplaza-
que llevó a muchos a perder sus viviendas y dos por los servicios de trabajo forzado a las
a perder sus trabajos, es decir a convertir- empresas propietarias de todos los recursos
se en auténticos parias de la sociedad, sin y todos los servicios de que dependen nues-
techo y sin recursos. Y a la sociedad en su tras vidas». Servicios que, hay que recordar-
conjunto se les obligó a tomar una amarga lo, en los llamados países del «primer mun-
medicina que corrió bajo el deliberadamen- do», afectan directamente a la educación, la
te mentiroso nombre de «política de auste- sanidad y la cultura, además de otros nue-
ridad», que nuestro autor se limita a des- vos en que lo que se pierde por completo
cribir brevemente porque el dañino tósigo es la misma libertad, como se desprende de
es bien conocido por todos los que venimos la privatización de las cárceles, donde los
padeciéndoles desde hace una década: con- reclusos han pasado de la condición de su-
siste en proceder a una drástica reducción jetos llamados a la inserción social a la de
salarial, a una precarización del empleo, a esclavos privados de todos los derechos y

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

expuestos a toda clase de sevicias, aunque biernos dóciles a sus mandatos que sirvan
esto ya lo habían realizado algunas nacio- de pantalla a sus especulaciones, aunque
nes tan «civilizadas» como los Estados Uni- ello vaya en peligro de la misma demo-
dos: limbo legal de Guantánamo, escuelas cracia o de la movilización de la sociedad
de torturadores, cárceles secretas, prisio- civil. Para ello, hay que pervertir el juego
neros encerrados sin juicios y sin garantías, democrático, financiando a sus candidatos
ejecuciones arbitrarias. y confundiendo a los potenciales votantes
En el resto del mundo, aunque tampoco adversos, mediante campañas financiadas
la Europa supuestamente rica está libre de con el dinero que les sobra, mediante no-
estos ataques, los poderosos no sólo tra- ticias falsas filtradas a través de los medios
tan de monopolizar las fuentes de energía de comunicación de masas controlados por
(tantas guerras con el petróleo de telón las corporaciones (y no hace falta ir muy
de fondo), sino que adquieren el suelo de lejos para comprobar esta financiación de
otros países, compran las tierras de cultivo información adicta o esta difusión de noti-
(a veces a costa del exterminio de las pobla- cias tóxicas), aunque también, como vere-
ciones autóctonas, privadas de sus medios mos enseguida, se puede lisa y llanamente
tradicionales de subsistencia), se garanti- recurrir al concurso de puros dictadores de
zan el agua (tan escasa, tan contaminada y cuño fascista con o sin antifaz. Para colmo,
tan fuera del alcance de comunidades en- subraya el autor, que sabe muy bien de los
teras, condenadas a la sed, la enfermedad que habla, las derechas («prietas las filas»)
y la muerte) y, por el lado contrario, edifi- se limitan a dar mensajes sencillos que, por
can muros o levantan vallas para impedir una parte, van en el sentido de las pulsio-
la movilidad de los desheredados que bus- nes de los grupos más retardatarios y, por
can mejores oportunidades (en contra de otra, ocultan las contrapartidas o las com-
la proclamada «globalización»), trasladan plejidades de las cuestiones, mientras las
masivamente a las poblaciones que estor- izquierdas (celosas de «la independencia de
ban en sus áreas de actuación, asesinan su pensamiento») no sólo sienten la nece-
(sin mancharse las manos de sangre, sino sidad de exponer sus argumentos llegando
por medio de sicarios pagados en dólares) a hasta el fondo, sino que ejercen la crítica
los dirigentes ecologistas o a los defensores sistemática en el propio interior de sus for-
de la libertad o instalan en esos mismos lu- maciones y se dividen (muchas veces de
gares enormes vertederos nucleares, cuyas modo suicida) a causa de su insistencia en
emanaciones condenan al entorno a la es- los matices. Y de ahí, el diagnóstico final:
terilidad o a la podredumbre. El capitalismo depredador de nuestros días
Como clave de bóveda del sistema hacía puede «obrar sin remordimientos: sin que
falta dar un paso más: la privatización de la ninguna convicción pueda disuadirle de su
política y del Estado. En esto Josep Fonta- propósito de enriquecimiento indefinido a
na vuelve a ser contundente, porque quie- costa de los recursos, los derechos y las li-
re enfatizar un fenómeno esencial pero no bertades de la mayoría».
tan evidente para la mayoría de las clases Y antes de pasar al análisis de la cri-
populares. Las grandes fortunas no quie- sis social de nuestros días, una pregunta,
ren intermediarios que limiten su labor propia de momentos de incertidumbre, de
depredadora por medio de leyes o de res- la desazón que dan las encrucijadas, de la
tricciones, incluso por medio de la mera conciencia de haber perdido una importan-
libertad de expresión, sino que quieren go- te batalla o, en el peor de los casos, hasta la

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

Foto: Josep Fontana en 2012 (Foto: Sergi Fuster, fuente: Jot Down).

guerra: «¿Qué hacer?». Sólo el historiador Tras esta intensa introducción (que nos
puede darse una respuesta como científico precipita hacia el interior del libro), Josep
social: «contribuir en la medida de sus fuer- Fontana desarrolla una de las ideas funda-
zas a la tarea de reinventar un nuevo futu- mentales apuntadas. Tomando como en-
ro, que es todavía un país desconocido, una seña una afirmación de Jonathan Nitzan y
vez arruinadas las posibilidades de realizar Shimshon Bichler, donde sentencian que el
el viejo: el que tuvo su origen en las antici- capitalismo de hoy «no es un modo de pro-
paciones de la Ilustración y alentó nuestras ducción sino un modo de poder», el autor
esperanzas hasta el fin de las tres décadas declara su propósito de ejemplificar (para
expansivas que siguieron al término de la Estados Unidos por una parte y para Euro-
segunda guerra mundial». Bien para noso- pa por la otra) la concatenación de la pri-
tros como historiadores, pero ¿y como ciu- vatización del Estado, la restricción de las
dadanos que se unen con otros ciudadanos libertades democráticas y la generación de
para encontrar una salida, para dar una so- nuevos modos de prevención y penaliza-
lución? Eso ya no está tan claro, por lo que ción de la protesta pública [2].
nuestro autor deja la cuestión para elúlti- Para los Estados Unidos, su argumenta-
mo capítulo, donde comprobaremos que
desgraciadamente nuestras herramientas 2.– Jonathan Nitzar (1950) es un economista israelí radi-
hoy por hoy son insuficientes. cado en Toronto como profesor de la York University de
aquella ciudad canadiense. Ha colaborado con Shimshon
Bichler, otro economista israelí, con quien ha publicado
***** una celebrada obra, Capital as Power. A Study of Order and
Creorder (2009).

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

ción parte de una constatación bien cono- preguntarse: ¿la fe en qué?) y el congresista
cida: en el año 2011, una sexta parte de la Paul Broun, elevando (¿?) el nivel de la dis-
población estadounidense (lo que quiere cusión aseveraba que la teoría de Darwin,
decir unos cincuenta millones de habitan- la teoría del Big Bang y la embriología «son
tes) se encontraban por debajo del umbral mentiras que salen directamente del pozo
de la pobreza, una evidencia estadística que del infierno». Quien quiera seguir, puede
induciría a muchos a preguntarse si no nos leer completas las páginas 33-35 del libro,
estaríamos equivocando de país y no nos donde queda claro (no sé si a todo el mun-
estaríamos refiriendo a la India o Etiopía. do, pero a mí sí desde luego) que «Dios»
Lo que ha ocurrido es el efecto de una po- es el nombre que se da con frecuencia a la
lítica deliberada de reducción de los costes propia estupidez.
del trabajo, de debilitación de las organiza- Tras este instrumental ideológico (no
ciones representativas de la clase obrera y siempre obviamente tan burdo y sujeto a
de derribo de la protección pública ofrecida la caricatura, aunque tampoco tan raro que
a los trabajadores. El resultado aparece per- podamos considerarlo una colección de ex-
fectamente resumido por Paul Krugman: centricidades aisladas), el autor señala otra
«El movimiento de lucha contra el déficit serie de acciones de índole más inmediata-
nunca tuvo en realidad el déficit como ob- mente práctica. Por un lado, los lobbies se
jetivo. De lo que se trataba era de usar el encargan de la financiación (soborno es la
miedo al déficit para destrozar la red social palabra más precisa) de miles de políticos y
de protección». altos funcionarios corruptos (rozando la re-
¿Con qué mecanismos? Josep Fontana dundancia, en este y otros casos), a los que
se apoya en los testimonios que pudo re- garantizan elevados ingresos extraordina-
coger en los medios de comunicación con rios (e irregulares, hay que añadir), regalos
ocasión de las elecciones presidenciales suntuosos (los chalés y los coches de alta
estadounidenses de 2012. Primero, nuestro gama son los más paradigmáticos) y garan-
autor se detiene en los argumentos ideoló- tías de su ingreso al final de sus mandatos a
gicos esgrimidos en la campaña, que pro- través de las famosas «puertas giratorias» a
ducirían risa por lo que tienen de ridículo los sillones de los consejos de administra-
pero que generan pavor por lo que tienen ción de las empresas a las que favorecieron
de síntoma de una grave deriva espiritual con informaciones privilegiadas, con retira-
entre las clases dirigentes del país más po- das de leyes que perjudicaban sus intereses
deroso del mundo (aunque luego Trump particulares (muchas de ellas relacionadas
haya superado todos los niveles). Así, Josep con la ecología y con el deterioro climáti-
Fontana nos reproduce las declaraciones de co), con beneficios fiscales injustificados o
Michelle Bachman, para quien las escuelas con la reducción de sus contribuciones al
públicas eran «antros de iniquidad en que Estado, que según su primitiva definición
se enseñaba a los niños a usar condones y debe velar por el interés general.
poner en duda la superioridad moral nor- Un tercer mecanismo que nuestro autor
teamericana» (lo que parecen actuaciones considera harto ilustrativo es la persecu-
realmente positivas para la educación de ción de los ciudadanos que no se pliegan
los menores), mientras Rick Santorum que- al Diktat de las empresas y los gobiernos
ría suprimir las universidades, institucio- mediatizados por las corporaciones. Sin
nes perniciosas «donde el 62 por ciento de entrar en demasiados detalles, basten unos
los estudiantes pierden la fe» (habría que datos estadísticos: los Estados Unidos han

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

visto ascender su población reclusa desde Sin embargo, la realidad era que el endeu-
los 300.000 presos de 1972 a los 2.300.000 damiento público era en aquel momento
reclusos de 2012 (cuarenta años después, muy inferior al endeudamiento privado
una cifra casi ocho veces superior). Una ci- fomentado en buena parte por las más que
fra que no se compagina con el índice de «generosas» condiciones de los préstamos
criminalidad (que ha descendido), sino que (hipotecarios o no) ofrecidas por la banca.
se explica por la ampliación de los hechos Estos son los verdaderos responsables de la
juzgados delictivos y penados con la cár- debâcle: el complejo financiero y político de
cel, que, por una parte (que parece trivial, un capitalismo sin rostro fácil de identificar
pero que es muy significativa del deterioro (a veces escondido bajo términos opacos y
económico y social interior) pasan a incluir engañosos, como el muy difundido de «los
impagos de recibos o de multas de tráfico mercados» que casi nadie sabe definir de
por imposibilidad material de allegar el di- manera comprensible), pero sí fácil de cap-
nero necesario a una población empobreci- tar por sus efectos: el incremento del paro
da, y por otra (con mayor contenido políti- (uno de cada cuatro ciudadanos, el 25 % de
co) por la aplicación de severas penas a los la población), el drama de los desahucios
comportamientos que pueden poner en pe- por inicuas ejecuciones judiciales impulsa-
ligro el sistema, lo que, bajo el disfraz de la das por los propios culpables (para arrojar
erradicación del terrorismo y del tráfico de sal sobre las heridas), la desarticulación
estupefacientes, permite incluir a aquellos de las organizaciones obreras, la adquisi-
resistentes calificados, en un perverso ejer- ción obligada de los servicios esenciales a
cicio de tergiversación, como «radicales» y las empresas que controlan el suministro y
«extremistas». De ahí que David Garland su precio, los «recortes» para ocasionar la
pueda afirmar con razón que los Estados muerte lenta de la educación y la sanidad
Unidos se han convertido en la mayor cár- públicas, la deslocalización de las empresas
cel de la Historia, lo que representa un tris- (que aceleran e incrementan el desempleo),
te récord para incluir en el libro Guinness [3]. la subcontratación de los servicios (que
Josep Fontana se traslada a continuación despojan a los trabajadores de sus dere-
a Europa. Empieza por desmontar una fá- chos y reducen radicalmente sus salarios),
bula, un cuento chino, una narración de las el ataque despiadado al sistema de pensio-
Mil y Una Noches. que sin embargo he vis- nes, que priva a los más desfavorecidos de
to asegurar como cierta en las palabras de su último recurso contra la depauperación
muchos colegas de España o de otros paí- y empuja a los demás a los sistemas priva-
ses europeos (cuyos nombres no citaré en dos, a los planes de pensiones controlados
ningún caso): la crisis de 2008 vino como por unos banqueros culpables de los mayo-
consecuencia del derroche de los europeos res desmanes, de esos banqueros que, en
en escuelas y hospitales y en el ocio que les palabras de Robert Fisk, han pasado a con-
garantizaban sus sistemas de pensiones. vertirse en los «dictadores de Occidente» [4].
Y así, continúa Josep Fontana, citando
3.– David Garland (1955) es un abogado escocés ra- ahora literalmente a Michael Hudson, es
dicado en Estados Unidos, especializado, entre otras como hemos efectuado «la transición de
cuestiones,en el tema de las instituciones penitenciarias la Europa de la socialdemocracia a la oli-
y en el estado del bienestar. Es profesor de Derecho Y So-
ciología en la Universidad de Nueva York y está también
vinculado a la sección de Criminología de la Escuela de 4.– Robert Fisk (1946) es un conocido periodista y escritor
Derecho de Edimburgo. inglés radicado en Beirut.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

garquía financiera» [5]. Y siguiendo de nue- vertido en analista: «La criminalización


vo al profesor de la Universidad de Mis- de la protesta va encaminada a imponer
souri, constata la existencia de «una línea por la fuerza el trasfondo político de unas
de separación histórica entre una época medidas de austeridad que no son solucio-
caracterizada por la esperanza y el poten- nes económicas temporales, sino que con-
cial tecnológico. Y una era de desigualdad, tienen elementos de cambio permanente
a medida que una oligarquía financiera va en las reglas del juego social, destinados a
reemplazando a los gobiernos democráti- persistir: la reforma laboral, limitación del
cos y somete a las poblaciones a una servi- derecho de huelga, ataques a los sindica-
dumbre por deudas». Caso de Grecia, que, tos, privatización progresiva de la sanidad
según un editorial del New York Times del pública, desguace de la educación públi-
8 de noviembre de 2012, hubo de «beber la ca…» Sólo se puede estar de acuerdo con
cicuta», administrada por la oligarquía fi- este diagnóstico, aunque debamos evitar la
nanciera de la Comunidad Europea, en una perversión del lenguaje y llamemos «con-
expresión tan gráfica como la escena ex- trarreforma» laboral a la política propuesta
plicada por Ianis Varoufakis en que captó por el Partido Popular.
inmediatamente que tanto el negociador Joseph Stiglitz, otro de los mentores de
comunitario como él comprendían lo fun- nuestro autor, aunque quizás menos utili-
damentado de los argumentos griegos, pero zados sus argumentos que los de otros ana-
que también sabían que el poder estaba del listas, aparece aquí para dar un diagnóstico
otro lado de aquella barricada dialéctica y final: «Europa se encamina al suicidio» [8].
que Grecia sería sacrificada [6]. Caso de Es- Y el economista estadounidense arropa su
paña, donde Mark Weisbrot, entre otros conclusión con un párrafo especialmente
analistas, ha demostrado la culpabilidad lúcido, y por ello particularmente doloro-
del Partido Popular en el alevoso desman- so: «El activo más valioso de la sociedad,
telamiento del Estado del bienestar [7]. su capital humano, está siendo malgastado
Finalmente, Josep Fontana subraya la es- y hasta destruido. Los jóvenes, privados a
trecha vinculación entre la política de aus- largo plazo de un trabajo decente (…), aca-
teridad y el reforzamiento de la represión ban alienados (…). La juventud es la época
política, como puede fácilmente deducirse en que se forman las habilidades; de este
para el caso español con la mera lectura del modo, en cambio, se atrofian (…). Los pa-
articulado de la tristemente famosa «ley decimientos que sufre Europa, en especial
mordaza». Puntualiza el historiador con- los de sus pobres y sus jóvenes, son innece-
sarios». Son, diríamos nosotros, una forma
5.– Michael Hudson (1939) es un economista estadouni- de maldad, de repugnante egoísmo. Esta
dense, profesor de la Universidad de Missouri, que ha sido muerte lenta de nuestra juventud, es uno
además analista de Wall Street.
de los cargos más graves contra la llamada
6.– Ianis Varoufakis (1961) es un destacado economista
«política de austeridad», cuyo lado social
greco-australiano, autor de numerosas obras de economía.
Muy comprometido políticamente, fue ministro en el pri- 8.– Joseph Stiiglitz (1943) es un célebre economista esta-
mer gobierno de Alexis Tsipras y actualmente lidera un dounidense, vinculado a la Columbia University y Premio
nuevo partido, el MeRA25, que se dispone a participar en Nobel de Economía (2001). Ha sido profesor en diversas
las elecciones griegas. y prestigiosas universidades y actualmente dirige el Ins-
7.– Mark Weisbrot (1954) es un conocido economista es- tituto Brooks para la Pobreza Mundial de la Universidad
tadounidense. Es codirector del Center for Economic and de Manchester. Ha destacado como crítico de las políti-
Political Research en Washington y presidente de Just For- cas impulsadas por el Fondo Monetario Internacional y el
eign Policy. Banco Mundial.

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

no deja de producir escalofríos a cualquier cidad. Y Josep Fontana toma prestadas las
espíritu sensible, no así a la cábala de ban- palabras más trágicas para señalarnos otro
queros y políticos, que tienen la piel más hecho angustioso, como es el auge de la es-
áspera que el papel de lija. clavitud, el tráfico de personas, los millones
Y tras los jóvenes, los pobres. El capítulo de seres humanos «comprados y vendidos
segundo se abre con una serie de datos so- para el trabajo [forzado, naturalmente], la
bre las consecuencias globales que la crisis explotación sexual comercial y la guerra».
ha generado sobre millones de personas de Un trabajo forzado que sirve además para
todo el mundo. Las cifras proceden todas abaratar los productos consumidos por los
de organismos internacionales de recono- más ricos (en virtud de la deslocalización
cido prestigio y absoluta confianza y no de de la producción), una explotación sexual
otras instituciones erigidas en (mentirosas) que se ha convertido en uno de los mayo-
voceras del capitalismo más salvaje (como res atentados contra la dignidad y contra
el Banco Mundial o el Fondo Monetario In- la vida de las mujeres (y, en menor medi-
ternacional). El hambre afecta a más de mil da, de los hombres), pero que afecta ade-
millones de personas, una cifra que tiende más en un porcentaje escandaloso a niñas
a aumentar y a acercarse a ritmo acelerado y niños, a los menores de ambos sexos, y
al doble, a los dos mil millones de perso- una guerra que involucra, mediante el ejer-
nas (todo según la FAO, el IFAD y el WFP, cicio de la violencia, a un número creciente
las agencias de la ONU radicadas en Roma y de combatientes, también menores en una
que se ocupan de la agricultura en el mun- proporción difícil de calcular (los «niños de
do). Y, lo que resulta más triste, es que esta la guerra»).
penuria no es consecuencia de un colapso Y el capítulo tercero (que no es más que
de la producción (a pesar de ciertos ame- una continuación del anterior), el registro
nazadores índices maltusianos, en relación se enriquece precisamente con un análisis
con el deterioro climático y con las políticas de la segunda consecuencia tóxica de la
agrícolas no insensatas sino simplemente organización de la economía (y la política)
egoístas), sino que la causa es política, es mundial: junto a la miseria de las poblacio-
decir que se trata de un problema de dis- nes, hemos de hacer frente a la multipli-
tribución injusta de los alimentos en aras cación de los conflictos y al nuevo (y más
de un mayor beneficio para los poderosos negativo) carácter adoptado por los enfren-
que controlan la producción, la comercia- tamientos, que además tienen como esce-
lización y los mercados (aquí empleando el nario privilegiado a los países más arrui-
término en su sentido original ordinario). nados de la tierra. Como dice Robert Parry,
Si pasamos al apartado del trabajo, aquí nos hallamos ante un «envenenado e inaca-
utilizando los datos de la OIT, la Organiza- bable futuro de guerra y violencia» [9]. Y ello
ción Internacional del Trabajo, los números debido a las mismas causas: la exportación
no son menos dramáticos. En 2012, la vís- de la guerra a los países potencialmente ri-
pera de la aparición del libro que comenta- vales de los poderosos y los irrenunciables
mos, ya se contaban doscientos millones de beneficios generados por la industria arma-
parados (aparte de otros millones de jóve- mentística, pero sobre todo una filosofía
nes que nunca encontrarán empleo). Y se política que defiende que la superioridad
puede seguir con cifras millonarias si aten-
demos a otras variables fundamentales, 9.– Robert Parry (1949-2018) ha sido un destacado perio-
como el acceso al agua potable o a la electri- dista estadounidense.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

militar es un requisito indispensable para predominio de la dictadura y la ausencia de


alcanzar la superioridad económica. la democracia. América sólo alcanza esas
Y ello instaura el conflicto armado en los cotas en algunos países, pero asiste a un
países atrasados: las guerras arrasan África progresivo deterioro de sus recursos y de
y Asia, las guerras permanentes se insta- sus libertades, incluso en países como Mé-
lan en Afganistán, en Kurdistán, en Sudán xico, donde el narcotráfico ha llegado a im-
y, últimamente, en Siria, donde ya es difí- ponerse al Estado después de la cruenta e
cil contar el número de muertos, inválidos infructuosa guerra del presidente Calderón.
o desplazados. Y el conflicto se desplaza En Asia, tampoco China o Japón alcanzan
siguiendo las líneas de los ejes de la eco- la suficiente estabilidad, para no hablar de
nomía: ahora le toca el turno al espacio una India carcomida por el integrismo reli-
Asia-Pacífico, a partir de la consolidación gioso, la desigualdad estructural de las cas-
de China como gran potencia mundial, de tas y la corrupción sistémica del gobierno.
la competencia por controlar el tráfico en la En Oriente medio, si Palestina sigue siendo
gran vía comercial del mar del Sur de la Chi- la víctima por antonomasia de la injusta
na, de las rivalidades regionales no resuel- alianza entre Israel y las potencias occi-
tas en la zona como los enfrentamientos dentales, la durante un tiempo esperanza-
por hacerse con las posiciones estratégicas dora reclamación de las libertades por los
que se disputan una China ascendente y un países delnorte de África parece haber con-
Japón en declive. Y las guerras cambian de cluido en una dramática frustración, como
métodos, porque el fracaso occidental en explica Josep Fontana con una shakespea-
conseguir la hegemonía en Oriente Medio riana sentencia: «la primavera árabe de la
a partir de Irak y en controlar el valladar de democracia ha acabado en el invierno del
Afganistán ha significado un desembolso islamismo» (the winter of our discontent, que
económico inmenso, por lo que se ha im- diría el gran escritor isabelino).
puesto la nueva forma de los enclaves redu- Y no vale la pena seguir por esta vía, en-
cidos, los cuerpos de élite y la proliferación tre otras cosas porque los juicios de nues-
de los drones que alcanzan a los enemigos tro historiador han dejado en parte de ser
en los lugares más recónditos, con lo cual válidos después de los cinco años transcu-
se consigue mayor eficacia a menos cos- rridos entre la primera y la segunda edición
te, aunque naturalmente sólo las grandes de su libro. Y lo malo es que la pérdida de
potencias y sus recursos tecnológicos son vigencia se debe sobre todo a que las cosas
capaces de imponer a su favor las nuevas no han hecho sino empeorar sensiblemen-
reglas (¿?) del juego. te, para lo cual basta fijarse en uno o dos
El resto de ambos capítulos es un rápido detalles, como son el profundo deterioro
análisis de la situación política del mundo de la democracia en aquellos países (esen-
en esta etapa de globalización. Josep Fon- cialmente europeos) donde parecía mejor
tana lee los periódicos más solventes, es- consolidada o la epidemia de dictadores
tudia a los analistas mejor documentados que está asolando el territorio político: Pu-
y utiliza su inmenso bagaje de historiador tin en Rusia, Erdogan en Turquía o Bolso-
preocupado por el presente para ofrecer un naro en Brasil, más otros tiranos de menor
perfil fiable de la actual geopolítica a esca- entidad, sin pronunciarnos por personajes
la planetaria. Así, África se define como un de invisibles cualidades políticas y morales
continente marcado por las guerras y los como Trump, que además es el presidente
golpes de Estado y, como consecuencia, el de la primera potencia del planeta.

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

Fontana en su despacho (Fuente Asociación Española de Historia Económica, aehe.es).

El cuarto y último capítulo recoge gran cretas al servicio de un capitalismo anóni-


parte de las primeras ideas y, sobre todo, mo, que ha puesto a su servicio a los pro-
trata de encontrar una alternativa al si- pios Estados, ante los que anteriormente
niestro sistema imperante. Lo más dramá- podían recurrir los ciudadanos. El Estado,
tico es la constatación de que después de por lo menos, tenía que someterse al voto
siglos de lucha de clases en que las clases de esos ciudadanos, al control democrático,
menesterosas, las clases desfavorecidas ha- mientras que las corporaciones no respon-
bían ido conquistando, paso a paso, muerto den ante nadie.
a muerto, determinada cotas de libertad, de Ahora bien, ese arma democrática, el
igualdad y de bienestar, el gran complejo voto, también se ha precarizado, también
político-económico, la gran alianza de los ha perdido gran parte de su virtualidad, de
estadistas (aunque quizás caracterizarlos donde proviene el progresivo y generali-
con este término sea mucho decir) y los em- zado descontento popular con las institu-
presarios (particularmente los banqueros) ciones presuntamente democráticas, que
han ganado esa lucha de clases, han derro- pese a todo constituyen la única garantía
tado a los parias, a los pobres, a los obreros (por devaluada que esté) que poseemos.
e incluso a las clases medias. Y además, han Esta desesperanza se produce a partir de
sabido disfrazarse perfectamente, de tal la constatación de un voto profundamente
modo que no sean fácilmente identificables mediatizado por la acción de los poderosos
porque se escudan tras los arrogantes logos que controlan los gobiernos y que manipu-
y las orgullosas siglas de las corporaciones, lan las elecciones no a través del antiguo
que actúan como auténticas sociedades se- y burdo pucherazo, sino mediante meca-

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

nismos más sofisticados, como son, por un ante algunas de las injusticias más flagran-
lado, el bombardeo desde los medios de co- tes (lucha contra los desahucios) o los in-
municación de masas de mensajes tenden- tentos de condicionar las decisiones en las
ciosos, de argumentos a favor de sus can- instituciones de distinto nivel, pues al final
didatos o, en muchas más ocasiones de las no ha sido posible crear una alternativa po-
que creemos, de puras mentiras. Y, por otro, líticamente hegemónica, aunque todavía
el procedimiento, denunciado cien veces no hay que darse por vencidos.
pero rara vez desmontado, de la financia- En Estados Unidos, Josep Fontana anali-
ción ilegal de los partidos, que desvían za con cierto detalle movimientos como el
hacia sus campañas electorales una gran denominado «Occupy», dejando hablar en
cantidad de fondos suministrados, de modo su favor a Noam Chomsky, el eterno lucha-
nada desinteresado, por las corporaciones, dor, pero para acabar aceptando finalmente
que así consiguen aupar a los grupos que el juicio pesimista de Shamus Cooke, que
van a garantizarles las leyes que precisan nuestro historiador glosa así: «(Occupy)
para continuar su labor depredadora. se ha dividido en una docena de minimo-
Y, sin embargo, al final, a poco que la vimientos con objetivos diversos, mientras
democracia retenga algo de sus virtudes, que para luchar eficazmente contra el sis-
a poco que el régimen parlamentario per- tema se requería un vigoroso movimiento
mita escuchar la voz del hombre honrado social con un objetivo definido». Y lo mis-
que buscaba Diógenes con su candil o que mo puede predicarse de otras movilizacio-
en la mitología bíblica pudo haber salvado nes reivindicadas, como la de las mujeres
a Sodoma de la ira de un dios encoleriza- (la de mayor recorrido debido a las altas
do, sigue siendo para el ciudadano medio cotas de desigualdad y de discriminación
la mejor vía para conseguir algunos re- que padecen, cuando no son víctimas de la
sultados favorables, aunque sea dentro de mayor explotación laboral y sexual conoci-
una modesta acción reformista, aunque sea da o cuando no mueren a manos del crimen
dentro de la lógica del mal menor. Porque organizado, como ocurre en los agujeros
otros movimientos masivos de protesta, negros de la frontera norte mexicana), la de
que crearon espacios de debate libre, que los estudiantes universitarios (carentes de
alumbraron las hilachitas de una esperan- perspectivas de trabajo) o los campesinos
za (Atahualpa Yupanqui dixit) para los más (que han de defenderse de las estrategias
perjudicados, parecen haberse desdibuja- del capitalismo depredador que les está pri-
do en este preciso momento, justo cuando vando de sus medios de subsistencia), los
aparece la segunda edición de nuestro libro. parados (que han perdido de vista cualquier
En efecto, el movimiento de los «indig- horizonte esperanzador) o los jubilados (a
nados» ha conseguido, pese a la criminali- los que les han robado sus pensiones). Todo
zación de la protesta y de la mentira y la ello no genera una acción política masiva y
descalificación usadas como armas por la unitaria, sino que parece más la concatena-
reacción, canalizar la protesta de miles y ción de una serie de fogonazos, justamen-
miles de personas afectadas por la crisis, te lo que caracteriza la rebeldía primitiva,
crear ámbitos de discusión y conciencia- para seguir el término clásico acuñado por
ción ciudadanas, incluso introducirse en las Eric John Hobsbawm [10].
instituciones democráticas. Y sin embargo,
10.– Noam Chomsky (1928) es un célebre lingüista, más
los resultados obtenidos no son demasiado conocido aún por su activismo político y sus numerosos
alentadores, pese a las acciones puntuales libros sobre la economía y la política en el mundo actual.

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Josep Fontana como analista del presente: El futuro es un país extraño. Carlos Martínez Shaw

***** nes más revolucionarias. Es decir vuelve a


aparecer la opción del tercer mundo como
Hasta aquí, el análisis de las coordena- posible lugar para que prenda la chispa que
das económicas y políticas en las que es- incendie este mundo inhóspito. Sus pala-
tamos inmersos y con las que estamos en bras parecen remitirnos al viejo libro de
un íntimo desacuerdo ético. Sin embargo, Pierre Jalée: «Un mundo con más de mil
Josep Fontana no se queda satisfecho con millones de hambrientos y parados no pue-
cumplir este papel de analista (que aquí le de esperarse que siga resignándose inde-
hemos adjudicado desde el propio título de finidamente a verse condenado a una vida
un artículo destinado a glosar esta faceta de cada vez peor en nombre de las necesida-
su labor intelectual), sino que quiere, como des de un sistema del que sólo se beneficia
Karl Marx, no sólo comprender el mundo, una minoría, y cuya voracidad para acumu-
sino transformarlo. Ahora bien, una vez lar beneficios a corto plazo le ha llevado a
descritas también las vías de la protesta, ignorar no solo el hambre de hoy, sino el
ha de confesarse que este proceso de cam- agravamiento que en un mañana cada vez
bio es hoy por hoy muy difícil, al estar en- más próximo puede producir el cambio [de-
frentado a poderosas fuerzas que controlan terioro] climático» [11].
todos los recursos económicos (y especial- Sin embargo, la verdad es, creemos noso-
mente financieros) y todos los resortes del tros, que puede esperarse que no sea capaz
poder político a la escala del mundo globa- de rebelarse contra la ignominia, por falta
lizado. Por ello, ha de concluir que la pre- de medios de hacerlo. La historia también
gunta esencial que hay que hacerse a con- demuestra que la injusticia ha podido man-
tinuación no tiene respuesta inmediata: tenerse en muchos casos durante muchos
«Cómo se puede pasar de la conciencia a siglos y que, mientras han solido triunfar
una acción eficaz sigue siendo un problema las «revoluciones de la prosperidad», las
no resuelto». «revueltas del hambre» han sido muchas
Descartada la virtualidad de los movi- veces derrotadas por los mismos responsa-
mientos dispersos que se han analizado, la bles de esa miseria.
vía de la contribución (mediante los méto- Si eso puede que sea así, sólo nos queda
dos clásicos) a la organización de las víc- confiar en el azar. Un acaso que afortuna-
timas de esta fría globalización para que damente también tiene algunos preceden-
puedan acelerar las contradicciones inter- tes históricos, como se señala en el libro.
nas del capitalismo, una de las fórmulas en Los actuales dueños de este mundo «tal vez
la que creíamos en una época no demasiado no hayan calculado que los grandes movi-
lejana en que la lucha por el progreso pa- mientos revolucionarios de la historia se
recía caminar por senderos prometedores, han producido por lo general cuando nadie
parece hoy erizada de obstáculos. Por ello, los esperaba, y con frecuencia, donde nadie
en el libro nuestro historiador trae a cola- los esperaba. Pequeñas causas imprevis-
ción otras viejas alternativas, aunque anta- tas han iniciado en alguna parte un fuego
ño fueran condenadas por las formulacio-
11.– Pierre Jalée (1909-1991), a quien hemos traído aquí a
Shamus Cooke (1979) es un trabajador social y sindicalis- colación pese a no haber sido citado por Josep Fontana en
ta estadounidense. Eric John Hobsbawm (1917-2012) ha su libro, ha sido uno de los más destacados impulsores de
sido miembro del Partico Comunista de Gran Bretaña y la corriente tercermundista en sus análisis del capitalismo
uno de los más grandes y prolíficos historiadores del siglo del siglo XX, especialmente a partir de su libro Le pillage
XX. du Tiers Monde (1965, edición definitiva, 1973).

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

que ha acabado finalmente extendiéndose sistentes, repetidas escaseces de alimen-


a un entorno en que muchos malestares tos, y cientos de millones de gentes fa-
sumados favorecía su propagación». Josep mélicas y desesperadas» [12]. Tenemos el
Fontana quiere aferrarse a esa «humilde diagnóstico, conocemos (no siempre de un
esperanza» (Alfredo Le Pera y Carlos Gar- modo completo por el secretismo de los
del dixerunt), pero sus palabras denotan un poderes fácticos) las causas, calculamos
evidente desencanto al que hay que sobre- las expectativas de futuro, sabemos los
ponerse con el optimismo de la voluntad. El remedios. Pero,¿quién será capaz de unir
intelectual formado en la idea de progreso todos nuestros conocimientos en un argu-
indefinido de la Ilustración y acunado por el mento claro, contundente, comprensible?
entusiasmo incontenible de los seguidores Y ¿quién será capaz de aunar las volunta-
de la I Internacional no puede quedarse (y des de los convencidos de la verdad y de los
dejarnos) a la intemperie. Sin embargo (ter- disconformes con la realidad (que pueden
minando allí donde empezamos esta glosa ser los mismos) para construir una herra-
de su libro), pese a la declaración final (que mienta que sirva para combatir con efica-
se ve un tanto forzada después de ciento cia ese mundo que conduce a la duradera
cincuenta páginas de densa literatura ava- infelicidad de la humanidad sacrificada en
lando lo contrario) de que el mundo actual aras del bienestar efímero de los podero-
tiene «las horas contadas», percibimos en sos? Porque, cerremos el discurso también
su ánimo un innegable decaimiento. Que con las palabras de Josep Fontana, nuestra
es también el nuestro. principal tarea es la de «inventar un mun-
Un decaimiento basado en su caso en do nuevo».
un análisis preciso, medido, de la reali- Ahora bien, después de la lectura del lú-
dad, como no podía ser de otra manera en cido libro del maestro, el futuro no es sólo
el gran científico social que también es. El un país extraño, sino un país extremada-
mundo que se nos acerca a marchas forza- mente inquietante. ¿Hallaremos, y después
das es bajo la fisonomía que (desde la eco- de nosotros nuestros hijos y nuestros nie-
logía) le presta Michael Klare: «un mundo tos, la llave de oro y la voluntad de hierro
de temperaturas en aumento, sequías per para salir del laberinto?

12.– Michael Klare (1942) es un politólogo estadouniden-


se, que enseña en el departamento de Peace and World
Security Studies en Five Colleges (Massachussetts).

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Josep Fontana. La Historia
ante el espejo

Josep Fontana. History in front of the mirror

Juan Andrade
Universidad de Extremadura

Resumen

En este artículo se analizan las reflexiones de Josep Fontana a propósito de la Historia


como disciplina, así como de las concepciones de las que se han servido los historiadores
para hacer su trabajo. Se valora su insistencia en la necesidad de aplicar al estudio de
la Historia la misma mirada contextual y crítica que ésta proyecta sobre otros productos
culturales y de considerarla atendiendo especialmente a su relación orgánica o funcional
con respecto a los proyectos sociales de su tiempo. También se analizan sus propuestas
para incentivar una nueva escritura de la Historia en la que arraigar de alguna forma pro-
yectos sociales alternativos, los aspectos problemáticos de esta propuesta y la sugerente
potencia que encierra.

Palabras clave: Josep Fontana, Historia, historiografía, política, poder.

Abstract

This article analyzes the reflections of Josep Fontana on History as a discipline, as well as the concep-
tions used by historians to do their job. It appraises the value of his insistence on the need to apply to
the study of History the same contextual and critical perspective that History dedicates to other cultural
products and it also pays special attention to his relation with the social projects of his time. His proposal
to encourage a new writing of History in which to root alternative social projects is also examined along
with the problematic issues which entails and the enticing power at its heart.

Keywords: Josep Fontana, History, historiography, politics, power

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

Mirar el punto de vista. Mirar el punto contextos en los que había surgido esa pro-
de vista para entender mejor aquello que se ducción y pensamiento, y entendiendo por
viene mirando. Tal premisa guió buena par- contexto no un entorno que los envolvía,
te del trabajo de Josep Fontana. Probable- sino un vector que los atravesaba. Y lo hizo
mente fue el cruce de esa doble perspectiva considerando que producción historiográ-
lo que multiplicó la potencia y el atractivo fica y pensamiento sobre el pasado habían
de su obra: analizar el pasado, analizar las desempeñado una función social a conside-
narraciones sobre el pasado y analizar éstas rar, y desde la cual ser considerados.
de forma parecida a como se analiza aquel. En distinto grado según qué trabajos,
Desde finales de los años setenta Fontana pero en el conjunto de todos ellos, Fontana
construyó una mirada atípica y corporati- puso el acento en la dimensión política de
vamente nada autocomplaciente, cuya pre- la disciplina histórica en un doble sentido,
misa apenas había guiado las indagaciones en el de ponderar cuán influido había esta-
de los historiadores acerca de su propio ofi- do su desarrollo por las dinámicas políticas
cio: aplicar al estudio de la disciplina de la de cada momento y en el de insistir en lo
Historia el enfoque contextual y crítico ca- funcional que había resultado a determi-
racterístico de la investigación histórica. Se nados proyectos políticos, si acaso no en el
trataba de cultivar una Historia que se vol- compromiso que directamente había con-
viese sobre sí misma para concebirse como traído con ellos. Cuando hablaba de pro-
un producto cultural inmerso en el mismo yectos sociales o compromisos políticos se
mundo que investigaba, y que, al interro- refería, en principio, a proyectos y compro-
garse sobre su abolengo, estuviera dispues- misos hegemónicos. Si se era consecuente
ta a reconocer sus episodios más pedestres. con la proyección crítica que se presupone a
Uno de sus principales afanes consistió, por la Historia, esta tenía un efecto boomerang
tanto, en poner la disciplina de la Historia que revelaba las frecuentes mistificaciones
ante el espejo, ante su propio espejo. que atraviesan los relatos académicos del
Este afán atraviesa al menos cuatro pasado, las motivaciones ideológicas ape-
obras de Josep Fontana que aquí se anali- nas encubiertas por la forzada asepsia de
zan: Historia: análisis del pasado y proyecto su retórica y su tributo frecuente a los dis-
social (1982), La historia después del fin de la cursos legitimadores del orden de turno. Al
historia (1992), Europa ante el espejo (1994) poner el foco en las sombras de la ficción
y La historia de los hombres (2000) [1]. En ellas de autonomía con que la Historia había le-
conjugó el análisis de la producción histo- vantado buena parte su autoridad sobre el
riográfica (de la producción escrita acerca pasado, Fontana contribuyó a una mejor
de temas históricos) con el análisis de las comprensión de una y otro.
teorías y del pensamiento que los histo- No obstante, considerar de forma crítica,
riadores habían utilizado para hacer su preponderante y recurrente la dimensión
trabajo. Lo hizo poniendo el acento en los política de la Historia puede conducir a si-
tuaciones problemáticas, tanto más cuando,
1.– Las ediciones que aquí se manejan son Josep Fontana, como fue el caso de Josep Fontana, se reivin-
Historia: análisis del pasado y proyecto social, Barcelona, dica al mismo tiempo la concurrencia de la
Crítica, 1982; La historia después del fin de la historia. Historia en la construcción del proyecto so-
Reflexiones acerca de la situación actual de la ciencia
cial alternativo que uno desea. Esos elemen-
histórica, Barcelona, Crítica, 1992; Europa ante el espejo,
Barcelona, Crítica, 2000; y La historia de los hombres: el tos problemáticos, que también aparecen en
siglo XX. Barcelona, Crítica, 2002. su obra, los abordaremos al final del artículo.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

El valor de las reflexiones de Josep Fon- lectivas, de todo lo cual se da buena cuenta
tana sobre las narraciones académicas y no en otros artículos de este dossier.
académicas del pasado se debe, en buena Todos estos trabajos hicieron de Josep
medida, a que éstas se desarrollaron al ca- Fontana uno de los historiadores más re-
lor una larga trayectoria investigadora so- conocidos de las últimas décadas y le per-
bre procesos y acontecimientos históricos mitieron construir una mirada general e
concretos. En esas investigaciones sustan- incisiva sobre las narraciones del pasado,
ciales pudo identificar y atravesar las pre- afilada con la arista de su compromiso polí-
concepciones, retro-dicciones y presen- tico. También le llevaron a proponer enfo-
tismos con que habían sido abordados: las ques alternativos para contarlo de nuevo y
miradas torcidas que habían quedado ad- para arraigar en ese pasado nunca resuelto
heridas a la piel del pasado mismo. Y desde posibles horizontes de cambio. Sobre esa
esas investigaciones dialogó críticamente mirada crítica, sobre esos enfoques alter-
con quienes habían mirado esos temas u nativos y ese proyecto de cambio trata es-
otros equivalentes, sacando conclusiones pecíficamente este artículo.
generales que rara vez procedían de una re-
flexión puramente teorética. Ante los historiadores de su tiempo
De esta trayectoria investigadora des-
tacan sus primeros estudios sobre la crisis Josep Fontana construyó una mirada
del Antiguo Régimen, sobre el despliegue muy personal sobre la historiografía del
renqueante del liberalismo en la España siglo XX, que conjugaba la erudición con
del siglo XIX o sobre los problemas de la un profundo sentido crítico. Como lector
hacienda pública [2]. En el último tramo de infatigable, conocedor de varios idiomas y
su carrera abordó el turbulento siglo XX y asesor editorial exploró una vastísima bi-
la historia del mundo hasta nuestros días, bliografía. Esto le permitió estar al tanto de
al nivel con que lo hicieron historiadores novedades producidas en el extranjero, que
como Eric Hobsbawn o Tony Judt [3]. Archi- en muchos casos luego ayudó a que se pu-
vo, método y pericia técnica dieron forma blicasen en España. A tenor de sus filias y
a esos primeros trabajos sobre importantes sus fobias nominales, se constata su mayor
problemas nacionales más o menos deli- preferencia por la historiografía anglosajo-
mitados. Erudición, capacidad narrativa y na, en perjuicio de la francesa, más influ-
afán crítico caracterizaron sus voluminosas yente en la España de su generación, que,
obras sobre procesos de la contemporanei- sin embargo, conocía bien. Siguió con inte-
dad complejos, de largo recorrido y escala rés la producción de buena parte de los paí-
desbordante. Entre medias investigó multi- ses de Latinoamérica, a los que viajó en va-
tud de temas y dirigió proyectos y obras co- rias ocasiones y en los que tuvo un amplio
reconocimiento. Con el paso de los años
2.– Josep Fontana, La quiebra de la monarquía absoluta, fue prestando una atención cada vez mayor
1814-1820, Barcelona, Ariel, 1971; Hacienda y estado en
a la historiografía italiana, centroeuropea y
la crisis del antiguo régimen español, 1823-1833, Madrid,
Instituto de Estudios fiscales, 1973; o La crisis del Antiguo alemana, e indagando en las formas de es-
Régimen, 1808-1833, Barcelona, Crítica, 1979. cribir Historia de países africanos y asiáti-
3.– Josep Fontana, Por el bien del imperio: una historia del cos, en concreto de la India.
mundo desde 1945, Barcelona, Pasado y Presente, 2011; El Analizó la evolución de la historiogra-
futuro es un país extraño: una reflexión sobre la crisis de
fía en perspectiva histórica, explicándola a
comienzo del Siglo XXI, Barcelona, Pasado y Presente, 2013;
o El Siglo de la revolución. Una historia del mundo desde partir de su integración en los marcos ins-
1914, Barcelona, Crítica, 2017.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

titucionales, y del papel que autores y obras social en los años 20 y 30 le mereció una
jugaron en las tensiones culturales y en las valoración positiva como respuesta al pre-
batallas políticas de cada época. Con ello dominio de una Historia hasta entonces
ofrecía una imagen bien contextualizada centrada en una visión muy estrecha de la
de la producción historiográfica, que ilumi- política, así como en la asimilación elitista
naba aspectos normalmente velados en los de la cultura a la alta cultura. De esta nue-
debates académicos. De su posición políti- va forma de hacer Historia —que bebía de
ca personal con respecto a esas tensiones las aportaciones de Marx y el pensamiento
culturales y batallas políticas derivaba en socialista— ponderó a quienes, como Jean
cierta medida su consideración de autores y Jaurès, rompieron pronto con la propensión
libros, con o sin perjuicio, según qué casos, a un «economicismo primario» [6]. También
de la valoración técnica que hiciera de los valoró los trabajos socio-económicos y el
mismos. En sus estudios sobre la evolución magisterio recibido de los historiadores ca-
de la historiografía se constata una aver- talanes Jaume Vicens Vives o Ferrán Solde-
sión permanente a la frivolidad de las mo- villa, tanto más en la medida que lo desa-
das, a la especulación teórica, a los excesos rrollaron durante buena parte de su vida en
retóricos, a los artificios formales, a la pre- el contexto opresivo de la dictadura.
tensión de neutralidad y al poder institu- La actitud de Fontana ante la Escuela
cional disfrazado de autoridad intelectual. de Annales fue ambivalente, alejada de los
Por el contrario, su visión de la disciplina consensos en torno a su importancia ge-
y sus gustos personales le inclinaban hacia neral y acompañada de críticas muy con-
trabajos de fuerte base empírica, de sólidos tundentes a propósito de figuras que han
pero contenidos fundamentos teóricos, ha- sido objeto de un reconocimiento amplio.
cia las narraciones claras, fluidas pero no Rebajó lo que consideraba el mito funda-
ornamentadas, y hacia los enfoques de cla- cional de la escuela: la supuesta rebeldía
ra vocación crítica. de dos jóvenes historiadores de provincias
Valoraba positivamente el revulsivo que en los años treinta a las formas ortodoxas
para la Historia anquilosada de principios de escribir la Historia promocionadas por
del XX supuso el desarrollo de la Sociología los grandes centros de poder académico.
por parte de clásicos como Durkheim, Tön- Consideraba que el verdadero impulso a la
nies o Weber; o de la Antropología impul- Escuela se había dado luego en la postgue-
sada por Radcliffe Brown y Malinowski; o rra, gracias al respaldo que recibió de ins-
de la arqueología de Gordon Childe. No por tituciones públicas y privadas para servir
ello se privó de la crítica a planteamientos de alternativa o contención al despegue de
como la idea de «neutralidad ética» de We- la historiografía marxista. Apenas mencio-
ber [4]. Ni siquiera situándolas en su momen- naba los vasos comunicantes que también
to, salvó las aportaciones de dos iconos de existieron entre ambas tradiciones. Entre
la Historia como Spengler y Toynbee, a pro- los fundadores de Annales, valoró mucho
pósito de las cuáles se preguntaba «cómo mejor a Marc Bloch, entre otras razones
pudo producirse un engaño intelectual de por su compromiso hasta la muerte con la
tal magnitud» [5]. Resistencia al nazismo. Lucien Febvre, sin
El despegue de la Historia económica y embargo, fue objeto frecuente de su des-
precio como «personaje clave de la cultura
4.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 12.
5.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 19. 6.– Josep Fontana, La historia de los hombres, pp. 27-28.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

oficial» francesa de postguerra [7]. También


por el decálogo que podía entresacarse de
sus Combates por la Historia, donde, según
Fontana, la ausencia de método se trataba
de compensar con un estimulante lenguaje
literaturizado. Ernest Labrousse y Fernand
Braudel sí le merecían especial respeto.
En varias ocasiones dialogó con la magna
obra de Braudel sobre el Mediterráneo, que
es la mejor manera de mostrar respeto por
un historiador. Consideraba muy sugerente
su propuesta teórica sobre los tiempos his-
tóricos, pero criticaba que no se ajustara a
ella en sus análisis y narraciones factuales.
El aprecio por Braudel influyó en su hostili-
dad hacia la llamada tercera generación de
la Escuela de Annales. Se acogió a la idea de
que ésta se lo había quitado de en medio
para procurar un mayor acomodo de la es-
cuela en el orden cultural de la Guerra Fría
y a una forma de entender la Historia que
despejaría el camino posteriormente reco-
rrido por el postmodernismo [8].
Su juicio final sobre la evolución (la deri-
va en sus palabras) de la escuela de Annales, Su marcada oposición a la política impe-
taxativo y crítico, entrecruzaba argumentos rial de EEUU no fue óbice para que prestara
historiográficos, técnicos, políticos y consi- atención a la historia escrita al otro lado
deraciones acerca de algunas trayectorias del Atlántico, ni para que valorase muy po-
personales: sitivamente lo hecho en algunos momen-
tos. Así lo hizo con respecto a los llamados
Annales es radical en el estilo, pero acadé- «new historians» o «historiadores progre-
mica en la forma y conservadora desde un sistas» norteamericaos, como Carl Becker y
punto de vista político; toca las cuestiones Charles A. Beard, o a la antropología eco-
de historia económica y social sin riesgos nómica que allí impulsó Karl Polanyi y si-
de contagio marxista, y cuenta como garan- guieron Marshall Sahlins o Marvin Harris.
tía con un equipo de ex comunistas recon- No fue el caso de los llamados «clíome-
vertidos como Emmanuel Le Roy Ladurie tras», cuyos métodos siempre le parecieron
—hijo de un ministro de Pétain que pasó artificiosos y ortopédicos, un vivo ejemplo
personalmente por una etapa de ferviente de cómo el virtuosismo metodológico po-
estalinismo antes de ver la luz de la ver- día conducir a la simplicidad sustantiva [10].
dad— o François Furet [9]. Su relación con el marxismo merecería al
menos un artículo específico. Fontana fue
7.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 32. un historiador marxista para quien el mar-
8.– Josep Fontana, La historia de los hombres, pp. 37-38.
9.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 36 -37. 10.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 48-49

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

xismo representaba una tradición de pensa- sión de múltiples dimensiones culturales,


miento desde la que analizar el pasado y una y políticamente radical.
posición política desde la que tomar partido Aunque Fontana fue un intelectual, es
en el presente. De hecho, el marxismo fue decir, una figura que intervenía discursiva-
el elemento de anudamiento de su práctica mente en la realidad social y política de su
historiográfica y su compromiso político. Su tiempo a partir de la autoridad que le daba
marxismo era un punto de partida y no de su posición académica y la capacidad que le
llegada, un enfoque abierto con algunos (no proporcionaba una formación cultural am-
demasiados) presupuestos metodológicos plia y generalista, fue sobre todo un histo-
útiles pero revisables, un marco conceptual riador. Por eso su relación más estrecha con
inclusivo, un acervo de obras y análisis his- el marxismo fue a través de la historiogra-
tóricos diversos y concretos. No era un canon fía marxista, en concreto con los historia-
de teorías pre-construidas, ni de modelos in- dores menos ortodoxos a un lado y otro del
terpretativos universalmente válidos, ni me- muro: Alexandra Lublinskaya en la URSS,
nos aún de enunciados fijos. Por eso fue muy Josef Masek en la Checoslovaquia, Manfred
crítico con los manuales catequéticos de la Kossok de la RDA o Manuel Moreno Fragi-
escuela de ciencias de la URSS o con los pos- nals en Cuba. De Europa occidental y del
tulados tan influyentes de Louis Althusser, a resto de América Latina podrían sacarse
quien criticaba el haber promovido una deriva otros tantos nombres, como el de su colega
teorética, especulativa y autorreferencial del Pierre Vilar en Francia, de cuya relación se
marxismo, una «euforia verbalista» que a la habla en otro artículo de esta revista [12].
postre llevaría a muchos de sus discípulos a un No obstante, el referente historiográfi-
post-estructuralismo de juegos semánticos[11]. co más importante de Josep Fontana fue el
Fue lector asiduo de Marx y Engels, de de los conocidos como historiadores mar-
quienes valoraba especialmente la dimen- xistas británicos, el amplio grupo nuclea-
sión integral de sus análisis históricos, su do inicialmente en torno a la revista Past
capacidad a la hora de conjugar una visión and Present, en el que despuntarían figuras
general de la historia con estudios econó- como Dona Torr, Rodney Hilton, Christofer
micos y sociales concretos y detallados. Hill, Raphael Samuel, George Rudé, Victor
En el plano teórico-filosófico se identificó Kiernan, E.P. Thompson o Eric Hobsbawm.
con el llamado marxismo de la tercera ge- Fontana se formó en los debates teóricos
neración, formado por figuras como Karl de estos autores sobre la «historia social»,
Korsch, Georg Lukács, Antonio Gramsci y, la «historia popular», la «historia de los de
a mayor distancia, Walter Benjamin. De abajo, desde abajo o de abajo a arriba»; so-
ellos tomó el afán por abordar en su com- bre conceptos tradicionales del marxismo
plejidad —lejos de cualquier determinismo como «lucha de clases», «transiciones» o
unilineal o dualismo básico— las tensio- «revoluciones»; o sobre nociones de nue-
nes sociales expresadas en binomios tales vo sentido o creación como «experiencia»,
como «sujeto y objeto», «ser social y con- «economía moral de la multitud», «bando-
ciencia social», «base y superestructura» o lerismo social» o «corto siglo XX». Con las
«estructura y acción». Estos autores brida- aportaciones de estos autores fue amplian-
ban una forma de teorizar anti-efectista, do su cartografía y sus instrumentos de na-
profunda, historizada, proclive a la inclu- vegación: fue abriéndose a nuevos temas y

11.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 67. 12.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 66.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

problemáticas que abordar y a nuevos en- ductos de la conciencia y las dinámicas de


foques y nociones desde que abordarlos. unos movimientos sociales donde apenas
Pero, a Fontana le interesaban sobre todo había lugar para la acción individual— pre-
las rutas y trayectorias precisas recorridas tendiera sacar a escena multitud de dimen-
por estos autores, las investigaciones y los siones del hombre, algunas no tan desco-
libros concretos en cuya edición y promo- nocidas o invisibilizadas como se decía.
ción en España desempeñó un papel funda- Sin embargo, denunció que la proliferación
mental. A pesar de sus reflexiones generales de contenidos y enfoques estuviera dando
sobre la Historia y de su identificación con lugar una historia fragmentaria y reacia a
corrientes, tendencias y nombres propios, cualquier explicación integral. Valoró la
Fontana procuraba vincular sus juicios, es- consideración de la disciplina de la Historia
pecialmente si eran juicios positivos, a las como una construcción social condiciona-
investigaciones concretas de los historia- da por los gustos culturales y las inclinacio-
dores. Admirador confeso de David Hume, nes políticas del presente. Pero denunció
consideraba que la comprobación empírica que ese perspectivismo estaba degeneran-
debía ser el momento fundamental en la do en un relativismo extremo, que reducía
resolución de muchos problemas plantea- la realidad a sus representaciones e igua-
dos teóricamente. laba a la baja cualquier relato del pasado
Su interés por la historia desde abajo con independencia de cuál fuera su base
le empujó hacia «el Sur», fuera del Primer documental probatoria. Valoró mucho el
Mundo, para reparar en quienes sufrían una peso concedido a la cultura, pero denunció
doble dominación, social y colonial. Ese in- el salto en virtud del cual se pasaba de la
terés le llevó más allá de la historiografía consideración de la cultura como elabora-
europea, generalmente eurocéntrica, que al ción social a la consideración de la realidad
hablar en nombre de «el otro» venía muchas como una construcción cultural. Valoró la
veces a amordazarlo. Desde ese empeño crítica postmoderna a esa tendencia tan
valoró el proyecto del «Grupo de estudios recurrente en la Historia que consistía en
subalternos», que se extendió por el sur de impostar sobre el pasado una línea de con-
Asia y Latinoamérica, y especialmente a su tinuidad. Pero criticó su hostilidad de la
fundador, el historiador indio Ranajit Guha. época a la periodización y la inclinación a
Su reacción ante el llamado «giro lin- reducir toda secuencia temporal a mera si-
güístico» y ante lo que, de manera un tanto multaneidad.
gruesa, pudiéramos llamar el posmoder- Fontana reconoció que algunos de los su-
nismo fue, en general, crítica y, en algunos cesos más dramáticos del siglo XX bebían
casos, corrosiva. Fontana reconoció el inte- de la «dialéctica negativa» de la Ilustración,
rés y la utilidad que para los historiadores porque junto con tantos otros pensadores
tenía la dimensión crítica de estas corrien- llevaba años diciéndolo. Pero negaba, como
tes, pero arremetió contra sus postulados tanto empezaba a repetirse entonces, que
y contra sus efectos, considerando que en todo proyecto de emancipación general de
gran medida estos se derivaban de aquellos. la sociedad condujera ineluctablemente ha-
Valoró que la deconstrucción del gran cia la burocratización y el totalitarismo. En
armazón conceptual moderno —que privi- la medida que venía analizando las visiones
legiaba el estudio de las grandes tendencias del pasado atendiendo a lo funcionales que
de la historia, de las estructuras materiales resultaban al orden político-cultural del mo-
que supuestamente determinaban los pro- mento, Josep Fontana despreciaba todavía

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

más estas corrientes llamadas, grosso modo, advertía que muchas concepciones elabo-
postmodernas. En su opinión, portaban una radas de la historia habían venido funcio-
crítica tan sofisticada como paralizante, y nado como una genealogía del presente, en
conducían a una impotencia práctica o a un la cual los hechos del pasado se disponían
escepticismo cínico que invitaba al reacomo- en una secuencia evolutiva que terminaba
do personal. En este sentido, Fontana valoró conduciendo, como si de un proceso lógico
la crítica postmoderna a la omnipresencia del se tratara, hasta el orden actual. El presente
poder, así como la voluntad de penetrar en su aparecía no sólo como el resultado necesa-
dimensión capilar. Pero denunció que equipar rio de esa evolución histórica, sino como el
la microfísica del poder con el poder de los momento de optimización del bien común.
grandes centros decisorios suponía difumi- De este modo, el análisis del pasado con-
nar el fenómeno mismo del poder a beneficio ducía a una celebración encubierta del pre-
de quien más lo detentaba. Su crítica se vol- sente. Desde este presente celebrado el his-
vía particularmente ácida cuando denunciaba toriador retro-proyectaba una mirada muy
que la impugnación a las distintas y refinadas soberbia que presentaba como regresivos
formas del poder por parte de los pensadores todos los obstáculos que se opusieron o ra-
postmodernos no les había llevado a renun- lentizaron su desarrollo y como quiméricas
ciar al poder de las cátedras universitarias[13]. todas las alternativas que se truncaron por
En definitiva, su relación con estos pos- el camino. Las narraciones del pasado ve-
tulados de época fue tensa. No solo por- nían a funcionar como un ejercicio raciona-
que promovieran una forma de escribir la lizador y legitimador del orden desde el cual
historia a su modo de ver muy proclive al el historiador se pronunciaba. Semejantes
relativismo, el efectismo, la dispersión, la pronunciamientos estaban mediatizados
vacuidad y al desprecio de lo empírico. So- por lo que Fontana denominaba —haciendo
bre todo, porque al apropiarse de la crítica un uso particular de un concepto recurren-
a las formas tradicionales de hacer Historia te en la tradición marxista— una «economía
bloqueaban la posibilidad de una escritura política»; es decir, una concepción social
alternativa que, anclada en una crítica pa- atada a unos intereses de parte que se dis-
recida pero anterior, apuntara a horizonte frazaban de sentido común, una concep-
diferente. ción que se presentaba a sí misma como la
Esa crítica y esa alternativa las fue per- concepción objetiva, científica e inapelable
filando desde finales de los setenta en las del momento. Sobre esa narración del pasa-
cuatro obras que aquí se consideran, dan- do venía a levantarse «un proyecto social»,
do lugar a una concepción muy personal e cuyo desarrollo consistía en la actualización
identificativa de la historia como pasado y de las potencialidades del modelo prescrito
de la Historia como explicación del pasado. por esa economía política y en la continui-
dad, por tanto, de esa línea de progreso que,
Crítica a la idea de progreso y según semejante abstracción, habría venido
reivindicación (no romantizada) empujando desde el pasado [14].
de los grupos subalternos Para Fontana, «visión del pasado», «eco-
nomía política» del presente y «proyecto
En Historia. Análisis del pasado y proyecto social» de futuro eran tres niveles que solo
social, una obra publicada en 1982, Fontana
14.– Josep Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto
13.– Josep Fontana, La historia de los hombres, Cap. 5. social, pp.9 y 10.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

podían entenderse desde su articulación. comprehensivo de las mismas sociedades


Eran constitutivos de una misma concep- que despreciaba.
ción interesada del mundo que, al hacerse La crítica a la idea de progreso fue muy
hegemónica, lograba fingir la independen- temprana —y luego reiterada con matices—
cia de cada uno de estos componentes. A en la obra de Fontana. La evolución histó-
esa ficción habían contribuido cientos de rica, decía en 1982, había sido concebida
intelectuales que, afanados en exhibir su como un progreso lineal, ascendente e im-
autonomía, habían levantado muros para parable, cuyo elemento dinamizador habría
separar en la superficie estas tres esferas sido el avance de la capacidad tecnológica
de actividad, dejando tan soterrados como del hombre para dominar la naturaleza. En
expeditos los canales que las comunican. A esta secuencia evolutiva dos procesos ha-
la aparente disolución de los vínculos entre brían venido a acelerar el ritmo de la histo-
estas tres esferas de actividad había contri- ria: la revolución neolítica, con el desarrollo
buido más eficazmente la institucionaliza- de la agricultura, y la revolución industrial,
ción por separado de cada una de ellos, en con la imposición de formas más eficientes
virtud de la cual estas tres esferas esencial- de organización del trabajo y con la eclo-
mente unidas se manifiestan fenoménica- sión de fuerzas productivas potentísimas.
mente como prácticas independientes. La De este modo, el capitalismo, en tanto que
institucionalización entraña la división del promotor de la industrialización, vendría
trabajo intelectual y promueve una dinámi- a representar el súmmun de la evolución
ca corporativa real donde las explicaciones histórica, de tal suerte que las aspiraciones
del pasado parece que sólo se deben a la futuras de mejora de la humanidad se debe-
labor desinteresada de un historiador ais- rían cifrar en su intensificación allí donde
lado en archivos y bibliotecas; los análisis había arraigado y en su generalización a es-
del presente, al trabajo científico de econo- cala mundial [15]. Así se articularon durante
mistas, sociólogos y politólogos; y los pro- buena parte del siglo XX las tres dimensio-
yectos de futuro, a los programas políticos nes antes citadas: un «análisis del pasado»,
debatidos en los parlamentos. A partir de como narración del avance imparable de la
su lectura de Antonio Gramsci, Fontana capacidad científico-técnica del hombre;
aprendió que las ideologías del poder no una «economía política» del presente, aso-
solo funcionan como una falsa conciencia ciada a un liberalismo que racionalizaba la
encubierta y difundida por intelectuales desigualdad como condición necesaria para
tramposos, sino como un discurso natura- el progreso; y un «proyecto social» de fu-
lizado en profesiones, disciplinas académi- turo, consistente en despejar en occidente
cas, hábitos sociales, imaginarios compar- los obstáculos que renaban el avance de esa
tidos y prácticas cotidianas. línea de progreso que venían empujando
Tres cuestiones básicas que habían veni- desde el pasado y en abrir el cauce colonial
do informando las explicaciones históricas que permitiera su despliegue por todo el
a lo largo de los siglos XIX y XX fueron ob- mundo.
jeto de insistente impugnación en la obra La crítica de Josep Fontana no lo era a
de Fontana: una idea concreta de progreso cualquier idea de progreso. Fontana valoraba
consagrada tras la Ilustración, un elitismo el papel que esta idea, entendida como aspi-
que obviaba o minorizaba el papel de las
clases populares y los grupos subalternos y 15.– Josep Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto
un enfoque eurocéntrico que se pretendía social, p. 249.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

ración colectiva de mejora o referente de una de la escuela de Frankfurt, particularmente


práctica política liberadora, había desempe- de Walter Benjamin, muerto a causa de esta
ñado cuando la burguesía y las clases popu- barbarie que se aproximaba a su cénit. El
lares de los siglos XVIII y XIX la blandieron éxtasis necrófilo de Auschwitz evidenciaría
como una afilada crítica al estatismo social luego cómo estos niveles de barbarie resul-
del Antiguo Régimen y como un ariete contra taban inconcebibles fuera de las estructu-
el poder de la Monarquía y la aristocracia. Sin ras de la civilización occidental, moderna,
embargo, decía Fontana, una vez aseguró su industrial, cientista y racional en los me-
preminencia social, la burguesía tendió a idea- dios. Sin embargo, la civilización occiden-
lizar y despolitizar la idea de progreso, situán- tal no quiso reconocer como propios a sus
dola como motor de su epopeya y como fuente hijos ilegítimos, de modo que, una vez que
de legitimación de su nueva posición de poder. el fascismo fue derrotado, se retomó la na-
El concepto se fusionó con la teoría de la se- rración exultante de un progreso que había
lección natural para justificar la desigualdad logrado imponerse al rebrote inesperado de
por la vía de un darwinismo social concebido lo atávico.
como estímulo de mejora. El concepto pasó a La fortaleza ideológica de esta concep-
identificarse con los avances mecánicos de la ción del progreso fue tal que, según Fonta-
ciencia y la tecnología, que servían para jus- na, contagió su lógica a la alternativa que
tificar las nuevas y más duras condiciones de pretendía reemplazarla [17]. El socialismo
trabajo y los beneficios privados obtenidos de en general, el marxismo canónico de la II
la industrialización a la que iban parejos[16]. Internacional y el marxismo-leninismo co-
Para consolidar el nuevo relato de la sificado por el estalinismo parasitaron du-
modernidad burguesa, decía Fontana, ha- rante mucho tiempo la misma lógica de su
bía que impostar sobre el pasado una línea adversario.
de continuidad que obviase aquellas encru- En lo que a los «análisis del pasado» ata-
cijadas en las que se pudieron tomar otras ñe, las versiones mecanicistas del marxis-
líneas de progreso, experiencias que, aun mo concibieron la historia como un proce-
siendo derrotadas, tuvieron una influencia so evolutivo en el que el avance imparable
considerable en el mundo que las sobrevi- de las fuerzas productivas y su colisión con
vió. El nuevo relato científico venía a dar- las relaciones sociales de producción de
las, sin embargo, su toque de gracia. cada momento abría una etapa de cambio
Para impostar esa línea de continuidad social, animando la acción emancipadora
se tuvieron que minimizar o significar de de un proletariado llamado a la victoria.
manera muy forzada aquellos aconteci- Esta concepción teleológica de la historia
mientos que en su día negaron la supues- como proceso orientado a tal fin —en su
ta mejora progresiva de la historia. Así se doble acepción de finalidad y acabamien-
hizo con el fascismo, una forma de barba- to del proceso— apenas se diferenciaba del
rie eminentemente moderna que bebía de esquema evolutivo del liberalismo, tan sólo
la misma racionalidad científico – técni- sumaba una nueva fase que venía a superar
ca, una versión pervertida, pero al mismo las limitaciones de la civilización capitalis-
tiempo deudora, de la idea de progreso de ta. En su réplica a la narrativa de la burgue-
la Ilustración. Fontana reforzó esta crítica sía, algunos socialistas se conformaban con
a partir de la lectura de algunos pensadores
17.– Josep Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto
16.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 189. social, p. 249.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

decir que el enemigo se estaba precipitan- hicieron sus propias revoluciones, vieron
do en el festejo, que esa misma concatena- en el modelo soviético un vía de acceso
ción de los acontecimientos pasados de los acelerado a la modernidad [18].
relatos burgueses remitía a un horizonte En definitiva, Josep Fontana fue un críti-
ulterior, que el viento de la historia soplaba co expreso del socialismo real y un intelec-
a favor de la sociedad sin clases. Hasta que tual beligerante con la vulgata marxista, a
ese horizonte no se desvaneció del imagi- pesar de su pronta y prolongada militancia
nario popular, buena parte de la izquierda, en el PCE/PSUC, o gracias, precisamente, a
incapaz de leer la historia con sus propios ella. En el PSUC participó de un ambiente
códigos, siguió agarrada a un optimismo intelectual donde era frecuente una críti-
histórico que con el tiempo terminó con- ca al Socialismo Real que no en todos los
virtiéndose en el negativo retórico de su casos condujo a una mayor benevolencia
impotencia práctica. hacia el capitalismo. Allí se formó también
En lo que a la «economía política» se con importantes intelectuales que cultiva-
refiere, planteaba Fontana, el socialismo ron un marxismo sofisticado, crítico y a la
asumió pautas de crecimiento económico vez radical, como su compañero de organi-
similares, basadas en el industrialismo, el zación de base en la década de los sesenta,
productivismo y la «tecnolatría». La dife- el filósofo Manuel Sacristán, que ejerció so-
rencia es que allí donde la doctrina liberal bre él una influencia importante.
abogaba por la competitividad como estí- Muchos años después, tras el desplome
mulo productivo, el socialismo apostaba por del socialismo real a principios de los 90,
el compromiso ideológico o la coacción. La Fontana tuvo que hacer frente a los relatos
diferencia es que allí donde el liberalismo exultantes que pronosticaban una nueva
fantaseaba con la autorregulación del libre aceleración del progreso una vez el capi-
mercado el socialismo real demandaba la talismo se había sacudido el lastre que su-
planificación centralizada de la economía ponía combatir el peligro soviético. Con los
por parte de una vanguardia que pronto escombros del muro de Berlín se trató de
mutaría en una burocracia tan acomodada enterrar además toda propuesta de trans-
como ineficaz. Las duras secuelas que para formación igualitaria de la sociedad, hu-
la población tendría la aplicación de «pla- biera estado o no comprometida con los
nes quinquenales» y «saltos adelante» fue- regímenes extintos. A la luz de los acon-
ron justificadas a partir de la misma razón tecimientos presentes se abrió un proce-
instrumental, aquella que exigía grandes so de revisión conservadora de la historia,
sacrificios temporales para acceder luego a que se centró primero en la Revolución
un futuro crecimiento autosostenido. francesa, aprovechando la coincidencia de
Este proyecto de socialismo tenía tam- su segundo centenario en 1989 con el de-
bién una clara vocación universal. Se pre- rrumbe inminente de la Unión Soviética.
tendía exportar a todo el mundo no a tra- Los promotores de esta revisión se lanza-
vés de una revolución mundial que ya en ron a combatir una supuesta interpretación
los años 20 se vio truncada y en los 50 se jacobino-marxista dogmática e inflexible
contuvo para preservar el reparto de áreas que apenas existió, con el éxito, decía Fon-
de influencia entre los dos grandes adalides tana, con el que se combaten los enemigos
del progreso. Las herramientas de difusión
fueron la expansión militar o el tutelaje so- 18.– Sobre este asunto véase Josep Fontana, Historia:
bre países del Tercer Mundo, que, aunque análisis del pasado y proyecto social, Cap. 12.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

fantasmas inventados intencionalmente [19]. una obra, El choque de civilizaciones y la re-


Por paradójico que resulte, tras la caída configuración del orden mundial, donde anti-
del muro de Berlín y después de años cri- cipaba que los conflictos futuros no obede-
ticando el socialismo real y el marxismo cerían ya a problemas socioeconómicos ni
escolástico, Fontana tuvo que lidiar con un a rivalidades ideológicas, sino a diferencias
regimiento de intelectuales empeñados en culturales. Un nuevo y tenebroso enemigo
desacreditar la tradición política e intelec- se cernía sobre el occidente libre, el fana-
tual del marxismo reduciéndola al dogma- tismo musulmán, cuya agresividad había
tismo y la mediocridad con que muchos de que rastrearla en la configuración histórica
ellos la cultivaron cuando en algunos am- de su civilización [21].
bientes estuvo de moda. A analizar este cambio de ciclo históri-
El caso es que el desplome del socialismo co y semejante proyecto político-editorial
real se aprovechó para promocionar una dedicó Josep Fontana varias páginas de su
renovada narrativa sobre el desfile triun- libro La Historia después del Fin de la his-
fal del capitalismo por la historia. Con ese toria. Este libro respondía de forma parti-
propósito, una institución estadounidense cular a un empeño que sostuvo durante
neoconservadora, La Fundación John M. buena parte de su carrera: desentrañar y
Olin, puso en marcha una potente campaña visibilizar la tramoya institucional, políti-
para publicitar El fin de la historia y el últi- ca y financiera que hay detrás de muchas
mo hombre. Su autor, Francis Fukuyama, un representaciones académicas. Partía de la
politólogo generalista que no había hecho idea de que la Historia no surge solo de la
ninguna investigación propiamente histó- mente autónoma de los historiadores, sino
rica, recurría a una suerte de hegelianismo que para escribirse y divulgarse ha requeri-
desnaturalizado para relatarnos una his- do de una infraestructura de financiación y
toria direccional y progresiva donde la ra- promoción editorial, de cobertura mediáti-
cionalidad suma se objetivaba en la demo- ca y de reconocimientos en forma reseñas,
cracia liberal y en la economía de mercado. cátedras y premios. En este libro, como más
Para Fukuyama, la derrota del comunismo tarde haría también en la Historia de los
probaba la superioridad e insuperabilidad hombres, daba cuenta de las redes formadas
del capitalismo, que a partir de entonces y por instituciones, fundaciones, medios de
en poco tiempo actualizaría sus potenciali- comunicación, universidades y gobiernos
dades de paz y prosperidad universales [20]. para promover, estimular, promocionar y
Los pronósticos no tardaron en ser des- privilegiar ideas, libros y nombres.
mentidos por el aumento de las desigual- Una línea de batalla fundamental en las
dades y la proliferación de las guerras. cuatro obras que se manejan aquí fue la
Entones hubo de construirse, nos cuenta denuncia del protagonismo que la Histo-
Fontana, un nuevo relato que explicara el ria había concedido a los grupos políticos
enésimo tropiezo del progreso capitalista y económicos dominantes, en perjuicio de
y legitimara la futura política exterior es- los grupos subalternos y de la inmensa ma-
tadounidense. Otro investigador a sueldo yoría de las mujeres [22]. En La historia de los
de la J.M Olin, Samuel Huntington, publicó hombres Fontana realizaba un recorrido por
el lento y titubeante proceso de incorpora-
19.– Sobre este asunto véase J. Fontana, La historia de los
hombres, pp. 102-103 y 144-145.
20.– Josep Fontana, La historia después del fin de la historia, 21.– Josep Fontana, Ibidem.
pp. 6 y 7 y La historia de los hombres, pp. 144 y 145. 22.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 163.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

ción de estas mayorías marginadas, denun- se hiciera sin prestar demasiada atención a
ciando que en cada momento de inclusión la Historia escrita al respecto por sus des-
de un nuevo sector social a la Historia se cendientes. Los historiadores occidenta-
hubiera excluido a alguno de sus compo- les incluyeron tardíamente a las antiguas
nentes o a otro similar. Si la primera his- comunidades no europeas como objeto de
toria social centró su atención en las clases estudio, a través, por ejemplo, de la forma-
trabajadoras, lo hizo poniendo especial én- ción de departamentos de estudios orienta-
fasis en las organizaciones del movimien- les. Sin embargo, cuando los descendientes
to obrero y, sobre todo, en sus dirigentes e de estas comunidades se fueron erigiendo
intelectuales, dejando en un segundo pla- en sujetos de la narración de su pasado no
no los análisis sobre las condiciones y for- les prestaron la atención debida [25].
mas de vida de la gente común. Aunque en No obstante, el reproche más insistente
un segundo momento cubrió estos vacíos, de Fontana se refería al hecho de que estos
cuando hablaba de los trabajadores, de sus grupos se hubieran reducido a un objeto de
condiciones de vida, de sus aspiraciones y estudio especializado y tratado de manera
su cultura, siguió privilegiando a los traba- independiente, sin que sus respectivas his-
jadores autóctonos de los países desarrolla- torias se hubieran terminado de integrar en
dos [23]. las narraciones generales. Se lamentaba de
Un gran salto en el proceso de incorpora- que no hubieran sido estudiados teniendo
ción a la Historia de mayorías tradicional- en cuenta sus relaciones conflictivas con
mente invisibilizadas vino de la mano de la otros grupos, ni atendiendo a su contribu-
historia de las mujeres y de las relaciones ción general a la sociedad [26]. En su reivin-
de género. A pesar de la proliferación y cali- dicación de la «Historia de los de abajo» o
dad de estos trabajos, Fontana consideraba de la «Historia desde abajo» Josep Fontana
que en algunos de ellos las mujeres habían advertía contra la tentación idealizadora
sido tratadas, en la justa reivindicación de frecuente en tantos intelectuales de ascen-
su protagonismo histórico, de manera un dencia social alta o media, que miraban a
tanto homogénea, como si en su seno no se la gente común con tal benevolencia que
reprodujeran las desigualdades geográficas, terminaban por negarles cualquier autono-
raciales, generacionales y de clase, confun- mía, y con un paternalismo condescendien-
diendo a veces, en palabras de Fontana, a te que en la práctica venía a ser una forma
«mujeres y señoras» [24]. La lectura ateta y la de elitismo invertido.
sintonía de Fontana hacia estas corrientes
acusaba también algunos límites de la épo-
ca. Estas reflexiones aparecían en un libro, En la galería de los espejos
La historia de los hombres, cuyo título hoy
sería cuestionado desde una perspectiva de En 1994, en uno de los momentos de
género. mayor furor europeísta, justo después de la
Por otra parte, Fontana celebraba que la constitución de la Unión Europea, Fontana
Historia hecha en occidente hubiera termi- publicó Europa ante el espejo, un libro corto
nado incluyendo el estudio de las pobla- pero particularmente bello en el que des-
ciones no europeas, pero denunciaba que mitificaba cierta idea de Europa entonces

23.– Josep Fontana, La historia de los hombres., pp.163-164. 25.– Josep Fontana, La historia de los hombres, pp. 168 -169.
24.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 167. 26.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 167.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

en boga. Analizaba también las imágenes orden, reintegradas al orden por medio de
que Europa había construido de sí misma la bayoneta o del consumo [31]. El «descu-
y ponía luz sobre otras historias europeas. brimiento» colonial de las poblaciones de
En el libro Fontana identificaba una cons- continentes antes ignotos, permitió a los
tante en los relatos históricos occidentales: europeos completar su autorretrato con los
construir una imagen falseada del otro para espejos del salvaje, el oriental y el primiti-
definirse de manera ventajosa con respecto vo [32]. Arrojados a una suerte de estado na-
él. Según Fontana, los europeos habían le- tural y racializados, sobre ellos se proyec-
vantado su identidad por comparación con taron en versión ampliada los estigmas ya
las representaciones caricaturescas de los conocidos de la barbarie, el paganismo, la
demás [27]. En el libro ofrecía un apasionan- incultura y el tumulto.
te periplo por esa galería de espejos com- Los estereotipos que los europeos cons-
placientes que permitieron a los europeos truyeron sobre las poblaciones colonizadas
embellecerse y afirmar su superioridad. El prejuzgaron la forma excluyente y violen-
primer reflejo invertido, decía Fontana, lo ta de tratarlos, y esta forma excluyente y
obtuvieron del bárbaro denostado por grie- violenta de tratarlos terminó, en algunos
gos y romanos, un concepto onomatopéyi- casos, por embrutecerlas, hasta el punto
co que caricaturizaba sus formas de habla, de hacerlas coincidir con el estereotipo de
y que los europeos tallaron como antónimo partida. La imagen estigmatizadora del otro
de la civilización a la que pretendieron asi- sirvió a las élites para cohesionar a la so-
milarlos [28]. La cara del bárbaro se prolongó ciedad bajo la autoridad que la protegía de
en los rostros satánicos del hereje autóc- la supuesta amenaza. Fontana lo ilustraba
tono y del infiel mahometano, redimibles a con los conocidos versos de Kavafis: «¿qué
partir de una reconversión espiritual que se será de nosotros, ahora, sin bárbaros? Por-
ponía en duda cuando no iba acompañada que hay que reconocer que estos hombres
del correspondiente sometimiento cultu- resolvían un problema» [33].
ral y político [29]. A las puertas del Renaci- En ese recorrido por cómo los europeos
miento, con la expansión de las ciudades, el se habían contado su historia, Fontana
noble y el burgués europeos festejaron su alertaba ante el riesgo de las modas y abo-
civismo al compararse con la supuesta tor- gaba por una ponderación ni equidistante
peza y brutalidad del rústico inculto [30]. Más ni atada al cálculo. Desde esa perspecti-
amenazante fue la imagen de las masas que va, denunciaba los forzados vaivenes de
en la contemporaneidad demandaban su la historiografía, las dinámicas pendulares
lugar en el espacio público. No decir ya si donde la originalidad consistía en buscar
reclamaban también su participación en la la contrafigura (como un reflejo apenas in-
organización de la economía. Resentidas, vertido) de lo ya dicho, o en trasladar sono-
coléricas, violentas, tumultuosas, malea- ros conceptos de otro tiempo a una realidad
bles por intelectuales fanáticos y descla- sobre la que llamar la atención. Eso pensa-
sados, las masas debían de ser tuteladas ba del uso de los conceptos de «revolución»
o contenidas y, cuando transgredieran el o «renacimiento» referidos a momentos
de la Edad Media europea que poco antes
27.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 7 y 8.
28.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 1. 31.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 9.
29.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 2, 3 y 4. 32.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 7 y 8.
30.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 5 y 6. 33.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, p. 25

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

habían sido tachados de estáticos u oscu-


rantistas. Eso expresaba a propósito de la
archicitada «revolución del año mil» o de
la llamada «revolución feudal», que iróni-
camente Fontana interpretaba más bien
como «una reacción» orientada a «contro-
lar a un campesinado cada vez más emanci-
pado y próspero» [34]. En esta obra abordaba
los tópicos sobre Europa con un leve, pero
constante, tono irónico o descreído.
En Europa ante el espejo Fontana des-
montaba la idea de Europa como una enti-
dad forjada en la Edad Media a partir de tres
grandes culturas: la romana, la germánica y
la cristiana. Esta visión reduccionista ocul-
taba el peso que tuvieron en su configura-
ción sustratos étnicos anteriores y otros
que se prolongaron en el tiempo, como vi-
kingos y celtas; prácticas paganas previas
al cristianismo que no dejaron de realizarse
o se cruzaron con él; o comunidades judías
muy diferentes que, además de judías, se
consideraban pertenecientes a sus respec-
tivos reinos o ciudades, Un lugar destacado
en la conformación de Europa debía ocupar
el mundo árabo-musulmán, más avanzado titucionalización como un poder material
en la Edad Media que los pequeños reinos y mundano de primer orden. Denunciaba
cristianos europeos. Frente al relato euro- además lo que esa reivindicación suponía
céntrico que situaba a árabes y musulma- de intento de apropiación en régimen de
nes como meros custodios temporales de monopolio del cristianismo, recordando la
la cultura griega, Fontana recordaba sus relevancia y el alto nivel teológico que el
aportaciones propias a tantas ramas de la cristianismo había alcanzado en Oriente,
técnica y del saber, que luego penetraron de Egipto al mar de China, pasando espe-
y se fundieron en lo que hoy se ha natura- cialmente por Mesopotamia [36].
lizado como cultura de la Europa cristiana En Europa ante el espejo subrayaba el
(técnicas de cultivo, medicina, sistemas de fracaso histórico de tantos proyectos im-
numeración) [35]. Frente a la reivindicación periales que pretendieron la unificación del
de la cristiandad como sustrato cultural y continente por medio de la centralización
base axiológica de Europa, Fontana subra- política y la homogeneización religiosa o
yaba los vínculos del cristianismo con el ideológica. Ni el imperio carolingio, ni el
poder, lo funcional que resultó en tantos Habsburgo, ni el hispánico ni el napoleóni-
momentos para el poder o su propia ins- co habían logrado imponerse de forma es-
table ante la diversidad de pueblos y nacio-
34.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 70-71.
35.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 70-71. 36.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 60-62.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

nes de Europa, una diversidad que Fontana moda en términos de tolerancia, racionali-
siempre consideró un valor amenazado a dad o igualdad o porque fueron ocultados
defender. Desde esta visión histórica se ex- bajo el manto de su aspecto más superficial.
plica en parte su catalanismo, y desde un Como ejemplo de ello Fontana mencionaba
catalanismo, que bebía además de otras ex- la escuela neoplatónica de Arrán o el reino
periencias y tradiciones, se explica también de los jázaros, dos experiencias a caballo
en parte esa lectura histórica. entre oriente y occidente que difuminaban
En Europa ante el espejo Fontana fue una frontera cultural tantas veces exagera-
desmontando el mito de la excepcionali- da. Mencionaba a los movimientos bogo-
dad europea que se había levantado sobre milos de Bulgaria o a los cátaros del Sur
explicaciones históricas según las cuales la de Francia, exterminados por preconizar
superioridad económica de Europa se debió una iglesia más austera, menos punitiva y
a los avances científico-técnicos favoreci- sin vínculos con el poder feudal; un movi-
dos por un supuesto clima de libertad de miento que luego fue parodiado por su di-
pensamiento que contrastaba con el des- mensión mesiánica [38]. Mencionaba los mo-
potismo oriental. Fontana recordaba que vimientos campesinos del XVI surgidos en
todavía a principios del siglo XVII la cien- el contexto de la Reforma, que, inspirados
cia y la tecnología europea se encontraban por el «teólogo de la revolución» Thomas
en clara desventaja con respecto a China; Müntzer, se rebelaron al grito de «omnia
que ese mismo siglo de despegue material sunt comunia», ahora desprovisto de toda
e intelectual en occidente fue también un condicionalidad tomista; por lo que fueron
siglo de guerras atroces, caza de brujas, reprimidos tanto por católicos como por lu-
persecución inquisitorial y depuración de teranos [39]. En Europa ante el espejo señala-
científicos; y que el despotismo oriental no ba también algunas formas extra-europeas
tenía mucho que envidiar al despotismo de de vida comunitaria y de integración equi-
las monarquías absolutas europeas. Según librada en el entorno luego arrasadas por la
Fontana esta época de violencia generali- lógica comercial del colonialismo [40].
zada sirvió a Europa para perfeccionar las
armas y métodos de combate que le per- En busca de nuevos caminos
mitirían imponerse al resto del mundo [37].
Su visión de la historia ponía el acento en Para Josep Fontana el reto de la Histo-
la dimensión descarnada de las relaciones ria consistía en superar definitivamente la
de fuerzas y en la capacidad no siempre fábula eurocéntrica del progreso universal
trasparente de seducción entre agentes centrada en el protagonismo de los grupos
desiguales. Recelada de cualquier leitmotiv dominantes. El derrumbe de ese mito am-
tecnológico o ideológico, mucho menos fi- pliaría las expectativas de cambio social.
lantrópico. No solo porque el capitalismo dejaría ver-
En Europa ante el espejo Fontana «cepi- se como el momento de realización ópti-
llaba la historia a contrapelo» para revalo- ma del progreso, para ser concebido como
rizar aquellas civilizaciones, experiencias o una construcción social procedente de una
movimientos minimizados o expulsados de relación de poder susceptible de trasfor-
la historia de Europa porque representaron
en algún momento una alternativa incó- 38.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 67-71.
39.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, pp. 81-85.
37.– J. Fontana, Europa ante el espejo, pp. 148-151. 40.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, Cap. 8.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

mación. También porque, desestimada esa tomó la idea del acontecimiento pasado
idea de progreso, se podría proyectar una como un átomo cargado de fuerzas frena-
mirada limpia sobre las alternativas frus- das por la visión lineal de la historia, sus-
tradas en el pasado, para descubrir la racio- ceptibles, sin embargo, de ser liberadas en
nalidad que había en algunas de ellas, para el presente por medio de una nueva mirada
liberar la carga de energía que seguían en- radical. También la idea del pasado como
cerrando y para concebirlas como líneas de «un índice temporal mediante el cual que-
evolución cuyo arranque truncado pudiera da remitido a la redención» y el presente
alumbrar un trazado de futuro [41]. como «cita entre generaciones» que han re-
Fontana planteaba que una vez decayera cibido una «fuerza mesiánica» sobre la que
la reconstrucción del pasado como genea- el pasado exige derechos. De ambos autores
logía del presente la historia se revelaría tomó la idea de buscar líneas de futuro en
como una trama compleja jalonada de dis- un pasado no resuelto en el que, según las
tintas encrucijadas, donde no se tomaron palabras de Machado que Fontana reprodu-
los caminos más convenientes para las ma- cía en sus libros, encontramos «un cúmulo
yorías, sino aquellos impuestos por quienes de esperanzas —no logradas pero tampoco
tuvieron la fuerza o los recursos culturales fallidas—, un futuro, en suma, objeto legíti-
necesarios para marcar el rumbo [42]. En esas mo de profecías» [43].
encrucijadas, decía, laten todavía indicios Fontana reclamaba poner fin a la mira-
que apuntan a la construcción de un futuro da deformante sobre los demás, dejar a un
distintito al que puede deducirse del orden lado el eurocentrismo que había impregna-
actual de las cosas. Las experiencias frus- do la Historia y sustituir los espejos auto-
tradas de la historia podían servir de ins- complacientes por otros más fidedignos. El
piración para abrir nuevos horizontes, y el reemplazo permitiría redescubrir al otro y
testimonio liberado de sus protagonistas redescubrirnos a nosotros mismos. Al des-
podría aportar un surtidero de fuerzas para cartar esa mirada reduccionista y domina-
emprender el camino. La mirada renovada dora, aparecería un «nuevo mundo» rico y
sobre el pasado podría ser una plataforma diverso, que, tomado ahora sí como espejo
desde la que trazar una nueva orientación sincero, devolvería a los europeos una ima-
y desde la que coger impulso para el despe- gen más ajustada de sí mismos: la de ser
gue. El futuro despuntaría como el ámbito una cultura plural y mestiza [44].
para la redención de un pasado temporal- La nueva forma de escribir la Historia
mente derrotado. que proponía Fontana debía recuperar las
Las referencias evidentes de Fontana voces de los sectores subalternos, eleván-
en la elaboración de esta concepción de la dolas al lugar que les corresponde, pero
historia fueron Walter Benjamin y Antonio de manera distinta a como normalmen-
Machado, dos intelectuales enormes del te se había hecho hasta entonces. Frente
siglo XX, muertos en la frontera hispano- a las historias especializadas en cada uno
francesa cuando huían en sentido contrario de estos grupos antes silenciados, o frente
del mismo enemigo fascista que se impuso a la simple yuxtaposición de sus voces en
a ambos lados de los Pirineos. De Benjamin obras más ambicionas, Fontana hablaba

41.– Josep Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto 43.– Cita de Antonio Machado tomada de J. Fontana,
social, pp. 11-12. Europa ante el espejo, p. 153.
42.– Josep Fontana, Europa ante el espejo, p. 154. 44.– J. Fontana, Europa ante el espejo, p. 154.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

de levantar «un relato polifónico» donde recurría a una metáfora. El procedimiento


la voz de cada grupo tuviera la réplica de nomotético–deductivo aplicado a la his-
su contrario, donde cada sector social fue- toria reproducía la práctica de elaboración
ra explicado en sus relaciones de domina- de un puzzle, en el que el conocimiento a
ción, sumisión, competencia, cooperación, priori de la imagen plana que se preten-
integración o transacción con en el resto día construir iba orientando la agrupación
de grupos. Su apuesta por una Historia so- de sus piezas, con la propensión a retocar
cialmente amplia e inclusiva, por una His- aquellas piezas del pasado que no enca-
toria de los hombres, estaba vinculada a su jaban en la escena general ideada a prio-
compromiso político igualitarista. Sin em- ri. Frente a esto, Fontana proponía partir
bargo, su sentido crudo y conflictual de las del acontecimiento y concebirlo como un
relaciones sociales, su insistencia en la his- poliedro en el que la combinación de sus
toricidad de la condición humana (trufada distintas caras con las caras respectivas de
de un cierto pesimismo) y su hostilidad a otros acontecimientos pudiera dar lugar a
paternalismo le llevaron a advertir del pe- más de un cuadro interpretativo [46]. Fonta-
ligro de idealizar, romantizar e instrumen- na advertía que este reconocimiento de la
talizar a las clases populares en la escritura dimensión móvil y poliédrica del pasado no
de la su historia. equivalía a un perspectivismo relativista.
Disolver la continuidad histórica e in- La búsqueda de los muchos rostros del pre-
tegrar las voces de los grupos subalternos térito no igualaba ni en representatividad
obligaba, en opinión de Fontana, a demoler ni en calidad cualquier imagen revelada.
la narratología vigente que reproducía las ¿Cuál debía ser entonces el criterio del
pautas de la novela burguesa decimonóni- historiador a la hora de proyectar su mira-
ca, en la que todo se ordenaba en función da sobre un pasado que se manifiesta cam-
del desenlace y donde la pluralidad de ele- biante en función de cómo se enfoca? ¿Cuál
mentos en liza estaba siempre supeditada o cuáles debían ser los criterios selectivos
a una acción principal. Romper con esa si la deseable pluralidad de enfoques vuel-
estrategia narrativa implicaba decantarse ve camaleónico el pretérito? Según Fonta-
por una escritura sincopada, que frente a na, la disciplina histórica no se basta por sí
los relatos continuos y perfectamente en- sola para responder a este interrogante.
cadenados, debía dejar de lado un sentido Para Fontana la Historia funcionaba en
estrecho de la cronología para abrir paso a ciertos aspectos de forma similar a como
«un tiempo caprichoso» y oscilante [45]. Se lo hace la memoria personal. Se basaba en
trataba de un reto de tal magnitud que ni estudios neurobiológicos que venían a de-
el propio Fontana de las últimas grandes mostrar que la memoria individual, lejos de
obras de historia del mundo actual conse- ser un supuesto depósito de representacio-
guía atenerse plenamente a él. nes fijas, es un complejo sistema de relacio-
La nueva forma de escribir la Historia nes que sirve de base a la formación de la
que proponía Fontana debía poner severos conciencia durante la experiencia en curso.
límites a los análisis abstractos inspirados Ante cualquier eventualidad la conciencia
en las supuestas leyes de la historia, para individual recurre a la memoria para cons-
recalar en la complejidad y peculiaridad del truir un «presente recordado», en el que las
acontecimiento. Para explicar esto Fontana experiencias previas se conjugan con las

45.– J. Fontana, La historia de los hombres, p. 198. 46.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 190.

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Josep Fontana. La Historia ante el espejo Juan Andrade

nuevas circunstancias al objeto de poder quedase de nuevo reducida a su valor ins-


afrontarlas. La memoria no es así mera evo- trumental o de que ocupara una posición
cación de sucesos pasados que se registra- subsidiaria con respecto a una aspiración
ron tal cual y de manera definitiva, sino una política. En 1981, en Análisis del pasado y
reactualización y reelaboración constante proyecto social, Fontana cedía en cierta me-
de experiencias remotas que echa luz sobre dida a esa tentación:
un presente al que hay que dar respuesta. Nuestro objetivo difícilmente debe ser
Del mismo modo, decía Fontana, la His- el de convertir la historia en una «ciencia»
toria no consiste en descubrir las supuestas —en un cuerpo de conocimientos y méto-
verdades fijas del pasado desconocidas has- dos, cerrado y autosuficiente, que se cultiva
ta ahora, sino que construye y reconstruye por sí mismo—, sino por el contrario, el de
imágenes que también son, en cierta medi- arrancarla de la fosilización cientista para
da, un reflejo de los intereses y necesidades volver a convertirla en una «técnica»: en
particulares del presente. La constatación una herramienta para la tarea del cambio
de esta realidad por parte de Fontana tenía social [48].
una vertiente crítica. Negaba la existen- Fontana mantuvo esta apuesta durante
cia de una realidad pasada inmutable que toda su vida, pero con matices importantes.
aprehender con un utillaje neutro, y consi- Veinte años después, en La Historia de los
deraba que esa realidad era en buena medi- hombres, seguía planteando que el historia-
da una reelaboración hecha no solo a base dor debía guiarse «por el sentido de la uti-
de interpretaciones más o menos atrevidas, lidad social en su tarea como criterio esen-
sino a partir de un proceso rutinario de se- cial para sus elecciones» [49]. Sin embargo,
lección de datos y reconocimiento de rele- había atenuado mucho este planteamiento,
vancias, de énfasis y entonaciones. El pro- entre otras razones porque la impugnación
blema no era que este proceso respondiera a la cientifidad de la Historia se venía ha-
a la necesidad de dar un significado y una ciendo con más fuerza y proyección desde
operatividad a la experiencia en curso, a los postulados posmodernos que, a su vez, re-
intereses del presente, por decirlo de ma- bajaban la virtualidad técnico-política de la
nera más clara; sino que respondiera a los Historia o negaban su conveniencia. Desde
intereses de las minorías que gozaban de algunos de estos postulados se negaba esa
una posición de fuerza y de ventaja cultu- virtualidad porque en última instancia se
ral desde la que naturalizar sus selecciones. basaba en la ilusión ilustrada de un cono-
Por eso la constatación de esa realidad te- cimiento que, ajustado a la realidad, per-
nía también una dimensión propositiva en mitiese intervenir sobre ella con garantías.
Fontana: construir una visión del pasado Dado que desde estos postulados se nega-
donde ese proceso inevitable de selección y ba esa posibilidad cognitiva, se rebajaba o
reelaboración diera respuesta a los retos de negaba, en consecuencia, la posibilidad de
las mayorías sociales en términos de liber- una acción política eficaz y conveniente
tad e igualdad [47]. Así planteado, Fontana vinculada a ella.
parecía hacer un uso inverso, reversible, de Fontana, por el contrario, mantuvo siem-
la misma condición selectivo-política de la pre esa ilusión, aunque no la mantuviera de
Historia. Pero así planteado, cabía la ten-
tación de que la Historia como disciplina 48.– J. Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto
social, p. 261.
47.– J. Fontana, La historia de los hombres, pp. 201 y 202. 49.– Josep Fontana, La historia de los hombres, p. 134.

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Dossier: Los combates por la Historia de Josep Fontana

forma ilusa, como crítico que era de la Ilus- afirmación sobre la radical historicidad de
tración, pero desde la propia Ilustración. la Historia —máxime cuando esta se vincu-
En su opinión, correspondía al historiador, laba especialmente a la influencia ejercida
dado que era quien mejor conocía el mapa sobre ella por el poder— con la creencia en
de la evolución de las sociedades, desmon- la posibilidad de que la Historia construye-
tar el discurso que presenta como inevita- se enunciados verdaderos en cierta medida
ble lo que pudo haber sido de otra manera. trascendentales a su coyuntura histórica,
Correspondía especialmente al historiador enunciados que, en tanto que verdaderos,
analizar la génesis de esos mecanismos de fueran útiles para ayudar al cambio social.
dominación para poder desmontarlos pieza De igual modo, en sus libros se palpa la di-
a pieza de cara a su reemplazo por nuevas ficultad de conjugar una crítica contunden-
formas de organización social más justas. Y te de la instrumentalización de la Historia
correspondía también al historiador reela- por parte del poder con la reivindicación de
borar una nueva secuencia del pasado que la Historia como una herramienta para el
tuviera como hilo conductor aquellas luchas cambio social.
que, a pesar de resultar derrotadas, seguían No se trata, obviamente, de dificultades
alumbrando horizontes mejores [50]. Pero, exclusivas de la obra de Fontana, sino de
¿cómo mantener esta confianza cognitiva dificultades que atraviesan cualquier em-
en la Historia cuando al mismo tiempo se peño por conjugar el reconocimiento de la
reconocía su variabilidad selectiva?, ¿cómo complejidad real de las cosas, la posibili-
mantener esa confianza emancipadora dad de conocimiento y la voluntad de in-
en la Historia cuando al mismo tiempo se tervención política. Creo que al final de su
denunciaba su propensión a ser preferen- trayectoria Fontana se fue aproximando a
temente instrumentalizada por el poder?, la idea de que el uso emancipador que pu-
¿cómo cifrar en la Historia la posibilidad de diera hacerse del conocimiento histórico
abstraer un futuro posible de un pasado no requería también de conceder autonomía a
resuelto cuando al mismo tiempo se subra- su proceso de construcción, de que el co-
yaba su profundo anclaje al presente? nocimiento más útil para el cambio social
Efectivamente, en sus libros se palpa el pudiera ser aquel que se construyera des-
riesgo de que la insistencia en lo que ge- de la conciencia del presente y la voluntad
neralmente se viene ocultando pudiera ge- de evitar el presentismo, desde la aproxi-
nerar en algún momento la sensación de mación a un horizonte de emancipación y
estar sobredimensionándolo: que ponderar desde la distancia hacia unos intereses in-
la variable política que atraviesa a la His- mediatos, desde la confianza en la acción
toria (expresada en términos de compromi- intelectual y política y la conciencia de su
sos conscientes del historiador, funcionali- complejidad y vulnerabilidad. No lo teorizó
dad inconsciente de su trabajo, sujeción a ni lo explicitó así, pero sus últimos traba-
intereses ajenos al plano reflexivo, repro- jos y su actividad investigadora, editorial y
ducción por pura inercia de valores hege- docente así lo sugieren. Sus libros y el re-
mónicos, etc.) pudiera llevar a la negación cuerdo de trabajo son fundamentales para
de su autonomía, por laxa que fuera. En sus quien quiera sostener ese empeño.
libros se palpa la dificultad de conjugar su

50.– Josep Fontana, Historia: análisis del pasado y proyecto


social, pp. 260-261.

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ENTREVISTA

Domingo Plácido y el oficio de


historiador de la Antigüedad
Rosa María Cid López
Universidad de Oviedo
Introducción

Domingo Plácido Suárez, referente en


los estudios sobre las sociedades del Medi-
terráneo antiguo, está considerado uno de
los historiadores españoles más notables
de las últimas décadas. El reconocimiento
como maestro de diferentes generaciones
se manifiesta en el libro que, con ocasión
de su jubilación, sus numerosos colegas y
discípulos le dedicaron, con el sugerente
título Dialéctica histórica y compromiso so-
cial. Homenaje a Domingo Plácido [1]. Quie-
nes conocen la obra de este historiador, y
además han tenido el placer de conversar
con él, pueden dar cuenta de su percepción
de la Historia como disciplina que intenta
penetrar en la complejidad que caracteriza
las sociedades del pasado, en especial de la
Antigüedad. Y siempre lo ha hecho desde
las preocupaciones del presente, a partir de da Historia Social, como ha venido demos-
los problemas individuales y colectivos de trando en su dilatada e intensa trayectoria
una realidad que ha marcado sus experien- académica.
cias vitales. Se le puede identificar como Domingo nació en Las Palmas de Gran
un claro defensor e impulsor de la llama- Canaria, dónde pasó su infancia y prime-
ra adolescencia. Cursó los primeros años
1.–Dialéctica histórica y compromiso social. Homenaje a de la Licenciatura en Filosofía y Letras en
Domingo y Plácido, editada por sus discípulos César For- la Universidad de La Laguna y finalizó los
nis, Julián Gallego, Pedro López Barja y Miriam Valdés, se
estudios en la madrileña Complutense. Las
publicó en tres volúmenes en el año 2010 por Pórtico.
La obra sorprende por el elevado número de autores y clases del profesor Santiago Montero Díaz
autoras, un total de 112. fueron determinantes para que finalmente

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 89


Entrevista

se convirtiera en historiador, interesándo-


se muy pronto por las sociedades del Me-
diterráneo antiguo. Salvo algunos años en
los que fue profesor de Enseñanza Media,
su labor académica la ha desarrollado en
la Universidad Complutense, donde ejerció
como catedrático de Historia Antigua des-
de el año 1986.
Precisamente su llegada a Madrid para
finalizar la licenciatura resultó fundamen-
tal también para que adquiriera un com-
promiso social, que marcó su biografía y
que nunca abandonó. En la década de los
sesenta, como estudiante primero y luego
como joven profesor, se relacionó con inte-
lectuales progresistas, más o menos impli-
cados en la lucha antifranquista, con quié-
nes muy pronto empatizó. Fue la época de
su militancia en el PCE, pero sobre todo del
impulso de la editorial Ciencia Nueva, que
supuso un soplo de aire fresco en el panora-
ma de publicaciones del momento; gracias
a ella, se dieron a conocer obras de auto-
res extranjeros, marxistas muchos de ellos, S. I. Kovaliov, Historia de Roma (Madrid, 1973;
1ª ed. en ruso, 1948).Obra muy difundida
que se traducían para el público español. entre el alumnado y profesorado de la
Su experiencia como promotor editorial de Universidad española, cuyo prólogo escribió
textos fundamentales se evidenció también Domingo Plácido.
en su colaboración con Akal; en concreto
Domingo fue el prologuista del conocido li- los de revista, capítulos de libros, reseñas,
bro de S. I. Kovaliov, Historia de Roma (Ma- traducciones o prólogos [2]. A la vez, ha sido
drid, 1973; 1ª ed. en ruso, 1948). Tiempo una figura muy presente en los encuentros
después, destacaría su labor al frente de la académicos, españoles y extranjeros, don-
prestigiosa colección Arqueología para la de sigue imponiendo su autoridad con sus
editorial Crítica, donde se incluyeron obras valoraciones y reflexiones sobre los fenó-
de referencia fundamentales en esta disci- menos de las sociedades del Mediterráneo
plina y la Historia Antigua. antiguo.
A la vez que se implicaba en la lucha an- En su extensa producción bibliográfi-
tifranquista a través de la labor editorial, ca, y a pesar de la diversidad de cuestio-
Domingo iniciaba su carrera como docente nes que ha analizado, se pueden observar
e investigador, a la que se dedicó de mane- cuáles han sido los temas que de manera
ra constante, desde el año 1972, en que lee preferente le han interesado, y los que le
su tesis doctoral, hasta el presente. Como han podido imponer las circunstancias del
muestra de su prolífico trabajo, destacan
2.– En la obra de C. Fornis y otros, Dialéctica histórica, pp.
veinticinco libros de su autoría, a los que se 11-29 se recoge el listado detallado de toda la produc-
añaden los editados y las decenas de artícu- ción bibliográfica de Domingo Plácido

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

momento [3]. A la vez, esta aparente diver- editorial Gredos a Dión Casio, referencia
sidad no oculta su coherencia con lo que imprescindible para adentrarse en la
debe ser el trabajo del historiador, siempre historia del Imperio romano pero desde la
desde el compromiso, y con un análisis ri- visión de un griego, por muy vinculado que
guroso de las fuentes. Pocos como él han haya estado a los círculos del poder de la
sabido leer la literatura greco-latina, yendo Roma imperial [4].
más allá de lo que está escrito e intentan- Al margen de su celo académico
do primero conocer el contexto del autor y en el uso de las fuentes, fruto de sus
luego su versión. Hemos aprendido mucho vastos conocimientos sobre los textos
de Domingo cuando nos enfrentamos a las grecolatinos, la obra de Domingo es
obras de los autores antiguos, empezando fundamental para comprender la Historia
por saber que, sean historiadores o litera- social de la Antigüedad en la historiografía
tos, en realidad nos ofrecen «historias» o española. Sus interpretaciones partían
relatos, y somos nosotros quienes debemos de visiones sutiles, con perspectivas muy
construir la Historia, descubriendo lo que innovadoras, e incluso pioneras en su
puede ocultar, deformar o transmitir un momento, sobre los hechos culturales y
texto. Y, como buen filólogo clásico, ha políticos, el mito o la religión, fenómenos
insistido en que no podemos nunca fiarnos que nunca analizó al margen de la sociedad
de una traducción, que muchas veces en la que se producían.
implica traición, según el famoso dicho. Ha Para entender realmente los temas
repetido siempre que un historiador de la recurrentes en la obra de Domingo, quizá
antigüedad debe conocer el latín y el griego, haya que pensar en sus preocupaciones
y trabajar directamente con los textos del presente, cívicas o intelectuales. De
originales. Lamentablemente, esta práctica ahí que haya tratado de manera especial
se está perdiendo, por la escasa formación el poder, los discursos y su función social,
en las lenguas clásicas del alumnado que se la democracia, el papel de la religión y su
gradúa en Historia. Este empeño en utilizar relación con los mitos, o la realidad de
directamente las fuentes y en valorar el las poblaciones serviles, - quizá mejor, las
papel de la literatura antigua le ha llevado formas de dependencia, una expresión más
a traducir a autores muy relevantes de la de su gusto -, a partir de la información de
antigüedad, cuya elección, evidentemente, la literatura griega y con preferencia en la
no podía responder a la casualidad. Hélade. No por casualidad, Protágoras, el
En la etapa de Ciencia Nueva editó la filósofo preocupado por la práctica política
traducción de José Marchena de la obra del del ciudadano griego, fue el objeto de su
poeta latino Lucrecio, a la que siguieron tesis doctoral; de hecho, su atracción por la
otras. Recientemente tradujo para la Filosofía, sobre todo la Clásica, fue anterior
a la predilección por la Historia. Dichos
3.– Aparentemente alejados de lo que ha sido su espe- temas han sido objeto de sus investigaciones
cialidad, figuran textos y obras generales sobre la Histo-
hasta culminar en la publicación de La crisis
ria Antigua de España, pero fundamentales para la for-
mación de los estudiantes universitarios, y no solo para de la ciudad clásica y el nacimiento del mundo
especialistas; o trabajos puntuales sobre testimonios tan helenístico [5]; claramente en ella hace una
significativos como el Edicto del Bierzo. Aunque parecen
alejarse de sus líneas de investigación, tales textos reve- 4.– Dión Casio, Historia Romana. Libros I-XXXV (Fragmen-
lan sus inquietudes como historiador, así como el afán por tos), Madrid, Gredos, 2004 (introducción, traducción y no-
ampliar conocimientos y no vincularse solo con el marco tas de Domingo Plácido).
de la Grecia y la cultura helénica. 5.– Obra publicada en junio de 2017, en Buenos Aires por

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 91


Entrevista

profunda reflexión sobre la decadencia que algunos pueden denominar Historia


de la polis, cuya crisis fue aprovechada Cultural, en Domingo siempre se plantea
por Macedonia para llevar a cabo su como hecho social. Tales planteamientos
sometimiento, iniciándose un proceso que están muy marcados por la historiografía
culminó con la dominación romana. En francesa, en concreto de los investigadores
este libro, el último publicado, en realidad del Centro Louis Gernet, que él contribuyó
lleva a cabo una profunda reflexión sobre a dar a conocer entre los estudiosos
los cambios en el poder que se produjeron españoles. Una forma de comprender el
en la Antigüedad a partir de lo ocurrido a pasado realmente original en su momento
las poleis griegas que pasaron del control a la que se vinculan los nombres de autores
por Macedonia al de Roma. tan destacados como Jean-Pierre Vernant,
Sin duda, han sido sus investigaciones Pierre Vidal-Naquet o Nicole Loraux [8].
sobre Grecia las de mayor impacto, sin De sus contactos con la universidad
menospreciar el valor de otros temas sobre francesa, ha sido muy importante también
los que ha trabajado [6]. En concreto, ha su relación con Pierre Lévêque, creador del
de destacarse su percepción crítica de la GIREA (Groupe Internationale de Recherche
democracia griega, sobre todo ateniense, sur l´Esclavage dans l´Antiquité), grupo
que se creó y mantuvo gracias a prácticas especializado en los estudios sobre la
imperialistas, sostenía una igualdad solo esclavitud y otras formas de dependencia. El
para los ciudadanos excluyendo a los otros y centro surgió en la Universidad de Besançon,
defendía el modelo esclavista. En el caso de inspirado en el materialismo histórico de
los discursos, ha analizado con destreza de los años setenta, pero con planteamientos
qué modo los mitos griegos, generados en la nunca ortodoxos; de ahí incluso el
obra de Homero y recreados en la tragedia, término de formas de dependencia, que
actuaron para imponer comportamientos pretendía superar el concepto limitado
y prácticas sociales. Domingo analiza de «esclavitud». Sobre poblaciones
el Mito en la línea que en su momento dependientes, Domingo también deja un
inspiró Moses I. Finley, pero también como buen número de publicaciones, en las
generadores de mecanismos de dominación que plantea las modalidades y límites de
en la perspectiva que defendía Benjamin la esclavitud en la Antigüedad, desde el
Farrington, predecesor del grupo de los hilota al doulos ateniense, sin olvidar los
llamados historiadores marxistas británicos problemas de empobrecimiento del demos,
del pasado siglo [7]. Esta forma de tratar lo o de los ciudadanos griegos, que acababan
sobreviviendo gracias a las ayudas estatales;
Miño y Davila editores.
6.– Sobre los aspectos más destacados de la obra de Do- qué modo la ciencia se controla políticamente, pero, en
mingo, véase C. Fornis y otros, Dialéctica histórica, pp. 3-10 el conjunto de la obra, este historiador irlandés reflexiona
y Miriam Valdés, «Homenaje al profesor Domingo Pláci- sobre el papel de los discursos y el concepto de ideología;
do Suárez», Studia Historica. Historia Antigua, 2010, 28, pp. en suma, trata los mecanismos utilizados desde el poder
181-188. para ejercer la dominación sobre las poblaciones más dé-
7.– Muy polémico en su momento fue el trabajo de Mo- biles, lo que también ha hecho Domingo cuando ha anali-
ses I. Finley, El mundo de Odiseo (Madrid, FCE, 1980; 1ª zado los mitos y la religión.
ed. en inglés, 1954), porque pretendía utilizar los textos 8.–Sobre estos autores, véase Ana Iriarte, Historiografía y
de Homero como fuente para reconstruir la historia. Tales mundo griego, Bilbao, Servicio de Publicaciones del País
críticas hoy están superadas. En el caso de Benjamín Fa- Vasco, 2011, pp. 93-125 y Ana Iriarte y Laura Sancho Ro-
rrington, en Ciencia y política en el mundo antiguo, Madrid, cher (eds.), Los antiguos griegos desde el observatorio de
Ciencia Nueva, 1965 (1ª ed. en inglés, 1939), plantea de París, Málaga, Ediciones Clásicas, 2010.

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

Domingo Plácido, en primera fila, en el XXXV Coloquio Internacional del GIREA: «Los espacios de
la esclavitud y de la dependencia en la Antigüedad», celebrado los días 28 a 30 de noviembre de
2012 en el CSIC, Madrid (Foto.Miriam Valdés).

a cambio de recibir la paga pública, dejaban jóvenes recién salidos de las aulas que se
de ser realmente ciudadanos y se convertían estrenan con sus primeras comunicaciones
en clientes. o ponencias, e idéntica atención mantiene
A modo de resumen, hemos de destacar hacia los ponentes ya consagrados.
sus amplios conocimientos sobre las Bien es cierto que a unos y a otros,
sociedades de la antigüedad, cuya historia delicadamente, les dice lo que considera
ha construido con grandes dosis de que debe manifestar. Domingo es, sin
agudeza, sensibilidad, a veces una notable duda, un investigador que ha contribuido
ironía, y sobre todo sentido común. Para a «modernizar» la forma de entender el
sus amigos y sobre todo discípulos, la pasado desde las perspectivas de una visión
generosidad ha sido una de sus grandes totalizadora de las sociedades históricas;
virtudes. Muchos han disfrutado de su que también, quizá sin proponérselo, ha
amistad, pero también de su magisterio en marcado a generaciones de investigadores
libros, conferencias y conversaciones. Es que hoy son profesores y profesoras de la
un excelente conversador, aunque pueda universidad española.
parecer callado, con esa imagen de hombre Debo manifestar que, en el inicio de
tranquilo. En los encuentros académicos, nuestra conversación, resultó inevitable
suele sentarse en la primera fila de la sala; recordar la magnífica entrevista que
es de los primeros que llega y uno de los le planteó Ana Iriarte y que iniciaba el
últimos en irse. Con atención escucha a libro mencionado, Dialéctica Histórica y

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 93


Entrevista

compromiso social[9]. En las respuestas a lúcidamente sobre su obra. A pesar del


las preguntas de la helenista española, fue valor de este testimonio y de que algunos
recordando episodios de su vida y reflexionó episodios de su biografía se repetirán a
continuación, merece la pena insistir en
9.– La entrevista de Ana Iriarte se tituló precisamente, resaltar sus aportaciones en el campo de
«Mundo antiguo, contestatarios y tardofranquismo. Entrevista
al Profesor Domingo Plácido Suárez»,e inicia el libro de C. la Historia Social; indagar en las vivencias
Fornis y otros, Dialéctica histórica, pp. 11-29. Además de de sus años juveniles de universitario
relatar anécdotas de su biografía, figuran reflexiones antifranquista y próximo a concepciones
sobre los debates historiográficos y grandes temas de
cercanas al marxismo, que ha reelaborado
la Historia Antigua, en especial de la antigua Grecia, que
marcaron la obra de Domingo Plácido. En el diálogo con el paso del tiempo, pero que en lo
establecido, se profundiza en los trabajos de Domingo, fundamental parece haber mantenido a la
sus aportaciones y reflexiones sobre la Antigüedad, de ahí hora de estudiar las sociedades del pasado.
su utilidad particularmente para especialistas en Historia
Antigua, al margen del interés para los investigadores de
Con humor y dosis de ironía, Domingo
otras etapas. También Iván Pérez Miranda lo entrevistó en comenta que no entiende el interés que
El futuro del Pasado, 2011, 2, pp. 635-641. suscita su biografía.

Entrevista
[R. Cid] Domingo, gracias por haber acep- Para nada. El ambiente familiar era muy
tado hacer una nueva entrevista. ajeno a estas cosas. De hecho, cuando yo
dije en casa que quería estudiar Filosofía y
[D. Plácido] Bueno, si te parece que me- Letras, mis padres se llevaron un susto tre-
rece la pena, pues adelante. mendo. Pero eran muy buenas personas y me
dejaron hacer; me dijeron que hiciera lo que
Claro que merece la pena. Y, empezamos quisiera. Para ellos, la noticia de esta deci-
por el principio, por recordar cuándo y dónde sión fue un golpe, porque deseaban que me
naciste. ¿Qué recuerdos tienes de tu familia? dedicara a algo que tuviera cierta rentabili-
dad, pensando que eso sería lo mejor para
Nací en Las Palmas de Gran Canarias el mí. De hecho, mis tres hermanas estudiaron
26 de julio de 1940. Mi padre era oficinista Comercio, una muestra de lo que estoy di-
y trabajaba en una empresa de exportación ciendo sobre su forma de pensar en nuestro
de plátanos. Mi madre, que se dedicaba a las futuro, y mi hermano se convirtió en perito
tareas de casa, pertenecía a una clase que industrial. Luego se dedicó a la Física y acabó
podemos calificar de semi-acomodada, re- siendo catedrático de Física en la Universi-
lacionada con negocios también de ventas dad de Las Palmas, donde se jubiló.
en el exterior. Tuve tres hermanas y un her-
mano. Allí transcurrió mi infancia y mis pri- Es decir, ¿no había grandes inquietudes in-
meros años adolescentes. La recuerdo como telectuales o sociopolíticas en la familia
una etapa feliz y muy agradable
Ninguna. De hecho, mi padre empezó a
El ambiente de tu infancia, y sobre todo tu fa- leer literatura gracias a mí. Cuando yo te-
milia, ¿podían presagiar que serías historiador? nía unos trece años, y estaba empezando

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

a decidirme por estudiar Letras, empecé a Yo tenía claro, ya en cuarto del antiguo
utilizar libros del colegio que me llevaba a bachillerato, con unos catorce años, qui-
casa. Él estaba jubilado parcialmente por zá quince, que quería ir a la Universidad [1].
enfermedad, se aburría y empezó a leer las Para ello, necesitaba disfrutar de beca, lo
obras que yo le traía. Antes prácticamente que este profesor veía que podía alcanzar y
no había leído. Sí es cierto que había algu- me animaba. Sí he de reconocer que, en el
na novela en casa, de Benito Pérez Galdós, último momento, no influyó tanto. Fueron
por ejemplo; también de ciertos autores más determinantes otros personajes de Las
canarios como Luis Millares Cubas, médico Palmas, como Pedro Lezcano, que sí era un
de profesión y un erudito local, que había hombre inquieto en general; de hecho, fun-
nacido en el siglo XIX. Pero, la verdad, muy dó un teatro de aficionados, con un círculo
poca cosa. de personas que sí tenían cierta curiosidad
cultural, no fácil de calificar en ese contex-
Es curioso que tu padre empezase a leer to, pero que destacaban sobre el resto.
por ti, por la influencia del hijo. ¿Pero os ani-
maban a estudiar? Al margen de estudiar e intentar obtener
una beca, tu adolescencia transcurre en Las
Eso sí. Sin duda. Y sobre todo nos lo in- Palmas, ¿te relacionaste con algún grupo con
culcaba mi madre. Mi padre quería que yo inquietudes culturales o políticas?
tuviera una oficina; con eso se conformaba.
Con sinceridad, cuando yo tenía entre
Y cuando llegas a la adolescencia, ¿cómo catorce y dieciséis años, la sociedad de Las
era la vida en Las Palmas de Gran Canaria? Palmas era muy meapilas. Yo acabé conec-
tando con determinados ambientes, con
Para salir corriendo. La situación era com- ciertas inquietudes intelectuales, pero no
plicada si tenías inquietudes, por limitadas puede decirse que políticas; en concreto
que fueran, intelectuales o políticas. Aunque con chicos jóvenes, cuya tendencia a la opo-
reconozco que había alguna gente y perso- sición era más bien por la vía religiosa que
nalidades interesantes. Entre otros, para mí la política. Sus posturas eran sobre todo an-
destacó un profesor de Latín en el Colegio, ticlericales. Recuerdo que se creó un grupo
cuando cursaba cuarto de bachillerato. Pre- alternativo a la Iglesia romana, que se llamó
cisamente, este es el momento en el que la Iglesia Cubana. Hacían una parodia de la
empiezo a pensar que podía ser interesante romana, por lo que celebraban concilios y
dedicarme a las Letras. También me gustaba habían elegido un papa. Cuando me vincu-
la Física, pero las clases de Juan Marqués, así lé con ellos, tenía quince o dieciséis años, y
se llamaba este profesor, me decidieron por todos eran mayores que yo. Había gente cu-
las Letras; él había hecho Filosofía y Letras, riosa, entre otros, uno que era filósofo, otro
quizá se especializó en Filología Clásica. Re- estudiante de Física. En general, eran bas-
cuerdo que trabajaba en múltiples colegios tantes listos. Personas así era todo lo que
para ganarse la vida, y daba clases también podía haber en las Palmas.
de Francés y de Historia, no solo de Latín. En cualquier caso, algunos de ellos po-
Representaba la imagen que mi madre no dían ser clandestinos. Incluso sí que debía
quería que yo siguiera, de ahí el susto que le
di a ella y a mi padre cuándo les dije que me 1.– Ha de aclararse que en esta época el bachillerato du-
gustaría dedicarme a las Letras. raba siete cursos y se podía iniciar a los diez años.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 95


Entrevista

haber personas con posturas políticas más resados por las Ciencias Naturales, habían
definidas; sin duda. Pero, en el fondo, los leído a Darwin y conocían las tesis sobre el
jóvenes que estaban en la Iglesia Cubana evolucionismo. Realmente, eran muy afi-
manifestaban modos de rebeldía, o rebe- cionados a estas lecturas, que se discutían
lión, contra el ambiente de la Iglesia en las en una especie de seminarios. Nos inter-
Palmas, sobre todo no soportaban al Obis- cambiamos libros, más que de Historia y
po. Era un personaje singular. Había perte- Política, trataban de estos otros temas. De
necido al PNV y se marcó como contrario al hecho, en la azotea de una casa había un
régimen bajo la Guerra Civil; era antifran- observatorio, desde el que mirábamos el es-
quista. Por ello, lo mandaron a Las Palmas pacio; en este lugar, había una exposición
como castigo. Pero estas actitudes políticas de cosas, como un caballito de mar, que re-
no impidieron que fuera un integrista y lo cogíamos en la playa. El mismo profesor de
exhibía de una manera tremenda. Por ejem- Latín,Juan Marqués, del que hablé antes,
plo, estaba empeñado en separar a hombres hacía pesca submarina. Vivía también un
y mujeres en las playas, o en prohibir los psiquiatra famoso en La Laguna. Poco, pero
bailes, que identificaba con fiestas Bacana- algo de inquietud intelectual, o de curiosi-
les. En esa época, cuando eres muy joven, dad, podía haber en Las Palmas. Pero yo no
estas actitudes te afectaban mucho, y resul- tuve ninguna actividad de tipo político, ni
taba irrelevante que fuera del PNV. ocasión para fomentar unas ideas progre-
En realidad, las posturas y planteamien- sistas. En esta etapa, me dediqué a estudiar
tos políticos no estaban bien definidos. La y a divertirme como joven que era.
Guerra Civil acabó muy pronto, en 1936.
Solo más tarde, supe que había habido cam- Para poder estudiar Filosofía y Letras,
pos de concentración. En la sociedad de Las abandonas Las Palmas de tu infancia y ado-
Palmas, se referían a ello como algo remo- lescencia. Te vas a La Laguna ¿qué universi-
to. Me enteré de la existencia de persona- dad encuentras?
jes como El Corredera, víctima del garrote
en 1947, y que se había mantenido en sus El ambiente era el típico de la España
ideales contra Franco. Pero de estos temas de los cincuenta. Era pobre, muy pobre, ya
no se hablaba, ni mis padres los mencio- que la universidad no te estimulaba inte-
naban, solo se hizo en alguna ocasión y de lectualmente, ni en ningún otro sentido.
forma muy esporádica. Reconozco que en Solo se podía estudiar Filología Románica.
esa época, en los años cincuenta, en Las De hecho, contaba con un único profesor de
Palmas, como en otros lugares de España, Historia. Esta disciplina en ese momento no
decir que se tenían contactos con personas me interesaba, ni era fácil que eso ocurriera,
de izquierdas era realmente peligroso. porque se ofrecían visiones muy tradiciona-
les En mi caso, era mucho más atractiva la
Parece entonces que satisfacías tus tem- Filología, sobre todo la Clásica, y de manera
pranas inquietudes intelectuales con el Grupo especial la Filosofía. En la Universidad de
de la Iglesia Cubana, que debió haber sido un La Laguna hice los primeros dos cursos, los
grupo de jóvenes inquietos ¿qué os interesa- Comunes. En estos años, gracias a un gran
ba? profesor de Griego me introduje en la Filo-
sofía, porque me recomendaba lecturas y
El Grupo de La Iglesia cubana era ateo. me parecían muy interesantes. En estos co-
Muchos de sus integrantes estaban inte- mienzos de la carrera y antes de trasladar-

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

me a Madrid, seguía dudando entre la Filo- nocí a Marcelo Vigil [2]. También trabé amis-
sofía y la Filología. De esta época, recuerdo tad con otros historiadores, como Valentina
a un poeta ya mencionado, Pedro Lezcano, Fernández, especialista en Historia Moder-
quien me habló del panorama que había en na y luego vinculada al CSIC, que derivó
Madrid y qué podía encontrarme. hacia la Sociología. Con ella mantuve una
larga relación de amistad, con afinidades
Para continuar la licenciatura, te marchas políticas. Era discípula de Carmelo Viñas.
a Madrid. ¿Cómo era el Madrid de entonces? Con frecuencia, nos reuníamos en la casa
¿Te sorprendió la Universidad Complutense? de Abilio Barbero. Las personas que lo visi-
taban eran antifranquistas, pero formaban
Llegué a Madrid en 1960 y me matriculé una auténtica amalgama. Algunos eran del
en la Universidad Complutense, en la licen- PC pero Abilio nunca lo fue, y otros que lo
ciatura de Filosofía y Letras, en la especia- visitaban tampoco. Aquello era una tertulia,
lidad o sección de Filología Clásica. Me li- intelectual, que se desarrollaba en una casa.
cencié en 1963. En aquella época, realmente Por allí pasaban María Rosa de Madariaga,
esta era la única universidad, apenas había Ana María Prados y otra mucha gente. Se
más, salvo el CEU o los Jesuitas, donde solo hablaba de todo, por ejemplo, del Conci-
se impartían estudios de Derecho e Inge- lio Vaticano II, del impacto de las huelgas
niería. del 62 en Asturias, de los sucesos de Italia,
El panorama del momento era muy va- que contaba Marcelo porque había estado
riado y tuve suerte. Conocí a estudiantes de en universidades italianas y había contac-
Historia con ciertas inquietudes intelectua- tado con Mario Mazza y creo que también
les y políticas, pero mi especialidad era la con Santo Mazzarino. Por cierto, Abilio ha-
Filología Clásica; en ese momento, estaba bía estado en Londres, manteniendo con-
muy considerada y reconocida, incluso con tactos, creo, con Eric Hobsbawn y también
más prestigio que la de Salamanca. Tuve con Edward P. Thompson, cuyas obras yo
profesores excelentes, como Luis Gil. Entre descubrí gracias a él. En estos encuentros
los estudiantes recuerdo a uno que hacía en la vivienda de Abilio, no se pretendía
primero de Clásicas, ya licenciado en His- crear nada, ni se pensaba en organizar gru-
toria, en 1958. Estuvo solo un año, porque pos de presión, solo se trataba de conversar.
tuvo que irse a la mili; consiguió convertirse Tomábamos whisky y charlábamos. Es cu-
en lector de español en Belfast, y luego fue rioso, Abilio siempre estaba allí y mantuvo
profesor de Instituto de inglés. Se llamaba una relación intelectual muy estrecha con
Joaquín Rojo Seijas, gallego y progresista, Marcelo; este último, por las tardes, salía
ya murió; de hecho, llegó a escribir algún
artículo, aunque luego se dedicó al inglés. 2.– En la obra de Fernando Wulff y otros, La creación de
Este nos dio alguna orientación y formación la Historia Antigua en España en los años setenta del si-
política, a mí más que a otros; fue quien me glo XX. Conversaciones con sus fundadores, Madrid, 2016,
[http://portal.uc3m.es/portal/page/portal/inst_hist_julio_
introdujo y me condujo hacia Abilio Bar-
caro_baroja/estructura/Grupo_investigacion/historiogra-
bero. Un día que estábamos en el Barrio de fia_historia_religiones/historia_oral_disciplina/] se hacía
Salamanca, nos fuimos a su casa, y empe- una semblanza de los fundadores de la Historia Antigua a
cé a verlo de vez en cuando. Me hice amigo través de las entrevistas orales, entre los que debía figu-
rar Marcelo Vigil. Al haber fallecido en 1985, fue Domingo
entonces de Abilio Barbero y más tarde co-
quien intentó reconstruir datos de su biografía y cuenta
con detalle esta etapa en Madrid, en especial su relación
con Marcelo y Barbero, y la que mantenían estos últimos.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 97


Entrevista

del Consejo (CSIC), pues ya había acabado tiz, quien era entonces su esposa.
su tesis y estaba preparando su oposición, Con ellos, y otros que no militaban en el
visitaba a Abilio; los dos solían salir a tomar PCE, compartí una sensibilidad, inquietu-
una copa y luego cenaban en algún restau- des o el gusto por la Filosofía y otros temas.
rante de la zona [3]. Todos los días estaban Leí, por ejemplo, a Marta Harnecker, lectura
los dos, pero otros y yo íbamos de vez en obligada en determinados ambientes, y ce-
cuando. En mi caso, fueron los años en que lebrábamos seminarios. De todo ello, adqui-
estaba finalizando la carrera y tenía previs- rí compromiso, conciencia y sentido de la
to empezar la tesis. militancia, pero luego me fui distanciando.
Mi militancia duró de 1962 a 1970. Lo dejé
Precisamente estos años coinciden con tu porque ya no me sentía identificado con la
militancia en el PCE. ¿Cómo te planteaste la gente que estaba, aunque los estudiantes
afiliación y de qué modo militaste? sabían perfectamente lo que yo era.

Yo estaba en el cuarto curso, cuando em- En realidad, con estos compañeros fue con
pecé a militar en el PCE, en el año 1962, y quienes organizaste la editorial Ciencia Nue-
gracias a Joaquín Rojo Seijas, que me in- va, que tuvo mucha importancia en la intro-
trodujo. Se estaban organizando y se formó ducción de autores y obras, casi prohibidos.
una célula en la Facultad y me metieron a ¿Cómo se os ocurrió y cómo elaborasteis la
mí y a otro compañero, con quien compar- selección de las publicaciones, que fueron mu-
tía habitación en casa de una señora que las chas y muy impactantes en su momento?
alquilaba. Este era Javier Abásolo, que llegó
a trabajar en Siglo XXI. También estaba otro La iniciativa partió de la gente que está-
que se convirtió en escritor, Alberto Mén- bamos en la Facultad y la fundamos mili-
dez, el autor de la novela, Los Girasoles Cie- tantes comunistas, o próximos al PCE. Entre
gos, que luego se llevó al cine. ellos Jesús Munárriz, muy activo, o Alberto
Otros militantes del PCE con los que me Méndez. Hace años, Valeriano Bozal, que no
relacioné en aquella época eran estudiantes estaba en el PCE, escribió un artículo titu-
de Filología Románica, luego italiana; has- lado «Compañero de Viaje», en la revista,
ta con Fernando Sánchez Drago, el autor La Balsa de La Medusa, en el que contaba su
de Gargoris y Habidis (sic), quien habla de experiencia [4]. También estaba Rafael Sarró,
esta etapa de su vida en el prólogo de esta que no era de nuestro grupo, y que luego se
obra, y refiere, al final, «resucito de entre los dedicó a la publicidad.
muertos». Y estaba también Manuel Gutié- Pensamos en una ciencia que sirviera
rrez Aragón, que estudiaba Filosofía y Le- para despertar, de ahí el título de Ciencia
tras, pero luego se matriculó en la Escuela Nueva, que se me ocurrió a mí. Este sería el
de Cine, a quien perdí la pista hasta que lo objetivo, lo que se escribió, creo recordar,
encontré cuando le hicieron académico mu- en el libro de Benjamin Farrington, que yo
chos años más tarde. También Jesús Muná- traduje y con el que se inauguró la editorial.
rriz, de la editorial Hiperión y Lourdes Or- A cada uno se le ocurrían cosas, se discu-
tía y nos llegaban propuestas de compañe-
3.– De hecho, también publicaban muchos trabajos con- ros que no estaban en Ciencia Nueva, pero
juntamente, siendo muy conocía la obra, La formación del
feudalismo en la Península Ibérica. Barcelona, Crítica, 1978,
especialmente leída en los círculos universitarios y que 4.– Valeriano Bozal, «Compañero de viaje», La balsa de la
marcó a generaciones de estudiantes. Medusa, 1999, 50, pp. 23-84.

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

que podíamos publicar. Claramente preten- Esos años no eran fáciles. ¿Tuviste algún
díamos la promoción de textos de autores problema con la policía?
izquierdas, marxistas o próximos al marxis-
mo. De ahí salió una Colección de Clásicos, Sí. Era una época complicada, pero yo no
en la que yo hice la edición de la traducción tuve problemas, ni grave sensación de ries-
que había hecho José Marchena de la obra go, salvo lo que implicaba acudir a alguna
de Lucrecio y otros editaron a Voltaire [5]. manifestación. Sí ocurrió una vez, cuando
Algunas obras estaban prohibidas y, por estaba en una manifestación en la Puerta
ejemplo, fuimos capaces de publicar el An- del Sol, en apoyo de las mujeres asturianas,
ti-Dühring de Federico Engels [6]. Sobre todo un hecho ligado también a las huelgas del
se promovieron traducciones de libros, que 62. Estaba solo con otro amigo, y únicamen-
de otra manera no se podían leer en España, te nos pidieron el carnet. Nos dijeron que
porque no llegaban o no se conocían otras debíamos ir a buscarlo a la Dirección Ge-
lenguas, sobre todo el inglés. Yo me encar- neral de Seguridad. Cuando lo recogí al día
gué de traducir el libro de Farrington, que lo siguiente, nos recomendaron que fuéramos
trajo alguien de Inglaterra y fue el primero buenos, pero nada más.
que se editó [7]. También recuerdo algún problema con
Esta época coincidió con la «liberaliza- los sucesos del Proceso de Burgos, de 1970.
ción» de Fraga y fue posible publicar estas En ese momento, yo era profesor en la Fa-
cosas; y se publicó mucho. Luego llegó Tho- cultad de Filosofía y Letras en la Universi-
mas de Carranza, nombrado director gene- dad Complutense y las asambleas se cele-
ral del libro y empezó con una política de braban en mi clase. En realidad, el aula en
prohibiciones. Fuimos a verlo y nos dijo que que debía impartir mi docencia acogía las
no podía ser. A la hora de despedirnos, Ra- Asambleas de estudiantes de la Facultad, y
fael Sarró se negó a darle la mano, lo que podían llegar a reunirse unos cuatrocientos
le pareció muy mal. Ciencia Nueva se había alumnos.
fundado en 1965 y se cerró en 1970.
Los años sesenta y la etapa de la transición
representan un momento de una militancia
5.– Lucrecio, De la naturaleza de las cosas (trad. de José
Marchena y Ruiz de Cueto; introducción y notas de Do- política muy activa, que llevaba a participar
mingo Plácido), Madrid, Ciencia Nueva, 1968. José Mar- en la organización de movimientos políticos,
chena (1768-1821) fue un intelectual ilustrado que, per- de alianzas, a veces muy coyunturales de gru-
seguido por la Inquisición, se exilió en Francia. El poeta
pos de izquierdas. En el ambiente universita-
Lucrecio (99 a.C.-55 a. C.) estaba marcado por la filosofía
de Demócrito de Abdera y Epicuro, no por casualidad, los rio se crearon diversos frentes, ¿participaste
filósofos elegidos por Carlos Marx para la realización de en este tipo de actividades?
su tesis doctoral.
6.– También la Lucha de clases en Francia de 1848 a 1850 Colaboré con la formación de la FUDE
de Carlos Marx, según el testimonio recogido por A. Iriarte,
(Federación Universitaria Democrática Es-
«De mundo antiguo», p. 21.
pañola), que surgió por iniciativa del PCE,
7.– Sobre Ciencia Nueva y su impacto en la España de los
sesenta, destaca la aportación, muy detallada de Francis- con el afán de unir gente. Luego se formó la
co Rojas Claros, «Una editorial para los nuevos tiempos: Junta Democrática, y también se organizó a
Ciencia nueva», Historia del Presente, 2005, pp. 103-120, Plataforma Democrática. Finalmente de la
que también menciona A. Iriarte, «De mundo antiguo»,
FUDE se apoderaron los llamados entonces
p. 13, n. 8. Recientemente Francisco Rojas Claros publicó,
Dirigismo cultural y disidencia editorial en España (1962- chinos. En los años setenta se producían
1975), Alicante, Servicio de Publicaciones, 2013. muchas disensiones, uniones y rupturas de

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Entrevista

Encuentro de especialistas Historia Antigua en Santander, organizado por la Universidad


Internacional Menéndez Pelayo en el Palacio de la Magdalena. Septiembre de 1980. Algunos,
como Cristóbal González Román, colaboraron con la FIM junto a Domingo Plácido en los años
ochenta. Foto: Rosa Maria Cid López

grupos, alianzas o contra-alianzas. Esta si- privada y el Estado, que se publicó en la FIM,
tuación era normal entonces. con ocasión del centenario de su publica-
ción en 1884 [8].
Pensaste alguna vez en ocupar un cargo Pero mi vinculación con actividades de la
político o desarrollar una carrera política? FIM no fue intensa. Me relacioné con Juan
Trías, y siempre colaboraba cuando me lla-
Jamás. No, nunca tuve esas pretensiones. maban. Con ocasión del centenario de la
Y, la verdad, ni se me propuso. muerte de Marx, organizamos un encuentro
sobre Transiciónes en la Historia, acudiendo
Al margen de tu militancia en el PCE, fuis- José Fernández Ubiña, profesor de Historia
te uno de los historiadores de la Antigüedad Antigua, y Carlos Estepa Díez de Medieval,
que colaboró más activamente con la FIM, en pero también invitamos a otros ponentes
los comienzos y ahora en tiempos recientes. extranjeros.
¿Cuál fue el alcance de tu participación?

En la FIM, trabajé sobre todo en la orga-


8.– D. Plácido, «El mundo clásico en el Origen de la Fami-
nización de ciclos de conferencias. También
lia», en Juan Trías (ed.), El origen de la familia, la propiedad
promoví la edición de la obra sobre Federico privada y el Estado. Cien años después, 1884-1984, Madrid
Engels, El Origen de la Familia, la propiedad FIM, 1985, pp. 74-95.

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

De todos modos, en los ochenta, creo re- Por tu antigua militancia, o la relación
cordar que algunos colegas de Historia Anti- casi efímera con la FIM, a pesar del tiempo
gua parecían interesados en crear un grupo de transcurrido, muchos te siguen colocando la
historiadores marxistas, que podía haber sur- etiqueta de ser del PCE, de ser un historiador
gido en la FIM. No sé si se trataba de revita- marxista. Es curioso. ¿Qué te parece?
lizar los Coloquios de Oviedo, promovidos por
Julio Mangas y celebrados entre 1977 y 1981, Sí. Es curioso. Ayer me encontré con un
a los que acudieron muchos historiadores que chico, estudiante de Filología Clásica y me
decían ser marxistas. ¿En estos años la Histo- dijo que venía de la sede del PCE, donde le
ria Antigua interesaba en la FIM y promoviste habían hablado muy bien de mi como histo-
alguna actividad? riador materialista. Hace mucho que yo no
voy por allí. Y me dijo que le daba mucho
Hubo un momento en el que nos reu- gusto tener a un compañero en la Bibliote-
nimos en la sede inicial de la FIM, me pa- ca que fuese historiador materialista. No le
rece que estaba ubicada cerca del Palace. comenté nada más.
Solo hubo una reunión y acudieron, entre
otros, Alberto Prieto, José Fernández Ubiña Efectivamente, pienso que de los historia-
y Cristóbal González Román, historiadores dores de tu generación, especialistas en la an-
y Alberto Bernabé, filólogo clásico. Era un tigüedad, no eres el único, pero sí uno de los
grupo grande. Se llegó a hacer un programa que mejor ha representado una Historia So-
y se propusieron Seminarios. En esta época, cial de clara inspiración marxista. Reconstruir
la FIM incluso organizó un ciclo de confe- tu trayectoria desde el momento en que deci-
rencias con especialistas de la Antigüedad, des dedicarte a la Historia y luego hacerlo con
en el que participaron los mencionados las herramientas del materialismo histórico es
Cristobal y Alberto, además de Julio Mangas interesante porque de alguna manera ilustra
y Mario Mazza, que vino desde Italia, Las sobre la introducción de visiones nuevas y re-
conferencias se celebraron en el Consejo, novadoras de la Historia Antigua en la univer-
a comienzos de los años ochenta. Se quería sidad española. Pero antes ¿cuéntanos como
crear un Seminario Permanente de Estudios elegiste la Historia, porque tus inclinaciones
de Historia Antigua que no fructificó. primeras eran la Filosofía y la Filología?
Recientemente, retomé mi relación con
la FIM, como conferenciante y articulista. Estaba estudiando Clásicas y quería ha-
Participe en las Jornadas, Historiografía, cer Filosofía. Cuando estaba en el cuarto
marxismo y compromiso político en Espa- curso, conocí a Santiago Montero Díaz, mi
ña. Del franquismo a la actualidad, que se profesor de de Historia de Grecia y Roma. En
celebraron en Madrid, los días 27 y 28 de sus clases, descubrí que la Historia era otra
noviembre de 2014, con la ponencia, «His- cosa, muy diferente a la idea que yo me ha-
toriografía Española de la antigüedad de bía forjado en el Bachillerato y los primeros
tendencia marxista», que luego se publicó cursos de la Licenciatura. Era algo más que
en Akal, en el 2018. He colaborado también las aburridas listas de reyes. Así empecé a
como articulista en Nuestra Historia [9]. interesarme por la Historia y empecé a dar-
me cuenta de que podía tener otra perspec-
9.– Es autor de «La vigencia del marxismo en el análi-
tiva, que se podía vincular con la Filosofía;
sis de las sociedades antiguas», Nuestra Historia, 5, 2018,
pp. 71-77. Este número está dedicado a Marx y la historia desde luego, tomé conciencia de que tenía
(1818-2018). sentido para penetrar en el conocimiento

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 101


Entrevista

de las relaciones humanas y no solo para Agustín García Calvo, José Luis Aranguren,
conocer el poder político. Montero te hacía Enrique Tierno Galván y otros en una ma-
comprender así la Historia. Y llegó a expli- nifestación. Fueron expedientados y casti-
car aspectos de la obra de Carlos Marx, ya gados con la expulsión de la universidad,
que coincidió con su etapa más progresista. pero, por su antigua relación con la Falange,
el castigo a Montero se había limitado a dos
Santiago Montero Díaz fue todo un perso- años. Aun así, optó por marcharse fuera un
naje y quienes le conocieron destacan que era tiempo. Este episodio parece que le marcó
un docente excepcional. ¿Coincides con esta para el resto de su vida, temiendo que se re-
percepción? pitiera y perder su trabajo. Sí ocurrió que,
cuando regresó, me llamó para ofrecerme
Sí, Montero era todo un personaje con la plaza de adjunto interino en la Universi-
una biografía sorprendente [10]. Se afilió al dad. Esto sucedía en el año 1967. La acepté y
PCE en 1935 y luego a las JONS. Se hizo abandoné la Enseñanza en el Instituto. Sal-
falangista antes de que estallara la Guerra vo unos años en los que volví a estar fuera,
Civil. A los 20 años ya había leído su tesis de 1975 a 1979, por dificultades que surgie-
sobre los Cartularios, es decir empezó como ron en la promoción de las plazas de profe-
medievalista. Era archivero por oposición, sorado universitario, regresé de nuevo a la
pero no sé si ejerció alguna vez y obtuvo una Universidad Complutense, gracias a una ley
plaza como catedrático de Historia Medieval que me favorecía al permitir la reincorpora-
en la Universidad de Murcia. Había firmado ción de antiguos docentes. Ahí seguí hasta
también una de Paleografía y otra de Histo- mi jubilación.
ria de Filosofía, todo ello bajo la República.
Un profesor deslumbrante, pero una per- En 1967 te incorporas como profesor a la
sona con muchos altibajos en su carácter, Universidad, tras el paso por un Instituto de
que te desconcertaban. Podía invitarte a to- Enseñanza Secundaria, y te dedicas, imagino
mar una copa y al día siguiente te ignoraba. que intensamente, a preparar la tesis. Se ob-
Al acabar la carrera, no me hacía caso. Dejó serva tu fijación con la filosofía, porque elegiste
de responder a mis llamadas y me puse a Protágoras y la sofística. ¿Cómo planteas estos
preparar oposiciones de Enseñanza Secun- primeros trabajos y cuáles son tus modelos?
daria, que saqué en Pamplona. En este com-
portamiento debió influir el exilio que le Sí, mi tesis fue sobre Protágoras y la leí
obligó a marchar a Chile entre 1966 y 1967; en el año 1972, año en que también publi-
gracias a Pescador, un profesor de Filosofía qué una parte del texto [12]. Empiezo a hacer
de la Universidad de Concepción, marchó una historia que podemos llamar hegeliana,
a este país, en el que se dedicó a impartir marcada por la visión de Santiago Montero
conferencias [11]. Había participado junto a Díaz, lo que se veía sobre todo en las clases.
Planteo una historia de datos, pero tam-
10.– Sobre Santiago Montero y su compleja biografía,
véanse las referencias bibliográficas recogidas por A. bién de interpretación; poco a poco iba co-
Iriarte, «De mundo antiguo», p. 12, nota 4, que remiten a nociendo otras visiones, ya marxistas, con
investigaciones de Antonio Duplá. También aparece cons- las que estaba familiarizado desde el final
tantemente citado en la obra de F. Wulff , La creación de la
historia antigua.
11.– Domingo insiste en el miedo que debió atenazar a 1985, con 74 años.
Montero tras la experiencia que le condujo a lo que fue 12.– Domingo Plácido, La polis en el pensamiento de Protá-
realmente un exilio en Chile. Santiago Montero murió en goras. Madrid, Maribel, 1972.

102 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110


Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

de la carrera. En este tiempo, leía trabajos


como los de Georg Lukács, incluso desde los
años anteriores, coincidentes con la etapa
de Ciencia Nueva.

Al margen de las clases, ¿había Semina-


rios para intentar romper el aislamiento de la
Universidad española?

Si, alguno había, como los de Alfonso


Emilio Pérez Sánchez, que los organizaba
sobre Filosofía del Arte, lo que atrajo a otros
estudiantes, no sólo especialistas en Arte.
Pero de Historia, no había nada, salvo algún
curso de doctorado. El propio Montero llegó
a organizar, no un seminario, sino un Cur-
so de Doctorado sobre Marx, pero empezó a
tener miedo y nunca más lo hizo

A la hora de contar con medios para ela-


borar tu tesis y tus investigaciones, ¿dispo-
nías de bibliografía adecuada? Quizá estoy
equivocada, pero, aunque podía haber buenas
G.E.. M. de Ste. Croix, La lucha de clases en
colecciones de Literatura grecolatina, temo el mundo griego antiguo. Barcelona, Critrica,
que, por el aislamiento de España, no era fá- 1988. Gracias a las reseñas de Domingo
cil adquirir para las bibliotecas los textos no- Plácido, esta obra del conocido marxista
británico se conoció muy pronto por los
vedosos y de tinte progresista que se estaban
investigadores españoles.
haciendo en otros sitios. ¿Era así la situación?

Apenas había bibliografía; muy poco, En tu generación y entre los especialistas


porque, en efecto, estábamos muy aislados. en Historia Antigua, era muy habitual la es-
A veces llegaban cosas y alguna editorial tancia en centros extranjeros para completar
introducía alguna obra interesante. A pesar la formación, y sobre todo en Alemania, quizá
de todo, estábamos al tanto de lo que pasa- por la influencia y los contactos de José María
ba en los centros británicos, porque Abilio Blázquez, gran viajero. ¿Cómo te planteaste
Barbero había estado allí; o en Francia, por- las estancias en el exterior?
que llegaban compañeros que habían esta-
do y te lo contaban. De los Coloquios sobre Frente a Blázquez Santiago Montero
formas de dependencia, que se celebraron apenas viajó. Había estado en Alemania y
en Besançon tuve conocimiento a través decía que había leído a Theodor Mommsen.
de Pórtico. También estaba la dificultad del A pesar de ello, tenía muchos contactos con
idioma. Aprendí a leer en inglés y francés, el exterior y estaba muy al tanto de lo que
pero, en nuestra generación, hablamos mal ocurría fuera, era una especie de internet de
otros idiomas, y ello a pesar de tener una la época.
formación filológica. Mis estancias en centros extranjeros han

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 103


Entrevista

Me fui a Inglaterra, donde consulté los


fondos de la biblioteca del Museo Británi-
co, luego al Instituto de Estudios Clásicos
de Londres. El tercer año visité Oxford y
contacté con Ronald Syme. Era una perso-
na muy interesante, bastante amable, pero
evidentemente no me marcó, porque su for-
ma de entender la historia, política y pro-
sopográfica, era muy diferente a la mía [13].
Coincidimos en el College donde yo estaba
y él vivía. Allí comíamos y nos bebimos una
botella de vino español, que yo le llevé. Era
muy hospitalario y hacía esfuerzos para ha-
blar un inglés latinizado, o con expresiones
en latín, para que yo lo entendiera. De tra-
bajo hablamos poco. Sí trabé relación con
otros colegas como Anthony Birley.

Ronald Syme representa una historia to-


talmente opuesta a G. E.M. de Ste Croix, el
historiador británico de la antigüedad más
representativo del marxismo. ¿Mantenían al-
gún tipo de rivalidad?

En realidad, no lo sé. Nunca oí hablar de


una rivalidad entre ellos. Pudo ser, los dos
estaban en la misma Universidad de Oxford,
J. Annequin y otros, Formas de explotación
del trabajo y relaciones sociales en la pero a Ste. Croix yo no le conocí personal-
antigüedad, Madrid, Akal, 1979. Obra mente.
traducida del francés para la editorial Akal,
en al que se publicaron muchos trabajos de
A pesar de que has sido el introductor de la
autores marxistas o próximos al marxismo.
obra de Ste. Croix en España, o así se te con-
sido casi siempre cortas, salvo en Francia sidera.
que fueron más prolongadas. Me traslada-
ba para consultar fondos bibliográficos, en Pero, en realidad, yo solo le hice una
especial las obras que no había en España. reseña a su libro, La lucha de clases en el
Y es verdad, visité menos Alemania, y he mundo griego antiguo [14]. Llegué a conocer
mantenido más relación con profesores in-
13.– Ronald Syme es un historiador muy representativo de
gleses, franceses e italianos. la historia erudita y tradicional, autor de una obra de gran
impacto, titulada La Revolucíon romana, Madrid, Taurus,
Y cuando casi todos los historiadores es- 1989 (1º ed. inglesa, 1939), que en realidad es una visión
de la Roma antigua a través de los conflictos en la elite de
pañoles dedicados a la antigüedad se mar-
fines del siglo I a. d. C.
chaban a Alemania, tú te vas a Oxford, ¿no sé
14.– G.E.M. de Ste. Croix, La lucha de clases en el mundo
si querías conocer los ecos de los historiadores griego antiguo, Barcelona, Crítica, 1988 (1ª ed. en inglés,
marxistas británicos? 1981).

104 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110


Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

Domingo Plácido y Alberto Prieto en las playa Els Muntanyans, Torredembarra (Tarragona). Foto
cedida por Domingo Plácido.

su obra por casualidad. La encontré en una güedad a través de lo ocurrido en Grecia y


librería de Londres, a la que yo iba mucho. con un protagonismo absoluto de las clases.
Se llamaba Dillon y era estupenda. Leo este Es un trabajo espectacular, que no olvidas.
texto y me gusta. Sin duda, es la obra más Sin duda, la obra me gustó y sorprendió,
impactante del marxismo sobre la anti- pero nunca tuve ningún contacto personal
güedad; aunque también hay otras como con Ste. Croix [16]. Fui el primero que hablé
el Trattato di Storia romana, II. L’Impero de Ste. Croix, pero no me consideró su in-
romano, de Santo Mazzarino, que también troductor.
fue marxista, pero no lo declara de forma
tan abierta [15]. El hecho es que, en este li- ¿Nunca te apeteció visitarlo para hablar
bro, Ste. Croix debatió sobre todo y lo hizo con él?
definiendo una línea de investigación muy
fructífera, que te ayudaba a comprender la Soy tímido. Además, cuando salía de es-
sociedad antigua. La primera parte era fun- tancia académica, procuraba estudiar y leer
damentalmente una reflexión compleja y lo más posible. Creo que sí lo conoció Fer-
densa, en la que mezclaba cuestiones, teo- nando Wulff, profesor de Historia Antigua
ría, metodología y compromiso. La segunda
pretendía mostrarnos su versión de la anti- 16.– Ste. Croix desarrolló una carrera académica singular,
rondaba los 40 años cuando se doctoró. Y trabajó diversos
15.– Se refiere a Santo Mazzarino, el autor de El fin del temas, como la fiscalidad o la guerra del Peloponeso, dónde
mundo antiguo, Méjico, Uteha, 1961 (1ª ed. en italiano, cuestiona la versión tradicional del conflicto. Tras una vida
1959), una obra muy leída, traducida y reeditata en numerosas longeva, falleció en el año 2000 con 89 años y Domingo
ocasiones. publicó su necrológica en Gerión, 2000, 18, pp. 13-16.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 105


Entrevista

de la Universidad de Málaga, y quizá alguno


más como José Fernández Ubiña.
Tiempo después, en Cambridge conocí a
Keith Hopkins; luego a Stephen Hodkinson,
quien me invitó a la universidad de Not-
tingham, donde había un Institut for Studies
of Slavery. Era experto en la Esparta antigua.

Muy pronto, quizá por el eco de tu reseña


en Gerión, la obra se publicó en castellano. Y
debo decir que afortunadamente, porque era
complicado leerla en inglés, con términos so-
bre los grupos serviles o el campesinado, a ve-
ces complejos de traducir. ¿Te empeñaste en
su traducción al castellano?

Me llegaron a decir, «vamos a traducir tu


Ste. Croix», pero, en realidad, los contactos
para la traducción los llevó Eugenia Aubet.
Cuando el libro se publicó en castellano en
la editorial Crítica, escribí una segunda re-
seña, esta vez para la revista L´Avenc en el
año 2000. La anterior, publicada en Gerión
Domingo Plácido, La sociedad ateniense. La
en 1983, la había hecho a partir de la lectura evolución social de Atenas durante la guerra
del original en inglés [17]. del Peloponeso, Barcelona, 1987. Esta obra
fue publicada por Crítica, editorial en la que
dirigió la serie Arqueología.
En esta labor de introducción de obras y
autores marxistas, fue fundamental la edición
en castellano de libros publicados en Akal, la con Juan Antonio Méndez, que luego la dejó.
mayoría de autores de los antiguos países del Este fue quien me invitó a publicar libros, si
Este, que ofrecían versiones de las sociedades me apetecía. Precisamente empezamos con
antiguas desde el marxismo más ortodoxo y la Historia Antigua de Roma de S.I. Kovaliov,
con interpretaciones discutibles, e incluso siendo yo el prologuista y la Historia Anti-
erráticas, hoy superadas. Sí permitieron co- gua de Grecia de V. V. Struve, aunque el pró-
nocer metodologías diferentes a la historia logo de esta segunda lo hizo Alberto Prie-
tradicional que aún se enseñaba en las aulas to. Ambos libros estaban ya traducidos y se
universitarias españolas. ¿Cuál fue tu tarea habían publicado en Argentina; antes ha-
en la editorial de Akal? bían hablado con Alberto Prieto, con quien
se habían puesto de acuerdo, De la obra de
Yo conocí la editorial Akal, muy pronto, Kovaliov me encargué yo y luego Prieto de
cuando estaba en sus inicios y colaboraba Struve [18]. La primera edición salió a la ca-

17.–Sin duda, las reseñas de Domingo a esta obra en las 18.– S. I. Kovaliov, Historia de Roma, y V.V. Struve, Historia de
revistas de Gerión, I, 1983, pp. 331-343 y L´Avenc, 1988, la antigua Grecia, Madrid, 1974 (1ª ed. en ruso, 1956). Am-
105, pp. 66-67, fueron las que dieron a conocer el nombre bas obras fueron leídas por muchos estudiantes universi-
y la obra del marxista Ste. Croix en España. tarios españoles que cursaban las asignaturas de Historia

106 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110


Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

lle sin ninguna revisión, pero en la segunda Pierre Vidal-Naquet y Nicole Loraux. De
introdujimos notas de editor, algunas muy sus investigaciones, me interesaban de qué
largas, para poner un poco de orden, cuando modo se entrecruzaban las aportaciones de
ya está en un solo volumen. filósofos como Platón, el poder y la política
Realmente, fue Alberto Prieto, quien inau- o los discursos. Desde lo que podemos lla-
guró las publicaciones de Historia Antigua en mar la antropología histórica han trabajado
Akal y tuvo mayor responsabilidad a la hora sobre el mito a partir de la literatura griega,
de proponer títulos y autores para su publica- como ha hecho entre otros Marcel Detien-
ción en esta editorial. No solo se publicaron ne, pero algunos han derivado hacia postu-
trabajos de autores soviéticos o vinculados ras excesivas de tipo psicoanálitico. [20]
a los antiguos países socialistas, también En Besançon, me relacioné con Pierre Lé-
obras colectivas del Grupo de Besançon, vêque, a quien conocía por su trabajo mag-
ligado a Pierre Lévêque y relacionadas con nífico sobre Clístenes el ateniense y a través
las investigaciones marxistas sobre la anti- de Julio Mangas. Era un claro representante
güedad [19]. de la Historia Social, con gran interés por el
Tras esta experiencia en Akal, con poste- esclavismo y las formas de dependencia, o
rioridad colaboré con Crítica, donde publi- los conflictos en su génesis y evolución, en-
qué La sociedad ateniense. La evolución social tre otros temas. Fallecido Pierre, sigo man-
de Atenas durante la guerra del Peloponeso teniendo contactos con Monique Clavel-
en 1987. Luego fui director de la Serie Ar- Lévêque, su mujer, hasta el presente. Hoy
queología de esa editorial,editándose tra- está Antonio Gonzales, que, en esta uni-
ducciones o trabajos sobre Esparta, entre versidad francesa, mantiene esta línea de
otros. Quizá uno de los libros más conocidos investigación a través del ISTA (Institut des
fue Los Misterios. Religiones «orientales» en el Sciences et Techniques de l´Antiquité), orga-
Imperio romano de Jaime Alvar, del año 2001. niza actividades, promueve publicaciones y
dirige la revista Dialogues d´Histoire Ancien-
Pero, de forma paralela a esta labor edito- ne. Fue Pierre Lévêque quien promovió los
rial, habitualmente viajas a centros europeos Coloquios del GIREA, que este año de 2019
para ampliar tu formación, como las estan- llegan al número XLII. Y en el año 2002 me
cias francesas en París o Besançon. ¿Qué te nombraron presidente de este grupo [21].
atraía de sus investigadores y no solo de sus
magníficas bibliotecas? También es obligado referirse a tu presen-
cia en centros italianos y a tu relación con los
En París estuve en el Instituto de Estu- profesores más representativos de la historia
dios comparados de las Sociedades Anti- marxista.
guas, y en el Centro Louis Gernet donde des-
tacaba la presencia de Jean-Pierre Vernant, 20.– En este momento, derivamos la conversación hacia
las obras de Anne Baring, Jules Cashford o Maria Daraki,
cuyos planteamientos no convencen en absoluto a Do-
Antigua Universal. Las versiones en castellano se reedi- mingo, ya que ofrecen claramente visiones psicoanalíticas
taron en múltiples ocasiones. Tuvieron tal éxito entre el de los mitos religiosos, centrándose sobre todo en el caso
alumnado, y el profesorado, que estos libros los llamaban de la diosa.
el Kovaliov y el Struve. 21.– Domingo fue elegido presidente en el XXVII Colo-
19.– Por ejemplo, J. Annequin y otros, Formas de explota- quio del GIREA y el IX de ARYS, que trató sobre Libertad
ción del trabajo y relaciones sociales en la antigüedad, Ma- religiosa y control social en el mundo antiguo, celebrándose
drid, Akal, 1979, con amplia presencia de autores france- los días 7 a 9 de noviembre de 2002 en la Universidad de
ses, pero también de los antiguos países del Este. Valladolid.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 107


Entrevista

Sí, en efecto, he ido con frecuencia a Ita-


lia, impartiendo conferencias en muchas
universidades (Perugia, Trento, Siena,..).
Me he relacionado con Filippo Coarelli o
Mario Torelli, expertos en la Historia de
Roma y grandes arqueólogos; también con
Lorenzo Braccesi, más vinculado a los estu-
dios de Grecia antigua. Igualmente he co-
nocido, de paso en un congreso en Siena, a
Luciano Canfora, cuya obra en gran parte
ha sido traducida al castellano, y que suele
buscar la conexión de la antigüedad con el
presente, pero he de reconocer que me pa-
rece cuestionable su evolución hacia una
lectura hipercrítica del pasado y que para él
nada sea verdad. Sin duda, destaca el caso
de Mario Mazza, con el que desde hace dé-
cadas mantengo una gran amistad.

Estos historiadores con los que te has rela-


cionado a lo largo de tu vida académica mues-
tran tu identificación con esa Historia Social,
de inspiración marxista, pero hay otros como
Domingo Plácido, La crisis de la ciudad clásica
Paul Veyne que se sitúan en posiciones clara- y el nacimiento del mundo helenístico, Buenos
mente postmodernas. ¿Qué opinas sobre la Aires, 2017, Miño y Davila.
irrupción de esta manera de escribir sobre el
pasado? Has sido muy crítico en algunos artí- Georg Lukács, pero menos y con matices.
culos que has escrito sobre el particular. Del llamado postmodernismo, ofrecen in-
terés obras como Las Palabras y las Cosas
De la obra de Paul Veyne me siento en de Michel Foucault, editada en francés en
las antípodas, porque considero que poco o 1966; o las reflexiones sobre la violencia,
nada aportan sobre el conocimiento del pa- sus manifestaciones y tipología planteadas
sado. En realidad de qué sirven sus más de por Pierre Bourdieu.
setecientas páginas sobre el Imperio roma- Y, no todo son trabajos superficiales. Por
no [22]. Soy igualmente crítico con la percep- ejemplo, en España, se define como post-
ción de la dominación romana de Clifford moderna María Cruz Cardete del Olmo, cu-
Ando, con dosis de originalidad, pero que yas investigaciones son siempre interesan-
nada más. tes y rigurosas [23].
Pero reconozco que puede contener cier-
23.–María Cruz Cardete del Olmo editó una de las escasas
tos valores, y llego a percibir algunos oríge- obras de la historiografía española en la que se reflexio-
nes en la Escuela de Frankfurt, en la teoría na sobre el posmodernismo y su influencia en la Historia
crítica de Theodor Adorno o en la línea de Antigua, titulada La antigüedad y sus mitos. Narrativas irre-
verentes. Madrid Siglo XXI, 2010, que incluía el texto de
Domingo Plácido, «Conclusión. Diálogos de un historiador
22.– Paul Veyne, El Imperio grecorromano, Madrid, Akal, con la historia: las posibilidades del estudio del mundo
2009 (1º ed. en francés, 2005). clásico desde la realidad actual» (pp. 185-202), con las

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Domingo Plácido y el oficio de historiador de la Antigüedad Rosa María Cid López

En algunos momentos de tu carrera acadé- momento en que tiene capacidad para ha-
mica, has trabajado sobre mujeres o lo feme- cer algo y convertirlo en trascendente. Por
nino, sobre todo a partir de los mitos y cuando último, no se ha de olvidar el conflicto y su
pocos investigadores lo hacían, en los años no- papel en la evolución histórica [24].
venta. Por su trascendencia en la historiogra-
fía reciente, ¿cual es tu opinión sobre la Histo- Desde esta definición, piensas qué tiene
ria de las mujeres y de la irrupción del género? sentido la historia y ¿cuál puede ser el papel
del historiador?
El valor de esta forma de acercarse al pa-
sado tiene que ver con la visibilidad de las Sigo pensando en el compromiso del
mujeres, pero también porque ayuda a com- historiador con el presente, que continúo
prender las relaciones sociales. En la historia defendiendo. En su momento, me gustó
tradicional, los enfoques han estado marca- mucho el libro de Lucien Febvre, Combates
dos por las miradas hacia los varones y los por la historia (publicado en francés por pri-
hechos protagonizados por ellos. No es fácil mera vez en 1952). Pero hay que reconocer
visibilizar a las mujeres. Sin duda, este tipo que la Historia ha cumplido diferentes pa-
de estudios han supuesto un avance. peles. Ha podido estar al servicio del poder
o lo ha cuestionado; desde la Historia, se ha
Al margen de los estudios sobre el género, criticado el poder con afán militante y , con
desde el postmodernismo la influencia de co- tales planteamientos, se ha tratado de eli-
rrientes irracionales está marcando la histo- minar. Pero también, desde ese mismo po-
riografía del presente. Ante esta preocupante der se ha intentado domesticar la forma de
situación de revisión y crítica de los viejos pa- hacer Historia, convirtiéndola en un relato,
radigmas de la historia social, ¿cómo defines en una novela o en una historia periodísti-
la historia? ca. De este modo, se intenta arrebatarle su
aspecto social. Ante ello, la respuesta sería
[Con contundencia, responde] La histo- la resistencia.
ria ha de ser social, con impronta marxista,
no dogmática, ni economicista. Ha de ha- Y para acabar, tras una vida dedicada a
cerse desde posiciones críticas y sin caer en estudiar y enseñar historia, ¿estás satisfecho
lo que acaban siendo frivolidades literarias. de lo que ha sido tu trabajo.
Y la clase sigue siendo necesaria como cate-
goría analítica para comprender las relacio- Estoy muy satisfecho con haber sido un
nes sociales. A la vez han de estudiarse los trabajador de la universidad, no me consi-
discursos, para considerar su función; ana- dero un intelectual. He disfrutado enorme-
lizarlos por si mismos, como defiende Roger mente de la investigación, que no entiendo
Chartier, no tienen sentido. sin la docencia. Mi labor en las aulas tam-
En esta concepción, tienen cabida las bién ha sido muy satisfactoria para mí [25].
reflexiones sobre los mecanismos de inte-
gración social, de identidad y de sociabili- 24.– Sobre el valor de la Historia Social, Domingo reflexio-
dad. El sujeto histórico es agente desde el nó con más profundidad en «La vigencia de la Historia So-
cial en el Mundo Clásico. Viejos y nuevos temas», Historia
posturas más críticas, pero matizadas, sobre estas corrien- Social, 2008, 60, pp. 207-12.
tes, al igual que hace en «La historiografía de la historia 25.– Dice que no sabe si aguantaría la burocratización, la
antigua: las caras del posmodernismo», Revista de Histo- competitividad de los currículos o los nuevos sistemas de
riografía, 2005, 3, pp. 86-99. evaluación de la que se quejan sus colegas y discípulos

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 89-110 109


Entrevista

***** con quien se casó en 1965, y que falleció


prematuramente el 11 de abril del año 2010.
Realizamos esta entrevista el sábado, 8 Fue profesora de Filología Española, gran
de febrero de 2019, en una tranquila cafe- lectora, amante de la música y de los viajes,
tería del centro de Madrid. Aprovechamos tan del gusto también de Domingo. Su hija
el final de la conversación para hablar de su Helena eligió para su formación la carrera
vida familiar. Además de su dedicación a las de Historia. Su nieto Claudio, casi entrando
labores académicas, Domingo ha disfrutado ya en la adolescencia, parece estar intere-
de una vida intensa. Sin duda, influyó el he- sado por la Historia, una curiosidad que in-
cho de compartir cuarenta y cinco años de tenta satisfacer Domingo en sus encuentros
su existencia con Elvira Santos Fontenla, cotidianos.

aún activos.

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NUESTROS DOCUMENTOS

Jorge Semprún y el movimiento


estudiantil de 1956: conciencia,
organización y acción
Alberto Carrillo Linares
Universidad de Sevilla

Apenas unas semanas después de que


apareciera publicado este texto, firmado
por Federico Sánchez (Jorge Semprún), se
producían los, hasta la fecha, incidentes
más graves, trascedentes y desestabilizado-
res en la Historia del franquismo. El punto
de ignición se registró durante los primeros
días de febrero en la Universidad de Madrid,
como consecuencia de las actividades estu-
diantiles contra el SEU (sindicato estudian-
til único, vertical, de afiliación obligatoria,
antidemocrático y de origen falangista).
Paralelamente el documento cumplía otras
funciones políticas con las que se propo-
nía un modus operandi y unos objetivos a
los estudiantes comunistas, vanguardia del
Partido en la Universidad, para intensificar
la lucha estudiantil. Esa era su tarea y res-
ponsabilidad. Con ligeros matices, el artí-
culo resultó visionario.
Jorge Semprún, «Responasibilidad y tareas de
Para comprender en su entera dimen- los estudiantes comunistas», Muno Obrero, 2,
sión el artículo publicado en Mundo Obrero enero de 1956, p. 7.
en enero de 1956, es necesario subrayar la
intensa y fecunda actividad que Federico en la formación y organización clandestina
Sánchez (posteriormente Agustín o Federico de estudiantes e intelectuales en las filas
Artigas) —por entonces miembro del Co- del PCE desde dos años antes, base sobre
mité Central y sólo unos meses más tarde la que se asentaron las actividades de in-
del Comité Ejecutivo— había desarrollado tención política que tuvieron lugar en la

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 111-113 111


Nuestros documentos

Universidad Central y que culminaron con nizaciones políticas antifranquistas en la


los acontecimientos de febrero 1956, que Universidad, que también aparecen referi-
pasaban por, entre otros, los mencionados das, aumentó exponencialmente desde los
actos de homenaje con motivo del falleci- sucesos de 1956 a la par que las expresio-
miento del filósofo José Ortega y Gasset o nes de descontento se generalizaban. Re-
la celebración del Congreso Universitario presentaban, en definitiva, el aire nuevo y
de Jóvenes Escritores, ambos a finales de comprometido que cristalizaría en siglas de
1955. diversas orientaciones políticas: socialistas
La convulsión de los sucesos estudian- (ASU, 1956), revolucionarias y tercermun-
tiles en 1956, durante una fase de aletar- distas (FLP, 1958), FUDE (1962), democris-
gamiento, fue tal que puede decirse, con tianos (UED, 1964), incluyendo algunas ac-
escaso margen de error, que simbolizaron tividades de corte nacionalista. Diez años
el final de una etapa y el comienzo de otra más tarde, ante el vacío dejado por el SEU,
en la historia de la dictadura franquista. Y se constituiría el Sindicato Democrático de
esto fue así por dos razones: por los efec- Estudiantes (1966). En realidad las referen-
tos colaterales a que dio lugar en diversas cias a la FUE que hace Semprún no obede-
instancias de poder, con movimientos de cían a aquella realidad estudiantil pues se
fuerzas incluidos, entre los más sonados trataba de un proyecto realmente abando-
los ceses-dimisiones del ministro de Edu- nado cuyas siglas habían pasado a los libros
cación Nacional (Joaquín Ruiz Giménez), de historia y al recuerdo en apenas 8 años
o de los rectores de las Universidades de tras la dura represión sufrida en 1947. Sólo
Madrid (Pedro Laín Entralgo) y Salaman- la policía seguía refiriéndose a esas siglas
ca (Antonio Tovar), viejos falangistas. Un en sus notas confidenciales.
año más tarde consolidaban posiciones Si las protestas de 1954 a las que hace
los tecnócratas del Opus Dei en el nuevo alusión Semprún en realidad obedecían a
gobierno, abriendo la puerta de los libe- circunstancias externas a la Universidad
ralizadores planes de Estabilización y De- (problema de Gibraltar) donde algunos po-
sarrollo, que transformaron España en los cos estudiantes trataron de hacerlas girar
años sesenta y setenta. Y en segundo lugar en su sentido político, lo que ocurrió en
porque abría una nueva etapa de lucha en febrero de 1956 respondía, ya sí, a moti-
la Universidad y fuera de ella, que terminó vaciones que se encuadraban en el ámbito
de madurar a principios de los sesenta: el puramente universitario. Además, ilustra
problema con la dictadura cada vez se fue la renovada estrategia y táctica del PCE en
haciendo más visible y extendiendo social su nueva fase de lucha de masas, iniciada
y espacialmente: fábricas, barrios, colegios tras la desmovilización de la guerrilla des-
profesionales, universidades, fueron ámbi- de principios de la década de los cincuenta.
tos donde, por todo el territorio nacional, Así, el escrito de Semprún expone cuestio-
se libró el conflicto en diferente escala. De nes fundamentales que cobraban sentido
manera insólita, en 1965 los estudiantes en ese marco y que, con diferente suerte, se
conseguían acabar con el SEU oficialmen- acabaron produciendo: señala, por ejemplo,
te, una de las instituciones del régimen: la las virtudes de la infiltración de estudiantes
presión, el abandono y la infiltración en su antifranquistas en el SEU (un hecho ante-
seno terminaron por finiquitar el sindicato rior a que se registrara en el movimiento
estudiantil obligatorio. obrero a través de las Comisiones Obreras,
Por su parte, la proliferación de orga- nacidas poco después); propone la necesi-

112 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 111-113


Jorge Semprún y el movimiento estudiantil de 1956: conciencia... Alberto Carrillo Linares

dad de formar un Frente Nacional Antifran- comunistas de la época. Evalúa la eferves-


quista en la Universidad (con monárquicos, cencia orgánica, dibuja la estrategia y tácti-
católicos, socialistas, republicanos, falan- ca a seguir, que en gran medida fue la que
gistas desencantados, etc.) y elaborar un se siguió años después, hasta que, en 1968,
programa mínimo común (que se sugiere), estallara el proyecto unitario del Sindicato
con participación de estas diversas sensibi- Democrático. Pero al mismo tiempo inyec-
lidades políticas; alude a la estrategia para taba la savia de la esperanza, explorando la
ir de las reivindicaciones concretas (acadé- posibilidad («hoy es necesario, y posible,
micas y profesionales) a las generales y po- que el frente estudiantil antifranquista sea
líticas; subraya la combinación de la acción lo más amplio posible…», o «todo permite
legal con la ilegal, etc. Y augura la previ- afirmar que es posible organizar la acción
sible reacción virulenta del régimen: cier- decidida a una amplia mayoría estudian-
tamente ésta se había producido ya con la til»). Cargando de dignificación ética y or-
promulgación del Reglamento de discipli- gullo la acción política de los comunistas
na académica en septiembre de 1954. Y los («lo que ellos no hagan, nadie puede hacer-
incidentes asociados al homenaje laico con lo»), les asigna la noble tarea de hacer de
motivo del fallecimiento de Ortega y Gas- vanguardia del partido que activará el mo-
set y el proyectado Congreso Universitario vimiento de protesta en la Universidad que
de Escritores Jóvenes, durante el invierno debía unirse a la lucha general del pueblo.
de 1955, que se alargaron hasta febrero del Como buen antifascista, Semprún no
56, provocaron además un nuevo Decreto contempla la posibilidad de la evolución
sobre disciplina que atendía básicamente a del régimen, ni un posible pacto con la dic-
las faltas colectivas de asistencia y desobe- tadura. «El fascismo no se ‘liberaliza’, ni se
diencia colectiva. ‘transforma’, hay que destruirlo», escribe.
De otro lado, el artículo de Semprún Que la transición política a la democracia
cumple una clara función política y es hizo oídos sordos a esta cuestión queda pa-
enormemente demostrativo de la nueva es- tente en un solo dado: el Decreto de dis-
peranza puesta por el PCE en las acciones ciplina académica aprobado en 1954 y am-
de masas contra la dictadura franquista, en pliado en 1956 como consecuencia de los
esta ocasión de la depositada en los estu- incidentes a los que hace alusión Federico
diantes, un colectivo que no siempre con- Sánchez, sigue vigente en la muy sabia y de-
tó con el beneplácito de todos los partidos mocrática universidad de 2019.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 111-113 113


Responsabilidad y tareas de
los estudiantes comunistas*
Federico Sánchez

A medida que avanza el año universi- digo aún, porque en los últimos tiempos los
tario crece la efervescencia política en las dirigentes falangistas, han prohibido ellos
Facultades madrileñas. Y algo análogo, en mismos, una serie de actividades del SEU,
mayor o menos escala, sucede en otros cen- temiendo que dieran ocasión a que se exte-
tros universitarios. riorizase el espíritu antifranquista que ani-
Las manifestaciones con motivo de la ma a los estudiantes.
muerte de Ortega y Gasset, y un mes des- La dirección de Falange intentó también
pués con motivo del incidente del teatro reforzar su control sobre el SEU. A ello obe-
Infanta Isabel, las recientes huelgas de los deció la destitución de Jordana y el nom-
estudiantes de las escuelas de Ingenieros bramiento para jefe del SEU de Serrano
y arquitectura, dan la tónica del ambiente Montalvo, dispuesto, según sus palabras, a
que existe entre los estudiantes. El gobier- imponer de nuevo en la vida universitaria
no se ve obligado a pasar de su «prudente» «el estilo y la disciplina falangistas». Pero
actitud de expectativa ante el movimiento eso, es más fácil decirlo que hacerlo. Como
estudiantil, o tomar medidas abiertas de re- han demostrado los acontecimientos pos-
presión contra él. teriores, esos y otras medidas tomadas por
Las fuerzas políticas se organizan en la Falange para recomponer al descompues-
Universidad, diversos grupos van perfilándo- to SEU, son el reflejo, no de su fuerza sino
se. Por encima de divergencias ideológicas, de su extremada debilidad, de la profunda
de confusionismos, debidos en gran parte crisis del régimen franquista. Lo que pasa
a la falta de libertad para e intercambio de es que esta crisis no se desarrolla de una
ideas y la discusión, la característica de esos manera uniforme, lineal. Por el contrario, a
grupos que van cristalizándose es el anti- medida que sectores cada vez más amplios
franquismo, con un claro espíritu combativo. de la sociedad española vayan rompiendo
Es natural, en estas circunstancias, que con la pasividad y pasen a utilizar todas las
el desprestigio del SEU —fenómeno ya anti- posibilidades de acción que ya existen de
guo por lo demás— que su total divorcio de forma objetiva, asistiremos a una agudiza-
la vida universitaria, se acentúen. Al mismo ción de la lucha, a reacciones violentas del
tiempo los estudiantes antifranquistas uti- régimen, para intentar recobrar lo perdido,
lizan hábilmente, cada vez con más eficacia, lo irremediablemente perdido.
las prerrogativas de que aún goza el SEU Y Así asistimos hoy, en el ámbito univer-
sitario, a esos gestos provocativos de las
* Artículo de Jorge Semprún publicado bajo el pseudóni-
mo de Federico Sánchez en el núm. 2 del año 1956 de «primeras líneas» que no son otra cosa que
Mundo Obrero (p. 7) los coletazos de un SEU minado por la indi-

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Responsabilidad y tareas de los estudiantes comunistas Federico Sánchez

Estudiantes manifestándose por la Avda. de Oporto, en Madrid, a principios de la década de 1970


(Fuente: AHPCE, fotografía original: L’Humanité).

ferencia y la repulsa pasiva de los estudian- tes. Porque el SEU, es una organización fas-
tes a lo largo de muchos años, y que ahora cista, y el fascismo no se «liberaliza», ni se
se trata de derribar definitivamente en una «transforma», hay que destruirlo.
etapa de luchas más abiertas y decididas, En otros círculos existe la idea, perfecta-
etapa inaugurada por las manifestaciones mente justa, de que ha llegado el momento
de enero del 54. de organizar las fuerzas estudiantiles anti-
¿Cuál es la táctica más justa para lograr franquistas, todavía demasiado dispersas.
ese objetivo, dadas las circunstancias ac- En esta idea coincidirán todos los grupos
tuales? A este respecto existe todavía cier- de estudiantes demócratas. Ahora bien, es
ta confusión entre los círculos de estudian- frecuente que exista una visión demasiado
tes antifranquistas. Existe, por ejemplo, en estrecha de lo que ello representa realmen-
determinado sector, la idea de que es po- te. Porque se concibe esa organización es-
sible «transformar» el SEU «desde dentro», tudiantil como una especie de nueva FUE,
que todo el problema consistiría en ciertos al comparar, de una manera un tanto su-
cambios en los organismos directivos, con- perficial y mecánica, las situaciones pasa-
seguidos por la acción y la presión de los das con los actuales. La FUE jugó su papel,
estudiantes, para obtener un SEU, «repre- dejó huellas profundas en la vida estudian-
sentativo y libre». Pero esto es una ilusión til, y en la vida nacional, en otras épocas.
peligrosa. El SEU puede serlo todo, menos Pero hoy se plantean otros problemas; no
«representativo y libre». Una cosa es utili- en balde han transcurrido estos últimos
zar inteligentemente todas las posibilida- quince años. Hoy es necesario, y es posi-
des legales que el SEU ofrece, y sí que las ble, que el frente estudiantil antifranquista
ofrece, y otra muy diferente pensar que sea lo más amplio posible, que en él estén
puede convertirse en una organización que representadas todas las fuerzas nacionales
esté realmente al servicio de los estudian- que aspiran a un cambio de régimen. En ese

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 114-116 115


Nuestros documentos

frente estudiantil deben y pueden estar re- cuestiones políticas, sino también sobre
presentadas los grupos de estudiantes re- todos aquellos problemas profesionales y
publicanos, socialistas y comunistas, pero culturales que emergen apremiantemente
también deben estarlo los estudiantes mo- en la vida estudiantil. Pero, la base de toda
nárquicos antifranquistas, los grupos cató- labor debe ser , en cada caso concreto, la
licos que aspiran al restablecimiento de las elaboración por los estudiantes de las di-
libertades democráticas en la Universidad versas tendencias de un programa mínimo,
y en el país, y también los círculos juveni- en que recojan las aspiraciones comunes
les desgajados de la Falange, desengaña- de los diversos grupos, y en que se formu-
dos por una demagogia verbal al servicio len las soluciones, impuestas por la situa-
exclusivo de los intereses de la oligarquía ción real, son las cuales puede llegarse a un
monopolística, que busquen sinceramente acuerdo general. Contra la Falange y el mo-
una solución a los problemas de España. En nopolio seuista, la Universidad, lucha por
resumen, que en la Universidad española, las libertades democráticas de expresión
como en todo el país que está al orden del y de asociación; contra la política antina-
día, lo que la situación exige, es la organi- cional y militarista del régimen que tiene
zación del Frente Nacional Antifranquista. como consecuencias la colonización de Es-
En esta labor, muy seria es la responsa- paña por los yanquis y el fabuloso aumen-
bilidad de los estudiantes comunistas. De to de los gastos militares e improductivos,
hecho de su actividad política puede ser lucha por la independencia nacional, una
el aglutinante que permita reunir a todas política de paz; contra el telón de acero que
aquellas fuerzas sobre un programa míni- el franquismo opone a todas las corrientes
mo común, evitando en caer en exclusivas culturales progresivas del mundo, lucha es-
rebosadas por la historia. Nadie está como tablecimiento de relaciones culturales con
ellos en condiciones de trabajar eficazmen- todos los países, sin discriminación; contra
te por una profunda y real unidad estudian- los mezquinos presupuestos educativos del
til antifranquista; lo que ellos no hagan, franquismo, lucha por las reivindicaciones
nadie puede hacerlo. materiales y morales de los estudiantes y
Es evidente que la organización del del profesorado.
Frente Nacional en la Universidad plantea Sobre estos puntos, todo permite afir-
problemas muy complejos. Hay que apren- mar que es posible organizar la acción de-
der a combinar la utilización de las posibi- cidida con una amplia mayoría estudiantil.
lidades legales, con la actividad ilegal de Y esa acción, vendrá a fundirse y a reforzar
los comités, círculos, grupos de estudiantes la lucha general del pueblo contra el régi-
antifranquistas; hay que estar atentos a to- men franquista en descomposición, cuyo
das las formas de organización y de lucha principal apoyo es hoy por hoy la relativa
que surjan espontáneamente en la masa pasividad en que todavía se hallan sumidas
estudiantil, para apoyarse en ellas sin dog- importantes capas de la sociedad española.
matismos preconcebidos y desarrollarlas Y precisamente, a despertarlas y a radica-
políticamente; hay que aprender a luchar lizarlas contribuirá, ha empezado a contri-
y a realizar un trabajo de propaganda y de buir ya, la acción estudiantil. De ahí su im-
esclarecimiento no sólo sobre las grandes portancia, verdaderamente nacional.

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LECTURAS

Sobre la història i els seus usos


públics, de Josep Fontana*
Enric Chulio Pérez
Universitat de València

El 5 de febrero de 2016, el historiador


Josep Fontana fue investido Doctor Hono-
ris Causa por la Universitat de València; y
como es habitual en esta institución aca-
démica, se inició la preparación de un vo-
lumen conmemorativo que incluyera los
discursos pronunciados en aquel día y una
selección representativa de textos del ho-
menajeado, una tarea que fue encargada en
esta ocasión a los profesores Antoni Furió y
Pedro Ruiz Torres. El propio Josep Fontana
colaboró activamente en la selección de los
textos; sin embargo no llegó a ver el naci-
miento de este volumen, que fue presenta-
do en público el 1 de noviembre de 2018 en
Valencia, pues —como sabrán muchos de
ustedes— había fallecido el pasado 28 de
agosto, con 86 años de edad.
No debe de haber sido tarea fácil este
proceso de selección de textos. En el caso
de un investigador con una trayectoria tan
dilatada, con una diversidad tan amplia en
los temas tratados, con tantas publicacio- escritos que muestran el pensamiento del
nes —de todo formato— a sus espaldas, con historiador sobre la historia como práctica
una actividad tan fecunda en la que nunca social y sobre los usos públicos de la mis-
ha escondido su opinión, ¿con qué quedar- ma. Unos escritos que se hallaban dispersos
se? El criterio manifiesto de los editores del en publicaciones de variado formato, unos
presente volumen ha sido tomar veinticinco como capítulos de libro, otros como cola-
boraciones en libros colectivos, otros como
* Es reseña de Josep Fontana, Sobre la Historia y els seus
artículos de revistas de diverso signo, y uno
usos públics. Selección de textos a cargo de Antoni Furió y
Pedro Ruiz Torres, Universitat de València, 2018, Colección como texto dictado en una conferencia. Se
Honoris Causa, 387 pp. ha respetado —muy oportunamente— el

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 117-120 117


Lecturas

idioma original de redacción de cada uno bloque, de siete textos, bajo el título «Mes-
de los textos, la mayoría de ellos en caste- tres i amics» agrupa aspectos autobiográfi-
llano, uno en inglés, y los demás en catalán. cos y reflexiones sobre la propia formación
Todos los textos tienen una extensión del autor y su relación con quienes consi-
que oscila entre breve (de tres o cuatro pá- deraba sus maestros (Ferran Soldevila, Jau-
ginas) y media (hasta dieciséis o diecisiete me Vicens Vives y Pierre Vilar), y algunos
páginas), si bien la gran mayoría de ellos de sus amigos más apreciados y significa-
ocupan en torno a una docena de páginas; tivos en el mismo campo de profesión de la
lo cual presenta la doble ventaja de no re- historia (Ramón Carande, Eric Hobsbawm y
sultar demasiado largos para quienes los Edward P. Thompson, nada menos), a quie-
quieran leer con afán divulgativo, y a la vez nes Fontana otorga simultáneamente el va-
ofrecer el suficiente recorrido para que las lor de maestros puesto que declara las lec-
argumentaciones adquieran profundidad. ciones que ha aprendido del trato con ellos.
Además, son autónomos y conclusivos en sí La recopilación de escritos trasciende con
mismos, es decir, cada uno de ellos contiene creces lo que algún incauto pudiera esperar
su propia presentación, desarrollo y conclu- anecdótico, pues el autor explica con clari-
siones; así pues, el hecho de que tengan una dad por qué considera maestros a aquellos a
variada procedencia no predispone a que se quienes cita, evidenciando que en absoluto
requieran lecturas previas ni posteriores se trata de una mera evocación sentimental
para entender adecuadamente lo que el au- ni se reduce a una pura muestra de respe-
tor quiso expresar. El arco temporal en que to. Es a través del contacto cotidiano con
fueron publicados los textos en su origen los maestros como se aprende lo más im-
es relativamente amplio, abarcando desde portante en el oficio de historiador, que es
1984, con el breve texto tercero, «Semblan- lo que da un propósito y un sentido a este;
za de D. Jaume Vicens Vives», hasta 2017 — puesto que las informaciones están dispo-
posterior por tanto a la investidura—, con nibles bien en los libros bien en la red de
la conferencia recogida como texto vigesi- redes, y las técnicas se aprenden aplicándo-
mocuarto, «La revolución rusa y nosotros», las mientras se trabaja, pero unas y otras no
al filo del obvio centenario. Sin embargo sirven para nada sin aquello que solo puede
puede apreciarse una pequeña agrupación aprenderse de los maestros. Quizás se deba
de textos en torno a 1990, y sobre todo en a que este espíritu atraviesa los siete tex-
la última década y media de vida del autor tos, lo que posiblemente convierta a este
puesto que la mayoría son posteriores al bloque en el único con verdadera cohesión
2000, en especial de 2009 en adelante. No en el conjunto. Estos someros análisis para
puede verse como una mera coincidencia la introducción a unos inmensos historia-
la selección de estos textos de fechas sub- dores logran el doble efecto de, por un lado,
siguientes al estallido de la última crisis del incitar a saber más —incluso a querer sa-
capitalismo dada la insistencia en el com- berlo todo— sobre dichos sabios, y, por otro
promiso necesario del historiador y sobre la lado, dejar con ganas de conocer qué puede
historia necesaria para el tiempo presente. dar de sí un estudio más amplio del propio
Estos veinticinco textos se han distri- Fontana reseñando o comentando la obra
buido en cuatro bloques, agrupados más o de aquellos.
menos equitativamente según temáticas El segundo bloque, «Historiografies»,
distinguibles dentro del criterio general también con siete textos, manifiesta la rica
establecido por los editores. Así, el primer erudición del autor sobre el conocimiento

118 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 117-120


Sobre la història i els seus usos públics, de Josep Fontana Enric Chulio Pérez

del pasado historiográfico de los tres úl- que primero, a través de la persistente idea
timos siglos, así como el altísimo nivel de de la utilidad de la historia para tratar de
actualización de sus conocimientos, sin de- poner soluciones hoy con la mente abierta
jar lugar a dudas acerca del hecho de estar con miras al futuro. El texto decimoquinto,
completamente al corriente de las noveda- «Los campesinos en la historia: reflexiones
des —una idea, por lo demás, extensible a la sobre un concepto y unos prejuicios», es un
casi totalidad de los textos. Esto lo ilustra buen ejemplo de ello. La preocupación por
perfectamente un trabajo como el decimo- los desfavorecidos y por los ignorados por
segundo, «Ascens i decadència de l’escola la historia no se debe a la lástima ni afán de
dels Annales», publicado en 1988, una fecha victimización, sino a la convicción de que la
que para muchos se incluye en el periodo exclusión del noventa por ciento de la hu-
de máximo esplendor de dicha revista y es- manidad en la historia ha llevado a sesgos
cuela, pero en la cual Fontana disecciona el muy perversos que llegan hasta hoy. El es-
estado y el valor reales de los estudios his- tudio de los hombres y las mujeres corrien-
tóricos producidos bajo su paraguas. Nues- tes debe ser incluido para que la historia
tro autor, sin negar algunas importantes sea verdaderamente comprensible en toda
contribuciones beneficiosas al conocimien- su complejidad; y no solo por su dimensión
to histórico, realiza una crítica ácida pero cuantitativa, que por sí misma es apabu-
penetrante y argumentada; se despacha a llante —y, por tanto, su supresión resulta
gusto, hace sangre, en especial contra lo escandalosa—, sino también porque es la
que denomina «el sarampión estructuralis- forma óptima de conectar la realidad actual
ta», pero con armas efectivas. Desde luego con el pasado, y por tanto de iluminar la
conviene no olvidar que se trataba de una propia comprensión del complejo presente.
forma de historiografia «rival» coetánea, Los seis textos del cuarto bloque, «En-
pero resulta ejemplar la praxis que desplie- senyament i usos públics de la història»,
ga sin consentir en tragarse las explicacio- evidencian la insobornable lucha de Fonta-
nes de otros sin haberlas confrontado ade- na contra el adoctrinamiento histórico. Por
cuadamente por muy de moda que estén en ejemplo, el texto vigesimosegundo, «Els
el momento. usos de la història avui», es un escrito de
En el tercer bloque, «Conceptes, proce- combate para la participación en el espa-
sos, identitats», se ofrecen cinco textos que cio público de opinión, manifestando —una
quizás muestren la vertiente más propia del vez más— el expreso compromiso con la
Fontana investigador y a la vez docente. La función social del historiador y el servicio
preocupación por la correcta y precisa defi- social de la historia. Una y otra vez, Fonta-
nición de los términos (clase, nación, iden- na defiende que la historia necesaria es la
tidad, capitalismo) es constante; pero no se que ayuda a comprender los grandes pro-
debe solo a un interés científico propio del blemas de nuestro tiempo; una historia que
investigador, sino también —y sobre todo— no se tenga a sí misma por objeto ni finali-
para su aplicación a la adecuada identifi- dad, sino que sea herramienta para aportar
cación y caracterización de los problemas, conocimiento para la mejora de la sociedad
ya que el uso del lenguaje no tiene nada de y para crear una conciencia crítica entre las
inocente, y el malabarismo de los concep- mujeres y los hombres de hoy, ayudarles a
tos no vale para nada. En este sentido to- aprender a pensar por sí mismos. Y siem-
dos estos escritos se conectan con los del pre con el futuro que se desea como obje-
bloque siguiente, así como con los del blo- tivo, un futuro que solo se puede construir

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 117-120 119


Lecturas

sobre la base de las experiencias humanas, de comprender y explicar bien la historia,


es decir, sobre el conocimiento crítico del desmontando los mitos y denunciando las
pasado. falsedades, para ayudar a una mejor com-
En este sentido, los dos últimos textos, prensión del presente, de los hombres y las
«La revolución rusa y nosotros» y «El fin mujeres de hoy, y contribuir a la construc-
del crecimiento: sobre el uso político de la ción de un futuro mejor para el conjunto de
historia», hubiesen podido encajar mejor la sociedad, lo cual significa desempeñar
en un hipotético bloque quinto dedicado al una potente e irrenunciable función social.
estudio del capitalismo y el tiempo actual, En definitiva, este volumen ofrece una
que acogiera también los textos decimo- excelente colección de píldoras de con-
primero, «Para una historia de la historia ciencia crítica aplicada sobre un profundo
marxista», decimotercero, «La nova histo- conocimiento bien fundamentado. Hago
riografia de la guerra freda», y decimonove- explícita la invitación a leer esta panoplia
no, «De què parlem, quan parlem de capita- de textos, la cual constituye una óptima
lisme?». Esta agrupación hubiese vinculado manera de aproximarse a conocer a este
directamente dicho conjunto con la Lectio autor, si es que la lectora o el lector aún no
pronunciada por el homenajeado el día de ha leído nada suyo de primera mano, y si ya
su investidura Honoris Causa, la cual bajo lo conocen no les va a defraudar. Da igual si
el título de «Per a què necessitem avui la usted comparte o no la totalidad de plan-
història» revisa somera y críticamente la teamientos y opiniones del autor —algo
historia del capitalismo y del marxismo que, dicho sea de paso, es habitual entre los
hasta llegar a un tiempo presente sumido propios historiadores, incluso entre aque-
en las catastróficas consecuencias de la llos que comparten escuela—; la lectura
última crisis económica. La preocupación atenta y crítica de estos textos —ejercien-
de Fontana por el estudio del capitalismo do lo que predica el propio Fontana— le
actual y su gran mutación de las últimas sumergirá en un ambiente del que va a sa-
décadas, que conlleva la desigualdad extre- lir más consciente de sus propias ideas así
ma y creciente, amenazando el presente y como de los límites de estas, y con ello se-
el futuro, enlaza claramente con la expre- guro que descubre algo nuevo. Constituye,
sión recurrente del necesario compromiso definitivamente, un conjunto de lecturas
del historiador en la ineludible obligación que enriquecerá su bagaje.

120 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 117-120


Atlantic Africa and the Spanish
Caribbean, 1570-1640, de David Wheat*
Alejandro García Montón
Universidad Pablo de Olavide

El fenómeno de la esclavitud africana en


América tuvo al imperio español como uno
de sus principales protagonistas. Los pri-
meros cautivos africanos llegaron a Améri-
ca de la mano de este imperio que, a su vez,
fue el último del mundo atlántico en abolir
la trata de esclavos. De esta forma, Hispa-
noamérica se convirtió en el territorio que
recibió esclavos africanos de manera más
prolongada en el tiempo. Por otro lado, y de
acuerdo a los datos disponibles, las colo-
nias españolas también fueron el segundo
destino americano al que llegaron más cau-
tivos africanos, solo por detrás de Brasil. En
este contexto, Atlantic Africa and the Spa-
nish Caribbean supone una contribución
fundamental a un tema como el de la escla-
vitud en Hispanoamérica que tradicional-
mente no ha recibido la atención merecida
por parte de la historiografía. Esto se hace
evidente al comparar el estado de nuestros
conocimientos con el caso de las colonias
angloamericanas del que, además, muchas
veces se han importado modelos interpre-
tativos o imágenes históricas que en poco ga el papel que tuvieron las poblaciones de
o nada ayudan a entender mejor la especi- origen africano, tanto libres como esclavas,
ficidad de los mundos sociales vinculados en el desarrollo de las colonias españolas
a la esclavitud en Hispanoamérica. Así las del Caribe entre 1570 y 1640. Ello se hace
cosas, la monografía de David Wheat, pro- prestando especial atención a los estrechos
fesor en Michigan State University, interro- lazos que vincularon y retroalimentaron la
expansión portuguesa en África occidental
* Es reseña de David Wheat, Atlantic Africa and the Spanish
Caribbean, 1570-1640, Chapel Hill, University of North Ca- y Angola con la presencia hispánica en el
rolina Press, 2016.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 121-124 121


Lecturas

Caribe a través del hilo de la trata transat- territorio. Esto equivale a reconocer que las
lántica. sociedades emergentes en el Caribe, si bien
Este libro se organiza en seis capítulos se forjaron sobre los pilares de la esclavitud
más introducción y conclusiones. Los argu- y la migración forzada, también se definie-
mentos de la obra se sustentan sobre un ex- ron a través de la participación de africanos
celente manejo de la bibliografía existente libres y esclavizados en ellas.
en español, portugués e inglés, y sobre un La economía del Caribe español donde
ímprobo trabajo de investigación en diver- se inserta la trama del libro se define al-
sos archivos en Colombia, Cuba, México y rededor de una red de ciudades portuarias
España. El contraste y cruce de las fuentes y sus respectivos hinterlands —con Car-
permite a Wheat elaborar desde diferentes tagena, La Habana, Panamá y Santo Do-
observatorios locales una serie de viñetas mingo como principales escenarios— más
históricas representativas del papel que orientada a la producción diversificada de
jugaron las poblaciones de origen africano materias primas y servicios y al comercio
en el espacio caribeño y las relaciones es- regional de productos básicos que a la ex-
tablecidas con los colonos españoles aten- portación hacia España. En este sentido,
diendo a las dinámicas heredadas y trans- el entramado económico que se describe
feridas desde el mundo luso-africano. Uno remite a una realidad que dista mucho de
de los principales méritos de este trabajo es las imágenes vinculadas a las grandes ex-
la atención viva y detallada que se da a las plotaciones mineras de México o Potosí o
interacciones cotidianas y a las vidas ordi- al monocultivo intensivo del XIX alrededor
narias de las personas. de la caña de azúcar, por ejemplo. En este
De manera más concreta, el libro plan- marco, la centralidad de las poblaciones de
tea dos tesis principales. Primero, que las origen africano se hace evidente en lo de-
poblaciones de origen africano, bien escla- mográfico, muchas veces representando el
vas o libres, fueron la principal fuerza colo- ochenta por ciento de la población de las
nizadora del Caribe. Sin estas poblaciones, zonas urbanas y sus entornos rurales —tal
la construcción, desarrollo y defensa de la fue el caso de Panamá a comienzos del siglo
colonia habría sido, simplemente, inviable. XVII—, y, como no podía ser de otra mane-
A pesar de que esto pudiera parecer una ra, también en lo laboral.
obviedad, no lo es tanto pues, precisamen- Las formas de organización y participa-
te, permite rescatar y repensar de manera ción de las poblaciones de origen africano
abierta el protagonismo de unos actores que en el trabajo de las pequeñas explotaciones
tradicionalmente han jugado un papel se- agrícolas y ganaderas del Caribe hispánico,
cundario, cuando no ausente, en las narra- el comercio y la manufactura local, en las
tivas sobre la colonización de Hispanoamé- milicias urbanas, los transportes terrestres,
rica. La crisis demográfica desatada entre fluviales o marítimos, se desgranan en el
las poblaciones indígenas tras la llegada de quinto capítulo titulado «Black Peasants».
los primeros europeos y el déficit de mano Ello se hace desde los diferentes puntos
de obra europea dio pie a una demanda es- de vista que aporta la experiencia de ac-
tructural de mano de obra, esclavizada y de tores africanos e individuos afrocaribeños,
origen africano, desde el principio de la co- mulatos y criollos, en sus múltiples face-
lonización. En este sentido, la colonización tas como esclavos, humildes negociantes,
del Caribe conllevó un inexorable a la par trabajadores asalariados, regentes de ta-
que profundo proceso de africanización del bernas y posadas, o también como posee-

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Atlantic Africa and the Spanish Caribbean, 1570-1640, de David Wheat Alejandro García Montón

dores de esclavos y gestores de pequeñas blaciones locales en Guinea superior —es


haciendas. En este marco, hay que llamar decir, la costa entre el actual Senegal hasta
la atención sobre el importante esfuerzo Sierra Leona y que incluye la de Gambia,
que hace el autor por arrojar luz sobre los Guinea-Bisáu y Guinea— y Angola, zona
grupos de africanos libres y cuya importan- que desplazó a la anterior como principal
cia estuvo lejos de ser discreta en el día a región de abastecimiento de esclavos a par-
día. Por ejemplo, en lugares como La Ha- tir de la década de 1580. En ellos se analiza
bana representaron entre el quince y el de qué manera las dos regiones se vincula-
treinta por ciento de la población libre de ron con el Caribe a través de un tráfico de
la ciudad a comienzos del siglo XVII. En esclavos y viceversa atendiendo a las diná-
concreto, hay que destacar que este acerca- micas propias de cada contexto.
miento se realiza desde las especificidades En estos capítulos también se pone el
que ofrecen las vidas de las mujeres libres énfasis en la manera en la que el conoci-
de origen africano y mestizo, a las que se miento luso de la amplia variedad de gru-
dedica el cuarto capítulo «Nharas and Mo- pos sociales, geográficos, étnicos y lingüís-
renas Horras». Estas mujeres, tanto solte- ticos africanos que de sus manos llegaron
ras como casadas, no sólo superaron a sus esclavizados al Caribe, fue transferido a las
pares varones en número, sino que también poblaciones ibéricas del Caribe. Ello dio pie
pudieron incorporarse más fácilmente que a que los colonos españoles interactuaran
aquellos en tanto que sujetos libres en las y reconocieran a los forzados africanos a
principales ciudades del Caribe hispánico. partir de las especificidades de sus orígenes
La segunda tesis que propone este libro etnolingüísticos. A su vez, los esclavos y
plantea que la colonización del Caribe en libertos africanos también hicieron uso de
tanto que proceso de africanización resul- tales diferencias en el momento de descri-
tó ser en buena medida una extensión del birse y auto representarse frente a los colo-
mundo luso-africano emergente desde me- nos españoles. Al plantear la discusión en
diados del siglo XV. Hay que recordar que, estos términos, el autor propone «explorar
durante la edad moderna, el imperio es- el papel que las identidades africanas juga-
pañol careció de una presencia directa en ron en la formación de las condiciones so-
África que le permitiera controlar todos los ciales de la colonia, en vez de al contrario»
eslabones de la cadena comercial vinculada (p. 66).
a la trata transatlántica de esclavos, des- Tal y como se analiza en el tercer capítu-
de la captura y compra de los cautivos en lo, «Tangomãos and Luso-Africans», detrás
África hasta su comercialización en Hispa- de estos tráficos transatlánticos de per-
noamérica. Durante el periodo estudiado, sonas se encontró un multifacético com-
fueron los comerciantes portugueses los fa- pendio de personajes que iba mucho más
cilitadores de mano de obra esclava africa- allá de las grandes compañías de negocios
na a las colonias caribeñas. En este sentido, asentadas en Lisboa y Sevilla y que incluía
el enfoque del libro adopta una perspectiva a humildes capitanes de barco, marineros y
que trasciende las fronteras políticas para comerciantes de baja estofa de origen luso-
abrazar una historia conectada del mun- africano. Precisamente, la abultada presen-
do atlántico. Los capítulos uno y dos, «The cia de estos personajes también en el Cari-
rivers of Guinea» y «The kingdoms of An- be hispánico y su asentamiento fue la que
gola», interrogan las diferentes dinámicas llevó consigo un conocimiento y familia-
establecidas entre los portugueses y las po- ridad de y con los esclavos africanos entre

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 121-124 123


Lecturas

las sociedades locales. Desde otra perspec- el lector. Una nota sobre la problemática
tiva, en el capítulo seis «Becoming Latin» vinculada a las fuentes, un amplio glosa-
se estudia el papel que también jugaron los rio de siete páginas y un índice de nombres
esclavos y libertos ladinos, conocedores de y materias culminan y complementan el
las sociedades caribeñas, usos, costumbres cuerpo del texto. En este sentido, solamen-
y lengua, como facilitadores de la acultu- te se echa en falta una relación final de la
ración de los esclavos recién llegados de bibliografía citada a lo largo de las páginas.
África. En concreto, el énfasis aparece en su Por último, otra de las grandes virtudes de
papel como mediadores culturales en tanto este trabajo tiene que ver con son su prosa.
que traductores y padrinos en el momento Por un lado, amena y, por otro, accesible a
de la obligada conversión a la fe católica. un público general interesado, no necesa-
En un contexto donde los recortes en riamente especializado en el tema.
personal lastra sobremanera la calidad del Sin caer en la dulcificación de los ho-
proceso editorial cabe destacar el pulcro y rrores de la esclavitud africana en Hispa-
detallado trabajo llevado a cabo por la edi- noamérica, Atlantic Africa and the Spanish
torial a cargo del libro. El aparato crítico se Caribbean, se presenta como un libro clave
ubica a pie de página y se incluyen cinco que permite conocer en detalle, entender
prolijos apéndices que permiten profundi- mejor y desgranar la complejidad y las es-
zar en varias de las tesis esgrimidas a lo lar- pecificidades de las sociedades emergentes
go del texto y las fuentes archivísticas que en el Caribe hispánico a partir de las viven-
los sustentan. El libro está salpicado de úti- cias y la contribución de las poblaciones de
les mapas y reproducciones de época, ade- origen africano al desarrollo de las socieda-
más de tablas con información valiosa para des locales.

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Tejer identidades. Socialización, cultura
y política en época contemporánea,
de Marta García Carrión y Sergio
Valero (ed.)*
Álvaro Álvarez
Universitat de València
En noviembre de 2016 se celebró en la
Facultad de Geografía e Historia de la Uni-
versitat de València un encuentro interna-
cional que reunió a diversos investigadores
para debatir sobre socialización e identi-
dades en la época contemporánea. Fruto
de aquellas sesiones ha surgido el presen-
te volumen. Marta García Carrión y Sergio
Valero son los editores de este libro emi-
nentemente diverso tanto en su temática
como en las metodologías empleadas; pero
que tiene como principal virtud presentar
una visión panorámica sobre la aplicación
de unas categorías analíticas que se han re-
velado como fundamentales en los últimos
años.
El volumen está articulado a partir de
cuatro ejes: identidades nacionales, socia-
lización política, formas de ocio y socializa-
ción femenina. Si bien entre ellos no resul-
ta difícil establecer múltiples conexiones.
Ferran Archilés es el autor del capítulo
que abre el primer bloque temático. Re- cés no desarrolló. Un texto de carácter teó-
flexiona sobre la aplicación del concepto de rico en el que Archilés trata de problemati-
habitus de Pierre Bordieu al análisis de la zar una realidad que a menudo se entiende
identidad nacional, que el sociólogo fran- como naturalizada. A partir de las aporta-
ciones de Michael Billig sobre el naciona-
* Es reseña de Marta García Carrión y Sergio Valero (ed.),
Tejer identidades. Socialización, cultura y política en época lismo banal, se fija en la construcción de la
contemporánea, Valencia, Tirant humanidades, 2018, 434 pp. identidad nacional no solo a partir de la ac-

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Lecturas

ción desde arriba, de las instituciones esta- medio privilegiado de producción, difusión
tales, sino fundamentalmente, desde abajo, y naturalización de representaciones del
en el marco de la vida cotidiana. Propone imaginario nacional, favorecida por su va-
lo que ha denominado como «experiencias lor estético y su aparente apoliticismo.
de nación», que cada individuo elabora a Para completar el bloque sobre las iden-
partir de unas narrativas de pertenencia e tidades nacionales, Marta García Carrión
identidad. toma como objeto de estudio la exhibición
Por su parte, Pilar Salomón aborda la cinematográfica en la España de los años
cuestión a partir del estudio del discurso de veinte. No se limita al análisis textual de
la publicística católica española finisecular. las películas, sino que incorpora el de las
Partiendo de las interpretaciones más ac- prácticas de consumo, tan diferentes a las
tuales que insisten en el papel de la Iglesia actuales. Es el caso del llamado ‘cine de
en los procesos de modernización y nacio- atracciones’, en el que la proyección iba
nalización, explora cómo sus asociaciones acompañada de música y otros elementos.
y entidades, y particularmente el Aposto- Se trata de una mirada desde abajo, que se
lado de la Prensa, contribuyeron a difun- centra en las exhibiciones de adaptaciones
dir la cultura política nacional-católica. Un cinematográficas de zarzuelas o en pelícu-
discurso dirigido a la movilización de los las de temática taurina, que convirtieron
varones católicos, en el que esta llamada «su tipismo costumbrista y sus imaginarios
a la tarea recristianizadora, a partir de una sobre España en un espectáculo moderno
idea de nación esencialista y providencia- de autoafirmación de la comunidad nacio-
lista, combinaba elementos clasistas y pa- nal» (p. 123).
ternalistas con un regeneracionismo y una Respecto a la socialización política, Ja-
aceptación posibilista de la Restauración. vier Navarro traza un estudio biográfico de
Una narrativa de la nación cargada de con- uno de los intelectuales libertarios españo-
notaciones de género en la que, frente a la les menos conocido del primer tercio del si-
feminización de la religión, se propugnaba glo XX, a pesar del prestigio que alcanzó en
una masculinidad no opuesta a la piedad ni los medios obreristas de su época. Higinio
a las responsabilidades del padre de familia Noja Ruiz (1894-1972) era onubense de na-
en la formación de los hijos. cimiento, aunque desarrolló su labor en di-
Jorge Villaverde examina la promoción ferentes lugares de España y mantuvo una
turística institucional para poner de relie- vinculación especial con Valencia. A través
ve cómo este tipo de publicidad encargada de su figura, se analizan las diferentes «ca-
por el Estado jugó un papel en el proceso ras del militante» del movimiento liberta-
de nacionalización española durante el si- rio español, que se plasman en su faceta
glo pasado. Valga como ejemplo la serie de como activista, así como en su labor como
carteles Bellezas de España editada durante escritor y pedagogo.
la dictadura franquista. Una imagen atrac- La represión y la sociabilidad en la in-
tiva, generalmente de un monumento fá- mediata posguerra es la cuestión que trata
cilmente reconocible, y un eslogan eran los Mélanie Ibáñez. Un fenómeno complejo,
elementos básicos de estos mensajes que, que sin duda contó con la implicación de
aunque frecuentemente nos hayan pasado la sociedad en los procesos de depuración,
desapercibidos (naturalizados), estuvieron ya fuera de una forma voluntaria o coerci-
presentes en numerosos espacios públi- tiva. Las prisiones no fueron el único espa-
cos. La promoción turística operó como un cio represivo de la Dictadura, aunque sí el

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Tejer identidades. Socialización, cultura y política en época contemporánea... Álvaro Álvarez

más reconocible. Ibáñez muestra cómo en repasa los distintos ámbitos tratados por
el interior de sus muros se crearon formas los investigadores, y a modo de estado de la
de sociabilidad entre los presos políticos cuestión resalta los avances y las carencias
en unas condiciones extremas, que consti- de estudios sobre el turismo, los medios de
tuyeron un medio de solidaridad, de resis- comunicación de masas, el teatro, los de-
tencia y de mantenimiento de la dignidad e portes o la taberna, y, en definitiva, aboga
identidad política. por «una verdadera historia social del ocio»
Los espacios de sociabilidad entre los (p. 275).
exiliados libertarios españoles en Francia Una de estas propuestas es la que lleva
durante el periodo comprendido entre el a cabo Jeanne Moisand, quien se ocupa del
final de la Guerra Civil y los años setenta público de los teatros de Madrid y Barce-
centran el trabajo de Oscar Freán. Señala lona de fines del siglo XIX. Indica cómo
cómo estas prácticas jugaron un papel de- la aparición de nuevas fórmulas teatrales,
terminante en la preservación de la identi- como el género chico y el ínfimo, acentuó
dad política libertaria de este colectivo en su diversidad. Este tipo de espectáculos
un contexto de dificultades, así como para comportaban un abaratamiento de los pre-
su transmisión intergeneracional, que per- cios, a la vez que buscaban la identificación
mitió incluso atraer nuevos militantes. con lo popular. Asimismo, los teatros de ba-
En el siguiente capítulo, Toni Morant rrio, aunque con frecuencia programaban
explora los años iniciales de las organiza- reposiciones de obras que habían triunfado
ciones juveniles de Falange. Para crear esta en las salas céntricas, no solo eran medios
gran estructura de encuadramiento de ni- de entretenimiento, sino que tenían como
ños y adolescentes, sus promotores care- metas la educación cultural y la moviliza-
cían de experiencia y tomaron como refe- ción política de los públicos populares.
rente a sus homólogos de Italia y Alemania. Otro estudio sobre los ámbitos de so-
Los jóvenes falangistas se sentían miem- ciabilidad es el que aporta Marco Fincardi
bros de la misma cultura política que sus acerca de las asociaciones para la infancia
camaradas europeos, con los que compar- del movimiento obrero en Europa, y espe-
tían una identidad común, que no era ex- cialmente en Italia, durante el siglo XX.
cluyente con su ultranacionalismo. Morant Pretendían servir de alternativas de espar-
constata la influencia que los movimientos cimiento a las promovidas por la burguesía
fascistas italiano y alemán ejercieron en las y el clero y orientar a los menores hacia las
prácticas y en los discursos de la organi- organizaciones de clase. Remarca las dife-
zación falangista, si bien indica que no se rencias existentes entre las iniciativas de
trató de un mimetismo, sino de una adap- los países del norte y del centro de Europa,
tación al caso español. que sin llegar a ser masivas alcanzaron una
El apartado sobre el tiempo de ocio lo cierta implantación, y las del área medite-
abre Jorge Uría con una reflexión sobre rránea, más escasas y tardías.
cómo la historiografía se ha ocupado de Los cineclubs universitarios en Valen-
un tema que, a diferencia de lo ocurrido en cia durante el desarrolismo franquista es
otros ámbitos de nuestro entorno, ha sido el tema del capítulo de Àlex Gutiérrez. El
relegado a los márgenes. Sin embargo, su- autor realiza, en primer lugar, un necesa-
braya que nos encontramos ante unos lu- rio balance de la aparición del fenómeno
gares privilegiados para el estudio de la del cineclubismo en la ciudad entre finales
sociabilidad o del consumo cultural. Uría de los 50 y mediados los setenta, que dio

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 125-128 127


Lecturas

lugar a la aparición de nuevos espacios y o el impacto de los sucesos revolucionarios.


dinámicas de sociabilidad. Entre estos, los Cierra el volumen el estudio de Enrique
universitarios, ya fueran vinculados a las Bengoechea sobre la Escuela Hogar de la
facultades, el SEU, los colegios mayores u Sección Femenina en El Aaiún. Una insti-
otras entidades, fueron los más numerosos. tución que durante la década de los sesenta
Apunta que, aunque integrados en el apa- acogió niñas, mayoritariamente saharauis,
rato del régimen, pudieron servir para di- en régimen de internado. De acuerdo con
fundir mensajes políticos y culturales con- el discurso imperial que recurría a la pro-
trarios a la Dictadura. vincialización para justificar la incorpora-
En el último bloque dedicado a mujeres ción del Sahara a la comunidad nacional, la
y socialización política, Ángela Cenarro Escuela llevó a cabo un proyecto de «his-
analiza la construcción de la identidad de panización», en el que la enseñanza se im-
las jóvenes de la Sección Femenina de Fa- partía principalmente en castellano y con
lange entre 1937 y 1947. Una cuestión que los referentes propios de la metrópoli; pero
apenas ha captado la atención de los inves- que también dejaba espacio a las clases en
tigadores, a pesar de la importancia que las árabe y sobre religión islámica. La Sección
propias dirigentes falangistas otorgaron Femenina participó en este proceso de
a las niñas y jóvenes como el futuro de la «mestizaje», en el que elementos propios
organización. Cenarro pone el acento en la de la población local, como la jaima, la in-
concepción de una idea de feminidad basa- dumentaria o el baile, se reducían a un ti-
da en la diferencia, y subraya que la separa- pismo regional. Asimismo, los intentos de
ción radical por sexos les permitía disponer las falangistas por implantar su modelo de
de un espacio de poder propio, aunque no feminidad chocaron con la idiosincrasia de
autónomo, respecto a sus camaradas mas- la sociedad saharaui, que, entre otras par-
culinos. Ambos compartían los valores y ticularidades, no se ajustaba a un modo de
doctrinas de un proyecto claramente an- vida urbano y sedentario.
tifeminista, pero que propició contradic- En suma, nos encontramos ante un libro
ciones entre el discurso y la práctica de las de interés, que nos ofrece una mirada po-
militantes. liédrica sobre el problema de la identidad y
El capítulo de Joël Delhom parte de un de la experiencia de los sujetos históricos,
inventario de más de ciento treinta memo- sin perder por ello la coherencia de su con-
rias de militantes anarquistas y anarcosin- junto. Una parte importante de estos traba-
dicalistas, publicadas e inéditas, entre las jos parten de la cultura política en la que se
que solo ha encontrado seis escritas por integran dichos sujetos como marco de so-
mujeres. La escasa alfabetización femenina cialización y sociabilidad, siendo la liberta-
y su menor afiliación, así como unas con- ria y la falangista las que han merecido una
diciones de vida más difíciles, podrían ex- mayor atención por parte de los autores.
plicar que dejaran escasa constancia de sus Cumple así con su propósito de presentar
vivencias. Son mujeres muy jóvenes, con un una mirada renovada en el análisis de las
corto recorrido vital, pero que dan testimo- identidades nacionales, políticas, de clase
nio de cómo construyen su identidad liber- o de género, que invita a la reflexión sobre
taria, y de cómo influyeron en ella la fami- uno de los retos que se le plantean hoy a la
lia, la percepción de las injusticias sociales historia social y cultural.

128 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 125-128


Lo nacional y lo internacional: De la
mano en la definición de la relación
entre género y comunismo*
Irene Abad Buil
Doctora en Historia por la Universidad de Zaragoza

La historiografía de género ha ido pa-


sando por varias fases: de la invisibilidad
absoluta al reconocimiento de que las mu-
jeres también podían convertirse en objeto
de estudio histórico, surgiendo un modelo
historiográfico definido como Historia de
las Mujeres. Aparecieron monográficos y
biografías que nos presentaban un nuevo
sujeto histórico, el cual generaba nuevos
interrogantes sobre las relaciones socia-
les, políticas, económicas y culturales en el
marco histórico. Y de estas relaciones na-
ció un nuevo replanteamiento de la histo-
riografía, el de la Historia de Género, que
trazaba dicho factor como un referente de
análisis sobre la convivencia entre hombres
y mujeres a lo largo del tiempo. Hemos lle-
gado al siglo XXI y ya no es posible escribir
historias que no incluyan referencias en fe-
menino. Resulta imparable el interés histo-
riográfico por cubrir los muchos huecos que
todavía quedan por investigar, analizar y
ser motor de arranque en cuanto a la gene-
ración de nuevos conocimientos. Y este es
uno de los papeles que cumple el libro aquí contribución la de esta obra que no queda
reseñado, Queridas camaradas, Historias reducida a lo anteriormente citado, va más
iberoamericanas de mujeres comunistas. Una allá. Las circunstancias políticas mundiales
desde la Revolución rusa de 1917 hasta el
fin de los Estados comunistas hacían emer-
* Es reseña de Mercedes Yusta y Adriana Valobra (eds.),
«Queridas camaradas». Historias iberoamericanas de muje- ger un escenario político caracterizado por
res comunistas, Buenos Aires, Miño y Dávila, 2007. la presencia del comunismo, que no queda-

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 129-132 129


Lecturas

ría al margen del interés historiográfico. La que, aunque aportaran luz al mencionado
apertura de archivos soviéticos, en particu- tema, se alzaban como aportaciones aisla-
lar el archivo de la Comintern, proporcionó, das en el vasto campo de la historiografía.
como dicen las editoras en la introducción Para un avance en la reflexión, se necesita-
a este estudio colectivo, «una garantía de ba pasar de lo individual a lo colectivo, y no
cientificidad» a estos nuevos estudios. Sin sólo en cuanto a la gestión de los conteni-
embargo, todavía quedan campos sin ex- dos, sino también como hito de superación
plorar y es ahí donde se dibuja el objetivo de la «soledad del historiador». Reconoci-
del libro coordinado por Valobra y Yusta: das las dos carencias anteriormente men-
desarrollar el estudio del comunismo en el cionadas, surgía un requerimiento más:
ámbito iberoamericano y conocer la activi- introducir diversas realidades comunistas
dad política femenina comunista. Dos ob- y, a partir de sus particulares idiosincrasias,
jetivos que se funden para dar respuesta al comprobar cuáles eran puntos de conexión,
que se sustenta como subtítulo de la obra: si los hubiera, con el objetivo de construir
las historias iberoamericanas de mujeres una narrativa común a las distintas expe-
comunistas. A partir de una perspectiva riencias resaltando los puntos coinciden-
local (las diversas historias iberoamerica- tes o coyunturales entre todos ellos. Unos
nas) se construye una historia global de las puntos comunes que atraviesan lo local, es
mujeres que militaron en diversas asocia- decir, las particularidades de proyección co-
ciones comunistas circunscritas al ámbito munista en los distintos ámbitos políticos,
iberoamericano. las historias femeninas (individuales y co-
Resulta innovador para la historiografía lectivas) construidas en cada una de las co-
el planteamiento de una «maduración co- munidades estudiadas. Estas coincidencias
lectiva», el análisis coral de una problemá- podrían englobarse en dos afirmaciones
tica captada desde distintos ángulos, con la concretas. La primera de ellas, que los par-
finalidad de que la reflexión conjunta con- tidos comunistas contaron con gran peso
duzca a conclusiones enriquecedoras y a la simbólico, ideológico y cultural, al margen
localización de elementos comunes. Esta de su relevancia electoral. La segunda, que
necesidad de reflexión conjunta surgió en el participación de la mujer en el entramado
Primer Coloquio Género y Trayectorias An- comunista de cada comunidad venía de-
tifascistas, donde diferentes autoras conflu- terminada por el contexto que la enmarcó.
yeron en la intersección entre dos caminos Confluyendo ambos aspectos, como si de
poco transitados: el desarrollo del comu- una construcción silogística se tratara, en la
nismo en el ámbito iberoamericano y la ac- idea de que el comunismo abrió las puertas
tividad política femenina comunista. Hasta de la politización femenina.
la fecha habían sido publicadas numerosas Son muchas las grandes aportaciones
biografías centradas en lo que algunos au- que se hacen en los distintos capítulos,
tores han denominado «el sujeto femenino pero hay algo que me ha llamado tremen-
comunista», o monográficos sobre la movi- damente la atención, y es que las distintas
lización política de la mujer comunista en especificidades plantean «trayectorias co-
determinados momentos históricos y cir- lectivas» femeninas hasta la fecha no anali-
cunscritas a espacios concretos, o artículos zadas e inmersas en otra trayectoria colec-
y contribuciones históricas a agrupaciones tiva mundial, enlazando con una dinámica
que servían para dar cobertura política y transnacional (internacionalista) que fue
proyección a las mujeres. Contribuciones capaz de vincular a la mujer con plantea-

130 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 129-132


Lo nacional y lo internacional: De la mano en la definición de la relación... Irene Abad Buil

mientos pacifistas y feministas. Este im- tercio del siglo XX. Entrando en contraste
pulso internacional actuó como «empujón» con la capacidad de movilización mostrada
fundamental para iniciativas nacionales. La por las mujeres católicas, muy presentes en
cobertura internacional consolidó iniciati- el espacio público a partir de los años vein-
vas nacionales y, como podemos apreciar te, o por otro tipo de organizaciones que
a lo largo del libro, las estrategias transna- movilizaban a mujeres de las clases medias
cionales de creación de grandes organiza- y populares, como las republicanas laicas
ciones de masas fueron determinantes para o las primeras organizaciones feministas.
la capacidad organizativa de las mujeres en Para que esto cambiase confluyeron dos as-
el seno del PC y en las organizaciones fe- pectos significativos, uno a nivel interno, el
meninas ligadas al mismo. Unas estrategias advenimiento de un régimen democrático
transnacionales que quedaban atravesadas (la II República) y otro a nivel externo, el
por el maternalismo como motor de arran- amplio movimiento antifascista que «signi-
que de la presencia pública de la mujer, re- ficó para las mujeres comunistas un ines-
cordando aún en la lucha política una re- perado impulso organizativo».
producción de papeles «tradicionales». De Y ahondamos en este ejemplo español
hecho, los distintos casos planteados en el como modelo repetido en otras circunstan-
libro nos ofrecen también una perspectiva cias paralelas que se dieron en la Argentina
comparativa de cómo se produjeron los pro- estudiada por Valobra, el Brasil analizado
cesos de politización de la mujer. Procesos por Pereira de Melo y Rodrígues, el Para-
que encuentran su conexión en esas men- guay por Soler o el caso costarricense plan-
cionadas «estrategias transnacionales» y su teado por Rodríguez Sáenz. En todos ellos,
especificidad en las características políticas se aprecia una clara confluencia de niveles
particulares de cada país. Por ejemplo: en (interno y externo), aunque algunos de ellos
el caso español destaca la primera aproxi- como el dedicado a México (por Oikión So-
mación femenina a formaciones sindicales lano), a Guatemala (por Cofiño Kepfer) o a
y políticas de izquierdas a partir de los años Cuba (por Chase) decantan mayores esfuer-
70 del siglo XIX, momento en que la llegada zos analíticos en la dimensión interna del
a la península de representantes de la Pri- país para comprender el binomio leit motiv
mera Internacional impulsó la formación de la obra: mujeres-comunismo, dentro del
de las primeras organizaciones socialistas y cual existe una constante preocupación:
anarquistas. Época en la que también apa- ¿cómo se encaja en el mismo el feminismo?
recen los primeros sindicatos femeninos y Y allí aparecen interesantes aportaciones
formaciones que, como expone Yusta, po- como las planteadas desde el caso urugua-
drían considerarse protofeministas, como yo (De Giorgi) o el peruano (Balbuena).
la Sociedad Autónoma de Mujeres o la Esta magnífica obra coral no solo nos
Agrupación Femenina Socialista de Madrid. ofrece una nueva visión sobre la partici-
El artículo de Mercedes Yusta se ocupa de pación política de la mujer en un contexto
la especificidad de este proceso de politiza- concreto, el comunista, sino que también
ción y movilización de la mujer en torno al evidencia las numerosas luchas o reivindi-
comunismo, afirmando que las dificultades caciones que definieron dicha participación
para constituir un Secretariado Femenino y que se vieron influenciadas no solamen-
del PCE se hicieron eco de la escasa tra- te por el «techo androcéntrico» con el que
dición de movilización femenina en la iz- chocaron dentro de los propios partidos
quierda obrera española durante el primer comunistas sino también por la perspecti-

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 129-132 131


Lecturas

va internacionalista y global adosada a la den el presente volumen.


figura femenina: feminismo, antifascismo Una reseña sobre una obra tan completa
y pacifismo. Encontrando entre todas es- como la editada por Yusta y Valobra exige
tas conceptualizaciones un hilo conductor horas y horas de reflexión que requerirían,
imprescindible que ya plantea Francista de al mismo tiempo, de una gran cantidad de
Haan en su artículo inicial: la sororidad, la páginas que pudieran plasmar las conclu-
solidaridad entre mujeres, los intentos por siones, pero concluiré haciendo alusión a
ayudarse entre ellas (independientemen- dos aspectos que me han llamado la aten-
te del sector social al que pertenecieran) y ción de una manera particular. Uno de ellos,
por salir adelante. Y si el libro lo empezá- desde la perspectiva de la contribución his-
bamos con un análisis de América Latina toriográfica, es que esta obra desempolva
que aglutinaba la dimensión nacional, la los nombres de muchas mujeres que habían
continental y la glotal y que anunciaba la quedado hipotecados por los estudios pre-
resolución de determinados huecos histo- viamente requeridos de las instituciones
riográficos, lo acabábamos con una com- que albergaron la participación política
pilación de reflexiones hechas por McGee femenina (FDIM, Mujeres contra la Guerra
Deutsch que nos llevan a otras cuestiones, y el Fascismo, la Unión Femenina Demo-
que nos conducen a la invitación de seguir crática o, entre otras, la Alianza Femeni-
generando nuevos contenidos sobre una na Guatemalteca o la Unión Femenina de
temática sobre la que todavía queda mucho Uruguay). Y el segundo de ellos alude a un
por investigar y escribir: desde la represión aspecto de carácter metodológico a la hora
y sus efectos en las comunistas hasta las de abordar su lectura, puesto que esta pue-
influencias maternalistas, pasando por la de realizarse en dos niveles: uno de ellos,
militancia antifascista, las relaciones con global, que traza la evolución histórica de
el feminismo, las conexiones transnaciona- la relación internacional entre dos concep-
les o las reacciones de los varones hacia sus tos de necesario análisis pendiente: género
camaradas de sexo femenino. Temas todos y comunismo. Y una lectura particular que,
ellos que, al margen de seguir suscitando sin necesidad de ser lineal, nos ofrece in-
interrogantes, han sido analizados en cada formación específica de las distintas áreas
una de las particularidades que compren- territoriales estudiadas.

132 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 129-132


Crónicas Obreras de Ramiro Reig,
de Pere J. Beneyto (ed.)*
Alberto Gómez Roda
Fundación de Estudios e Iniciativas Sociolaborales FEIS, CCOOPV

Ramiro Reig Armero (1936-2018) falle-


ció hace un año. La fundación de estudios
de CCOO de Valencia ha editado en su co-
lección Memoria Obrera una compilación
de su obra, al cuidado de Pere Beneyto. El
resultado es un libro de más de 400 pági-
nas que reúne sus artículos más relevantes
y algunos capítulos de sus libros, en el idio-
ma original en el que fueron publicados.
Se trata de una compilación de 37 escritos
que vieron la luz entre 1975 y 2018, más un
capítulo inédito de una historia del sindi-
calismo en prensa. Son textos de muy di-
versa extensión, 9 de ellos en valenciano.
El editor aporta una detallada presentación
biográfica del autor y agrupa sus escri-
tos en tres bloques: los «grandes relatos»,
«episodios de una historia admirable» y
«materiales para el debate». Cierra el libro
una completa bibliografía de todas las pu-
blicaciones firmadas por Ramiro Reig, por
orden cronológico de aparición. Fue un in- Jesuita, cura obrero, comunista, mili-
telectual prolífico: ocho libros, 38 capítulos tante de Comisiones Obreras y profesor
en obras colectivas, 18 artículos en revistas universitario, de su amplia formación hu-
académicas (en particular de historiogra- manística da cuenta su biblioteca personal,
fía, como Recerques, Afers, Historia Social o con más de seis mil monografías en varios
L’Avenç), tres libros traducidos del alemán, y idiomas, de la que hizo donación a CCOO,
62 artículos en prensa periódica. su sindicato de toda la vida. Su pasión eran
los libros y además de gran lector fue buen
escritor, ingenioso y elegante, polemis-
* Es reseña de Pere J. Beneyto (ed.), Crónicas Obreras de
ta agudo y contundente, y buen pedagogo
Ramiro Reig, Valencia, FEIS, 2018. por su admirable claridad expositiva, que

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 133-137 133


Lecturas

no excluía la densidad analítica resultan- obrero a manos de los golpistas del 36 y de


te de un fino sentido de la distinción sobre la dictadura que impusieron. La escritura
el pensamiento y las actitudes humanas. en lengua valenciana, la del pueblo llano
Aunque, al cabo de su etapa militante en el y las clases trabajadoras, responde a esa
movimiento obrero de la década de 1970, voluntad de reagregación popular conver-
acabó siendo profesor en una facultad de gente con el nuevo valencianismo político.
ciencias económicas, Ramiro Reig se incli- Como en toda su obra, Ramiro no es ajeno
naba más por la Historia y la comprensión a la dimensión cultural de la conciencia de
que por las estadísticas y la explicación. Si clase obrera que reivindica Gramsci y que
algo fue característico de su personalidad, encontramos en la renovación de la histo-
como subraya Pere Beneyto en su presen- riografía marxista que representa la obra
tación de estas Crónicas obreras, fue su vo- del británico E.P. Thompson.
cación responsable de intervenir y tomar En 1978 ve la luz una obra singular, de la
partido en la realidad social. Este sentido que Ramiro Reig es coautor con Josep Picó,
de la acción intelectual le mantuvo alejado Feixistes, rojos i capellans, reeditada hace
tanto del academicismo competitivo como pocos años por la Universitat de València.
de la vana erudición. Intervino y fue repe- Con carácter de ensayo testimonial, en un
tidas veces llamado a hacerlo en el espacio tono no exento en ocasiones de sarcasmo
cultural valenciano, local y de país. Fuera e ironía, pero también serio y detallado en
de Valencia era conocido entre los historia- el análisis, los autores narran experiencias
dores como especialista en la variante va- vividas o conocidas en primera persona. En
lenciana del republicanismo radical, el que Crónicas obreras podemos leer el capítulo
encabezó en la ciudad del Turia el novelista «El compromís en la lluita dels cristians
Vicente Blasco Ibáñez en la primera década progressistes». Como «cura obrero proleta-
del siglo XX. rizado» en una fábrica del sector del mue-
Por su carácter de compilación, un libro ble, después del gran metal tal vez el más
tan extenso como el que reseñamos no ne- importante de la industria de Valencia y su
cesita ser leído de principio a fin, sino se- comarca en la década de 1970, Ramiro par-
gún interese un tema u otro de los que tra- ticipó en la organización de esta rama con
ta. Un recorrido por algunos de los escritos Voro Sapena, Antonio Moya, Ximo Jordán
más extensos de estas Crónicas Obreras de y Antonio Montalbán. En el I Congreso de
Ramiro Reig, por orden cronológico de su CCOO del País Valenciano, en abril de 1978,
publicación original, es una opción útil de Montalbán fue elegido secretario general.
lectura. Permite conocer su pensamiento Ramiro pasó a formar parte de su primer
sin olvidar el contexto en el que intervino secretariado como responsable de «política
cada vez. unitaria e institucional».
El prólogo al libro de Josep Picó, El movi- En el artículo «La crisi orgànica del mo-
ment obrer al País Valencià sota el franquis- vimento obrer (balanç de tres anys de le-
me (1977), lleva fecha de octubre de 1976, galitat)», publicado en el primer número
en vísperas de la jornada del 12 de noviem- de la revista Trellat (1980), hizo un análisis
bre convocada por la efímera Coordinadora de las vicisitudes de la Transición sindi-
de Organizaciones Sindicales (COS). Es un cal desde el punto de vista de quien en las
texto muy coyuntural, pero escrito en cla- CCOO valencianas había tenido a su car-
ve de reparación de la memoria mutilada y go la relación con los otros sindicatos, en
perdida por la destrucción del movimiento particular con la UGT. Lo escribió después

134 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 133-137


Crónicas Obreras de Ramiro Reig, de Pere J. Beneyto (ed.) Alberto Gómez Roda

de la firma de los Pactos de la Moncloa y en votos, a las sociedades obreras que pug-
del Acuerdo Marco Interconfederal (AMI) naban por defender el derecho de asocia-
en solitario por la UGT con la CEOE, en ción, una piedra angular del sindicalismo
un escenario muy diferente al que se vis- como también de la democracia. Durante
lumbraba tras las elecciones sindicales de el primer tercio del siglo XX, la hegemonía
1975 y las grandes movilizaciones obreras del blasquismo en la ciudad fue incontesta-
que hicieron inviable la continuidad de ble. Para combatirla se alzó una amalgama
un franquismo reformado. Este momento de fuerzas carlistas y clericales que en 1930
de inflexión excepcional en la Transición, daría lugar a la formación de la Derecha
también en lo personal, lo analiza Rami- Regional Valenciana, inspiradora y quizás
ro Reig como sindicalista desde todos los el componente más posibilista de la CEDA
puntos de vista en juego. Le importa ante en tiempos de la II República. Los franquis-
todo la relación del sindicato, entendido tas locales de 1939 señalaron al blasquismo
como institucionalización del poder de re- como uno de los demonios seculares a es-
presentación y contractual del movimiento tirpar de la sociedad valenciana.
obrero, con la clase trabajadora afectada En la década de 1960, en la búsqueda de
por una feroz crisis industrial y la escala- supuestas «anomalías» de la historia valen-
da ascendente del desempleo. Ramiro, mi- ciana que explicasen la ausencia en estas
litante también del PCE, defiende en este tierras de un nacionalismo como el de sus
artículo la firma de los Pactos de la Mon- hermanos de lengua catalana, el valencia-
cloa a los que el gobierno de la UCD había nismo político inspirado en la obra de Joan
dado portazo al optar por una reestructu- Fuster encontró en el blasquismo una de
ración salvaje, a costa de miles de puestos las causas de nuestros males. Manipulador
de trabajo, refrendada por el AMI. Lejos de y oportunista, el blasquismo habría robado
cualquier juicio sectario, explica la racio- al socialismo su electorado natural de clase
nalidad de la alternativa ugetista. Su op- trabajadora, arrastrado a las filas republica-
ción, alejada del izquierdismo radical que nas por la demagogia anticlerical. La trai-
llamaba a la huelga general y a favor de es- ción para los fusterianos sería doble, por
tabilizar la representación sindical, le valió haber despreciado Blasco Ibáñez la lengua
ataques personales que Ramiro Reig acusa popular valenciana por la castellana del Es-
en su reivindicación final del intelectual y tado. Contra estos argumentos dirigió Ra-
las «fuerzas de la cultura» en la lucha del miro Reig sus investigaciones, a partir de la
movimiento obrero. visión positiva sobre el populismo que ofre-
Después de abandonar la primera línea cían las teorías de Ernesto Laclau y Chantal
del sindicalismo, Ramiro Reig orientó su Mouffe. Crónicas Obreras de Ramiro Reig re-
vida profesional a la investigación histórica coge el capítulo «El Novecento valencià. La
y la docencia universitaria. Como historia- lluita més heroica: la vaga dels blanquers»,
dor dedicó su atención a la relación entre sobre la huelga de los curtidores entre abril
las sociedades obreras y el republicanismo y junio de 1900, del libro Obrers i ciutadans:
blasquista entre 1890 y 1911. En esas dos blasquisme i moviment obrer (1982). Se trata
décadas se pusieron a prueba las limitadas de un texto en el que Reig muestra su maes-
posibilidades de democratización del régi- tría en el oficio de historiador sobre una ex-
men de la Restauración borbónica de 1874. periencia dramática de defensa del derecho
Los blasquistas desde el diario El Pueblo y el de asociación y de la dignidad obrera.
poder municipal dieron su apoyo, devuelto Diez años después de la reconquista

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 133-137 135


Lecturas

de la libre asociación sindical en 1977, en peligro de alternativas propuestas «para no


tiempos de recuperación de la unidad de dejar, ‘mientras tanto’, un vacío tan grande
acción de CCOO con la UGT contra las po- de incertidumbres y tentativas» que apro-
líticas neoliberales de los gobiernos de Fe- veche la reacción.
lipe González, que culminó en la histórica Hoy lamentamos que el neoliberalismo
huelga general del 14 de diciembre de 1988, parezca haberse afirmado como pensa-
Ramiro Reig reivindicaba el pacto social y miento único. No sin cierto sarcasmo, en
la mediación institucional del Estado con este artículo de 1988 Ramiro Reig advertía
los sindicatos en «La crisis del Estado de que la reacción contra el reformismo so-
Bienestar», artículo publicado en 1988 en cialdemócrata se presentaba «con la gra-
Documentación Social, un texto de absoluta vedad de la necesidad teórica y el prestigio
actualidad y vigencia treinta años después. de la libertad individual», de tal modo que
En él muestra sus amplios conocimientos no fuese «extraño que personas de proba-
como científico social y su ubicación en lo da virtud, con cien años de honradez a sus
que puede entenderse como la socialdemo- espaldas», se hubiesen rendido al cambio
cracia clásica, en las antípodas de «terceras de paradigma. Un cambio así va más allá
vías» socialistas que en España representa- de optar por una teoría económica u otra,
ron precozmente las políticas de Solchaga significa que «se parte de determinados
y Boyer. Los títulos de los sucesivos aparta- supuestos y que estos se identifican con
dos del artículo son reveladores de un estilo los márgenes de maniobra de la realidad».
valiente, ágil y directo en primera persona: Y lo alarmante era que, al permitir que el
lo que pensábamos entonces, lo que ocu- utilitarismo moral contaminase las críticas
rrió después, lo que pensamos ahora, lo que al Estado de Bienestar, más o menos razo-
cabe esperar. Reig advierte en este artículo nables desde el punto de vista del análisis
sobre la fácil manipulación desde la dere- económico, se hundiesen sus fundamentos
cha a la que están expuestas teorías como últimos, «que no es ayudar al necesitado
la de «la sociedad del ocio y del reparto del sino corregir las desigualdades y establecer
trabajo, que propugna Gorz», que puede un sistema general de redistribución de ri-
convertirse «en coartada para la flexibili- queza». Así en la posmodernidad se llega al
dad laboral aplicada a los grupos sociales abandono de los relatos emancipadores por
más indefensos». Rechaza también la idea haberse alcanzado al «exacto conocimiento
del «salario ciudadano (...) que estamos de los límites y el contenido privado de la
viendo utilizada para sustituir el seguro de felicidad», en particular, comenta Reig con
desempleo por precarias ayudas asistencia- ironía, para «quienes tienen la fortuna de
les». También desconfía de la expansión de que sus límites sean amplios y conforta-
la acción comunicativa que propone Haber- bles». Para los que no disfrutan de ese re-
mas, porque si bien es «el camino de arti- fugio en la vida acomodada se pregunta si
culación de una nueva izquierda», abre una solo les queda la protesta sin futuro.
brecha de ambigüedad «al suprimir, por ex- Para Ramiro Reig, «la capacidad com-
ceso de racionalidad teórica o de ligereza bativa de la izquierda real o social debería
práctica, la mediación estatal». Ramiro re- orientarse hacia la formulación de un pacto
cuerda que «el concepto de sociedad civil es social con contenidos reformistas, para lo
hoy uno de los preferidos de la derecha en cual es imprescindible una mediación ins-
su campaña contra el estatismo agobiante titucional«. El «pacto social» que reivindica
de la sociedad de bienestar». Muestra así el es palabra «ante la que nuestros gobernan-

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Crónicas Obreras de Ramiro Reig, de Pere J. Beneyto (ed.) Alberto Gómez Roda

tes y empresarios se inclinan reverencial y, una explicación mesurada, compleja y di-


permítaseme decirlo, hipócritamente», nos námica del cambio que conduce a la for-
dice, porque «no desean de ninguna manera mación de Comisiones Obreras, así como
un pacto social» y así han hecho inservible de los límites del compromiso militante. En
la concertación social hasta llegar a la si- otros artículos muestra su admiración y re-
tuación del 14-D de 1988. Para recuperarla conocimiento al liderazgo personal y valía
hace falta descreer de los dogmas neolibe- humana de tantas y tantos sindicalistas.
rales, como también se necesita estrategia Hasta aquí una muestra significativa de
política, según «sea posible con el PSOE o la compilación de escritos reunidos en las
requiera la formación de un bloque polí- Crónicas obreras de Ramiro Reig. Hemos
tico y social a su izquierda». Reig plantea querido subrayar la coherencia y actuali-
aquí, con plena vigencia y como en toda su dad de sus investigaciones y de su pensa-
obra, una reivindicación del sindicalismo, y miento. En Ramiro Reig pervivió, como
concluye: «Tan modesta conclusión irrita- fundamento moral de compromiso con la
rá a los lectores izquierdas de este artículo, justicia, el sentimiento de asombro y ver-
si los tuviere, pero es coherente con lo ex- güenza del adolescente de colegio de pago
puesto [...] sobre las aportaciones del Esta- al descubrir la miseria de los barrios mar-
do social y la catástrofe que supone para los ginales de la posguerra. Ese sentimiento
más débiles e indefensos su demolición» responsable se unió a una inteligencia so-
(pp. 410-417) bresaliente para escribir una obra diversa,
Las Crónicas Obreras de Ramiro Reig amplia y coherente que este libro tiene el
reúnen también sus investigaciones sobre mérito de recopilar, reuniendo tanto sus ar-
la formación de la clase trabajadora y del tículos y capítulos más densos y analíticos
sindicalismo en baluartes históricos del como otros breves de opinión y ensayo. No
movimiento obrero valenciano como Alcoy abunda la literatura de orientación sindica-
y Sagunto. Su aproximación a las actitu- lista, estamos seguros de que esta publica-
des de los trabajadores valencianos bajo el ción será bienvenida entre los seguidores
franquismo en «Estratègies de supervivèn- de Ramiro Reig y otros nuevos lectores que
cia i estratègies de millora» (1995) ofrece se sumarán.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 133-137 137


La frontera salvaje. Un frente sombrío
del combate contra Franco, de Fernando
Hernández Sánchez*
Julián Vadillo Muñoz
Universidad Carlos III de Madrid (UC3M)

Desentrañar la historia del franquismo y


todas las aristas que contiene no es tarea
fácil, pero al mismo tiempo es imprescin-
dible. Es uno de los ejes fundamentales
para que esos lugares comunes y la forma
de despachar con desdén nuestro pasado
traumático queden arrinconados poco a
poco. Pero para poder conseguir tal obje-
tivo es necesario que los trabajos serios y
sólidos del periodo crezcan, algo en lo que
afortunadamente estamos en camino. No
solo por los historiadores consagrados sino
por la nueva hornada de historiadores que
están abordando el franquismo con la se-
riedad que requiere el proceso y la profe-
sionalidad que nos tiene que caracterizar,
unida al pensamiento crítico que nos haga
quitarnos el yugo de esa comparación que
durante décadas se impuso de comparar la
experiencia democrática republicana con la
dictadura franquista.
Uno de los historiadores que está reali-
zando con nota ese camino es el profesor
Fernando Hernández Sánchez que en la ac-
tualidad es uno de los mejores conocedo- ciones de Fernando a desenredar lo que los
res de la historia del comunismo en España apologetas del franquismo establecieron o
tanto en el periodo de guerra como en los lo que otros historiadores o militantes pa-
largos años de la dictadura. Las contribu- saron de puntillas, se convierte en la actua-
lidad en parada obligatoria para todo aquel
Es reseña de Fernando Hernández Sánchez, La frontera
salvaje. Un frente sombrío del combate contra Franco, Bar- que investigue no solo el franquismo sino
celona, Pasado & Presente, 2018. el movimiento obrero en general.

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La frontera salvaje. Un frente sombrío del combate contra Franco... Julián Vadillo Muñoz

Siguiendo la línea de sus trabajos ante- mano, que la pasividad y contemporización


riores como Guerra o revolución. El Parti- de las fuerzas aliadas solo sirvió para afian-
do Comunista de España en la Guerra Civil zar a Franco que pasó de ser un enemigo a
(Crítica, 2010) o Los años de plomo. La re- un aliado estratégico.
construcción del PCE durante el primer fran- Una segunda parte que aporta cuestio-
quismo (Crítica, 2015), en esta ocasión la nes desconocidas son las actividades que la
investigación la traslada a la frontera pire- policía y agentes del franquismo realizaban
naica y a los centros de influencia del PCE en el sur de Francia, realizando una retros-
en el sur francés, en escenarios de combate pectiva a la propia formación de una serie
entre los exiliados españoles, entre exilia- de policías que desde la década de 1920 se
dos y agentes del franquismo y entre exi- estaba especializando en combatir por cual-
liados y la actitud del gobierno de Francia quier medio al movimiento obrero. En un
que empezó a ver como enemigos a aque- principio de forma abierta contra el anar-
llos que habían sido sus aliados durante la quismo, pero luego extensivo a todas las
Segunda Guerra Mundial. tendencias del obrerismo. Personajes como
Pudiera parecer baladí o cuestiones que Manuel Bravo Montero, hijo de Manuel Bra-
ya se han trabajado, pero Hernández Sán- vo Portillo, célebre en los años del pistole-
chez da un salto de calidad y aporta mu- rismo barcelonés, o Pedro Polo Borreguero,
chas cuestiones con fuentes prácticamente nos indican las actividades de algunos de
inéditas para otros historiadores. Dividido estos policías, que desarrollaron su activi-
en quince capítulos con distintos epígrafes dad entre sus atribuciones de la dictadura y
en cada uno de ellos, se realiza un recorrido la delincuencia. Sus contactos con la extre-
desde los momentos finales de la Segunda ma derecha francesa, colaboracionista de
Guerra Mundial hasta las consecuencias de los nazis, y numerosas vicisitudes, hacen de
la operación Bolero-Paprika que desarticu- esta parte una aportación inédita que aun
la las estructuras de los comunistas espa- está por desarrollar mucho más.
ñoles en territorio francés por iniciativa del Por último, y enganchando con la línea
gobierno de Charles De Gaulle. de investigación más desarrollada de Her-
A nivel interno podemos distinguir tres nández Sánchez, se adentra en los proce-
partes muy bien diferenciadas del libro. En sos internos del comunismo español en la
un primer lugar, los últimos momentos de zona fronteriza, sus debates, sus disputas
la lucha contra los nazis y la participación con el gobierno francés, con las otras fuer-
de los republicanos españoles exiliados, con zas del antifranquismo español, etc. Todo
la esperanza de que las potencias aliadas se lo que pusieron de su parte los comunistas,
pongan de parte del antifascismo español su decepción ante los problemas interna-
para derrocar la dictadura de Franco y resti- cionales, la continuación de las disputas
tuya las libertades democráticas republica- fratricidas con el resto de organismos exi-
nas violentadas el 18 de julio de 1936. Una liados, etc. Incluso la creación de empresas
visión esperanzada de los exiliados que que servían para subvencionar las propias
chocaban con los deseos reales de las fuer- estructuras del exilio. Piezas que siguen
zas aliadas que estaban lejos de aliarse para formando parte del puzzle que significó el
derrocar a Franco. Y aunque hubo momen- exilio comunista y que sería necesario ha-
tos en los que la caída de Franco pudiese cer extensivo al resto de organismos. Final-
parecer factible, lo cierto es que Hernández mente la puntilla a esas estructuras exilia-
Sánchez nos dice, con documentos en la das no se la dio ni las disputas internas, ni

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 138-140 139


Lecturas

las disputas entre organizaciones o la re- rias de los archivos departamentales fran-
presión del franquismo, sino las operacio- ceses, hasta ahora apenas conocidas por los
nes realizadas por el propio Estado francés, historiadores españoles. En ello el autor ha
como fue la operación Bolero-Paprika. Cu- marcado un camino de investigación y de
riosamente, el apoyo que recibió esa opera- trabajo de campo para el resto de los histo-
ción por otros sectores exiliados del anti- riadores e investigadores. De la misma, los
franquismo se volvió contra ellos mismos, archivos policiales y de defensa españoles
en una muestra más de la escasa capacidad también nos desgranan gran parte de estas
de análisis que tuvo una parte del exilio es- cuestiones y este libro nos vuelve a mos-
pañol en Francia. trar que no se han utilizado con frecuencia
El libro La frontera salvaje. Un frente som- y destino que se requiere.
brío del combate contra Franco es novedoso Un libro recomendable que marca el ca-
por muchas cuestiones, como ya se ha indi- mino de esta nueva escuela de investiga-
cado, pero cabe destacar que gran parte del ción del franquismo, donde Fernando Her-
trabajo se fundamenta en fuentes prima- nández Sánchez está cumpliendo con nota.

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Melancolía de izquierda,
de Enzo Traverso*
Fernando Mendiola
Universidad Pública de Navarra/ Nafarroako Unibertsitate Publikoa

Un recorrido melancólico. Un recorrido


personal y riguroso al mismo tiempo. Un
recorrido que desde un repaso selectivo
por algunas de las grandes aportaciones y
debates que han atravesado la historia del
marxismo en el siglo XX se asoma al siglo
XXI desde una postura crítica y esperan-
zadora. Melancolía de izquierda, el último
libro de Traverso ahora traducido al caste-
llano, es un libro peculiar, un libro en el que
una vez más el historiador italiano traspasa
con maestría los límites entre la historia,
como disciplina científica, y la memoria
colectiva respetando las peculiaridades de
ambas, para hacer una reflexiva defensa de
la necesidad de la utopía y la transforma-
ción social.
Lo hace, además, ubicando histórica-
mente en el tercer capítulo de manera bri-
llante la eclosión de estudios e iniciativas
memorialistas en la década de los noventa,
en un momento en el que la mirada hacia el
pasado, sobre las víctimas de las guerras y
las dictaduras del siglo XX, parece sustituir memoria del antifascismo ha sido sustitui-
la esperanza de un futuro mejor en el hori- da por la memoria del Holocausto, da pie a
zonte colectivo. En este capítulo Traverso Traverso a plantear los riesgos de equipa-
plantea la paradoja de que en esa década rar a los protagonistas del pasado en fun-
parecemos asistir a un simultáneo éxito de ción del sufrimiento que han soportado, de
la memoria y crisis del marxismo. En este modo que parece como si la memoria de las
sentido, la realidad de Alemania, donde la víctimas, ya sea del estalinismo, del Holo-
causto o del colonialismo, fuera incompa-
Es reseña de Enzo Traverso, Melancolia de la izquierda: Des- tible con el conocimiento público de sus
pués de las utopias, Galaxia Gutemberg, 2019 , 416 pp. luchas, anhelos y esperanzas.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 141-143 141


Lecturas

Precisamente de la necesidad de hacer cuenta. Esa incapacidad para valorar estas


visible la agencia de las y los derrotados movilizaciones populares como motores de
del pasado nace la reivindicación de la me- progreso está relacionada con la propia lec-
lancolía, el eje principal de este libro. Una tura marxista del colonialismo, de manera
melancolía que mira hacia el pasado con que la fractura entre buena parte de la tra-
una cierta añoranza de esa cultura política dición marxista y la anticolonial, personi-
que, en los inicios del siglo XX, afrontaba ficada en los desencuentros entre Theodor
el nuevo siglo con optimismo, como un ca- Adorno y C.L.R. James, autor de Los jacobi-
mino abierto hacia la revolución, hacia una nos negros, ha atravesado el siglo XX.
sociedad más libre y justa. Un siglo después, Como ya hemos señalado, en ese reco-
en un ambiente social y político sumido en rrido por las reflexiones y las experiencias
la preocupación por los efectos del triun- de la izquierda en el siglo XX la figura de
fo del capitalismo a escala global, Traver- Walter Benjamin ocupa un papel central
so nos ofrece un recorrido melancólico que en relación no solo con el ya menciona-
bebe directamente, y así lo plantea el autor, do concepto de melancolía, sino con otros
de los planteamientos de Walter Benjamin, aspectos como la cultura popular contem-
quien criticó la melancolía de la Nueva Ob- poránea, el sentido de la historia o la ne-
jetividad de entreguerras, para oponer a ella cesidad de la utopía, para lo cual Traverso
una melancolía politizada, llena de poten- nos presenta las aportaciones del filósofo
cial transformador a partir del rescate de alemán contrastadas con las de otros dos
las iniciativas revolucionarias del pasado. pensadores que han mantenido un diálogo
De hecho, este recorrido melancólico por el con sus ideas.
marxismo del siglo XX está protagonizado, El primero de ellos es el también filósofo
en gran medida, por el propio pensamiento alemán Theodor Adorno, y a la relación en-
del pensador alemán, como subrayaremos tre ellos dedica Traverso el sexto capítulo,
más adelante. subrayando el papel de prepotencia jerár-
Entre los diferentes capítulos, en los que quica que Adorno fue tomando respecto al
se hace un repaso selectivo por algunas de pensamiento de Benjamin. En este capítulo
las expresiones culturales, artísticas y polí- Traverso nos presenta a un Benjamin que es
ticas de la izquierda del siglo XX, y a veces capaz de captar el potencial revolucionario
también del XIX, creo que merece la pena de algunas de las expresiones rupturistas
destacar la importancia del quinto capítulo, y malditas de la cultura contemporánea,
en el que se analiza el carácter eurocéntrico como la poesía de Baudelaire en la Francia
de buena parte de la tradición marxista. De del II Imperio o el posterior surrealismo,
nuevo demostrando su capacidad de hilar frente a un Adorno que rechazaría ambas,
fino, y sabiendo situar a Marx en el hori- al igual que el jazz. Según Traverso, si bien
zonte intelectual orientalista de su época, ambas reflexiones sobre la cultura contem-
según la expresión de Edward Said, Traver- poránea nacen de un tronco común, con-
so analiza la lectura que Marx, y lo que es tienen propuestas políticas divergentes: la
más grave y significativo, otros intelectua- de Adorno elitista, resignada y pasiva, y la
les marxistas, hicieron de buena parte de la de Benjamin, con una defensa radical de la
resistencia anticolonial del siglo XIX, desde agencia transformadora, también desde la
la revolución antiesclavista de Haití, coetá- cultura.
nea a la revolución francesa, a las revueltas Es precisamente esa defensa de la agen-
de la India o China en la década de los cin- cia la que hace necesaria la acción revo-

142 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 141-143


Melancolía de la izquierda, de Enzo Traverso Fernando Mendiola

lucionaria según Benjamin, no como una cular avance nazi por todo el continente,
engranaje mecánico de la locomotora de y ahora con el avance de la globalización
la historia, como se podría derivar de una capitalista. Ambos, también, momentos en
lectura mecanicista del marxismo, sino los que el modelo soviético no se presen-
como una fuerza que sea capaz de frenar taba ya como esperanza, entonces con la
una historia que, entre la primera y la se- pasividad de la URSS ante el expansionis-
gunda guerra mundial, estaba conduciendo mo de Hitler, hoy en día con la constata-
a la humanidad al precipicio. Tal y como ción de que el modelo soviético no ofrece
subraya Traverso, la acción revolucionaria, ninguna vía esperanzadora. Así pues, el
la lucha de clases, no actuarían como loco- planteamiento de Benjamin proporciona a
motoras de la historia, según la expresión la izquierda actual una vuelta a sus tradi-
de Marx, sino como frenos de emergencia ciones más voluntaristas, más liberadoras y
de un tren que conduce a la catástrofe. Y confiadas en la acción transformadora, que
es de nuevo en esta agencia transformado- pueden, también hoy en día, frenar el rum-
ra donde Benjamin subraya la importancia bo de la historia, al igual que los revolucio-
de la memoria, la necesidad de rescatar del narios franceses de 1830 que disparaban a
pasado la memoria de las revoluciones fra- los relojes de las torres de París.
casadas, de las víctimas de las injusticias No es casual que el libro no tenga un
pasadas. De nuevo a través de Benjamin, capítulo de conclusiones. De hecho, en mi
vemos a Traverso haciendo una defensa de opinión es este último capítulo en el que
esa memoria crítica que hace también ne- Traverso sigue analizando el concepto de
cesaria la historia como disciplina cientí- historia de Benjamin, dialogando al mis-
fica, una mirada hacia el pasado que sepa mo tiempo con la lectura que de él hace
criticar, y que sirva para detener, la marcha Bensaïd, el que opera como conclusión. Es
triunfante de la historia. también este capítulo, esta concepción de
El segundo pensador en el que se detiene la historia que bebe directamente de las te-
Traverso, también para rescatar los plan- sis de Benjamin, el que explica el sentido
teamientos de Benjamin, es el francés Da- del libro.
niel Bensaïd, activista en el mayo de 1968, Un libro de historia riguroso y bien do-
y autor de un ensayo sobre el filósofo judío- cumentado. Un recorrido crítico por la his-
germano. Traverso termina su libro con un toria política y cultural del marxismo del
capítulo en el que establece un cierto para- siglo XX que quiere servir también para
lelismo entre el momento en que Benjamin alimentar nuevas memorias transformado-
escribe sus «Tesis sobre la filosofía de la ras y liberadoras. Un ejercicio práctico en el
historia», en 1940, y el momento en el que que Traverso recoge el legado de Benjamin,
Bensaïd, y el propio Traverso, publican sus tomando el trabajo de historiador como
reflexiones. Ambos momentos de derrota una herramienta para la transformación
de la izquierda, entonces tras el especta- política del presente.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 141-143 143


ENCUENTROS

100 años del asesinato de


Rosa Luxemburgo*
Virginia Gutiérrez Barbarusa
Universidad Pablo de Olavide

En enero de este año 2019 se han cumpli-


do 100 años de su asesinato. Con este mo-
tivo, los días 11 y 12 de abril celebramos en
la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
(UPO) el «I Congreso Internacional sobre el
pensamiento y la praxis de Rosa Luxembur-
go. significación y actualidad de su legado
político y económico». El evento organiza-
do por el Laboratorio de Ideas Políticas de
la Universidad Pablo de Olavide (LIPPO) ha
contado con la participación y colaboración
de la editorial Atrapasueños y la Fundación
de Investigaciones Marxistas (FIM).
Estamos conmemorando una figura his-
tórica, controvertida y central, por su contri-
bución al debate y al pensamiento marxista
y su activismo militante en una época sacu-
dida por las revoluciones y movilizaciones
políticas y sociales que estaban teniendo
lugar en Europa. El ascenso institucional de
la socialdemocracia alemana, el desarrollo
de los acontecimientos revolucionarios en
Rusia… promovieron una serie de debates Su contribución crítica al análisis mar-
en los que Rosa Luxemburgo participaría xista sobre los aspectos económicos del
activamente a lo largo de su vida. desarrollo capitalista, a través de su obra
fundamental «La acumulación de capital»
(1913), la controversia con Bernstein y Sch-
* «I Congreso Internacional sobre el pensamiento y la pra-
midt respecto al papel de la socialdemo-
xis de Rosa Luxemburgo. Significación y actualidad de su
legado político y económico», Sevilla, 11 y 12 de abril de cracia en «Reforma o Revolución» (1899), o
2019. su posición respecto a los acontecimientos

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100 años del asesinato de Rosa Luxemburgo Virginia Gutiérrez Barbarusa

revolucionarios de 1917 y la crítica al papel sadora polaca procedentes de colecciones


que Lenin y Trotsky estaban desempeñan- privadas, que constituyen, en palabras de
do en los mismos, en la Revolución Rusa los organizadores, la exposición más im-
(1918), llevarían a Luxemburgo a posicio- portante a nivel europeo que se tiene pre-
narse sobre cuestiones políticas fundamen- visto celebrar este año.
tales, como el desarrollo de la democracia Entre los materiales expuestos destacan
en el proceso histórico, el papel de las or- algunas de las primeras ediciones de las
ganizaciones, la importancia de la huelga obras de Luxemburgo, como «Sozialreform
general, la cuestión nacionalista y la parti- oder Revolution?» (Leipzig 1899), «Die
cipación en la guerra mundial, la relación Akkumulation des Kapitals» (Berlin 1913),
entre la clase obrera y la burocracia o el pa- «Militarismus, Krieg und Arbeiterklas-
pel que el socialismo debía jugar en el desa- se»(1914), «Die Krise der Sozialdemokratie.
rrollo de la democracia, recogiendo en sus Anhang: Leitsätze über die Aufgaben der
escritos los principales debates que estaban internationalen Sozialdemokratie» (Bern,
teniendo lugar en ese momento. 1916), o «Was will der Spartakusbund?»
De forma previa, para animar a la parti- (Berlín, 1918); artículos publicados en Die
cipación y presentar la importancia de esta Neue Zeit; algunos escritos originales sobre
pensadora y activista política, el día 4 de la autora de Clara Zetkin; sellos conme-
abril se proyectó la película Rosa Luxem- morativos emitidos por la RFA; un folleto
burg (RFA, 1985) de la directora alemana original del KPD (Espartaco-federal) sobre
Margaret Von Trotta en la sala Antiquarium el asesinato y Funeral Rosa Luxemburgo de
del Ayuntamiento de Sevilla. Escasamente 1919; y algunos materiales publicados en
divulgado, este film representa una aporta- español, como las «Cartas de la prisión», y
ción fundamental para adentrarnos en los otras ediciones que se encuentran tradu-
hechos fundamentales que habían marcado cidas al idioma ruso («Introducción» que
la vida de Luxemburgo, nos acerca tanto a hizo Rosa Luxemburg a un libro de Vladi-
la realidad histórica en la que vivió, como mir Korolenko publicado en Alemania) o
a su personalidad, así como a los principa- al inglés («Leninismo or Marxism», publi-
les debates que mantendría a lo largo de su cado por Anti-Parliamentary Communist
vida con personajes como Bebel, o Berns- Federation, Glasgow, 1935; «The Industrial
tein; sus relaciones más personales con Leo Development of Poland», Campaigner Pu-
Jogiches, su amante y compañero de lucha; blications, 1977).
o la camaradería que mantuvo con Clara Ze- Acompañando a estos documentos, la
tkin, Karl Liebknecht, o Franz Mehring, con exposición cuenta con una recopilación
quienes conformaría la Liga Espartaquista. histórica a través de imágenes y textos que
Como parte de las actividades conme- dan cuenta de los eventos más importantes
morativas realizadas en torno al Congre- en la vida de nuestra autora, elaborados por
so, se ha inaugurado la Exposición «Rosa la Fundación Rosa Luxemburgo con oca-
Luxemburg: Revolucionaria, mujer y judía en sión del centenario de su asesinato.
el primer Centenario de su asesinato» que se También se ha presentado el Cuaderno
pudo visitar hasta el 1 de mayo en la Sala Didáctico Rosa Roja editado por Atrapa-
de Exposiciones de la Biblioteca de la UPO saueños con la participación de la Funda-
y que reúne un número importante de do- ción Europa de los Pueblos, con el que se
cumentos, folletos, panfletos, periódicos y pretende adentrar y dar a conocer la figu-
ediciones originales del legado de la pen- ra y las principales aportaciones de Rosa

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 144-148 145


Encuentros

Luxemburgo a las personas que por prime- nando Martínez y Jesús Rodríguez Rojo han
ra vez se acercan a su pensamiento. analizado las relaciones de producción ac-
El Congreso ha estado abierto a la parti- tual, las nuevas formas de explotación, la
cipación para la presentación de ponencias incidencia del papel de las nuevas tecnolo-
y comunicaciones en los meses previos a su gías,… abriendo con este debate la necesi-
celebración. Finalmente, se han presenta- dad de seguir profundizando en cuestiones
do 19 ponencias y 3 comunicaciones, que que nos sugieren contemplar las formas
analizan desde distintas ópticas su legado con las que el capitalismo se rearma tras un
económico y político, así como la actuali- siglo marcado por las transformaciones in-
dad de sus propuestas y aportaciones. Las herentes a sus formas de acumulación.
personas que han participado pertenecen También se ha puesto encima de la mesa
en su mayoría al ámbito académico, y así, la postura de Luxemburgo respecto al pa-
hemos contado con profesoras y profeso- pel de la mujer, y en concreto a la posición
ras de distintas universidades españolas: que esta mantuvo en relación con las femi-
Universidad de Sevilla, Universidad Pablo nistas de su época, dominado por el sufra-
de Olavide, Universidad Complutense, Uni- gismo. Laura Flores y Valeria Vázquez, nos
versidad de Extremadura, Universidad Rey han adentrado en este debate sobre la vi-
Juan Carlos y de la Universidad Federal de gencia del pensamiento de Luxemburgo en
Río Grande Del Sur de Brasil. el feminismo actual. El debate entre género
Las ponencias han sido distribuidas en y clase, que marcó las diferencias entre el
seis mesas de debate organizadas en torno feminismo liberal y el feminismo socialis-
a los diferentes temas que han marcado los ta, la cuestión del sujeto político o la doble
contenidos del evento. Como se recoge en explotación que sufren las mujeres ya ha-
la presentación del Congreso: el imperialis- bían sido temas tratados por Luxemburgo.
mo, la acumulación de capital, el problema A pesar de que en ocasiones se le ha tacha-
nacional, la situación de la mujer, la organi- do como contraria a defender los derechos
zación obrera y la conciencia de las masas de las mujeres, Montserrat Galcerán nos
son algunas de las cuestiones por las cuales advertía sobre la necesidad de analizar su
Rosa Luxemburgo amplió el pensamiento postura desde una mirada más actual, más
revolucionario marxista. Y sobre estos te- acorde con lo el que el feminismo represen-
mas hemos tenido la oportunidad de abrir ta hoy, teniendo en cuenta por otro lado, el
el debate durante estos dos días para anali- devenir del movimiento a lo largo de los si-
zar la relevancia histórica y la influencia y glos XX y la incidencia que el movimiento
actualidad de su pensamiento. feminista está teniendo en la sociedad y en
Diversas aportaciones han puesto en el la agenda política en estos últimos años.
centro del debate el análisis de Luxembur- De su legado político, se nos ha ofreci-
go en su obra La acumulación de capital, y do la oportunidad de reflexionar sobre el
las distintas interpretaciones sobre el mis- clásico debate entre reforma o revolución,
mo. Sin entrar en contenidos, queda paten- la confrontación con Bernstein y la postu-
te la necesidad de revisar las aportaciones ra de la socialdemocracia sobre el papel de
efectuadas por la autora un siglo después, las instituciones y la posibilidad de llegar
y analizar la influencia de su crítica a Marx a constituir una sociedad socialista des-
en el momento actual de desarrollo capita- de dentro de las instituciones, o como ella
lista, en el que Luis Felip López-Espinosa, misma mantuvo, la necesidad de hacerlo
Esteban Cruz, José Francisco Rangel, Fer- por la vía de la revolución. Así mismo ha

146 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 144-148


100 años del asesinato de Rosa Luxemburgo Virginia Gutiérrez Barbarusa

quedado más o menos clara su posición en versión comparada de la figura histórica de


el proceso revolucionario ruso, como nos Luxemburgo con Aida de la Fuente, mili-
leía Xavier Arrizabalo entre las citas de tante comunista asturiana asesinada en la
Luxemburgo que recogía en su ponencia, Revolución de Asturias (1934).
«Todo el poder a las masas obreras y cam- Rafael Rodríguez Prieto, como cierre, ha
pesinas, a los soviets: éste era, por cierto, el dejado abierto el debate para una mayor
único camino que tenía la revolución para profundización, destacando como cuestio-
superar las dificultades; ésta fue la espada nes clave: desde su legado político, la ne-
con la que cortó el nudo gordiano, sacó a la cesidad de democratizar tanto la economía
revolución de su estrecho callejón sin sali- como las instituciones, manteniendo la
da y le abrió un ancho cauce hacia los cam- centralidad de la clase social, y sin olvidar
pos libres y abiertos. El partido de Lenin, en el papel que juega la burguesía como clase
consecuencia, fue el único, en esta primera en sus distintas dimensiones: en la cues-
etapa, que comprendió cuál era el objetivo tión nacional, en el control de los medios
real de la revolución. Fue el elemento que de producción y en el reparto del poder po-
impulsó la revolución, y por lo tanto el úni- lítico a nivel institucional.
co partido que aplicó una verdadera políti- Las ponencias recibidas en el Congreso,
ca socialista» (La Revolución Rusa). que próximamente serán publicadas, nos
Cómo se nos ha transmitido su legado ofrecerán la oportunidad de analizar más
o cómo se ha difundido su figura, han sido pausadamente todas las aportaciones pre-
las cuestiones que se han analizado por sentadas y debatidas.
parte de Luis Arboledas, María Sánchez La colaboración de la FIM en el Congreso
Mellado y Pablo Alías, quedando patente se ha materializado a través de la aporta-
de esta forma la necesidad de contribuir ción de los materiales cedidos por la Fun-
desde espacios como este a la recuperación dación Rosa Luxemburgo que acompañan
de nuestro personaje. En un plano más per- a la Exposición, con la participación en la
sonal, Alberto González Pascual y Eduardo mesa de apertura, tanto del Congreso como
Molina han abordado el papel que mantuvo de la Exposición, de Paula Garvín como res-
Luxemburgo respecto a la mentalidad de la ponsable de la FIM en Andalucía, y de su
época, desde el análisis de su biografía y su presencia constante en el desarrollo del
postura «heterodoxa» al plantear la crítica evento; de Montserrat Galcerán, colabora-
como método de análisis, o la defensa de la dora de esta organización, que ha partici-
cultura y la educación como vía para prepa- pado como ponente con su contribución a
rar y activar a las clases trabajadoras. Tam- la actualidad política del pensamiento de
bién ha estado presente la contribución de Luxemburgo; y de Eddy Sánchez, Director
Luxemburgo en relación con el tema nacio- de la FIM, que nos acompañó en la jornada
nalista. En este sentido hemos escuchado del día 12. Además, hemos tenido la opor-
las aportaciones de Santiago Armesilla, Ar- tunidad de contar con Marga Ferré, direc-
turo César Fernández, Josep Miquel Puer- tora de la Fundación de la Europa de los
tas e Ismael Villa. Entre las comunicaciones Pueblos, de la que aprovechamos su visita
presentadas, Ángel Carrique nos ha intro- al Congreso para la presentación del Cua-
ducido el debate sobre las posiciones de derno Didáctico Rosa Roja, en la que hizo
Luxemburgo son respecto a la acumulación hincapié en la necesidad de reclamar la fi-
de capital, el imperialismo y el gasto mili- gura de Rosa Luxemburgo como un símbolo
tar, e Iván Mellada nos han presentado una de nuestro pensamiento, que no debemos

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 144-148 147


Encuentros

dejarnos arrebatar. zar en el debate de las ideas y de los méto-


Con todo ello, recogemos la propuesta dos de análisis del funcionamiento de la so-
del Laboratorio de Ideas Políticas de la UPO ciedad actual, desde una perspectiva crítica,
(LIPPO) para seguir afianzando el papel que tan necesarios hoy como lo fue en el mo-
como FIM nos corresponde, para profundi- mento que le tocó vivir a Rosa Luxemburgo.

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«100 años del Trienio Bolchevique en
Córdoba: El legado del siglo XX hoy»*
José Manuel Gómez Jurado
Graduado en Historia, Universidad de Córdoba

«La Historia es algo que está sucedien-


do continuamente y que se hace desde cu-
estiones actuales, pero sobre hechos del
pasado». Con estas palabras daba inicio
Francisco Acosta, profesor de Historia Con-
temporánea de la Universidad de Córdoba
y coordinador del acto, a la primera de las
conferencias que tuvieron lugar los pasa-
dos 6, 7 y 8 de noviembre en Fernán Núñez,
pueblo de la comarca de la Campiña, Cór-
doba, y que tenían como razón de ser el
centenario del inicio de este proceso his-
tórico que se ha venido a llamar «Trienio
Bolchevique».
Uno de los puntos de partida del acto,
quizás el de mayor importancia, fue la obra
de Juan Díaz del Moral, Historia de las agi-
taciones campesinas andaluzas-Córdoba.
Libro esencial para acercase a estas cuesti-
ones en el que el notario de Bujalance, Cór-
doba, realizaba un análisis del sindicalismo,
los movimientos campesinos y las distintas
revueltas en el campo andaluz, y más con-
cretamente cordobés, que acabarían com- se analizaron los distintos movimientos so-
poniendo eso que él mismo bautizó como: ciales y políticos, así como, la gran repercu-
«Trienio Bolchevista o Bolchevique». sión de dos hitos fundamentales para com-
Con estas premisas, las jornadas tuvi- prender este periodo como son la I Guerra
eron una división temática que puede ser Mundial y la Revolución rusa. En la tarde
resumida en tres puntos. El primer día y el del segundo día se profundizó en el estu-
segundo por la mañana se expuso una con- dio del Trienio Bolchevique, con la descrip-
textualización del comienzo de siglo XX, ción de algunos de los hechos que propor-
tanto en Europa como en España, en la que cionaban ciertas claves interpretativas del
hecho histórico. El último día, supuso un
* Fernán Núñez (Córdoba), 6, 7 y 8 de noviembre de 2018. recordatorio de las ideas planteadas en las

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 149-152 149


Encuentros

jornadas anteriores desde un análisis del En relación a uno de los puntos principales
presente sobre la ideología y los movimi- de su intervención explicó el papel que ju-
entos sociales; en definitiva, qué nos queda garon aquellos que tras la revolución, via-
a día de hoy de aquellas energías subversivas jaron a la URSS y de vuelta escribieron sus
y emancipadoras. experiencias, para la creación de una conci-
En la primera de las jornadas, la espe- encia colectiva de lo que ocurría allí, tanto
cialista en Historia política, Ángeles Lario, a favor, como en contra.
realizó un recorrido por las distintas ideo- En la segunda jornada, en la que se trató
logías que irrumpen con fuerza a principios el contexto español de principios del siglo
del siglo XX, que serían las posteriormente XX comenzó con Florencia Peyrou, profe-
enfrentadas en la II Guerra Mundial: fas- sora de la UAM, quien hizo un análisis de la
cismo, comunismo y lo que ella denominó crisis política que vivía España, y lo que ella
democracias en tránsito (democracias libe- entendió como una oportunidad perdida de
rales). Expuso que todas estas cuestiones democratizar las estructuras de poder. Su
tenían que ver eminentemente con una planteamiento orbitaba en torno a que, de-
agitación social, que puso en jaque el statu bido a la crisis económica que atravesaba
quo liberal de finales del siglo XIX. Destacó el país, entre otras causas por los conflictos
como una de las grandes valedoras el Libe- externos y la precaria situación de los tra-
ralismo Social que, aunque poco relevante bajadores, el movimiento obrero empezó a
durante ese periodo, sería el que finalmen- abrirse paso, lo que generó que los meca-
te se acabaría imponiendo finalizada la nismos de represión del Estado aplastasen
Guerra en 1945. con violencia cualquier intento de protesta
Por su parte, el profesor Andreu Mayayo de la clase obrera, produciendo la radicali-
mostró a través de varios de los símbo- zación de ésta, creándose como resultado
los culturales de la izquierda del siglo XX, posturas irreconciliables. Es por esto que
como son el cuadro de Il quarto stato de el intento de democratización sociopolítica
Giuseppe Pelliza, o algunos fragmentos de que se pretendía desde arriba —según plan-
la película de Novecento de Bernardo Ber- teó Peyrou, basándose en autores como
tolucci, para explicar una de las cuestiones Moreno Luzón— fracasó.
más importantes para entender el con- En la intervención de Ricardo Robledo,
texto del movimiento obrero y las dimen- Catedrático de Historia Económica de la
siones de la repercusión de la Revolución USAL, se pueden destacar tres puntos fun-
bolchevique en Europa, que es en palabras damentales para hablar de una cuestión
de Mayayo: «Identidad, memoria, conflic- central, la situación económica de España
tividad, movilización y conciencia de clase». y la relación de la economía con la tierra.
Para analizar el triunfo de la Revolución Destacó el papel fundamental de Keynes,
rusa, algunos autores de la izquierda como de quien afirmó fue «uno de los intelectu-
Arturo Zoffman Rodríguez han planteado ales más importantes e influyentes de la
la necesidad de dejar a un lado los nomina- época», y afirmó que los reflejos de la Revo-
lismos que pudiesen fragmentar e impedir lución bolchevique fueron limitados a efec-
las conquistas sociales y, por el contrario, tos prácticos, reduciéndose a una expresión
considerar al «bolchevique» como sujeto y una forma determinada de actuación de
revolucionario. Para entender el juego po- la clase obrera. Dedicó un análisis extenso
lítico de estos años, habló de la «brutaliza- a la obra de Díaz del Moral, destacando su
ción» de la política tras la I Guerra Mundial. visión de la realidad del campesinado, y su

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«100 años del Trienio Bolchevique en Córdoba...» José Manuel Gómez Jurado

participación en los intentos de reforma describe un movimiento intensivo que lle-


agraria, a pesar de su carácter conservador vó aparejado actos violentos, pero que pre-
y su condición de terrateniente. tendía un fin reformista. Además destacó el
La tarde de la segunda jornada se centró papel que tendría la obra de Díaz del Moral
en los movimientos sociales y campesinos en la historiografía social española.
de la primera mitad del siglo XX, así como Salvador Cruz Artacho, Catedrático de
en el propio Trienio Bolchevique. Quedaba Historia Contemporánea de la UJA, cen-
inaugurada con la intervención de Lucía tró su exposición en torno a los discursos,
Prieto, profesora de la UMA, quien ofreció tópicos e interpretaciones que nos quedan
un análisis del papel de la mujer en las luc- en el presente sobre la movilización obrera
has sociales de Andalucía, destacando una en el campo, la historia contemporánea de
ruptura del esquema de trabajo a principi- Andalucía, y el propio Trienio Bolchevique.
os de siglo o la lucha sexual anarquista del Explicó como en base a los hechos estudi-
control de la natalidad. Explicó la forma y ados que componen la historia, se generan
causas de las movilizaciones de las muje- discursos que a veces pueden ser distintos
res, estando relacionadas estas últimas con de la realidad, creando memorias colectivas
lo relativo a la subsistencia, y de la primera sobre un hecho concreto. Además planteó
destacando los motines com una forma de otro tema de gran interés: la dificultad que
movilización, sin responder a organización tiene la Historia para su divulgación.
y violencia primaria dirigida a agentes o re- En el tercer día se planteó una interesan-
presentantes del poder. Señaló al anarquis- te reflexión sobre qué quedaba de aquellas
mo como el primer movimiento que integra luchas y energías revolucionarias del siglo
a la mujer no sólo como sujeto alentador del XX en la actualidad. Juan Pro, profesor de
varón en la revolución sino como partícipe. Historia Contemporánea en la UAM, realizó
El profesor Watanabe de la Universidad un recorrido por las distintas definiciones
Waseda, Tokio, realizó un esfuerzo consi- que se habían dado a las palabras: revolu-
derable al ofrecer en español la conferencia ción, utopía y distopía. De la primera dijo
en la que trataba el importante papel del había estado ligada a la idea de «esperan-
anarquismo en Córdoba, desde 1903 hasta za» y «utopía» durante el siglo XX, y que a
1936. Incluyó en ella datos de afiliación y día de hoy lo que nos quedaba de la revolu-
dirigentes sindicales, así como los distin- ción eran distintos movimientos fragmen-
tos sindicatos anarquistas de importancia tados. Por su parte, el término utopía fun-
en este periodo en la provincia, destacando cionó como imaginario de un mundo mejor,
dos pueblos como Castro del Río y Bujalan- pero a día de hoya día de hoy posee un sig-
ce, lugar de origen de Díaz del Moral. nificante vacío y se emplea en muchos caso
De la intervención de Arturo Barragán, con carácter peyorativo. Distopía hace de-
Catedrático de Historia Contemporánea saparecer el sujeto de lucha, pues supone
de la UCO, parece interesante destacar su la llegada natural de un mundo contrario al
planteamiento sobre lo que puede haber utópico.
de mito y realidad en las distintas lecturas Cristina Flesher, profesora de Social Poli-
que se han hecho del Trienio Bolchevique. tics and Media de la Universidad de Leices-
Por un lado expuso que podían existir entre ter, expuso una interesante reflexión sobre
otras, dos formas de leer lo ocurrido, una la evolución del sindicalismo clásico hasta
que exagera el carácter revolucionario y la las luchas actuales representadas en movi-
influencia de la Revolución rusa, y otra que mientos como el 15M. La profesora Flesher

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 149-152 151


Encuentros

realizó un análisis sociopolítico de los dife- y una diferenciación entre la Política (Ins-
rentes movimientos sociales desde el siglo tituciones) y lo político.
XIX hasta nuestros días, haciendo énfasis Finalmente cerraría las jornadas el po-
en la actualidad, la llegada del neolibera- litólogo de la UMA Ángel Valencia, quien
lismo y el posmodernismo, que cambiaron hizo un análisis fotográfico del presen-
casi por completo las formas y alteraron los te político, mencionando especialmente
fines de las luchas. Realizó una división en- tres aspectos: pérdida de legitimidad de las
tre una izquierda institucional de estructu- instituciones democráticas, democracias «ili-
ras burocráticas y una izquierda autónoma berales» o vacías de contenido, y como
que triunfa en mayo de 1968 y que prevale- resultado aparición de los populismos.
ce en la forma de organización de los movi- Además hizo mención a un importante
mientos sociales actuales. problema resultante de la crisis política y
La tarde de la última jornada comenza- que tiene que ver con ella y con la comuni-
ba con una mesa redonda en la que parti- cación como son el «Big Data» y las «Fake
ciparon Juan Andrade, profesor de Historia news».
Contemporánea en la UEX, Magdalena Gar- Las palabras de Francisco Acosta men-
rido, profesora de Historia Contemporánea cionadas al principio, definirían parte de
de la UM, y Alicia García Ruiz, filósofa y uno de los grandes planteamientos dispu-
profesora en la UC3M. Los tres desde sus estos en las distintas ponencias, es decir, la
respectivos campos de estudio trataron de búsqueda de una conexión del pasado y el
vislumbrar que nos quedaba a día de hoy presente, siendo este pretérito el que nos
del comunismo del siglo XX. Garrido nos ayuda a dilucidar algunas de las cuestio-
dio algunas de las claves para entender la nes que se nos plantean hoy. Sumado esto
memoria histórica de Rusia para con el pe- a una mirada multidisciplinar que compuso
riodo de la URSS, hablando de todos aque- un análisis desde diversas perspectivas de
llos depósitos memorialísticos, así como las ciencias sociales, en el que indudable-
las distintas alteraciones de los discursos mente predominó la Historia, pero que a su
de las narraciones de su historia. Andrade vez, se vio nutrido por aportaciones desde
realizó un interesante análisis sobre qué la sociología, la politología y la filosofía,
significó y qué significa a día de hoy el co- dando así una amplitud en el estudio que
munismo, qué representa esa ideología y nos brindaron los ponentes.
cuáles podrían ser los nuevos sujetos revo- El debate estuvo servido en todas las in-
lucionarios que marcasen los objetivos de tervenciones por parte de los conferencian-
las luchas que conciernen al comunismo tes y de los asistentes, entre los que se ha-
actual, dependiendo el futuro de éste del llaba entre otros Ángel Duarte Montserrat,
balance crítico que realicen sus promoto- recién incorporado a la UCO y que se prestó
res. García Ruiz planteó cuales podrían ser especialmente participativo. Resultará de
lugares que le quedarían al comunismo a gran interés el libro conjunto que saldrá de
través de algunos autores, especialmente el los temar presentados, esencial para enten-
francés Alain Bodiu, que pasaba por una re- der, qué quedó cuando teníamos las respu-
formulación de la hipótesis de comunismo, estas y nos cambiaron las preguntas.

152 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 149-152


MEMORIA

Hacia la memoria democrática


valenciana: cuatro años de políticas
públicas de memoria (2015-2019)
Jorge Ramos Tolosa
Universitat de València

«El burro i l’haca, fora de la plaça!» («¡El hecho, como ejemplo del ambiente que se
burro y la jaca, fuera de la plaza!»). Este grito se experimentó, en un momento dado de este
pudo escuchar en numerosos actos políticos problemático proceso un espontáneo llegó
y manifestaciones en la ciudad de València a subir a la estatua, ayudado por algunos
durante los años de la Transición. Hacía agentes de la Policía Nacional, para cantar
referencia a la petición popular que recla- el Cara al Sol. Mientras tanto, algunas per-
maba al consistorio de la ciudad retirar de sonas depositaron flores a los pies de la es-
la plaza del País Valencià (actual plaza del cultura de Franco, incluyendo el concejal de
Ayuntamiento y durante la dictadura plaza Alianza Popular (AP) y teniente de alcalde
del Caudillo) la estatua ecuestre de Francis- del Ayuntamiento de València, Juan Carlos
co Franco. Finalmente, el 9 de septiembre Gimeno. Al mismo tiempo, otros incluso
de 1983, la estatua desapareció de su pe- exhibieron armas de fuego. Los voluntarios
destal. Habían pasado más de cuatro años antifascistas, que llegaron después de la
desde que un acuerdo municipal por una- negativa de los operarios del Ayuntamien-
nimidad hubiera decidido su retirada. Tam- to, tuvieron que actuar encapuchados entre
bién se dejaban atrás polémicas, presiones y gritos, lanzamiento de objetos y saludos fas-
resistencias. La maniobra fue realizada por cistas. Casi once horas después del inicio de
militantes de organizaciones de izquierdas la operación, que empezó pasadas las cuatro
(FRAP-PCEml, PCE, PSPV y UGT [1]) después de la madrugada, consiguieron retirar la es-
de que trabajadores municipales se negasen tatua. Unos días después, el presidente del
a llevar a cabo la operación por las amena- Gobierno, Felipe González, se desmarcó de
zas, los insultos y las agresiones de ultrade- su compañero de partido y alcalde de Valèn-
rechistas recibidas al intentar retirarla. De cia en aquel momento, Ricard Pérez Casado,
declarando a Diario 16: «Yo no hubiese reti-
1.– Respectivamente, las siglas de Frente Revolucionario
rado la estatua» [2].
Antifascista y Patriota, Partido Comunista de España (mar-
xista-leninista), Partido Comunista de España, Partit So-
cialista del País Valencià y Unión General de Trabajadores. 2.– Citado en Miquel Alberola, «El día que Franco pasó a la

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Memoria

Desmontaje de la estatua ecuestre de Franco en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, 9 de


septiembre de1983 (Foto: Fansec i Ciscar).

Este episodio no solo simboliza las difi- han tenido en su agenda.


cultades y los miedos a la hora de abordar Aunque durante los años inmediatamen-
cuestiones relacionadas con la memoria te posteriores a la muerte de Franco tuvieron
pública o con la conocida como «memoria lugar algunas iniciativas o episodios como
histórica» de la II República, la Guerra Civil actos conmemorativos, exhumaciones o el
y la dictadura franquista (que, al menos en pleno reconocimiento jurídico de asociacio-
el ámbito valenciano, cada vez tiende más nes de víctimas y memorialísticas, duran-
a conocerse como «memoria democráti- te la Transición, como es sabido, terminó
ca»). La cuestión de la estatua ecuestre de predominando la institucionalización de la
Franco y su retirada también expone cómo amnesia o el «pacto de olvido» que fue de la
asociaciones, movimientos sociales, organi- mano de la amnistía y la impunidad de los
zaciones de izquierda, personas voluntarias criminales franquistas [3]. Con excepciones
y sindicatos han realizado o han tenido que territoriales y de algunas culturas políticas
realizar, en innumerables ocasiones duran-
te los 40 años que van desde 1975 a 2015, 3.– Walther L. Bernecker, «Democratización, final de las
lo que las administraciones públicas no han utopías políticas y amnesia histórica», Hispanorama, 104
podido, no han querido o simplemente no (2004), p. 26; Jordi Font Agulló, «Contra la nostalgia (y a
favor). El rescate de la memoria democrática como iden-
Infantería La retirada de la estatua del generalísimo puso tidad civil», en Ricard Vinyes (ed.), El Estado y la memoria.
contra las cuerdas al Ayuntamiento de Valencia», El País, Gobiernos y ciudadanos frente a los traumas de la historia,
27 de septiembre de 1998. Barcelona, RBA Libros, 2009, pp. 382-383.

154 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 153-159


Hacia la memoria democrática valenciana: cuatro años de políticas... Jorge Ramos Tolosa

de izquierdas, esta dinámica de desmemo- actuación en torno a la memoria democrá-


ria pública continuó durante la década de tica de las administraciones públicas valen-
1980. Obviamente, también prosiguió entre cianas entre 2015 y 2019.
la última década del siglo XX —con la victo- En este periodo, entre las actividades de
ria del Partido Popular (PP) en numerosos memoria democrática en el País Valencià
ámbitos del País Valencià— y el año 2015, relativas a actos de recuerdo, elementos de
cuando el PP perdió la Generalitat Valen- memoria pública y símbolos, puede desta-
ciana y numerosos ayuntamientos, inclu- carse la creación de comisiones de memo-
yendo los de las tres capitales de provincia. ria histórica y memoriales democráticos,
Una excepción importante en esta dinámi- con frecuencia vinculadas a la retirada de
ca de (no) trabajo sobre historia y memoria numerosas calles, escudos y menciones
valenciana de esta etapa fue la de algunas honoríficas franquistas en distintos mu-
personas investigadoras e historiadoras, nicipios. Asimismo, ha de mencionarse la
que sí estudiaron a fondo este periodo y organización de congresos y jornadas, así
sus distintas problemáticas, impulsando en como la realización de homenajes públicos
ocasiones también actividades memorialís- y la inauguración de monumentos o placas
ticas. Como escribió Ismael Saz, «los histo- de memoria antifascista, con un trascen-
riadoras nunca dejaron de hacer sus deberes dental impulso y presencia de asociaciones,
y en el terreno, por ejemplo, de la represión, familiares, movimientos sociales, organiza-
se llevó a cabo, prácticamente desde 1976, ciones políticas y sindicatos en múltiples
una investigación sistemática» [4]. municipios del País Valencià. Entre ellos,
Durante todos estos años, y sobre todo se encuentran Alacant, Benassal, Benissa,
desde los primeros años del siglo XXI, fue- Betxí, Borriana, Bunyol, Callosa d’en Sarrià,
ron asociaciones memorialísticas, movi- Carcaixent, Castelló de la Plana, Elda, Go-
mientos sociales, organizaciones sociales y della, La Pobla Llarga, La Vall d’Uixó, Llíria,
políticas y personas que investigaron desde Massamagrell, Oliva, Ontinyent, Paiporta,
diversas perspectivas los agentes activos Paterna, Pego, Sagunt, València o Xàtiva. La
que realizaron el trabajo que se ha llamado delegación de Memoria Histórica de la Di-
«memoria histórica». Esta tarea, tanto des- putación de València también ha actuado
de el punto de vista de la difusión y la cul- ampliamente en este sentido subvencio-
tura como de la dignificación de las víctimas nando múltiples actuaciones municipales
de la represión franquista y la exhumación en esta línea. Entre otras, una situación ex-
de fosas, a menudo fue obstaculizada por cepcional en torno al nomenclátor urbano
las administraciones públicas. Este trabajo se vivió en la ciudad de Alacant, donde un
«desde abajo» no solo ha continuado, sino acuerdo de la junta local de gobierno apro-
que ha acompañado e impulsado muchas bó en noviembre de 2016 la retirada de las
de las iniciativas institucionales surgidas calles franquistas. Sin embargo, un recur-
a partir de la segunda mitad del 2015, tras so contencioso-administrativo del Partido
las elecciones municipales y autonómicas Popular esgrimiendo argumentos jurídico-
de mayo de aquel año. En este texto se pre- administrativos logró la restitución de las
tenden sintetizar algunas de las acciones y calles franquistas, que volvieron a rotular a
algunos de los proyectos más relevantes de partir del mes de marzo de 2017 entre pro-
testas y un importante eco mediático. Solo
4.– Ismael Saz Campos, «Franquismo, el pasado que aún
no puede pasar», Pasajes: Revista de pensamiento contem- un nuevo acuerdo a partir de diciembre de
poráneo, 11 (2003), p. 52. aquel mismo año consiguió quitar definiti-

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 153-159 155


Memoria

vamente calles como «División Azul», «Ge- por la delegación de Memoria Histórica de
neral Varela» o «Treinta de marzo» del no- la Diputación de València con bases de da-
menclátor de la ciudad. tos de personas represaliadas, documentos
Por otro lado, la rehabilitación, apertura históricos e informes [6]. El año 2019, a través
y puesta en valor de patrimonio de la Gue- de la Conselleria de Justicia y la Federación
rra Civil, en especial de patrimonio material Valenciana de Municipios y Provincias, se
bélico como el de los refugios antiaéreos, ha lanzó la web de la iniciativa «Alacant 2019.
sido otra línea de actuación relevante en la Capital de la memòria», una marca que in-
legislatura 2015-2019. Si bien anteriormen- cluye un conjunto de actos conmemorativos
te ya podían visitarse refugios de la Guerra como conciertos, exposiciones, jornadas,
Civil en lugares como Alcoi (paseo de Cer- proyecciones cinematográficas y actuacio-
vantes), Alacant (plaza Séneca) o La Pobla nes de teatro [7].
del Duc (Casa Alta), en estos últimos años Además, pueden mencionarse la crea-
se ha sumado un número muy considerable: ción de documentales históricos relaciona-
Castelló de la Plana (plaza Tetuán), Cullera dos con cuestiones de memoria colectiva
(plaza de la Virgen), Gandia (Peixateria y el que han recibido financiación de adminis-
Prado), Monòver (Fondó), Ontinyent (El Re- traciones públicas valencianas. Por parte la
gall y Tortosa y Delgado), Quart de Poblet Conselleria de Justicia de la Generalitat Va-
(plaza de la Cruz), València (Bombas Gens, lenciana, cintas como «El camp de concen-
Grupo Escolar del Ayuntamiento y Serranos) tració de Portaceli 1939-1942» («El campo
o Vilamarxant (Replaça). La recuperación y de concentración de Portaceli 1939-1942»,
divulgación de líneas militares, de fortifi- de 2018) o «Encontres d’exili» («Encuen-
caciones y de trincheras (como partes de la tros de exilio», de 2018). Con subvención
Línea XYZ, construida en 1938 entre Alme- de la delegación de Memoria Histórica de
nara y Santa Cruz de Moya para defender las la Diputación de València, «Fills del silenci»
comarcas valencianas ante la ofensiva fran- («Hijos del silencio», de 2018), «Les llavors
quista hacia el sur después de la conquis- que van creixent, Fossa 22» («Las semillas
ta de Vinaròs en abril de 1938 y la división que van creciendo, Fosa 22», de 2019) o
en dos de la zona republicana, u otras en «L’amarg final de la República» («El amargo
la zona costera de la Marina Alta) ha sido final de la República», por estrenar); mien-
otro elemento memorialístico relevante en tras que desde Presidencia de la Diputación
algunas zonas. Aquí, ha sido interesante la de València, se ha grabado «Espais de pau
colaboración de distintos municipios, man- en temps de guerra» («Espacios de paz en
comunidades y organismos comarcales en tiempos de guerra», de 2018).
la promoción de este patrimonio y en su Asimismo, también pueden señalarse
transformación en recursos basado en valo- exposiciones como «Alicante en Guerra» y
res culturales, pedagógicos y turísticos. «Alicante ha caído. Aquí termina la guerra»,
Diversas páginas web institucionales han financiadas por la concejalía de Cultura del
empezado a reunir y difundir el patrimonio Ayuntamiento de Alacant; «El final de la
valenciano de la Guerra Civil, destacando guerra civil, la repressió i l’exili» («El final de
la realizada desde la Conselleria de Educa-
ción, Investigación, Cultura y Deporte que marzo de 2019).
vio la luz a principios de 2019 [5], o la creada 6.– http://memoriahistorica.dival.es/ (consulta: 10 de
marzo de 2019).
5.– http://www.patrimonigc.gva.es/es (consulta: 10 de 7.– http://alicante2019.es (consulta: 20 de marzo de 2019).

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Hacia la memoria democrática valenciana: cuatro años de políticas... Jorge Ramos Tolosa

la guerra civil, la repressió i l’exili») organi- instituciones de impedir la impunidad y,


zada desde diversos organismos alicantinos; en consecuencia, de adoptar las medidas
«Més de 10 anys de Memòria» («Más de 10 que sean necesarias tanto para aplicar el
años de Memoria»), creada por el Grup per la derecho interno como el derecho interna-
Recerca de la Memòria Històrica de Castelló cional». Respecto al derecho a la memoria
con participación de varias instituciones pú- democrática, se concibe como «garantía
blicas castellonenses; «La Maternitat suïssa de no repetición» y como impulso de «una
d’Elna: un bressol d’humanitat enmig de la política pública de memoria», la cual está
barbarie» («La Maternidad suiza de Elna: «orientada a la consolidación de los valores
una cuna de humanidad en medio de la bar- de una convivencia democrática […] como
barie») y «Tempesta de Ferro» («Tormenta herramienta para tratar de evitar que se re-
de hierro»), en ambos casos subvenciona- pitan estos hechos». Por último, en relación
das por la concejalía de Cultura del Ayunta- al derecho a la reparación y reconocimiento
miento de València; y «No tindreu pau des- de las víctimas estipula «la obligación de las
prés de la guerra» («No tendréis paz después instituciones públicas de compensar, en la
de la guerra»), financiada por la delegación medida de lo posible, la injusticia del sufri-
de Memoria Histórica de la Diputación de miento de las víctimas y, por otra, un reco-
València, o «Tot està per fer. València capital nocimiento y homenaje público» [8].
de la República» («Todo está por hacer. Va- En segundo lugar, el apoyo a la querella
lència capital de la República») y «Memòria argentina contra la impunidad de los crimi-
Democràtica i Patrimoni. Conéixer, difondre nales franquistas por parte de diversas admi-
i posar en valor» («Memoria Democrática y nistraciones públicas valencianas y, en este
Patrimonio. Conocer, difundir y poner en contexto, la admisión a trámite por primera
valor»), en sendos casos posibles gracias a vez de una querella individual presentada
la aportación económica de los vicerrecto- en València. Este proceso debe ser contex-
rados de Cultura y de Proyección Territorial tualizado: el 14 de abril de 2010, dos fami-
de la Universitat de València. liares de víctimas del franquismo interpu-
Puede considerarse que las actuaciones sieron ante un juzgado penal argentino dos
con mayor trascendencia jurídica han sido querellas por delitos de genocidio y críme-
dos. En primer lugar, la redacción y aproba- nes de lesa humanidad derivados del golpe
ción por las Cortes Valencianas de la «Ley de Estado contra la democracia republicana
14/2017, de 10 de noviembre, de memo- y de la dictadura franquista. Acogiéndose al
ria democrática y para la convivencia de la principio de jurisdicción universal, la jue-
Comunitat Valenciana», la ley de memoria za María Romilda Servini abrió el caso y en
democrática valenciana. Esta ley se compo- los años posteriores se presentaron cientos
ne de seis títulos y se basa en cuatro dere- de nuevas querellas. En 2012 se creó la red
chos: a la verdad, a la justicia, a la memoria de Apoyo a la Querella Argentina (AQUA),
democrática valenciana y a la reparación con posterioridad Coordinadora Estatal de
y reconocimiento de las víctimas. El dere- Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA),
cho a la verdad «implica la obligación de y se entregaron cinco mil testimonios. En
las instituciones públicas de investigar para 2013 tuvieron lugar las primeras imputa-
promover la clarificación de lo ocurrido en ciones y se dictaron órdenes de detención
relación con las violaciones de derechos hu-
manos». Por su lado, el derecho a la justi- 8.– https://boe.es/buscar/pdf/2017/BOE-A-2017-15371-
cia «se fundamenta en la obligación de las consolidado.pdf (consulta: 29 de marzo de 2019).

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 153-159 157


Memoria

internacional contra diversas autoridades y quistas eran de lesa humanidad y que se


torturadores, pero en 2014 la Audiencia Na- pueda llegar a condenas. De manera parale-
cional española negó la extradición. En este la, cabe recordar que la derogación de la Ley
contexto, al igual que en otros territorios de Amnistía de 1977 es fundamental para
del Estado español, después de las eleccio- poder investigar los crímenes de la dictadu-
nes de 2015 la querella argentina ha reci- ra franquista.
bido el apoyo de diversas administraciones Por último, las exhumaciones han sido
públicas valencianas, incluyendo las Cortes una línea de actuación prioritaria en los
Valencianas, la Diputación de València y el últimos años desde diversas administracio-
Ayuntamiento de la capital, entre otras. nes públicas, en especial de distintos ayun-
A principios de 2019, el juzgado de ins- tamientos y de la delegación de Memoria
trucción nº 1 de València admitió a trámi- Histórica de la Diputación de València. Al
te una querella contra Benjamín Solsona, final de la legislatura, las actuaciones en
miembro de la Brigada Político y Social lugares como el cementerio de Paterna —el
franquista, por torturas sufridas en 1971 denominado «Paredón de España», lugar
por doce militantes del Partido Comunista donde las fuerzas franquistas fusilaron a
de España (PCE). La querella fue presentada 2.238 personas [10]— o el cementerio de On-
por la cooperativa valenciana El Rogle Me- tinyent han permitido recuperar unos 750
diació Recerca i Advocacia. Además, contó cuerpos en diversas fosas comunes. Estas
con la colaboración de la Asociación Ciuda- excavaciones, que continúan en 2019, han
dana contra la Impunidad del franquismo generado una gran atracción mediática y
en el País Valencià, integrada en CEAQUA, y social que ha respondido a una demanda
fue respaldada por la delegación de Memo- urgente de numerosas familias. Asimismo,
ria Histórica de la Diputación de València, de forma paralela, en diciembre de 2018 se
en concreto por la Oficina de Atención a las sumaron 560 denuncias a la querella argen-
Víctimas de la Represión durante la Guerra tina, mientras que en abril de 2019 las Aso-
Civil y el Franquismo [9], otra novedad muy ciaciones de Víctimas del Franquismo del
importante en este contexto. La admisión cementerio de Paterna han presentado 12
a trámite de la querella es un hecho his- querellas más que denuncian asesinatos y
tórico, ya que supone que por primera vez torturas franquistas.
el propio juzgado ha solicitado diligencias En definitiva, como escribió Walter Ben-
de investigación para que se aporte toda jamin en su Tesis de filosofía de la historia,
la documentación e información sobre las «el pasado exige derechos» [11]. En este sen-
torturas denunciadas y las detenciones que tido, en el ámbito valenciano, el pasado de
las precedieron. Otras cinco querellas están la II República, la Guerra Civil y la dictadu-
pendientes del procedimiento en un mismo ra franquista llevaba décadas «reclamando»
juzgado. Así, se pretende profundizar en la tareas pendientes de memoria pública, es
investigación, que más víctimas se sumen, decir, exigiendo derechos. Cuatro años des-
que se demuestre que los crímenes fran-
10.– Vicent Gabarda, Els afusellaments al País Valencià
9.– Abierta en 2018, su principal propósito es ofrecer a (1938-1956), València, Publicacions de la Universitat de
personas víctimas de la represión y a sus familiares la po- València, 2007.
sibilidad de incluir y registrar sus relatos y testimonios, 11.– Walter Benjamin, Tesis sobre la filosofía de la historia,
que podrán utilizarse para la localización e identificación 1940, http://www.anticapitalistas.org/IMG/pdf/Benjamin-
de fosas y la exhumación de personas y para interponer TesisDeFilosofiaDeLaHistoria.pdf, p. 2 (consulta: 4 de abril
querellas por crímenes franquistas. de 2019).

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Hacia la memoria democrática valenciana: cuatro años de políticas... Jorge Ramos Tolosa

Cartel de la exposición «No tindreu pau després de la guerra» (Valencia, febrero - marzo de 2018).

pués de los cambios gubernamentales de públicos destinados a becas, investigaciones


2015, puede considerarse que la memoria y proyectos que se ocupen de la historia y
colectiva respecto a este periodo histórico la memoria reciente; la creación de una au-
ha experimentado cierta efervescencia y un téntica memoria democrática, integral, que
avance importante desde las instituciones también sea feminista y antirracista y que
públicas valencianas. Muchas de estas, debe se desarrolle desde la educación primaria y
indicarse, han asumido una parte conside- secundaria hasta las escuelas de adultos y
rable del trabajo memorialístico que han centros de personas mayores, desde los me-
realizado y continúan realizando distintas dios de comunicación hasta las redes socia-
asociaciones, movimientos sociales, organi- les, desde las calles hasta dentro de cada casa
zaciones y sindicatos. y familia... Y, especialmente, es necesaria la
Del mismo modo, todavía quedan cues- continuación de las querellas y la ruptura del
tiones pendientes que pueden realizarse muro de impunidad franquista y la amplia-
desde el ámbito valenciano: la aplicación y ción e intensificación de las exhumaciones.
concreción de los derechos contemplados Mientras queden personas en cunetas y fo-
en la ley de memoria democrática de 2017; sas comunes, la herida seguirá abierta. Queda
la continuación del trabajo de retirada de mucho por hacer, pero no puede dejarse de
símbolos franquistas, la interrupción de los lado que desde mediados de la segunda dé-
ataques contra elementos conmemorativos cada del siglo XXI se han dado algunos pa-
y el aumento del trabajo en su instalación, sos hacia delante. Porque no hay mañana sin
difusión y respeto; el incremento de fondos ayer, debe seguirse ese camino.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 153-159 159


Una deuda con nuestro pasado.
El Memorial Democrático de la
Cárcel de Segovia
Fernando Jiménez Herrera
Universidad Complutense de Madrid

La cárcel como espacio pedagógico y responsables del contenido científico son


memorialístico los historiadores y miembros del Foro por
la Memoria de Segovia Santiago Vega Som-
En el presente año 2019 hemos tenido bría y Juan Carlos García Funes.
la oportunidad de poder recuperar un epi- Gracias a la materialización de esta ini-
sodio de nuestra historia reciente ocultado ciativa en el Memorial, Segovia se equipa-
y silenciado durante décadas. El Memorial ra a otras ciudades europeas. Si viajamos
Democrático de la Cárcel de Segovia ha vis- a lo largo del continente podremos visitar
to la luz gracias a la iniciativa municipal de espacios coercitivos de las dictaduras de
Izquierda Unida —puesta en práctica por el distintos países. El máximo exponente es
Ayuntamiento— que recogía la propuesta Auschwitz. Podemos recorrer todo el espa-
del Foro por la Memoria de Segovia, para cio y experimentar, emocionalmente, todo
rescatar la memoria de los presos y presas lo que allí aconteció. Se nos ofrecen guías
antifranquistas que pasaron por las cárce- en múltiples idiomas para conocer y reco-
les de la provincia, batallones de trabajado- dar el genocidio que los nazis llevaron a
res y campos de concentración en España y cabo. Sin embargo, no es el único sitio. En
fuera de ella. El objetivo era doble. Por un Francia, Alemania, Irlanda, Rumanía,… en-
lado, recuperar el testimonio perdido de contramos museos, exposiciones o memo-
aquellas personas que sufrieron la repre- riales en los espacios de coerción utilizados
sión franquista y que estuvieron obligadas por las dictaduras para no olvidar lo que allí
a guardar silencio sobre lo vivido tras las ocurrió. Entre los espacios musealizados o
rejas de la cárcel. Por otro lado, el Memorial destinados a memoriales encontramos co-
persigue un objetivo pedagógico de educar misarías, sedes de partidos o cárceles. Es-
en valores democráticos exponiendo las pacios todos ellos de privación, castigo y,
atrocidades que llevó a cabo la dictadura en algunos casos, muerte, que a día de hoy
y lo que significó realmente este régimen. sirven para educar y recordar.
Por lo tanto, a través del Memorial se ofrece A nivel nacional, el Memorial de la Cár-
reparación a las víctimas, una deuda pen- cel de Segovia es una excepción. Mientras
diente de la democracia actual, y educar a que en otras ciudades como Madrid, Barce-
las nuevas generaciones, haciéndoles com- lona, Valencia o Granada las cárceles fran-
prender lo que significó la dictadura. De quistas han sido derribadas, descontextua-
esta forma se persigue conocer el pasado lizadas o reducidas a un pequeño espacio,
para no estar condenados a repetirlo. Los favoreciendo el olvido y el desconocimien-

160 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 160-162


Una deuda con nuestro pasado: El Memorial Democrático de la Cárcel... Fernando Jiménez Herrera

Celda Cautividad del Memorial Democrático de Segovia (Foto de Fernando Ortiz).

to, en Segovia se ha mantenido y conserva- rios de prisiones vigilaban a los presos de


do. Desde el consistorio se planteó la nece- las tres galerías. Se puede acceder a algunas
sidad de conservar el espacio y reutilizarlo, celdas, viendo las condiciones materiales
naciendo así el proyecto La Cárcel. Segovia de los presos y presas, y haciéndonos una
centro de creación. Esta iniciativa perseguía idea de sus condiciones de vida. Una sen-
la reutilización del espacio para la difusión sación que nos persigue desde que accede-
cultural, artística y creativa, siendo un pun- mos a la prisión es el frío. Un frío intenso
to de encuentro para todas las generacio- que invade la planta baja y que fue usado
nes. La cárcel reabrió sus puertas el 30 de como castigo a la población reclusa por los
abril de 2011. Sin embargo, el centro tenía funcionarios ante cualquier actitud que
una deuda con su pasado que no se había considerasen constituía un agravio hacia
reconocido todavía y que no se llevaría a ellos o el régimen. El Memorial se encuen-
cabo hasta nuestros días, ocho años des- tra en la segunda planta, a la cual se accede
pués. a través de una pequeña escalera dentro de
la propia galería. Cuatro celdas contiguas
Un Memorial para recordar constituyen el Memorial. A través de ellas
y homenajear recorreremos la historia del penal, las ca-
racterísticas de la vida en prisión y veremos
El Memorial de la cárcel se encuentra en los rostros de algunos de los más de dos mil
la primera galería a la derecha según entra- segovianos presos y presas que estuvieron
mos por la puerta principal. Antes de llegar recluidos en las cárceles de la provincia du-
a ella, podemos ver cómo era la cárcel, la rante la dictadura.
galería de acceso que desemboca en el pa- En la primera celda que constituye el
bellón central desde donde los funciona- Memorial se nos proyectará un breve docu-

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 160-162 161


Memoria

mental que explica la historia de la prisión, está dedicada a la memoria de Marcos Ana,
desde su inauguración en 1924 hasta su un símbolo de las condiciones de vida de la
clausura en el año 2000, de forma paralela prisión, al ser el preso que más tiempo paso
a la historia de nuestro país: dictadura de en diversos espacios coercitivos durante la
Primo de Rivera, II República, Guerra Civil, dictadura. No obstante, es un poco confusa
dictadura de Franco y vuelta a la democra- esta celda al dar a entender que Marcos Ana
cia [1]. Además incorpora las diversas inicia- estuvo preso en Segovia, un acontecimien-
tivas llevadas a cabo en el recinto reconver- to que nunca ocurrió. Se trata de una inter-
tida ya en centro de creación. La proyección vención artística alegórica que no guarda
nos narra cómo fueron las condiciones de relación con las celdas en las que padecían
vida de las presas recurriendo a documen- prisión y que debería ser explicada de cara
tación emitida desde la prisión, de diversas a evitar posibles confusiones. La cuarta
autoridades franquistas, de los medios de celda es el auténtico Memorial donde nos
comunicación e, incluso, recuperando la enfrentamos a la mirada de presos y presas
voz de las reclusas a través de sus cartas que sufrieron tras las rejas, personas que
personales. También recoge los aconteci- padecieron los horrores de la prisión du-
mientos principales que tuvieron lugar tras rante el franquismo, en muchos casos, por
las rejas, como el motín de presas en 1949 y sus ideales, siendo su mayor delito sus an-
la consiguiente huelga de hambre o la fuga sias de libertad. Las 54 fotos individualiza-
de presos en 1976. También se recopilan das de gran tamaño representan a los 2708
los nombres de algunas presas y presos de segovianos presos y presas cuyos nombres
relevancia que pasaron por el penal, como y apellidos quedan escritos en los paneles
Josefina Amalia Villa, María Salvo, Soledad situados en la pared central.
Real, Juana Doña, Tomasa Cuevas, Gerardo A través de la página web de la cárcel
Iglesias o Marcelino Camacho, entre otros. (http://www.lacarceldesegovia.com/) po-
Todo ello bien contextualizado, tanto a ni- demos acceder integro al documental y una
vel nacional como de desarrollo de la ciu- breve reseña del contenido de cada celda.
dad en aquellas décadas. Un video sintético Segovia, con este Memorial, se convierte en
pero claro y conciso, de carácter pedagógi- la primera ciudad española en reconocer y
co y divulgativo. reparar la memoria de las víctimas del fran-
En la Celda Cautividad encontraremos quismo y su sistema coercitivo en el propio
toda una serie de paneles que nos ilustra- espacio de castigo. Un hecho de reapropia-
rán y complementarán la información del ción y resignificación del espacio pionero y
documental. Se explican todos los espacios de suma importancia para no olvidar y co-
e instituciones que sirvieron como reclu- nocer lo ocurrido en la historia de España
sión: cárceles, campos de concentración, durante la segunda mitad del siglo XX. Con
batallones de trabajadores, colonias peni- este tipo de iniciativas se contribuye a dig-
tenciarias; enriqueciendo a través de datos nificar y reparar la memoria silenciada de
diversos aspectos introducidos en la pro- los presos y presas durante el franquismo
yección, como la alimentación que recibían y se educa a las futuras generaciones para
los presos y presas o su volumen a lo lar- favorecer los valores democráticos.
go de la historia del penal. La tercera celda

1.– https://vimeo.com/318866102 Reencuento con la


Historia. Memorial Democrático de La Cárcel.

162 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 160-162


14 años rescatando historia y
memoria de las víctimas de la
dictadura franquista en Madrid
Tomás Montero
memoriaylibertad.org
Los inicios

En la España de comienzos de siglo, y


más concretamente en el Madrid del año
2001, era una odisea encontrar referencias a
las víctimas de la dictadura en la posguerra
o contar con algún apoyo institucional para
averiguar el destino y vicisitudes de las per-
sonas ejecutadas, en su gran mayoría, «por
oficio de la Auditoría del Ejército de Ocupa-
ción», como suele figurar en los certificados
de defunción (la documentación más acce-
sible de obtener gracias a un buen trabajo
de archivo en el Registro Civil).
De ahí la gran importancia que cobró,
para muchos descendientes de las perso-
Familiar colocando claveles junto a la foto de
nas fusiladas en la posguerra y posteriores
su abuelo en el XIII Homenaje (Fuente: MyL).
investigaciones, el hallazgo de una publi-
cación descatalogada y de difícil adquisi- portancia como servicio público. Y es que,
ción: Consejo de Guerra. Los fusilamientos además, el libro contiene un apéndice cro-
en el Madrid de la posguerra (1939-1945) [1], nológico y alfabético con 2663 nombres de
de Mirta Nuñez y Antonio Rojas, contenía personas ejecutadas junto a las tapias del
más información sobre nuestros familiares Cementerio del Este (renombrado en la dic-
y el terrible periplo que padecieron hasta tadura como Ntra. Sra. de la Almudena)
ser fusilados que lo que en la mayoría de En esos años, el Parlamento aprobó una
los casos se conocía o había sido transmiti- serie de medidas compensatorias, de exi-
do generacionalmente en los hogares afec- guas cuantías y ámbito (de hecho, no con-
tados. Rara vez un trabajo académico tan templaban siquiera indemnización alguna
especializado llega a alcanzar tamaña im- para las víctimas ejecutadas por sentencias
militares en la posguerra salvo que acredi-
1.– Mirta Núñez Díez-Balart y Antonio Rojas Friend, Conse-
jo de Guerra. Los fusilamientos en el Madrid de la posguerra taran haber permanecido más de tres meses
(1939-1945), Madrid, Compañía literaria, 1997. en prisión), pero que dinamizaron y popu-

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Memoria

larizaron las búsquedas en archivos de toda los certificados de defunción, comenzaron


índole para documentar las solicitudes. A a ser, junto con la información documenta-
su vez, los medios de comunicación se pro- da que aportaban familiares e investigado-
digaban en ofrecer amplios reportajes so- res, las piezas fundamentales para elaborar,
bre las exhumaciones que tenían lugar en la nutrir y mantener actualizado un listado
comarca de El Bierzo que, aunque también abierto en internet [3], donde además de
carecían del deseado y pertinente factor ju- ampliar y corregir los datos de identifica-
dicial, suponían un avance técnico y meto- ción de las víctimas, ha ido incrementando
dológico a las realizadas anteriormente en su número con respecto a la cifra aportada
otros lugares de nuestra geografía con la en su día por Mirta Núñez y Antonio Rojas,
finalidad principal de recuperar y dar dig- hasta las 2936 personas ejecutadas en la
na sepultura a las personas asesinadas por capital por sentencias de Consejo de Gue-
quienes se sublevaron contra la República. rra, tal y como ha determinado el reciente
Creo que resulta así más comprensi- estudio [4] encargado por el Ayuntamiento
ble entender cómo se acrecienta el interés de Madrid al historiador Fernando Hernán-
entre amplias capas de la población, sobre dez Holgado, con la finalidad de reflejar sus
todo las nuevas generaciones, hasta el pun- nombres en un monumento memorial jun-
to de lanzarse a buscar respuestas al silen- to al lugar de los fusilamientos.
cio forzado al que fueron sometidas por
mor de una supuesta reconciliación entre Un listado histórico para la Memoria
víctimas y verdugos pactada en las postri-
merías del régimen dictatorial. La iniciati- Fernando Hernández, quien cuenta con
va particular de transcribir y compartir en exhaustivos trabajos que abordan la histo-
una página de internet casera los nombres ria de las mujeres en cárceles franquistas,
y fechas de fusilamiento de aquellos 2663 como la de Ventas en Madrid [5] (cifrando en
nombres iniciales, sirvió para universalizar 80 las que fueron fusiladas) y con quien el
su existencia y constituirse en el embrión colectivo mantiene fuertes lazos de amis-
que dio origen a un colectivo con intereses tad y colaboración, pudo acceder junto a su
comunes que, en mayo de 2005, vino en lla- equipo investigador a los libros de enterra-
marse Memoria y Libertad (MyL ) [2]. En po- miento y a las órdenes de inhumación con-
cos años, la avidez por saber (y porque se servadas por la Empresa de Cementerios,
sepa), consiguió aglutinar en esta platafor- hoy de nuevo pública y municipal, dejan-
ma virtual a familiares de varios centena- do constancia, gracias sobre todo al cruce
res de personas fusiladas junto a las tapias de datos con otras fuentes, de la existencia
del Cementerio del Este que, bien mediante de al menos 300 víctimas mortales más de
correos electrónicos, bien gracias a un foro aquellas sentencias de posguerra, corres-
de participación e intercambio alojado en pondiendo la mayor parte a los meses de
la web, aportaban y compartían datos, do- abril y mayo de 1939, donde aún no figu-
cumentos, indicaciones para conseguirlos
e interpretarlos, a la vez que sentimientos 3.– http://www.memoriaylibertad.org/LISTADO_ABIERTO_
VICTIMAS_MORTALES_DEL_FRANQUISMO_EN_MADRID.htm
y propuestas para recuperar sus nombres
4.– https://www.madrid.es/UnidadWeb/Contenidos/Navega-
y su historia. Los sumarios de los Consejos
ciones/Memoria_Historica/Memoria_HIstorica/informe.pdf
de Guerra, los expedientes penitenciarios y
5.– Fernando Hernández Holgado, Mujeres encarceladas. La
prisión de Ventas: de la República al franquismo, 1931-1941,
2.– www.memoriaylibertad.org Madrid. Marcial Pons, 2003.

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14 años rescatando historia y memoria de las víctimas de la dictadura... Tomás Montero

raba en las anotaciones marginales de los Nuevos nombres y muchos de los campos
citados documentos la palabra «Auditor» o del listado pudieron ser cumplimentados
simplemente la letra «A». gracias al trabajo que realizaron familiares
Toda esta valiosa y novedosa informa- del colectivo en la Hemeroteca Municipal
ción fue incorporada también al listado de Madrid en diciembre de 2007 [6], cuando
global de MyL. Resultaba importante reco- aún no existía el archivo digital on-line de
pilar y hacer coincidir estos datos con los ABC y donde hubo que recurrir a fotografiar
existentes de la represión franquista en el de las pantallas las páginas microfilmadas
espacio geográfico que representa la ac- y luego positivarlas mediante un programa
tual Comunidad de Madrid. En el ya referi- informático para ser procesadas. Aquellos
do listado de Memoria y Libertad se puede sueltos, bajo el titular genérico y habi-
comprobar en esa puesta en común, por tual de «Detención de sujetos acusados de
ejemplo, la relación existente entre buen asesinatos y robos» y otras publicaciones,
número de personas fusiladas o fallecidas incluyendo revistas como Semana [7], apor-
en prisión y centros de detención por diver- taban importante información sobre nom-
sas causas, en diferentes lugares o localida- bres (no siempre correctos), localidades y
des de la región. La edad en el momento de juicios que en numerosos casos no figura-
la ejecución representa también una infor- ban en la lista de personas fusiladas a pesar
mación importante para determinar otros de las atrocidades que las notas de prensa
factores, abarcando una horquilla entre los del régimen les achacaban, y cuyas culpabi-
18 y los 81 años. lidades y sentencias parecían estar dictadas
El lugar de nacimiento y residencia, ade- ya de antemano. Ya solo quedaba localizar
más de reflejar con claridad los flujos mi- sus sumarios, lo que se consiguió y superó
gratorios de principios de siglo XX hacia las en gran medida gracias a la investigación
grandes urbes, contempla también la con- antes mencionada de Fernando Hernández
dición de la capital como lugar de tránsito Holgado y su equipo de trabajo, cuyos re-
circunstancial de un buen número de fami- sultados fueron entregados al Ayuntamien-
lias y personas que escapaban del avance to de Madrid en diciembre de 2017, y que
de las tropas rebeldes en la Guerra. Ambos aún hoy permanece sensible a modificacio-
datos ofrecen también la enorme cifra de nes y nuevas aportaciones.
personas fusiladas en determinadas pobla- El listado abierto de MyL que sirvió de
ciones por supuestas actuaciones de ám- punto de partida, se nutre de numerosas
bito local, como es el caso de Villarejo de colaboraciones y trabajos que fueron dan-
Salvanés. do cuerpo a las decenas de miles de celdas
En los listados también se contemplan en blanco, como lo han sido los del inves-
otros campos que recogen valiosa infor- tigador Manuel García Muñoz [8], aportando
mación sobre la profesión, la responsa-
6.– https://es.scribd.com/doc/9647512/Listado-Deteni-
bilidad asumida en periodo de guerra y la dos-Fuente-Diarios-ABC-microfilmados-de-1939-Heme-
militancia política y sindical de numerosas roteca-Municipal-de-Madrid
víctimas. El modo de ejecución ha sido otro 7.– Recortes de la revista Semana, núm. 9, Año I, 23 de
factor a tener en cuenta, habiéndose cons- abril de 1940, conservados y cedidos a MyL por un fami-
liar. http://www.memoriaylibertad.org/REVISTA_SEMA-
tatado que al menos medio centenar de
NA_NUM_9_23041940_Consejo_de_Guerra_Fomento_Be-
ellas lo fueron por garrote vil, y no siempre llas_Artes.pdf
en la prisión provincial de referencia, Por- 8.– Manuel García Muñoz, Los fusilamientos de la Almude-
lier. na. La violencia sectaria en Madrid durante la guerra civil y la

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 163-170 165


Memoria

numerosos datos de filiación procedentes


de expedientes penitenciarios y sumarios;
Pedro Rubio Hoya y Santiago Aguilera so-
bre los fusilados en San Lorenzo de El Esco-
rial y la Sierra Oeste; José Maroto en cuanto
a Aranjuez: Julián Dueñas, José María San
Luciano y Pilar Lledó en relación a Alcalá
de Henares; Juan Carlos Aragoneses y Ro-
berto Fernández Suárez en Colmenar Viejo;
Santiago Vega Sombría sobre fallecidos en
cárceles madrileñas, incluyendo párvulos;
Carlos Fernández y su Madrid clandestino [9];
Santiago de Córdoba con las víctimas de la
provincia de Jaén; Arti ARMH en Cuenca;
Javier de la Puerta en Toledo y Pedro Or-
ganero con respecto a los fusilados de la
Villa de Don Fadrique; C. Paramio, J. M.
Sánchez de la Torre…, así como un buen
número de familiares y amigos, entre los
que se encuentra Josué Lillo, fallecido en
fechas recientes sin poder ver cumplido el
justo deseo de la anulación de las conde-
nas impuestas por la dictadura franquista, Fosa de cuarta temporal de Mariano Martín
como la de su padre, Pedro Lillo Caballo, Verdaguer, noviembre de 1943 (Foto: Álbum
fusilado el 5 de agosto de 1939, en la saca familiar, fuente: quieneseran.blogspot.com).
conocida como de la JSU o de las Trece Ro-
sas. Gracias a él, a su testimonio y a otros boran sus afirmaciones, como el testimonio
muy similares, se pudo poner en duda que recientemente conocido de Manuel Muñoz
las ejecuciones tuvieran lugar en las ta- del Molino, que en 1940 escribía en relación
pias del cementerio, aunque el lugar más con los fusilamientos junto al Cementerio
probable no distaría mucho de ellas. Lillo del Este de Madrid: «Para llevar a cabo tal
comentaba que, de crío, en la posguerra, acción, habían construido una plazoleta, en
acudía hasta el cementerio desde el barrio forma de media luna, con el piso de cemen-
de Valdelatas (hoy Moratalaz) para recoger to y un sumidero en medio que recogía la
los casquillos de balas en una vaguada cer- sangre e iba a parar al alcantarillado. Exis-
cana a la Puerta de O’Donnell de la Necró- tían tres nidos de ametralladora, con fuego
polis. También contaba cómo «en los días cruzado y unos potentes reflectores» [10].
de visita, para llegar a las cercanas tumbas
de nuestros familiares, nos obligaban a dar
toda la vuelta y entrar por la calle Alcalá». Conocimiento y reconocimiento
Hoy disponemos de más datos que corro-
Además de las citadas fuentes historio-
posguerra, Madrid, La Esfera de los Libros, 2012.
9.– Carlos Fernández, (Madrid Clandestino. La Reestructu- 1 0 .– h t t p s : / / w w w. n u ev a t r i b u n a . e s / a r t i c u l o / s o -
ración Del P.C.E. 1939-1945, Madrid, Fundación Domingo ciedad/cementerio-este-fusilamientos-franquis-
Malagón, 2002. mo/20181001123304156084.html

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14 años rescatando historia y memoria de las víctimas de la dictadura... Tomás Montero

gráficas, el colectivo de familiares pudo los objetivos e idiosincrasia del colectivo,


contar con la memoria y los testimonios que se prolongan hasta nuestros días.
en primera persona de quienes lograron El 6 de mayo de 2008, siendo regidor Al-
sobrevivir a las condenas y cárceles fran- berto Ruiz Gallardón, el colectivo registra en
quistas logrando mantener vivo el recuerdo el Ayuntamiento de Madrid una petición [13]
de quienes quedaron en el camino, además arropada por miles de firmantes reclamando
del sentido de su lucha. Y ello a pesar de un monumento memorial con sus nombres
su avanzada edad, o gracias a ella. Juana en un lugar junto a la tapia del Cementerio
Doña, Marcos Ana, Concha Carretero, Ger- del Este destinado al recuerdo familiar y a la
mán Alonso, Nieves Torres, Maruja Borrell, memoria democrática colectiva. No recibie-
Rosario Sánchez Mora, Julia Manzanal, ron respuesta alguna. Posteriormente, y a la
Carmen Rodríguez, Mariluz Alonso, Án- vez que crecía el interés y la participación
geles García Madrid, Carmen Arrojo, etc., en los homenajes anuales, que se mantienen
son solo algunos de los nombres de quie- hasta la fecha en torno al 14 de abril, se lle-
nes revivían las veces necesarias aquellas varon a cabo otras iniciativas como la apor-
terribles experiencias tras sus detenciones, tación del listado actualizado en aquella fe-
que tan similares fueron a las de quienes cha como prueba a la truncada causa abierta
acabaron en el paredón o con el cuello en el por el juez Baltasar Garzón. El cambio de
garrote, sin tan siquiera reclamar para sí su la corporación en Madrid en las elecciones
propia condición de víctimas. Muchos tes- municipales de 2015 recuperó las esperan-
timonios quedaron por escrito, en graba- zas del colectivo que, a los pocos días de
ciones y vídeos, sumándose a otras memo- ser nombrada alcaldesa Manuela Carmena,
rias prodigiosas que, como las de Tomasa registró de nuevo su petición [14] en el Ayun-
Cuevas, Eduardo de Guzmán o Manuel de tamiento y sí fue contestada de inmediato,
la Escalera, por citar solo algunos ejemplos, lacónica pero afirmativamente [15].
han contribuido de manera notable, no solo
a la clarificación histórica y documental, En nombre del pueblo de Madrid
sino al legado social imprescindible para
poder entender mejor las reivindicaciones Para quienes acostumbran a transitar
presentes. El 14 de abril de 2007, Memoria y por el terreno lógico de lo práctico, resul-
Libertad se anima a organizar un modesto ta difícil analizar, después de la premu-
homenaje a las víctimas de los fusilamien- ra y buenas intenciones manifestadas por
tos franquistas en el Cementerio del Este. la nueva corporación para disponer de un
A la convocatoria acuden numerosos fami- plan integral de Memoria (haciendo incluso
liares (algunos realizando un importante partícipe de la iniciativa a la Cátedra de la
esfuerzo acudiendo desde diversas partes Memoria Histórica de la UCM como garan-
del mundo), Mirta Núñez y varias veteranas tía académica), por qué en vísperas de nue-
como Rosario Sánchez Mora, «La dinami- vas elecciones municipales aún se encuen-
tera», y Maruja Borrell. Aquel acto [11], que tra sin realizar una de las actuaciones más
contó con unas palabras expresamente de-
13.– http://www.memoriaylibertad.org/FIRMAS_POR_UN_
dicadas por Marcos Ana [12], dejó ya patente
MEMORIAL_FUSILADOS_A_GALLARDON_060508.pdf
14.– http://www.memoriaylibertad.org/CARTA_REGISTRA-
11.– https://youtu.be/bS9qzZFHc7A DA_2015_manuela_carmena.jpg
12.– http://www.memoriaylibertad.org/14abril2007_de- 15.–http://www.memoriaylibertad.org/RESPUESTA_
dicatoria_Marcos_Ana.jpg MC.jpg

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relevantes, por su alcance, de las medidas en bien o mal fusiladas, en asesinos y che-
aprobadas en pleno. quistas, todo en consonancia con el discur-
Tampoco resultó fácil para los familiares so franquista y sus sentencias carentes de
del colectivo asumir los repentinos cambios legitimidad en democracia. En el pleno de
que adoptó el equipo de gobierno del Ayun- 28 de febrero de 2018 se debate sobre la ini-
tamiento de Madrid para tratar de calmar, ciativa, arropada por el Informe y el listado
se supone, los exacerbados ánimos de sus encargado al historiador Fernando Hernán-
adversarios políticos, que no mostraban ru- dez Holgado y su amplio equipo, compues-
bor alguno en defender la pervivencia de la to entre otros por Santiago Vega Sombría,
simbología franquista en la capital, a la vez Manuel García Muñoz, Juan Carlos Funes,
que seguir despreciando el reconocimiento Fernando Jiménez Herrera y Daniel Oviedo
a las víctimas del golpe de estado de 1936 y Torrejón, resultando aprobada gracias al
la consiguiente dictadura. voto favorable de los grupos municipales
El 27 de abril de 2016, después de ser de Ahora Madrid y PSOE. El debate abier-
desautorizada la concejala responsable to por la controvertida intervención del
Celia Mayer y la Cátedra de la Memoria de historiador y concejal del PP, Pedro Corral,
la UCM [16], el Ayuntamiento pone en mar- tuvo diversas respuestas, también desde el
cha un Comisionado de Memoria Histórica mundo académico, como la Carta abierta
compuesto por personas alejadas del mo- del propio F. Hernández, que retomaba la
vimiento memorialista, pero designadas expresiva damnatio memoriae romana para
por los grupos municipales como «exper- referirse a semejantes planteamientos:
tos» en la materia. Este órgano, conocedor
desde su creación del compromiso de la «Los nombres de los presuntos «bien fusi-
alcaldía con los familiares de las víctimas lados» serían así descartados de la piedra
del franquismo, jugó un papel de rémora o el bronce del memorial en proyecto, con
equidistante hasta que consideró oportuno lo que a las alturas del siglo XXI las auto-
dinamitar su máxima fundacional de ges- ridades responsables ejercitarían además
tión consensuada y unánime y convertirse la malhadada damnatio memoriae de los
en un altavoz de la oposición para sembrar tiempos romanos: un mal ejemplo para es-
discordia y confusión, a la vez que filtrar tos días. Es una perspectiva que ni siquiera
a la prensa más reaccionaria las delibera- quiero imaginar, principalmente por la hu-
ciones y propuestas sometidas ética y nor- millación añadida que supondría para tan-
mativamente al sigilo de sus componentes. tas familias de ese colectivo de víctimas que
Los familiares volvieron a escuchar las in- se verían, de ese modo, obligadas a padecer
tencionadas y perversas acusaciones que una nueva suerte de «Causa General», que
recogían los Consejos de Guerra y la Causa en esta ocasión tendría un renovado y espe-
General franquista, pero esta vez en boca cial impacto sobre los descendientes de las
de quienes debían velar por su condena y personas ejecutadas.» [17]
reparación posible. Además, tuvieron que
leer injuriosos artículos en los diarios y su- El 26 de junio de 2016 tiene lugar otro
frir intervenciones plenarias donde se pre- pleno en el que la derecha municipal inten-
tendía clasificar a las personas ejecutadas
17.–https://www.nuevatribuna.es/opinion/fernando-
hernandez-holgado/carta-abierta-concejal-pedro-corral-
16.– https://www.elmundo.es/madrid/2016/02/07/56b7b historiadores-comisionado-memoria-historica-ma-
3e1e2704e62748b45d7.html drid/20180301204337149190.html.

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14 años rescatando historia y memoria de las víctimas de la dictadura... Tomás Montero

ta bloquear de nuevo el proyecto, aún con


mayor virulencia si cabe, en consonancia
con lo expresado por buena parte de los
miembros del Comisionado y su prensa afín
para evitar a toda costa la erección de un
monumento memorial con todos los nom-
bres de las personas ejecutadas en Madrid.
Sin embargo, este revivir irresponsable de
las farsas judiciales franquistas, con claras
intenciones de debilitar al equipo de go-
bierno y a la vez bloquear indefinidamente
el proyecto de monumento memorial, no
consiguió sus fines. Sus recursos fueron re-
chazados nuevamente por votación a mano
alzada. Como no podía ser de otra manera,
el 15 de junio de 2018 el Comisionado de
Memoria del Ayuntamiento de Madrid se
disuelve [18] y su labor pasa a ser competen-
cia de la Oficina de Derechos Humanos y
Memoria, con el Tercer Teniente de Alcalde
Mauricio Valiente al frente y la dirección de Manuscrito de Marcos Ana colocado en
Txema Urkijo como responsable de Memo- la tapia del Cementerio del Este. (Fuente:
ria de dicha Oficina. Su compromiso y pú- Memoria y Libertad).
blica defensa de las políticas de memoria
emprendidas reabre las esperanzas en el a la Tapia del Cementerio del Este donde se
colectivo de familiares de las víctimas y de instalará el monumento inicie sus trabajos
todo el movimiento memorialista, aunque en mayo de 2019, mientras que la escultu-
siga latente la idea de que surgirán nuevas ra, encargada al prestigioso artista Fernan-
trabas, contratiempos y dificultades. Sin do Sánchez Castillo [19], podría estar ya con-
duda, lo más preocupante, el inminente fi- cluida en las mismas fechas. En cualquier
nal de la legislatura y la consecuente reno- caso, resulta improbable que el proyecto se
vación de equipos y directrices. concluya y pueda ser inaugurado bajo el ac-
tual mandato, quedando esa tarea pendien-
te para la próxima corporación municipal
El monumento en ciernes y que surja de las elecciones del próximo 26
los huesos aflorando de mayo, al igual que la de acometer el res-
to de las actuaciones prometidas, como la
Después de numerosos retrasos, el creación de un centro de interpretación de
Ayuntamiento prevé que la obra civil junto la represión franquista en Madrid en la co-
nocida como «casa del enterrador» anexa al
1 8 .– h t t p s : / / w w w. n u e v a t r i b u n a . e s / a r t i c u l o / monumento memorial; también la puesta
madrid/3000fusiladosmadrid-fusiladoscementerioeste- en marcha de un espacio de memoria en
victimasfranquismo-comisonadomemoriahistoria-fusila-
dostapiacementerio-listadofusiladosmadrid-franciscasau-
quillo-mauriciovaliente-ejecutadosposguerra-ejecutados- 19.– http://www.rtve.es/television/20151218/fernando-
franquismo-guerracivil/20180615190451153070.html sanchez-castillo/1276168.shtml

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 163-170 169


Memoria

el portal web del Ayuntamiento y, como se En este tiempo nos han dejado muchos
pudo conocer recientemente, la definitiva familiares de las víctimas que ya no obten-
contratación y ejecución del estudio encar- drán mayor consuelo que el de haber visto
gado por la Oficina de Memoria y Derechos sus nombres reflejados en un listado, sus
Humanos a la sociedad Aranzadi para que retratos en una tapia o sus biografías en un
el antropólogo forense, Francisco Etxebe- blog [21]. Memoria y Libertad, es decir, ellas y
rria, investigue y emita un informe sobre ellos mismos con sus propios medios, junto
los osarios comunes históricos del Cemen- a otros apoyos altruistas, se lo han procu-
terio de La Almudena donde, al parecer, rado. Quienes sobreviven y quienes conti-
pueden continuar los restos de los cuerpos núan incorporándose al colectivo, parecen
exhumados en la necrópolis en fechas que juramentarse en esta lucha hasta el final.
se corresponden con las de las personas Queda mucho por hacer y por saber y cada
allí ejecutadas por la dictadura, pese a las logro, por pequeño que a otros les pueda re-
informaciones contradictorias facilitadas sultar, siempre les supondrá mayor verdad
hasta esa fecha por los responsables de la histórica, más justicia social y mayor repa-
Empresa Funeraria [20]. ración personal. Se les debe. Se lo debemos.

20.– https://www.publico.es/politica/misterio-miles-hue-
sos-perdidos-cementerio-almudena.html 21.– http://quieneseran.blogspot.com/

170 Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 163-170


Cuando un pueblo olvida un nombre:
La invisibilidad de Encarnación
Fuyola en la memoria colectiva
local de Huesca
Irene Abad Buil
Doctora en Historia Contemporánea por la Universidad de Zaragoza

Si tenemos que hablar de experiencias


políticas femeninas vinculadas al comunis-
mo y anexionadas al internacionalismo aso-
ciativo, feminista y pacifista hay un nombre
clave para hacerlo, el de Encarnación Fuyo-
la. Desde una capital pequeña de provin-
cias (nace en Huesca en 1907) supo captar
desde el principio las muchas posibilidades
académicas y políticas que para la mujer
abría la II República española y aprovechó
un entorno familiar abierto a la cultura, a
la política y a la educación para comenzar
a forjarse lo que se preveía como un futuro
exitoso. Sin embargo, si la II República le
abrió puertas, el estallido de la Guerra Ci-
vil se las cerró de golpe para imponerle una
vida que quedaría abocada al olvido. Y este
es el concepto con el que querría iniciar el
paseo biográfico de esta mujer: el olvido.
Tras varias investigaciones dedicadas a Fu-
yola (la de mayor especificidad se la debe-
mos a Laura Branciforte) aportar informa-
ción nueva no se convierte en el objetivo
fundamental de este recordatorio, sino que
este descansa en el propósito de vincular su
Encarnación Fuyola (foto cedida por la
nombre al entorno que le permitió entrar familia).
en nuevos ámbitos académicos y políticos,
los cuales serían posteriormente el motivo catar su nombre para la memoria colectiva
de sus desgracias. Trataremos pues de res- local de la ciudad que la vio nacer.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808, pp. 171-177 171


Memoria

Habitualmente, mirar a nuestro alrede- de Galicia), donde transcurrió gran parte


dor nos hace pensar en Historia, en la que de su infancia. No sería su única vivienda,
se ha hecho visible a través de reconocidos ya que en la matrícula realizada en el
lugares de memoria y en la que permane- Instituto General y Técnico de Huesca en
ce invisible porque nada material nos lo 1917 para realizar los estudios de bachiller
evidencia pero que conocemos gracias a figura la dirección calle del Mercado Nuevo,
historias relatadas o leídas. Cuando dia- número 12, y posteriormente, a partir de la
riamente recorro el trayecto que me lleva matrícula de 1919 el domicilio familiar es
al trabajo, atravieso la calle Santa Pacien- el de Plaza San Pedro nº 6 [1]. Todos ellos
cia y los Porches de Galicia, y esos escasos cercanos a las dos actividades económicas
metros que distancian una calle de la otra que desempeñaba su padre, Lorenzo Fuyola
me evocan a Encarnación Fuyola. Siempre, Paraíso, de manera simultánea: auxiliar de
cada día. Porque mis lecturas sobre ella me Ciencias Naturales en la Escuela Normal
hacen ubicar sus años de infancia y primera de Maestros y propietario del café Fuyola.
juventud en ese espacio. Y entonces Este café, ubicado en los números 3 y 5
comienzan mis preguntas: ¿por qué nada de los porches de Vega Armijo, desarrolló
recuerda el afamado café-concierto que su una importante actividad musical desde
padre regentó y que consiguió aportar a la 1897. Junto al café de la Unión y el café de
ciudad de una relevante cultura musical?, España, el Café de Fuyola fue uno de los
¿por qué no existe ninguna placa que establecimientos más representativos del
nos diga que en esa casa vivió una de las café-concierto oscense. «Su programación
fundadoras de la Agrupación de Mujeres se intensificaba en el verano de 1901,
Antifascistas?, ¿por qué resulta tan complejo especialmente con los conciertos diarios
encontrar evidencias sobre su candidatura del cuarteto de cuerda de Moretti» (Salinas,
a las elecciones de 1933?, ¿por qué…? ¿Por 2012: 310). A partir de 1923, combinaría
qué es uno de los nombres olvidados por el trabajo en el café de Fuyola con la
la historiografía del comunismo español a escuela privada que abrió en la calle Santa
pesar de contar con una trayectoria que la Paciencia.
convirtió en la personificación de muchos En ese pequeño reducto de la ciudad de
de los grandes conceptos de la época? Huesca se condensa la memoria no visible
¿Por qué es una mujer prácticamente de una mujer que construyó su intensa
desconocida para la ciudad que la vio nacer, vida en torno a una serie de conceptos
crecer e incluso inaugurarse en el ámbito básicos para la realidad que le tocó vivir.
de la política? Cuando las manifestaciones Y es que si pasamos de lo privado a lo
materiales concretan la Historia, resulta público, el nombre evocado diariamente
más fácil evocar abstracciones de la misma. de manera puntual se reconvierte en uno
Sin embargo, en Huesca no existe ni un imprescindible en el escenario político que
solo lugar de memoria que nos recuerde comienza a construirse en España durante
que Encarnación Fuyola nació allí, que la década de los años treinta del siglo XX
fue candidata a las elecciones y que y que vino alimentado por la extensa y
desempeñó un importante rol en el ámbito brillante formación académica con la que
del feminismo y del comunismo. Nada.
Encarnación nació el 4 de septiembre
1.– Archivo Histórico Provincial de Huesca, expediente
de 1907 en la casa familiar en los Porches académico de Bachillerato del Instituto de Huesca, Encar-
de Vega Armijo, número 5, (actual Porches nación Fuyola.

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Cuando un pueblo olvida un nombre: La invisibilidad de Encarnación Fuyola... Irene Abad Buil

contó [2]. En 1924 comenzó el primer curso empujó a muchas mujeres hacia la causa
de la carrera de Ciencias en Barcelona, frentepopulista que tenía como principal
sin embargo la continuó en la Facultad argumento político el antifascismo. En
de Ciencias de la Universidad Central de ese escenario de necesaria participación
Madrid y, posteriormente, completó sus política, una persona activa, comprometida
estudios en Ciencias con los de Magisterio, (en el sindicato FETE llegó a ocupar el cargo
llegando incluso a aprobar dos oposiciones de tesorera), preparada y laboralmente
públicas en 1933: las de Magisterio y las reconocida pronto destacaría, hasta el
de Correos. Y si académicamente se iba punto de que en las elecciones de diputados
haciendo un hueco, políticamente también, a Cortes de noviembre de 1933 figuraba
ya que experimentó la movilización política en las listas del Partido Comunista como
cuando las mujeres estaban prácticamente la candidata de Huesca y Zaragoza [3]. Sin
excluidas del ámbito público (no solamente embargo, frente a esta teoría basada en la
concurriría como candidata a elecciones «influencia del contexto», resulta llamativo
sino que también fue una implicada comprobar cómo sí que existía un poso de
militante y potenció el asociacionismo de tradición política en su familia puesto que
corte antifascista y feminista). Formación cuando falleció su abuelo paterno, Lorenzo
y militancia transcurrieron por caminos Fuyola, el Diario de Huesca del 18 de abril
paralelos,puesto que estudiando Magisterio, de 1931 publicaba las siguientes palabras:
en 1930, comenzó su militancia en el PCE «Después de larga y penosa enfermedad,
y un poco más adelante, en 1934, figuraba falleció en la madrugada de ayer don
como tesorera en la ejecutiva de FETE- Lorenzo Fuyola Baquer, tan conocido como
UGT presidida por Victoria Zárate. Pero apreciado oscense (…) antiguo y acreditado
igualmente fue destacable su proyección industrial, fue una figura destacada dentro
internacional, sabiendo comprender que del republicanismo local» [4].
la mejor opción para la mujer pasaba por Por tanto, lo aprendido en casa y lo
la unión de todas las madres de Europa experimentado en la realidad social la
luchando contra el fascismo y defendiendo condujo a tomar parte directa en la política
el pacifismo. presentándose, como ya hemos mencionado
Según Branciforte, la herencia política anteriormente, a las elecciones a Cortes.
familiar de Fuyola no fue el motor de Sin embargo, los resultados no fueron
arranque de su militancia, sino que lo fue favorables. En Huesca, los 30.947 votos a
el contagio de un contexto que impulsaba las derechas suponían dos diputados de la
a ello: la resaca europea de la Primera CEDA (Vidal y Romero), dos de Agrarios
Guerra Mundial y el imparable avance de
los totalitarismos. Esa sombra amenazante 3.– Resulta llamativo que en la prensa local de la época
no aparece evidencia alguna. Los datos al respecto pro-
2.– En Ecos de Sociedad del Diario de Huesca, con fecha ceden del estudio realizado por Régine Illion.
9 de junio de 1920, se publicaba una lista con los alum- 4.– Diario de Huesca, 18 abril 1931. Hemeroteca. Encon-
nos que habían obtenido la calificación de sobresaliente tramos también una alusión a la vinculación política de
en el Colegio San Vicente Mártir. Y en dicha lista figuraba Lorenzo Fuyola (abuelo) en la obra Huesca por fuera, de
Encarnación, que había logrado tan aclamada calificación Bernabé Morera, 1928. El propio Bernabé, «de ideología
en Historia de España y Francés, del primer curso, en Geo- republicana, casó tempranamente, el día 11 de diciembre
metría y Latín, durante el segundo curso y, por último, en de 1934, con Esperanza Fuyola, hija de Lorenzo Fuyola
Religión, en el tercero de los cursos. Datos que quedan Baquer, uno de los más destacados políticos federales
corroborados en el expediente académico de Bachillerato de Huesca desde los tiempos del malogrado régimen de
del Instituto de Huesca anteriormente citado. 1873», dígase de otra manera, la I República.

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Memoria

E. Fuyola con maestros combatientes, ca. 1937 (Foto: Hans Gutmann Custer, fuente: pinterest.at).

(Moncasi y Royo-Villanova) y uno del no iba a representar para Encarnación tirar


Partido Republicano Radical (Mallo) y la toalla. Al revés, tenía distintos frentes de
chocaban frontalmente con los 258 votos lucha abiertos, pues la situación política
que obtuvo el PCE (el grupo de izquierdas bien lo requería, así que no había tiempo
con peores resultados). En Zaragoza, el PCE para cruzarse de brazos. De hecho, ese
también se quedó sin representación en mismo año, 1933, un grupo de la Comisión
Cortes puesto que los 520 votos obtenidos Femenina del PCE funda la publicación
en la capital (a nivel provincial no se sumó ¡Compañera!: el órgano de las mujeres
ni un solo voto) no eran suficientes para trabajadoras de la ciudad y del campo y el
conseguir algún diputado [5]. Datos estos nombre de Encarnación Fuyola (vinculada
que nos demuestran, por un lado, que al gremio de las maestras) figura junto al
Encarnación Fuyola perdió su posibilidad de Lucía Barón (obrera) y al de Irene Falcón
de demostrar sus cualidades dentro de (periodista del Mundo Obrero) (Desvois,
la gestión política y, por otro, que el 2005: 204). De igual manera, ya entonces
comunismo tenía escaso calado entre la formaba parte del Comité Nacional de
sociedad aragonesa de la década de los años Mujeres Contra la Guerra y el Fascismo, y lo
30 [6]. Sin embargo, aquel batacazo político hacía de una manera relevante puesto que
en mayo de 1934 fue una de las encargadas,
5.– www.historiaelectoral.com junto a Dolores Ibárruri, Elisa Úriz e
6.– La impronta social del comunismo en la década de los Irene Falcón, de viajar hasta París para
años 30 abandonará sus raquíticos números en la década
participar en el primer Congreso Mundial
de los años 40 cuando el partido se convierta en la princi-
pal fuerza política de la oposición al régimen. Para el caso de la organización. Cuando en octubre, por
de Zaragoza, véase ABAD y HEREDIA. los sucesos asturianos, esta agrupación

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Cuando un pueblo olvida un nombre: La invisibilidad de Encarnación Fuyola... Irene Abad Buil

femenina quedó declarada ilegal, surge pasado día primero de Mayo» [7].
como alternativa la Organización Pro Como ya es sabido, las circunstancias
Infancia Obrera y nuevamente en su políticas redefinen las participaciones
creación aparece el nombre de Encarnación. femeninas en el ámbito de lo público.
Esta constante participación organizativa De ahí que cuando estalló la Guerra Civil
seguiría siendo una alternativa política se hicieron necesarias determinadas
para nuestra protagonista cuando en 1936 implicaciones políticas para hacer frente al
surgió la heredera de Pro Infancia Obrera riesgo que para la democracia representaba
bajo el nombre de Agrupación de Mujeres la sublevación militar. Formó parte de la
Antifascistas (la firma de Encarnación puede Junta provincial de Protección de Menores
encontrarse en muchos de los artículos de Madrid y participó en la defensa del
firmados en la revista de dicha agrupación, frente de Madrid [8], publicó su obra Mujeres
Mujeres). Militancia que combinaría con su antifascistas, su trabajo y su organización,
participación en Socorro Rojo. trabajó incansablemente en la coordinación
Por tanto, hablar de Encarnación Fu- del Socorro Rojo Internacional y participó
yola es hablar de compromiso político activamente por la libertad de los presos
antifascista y feminista, que no dejó de políticos del franquismo (especialmente con
traerle, durante la época republicana los cautivos en el Campo de Concentración
radical-cedista primero y con la represión de Alicante). Toda esta trayectoria política
franquista después, diversas detenciones la señalaban con el dedo, la ubicaban
y encarcelamientos. Una reseñable es dentro del victimario de la represión del
la de mayo de 1934 con motivo de su franquismo desde distintas perspectivas,
participación en una manifestación de hecho el año en que fue enjuiciada con
el día 1. «Esta detención tuvo una carácter retroactivo por su participación
amplia repercusión y fue objeto de una militar en la defensa de Madrid coincidió
vasta campaña de movilización a nivel con el fusilamiento de su marido Luis
nacional e internacional; sobre todo, en Sendín, junto a Heriberto Quiñones.
la prensa comunista» (Branciforte: 224), El aniquilamiento político que perseguía
puesto que se veía como un golpe a la el franquismo llevó a Encarnación al exilio:
labor desempeñada por el Socorro Rojo primero a Francia y definitivamente a
Internacional. Esa repercusión favoreció la México. Llegó a Veracruz en noviembre de
reducción de la condena, lo cual le permitió 1939 a bordo del barco El Havre. Vivió en
asistir a París al anteriormente mencionado Zamora (Michoacán) y a partir de 1942 en
primer Congreso del Comité Nacional de México DF hasta su fallecimiento. En este
Mujeres contra la Guerra y el Fascismo. De país de acogida del exilio español de guerra,
los resultados de esta sentencia también se Encarnación reharía su vida personal,
hizo eco la prensa local oscense a través de casándose de nuevo y teniendo un hijo,
su medio Diario de Huesca, en junio de 1934:
«Se ha conocido el resultado del recurso 7.– Hemeroteca Diario de Huesca, 4 de junio de 1934.
impuesto por el abogado señor Osorio, en 8.– Su participación militar en la defensa del Frente de
el Tribunal Supremo, contra la sentencia Madrid (contó con el grado de comandante, desempeñan-
que condenaba a la profesora Encarnación do tareas de organización y de información) le supuso la
apertura de un expediente en 1942 por la Ley contra la
Fuyola, a la pena de un año de prisión y
masonería y el comunismo en el cual se le tachaba de pe-
250 pesetas de multa, por ser cabecilla de ligrosa por su significación y su importancia en el Partido
una manifestación ilegal que se celebró el Comunista.

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Memoria

y política a partir de la reorganización de sus alusiones públicas y comienza, por


la Unión de Mujeres Españolas en México tanto, el principio del olvido dentro de la
bajo el nombre de Agrupación de Mujeres memoria colectiva local oscense.
Españolas Antifascistas. Una agrupación En el camino diario desde mi casa al
de carácter femenino que vivía de cara trabajo, seguiré evocando su nombre y
a España y concretamente vinculando su historia (ahora más enriquecida, y a la
su apoyo a las víctimas de la represión (a vez más alimentada de curiosidad, gracias
los presos políticos y sus familias, a las a la oportunidad que Nuestra Historia me
viudas de fusilados…) y representando ha dado para dedicarle estas líneas). Pero
una denuncia internacional a la violencia sería un logro democrático que alcanzara
estructural sobre la que se sostenía la un mayor reconocimiento dentro de la
dictadura que había alejado a Encarnación sociedad que marcó sus orígenes.
de su tierra, de su familia, de su origen, de
su pasado.
El nombre de Encarnación Fuyola lo fue
diluyendo la distancia y el paso del tiempo. Bibliografía de referencia:
Y gracias a referencias bibliográficas
no desaparecía de las alusiones → Abad, Irene (2012), En las puertas de
historiográficas al comunismo feminista, prisión. Las mujeres de los presos políticos
como estudió Encarnación Barranquero, o del franquismo, Icaria, Barcelona.
a la incursión de las mujeres en el ámbito
público de la política, como haría Mary → Abad, Irene y Heredia, Iván (2008),
Nash. Los estudios de Mercedes Yusta Leandro Saún y Carmen Casas. Organiza-
sobre el antifascismo femenino también ción política clandestina en la Zaragoza de
traían el nombre de Fuyola al presente. los años 40, Gobierno de Aragón, proyec-
E investigaciones biográficas como la de to Amarga Memoria, Zaragoza.
Rafael Chávez, Laura Braciforte o Régine
Illion nos descubrían más datos sobre → Barranquero, Encarnación (2012),
aquella «culta y bella señorita oscense» «Ángeles o demonios: representaciones,
(tal y como la definía la prensa local en discursos y militancia de las mujeres
su sección Ecos de sociedad cuando hacía comunistas», Arenal, 19:1; enero-junio
alusión a las entradas y salidas a la ciudad 2012, pp. 75-102
de Huesca de personas representativas del
ámbito local, y la hija de Lorenzo Fuyola → Branciforte, Laura (2014), «Encarna-
pertenecía a ese grupo social no anónimo). ción Fuyola (1907-1982), del internacio-
Los Fuyola habían tenido un claro nalismo antifascista al exilio en Méxi-
reconocimiento social, político y co», en A. Cenarro y R. Illion (coords.),
cultural en la ciudad. Encarnación Feminismos: contribuciones desde la his-
decantó sus esfuerzos políticos hacia el toria, pp. 213-238.
internacionalismo pacifista, feminista,
comunista y antifascista, y bajo esas → Branciforte, Laura (2014), «El género
premisas actuó hasta el final de sus días. femenino de la solidaridad internacional
Pero desde aquella publicación del resultado comunista en España», Sociedad y Dis-
de sentencia en 1934, a nivel local no se curso, nº 25: 57-74.
vuelve a leer su nombre. Se interrumpen

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Cuando un pueblo olvida un nombre: La invisibilidad de Encarnación Fuyola... Irene Abad Buil

→ Desvois, J-M. (2005), Prensa, impresos, fés y su oferta cultural en Huesca duran-
lectura en el mundo hispánico contempo- te la primera Restauración (1875-1902)»,
ráneo, Prensas Universidad de Burdeos. Revista Argensola, nº 122, IEA.

→ Domínguez Prats, Pilar (2009), «La → Villalaín, Pablo (2012), «El voto de la
actividad política de las mujeres republi- mujer, ¿debate historiográfico y/o po-
canas en México», Arbor, 735, pp.75-95. lítico? El caso de España en 1933», eu-
med.net, contribuciones a las Ciencias
→ Illion, Régine (2002), Mujer, política y Sociales.
sindicalismo: Zaragoza, 1931-1936, Ins-
titución Fernando el Católico, Zaragoza. → Yusta, Mercedes (2011), «La construc-
ción de una cultura política femenina
→ Nash, Mary (2006), Rojas. Las mujeres desde el antifascismo (1934-1950)», en
republicanas en la Guerra Civil, Taurus. Ana Aguado, Teresa Ortega (dir.), Femi-
nismos y antifeminismos. Culturas políti-
→ Ruíz, Concepción y Tuñón, Enriqueta cas e identidades de género en la España
(1992), Nosotras fuimos la Unión de Mu- del siglo XX, Valencia, PUV, p. 253-281.
jeres españolas antifascistas en México
(1939-1976), Política y cultura, nº 1, p. → Yusta, Mercedes (2009), Madres coraje
91-99. contra Franco. La Unión de Mujeres Espa-
ñolas en Francia, del antifascismo a la Gue-
→ Salinas, Jorge Ramón (2012), «Los ca- rra Fría (1941-1950), Cátedra, Madrid.

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AUTORES
Sección: Dossier

Juan Andrade. Doctor en Historia contemporánea y profesor en la Facultad de


Formación de Profesorado de la Universidad de Extremadura. Ha realizado estan-
cias de investigación en varias universidades europeas, de América latina y de Es-
tados Unidos. Sus líneas de investigación se orientan hacia el pensamiento político,
los movimientos sociales y los partidos de la izquierda en el Siglo XX, temas sobre
los que ha publicado trabajos en obras colectivas y revistas académicas. Es autor del
libro El PCE y el PSOE en la transición (2012); coautor, con Julio Anguita, de Atraco
a la memoria (2015); y editor, con Fernando Hernández Sánchez, del libro 1917. La
revolución rusa cien años después (2017). Actualmente dirige la colección Reverso-
Historia crítica en la editorial AKAL.

Rosa Congost. Catedrática de Historia Económica de la Universitat de Girona. Ha


centrado sus investigaciones en el estudio de las sociedades rurales y la propiedad
de la tierra y en la obra de Pierre Vilar. Sobre estos aspectos ha publicado trabajos
en revistas como Past and Present, Journal of Social History o Reveu d’Histoire Mo-
derne et Contemporaine, y obras colectivas y libros como Els propietaris i els altres.
La regió de Girona 1768-1862 (1990); Pierre Vilar, pensar históricamente. Reflexiones
y recuerdos (1995 y 1997); Els darrers senyors de Cerva de Ter. Investigacions sobre
el caràcter mutant de la propietat (2000); Tierras, leyes, historia. Estudios sobre «la
gran obra de la propiedad» (2007); Pierre Vilar une histoire totale une histoire en cons-
truction (2006); Contexts of Property in Europe. The Social Embeddedness of Property.
Rights in Land in Historical Perspective (Ed. Rosa Congost y Rui Santos, 2010); Cam-
pos cerrados, debates abiertos: análisis histórico de la propiedad en Europa, s. XVI-XIX
(coord. 2007); y El joven Vilar (2018). Es codirectora de la revista Estudi d´Historia
agraria y dirige el Centre de Recerca de Historia Rural de la Universitat de Girona.

Carlos Forcadell. Catedrático Emérito de Historia Contemporánea en la Univer-


sidad de Zaragoza. Ha centrado sus investigaciones en el campo de la historia
social de la España Contemporánea y en cuestiones relacionadas con la historia
cultural y política de la sociedad o la historia de la historiografía. Es autor de Par-
lamentarismo y bolchevización. El movimiento obrero español, 1914-1918 (1978);
editor junto a Juan José Carreras de Usos públicos de la Historia (2003) y ha co-diri-
gido el III volumen de la Historia de las culturas políticas en España y América latina.
Es co-autor de El pasado en construcción. Revisionismos históricos en la historio-
grafía contemporánea (2015) y La Restauración y la República, 1974-1936 (2015).
Fue comisario, junto con Alberto Sabio, de la exposición Paisajes para después de
una guerra. El Aragón devastado y la reconstrucción bajo el franquismo, 1936-1957
(2006). Fue Presidente de la Asociación de Hª Contemporánea y director de la
revista Ayer. Actualmente dirige la Institución Fernando el Católico.

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Autores

José Gómez Alén. Catedrático de Historia de Enseñanza Media, orienta sus lí-
neas de investigación hacia la conflictividad laboral y el mundo del trabajo du-
rante el franquismo. Es autor de numerosos trabajos en revistas, obras colectivas
y libros como As Comisións Obreiras de Galicia e a conflictividade laboral durante
o franquismo (1995) o Manuel Amor Deus. Unha biografía da resistencia obreira ao
franquismo (2008). Coautor de O dez de marzo. Unha data na historia (1997); Asti-
lleros en el Arco Atlántico. Trabajo, historia y patrimonio (2013); Abogados contra
el franquismo. Memoria de un compromiso político, 1939-1977 (2013); Cristina, Ma-
nuela y Paca. Tres vidas cruzadas entre la justicia y el compromiso (2017); Estado
e industria. La construcción naval en Argentina, Brasil, España y Portugal (2017) y
«Work, workers and labour conflicts in the shipyard Bazan-Navantia,1950-2014»
en Shipbuilding and Ship Repair Workers Around the World. Case studies, 1950-2010
(2017). Fue director del Archivo Histórico de CCOO de Galicia (1991-2005) y de la
revista DEZEME (2000-2006). Es miembro de la sección de Historia de la FIM y de
la coordinación de Nuestra Historia.

Carlos Martínez Shaw. Catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Bar-


celona y actualmente Catedrático Emérito de la Universidad Nacional de Educa-
ción a Distancia, es miembro de la Real Academia de la Historia y presidió el Centro
de Estudios de Historia Moderna «Pierre Vilar» de Barcelona. Ha dedicado su labor
investigadora a la historia económica y la historia marítima del Antiguo Régimen
y escrito, entre otras obras, Cataluña en la carrera de Indias, 1680-1756 (1981); La
emigración española a América, 1492-1824 (1993); El siglo de las luces. Las bases
intelectuales del reformismo (1996); La Ilustración (2001); Felipe V (2001); El sistema
comercial español del Pacífico, 1765-1820 (2007) e Historia Moderna: Europa, África,
Asia y América (2015). Ha editado numerosos libros y artículos dentro de su temá-
tica y ha organizado (junto con Marina Alfonso Mola) nueve exposiciones interna-
cionales dedicadas a temas propios de su campo, como Esplendor de España, 1598-
1648 (2000); De Cervantes a Velázquez (1998); El Galeón de Manila (2000); Oriente
en Palacio (2003); Europa en papel (2010) o Carlos III y el Madrid de las luces (2016)

Gonzalo Pontón. Es licenciado en Historia Moderna y Contemporánea por la


Universidad de Barcelona. En 1964 inició su vida editorial en Ariel. En 1976 fundó
Crítica, de la que ha sido consejero delegado hasta su jubilación en 2009. En 2007
Crítica recibió el Premio Nacional a la mejor labor cultural, y en 2008 el Premio
de la Feria del Libro de Bilbao. En 2011 fundó la editorial Pasado & Presente, de
la que es presidente. Ha sido, además, director del Gran Diccionario Enciclopédico
Grijalbo, consejero delegado del Grupo Grijalbo-Mondadori y director del Área
Universitaria y Cultural del Grupo Planeta. En el orden institucional ha sido pre-
sidente de la Comisión de Exteriores de la FGEE y presidente de la Cambra del
Llibre de Catalunya (1995-1998). En 2017 fue galardonado con el Premio Nacional
de Ensayo por su obra La lucha por la desigualdad. Una historia del mundo occiden-
tal en el siglo XVIII.

Nuestra Historia, 7 (2019), ISSN 2529-9808 179


www.fim.org.es

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